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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Perfect boys only exist in books RESULTADOS
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Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
me decidí por finnick bc ahora que lo pienso la vez pasada tenía a ian y debo cambiar un pok (?)
taeyong.
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Acetate tu ficha cuando me pueda meter a la computadora, pero mierda me pusiste en una situación horrible .-. Voy a llorar por tu culpa Ems ;-;
wasteland
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
créeme que iría por ian, peeo ayer vi cf como por 2792628272 vez y me dieron los feels y tuve que ir por finnick ;-;
taeyong.
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Anna Risermoon
† Nombre completo: Anna Risermoon
† Edad: Diecinueve años
† Pareja/libro: Daniel Grigori / Oscuros
† Representante: Kristen Stewart
† Escrito:
† Edad: Diecinueve años
† Pareja/libro: Daniel Grigori / Oscuros
† Representante: Kristen Stewart
† Escrito:
- Clickea here:
- Capítulo 4Make the right Choice
El viento sopla fuerte y provoca que mi cabello me cubra el rostro e impida ver por donde camino. Levanto mis manos cansadas y lo aparto rápidamente para no tropezar con los adoquines sobresalientes del piso. Me sudan las manos y las piernas me tiemblan.
- ¿Estás bien hija? – pregunta mi madre deteniéndose en medio camino tomándome de la muñeca para frenar mis pisadas aceleradas y voltearme para mirarla a la cara. No sé como decirle que me siento pésimo y que no me es posible controlar mi cuerpo. En lugar de soltar unas cuantas palabras, niego con la cabeza. – No te sientas nerviosa, cariño, es solo una prueba… - me susurra al oído abrazándome con fuerza. No sé si es idea mía o mi madre está igual o más nerviosa que yo.
Seguimos el camino hacia el gran edificio donde se llevarán a cabo los exámenes. A penas llegamos al lugar, veo todo el estrago que se ha formado y mi ansiedad crece. Lo único que quiero en estos momentos es salir corriendo y no volver. Miro a mi madre y le tomo la mano apretándola con fuerza.
- Ma… - le susurro. Puedo notar que me tiembla la voz exageradamente –sácame de aquí ma, por favor – le pido apretando cada vez más sus manos. Se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por un simple examen? Y la respuesta es que no es un simple examen y no es cualquier examen. Es un tipo de simulación que sucede en tu mente pero pareciera que estuvieras viviéndola en carne propia, o al menos es lo que Mane me ha contado. Es como si se metieran en tu mente y te transportaran mágicamente. Esto quizá les sonará estúpido, pero es un examen que definirá quien eres y donde perteneces.
- Grace, nena… - me llama mi madre tomando mi cara entre sus manos – Grace mírame – levanto la mirada lentamente y me encuentro con esos ojos que me transmiten la paz que necesito – no pasa nada, cielo, son solos unos cuantos minutos, nada va sucederte, yo estaré allí apenas despiertes. – Me prometió.
- pero no pue… - comienzo a susurrar arrugando el entrecejo.
- solo estaré allí – me sonrió. Había olvidado el alto rango que tenía mi madre en el Consejo de Erudición. Asiento indecisa y me doy la media vuelta lista para posicionarme en el lugar que me corresponde en la larga fila. Cuando la fila comenzó a avanzar, perdí de vista a mi madre y la paz que había ganado se esfumó por completo. Nos metemos a un gran salón donde tenemos que aguardar a que nos llamen por nuestro nombre. No reconozco a nadie y no me importa, no estoy de ánimos de hablar con nadie, solo quiero que todo esto termine.
- ¿Quieres uno? – me dice una chica a mi lado. Levanto mi mirada desde mis manos y vuelvo mi cabeza en noventa grados para mirarla. Es una chica pelirroja que me tiene una cajita de lo que seguramente son pastillas.
- no, gracias – respondo antes de volver a mirar mis manos entrelazadas en mi regazo.
- vamos, no harán nada más que calmarte – insiste – te ves tensa y nerviosa, acéptame uno, ¿sí? – finaliza. A juzgar por su amabilidad más que por su vestimenta que la identifica, es una chica de Cordialidad. Decido no ser grosera y aceptarle una pastillita que me ha ofrecido con tanta amabilidad. Quizá si encuentro a alguien con quién hablar, mis nervios se esfumen. Le tiendo la mano y dejo que deposite una pastilla color celeste en ella – solo tienes que meterla en la boca y dejar que se deshaga – me explica sonriendo.
Pasamos un rato en silencio incomodo oyendo los nombres de los chicos que deben comenzar con la simulación.
- Soy Calíope – me dice tendiéndome la mano –puedes llamarme Cali – se presenta con su característica sonrisa.
- Grace – respondo mientras agitamos nuestras manos tomadas. Intento devolverle la sonrisa pero me resulta una mueca de medio lado.
- Bien, Grace, te deseo suerte – dice levantándose – iré a ver lo que acontece por allí y a ver si pillo a alguno de mis amigos para charlar antes de la hora de la verdad, nos vemos y suerte – se despide con la mano a lo que respondo de la misma manera esbozando una sonrisa de medio lado. Me agrada.
Pasa el tiempo y no pronuncian mi nombre. Eso provoca que mis nervios incrementen y que la pastillita de Cali no provoque el efecto buscado.
No entiendo por qué me causa tanto revuelo, independiente de el resultado de la simulación, me quedaría en mi facción, Erudición, no podría encajar en ninguna otra.
- Grace Marie Briel – me llama por altoparlante. Me levanto y me afirmo de la silla hasta que recobro el equilibrio que había perdido cuando escuché mi nombre. Camino con paso firme entre la gente, algunos me miran atentos, otros se preocupan de sus asuntos. Camino lentamente hasta la sala trece, mi numero de la suerte. Abro la puerta y observo al hombre con ropas grises que ojea una hoja a través de sus gafas en medio de su nariz de pájaro. Cierro la puerta para que se percate de mi presencia. Me sonríe y se acerca aquí.
- eres la hija de Vanessa y Albert ¿no es así? – pregunta el hombre amistoso, como la mayoría de los Abnegados.
- s…sí – respondo.
- pues pasa a sentarte, tu madre me contó de tu miedo, así es que haremos que esto pase rápido y sin más preámbulos – Finalizó dándose la vuelta para dirigirse a la silla donde debo sentarme. Me encamino a aquella silla de Ortodoncia y agarro los braceros con todas mis fuerzas.
- bébete esto – me dice con voz serena. Tomo el líquido espeso que me entrega. El suero del que me había hablado Mane. – ¿Sabes que a mí también me tocó examinar a tu hermana mayor? –pregunta mientras me bebo el suero.
- ¿a Mane? – pregunto. Sin embargo, no alcanzo a escuchar con claridad su respuesta ya que comenzó a sumirme en un sueño.
Despierto en una habitación oscura, frente a mí tengo una cesta con un queso y otra con un cuchillo enorme.
- Elige, querida – escucho la voz del hombre. Miro a todos lados buscándolo pero no lo encuentro, seguramente me habla desde fuera de la simulación. Observo las cestas y no estoy segura de qué elegir. No me gustan los cuchillos, son símbolo de violencia y detesto la violencia., pero ¿por qué elegir entre estas cosas? Entonces es cuando recuerdo las palabras de Mane “- no preguntes nada, solo déjate llevar por tu instinto, de eso se trata la simulación, de instinto.” Levanto la mano izquierda – soy zurda – para tomar el queso, pero comienza a desaparecer como un holograma.
- se acabó el tiempo – dice el hombre. ¿Qué? Mane jamás me menciono que tenía un tiempo determinado en la simulación. “-Instinto” repite la voz de mi cabeza. Y ahí es cuando entiendo, el instinto no debe titubear ni un segundo, o lo es o no lo es.
Luego aparezco en una habitación. Busco el objeto al que me enfrentaré ahora y cuando lo encuentro, los pelos se me erizan y mis manos comienzan a sudar. Un perro gigantesco me enseña sus enormes y filosos dientes. “-No puede dañarme” Repito en mi mente, pero esta no reacciona. Este era el motivo por el que debía escoger. Perfecto, ahora no tengo con qué defenderme. Trato de recordar uno de los tantos libros que he leído sobre animales y recuerdo uno que leí hace un tiempo atrás en donde enseñaban que se debía hacer en este tipo de situaciones en aprietos. Entonces miro al perro directamente a los ojos con toda la seguridad que se me permita. “- no te tengo miedo, soy superior a ti” Pienso. Entonces, luego de un rato, el perro deja de gruñirme y comienza a relajar sus extremidades, no tiene porqué ponerse a la defensiva. Cuando por fin suspiro relajada, la imagen de un niña castaña aparece ante mis ojos y llama al perro, quien no la reconoce y se abalanza contra ella. Corro en dirección a este, presa de la adrenalina e intento derribarlo, sin embargo, cuando llego a su lado, el holograma desaparece y me doy contra el piso, que ahora es el piso de un autobús en movimiento.
- ¿lo conoces? – pregunta un hombre sentado en uno de los asientos. Yo sigo en el piso. El hombre lee el diario en donde el titular señala : “Brutal asesino por fin atrapado”.
- ¿cómo dice? –pregunto.
- que si lo conoces – dice nuevamente. Miro el periódico y observo el rostro del hombre del periódico. Algo tiene ese hombre que me hace dudar si lo conozco o no, sin embargo, no pienso confesar algo de lo que no estoy segura – Dímelo – agrega el hombre.
- no lo conozco, señor – le respondo.
- mientes – dice el hombre alterándose y levantándose de su asiento – por favor, niña, ¡Podrias salvarme la vida!, ¿qué no ves? – me grita.
- ¡Le he dicho que no lo conozco! – le grito de vuelta.
- ¡Mientes! – grita el hombre avanzando hacia mí - ¡Mientes! – vuelve a gritar, está a solo centímetros de mí. Va a matarme y nadie hace nada -¡Mientes! – reitera mientras su manos se posan en mis hombros y comienza a desaparecer.
- ¡No miento! – Grito revolcándome en la silla.
- Grace, Grace, ya estás aquí, abre los ojos – me dice una voz que conozco perfectamente.
- ¡No miento! – grito nuevamente abriendo los ojos sin poder quitarme la imagen de aquel hombre con el rostro deformado.
- sé que no mientes nena, tranquila – me dice mi madre abrazándome. Me seco las lágrimas con la manga de mi sweater y me levanto de la silla.
- ¿qué vamos a hacer, Vanessa? – pregunta el abnegado.
- manipula los resultados, Tim, ya sabes que poner en los resultados – finaliza mi madre arrastrándome hasta la salida. Lo último que puedo ver, confundida al ver a mi madre aquí y al dialogo que cruzaron, que el hombre asiente.____________________0__________________
-¿Donde vamos mamá? – pregunto al ver que nos dirigimos al corazón del bosque y nos desviamos olímpicamente del camino a casa.
- escúchame atentamente, Gracie – dice mi madre tomándome el rostro entre sus manos – mañana en la ceremonia de elección, debes elegir Osadía, ¿me entiendes? – me ordenó.
- ¿cómo? – pregunto confundida.
- ¿lo que oíste, Grace? debes escoger Osadía, sin importar nada – me reitera con voz firme. Jamás había visto a mi madre tan seria. Podía ver el inminente terror en sus ojos.
- ¿por qué me pides esto a mí, mamá? – le pregunto sin entender el porqué del comportamiento. - ¿por qué no le exigiste esto a Mane? – pregunté alzando la voz.
- ¡Porque tú eres diferente, Grace! – grita mi madre tan fuerte que me asusta. Aparentemente, se da cuenta de que ha cometido al error al gritarlo a los cuatro vientos – tu eres diferente – susurra tratando de enmendar su error.
- ¿a qué te refieres con que soy diferente? – pregunto sin comprender.
-Gracie, eres una Divergente, tal como lo sospechaba – responde – un divergente, es quien no pertenece a una sola facción, sino que está en medie de dos o más facciones.
- ¿y eso… eso que tiene de malo, mamá? – pregunto.
- tiene todo lo malo, cariño – me explicó – y es mejor que no sepas mucho sobre ello así no te correrás riesgos – continuó. – mi hermano mayor era un divergente, Grace, era un divergente y por ello lo asesinaron – finalizó. Una sensación de hielo me recorrió la medula espinal haciendo que me estremeciera de pies a cabeza. – promételo Grace, promete que me harás caso – me suplicó mi madre.
- vale – asentí después de verla tan urgida como estaba – pero no me culpes si quedo sin facción, mamá, yo no pertenezco a ese lugar – le espeté.
- estoy segura que lo lograrás, cariño – me abrazó – y gracias – finalizó.______________________0______________________
La ceremonia de elección daba comienzo y la mujer encargada de las presentaciones daba las explicaciones pertinentes, las cuales me sabía de memoria. Luego de las indicaciones, cada uno de los destinados a elegir su facción fueron sido llamados por la coordinadora de ceremonia. A medida que se acercaban por orden de abecedario, mis manos sudaban más y más y mi cuerpo se descompensaba. Una batalla se liberaba en mi mente cuestionándose si debía o no romper la promesa que le había hecho a mi madre. Si rompía la promesa, mi vida corría peligro y mi madre no me hablaría jamás en mi vida. Si cumplía con la promesa y me decidía por Osadía, me quedaría sin facción.
- Grace Marie Briel – llamó la coordinadora. Me quedé un instante quieta sin poder moverme, mis piernas no se movía, estaban pegadas a la silla. Miré hacia donde estaba mi madre, las primeras filas. Ella no me miraba. Me armé de valor y me levanté. Si no fuera por un chico que estaba a mi lado quien me afirmó para no caer, hubiera ido a parar al piso. Le dí las gracias y comencé a avanzar hacia las peceras redondas que contenían los elementos característicos de cada Facción. Debía hacer un pequeño corte en la palma de mi mano y derramar la sangre sobre la pecera que contuviera el elemento de la facción a elegir. Tomé el cuchillo en mis manos y me hice el bendito corte. Mi mirada danzó entre la pecera de Erudición y la de Osadía. “- no puedo esperar a que termine la ceremonia y vuelvas a casa con nosotros, Grace “ recordé a Tessa, mi hermana menor mientras veníamos camino a la ceremonia. “-Lo siento mamá” pensé mientras ponía mi mano sobre la pecera de mi actual facción, sin embargo, levanté la mirada para observar a mi madre, su mirada era de desesperación. Cerré los ojos y recodé las palabras de mi madre “-Debes elegir Osadía” y luego no hubo duda alguna. Lo había prometido y no iba a fallarle. “- Cumplí mi promesa, mamá” pensé mientras la miraba a sus ojos inundados en lágrimas y oía el sonido de mi sangre hirviendo en el fuego de Osadía.
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Última edición por Melissa el Lun 10 Mar 2014, 2:32 pm, editado 1 vez
Mess.
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
puedo pasarme a saludar? idk
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Violet Harmon. escribió:shadow. escribió:
Alaska† Nombre completo: Alaska Smith Payton.
† Edad: 17 años.
† Pareja/libro: Jace Wayland | The Mortal Instruments (Lo se, lo se, nada que ver con el Jace Wayland original, pero siempre me lo he imaginado Moreno, a pesar que dice "Y soy rubio natural, sólo que conste" (?), así que sorry)
† Representante: Chloë Moretz | Zayn Malik
† Escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Evan precioso y hermoso:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ¡Ficha aceptada!Definitivamente no me esperaba un Jace negroyolo soy directionerno me convence mucho, en realidad a Zayn me lo imagino más como otro personaje, no como Jacedefinitivamente no jace
pero en fin estas aceptada
¿A quien te esperas? Por que creo que me estoy arrepintiendo ;-;
Btw, GRACIAS
mindless
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Un poco Patch, pero Patch para mi es Steven Straitshadow. escribió:Violet Harmon. escribió:shadow. escribió:
Alaska† Nombre completo: Alaska Smith Payton.
† Edad: 17 años.
† Pareja/libro: Jace Wayland | The Mortal Instruments (Lo se, lo se, nada que ver con el Jace Wayland original, pero siempre me lo he imaginado Moreno, a pesar que dice "Y soy rubio natural, sólo que conste" (?), así que sorry)
† Representante: Chloë Moretz | Zayn Malik
† Escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Evan precioso y hermoso:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ¡Ficha aceptada!Definitivamente no me esperaba un Jace negroyolo soy directionerno me convence mucho, en realidad a Zayn me lo imagino más como otro personaje, no como Jacedefinitivamente no jace
pero en fin estas aceptada
¿A quien te esperas? Por que creo que me estoy arrepintiendo ;-;Yo pienso en Patch, pero siento que el ya esta muy usado... pero idk
Btw, GRACIAS
wasteland
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Sersh. escribió:
Taylor McGuiness† Nombre completo: Taylor Joanne McGuinnes.
† Edad: 19.
† Pareja/libro: Finnick Odair, thg.
† Representante: Àstrid Bergès-Frisbey.
† Escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ♡ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ♡ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ficha aceptada!
Te odio, solo un pocito, en serio Ann y tu van por Finnik y yo me quiero morir porque ambas son unas escritoras maravillosas, pero en fin me desvíe del tema.
AMO como escribes, es tan perfecta. no hay nada que decir en contra de tu escrito, nada estoy sin palabras, esta todo perfecto y así.
Aun así te odio porque ya no se que hacer ;-;
AMO como escribes, es tan perfecta. no hay nada que decir en contra de tu escrito, nada estoy sin palabras, esta todo perfecto y así.
Aun así te odio porque ya no se que hacer ;-;
wasteland
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Melissa escribió:
Anna Risermoon† Nombre completo: Anna Risermoon
† Edad: Diecinueve años
† Pareja/libro: Daniel Grigori / Oscuros
† Representante: Kristen Stewart
† Escrito:
- Clickea here:
Capítulo 4 Make the right Choice
El viento sopla fuerte y provoca que mi cabello me cubra el rostro e impida ver por donde camino. Levanto mis manos cansadas y lo aparto rápidamente para no tropezar con los adoquines sobresalientes del piso. Me sudan las manos y las piernas me tiemblan.
- ¿Estás bien hija? – pregunta mi madre deteniéndose en medio camino tomándome de la muñeca para frenar mis pisadas aceleradas y voltearme para mirarla a la cara. No sé como decirle que me siento pésimo y que no me es posible controlar mi cuerpo. En lugar de soltar unas cuantas palabras, niego con la cabeza. – No te sientas nerviosa, cariño, es solo una prueba… - me susurra al oído abrazándome con fuerza. No sé si es idea mía o mi madre está igual o más nerviosa que yo.
Seguimos el camino hacia el gran edificio donde se llevarán a cabo los exámenes. A penas llegamos al lugar, veo todo el estrago que se ha formado y mi ansiedad crece. Lo único que quiero en estos momentos es salir corriendo y no volver. Miro a mi madre y le tomo la mano apretándola con fuerza.
- Ma… - le susurro. Puedo notar que me tiembla la voz exageradamente –sácame de aquí ma, por favor – le pido apretando cada vez más sus manos. Se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por un simple examen? Y la respuesta es que no es un simple examen y no es cualquier examen. Es un tipo de simulación que sucede en tu mente pero pareciera que estuvieras viviéndola en carne propia, o al menos es lo que Mane me ha contado. Es como si se metieran en tu mente y te transportaran mágicamente. Esto quizá les sonará estúpido, pero es un examen que definirá quien eres y donde perteneces.
- Grace, nena… - me llama mi madre tomando mi cara entre sus manos – Grace mírame – levanto la mirada lentamente y me encuentro con esos ojos que me transmiten la paz que necesito – no pasa nada, cielo, son solos unos cuantos minutos, nada va sucederte, yo estaré allí apenas despiertes. – Me prometió.
- pero no pue… - comienzo a susurrar arrugando el entrecejo.
- solo estaré allí – me sonrió. Había olvidado el alto rango que tenía mi madre en el Consejo de Erudición. Asiento indecisa y me doy la media vuelta lista para posicionarme en el lugar que me corresponde en la larga fila. Cuando la fila comenzó a avanzar, perdí de vista a mi madre y la paz que había ganado se esfumó por completo. Nos metemos a un gran salón donde tenemos que aguardar a que nos llamen por nuestro nombre. No reconozco a nadie y no me importa, no estoy de ánimos de hablar con nadie, solo quiero que todo esto termine.
- ¿Quieres uno? – me dice una chica a mi lado. Levanto mi mirada desde mis manos y vuelvo mi cabeza en noventa grados para mirarla. Es una chica pelirroja que me tiene una cajita de lo que seguramente son pastillas.
- no, gracias – respondo antes de volver a mirar mis manos entrelazadas en mi regazo.
- vamos, no harán nada más que calmarte – insiste – te ves tensa y nerviosa, acéptame uno, ¿sí? – finaliza. A juzgar por su amabilidad más que por su vestimenta que la identifica, es una chica de Cordialidad. Decido no ser grosera y aceptarle una pastillita que me ha ofrecido con tanta amabilidad. Quizá si encuentro a alguien con quién hablar, mis nervios se esfumen. Le tiendo la mano y dejo que deposite una pastilla color celeste en ella – solo tienes que meterla en la boca y dejar que se deshaga – me explica sonriendo.
Pasamos un rato en silencio incomodo oyendo los nombres de los chicos que deben comenzar con la simulación.
- Soy Calíope – me dice tendiéndome la mano –puedes llamarme Cali – se presenta con su característica sonrisa.
- Grace – respondo mientras agitamos nuestras manos tomadas. Intento devolverle la sonrisa pero me resulta una mueca de medio lado.
- Bien, Grace, te deseo suerte – dice levantándose – iré a ver lo que acontece por allí y a ver si pillo a alguno de mis amigos para charlar antes de la hora de la verdad, nos vemos y suerte – se despide con la mano a lo que respondo de la misma manera esbozando una sonrisa de medio lado. Me agrada.
Pasa el tiempo y no pronuncian mi nombre. Eso provoca que mis nervios incrementen y que la pastillita de Cali no provoque el efecto buscado.
No entiendo por qué me causa tanto revuelo, independiente de el resultado de la simulación, me quedaría en mi facción, Erudición, no podría encajar en ninguna otra.
- Grace Marie Briel – me llama por altoparlante. Me levanto y me afirmo de la silla hasta que recobro el equilibrio que había perdido cuando escuché mi nombre. Camino con paso firme entre la gente, algunos me miran atentos, otros se preocupan de sus asuntos. Camino lentamente hasta la sala trece, mi numero de la suerte. Abro la puerta y observo al hombre con ropas grises que ojea una hoja a través de sus gafas en medio de su nariz de pájaro. Cierro la puerta para que se percate de mi presencia. Me sonríe y se acerca aquí.
- eres la hija de Vanessa y Albert ¿no es así? – pregunta el hombre amistoso, como la mayoría de los Abnegados.
- s…sí – respondo.
- pues pasa a sentarte, tu madre me contó de tu miedo, así es que haremos que esto pase rápido y sin más preámbulos – Finalizó dándose la vuelta para dirigirse a la silla donde debo sentarme. Me encamino a aquella silla de Ortodoncia y agarro los braceros con todas mis fuerzas.
- bébete esto – me dice con voz serena. Tomo el líquido espeso que me entrega. El suero del que me había hablado Mane. – ¿Sabes que a mí también me tocó examinar a tu hermana mayor? –pregunta mientras me bebo el suero.
- ¿a Mane? – pregunto. Sin embargo, no alcanzo a escuchar con claridad su respuesta ya que comenzó a sumirme en un sueño.
Despierto en una habitación oscura, frente a mí tengo una cesta con un queso y otra con un cuchillo enorme.
- Elige, querida – escucho la voz del hombre. Miro a todos lados buscándolo pero no lo encuentro, seguramente me habla desde fuera de la simulación. Observo las cestas y no estoy segura de qué elegir. No me gustan los cuchillos, son símbolo de violencia y detesto la violencia., pero ¿por qué elegir entre estas cosas? Entonces es cuando recuerdo las palabras de Mane “- no preguntes nada, solo déjate llevar por tu instinto, de eso se trata la simulación, de instinto.” Levanto la mano izquierda – soy zurda – para tomar el queso, pero comienza a desaparecer como un holograma.
- se acabó el tiempo – dice el hombre. ¿Qué? Mane jamás me menciono que tenía un tiempo determinado en la simulación. “-Instinto” repite la voz de mi cabeza. Y ahí es cuando entiendo, el instinto no debe titubear ni un segundo, o lo es o no lo es.
Luego aparezco en una habitación. Busco el objeto al que me enfrentaré ahora y cuando lo encuentro, los pelos se me erizan y mis manos comienzan a sudar. Un perro gigantesco me enseña sus enormes y filosos dientes. “-No puede dañarme” Repito en mi mente, pero esta no reacciona. Este era el motivo por el que debía escoger. Perfecto, ahora no tengo con qué defenderme. Trato de recordar uno de los tantos libros que he leído sobre animales y recuerdo uno que leí hace un tiempo atrás en donde enseñaban que se debía hacer en este tipo de situaciones en aprietos. Entonces miro al perro directamente a los ojos con toda la seguridad que se me permita. “- no te tengo miedo, soy superior a ti” Pienso. Entonces, luego de un rato, el perro deja de gruñirme y comienza a relajar sus extremidades, no tiene porqué ponerse a la defensiva. Cuando por fin suspiro relajada, la imagen de un niña castaña aparece ante mis ojos y llama al perro, quien no la reconoce y se abalanza contra ella. Corro en dirección a este, presa de la adrenalina e intento derribarlo, sin embargo, cuando llego a su lado, el holograma desaparece y me doy contra el piso, que ahora es el piso de un autobús en movimiento.
- ¿lo conoces? – pregunta un hombre sentado en uno de los asientos. Yo sigo en el piso. El hombre lee el diario en donde el titular señala : “Brutal asesino por fin atrapado”.
- ¿cómo dice? –pregunto.
- que si lo conoces – dice nuevamente. Miro el periódico y observo el rostro del hombre del periódico. Algo tiene ese hombre que me hace dudar si lo conozco o no, sin embargo, no pienso confesar algo de lo que no estoy segura – Dímelo – agrega el hombre.
- no lo conozco, señor – le respondo.
- mientes – dice el hombre alterándose y levantándose de su asiento – por favor, niña, ¡Podrias salvarme la vida!, ¿qué no ves? – me grita.
- ¡Le he dicho que no lo conozco! – le grito de vuelta.
- ¡Mientes! – grita el hombre avanzando hacia mí - ¡Mientes! – vuelve a gritar, está a solo centímetros de mí. Va a matarme y nadie hace nada -¡Mientes! – reitera mientras su manos se posan en mis hombros y comienza a desaparecer.
- ¡No miento! – Grito revolcándome en la silla.
- Grace, Grace, ya estás aquí, abre los ojos – me dice una voz que conozco perfectamente.
- ¡No miento! – grito nuevamente abriendo los ojos sin poder quitarme la imagen de aquel hombre con el rostro deformado.
- sé que no mientes nena, tranquila – me dice mi madre abrazándome. Me seco las lágrimas con la manga de mi sweater y me levanto de la silla.
- ¿qué vamos a hacer, Vanessa? – pregunta el abnegado.
- manipula los resultados, Tim, ya sabes que poner en los resultados – finaliza mi madre arrastrándome hasta la salida. Lo último que puedo ver, confundida al ver a mi madre aquí y al dialogo que cruzaron, que el hombre asiente.____________________0__________________
-¿Donde vamos mamá? – pregunto al ver que nos dirigimos al corazón del bosque y nos desviamos olímpicamente del camino a casa.
- escúchame atentamente, Gracie – dice mi madre tomándome el rostro entre sus manos – mañana en la ceremonia de elección, debes elegir Osadía, ¿me entiendes? – me ordenó.
- ¿cómo? – pregunto confundida.
- ¿lo que oíste, Grace? debes escoger Osadía, sin importar nada – me reitera con voz firme. Jamás había visto a mi madre tan seria. Podía ver el inminente terror en sus ojos.
- ¿por qué me pides esto a mí, mamá? – le pregunto sin entender el porqué del comportamiento. - ¿por qué no le exigiste esto a Mane? – pregunté alzando la voz.
- ¡Porque tú eres diferente, Grace! – grita mi madre tan fuerte que me asusta. Aparentemente, se da cuenta de que ha cometido al error al gritarlo a los cuatro vientos – tu eres diferente – susurra tratando de enmendar su error.
- ¿a qué te refieres con que soy diferente? – pregunto sin comprender.
-Gracie, eres una Divergente, tal como lo sospechaba – responde – un divergente, es quien no pertenece a una sola facción, sino que está en medie de dos o más facciones.
- ¿y eso… eso que tiene de malo, mamá? – pregunto.
- tiene todo lo malo, cariño – me explicó – y es mejor que no sepas mucho sobre ello así no te correrás riesgos – continuó. – mi hermano mayor era un divergente, Grace, era un divergente y por ello lo asesinaron – finalizó. Una sensación de hielo me recorrió la medula espinal haciendo que me estremeciera de pies a cabeza. – promételo Grace, promete que me harás caso – me suplicó mi madre.
- vale – asentí después de verla tan urgida como estaba – pero no me culpes si quedo sin facción, mamá, yo no pertenezco a ese lugar – le espeté.
- estoy segura que lo lograrás, cariño – me abrazó – y gracias – finalizó.______________________0______________________
La ceremonia de elección daba comienzo y la mujer encargada de las presentaciones daba las explicaciones pertinentes, las cuales me sabía de memoria. Luego de las indicaciones, cada uno de los destinados a elegir su facción fueron sido llamados por la coordinadora de ceremonia. A medida que se acercaban por orden de abecedario, mis manos sudaban más y más y mi cuerpo se descompensaba. Una batalla se liberaba en mi mente cuestionándose si debía o no romper la promesa que le había hecho a mi madre. Si rompía la promesa, mi vida corría peligro y mi madre no me hablaría jamás en mi vida. Si cumplía con la promesa y me decidía por Osadía, me quedaría sin facción.
- Grace Marie Briel – llamó la coordinadora. Me quedé un instante quieta sin poder moverme, mis piernas no se movía, estaban pegadas a la silla. Miré hacia donde estaba mi madre, las primeras filas. Ella no me miraba. Me armé de valor y me levanté. Si no fuera por un chico que estaba a mi lado quien me afirmó para no caer, hubiera ido a parar al piso. Le dí las gracias y comencé a avanzar hacia las peceras redondas que contenían los elementos característicos de cada Facción. Debía hacer un pequeño corte en la palma de mi mano y derramar la sangre sobre la pecera que contuviera el elemento de la facción a elegir. Tomé el cuchillo en mis manos y me hice el bendito corte. Mi mirada danzó entre la pecera de Erudición y la de Osadía. “- no puedo esperar a que termine la ceremonia y vuelvas a casa con nosotros, Grace “ recordé a Tessa, mi hermana menor mientras veníamos camino a la ceremonia. “-Lo siento mamá” pensé mientras ponía mi mano sobre la pecera de mi actual facción, sin embargo, levanté la mirada para observar a mi madre, su mirada era de desesperación. Cerré los ojos y recodé las palabras de mi madre “-Debes elegir Osadía” y luego no hubo duda alguna. Lo había prometido y no iba a fallarle. “- Cumplí mi promesa, mamá” pensé mientras la miraba a sus ojos inundados en lágrimas y oía el sonido de mi sangre hirviendo en el fuego de Osadía.
Ficha semi-aceptada!
Te falto algo de las reglas.
Tu escrito es muy bueno, escribes muy bien y se nota que tienes mucho talento, really lo ame (no pongo más bc's me contagiaron la paja)
Tu escrito es muy bueno, escribes muy bien y se nota que tienes mucho talento, really lo ame (no pongo más bc's me contagiaron la paja)
wasteland
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
Ah sí, el gif! Sorry es que las reglas y todo ese tema lo leí mucho ants de publicar la ficha y despues se me fue x_x "Paja" uumm... nosé por qué tengo la ocurrencia que eres Chilenisis hajajsjsjjajs o me equivoco? :S El gif ya esta donde corresponde :)Violet Harmon. escribió:Melissa escribió:
Anna Risermoon† Nombre completo: Anna Risermoon
† Edad: Diecinueve años
† Pareja/libro: Daniel Grigori / Oscuros
† Representante: Kristen Stewart
† Escrito:
- Clickea here:
Capítulo 4 Make the right Choice
El viento sopla fuerte y provoca que mi cabello me cubra el rostro e impida ver por donde camino. Levanto mis manos cansadas y lo aparto rápidamente para no tropezar con los adoquines sobresalientes del piso. Me sudan las manos y las piernas me tiemblan.
- ¿Estás bien hija? – pregunta mi madre deteniéndose en medio camino tomándome de la muñeca para frenar mis pisadas aceleradas y voltearme para mirarla a la cara. No sé como decirle que me siento pésimo y que no me es posible controlar mi cuerpo. En lugar de soltar unas cuantas palabras, niego con la cabeza. – No te sientas nerviosa, cariño, es solo una prueba… - me susurra al oído abrazándome con fuerza. No sé si es idea mía o mi madre está igual o más nerviosa que yo.
Seguimos el camino hacia el gran edificio donde se llevarán a cabo los exámenes. A penas llegamos al lugar, veo todo el estrago que se ha formado y mi ansiedad crece. Lo único que quiero en estos momentos es salir corriendo y no volver. Miro a mi madre y le tomo la mano apretándola con fuerza.
- Ma… - le susurro. Puedo notar que me tiembla la voz exageradamente –sácame de aquí ma, por favor – le pido apretando cada vez más sus manos. Se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por un simple examen? Y la respuesta es que no es un simple examen y no es cualquier examen. Es un tipo de simulación que sucede en tu mente pero pareciera que estuvieras viviéndola en carne propia, o al menos es lo que Mane me ha contado. Es como si se metieran en tu mente y te transportaran mágicamente. Esto quizá les sonará estúpido, pero es un examen que definirá quien eres y donde perteneces.
- Grace, nena… - me llama mi madre tomando mi cara entre sus manos – Grace mírame – levanto la mirada lentamente y me encuentro con esos ojos que me transmiten la paz que necesito – no pasa nada, cielo, son solos unos cuantos minutos, nada va sucederte, yo estaré allí apenas despiertes. – Me prometió.
- pero no pue… - comienzo a susurrar arrugando el entrecejo.
- solo estaré allí – me sonrió. Había olvidado el alto rango que tenía mi madre en el Consejo de Erudición. Asiento indecisa y me doy la media vuelta lista para posicionarme en el lugar que me corresponde en la larga fila. Cuando la fila comenzó a avanzar, perdí de vista a mi madre y la paz que había ganado se esfumó por completo. Nos metemos a un gran salón donde tenemos que aguardar a que nos llamen por nuestro nombre. No reconozco a nadie y no me importa, no estoy de ánimos de hablar con nadie, solo quiero que todo esto termine.
- ¿Quieres uno? – me dice una chica a mi lado. Levanto mi mirada desde mis manos y vuelvo mi cabeza en noventa grados para mirarla. Es una chica pelirroja que me tiene una cajita de lo que seguramente son pastillas.
- no, gracias – respondo antes de volver a mirar mis manos entrelazadas en mi regazo.
- vamos, no harán nada más que calmarte – insiste – te ves tensa y nerviosa, acéptame uno, ¿sí? – finaliza. A juzgar por su amabilidad más que por su vestimenta que la identifica, es una chica de Cordialidad. Decido no ser grosera y aceptarle una pastillita que me ha ofrecido con tanta amabilidad. Quizá si encuentro a alguien con quién hablar, mis nervios se esfumen. Le tiendo la mano y dejo que deposite una pastilla color celeste en ella – solo tienes que meterla en la boca y dejar que se deshaga – me explica sonriendo.
Pasamos un rato en silencio incomodo oyendo los nombres de los chicos que deben comenzar con la simulación.
- Soy Calíope – me dice tendiéndome la mano –puedes llamarme Cali – se presenta con su característica sonrisa.
- Grace – respondo mientras agitamos nuestras manos tomadas. Intento devolverle la sonrisa pero me resulta una mueca de medio lado.
- Bien, Grace, te deseo suerte – dice levantándose – iré a ver lo que acontece por allí y a ver si pillo a alguno de mis amigos para charlar antes de la hora de la verdad, nos vemos y suerte – se despide con la mano a lo que respondo de la misma manera esbozando una sonrisa de medio lado. Me agrada.
Pasa el tiempo y no pronuncian mi nombre. Eso provoca que mis nervios incrementen y que la pastillita de Cali no provoque el efecto buscado.
No entiendo por qué me causa tanto revuelo, independiente de el resultado de la simulación, me quedaría en mi facción, Erudición, no podría encajar en ninguna otra.
- Grace Marie Briel – me llama por altoparlante. Me levanto y me afirmo de la silla hasta que recobro el equilibrio que había perdido cuando escuché mi nombre. Camino con paso firme entre la gente, algunos me miran atentos, otros se preocupan de sus asuntos. Camino lentamente hasta la sala trece, mi numero de la suerte. Abro la puerta y observo al hombre con ropas grises que ojea una hoja a través de sus gafas en medio de su nariz de pájaro. Cierro la puerta para que se percate de mi presencia. Me sonríe y se acerca aquí.
- eres la hija de Vanessa y Albert ¿no es así? – pregunta el hombre amistoso, como la mayoría de los Abnegados.
- s…sí – respondo.
- pues pasa a sentarte, tu madre me contó de tu miedo, así es que haremos que esto pase rápido y sin más preámbulos – Finalizó dándose la vuelta para dirigirse a la silla donde debo sentarme. Me encamino a aquella silla de Ortodoncia y agarro los braceros con todas mis fuerzas.
- bébete esto – me dice con voz serena. Tomo el líquido espeso que me entrega. El suero del que me había hablado Mane. – ¿Sabes que a mí también me tocó examinar a tu hermana mayor? –pregunta mientras me bebo el suero.
- ¿a Mane? – pregunto. Sin embargo, no alcanzo a escuchar con claridad su respuesta ya que comenzó a sumirme en un sueño.
Despierto en una habitación oscura, frente a mí tengo una cesta con un queso y otra con un cuchillo enorme.
- Elige, querida – escucho la voz del hombre. Miro a todos lados buscándolo pero no lo encuentro, seguramente me habla desde fuera de la simulación. Observo las cestas y no estoy segura de qué elegir. No me gustan los cuchillos, son símbolo de violencia y detesto la violencia., pero ¿por qué elegir entre estas cosas? Entonces es cuando recuerdo las palabras de Mane “- no preguntes nada, solo déjate llevar por tu instinto, de eso se trata la simulación, de instinto.” Levanto la mano izquierda – soy zurda – para tomar el queso, pero comienza a desaparecer como un holograma.
- se acabó el tiempo – dice el hombre. ¿Qué? Mane jamás me menciono que tenía un tiempo determinado en la simulación. “-Instinto” repite la voz de mi cabeza. Y ahí es cuando entiendo, el instinto no debe titubear ni un segundo, o lo es o no lo es.
Luego aparezco en una habitación. Busco el objeto al que me enfrentaré ahora y cuando lo encuentro, los pelos se me erizan y mis manos comienzan a sudar. Un perro gigantesco me enseña sus enormes y filosos dientes. “-No puede dañarme” Repito en mi mente, pero esta no reacciona. Este era el motivo por el que debía escoger. Perfecto, ahora no tengo con qué defenderme. Trato de recordar uno de los tantos libros que he leído sobre animales y recuerdo uno que leí hace un tiempo atrás en donde enseñaban que se debía hacer en este tipo de situaciones en aprietos. Entonces miro al perro directamente a los ojos con toda la seguridad que se me permita. “- no te tengo miedo, soy superior a ti” Pienso. Entonces, luego de un rato, el perro deja de gruñirme y comienza a relajar sus extremidades, no tiene porqué ponerse a la defensiva. Cuando por fin suspiro relajada, la imagen de un niña castaña aparece ante mis ojos y llama al perro, quien no la reconoce y se abalanza contra ella. Corro en dirección a este, presa de la adrenalina e intento derribarlo, sin embargo, cuando llego a su lado, el holograma desaparece y me doy contra el piso, que ahora es el piso de un autobús en movimiento.
- ¿lo conoces? – pregunta un hombre sentado en uno de los asientos. Yo sigo en el piso. El hombre lee el diario en donde el titular señala : “Brutal asesino por fin atrapado”.
- ¿cómo dice? –pregunto.
- que si lo conoces – dice nuevamente. Miro el periódico y observo el rostro del hombre del periódico. Algo tiene ese hombre que me hace dudar si lo conozco o no, sin embargo, no pienso confesar algo de lo que no estoy segura – Dímelo – agrega el hombre.
- no lo conozco, señor – le respondo.
- mientes – dice el hombre alterándose y levantándose de su asiento – por favor, niña, ¡Podrias salvarme la vida!, ¿qué no ves? – me grita.
- ¡Le he dicho que no lo conozco! – le grito de vuelta.
- ¡Mientes! – grita el hombre avanzando hacia mí - ¡Mientes! – vuelve a gritar, está a solo centímetros de mí. Va a matarme y nadie hace nada -¡Mientes! – reitera mientras su manos se posan en mis hombros y comienza a desaparecer.
- ¡No miento! – Grito revolcándome en la silla.
- Grace, Grace, ya estás aquí, abre los ojos – me dice una voz que conozco perfectamente.
- ¡No miento! – grito nuevamente abriendo los ojos sin poder quitarme la imagen de aquel hombre con el rostro deformado.
- sé que no mientes nena, tranquila – me dice mi madre abrazándome. Me seco las lágrimas con la manga de mi sweater y me levanto de la silla.
- ¿qué vamos a hacer, Vanessa? – pregunta el abnegado.
- manipula los resultados, Tim, ya sabes que poner en los resultados – finaliza mi madre arrastrándome hasta la salida. Lo último que puedo ver, confundida al ver a mi madre aquí y al dialogo que cruzaron, que el hombre asiente.____________________0__________________
-¿Donde vamos mamá? – pregunto al ver que nos dirigimos al corazón del bosque y nos desviamos olímpicamente del camino a casa.
- escúchame atentamente, Gracie – dice mi madre tomándome el rostro entre sus manos – mañana en la ceremonia de elección, debes elegir Osadía, ¿me entiendes? – me ordenó.
- ¿cómo? – pregunto confundida.
- ¿lo que oíste, Grace? debes escoger Osadía, sin importar nada – me reitera con voz firme. Jamás había visto a mi madre tan seria. Podía ver el inminente terror en sus ojos.
- ¿por qué me pides esto a mí, mamá? – le pregunto sin entender el porqué del comportamiento. - ¿por qué no le exigiste esto a Mane? – pregunté alzando la voz.
- ¡Porque tú eres diferente, Grace! – grita mi madre tan fuerte que me asusta. Aparentemente, se da cuenta de que ha cometido al error al gritarlo a los cuatro vientos – tu eres diferente – susurra tratando de enmendar su error.
- ¿a qué te refieres con que soy diferente? – pregunto sin comprender.
-Gracie, eres una Divergente, tal como lo sospechaba – responde – un divergente, es quien no pertenece a una sola facción, sino que está en medie de dos o más facciones.
- ¿y eso… eso que tiene de malo, mamá? – pregunto.
- tiene todo lo malo, cariño – me explicó – y es mejor que no sepas mucho sobre ello así no te correrás riesgos – continuó. – mi hermano mayor era un divergente, Grace, era un divergente y por ello lo asesinaron – finalizó. Una sensación de hielo me recorrió la medula espinal haciendo que me estremeciera de pies a cabeza. – promételo Grace, promete que me harás caso – me suplicó mi madre.
- vale – asentí después de verla tan urgida como estaba – pero no me culpes si quedo sin facción, mamá, yo no pertenezco a ese lugar – le espeté.
- estoy segura que lo lograrás, cariño – me abrazó – y gracias – finalizó.______________________0______________________
La ceremonia de elección daba comienzo y la mujer encargada de las presentaciones daba las explicaciones pertinentes, las cuales me sabía de memoria. Luego de las indicaciones, cada uno de los destinados a elegir su facción fueron sido llamados por la coordinadora de ceremonia. A medida que se acercaban por orden de abecedario, mis manos sudaban más y más y mi cuerpo se descompensaba. Una batalla se liberaba en mi mente cuestionándose si debía o no romper la promesa que le había hecho a mi madre. Si rompía la promesa, mi vida corría peligro y mi madre no me hablaría jamás en mi vida. Si cumplía con la promesa y me decidía por Osadía, me quedaría sin facción.
- Grace Marie Briel – llamó la coordinadora. Me quedé un instante quieta sin poder moverme, mis piernas no se movía, estaban pegadas a la silla. Miré hacia donde estaba mi madre, las primeras filas. Ella no me miraba. Me armé de valor y me levanté. Si no fuera por un chico que estaba a mi lado quien me afirmó para no caer, hubiera ido a parar al piso. Le dí las gracias y comencé a avanzar hacia las peceras redondas que contenían los elementos característicos de cada Facción. Debía hacer un pequeño corte en la palma de mi mano y derramar la sangre sobre la pecera que contuviera el elemento de la facción a elegir. Tomé el cuchillo en mis manos y me hice el bendito corte. Mi mirada danzó entre la pecera de Erudición y la de Osadía. “- no puedo esperar a que termine la ceremonia y vuelvas a casa con nosotros, Grace “ recordé a Tessa, mi hermana menor mientras veníamos camino a la ceremonia. “-Lo siento mamá” pensé mientras ponía mi mano sobre la pecera de mi actual facción, sin embargo, levanté la mirada para observar a mi madre, su mirada era de desesperación. Cerré los ojos y recodé las palabras de mi madre “-Debes elegir Osadía” y luego no hubo duda alguna. Lo había prometido y no iba a fallarle. “- Cumplí mi promesa, mamá” pensé mientras la miraba a sus ojos inundados en lágrimas y oía el sonido de mi sangre hirviendo en el fuego de Osadía. Ficha semi-aceptada!Te falto algo de las reglas.
Tu escrito es muy bueno, escribes muy bien y se nota que tienes mucho talento, really lo ame (no pongo más bc's me contagiaron la paja)
Mess.
Re: Perfect boys only exist in books RESULTADOS
De hecho soy gringa ;-;Melissa escribió:Ah sí, el gif! Sorry es que las reglas y todo ese tema lo leí mucho ants de publicar la ficha y despues se me fue x_x "Paja" uumm... nosé por qué tengo la ocurrencia que eres Chilenisis hajajsjsjjajs o me equivoco? :S El gif ya esta donde corresponde :)Violet Harmon. escribió:Melissa escribió:
Anna Risermoon† Nombre completo: Anna Risermoon
† Edad: Diecinueve años
† Pareja/libro: Daniel Grigori / Oscuros
† Representante: Kristen Stewart
† Escrito:
- Clickea here:
Capítulo 4 Make the right Choice
El viento sopla fuerte y provoca que mi cabello me cubra el rostro e impida ver por donde camino. Levanto mis manos cansadas y lo aparto rápidamente para no tropezar con los adoquines sobresalientes del piso. Me sudan las manos y las piernas me tiemblan.
- ¿Estás bien hija? – pregunta mi madre deteniéndose en medio camino tomándome de la muñeca para frenar mis pisadas aceleradas y voltearme para mirarla a la cara. No sé como decirle que me siento pésimo y que no me es posible controlar mi cuerpo. En lugar de soltar unas cuantas palabras, niego con la cabeza. – No te sientas nerviosa, cariño, es solo una prueba… - me susurra al oído abrazándome con fuerza. No sé si es idea mía o mi madre está igual o más nerviosa que yo.
Seguimos el camino hacia el gran edificio donde se llevarán a cabo los exámenes. A penas llegamos al lugar, veo todo el estrago que se ha formado y mi ansiedad crece. Lo único que quiero en estos momentos es salir corriendo y no volver. Miro a mi madre y le tomo la mano apretándola con fuerza.
- Ma… - le susurro. Puedo notar que me tiembla la voz exageradamente –sácame de aquí ma, por favor – le pido apretando cada vez más sus manos. Se preguntarán ¿por qué tanto alboroto por un simple examen? Y la respuesta es que no es un simple examen y no es cualquier examen. Es un tipo de simulación que sucede en tu mente pero pareciera que estuvieras viviéndola en carne propia, o al menos es lo que Mane me ha contado. Es como si se metieran en tu mente y te transportaran mágicamente. Esto quizá les sonará estúpido, pero es un examen que definirá quien eres y donde perteneces.
- Grace, nena… - me llama mi madre tomando mi cara entre sus manos – Grace mírame – levanto la mirada lentamente y me encuentro con esos ojos que me transmiten la paz que necesito – no pasa nada, cielo, son solos unos cuantos minutos, nada va sucederte, yo estaré allí apenas despiertes. – Me prometió.
- pero no pue… - comienzo a susurrar arrugando el entrecejo.
- solo estaré allí – me sonrió. Había olvidado el alto rango que tenía mi madre en el Consejo de Erudición. Asiento indecisa y me doy la media vuelta lista para posicionarme en el lugar que me corresponde en la larga fila. Cuando la fila comenzó a avanzar, perdí de vista a mi madre y la paz que había ganado se esfumó por completo. Nos metemos a un gran salón donde tenemos que aguardar a que nos llamen por nuestro nombre. No reconozco a nadie y no me importa, no estoy de ánimos de hablar con nadie, solo quiero que todo esto termine.
- ¿Quieres uno? – me dice una chica a mi lado. Levanto mi mirada desde mis manos y vuelvo mi cabeza en noventa grados para mirarla. Es una chica pelirroja que me tiene una cajita de lo que seguramente son pastillas.
- no, gracias – respondo antes de volver a mirar mis manos entrelazadas en mi regazo.
- vamos, no harán nada más que calmarte – insiste – te ves tensa y nerviosa, acéptame uno, ¿sí? – finaliza. A juzgar por su amabilidad más que por su vestimenta que la identifica, es una chica de Cordialidad. Decido no ser grosera y aceptarle una pastillita que me ha ofrecido con tanta amabilidad. Quizá si encuentro a alguien con quién hablar, mis nervios se esfumen. Le tiendo la mano y dejo que deposite una pastilla color celeste en ella – solo tienes que meterla en la boca y dejar que se deshaga – me explica sonriendo.
Pasamos un rato en silencio incomodo oyendo los nombres de los chicos que deben comenzar con la simulación.
- Soy Calíope – me dice tendiéndome la mano –puedes llamarme Cali – se presenta con su característica sonrisa.
- Grace – respondo mientras agitamos nuestras manos tomadas. Intento devolverle la sonrisa pero me resulta una mueca de medio lado.
- Bien, Grace, te deseo suerte – dice levantándose – iré a ver lo que acontece por allí y a ver si pillo a alguno de mis amigos para charlar antes de la hora de la verdad, nos vemos y suerte – se despide con la mano a lo que respondo de la misma manera esbozando una sonrisa de medio lado. Me agrada.
Pasa el tiempo y no pronuncian mi nombre. Eso provoca que mis nervios incrementen y que la pastillita de Cali no provoque el efecto buscado.
No entiendo por qué me causa tanto revuelo, independiente de el resultado de la simulación, me quedaría en mi facción, Erudición, no podría encajar en ninguna otra.
- Grace Marie Briel – me llama por altoparlante. Me levanto y me afirmo de la silla hasta que recobro el equilibrio que había perdido cuando escuché mi nombre. Camino con paso firme entre la gente, algunos me miran atentos, otros se preocupan de sus asuntos. Camino lentamente hasta la sala trece, mi numero de la suerte. Abro la puerta y observo al hombre con ropas grises que ojea una hoja a través de sus gafas en medio de su nariz de pájaro. Cierro la puerta para que se percate de mi presencia. Me sonríe y se acerca aquí.
- eres la hija de Vanessa y Albert ¿no es así? – pregunta el hombre amistoso, como la mayoría de los Abnegados.
- s…sí – respondo.
- pues pasa a sentarte, tu madre me contó de tu miedo, así es que haremos que esto pase rápido y sin más preámbulos – Finalizó dándose la vuelta para dirigirse a la silla donde debo sentarme. Me encamino a aquella silla de Ortodoncia y agarro los braceros con todas mis fuerzas.
- bébete esto – me dice con voz serena. Tomo el líquido espeso que me entrega. El suero del que me había hablado Mane. – ¿Sabes que a mí también me tocó examinar a tu hermana mayor? –pregunta mientras me bebo el suero.
- ¿a Mane? – pregunto. Sin embargo, no alcanzo a escuchar con claridad su respuesta ya que comenzó a sumirme en un sueño.
Despierto en una habitación oscura, frente a mí tengo una cesta con un queso y otra con un cuchillo enorme.
- Elige, querida – escucho la voz del hombre. Miro a todos lados buscándolo pero no lo encuentro, seguramente me habla desde fuera de la simulación. Observo las cestas y no estoy segura de qué elegir. No me gustan los cuchillos, son símbolo de violencia y detesto la violencia., pero ¿por qué elegir entre estas cosas? Entonces es cuando recuerdo las palabras de Mane “- no preguntes nada, solo déjate llevar por tu instinto, de eso se trata la simulación, de instinto.” Levanto la mano izquierda – soy zurda – para tomar el queso, pero comienza a desaparecer como un holograma.
- se acabó el tiempo – dice el hombre. ¿Qué? Mane jamás me menciono que tenía un tiempo determinado en la simulación. “-Instinto” repite la voz de mi cabeza. Y ahí es cuando entiendo, el instinto no debe titubear ni un segundo, o lo es o no lo es.
Luego aparezco en una habitación. Busco el objeto al que me enfrentaré ahora y cuando lo encuentro, los pelos se me erizan y mis manos comienzan a sudar. Un perro gigantesco me enseña sus enormes y filosos dientes. “-No puede dañarme” Repito en mi mente, pero esta no reacciona. Este era el motivo por el que debía escoger. Perfecto, ahora no tengo con qué defenderme. Trato de recordar uno de los tantos libros que he leído sobre animales y recuerdo uno que leí hace un tiempo atrás en donde enseñaban que se debía hacer en este tipo de situaciones en aprietos. Entonces miro al perro directamente a los ojos con toda la seguridad que se me permita. “- no te tengo miedo, soy superior a ti” Pienso. Entonces, luego de un rato, el perro deja de gruñirme y comienza a relajar sus extremidades, no tiene porqué ponerse a la defensiva. Cuando por fin suspiro relajada, la imagen de un niña castaña aparece ante mis ojos y llama al perro, quien no la reconoce y se abalanza contra ella. Corro en dirección a este, presa de la adrenalina e intento derribarlo, sin embargo, cuando llego a su lado, el holograma desaparece y me doy contra el piso, que ahora es el piso de un autobús en movimiento.
- ¿lo conoces? – pregunta un hombre sentado en uno de los asientos. Yo sigo en el piso. El hombre lee el diario en donde el titular señala : “Brutal asesino por fin atrapado”.
- ¿cómo dice? –pregunto.
- que si lo conoces – dice nuevamente. Miro el periódico y observo el rostro del hombre del periódico. Algo tiene ese hombre que me hace dudar si lo conozco o no, sin embargo, no pienso confesar algo de lo que no estoy segura – Dímelo – agrega el hombre.
- no lo conozco, señor – le respondo.
- mientes – dice el hombre alterándose y levantándose de su asiento – por favor, niña, ¡Podrias salvarme la vida!, ¿qué no ves? – me grita.
- ¡Le he dicho que no lo conozco! – le grito de vuelta.
- ¡Mientes! – grita el hombre avanzando hacia mí - ¡Mientes! – vuelve a gritar, está a solo centímetros de mí. Va a matarme y nadie hace nada -¡Mientes! – reitera mientras su manos se posan en mis hombros y comienza a desaparecer.
- ¡No miento! – Grito revolcándome en la silla.
- Grace, Grace, ya estás aquí, abre los ojos – me dice una voz que conozco perfectamente.
- ¡No miento! – grito nuevamente abriendo los ojos sin poder quitarme la imagen de aquel hombre con el rostro deformado.
- sé que no mientes nena, tranquila – me dice mi madre abrazándome. Me seco las lágrimas con la manga de mi sweater y me levanto de la silla.
- ¿qué vamos a hacer, Vanessa? – pregunta el abnegado.
- manipula los resultados, Tim, ya sabes que poner en los resultados – finaliza mi madre arrastrándome hasta la salida. Lo último que puedo ver, confundida al ver a mi madre aquí y al dialogo que cruzaron, que el hombre asiente.____________________0__________________
-¿Donde vamos mamá? – pregunto al ver que nos dirigimos al corazón del bosque y nos desviamos olímpicamente del camino a casa.
- escúchame atentamente, Gracie – dice mi madre tomándome el rostro entre sus manos – mañana en la ceremonia de elección, debes elegir Osadía, ¿me entiendes? – me ordenó.
- ¿cómo? – pregunto confundida.
- ¿lo que oíste, Grace? debes escoger Osadía, sin importar nada – me reitera con voz firme. Jamás había visto a mi madre tan seria. Podía ver el inminente terror en sus ojos.
- ¿por qué me pides esto a mí, mamá? – le pregunto sin entender el porqué del comportamiento. - ¿por qué no le exigiste esto a Mane? – pregunté alzando la voz.
- ¡Porque tú eres diferente, Grace! – grita mi madre tan fuerte que me asusta. Aparentemente, se da cuenta de que ha cometido al error al gritarlo a los cuatro vientos – tu eres diferente – susurra tratando de enmendar su error.
- ¿a qué te refieres con que soy diferente? – pregunto sin comprender.
-Gracie, eres una Divergente, tal como lo sospechaba – responde – un divergente, es quien no pertenece a una sola facción, sino que está en medie de dos o más facciones.
- ¿y eso… eso que tiene de malo, mamá? – pregunto.
- tiene todo lo malo, cariño – me explicó – y es mejor que no sepas mucho sobre ello así no te correrás riesgos – continuó. – mi hermano mayor era un divergente, Grace, era un divergente y por ello lo asesinaron – finalizó. Una sensación de hielo me recorrió la medula espinal haciendo que me estremeciera de pies a cabeza. – promételo Grace, promete que me harás caso – me suplicó mi madre.
- vale – asentí después de verla tan urgida como estaba – pero no me culpes si quedo sin facción, mamá, yo no pertenezco a ese lugar – le espeté.
- estoy segura que lo lograrás, cariño – me abrazó – y gracias – finalizó.______________________0______________________
La ceremonia de elección daba comienzo y la mujer encargada de las presentaciones daba las explicaciones pertinentes, las cuales me sabía de memoria. Luego de las indicaciones, cada uno de los destinados a elegir su facción fueron sido llamados por la coordinadora de ceremonia. A medida que se acercaban por orden de abecedario, mis manos sudaban más y más y mi cuerpo se descompensaba. Una batalla se liberaba en mi mente cuestionándose si debía o no romper la promesa que le había hecho a mi madre. Si rompía la promesa, mi vida corría peligro y mi madre no me hablaría jamás en mi vida. Si cumplía con la promesa y me decidía por Osadía, me quedaría sin facción.
- Grace Marie Briel – llamó la coordinadora. Me quedé un instante quieta sin poder moverme, mis piernas no se movía, estaban pegadas a la silla. Miré hacia donde estaba mi madre, las primeras filas. Ella no me miraba. Me armé de valor y me levanté. Si no fuera por un chico que estaba a mi lado quien me afirmó para no caer, hubiera ido a parar al piso. Le dí las gracias y comencé a avanzar hacia las peceras redondas que contenían los elementos característicos de cada Facción. Debía hacer un pequeño corte en la palma de mi mano y derramar la sangre sobre la pecera que contuviera el elemento de la facción a elegir. Tomé el cuchillo en mis manos y me hice el bendito corte. Mi mirada danzó entre la pecera de Erudición y la de Osadía. “- no puedo esperar a que termine la ceremonia y vuelvas a casa con nosotros, Grace “ recordé a Tessa, mi hermana menor mientras veníamos camino a la ceremonia. “-Lo siento mamá” pensé mientras ponía mi mano sobre la pecera de mi actual facción, sin embargo, levanté la mirada para observar a mi madre, su mirada era de desesperación. Cerré los ojos y recodé las palabras de mi madre “-Debes elegir Osadía” y luego no hubo duda alguna. Lo había prometido y no iba a fallarle. “- Cumplí mi promesa, mamá” pensé mientras la miraba a sus ojos inundados en lágrimas y oía el sonido de mi sangre hirviendo en el fuego de Osadía. Ficha semi-aceptada!Te falto algo de las reglas.
Tu escrito es muy bueno, escribes muy bien y se nota que tienes mucho talento, really lo ame (no pongo más bc's me contagiaron la paja)
wasteland
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