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it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
dslfdsf, holi que lindo que te encantara cccc': ahora la acepto;<333.colferandodair. escribió:¡hola! me encantó la idea, y cuando leí "la heterosexual y "el gay"", me dije, acá tengo que participar.
en unos minutos te dejo mi ficha:).
- da' rules:
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
colferandodair. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Jesse Star. ✘ Nombres: Jesse Star y Carson Hummel.✘ Representantes: Barbara Palvin y Chris Colfer.✘ Roles: Ella heterosexual, él "gay".✘ Escrito de tu autoría:
- prólogo:
La televisión era lo único que mostraba una señal de vida en la gran estructura a la que llamaba casa, su sonido alto para bloquear la cadena de pensamientos que sobrevolaban mi mente. Era extraña y, a la vez, fascinante la capacidad de mi mente al crear palabras, hechos e historias que alguien normal no comienza a entender a la corta edad de 12 años. En realidad, no se trataban de pensamientos raros, simplemente eran unas ganas inmensas de terminar con mi vida o una ilusión de ver mi brazo cubierto de sangre, roja y pura, esta resbalando hacia el piso blanco y limpio de mi baño estilizado, intentando llevar su hermoso color hacia otras partes de la casa y escapando de mi sistema inmune.Mi último pensamiento era tan directo que tenía nombre. Lo llamaban auto-mutilación, y no era conocido como un problema grave, es más, ni siquiera era considerado un problema. Sólo consistía en una “práctica emo”, donde los adolescentes adictos al color negro, pelo largo y flequillado, desesperados por atraer atención hacia su persona tomaban algo filoso y lo pasaban por sus muñecas.Por supuesto, tampoco escondían sus marcas, porque ese truco era para que los demás comiencen a verlos.Siempre me cuestioné sus métodos y estilo de vida.¿Es que su familia o amigos serían tan malos como para llegar al punto de que ellos debían captar su atención? ¿Su vida sería tan horrible como ellos querían demostrar, o sólo les gustaba alardear de que ellos eran valientes y no les daba miedo pasar un cuchillo por sus muñecas? ¿Sentirían dolor al hacerlo, o placer? ¿Esconderían más marcas?No es demasiado sano que un chico de doce años piense en la sensación de algo afilado contra su cuerpo en vez de chicas, pero nunca había sido alguien normal. O sano. O deseado, si vamos a hablar de cosas que no soy.El programa dirigido por aquel hombre viejo, donde entrevista a toda gente famosa, acababa de terminar, lo que solo significaba una cosa: mis padres volverían.Esa era mi señal para comer algo rápido, ir a mi cuarto y no salir. Quizás buscar en la computadora más información morbosa y escalofriante. Leer algún libro corto.Y luego dormir.Siguiendo mi rutina, me levanté del sofá —del que ni siquiera sabía que había estado sentado— y, al llegar a la cocina, busqué algo rápido para comer. Resultó que los cereales fueron la única cosa —la primera cosa, en realidad— que encontré. No me importaba comer cereales de cena.Fui a mi habitación rápidamente, y sólo al escuchar el ruido de las llaves entrando a la cerradura de la puerta, me encerré con llave; no sin antes escuchar un “Llegamos, Harry”.Supiré, no sé si porque escuchar a mi mamá me exasperaba o sólo era el cansancio. Qué importa, me dije. No lo sabía, y no iba a hacerlo en un destino próximo. Era una de esas tantas preguntas que quedaban a la espera de una respuesta que sabía que nunca llegaría. Como el uso de la palabra increíble.Tomé mi cuenco de cereales, me senté en mi cama y saqué mi laptop, una computadora portátil que acababa de salir al mercado. Por supuesto, mis padres ya tenían más de cuatro de estas, y al no saber qué hacer con tantas, me regalaron una.Entré a mi navegador, y enseguida busqué aquella página que me informaba de todo. Un diario electrónico, se llamaba.No sé porque me gusta leer las noticias. Creo que ni siquiera disfruto de ellas. Pero sé que mi adrenalina sube al máximo cuando logro leer sobre algún asesinato, robo a mano armada o alguna muerte en accidentes automovilísticos. Es algo morboso, pero no puedo controlar mi curiosidad y tremendas ganas de saber la sensación que se siente al ser disparado o rodar boca abajo dentro de un espacio pequeño.Al parecer, no era mi día de suerte. Casi toda la página estaba llena de artículos como “Las finales de la NBA”, “Resultados de tenis” o “El nuevo espectáculo hace furor en la ciudad de Broadway”.Aburrido.En el momento en que decidí cerrar el diario, perdiendo por completo las esperanzas de que algo interesante pueda aparecer, un título llamó mi atención: “EL CLUB DE LOS PACTOS SUICIDAS”.Nunca había escuchado sobre ese término. “Pactos suicidas”. Tenía una idea de lo que podría significar, ya que analizando esas dos palabras era fácil darse cuenta de que trataba sobre un pacto hecho con alguna persona en particular con la promesa de matarse a sí mismo.Comencé a leer. El artículo consistía en, básicamente, un club donde adolescentes se reunían cada noche para pactar el día, mes, año e incluso hora en que se matarían.Me enfadó muchísimo. No porque ellos quisieran quitarse la vida; sería hipócrita de mi parte enfadarme por eso, ya que yo también lo había considerado.Lo que me molestaba y se me hacía difícil de entender era porque alguien querría prometer una fecha para matarse. Es decir, sería como perder tu derecho a decidir si vivir o no. ¿Qué tal si la persona estaba cansada de todo y quería terminarlo, pero el estúpido pacto le impedía ser feliz y dormir para siempre? ¿Por qué, simplemente, no hacerlo y ya, romper el juramento? No entendía. No entendía nada de eso.Hasta que cumplí trece años el año siguiente.Todo empezó esa misma mañana, cuando ya comenzaba mi etapa adolescente a toda mi plenitud.No esperé a que mis padres se presentaran con sonrisas en sus caras y me desearan un feliz cumpleaños, pero, quizás, tenía una mínima esperanza de que me sonrieran o, incluso, lanzaran un comentario sobre mí y la fecha especial. Nada de esto sucedió.En vez de eso, fui recibido en una solitaria cocina, sin comida ni amor.Quizás en la escuela se pondrá mejor, pensaba. Pero sabía que no. No lo haría.Al llegar a la secundaria, las risas comenzaron. No era algo raro que se rieran de mí —ya sea por mi pelo enrulado e intratable, mis cosas, mi ropa, o simplemente mi persona—, pero dolía de todas maneras. Y más en ese día.Podría haber soportado toda la humillación si tan sólo tuviera un amigo, pero, tristemente no lo tenía.Era yo contra el mundo. Pero no por mucho tiempo.Esa misma tarde, al llegar a mi casa, corrí directamente a mi habitación y tomé el cuchillo que había utilizado para almorzar el día anterior. Sería tan fácil llevarlo a la vena principal de mi muñeca. Sería tan fácil escapar.Pero así todos sabrían que me di por vencido (cosa que, en realidad, no es una mentira). Ellos, mis padres y compañeros, ganarían.No los dejaría.Pero tampoco quería vivir más de dieciocho años. O vivir en lo más mínimo.Ahí es cuando el artículo de hace un año se me vino a la cabeza, junto a las preguntas que me había hecho sobre porque algunos jóvenes quieren escoger una fecha para morir.Por primera vez, entendí.Esos chicos querían determinar cuál sería su último momento, su última acción o sentimiento.No querían ser salvados. Querían ser recordados. Y más importante, querían cumplir la última promesa de su vida.Por esas mismas razones, llegué a la conclusión de que me gustaba tanto la idea del pacto suicida, que establecí uno conmigo mismo.En un papel, escribí:Yo, Harry Styles, establezco solemnemente que en el día de mi cumpleaños número diecisiete, una pistola me pondrá fin.
Ficha aceptada.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Odair. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Jenna Waters. ✘ Nombres: Jenna B. Waters y William Lovelance.
✘ Representantes: Astrib Berges-Frisbey y Joshua Anthony Brand.
✘ Roles: Primos.
✘ Escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ficha aceptada.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
<333333333333.Sersh. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
<3.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
✘ Nombres: Olivia Grier & Alex Humprey.
✘ Representantes: Cher Lloyd & Ashton Irwin
✘ Roles: la popular y el nerd.
✘ Escrito de tu autoría:
✘ Representantes: Cher Lloyd & Ashton Irwin
✘ Roles: la popular y el nerd.
✘ Escrito de tu autoría:
- Sexto Sentido:
- Capítulo 006Se abstraía con frecuencia. Nadie la entendía.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Miré a mi alrededor, horrorizada. Bueno, más que horrorizada, aterrorizada. No sabía a dónde me llevaban, ni qué había hecho. Lo último que había pasado era que mi abuela se había despedido de mí, como si fuera para siempre. Ella había llorado. Yo no tuve fuerzas ni para eso. Simplemente me abracé a ella, esperando que así pudiéramos estar las dos a salvo. No fue así. Un hombre me cogió de los hombros, llegando a hacerme daño, y me separó de ella, llevándome a donde me encontraba ahora mismo.
Observé a los cinco chicos que me rodeaban. No quería hacerlo, intenté evitarlo de todos modos, pero no tardó en suceder. Cuando él me devolvió la mirada, desafiante, su vida entera estuvo en mi mente. Aquel chaval, llamado Harry, había tenido una infancia dura. Participaba en peleas habitualmente. Se tatuaba por diversión. Y, sin embargo, no era feliz. Negué con la cabeza, tratando de hacer que desapareciese.
Nunca lo hacían. Las visiones no se acababan hasta que los recuerdos más importantes, las fases más destacables de la vida de aquellas personas no se habían mostrado ante mí. Por eso no podía tocar a nadie, nunca. Ellos no notaban nada, claro, no era radioactiva, pero yo sí. De repente, un click. Y entonces todo lo que pasase a mi alrededor perdía el sentido y sólo podía ver el presente de esa persona, muchas veces sus secretos más oscuros.
Me había quedado mirándole fijamente. Era guapo. No se dio cuenta de que le estaba mirando y yo tampoco iba a hacer nada para llamar su atención. Es decir, ¿qué esperaba? No podía acercarme a la gente normal y decirles “hola, soy Charlie y, al apretarme la mano, acabo de ver todo lo que te ha pasado en la vida”. Por eso no hablaba. Evitaba el contacto. No podría hacerles daño si no me relacionaba.
Había más chicos y chicas ahí metidos, no solo Harry. Pronto, me encontré con la mirada de un chico. A él si le conocía de antes. Finn, se llamaba. Íbamos a alguna clase juntos. Esbozó media sonrisa, pero yo negué con la cabeza. Mi cabeza ya estaba encontrándole, y no quería que pasase. Apreté los dientes y cerré los ojos, esperando lo inexorable. Nunca llegué a ver nada. Su expresión se puso más seria y concentrada por unos segundos, y luego volvió a retomar esa sonrisa amable. Todo el miedo que sentía, la impotencia hacia mi “don”, desapareció. Fue sustituido por templanza, calma.
La furgoneta dio un bandazo, haciendo que todos nos bamboleásemos. Y, en ese momento, paró. Levanté las cejas. Habíamos llegado, estaba claro. Pero… ¿a dónde? La verdad era que no quería saberlo. No estaba preparada para saber lo que me iban a hacer en ese sitio. Estaba claro que yo no era la única especial pero… ¿hasta qué punto? ¿Qué nos iba a pasar?
Las puertas se abrieron y, antes de levantarme para encarar lo que se me vendría encima, me alisé la falda que llevaba y me coloqué bien la diadema con un lazo. Estaba preparada, me dije una y otra vez. No iba a pasar nada. Y, con aquellos pensamientos, me giré y salí, para afrontar lo que el futuro me deparaba.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Todo era de color gris. Sin cuadros, sin ningún tipo de decoración. Reprimí un sollozo cuando vi que el único toque de color era el prado que se extendía a nuestro alrededor y estaba delimitado por una alambrada. Nadie podía entrar. Nadie podía salir. Rápidamente me fijé en el techo. Sí, nos estaban vigilando. Y, si había una cámara en aquel vestíbulo tan sencillo, seguro que las habría por todas partes.
Estaban intentando organizarnos en dos filas. Chicos a la derecha, chicas a la izquierda. Me puse detrás de una que llevaba una sudadera negra. No sabía por qué, pero su pose de decidida, de saber lo que estaba haciendo, me dio las fuerzas que necesitaba para seguir caminando hacia delante.
Nos condujeron por muchos pasillos. Perdí la cuenta en el tercero, después de subir las escaleras. Todos eran iguales. La misma orientación, puertas a los dos lados, nada que pudiera alterar el inmaculado blanco de paredes y suelos… parecía un hospital muy grande, y sin enfermos. Hasta olía igual. Nunca me habían gustado los hospitales.
Cuando llegamos, nos empezaron a repartir de dos en dos, cada pareja en una habitación. El guardia sin cara nos intentaba empujar a todas, sin embargo, la chica que tenía delante, le dio un golpe cuando intentó agarrarla y entró por su propia cuenta. A mí me tocó con ella. Con la chica de la cazadora negra.
La habitación era muy predecible. Desde el pasillo había podido imaginarme cómo sería. Y no me equivocaba. Granito blanco en las paredes. Dos camas inmaculadas, con toallas y sábanas limpias encima. Dos cómodas, una para cada una y una gran ventana, que no dejaba ver más que un espeso bosque.
Dejé mi mochila del colegio en la cama que estaba más cerca de la puerta. Parecía que a mi compañera le había gustado más la otra. Vacié lentamente el contenido de la misma, dejando todo colocado. Necesitaba ver lo que tenía. Lo que conservaba del mundo real. Sonreí al ver que, por suerte, llevaba algo que nunca me dejaría. Mi libro favorito, Percy Jackson y el ladrón del rayo. Era el primero, pero me lo había leído tantas veces que era mi mejor amigo. Siempre estaba ahí.
—¿Percy Jackson? — inquirió una voz a mi lado. Era mi compañera. Así que esa era su voz.
—Sí, bueno… es mi libro favorito, aunque yo adoro leer, todo tipo de cosas y…— me fui callando, poco a poco. Nunca había hablado con nadie que no fuera mayor, como un profesor o mi abuela. Esa chica tenía mi edad. Y se había dirigido directamente a mí. No quería resultar pesada, ni tampoco caerle mal.
—También es el mío. Aunque, sinceramente, prefiero la nueva colección, la Marca de Atenea me encanta, de hecho. Estoy completamente enamorada…
—De Nico DiAngelo— completé sin querer. Me tapé la boca con las manos, nada más decirlo. Acababa de estropearlo todo.
—Sí, ¿cómo lo has sabido? — esbozó una media sonrisa, amistosa. No tenía ni idea de lo que le iba a responder. Seguro que se imaginaba que diría algo como que era el mío también, pero nada más lejos de la realidad.
—Cuando me has mirado a los ojos, por primera vez… Puedo ver tu pasado. Y… ya sabes. Tienes muy reciente el recuerdo de ti misma haciéndote una sudadera de él y guardándola como tu más precioso tesoro. Fue… anteayer, ¿verdad?
—Sí, sí a todo— soltó una carcajada. Yo sonreí, con ella. No se había asustado. No me trataba como si fuera rara, le había gustado. — De hecho, la tengo aquí ahora. ¿Quieres verla? — asentí con la cabeza y ella la sacó de su bandolera. Igual a la que acababa de ver.
—Me gustas— solté de repente. Luego, me di cuenta de lo estúpido que había sonado. Parecía que no haber tenido un amigo en toda mi vida pasaba factura.
—Y tú a mí. Y, que sepas que es un cumplido. Yo odio a todo el mundo— nos reímos. Estaba muy a gusto con ella. Parecía que me apreciaba, a pesar de lo rara que era— A propósito, soy Kim— el nombre le pegaba perfectamente. Tan salvaje, distinto, como ella.
—Charlie— me presenté yo también. Me tendió la mano, pero yo negué con la cabeza. Kim hizo un gesto de disgusto. Era normal que se acabase de sentir rechazada, pero no era eso, para nada. — No puedo tocarte. De hacerlo, podría ver toda tu vida. Presente, pasado y, seguramente, futuro. Y no quiero verlo.
—No te preocupes, lo comprendo. ¿Sabes? Creo que vamos a ser buenas amigas. Y así, con un poco de suerte, te enseñaré a sonreír de verdad. Parece que llevas demasiado tiempo sin hacerlo.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Cuando era pequeña, me habían diagnosticado ansiedad en público. Eso era lo que sentía cuando estaba en clase y me hacían hablar, o cuando me tocaba exponer sobre algún tema. Nunca había estado en presencia de tanta gente fuera de clase. Se me antojaba una paradoja. Debería estar temblando, sin poder respirar bien, pero no me estaba pasando nada de eso. Me di cuenta de que era porque me sentía a gusto. Ése era mi sitio, con aquellas personas.
—¡Hola! Soy Tris— nos saludó muy efusiva una chica rubia. Kim estrechó su mano y me arrinconó para que no pudiera hablar, evitando así el contacto de ella. Me comprendía. Me quería proteger.
—¿Por qué siempre tienes el ceño fruncido? — preguntó una voz a mi espalda y me giré para mirar al poseedor. Era moreno, de ojos claros. Muy atractivo.
—No lo sé. ¿Lo estoy? Vaya, debería corregir eso— él sonrió ante mi comentario. Para ser la primera vez que socializaba, no me estaba yendo mal con el resto del mundo.
—Trent— se presentó. No me tendió la mano y yo tampoco hice ningún amago de querer estrechársela. No estaba siendo incómodo. Él respetaba mi espacio, y yo el suyo.
—Charlie— parecía que iba a decir algo más, pero se calló. Y los dos nos separamos, para sentarnos a comer.
No hablé en toda la comida. Y, sin embargo, me sentía involucrada en la conversación. Me di cuenta, rápidamente, de que era por eso. Estaba tranquila. Cuando me distraía, no tenía tantas visiones. Y, además, contaba que él estaba ahí. Enfrente de mí. Finn. Al igual que su hermano gemelo, Jack, los dos eran tremendamente ruidosos, y se reían muy alto. Pero contagiaban alegría. Y en aquel sitio, era algo que de verdad todos necesitábamos.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Cuando terminó la cena, todos fuimos a una sala común. Algunos se conocían, otros estaban como unos completos extraños, intentando conocerse los unos a los otros. Hasta que ellos, los gemelos, nos reunieron a todos en un círculo y nos explicaron los poderes que ellos tenían. Y entonces cada uno confesó el suyo. Había dones tan variopintos que el mío no resultaba el más extraño, ni el más peligroso. Éramos todos iguales.
Pero me hice ilusiones de encajar demasiado rápido. Terminada la conversación inicial, el grupo se fragmentó, haciendo que cada persona hablase de una cosa distinta. Alguien tocó mi hombro. Era un chico rubio, se había presentado como Jamie.
—¿Puedes verlo todo? — inquirió, intrigado. Yo hice un gesto. — ¿Pasado, presente y futuro? — asentí. No había visto muchas veces el futuro, solo alguna vez. Siempre se cumplía lo que yo veía.— Pues venga, hazlo.
—¿Qué quieres que haga?— fruncí el ceño. No podía estar pidiéndome aquello.
—Obra tu magia. Vamos, coge mi mano. Si te esfuerzas, igual puedes hasta averiguar cuándo saldremos de aquí— había levantado demasiado la voz. Todos nos miraban. No podía negarme, no con todas aquellas personas mirando.
Acaricié suavemente su mano, para después agarrarla con fuerza. No íbamos a salir en un futuro próximo. Lo intenté una y otra vez. Me concentré lo máximo posible, pero las imágenes del futuro de Jamie no venían. Sin embargo, mi mente no me dejó tranquila hasta que me enseñó algo. No eran imágenes que ocurrirían, era algo que ya había pasado. Era él, de niño. Con diez años. Estaba solo en una habitación, escondido. Hasta que una puerta se abrió de golpe, dejando entrever a un hombre muy borracho, con un cinturón en las manos. El niño lloraba desconsolado, intentaba esconderse, sin éxito. Era su padre, iba a atacarle. Y, por las acciones del niño, no era la primera vez. El sonido metálico rasgó el aire, era todo lo que podía oír. Y solté la mano.
Estaba otra vez en la habitación. Las máquinas seguían funcionando, pero nadie les hacía caso. Todos estaban mirándome a mí. Estaba temblando por lo que acababa de ver. Su secreto más oscuro, lo que más había deseado olvidar en toda su vida, yo lo había visto con sólo pasar un dedo por su piel. Me miró directamente a los ojos.
—¿Qué has visto?— lo dijo demasiado fríamente, porque seguramente se imaginaba lo que iba a responderle.
—Él… te hacía daño… lo siento… no he sabido parar… yo no quería…— sollocé, mirando lo dura que se había vuelto su mirada. Nadie hablaba. Se podría haber escuchado caer un alfiler.
—Eres un monstruo. No me puedo creer que hayas hecho eso. ¡Es mi vida! ¿Lo entiendes? ¡No quería que nadie lo viera!— me levanté, incapaz de escuchar sus afiladas palabras. Era cierto. Todo lo que acababa de decir. No lo había hecho a posta, había intentado parar. Tendría que haberlo hecho mejor. Era un peligro para todos.
Cuando me abrí paso, para salir al pasillo, todos se apartaron, como si tuviera algún tipo de enfermedad extraña. Igual la tenía. O simplemente la provocaba en los demás. Parecía que la única reacción que mi propia persona producía en todo el mundo era rechazo. Yo no quería hacer daño. No quería que ellos tuvieran miedo. Muchos de sus dones eran chulos, la típica cosa de la que podrías fardar y te harías el más popular. El mío era una maldición.
Vagué durante un buen rato. ¿Una hora? ¿Media? En aquel lugar se perdía la noción del tiempo. Nunca llegué a encontrar una salida. Ni ninguna puerta que pudiese pasar por una. Tenía que haber algún modo de salir al exterior, era imposible que estuviera tan herméticamente cerrado todo. Pero, estaba muy bien camuflado. Cansada de caminar sin rumbo alguno, me senté en el suelo y dejé que las emociones me recorriesen. Había hecho amigos. Los había perdido. Me habían separado de mi familia, tal vez para siempre. Y pronto pasaría a ser un simple conejo de indias a manos de gente horrible. La clase de gente que arranca a unos pobres adolescentes con poderes extraordinarios todo lo que tenían en la vida y los deja ahí, para observarlos mediante las cámaras de seguridad.
—Yo no creo que seas un monstruo— dijo una persona, a mi lado. Se acababa de sentar. Finn. Me había seguido.
—Sí que lo soy, y puedes preguntarle a quien sea. Estoy segura de que ahora todos me odian. Y no me extraña. He hurgado en algo muy personal. Un punto débil. Podría buscaros puntos débiles a todos— no quería mirarle a los ojos. Estaba tan avergonzada de lo que había hecho que en aquel momento no podía mirar a nada que no fueran mis propios zapatos.
—Mi hermano y yo no te odiamos. Y somos los más guays. No creo que debas esconder quién eres para gustarles a todos. Está bien, ves toda nuestra vida. ¿Y qué? Yo tengo un poder más difuso, pero a su manera también molesto. Puedo modificar los sentimientos de quien quiera. ¿Por qué te crees que no puedes ver mi pasado si me miras a los ojos? Porque, con mi poder, no te dejo concentrarte. Y así tu mente no funciona igual. Es como si estuvieses más contenta todo el rato—. Era cierto. En aquel momento, decidió probarlo con más fuerza, consiguió ponerme de buen humor. Hasta sonreí.
—¿Sabes? Aunque sea una emoción falsa, un sentimiento creado por ti… me gusta. Gracias por estar aquí, en serio— él esbozó una sonrisa y me dio un golpe cariñoso.
—Siempre he sentido debilidad por las damas súper poderosas en apuros. Anda, vamos, tenemos que volver— me tendió la mano y yo hice como si no la viera, me levanté sola.— Vale, lo comprendo. Poco a poco.
Y entonces, mientras caminábamos por los mareantes pasillos, completamente perdidos, y Finn me contaba con pelos y señales todas las cosas graciosas que le habían pasado a lo largo de su vida, me di cuenta de lo mucho que me agradaba. Aquel chaval tan cargante podía estar bien, de verdad.
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blake.
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Ay dios me quedó hermosa la audición pls. Oli y Alex audsg
blake.
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Sersh. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Susie Connors ✘ Nombres: Suzanne Connors. | Samuel Collingwood.
✘ Representantes: Saoirse Ronan. | Jake Abel.
✘ Roles: ella heterosexual, él "gay".
✘ Escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] | [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ficha aceptada.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
awws ro;<333. ahora la acepto, bb;<333.Berry. escribió:omg connz esta idea es demasiado perfecta. si me la perdiera moriría. en unos minutos te dejo la ficha, es que hay un rol que parece que ha sido creado para mí y me da muchos feels asdkfufg.
Invitado
Invitado
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
sí isdjasdasi.enjoytheride♡ . escribió:dghdf wow conny, hay un montón de audiciones Konjratzh(?)
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Berry. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Oli Grier. ✘ Nombres: Olivia Grier & Alex Humprey.
✘ Representantes: Cher Lloyd & Ashton Irwin
✘ Roles: la popular y el nerd.
✘ Escrito de tu autoría:
- Sexto Sentido:
Capítulo 006Se abstraía con frecuencia. Nadie la entendía.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Miré a mi alrededor, horrorizada. Bueno, más que horrorizada, aterrorizada. No sabía a dónde me llevaban, ni qué había hecho. Lo último que había pasado era que mi abuela se había despedido de mí, como si fuera para siempre. Ella había llorado. Yo no tuve fuerzas ni para eso. Simplemente me abracé a ella, esperando que así pudiéramos estar las dos a salvo. No fue así. Un hombre me cogió de los hombros, llegando a hacerme daño, y me separó de ella, llevándome a donde me encontraba ahora mismo.
Observé a los cinco chicos que me rodeaban. No quería hacerlo, intenté evitarlo de todos modos, pero no tardó en suceder. Cuando él me devolvió la mirada, desafiante, su vida entera estuvo en mi mente. Aquel chaval, llamado Harry, había tenido una infancia dura. Participaba en peleas habitualmente. Se tatuaba por diversión. Y, sin embargo, no era feliz. Negué con la cabeza, tratando de hacer que desapareciese.
Nunca lo hacían. Las visiones no se acababan hasta que los recuerdos más importantes, las fases más destacables de la vida de aquellas personas no se habían mostrado ante mí. Por eso no podía tocar a nadie, nunca. Ellos no notaban nada, claro, no era radioactiva, pero yo sí. De repente, un click. Y entonces todo lo que pasase a mi alrededor perdía el sentido y sólo podía ver el presente de esa persona, muchas veces sus secretos más oscuros.
Me había quedado mirándole fijamente. Era guapo. No se dio cuenta de que le estaba mirando y yo tampoco iba a hacer nada para llamar su atención. Es decir, ¿qué esperaba? No podía acercarme a la gente normal y decirles “hola, soy Charlie y, al apretarme la mano, acabo de ver todo lo que te ha pasado en la vida”. Por eso no hablaba. Evitaba el contacto. No podría hacerles daño si no me relacionaba.
Había más chicos y chicas ahí metidos, no solo Harry. Pronto, me encontré con la mirada de un chico. A él si le conocía de antes. Finn, se llamaba. Íbamos a alguna clase juntos. Esbozó media sonrisa, pero yo negué con la cabeza. Mi cabeza ya estaba encontrándole, y no quería que pasase. Apreté los dientes y cerré los ojos, esperando lo inexorable. Nunca llegué a ver nada. Su expresión se puso más seria y concentrada por unos segundos, y luego volvió a retomar esa sonrisa amable. Todo el miedo que sentía, la impotencia hacia mi “don”, desapareció. Fue sustituido por templanza, calma.
La furgoneta dio un bandazo, haciendo que todos nos bamboleásemos. Y, en ese momento, paró. Levanté las cejas. Habíamos llegado, estaba claro. Pero… ¿a dónde? La verdad era que no quería saberlo. No estaba preparada para saber lo que me iban a hacer en ese sitio. Estaba claro que yo no era la única especial pero… ¿hasta qué punto? ¿Qué nos iba a pasar?
Las puertas se abrieron y, antes de levantarme para encarar lo que se me vendría encima, me alisé la falda que llevaba y me coloqué bien la diadema con un lazo. Estaba preparada, me dije una y otra vez. No iba a pasar nada. Y, con aquellos pensamientos, me giré y salí, para afrontar lo que el futuro me deparaba.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Todo era de color gris. Sin cuadros, sin ningún tipo de decoración. Reprimí un sollozo cuando vi que el único toque de color era el prado que se extendía a nuestro alrededor y estaba delimitado por una alambrada. Nadie podía entrar. Nadie podía salir. Rápidamente me fijé en el techo. Sí, nos estaban vigilando. Y, si había una cámara en aquel vestíbulo tan sencillo, seguro que las habría por todas partes.
Estaban intentando organizarnos en dos filas. Chicos a la derecha, chicas a la izquierda. Me puse detrás de una que llevaba una sudadera negra. No sabía por qué, pero su pose de decidida, de saber lo que estaba haciendo, me dio las fuerzas que necesitaba para seguir caminando hacia delante.
Nos condujeron por muchos pasillos. Perdí la cuenta en el tercero, después de subir las escaleras. Todos eran iguales. La misma orientación, puertas a los dos lados, nada que pudiera alterar el inmaculado blanco de paredes y suelos… parecía un hospital muy grande, y sin enfermos. Hasta olía igual. Nunca me habían gustado los hospitales.
Cuando llegamos, nos empezaron a repartir de dos en dos, cada pareja en una habitación. El guardia sin cara nos intentaba empujar a todas, sin embargo, la chica que tenía delante, le dio un golpe cuando intentó agarrarla y entró por su propia cuenta. A mí me tocó con ella. Con la chica de la cazadora negra.
La habitación era muy predecible. Desde el pasillo había podido imaginarme cómo sería. Y no me equivocaba. Granito blanco en las paredes. Dos camas inmaculadas, con toallas y sábanas limpias encima. Dos cómodas, una para cada una y una gran ventana, que no dejaba ver más que un espeso bosque.
Dejé mi mochila del colegio en la cama que estaba más cerca de la puerta. Parecía que a mi compañera le había gustado más la otra. Vacié lentamente el contenido de la misma, dejando todo colocado. Necesitaba ver lo que tenía. Lo que conservaba del mundo real. Sonreí al ver que, por suerte, llevaba algo que nunca me dejaría. Mi libro favorito, Percy Jackson y el ladrón del rayo. Era el primero, pero me lo había leído tantas veces que era mi mejor amigo. Siempre estaba ahí.
—¿Percy Jackson? — inquirió una voz a mi lado. Era mi compañera. Así que esa era su voz.
—Sí, bueno… es mi libro favorito, aunque yo adoro leer, todo tipo de cosas y…— me fui callando, poco a poco. Nunca había hablado con nadie que no fuera mayor, como un profesor o mi abuela. Esa chica tenía mi edad. Y se había dirigido directamente a mí. No quería resultar pesada, ni tampoco caerle mal.
—También es el mío. Aunque, sinceramente, prefiero la nueva colección, la Marca de Atenea me encanta, de hecho. Estoy completamente enamorada…
—De Nico DiAngelo— completé sin querer. Me tapé la boca con las manos, nada más decirlo. Acababa de estropearlo todo.
—Sí, ¿cómo lo has sabido? — esbozó una media sonrisa, amistosa. No tenía ni idea de lo que le iba a responder. Seguro que se imaginaba que diría algo como que era el mío también, pero nada más lejos de la realidad.
—Cuando me has mirado a los ojos, por primera vez… Puedo ver tu pasado. Y… ya sabes. Tienes muy reciente el recuerdo de ti misma haciéndote una sudadera de él y guardándola como tu más precioso tesoro. Fue… anteayer, ¿verdad?
—Sí, sí a todo— soltó una carcajada. Yo sonreí, con ella. No se había asustado. No me trataba como si fuera rara, le había gustado. — De hecho, la tengo aquí ahora. ¿Quieres verla? — asentí con la cabeza y ella la sacó de su bandolera. Igual a la que acababa de ver.
—Me gustas— solté de repente. Luego, me di cuenta de lo estúpido que había sonado. Parecía que no haber tenido un amigo en toda mi vida pasaba factura.
—Y tú a mí. Y, que sepas que es un cumplido. Yo odio a todo el mundo— nos reímos. Estaba muy a gusto con ella. Parecía que me apreciaba, a pesar de lo rara que era— A propósito, soy Kim— el nombre le pegaba perfectamente. Tan salvaje, distinto, como ella.
—Charlie— me presenté yo también. Me tendió la mano, pero yo negué con la cabeza. Kim hizo un gesto de disgusto. Era normal que se acabase de sentir rechazada, pero no era eso, para nada. — No puedo tocarte. De hacerlo, podría ver toda tu vida. Presente, pasado y, seguramente, futuro. Y no quiero verlo.
—No te preocupes, lo comprendo. ¿Sabes? Creo que vamos a ser buenas amigas. Y así, con un poco de suerte, te enseñaré a sonreír de verdad. Parece que llevas demasiado tiempo sin hacerlo.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Cuando era pequeña, me habían diagnosticado ansiedad en público. Eso era lo que sentía cuando estaba en clase y me hacían hablar, o cuando me tocaba exponer sobre algún tema. Nunca había estado en presencia de tanta gente fuera de clase. Se me antojaba una paradoja. Debería estar temblando, sin poder respirar bien, pero no me estaba pasando nada de eso. Me di cuenta de que era porque me sentía a gusto. Ése era mi sitio, con aquellas personas.
—¡Hola! Soy Tris— nos saludó muy efusiva una chica rubia. Kim estrechó su mano y me arrinconó para que no pudiera hablar, evitando así el contacto de ella. Me comprendía. Me quería proteger.
—¿Por qué siempre tienes el ceño fruncido? — preguntó una voz a mi espalda y me giré para mirar al poseedor. Era moreno, de ojos claros. Muy atractivo.
—No lo sé. ¿Lo estoy? Vaya, debería corregir eso— él sonrió ante mi comentario. Para ser la primera vez que socializaba, no me estaba yendo mal con el resto del mundo.
—Trent— se presentó. No me tendió la mano y yo tampoco hice ningún amago de querer estrechársela. No estaba siendo incómodo. Él respetaba mi espacio, y yo el suyo.
—Charlie— parecía que iba a decir algo más, pero se calló. Y los dos nos separamos, para sentarnos a comer.
No hablé en toda la comida. Y, sin embargo, me sentía involucrada en la conversación. Me di cuenta, rápidamente, de que era por eso. Estaba tranquila. Cuando me distraía, no tenía tantas visiones. Y, además, contaba que él estaba ahí. Enfrente de mí. Finn. Al igual que su hermano gemelo, Jack, los dos eran tremendamente ruidosos, y se reían muy alto. Pero contagiaban alegría. Y en aquel sitio, era algo que de verdad todos necesitábamos.▂ ▃ ▅ ▆ █ █ ▆ ▅ ▃ ▂
Cuando terminó la cena, todos fuimos a una sala común. Algunos se conocían, otros estaban como unos completos extraños, intentando conocerse los unos a los otros. Hasta que ellos, los gemelos, nos reunieron a todos en un círculo y nos explicaron los poderes que ellos tenían. Y entonces cada uno confesó el suyo. Había dones tan variopintos que el mío no resultaba el más extraño, ni el más peligroso. Éramos todos iguales.
Pero me hice ilusiones de encajar demasiado rápido. Terminada la conversación inicial, el grupo se fragmentó, haciendo que cada persona hablase de una cosa distinta. Alguien tocó mi hombro. Era un chico rubio, se había presentado como Jamie.
—¿Puedes verlo todo? — inquirió, intrigado. Yo hice un gesto. — ¿Pasado, presente y futuro? — asentí. No había visto muchas veces el futuro, solo alguna vez. Siempre se cumplía lo que yo veía.— Pues venga, hazlo.
—¿Qué quieres que haga?— fruncí el ceño. No podía estar pidiéndome aquello.
—Obra tu magia. Vamos, coge mi mano. Si te esfuerzas, igual puedes hasta averiguar cuándo saldremos de aquí— había levantado demasiado la voz. Todos nos miraban. No podía negarme, no con todas aquellas personas mirando.
Acaricié suavemente su mano, para después agarrarla con fuerza. No íbamos a salir en un futuro próximo. Lo intenté una y otra vez. Me concentré lo máximo posible, pero las imágenes del futuro de Jamie no venían. Sin embargo, mi mente no me dejó tranquila hasta que me enseñó algo. No eran imágenes que ocurrirían, era algo que ya había pasado. Era él, de niño. Con diez años. Estaba solo en una habitación, escondido. Hasta que una puerta se abrió de golpe, dejando entrever a un hombre muy borracho, con un cinturón en las manos. El niño lloraba desconsolado, intentaba esconderse, sin éxito. Era su padre, iba a atacarle. Y, por las acciones del niño, no era la primera vez. El sonido metálico rasgó el aire, era todo lo que podía oír. Y solté la mano.
Estaba otra vez en la habitación. Las máquinas seguían funcionando, pero nadie les hacía caso. Todos estaban mirándome a mí. Estaba temblando por lo que acababa de ver. Su secreto más oscuro, lo que más había deseado olvidar en toda su vida, yo lo había visto con sólo pasar un dedo por su piel. Me miró directamente a los ojos.
—¿Qué has visto?— lo dijo demasiado fríamente, porque seguramente se imaginaba lo que iba a responderle.
—Él… te hacía daño… lo siento… no he sabido parar… yo no quería…— sollocé, mirando lo dura que se había vuelto su mirada. Nadie hablaba. Se podría haber escuchado caer un alfiler.
—Eres un monstruo. No me puedo creer que hayas hecho eso. ¡Es mi vida! ¿Lo entiendes? ¡No quería que nadie lo viera!— me levanté, incapaz de escuchar sus afiladas palabras. Era cierto. Todo lo que acababa de decir. No lo había hecho a posta, había intentado parar. Tendría que haberlo hecho mejor. Era un peligro para todos.
Cuando me abrí paso, para salir al pasillo, todos se apartaron, como si tuviera algún tipo de enfermedad extraña. Igual la tenía. O simplemente la provocaba en los demás. Parecía que la única reacción que mi propia persona producía en todo el mundo era rechazo. Yo no quería hacer daño. No quería que ellos tuvieran miedo. Muchos de sus dones eran chulos, la típica cosa de la que podrías fardar y te harías el más popular. El mío era una maldición.
Vagué durante un buen rato. ¿Una hora? ¿Media? En aquel lugar se perdía la noción del tiempo. Nunca llegué a encontrar una salida. Ni ninguna puerta que pudiese pasar por una. Tenía que haber algún modo de salir al exterior, era imposible que estuviera tan herméticamente cerrado todo. Pero, estaba muy bien camuflado. Cansada de caminar sin rumbo alguno, me senté en el suelo y dejé que las emociones me recorriesen. Había hecho amigos. Los había perdido. Me habían separado de mi familia, tal vez para siempre. Y pronto pasaría a ser un simple conejo de indias a manos de gente horrible. La clase de gente que arranca a unos pobres adolescentes con poderes extraordinarios todo lo que tenían en la vida y los deja ahí, para observarlos mediante las cámaras de seguridad.
—Yo no creo que seas un monstruo— dijo una persona, a mi lado. Se acababa de sentar. Finn. Me había seguido.
—Sí que lo soy, y puedes preguntarle a quien sea. Estoy segura de que ahora todos me odian. Y no me extraña. He hurgado en algo muy personal. Un punto débil. Podría buscaros puntos débiles a todos— no quería mirarle a los ojos. Estaba tan avergonzada de lo que había hecho que en aquel momento no podía mirar a nada que no fueran mis propios zapatos.
—Mi hermano y yo no te odiamos. Y somos los más guays. No creo que debas esconder quién eres para gustarles a todos. Está bien, ves toda nuestra vida. ¿Y qué? Yo tengo un poder más difuso, pero a su manera también molesto. Puedo modificar los sentimientos de quien quiera. ¿Por qué te crees que no puedes ver mi pasado si me miras a los ojos? Porque, con mi poder, no te dejo concentrarte. Y así tu mente no funciona igual. Es como si estuvieses más contenta todo el rato—. Era cierto. En aquel momento, decidió probarlo con más fuerza, consiguió ponerme de buen humor. Hasta sonreí.
—¿Sabes? Aunque sea una emoción falsa, un sentimiento creado por ti… me gusta. Gracias por estar aquí, en serio— él esbozó una sonrisa y me dio un golpe cariñoso.
—Siempre he sentido debilidad por las damas súper poderosas en apuros. Anda, vamos, tenemos que volver— me tendió la mano y yo hice como si no la viera, me levanté sola.— Vale, lo comprendo. Poco a poco.
Y entonces, mientras caminábamos por los mareantes pasillos, completamente perdidos, y Finn me contaba con pelos y señales todas las cosas graciosas que le habían pasado a lo largo de su vida, me di cuenta de lo mucho que me agradaba. Aquel chaval tan cargante podía estar bien, de verdad.
- NSYNC:
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Ficha aceptada.
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
saldksdksa filzBerry. escribió:Ay dios me quedó hermosa la audición pls. Oli y Alex audsg
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Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Connz dale amor a mi ficha bby, que vine sólo bc esta idea es perfect y bc te amo un muchito.
blake.
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Ay, mi dios, que icons tan perfectos. Cada vez que subo y los veo quiero llorar de lo hermosos que se ven juntos.
blake.
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Grier like Nash Grier <3
spitfire.
Re: it's gonna be me | nc | audiciones cerradas. {RESULTADOS PUESTOS}.
Mierda.
Berry audiciono por el mismo rol que yo:cc
chau, perdí(?)
no posta, bc la ficha de Berry esta per-fect y la mía es caca:((.
Berry audiciono por el mismo rol que yo:cc
chau, perdí(?)
no posta, bc la ficha de Berry esta per-fect y la mía es caca:((.
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