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Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Laa sigooo:))constanza echelon leto escribió:Siiigueelaaa♥
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Laa sigooo!:)).KittyJSM. escribió:Me encantooo!!!
Seguilaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Hola, solo se masturbo el tipo.Debby escribió:omg, eso fue intenso, y para colmo en ciertos momentos era tan realista que parecia que Lou estuviera ahí con el.
Por dios, ese tipo tiene que ceder JAJAJ
Seguila pronto por favor! bye ♥
Esta autora al parecer ama describir como se masturban.
Louis se rige por sus reglas y bueno harry es lindo y una caliente tentación para el, así que, veremos que hace, o que no hace.
Saludos
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Tranquila, casi siempre me dicen eso.Rebeca. escribió:Perdón JAJ
Siempre me pasa lo mismo...
Cuando digo adaptaciones, me dicen que solo traducen y cuando pongo traducciones me dicen que son adaptaciones... *se pega un tiro*
El cap. JAJAJA me mato el hecho de imaginarme a Harry cachondo.. no se... como que me encanto xD
PUTA si se emociona solo con sus dedos ya me imagino cuando Lou le de verdad... xD
Sube pronto.
Rebe se despide.
ahahahah, ni consolador uso y se emociono el tipo.
La sigoo:))
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Holaa,constanza echelon leto escribió:Por la shushis siguela me desespero gauamhkgk okno._.'
laa sigooo:)))
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Hola.ElectricBlue13 escribió:Demasiado intenso y doloroso,juo que pense que en algun momento Louis se metio magicamente en la ducha o algo(? Ah dios tus fics son responsables de que no duerma nada .
Seguila seguila seguila ah buenas noches Liz :)
intenso y algo realista?, no se, esta autora se emociona escribiendo cuando se masturban los tipos estos.
Oh, tienes que dormir, dormir es algo bueno para tu salud!
La sigooo:)
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
La sigooo:)))constanza echelon leto escribió:Siiguela :)
Invitado
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Capitulo 3.
Louis luchaba como el mismo diablo para controlar su gruñido. Sentado frente a la oficial en jefe y uno de los detectives encargados del caso Sarna, Louis se sentía como si pudiera hacer un gran huevo de ganso por la lastimosa cantidad de información que Harry y él habían conseguido sobre la desaparición de Daria.
—Este es el octavo día —dijo Louis, echando un vistazo a los dos hombres del otro lado de la mesa—. ¿Están inclinados a pensar que está muerta y no buscarla, o que huyó de nuevo?
El detective, un hombre de mediana edad perdiendo cabello, resopló y escupió una maldición familiar. —No sé. No encontramos gente que conociera a la chica y el padre cree que algo siniestro le ha ocurrido, pero no sabe una mierda acerca de su vida, por lo que no puede darnos ningún indicio que nos guie a qué o por qué algo terrible podría haberle sucedido. Él va y viene entre algún novio secreto secuestrándola o que alguno de esos vagabundos a los que la niña ayudaba la lastimó. La esposa está asustada, pero tengo la sensación de que conocía la personalidad de su hija un poco mejor y aún cree que es posible que Daria se fuera por su cuenta y que volverá a casa. El chico, Declan, está preocupado, pero es un imbécil de mierda a la hora de compartir información, y los amigos no parecen preocupados por la desaparición de la niña. Eso no significa que seamos estúpidos o que no le estemos dando el valor a esto. Estamos cubriendo todas nuestras bases. Mantener un ojo en las personas, mientras investigamos las sospechas del padre.
—¿Han descartado a alguien?
—Vamos, hombre. Jodidamente sabes que no te diré eso. —El detective se inclinó hacia adelante, escupiendo fuego de sus ojos—. Estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Hemos publicado su foto y dado la información a los medios de comunicación, tenemos una línea directa y estamos siguiendo cada pista, sabes que el 99 por ciento es basura. Joder; incluso se hizo una búsqueda completa de las áreas boscosas de la interestatal entre aquí y Chicago basado en uno de esos consejos. Eso no sirvió en absoluto. ¿Crees que puedes hacerlo mejor? —El detective miró fijo a Louis y Harry como si fueran mierda pegajosa en la suela de su zapato—. Son bienvenidos.
Un nudo de palabras bien escogidas luchaban en la garganta de Louis tratando de liberarse. «Entonces, así es lo que se siente desde afuera». Loui también había cumplido con su cuota justa de dar mierda a los consultores e investigadores del sector privado en sus días en el departamento de homicidios. La lucha ardía en su pecho, pero en contra de su naturaleza, puso una tapa en su estado de ánimo y se puso de pie.
—Gracias por su tiempo. —Louis se inclinó sobre la mesa y le dio la mano al detective—. Si descubrimos algo útil, se lo haremos saber.
Harry se levantó, siguiendo el ejemplo de Louis. —Sí, gracias por haber accedido a hablar con nosotros. —Después de intercambiar un apretón de manos y tarjetas de visita con los dos hombres y salir de la oficina, Harry murmuró—: Podría haber conseguido información más útil del perro callejero de afuera.
—Definitivamente. —Louis arqueó una ceja hacia Harry mientras se movían a través de la estación—. Pero ¿entendimos lo que estaban tratando de decirnos?
—¿Qué? —Harry miró a Louis con recelo—. Oh. —Puntos dobles de color rojo mancharon sus mejillas—. Porque comenté lo del perro y entonces tú dijiste que si nosotros los entendimos. —Harry bajó su atención hacia el suelo, y su voz volvió a caer—. Eso fue gracioso.
Cristo, Louis quería empujar a Harry a un lado y besar sus rojas mejillas. En cambio, golpeó su hombro contra el de Harry. —Esa es una de esas cosas que dices que no tiene el mismo significado para cualquiera que las oiga. ¿Cierto?
Harry se encogió de hombros sin levantar la vista. —Mal hábito. Lo siento. Ah. —Un hombre empujó a Harry que chocó contra él y los envió a ambos contra la pared—. Lo siento. —Harry agarró al hombre evitando que cayera—. ¿Estás bien?
El rubio desaliñado levantó las manos y dijo: —Sin daño —y siguió caminando.
Louis dio un paso adelante y abrió la puerta para Harry. —¿Estás bien? —preguntó, incapaz de apartar los ojos de Harry que se frotaba el hombro. Louis cerró la mano en un puño. Le dolían los dedos por hacerse cargo de la tarea él mismo—. Ese tipo te golpeó muy duro.
—Sí, estoy bien. —Harry le dio a Louis una dulce sonrisa que agitó su estómago. En la siguiente respiración, Harry giró los ojos esmeraldas hacia Louis y Louis sin pensarlo se acercó más para inhalar el aroma del hombre a ropa de cama limpia. «Maldición». Casi gimió.
Colocando el expediente bajo el brazo, Harry bajó los dos escalones delante de él. Llegando a la acera, miró a Louis. —¿Estás bien? —Él entrecerró los ojos y ladeó la cabeza hacia un lado.«Joder». —Sí. Estoy bien.
—¿Qué sigue en la agenda?«Agenda. Cierto, la agenda». Louis se daría una patada en el culo si pudiera. «Maldición, hombre. Mantente en tus pantalones». Tenían una niña desaparecida en sus manos.
Uniéndose a Harry, Louis sacó la mierda del lugar. —Ahora quiero visitar a cada uno de los amigos de Daria aquí, en Arlington Heights, para ver si podemos encontrar una grieta en una de sus historias. Entonces quiero ir a la casa de Sarna.
Harry se estremeció cuando Louis cerró la puerta del carro con un controlado y preciso movimiento que resonó más fuerte que un simple golpe. Habían pasado media mañana, el almuerzo y la tarde entrevistando a muchos de los amigos de Daria. Como el detective les había dicho esta mañana, ninguno de ellos tenían la más mínima preocupación por el paradero de su amiga. Mientras tanto, Harry había visto los hombros de Louis tensarse más y más con cada conversación. Su paciencia visiblemente era más delgada ahora. Louis tenía que estar acostumbrado a chocar con obstrucciones durante sus días en la fuerza, pero Harry sospechaba que la aparente indiferencia de este grupo de personas había desgastado seriamente su habitual control.
El cuello de Louis tronó cuando movió la cabeza de un lado a otro. Vio a Harry y luego frunció el ceño en dirección a la casa estilo Tudor de los Sarna. —Vamos a hacer esto —dijo, y se movió hacia la finca palaciega.
—Hey. —Harry se acerco tomó el brazo de Louis antes de que el hombre pudiera completar su primer paso. Louis lentamente se giró hacia Harry, dirigiendo esa feroz mirada hacia él, pero no retrocedió ante el gruñido. No le importaba que le mordiera en estos momentos.
Harry movió sus manos por los brazos de Louis hasta los gruesos hombros y calmó la tensión que encontró allí. Se aferró a Louis y se encontró con su mirada llena de preocupación. —Respira conmigo, ¿bien? —Harry tomó y exhaló una bocanada de puro aire invernal, esperando lograr que se uniera a él. Moviendo la cabeza, Harry dejó que sus pulmones se expandieran con una segunda dosis de aire fresco—. Toma un respiro, Louis. No quiero que tu malestar te haga perder ver algo importante en la habitación de Daria. ¿Bien?
Loguis se calmó bajo las manos de Harry, y algo de la capa de frío hielo polar se disipó de sus ojos. —¿Puedes decir que estoy molesto?
—Enojado podría ser una opción más precisa de palabra —corrigió Harry.
Los labios de Louis se cerraron a una delgada línea. —Por lo general hago un mejor trabajo ocultándolo. —Él hizo que la declaración se oyera como una maldición.
Harry no podía dejar de ver la dura y sexy línea de la boca de Louis. —Nunca has estado conmigo —murmuró, aun frotando las rígidas líneas que mantenían a Louis tenso.
—Tienes razón —dijo Louis, su respuesta tan ronca y sorprendente que hizo que Harry lo mirara fijo. Todos los rastros de frialdad habían huido de los ojos de Louis—. No lo he hecho. «Mierda». Louis había respondido con palabras que tenían sentido, por lo que eso significaba que Harry había hablado en voz alta lo que en realidad pensaba de ellos siendo compañeros. La boca de Harry se secó lo suficiente como para evitar que cualquier palabra saliera. «Mantén tu jodida boca bajo control». Harry nunca había dejado que lo que murmuraba para sí mismo fuera para alguien más.
—¿Harry? —La voz de Louis se hundió en Harry como dura, caliente y masculina carne penetrándolo, y jaló a Harry a la realidad—. ¿Harry?
Parpadeando, Hary miró hacia el bronceado y hermoso rostro. —¿Qué?
Louis miró hacia abajo. Harry siguió la mirada para encontrar sus dedos sosteniendo la tela.
—Me estás estrangulando con mi corbata —dijo Louis.
—Oh. —Harry entró totalmente de nuevo a la realidad. De inmediato soltó la corbata y trató de suavizar las arruga que había dejado en la ropa de Louis—. Lo siento.
Louis cubrió la mano de Harry con la suya. El shock del contacto causó un frenético alboroto en Harry. —Está bien —dijo Louis. Deteniendo la atrapada mano de Harry contra su duro y plano abdomen, Harry empezó a respirar un poco desigual—. No me gusta la corbata. —Los labios de Louis ni remotamente se elevaron, pero Harry podría haber jurado que la dura línea de la boca escondía una sonrisa, sólo para él.«¿Cómo es eso posible?»
Harry levantó la mano, con ganas de sentir lo que no podía ver realmente, cuando el sonido de una puerta abriéndose y cerrándose seguido por voces lo trajeron a estrellarse de nuevo con la realidad. Harry y Louis apartaron sus manos y pusieron distancia entre ellos mientras Elise Sarna y un hombre alto, atractivo y moreno que Harry reconocido como uno de los socios de Sarna, salían de la casa.
Esta vez, Harry deliberadamente pero sutilmente se inclinó hacia Louis y mantuvo la voz baja. —Phillip Cosgrove. — Él sabía de forma automática que Louis querría el nombre del hombre antes de una presentación oficial—. Cazador de tesoros, contratista independiente que trabaja a veces en Importaciones Sarna. Hace unos dos meses, les encontró una pieza de joyería en la India que Sarna luego vendió por un cuarto de millón de dólares.
—Jesús.
—En eso tienes razón. —Harry cuidadosamente se movió a la pareja que se acercaba, extendió la mano primero a Elise—. Señora Sarna, gracias de nuevo por permitir que su hogar esté dispuesto para la investigación.
—Claro. —Elise estrechó la mano de Harry, sosteniéndola delicadamente—. Lo que sea que necesiten, siempre que lo necesiten. Simplemente pregunten. —Su color estaba un poco del lado pálido y se frotaba las manos contra sus brazos, como si el largo abrigo color camello no la protegiera del frío—. Me temo que aún no hay ninguna nueva información de la policía hoy.
—Lo sé —dijo Harry—. Hablamos con ellos como parte de nuestra investigación. Lo siento mucho.
Elise se rio por los nervios. —Me sigo diciendo que es mejor no oír nada. —Ella se encogió de hombros, pero se veía solo medio indiferente en el mejor de los casos—. Entonces, al menos sigue habiendo una oportunidad de que Daria nos llame y nos diga que le enviemos dinero para un boleto de avión porque está lista para regresar a casa.
El corazón de Harry se hundió; pero inseguro de que Elise aceptara palabras de confort, se mantuvo a una distancia respetable con las manos en los bolsillos. —Eso es comprensible, señora.
Un silencio incómodo que permitía oír los grillos cantando en la distancia se sentó pesado entre los cuatro. De repente, Elise extendió el brazo hacia la casa. —Por favor, no duden en entrar. Declan está en casa y puede contestar cualquier pregunta que puedan tener. Pido disculpas... —Ella miró a Louis por primera vez—. Estoy tan distraída que no pienso en la cortesía la mitad del tiempo. Señor Tomlinson, él es Phillip Cosgrove, uno de nuestros socios. Phillip —le tocó el codo—, el señor Tomlinson está al frente de la investigación privada acerca de Daria. Creo que conoces a Harry.
Después de intercambiar un apretón de manos con Louis, Phillip inclinó la cabeza hacia Harry. —Sí. Lamento que nuestros caminos se crucen en estas circunstancias.
Harry asintió. —Nosotros también.
—Phillip está aquí brevemente por asuntos del negocio —compartió Elise—, pero también ha ofrecido sus contactos en el extranjero para actuar como ojos y oídos de nosotros en caso de que Daria hubiera decidido viajar al exterior. Lo hizo sin dejar un rastro antes, así que no acepto ciegamente la que la policía me dijo acerca de que no está en ninguna de las listas de pasajeros.
—No tengo gente en todas partes —aclaró Phillip—, pero los contactos que tengo pueden preguntar en media docena de países en Asia y Medio Oriente. Ellos conocen a otras personas que yo no, por lo que he pedido hacer correr la voz y me dirán si algo suena prometedor.
—La última vez que desapareció durante tanto tiempo —dijo Elise— apareció en España. —Su barbilla tembló—. Quizás lo volvió a hacer.
La garganta de Harry se tensó por esa mujer. —Esperemos eso.
—¿Tienen una tarjeta? —Phillip preguntó—. Si alguien me avisa de un rumor o que la han visto se los haría saber. Elise ya me ha dado la información del contacto de la investigación oficial.
Louis y Phillip intercambiar tarjetas de visita, con Louis murmurando su agradecimiento por la cortesía. Phillip le aseguró que haría todo lo posible para ayudar. Luego miró su reloj, discretamente, pero Harry lo vio. Elise también.
Ella dijo: —Me gustaría poder estar aquí para responder a cualquier pregunta que pueda tener, pero tenemos un cliente que sólo puede estar en la ciudad hoy. Tengo que manejar la situación. Stephen esta... —Sus ojos azul topacio brillaron—. Stephen no está disponible para encargarse de esto. Ustedes tienen mi número...
—Llamaremos si necesitamos algo —Harry terminó la solicitud de ella.
Elise tocó la mano de Harry. —Gracias. —Entonces siguió a Phillip a un lujoso Sedán, Harry imagino que quizás costaba más de lo que él ganaría en dos años.
Mientras que Phillip y Elise cruzaban el portón de seguridad, Louis hizo un ruido poco elegante. —Ese tipo está follando con esa mujer.
Harry estrecho su mirada hacia el carro que se alejaba. En la calle, otro vehículo los siguió. —¿En serio?
—Infiernos, sí. —Louis hizo sonar la observación como si fuera lo más obvio del mundo—. Él puso su mano en la parte baja de la espalda de ella dos veces, probablemente ni se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Ella ni siquiera se inmutó; ella está acostumbrada a su tacto. No estoy diciendo que vayan a follar ahora, no creo que ella sea tan estúpida con la policía vigilándola. Sólo estoy diciendo que tienen una relación. Una íntima.
Harry arqueó una ceja. —¿Crees que por eso él se ofreció a ayudar a encontrar a Daria?
Louis deliberadamente le mostro la más exagerada y cómica expresión que Harry hubiera visto en la hermosa y dura cara del hombre.
—Sí, está bien. —Harry puso los ojos en blanco—. Pregunta estúpida. Por supuesto que sí. Sin embargo, sabes que ayuda es ayuda. Y no estamos aquí para hacer una investigación de infidelidad sino para encontrar a una chica.
—Incluso si quisiéramos decir algo, no tenemos ninguna prueba para el marido. —La mirada de Louis se deslizó a francamente gélida.
—Buen punto. —Ver la gélida mirada de Louis erizó el vello del cuello de Harry.
Louis se dirigió a la puerta, y Harry se apresuró a alcanzarlo. Cuando Harry se detuvo al lado de Louis, él puso su mano en la muñeca de Louis. —¿Estás listo para hacer esto?
Louis tomó una respiración profunda y visible. —Me siento más sano ahora —dijo—. Gracias. —Frunció el ceño y su mandíbula desarrolló un tic. Le tomó un puñado de latidos del corazón, pero finalmente hizo contacto visual con Harry. Y le sostuvo la mirada—. Tenías razón al detenerme, y realmente me ayudaste a enfocarme de nuevo. —La cercanía hacía que ardiera fuego a su alrededor, como si estuvieran arropados juntos en una cálida isla tropical, mientras que una tormenta de hielo se formaba alrededor de ellos—. Es bueno que estés aquí.
Tan natural como respirar, Harry deslizó su mano por la muñeca de Louis a la mano. —Me alegro.
Algo cambió en los ojos de Louis a un profundo humo, por lo que Harry pensó en sexo clandestino rodeado de árboles en el bosque, el musgo amortiguando su espalda mientras su amante lo tomaba en el suelo húmedo del bosque. Las aletas de la nariz de Harry se movían, como si pudiera oler los árboles de hoja perenne en estos momentos. Se tambaleó hacia Louis, y Harry no podría jurarlo, pero creía que Louis quería apartarse del contacto. «Oh, hombre».
La puerta principal se abrió y ambos se separaron. Declan se quedó allí, con la boca torcida en una cínica sonrisa. —¿Van a hacerlo en la puerta de mi casa, o van a entrar y hacer su trabajo? —Con ese comentario maleducado, Declan desapareció en la casa, dejando la puerta abierta.
Louis entró.
Harry lo agarró del brazo y dijo una palabra. —Respira.
La sonrisa de Louis era única, inesperada, y francamente salvaje. —Acabas de salvar la vida de ese niño. —Entró en la casa sin decir una palabra.
Con Declan en la casa, Harry rápidamente lo siguió.
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—No creo que esté encontrando algo útil. —Harry miró a Louis, que estaba de pie con las manos apoyadas en las puertas abiertas de un armario enorme del otro lado del cuarto de Daria—. ¿Y tú?
—Estamos pintando un cuadro —dijo Louis, sin darse la vuelta—. Eso es siempre útil.
Harry abrió un cajón de la mesita y empezó a revisar el contenido. —¿Qué tipo de cuadro estás viendo?
—Bueno, ella no es tan frívola ni tan juvenil como pensé que podría ser —contestó Louis—. Quiero decir, mira este cuarto. —Finalmente, se giró, y Harry miró a Louis que escaneaba todos los rincones de la enorme habitación—. Todo tiene su lugar. Eso no es una cosa de limpieza, sino que es más de alguien que mantiene el orden. Todo está organizado. —Se colocó en cuclillas delante de una línea de estantes bajos, Louis tocó algunos de los lomos de los libros—. Aparte de algo de Homero y de Dickens, no hay mucha ficción aquí. Esperaría un poco de romance o de bestseller contemporáneos en estos estantes. ¿Cuántas niñas ricas de veinte años que se consideran frívolas y que son propensas a desaparecer sin avisar a nadie leen también sobre los soldados en Afganistán o la Freakonomics o la difícil situación de las mujeres africanas para educar a sus hijas?
Harry hojeó un pequeño cuaderno de espiral, buscando algo más allá que un garabato para recoger un regalo de bodas o comprar un par específico de zapatos. —Quizás sólo le falta imaginación para leer ficción. A algunas personas les pasa. Que los estantes estén llenos de ese tipo de libros no significa automáticamente que los haya leído, podría ser más como un objetivo noble, o incluso que los compró por las apariencias.
Louis entrecerró los ojos aun estudiando la habitación de Daria. —Quizás te compraría eso; salvo que viendo la habitación en su conjunto, la parte superior del escritorio y tocador, son precisos y minimalistas. No hay ningún recuerdo de la secundaria o la universidad o alguna chuchería para conmemorar una fiesta, novios o amigos. Ella tiene unas cuantas fotos de la familia, pero el resto están en álbumes en sus estantes. Ella no tiene una cantidad obscena de ropa, zapatos, ni bolsas. Lo que tiene está de moda, pero de aspecto profesional, a pesar de que la chica no tiene oficialmente un trabajo.
Harry hizo una pausa. —¿Qué hay de su apartamento en la ciudad?
—Básicamente lo mismo que aquí. —Louis se encogió de hombros, su atención se centraba ahora en Harry—. Nada parecía faltar o fuera de lugar.
—Supongo que es interesante. —A Harry no le gustó el repentino frío que se deslizaba por su columna—. Quizás.
—Esto no indica que sea una chica frívola que se vaya cuando se le dé la gana. —La exasperación era evidente en las palabras de Louis—. Ni siquiera veo espacios vacíos en el armario o los cajones. No parece que se haya llevado nada. A menos que ella planeara comprar toda la ropa nueva a donde quiera que fuera, esto no tiene ningún sentido.
Harry se quedó muy quieto. En las últimas veinticuatro horas, no podía decir que hubiera aprendido muchas cosas útiles acerca de Daria. Louis, sin embargo, era una historia diferente. Harry se había encontrado que tenía un don para leer los destellos en los ojos de Louis, la fuerza de su boca, y en la forma en que sus hombros y su espalda se tensaban, como si hubiera trabajado con el hombre desde hace veinte años. «O viviera con él». La línea de la boca de Louis en estos momentos lo decía todo.
—No crees ni remotamente que Daria se haya ido por su propia voluntad —susurró Harry. Cualquier esperanza de que Daria estuviera viva cayó en picada haciendo que a Harry se le revolviera el estómago.
Louis asintió, su rostro bruscamente se volvió sombrío. —La única cosa que no está aquí —se paró frente al escritorio de Daria con los brazos abiertos—, es su laptop. ¿Cómo es que no tiene una laptop o una computadora de escritorio?
Una sombra cruzó la lujosa alfombra blanca, y una voz masculina le siguió. —Ella tenía una —dijo Declan desde la puerta—. La traía ese día, antes de su desaparición. Lo recuerdo porque ella estaba jugando un juego en línea con uno de mis amigos de la fiesta, que estaba usando mi laptop. —El oscuro cabello de Declan se destacaba en marcado contraste con el color que huía de sus mejillas y labios—. Ella estaba monopolizando… la atención de todos. Me molestó y se lo dije.
Incapaz de contenerse, Harry se acercó a Declan. —Parece que hubieras visto un fantasma.
Declan miró a Harry, la oscuridad rondaba el azul. —Aún no.
El corazón de Harry dio un vuelco. —¿Qué significa eso?
Louis caminó por la habitación con rapidez y llegó frente a Declan. —Si sabes algo, niño, tienes que decirlo en este momento.
De repente, con una explosión de vida, Declan empujó a Louis en el pecho, y al hacerlo, ambos se movieron en la habitación. —A ti no te importa una mierda mi hermana —bramó, señalando la cara de Louis—. A ti te preocupa ganar dinero. Por lo que sé, podrías esconder lo que encuentres y sólo repartir pequeñas pepitas de información para mantener a mi papá en tu correa para siempre. No es que a él realmente le importe una mierda. —Levantando los brazos, Declan dio una vuelta—. ¿Lo ves aquí, angustiado y esperando a que suene el teléfono? No, no lo ves. Él está en alguna parte emborrachándose. Y mi amorosa madre, está asegurándose de no perder un centavo de los ingresos, mientras que su hija está desaparecida. O quizás esté follando con su novio. —Escupió hacia una foto de Elise y Stephen, manchando la cara de su madre—. Es difícil decir si el dinero o Phillip es más importante para ella, pero maldición, puedo apostar que no es su hija.
—Entonces a ti tiene que importarte, ¡maldición! —La voz de Louis subió con pasión—. Porque hasta este momento no has hecho nada para ayudar a la policía a averiguar lo que pasó con Daria. Acabas de admitir algo que no está en los expedientes de la policía. Eso me dice que estás obstruyendo el proceso. Y podría ser peor, porque en realidad podrías saber algo útil mientras que tus padres ignoran la vida de Daria.
Cualquier resquicio que Harry hubiera observado de la armadura de Declan de hace un momento, desapareció. —No sé nada —dijo, nuevamente con cara de aburrido.
Louis levantó los brazos, las manos apretadas en puños, pero sacudió la cabeza bruscamente y arrastró sus dedos por el cabello. —Tienes veinte jodidos años, Declan. —Louis colocó las manos detrás de su cuello, y Harry leía una mezcla de lástima e intolerancia en sus ojos—. Comienza a ser un hombre. Es tiempo para crecer.
—¿Es eso lo que hacías para intimidar a los testigos cuando eras policía? —Declan movió a Louis con una mueca y cruzó los brazos sobre su pecho—. No me extraña que te despidieran.
Louis rápidamente gruñó, y Harry saltó colocándose entre los dos hombres antes de que mancharan con sangre la impecablemente alfombra blanca de Daria.
Harry se empujó contra Louis y se encontró con una fuerza casi inamovible. —Louis, da marcha atrás. —Siguió moviéndose para tratar de conseguir algo de espacio entre Louis y Declan. Harry vio la ferocidad en los ojos de Louis y ordenó en voz baja—: Sigue revisando las cosas de la habitación de Daria. Voy a hablar con Declan.
Una batalla de voluntades se produjo, en donde Louis le lanzaba dagas con la mirada a Harry. El hombre era todo fuego crujiente y calor, Harry podía sentirlo inundándolo como una pared grande y caliente que golpeteaba su postura. Harry se mantuvo firme, sudando jodidos ríos por su espalda y frente mientras miraba a Louis, pero no se inmutó, ni siquiera cuando Louis le enseñó los dientes. En realidad, no podrían haber pasado más de diez segundos antes de que Louis bajara la cabeza y cruzara la habitación, pero el resultado de la tensión que inundó el cuerpo de Harry mientras reafirmaba el control sobre Louis, hizo que pareciera una hora.
Una vez que Louis entró en el cuarto de baño de Daria, Harry exhaló. Luego se giró y tomó la silla del escritorio de Daria, y le pidió a Declan que tomara asiento.
—¿Crees que jugar al buen policía va a conseguir que hable contigo? —Declan le preguntó mientras se sentaba en la silla ofrecida—. Tomar una página de cada programa basura de policías de la televisión. No es inteligente. Será mejor que dejes que el Neanderthal intente intimidarme para que hable.
Harry apretó los dientes lo suficiente como para hacer que le doliera la mandíbula, pero se las arregló para ignorar no sólo la referencia hacia Louis, sino también el comentario sobre las tendencias de hombre de las cavernas.
En su lugar, Harry sacó el banco del pie de la cama de Daria y se sentó frente a Declan. —¿Qué tan tonto crees que soy? —le preguntó al joven—. Estabas tratando de provocar que mi compañero te atacara físicamente, luego la dinamita explotaría, Louis sería despedido, y tu familia demandaría a Seguridad Horan por todo lo que valiera la pena.
Declan se recargó en su silla leyendo a Harry de arriba abajo. —Entonces quizás no eres tan estúpido como creía.
—Y quizás estás más asustado por tu hermana de lo que quieres que alguien piense, y estás actuando de esa manera para cubrirlo. ¿Es eso cierto?
Suspirando, Declan estiró sus largas piernas. —Ya le dije a la policía todo lo que sé.
—Me encontré con tu hermana una vez. —Manteniendo el contacto visual con Declan, Harry preguntó—: ¿Lo sabías?
—No. —El chico se encogió de hombros—. ¿Y?
—Escucha, soy solo un bajo empleado para tu familia, pero Daria me vio a los ojos y me trató con respeto. Verdadero respeto. Nunca lo olvidé, porque los clientes no siempre tratan a las personas como yo de esa manera. Sólo por esa razón estoy rezando para que ella haya huido y regrese a casa. Pero igualmente, si algo le ha sucedido, me gustaría saber quién la tomó, o le hizo algo, para encontrarlo y que pague por ello. —Moviéndose hacia adelante, Harry plantó los codos en las rodillas y trató como el infierno de no verse ni sonar como el enemigo—. Creo que amas a tu hermana, Declan, y creo que en esta familia, eres quien en realidad está más asustado por lo que le pasó. Dime que estoy equivocado y me voy.
Declan no dijo ni una palabra por algunos largos segundos. Bajó la vista y seguramente notó que sus manos temblaban, y las metió bajo sus piernas. El pie con bota de Declan comenzó a tamborilear sobre la alfombra, y Harry no pretendió no verlo.
—Sé que puede no parecer gran cosa,— Declan finalmente dijo, —y probablemente te parezca estúpido y a todos los demás, pero sé que Daria no se perdería nuestro fin de semana en la cabaña a menos que algo malo haya pasado.
Harry suprimió el deseo de saltar lanzando el puño. —¿Qué más puedes decirme acerca de tu hermana?
—La conclusión a la que llegó tu compañero sobre Daria es correcta. Soy el idiota. —Declan levantó la barbilla con hoyuelos—. Soy el que está de fiesta todo el tiempo. Soy todo lo que el señor Tomlinson asume que soy. —Lanzó una mirada de caliente fuego azul hacia la cama de Daria, donde Louis ahora seguía buscando—. Estoy conforme con eso. Pero Daria no es como yo. —Con un parpadeo, Declan regresó su atención de nuevo hacía Harry, y desapareció todo rastro del punk que abrió la puerta—. Daria no sólo robó el dinero hace dos años para escapar a unas vacaciones a España como una malcriada niña rica. Ella tomó el dinero, y desapareció sin decir una palabra, pero cuando llegó a casa me molesté como un infierno con ella, y ella me juró que tomó el dinero y se fue por una buena razón.
—¿Cuál fue la razón? —preguntó Harry.
Declan se limpió la boca, y el conocimiento en sus ojos de repente le hacía verse mucho más viejo que sus veinte años. — Ella se negó a decírmelo. Dijo que había jurado guardar el secreto y se lo llevaría a la tumba, pero que si yo lo supiera, lo habría aprobado y hecho lo mismo.
—¿Has pensado en lo que eso significa? —La mente de Harry giró con demasiadas posibilidades—. ¿Te dio alguna pista?
—No. Sólo sé que ella estaba gastando como loca en ese tiempo y yo no sabía lo que compraba. Ella no tenía muchas cosas nuevas que mostrar, y luego el dinero de la caja fuerte también desapareció. —La mandíbula de Declan se tensó y maldijo en voz baja—. La semana pasada, cuando nos encontramos, el dinero de emergencia había desaparecido otra vez, mi madre estaba segura de que Daria había hecho otro viaje de vacaciones al Mediterráneo, pero yo sabía que no.
—Debido a que Daria se perdió su fin de semana en la cabaña.
—Claro.
—¿Había algo más en juego con Daria que puedas compartir conmigo? Con todo el dinero que gastaba, ¿alguna vez sospechaste que tuviera un problema de drogas?
—¿Daria? —Un ladrido de risa, demasiado espontáneo para ser falsa, llenó la habitación—. De ninguna manera. Ella era totalmente derecha. Daria ni siquiera bebía.
—Está bien. ¿Algo más? —Harry fijó su mirada totalmente en Declan—. Ahora no es el momento de detenerte.
Mordiéndose el labio, Declan asintió. —En los últimos meses, a ella le había dado por salir de la casa a altas horas de la noche. Siempre estaba en casa antes que nuestros padres se despertaran. Una vez la agarré llegando a las cuatro de la mañana, y le pregunté qué infiernos estaba haciendo. Ella me dijo que era para un proyecto del que planeaba escribir cuando regresara a la escuela. Dijo que no era de mi interés y que no me preocupara de eso. —Él sacudió la cabeza y miró hacia el techo—. Me gustaría haberla cuidado más, deseo haberla seguido para ver lo que estaba haciendo.
Harry tocó el brazo y jaló al joven Declan para que regresara su atención a él. —¿Tenía Daria algún amigo con quien compartiera información con más detalle?
—No. Ninguno de sus amigos se ha preocupado lo suficiente como para preguntar.
—¿Qué pasa con esa persona con la que Daria estaba jugando juegos de computadora esa noche el día de su desaparición? ¿Cuál es su nombre?
—Pierce Lyndsey. Sin embargo, no hay necesidad de que lo molestes. —Declan empezó a masticar su uña—. Ya habló con la policía.
—Aun así queremos hablar con él nosotros mismos.
Declan se deslizó en la silla. —Su información se encuentra en el expediente. Haz lo que quieras. No me importa lo que hagas.
Harry contuvo un suspiro. —¿Hay algo más que te gustaría compartir?
—No. —Sin mirarlo, Declan se levantó, y cuando se dirigía a la puerta, empezó a tocar un sonido de violín de su teléfono—. Ya terminé.
—Gracias por hablar conmigo. —Levantándose, Harry extendió la mano, ofreciéndole una tarjeta—. Si piensas en otra cosa, por favor, no dudes en llamarme. Te mantendré informado, Declan. Te pido la misma cortesía.
Regresando a su expresión altiva, Declan le arrebató la tarjeta a Harry. —¿Crees que somos los mejores amigos ahora porque te sentaste y hablaste bien conmigo durante cinco minutos?
—Creo que me llamarás porque quieres saber qué pasó con tu hermana y sientes que el señor Tomlinson y yo somos la mejor manera de hacer que eso suceda.
Dándole una sola mirada a Louis, Declan regresó su atención a Harry con una sonrisa cínica. —¿Eres el cerebro y el encanto, y él la fuerza bruta?
Harry tomó deliberada y controladamente de la camisa de Declan. —Ese hombre es tu mayor oportunidad de encontrar a Daria. —Sus entrañas se estremecieron con un torrente de adrenalina, pero de alguna manera mantuvo la mano y la voz firme—. Él tiene todo mi respeto y lealtad. Puedes seguir insultándolo en tu tiempo libre, pero te detendrás de hacerlo delante de mí de nuevo. —Tomando un respiro, Harry lo soltó y le ofreció la mano—. ¿Estamos claros?
Asintiendo, Declan se la estrechó. —Supongo que lo estamos.
—Buen hombre. —Harry le dio una palmada en el hombro a Declan al mismo tiempo que lo guiaba por el pasillo—. Gracias por todo lo que has compartido.
Declan tocó el bolsillo de la camisa donde había colocado la tarjeta de Harry. —Te voy a llamar si recuerdo algo.
—Gracias, Declan.
Louia intervino —Sí, gracias. —Le tendió la mano a Declan. Genial de él, en opinión de Harry—. Necesitamos unos minutos más. Cuando hayamos terminado, nos iremos.
Con sólo un movimiento de cabeza, Declan se dirigió hacia las escaleras.
Cuando Harry oyó las botas del niño sobre los escalones, se giró hacia Louis. —Vamos a terminar esto. —Frotándose la cara, podía sentir que esta casa y este caso, ya estaban bajo su piel—. ¿Dónde quieres que siga?
—Revisa todo, yo seguiré viendo —instruyó Louia—, y lo haré de nuevo, sólo en caso de que pasáramos algo.
—Suena bien.
Harry fue al armario, y Louis al peinador de Daria. En silencio, regresaron a su búsqueda.
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—Hiciste un buen trabajo allí —dijo Louis tan pronto como salieron de la casa de los Sarna—. Fuiste rápido al crear una conexión personal con la víctima para lograr que su hermano se abriera.
Desde la puerta del lado del pasajero, Harry lo miró sobre el techo del carro. —¿Cómo sabes que no dije la verdad sobre conocer a Daria?
La penetrante mirada de Louis no cambió. —No se te hubiera olvidado decirme que conocías a la chica, Harry. Nunca la conociste. —Sin romper el contacto visual, él abrió la puerta—. Lo inventaste.
La culpa mantuvo los ojos de Harry en la casa de los Sarna. —Lo hice —admitió—. Sentí que Declan sabía algo, y tú estabas... Tú estabas...
—¿Enojándolo? —Louis terminó, con los labios apretados—. Adelante. Metí la pata en eso, puedes decirlo. —Se apartó del techo del carro, maldiciéndose más mientras subía detrás del volante—. Actué como el padre. —Harry podía oír la frustración de Louis—. Lo insulté, y esa no es la manera de lograr que siguiera hablando.
Harry siguió a Louis entrando en el vehículo, lo miraba mientras se abrochaba el cinturón de seguridad. —Tenemos una buena información. Eso es lo que importa.
Sin mover el carro durante un momento, Louis tomó con fuerza el volante con ambas manos, y su cuadrada mandíbula mostraba un incesante tic. Le dio a Harry una rápida y helada mirada antes de mover la unidad hacia la calle.
—Me resulta más difícil de lo que pensé trabajar sin una placa —dijo Louis, ahora con la vista en el camino—. Estar en uniforme y como un detective que se presenta, demuestra que eres una figura de autoridad, y por lo general las personas no tienden a esconder nada al hablar contigo. Presionas un poco señalando que podrían pasar algún tiempo en el calabozo por obstruir una investigación si no tienes resultados. Antes de entrar en una situación como la de ahora, tengo que recordarme que no tengo el poder de la fuerza de policía de Chicago respaldándome.
—Louis, es tu segundo día con Horan. —Harry se moría por besar al hombre y alejar esas marcas de tensión de su boca—. Date un respiro.
—No. No puedo hacer eso. Si no hubieras estado aquí, no hubiéramos conseguido esta valiosa información de Declan. Tengo que ver mis debilidades y adaptarme rápidamente, o no seré capaz de producir resultados ni merezco el dinero que Horan me está pagando. —Deteniéndose para esperar que las puertas se abrieran, Louis dirigió sus ojos a Harry y le sostuvo su mirada—. Ni los elogios que me diste en esa habitación.
—No estoy preocupado... Hey.
Harry pronto se preocupó de que Louis no se había abrochado su cinturón y su cuerpo se inclinó sobre el volante, su cara casi se estrelló contra el parabrisas.
—¿Que sucede? —preguntó Harry, inclinándose y también mirando.
—Ese carro que acaba de pasar más adelante. El compacto de color champán. —Avanzó lentamente acercando el carro a la puerta con cada milímetro que se abría, Louis sostuvo el volante cuando había suficiente espacio y cruzó rápidamente—. Creo que lo vi pasar cuando nos dejaron entrar.
—¿Crees que alguien nos está siguiendo?
Louis seguía al carro que se desvió a la izquierda, hacia una calle vecinal vacía. —Mierda. —Giró hacia otra calle vacía—. Si así fue, ya se han ido.
—Louis. —La voz de Harry se redujo a un murmullo. Se sentía como si quisiera presionarse contra una pared y desaparecer en el patrón del papel tapiz—. ¿Por qué nos seguirían?
Una mirada a Louis y Hary se dio cuenta que tendría que llegar a algo que no fuera “sombrío” para describir las muchas variaciones en un aspecto básico de su compañero.
—No lo sé —dijo Louis—. Mantén tus ojos abiertos para ese carro, por si acaso trata de seguirnos. —Jaló la manga y miró su reloj, y luego a Harry—. Iba a esperar hasta mañana por la mañana, pero ahora quiero hablar con la mayor cantidad que nos sea posible de los chicos que estaban con Declan en esa fiesta.
—Está bien para mí.
—No desperdiciemos la luz del día. —Louis regresó con determinación al juego que probablemente le había hecho ser un gran detective de homicidios—. Marca la primera dirección en el GPS.
Con un nudo en el estómago, Harry ingresó la dirección que les llevaría a su primera ubicación.
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Me encantó!!
Seguila pronto!!!
Seguila pronto!!!
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Es un libro perfecto,me encanta la tensión que hay entre Louis y Harry pero que no solo se concentre en eso si no que también estoy tan desconcertada con la desaparición de Daria,esta muy bien equilibrado.
Seguila,besos,liz! :D
Seguila,besos,liz! :D
ElectricBlue13
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Fue tan lindo como Harry lo freno al pendejito y defendió a Louis.
Ese caso se esta poniendo cada vez mas raro, y para colmo ahora los siguen :S
Seguila pronto por favor, bye ♥
Ese caso se esta poniendo cada vez mas raro, y para colmo ahora los siguen :S
Seguila pronto por favor, bye ♥
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
La sigoo:)).KittyJSM. escribió:Me encantó!!
Seguila pronto!!!
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Y si, esta padre que no se concentre tan solo en ellos, sino también en la caso de esta niña.ElectricBlue13 escribió:Es un libro perfecto,me encanta la tensión que hay entre Louis y Harry pero que no solo se concentre en eso si no que también estoy tan desconcertada con la desaparición de Daria,esta muy bien equilibrado.
Seguila,besos,liz! :D
Saludos:)
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Es lindo!:)Debby escribió:Fue tan lindo como Harry lo freno al pendejito y defendió a Louis.
Ese caso se esta poniendo cada vez mas raro, y para colmo ahora los siguen :S
Seguila pronto por favor, bye ♥
Ah, esta padre el caso, y los lleva hacer varias cosas ehehe.
Saludos:)
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