Capitulo 4.

por Invitado Jue 08 Mayo 2014, 5:26 pm

Al día siguiente, los chicos fueron muy amables con Louis, al menos Liam y Zayn lo fueron, ya que lo visitaron a menudo a su cuarto para ver cómo se encontraba.

Zayn incluso le trajo caldo de pollo pero Louis observó el líquido con ojos vidriosos.

—¿Qué? —Preguntó Zayn— ¡No me digas que eres vegetariano! Y aunque lo fueras, solo es caldo. No es como si te fueras a comer un pollo, ¿no?

—No, no soy vegetariano, pero... hay algo en esta sopa.

—Ingrediente secreto. Mi madre me enseñó a prepararla. Sabes, a veces me emborracho... bueno, bastante a menudo. En resumen, se preocupaba, ¿De acuerdo? Bébetela y basta.

Louis parpadeó un par de veces y luego obedeció. Estaba demasiado débil para discutir con Zayn. Y por otro lado, no era tan mala como parecía.

Afortunadamente, era domingo. Habría sido vergonzoso no poder ir a la escuela debido a una resaca descomunal. Se hizo una promesa: nunca volvería a emborracharse así. ¿Lo había disfrutado por cuánto tiempo? ¿Cinco minutos?

Harry no le dirigió la palabra, ni siquiera fue a husmear en su habitación. En realidad, hasta se había marchado sin ni siquiera saludarlo. Por lo que Louis había sido capaz de entender mientras hablaba con Liam, se había ido a pasar el día con Kate.

Sus miradas se habían entrecruzado por un momento cuando Harry pasó por delante de su puerta antes de salir.

Louis se encogió de hombros, como queriendo decir que no podía hacer nada si no le caía bien a Harry. Le había dado las gracias. No había nada más que decir. Y además no lo conocía lo suficiente como para que se preocupara por él.

Después de unas horas, cuando Louis salió de su habitación, encontró a Zayn sentado en el sofá de la sala con una extraña expresión en su rostro. Inclinó la cabeza hacia un lado y vio a su otro compañero de piso sirviéndose una taza de café. Deseaba una de esas desesperadamente, y además necesitaba algo con que tragar las tres aspirinas. Se había bebido la botella entera de agua durante la noche.

—¿Qué tiene? —le preguntó a Liam en voz baja, haciendo señas hacia Zayn.

El otro se rió y respondió en el mismo tono de voz bajo.

—Es algo que ocurre cada fin de semana. Dice que se ha enamorado.

Louis parpadeó, sorprendido, y miró nuevamente a Zayn. Seguía aún sentado en el sofá, mirando al vacío con una sonrisa tonta en los labios.

—Pero... ¿está bien? Parece estar un poco...

—¿Catatónico?

—Sí.

—Oh, no te preocupes. Él dice que el amor le inspira a entrar en este tipo de trance y luego, escribe. Amor... más que de amor se trata de unos pocos minutos de sexo entre ebrios en el baño del bar, pero si es capaz de encontrar el amor incluso allí, ¿quién soy yo para decir lo contrario?

—Es perturbador.

—Sí, en realidad lo es. Pero tendrás que acostumbrarte. Te lo dije, suelen darle estos ataques de amor. Pero así de rápido como llegan, con la misma velocidad, se van.

Louis miró a Zayn por un momento y luego se echó a reír.

—Supongo que tú, Liam, eres el único normal aquí.

—Sí, excepto cuando hay luna llena —dijo guiñándole un ojo.

Louis se echó a reír, aunque su cabeza palpitaba dolorosamente.

—Harry es un poco extraño, también —añadió, sin pensar en ello.

Los ojos de Liam se volvieron serios, a pesar de la pequeña sonrisa que lucían sus labios.

—Harry es un tanto... especial.

—Es un modo simpático de decirlo. Creo que no está contento con el hecho de tenerme aquí. Lo pude notar por la forma en que me evita. Por no hablar de la manera en que me habla. O más bien, la manera en que no me habla. Sé que solo he estado aquí un par de días y sin duda, no puedo pretender que seamos amigos, pero debo admitir que no me siento bienvenido por él. Y luego está la cosa de ser gay. Creo que le molesta.

—Si te digo la verdad, no sé lo que le pasa últimamente —comenzó a decir, Liam—. Sé que tal vez no sea apropiado hablar de Harry contigo... Ha sido mi amigo desde siempre y a ti apenas te conozco, pero en los últimos tiempos se ha estado comportando de forma extraña. No sé qué hacer, ni qué decirle, ya que se ha encerrado cada vez más en sí mismo. Estoy preocupado por él. La cosa ha ido empeorando desde hace unos meses. No lo sé. Nunca ha sido muy sociable, pero

últimamente parece que quisiera evitar a la gente. Y con respecto a su actitud hacia los gays, no sé qué decir. Conozco a Harry desde hace muchos años y nunca pensé que podría ser intolerante, sin embargo...

Un escalofrío recorrió la espalda de Louis.

—Oh, ¿piensas que es eso?

Liam se encogió de hombros.

—No, en realidad, no creo que lo sea, incluso aunque a veces lo acuso de serlo. Siempre me asegura que no es así y yo le creo. Harry no es ese tipo de persona. Es solo que a veces no comprendo por qué se comporta de una manera tan extraña.

Louis asintió, pero no añadió nada más y se puso a reflexionar sobre las palabras de Liam. Entonces, había tenido razón: había algo detrás del comportamiento de Harry.

El domingo fue pasando en silencio. Zayn se recuperó del trance de amor y realmente empezó a escribir unas cuantas frases para una nueva canción. Louis intentó distraerse jugando con Liam a la Play Station. No volvieron a hablar de Harry, pero las palabras flotaban todavía en el aire e infestaban sus pensamientos.

Cuando llegó la noche, ordenaron tres pizzas. El estómago de Louis había vuelto a ser tan fuerte como el acero.

Estaban sentados en el suelo alrededor de la mesa, comiendo, riendo y charlando de esto y aquello, cuando Harry regresó al apartamento. Se detuvo en el umbral cuando vio a los tres hombres juntos y levantó una ceja.

—¡Pero qué imagen más bonita! —dijo asombrado.

—¿Quieres un poco? Lo siento, pero he ordenado solo tres. No sabíamos si estarías aquí para la cena —dijo Louis rápidamente, sin pensarlo, levantando en el aire la caja de la pizza.

Nadie se sorprendió cuando Harry negó con la cabeza, pero todos se asombraron cuando lo vieron acercarse a la mesa y sentarse con las piernas cruzadas como ellos.

—Bueno, bienvenido a casa —dijo Liam con una sonrisa, le pasó una cerveza a su amigo y dijo—: ¿Pasaste un buen día?

—Mmm... más o menos —dijo Harry encogiéndose de hombros—. Kate quiso ir al cine. Y yo odio las películas insulsas.

—Bueno, ¡hiciste el papel de un buen novio! —dijo Louis después de tragar un enorme pedazo de pizza.

Harry lo miró un poco antes de afilar la mirada.

—Yo no soy su novio —dijo antes de tomar un largo trago de cerveza.

—Oh. Y–yo... yo pensé... porque, bueno...

Louis estaba confundido. ¡Maldita sea! Siempre decía las cosas equivocadas cuando estaba con Harry. Aunque no había nada de malo en la suposición de que fueran pareja, ¿no? ¡Estuvieron juntos en la fiesta, en el concierto y habían pasado el domingo, a solas!

Una vez más, Liam corrió en su ayuda. Extendió la mano y palmeó el hombro de Harry.

—Nuestro Harry, aquí presente, a diferencia de Zayn que encuentra el amor incluso en los baños públicos, no cree en el amor.

Louis frunció el entrecejo.

—Bueno, eso es realmente triste...

Harry le lanzó una mirada antes de espetar:

—Sí, bueno, tal vez lo sea. Pero no todo el mundo vive en el gran arco iris del amor gay, ¿sabes?

El silencio cayó entre ellos, pesado como una roca. Liam, esta vez, le dio una bofetada a Harry, y no suavemente. Zayn golpeó gentilmente el hombro de Louis como señal de aliento pero el hombre, después de unos segundos de silencio, se levantó del suelo.

—Gracias por el buen día, chicos. Y gracias por haber cuidado de mí —agregó en voz baja, apoyando su vaso de agua sobre la mesa antes de desaparecer en su habitación.

—¡Harry Edward Styles! ¡Ahora de verdad te voy a dar esa patada en el culo que te vienes mereciendo! —exclamó Liam y Zayn se puso de inmediato de su parte.

—Liam tiene razón. Esta vez has ido demasiado lejos —masculló entre dientes, asintiendo con la cabeza.

Harry se había dado cuenta de que había pasado los límites en cuanto las palabras salieron de su boca, pero para ese entonces, el daño ya estaba hecho. Y lo peor era que no lo había dicho con la intención de ofender. Solo quería silenciar a Louis y evitar hablar de Kate, evitar contar cosas que no estaba seguro de poder explicar.

—Eso salió mal, ¿de acuerdo?

—¿Eso te salió mal? —Repitió Liam con incredulidad, cruzando los brazos sobre el pecho—. ¡Lo que te salió es la mierda que llevas dentro, eso es lo que te salió! No entiendo qué problema tienes y por qué estás siendo tan grosero con Louis. ¡O con los gay en general! ¡Nunca has sido así!

—Las cosas cambian.

—¿Qué ha cambiado?

Harry se quedó en silencio por un instante y luego inclinó la cabeza.

—No lo sé —susurró antes de levantarse del suelo—. Para vuestra información, no tengo nada en contra de Louis —añadió, antes de dirigirse hacia el pasillo.

—Sí, bueno, será mejor que se lo digas también a él —masculló Liam muy enfadado.

-----

Louis estaba en su habitación con un enorme nudo en la garganta. No es que él estuviese particularmente interesado en complacer a Harry –o tal vez sí, un poco, aunque ese no era el punto– pero no lograba entender qué era lo que tenía en su contra. Tomó una profunda respiración antes de levantar el bolso y ponerlo sobre la cama. Luego se volvió y abrió el armario. Tal vez pudiera encontrar otro lugar donde alojarse. Sí, esa era una decisión acertada. Mejor dejar aquella casa antes de salir herido de verdad.

Oyó un golpe en la puerta y, pensando que era Liam o Zayn, respondió sin volverse.

—Adelante —murmuró sacando los pantalones de las perchas.

—¿Qué... qué estás haciendo?

La cabeza de Louis se enderezó de golpe cuando escuchó esa voz, porque no esperaba ver a Harry allí, en la puerta de su habitación. Sus ojos verdes estaban muy abiertos, con una mano todavía en el pomo de la puerta y los labios entreabiertos. Era evidente que estaba sorprendido. Louis se quitó nerviosamente un mechón de pelo de la frente y luego volvió a concentrarse en la ropa esparcida sobre la cama.

—Me voy de aquí. Es la mejor solución para todos —respondió con voz sosegada.

Harry permaneció en silencio, pero se notaba que estaba tratando de recuperarse de la conmoción que esas palabras le causaron: aún no había cerrado los labios, ni había parpadeado.

—No —alcanzó a decir finalmente antes de meter las manos en los bolsillos, la cabeza rígida entre los hombros.

Louis lo miró perplejo y parpadeó.

—¿No? —Le preguntó abriendo la cremallera de una maleta—. ¿Por qué no?

—Porque, bueno... no te puedes ir de esta manera.

—Por supuesto que puedo. Sabes, Harry, si bien algo me dice que tú no eres tan malo como pareces, no me quedaré aquí para dejar que me insultes a cada momento. Sé que me ayudaste ayer y te estoy agradecido, pero eso no significa que pueda tolerar ser objeto de burla por lo que soy. Lo lamento.

—No.

—¿De nuevo “no”? ¿No sabes decir nada más que “no”?

—No. ¡Sí! Es que... ¡MIERDA! Lo siento, ¿de acuerdo?

Louis notó que las mejillas de Harry estaban sonrojadas y el chico continuaba cambiando su peso de un pie al otro.

—¿Lo sientes? —preguntó, no muy seguro de haber entendido bien.

—Sí, lo siento. Apenas te conozco y estás con nosotros hace muy poco tiempo para poder decir que eres un amigo, pero me siento culpable por lo que te dije. ¡Me salió mal! ¡Liam dice que me salió la mierda que llevo dentro y tiene razón! No... no quise ofenderte o insultar al arco iris... o al movimiento gay... o a ti... —dijo dejando decaer su voz hasta que se convirtió en un susurro y esta vez no hubo nada ofensivo en sus palabras, a pesar de que siguiera insistiendo con el arco iris—. Lo que quise decir es que no todo el mundo es afortunado, eso es todo. Y como te gustan los hombres, se me escapó toda esa cosa del arco iris, pero no quise ofender a nadie.

A Louis por poco no se le cae la mandíbula. Harry nunca había hablado tanto con él, y desde luego nunca había esperado una disculpa tan explícita.

—Oh —susurró, sin saber qué más decir. Pensó por un momento en las palabras de Harry. «No todo el mundo es afortunado...» Pero Harry parecía estar feliz con Kate, ¿verdad?

Se dio cuenta de que su compañero de piso le estaba mirando y de que, después de aquel enorme esfuerzo, probablemente estaba esperando algo más que un simple «oh».

—Está bien —murmuró Louis finalmente, pasándose nerviosamente una mano por el cabello—. Entonces creo que me quedaré.

—Está bien. Bueno —dijo Harry, asintiendo con un amago de sonrisa—. Buenas noches, entonces.

—Buenas noches, Harry.

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Siento mucho por los mil años sin actualizar!:(

por Invitado Vie 09 Mayo 2014, 1:31 am

Soy yo o Liam si sospecha lo que le pasa a Harry?
Zayn es raro, ah.
Agh, Harry como que siempre la puede cagar un poco mas, pero esta vez la soluciono enseguida.
Seguila pronto por favor, bye!

por **Rebeca.** Vie 09 Mayo 2014, 2:10 pm

Zayn JAJAJAJA pobre ingenuo xD
Me encanto mucho el cap. tan solo espero que Harry no la siga cagando, esta nove es tan genial :3
Siguela pronto.

por **Smile♡.** Lun 12 Mayo 2014, 8:08 pm

Amo mucho mucho esta adaptación Liz. hARRY ES TAN IDIOTA Y LOUIS TAN ADORABLE Y ZAYN TAN SUPER RARO Y LIAM LINDO Y
Me sorprendió el que Harry se haya disculpado y y y, aw. deBERÍA HACERLO MÁS SEGUIDO.
¡No tardes en seguirla pls!

por Invitado Sáb 17 Mayo 2014, 7:38 pm

Debby escribió:Soy yo o Liam si sospecha lo que le pasa a Harry?
Zayn es raro, ah.
Agh, Harry como que siempre la puede cagar un poco mas, pero esta vez la soluciono enseguida.
Seguila pronto por favor, bye!

Ah, Liam es observador!
Zayn es la onda!!!
La sigo:)

por Invitado Sáb 17 Mayo 2014, 7:39 pm

Rebeca. escribió:Zayn JAJAJAJA pobre ingenuo xD
Me encanto mucho el cap. tan solo espero que Harry no la siga cagando, esta nove es tan genial :3
Siguela pronto.

haahahah, lo se!!!
ahaha, eso es algo difícil para el.
La sigoo:)

por Invitado Sáb 17 Mayo 2014, 7:40 pm

Smile♡. escribió:Amo mucho mucho esta adaptación Liz. hARRY ES TAN IDIOTA Y LOUIS TAN ADORABLE Y ZAYN TAN SUPER RARO Y LIAM LINDO Y
Me sorprendió el que Harry se haya disculpado y y y, aw. deBERÍA HACERLO MÁS SEGUIDO.
¡No tardes en seguirla pls!

Que bueno que te gustee!!:)) Harry es un idiota adorable, y Louis lo es tambien:)
Zayn y Liam son la onda!
La sigooo

por Invitado Sáb 17 Mayo 2014, 7:42 pm

Después de aquella discusión, las cosas empezaron a ir mejor. Louis sintió que se convertía poco a poco en parte de ese extraño grupo de amigos y Harry comenzó a ser más sociable. Louis no dejó de señalar que, durante la primera semana, Harry había evitado quedarse a solas en la misma habitación con él durante mucho tiempo, pero las cosas estaban mejorando y no podía quejarse.

Los cuatro chicos siguieron adelante con sus vidas como siempre: trabajo, bares, conciertos, Zayn y sus trances amorosos de vez en cuando, Liam concentrado en su guitarra, Harry en el trabajo de la tienda de mascotas o saliendo con Kate, y Louis, dando lo mejor de sí en la escuela.

A menudo cenaban juntos y a veces, incluso pasaban toda la noche juntos, viendo la televisión o jugando con la Play Station.

Louis se dio cuenta de otra cosa: Harry, poco a poco y de manera espontánea, comenzó a acercarse a él, como si la barrera invisible que les había separado hasta ese momento empezara a desvanecerse. Pasos pequeños cada vez. Pequeñas grietas en la fachada de granito de Harry. Como una noche en la que Harry se había cruzado con Louis en el momento en que cargaba la ropa que acababa de sacar de la secadora, y se había ofrecido espontáneamente para ayudarlo a doblarla. O cuando Harry espiándolo por encima del hombro, cuando Louis intentaba preparar una clase en su ordenador portátil, se puso a hacerle preguntas al respecto. O también cuando Harry le había pedido a Louis que le sugiriera algunos muebles para su dormitorio. Fue realmente una sensación muy placentera y no habría sido un problema en absoluto si Louis no se hubiera sentido tan atraído por su compañero de apartamento.

Claro, eso no era una novedad. Era una sensación que lo había impregnado tan pronto como se trasladó a aquel apartamento, pero había evitado pensar en ello por su propio bien. A veces se sorprendía contemplando su perfil: tenía esa pequeña nariz perfecta y una boca igual de preciosa que le provocaba estremecimientos a lo largo de su espina dorsal cada vez que lo veía lamerse los labios.

Louis sabía cómo controlarse a pesar de todo, y desde luego, no haría nada para incomodar a su compañero de apartamento, ni tampoco intentaría nada de eso. No, no con él. Por supuesto que no. No tenía ningún deseo de buscar otro lugar para vivir y estaba haciendo un buen trabajo ocultando sus sentimientos. Y masturbarse durante la ducha matutina ayudaba mucho.

La verdad era que ahora que Harry se comportaba normalmente, le parecía una persona muy agradable. Un poco malhumorado a veces, posiblemente incluso ácido, pero había otros momentos en los cuales era todo ojazos verdes sobre una boca jugosa como un durazno y Louis no podía dejar de mirarlo, boquiabierto. En muchas ocasiones, tenía que concentrarse en imágenes horripilantes para evitar que su cuerpo mostrara cómo se sentía, al menos cuando él estaba cerca.

—¡Oh, diablos, Zayn! ¿Te terminaste todo el zumo? Me pregunto dónde pones todo ese zumo. ¿Acaso tienes una deficiencia vitamínica? —Harry resopló cerrando la puerta del refrigerador de golpe.

—Me gusta el zumo —respondió Zayn con un encogimiento de hombros.

—Escucha esto, ¡a mí también! —replicó Harry abriendo los brazos—. ¡Pero no hay zumo en el refrigerador porque te lo tomaste todo como siempre y nunca te molestas en comprar uno nuevo!

Era una noche como muchas. Louis estaba en su habitación corrigiendo las tareas de la clase, Liam estaba tratando de dormir en el sofá y Zayn estaba viendo la televisión. Ninguno de ellos tenía planes especiales para esa noche. Harry, claramente, tenía sed y quería un poco de zumo.

—Harry, ¿por qué no cierras la boca y vas a comprar el maldito zumo? —siseó Liam girándose en el sofá.

—¡Oh, claro! ¡Porque soy el único encargado de las compras aquí!

—¡Dios, por favor! ¡Cierra la puta boca! —Liam lanzó una almohada hacia Harry y unos momentos más tarde Louis hizo su aparición desde la habitación.

—¿Qué está pasando? —preguntó mirando a sus amigos.

—Nada —masculló Harry regresando de la cocina.

—La princesa del guisante quiere su zumo —respondió Zayn lanzando una mirada a su amigo—. ¡Yo me lo terminé y ahora está fuera de sí como una niñita caprichosa!

—Está bien, está bien —lo interrumpió Louis—. Me parece que todos estáis un poco tensos. Puedo ir yo a comprarlo, pero por favor, no saltéis al cuello del otro, ¿de acuerdo?

Harry asomó la cabeza por la puerta de la cocina y lo miró.

—Si vas, iré contigo. ¡No quiero quedarme aquí con estas dos solteronas amargadas! —Tomó su abrigo y le dio una palmada en la cabeza a Zayn—. Y yo no soy la princesa del guisante, ¿de acuerdo? ¡Eres un idiota!

Louis se echó a reír, cogió las llaves y salió del apartamento, feliz de que Harry hubiera decidido espontáneamente acompañarlo. Era la primera vez que los dos hacían algo solos sin la presencia de sus amigos, y en otro sitio que no era su casa.

—Te adoran —dijo finalmente Louis, guiñándole un ojo a Harry.

—Estás bromeando, ¿verdad? —respondió con una sonrisa.

—Sí.

Louis sonrió. Se sentía bien.

Diez minutos más tarde, estaban recorriendo los pasillos del supermercado. Louis estaba pensativo, trataba de controlarse y no observar al chico a su lado. Era impactante estar allí con él. Y abrumador. Harry era embriagador. Podía percibir su calor, el olor de su piel, que en realidad no era un perfume comprado, era justamente... su olor. Y era muy difícil concentrarse en las cosas que tenía que comprar allí. Tal vez se había alegrado demasiado pronto. No había tenido en cuenta cómo sería pasar tiempo a solas con él.

—¡Pretzels! ¡Quiero Pretzels! —exclamó Harry, sobresaltándolo.

—Pensé que estábamos aquí porque querías zumo —objetó Louis, secretamente agradecido por la distracción.

—Pero los Pretzels van perfectos con el zumo, ¿no lo sabías?

—Si tú lo dices...

—Y el chocolate. Sí, el chocolate es perfecto. Y crema batida. Spray.

Louis miró a su compañero de apartamento parpadeando varias veces. Harry parecía un niño en un parque de diversiones. Estaba sonriendo y era muy diferente del que había conocido el primer día.

—Todo comida saludable por lo que veo —susurró Louis, un poco atragantado, tratando de alejar la palabra “adorable” de su mente.

—¿Por qué? ¿Estás preocupado por mi salud? Porque ¿sabes?, mi metabolismo afortunadamente funciona bien. ¿O crees que podría volver a eng... volverme gordo? —preguntó Harry con el ceño fruncido.

—Lo dudo —respondió Louis dándole una larga mirada sin siquiera darse cuenta de ello. Luego sonrió y negó con la cabeza. Estaba cavando su propia fosa.

Harry se giró y miró con esa sonrisa por un momento antes de devolverla.

—Entonces —reanudó él—. Nunca te he preguntado... ¿te gusta vivir con nosotros?

Louis se encogió de hombros y cogió una caja de copos de maíz.

—Sí, me gusta. ¿Sabes?, nunca he tenido compañeros de apartamento. Yo... sí tenía uno en la residencia universitaria, para ser honesto, pero él era... era mi novio, así que no estoy seguro si contarlo como tal.

Louis todavía tenía miedo de hablar sobre su vida amorosa, ya que no estaba seguro de que Harry pudiera soportar la conversación.

—Oh. Oh. Y... ¿estuvisteis juntos durante mucho tiempo?

—A decir verdad, ha sido más o menos mi único novio. Nos conocimos en secundaria y hemos estado juntos desde entonces. Hasta hace un par de meses.

—Guau, eso es mucho tiempo. ¿Y ahora?

—Ahora se acabó.

—Bueno, seguro. Disculpa. Debí suponerlo. No quise ser demasiado curioso.

—Oh, no. No es problema. Ya no más. Fue un buen viaje y nos amábamos. Creo que éramos demasiado jóvenes y al final nos convertimos en dos buenos amigos, nada más. —Louis miró de reojo a Harry—. ¿Seguro que no te molesta hablar de estas cosas?

—¿Por qué debería?

—Oh, bueno. Recuerdo muy bien el modo en que reaccionaste cuando te enteraste de que era gay.

—Sí, lo recuerdo. Es solo que a veces mi boca se desconecta de mi cerebro.

—¿Solo a veces? —bromeó Louis.

Harry se rió y lo golpeó en el hombro.

—Compremos cosas buenas, ¿de acuerdo?

—¿Bueno saludable, o en forma de bueno grasoso, salado o dulce, repleto de calorías? Porque si es así, me parece que nuestro carrito ya contiene suficiente de esas cosas “buenas".

—¿Eres un obsesivo de tu cuerpo? —preguntó Harry, levantando una ceja.

Louis tenía el cuerpo firme de una estatua, no había necesidad de preguntar, de hecho.

—Salgo a correr todas las mañanas. ¿Y tú, qué me dices?

—Yo digo que podría vencerte cuando quieras, incluso si como todas estas cosas deliciosas.

Louis se echó a reír a carcajadas y Harry hizo un mohín, pero era evidente que se estaba divirtiendo. ¡Qué sorpresa inesperada! Y agradable.

—Cuando quieras, Harry. Ahora que me has retado, no te puedes retractar.

—Por supuesto. Mañana por la mañana. Al despuntar el sol.

Louis se echó a reír de nuevo.

—No somos pistoleros, lo sabes, ¿verdad? Y no estoy seguro de que seas capaz de levantarte tan temprano.

—¿Quién está retando a quien, ahora?

Aquella noche, en la cama, Louis sonreía porque creía que tal vez Harry estuviera empezando a apreciarlo al menos un poco. Y aquella misma noche, en otra cama, Harry estaba sonriendo porque finalmente se estaba permitiendo apreciar un poco a Louis.
-....................................
Hola!!!
Siento mucho el tiempo que tarde, últimamente estoy enganchada con wattpad y así.
Espero que les guste;)

por **Rebeca.** Sáb 17 Mayo 2014, 9:01 pm

Ay esta es una de mis favoritas igual :3
Me encanta, Harry era gordito xd.
haber que pasa, quiero que se besen pero siento que eso va a tardar...
seguila pronto :D

Rebe se despide.

por **Smile♡.** Dom 18 Mayo 2014, 12:23 am

por **ElectricBlue13** Dom 18 Mayo 2014, 12:59 am

oh me alegro tanto que harry al fin se haya abierto mas con louis,me gusta como esta llendo esto :333 espeero que la sigas!

por Invitado Lun 19 Mayo 2014, 1:50 am

Ahora Harry si se esta poniendo un poco mas adorable, ah JAJAJ
Que lindo lo ultimo, osea me los imagine asi sonriendo como idiotas a los dos, que bonitos.
Seguila pronto por favor, bye!

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Tal y como eras. (Larry Stylinson)

Capitulo 4.

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