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Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
(...)
En el otro lado de la pared de la habitación compartida del hotel, la cama de Harry crujía; Louis asumió que se había subido a ella. La puerta seguía abierta de par en par, pero Louis no se atrevió a arriesgarse a acercarse de nuevo esta noche.
Con un suave golpe contra la pared, Harry habló, su suave voz le llegó a Louis desde la otra habitación. —¿Me ibas a preguntar algo sobre Wes? Te oí mencionar su nombre cuando llegaste a la puerta.
«Bueno, está bien. Así que ambos iban a pretender que lo que acaba de suceder no sucedió».
Exhalando de alivio, Louis lanzó la toalla al cuarto de baño, rápidamente terminó de ponerse los pantalones, y se metió en la cama.
—Te oí decir su nombre —admitió Louis mientras tomaba las notas del caso que había esparcido por el edredón—. ¿Es Wes de Vermont? No sabía que mantenías contacto con él.
—Sí, era Wes Turner. Zayn y Liam lo contrataron como recepcionista y, no sé, sólo empezamos a ser amigos de teléfono y correo electrónico. Creo que le gustaba tener a alguien en quien confiar, al que no tuviera que ver a la cara todos los días, juzgando sus intenciones y opciones en un mal momento. Supongo que siento lo mismo. Acerca de que te juzguen. — Louis podía imaginar a Harry sobre las almohadas, mientras añadía—: No es que yo haya pasado por algo tan difícil como él.
—Admito que no seguí en contacto con Wes. —Louis se apoyó contra el respaldo. En su mente, el muro que existía entre él y Harry no existía, y sus espaldas desnudas se tocaban mientras charlaban casualmente—. ¿Cómo está?
—Está bien. Bueno, incluso ahora dijo que se mudará a Chicago. El estará en el Hotel Astor's Olympus, llega mañana. —Hubo un largo silencio, en donde Louis se preguntó si Harry había compartido todo lo que sabía. Luego Harry murmuró—: No lo entiendo. Es totalmente repentino. —Con esas últimas frases, por primera vez, Harry habló tan bajo que Louis casi no podía oírle.
—Estás preocupado por él. —A Louis le dolía el pecho por el suave tono de Harry—. Puedo irlo en tu voz.
—Él dice que está listo para un cambio.
—No le crees.
Una risa hueca viajó a través de la pared. —Creo que voy a tener tiempo de sobra para verlo por mí mismo —dijo Harry—. Él va a vivir conmigo.
—¿Oh? —Louis apenas logró conjugar decirlo, en lugar de dejar caer un bajo gruñido, y el golpe que afectó su estómago. Se odiaba por la respuesta involuntaria. Esto no tenía nada que ver con Wes, o la química que Louis recordaba que Harry tenía con el joven y sensible hombre. Tenía todo que ver con él mismo, y maldición, Louis lo sabía.
Él ya había tenido que conciliar la posibilidad de que Harry y Wes compartieran apartamento hace un año, cuando Horan le había dado a Wes la opción de venir a la empresa para capacitar a su equipo. Esto se había venido abajo justo después de que Nick botó a Louis, y Nicole encontró a un hombre del que rápidamente se enamoró y se casó —presionando a Louis a un estado de ánimo para poseer a otra persona con el fin de probarse que Nick no significaba una maldita cosa para él. Y Harry había estado ahí, justo frente a Louis, completamente inocente de que Louis deseaba furiosamente poseer su joven cuerpo y alma cada segundo que había pasado en la otra empresa de Vermont. Después de que Harry pasara una buena parte del tiempo organizando la boda de Liam y Zayn, de una forma manteniendo la distancia entre ellos, Louis se había convertido desde entonces en algo así como un ermitaño en ese viaje. Al final, Louis se había dicho que no importaba, comenzó a respirar más fácilmente cuando Wes había declarado sus intenciones de seguir con su trabajo en Vermont.
—¿Louis? —Harry llamó en voz baja.
Luchando contra el temblor de escuchar a Harry decir su nombre, Louis cerró los ojos y puso su mano sobre su corazón que latía con fuerza. —¿Qué sucede, Harry? —Cristo, su lengua hormigueaba por decirle bebé al hombre.
—No crees que esto tenga algo que ver con Jared, ¿verdad? —Harry mencionó al abusador de Wes—. ¿Podría amenazar a Wes desde la prisión?
Louis giró la cabeza y miró hacia la puerta de conexión, como si eso lo llevara más cerca de Harry.
—¿Crees que Wes confiaría en ti si eso es cierto? —le preguntó.
—Eso creo. Lo hizo cuando sucedió al principio. No lo sé. —El suspiro de frustración de Harry se formó en ambas habitaciones—. Probablemente no es nada y Wes está listo para un cambio, como dijo.
Pellizcándose el puente de la nariz, Louis se metía hasta las rodillas en los asuntos personales de Harry. —¿Quieres que compruebe a Jared por ti? ¿Asegurarme de que no le esté dando problemas?
—No tienes que hacerlo —dijo Harry rápidamente—. Sé cómo hacer eso.
—No pregunté si puedes hacerlo. —Esta vez Louis no podría ocultar el gruñido unido a sus palabras ni por todo el dinero del mundo—. Te pregunté si querías que lo comprobara por ti.
—Me gustaría que lo hicieras. —La aceptación salió de la boca de Harry y fue directamente al corazón de Louis—. Sé que eres bueno en hacer que la gente como los guardias y el alcalde confíen en ti. Tienes un don con ese tipo de cosas. —Harry hizo una pausa, y Louis contuvo el aliento, desesperado por algo de esa persona que pudiera robar para más adelante. Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, Harry dijo—: Gracias por ofrecerlo.
—Estoy encantado de ayudar, Harry. —«Cristo todo poderoso, ponme en la tumba en estos momentos». Louis no podía sentirse más como un hombre que en este momento—. Todo lo que tienes que hacer es pedir.
—Eres un buen hombre, Louis. —La voz de Harry al decir el nombre de Louis causó que el cuerpo de Louis despertara y tensara sus pantalones—. Siempre he pensado que lo eras.
Algo se robó la sangre en el cuerpo de Louis, algo que Louis declaró a un poder superior no sentir, agrupándola en su pene y empujando el duro miembro contra sus pantalones.
Tratando de hacer caso omiso a su malditamente duro pene, Louis forzó una risa a salir para cubrir el gemido. —Ahora sólo me estás halagando para que podamos dormir hasta tarde mañana.
La risa de Harry estaba llena de una maravillosa calidez que bailó a través de la puerta abierta y entró de puntitas a través del torso desnudo de Louis, haciéndole temblar.
—Sí, estoy tratando de alagarte. —La sonrisa de Harry era evidente en su tono. Louis conocía a este hombre lo suficientemente bien como para leer su alegría sin verle la cara—. Eras el mejor policía y detective que Chicago ha tenido y no hay forma de que no aprecie tu brillantez. —Un rechinido le indicó que Harry se movió en la cama—. ¿Con eso conseguiré unos minutos adicionales?
Louis sonrió en respuesta a la sonrisa que él imaginaba que Harry tenía. —Con eso ni siquiera consigues presionar el botón de pausa. Tienes que hacerlo mejor que eso. —Louis se hundió en las almohadas y se frotó la mano sobre su abdomen, dejándola en su bajo vientre. — ¿Vuelves a intentarlo?
—Creo que eres astuto e inteligente. Y creo que eres fuerte, Louis —dijo Harry, casi en un murmullo—. También eres uno de los hombres más valientes que conozco. —Un indicio de algo lleno de humo mezclaba esas palabras al final.
La confesión de Harry chupó el aire del cuerpo de Louis y causó una dulce presión alrededor de su corazón. La voz del hombre era segura y tímida al mismo tiempo, invadiendo el torrente sanguíneo de Louis y elevando su eje, empujando su ya doloroso miembro a un lugar de pura necesidad básica.
«Cristo, voy a ir directo al infierno».
Louis metió la mano en la parte delantera de sus pantalones y comenzó a acariciar su rígido pene. Maldición. Apretó los dientes contra la oleada de placer ante el firme contacto. «Pero no es correcto. No es él». Cambiando la mano, Louis frotó su pene de nuevo, y la extrañeza de utilizar la mano izquierda en lugar de la derecha le hizo tomar un jadeante aire. Cerró los ojos, y la ilusión del tacto de Harry se apoderó, por lo que su pene se engrosó aún más.
Con la mano alrededor de su pene, Louis se metió más en su necesidad. —Sigue hablando, Harry. —En este punto, el hombre podía recitar la lista de la compra, y Louis haría estallar su carga con menos de una docena de jalones—. Dime a quién desobedeciste para lograr que te asignaran el ingrato trabajo de ser mi ayudante en este caso.
—Este empleo no es un castigo, Louis. —La voz de Harry llegó a la habitación de Louis. Hizo una pausa durante algunos segundos que le parecieron una eternidad antes de agregar en voz baja—: Es un honor.
Todo el cuerpo de Louis se estremeció. —Jesús. —dijo entre jadeos, una respuesta física ahogaba su capacidad de hablar.
—¿Qué? —preguntó Harry.
—Nada. —«Golpéame y envíame al infierno ahora, Dios». A la espera de la condena, Louis empujó sus pantalones hasta las caderas, liberando su duro pene para manejarlo más duro. Ya tenía la boca seca, Louis escupió en su mano y se tragó un gemido mientras se frotaba su doloroso eje y sensibles bolas. —Sigue hablándome. —La voz de este hombre estaba funcionando en el sistema de Louis como la más poderosa droga para inducir la excitación—. Por favor.
—Gemma y Niall pensaban que necesitabas a alguien que ya conocieras, para que pudieras sentirte en confianza de inmediato. Esa es una de las razones por la que me lo pidieron.
Cada palabra que Harry decía se hundía en la carne de Louis e iba directo a su sistema, enviando errantes líneas de placer por todo su cuerpo. Louis movía su culo sobre las sábanas limpias, incapaz de quedarse quieto. Escuchando hablar a Harry, Louis se estimuló para ungir a su mano con más saliva y comenzar a moverla arriba y abajo de la longitud de su pene con más firmeza.
—Al principio estaba nervioso por decir sí a trabajar contigo —Harry continuo—, por muchas razones. Todavía estoy nervioso. Pero ya estoy a gusto cerca de ti. —La voz de Harry se deslizaba a más profundidad haciendo que sintiera como si cada frase dicha vertiera melaza caliente por todas las partes del cuerpo desnudo y dispuesto de Louis—. Estoy contento de haber dicho que sí.
El pecho de Louis se tensó con la misma rigidez de su duro pene. —No me temas. —La preocupación mezclada con el deseo de Louis, hizo que las palabras salieran como un gruñido—. Yo principalmente solo ladro.
—Es como te proteges —respondió Harry—. Entiendo eso. —Una pausa se estableció en el gran muro que los separaba—. No puedo presionarte o juzgarte por eso. Soy de la misma manera. —El tono de Harry se redujo al final a algo que sonaba como una confesión.
Este hombre voluntariamente estaba compartiendo partes de sí mismo que se cerraban alrededor del pene y el corazón de Louis. La introvertida personalidad de Harry, pero de alguna manera vivaz, combinada con el miedo y el placer de Louis, se empujaban con fuerza constante contra los muros dentro de él, los que Harry había revelado que vio y entendió. La adrenalina inundó a Louis con advertencias de encerrarse bajo la manta de brusquedad y autoridad que llevaba como una segunda piel. Pero esta vez, dado que estaba tan jodidamente duro, la adrenalina inundó su centro de placer y empujó sus caderas hacia arriba, donde Louis mantenía su pene en su puño. Fantaseaba con tomar el apretado y dispuesto culo de Harry.
«Te sientes tan jodidamente bien, bebé».
Mientras Louis se rodaba sobre su abdomen y empezaba a empujarse contra una almohada, imaginando que tenía a Harry extendido debajo de él, jodiéndolo con fuerza, la voz de Harry rompió a través del aire cargado de sexo, diciendo el nombre de Louis con una respiración suave y Louis quería sentirlo murmurando contra sus labios.
«Oh Cristo». Louis temblaba mientras que su nombre dicho por Harry, se hundía en él y llevaba su libido fuera de control. —¿Qué sucede, Harry? —No pudiendo detenerse, Louis bombeó sus caderas y empujó su pene contra la almohada —el culo de Harry—, pero también temía que su voz sonara ronca y causara que se alejara.
—Yo-yo te respaldaré. Yo puedo protegerte, si, si... —Una suave maldición y a continuación el dulce tartamudeo de Harry—. Si me lo permites.
Eso hizo que Louis se detuviera. Con un nudo en la garganta por la emoción que brotaba sin control. —Después de hoy, Harry. —La vulnerabilidad de Louis que había convertido en profesional se vino abajo y pretendió que no estaba estallando fuera de él, sin censura—. No quiero a nadie respaldándome más que a ti.
—¿Compañeros?
«Jesucristo, maldición».
Louis no tenía que ver la sonrisa emocionada en la cara de Harry. Podía sentirla moverse por todos los malditos poros de su cuerpo.
—Compañeros, Harry. —«Joder». Louis cerró los ojos, como si hacer el cuarto oscuro pudiera disminuir su erección. «Termínalo, hombre, ahora».
Luchando contra las confesiones de deseo y atracción que quería que le llegaran, Louis le susurró a Harry rudamente: —Tú ganas, tienes una media hora extra de sueño. —Movía su mano de arriba a abajo por su pene, apretando los dientes a causa del placer, sin poder evitarlo, y añadió sin aliento—: Buenas noches.
«Ahora vete. Por favor».
—Nunca quise el tiempo extra para dormir —respondió Harry, rompiendo la oscuridad de Louis a la mitad—. Sólo quería seguir hablando contigo.
La confesión de Harry tensó a Louis de arriba abajo, paralizado con una sublime alegría física que corría por todo su ser y tocaba todos los rincones de su cuerpo. Harry le susurró: —Buenas noches, Louis. —Y Louis lo hizo con esas tres pequeñas palabras.
Un grito inhumano llenó el interior de Louis, algo destinado a hacer temblar las paredes, Louis podía sentirlo. El instinto de conservación hizo que Louis se mordiera el antebrazo para ahogar el grito, causando un agudo dolor en su brazo. Mientras Louis se estremecía y golpeaba sus caderas contra la almohada una última vez, cortó el músculo con los dientes, sacando sangre. Interiormente, gritó el nombre de Harry cuando la primera oleada de placer le pegó más duro que un bate de béisbol en el intestino. Sus bolas se elevaron con ridícula presión contra su cuerpo, y luego se estremeció, bombeando su semen en la almohada. Con cada temblor posterior y chorro de semen derramado, el interior de Louis se calmó, hasta que con un empuje final de sus caderas, susurró el nombre de Harry, agotado, saciado y bien amado.«Tan bueno, bebé». Louis estaba laxo, derritiéndose en la cama justo después de una increíble liberación. «Jodidamente asombroso».
—¿Qué es lo que necesitas, Louis? —Harry preguntó en voz baja, rompiendo el silencio e invadiendo el mundo de Louis—. ¿Louis?
Con el nombre de Louis llenando el aire otra vez, con esa voz que juraba que podía sentir viviendo dentro de él, Louis parpadeó y abrió los ojos y se encontró boca abajo en la cama, sus pantalones enredados alrededor de sus muslos, su culo desnudo en el bien iluminado cuarto, y semen pegado en su almohada.«Y Harry sólo a un cuarto de distancia». Louis giró la cabeza, mirando la pared y deteniendo un gemido. «Del otro lado de una puerta abierta».
Louis se subió los pantalones y salió a toda prisa de la cama, sintiendo que el dolor se disparaba a través de su pierna. —¿Qué dices? —Cojeando, rodeó la habitación, pero se mantuvo alejado de la puerta de unión—. ¿Qué necesito? —Jesús, tenía que respirar o el corazón se le saldría de su pecho—. ¿De qué estás hablando?
—Has dicho mi nombre —respondió Harry—. Sólo pregunto por qué.
«Joder». Louis eligió unas cuantas bien escogidas palabras en silencio para sí mismo pero en el exterior se limitó a decir: —Nada. Estoy bien. —Se jaló el cabello, sin evitarlo hasta que le dolió. Merecía el dolor por su pérdida de control.
—¿Louis? —Un inseguro borde teñía el tono de Harry—. ¿Estás bien?
«Ni remotamente».
Louis mostró sus dientes y gruñó como un animal enjaulado peleando en una esquina para esconderse y protegerse de la gente que se lo comía con los ojos, con la esperanza de asustarlos y distraerlos para que nadie lo viera muy de cerca y viera que ya no tenía garras.
Una larga sombra rompió el ritmo de los paso de Louis, deteniéndose levantó la mirada, y Harry estaba en la puerta, envuelto en una manta, viéndose adormilado con sueño y comestible y toda la clase de tentación que Louis no podía soportar ver.
La preocupación encendía los ojos esmeraldas de Harry, y Louis no podía pensar, no podía respirar por saber que ese hombre se preocupaba por él. No en este momento, no mientras el zumbido de la necesidad seguía avivando su sangre. Incapaz de soportar estar a un metro de él y no tocarlo, Louis tomó su ritmo una vez más.
Harry jaló la manta más fuerte contra su pecho, y siguió viendo el viaje de Louis alrededor de la habitación. —No te oyes bien y podía oírte moverte alrededor del cuarto. —Su hermoso rostro palideció al ver a Louis moverse—. Estaba preocupado por ti.
«No puedo tomar su bondad. No con semen con su nombre manchando mi cama y mi pene ya presionando para la segunda ronda».
—Louis, qué…
—Ve a dormir —bufó Louis, terminando con un cruel comentario a Harry—. No quieres más tiempo en la mañana —señaló al tiempo que lo miraba por el rabillo del ojo—. No lo tendrás. Sera mejor que seas capaz de levantarte y estar listo a tiempo.
Esa fea ruindad hizo que Louis se odiara aún más, se dirigió al cuarto de baño y cerró la puerta con un clic deliberado. Encerrándose y esperando como el infierno que Harry lo escuchara. Él no podía tener al hombre siguiéndolo. Louis estaba determinado a mantener la distancia, mantener el control y su capacidad para trabajar, y la línea para desgarrar la manta de Harry y revelar cada centímetro del hermoso cuerpo del hombre era más delgada y más tensa, casi al punto del quiebre.
Luego el sonido inundó a Louis como una bendición y una bala en su alma, al mismo tiempo. Louis oyó el chasquido de la puerta al cerrarse, y sabía que Harry se había ido a su habitación.
Enfermo del estómago, pero sabiendo que era lo mejor, Louis no salió corriendo a confesarlo todo. En su lugar, se limpió su antebrazo lo mejor que pudo, con agua y jabón, la piel se había roto cuando se mordió para silenciar su orgasmo, y finalmente caminó de regreso a la cama para estudiar sus notas del caso.
Louis no se engañaba de que con Harry a una delgada pared y una puerta cerrada que los distanciase iba a conseguir el sueñoInvitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
me mezcle un poco con eso de Zayn y Liam, en que momento estaban ellos? es algo que paso antes y no se detalla no? o sino mi memoria es un asco JAJA
Tenias razón con lo de que la autora se emociona mucho relatando detalladamente las escenas de masturbación JAJAJAJAJJA pero le quedan geniales de todas formas.
Agh, no era necesario que sea tan cruel con el pobre bebe
Seguila pronto por favor, bye!
Tenias razón con lo de que la autora se emociona mucho relatando detalladamente las escenas de masturbación JAJAJAJAJJA pero le quedan geniales de todas formas.
Agh, no era necesario que sea tan cruel con el pobre bebe
Seguila pronto por favor, bye!
Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Omg lo hizo estando tan cerca de él!
Pero por qué tratarlo así después? O sea, Harry no tiene la culpa de que él pierda el control, si no hace nada más que ser un dulce leche <3
Ah y yo también me confundí con lo de Liam y Zayn, no recuerdo que se hayan mencionado antes jajaja
Seguila pronto, por favor! Bye <3
Pero por qué tratarlo así después? O sea, Harry no tiene la culpa de que él pierda el control, si no hace nada más que ser un dulce leche <3
Ah y yo también me confundí con lo de Liam y Zayn, no recuerdo que se hayan mencionado antes jajaja
Seguila pronto, por favor! Bye <3
BlahBlahBlah
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
JAJAJAJAJAJAJAJAJA eso fue perfecto xd
¿Qué carajo?
Enserio, que el muy maldito no puede contenerse, ojala y la proxima
no sea solo la almohada xDDD
Seguila pronto.
Adiós.
¿Qué carajo?
Enserio, que el muy maldito no puede contenerse, ojala y la proxima
no sea solo la almohada xDDD
Seguila pronto.
Adiós.
Rebeca.
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Deberia estar estudiando,pero esto es muy distractivo :c
O sea la puta madre,Louis se masturbo pero encima con Harry dandole charla y estando al lado por dios! ¿que le costaba cruzar la puerta y listo? Y despues lo trato re mal pobre bebe :(
Seeeeeeeeguila!
O sea la puta madre,Louis se masturbo pero encima con Harry dandole charla y estando al lado por dios! ¿que le costaba cruzar la puerta y listo? Y despues lo trato re mal pobre bebe :(
Seeeeeeeeguila!
ElectricBlue13
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Nueva lectora!!
Louis maldito bastardo debiste declararte y decirle a Harry que querías otra ronda(puedes serle infiel a la almohada)rayos!
Esto es un gran misterio:Dme encanta
Quiero saber que es todo eso de Daria(es tan confuso)
Vaya el "inocente" Harry ajeno a todo que no supo que Lou se masturbaba pensando en el(aunque este también lo haga hecho)
Que celoso!!(ayss me fascina:3)
PD:Golpéame y envíame al infierno ahora, Dios,porque esto es sumamente bueno.
Jaja bye!!
»Dalis
Louis maldito bastardo debiste declararte y decirle a Harry que querías otra ronda(puedes serle infiel a la almohada)rayos!
Esto es un gran misterio:Dme encanta
Quiero saber que es todo eso de Daria(es tan confuso)
Vaya el "inocente" Harry ajeno a todo que no supo que Lou se masturbaba pensando en el(aunque este también lo haga hecho)
Que celoso!!(ayss me fascina:3)
PD:Golpéame y envíame al infierno ahora, Dios,porque esto es sumamente bueno.
Jaja bye!!
»Dalis
DaLiiS
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Oh es que, recuerdas aquella novela donde todo iba bien, y de la nada me salen con lo de la chica, bueno pongamos le que es donde se desarrolla la historia de esos dos, y amm, los había mencionado antes, casi al principio, pero bueno si, fueron bien equis sus menciones, buuuDebby escribió:me mezcle un poco con eso de Zayn y Liam, en que momento estaban ellos? es algo que paso antes y no se detalla no? o sino mi memoria es un asco JAJA
Tenias razón con lo de que la autora se emociona mucho relatando detalladamente las escenas de masturbación JAJAJAJAJJA pero le quedan geniales de todas formas.
Agh, no era necesario que sea tan cruel con el pobre bebe
Seguila pronto por favor, bye!
Uh, al parecer vive de las masturbaciones, oh y de dar detalles.
La sigo
Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Es como su pantalla para aparentar que no se masturbo pensando en el? Uh Louis es extraño.BlahBlahBlah escribió:Omg lo hizo estando tan cerca de él!
Pero por qué tratarlo así después? O sea, Harry no tiene la culpa de que él pierda el control, si no hace nada más que ser un dulce leche <3
Ah y yo también me confundí con lo de Liam y Zayn, no recuerdo que se hayan mencionado antes jajaja
Seguila pronto, por favor! Bye <3
OOOOhhh el tema ese, bueno, pudiera proponer adaptar lo que viene siendo la historia de ellos dos, pero el ziam me viene mal, muy mal, ya lo intente una vez y lo deje.
La sigooo
Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Ahh, le tiene ganas, nah, se tienen ganas los dos.Rebeca. escribió:JAJAJAJAJAJAJAJAJA eso fue perfecto xd
¿Qué carajo?
Enserio, que el muy maldito no puede contenerse, ojala y la proxima
no sea solo la almohada xDDD
Seguila pronto.
Adiós.
La seguiré!
Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
aahahah, lo se, esto es malo cuando uno va a la escuela.ElectricBlue13 escribió:Deberia estar estudiando,pero esto es muy distractivo :c
O sea la puta madre,Louis se masturbo pero encima con Harry dandole charla y estando al lado por dios! ¿que le costaba cruzar la puerta y listo? Y despues lo trato re mal pobre bebe :(
Seeeeeeeeguila!
ahahahah esta algo loco este tipo!
La sigo:)
Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Todo eso paso, y harry estaba a un lado de el, y no fue para ir con el y follárselo de una vez.DaLiiS escribió:Nueva lectora!!
Louis maldito bastardo debiste declararte y decirle a Harry que querías otra ronda(puedes serle infiel a la almohada)rayos!
Esto es un gran misterio:Dme encanta
Quiero saber que es todo eso de Daria(es tan confuso)
Vaya el "inocente" Harry ajeno a todo que no supo que Lou se masturbaba pensando en el(aunque este también lo haga hecho)
Que celoso!!(ayss me fascina:3)
PD:Golpéame y envíame al infierno ahora, Dios,porque esto es sumamente bueno.
Jaja bye!!
»Dalis
Louis esta mal, muy mal.
La sigo, que bueno que te guste la novela:)
Invitado
Invitado
Capitulo 5.
En la cabaña de los Sarna, terminando su búsqueda, Harry veía a Louis trabajar para mantener su frustración bajo control. Louis meticulosa, metódica y prácticamente en silencio, comprobaba todos los rincones de la cabaña por algo que llenara un pedazo de la vida y la historia de Daria.
Harry también buscaba pistas y la laptop, pero no podía evitar mirar continuamente hacia Louis. Si Harry podía clasificar ayer como una muestra de lo “emocional” que Louis podía ser, hoy el Louis “todo negocios” había resurgido. Desde el momento en que Harry despertó, había encontrado a Louis vestido, el expediente abierto al lado de su plato de desayuno. Con su celular ya conectado a su oreja, Louis había dado instrucciones a un investigador de Seguridad Horan, al que le explicaba que quería un informe completo de la anterior compañía de seguridad de los Sarna para mañana, así como las entrevistas preliminares con los profesores de Daria en el último año antes de dejar la universidad.
Louis apenas le había dado dos palabras a Harry para informarle del horario para el día, y durante el viaje a la cabaña de los Sarna mantuvo toda la atención en el camino. Exactamente no fue grosero, le respondía a Harry en cualquier momento que hacía una pregunta, pero Harry no podía dejar de notar la dureza extra alrededor de la boca de Louis, o la pálida mirada en sus ojos que advertía a todos alrededor que mantuvieran cierta distancia. Louis parecía enojado —con Harry.
«De cierta manera desde anoche cuando entré a su cuarto».
Después del trozo de amabilidad, Harry había pensado que se había ganado a Louis ayer, e incluso logrado tener más cercanía durante un par de momentos en su conversación. El rechazo golpeó a Harry con tal fuerza que metafóricamente le quitó la sangre. Harry había hecho algo para enojar a Louis, él lo sabía. Podía sentir de nuevo el frío que irradiaba de aquel hombre. Sólo que no sabía qué era. Se sentía muy tonto, pero Harry había saboreado que Louis se hubiera abierto y hablado un poco acerca de su familia trabajadora, su infancia y educación. El instinto de Harry le decía que Louis no revelaba su pasado a mucha gente, posiblemente a nadie, por lo que torpemente había traducido en su cabeza que Louis lo consideraba un poco especial, alguien en quien podía confiar.
Además de eso, la conversación que compartieron desde sus camas anoche, en la que Louis había sentido la preocupación de Harry por Wes y le dijo que lo ayudaría, había hecho aletear el estómago de Harry de la mejor manera. Harry se calmó por un momento, frotando la opresión en su pecho. Sentado en su lado del cuarto del hotel anoche Harry se llenó de orgullo de que Louis lo considerara lo suficientemente importante como para ofrecer su ayuda. Ahora Louis había vuelto a tratar a Harry como si fuera un extraño. Peor aún. Como un extraño que particularmente no le agradaba.
Sintiendo una puñalada en su corazón ante el golpe emocional, dirigió su mirada de nuevo en dirección a Louis.
Y se encontró que el hombre tenía la vista clavada en él.«Oh, Dios». El aliento de Harry se quedó atrapado ante la implacable dura belleza de Louis, y se preguntó si alguien más estaría lo suficientemente cerca para ver la penetrante e intimidante mirada de Louis que sin duda no invitaba a la gente a quedarse. Louis utilizó ese factor de intimidación inherente en Harry en este momento, y Harry se encontró luchando contra el temblor en su interior y el instinto de agachar la cabeza por respeto hacia la voluntad superior de Louis. Sin embargo, Harry ni parpadeó, aun cuando todas las campanas gritaban en su cabeza advirtiéndole que se protegiera. Su ritmo cardíaco se aceleró, se le secó la boca y no pudo evitar tragar. Sin embargo, Harry se mantuvo firme bajo el escrutinio de Louis, quería doblar las rodillas y pedir perdón, sin tener ni idea de lo que había hecho mal.
Entonces, algo se apoderó del corazón de Harry. Louis se estremeció. Y apartó la mirada primero.
Harry se quedó inmóvil, atónito. Se sentía como si combustible para aviones bombeara a través de su sistema y tenía su piel zumbando ante la conciencia —solo que no sabía qué infiernos había pasado o por qué. La respuesta física de su cuerpo le decía que algo importante había pasado una victoria, pero ahora Louis ni siquiera lo miraba, por lo que era vacía y hueca.
Mientras Harry aún estaba impactado, Louis de repente cruzó la gran sala de la planta baja de la cabaña de los Sarna. Sin ver hacia atrás a Harry, Louis tomó las llaves de la cabaña de una mesa auxiliar en su camino a la puerta.
—No hay nada aquí —bufó Louis—. El que tiene a Daria debe tener también su laptop. —Abrió la puerta y se dirigió hacia el exterior en donde el viento azotaba—. Vamos a ir a ver la casa de botes y luego nos iremos.
Sintiéndose completamente cortado por el tono terminante de Louis, Harry siguió al hombre al porche. —Hey. —Agarró el brazo de Louis y lo jaló manteniéndose firme aunque su corazón se aceleró mucho. Probablemente Louis sabía una docena de maneras de matar a una persona sin dejar rastro, y el conocer el gran cuerpo del hombre y su aguda mente hizo que la garganta de Harry se cerrara—. ¿Qué sucede? —Apenas logró que las palabras salieran de su cerrada garganta—. Pensé que éramos compañeros.
Louis se enderezó en toda su altura. Su mandíbula sobresalía al estar apretando los dientes, y su pecho parecía expandirse en la forma en que algunos animales hacían para verse más grande frente a un depredador. —Lo somos. —Sus labios apenas se movieron—. Estamos trabajando aquí. —Con un parpadeo, bajó la mirada a la mano de Harry envuelta alrededor de su muñeca. Cuando Louis levantó su mirada con un nuevo parpadeo, a Harry le recordó a el mar cubierto de hielo—. Juntos.
Harry retiró su mano, sintiendo el cuchillo del reproche recorriendo todo el camino a través de él. —Entonces dime lo que hice mal para que estés enojado conmigo. —Podía escuchar la patética necesidad de su voz, pero no sabía cómo esconder su deseo de agradar a este hombre o cómo actuar de manera fría y suave cuando él no era así—. Apenas me has hablado durante toda la mañana, y ahora ni siquiera me miras.
La cara de Louis se drenó de color y se puso dura como el granito. Se dio la vuelta, maldiciéndose y apoyó la mano en la barandilla del porche. Después de un largo e incómodo silencio, se enfrentó a Harry de nuevo. Ya no era frío, sus ojos brillaban ahora con algo de fuego.
—Cristo, Harry. —Cerrando las manos detrás de su cuello, Louis agregó—: No estoy enojado contigo. Jesús, mírate, eres tan jodidamente dulce. Nunca podría enojarme contigo. —Levantó la mano y oh-tan-extremadamente cerca de tocar la mandíbula de Harry antes de dejarla caer de nuevo a su lado—. Estoy enojado conmigo mismo, y me quedo callado y retraído haciendo un inventario personal cuando esto sucede. No quise descargar mi ira en ti.
«No soy yo».
El alivio golpeó a Harry como una poderosa ola. Al mismo tiempo, su corazón sufría por la rígida determinación del hombre frente a él. Louis no aceptaba el fracaso como una opción, y Harry se había dado cuenta de eso desde el principio.
—Estamos haciendo las cosas lo mejor que podemos, ya sabes —Harry le recordó suavemente—. Nadie espera que tengas una solución tan rápido. Sólo podemos trabajar con la información que nos dan y lo que esperamos descubrir durante nuestra investigación. Sabes que tengo razón. —Jaló la bufanda que se asomaba del oscuro abrigo de Louis—. ¿De acuerdo?
La boca de Louis se tensó, pero luego se rio, a pesar de que salió grave. —Sí, sé que tienes razón. Maldición, hombre. — Con algo parecido a una sonrisa —bien, una para Louis—, Louis miró hacia abajo y luego a la niebla que cubría el agua, sacudió la cabeza antes de mirar a Harry con una nueva luz brillando en sus ojos—. No puedo creer que me leas tan jodidamente fácil. Con sólo unas pocas palabras, pones todo en orden y calma en mí.
Una infantil sensación inundó a Harry. Sintió un rayo de luz del sol que apareció entre las nubes de enero y brillaba en su rostro que estaba hacia arriba. Ni siquiera pensó cuando dijo: —Supongo que eso me hace el hombre de Louis Susurrador, ¿huh? Louis.
Louis se echó a reír, y parecía real y feliz. —Algo así.
Se quedaron en silencio por un momento, manteniendo el contacto visual, como había sucedido en la cabaña un momento antes. El aire helado entre ellos se espesó, creando una neblina con su combinado calor corporal, y formando una especie de capullo alrededor de donde se encontraban.
Entonces Louis cerró más la distancia entre ellos, incluso calentando más el aire. Frotó la yema de su dedo pulgar en la nariz de Harry. —Debes tener frío —dijo, con su voz ronca—. Tu nariz está de color rojo. Ten. Toma esto. —Se quitó la bufanda del cuello, y la envolvió alrededor del de Harry, e incluso la anudó sin apretar la garganta de Harry. Louis se aferró a los extremos de la tela, y con un ligero jalón acercó a Harry. Sus pechos casi se tocaban, y Harry inhaló cuando la caliente exhalación de Louis llegó a sus labios.
Louis escaneó la boca de Harry, al parecer memorizándola, y sentía como las yemas de los dedos tocaban cada centímetro de la sensible piel. —Hay algo en ti, Harry. No sé qué infiernos es, pero... —La penetrante mirada de Louis de pronto se estrechó y se desvió hacia la derecha. Una serie de malas palabras terminó su frase y luego saltó por encima del barandal del porche y corrió por el helado césped de la costosa propiedad de los Sarnas.
Automáticamente se puso en movimiento, Harry saltó las escaleras y también salió corriendo. —¿Qué sucede? —le preguntó a Louis, moviendo las piernas tan rápido como pudo para tratar de alcanzar la velocidad de Louis—. ¿Qué sucede?
—Acabo de ver a alguien salir de la casa de botes —gritó Louis sin disminuir la velocidad o mirar hacia atrás—. Él me atrapó mirándolo y corrió hacia los árboles.
«Mierda».
En lugar de miedo, instantáneamente adrenalina inundó el sistema de Harry, haciendo no solo que aumentara la velocidad de persecución, sino que también hizo que sintiera que una gran fuerza corría hasta el último de sus nervios. Náuseas burbujeaban en su estómago y luchó contra un elevado instinto inhumano de mantener a Louis seguro. Harry llegó al bosque, alcanzó el ritmo de Louis y se abrió paso entre las ramas tres metros más adelante. Persiguiendo a alguien que Harry no podía ver. Ninguna otra persona se alzaba a la vista.
Harry se movió más rápido enfocado en la espalda de Louis. Casi lo alcanzaba cuando se tropezó con la raíz de un nudoso árbol. Al girar alcanzó a ver un rayo de luz que rebotaba en un metal en la distancia. La refracción dividía los rayos del sol a través de las ramas de los árboles.«No lo puedo creer».
—Louis. —Una explosión de euforia hizo que Harry aumentara su velocidad igual que un chita—. Espera, espera, mira. —Se las arregló para tomar la mano de Louis y de un jalón lo detuvo. El hombre se giró y le disparó una rebelde mirada, pero Harry dirigió su atención a la luz del sol que reflejaba el metal dorado pálido, apenas visible a través de un mar de kilómetros de árboles. Louis se tomó un segundo para procesar lo que estaba en la distancia y luego le preguntó—: ¿Es el carro que creías que nos seguía ayer?
—Hijo de puta. —Una cadena de maldiciones continuó mientras Louis salía disparado hacia el vehículo cubierto—. Creo que lo es.
Casi junto a Louis en esta ocasión, Harry se mantuvo cerca, con sus brazos como un escudo para evitar que el follaje muerto raspara su cara. Se oía el ruido de un motor a lo lejos. Al llegar al pequeño claro, un hombre salió corriendo de la puerta del lado del conductor hacía una pequeña vereda, pero Louis llevó la persecución a otro nivel y se lanzó sobre la espalda del hombre, llevándolo hacia el suelo.
El pequeño tipo de inmediato salió de debajo de Louis, pero Louis se aferró a la pierna y lo jaló de nuevo, empujándole la cara en la tierra. Sin romper el ritmo, el tonto hombre jaló la pierna izquierda hacia atrás y metió la bota en el hombro de Louis, causando que Louis rugiera.
El instinto se hizo cargo de Harry. Soltó un grito infernal que venía de sus entrañas, un ruido que nunca se había oído hacer. No le importó que Louis sostuviera la pierna del hombre y pudiera dominarlo sin ayuda. Harry sólo registró el dolor de Louis, cuando había recibido ese golpe. Metiéndose en la refriega, Harry tomó ambos puños de la chaqueta del hombre y lo arrastró hasta el carro, lo hizo girar, y lo inmovilizó en un costado con una mano clavada en el pecho.
Tomando una respiración profunda y desigual, Harry dejó que la bruma de la indignación se limpiara de sus ojos, y lo que vio envió familiares detonantes en su sistema. Escaneó el desordenado rubio cabello, barba de varios días, piel bronceada y ojos color avellana.
«No es un extraño».
El hombre levantó sus brazos, pero Harry anticipó un golpe de karate que vendría a su lado y rápidamente cambió su control, esta vez usando el antebrazo para plantar todo su peso sobre la parte superior del pecho del hombre, peligrosamente cerca de la tráquea.
Harry se inclinó, lo suficientemente cerca para ver los destellos dorados de vida en los ojos de su oponente. —Ni siquiera pienses en tratar de correr —susurró entre dientes—. Te reconozco. Eres el hombre que pasó junto a mí en la estación de policía ayer.
Era unos cinco centímetros más pequeño que Harry. El hombre tensó su mandíbula y levantó su barbilla. Le dio una mirada a ver si Harry se atrevía a golpearlo.
Harry ejerció más presión con el brazo. —¿Quién infiernos eres? —Su antebrazo avanzó un paso crucial hacia el cuello de su cautivo—. ¿Por qué nos siguen?
El hombre ni se inmutó. Incluso parpadeó de manera perezosa transmitiendo una sensación de aburrimiento por toda la situación.
—Habla. —Imágenes de Daria Sarna y su familia volvieron la orden de Harry en una mueca.
Louis se movió al lado de Harry. —Calma, rock star. Ya lo tienes. —Él pasó la mano por la parte superior de la espalda de Harry. Harry juraba que Louis lo hizo para calmarlo, antes de cerrar sus dedos alrededor de su hombro—. Creo que ha descubierto que no irá a ninguna parte sin ceder y dar algunas respuestas. Suelta su garganta para que pueda respirar de nuevo.
El hombre levantó las manos, y Harry quitó el brazo del cuello del hombre. El tipo cayó en el momento que Harry lo dejó ir, y Harry tardíamente se dio cuenta de que había sostenido al tipo tan alto que había obligado al hombre a estar de puntitas.
«Maldición».
Harry se estremeció con el desbordamiento de la testosterona. Malditamente odiaba ser agresivo o violento con una persona. En tres años con Seguridad Horan, solo había tenido que recurrir a la fuerza física una media docena de veces, y aún le hacía sentirse como si fuera a vomitar.
Con su mano aún en el hombro de Harry, Louis se encontró con la mirada de, y Harry vio un claro interés. —¿Estás bien?
Aún no se sentía lo suficientemente estable, sin embargo Harry asintió hacia Louis y dio un paso fuera del camino.
Louis se dio la vuelta y dirigió su mirada directamente a la cara de su detenido. —Ahora. —Cruzó los brazos y le dio a su atacante una mirada tan fría que parecía que bajaba al menos diez grados el ya frío aire—. Vamos a empezar con tu nombre.
Respirando mucho más fácil ahora, el hombre se apartó de su auto y puso sus manos en sus caderas. Su chaqueta del ejército hacia atrás, dejando al descubierto caderas estrechas y un vientre plano bajo un suéter negro.
El hombre tuvo el jodido descaro de mirar a Louis de arriba a abajo. —¿Qué tal empezar con el hecho de que sé que tengo algo que desean? No tengo información acerca de Daria Sarna. Pero a cambio de esta información, quiero el acceso a partes de este caso. Quiero que los recursos de Seguridad Horan estén a mi disposición para ayudar con piezas de esta investigación que se superponen con mi caso.
—¿Qué eres? —Louis lo miró de reojo—. ¿Un investigador privado? ¿Quién te contrató?
—No va a pasar —respondió el hombre—. No tendrás respuestas. Aún no. Quiero tu palabra de que obtendré la ayuda de Seguridad Horan antes de hablar.
Louis se puso frente al hombre, elevándose por encima de él con los ocho o diez centímetros más de altura. —Lo primero que quiero saber es cómo infiernos sabes lo que somos y por qué estamos aquí. Será malditamente mejor que me des algo bueno, o voy a olvidar este acuerdo que estamos tratando de trabajar y transportaré tu culo directamente a la policía.
—No soy un extraño para los policías. Me importa una mierda —dijo el hombre con tranquilidad—. Ya me viste en la estación, sabes que estaba allí. —Encogiéndose de hombros, apoyó su hombro contra el carro—. Dado que ya sabes que estaba ahí seguiré adelante y revelaré que oí que mencionaste a Daria Sarna cuando estuviste en la oficina del jefe ayer. Dejaron la puerta abierta al salir, así que también pude escuchar al detective quejarse con su jefe acerca de que las personas de Seguridad Horan estaban tratando de entrar y hacerlos parecer tontos. Salí a ver qué carro usaban y entonces metí el número de la placa del carro en el sistema y descubrí que era de Louis Tomlinson, detective de homicidios jubilado, ese eres tú. No fue difícil realizar una búsqueda y descubrir que ahora trabajas como detective de Seguridad Horan y que fuiste a la casa de los Sarna ayer. —El hombre desviaba su atención entre Louis y Harry—. Ahora, no encontré nada en línea sobre la misión que hacen para Seguridad Horan, pero parece obvio que los Sarna los contrataron para averiguar lo que le sucedido a su hija.
—Seguro como el infierno que ya sabes mucho. —Louis hizo un ruido sordo, y Harry supuso que reflejaba su disgusto por no tener la sartén por el mango—. ¿Qué tal si me das un poco de cortesía, amigo? Dime tu nombre, y dime lo que haces. —Rodeó el vehículo, su cojera aún más pronunciada después de su última carrera, y se detuvo en la parte posterior. Con una ceja levantada, llena de amenazas, sacó su teléfono, y le dio una fría mirada al hombre rubio—. Evítame el pasar el número de la placa de tu carro por el sistema como tú hiciste con el mío.
El chico bajó la cabeza. —Me parece justo. Mi nombre es Riley Gibson. Hace poco terminé la academia de policía de Miami y acababa de empezar en el trabajo. No tengo un arma. —Riley levantó una mano y la llevó detrás de él—. Sólo sacaré mi identificación. —Sacó una licencia de conducir del estado de Florida de su billetera—. Sigue adelante y llama, tu gente en Chicago la revisará. Soy quien digo ser. Podemos esperar hasta que lo confirmes. —Sonrió mostrando inteligencia en sus ojos—. O puedes confiar en mí y podemos empezar a hablar ahora.
Poniendo los ojos en blanco, Louis dijo: —No te muevas, rubio. —Tomó la identificación de la mano de Riley—. Aún no estoy ni de cerca de confiar en ti. —Louis miró hacia Harry y Harry leyó “Mantén un ojo en él” de los labios de Louis que transmitía el mensaje sin palabras.
Después de que Harry asintiera, Louis se hizo a un lado y comenzó a presionar números en su teléfono. Se movió fuera del alcance de la audición. Harry, una vez más, no pudo evitar notar la fuerte cojera de Louis, y sólo podía imaginar el doloroso precio que pagaba por sus esfuerzos para capturar a esa persona, Riley. Louis sostenía el teléfono en la oreja y habló en voz baja. Al mismo tiempo, se frotaba la cadera y el muslo, claramente calmando el gran malestar. Viéndolo, Harry apenas pudo contener la profunda necesidad que lo consumía para ir con Louis, pasar un brazo alrededor de su cintura, y tomar un poco de su peso. Lo único que mantuvo a Harry con sus botas fijas en la tierra era el saber que Louis no le agradecía que llamara la atención sobre algo que podía ser percibido como una debilidad frente a un extraño. Infiernos, probablemente frente a nadie.
Riley le dio un codazo a Harry. Cuando Harry desvió la mirada, Riley señaló con la cabeza a Louis. —¿Le hice eso?
El gruñido de Harry regresó con toda su fuerza. —Louis está bien. Él te derribó sin siquiera perder el aliento. —Harry se movió para bloquear la visión de Riley de su compañero—. No te preocupes, ni pienses en él.
Levantando las manos en señal de rendición, Riley dio un paso atrás. —No hay problema. —En un parpadeo, Riley pasó de apoyar las manos en sus caderas con su postura llena de valentía a morderse el labio cuando se movió y vio a Louis al teléfono. La vivacidad se drenó de su mirada, y el oro en sus ojos perdió su brillo—. No soy un imbécil, sabes. —El tono de Riley cambió de uno de demanda a algo lleno de súplica—. Sólo necesito un poco de ayuda, y ésta es la única manera que puedo garantizarla.
—Si realmente necesitas ayuda, dile a Louis lo que sabes, y qué tipo de ayuda necesitas. Él ni de cerca es la clase de persona que roba tu información y luego te deja colgado. Habla con Louis —Harry lo señaló con la cabeza—, y es un trato.
Louis se paseaba durante la conversación, y le dio a Riley otra medio mirada. —Mientras espero, sería mejor que le confesaras todo lo que sabes a Harry. Si le importa, se asegurará de que a las personas adecuadas también les importe. Por otro lado, si me dejas colgando de una cuerda por mucho tiempo, y no escucho nada bueno acerca de ti de mi socio —alzó su teléfono como si se tratara de una bomba a punto de explotar —, no dudaré en usar mis conexiones con la policía para que tu estancia en nuestro gran estado sea muy desagradable.
—Realmente soy un novato en el departamento de policía de Miami —respondió Riley rápidamente—. Por lo menos, lo era hasta que tuve que venir aquí de repente, y he perdido mi posición. —Su aguda exhalación nubló el aire—. Por favor, no me jodas. Dime que puedo confiar en ti. Necesito a alguien con tu experiencia y tus conexiones. —Levantó la mano hacia Louis. Temblaba, y el miedo en el corazón de Harry se mezcló con su curiosidad. Esos dedos temblorosos le quitaron el miedo inicial y sus sospechas por esa persona—. Por favor —agregó Riley.
—De buena fe, Riley. —Louis estrechó la mano de Riley, visiblemente sólida y confiable—. No hay razón para ser idiota. Sólo tienes que decirnos lo que sabes.
—Gracias. —Después de estrechar la mano de Louis, Riley se giró y abrió la puerta del lado del pasajero. Sacó un grueso documento del tamaño de la mano. Con dos pasos, se paró frente al cofre del carro y sacó una fotografía copiada de su expediente—. Bien, entonces, ella es Daria Sarna. —Plantó una imagen de la rubia, de ojos azules, la heredera de la compañía, la mantuvo presionada con la mano—. Desapareció hace nueve días. De aquí, Arlington Heights, pero todos podemos estar de acuerdo de que tenía lazos significativos con Chicago. —Miró a Louis y a Harry—. ¿Verdad?
Louis suspiró alrededor de ellos. —Aun no me dices nada que no sepa.
Harry se movió a un lado de Louis y puso su mano sobre la muñeca del hombre. Apretó, y la mirada de Louis bajó a la mano antes de darle a Harry una ardiente mirada. Harry mantuvo la mano alrededor de la muñeca de Louis, dejando que la piel calentara la mano, y de alguna manera regresó su atención a Riley.
—¿Qué más tienes? —Preguntó Harry—. No creerás que puedes llegar a un acuerdo si no tienes algo bueno.
Riley murmuró: —Gracias —a Harry y luego regresó su atención a Louis—. Por esto es que tú caso es importante para mí. Mi hermana menor se escapó de casa hace tres meses. Ella vivía con mi tía en Winter Haven, y yo estaba en Miami. No supe que ella había desaparecido hasta que había pasado casi todo un mes. Bree… Sabrina, mi hermana, tiene dieciséis años. Yo estaba pasando por mi formación de la Academia, y mi tía no quería que lo dejara. Escuchen. —Las sombras en los ojos de Riley repentinamente aparecieron mostrando a un hombre que no había dormido en mucho tiempo—. Mi hermana es diez años menor que yo, y odio que no fuéramos cercanos ni haberle dado suficiente tiempo. Pero cuando me enteré de que Bree se había ido, no pude permanecer en Miami. Fui primero a casa de Winter Haven y de ahí seguí a Bree hasta aquí. Algunas chicas en la calle en Chicago recuerdan su cara, y un representante de un refugio seguro recuerda que pasó un par de noches con ellos. Luego desapareció. Desapareció hace siete semanas. Nadie la puede recordar después de eso. Solo desapareció —dijo, chasqueando los dedos—. Como Daria.
—Hijo de puta. —Louis se puso todo rígido, y su mirada era de nuevo fría.
—Eso no es todo —agregó Riley—. Esta es mi hermana. —Sacó una foto de siete por quince de su carpeta y se la dio a Harry y a Louis. La fotografía era de una chica rubia, de ojos azules que sonreía y podría haber pasado por hermana de Daria.
Harry se limpió la boca con la mano. —El parecido es increíble.
—Sí. —Sombrías líneas se formaron alrededor de la boca de Riley y frunció el ceño—. Así que cuando vi la foto de Daria en las noticias, fui a la policía y traté de mostrarles la fotografía sugiriendo que quizás de alguna forma los casos estaban conectados. Ellos lo descartaron, porque Bree tiene dieciséis años y Daria veinte, y mi hermana huyó y según los rumores se prostituía, mientras que Daria es una chica rica con todo a su favor. Y Daria desapareció de Arlington Heights, no de Chicago.
Harry pasó de aferrarse a la muñeca de Louis a golpear su brazo. —Pero Daria hacía trabajo voluntario en un refugio, Louis. Tal vez alguien la confundió con una residente.
Louis tomó la mano de Harry, deteniendo sus excitados golpes. —Es una posibilidad que vamos a estudiar.
Le dio un apretón a la mano de Harry para que sintiera su apoyo, pero vio al cofre de Riley de nuevo. —Entonces, básicamente, la policía te dijo que tu hermana probablemente se había ido a prostituirse a otro lugar o había muerto por su proxeneta o su cliente. Cientos de niñas que huyen terminan con un violento final. No buscaran un asesino en serie en donde no hay uno. Ellos son mucho más raros de lo que el público piensa. ¿Tengo razón?
—Más o menos —Riley asintió—. Eso podría jodidamente matarme, pero podría aceptarlo si una sola persona hubiera visto a Bree durante estas siete semanas, pero ninguna de esas chicas con las que he hablado la ha visto. Además, aparece el cadáver en alguna parte de la mayoría de esas chicas que mueren en las calles. No han encontrado su cuerpo. El cadáver de mi hermana no puede estar en ningún lugar como desconocida, ellos tienen sus huellas dactilares en el sistema por ser menor y la policía tiene todos esos programas para ayudar a identificar rápidamente a los niños si alguna vez desaparecen. Si ella estuviera muerta, la hubieran encontrado, si no la han encontrado, aún existe la posibilidad de que esté viva. —Un indicio de humedad llenó los ojos de Riley, pero parpadeó y luchó por detener la lágrima—. Mi hermana es una luchadora y no se rendiría sin hacerle mucho daño a su oponente.
—Jesús. —Louis se frotó la cara y luego se pasó las manos por su cabello. Su mirada fue hacia las cosas que Riley había dejado sobre el carro—. Esa carpeta aún no está vacía. ¿Qué más tienes?
Riley sacó unas cuantas hojas más. —Después de que me di cuenta de las similitudes en Bree y Daria, investigué un poco más. Llegué a todos los refugios de los alrededores de Chicago, buscándola. Cuando nadie reconoció que Bree hubiera estado ahí en un tiempo, empecé a preguntarle a algunos de los empleados y niñas que viven en estos lugares sobre otras chicas. Adivinen qué. En el transcurso de los últimos veinte meses, dos de estos refugios reportan que otras chicas que acudían ahí desaparecieron, para nunca regresar a pedir ayuda de nuevo. No es extraño, yo sería el primero en admitirlo. Pero algunas de estas niñas eran realmente cercanas a otras niñas y a algunos de los voluntarios y empleados de esos centros de acogida, ellos y comenzaban a sentir como si algunas de estas fugitivas fueran sus hijas sustitutas. Ellos no olvidan sus caras. Les pregunté por niñas rubias, en particular, y específicamente recuerdo que estaban tristes y decepcionados cuando a estas tres niñas —Riley levantó dos hojas de papel, una con una foto copiada en él, la otra con dos— dejaron de aparecer después de haber recibido ayuda regular. Una de un lugar llamado Sagrada Gracia, y dos de otro refugio para adolescentes llamado Segundo Hogar. —Harry se quedó mirando las tres fotos del grupo, todas las niñas se veían evidentemente como residentes de refugios. En cada una de ellas, Riley señaló a una adolescente, y dijo—: Sin dejar rastro. Todas.
Nausea agitó el estómago de Harry. Vio hacia Louis y al fijar la mirada podía ver el cerebro de Louis hacer clic y procesar esta nueva información. —Louis —susurró Harry—, alguien que tiene de blanco las niñas de los refugios debe haber visto a Daria ir y venir del refugio Haven y también se la llevó.
—Ellos pensaron que era desechable. —La voz de Louis hizo temblar a Harry—. Esos bastardos se la llevaron creyendo que ella era basura.
—Chicos. —El tono de Riley era serio—. Si ese animal está atrapando a estas chicas porque cree que no valen nada, y que nadie se preocupa por ello, entonces otra cosa podría haber sellado el destino de Daria. Es por lo que en realidad fui a la estación ayer en la mañana para decírselo a los policías, pero entonces los escuché a ustedes dos y me di cuenta de que ustedes trabajan para una firma de prestigio. Empecé a seguirlos mientras me decidía si podía confiar en ustedes ya que no tuve suerte con los policías. Aun no estaba seguro cuando me vieron en la casa de botes y me persiguieron, pero cuando me atraparon, me di cuenta de lo importante que es resolver este caso para ambos. No renunciarán con facilidad y están abiertos a otras teorías, y yo respeto eso.
—Escúpelo, rubio. —La impaciencia se marcaba en el tono de Louis—. Deja de acariciar nuestro ego como si creyeras que vas a obtener una feliz erección o algo así.
Riley sólo se sonrojó un poco. —Desde que desapareció Daria, he estado tratando de realizar un seguimiento de su vida tanto como de la de Bree. La otra noche, me di cuenta de que Daria había aceptado un trabajo de noche. —Abrió un sobre y dejó caer un paquete de fósforos sobre el cofre del carro—. En ese lugar.
Harry agarró los cerillos y los giró para ver el logotipo que mostraba una sombra de color rosa de una mujer voluptuosa cubierta con las palabras Club Kitty.
«Oh, infiernos».
Harry ni siquiera quería pensar en compartir esta información con Declan y sus padres. La agitación de su estómago crecía mientras le daba los cerillos a Louis.
—Genial. —Louis frunció el ceño mientras miraba la cajetilla, y luego lanzó la caja de nuevo al carro—. Un club de strip.
—Sí —confirmó Riley—. Un muy desagradable club.
—Esto se pone cada vez mejor y mejor. —Louis parecía que podría arrancarse todo el cabello al final de este caso.
—¿Qué es lo que quieres hacer ahora? —preguntó Harry.
—Creo que vamos a ver un show —dijo Louis con la ceja levantada.
—Maravilloso —murmuró Harry. No había visitado un club de striptease desde sus días de pretender ser hetero, en Minnesota. Dios, había odiado estar en esos lugares, fingiendo para sus supuestos amigos. Se sentía mal, y suponía que tampoco era del todo agradable para las mujeres, en muchos niveles.
Mientras Riley recogía toda su evidencia, Harry observó que Louis tampoco parecía muy entusiasmado de ir a un club de strip. Riley les había dado nuevas pruebas legítimas, por lo que Harry tenía que preguntarse por qué Louis no se veía al menos un poco complacido. Por otra parte, en el porche, Louis casi había tocado a Harry, y parecía como si hubiera estado a punto de decir algo importante. Louis definitivamente había jalado a Harry más cerca sin ningún tipo de rarezas...
«Deja las jodidas cosas bien ahora».
Harry dejó que sus ilusiones y fantasías llenas de lujuria murieran en el camino. Creía que había sentido y leído todos los mismos signos de atracción en Aiden. El tipo nunca se inmutó cuando luchaban en su dormitorio, infiernos, ni siquiera en su cama, sin embargo, le había tomado semanas a Harry recuperarse de la paliza que le había dado por la equivocada suposición. Harry ni por un segundo creía que Louis le diera una paliza, pero si hacía un movimiento inadecuado con el hombre, podría hacer que fuera una situación incómoda para todos en el trabajo.
En ese momento, manos aplaudieron estruendosamente delante de la cara Harry. —Tierra a Harry —dijo Louis, trayendo a Harry a la realidad—. Vamos a dar un último rápido vistazo para buscar la laptop de Daria en la casa de botes.
Harry asintió. —De acuerdo.
Las revoluciones de un motor se llevaron la atención de Harry hacia la derecha. Detrás del volante de su carro, Riley levantó la mano. Por Dios, Riley y Louis debieron haber tenido toda una conversación mientras que Harry se había deslizado de la tierra para soñar con Louis sobre algo que nunca iba a suceder.
—¡Rock star! —Louis gritó desde unos metros de distancia. Enmarcado en la belleza de los árboles desnudos a su alrededor, Louis miró a Harry, las cejas levantadas con perplejidad—. ¿Vienes?
—Justo detrás de ti.
En silencio, Harry admiraba la amplitud de los hombros de Louis, y una vez más, se ordenó centrarse en el trabajo y olvidarse de su estúpido enamoramiento. Invitado
Invitado
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Owww que capítulo!!
Vaya esto me deja mucha intriga con lo de Daria y ahora lo de Bree(creo que si son casos conectados)
Ese Riley no me daba confianza pero si(me cae bien)*mi favorito*
Daria trabajaba en un club de striptease OH SEÑOR!!
Jajajaja el estúpido enamoramiento de Harry :3 que lindo <3
Esta fic me encanta unas de mis favoritas sin duda :D
Jeje siguela!!!
Vaya esto me deja mucha intriga con lo de Daria y ahora lo de Bree(creo que si son casos conectados)
Ese Riley no me daba confianza pero si(me cae bien)*mi favorito*
Daria trabajaba en un club de striptease OH SEÑOR!!
Jajajaja el estúpido enamoramiento de Harry :3 que lindo <3
Esta fic me encanta unas de mis favoritas sin duda :D
Jeje siguela!!!
DaLiiS
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
dios dios dios esto no puede estar más interesante entre la historia de Daria y harry y louis intentando mantener a raya las ganas que tienen de comerse los morros, vamos harry ve por louis que se muere de ganas y el tontito no va a hacer nada por sus estúpidas leyes... síguela prontooo
inmaaamlg
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Ahora lo del caso va a adquiriendo mas sentido. Daria fue una victima mas al azar, posiblemente de trata o algo de eso. Igual el asunto lo vuelve mas complicado porque ya no tienen ni puta idea a quien buscar, supongo.
A todo esto, las cosas entre ellos estan tensas pero a la vez se van facilitando y agh.. que no los interrumpan mas! ah.
Seguila pronto por favor, bye!
A todo esto, las cosas entre ellos estan tensas pero a la vez se van facilitando y agh.. que no los interrumpan mas! ah.
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