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Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Prólogo.
Hace tres años.
Harry Styles terminó de afeitarse los últimos rastrojos de la barba en su mandíbula, estudió su patético rostro en el espejo, y maldijo a la navaja en su mano.
Las manchas oscuras de color morado alrededor de su ojo, por su mejilla y en la mandíbula, habían comenzado a cambiar de verde a amarillo y desvanecerse alrededor de los bordes, lo que indicaba la siguiente etapa en el proceso de curación. En lugar de centrarse en eso, Harry se quedó mirando su reflejo, y su estómago se revolvió violentamente.
«Te quitaste lo único que cubría parte de eso».
El ver el resultado de su absoluta estupidez en toda su gloria hizo que Harry se sintiera enfermo en más de un sentido. No podía dejar de recordar el medio segundo de alegría eufórica que lo había elevado a las nubes cuando había pensado que leyó atracción en los hermosos ojos marrones de su mejor amigo Aiden. Luego, con un toque de los labios de Aiden, el horror y el terror giró el mundo de Harry. Puños golpearon su cara y golpes llovieron por todo su cuerpo, dejándolo con sangre y moretones negros y azules. Había pensado que Aiden se preocupaba por él, pero las acciones de Aiden demostraron lo terriblemente equivocado que estaba Harry.
«¡Te lo mereces! No se besa a otro hombre de la nada. No importa lo mucho que creas que él lo quisiera».
La humedad nubló la vista de Harry. Le dio la espalda al espejo, odiando su debilidad, y luego maldijo por el rápido movimiento que causó rigidez y dolor que recorrieron su cuerpo magullado. Su corazón herido, tanto como su cuerpo, le hizo recordar que había perdido mucho más que a su mejor amigo en los últimos días.
«¡Basta! Dejar de ser un llorón». Harry salió del cuarto de baño en un departamento familiar que daba a una ciudad que no conocía.
Una cosa buena había salido de su golpiza y posterior necesidad de salir de Minnesota. Una nueva vida en Chicago. Con una hermana con la que no había hablado en más de una década.
«Gemma». Harry tomó la vieja pila de cartas atadas con una cinta, sintiendo su pecho arder con nuevas opresiones. «No sabía que ella aún me quería cuando se escapó hace tantos años atrás».
«Mierda». Harry tuvo que reír. Porque había pensado que Gemma había abandonado a su familia, deliberadamente no había buscado información sobre ella. Hasta hace unos días, cuando su madre por fin le había dado las cartas que su hermana le habían escrito durante años —él no tenía idea de que Gemma se había convertido en investigador privado, ahora co-propietaria de una prestigiosa empresa de seguridad, e incluso se había casado.
Harry paseaba por el apartamento de su marido Niall, sorprendido de que un tipo que ni siquiera había conocido hasta ayer le permitiera vivir temporalmente en su apartamento. Niall trataba a Harry, un total desconocido, decentemente.
«Mejor que mi propio padre».
Poniéndose unos short, Harry se juró dejar la autocompasión. El pasado ya no importaba. Tenía un techo sobre su cabeza, uno jodidamente lindo, y la oportunidad de conocer a su hermana.
Fuertes golpes en la puerta retumbaron en todo el apartamento, seguidos por una voz masculina. —¡Levántate con una jodida, Horan, y déjame entrar! ¡Soy Louis! Está haciendo un frío de mierda, y no quiero correr solo.
Harry cruzó corriendo el apartamento y se encontró mordiendo una sonrisa en respuesta al rudo extraño. Abrió la puerta, y sus labios se abrieron para decir hola. Con una mirada al hombre en el otro lado, la voz se le fue.
«Dulce madre». Su estómago se tensó ante la masculina visión delante de él.
—Jesús, Niall, se supone... —El hombre de cabello castaño en chándal azul marino y una sudadera gris ceñida apoyó su peso contra el marco de la puerta. Entrecerró sus ojos, y parecía que la hierba invadía sus irises—. Tú no eres Niall.
Le tomó un puñado de latidos del corazón a Harry tragar el nudo en su garganta. —Soy Harry. —Sostuvo como un apretón de muerte la puerta hasta que las yemas de sus dedos le dolían—. Soy el cuñado de Niall
El hombre arqueó una ceja gruesa y oscura. —¿Oh?
«Dios. Contrólate, idiota. Es sólo un chico».
Harry logró abrir sus dedos. —Lo siento, sí. Gemma es mi hermana, pero acabo de conocer a Niall ayer. Puedo decir por la mirada en tu cara que nunca habías oído hablar de mí. —El calor subió a las mejillas de Harry—. No soy de aquí. Probablemente esa sea la razón.
—Correcto, correcto. —Lamiéndose el borde de su labio, el chico asintió—. Se me olvidó que Niall se mudó al apartamento de Gemma. No me he acostumbrado al cambio en su estado civil. Mi nombre es Louis Tomlinson. Soy amigo de Niall. ¿Puedo entrar un minuto? —Con la mano plantada en el marco de la puerta, Louis se inclinó por encima del umbral—. Podría tomar algo de beber.
—Sí, claro. —Harry automáticamente se movió a un lado y permitió a Louis entrar—. No hay mucho en la cocina en estos momentos. —Después de cerrar la puerta, Harry caminó hacia atrás, sus ojos en Louis. El hombre dio la vuelta por la sala abierta, deteniéndose aquí y allá para examinar cosas en una mesita o un estante—. Podría conseguir un vaso de agua.
—Eso estaría bien —dijo Louis—. ¿Puedo usar el baño? —Viendo hacia el corto pasillo que conducía a los dormitorios y a un baño, Louis hizo una pausa y miró a Harry—. Sé dónde está.
—Adelante. —Harry pegó una sonrisa amable en su rostro. En voz baja, añadió—: No te olvides de revisar mi bolso mientras estás allí.
Louis asomó la cabeza de la vuelta de la esquina. —¿Qué fue eso?
—Nada. —Harry se ruborizó de nuevo, podía sentir el ardor. Ocupándose de sus manos temblorosas, tomó un vaso y abrió el grifo a todo volumen—. Sólo hablando conmigo mismo.
El chico apenas inclinó su boca arriba en el borde. —Claro. —Él mantuvo su mirada en Harry, hasta que hizo que Harry se sintiera incómodo por respirar. Entonces Louiw dijo bruscamente—: Vuelvo enseguida —y desapareció por el pasillo.
Mientras Louis se encargaba de sus asuntos —y Harry tenía serias dudas de que incluyera orinar—, Harry se paseó por la pequeña y con alta tecnología cocina, murmurando para sí mismo por haber sido un montón de cosas en sus veinticinco años, la verdad, no muchas cosas muy interesantes, pero nadie jamás lo había acusado de ser un ocupante ilegal o un ladrón. Esta persona, Louis, claramente pensaba que lo era.
Manteniendo su oído alerta, Harry oyó el inodoro. Cuando Louis volvió a aparecer, Harry se levantó estirando el vaso de agua para ofrecérselo.
Una vez que Louis lo aceptó y tomó un trago, Harry bufó: —No he robado nada. Me permitió estar aquí. —Corrió a la sala para tomar el teléfono—. Puedes llamar a Niall para comprobarlo si lo deseas.
—No hay necesidad. —Aunque el tono de Louis fue casual, alteró los nervios de Harry—. Creo que eres el hermano de Gemma. —El hombre tomó otro sorbo de su agua y luego levantó el vaso en dirección a Harry—. ¿Estás bien?
—¿Por qué? —preguntó Harry. Luego vio su reflejo en la gran ventana detrás de donde Louis se levantó—. Oh. —Su corazón dio un vuelco. «Perdedor. Él te compadece». No sólo Louis se había dado cuenta de la cara magullada de Harry, sino que se había olvidado que no traía camisa. La prueba de la paliza gritaba en tonos rojos, morados, verdes y amarillos—. Sí, estoy bien.
—¿Estás seguro? —Louis se acercó, y se inclinó para estar a la altura de sus ojos—. Trabajo en la aplicación de la ley, soy un detective de homicidios. Te puedo ayudar, Harry.
Abiertamente estudiando las lesiones de Harry, Louis se estiró y tocó su mandíbula. Al primer contacto, Harry se sobresaltó y se apartó. Parte de su respuesta había sido un estremecimiento por darse cuenta de la mano de este duro hombre en él. Pero también Harry había recordado un gran puño estrellándose contra su rostro, y su corazón había saltado a la garganta.
—Lo siento —murmuró Hrry. Por una vez, agradeció que los hematomas pudieran cubrir al menos en parte su furioso rubor—. No tenía intención de alejarme así.
—No, lo siento. —Louis dio un paso atrás y levantó las manos en señal de rendición—. Sé bien que no debería de tocar a alguien que ha pasado por lo que claramente has pasado tú.
—No fue nada, sólo un malentendido. —Harry se movió en un intento de cubrir la mayor parte de los moretones en su rostro. No es que importara. Su torso, espalda y brazos se veían como una jodida pintura abstracta. Sin correr a la habitación por un suéter, no podía cubrirse de la conocedora mirada de Louis—. No hay necesidad de causar ningún problema.
La mandíbula de Louis produjo una visible tic. —Tú no iniciaste el problema. Me permitirías hacer cumplir la ley. —Harry de inmediato negó con la cabeza, y Louis terminó diciendo—: Niall sabe dónde encontrarme si cambias de opinión.
—No lo haré. Sin embargo, gracias.
—No hay problema. —Louis dejó el vaso en la barra en su camino hacia la puerta—. Tengo que seguir adelante en mi carrera. —Antes de que el hombre abriera la puerta, tocó el techo del marco. Soltó un gruñido, y su sudadera se levantó revelando una línea dura de color oliva de su abdomen. Harry tragó mientras lo miraba fijo. «Wow».
Louis dejó caer los brazos, abrió la puerta, y dijo: —Fue bueno conocerte, Harry. —Algo que Harry pensó se parecía a una breve sonrisa —que sin duda tenía las líneas demasiado duras para llamar una sonrisa— se formó en los labios de Louis.
—Um... —dijo Harry—. Está bien. —Sentía la lengua como de algodón, y de repente no tenía idea de qué hacer con sus manos—. Adiós.
Louis se detuvo en el pasillo. —¿Y, Harry? —Louiw no se giró y Harry mantuvo la cabeza gacha.
Harry levantó la mirada del suelo. —¿Sí?
—No revisé tu bolso. Tenía que orinar. —Justo antes de cerrar la puerta, Louis agregó—: Cuídate. Adiós.
«¡Maldición!» Harry se quedó mirando la puerta cerrada, con la boca abierta. «Escuchó cada sarcástica cosa que murmuré».
Harry deseó que el suelo se abriera y se lo tragara entero antes de que hubiera abierto la puerta. «Antes de que hubiera oído esa aguda voz».
Harry no entendía su reacción ante el hombre. Louis no era ni siquiera de cerca una belleza tradicional; poseía rasgos fuertes, más bien duros. Harry había pensado de inmediato en la frase “sin piedad” al segundo que vio a Louis Tomlinson. Sin embargo, encima de eso, estaba la reacción física de Harry, traducida en: “Él es tan jodidamente... masculino. Lo irradia de sus poros”.
Louis causó que a Harry se le trabara la lengua mucho más allá de su timidez normal. En realidad, Louis probablemente sólo era un par de centímetros más alto que Harry, pero algo en sus hombros más anchos, postura, y penetrantes ojos, lo hacía intimidante y enviaba señales al receptor que lo percibía como un gigante. El detective Louis Tomlinson era un hombre. Y Harry había reaccionado a él en un nivel fundamental que no había sido capaz de controlar.
«Mejor busca la manera de superarlo. Y rápido».
El recuerdo de la sensación de su ex mejor amigo golpeándolo lo inundaron, haciendo que Harry tropezara. Mierda. Aiden era regordete, pero Harry sospechaba que si una persona se cruzaba con Louis Tomlinson de una manera que le desagradara, podría enviar al hombre al hospital con un par de precisos golpes.
Con el dolor del ataque de Aiden aún tan fresco, Harry se comprometió a poner al atractivo detective fuera de su mente.
Y mantenerse fuera de su camino.
-----
En el elevador, Louis presionó el botón del vestíbulo y se ordenó sacar a Harry Styles de sus pensamientos.
En el cuarto de baño Louis había hecho dos llamadas rápidas: una a Niall, que no contestó, y una al socio de Niall, , Liam que contestó. Liam había confirmado la identidad de Harry a Louis. Esa llamada también le aclaró sobre”el matrimonio” de Gemma y Niall. La pareja estaba en un trabajo en este momento y no podía romper sus cubiertas o compartir con Harry la verdad sobre el matrimonio simulado.
Louis no se carcajeó, pero se rio en la intimidad del elevador. Había oído murmurar a Harry de esa dulce y poco amable manera, cuando el joven había pensado que estaba solo. La verdad era que, si Louis no hubiera conseguido a Niall o a Liam, muy bien hubiera revisado el bolso de Harry para buscar evidencias de la identidad del hombre. Cristo, al verlo en el suelo en el dormitorio de invitados había estado seriamente tentado de revisar, sólo para ver si podía encontrar alguna evidencia de quién diablos había golpeado al chico. El corazón de Louis sangró por Harry mientras al mismo tiempo la sangre ardía en fuego recorriendo su cuerpo.
Louis podía decir con sólo ver a Harry que él no pisaría a un insecto arrastrándose en el piso, y mucho menos que se había defendido de una paliza brutal. El que había golpeado un cuerpo tan espectacular merecía una paliza igual.
«No me importaría ser el que lo hiciera».
Tan pronto como ese pensamiento se apoderó de Louis, su pene tensó su pantalón. Era algo bueno que fuera a casa ahora mismo, no podía dejarse llevar por su deseo de ayudar a un chico de veintitantos años, con un culo dulce y una historia desgarradora escrita en toda su cara. Si Harry finalmente quería ayuda, su “cuñado” era más que capaz de manejarlo. Mierda, la hermana de Harry también podría atrapar al chico. Probablemente era mejor que la mayoría de los hombres.
No obstante, cuando Louis salió y golpeó el pavimento en su carrera, los más bonitos y más profundos ojos verdes que hubiera visto continuaban persiguiéndole.
Mientras hacía ejercicio, Harry Styles seguía en su mente.
«¡Joder!»
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Hola, mi nombre es Lizeth, y eh decidido adaptar este fic, debo decirles que fue una lata ya que esta es una serie, y leí el primero y estaba a punto de acabarlo y en mi cabeza tenia adaptarlo, cuando algo ocurrió y lo mande a la mierda. Tenia este desde hace rato en mi celular y me dio por leerlo, y ciegamente creí que este me decepcionaría como el otro, pero no, al contrario me encanto y bueno acá se los dejo.
Espero que les guste:)
Muchas gracias por leerlo.
Bye:)
Última edición por lizethstylinson el Mar 25 Feb 2014, 10:30 am, editado 1 vez
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
JAJAJAJA el anterior de la serie hubiera sido bizarro y probablemente desagradable en ciertos momentos JAJA. Pero eso ya no importa, encontraste este y por las pocas citas que vi en tu twitter ya se que me va a gustar. Es mas, con solo el prologo ya lo hace.
Con solo que haya dicho que Harry tenia un culo dulce ya lo hace, en realidad JAJA
Seguila pronto por favor! Bye :)
Con solo que haya dicho que Harry tenia un culo dulce ya lo hace, en realidad JAJA
Seguila pronto por favor! Bye :)
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Me encanto!!
Quiero mas!!! plizzz!!!
Seguila pronto!!
Quiero mas!!! plizzz!!!
Seguila pronto!!
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Y si, desagradable, aunque esta tiene partes que bueno, ya veras.Debby escribió:JAJAJAJA el anterior de la serie hubiera sido bizarro y probablemente desagradable en ciertos momentos JAJA. Pero eso ya no importa, encontraste este y por las pocas citas que vi en tu twitter ya se que me va a gustar. Es mas, con solo el prologo ya lo hace.
Con solo que haya dicho que Harry tenia un culo dulce ya lo hace, en realidad JAJA
Seguila pronto por favor! Bye :)
hahahah, palabras mágicas no?
La sigo:)
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Okay, acá va mas:)Me encanto!!
Quiero mas!!! plizzz!!!
Seguila pronto!!
Saludoss!
Invitado
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Capitulo 1.
(Primera parte)
Día presente.
Louis se acercó al escritorio de Niall y estrechó la mano del hombre, sellando su acuerdo.
Riendo, Niall, dijo: —Nos llevó un infierno de tiempo, hijo de puta, pero es bueno tenerte con nosotros.
—Es un placer estar aquí —dijo Louis. Él mantuvo su mano firme, pero su corazón latía más rápido ante la bienvenida oficial de ser una parte de Seguridad Horan.
Louia dirigiría el ala de investigaciones de la empresa. De acuerdo con Niall, una gran parte del tiempo de Seguridad Horan era tratar con los requerimientos para manejar las investigaciones de carácter personal. Tanto que la dirección había decidido crear una filial dedicada exclusivamente a esas solicitudes. Con el trabajo de Louis como aplicador de la ley, los propietarios: Niall, Liam, Andy, y Gemma, le habían hecho a Louis una oferta demasiado buena para rechazarla.
«Quizás también saldré de detrás de un escritorio de vez en cuando».
Louis se llevó la mano al pecho, tratando de palpar la placa de detective que ya no existía. Acostumbrarse a no tener su placa de identificación le tomaría algún tiempo, aunque no había trabajado activamente en un caso de homicidio de la forma en que un detective lo hace durante dos largos años.
Persistente granizo volaba en el aire y la temperatura bajó dramáticamente esta mañana. Louis cambió la mano de su pecho a la cadera y frotó la carne a través de sus pantalones. «Aceptar este trabajo es una buena cosa. Horan puede ver que sigo siendo útil y capaz; dolores y, a veces, cojera o no». Sí Louis sólo pudiera evitar a determinado empleado de Seguridad Horan con el cabello rizado desordenado y ojos esmeraldas, algún día podría convencerse de que no había cometido un gran error al aceptar el trabajo.
—¿Louis?—Niall chasqueó los dedos delante de la cara de Louis, por lo que Louis parpadeó y regresó su atención a Niall. Una mirada azul glaciar se dirigía hacia Louis desde el otro lado del escritorio—. ¿Estás bien? —Niall preguntó.
—Sí. Lo siento. —Incluso antes de que procesara el movimiento, Louis volvió a levantar la mano y se frotó el lugar en donde su placa solía estar—. Este es un gran cambio. Estaba tomando un minuto para dejar que todo se asentara.
—Hazlo rápido —dijo Niall—, porque ya tengo un caso para ti. —Retirando la silla, Niall se puso de pie y se trasladó a la puerta de su oficina—. Ven conmigo.
Louis siguió a Niall al centro de operaciones de Seguridad Horan. Seguridad Horan estaba confinada a un conjunto de oficinas en el décimo piso del edificio Houser, pero ahora la compañía alquiló el piso entero.
Mientras Niall caminaba con Louis al otro lado del edificio, el personal se movía alrededor, de aspecto profesional, todos y cada uno.
—Te voy a mostrar primero tu oficina —explicó Niall—. Vas a tener un laptop y todos los extras que necesites. Envié un memo a toda la compañía para que la gente sepa que vas a hacer entrevistas para tu personal para cualquier persona que quiera cambiar al ala de investigaciones. Tenemos un conjunto de oficinas listas en este extremo de la planta para cuando los contrates, pero vas a tener que profundizar en este primer caso sin un equipo.
Estudiando al mar de virtualmente extrañas personas que lo rodeaban, Louis se preguntó cuánto tiempo haría falta para sentirse como una familia, de la forma en que se sentía en su antiguo puesto de trabajo.
—¿Puedo traer a gente de afuera?—Louis preguntó.
Niall arqueó una ceja. —¿Tienes a alguien en mente?
—No en este momento. Sólo quiero estar seguro de que pueda.
—¡Absolutamente! Confiamos en tu buen juicio. —Niall llegó a una puerta de cristal y la abrió. Otra área de recepción, vacía, que había más allá. Un grupo de sillas tapizadas de cuero estaban a su izquierda. Una sala de conferencias se alzaba grande y en línea recta, y en el pasillo había puertas a izquierda y derecha—. Tu contratación es oficial —dijo Niall—, pero vamos a negociar seriamente a quien quieras traer a bordo.
—Es bueno saberlo —murmuró Louis, distraído por el jodido carácter oficial de este lugar. La larga fila de puertas de oficinas, iban en dos direcciones. Eso lo sacudió y la verdad de este trabajo se estrelló contra él. Él sería el jefe y, finalmente, a cargo de posiblemente una docena de investigadores. «Wow». Si no estuviera ya acostumbrado a cuidar su pierna dañada, Louis podría haber tropezado y caído.
—Mientras tanto —agregó Niall mientras guiaba a Louis por el pasillo izquierdo—, tendrás un ayudante para este caso. Trabajará como tu asistente, secretario, recadero, investigador... Lo que necesites que él haga.
—No necesito un esclavo, Horan. —Louis se rio—. Sé que mis huesos truenan cuando me levanto, pero aún soy muy autosuficiente.
—No se trata de edad o un cuerpo dañado, hombre. —Niall se rio—. Él está familiarizado con el cliente, y será más cómodo trabajar con alguien nuevo. —Al llegar a la gran puerta de madera de cerezo en el extremo de la sala, Niall envolvió su mano alrededor de la manija—. Esta es su oficina. —Niall golpeó la puerta con la cadera—. Oh, bien, él está aquí. Harry — Niall dijo el nombre, y el corazón de Louis se detuvo—, voy a dejar que le informes a Louis del caso. —Niall se giró y palmeó el hombro de Louis—. Louis, no puedo decir lo suficiente lo que Seguridad Horan se enorgullece de tener a una persona con tus habilidades en nuestro equipo. Harry debe ser capaz de responder a cualquier pregunta que tengas, pero ya sabes dónde encontrarme si necesitas algo. —Con eso, Niall desapareció por el pasillo, dejando a Louis por su cuenta.
Con un hombre que Louis nunca había conseguido sacar del todo de su cabeza. Harry Styles.
Ahora, su compañero en este caso.
«¡Mierda!»
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Sentado ante el escritorio del asistente de Louis, Harry tamborileaba los dedos contra su pierna, incapaz de detener el odiado tic. Hizo todo lo posible para ocultarlo de la observadora mirada de color azul celeste de Louis Tomlinson. Harry deseaba con todo lo que tenía poder haberle dicho que “no” a su hermana cuando le pidió trabajar codo a codo con Louis, pero la gratitud por las oportunidades que ella le había dado desde que se mudó a Chicago mantuvo sus labios cerrados.
Sin embargo, mierda. Cruzarse con Louis en el transcurso de tres años no había hecho nada para ayudar a Harry a obtener algún consuelo ante la presencia del hombre. Con el tiempo, Louis pareció asentarse más en todos los imperfectos y desiguales rasgos físicos y la personalidad que poseía. A su vez, la fascinación y el temor de Harry habían crecido más y más cuando la vida lo puso a Louis y a él en el mismo espacio aéreo. Y eso sin siquiera tomar en cuenta los sueños húmedos sobre el hombre que impulsaba el subconsciente de Harry cuando se iba a dormir cada noche.
—Así que tomaste la paja más corta, ¿eh?
La voz de Louis sacudió la cabeza de Harry. Él vio el cuerpo de guerrero de Louis, apenas enmascarado por su impecable traje, levantó la vista hacia las duras líneas de su boca, y luego a los helados ojos azules.
Los dedos de Harry aumentaron la velocidad de su ritmo en el muslo. Se aclaró la garganta y alcanzó a decir: —¿Qué?
—La paja más corta —dijo Louis. Cerrando la puerta exterior, pasando junto a Harry, fue a su oficina—. Ganaste el ser una de las dos personas que trabajan en el primer caso en una nueva división de Seguridad Horan. Harry se levantó y lo siguió de forma automática a tiempo para oír a Louis terminar con: —Si jodemos esto —Louis ya se veía sombrío e importante detrás de su escritorio—, no será bonito.
—Y vas a culparme —murmuró Harry mientras tomaba uno de los dos asientos de los visitantes.
Louis hizo un ruido salvaje gruñendo en voz baja. —No tienes que lanzarte debajo del autobús. —Sus ojos cambiaron de hielo a fuego.
—Dios, no. —«¡Maldición!» Harry maldijo su desbocada y estúpida lengua. «Mierda. Deja de balbucear, estúpido». Sintiendo el calor que ya se levantaba al cuello, Harry se reunió con la mirada de Louis—. Sólo quería decir que te conozco y sé que te gustaría tener éxito, incluso si tienes un jodido subordinado. Apuesto a que fue así con tus compañeros en los últimos años. —Harry miraba fijo a Louis, mordiendo furiosamente el interior de la mejilla—. Apuesto que será así conmigo, aunque no esté a la altura de este caso.
—Si la jodes, voy a asegurarme de que lo sepas. —La expresión de Louis se suavizó un ápice. Moviendo su atención hacia la izquierda, parecía que Louis veía más allá de las paredes de las oficinas en el otro lado de Seguridad Horan—. Sin embargo, eso no significa que necesites un jefe.
—Tú eres el jefe —Harry le recordó.
Louis volvió a ver a Harry, haciendo de nuevo contacto con la mirada. —No soy el dueño de la compañía —murmuró, con esa maravillosa voz que hizo a Harry temblar.
El pecho de Harry se tensó. De repente tuvo que encajar sus zapatos en la alfombra y su culo en la silla con el fin de evitar saltar por encima de la mesa y babear sobre todo ese duro ex detective. Louis definitivamente no le daría la bienvenida ni le daría las gracias por eso. Harry nunca olvidaría su primera paliza, se negaba a perder el control con otro hombre hetero y hacer una invitación para una segunda golpiza.
En su lugar, Harry asintió y le ofreció una tensa sonrisa. —Gracias por no pensar que tengo un pase automático sólo por Gemma.
Un esbozo de sonrisa levantó brevemente los labios de Louis y llegó a sus ojos. —He sido amigo de tu hermana lo suficiente como para saber que ella no te haría ningún favor por la sangre que comparten. —La sonrisa desapareció tan rápido como había llegado. La voz de Louis fue sería cuando dijo—: También creo que te conozco lo suficiente como para saber que nunca lo solicitarías.
Harry se frotó la mejilla para ocultar el rubor. —Como vamos a resolver este caso, no tendremos que probar nuestra seguridad en el empleo.
—Ya estás diciendo el tipo de cosas que me gusta escuchar en un compañero. —Louis se empujó hacia adelante del escritorio, y apareció el rostro serio al que Harry se había acostumbrado a ver en este hombre—. Háblame de las personas que vamos a ver. Sé que no tenemos mucho tiempo.
—Espera. —Harry se acercó a la puerta—. Voy por mi laptop. Tengo archivos que ya he iniciado. —Él habló a través de la puerta abierta mientras tomaba la laptop y el teléfono—. He trabajado este cliente con Gemma desde que Horan adquirió la cuenta. Gruñeron al principio —explicó Harry cuando regresaba—, pero llegaron a conocer mi cara como uno de los asistentes de Gemma, por lo que confían en mí.
—Bien. —Louis asintió, aceptando la laptop de Harry. Después de abrirla y encenderla, miró a Harry—. Tu presencia nos va a ayudar inmensamente. Niall tenía razón en que estés conmigo. —Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Louis señaló con la mirada a Harry. Su cincelada mandíbula cerrada visiblemente—. Para este caso, quiero decir.
—Claro. —El corazón de Harry cayó a su estómago ante el obvio malestar de Louis. «Trabajo. Estás aquí para trabajar».
—Bueno vamos a discutir el caso de Sarna —dijo Harry.
—Espera. ¿Por qué me suena ese nombre? Sarna. Sarna. —Los ojos de Louis repentinamente se abrieron más—. ¿La chica de sociedad que desapareció?
—Sí —confirmó Harry—. Ella es nuestro trabajo. —Abrió el primer archivo y luego se inclinó sobre el escritorio para mostrar a Louis cómo acceder en la laptop. Inmediatamente, una serie de fotos de un enorme almacén y una tienda virtual aparecieron—. Déjame darte algunos antecedentes sobre el negocio de los Sarna. Importan artefactos, antigüedades, joyas antiguas, obras de arte y objetos de decoración para el hogar de otras partes del mundo, principalmente de la India, el Medio Oriente, Rusia y África, y en menor medida algunos países europeos. Esta es su bodega de almacenamiento. —Harry señaló la pantalla—. Y este es su sitio oficial de negocios. —Dio unos golpecitos con el dedo sobre la foto del ostentoso escaparate minorista localizado en la Milla.
Louis deslizó una mirada a Harry. —¿Oficial?
—Ellos tienen un número de clientes muy ricos que demandan una atención personalizada. —Harry abrió otro archivo y sacó una lista parcial de los asociados de su cliente—. Estas personas solicitan objetos extremadamente raros. Ellos han desarrollado relaciones más personales con los Sarna así que no vienen a la tienda a satisfacer sus necesidades. Esos acuerdos se negocian más íntimamente. Además de nuestra seguridad en el almacén y la tienda, le ofrecemos a Sarna protección en esos negocios uno-a-uno. Así es realmente cómo los Sarna hacen la mayor parte de su dinero. —Harry hizo una pausa para acomodar el cabello detrás de su oreja—. Cuando alguien del personal de Sarna encuentra un artículo particularmente valioso, Seguridad Horan actúa como el mensajero. Enviamos empleados a todo el mundo para traer de forma segura esos artículos. Sarna tuvo algunos problemas con su empresa de seguridad anterior y contrató a Seguridad Horan para remplazarlos.
Louis se quedó mirando fijo la pantalla de la laptop con la barbilla en la mano mientras estudiaba el almacén y almacenaba fotos. —Está bien, así que hemos fortalecido su negocio muy bien. Háblame de la chica.
Harry estiró la mano sobre la de Louis e hizo clic en un segundo archivo. Una nueva imagen, una rubia mujer jovencita. —Su nombre es Daria, y ella tiene veinte años. —Su brazo aún cruzaba el de Louis, Harry hizo clic en la flecha de avance de la pantalla, a la imagen de una inmaculada mujer rubia y un hombre de cabello plateado—. Ellos son los Sarna, Elise y Stephen. —Dio unos golpecitos en la flecha de nuevo, a la de un joven de cabello oscuro y ojos marrones como los de la chica—. Y él es el hermano gemelo de Daria, Declan. —Después de hacer clic una vez más hacía la de Daria de nuevo, Harry levantó la vista hacía Louis—. Daria ha estado desaparecida una semana —dijo—. Los Sarna están increíblemente frustrados de que la policía los considere a ellos los únicos sospechosos en esta investigación y no siguen otras líneas de investigación. En sus mentes, los policías no están tomando en serio la desaparición de Daria.
Duras líneas se formaron alrededor de la boca de Louis. —Es una rutina para los que aplican la ley el investigar a la familia. Molesta a la gente, pero las estadísticas muestran que es una táctica legítima. ¿Los Sarna tienen una queja más allá de eso? Tiene que haber algo más en todo esto.
Harry ignoró el fuerte e insistente impulso para levantar los dedos y suavizar las líneas de tensión en la cara de Louis. Louis puso su atención en la chica bonita que llenaba la pantalla, dejando que sus profundos ojos marrones le hablaran y lo pusieran de nuevo en la tarea.
—Daria se escapó una vez. —Harry compartió una mirada cómplice con Louis—. Hace dos años. Ella apareció diez días después, cuando el dinero que le había robado a la familia del fondo de emergencia se acabó. —La boca de Harry bajó en los bordes—. El dinero para un día lluvioso, desapareció de la casa de los Sarna de nuevo hace una semana. Daria también tiene una tendencia a desaparecer unos días aquí y allá, sin informar a nadie a dónde va o cuándo va a regresar.
—Pero los Sarna claramente esta vez no creen en vacaciones improvisadas —murmuró Louis—. No importa que la tendencia apunte en esa dirección.
—El padre es quien cree que hay juego sucio involucrado. Él es el que llamó a Gemma solicitando ayuda. Él, su esposa, y el hijo, tienen previsto reunirse con nosotros en la sala de conferencias en… —Harry agarró la muñeca de Louis, volviendo a ver el reloj— media hora.
El calor que Louis irradiaba se filtró en la piel de Harry en el segundo que su piel entró en contacto. Harry miró hacia abajo, fascinado por las diferencias del rico tono olivo de Logan en comparación con su propio pálido color a causa de los meses de invierno. La ruda piel de Louis era más oscura en algunos lugares. Fascinado, Harry pasó los dedos sobre el dorso de la mano de Louis, hasta sus cálidos y cicatrizados nudillos.
El brazo de Louis de inmediato se puso tenso. Mirando a Harry, Louis cerró la mano en un puño.
«Oh, mierda». Harry apartó su mano y la llevó a su regazo. —Me disculpo. He tenido frío toda la mañana. —«No es una mentira total»—. Tu piel está caliente. —Se obligó a no acobardarse con el repentino oscurecimiento de la mirada de Louis—. No estaba pensando cuando te toqué.
—Está bien. —El tono de Louis fue sólo un poco abrasivo. El hombre se frotó el brazo y la mano que Harry había sostenido, y al parecer muy deliberadamente jaló la camisa y la manga del traje hacia abajo para ver su reloj—. ¡Olvídalo! Durante los siguientes veinticinco minutos —la mirada totalmente de negocios regresó a los ojos de Louis—, dame todo los hechos que tengas sobre los Sarna, sus negocios, y cualquier información que hayas sido capaz de conseguir acerca de la hija. Quiero tus impresiones personales de la gente, sus empleados y los clientes que has conocido. —Le sostuvo la mirada a Harry—. Dime lo que no está en el papel, Harry dime tus instintos.
Harry se levantó como un cachorro al que se le frotaba detrás de las orejas. —¿Sí?
Con una inclinación de cabeza, Louis dijo: —Quiero tener la imagen más clara que pueda tener de estas personas antes de que los vea. Tú eres un gran recurso para lograrlo. Adelante. —Louis encontró un bloc de notas y una pluma en el cajón de arriba del escritorio, los sacó y puso su atención de nuevo en Harry—. Empieza a hablar.
—Genial. —Harry sonrió. Sus mejillas dolían por la estúpida enorme sonrisa que no pudo contener. Gracias a Dios, él no había echado todo a perder por las caricias en la mano de Louis—. Está bien. Empecemos con el señor Sarna...
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Me encanto!!!!
Seguila pronto!!
Harry es tan tierno!!!
Seguila pronto!!
Harry es tan tierno!!!
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Es normal que me de mucha risa que la gente esa se llame Sarna? JAJAJAJAJA
Asi que por ser amigo de Gemma se siguieron viendo en estos años pero no eran exactamente amigos ni nada no? mas bien, conocidos.
Pero ahora que tienen que llevar este caso juntos se les va a complicar la existencia, ah.
Seguila pronto por favor!
Adios ♥
Asi que por ser amigo de Gemma se siguieron viendo en estos años pero no eran exactamente amigos ni nada no? mas bien, conocidos.
Pero ahora que tienen que llevar este caso juntos se les va a complicar la existencia, ah.
Seguila pronto por favor!
Adios ♥
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Meee gustaaa!!! todoo lo que adaptas me gusta.-. Síguela cuando puedas. Pobre Harry me dio penita todo lo que paso:C, ojala Louis no sea un tonto77 okno. Buenoooo Byee besoooss y abrazoos para tiii
PD: oficialmente soy tu fan o algo así por adaptar novelas tan buenas*-*
PD: oficialmente soy tu fan o algo así por adaptar novelas tan buenas*-*
HeatherStylinson
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Ahhhhh hdoufodjjdi que genial,al parecer Louis es mucho mejor disimulando que Harry,ay dios es super obvio,no jodas xD
Seguila pronto,besos!!
Seguila pronto,besos!!
ElectricBlue13
Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
(Segunda parte)
—Daria dejó la escuela hace seis meses —continuó Stephen Sarna con un tono mordaz. Louis observó el pico de emoción que creaba una grieta en el clásico y pulido aspecto del hombre—. Debería saber que algo estaba pasando y presionarla para hablar de ello. —Su rostro mostraba señales de un hombre que no había dormido en mucho tiempo—. Ella amaba la universidad. Sólo algo realmente perjudicial habría hecho que la dejara.
—Cariño. —Elise Sarna apoyó su mano sobre el antebrazo de su marido—. No es como si ella se metiera en el mundo terrible de las drogas. —La mujer puso su atención de nuevo en Louis—. Ella pasó gran parte de su tiempo en nuestro hogar en Arlington Heights, señor Tomlinson. Nos dijo que necesitaba un descanso y tenía la intención de volver a la escuela un día antes. Se adentró en el trabajo en Haven, y la veíamos en una base regular hasta que desapareció.
—Ella no tiene un novio, papá —dijo el joven. Su boca se torció cuando se giró hacia Louis y Harry a través de la mesa de conferencias—. Si estás pensando en buscar por ese camino, como mi padre insiste en que todo el mundo debería hacerlo, no vas a encontrar nada.
Stephen se giró hacia su hijo. —Entonces, ¿qué jodidos crees que le pasó, Declan? No has dado exactamente información acerca de Daria. No nos hablas de sus amigos para que nos digan lo que saben. —Él le dio a su hijo una mirada despectiva—. Ella es tu hermana, y no te importa que haya desaparecido.
—Hey. —Declan gruñó a su padre—. Si no fuera por mí, tú seguirías creyendo que ella se había ido de nuevo a uno de sus fines de semana.
Louis golpeó con los nudillos sobre la mesa. Una vez que tuvo la atención de todos, se dirigió hacia el descuidado hermano. —¿Por qué crees que no se fue de nuevo, Declan?
—Debido a que nuestro cumpleaños fue el jueves, y desde que tenemos nuestras licencias de conducir, hemos pasado el fin de semana en nuestra cabaña solo nosotros dos hablando de lo que nos sucedió durante el año. Nosotros simplemente pasamos el rato. —Declan se encogió de hombros, pero nada en su lenguaje corporal era relajado—. Ella nunca se lo perdería. Cuando me desperté el sábado pasado y no estaba en la casa lista para salir, de inmediato llamé a mi mamá y mi papá para ver si sabían dónde estaba. Ellos no lo sabían y yo empecé a llamar a todos los que conocemos para ver si por alguna razón ella estaba con ellos.
—¿A qué hora fue eso? —Louis le preguntó mientras hacía una nota.
—Quizás a eso de las siete y media de la mañana —dijo Declan.
Louis señaló con el foco de nuevo a la familia Sarna. —¿Ninguno de los dos estaba en la casa?
—Salí a correr. —Stephen acarició su plano abdomen—. Corro cinco kilómetros todas las mañanas y luego voy al gimnasio.
—Yo estaba trabajando. —Elise deslizó una mirada a su marido sin girar la cabeza, y sus labios se tensaron una fracción de segundo—. A menudo lo hago los fines de semana.
—Simplemente somos una gran familia feliz —declaró Declan, encorvándose más en su silla.
El silencio era espeso en el aire. Después de un incómodo minuto, Harry se aclaró la garganta. —Señora —miró a Elise—, usted dijo que Daria había comenzado a trabajar en Haven. —Louis conocía el refugio para adolescentes de su trabajo anterior—. ¿Lo había hecho antes? ¿Mencionó a alguna persona que mostrara un indebido interés en ella durante su trabajo en el refugio?
—No —respondió Elise. Sus dedos temblaban mientras se limpiaba la humedad del rabillo del ojo—. Le encantaba el lugar. La llevamos a un evento de caridad una vez cuando tenía doce años, y ella lo adoptó.
—¿Y tú, Declan? —Louis le preguntó, levantando la mirada hacia el joven malhumorado—. ¿Tu hermana te dijo algo acerca del refugio?
—No. —Declan ahora miró a Louis con los ojos medio cerrados, pareciendo medio dormido—. Ni una sola palabra.
Stephen empujó una carpeta de color marrón sobre la mesa. —He reunido una lista de todos a los que Daria conocía, amigos en Arlington Heights, personas en Haven y profesores en la escuela. Sospecho que alguna de esas personas en el refugio sabía que tenía dinero y podría haber querido más de Daria de lo que ella estaba dispuesta a dar. Algunos de esos niños harían cualquier cosa por un dólar. Ellos no tienen conciencia.
Louis mordió una réplica mordaz y revisó la carpeta, buscando cualquier cosa que pudiera necesitar una pregunta de seguimiento o aclaración. —¿La policía siguió los caminos de investigación que usted ha mencionado? —le preguntó.
—La policía dice que ha revisado en todos los ángulos —respondió Stephen—. Las conversaciones con la administración en la universidad y el refugio confirman que lo hicieron. —Su boca se bajó en una mueca—. Pero seguro que hay un infierno de preguntas más de las que ellos hicieron. Están perdiendo el maldito tiempo porque son demasiado perezosos para hacer cualquier trabajo real.
Stephen usó el tono de sabe-lo-todo, por segunda vez en pocos minutos, Louis apartó la atención del archivo. Abrió la boca para contestarle. Justo cuando Louis entreabrió los labios, Harry puso su mano sobre la rodilla de Louis debajo de la mesa. La suave presión hizo que la pierna de Louis temblara. Rápidas líneas de reconocimiento fueron del muslo hasta la ingle. Vio a Harry que sutilmente movía la cabeza y pronunciaba “No”.
Tan rápido como Harry había puesto la mano en Louis, la retiró. A pesar de que el contacto había sido fugaz, la pierna de Louis no se sentía del todo bien cuando la presión se apartó. Louis bajó la mano y se frotó la rodilla, tratando de disipar el persistente efecto del contacto, como él había tenido que hacer antes en su oficina.
«Cristo. Si él es del tipo sensiblero, estoy jodido».
Harry se giró hacia los Sarna. —En Seguridad Horan siempre le damos a los trabajadores de la ley el beneficio de la duda y tomamos su palabra en cuanto a su vigorosa persecución de cualquier delito. —Levantó la mano y cerró efectivamente la evidente protesta del señor Sarna—. Estamos buscando tener una imagen completa de la desaparición de Daria. Nuestro acercamiento a los detectives de Arlington Heights nos dice que se acercan al escepticismo y no nos conceden acceso a ninguna información que podrían haber descubierto.
—Por supuesto —respondió Elise. Ella puso una mano sobre el brazo de su marido—. Traté de decirle a Stephen que gritar e intimidar a los detectives no serviría de nada.
Stephen se giró hacia su esposa. —La cortesía excesiva tampoco nos lleva a ninguna parte. Si no me hubiera decidido a llamar a Gemma, aún tendríamos los pulgares en el culo sólo para tener algo que hacer.
La mano de Elise temblaba cuando levantó su vaso y bebió un sorbo. —Gracias.
«Joder». Louis cerró cuidadosamente sus archivos y juntó las manos en la mesa de conferencias. Con el trabajo de investigación, probablemente tendría algunas probabilidades de remover la mierda de algunos policías.
Tensando la mandíbula con fuerza de acero, Louis mantuvo la atención en toda la familia Sarna. —No hay una manera delicada de decir esto, así que sólo voy a decirlo. Su hija ha estado desaparecida durante siete días. No ha habido ningún intento de contacto con ustedes para un rescate. Si Daria realmente no se ha escapado de nuevo, entonces deben comenzar a permitirse considerar en todos los posibles resultados, y muchos de ellos no son los que desean.
—Eso es inevitable. —Declan bufó groseramente—. Crees que está muerta.
Louis ni siquiera movió un milímetro su mandíbula. —Mi experiencia y el conocimiento de las estadísticas de este tipo de casos me dicen que las probabilidades se inclinan hacia lo peor. —Él no iba a mentirle a estas personas, y seguro como el infierno que no creía que Horan quisiera que le diera falsas esperanzas—. Pero eso no quiere decir que no investigaremos esta desaparición con urgencia y con el objetivo de encontrar a Daria viva. Nada es absoluto. A veces tenemos el mejor de todos los resultados posibles. Eso es lo que estoy esperando que suceda, pero no puedo garantizarlo. No es probable. —Al decir esa cosa horrible, Louis se detuvo para ver a cada miembro de la familia Sarna a la vez—. Lo que puedo prometer es respuestas y un resultado completo. No nos detendremos hasta saber la verdad.
—O hasta que mi padre deje de pagar. —El desprecio creció en la mirada de Declan.
—No le haga caso. —Stephen le dio a su hijo una mirada que lo habría traspasado directamente si se hubiera tratado de una flecha—. Él está mostrando de nuevo lo completamente inútil que es.
Elise cerró los ojos, y Louis imaginó que en silencio contaba hasta diez. Cuando los abrió de nuevo, reinaba la calma. —A menos que tenga alguna pregunta más —dijo mientras permanecía de pie—, creo que es mejor que nos vayamos y les permitamos empezar a trabajar.
Todo el mundo se levantó de inmediato.
—Creo que tenemos lo que necesitamos para empezar —dijo Loguis—. Pero necesito que todos ustedes estén disponibles por si tengo más preguntas. Debido a que aún pagan la renta del apartamento de Daria en la ciudad, voy a empezar por ahí. —Los Sarna habían adjuntado una llave en el expediente—. Entonces me gustaría visitar su casa mañana y echar un vistazo a las pertenencias que guardaba allí.
—Nuestros números telefónicos, dirección, y cualquier cosa que pueda necesitar están en el expediente —respondió Elise—. Vamos a estar en casa para recibirlo.
Harry tomó los archivos de la mesa. Juntos, él y Louis, caminaron con los Sarna al elevador y esperaron hasta que la puerta se cerrara antes de regresar a las oficinas.
Una vez que llegaron a la oficina de Louis, Harry se veía como si sus ojos fueran a salirse de su cabeza. —¡Wow! —Arrojó las carpetas al escritorio de Louis, y metió las manos por el alborotado cabello—. Esas no son las mismas personas que conocía. Nunca he visto al señor Sarna tan... desagradable y arrogante.
—El pánico y el miedo sacan lo peor de la gente. —Louis se sentó en su bonita silla ejecutiva y miró a Harry—. Está bien, estas personas claramente no conocen a su hija, así que vamos a necesitar la colaboración de un montón de otras personas para averiguar la vida de esa chica y lo que pasó con ella.
—¿No crees que sea algo al azar?
—Creo que ya sea que ella esté viva o muerta, las estadísticas demuestran abrumadoramente que los actos de secuestro y/o violencia rara vez son causados por un completo desconocido. Si ella no huyó, entonces quien sea que se la llevó, probablemente es alguien que ella conocía.
—No difiero sobre tu experiencia en el asunto —dijo Harry—. El señor Sarna está claramente molesto porque se centraron en la familia. Él sabe que los policías han estado examinando, y él piensa que están dejando pasar un tiempo valioso.
—Lo entiendo. —Su laptop empezó a zumbar de nuevo, Harry tenía un bloc de notas en frente de él y su teléfono en la mano—. Entonces, ¿qué quieres que haga?
Louis se mordió una sonrisa ante la manifiesta ansiedad en la respuesta de Harry y dejó que la imagen de Daria se cimentara en su mente. —Quiero saber todo lo que puedas encontrar acerca de esta familia y lo que hacen cuando no están en el trabajo. Quiero los antecedentes de cada persona en la lista que nos dieron. Quiero saber el nombre de la empresa de seguridad que Horan sustituye y si alguien se quedó resentido por el cambio. —Louis se levantó y empezó a moverse, necesitaba la actividad física para hacer clic en el engranaje de su pensamiento crítico—. Quiero saber hasta la jodida talla del zapato de los detectives que tienen el caso, y también quiero revisar completamente a los clientes de Sarna. Cuando vayamos mañana hasta Arlington Heights, quiero saber las respuestas a la mayoría de mis preguntas antes de hacerlas. —Luego de dar vueltas alrededor del sofá, la mesa de café, y dos sillas que abarcaban una parte de esa enorme oficina, haciendo caso omiso de las punzadas en la pierna, Louis regresó a la mesa y apoyó la cadera buena contra el borde—. Si podemos averiguar quién está mintiendo o engañando acerca de las cosas pequeñas, es una apuesta bastante buena que estén ocultando algo más grande a la policía.
—Suena bien. —Harry terminó anotando algo en un garabato que Louis no podía descifrar—. ¿Vas a ver el apartamento de la chica mientras hago esto?
«Maldición». Louis no tenía ni puta idea de cómo en menos de cinco minutos este chico le había hecho querer sonreír en dos ocasiones. —Quieres decir mientras tú empiezas a trabajar en eso —corrigió Louis—. Esa es una lista jodidamente grande. No espero que la completes solo. Tan pronto como revise el apartamento, regresaré para trabajar en la mitad de esa lista. Nosotros no dejaremos este lugar hasta que tengamos cada pista que podamos encontrar.
Asintiendo con los labios apretados, Harry dijo: —Eso tiene sentido.
Incapaz de detenerla, Louis dejó escapar una sonrisa. —Me alegro de tener tu aprobación. Oh —dijo, chasqueando los dedos—, también quiero saber todos los lugares de paseo de Daria. Si la familia Sarna o los detectives de Arlington Heights no lo ha hecho ya, necesitamos saber que esta chica no haya alargado sus vacaciones a costo de los contribuyentes, sus padres, o su montón de dinero.
—Voy a empezar a revisar más profundamente en dónde se refugió la última vez que se escapó. —Harry garabateó palabras más ilegibles—. Y aunque estoy seguro de que los policías ya han revisado, también revisaré los vuelos nacionales e internacionales.
—Eso servirá. —Louis se echó hacia atrás y sacó el celular nuevo que le había dado la empresa—. ¿Supongo que ya tienes el número de esta cosa? —Harry asintió y Louis se dirigió a la puerta, y agregó—: Envíame un texto desde número en el que pueda localizarte. Mantenme informado.
Ya con el teléfono, Harry levantó el pulgar hacia Louis sin separar la vista de su computadora.
«Cristo. Él es tan jodidamente dulce».
Ahora era bien pasada la medianoche. En el poco tiempo que le había tomado a Louis atravesar Horan, Harry había puesto su cabeza contra el brazo del sofá y se había quedado profundamente dormido. La vista de esa hermosa cara —con las extremadamente largas pestañas haciendo sombra en su piel, la nariz ligeramente torcida, los angulosos pómulos, y la exuberante boca— envió calor al pene de Louis. Así de rápido, Louis vio la pluma que Harry aún sostenía en la mano y el teléfono apretado contra su pecho, y el calor decididamente se fue al norte de la entrepierna de Louis. El chico era un jodido caballo de batalla, y sin importar la cantidad de trabajar ni lo estrechamente que estarían, eso pondría a prueba la primera ley de vida de Louis: No caer por un hombre hetero.
Louis se consideraba afortunado de que Niall hubiera tenido a bien prestarle a Harry para este caso.
No es que Harry pudiera probar su utilidad al trabajar hasta caer en coma en su primer día.
En media docena de pasos, Louis llegó junto al sofá. Dejó a un lado los refrescos y se arrodilló delante de Harry y suavemente sacudió el hombro. —Despierta, estrella de rock. Has eclipsado al jefe hoy. Es tiempo de ir a casa.
Parpadeando fuertemente, lentamente Harry le mostró a Louis sus ojos esmeraldas. —¿Qué sucede? ¿Qué hora es?
—Es tarde, hombre. —Louis pasó su mano bajo el codo de Harry y lo ayudó a levantarse—. ¿Por qué no sales de aquí y duermes un poco?
—Oh, ¿sí? —Louis tomó a Harry alrededor de su otro brazo cuando el hombre comenzó a caer en dirección opuesta—. ¿Cómo es eso?
Mirando a los ojos de Louis, Harry le ofreció una sonrisa adormilada. —De lo contrario, no me estaría despertado viendo tus bonitos ojos. —Levantó dos dedos a la cara de Louis y los deslizó a lo largo de la mejilla de Louis, hasta llegar a los labios, donde jaló el inferior de una manera que hizo que Louis se quedara sin aliento. La soñolienta mirada de Harry cayó a su mano que jugaba con la boca de Louis y frunció el ceño—. Tienes una boca dura, pero no puedo dejar de pensar en cómo se sentiría contra la mía.
Louis soltó a Harry mientras una fuerza explosiva lo recorría. Harry aterrizó en el sofá de lado, sus ojos ya cerrados dormido, pero Louis no podía sostener a Harry de nuevo ahora, ni aunque su vida dependiera de eso. Louis no podía borrar la sensación de esos largos dedos y aunque se lo pidiera mucho no podría bloquear el dulce y adormilado comentario de Harry que se repetía en su mente.
Harry se acomodó completamente en el sofá. —Yo sólo voy a... cinco minutos... —Tan rápido como el movimiento había sacudido a Louis, Harry cayó de nuevo dormido.
«¡Joder!»
Louis sabía muy bien que había evitado a Harry siempre que fue posible, pero no podía creer que nunca se hubiera dado cuenta hasta hace sólo un segundo. «Harry es gay».
«Jodida mierda».
Nadie en Seguridad Horan le había insinuado nunca nada a Louis sobre la sexualidad de Harry. Por otra parte, quizás Harry mantenía su orientación sexual para sí mismo y nadie lo sabía.
Infiernos, Louis no podía decir que estuviera fuera. Después de todo, con la excepción de dos personas, nadie sabía que Louis había estado en una relación por casi cuatro años con otro hombre y no con la mujer a la que había presentado como su novia. Él nunca le había dicho a Niall la verdad, y Louis conocía a Niall y Liam desde hace quince años. Él no podía exigir a nadie que se declarara abierta y orgullosamente gay.
«Jodida puta mierda».
La homosexualidad de Harry complicaba un infierno la atracción que sentía Louis, pero en última instancia él no podía cambiar una maldita cosa.
Louis podría poder lanzar su primera ley por la ventana en lo que respecta a Harry, pero la segunda aún se aplicaba: Nunca mezclar negocios con placer.
Esta ley había mantenido a Louis vivo y capaz de trabajar en la fuerza por casi dos décadas.
Calmando cada gramo de frustración, Louis se puso en pie y regresó al trabajo.
—Daria dejó la escuela hace seis meses —continuó Stephen Sarna con un tono mordaz. Louis observó el pico de emoción que creaba una grieta en el clásico y pulido aspecto del hombre—. Debería saber que algo estaba pasando y presionarla para hablar de ello. —Su rostro mostraba señales de un hombre que no había dormido en mucho tiempo—. Ella amaba la universidad. Sólo algo realmente perjudicial habría hecho que la dejara.
—Cariño. —Elise Sarna apoyó su mano sobre el antebrazo de su marido—. No es como si ella se metiera en el mundo terrible de las drogas. —La mujer puso su atención de nuevo en Louis—. Ella pasó gran parte de su tiempo en nuestro hogar en Arlington Heights, señor Tomlinson. Nos dijo que necesitaba un descanso y tenía la intención de volver a la escuela un día antes. Se adentró en el trabajo en Haven, y la veíamos en una base regular hasta que desapareció.
—Lo que lo hace que sea aún más alarmante. —Stephen puso sus ojos inyectados en sangre sobre Louis—. Se lo dije también a los detectives en Arlington Heights. Si ella se hubiera estado comportando de manera anormal, podría creerles que decidió irse por su cuenta. Pero ella no lo hacía. Eso me dice que hay juego sucio involucrado, y eso me hace pensar que eso está relacionado con que dejara la escuela tan repentinamente.
Louis atrapó a Declan Sarna poniendo los ojos en blanco. —Ella no tiene un novio, papá —dijo el joven. Su boca se torció cuando se giró hacia Louis y Harry a través de la mesa de conferencias—. Si estás pensando en buscar por ese camino, como mi padre insiste en que todo el mundo debería hacerlo, no vas a encontrar nada.
Stephen se giró hacia su hijo. —Entonces, ¿qué jodidos crees que le pasó, Declan? No has dado exactamente información acerca de Daria. No nos hablas de sus amigos para que nos digan lo que saben. —Él le dio a su hijo una mirada despectiva—. Ella es tu hermana, y no te importa que haya desaparecido.
—Hey. —Declan gruñó a su padre—. Si no fuera por mí, tú seguirías creyendo que ella se había ido de nuevo a uno de sus fines de semana.
Louis golpeó con los nudillos sobre la mesa. Una vez que tuvo la atención de todos, se dirigió hacia el descuidado hermano. —¿Por qué crees que no se fue de nuevo, Declan?
—Debido a que nuestro cumpleaños fue el jueves, y desde que tenemos nuestras licencias de conducir, hemos pasado el fin de semana en nuestra cabaña solo nosotros dos hablando de lo que nos sucedió durante el año. Nosotros simplemente pasamos el rato. —Declan se encogió de hombros, pero nada en su lenguaje corporal era relajado—. Ella nunca se lo perdería. Cuando me desperté el sábado pasado y no estaba en la casa lista para salir, de inmediato llamé a mi mamá y mi papá para ver si sabían dónde estaba. Ellos no lo sabían y yo empecé a llamar a todos los que conocemos para ver si por alguna razón ella estaba con ellos.
—¿A qué hora fue eso? —Louis le preguntó mientras hacía una nota.
—Quizás a eso de las siete y media de la mañana —dijo Declan.
Louis señaló con el foco de nuevo a la familia Sarna. —¿Ninguno de los dos estaba en la casa?
—Salí a correr. —Stephen acarició su plano abdomen—. Corro cinco kilómetros todas las mañanas y luego voy al gimnasio.
—Yo estaba trabajando. —Elise deslizó una mirada a su marido sin girar la cabeza, y sus labios se tensaron una fracción de segundo—. A menudo lo hago los fines de semana.
—Simplemente somos una gran familia feliz —declaró Declan, encorvándose más en su silla.
El silencio era espeso en el aire. Después de un incómodo minuto, Harry se aclaró la garganta. —Señora —miró a Elise—, usted dijo que Daria había comenzado a trabajar en Haven. —Louis conocía el refugio para adolescentes de su trabajo anterior—. ¿Lo había hecho antes? ¿Mencionó a alguna persona que mostrara un indebido interés en ella durante su trabajo en el refugio?
—No —respondió Elise. Sus dedos temblaban mientras se limpiaba la humedad del rabillo del ojo—. Le encantaba el lugar. La llevamos a un evento de caridad una vez cuando tenía doce años, y ella lo adoptó.
—¿Alguna idea de por qué ella había aumentado su tiempo de trabajo allí? —preguntó Harry, impresionando a Louis con la rapidez que tomaba nota y al mismo tiempo prestaba completa atención al tema.
—No le pregunté —admitió Elise—. Supongo que era porque no estaba en la escuela. —¿Y tú, Declan? —Louis le preguntó, levantando la mirada hacia el joven malhumorado—. ¿Tu hermana te dijo algo acerca del refugio?
—No. —Declan ahora miró a Louis con los ojos medio cerrados, pareciendo medio dormido—. Ni una sola palabra.
Stephen empujó una carpeta de color marrón sobre la mesa. —He reunido una lista de todos a los que Daria conocía, amigos en Arlington Heights, personas en Haven y profesores en la escuela. Sospecho que alguna de esas personas en el refugio sabía que tenía dinero y podría haber querido más de Daria de lo que ella estaba dispuesta a dar. Algunos de esos niños harían cualquier cosa por un dólar. Ellos no tienen conciencia.
Louis mordió una réplica mordaz y revisó la carpeta, buscando cualquier cosa que pudiera necesitar una pregunta de seguimiento o aclaración. —¿La policía siguió los caminos de investigación que usted ha mencionado? —le preguntó.
—La policía dice que ha revisado en todos los ángulos —respondió Stephen—. Las conversaciones con la administración en la universidad y el refugio confirman que lo hicieron. —Su boca se bajó en una mueca—. Pero seguro que hay un infierno de preguntas más de las que ellos hicieron. Están perdiendo el maldito tiempo porque son demasiado perezosos para hacer cualquier trabajo real.
Stephen usó el tono de sabe-lo-todo, por segunda vez en pocos minutos, Louis apartó la atención del archivo. Abrió la boca para contestarle. Justo cuando Louis entreabrió los labios, Harry puso su mano sobre la rodilla de Louis debajo de la mesa. La suave presión hizo que la pierna de Louis temblara. Rápidas líneas de reconocimiento fueron del muslo hasta la ingle. Vio a Harry que sutilmente movía la cabeza y pronunciaba “No”.
Tan rápido como Harry había puesto la mano en Louis, la retiró. A pesar de que el contacto había sido fugaz, la pierna de Louis no se sentía del todo bien cuando la presión se apartó. Louis bajó la mano y se frotó la rodilla, tratando de disipar el persistente efecto del contacto, como él había tenido que hacer antes en su oficina.
«Cristo. Si él es del tipo sensiblero, estoy jodido».
Harry se giró hacia los Sarna. —En Seguridad Horan siempre le damos a los trabajadores de la ley el beneficio de la duda y tomamos su palabra en cuanto a su vigorosa persecución de cualquier delito. —Levantó la mano y cerró efectivamente la evidente protesta del señor Sarna—. Estamos buscando tener una imagen completa de la desaparición de Daria. Nuestro acercamiento a los detectives de Arlington Heights nos dice que se acercan al escepticismo y no nos conceden acceso a ninguna información que podrían haber descubierto.
—Por supuesto —respondió Elise. Ella puso una mano sobre el brazo de su marido—. Traté de decirle a Stephen que gritar e intimidar a los detectives no serviría de nada.
Stephen se giró hacia su esposa. —La cortesía excesiva tampoco nos lleva a ninguna parte. Si no me hubiera decidido a llamar a Gemma, aún tendríamos los pulgares en el culo sólo para tener algo que hacer.
Con un apretón claramente fuerte del antebrazo de su marido, la cara de Elise se volvió roja y giró su atención hacia Louis y Harry. —Disculpen, Stephen no está acostumbrado a tener las manos atadas. Nuestra preocupación por la seguridad de nuestra hija sólo es superada por las pesadillas de lo que podría haberle sucedido.
—Las emociones están altas. —Harry se levantó de su asiento, hablando mientras servía agua en los vasos de Stephen y Elise—. Por favor, no piensen en eso, podemos entender cómo se sienten, pero por favor, sepan que intentaremos encontrar a Daria con el mismo vigor que utilizamos para proteger sus activos de negocio. La mano de Elise temblaba cuando levantó su vaso y bebió un sorbo. —Gracias.
«Joder». Louis cerró cuidadosamente sus archivos y juntó las manos en la mesa de conferencias. Con el trabajo de investigación, probablemente tendría algunas probabilidades de remover la mierda de algunos policías.
Tensando la mandíbula con fuerza de acero, Louis mantuvo la atención en toda la familia Sarna. —No hay una manera delicada de decir esto, así que sólo voy a decirlo. Su hija ha estado desaparecida durante siete días. No ha habido ningún intento de contacto con ustedes para un rescate. Si Daria realmente no se ha escapado de nuevo, entonces deben comenzar a permitirse considerar en todos los posibles resultados, y muchos de ellos no son los que desean.
—Eso es inevitable. —Declan bufó groseramente—. Crees que está muerta.
Louis ni siquiera movió un milímetro su mandíbula. —Mi experiencia y el conocimiento de las estadísticas de este tipo de casos me dicen que las probabilidades se inclinan hacia lo peor. —Él no iba a mentirle a estas personas, y seguro como el infierno que no creía que Horan quisiera que le diera falsas esperanzas—. Pero eso no quiere decir que no investigaremos esta desaparición con urgencia y con el objetivo de encontrar a Daria viva. Nada es absoluto. A veces tenemos el mejor de todos los resultados posibles. Eso es lo que estoy esperando que suceda, pero no puedo garantizarlo. No es probable. —Al decir esa cosa horrible, Louis se detuvo para ver a cada miembro de la familia Sarna a la vez—. Lo que puedo prometer es respuestas y un resultado completo. No nos detendremos hasta saber la verdad.
—O hasta que mi padre deje de pagar. —El desprecio creció en la mirada de Declan.
—No le haga caso. —Stephen le dio a su hijo una mirada que lo habría traspasado directamente si se hubiera tratado de una flecha—. Él está mostrando de nuevo lo completamente inútil que es.
Elise cerró los ojos, y Louis imaginó que en silencio contaba hasta diez. Cuando los abrió de nuevo, reinaba la calma. —A menos que tenga alguna pregunta más —dijo mientras permanecía de pie—, creo que es mejor que nos vayamos y les permitamos empezar a trabajar.
Todo el mundo se levantó de inmediato.
—Creo que tenemos lo que necesitamos para empezar —dijo Loguis—. Pero necesito que todos ustedes estén disponibles por si tengo más preguntas. Debido a que aún pagan la renta del apartamento de Daria en la ciudad, voy a empezar por ahí. —Los Sarna habían adjuntado una llave en el expediente—. Entonces me gustaría visitar su casa mañana y echar un vistazo a las pertenencias que guardaba allí.
—Nuestros números telefónicos, dirección, y cualquier cosa que pueda necesitar están en el expediente —respondió Elise—. Vamos a estar en casa para recibirlo.
—Gracias —dijo Louis. Estrechó la mano de Stephen y Elise, luego caminaron hacia la puerta. Harry también lo hizo. Declan tenía las manos en los bolsillos, y se veía tan en mal estado como cuando había entrado en esta sala de conferencias.
Harry tomó los archivos de la mesa. Juntos, él y Louis, caminaron con los Sarna al elevador y esperaron hasta que la puerta se cerrara antes de regresar a las oficinas.
Una vez que llegaron a la oficina de Louis, Harry se veía como si sus ojos fueran a salirse de su cabeza. —¡Wow! —Arrojó las carpetas al escritorio de Louis, y metió las manos por el alborotado cabello—. Esas no son las mismas personas que conocía. Nunca he visto al señor Sarna tan... desagradable y arrogante.
—El pánico y el miedo sacan lo peor de la gente. —Louis se sentó en su bonita silla ejecutiva y miró a Harry—. Está bien, estas personas claramente no conocen a su hija, así que vamos a necesitar la colaboración de un montón de otras personas para averiguar la vida de esa chica y lo que pasó con ella.
—¿No crees que sea algo al azar?
—Creo que ya sea que ella esté viva o muerta, las estadísticas demuestran abrumadoramente que los actos de secuestro y/o violencia rara vez son causados por un completo desconocido. Si ella no huyó, entonces quien sea que se la llevó, probablemente es alguien que ella conocía.
—No difiero sobre tu experiencia en el asunto —dijo Harry—. El señor Sarna está claramente molesto porque se centraron en la familia. Él sabe que los policías han estado examinando, y él piensa que están dejando pasar un tiempo valioso.
—Él sólo tendrá que aguantar y tratar con eso. —La mirada de Louis lo traspasó—. Entiendo su situación, pero si quiere que su hija sea encontrada, dejaría que la policía hiciera su trabajo sin bloquearlos o constantemente lanzar su mala actitud a su camino. Si no tienen nada que esconder y cooperan, entonces se irán, y ellos dejarán de ser sospechosos mucho más rápido e irán tras otra persona.
—Lo entiendo. —Su laptop empezó a zumbar de nuevo, Harry tenía un bloc de notas en frente de él y su teléfono en la mano—. Entonces, ¿qué quieres que haga?
Louis se mordió una sonrisa ante la manifiesta ansiedad en la respuesta de Harry y dejó que la imagen de Daria se cimentara en su mente. —Quiero saber todo lo que puedas encontrar acerca de esta familia y lo que hacen cuando no están en el trabajo. Quiero los antecedentes de cada persona en la lista que nos dieron. Quiero saber el nombre de la empresa de seguridad que Horan sustituye y si alguien se quedó resentido por el cambio. —Louis se levantó y empezó a moverse, necesitaba la actividad física para hacer clic en el engranaje de su pensamiento crítico—. Quiero saber hasta la jodida talla del zapato de los detectives que tienen el caso, y también quiero revisar completamente a los clientes de Sarna. Cuando vayamos mañana hasta Arlington Heights, quiero saber las respuestas a la mayoría de mis preguntas antes de hacerlas. —Luego de dar vueltas alrededor del sofá, la mesa de café, y dos sillas que abarcaban una parte de esa enorme oficina, haciendo caso omiso de las punzadas en la pierna, Louis regresó a la mesa y apoyó la cadera buena contra el borde—. Si podemos averiguar quién está mintiendo o engañando acerca de las cosas pequeñas, es una apuesta bastante buena que estén ocultando algo más grande a la policía.
—Suena bien. —Harry terminó anotando algo en un garabato que Louis no podía descifrar—. ¿Vas a ver el apartamento de la chica mientras hago esto?
«Maldición». Louis no tenía ni puta idea de cómo en menos de cinco minutos este chico le había hecho querer sonreír en dos ocasiones. —Quieres decir mientras tú empiezas a trabajar en eso —corrigió Louis—. Esa es una lista jodidamente grande. No espero que la completes solo. Tan pronto como revise el apartamento, regresaré para trabajar en la mitad de esa lista. Nosotros no dejaremos este lugar hasta que tengamos cada pista que podamos encontrar.
Asintiendo con los labios apretados, Harry dijo: —Eso tiene sentido.
Incapaz de detenerla, Louis dejó escapar una sonrisa. —Me alegro de tener tu aprobación. Oh —dijo, chasqueando los dedos—, también quiero saber todos los lugares de paseo de Daria. Si la familia Sarna o los detectives de Arlington Heights no lo ha hecho ya, necesitamos saber que esta chica no haya alargado sus vacaciones a costo de los contribuyentes, sus padres, o su montón de dinero.
—Voy a empezar a revisar más profundamente en dónde se refugió la última vez que se escapó. —Harry garabateó palabras más ilegibles—. Y aunque estoy seguro de que los policías ya han revisado, también revisaré los vuelos nacionales e internacionales.
—Eso servirá. —Louis se echó hacia atrás y sacó el celular nuevo que le había dado la empresa—. ¿Supongo que ya tienes el número de esta cosa? —Harry asintió y Louis se dirigió a la puerta, y agregó—: Envíame un texto desde número en el que pueda localizarte. Mantenme informado.
Ya con el teléfono, Harry levantó el pulgar hacia Louis sin separar la vista de su computadora.
Sacudiendo la cabeza, Louis se rio y se fue dejando a Harry trabajando furiosamente en su oficina.
----
Al regresar de su viaje al otro lado de Seguridad Horan en donde estaba un área completamente equipada para comer, Louis entró a su oficina, abrió la boca para preguntarle a Harry qué refresco quería. Echó una mirada al hombre, y cerró la boca. «Cristo. Él es tan jodidamente dulce».
Ahora era bien pasada la medianoche. En el poco tiempo que le había tomado a Louis atravesar Horan, Harry había puesto su cabeza contra el brazo del sofá y se había quedado profundamente dormido. La vista de esa hermosa cara —con las extremadamente largas pestañas haciendo sombra en su piel, la nariz ligeramente torcida, los angulosos pómulos, y la exuberante boca— envió calor al pene de Louis. Así de rápido, Louis vio la pluma que Harry aún sostenía en la mano y el teléfono apretado contra su pecho, y el calor decididamente se fue al norte de la entrepierna de Louis. El chico era un jodido caballo de batalla, y sin importar la cantidad de trabajar ni lo estrechamente que estarían, eso pondría a prueba la primera ley de vida de Louis: No caer por un hombre hetero.
Louis se consideraba afortunado de que Niall hubiera tenido a bien prestarle a Harry para este caso.
No es que Harry pudiera probar su utilidad al trabajar hasta caer en coma en su primer día.
En media docena de pasos, Louis llegó junto al sofá. Dejó a un lado los refrescos y se arrodilló delante de Harry y suavemente sacudió el hombro. —Despierta, estrella de rock. Has eclipsado al jefe hoy. Es tiempo de ir a casa.
Parpadeando fuertemente, lentamente Harry le mostró a Louis sus ojos esmeraldas. —¿Qué sucede? ¿Qué hora es?
—Es tarde, hombre. —Louis pasó su mano bajo el codo de Harry y lo ayudó a levantarse—. ¿Por qué no sales de aquí y duermes un poco?
—Está bien —dijo Harry, pero sus párpados estaban aún a media asta, y sólo se mantenía sentado por la ayuda de Louis.
Apoyándose en gran medida en la mano de Louis, Harry le sonrió a Louis—. Me alegro de no poder decirle no a Gemma. —Oh, ¿sí? —Louis tomó a Harry alrededor de su otro brazo cuando el hombre comenzó a caer en dirección opuesta—. ¿Cómo es eso?
Mirando a los ojos de Louis, Harry le ofreció una sonrisa adormilada. —De lo contrario, no me estaría despertado viendo tus bonitos ojos. —Levantó dos dedos a la cara de Louis y los deslizó a lo largo de la mejilla de Louis, hasta llegar a los labios, donde jaló el inferior de una manera que hizo que Louis se quedara sin aliento. La soñolienta mirada de Harry cayó a su mano que jugaba con la boca de Louis y frunció el ceño—. Tienes una boca dura, pero no puedo dejar de pensar en cómo se sentiría contra la mía.
Louis soltó a Harry mientras una fuerza explosiva lo recorría. Harry aterrizó en el sofá de lado, sus ojos ya cerrados dormido, pero Louis no podía sostener a Harry de nuevo ahora, ni aunque su vida dependiera de eso. Louis no podía borrar la sensación de esos largos dedos y aunque se lo pidiera mucho no podría bloquear el dulce y adormilado comentario de Harry que se repetía en su mente.
Harry se acomodó completamente en el sofá. —Yo sólo voy a... cinco minutos... —Tan rápido como el movimiento había sacudido a Louis, Harry cayó de nuevo dormido.
«¡Joder!»
Louis sabía muy bien que había evitado a Harry siempre que fue posible, pero no podía creer que nunca se hubiera dado cuenta hasta hace sólo un segundo. «Harry es gay».
«Jodida mierda».
Nadie en Seguridad Horan le había insinuado nunca nada a Louis sobre la sexualidad de Harry. Por otra parte, quizás Harry mantenía su orientación sexual para sí mismo y nadie lo sabía.
Infiernos, Louis no podía decir que estuviera fuera. Después de todo, con la excepción de dos personas, nadie sabía que Louis había estado en una relación por casi cuatro años con otro hombre y no con la mujer a la que había presentado como su novia. Él nunca le había dicho a Niall la verdad, y Louis conocía a Niall y Liam desde hace quince años. Él no podía exigir a nadie que se declarara abierta y orgullosamente gay.
«Jodida puta mierda».
La homosexualidad de Harry complicaba un infierno la atracción que sentía Louis, pero en última instancia él no podía cambiar una maldita cosa.
Louis podría poder lanzar su primera ley por la ventana en lo que respecta a Harry, pero la segunda aún se aplicaba: Nunca mezclar negocios con placer.
Esta ley había mantenido a Louis vivo y capaz de trabajar en la fuerza por casi dos décadas.
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Me muero, durante esos años en los que se conocian nunca se acercaron lo suficiente porque los dos creian que el otro era hetero, por dios.. que desperdicio de valioso tiempo! JAJAJAJ
Harry estaba muy dormido, seguro ni lo recuerde, pero ahora que Louis lo sabe deberia mandar sus leyes a la mierda, digo..
Seguila pronto por favor! adios :)
Harry estaba muy dormido, seguro ni lo recuerde, pero ahora que Louis lo sabe deberia mandar sus leyes a la mierda, digo..
Seguila pronto por favor! adios :)
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
já recién ahora se dio cuenta!!
Esto se esta poniendo muy interesante, cada vez mas!!!
Seguila pronto!!
Esto se esta poniendo muy interesante, cada vez mas!!!
Seguila pronto!!
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
Harry es tierno, lo se!!!Me encanto!!!!
Seguila pronto!!
Harry es tan tierno!!!
Invitado
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Re: Quebrantando las leyes de Tomlinson (Larry Stylinson)
HAHAHA, da risa.Debby escribió:Es normal que me de mucha risa que la gente esa se llame Sarna? JAJAJAJAJA
Asi que por ser amigo de Gemma se siguieron viendo en estos años pero no eran exactamente amigos ni nada no? mas bien, conocidos.
Pero ahora que tienen que llevar este caso juntos se les va a complicar la existencia, ah.
Seguila pronto por favor!
Adios ♥
ahh, es todo un rollo.
Oh, no tengas duda de ello!
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