The Other ||N.C||

-Me quedaría toda la vida contigo, Brooke…-su voz ronca daba testimonio de que acababa de despertarse, a pesar de pasar los últimos veinte minutos esforzándome en levantarlo para que soltara mi cintura y así poder al fin salir de mi cama y arreglarme para ir a la Universidad. Fracase como todos las días, o quizás, el se hacía en tonto para seguir manteniéndome cautiva en mi propio departamento.

-Me encantaría quedarme contigo también Niall… pero tengo que irme, sino perderé mi primera clase…-solté entre risas. Aflojo un poco su agarre, mas no me dio ventaja para poder escaparme. Era un caso perdido.
Niall y yo habíamos estado saliendo por casi un año, cuando él era solo un chico común participando en un reality, y yo una adolescente tonta en su último año de secundaria. El solía decir que no le interesaba ganar porque ya tenía todo lo que deseaba… Yo no le creía, por esa razón, le daba el espacio que necesitaba. Sabía que era su sueño, y él era demasiado importante para mí como para interponerme.
Ninguno de los dos imagino lo que pasaría luego del programa, pero sobretodo, no imaginamos que una simple “amistad” iba a llegar tan lejos, como ahora.
No podía vivir sin él, ahora.

-Quédate un rato mas, ¿sí?- me susurro al oído para luego darme un beso debajo del mismo. Me retorcí intentando borrar de mi cuerpo las cosquillas que me provoco su roce.

-Es injusto… Siempre haces lo mismo-proteste haciendo puchero.

-¿Qué cosa? ¿Besarte?-pregunto, incorporándose un poco para poder verme a la cara. Su pelo despeinado, junto a la marca de la almohada me hizo sonreír.- ¿No puedo besar a mi novia?-

-Eso no, tonto… Siempre llegas a mi departamento viejo y arruinado, al otro lado de la cuidad, junto a tu ración diaria de comida rápida, con tu sonrisa despreocupada, y aceptas quedarte conmigo, en mi cama la cual tiene un par de resortes menos de los que debería aguantando toda la noche el ruido del tren que pasa dos cuadras más adelante, cuando podrías estar en tu lujoso departamento, en tu cama tamaño King, y luego en la mañana, en vez de salir corriendo de este infierno suburbano, prefieres fingir que sigues dormido, aferrarte a mí, y hacerme llegar tarde a clases-respondí y minutos después dejo escapar una carcajada. Me reí con el aunque no entendía que le parecía gracioso.
Al principio todo eso era estúpido en nuestra relación, pero ahora resultaba incomodo.
Nunca fui una persona de elite, tampoco me importo. No me avergüenzo de mi familia, ni que más de una vez me hayan negado un par de jeans porque no podían pagarlo. Visto ropa de segunda mano y realmente no me interesa. Lo más caro en mi guardaropas era un vestido que él me mismo me había regalo, y que yo había aceptado de malagana, ya que no me gusta aprovecharme de la situación.  
Pero Niall pertenecía a otra clase de gente ahora, y yo necesitaba estar a su altura de una buena vez. ¿Qué dirían sus fans cuando vieran lo desastrosa que era la novia de su ídolo? Me criticaría, seguramente.

-¿No tienes nada que decir?- le pregunte al ver que no paraba de reírse como si acabara de decir el chiste más gracioso del universo.

-Te amo, esa es mi explicación-respondió, dejándome ver su hermosa sonrisa. Esa que una vez me había enamorado, tal cual era, y ahora hacia que mi mundo diera vueltas por completo- Y estoy completa y locamente enamorado de ti. No me imagino la vida con alguien más…-Sonreí como una tonta ante sus palabras. Cuando creí que ese chico no podía sorprenderme más, dice algo como eso, y mi estomago se comprime de emoción.

-No pienso irme de tu vida, Niall…-Y si lo hiciera, una parte de mi se iría con él.

-¿Jamás?-

-Jamás-

Una puerta se cerro de golpe, trayéndome de vuelta a la realidad. Vicky, la novia de Harry,  a quien yo no conocía y ni siquiera tenía idea de su existencia, acababa de salir de la sala, deseando, seguramente, nunca haber entrado a la misma. Eso pensaba yo.
Ahora entendía que quería decir mi compañera de estudio cuando repetía una y otra vez: "Haría lo que fuera por un minuto con él".
Pero la pregunta es: ¿Que haría yo por un minuto más con él?
Firmar ese contrato sería la mejor opción. Dejar olvidada mi dignidad, sabiendo que en algún momento saldría lastimada, porque si aceptaba la oferta, estaría jugando con fuego, sobre una línea peligrosa, entre la verdad y la mentira queriendo gritar a los cuatro vientos que ese hombre era solo mío, queriendo ser yo quien camine de su mano, a quien fotografíen en la calle... Firmar ese contrato seria como catapultarme hacia el vacío,  sin saber exactamente cuándo caería, colisionando duramente contra la realidad.
Nadie en este mundo sabía que todos los miembros de la famosa banda estaban ocupados... Eso sería trágico. De ser así, ninguna habría fantaseado con ellos, los hubiesen acosado, o cualquier cosa similar, solo por tener un  minuto de atención.  

-Brooke-su voz sonaba arrepentida, como si estuviera sintiendo claramente mi dolor. Levante la mirada para encontrarme con un par de ojos azul cielo en los cuales solía perderme a menudo, sintiéndome segura. Hoy me decían que todo iba a estar bien, pero un parte de mi tiraba  por rechazar el estúpido contrato que nos había puesto en esta situación.- Dime que es un error, y yo me niego a seguir con esto...-


-Niall, por favor. No me pidas algo así-Todos en la habitación se habían retirado. Solo quedábamos él y yo, ya que al parecer, nadie había tomado demasiado bien la idea propuesta por la disquetera. ¿Acaso no podían hacer publicidad de otra manera? No, porque esa era la más fácil, la más eficaz, y por supuesto, la más popular en ese mundo- Esto es importante para ti, lo entiendo...-


-Tú eres importante para mí también, Brooke- soltó dejándose caer en la silla que estaba junto a mí.  Sus manos tocaron las mías, pidiéndome permiso para continuar sus camino. No me sorprendía que él fuera tan cuidadoso, respetuoso, y protector conmigo. Lo invite a continuar, entrelazando las mías con las suyas, que esta vez, estaban más frías que de costumbre.  


-No es tan grave, ¿no?-respondí, dejando de lado el dolor que me provocaba saber que yo nunca seria nadie en su mundo.- Solo un par de fotos, un par de entrevistas, rumores, y listo… ¿no?- Era mucho más que eso, y ambos los sabíamos.


-No quiero que lo hagas por obligación, Brooke-


-Solo responde mi pregunta, no importa lo que piense en este momento, tú eres más importante… Me hace feliz verte bien, Niall-


-No voy a ser feliz si te veo sufrir-dijo, inspeccionando en mi rostro en busca de algún indicio que lo hiciera retroceder. Si algo había aprendido en todos estos años era a mentir.


-Si estas a mi lado, sin importar como, soy feliz-dije-   No puedo engañarte y decirte que no será duro a mi verte con una modelo de piernas largas, mil veces más atractiva que yo, contorneando sus voluptuosas curvas frente a ti, mientras pestañea exageradamente con sus pestañas kilométricas, porque estaría atentando contra lo obvio. Dolerá… Y posiblemente, mientras ella se exhibe junto a ti, yo este tirada en mi cama comiendo helado sin parar, ahogándome en mis propias lágrimas, maldiciendo mentalmente a la disquera, a este día, y sobre todo a mi misma por no poder darte lo que te mereces… Pero no importa eso ahora… Porque si para ser feliz necesitas tener esa modelo de piernas largas, yo estaré al final del camino alentándote en todo momento, Niall… Perderte no es una opción para mí-respondí.
Quizás, no debería haberme levantado de la cama nunca ese día… Fingir que estaba enferma hubiese sido la mejor opción, pero para entonces, no tenía idea de lo que se avecinaba. Un corto mensaje de texto me había traído hasta este feo edificio, y ahora acababa de tomar la peor decisión de mi vida.
Le estaba dejando el camino libre a alguien más para que estuviera con mi novio y lo presumiera frente a todos.
Me había negado rotundamente a escuchar los parámetros que se establecían en el mismo, los beneficios, lo que deberíamos hacer y lo que no, porque después del primer párrafo del mismo, donde se encontraba resumida la idea, había entrado en una especie de trance emocional, debatiendo conmigo misma entre hacer lo correcto, y salir en una sola pieza, sana y salva, de esa situación. Preferí lo primero, ya que su felicidad era la mía también. O eso era lo que solía decir mi madre cada vez que debíamos tomar una decisión en mi casa.

-Responde...-volví a insistir.


-Nadie saldrá lastimado, Brooke. Serán solo rumores, solo eso-soltó, esforzándose por formar una sonrisa en sus labios.


-Podría ser mucho peor...-


-Prometo no elegir una modelo de piernas largas, amor-dijo él mientras me daba un beso en la frente, mas esa no era mi mayor preocupación en este momento. No podría competir nunca con una modelo de piernas largas, y eso lo tenía bien claro. Mi problema era que a él le gustara ese nuevo mundo y quisiera quedarse en él para siempre... lejos de mí.

-No prometas, Niall... Las palabras se las lleva el viento.-logre articular. Las lagrimas pinchaban en mis ojos dispuestas a salir en cualquier momento.- Nunca dejes de quererme, con eso me basta- Antes que pudiera decir algo mas,  tome mi bolso, y salí de aquella habitación donde nunca debería haber entrado.  Volvería a mi departamento y lloraría tranquila, abrazaba a mi almohada intentando sentirme un poco mejor conmigo misma, con mi decisión, dándome fuerzas para lo que vendría.
Amar te lleva a hacer cosas locas, dicen los expertos.