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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Déjà vu {novela colectiva.
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Re: Déjà vu {novela colectiva.
omg, me encanto. fue tan perfecto. perdon por comentar ahora pero como te das cuenta, estoy algo ausente. aun asi tratare de estar mas al pendiente.
Invitado
Invitado
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Gracias<3, tranquila bella.stonem. escribió:omg, me encanto. fue tan perfecto. perdon por comentar ahora pero como te das cuenta, estoy algo ausente. aun asi tratare de estar mas al pendiente.
Andre.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Chicas sorry no podre subir por culpa del colegio, Vicky tampoco podra subir por lo mismo, ahque estudiamos juntas jaja, bueno le toca a Belen <3, besos<3<3
Andre.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Ella también está ausente andre, sí las demás escritoras quieren, te esperamos.
Vicky.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
odiádme, plz. lo siento mucho. la verdad, no vi que habíais abierto el tema. :c but here i am! y tengo muchas ganas de empezar, aunque ya habéis empezado, y el prólogo es simplemente perfecto. really, lo he amado mucho y me han dado aún más ganas de empezar. so, i'm ready(?)
vendetta.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Vooolví, ahque. Yo no tengo problema en subir, pero si Andy quiere la espero<3
Diamandis.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Chicas en verdad no quisiera hacerlas esperar tanto, así que si no hay inconveniente sube tu Bel<3, vi que estabas algo ausente así que si no puedes subir, por favor que suba la siguiente escritora, la verdad perdónenme he estado ocupada.
Andre.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Por suerte ya no estoy ausente, so subiré mi capítulo lo más pronto que pueda <3
Diamandis.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
Gracias Bel<3, lo espero.Diamandis. escribió:Por suerte ya no estoy ausente, so subiré mi capítulo lo más pronto que pueda <3
Andre.
Capítulo 001
Capítulo 001
—Mal, mal, mal. ¿¡Acaso te pago para esto!? ¡Ponte a limpiar ahora mismo!
Y así fue: me desperté empapada en sudor y aún presa de pánico. Mi respiración era irregular y me costó lograr calmarme. Me fijé la hora: 5 a.m. El cielo aún estaba oscuro y mi habitación se encontraba en penumbras.
Bien, efectivamente todo había sido un mal sueño… o al menos yo quería convencerme de eso, pero en realidad sabía que se trataba de algo más. Algo que había estado evitando desde hacía mucho, mucho tiempo.
Por alguna extraña razón, he podido predecir varias muertes de personas que se encontraban a mí alrededor, como en el caso de algunos de mis tíos, mi abuelo e incluso de mi querida madre. Y cuando por fin creí que ese infierno no volvería a repetirse, caí en la cuenta de que debía evitar a toda costa que algo como lo sucedido en mis sueños le pasara a Zayn.
La grave voz de Myriam, mi jefa, resonó en todo el lugar, haciendo que las miradas de los curiosos recayeran en mí: la atolondrada y distraída camarera sin una pizca de profesionalismo. En mi defensa, estaba segura de que alguien me había empujado haciendo que aquella bandeja que cargaba se me resbalara y acabara ensuciando el piso de Ice’s, la cafetería en la que trabajaba hacía ya más de cinco meses, pero ¿de qué me serviría intentar excusarme? De todas formas debía limpiar aquel desastre si no quería ser despedida en menos de dos segundos. Además, mi jefa no era la persona con más paciencia en todo el mundo y lo había aprendido por las malas… digamos que esta no es la primera vez que rompía o estropeaba algo en las horas de trabajo.
Una vez que aquel piso blanco quedó completamente reluciente, me apresuré a entregar todas las órdenes que cada vez se amontonaban más y más. Varios clientes bufaron enojados por el retraso, pero lo único que pude hacer era dedicarles una sonrisa a modo de disculpa. Un cliente es un cliente, simplemente no puedes discutir contra ellos porque siempre llevan la razón, después de todo su dinero es el que hace que el negocio funcione.
Regresé a la barra y me quedé allí unos momentos mientras intentaba recobrar un poco de aire para abastecer a mis pobres y débiles pulmones. Era un día particularmente caluroso y el local estaba repleto de personas, entre ellas niños que corrían por todos lados gritando y padres que intentaban calmarlos. Sin dudas, aquello era un caos.
Noté como Taylor, otra de las camareras y mi mejor amiga, se acercaba con una de sus típicas miradas, esas que indican que algo no está bien.
—Ya sé, no trapeé bien el piso, ahora lo arreglo. —Dije mientras me incorporaba con pesadez, pero mi rubia amiga me detuvo.
— ¿Qué? ¡No! En realidad vine a decirte otra cosa. —Repuso—. Creo que no tenemos una grata compañía, mira la última mesa al lado de la ventana.
Hice lo que ella dijo y me topé con la no-tan-agradable sonrisa socarrona de Tiffany, mi hermanastra. Estaba acompañada con su grupo de amigos, los típicos “niños mimados” de la ciudad que vivían rodeados de autos importados y ropa de diseñador, con la diferencia que ella sólo aparentaba puesto que mi familia estaba muy lejos de poseer montañas de dinero.
—Demonios… ¿qué hace ella aquí? Se supone que sus ínfulas de princesa no le permiten entrar a un lugar como este. —Comenté con pesadez—. ¿No la puedes atender tú? —Le pedí haciendo un puchero, porque sinceramente la idea de enfrentarme a todo ese círculo de soberbios superficiales no era de mi agrado. En absoluto.
—En realidad ya lo intenté pero ellos me dijeron… bueno, en realidad fue Tiffany la que me pidió encarecidamente que tú tomes sus órdenes. Y ya sabes, si discutimos con los clientes ¡adiós empleo! —Contestó apenada—. Lo lamento.
—Está bien, no te preocupes. —Sonreí—. Ahora vuelvo.
—No cometas ninguna locura, sabes que Myriam siempre está observando. —Me advirtió en forma de broma, pero lo que dijo era completamente cierto.
Suspiré con pesadez y me acerqué hasta aquella mesa en donde todos se comentaban entre sí los últimos chismes de la Universidad. Tiffany clavó sus ojos cafés en mí, como si fuera un felino intentando intimidar a su pobre víctima, y sonrió de lado.
— ¡Pero miren a quién tenemos aquí, es nada más y nada menos que Grace! ¿Cómo te está yendo querida? —Exclamó con su voz chillona—. Te noto exhausta, aunque supongo que limpiar pisos es agotador.
Todos estallaron a carcajadas con su comentario y yo sólo atine a apretar más la lapicera que sostenía en mi mano.
— ¿Qué van a ordenar?
— ¡No seas tan amargada, diviértete! —Dijo una castaña y no pude evitar desear golpearle la cara.
—No, tiene razón, mejor ordenemos rápido porque seguramente luego debe irse corriendo para limpiar los baños. —Se burló Tiffany y todos volvieron a reír.
Tranquila Grace, jamás has aprendido a controlar tu ira pero este es un buen momento para empezar.
Apreté mis labios e intenté serenarme, sin éxito. En esos momentos maldecía en mi interior el día en el que papá me había dicho que iba a casarse con Meredith y que ella y su hija se mudarían con nosotros, rompiendo por completo la paz de nuestro humilde hogar ubicado a las afueras de Louisiana. Desde aquel momento, mi vida se había convertido en un verdadero infierno sin una verdadera madre que me amara (ella había muerto cuando yo tenía sólo ocho años) y una hermanastra que se la pasaba humillándome en mis horas de trabajo. Y la peor parte de todo era que no podía quejarme, porque como dije: un cliente es un cliente.
—Y quién sabe qué otras cosas debe hacer… —Acotó sugeremente uno de los idiotas, que si mal lo recordaba era Jeff, el típico jugador de fútbol descerebrado—. Vamos, cuéntanos Grace, ¿a qué más te dedicas…?
—Ya cállate, imbécil, tu chiste no es gracioso. —Lo interrumpió un moreno con voz grave al que no había notado antes y todos se quedaron en silencio—. Yo quiero una hamburguesa, por favor. —Pidió gentilmente, luego los demás hicieron lo mismo. Anoté las órdenes y me largué de ahí rápidamente.
No iba a llorar. Esas estúpidas burlas ya se me habían hecho costumbre y tendría que ignorarlas como siempre, pero eso no quitaba el hecho de querer golpear a alguien.
— ¿Y cómo te fue allá? Aunque tu cara lo dice todo. —Indagó Taylor.
—La misma basura de siempre pero en distinta ocasión. —Bufé—. No puedo esperar a ahorrar lo suficiente como para mudarme y conseguir otro empleo lejos de mi casa, ya no lo soporto.
—Lo lograrás, te lo aseguro. —Dijo mi amiga intentando animarme mientras me daba un corto abrazo—. Y Tiffany-perra irá arrastrándose a pedirte asilo. —Rió.
—Sólo quiero que este día termine.
—Mira el lado positivo, ese muchacho de allá no dejó me mirarte en ningún momento. —Comentó juguetonamente mientras señalaba al chico moreno de unos momentos antes.
—Mentirosa. —Respondí mientras le restaba importancia, pero no pude evitar recordar la forma en que me había defendido, por decirlo de alguna forma.
—No te miento. Es más, en estos momentos está observándote “disimuladamente”.
Me giré y efectivamente ese chico estaba viéndome, pero apartó su vista apenas nuestros ojos se encontraron.
{***}
Me despedí de Taylor prometiéndole que más tarde la llamaría a su casa y luego caminé hasta el estacionamiento buscando mi auto, que no era más que un viejo trasto de color gris pero que me servía mucho para trasladarme hasta mi casa. Sin embargo, me encontré con que una de sus ruedas estaba pinchada, quizás por haber estado mucho tiempo bajo la luz del sol.
Genial, adiós a mi pobre sueldo de este mes.
— ¿Y ahora cómo regresaré a casa? —Pregunté en voz baja.
Ciertamente vivía a las afueras de la ciudad en un ambiente totalmente rural… ¿cómo haría para recorrer once kilómetros caminando a esas horas de la noche? Pensé en tomar un taxi, pero descarté inmediatamente la idea al recordar que no traía dinero encima, ¡qué idiota! No podía llamar a Taylor porque había perdido su celular, y papá estaba trabajando en esos momentos como parte del cuerpo de seguridad de una empresa, por lo que quise comunicarme con Christopher, mi otro único amigo, y pedirle ayuda. Marqué su número pero me atendió su correo de voz.
Totalmente resignada, comencé a caminar sin más. Mañana me encargaría del tema del coche, por ahora sólo deseaba llegar a casa, cenar y acostarme a dormir en mi cama. Para empeorar todo, una persistente llovizna comenzó a caer y parecía no querer detenerse.
Estaba temblando del frío y deseaba con todas mis fuerzas no pescar un resfriado, cuando de repente sentí un auto a mis espaldas y aceleré mi paso sin mirar atrás. Presentía como aquel vehículo estaba cada vez más cerca de mí y debía admitir que, por un momento, sentí un poco de miedo.
— ¿Quieres que te lleve? —Preguntó una voz que podía jurar que había escuchado anteriormente. Voltee mi cabeza hacia la derecha y me volví a encontrar con esos enormes ojos cafés que le pertenecían al chico moreno—. En verdad hace frío y estás empapada. —Me sonrió levemente, esperando una respuesta. Medité unos segundos sobre los peligros que podría acarrear subirse al auto de un extraño, pero considerando mi situación decidí aceptar su hospitalidad. Además, siempre llevaba en mi bolso gas pimienta por recomendación de mi padre.
—Gracias. —Susurré una vez que me encontraba en el asiento del copiloto. Ese sí era un auto lujoso: tenía relucientes asientos de cuero, calefacción y estéreo. Mi auto estaba a años luz de parecerse un poco a este.
—No es nada, ¿cuál es tu dirección? —Le indiqué cómo llegar hasta mi hogar—. ¿Ibas a caminar todo ese trayecto con este tiempo? —Asentí—. Wow, eso es peligroso.
—Lo sé, pero no tenía alternativa. —Respondí.
El resto del viaje descubrí algunas cosas, como que ese chico se llamaba Zayn y tenía mi misma edad. A pesar de formar parte del grupo de Tiffany, él no aparentaba ser un idiota como pensaba. Además, tenía buenos gustos musicales y hacía algunas bromas para alivianar el ambiente.
Una vez que estuvimos enfrente de mi casa, Zayn se bajó rápidamente de su asiento y abrió mi puerta, gesto que me pareció algo cursi pero también tierno.
—Muchas gracias por traerme. —Le agradecí nuevamente.
—No fue nada. —Respondió, restándole importancia.
—No, sí lo fue, si no hubieras pasado por allí seguramente aún seguiría intentando llegar hasta mi casa. —Reconocí y él rió por lo bajo. Tenía una bonita sonrisa, debía admitirlo—. Bueno, ya debo entrar…
—Claro, espero verte en otra ocasión, Grace. —Dijo y yo sonreí— Buenas noches.
—Buenas noches.
Un poco dudosa, le di un fugaz beso en la mejilla en forma de saludo y caminé rápidamente a la entrada de mi casa. Antes de ingresar, me giré y observé como Zayn arrancaba su auto y comenzaba a marcharse.
Y de repente, sucedió.
Puse ver cómo ese reluciente auto negro impactaba ferozmente contra otro en un parpadeo, sin previo aviso, creando un caos y desatando una crisis histérica en mi interior. De pronto, las llamas comenzaron a entrar en la escena y todos los vecinos salieron de sus casas para ver cómo éstas consumían lentamente lo que antes solían ser dos vehículos.
Grité, grité muy fuerte, porque Zayn conducía uno de los autos y ahora seguramente estaba muerto. ¿Cómo era posible? ¿¡Cómo era posible si hacía apenas un minuto estaba despidiéndose de mí!?
Apreté fuertemente mis ojos deseando que aquella escena fuera sólo un sueño, una pesadilla maléfica de la cual podría salir.Y así fue: me desperté empapada en sudor y aún presa de pánico. Mi respiración era irregular y me costó lograr calmarme. Me fijé la hora: 5 a.m. El cielo aún estaba oscuro y mi habitación se encontraba en penumbras.
Bien, efectivamente todo había sido un mal sueño… o al menos yo quería convencerme de eso, pero en realidad sabía que se trataba de algo más. Algo que había estado evitando desde hacía mucho, mucho tiempo.
Por alguna extraña razón, he podido predecir varias muertes de personas que se encontraban a mí alrededor, como en el caso de algunos de mis tíos, mi abuelo e incluso de mi querida madre. Y cuando por fin creí que ese infierno no volvería a repetirse, caí en la cuenta de que debía evitar a toda costa que algo como lo sucedido en mis sueños le pasara a Zayn.
Grace | Pasado | Sigue Jhensley
Diamandis.
Re: Déjà vu {novela colectiva.
¡Me encanto!, enserio lo ame<3, creo que ya me cae mal Tiffany, fgydylsfgsd, sigue Jhensley
Andre.
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