Cómo voy a olvidarte en una noche si no he podido olvidarte en un año [Nick y tú]

                Me metí a la ducha, tenía muchísimo calor así que puse el agua todo lo fría que mi cuerpo podía soportar y me metí dentro. En cuanto terminé me vestí (https://www.google.es/search?q=ropa+de+verano&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=drSrUd-HG6ny7AatgoCoCA&biw=1366&bih=643&sei=gLSrUfPOIoeX7Qa09IGYCg#hl=es&q=conjuntos+de+verano&tbm=isch&um=1&facrc=_&imgdii=_&imgrc=tqupMLZKflzWjM%3A%3BXh1aiL_wcCTKQM%3Bhttp%253A%252F%252Fimg.trendencias.com%252F2011%252F03%252Fbershka-primavera-verano-2011-1.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.trendencias.com%252Fmarcas%252Fcoleccion-bershka-denim-primavera-verano-2011-la-moda-vaquera-para-las-mas-jovenes%3B275%3B400 ) y salí de la habitación. Nick había cambiado de postura en la cama y ahora estaba tumbado de lado mirando al lado opuesto de la habitación al que yo me encontraba. Miré la hora y vi que había pasado mas de media hora desde que yo me había despertado y pensé que era hora de levantarlo a él también.

            Me tumbé a su lado y vi que seguía dormido. Le dí un beso en la frente y él abrió ligeramente los ojos, parecía descolocado, como si no supiese dónde se encontraba. Me volví a acercar a él y le dí un beso esta vez en los labios. Eso pareció hacerle recordar dónde se encontraba y me apretó contra él haciéndome perder el equilibrio ya que me encontraba apoyada sobre los codos.

            Cuando el beso terminó me aparte ligeramente de él para poder verle la cara. Me retiró un mechón de pelo y me lo puso detrás de la oreja.

-Estas empapada...

-He pensado que tendrías calor, así que...- Empecé a agitar el pelo de un lado para otro para empaparlo. Noté como se incorporaba en la cama, me cogía y me dejaba en sus brazos como si estuviese a punto de acunarme. Empezó a hacerme cosquillas y yo comencé a patalear y a reír en carcajadas.

-¡Para, por favor!- Dije entre risas.

Joe y yo a penas íbamos a estar un par de semanas en Boston, teníamos que volver en poco tiempo para continuar con la grabación del álbum y mi cumpleaños era el mismo día en el que volvíamos, si mi madre no estaba conmigo el día de mi cumpleaños, se volvía loca. Decidí pasar todo el tiempo del que disponía con ____(tn).

            Nos veíamos todos los días, y siempre que podía me quedaba a dormir con ella. Al principio entraba todos los días a escondidas por la ventana, por miedo a la reacción de ____(tn) si sus padres se enteraban de que dormía con un chico. La cosa dejó de tener sentido la cuarta noche cuando, apenas cinco minutos después de haber entrado en su habitación su madre llamó a la puerta y sin abrirla dijo “Preguntalé a Nick si tiene hambre, escalar todas las noches debe de dejarlo cansado”. ___(tn) corrió a taparme la boca cuando comencé a darle las gracias. Desde ese día comencé a llamar a la puerta.

-Dios, Nick, quita esa cara de galán delante de mis padres. A mi padre le encantas... ¡A mí padre!

-¿Tan raro es?

-Mi padre siempre a querido cortar la cabeza a cualquier chico que se acercase demasiado a mí- dijo sonriendo mientras se metía en el baño a ponerse el pijama. Acabábamos de subir de hablar con sus padres después de cenar con ellos por ahí, con eso de que era mi último día, y al día siguiente mi cumpleaños. Cogí mi pijama de debajo de su almohada. Joe y yo habíamos cancelado la reserva del hotel en la tercera noche, cuando nos dimos cuenta de que ninguno de nosotros íbamos a pasar allí ni la noche ni el día. Terminé de vestirme antes que ella, como todas las noches y cogí mi cepillo de dientes de la maleta (sí, prácticamente todas mis cosas estaban allí) esperando a que ella saliese del baño. No tardó mucho en abrir la puerta del baño.

-Ya puedes pasar, señorito.- Dijo mientras buscaba algo por la habitación. Entre al baño y comencé a lavarme los dientes, al poco volvió a entrar y también ella se lavó los dientes. Me gustaba esa pequeña rutina que habíamos hecho durante los días que había estado allí, y me entristecía muchísimo saber que al día siguiente me iba.

            Mientras me lavaba los dientes me giré a mirarla y por primera vez en toda la noche caí en que no se había puesto el pijama. De echo se había puesto un vestido ligero y pude ver el bikini que se transparentaba por debajo, giré la cabeza y me vi reflejado en el espejo, con la cara roja como un tomate, si ella lo notó no dijo nada. Me aclaré la boca y me giré apoyándome en el lavabo mientras ella terminaba.

-Explícame ¿a qué viene esto?- pregunté mientras hacía un gesto con la mano abarcándola a ella.

            Salió del baño, y cuando salí detrás de ella, uno de mis bañadores se estrelló contra mi cara.

-Póntelo. Ahora. Y no rechistes.- Dijo señalándome con el dedo. Alcé una ceja y cerré la puerta del baño detrás de mí para quitarme otra vez el pijama y ponerme el bañador. Con las horas que eran y pretendía meterse en el agua ahora. Cuando salí del baño la luz de la habitación estaba apagada, la encendí y ____(tn) no estaba por ningún lado. Ya que me había hecho ponerme el bañador supuse que estaría en la piscina o en la playa. Bajé las escaleras y todas las luces estaban también apagadas en el piso de abajo, sus padres debían haberse ido a dormir también. Abrí la puerta de la entrada y eché un ojo en el patio delantero para ver si se encontraba en la piscina. Al no verla volvía a entrar en la casa y me dirigí a la parte de atrás de la casa que llevaba a la playa. Vi una luz más allá de la valla trasera y traspasé la verja.

            No muy lejos de la casa se encontraba ella, sentada en un pequeño tronco al lado de una hoguera y con su guitarra “española” sobre las piernas. Me acerqué a ella poco a poco con los ojos entrecerrados mientras ella empezaba a tocar la guitarra:

            Me senté en la arena delante de ella mientras cantaba. Generalmente era yo el que componía canciones a las chicas de las que estaba enamorado y me resultaba bastante raro ser el que recibía la canción. Era algo que me gustaba de ella, siempre hacía algo que me sorprendía, podía hacer volverse mi mundo patas arriba y me daría igual. En el momento en el que terminó se me quedó mirando de forma interrogativa, como si estuviese esperando mi reacción. Me levanté mientras ella continuaba mirándome, la quité la guitarra de las manos y vi como parecía extrañada y arrugaba el entrecejo. La tendí la mano para levantarla.

-¿No te ha gu...?- Comenzó a hablar mientras yo la incorporaba y no quise darla tiempo a hacer la pregunta, así que hice más fuerza para ponerla en pie cuanto antes y besarla. En un primer momento pareció sorprendida, pero no tardó en seguir el beso. Puso sus brazos alrededor de mi cuello y noté como se relajaba al tener los míos alrededor de su cintura. Al separarnos la acaricié la cara. Tenía los labios rojos e hinchados y los ojos le brillaban haciéndolos parecer más grandes y hermosos de lo que ya eran.

-Feliz cumpleaños...- dijo sonriendo. - Retiré la mano de su cara para mirar el reloj que llevaba. 00:01. Como respuesta la di un pequeño beso.

-Te amo. Muchísimo.

-Y yo a ti. Y...- Se alejó de mi y se agachó para coger algo de la bolsa que había dejado al lado del tronco. Se giró con un pequeño pastel mientras le ponía una vela.- Ahora toca soplar las velas, bueno vela. Tranquilo, es pastel de calabaza. - Rápidamente fui a soplar la vela y ella hizo un giro alejando el pastel de mí. - Eh, no tan rápido, ¿has pensado el deseo?

-Veamos...

-¡No lo digas en alto! ¡Si lo dices en alto no se cumple!

-Lo sé, lo sé...- Me quedé pensando durante unos segundos. ¿Qué podía querer? ¿Qué podía necesitar? Todo lo que quería, todo lo que necesitaba ya lo tenía, incluido a ella. La miré pensativo “Que esto dure para siempre”. Y soplé, con fuerza, como si cuanto más aire soltase, más posibilidades hubiese de que mi deseo se pudiese cumplir. Vi su enorme sonrisa cuando la vela se apagó. La quité de encima del pastel y le pegué un bocado mientras ella lo seguía sujetando.

-¡Serás gocho!- Me eché a reír con la boca llena, tapándome la cara para que el pastel no se cayese. - Poco más y te comes mi mano- cortó un pequeño trozo y se lo metió a la boca.

-Hmm, está bueno.

-¿De qué te sorprendes? Soy buena cocinera Jonas.- Dijo dándome lo que quedaba de pastel. Después se sentó en el tronco y se quedó mirando hacia el horizonte, como con tristeza. Era mi cumpleaños y mi último día allí. Miré el pastel con el glaseado y la miré a ella, me acerqué y me senté a su lado.

-____(tn).- La llamé, a lo que ella se giró rápidamente para verme. Justo cuando se giró la manche la nariz con el glaseado. Me entró la risa al verla como si tuviese una nariz de payaso mientras bizqueaba para ver la mancha que la había hecho.

-Nicholas Jerry Jonas, empieza a correr. - Y eso hice. Me quité la camiseta corriendo y me metí corriendo al agua. Cuando estaba a una cierta distancia de la orilla me hundí de cabeza. Era relajante, el agua había ido guardando el calor a lo largo del día y no estaba demasiado fría. Salí del agua y me giré a buscarla. No estaba por ningún lado. Justo cuando empecé a caer en la cuenta de que estaba bajo el agua y que con la oscuridad no iba a poder verla venir, emergió justo delante de mí saltando y hundiéndome otra vez con ella.

Salí del agua con ella colgando de mi cuello y yo agarrándola de la cintura, riéndonos ambos a carcajadas.

-Eres demasiado rápida.

-Sabes lo que me gusta el gua, deberías haberlo imaginado.- Quité una de las manos de su cintura para quitarme el agua de los ojos, y cuando los abrí la vi. Estaba preciosa, tenía el pelo empapado y totalmente retirado de la cara, las gotas de agua hacían parecer que brillase con el reflejo de la luna. Y su cuerpo prácticamente sumergido por completo en el agua... Creo que mi cara lo dijo todo.