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Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Si, por favor!CamileishonWeishon :3 escribió:Ooooh zayn aparece )):
Siguelaaa!
Ya la sigo! ;)
ᴍᴀʀ.
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Ya la sigo! ;)mcamila_99 escribió:siguelaaaaaaa :''')
ᴍᴀʀ.
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Si, es un animal el idiota! Me alegro de que le hayan dado su merecido.Isabela85 escribió:aaaaaaaahhh!!!! Austin es un completo animal!!!! loco!!!! pero que bueno que le dieron su merecido!!!!!!!
ya te he dicho que me encnata Boss!!!! de ahora en adelante E deberia salir con él y mandar al carajo a Zayn!!!!!
ok no, pero esque no le contesto la llamada.... aaaaahhhh!!!!
continua pliiiiiiissss!!!!!
:bye: :bye: :bye:
jajaj! estoy de acuerdo, muchas veces me dieron ganas de que E hiciera eso, pero luego pienso en Zayn... y bueno, no es tan fácil hacerlo.
Ya la sigo. ;)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Maratón 1/5
Capítulo 26
Zayn irrumpió en mi cuarto justo cuando Gemma terminaba de tomar mi declaración, sacar fotografías, raspar bajo mis uñas y empaquetar mi ropa como evidencia.
Había sido encantadora. Sus preguntas habían sido delicadas y discretas mientras me guiaba paso a paso a través de todo el proceso, sin nunca apurarme.
—Amor —fue todo lo que dije y pude verlo tragar duro mientras escrudiñaba mi rostro.
—¿Tu pareja? —me susurró Gemma al oído. Asentí. Su mirada se iluminó, y gesticuló un Wow con la boca. Reí apenas un poco pero asentí y meneé mis cejas.
—Me mantendré en contacto Eve —aseguró antes de irse.
Luce se puso.
—Los dejaré a solas.
Asintió confortablemente antes de sonreírle a Zayn, y se retiró. Zayn se quedó quieto mordiéndose frenéticamente el labio inferior durante un momento, y luego cruzó el cuarto con tan sólo tres largas zancadas.
Sus dedos acariciaron cada uno de los moretones en mi rostro, mientras el suyo se oscurecía y su respiración se profundizaba.
—Estoy bien—susurré mientras levantaba mi vista hacia él.
Un bajo gruñido se retumbó en su pecho, pero se sentó en la cama junto a mí, me levantó y me puso sobre su regazo. Sus dedos se enredaron en mi cabello antes de empujar mi cabeza hacia su pecho, y nos echó hacia atrás en la cama.
Nos quedamos allí por lo que pareció ser una eternidad, simplemente enrollados el uno en el otro; yo confortándome en él mientras que él tomaba consuelo de mí.
—Mi amor—susurró de nuevo contra mi coronilla—. Yo...
¡Demonios!
—Hey, estoy bien. Los chicos llegaron justo a tiempo —lo tranquilicé pero suspiró pesadamente.
—Me llamaste. Demonios. Me llamaste.
Cuando ya no pude contener las lágrimas enterré mi rostro en su pecho.
Su respiración se atascó mientras yo sollozaba, pero no dijo nada; ni siquiera se movió, simplemente me dejó desahogarme mientras tiernamente acariciaba mi espalda y mi brazo y se lo entregué todo.
Cada lágrima, cada trozo de mi miedo, cada parte de mi terror y cada pedacito del alivio que sentía de que no hubiera sido peor.
—Lo siento tanto, amor —exhaló eventualmente—. Yo debería...
Lo miré y sacudí la cabeza.
—Hey, no. Tú tenías que encargarte de Fran. ¿Cómo está ella? —pregunté mientras me volteaba y arrodillaba junto a él para verlo apropiadamente.
Dejó salir una larga y pesada respiración.
—Tuvo una sobredosis. Perdió el bebé.
¡Oh Dios!
—Ow Zayn. Lo siento tanto amor.
Me senté sobre sus piernas, mis muslos delgados en comparación con los suyos, y acuné su rostro apoyando mi frente contra la suya.
Chasqueó la lengua y su cara me dejó entrever muchas de sus emociones, algo que rara vez había atestiguado pero esta vez él estaba lastimado y necesitaba que yo lo supiera.
Planté un gentil beso en su nariz.
—Antes de que lo digas Zayn... No fue tu culpa. Ella ya estaba drogada cuando vino al pub.
Sabía exactamente lo que estaba pasando por su cabeza, y era crucial que lo ayudara a superar el dolor.
—Pero tú lo dijiste. En el pub.
Fruncí el ceño, y tomé su mano mientras gentilmente trazaba cada uno de sus dedos, lo que fuera para simplemente tocarlo e intentar absorber todos sus horribles pensamientos.
—¿Qué es lo que dije amor?
—Dijiste que yo fui... cruel. —Hizo una mueca como si estuviera experimentando verdadero dolor físico, y me mordí el labio deseando poder rebobinar el tiempo y llevarnos de regreso a la noche en el Z Bar cuando ella vino.
Pero, ¿quién sabe si hubiera marcado alguna diferencia? Me tragué mi culpa y tomé su rostro.
—Amor. Sí, existen ciertas formas para decir las cosas, pero tú eres tú y lo que sea que digas o de la manera en que la digas... sólo estás siendo tú. Fran sabe que no quisiste ser cruel. Rayos, ella entró buscando pelea. Si una persona va a comportarse de esa manera, debe esperar alguna reacción a eso.
Asintió lentamente.
—Bueno, pues bien que se vengó ¿no? —siseó e incliné la cabeza con incomprensión—. Me alejó de ti cuando más me necesitabas.
Su voz se rompió mientras decía las palabras y mi corazón se estrujó por él.
—Zayn, cariño. Estoy bien. Un poco shockeada, sí, un poco dolida, pero bien.
Cerró los ojos. —¿Eres aún mía nena? —preguntó en un susurró como si la respuesta lo pusiera nervioso.
—En cuerpo y alma, bebé —le susurré en respuesta mientras me inclinaba hacia él y cepillaba mis labios sobre los suyos. Un gemido escapó de su garganta antes de que sus brazos me rodearan y me atrajo hacia él.
—Te amo Eve Hudson —murmuró contra mis labios
—Y yo te amo a ti, Zayn Malik.
¡Tan jodidamente mucho!
El viernes a la tarde llegó muy rápidamente y Zayn y yo nos encontramos cantando fuertemente una canción del Rey León mientras regresábamos a lo de mi mamá. Había decidido ir a su casa por una noche con Zayn supervisándome. La última cosa que necesitaba era presionar a mi suerte para que mi madre se comportara por más tiempo que eso.
Le había avisado que iba, así que esperaba que no tuviera ningún tipo de orgía planeada, especialmente con Zayn estando conmigo...
Hubiera muerto, y me sentía optimista en cuanto a que estuviera limpia.
Bueno no optimista, más bien... esperanzada.
—¿Nunca has pensado en encontrar a tu madre, Zayn? —pregunté cuidadosamente después de terminar nuestro cuarto dueto.
Suspiró y pareció considerar mi pregunta, pero no se vio ofendido por esta.
—No sé, nena. Lo intenté una vez cuando Mary Ann y mi papá murieron, pero... —su voz se fue apagando al ponerse a revisar los espejos y supe que eso era una distracción. Bueno, yo era experta en distracciones. Le di un vistazo y comencé a buscar en su iPod, intentando parecer despreocupada.
—Entonces, ¿qué? Simplemente no pudiste encontrarla o ella...
No quería terminar la oración. Su boca hizo muchos movimientos seguidos. Se lamió los labios, los mordió y los chupó como si tuviera que luchar con sí mismo para abrirse a mí. Finalmente me dirigió una mirada estrecha y suspiró.
—Ella no... quiso venir.
Desesperadamente intenté que mis cejas no se curvaran. ¿Qué clase de madre no querría asistir al funeral de su propia hija?
¡¡Maldita sea!!
De pronto me sentía tan furiosa con esa mujer. Quería cazarla y hacerle daño... mucho; castigarla como si hubiera castigado a sus hijos sólo por estar ahí, sólo por respirar. Quería arrastrarla a su casa de los pelos y decirle, instruirla, en lo maravilloso y cuidadoso que era su hijo.
¿Cuánto dolor autoinflingido cargaría él a causa de sus acciones?; por su maldito egoísmo. De todas las cosas que había descubierto sobre ella... esto las superaba todas.
Exhalé y asentí. Tenía que ser fuerte por él, y no flipar cada vez que confiara lo suficiente en mí como para compartir un poco de su sufrimiento conmigo.
—Sólo dilo, nena —dijo quedamente y al principio no entendí lo que estaba diciendo—. Sola-mente ¡dilo! —rugió esta vez, y pude entender cada palabra y cada emoción.
—No creo que sea una buena idea Zayn —repliqué. Extendió su brazo y tomó mi mano, dándome un rápido vistazo.
—¡Que lo digas, te dije!
Cerré los ojos, internamente conteniendo cada jodida cosa que quería decir... No. Gritar.
—No puedes decirlo porque yo también lo pienso... todo el jodido tiempo, nena.
Asentí y tragué pero de pronto ya no podía decir nada, no podía dejar que las palabras salieran porque estaba llorando audiblemente.
Llorando por este hermoso y amoroso ejemplo de hombre. Un hombre que hubiera tenido mucho potencial en la vida, de no haber sido por tener un padre de mierda.
Y vaya yo que sabía de eso.
Sollocé en el silencio en el coche junto a él siempre sosteniendo su mano y no queriendo soltarlo nunca.
Estacionamos en la entrada a mi vieja casa. Un pellizco de presión recorrió mi columna, comenzando a sentir la aprehensiva bienvenida.
—¿Estás bien amor? —susurró Zayn junto a mí y me sobresalté. Asentí, respiré hondo y me bajé del auto. Jax se encargó de sacar nuestros bolsos de la cajuela y se paró junto a mí.
Sentí un escalofrío atravesarme y chirrié mis dientes en contra de este. No lo dejaría ganar esta vez, no le permitiría regresar. Había visto a mi psicólogo en un par de sesiones esta semana, y hasta ahora no me había beneficiado con nada de lo que habíamos discutido, pero supuse que tenía que darle tiempo.
—Enfréntalo, nena —dijo rudamente mientras tomaba mi mano.
Exhalé pesadamente y le sonreí.
—Sí. Estoy bien.
Sus labios se acercaron a los míos cuando se inclinó hacia mí.
—Estoy aquí, amor. Si lo necesitas, solo di la palabra.
Tragué con dificultad y tiré de él tomándolo con la boca, recitando cada una de las emociones que sentía mientras controlaba el beso y le agradecía físicamente su seguridad.
La puerta de frente se abrió y ahí estaba mi madre con una enorme sonrisa en el rostro; rápidamente estudié su rostro para ver qué humor la manipulaba hoy. Se veía bien, pero entonces quién podría estar seguro con mi madre... ella era la reina de la bipolaridad.
—Eve —chilló mientras bajaba por los muchos escalones frente a nuestra opulenta e inmaculada casa, la fachada de un hogar feliz.
Caminé hacia ella con Zayn flanqueándome, su presencia relajándome cuando mi madre me envolvió en sus brazos. Noté su frágil menudencia y la abracé levantando una ceja por esto.
Mi madre siempre había sido hermosa, despampanante incluso ahora a los 37 —sí sólo era una adolecente cuando me tuvo. Las drogas habían marchitado su cuerpo, dándole un angulado rostro y una contextura delgada pero aún seguía siendo llamativa.
Me solté de ella y me aventuré a la casa. Todo mi cuerpo se tensó cuando di un paso al interior y Zayn debe haberlo notado, porque sentí su confortadora mano instalarse en la base de mi espalda con un pulgar acariciándome ligeramente.
Volviéndome hacia mi madre me encogí al verla chequeando a Zayn. Sus ojos escrudiñaban lentamente su cuerpo de arriba abajo con sus labios levantándose en una sonrisa sexual.
—Bueno, hola a ti —exhaló.
¡Por Cristo Madre! Una vez groupie, groupie por siempre.
Tosí ligeramente y ella se volvió hacia mí, sus ojos estrechos y fríos. Vi que Zayn me levantaba una ceja, inconsciente del abierto coqueteo de mi mamá.
—Mamá, este es mi novio Zayn Malik. Zayn, mi madre Lisa Hudson —los presenté.
—Un placer conocerte cariño —susurró con voz ronca mientras se aproximaba a él y se estiraba para besar su mejilla.
Zayn sonrió tensamente y asintió, pero no devolvió el saludo.
¿Acababa de darle una mirada a la entrepierna de Zayn? Cristo, lo hizo. Estaba chequeando si había tenido una reacción a su beso.
Gracias a Dios no la había tenido. Le di un vistazo sólo porque si, ¿de acuerdo? No porque en realidad pensara que podría tenerla, pero necesitaba la información para poder asegurártelo.
—Eve, ¿por qué no llevas tus bolsos a tu cuarto, mientras yo y Zayn charlamos un poco? —sonrió.
Demonios, terminaré en prisión por asesinar a mi propia madre antes de que termine la semana.
—Zayn no charla mamá. —Sus cejas se levantaron en su dirección, pero Zayn sólo se encogió de hombros.
—¿Por qué no pones la tetera, mamá? Estamos sedientos. —Prácticamente gruñí. Ella pareció sacudirse algún pensamiento antes de sonreírme y caminamos hacia la cocina.
Siempre había odiado este cuarto, los fríos electrodomésticos de acero y los accesorios me hacían sentir como si estuviera en un laboratorio de hospital y siempre esperaba encontrarme con algún muchacho joven atado al desayunador de metal en el centro del gran cuarto; su extra demasiado grande polla erecta mientras ellas experimentaba con él.
Me senté en un banquito en la barra de desayuno y Zayn se acomodó junto a mí. Él se encogió cuando mi mamá se volteó para hacernos café y le dirigí una mirada de disculpas.
—Tú quisiste venir —gesticulé. Él devolvió mi mirada con una expresión de resignación y sonreí ante la enorme y torpe vergüenza de mi hombre.
Mi mamá se subió en otro de los banquitos luego de entregarnos nuestras bebidas, y la estudié; su decolorado cabello rubio estaba arreglado profesionalmente arriba en su cabeza, su maquillaje expertamente aplicado en su rostro y sus ropas prácticamente gritaban dinero, pero había algo diferente en ella y no podía darme cuenta de
qué.
Su mirada aterrizó en Zayn de nuevo y sus ojos se estrecharon.
—Me parece reconocerte de algún lado, Cariño —ronroneó y rodé mis ojos. Zayn apretó los dientes y sus propios ojos se estrecharon.
—Nos hemos conocido —gruñó con ese rudo timbre suyo.
Mi madre pareció complacida por su sexy y baja vos, y sonreí cuando se removió en su banquito.
—¿Lo hicimos? —dijo con entusiasmo.
—Sí, cuando intentaste robarle a E su Gibson —sonrió.
La sonrisa en el rostro de mi madre decayó un poco y un destello de algo atravesó su rostro, pero se las arregló para recomponerse rápido.
—Sí... Me disculpo por eso. Debo admitir que no fue uno de mis mejores momentos.
No pude contener mi bufido ante eso y ella se volvió hacia mí, pero antes de que pudiera decir algo me le adelanté.
—¿Me vas a decir que sucedió? —le pregunté.
Arrugó los labios y se encogió de hombros. —Sólo me pasé un poco de la raya Eve.
Sacudí mi cabeza.
—Mamá, tú siempre te pasas de la raya, pero nunca habías terminado en un hospital —insistí y me detuvo con la palma de su mano.
—Estoy bien Eve. ¡Ya olvídalo!
Entrecerré mis ojos al ver la mentira en sus ojos pero decidí dejarlo, visto que estaba a la defensiva.
—Entonces, ¿por cuánto tiempo te quedarás cariño? —preguntó, su comportamiento metamorfoseando a la personalidad de una madre amorosa.
—Sólo hasta mañana. Tengo trabajo, y Zayn tiene una presentación.
Ella asintió, pero vi la desilusión en su rostro y sentí la usual culpa asomarse. Se volvió hacia Zayn.
—¿Eres parte de una banda cariño?
Él solo asintió. Ella asintió ausentemente y amé que no estuviera consiguiendo la atención que quería de él. Dejé mi taza vacía en la mesada.
—Llevaré a Zayn arriba. Probablemente necesita refrescarse después del viaje —me excusé ante ella pero la verdad es que realmente quería que Zayn pasara unos minutos sin sus ojos encima de él.
Zayn se disparó del banquito, como si estuviera aliviado de que lo arrastrara hacia otro lado. Recogió nuestros bolsos mientras lo guiaba hacia mi cuarto y suspiré pesadamente tras cerrar la puerta detrás de nosotros
—Por Cristo, nena —suspiró y yo hice una mueca.
—Sí, lo siento. Debería haberte advertido cómo era.
Dejé que Zayn husmeara por mi cuarto de la adolescencia mientras yo visitaba el baño.
Tras cerrar la puerta me incliné sobre el lavatorio, agarrándolo tensamente y respiré hondo. La urgencia me superaba y luché por controlarla. Abrí el agua fría, esperé hasta que estuviera bien helada y puse mis muñecas debajo, conté hasta llegar a treinta.
Mis manos estaban azules para cuando las saqué, pero la picazón aún se sentía en mis venas y cada folículo velloso de mi cuerpo molestaba.
—¡Mierda!
Comencé de nuevo con agua fría y el conteo, pero esta vez di un golpecito con mi pie con cada número que contaba. Había llegado a 24 cuando entró y me sentí avergonzada de que me atrapara.
—Nena, ¿te pasa algo?
Asentí y seguí la cuenta hasta llegar a cuarenta. Zayn había comenzado a llenar la bañera y la llenaba con una buena cantidad de crema de baño. Tomó mis manos y las llevó a ambas hacia su boca, plantando un beso en cada palma.
—Necesitas distracción, amor —susurró con una sonrisa. Le sonreí en respuesta, y le devolví sus afectuosos besos con uno propio.
—¿Sigues siendo mío bebé? —le pregunté necesitando escuchar que me lo reasegurara.
—En cuerpo y en mi jodida alma, nena.
Sus manos agarraron el borde de mi camiseta, y la levantó sobre mi cabeza. Sus ojos se posaron sobre mi pecho y llevó sus labios hacia mi piercing antes de pasar su lengua sobre el borde de mi corpiño.
—Eres tan malditamente sexy, amor. —Su respiración se aceleró cuando sus dedos alcanzaron mi espalda para sostenerme.
Mientras me tiraba hacia abajo, su boca ya había tomado ventaja de mi piel desnuda chupándome un pezón, haciéndome gemir cuando sus dientes gentilmente lo mordieron.
—Eso se siente bien —susurré mientras enredaba mis dedos en su cabello, y empujaba su cabeza más hacia mí.
Él continuó hacia mi otro pecho, mientras me quitaba mis pantalones y comenzaba a moverse empujado mis jeans y bragas sobre mis caderas. De pronto se hizo hacia atrás y revisó la bañera, cerrando el grifo y revolviendo el agua.
—Adentro —señaló con su barbilla y tras quitarme el resto de mi ropa me sumergí. Observé hambrientamente a Zayn mientras se quitaba la ropa, revelando una nueva deliciosa parte con cada prenda que removía.
—Eres hermoso —le dije y fui recompensada con una encantadora sonrisa.
Se metió detrás de mí, y me tiró hacia su pecho mientras comenzaba su labor con la esponja, enjabonándola en un extremo antes de proceder a lavarme.
Su religiosa dedicación a cada centímetro de mi piel me relajó y pronto me encontré a mí misma suspirando e inclinándome más hacia él.
Su boca se colocó sobra mi cabeza.
—¿Es siempre así, nena?
Sabía que estaba hablando de mi madre, y me tensé de nuevo. Si Zayn sintió el cambio, su postura no lo delató. Asentí.
—Sip. Ella siempre ha tenido... un alto... Tú sabes...
Se quedó callado por un momento.
—¿Apetito sexual? —terminó por mí.
Lo afirmé nuevamente, y lo sentí asentir ligeramente. Soltó la esponja y siguió con el baño con sus propias manos, ambas enormes palmas ocupándose de mis pechos, mientras sus pies jugueteaban alrededor de mis tobillos y me abrían ampliamente las piernas.
—Que ricas tetas, amor.
Zayn, siempre tan romántico. Me sonreí a mí misma.
—Que rica polla, bebé —repliqué al sentir su pene levantar su atención hacia mí. Rió conmigo pero yo me estremecí al sentir sus dedos moverse sobre mi caja torácica, pasando por mi estómago y bajando hasta alcanzar el piercing en mi pelvis.
Trazó el borde de este y yo levanté mis caderas, rogándole que llevara sus dedos más abajo.
—Te necesito Zayn —jadeé y entonces gemí cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar hacia abajo y empezó rodear mi pulsante clítoris.
—¿Cuánto nena?
Gemí de Nuevo e intenté levantar mi trasero para colocarlo a él en la posición donde lo necesitaba.
—Dios, demasiado Zayn.
Su boca encontró mi cuello y comenzó a succionar mi suave carne mientras sus dedos se hundían en mi interior.
—Sí, gracias... Aah, eso es tan... Oh, Dios Zayn. ¡Aaah!
¿Cómo es que este hombre podía transformarme siempre en un titubeante desastre cada vez que me ponía un dedo encima?
Yo jadeaba, gemía y prácticamente le rogaba que me hiciera venir. Estiré mi brazo hacia atrás y tomé su ponderosa erección con mi palma. Gruñó profundamente en mi oído y nos encendimos el uno al otro llevándonos hacia el olvido que ambos habíamos cavado.
—Hazme correr Zayn, por favor... Necesito... —le rogué mientras mi mano se movía más rápido y duro.
Él sabía qué hacer. Sus dedos se curvaron contra la pared de mi vagina acariciando mi punto G, mientras que con su pulgar golpeteaba a ritmo constante mi clítoris.
Me deshice en pedazos sobre él. Gruñó, mordió mi cuello y bombeó su propio orgasmo justo en mi espalda.
—Cristo... Sí... —se atragantó mientras yo arqueaba mi espalda y levantaba mis caderas del fondo de la bañera para forzar mi clímax.
Acosté mi cabeza en su hombro y él besó mi nariz cuando volví mi rostro hacia él.
—Te amo Eve Hudson. —Sonreí ampliamente nunca cansándome de oír esas palabras salir de sus labios—. ¿Me oíste nena?
Suspiré feliz.
—Te oí bebé.
Extendí ambas manos hacia atrás y las uní tras su cuello.
—Te amo Zayn Malik.
Había sido encantadora. Sus preguntas habían sido delicadas y discretas mientras me guiaba paso a paso a través de todo el proceso, sin nunca apurarme.
—Amor —fue todo lo que dije y pude verlo tragar duro mientras escrudiñaba mi rostro.
—¿Tu pareja? —me susurró Gemma al oído. Asentí. Su mirada se iluminó, y gesticuló un Wow con la boca. Reí apenas un poco pero asentí y meneé mis cejas.
—Me mantendré en contacto Eve —aseguró antes de irse.
Luce se puso.
—Los dejaré a solas.
Asintió confortablemente antes de sonreírle a Zayn, y se retiró. Zayn se quedó quieto mordiéndose frenéticamente el labio inferior durante un momento, y luego cruzó el cuarto con tan sólo tres largas zancadas.
Sus dedos acariciaron cada uno de los moretones en mi rostro, mientras el suyo se oscurecía y su respiración se profundizaba.
—Estoy bien—susurré mientras levantaba mi vista hacia él.
Un bajo gruñido se retumbó en su pecho, pero se sentó en la cama junto a mí, me levantó y me puso sobre su regazo. Sus dedos se enredaron en mi cabello antes de empujar mi cabeza hacia su pecho, y nos echó hacia atrás en la cama.
Nos quedamos allí por lo que pareció ser una eternidad, simplemente enrollados el uno en el otro; yo confortándome en él mientras que él tomaba consuelo de mí.
—Mi amor—susurró de nuevo contra mi coronilla—. Yo...
¡Demonios!
—Hey, estoy bien. Los chicos llegaron justo a tiempo —lo tranquilicé pero suspiró pesadamente.
—Me llamaste. Demonios. Me llamaste.
Cuando ya no pude contener las lágrimas enterré mi rostro en su pecho.
Su respiración se atascó mientras yo sollozaba, pero no dijo nada; ni siquiera se movió, simplemente me dejó desahogarme mientras tiernamente acariciaba mi espalda y mi brazo y se lo entregué todo.
Cada lágrima, cada trozo de mi miedo, cada parte de mi terror y cada pedacito del alivio que sentía de que no hubiera sido peor.
—Lo siento tanto, amor —exhaló eventualmente—. Yo debería...
Lo miré y sacudí la cabeza.
—Hey, no. Tú tenías que encargarte de Fran. ¿Cómo está ella? —pregunté mientras me volteaba y arrodillaba junto a él para verlo apropiadamente.
Dejó salir una larga y pesada respiración.
—Tuvo una sobredosis. Perdió el bebé.
¡Oh Dios!
—Ow Zayn. Lo siento tanto amor.
Me senté sobre sus piernas, mis muslos delgados en comparación con los suyos, y acuné su rostro apoyando mi frente contra la suya.
Chasqueó la lengua y su cara me dejó entrever muchas de sus emociones, algo que rara vez había atestiguado pero esta vez él estaba lastimado y necesitaba que yo lo supiera.
Planté un gentil beso en su nariz.
—Antes de que lo digas Zayn... No fue tu culpa. Ella ya estaba drogada cuando vino al pub.
Sabía exactamente lo que estaba pasando por su cabeza, y era crucial que lo ayudara a superar el dolor.
—Pero tú lo dijiste. En el pub.
Fruncí el ceño, y tomé su mano mientras gentilmente trazaba cada uno de sus dedos, lo que fuera para simplemente tocarlo e intentar absorber todos sus horribles pensamientos.
—¿Qué es lo que dije amor?
—Dijiste que yo fui... cruel. —Hizo una mueca como si estuviera experimentando verdadero dolor físico, y me mordí el labio deseando poder rebobinar el tiempo y llevarnos de regreso a la noche en el Z Bar cuando ella vino.
Pero, ¿quién sabe si hubiera marcado alguna diferencia? Me tragué mi culpa y tomé su rostro.
—Amor. Sí, existen ciertas formas para decir las cosas, pero tú eres tú y lo que sea que digas o de la manera en que la digas... sólo estás siendo tú. Fran sabe que no quisiste ser cruel. Rayos, ella entró buscando pelea. Si una persona va a comportarse de esa manera, debe esperar alguna reacción a eso.
Asintió lentamente.
—Bueno, pues bien que se vengó ¿no? —siseó e incliné la cabeza con incomprensión—. Me alejó de ti cuando más me necesitabas.
Su voz se rompió mientras decía las palabras y mi corazón se estrujó por él.
—Zayn, cariño. Estoy bien. Un poco shockeada, sí, un poco dolida, pero bien.
Cerró los ojos. —¿Eres aún mía nena? —preguntó en un susurró como si la respuesta lo pusiera nervioso.
—En cuerpo y alma, bebé —le susurré en respuesta mientras me inclinaba hacia él y cepillaba mis labios sobre los suyos. Un gemido escapó de su garganta antes de que sus brazos me rodearan y me atrajo hacia él.
—Te amo Eve Hudson —murmuró contra mis labios
—Y yo te amo a ti, Zayn Malik.
¡Tan jodidamente mucho!
El viernes a la tarde llegó muy rápidamente y Zayn y yo nos encontramos cantando fuertemente una canción del Rey León mientras regresábamos a lo de mi mamá. Había decidido ir a su casa por una noche con Zayn supervisándome. La última cosa que necesitaba era presionar a mi suerte para que mi madre se comportara por más tiempo que eso.
Le había avisado que iba, así que esperaba que no tuviera ningún tipo de orgía planeada, especialmente con Zayn estando conmigo...
Hubiera muerto, y me sentía optimista en cuanto a que estuviera limpia.
Bueno no optimista, más bien... esperanzada.
—¿Nunca has pensado en encontrar a tu madre, Zayn? —pregunté cuidadosamente después de terminar nuestro cuarto dueto.
Suspiró y pareció considerar mi pregunta, pero no se vio ofendido por esta.
—No sé, nena. Lo intenté una vez cuando Mary Ann y mi papá murieron, pero... —su voz se fue apagando al ponerse a revisar los espejos y supe que eso era una distracción. Bueno, yo era experta en distracciones. Le di un vistazo y comencé a buscar en su iPod, intentando parecer despreocupada.
—Entonces, ¿qué? Simplemente no pudiste encontrarla o ella...
No quería terminar la oración. Su boca hizo muchos movimientos seguidos. Se lamió los labios, los mordió y los chupó como si tuviera que luchar con sí mismo para abrirse a mí. Finalmente me dirigió una mirada estrecha y suspiró.
—Ella no... quiso venir.
Desesperadamente intenté que mis cejas no se curvaran. ¿Qué clase de madre no querría asistir al funeral de su propia hija?
¡¡Maldita sea!!
De pronto me sentía tan furiosa con esa mujer. Quería cazarla y hacerle daño... mucho; castigarla como si hubiera castigado a sus hijos sólo por estar ahí, sólo por respirar. Quería arrastrarla a su casa de los pelos y decirle, instruirla, en lo maravilloso y cuidadoso que era su hijo.
¿Cuánto dolor autoinflingido cargaría él a causa de sus acciones?; por su maldito egoísmo. De todas las cosas que había descubierto sobre ella... esto las superaba todas.
Exhalé y asentí. Tenía que ser fuerte por él, y no flipar cada vez que confiara lo suficiente en mí como para compartir un poco de su sufrimiento conmigo.
—Sólo dilo, nena —dijo quedamente y al principio no entendí lo que estaba diciendo—. Sola-mente ¡dilo! —rugió esta vez, y pude entender cada palabra y cada emoción.
—No creo que sea una buena idea Zayn —repliqué. Extendió su brazo y tomó mi mano, dándome un rápido vistazo.
—¡Que lo digas, te dije!
Cerré los ojos, internamente conteniendo cada jodida cosa que quería decir... No. Gritar.
—No puedes decirlo porque yo también lo pienso... todo el jodido tiempo, nena.
Asentí y tragué pero de pronto ya no podía decir nada, no podía dejar que las palabras salieran porque estaba llorando audiblemente.
Llorando por este hermoso y amoroso ejemplo de hombre. Un hombre que hubiera tenido mucho potencial en la vida, de no haber sido por tener un padre de mierda.
Y vaya yo que sabía de eso.
Sollocé en el silencio en el coche junto a él siempre sosteniendo su mano y no queriendo soltarlo nunca.
Estacionamos en la entrada a mi vieja casa. Un pellizco de presión recorrió mi columna, comenzando a sentir la aprehensiva bienvenida.
—¿Estás bien amor? —susurró Zayn junto a mí y me sobresalté. Asentí, respiré hondo y me bajé del auto. Jax se encargó de sacar nuestros bolsos de la cajuela y se paró junto a mí.
Sentí un escalofrío atravesarme y chirrié mis dientes en contra de este. No lo dejaría ganar esta vez, no le permitiría regresar. Había visto a mi psicólogo en un par de sesiones esta semana, y hasta ahora no me había beneficiado con nada de lo que habíamos discutido, pero supuse que tenía que darle tiempo.
—Enfréntalo, nena —dijo rudamente mientras tomaba mi mano.
Exhalé pesadamente y le sonreí.
—Sí. Estoy bien.
Sus labios se acercaron a los míos cuando se inclinó hacia mí.
—Estoy aquí, amor. Si lo necesitas, solo di la palabra.
Tragué con dificultad y tiré de él tomándolo con la boca, recitando cada una de las emociones que sentía mientras controlaba el beso y le agradecía físicamente su seguridad.
La puerta de frente se abrió y ahí estaba mi madre con una enorme sonrisa en el rostro; rápidamente estudié su rostro para ver qué humor la manipulaba hoy. Se veía bien, pero entonces quién podría estar seguro con mi madre... ella era la reina de la bipolaridad.
—Eve —chilló mientras bajaba por los muchos escalones frente a nuestra opulenta e inmaculada casa, la fachada de un hogar feliz.
Caminé hacia ella con Zayn flanqueándome, su presencia relajándome cuando mi madre me envolvió en sus brazos. Noté su frágil menudencia y la abracé levantando una ceja por esto.
Mi madre siempre había sido hermosa, despampanante incluso ahora a los 37 —sí sólo era una adolecente cuando me tuvo. Las drogas habían marchitado su cuerpo, dándole un angulado rostro y una contextura delgada pero aún seguía siendo llamativa.
Me solté de ella y me aventuré a la casa. Todo mi cuerpo se tensó cuando di un paso al interior y Zayn debe haberlo notado, porque sentí su confortadora mano instalarse en la base de mi espalda con un pulgar acariciándome ligeramente.
Volviéndome hacia mi madre me encogí al verla chequeando a Zayn. Sus ojos escrudiñaban lentamente su cuerpo de arriba abajo con sus labios levantándose en una sonrisa sexual.
—Bueno, hola a ti —exhaló.
¡Por Cristo Madre! Una vez groupie, groupie por siempre.
Tosí ligeramente y ella se volvió hacia mí, sus ojos estrechos y fríos. Vi que Zayn me levantaba una ceja, inconsciente del abierto coqueteo de mi mamá.
—Mamá, este es mi novio Zayn Malik. Zayn, mi madre Lisa Hudson —los presenté.
—Un placer conocerte cariño —susurró con voz ronca mientras se aproximaba a él y se estiraba para besar su mejilla.
Zayn sonrió tensamente y asintió, pero no devolvió el saludo.
¿Acababa de darle una mirada a la entrepierna de Zayn? Cristo, lo hizo. Estaba chequeando si había tenido una reacción a su beso.
Gracias a Dios no la había tenido. Le di un vistazo sólo porque si, ¿de acuerdo? No porque en realidad pensara que podría tenerla, pero necesitaba la información para poder asegurártelo.
—Eve, ¿por qué no llevas tus bolsos a tu cuarto, mientras yo y Zayn charlamos un poco? —sonrió.
Demonios, terminaré en prisión por asesinar a mi propia madre antes de que termine la semana.
—Zayn no charla mamá. —Sus cejas se levantaron en su dirección, pero Zayn sólo se encogió de hombros.
—¿Por qué no pones la tetera, mamá? Estamos sedientos. —Prácticamente gruñí. Ella pareció sacudirse algún pensamiento antes de sonreírme y caminamos hacia la cocina.
Siempre había odiado este cuarto, los fríos electrodomésticos de acero y los accesorios me hacían sentir como si estuviera en un laboratorio de hospital y siempre esperaba encontrarme con algún muchacho joven atado al desayunador de metal en el centro del gran cuarto; su extra demasiado grande polla erecta mientras ellas experimentaba con él.
Me senté en un banquito en la barra de desayuno y Zayn se acomodó junto a mí. Él se encogió cuando mi mamá se volteó para hacernos café y le dirigí una mirada de disculpas.
—Tú quisiste venir —gesticulé. Él devolvió mi mirada con una expresión de resignación y sonreí ante la enorme y torpe vergüenza de mi hombre.
Mi mamá se subió en otro de los banquitos luego de entregarnos nuestras bebidas, y la estudié; su decolorado cabello rubio estaba arreglado profesionalmente arriba en su cabeza, su maquillaje expertamente aplicado en su rostro y sus ropas prácticamente gritaban dinero, pero había algo diferente en ella y no podía darme cuenta de
qué.
Su mirada aterrizó en Zayn de nuevo y sus ojos se estrecharon.
—Me parece reconocerte de algún lado, Cariño —ronroneó y rodé mis ojos. Zayn apretó los dientes y sus propios ojos se estrecharon.
—Nos hemos conocido —gruñó con ese rudo timbre suyo.
Mi madre pareció complacida por su sexy y baja vos, y sonreí cuando se removió en su banquito.
—¿Lo hicimos? —dijo con entusiasmo.
—Sí, cuando intentaste robarle a E su Gibson —sonrió.
La sonrisa en el rostro de mi madre decayó un poco y un destello de algo atravesó su rostro, pero se las arregló para recomponerse rápido.
—Sí... Me disculpo por eso. Debo admitir que no fue uno de mis mejores momentos.
No pude contener mi bufido ante eso y ella se volvió hacia mí, pero antes de que pudiera decir algo me le adelanté.
—¿Me vas a decir que sucedió? —le pregunté.
Arrugó los labios y se encogió de hombros. —Sólo me pasé un poco de la raya Eve.
Sacudí mi cabeza.
—Mamá, tú siempre te pasas de la raya, pero nunca habías terminado en un hospital —insistí y me detuvo con la palma de su mano.
—Estoy bien Eve. ¡Ya olvídalo!
Entrecerré mis ojos al ver la mentira en sus ojos pero decidí dejarlo, visto que estaba a la defensiva.
—Entonces, ¿por cuánto tiempo te quedarás cariño? —preguntó, su comportamiento metamorfoseando a la personalidad de una madre amorosa.
—Sólo hasta mañana. Tengo trabajo, y Zayn tiene una presentación.
Ella asintió, pero vi la desilusión en su rostro y sentí la usual culpa asomarse. Se volvió hacia Zayn.
—¿Eres parte de una banda cariño?
Él solo asintió. Ella asintió ausentemente y amé que no estuviera consiguiendo la atención que quería de él. Dejé mi taza vacía en la mesada.
—Llevaré a Zayn arriba. Probablemente necesita refrescarse después del viaje —me excusé ante ella pero la verdad es que realmente quería que Zayn pasara unos minutos sin sus ojos encima de él.
Zayn se disparó del banquito, como si estuviera aliviado de que lo arrastrara hacia otro lado. Recogió nuestros bolsos mientras lo guiaba hacia mi cuarto y suspiré pesadamente tras cerrar la puerta detrás de nosotros
—Por Cristo, nena —suspiró y yo hice una mueca.
—Sí, lo siento. Debería haberte advertido cómo era.
Dejé que Zayn husmeara por mi cuarto de la adolescencia mientras yo visitaba el baño.
Tras cerrar la puerta me incliné sobre el lavatorio, agarrándolo tensamente y respiré hondo. La urgencia me superaba y luché por controlarla. Abrí el agua fría, esperé hasta que estuviera bien helada y puse mis muñecas debajo, conté hasta llegar a treinta.
Mis manos estaban azules para cuando las saqué, pero la picazón aún se sentía en mis venas y cada folículo velloso de mi cuerpo molestaba.
—¡Mierda!
Comencé de nuevo con agua fría y el conteo, pero esta vez di un golpecito con mi pie con cada número que contaba. Había llegado a 24 cuando entró y me sentí avergonzada de que me atrapara.
—Nena, ¿te pasa algo?
Asentí y seguí la cuenta hasta llegar a cuarenta. Zayn había comenzado a llenar la bañera y la llenaba con una buena cantidad de crema de baño. Tomó mis manos y las llevó a ambas hacia su boca, plantando un beso en cada palma.
—Necesitas distracción, amor —susurró con una sonrisa. Le sonreí en respuesta, y le devolví sus afectuosos besos con uno propio.
—¿Sigues siendo mío bebé? —le pregunté necesitando escuchar que me lo reasegurara.
—En cuerpo y en mi jodida alma, nena.
Sus manos agarraron el borde de mi camiseta, y la levantó sobre mi cabeza. Sus ojos se posaron sobre mi pecho y llevó sus labios hacia mi piercing antes de pasar su lengua sobre el borde de mi corpiño.
—Eres tan malditamente sexy, amor. —Su respiración se aceleró cuando sus dedos alcanzaron mi espalda para sostenerme.
Mientras me tiraba hacia abajo, su boca ya había tomado ventaja de mi piel desnuda chupándome un pezón, haciéndome gemir cuando sus dientes gentilmente lo mordieron.
—Eso se siente bien —susurré mientras enredaba mis dedos en su cabello, y empujaba su cabeza más hacia mí.
Él continuó hacia mi otro pecho, mientras me quitaba mis pantalones y comenzaba a moverse empujado mis jeans y bragas sobre mis caderas. De pronto se hizo hacia atrás y revisó la bañera, cerrando el grifo y revolviendo el agua.
—Adentro —señaló con su barbilla y tras quitarme el resto de mi ropa me sumergí. Observé hambrientamente a Zayn mientras se quitaba la ropa, revelando una nueva deliciosa parte con cada prenda que removía.
—Eres hermoso —le dije y fui recompensada con una encantadora sonrisa.
Se metió detrás de mí, y me tiró hacia su pecho mientras comenzaba su labor con la esponja, enjabonándola en un extremo antes de proceder a lavarme.
Su religiosa dedicación a cada centímetro de mi piel me relajó y pronto me encontré a mí misma suspirando e inclinándome más hacia él.
Su boca se colocó sobra mi cabeza.
—¿Es siempre así, nena?
Sabía que estaba hablando de mi madre, y me tensé de nuevo. Si Zayn sintió el cambio, su postura no lo delató. Asentí.
—Sip. Ella siempre ha tenido... un alto... Tú sabes...
Se quedó callado por un momento.
—¿Apetito sexual? —terminó por mí.
Lo afirmé nuevamente, y lo sentí asentir ligeramente. Soltó la esponja y siguió con el baño con sus propias manos, ambas enormes palmas ocupándose de mis pechos, mientras sus pies jugueteaban alrededor de mis tobillos y me abrían ampliamente las piernas.
—Que ricas tetas, amor.
Zayn, siempre tan romántico. Me sonreí a mí misma.
—Que rica polla, bebé —repliqué al sentir su pene levantar su atención hacia mí. Rió conmigo pero yo me estremecí al sentir sus dedos moverse sobre mi caja torácica, pasando por mi estómago y bajando hasta alcanzar el piercing en mi pelvis.
Trazó el borde de este y yo levanté mis caderas, rogándole que llevara sus dedos más abajo.
—Te necesito Zayn —jadeé y entonces gemí cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar hacia abajo y empezó rodear mi pulsante clítoris.
—¿Cuánto nena?
Gemí de Nuevo e intenté levantar mi trasero para colocarlo a él en la posición donde lo necesitaba.
—Dios, demasiado Zayn.
Su boca encontró mi cuello y comenzó a succionar mi suave carne mientras sus dedos se hundían en mi interior.
—Sí, gracias... Aah, eso es tan... Oh, Dios Zayn. ¡Aaah!
¿Cómo es que este hombre podía transformarme siempre en un titubeante desastre cada vez que me ponía un dedo encima?
Yo jadeaba, gemía y prácticamente le rogaba que me hiciera venir. Estiré mi brazo hacia atrás y tomé su ponderosa erección con mi palma. Gruñó profundamente en mi oído y nos encendimos el uno al otro llevándonos hacia el olvido que ambos habíamos cavado.
—Hazme correr Zayn, por favor... Necesito... —le rogué mientras mi mano se movía más rápido y duro.
Él sabía qué hacer. Sus dedos se curvaron contra la pared de mi vagina acariciando mi punto G, mientras que con su pulgar golpeteaba a ritmo constante mi clítoris.
Me deshice en pedazos sobre él. Gruñó, mordió mi cuello y bombeó su propio orgasmo justo en mi espalda.
—Cristo... Sí... —se atragantó mientras yo arqueaba mi espalda y levantaba mis caderas del fondo de la bañera para forzar mi clímax.
Acosté mi cabeza en su hombro y él besó mi nariz cuando volví mi rostro hacia él.
—Te amo Eve Hudson. —Sonreí ampliamente nunca cansándome de oír esas palabras salir de sus labios—. ¿Me oíste nena?
Suspiré feliz.
—Te oí bebé.
Extendí ambas manos hacia atrás y las uní tras su cuello.
—Te amo Zayn Malik.
ᴍᴀʀ.
Maratón 2/5
Capítulo 27
Bajamos por la escalera una hora después, y mi madre estaba preparando la cena en la cocina.
Nos sonrió como si supiera exactamente lo que habíamos estado haciendo, pero preferí ignorarla.
Demonios, ella lo hacía más que yo.
—¿Necesitas que te ayude? —le pregunté, pero negó con la cabeza.
—No hace falta. Siéntense, ya casi está listo —respondió, mientras me montaba sobre un banquito junto a Zayn.
Escuché un teléfono sonar en alguna parte y miré con interrogación a Zayn, pero sacudió la cabeza. Luego, divisé un móvil al borde de la encimera y lo alcancé, revisando el nombre en la pantalla.
—Mamá, Frankie. —Extendí el teléfono hacia mi madre cuando se volteó ante mi llamado.
Palideció y lo rechazó tragando con dificultad.
—Sólo déjalo.
Se dio vuelta hacia los platos, pero podía sentir su tensión físicamente en el cuarto.
—¿Estás bien? —le pregunté. No se volteó, pero asintió.
—Por supuesto cariño. —La sonrisa en su rostro se notaba forzada y excesiva cuando colocó la comida en la encimera—. Disfrútenlo —dijo y salió de la habitación. Me giré rápidamente.
—¿No vas a comer con nosotros?
Negó con su cabeza.
—No, no. Tengo que... salir. Tengo que salir.
—¿Mamá? —le urgí, pero sonrió falsamente de nuevo y se fue.
Algo estaba realmente mal y me preocupaba que estuviera volviendo a las andanzas, y se involucrara con las personas equivocadas de nuevo.
—¿Nena? —Miré a Zayn frunciéndome el ceño—. ¿Estás bien nena?—repitió. Le sonreí y asentí.
—Sí amor, estoy bien.
Pero en realidad no lo estaba y la sensación se intensificó al oír la puerta delantera aporrearse.
Zayn y yo yacíamos en la cama luego de hacer el amor... fue realmente increíble, puedo agregar. Luego hizo una pregunta que cambiaría mi vida para siempre, o más bien, los eventos que le siguieron a esa pregunta, alterarían el curso de mi vida. ¡Simplemente no lo sabía aún!
—¿Nena?
—Mmmm —le murmuré en respuesta pero pude sentir su vacilación.
—¿Es este el cuarto donde tu papá murió?
Me tensé de inmediato pero no se disculpó o intentó cambiar la pregunta; simplemente se quedó pacientemente esperando a que se la respondiera.
—No —dije—. Nos mudamos aquí luego de su muerte. Mamá no podía esperar a gastar el dinero del seguro —agregué amargamente.
Nos quedamos en silencio un rato. Los dedos de Zayn acariciaban rítmicamente mi espalda de arriba a abajo mientras descansaba su boca en mi cabello.
—¿Alguna vez los encontraron?
Sacudí mi cabeza, pero me debatía en abrirme y decírselo todo, mi gran secreto, decirle el último deseo de mi padre y el terror puro que me había perseguido por los últimos cinco años a causa de lo que me dijo.
—¿Zayn? —dije muy bajito.
—¿Nena?
—¿Tú... estás conmigo?
Hizo una pausa y al principio, creí que no había comprendido el contexto de mis palabras, pero respondió lenta y confiadamente.
—Nena, si estuviera más contigo de lo que ya estoy creo que me trasformaría en tu alma.
—Necesito algo.
Salí de la cama y me metí en el baño antes de recuperar la pequeña navaja que tenía en mi gabinete, y la apoyé contra el frente de la bañera.
Tanteé a lo largo de las tablas de madera hasta sentir la ligera elevación que corría por el borde de una de ellas y clavé el cuchillo ahí, haciendo que el pequeño trozo de madera se levantara.
Buscando en el pequeño espacio, extendí mis dedos en el agujero y saqué una pequeña pieza. Lo di vueltas con mis dedos un par de veces antes de volver a pararme y dirigirme al cuarto.
Zayn estaba inclinado contra el marco de la puerta, observándome silenciosamente.
—Mierda, Zayn. —Me asusté.
Sus ojos estaban entrecerrados e inclinó ligeramente la cabeza.
—Explícame.
Asentí.
—Eso es lo que estoy haciendo, Zayn —susurré.
Frunció el ceño.
—Amor, ¿por qué susurras?
Respiré hondo y tomé su mano, guiándolo de regreso a la cama, recogiendo mi laptop del escritorio en el camino.
—Siéntate —le dije.
Me estudió, pero se empujó al centro de la cama y me acomodé junto a él de rodillas, mirándolo seriamente.
—Lo que te voy a mostrar y contar, no puede saberlo nadie más, Zayn.
Entrecerró los ojos, pero asintió.
—Necesito que lo digas, bebé. —Necesitaba la confianza de las palabras dichas antes de ir más lejos.
—Te escucho —dijo, mientras tomaba mi mano y la apretaba.
Podía sentir mis nervios, y acarició mis nudillos con su pulgar firmemente.
—Cuando tenía doce, me llamaban terriblemente las cosas de criminales y espías y toda la mierda CSI. —Zayn sonrió suavemente, y le di un puñetazo juguetón—. Hey, tenía doce —me defendí—. Bueno, para navidad ese año mi papá me compró todo tipo de clase de cosas de espionaje. Tú sabes, lapiceras de tinta invisible, sensores y cosas, pero uno de los presentes era una video cámara que podía hacerse pasar por un libro.
Me bajé de la cama, caminé hacia mi cómoda y tomé la pieza de nuevo para Zayn. Retomé mi posición junto a él, pero mantuve el libro en mi regazo, sonriéndole a la cosa y odiándola en lo más profundo de mi ser.
Zayn notó el dolor en mi rostro, y descansó su mano en mi muslo. Le sonreí y continué.
—Cuando cumplí trece, me volví una adicta a las películas igual que cualquier adolescente normal, y durante muchas noches me quedaba encajada en mi cuarto para ver DVD tras DVD y me suplí de una buena cantidad de reserva de dulces y chocolate para pasar lo que fuera que estuviera viendo.
Las cejas de Zayn se levantaron y me sonrió maliciosamente.
—Mi mamá me hubiera matado si se enteraba de toda esa basura, así que la oculté. —Dejé salir un nervioso suspiro y Zayn pacientemente esperó a que continuara, su pulgar ahora dibujando gentiles patrones en mi muslo desnudo—. Luego de un par de noches, noté que mi reserva disminuía demasiado rápido y supe que Cam o Aaron me lo
estaban robando así que...
Me detuve y Zayn chasqueó la lengua.
—Instalaste la cámara y grabaste tu cuarto —terminó por mí. Asentí lentamente y me lamí los dientes. Zayn cerró los ojos dolorosamente y siseó—: Los grabaste, ¿cierto? —dijo lentamente, más como una declaración que una pregunta.
Asentí de nuevo.
—Ss... sí —prácticamente tartamudeé.
Alcancé mi laptop, puse mi USB y reproduje el video, mi corazón latía demasiado rápido cuando comenzó. Un gemido se escapó de mí mientras mi sombrío cuarto aparecía en la noche de la muerte de mi padre.
Zayn agarró mi mano, y se acercó más a mí hasta que su muslo estuvo descansando contra el mío mientras observaba a una versión de trece años de mí durmiendo.
Las voces se escuchaban a través de los pequeños parlantes de mi laptop mientras se abría la puerta y mi padre entraba con el hombre.
Mi yo adolecente retrocedía en la cama mientras el hombre se sentaba junto a mí y acariciaba mi espalda.
Zayn se tensó junto a mí, mientras miraba pero yo no podía quitar la mirada de la borrosa imagen de mi maravilloso padre, el hombre que me había amado incondicionalmente a pesar de mis muchas fallas como hija.
El cortometraje continuaba para mostrar al hombre explorar mi poco desarrollado pecho mientras discutía de algo con mi padre y entonces mi papá dejó el cuarto.
Zayn gruñó cuando el video mostró a mi yo joven, salir de la cama y arrinconarme contra la pared mientras el hombre me gritaba.
Prácticamente rugió cuando el hombre me agarró de los pelos y me tiró de regreso a la cama, cuando quise correr.
—Mierda —ladró Zayn, y me miró con una mueca, como si la imagen de lo que sucedía en la laptop le quemara los ojos.
—Sigue mirando —rechiné.
Cerró sus ojos un momento y luego regresó su agonizante mirada a la pantalla.
Ahora mostraba como el hombre intentaba levantar mi pequeño camisón sobre mi pecho. Zayn comenzó a temblar.
—No puedo mirar esto, amor... mierda... es...
Apoyé mi palma en su pecho y asentí alentándolo.
—Está bien, termina en un momento. Justo después del punto en que grito.
Y lo hizo. Dejó de mostrar como era abusada y ahora mostraba a mi papá irrumpiendo en el cuarto, con otro hombre pisándole los talones como si quisiera impedir que entrara.
Yo luchaba ahora por respirar mientras observaba con horror, como mi padre arrancaba al hombre de encima de mí, lo cual desató una pelea.
Observé en un torturado silencio mientras mi padre luchaba contra dos enormes hombres.
Hice un extraño sonido de ahogo cuando mi padre de pronto cayó al suelo y los dos hombres se pararon sobre él, uno con un cuchillo en su mano y el otro apuntando un arma a mi cabeza.
—Oh Cristo... —Zayn se ahogó con sus propios gemidos.
Me estaba poniendo un poco histérica. Habían pasado casi cinco años desde que lo había visto por última vez, y me traía tantos... tantos...
El video expuso entonces como uno de los hombres me agarraba de los pelos y me siseaba que si alguna vez le decía a alguien me cazarían y me torturarían lentamente.
Zayn estaba ahora luchando con su compostura junto a mí, y me subí a su regazo para consolarnos a los dos.
Los hombres salieron de mi cuarto y ahora me encontraba de rodillas junto a papá, mi oído sobre su rostro mientras tosía sus últimas palabras.
—¿Qué te dijo? —me preguntó Zayn, con un susurro.
Tragué el nudo en mi garganta y toqué el rostro de mi padre en la pantalla congelada.
—Me dijo que me amaba mucho y entonces dijo... dijo... “Ten cuidado Eve. Úsalo como un seguro, porque te van a lastimar, princesa. Te lastimarán realmente mucho si se enteran de que lo tienes”.
Las lágrimas corrían por mi rostro mientras escuchaba las últimas palabras de mi padre, fuerte y claro en mi cabeza, mientras lo miraba morir en la puñetera pantalla de la computadora, ¡una y otra vez!
Zayn dejó la computadora en el piso, mientras me apretaba fuertemente.
—Debe haber sabido que estaba grabando, porque la cámara solía mostrar una luz roja mientras lo hacía, así que presumo que la notó —le expliqué entre desconsoladas arcadas.
—Sshh mi vida —susurró en mi oído mientras dejaba que todas mis emociones fluyeran por mi gran secreto siendo revelado; no sólo por primera vez, sino a un hombre en el que confiaba impecablemente. El secreto que me había torturado por años, el secreto que, si alguna vez se revelaba, sin duda me costaría la vida.
Zayn me sostuvo y me susurró cosas amorosas y nos quedamos así, sosteniéndonos y amándonos hasta que ambos nos quedamos dormidos, emocional y físicamente exhaustos.
Nos sonrió como si supiera exactamente lo que habíamos estado haciendo, pero preferí ignorarla.
Demonios, ella lo hacía más que yo.
—¿Necesitas que te ayude? —le pregunté, pero negó con la cabeza.
—No hace falta. Siéntense, ya casi está listo —respondió, mientras me montaba sobre un banquito junto a Zayn.
Escuché un teléfono sonar en alguna parte y miré con interrogación a Zayn, pero sacudió la cabeza. Luego, divisé un móvil al borde de la encimera y lo alcancé, revisando el nombre en la pantalla.
—Mamá, Frankie. —Extendí el teléfono hacia mi madre cuando se volteó ante mi llamado.
Palideció y lo rechazó tragando con dificultad.
—Sólo déjalo.
Se dio vuelta hacia los platos, pero podía sentir su tensión físicamente en el cuarto.
—¿Estás bien? —le pregunté. No se volteó, pero asintió.
—Por supuesto cariño. —La sonrisa en su rostro se notaba forzada y excesiva cuando colocó la comida en la encimera—. Disfrútenlo —dijo y salió de la habitación. Me giré rápidamente.
—¿No vas a comer con nosotros?
Negó con su cabeza.
—No, no. Tengo que... salir. Tengo que salir.
—¿Mamá? —le urgí, pero sonrió falsamente de nuevo y se fue.
Algo estaba realmente mal y me preocupaba que estuviera volviendo a las andanzas, y se involucrara con las personas equivocadas de nuevo.
—¿Nena? —Miré a Zayn frunciéndome el ceño—. ¿Estás bien nena?—repitió. Le sonreí y asentí.
—Sí amor, estoy bien.
Pero en realidad no lo estaba y la sensación se intensificó al oír la puerta delantera aporrearse.
Zayn y yo yacíamos en la cama luego de hacer el amor... fue realmente increíble, puedo agregar. Luego hizo una pregunta que cambiaría mi vida para siempre, o más bien, los eventos que le siguieron a esa pregunta, alterarían el curso de mi vida. ¡Simplemente no lo sabía aún!
—¿Nena?
—Mmmm —le murmuré en respuesta pero pude sentir su vacilación.
—¿Es este el cuarto donde tu papá murió?
Me tensé de inmediato pero no se disculpó o intentó cambiar la pregunta; simplemente se quedó pacientemente esperando a que se la respondiera.
—No —dije—. Nos mudamos aquí luego de su muerte. Mamá no podía esperar a gastar el dinero del seguro —agregué amargamente.
Nos quedamos en silencio un rato. Los dedos de Zayn acariciaban rítmicamente mi espalda de arriba a abajo mientras descansaba su boca en mi cabello.
—¿Alguna vez los encontraron?
Sacudí mi cabeza, pero me debatía en abrirme y decírselo todo, mi gran secreto, decirle el último deseo de mi padre y el terror puro que me había perseguido por los últimos cinco años a causa de lo que me dijo.
—¿Zayn? —dije muy bajito.
—¿Nena?
—¿Tú... estás conmigo?
Hizo una pausa y al principio, creí que no había comprendido el contexto de mis palabras, pero respondió lenta y confiadamente.
—Nena, si estuviera más contigo de lo que ya estoy creo que me trasformaría en tu alma.
—Necesito algo.
Salí de la cama y me metí en el baño antes de recuperar la pequeña navaja que tenía en mi gabinete, y la apoyé contra el frente de la bañera.
Tanteé a lo largo de las tablas de madera hasta sentir la ligera elevación que corría por el borde de una de ellas y clavé el cuchillo ahí, haciendo que el pequeño trozo de madera se levantara.
Buscando en el pequeño espacio, extendí mis dedos en el agujero y saqué una pequeña pieza. Lo di vueltas con mis dedos un par de veces antes de volver a pararme y dirigirme al cuarto.
Zayn estaba inclinado contra el marco de la puerta, observándome silenciosamente.
—Mierda, Zayn. —Me asusté.
Sus ojos estaban entrecerrados e inclinó ligeramente la cabeza.
—Explícame.
Asentí.
—Eso es lo que estoy haciendo, Zayn —susurré.
Frunció el ceño.
—Amor, ¿por qué susurras?
Respiré hondo y tomé su mano, guiándolo de regreso a la cama, recogiendo mi laptop del escritorio en el camino.
—Siéntate —le dije.
Me estudió, pero se empujó al centro de la cama y me acomodé junto a él de rodillas, mirándolo seriamente.
—Lo que te voy a mostrar y contar, no puede saberlo nadie más, Zayn.
Entrecerró los ojos, pero asintió.
—Necesito que lo digas, bebé. —Necesitaba la confianza de las palabras dichas antes de ir más lejos.
—Te escucho —dijo, mientras tomaba mi mano y la apretaba.
Podía sentir mis nervios, y acarició mis nudillos con su pulgar firmemente.
—Cuando tenía doce, me llamaban terriblemente las cosas de criminales y espías y toda la mierda CSI. —Zayn sonrió suavemente, y le di un puñetazo juguetón—. Hey, tenía doce —me defendí—. Bueno, para navidad ese año mi papá me compró todo tipo de clase de cosas de espionaje. Tú sabes, lapiceras de tinta invisible, sensores y cosas, pero uno de los presentes era una video cámara que podía hacerse pasar por un libro.
Me bajé de la cama, caminé hacia mi cómoda y tomé la pieza de nuevo para Zayn. Retomé mi posición junto a él, pero mantuve el libro en mi regazo, sonriéndole a la cosa y odiándola en lo más profundo de mi ser.
Zayn notó el dolor en mi rostro, y descansó su mano en mi muslo. Le sonreí y continué.
—Cuando cumplí trece, me volví una adicta a las películas igual que cualquier adolescente normal, y durante muchas noches me quedaba encajada en mi cuarto para ver DVD tras DVD y me suplí de una buena cantidad de reserva de dulces y chocolate para pasar lo que fuera que estuviera viendo.
Las cejas de Zayn se levantaron y me sonrió maliciosamente.
—Mi mamá me hubiera matado si se enteraba de toda esa basura, así que la oculté. —Dejé salir un nervioso suspiro y Zayn pacientemente esperó a que continuara, su pulgar ahora dibujando gentiles patrones en mi muslo desnudo—. Luego de un par de noches, noté que mi reserva disminuía demasiado rápido y supe que Cam o Aaron me lo
estaban robando así que...
Me detuve y Zayn chasqueó la lengua.
—Instalaste la cámara y grabaste tu cuarto —terminó por mí. Asentí lentamente y me lamí los dientes. Zayn cerró los ojos dolorosamente y siseó—: Los grabaste, ¿cierto? —dijo lentamente, más como una declaración que una pregunta.
Asentí de nuevo.
—Ss... sí —prácticamente tartamudeé.
Alcancé mi laptop, puse mi USB y reproduje el video, mi corazón latía demasiado rápido cuando comenzó. Un gemido se escapó de mí mientras mi sombrío cuarto aparecía en la noche de la muerte de mi padre.
Zayn agarró mi mano, y se acercó más a mí hasta que su muslo estuvo descansando contra el mío mientras observaba a una versión de trece años de mí durmiendo.
Las voces se escuchaban a través de los pequeños parlantes de mi laptop mientras se abría la puerta y mi padre entraba con el hombre.
Mi yo adolecente retrocedía en la cama mientras el hombre se sentaba junto a mí y acariciaba mi espalda.
Zayn se tensó junto a mí, mientras miraba pero yo no podía quitar la mirada de la borrosa imagen de mi maravilloso padre, el hombre que me había amado incondicionalmente a pesar de mis muchas fallas como hija.
El cortometraje continuaba para mostrar al hombre explorar mi poco desarrollado pecho mientras discutía de algo con mi padre y entonces mi papá dejó el cuarto.
Zayn gruñó cuando el video mostró a mi yo joven, salir de la cama y arrinconarme contra la pared mientras el hombre me gritaba.
Prácticamente rugió cuando el hombre me agarró de los pelos y me tiró de regreso a la cama, cuando quise correr.
—Mierda —ladró Zayn, y me miró con una mueca, como si la imagen de lo que sucedía en la laptop le quemara los ojos.
—Sigue mirando —rechiné.
Cerró sus ojos un momento y luego regresó su agonizante mirada a la pantalla.
Ahora mostraba como el hombre intentaba levantar mi pequeño camisón sobre mi pecho. Zayn comenzó a temblar.
—No puedo mirar esto, amor... mierda... es...
Apoyé mi palma en su pecho y asentí alentándolo.
—Está bien, termina en un momento. Justo después del punto en que grito.
Y lo hizo. Dejó de mostrar como era abusada y ahora mostraba a mi papá irrumpiendo en el cuarto, con otro hombre pisándole los talones como si quisiera impedir que entrara.
Yo luchaba ahora por respirar mientras observaba con horror, como mi padre arrancaba al hombre de encima de mí, lo cual desató una pelea.
Observé en un torturado silencio mientras mi padre luchaba contra dos enormes hombres.
Hice un extraño sonido de ahogo cuando mi padre de pronto cayó al suelo y los dos hombres se pararon sobre él, uno con un cuchillo en su mano y el otro apuntando un arma a mi cabeza.
—Oh Cristo... —Zayn se ahogó con sus propios gemidos.
Me estaba poniendo un poco histérica. Habían pasado casi cinco años desde que lo había visto por última vez, y me traía tantos... tantos...
El video expuso entonces como uno de los hombres me agarraba de los pelos y me siseaba que si alguna vez le decía a alguien me cazarían y me torturarían lentamente.
Zayn estaba ahora luchando con su compostura junto a mí, y me subí a su regazo para consolarnos a los dos.
Los hombres salieron de mi cuarto y ahora me encontraba de rodillas junto a papá, mi oído sobre su rostro mientras tosía sus últimas palabras.
—¿Qué te dijo? —me preguntó Zayn, con un susurro.
Tragué el nudo en mi garganta y toqué el rostro de mi padre en la pantalla congelada.
—Me dijo que me amaba mucho y entonces dijo... dijo... “Ten cuidado Eve. Úsalo como un seguro, porque te van a lastimar, princesa. Te lastimarán realmente mucho si se enteran de que lo tienes”.
Las lágrimas corrían por mi rostro mientras escuchaba las últimas palabras de mi padre, fuerte y claro en mi cabeza, mientras lo miraba morir en la puñetera pantalla de la computadora, ¡una y otra vez!
Zayn dejó la computadora en el piso, mientras me apretaba fuertemente.
—Debe haber sabido que estaba grabando, porque la cámara solía mostrar una luz roja mientras lo hacía, así que presumo que la notó —le expliqué entre desconsoladas arcadas.
—Sshh mi vida —susurró en mi oído mientras dejaba que todas mis emociones fluyeran por mi gran secreto siendo revelado; no sólo por primera vez, sino a un hombre en el que confiaba impecablemente. El secreto que me había torturado por años, el secreto que, si alguna vez se revelaba, sin duda me costaría la vida.
Zayn me sostuvo y me susurró cosas amorosas y nos quedamos así, sosteniéndonos y amándonos hasta que ambos nos quedamos dormidos, emocional y físicamente exhaustos.
ᴍᴀʀ.
Maratón 3/5
Capítulo 28
Mi atontado cerebro registró un sonido pero no podía distinguir si era parte de mi sueño o algo fuera de este.
Abriendo mis ojos, pronto encontré la razón.
No me pude mover, mi cuerpo y mi cerebro se congelaron al ver a mi madre sentada en el piso junto a la cama, con la laptop sobre sus rodillas mientras miraba mi grabación.
Solté un sonido incoherente con la nariz mientras mi cerebro finalmente reaccionaba y salía de la cama total y completamente desnuda y arrancaba la pantalla de su horrorizado rostro.
Mirando la pantalla me espanté al descubrir que ya había visto toda la filmación. Sus ojos se encontraron con los míos y se ampliaron en shock.
—E... E... Eve...
—¡Mierda, mamá! —grité—. ¿Qué diablos haces aquí?
Zayn se despertó detrás de mí y gruñó al comprender lo que estaba sucediendo.
—Demonios —siseó.
Me giré hacia él.
—No deberías haberlo dejado ahí. No deberías haber dejado que nos durmiéramos con eso... ahí. —Apunté duramente hacia el piso mientras le gritaba.
Hizo una mueca y asintió.
—Nena...
Sacudí la cabeza exageradamente y me volví hacia mi madre.
—¿Y bueno? ¿Qué mierda estás haciendo aquí? —le ladré.
Ella parecía estar en shock mientras se mantenía inmóvil y en silencio. Me acerqué y coloque mis manos en sus hombros sacudiéndola como a una muñeca.
—¡Joder! —grité mientras me ponía mis jean y mi camiseta, dejando de lado cualquier ropa interior. Entonces algo se me ocurrió y estreché los ojos hacia ella—. ¿Estabas espiándonos para obtener un vistazo de Zayn? —pregunté fríamente.
Algo brilló en sus ojos y supe que la había atrapado.
—¡Demonios mamá! —espeté en disgusto y finalmente se paró en sus desestabilizados pies y me derribó de un golpe.
—Nunca se te ocurra volverme a hablar de esa manera de nuevo, tú perra desagradecida. —Su saliva volando para todos lados, y me di cuenta de que estaba drogada mientras me escurría de regreso hacia la cama, sabiendo exactamente lo violenta que se podía volver cuando estaba ida.
Zayn salió de la cama con tan sólo un largo movimiento y agarró a mi mamá por la camiseta y la arrastró fuera del cuarto, dejándome en el piso pasmada por la acción de ambos.
¿Qué demonios iba a hacer?
Sabía que iba a usar esto a su favor de alguna manera, así que antes de que regresara escondí el USB de regreso donde había estado silenciosamente durante cinco años.
Zayn regresó y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba en toda su Gloria.
—Cristo Zayn. Eso es exactamente por lo que vino, y se lo serviste en un maldito plato —le grité mientras abría nuestros bolsos y metía todo lo que habíamos traído dentro.
Sus cejas se levantaron y suspiró.
—Asumiré que nos volvemos antes de tiempo.
—Qué chico listo —le ladré, absolutamente furiosa con él aunque sabía que no era culpable de nada.
De pronto me encontraba metida debajo de él en la cama.
—Cálmate de una maldita vez, nena—dijo calmadamente, pero sacudí mi cabeza y lo golpeé en el brazo mientras el familiar hormigueo comenzó a vibrar en mis venas.
—¿Te das cuenta de lo que va a hacer con esto?
Retrocedió y frunció el ceño.
—¿Qué? ¿Qué es lo que puede hacer?
Me reí con incredulidad y lo miré.
—Conseguir contactos, Zayn. Jodidos traficantes de drogas, y ahora tiene información para ellos. ¡Información que puede matarme! ¿Qué otra maldita cosa podría hacer con esto?
La comprensión cruzó por su rostro y se arrodilló, liberándome de su agarre.
—Carajo —siseó pasando sus dedos a través de su cabello con frustración. Asentí lentamente—. ¿Lo guardaste nena?
Asentí de nuevo y suspiré al ver la culpa llenar su rostro.
—Lo siento Zayn. No es tu culpa, y no debería... haberte gritado.
Se encogió de hombros y asintió.
—Te entiendo, mi vida.
Se puso su ropa y se volvió hacia mí con una expresión seria.
—¿Te solía golpear mucho?
Aguanté un aliento.
—Cuando estaba drogada, sí. O cuando estaba sacada o ebria, o cuando no abría mis piernas para sus proveedores, o cuando no estaba de humor...
Chasqueó la lengua y juró bajo su aliento mientras acariciaba mi moretón nuevo en la mejilla.
—¿Nunca deseaste irte con ellos, Zayn? —pregunté suavemente.
Frunció el ceño, comprendiendo a lo que me refería.
—A veces nena. —Cubrió mi mejilla con su palma, las emociones en su rostro partiéndome el corazón—. La extraño más y más cada día pero... se fue, amor. Igual que tu papá, y no hay nada que podamos hacer para regresarlos.
Suspiré mientras una lágrima se me escapaba y tiró mi cabeza hacia atrás.
—Pero seguirlos no significa que te unirías a ellos. —Lo miré mientras sus palabras penetraban mi cerebro y asentí—. ¿Me entiendes, amor? —preguntó suavemente, su boca descansando contra mi frente.
—Te entiendo, Zayn.
—¿Sigues siendo mía?
—En cuerpo y alma—susurré mientras sus labios encontraban los míos.
Sus besos eran todo lo que necesitaba por ahora, suaves, tiernos y tan llenos de amor que me emocionaban hasta las lágrimas.
—Te amo, Eve Hudson —exhaló contra mi boca y su mano se colocó en la base de mi cuello—. Malditamente mucho. Te llevo dentro mío E, me perteneces, me posees y tienes poder sobre mi... sobre cada maldita fibra de mi ser, en cada latido de mi corazón y en cada aliento que tomo. Son tuyos porque yo soy tuyo.
Agarré su cabello y tire de él hacia mí. Los sentimientos en su beso y en sus palabras habían hablado, ahogando todas las vibraciones en mi sangre, toda la corriente que se había estado construyendo en mi cerebro y en toda la comezón de liberar el dolor.
—Y yo siempre seré tuya, nene. Donde sea que esté, o lo que sea que esté haciendo. Soy tuya. Toda yo, cada centímetro de mi cuerpo, cada pedazo de mi alma y de mi corazón, porque también te amo Zayn Malik.
Abriendo mis ojos, pronto encontré la razón.
No me pude mover, mi cuerpo y mi cerebro se congelaron al ver a mi madre sentada en el piso junto a la cama, con la laptop sobre sus rodillas mientras miraba mi grabación.
Solté un sonido incoherente con la nariz mientras mi cerebro finalmente reaccionaba y salía de la cama total y completamente desnuda y arrancaba la pantalla de su horrorizado rostro.
Mirando la pantalla me espanté al descubrir que ya había visto toda la filmación. Sus ojos se encontraron con los míos y se ampliaron en shock.
—E... E... Eve...
—¡Mierda, mamá! —grité—. ¿Qué diablos haces aquí?
Zayn se despertó detrás de mí y gruñó al comprender lo que estaba sucediendo.
—Demonios —siseó.
Me giré hacia él.
—No deberías haberlo dejado ahí. No deberías haber dejado que nos durmiéramos con eso... ahí. —Apunté duramente hacia el piso mientras le gritaba.
Hizo una mueca y asintió.
—Nena...
Sacudí la cabeza exageradamente y me volví hacia mi madre.
—¿Y bueno? ¿Qué mierda estás haciendo aquí? —le ladré.
Ella parecía estar en shock mientras se mantenía inmóvil y en silencio. Me acerqué y coloque mis manos en sus hombros sacudiéndola como a una muñeca.
—¡Joder! —grité mientras me ponía mis jean y mi camiseta, dejando de lado cualquier ropa interior. Entonces algo se me ocurrió y estreché los ojos hacia ella—. ¿Estabas espiándonos para obtener un vistazo de Zayn? —pregunté fríamente.
Algo brilló en sus ojos y supe que la había atrapado.
—¡Demonios mamá! —espeté en disgusto y finalmente se paró en sus desestabilizados pies y me derribó de un golpe.
—Nunca se te ocurra volverme a hablar de esa manera de nuevo, tú perra desagradecida. —Su saliva volando para todos lados, y me di cuenta de que estaba drogada mientras me escurría de regreso hacia la cama, sabiendo exactamente lo violenta que se podía volver cuando estaba ida.
Zayn salió de la cama con tan sólo un largo movimiento y agarró a mi mamá por la camiseta y la arrastró fuera del cuarto, dejándome en el piso pasmada por la acción de ambos.
¿Qué demonios iba a hacer?
Sabía que iba a usar esto a su favor de alguna manera, así que antes de que regresara escondí el USB de regreso donde había estado silenciosamente durante cinco años.
Zayn regresó y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba en toda su Gloria.
—Cristo Zayn. Eso es exactamente por lo que vino, y se lo serviste en un maldito plato —le grité mientras abría nuestros bolsos y metía todo lo que habíamos traído dentro.
Sus cejas se levantaron y suspiró.
—Asumiré que nos volvemos antes de tiempo.
—Qué chico listo —le ladré, absolutamente furiosa con él aunque sabía que no era culpable de nada.
De pronto me encontraba metida debajo de él en la cama.
—Cálmate de una maldita vez, nena—dijo calmadamente, pero sacudí mi cabeza y lo golpeé en el brazo mientras el familiar hormigueo comenzó a vibrar en mis venas.
—¿Te das cuenta de lo que va a hacer con esto?
Retrocedió y frunció el ceño.
—¿Qué? ¿Qué es lo que puede hacer?
Me reí con incredulidad y lo miré.
—Conseguir contactos, Zayn. Jodidos traficantes de drogas, y ahora tiene información para ellos. ¡Información que puede matarme! ¿Qué otra maldita cosa podría hacer con esto?
La comprensión cruzó por su rostro y se arrodilló, liberándome de su agarre.
—Carajo —siseó pasando sus dedos a través de su cabello con frustración. Asentí lentamente—. ¿Lo guardaste nena?
Asentí de nuevo y suspiré al ver la culpa llenar su rostro.
—Lo siento Zayn. No es tu culpa, y no debería... haberte gritado.
Se encogió de hombros y asintió.
—Te entiendo, mi vida.
Se puso su ropa y se volvió hacia mí con una expresión seria.
—¿Te solía golpear mucho?
Aguanté un aliento.
—Cuando estaba drogada, sí. O cuando estaba sacada o ebria, o cuando no abría mis piernas para sus proveedores, o cuando no estaba de humor...
Chasqueó la lengua y juró bajo su aliento mientras acariciaba mi moretón nuevo en la mejilla.
—¿Nunca deseaste irte con ellos, Zayn? —pregunté suavemente.
Frunció el ceño, comprendiendo a lo que me refería.
—A veces nena. —Cubrió mi mejilla con su palma, las emociones en su rostro partiéndome el corazón—. La extraño más y más cada día pero... se fue, amor. Igual que tu papá, y no hay nada que podamos hacer para regresarlos.
Suspiré mientras una lágrima se me escapaba y tiró mi cabeza hacia atrás.
—Pero seguirlos no significa que te unirías a ellos. —Lo miré mientras sus palabras penetraban mi cerebro y asentí—. ¿Me entiendes, amor? —preguntó suavemente, su boca descansando contra mi frente.
—Te entiendo, Zayn.
—¿Sigues siendo mía?
—En cuerpo y alma—susurré mientras sus labios encontraban los míos.
Sus besos eran todo lo que necesitaba por ahora, suaves, tiernos y tan llenos de amor que me emocionaban hasta las lágrimas.
—Te amo, Eve Hudson —exhaló contra mi boca y su mano se colocó en la base de mi cuello—. Malditamente mucho. Te llevo dentro mío E, me perteneces, me posees y tienes poder sobre mi... sobre cada maldita fibra de mi ser, en cada latido de mi corazón y en cada aliento que tomo. Son tuyos porque yo soy tuyo.
Agarré su cabello y tire de él hacia mí. Los sentimientos en su beso y en sus palabras habían hablado, ahogando todas las vibraciones en mi sangre, toda la corriente que se había estado construyendo en mi cerebro y en toda la comezón de liberar el dolor.
—Y yo siempre seré tuya, nene. Donde sea que esté, o lo que sea que esté haciendo. Soy tuya. Toda yo, cada centímetro de mi cuerpo, cada pedazo de mi alma y de mi corazón, porque también te amo Zayn Malik.
ᴍᴀʀ.
Maratón 4/5
Capítulo 29
Tres meses después
—¡Oh Dios mío! No puedo hacer esto Bri —le dije entrecortadamente a Brian, el nuevo técnico de Room 103.
Lo habían contratado a tiempo parcial para afinar todos los instrumentos ahora que había cada vez más reservas de dinero para los conciertos.
Room 103 se había vuelto muy popular en los últimos tiempos, incluso la televisión y la radio local los habían arrastrado a entrevistas y presentaciones y los chicos estaban arrasando a lo grande.
Por suerte sólo seguía cantando “Shocking Heaven” con ellos y estaba muy agradecida por eso cuando me paraba a un lado del escenario esperando para unírmeles en la canción de Zayn y mía mientras ellos cantaban sus primeras cuatro canciones en el festival.
El lugar estaba abarrotado, los niveles de ruido eran astronómicos y el ambiente también. Sonreí mientras veía a Zayn arrasar allí arriba. Estaba en su elemento, con mucha facilidad había sacudido e interactuado con la multitud.
Había por lo menos 70,000 personas y Room 103 los había embelesado a todos y cada uno de ellos. Estaba muy orgullosa.
—Vas a estremecerlos dulcemente hasta los jodidos calcetines —suspiró Bri mientras se hacía a un lado para que el hombre del sonido comprobara mi micrófono y mi auricular. Asentí cuando sintonizó con la acción en el escenario.
Aaron me apretó el brazo, le di una sonrisa temblorosa y se echó a reír levantando el pulgar mientras Zayn me apuraba desde el grupo, listo para mí.
El tipo de escenografía me hizo un gesto para que subiera las escaleras así que me acerqué hasta estar pegada al escenario, me guiñó un ojo sonriendo cuando se me escapó un gemido.
—Será como si todo desapareciera cuando llegues allí. No te preocupes amor.
Asentí y me revisé a mí misma otra vez.
Había elegido unos ajustados jeans negros a la cadera y un Basque11 fresco de cuero blanco. Todo el mundo había abierto las mandíbulas hasta el piso cuando había salido de los vestidores desde una de las cabinas portátiles.
Me había dejado el pelo suelto, pero Luce lo había recogido hacia arriba antes de aplicar el maquillaje, ya que mis manos temblaban tanto que yo no podía aplicarlo sin parecer un payaso.
El equipo del escenario estaba frenético colocando nuestros accesorios para la escena mientras Zayn comenzaba la introducción de la siguiente canción.
Una mujer con una mirada severa me hizo pasar y yo me senté en una pequeña mesa de hierro forjado que era parte de nuestro set.
Iba a estar sentada, sola, en una pequeña mesa de una cafetería de cartón bebiendo un café, mientras Jax se sentaría sobre una moto en el otro lado del escenario rodeado de chicas.
Había costado una fortuna contratar a los bailarines y coreógrafos, pero cada centavo había valido la pena cuando contratamos al profesional para filmar el video musical que, en el último recuento, había tenido 817, 592 visitas en YouTube.
Levanté la mano e hice un signo de aprobación al tipo de sonido cuando me preguntó si estaba lista a través del pequeño auricular pegado a mi oído.
Comenzó la cuenta regresiva con los dedos y mientras él levantaba cada uno de ellos mi pulso se aceleró.
Y a continuación, la sección media del escenario comenzó a subir y lo mismo hizo mi estómago.
—¡Denle todo a la jodidamente increíble Eve Hudson...mi jodidamente hermosa mujer y vamos a estremecer a estos jodidos ángeles!
Puse los ojos en blanco ante la introducción de Zayn, pero la multitud rugió cuando aparecí desde abajo, Zayn cruzó la habitación para sentarse a horcajadas en la moto y el escenario se llenó de hermosas mujeres en trajes diminutos que rodearon a Zayn y a la moto.
Apostaba a que estaban congeladas... ¡era maldito Febrero!
Miré a Zayn mientras Romeo comenzaba la canción con una lenta cadencia y me hizo un guiño rápido. Agarré mi falsa taza de café y fingí beber mientras Zayn cantaba su primera estrofa. Yo miraba hacia otro lado y él me miraba a mí.
Cuando Boss cambió el ritmo en su batería a uno de rock para introducir a Zayn al primer estribillo, pude sentir que me tranquilizaba mientras se acercaba mi parte.
Zayn desvió su atención a las chicas al mismo tiempo que yo lo miré y canté mi verso.
Me sentí fluir y abrirme, mi sangre corrió rauda a través de las venas cuando la multitud rugió su aprobación y, noté que nuestros fieles seguidores habían comenzado una moda cuando la multitud comenzó el canto regular de 'E, E, E, E...’
Zayn y yo nos miramos el uno al otro a través del escenario mientras ambos nos adentrábamos en el estribillo juntos, su sonrisa era increíble mientras cantaba y yo no podía dejar de sonreír.
Desvié mi mirada de nuevo cuando Zayn cantó otro verso en solitario y después de otro estribillo, Romeo entró con su solo. Yo me puse de pie y di un paso hacia Zayn. Él imitó mi movimiento después de bajar de la moto y poco a poco nos acercamos el uno al otro, nos encontramos justo a tiempo a la mitad de la sección 8.
La multitud se balanceaba mientras cantábamos. Cuando Zayn cantó el final, la multitud rugió, silbó y aplaudió. Entonces Zayn me abrazó y me besó como si se le fuera la vida en ello.
Estaba preparado y bombeando.
—Voy a follarte duro nena. Va a ser jodidamente épico.
Siempre tenía habilidad con las palabras.
Me reí en voz alta mientras la multitud seguía aplaudiendo y Boss, Romeo y Bulk se adelantaban para recibir el aplauso, todos juntos, ahora que su parte había terminado.
Todos caminamos fuera del escenario hasta donde Cam, Luce, Aaron y Brian ya abrían el corcho de una botella de Champán y brindamos por el éxito de Room 103.
Un hombre alto se acercó a Zayn y le tendió la mano.
—¿Zayn Malik?
Zayn asintió al tipo y él sonrió.
—Hola. Harry Galloway, RMG.
Cada ojo en nuestro grupo se amplió mientras mirábamos hacia el hombre de la firma de grabación británica más famosa.
—Oh... hola... —tartamudeó Zayn.
Harry sonrió ante la expresión atónita de Zayn.
—Me preguntaba si podríamos ir a algún lugar para discutir un contrato con nosotros.
La mandíbula de Zayn cayó y me pareció que Boss gemía mientras se quedaba inmóvil.
Harry se giró hacia mí.
—Esto la implica también a usted Señorita Hudson. Queremos promover su dúo “Shocking Heaven”.
Tosí y mis piernas temblaron.
—¿Me quieren a mí? —me atraganté.
Se rió y asintió felizmente.
—Sí señorita Hudson. También la queremos a usted.
Mis ojos se abrieron y lo único que pude pensar era si conseguiría mi blanqueamiento de dientes. ¿Tal vez? es decir, que se verían mejor a pesar de que estaban bastante decentes. Un poco de blanqueador no les haría daño.
Seis semanas más tarde, nuestra canción se disparó al número uno en las listas británicas y se mantuvo allí durante nueve semanas.
Durante los próximos seis meses, Room 103 tuvo tres hits en primer lugar, hizo un álbum que se disparó directamente al puesto número dos y ahora estábamos de gira por las Islas Británicas, actuando en las principales ciudades de norte a sur... y en un mejorado bus de tour.
Habíamos hecho videos, entrevistas en los programas más importantes y muchas sesiones de fotos, e incluso nos habían pedido que actuáramos en un concierto de beneficencia.
Yo había dejado la universidad y me había convertido, o en la cantante de apoyo para Zayn o en la voz solista en pequeñas partes de algunas canciones. Tenía un pequeño solo en la nueva canción “Bring it home” pero sobre todo, lo que me había sorprendido a lo largo de los meses anteriores era la atención que había recibido de nuestros fans.
Parecían adorarme.
Por alguna extraña razón.
Recibía regalo tras regalo y su aprecio cuando cantaba en los conciertos e incluso había sido contactada por una empresa de cosméticos importante, preguntando si me gustaría ser la cara de uno de sus productos.
Todo era abrumador y un poco surrealista, pero estábamos haciéndolo muy bien y nos enfrentábamos a todo como profesionales.
Lo único que no me gustaba era la falta de privacidad y las malditas groupies que se colgaban de Zayn como sanguijuelas a cada maldito momento, aunque sabían que éramos pareja.
Mi relación con Zayn había ido fortaleciéndose y fortaleciéndonos y el amor había llegado a un nivel que ninguno de los dos quería romper. Nos consumía igual que nos alimentaba, yo lo amaba con toda el alma y él me amaba con todo su corazón.
Boss había estado insinuando que Zayn iba a pedirme la gran cosa y yo lo había golpeado por dejar que se le escapara, pero en secreto estaba muy emocionada y cada vez que me sacaba y teníamos un momento romántico estaba en ascuas esperando que me preguntara.
Estábamos en Londres justo después de realizar el último concierto de la gira de verano cuando recibimos una llamada telefónica que lo cambiaría todo.
Zayn y yo acabábamos de subir a la cama, agotados por meses de concierto tras concierto pero desesperados por un rapidito, cuando oí un grito desde el área del living del autobús de tour.
Boss y Bulk estaban gritando como niños salvajes algo sobre números E12 y Fizzy pop13. Zayn gimió mientras se levantaba de entre mis pechos.
Rápidamente atraje su cabeza de nuevo.
—No les hagas caso, Bulk debe haber averiguado el marcador de FIFA14.
Zayn se rió entre dientes mientras metía un pezón de nuevo en su boca y yo gemí de agradecimiento. Su lengua lo rodeó mientras sus dientes mordisqueaban y pronto me tuvo retorciendo la mano bajo sus bóxers y tirándolos hacia abajo por sus piernas.
Los dos estábamos siempre calientes después de un concierto y ahora sabía por qué los otros miembros de la banda conectaban con tantas groupies.
La adrenalina de un espectáculo siempre se convertía rápidamente en excitación una vez que bajábamos de lo alto, y Zayn era como un animal... nunca estaba muy segura de dónde sacaba toda su energía sexual.
No es que me quejara... ¡por supuesto!
Rodando sobre él me senté a horcajadas y me lo deslicé adentro inmediatamente, provocando que los dos gimiéramos de satisfacción.
Lo monté duro mientras él me agarraba las caderas y se balanceaba hacia arriba clavándose brutalmente.
—Joder, sí —gruñó mientras me giraba para que mi espalda estuviera hacia él y continué bombeando salvajemente.
Se sentó detrás de mí y puso las manos alrededor de mis pechos jugando con mis pezones mientras mi orgasmo se construía rápidamente.
—Joder Zayn —gemí cuando de repente me encontré a cuatro patas y Zayn ahora empujaba en mí profunda y duramente.
—Estás. Tan. Apretada —rugió entre cada embestida mientras me tomaba del pelo y me tironeaba a la posición vertical—. Móntame nena —ordenó y yo no discutí. Nos pusimos salvajes y cuando mi clímax explotó, la puerta del dormitorio repentinamente se abrió.
Típico.
—¡Arghhhh! —grité. Las manos de Zayn escondieron mis pechos de Boss mientras yo me retorcía para taparme con la sábana.
—¿Qué carajos, Boss? —Zayn lo fulminó con la mirada pero estaba en las nubes y no lo notó.
O no le importó.
Solo sonreía ampliamente.
—Estados Unidos nos quiere —soltó directamente.
Mi cabeza se inclinó como si no lo hubiera oído bien.
—¿Qué?
Él no podía quitar la sonrisa de la cara.
—Red Music acaba de contactar con Gary. ¡Nos quieren! ¡Quieren a Room 103 para enloquecer al maldito Estados Unidos!
Me quedé sin aliento y sólo pude seguir mirándolo.
—¿Estás jodiéndonos Boss? —le pregunté.
—No —sacudió la cabeza lentamente—. En grande. La hicimos en grande bebé.
—Oh. Dios. Mío —respiré y caí de nuevo sobre Zayn que acababa de colocar un suave beso en mi cuello.
—¿Quieres esto bebé? —preguntó y yo le fruncí el ceño.
—¿Tú no bebé?
Sonrió y asintió pero parecía un poco tenso.
—¿Estás seguro Zayn? Porque si no quieres no tenemos que hacerlo bebé.
—Sólo quiero que seas feliz nena —fue todo lo que dijo. Tomé su cara entre mis manos cuando me volví hacia él, sonrió ampliamente y me pregunté si lo que había leído estaba equivocado.
—Soy feliz Zayn —le aseguré.
—Entonces lo haremos, nena. —Sonrió mientras asentía.
Boss chilló y dejó la habitación en busca de los otros y Zayn nos acurrucó de vuelta bajo la sábana.
Apoyé la mejilla en su pecho duro y dejé escapar un suspiro.
—¿Aún eres mía nena?
—Completamente. En cuerpo nene —susurré.
Zayn siempre necesitaba oír esto cada vez que se sentía inseguro o infeliz así que sabía que había algo dando vueltas en su mente, pero después de numerosos empujones esa noche y como nunca reveló lo que le estaba molestando lo atribuí a los nervios.
Mudarse a Estados Unidos era un cambio de vida enorme aunque fuera temporal y sabía que iba a extrañar a mi familia y a Luce, pero también era algo que la banda necesitaba para empezar a encontrarse a sí mismos.
Era una gran oportunidad y Zayn se daba cuenta de eso, aunque yo todavía tenía la sospecha de que él no la quería tanto como los demás.
Pero Zayn era Zayn y apretaba los dientes con tal de ver felices a los demás.
El contrato fue firmado unos días después y en un plazo de cuatro semanas seríamos oficialmente estrellas de rock estadounidenses.
Se habían hecho todos los arreglos. Dónde íbamos a vivir, nuestro programa, el comienzo de la gira en la que había sido planeado cada minuto de cada día. El estudio ya había sido reservado. Nos habían programado una serie de entrevistas y numerosas presentaciones en canales musicales.
Todo nuestro equipo personal había sido contratado, desde el guardaespaldas hasta los asistentes personales y todo era extremadamente excitante.
____________________________________
11 Basque: Marca de ropa para mujer.
12 Números E: son los códigos de los productos químicos que pueden ser utilizados como aditivos alimenticios para su uso en la Unión Europea y Suiza (el "E" significa "Europa")
13 Fizzy pop: Bebida gaseosa azucarada.
14 FIFA: Fédération Internationale de Football Association / Federación Internacional de Fútbol). Es el organismo rector del fútbol internacional.
Lo habían contratado a tiempo parcial para afinar todos los instrumentos ahora que había cada vez más reservas de dinero para los conciertos.
Room 103 se había vuelto muy popular en los últimos tiempos, incluso la televisión y la radio local los habían arrastrado a entrevistas y presentaciones y los chicos estaban arrasando a lo grande.
Por suerte sólo seguía cantando “Shocking Heaven” con ellos y estaba muy agradecida por eso cuando me paraba a un lado del escenario esperando para unírmeles en la canción de Zayn y mía mientras ellos cantaban sus primeras cuatro canciones en el festival.
El lugar estaba abarrotado, los niveles de ruido eran astronómicos y el ambiente también. Sonreí mientras veía a Zayn arrasar allí arriba. Estaba en su elemento, con mucha facilidad había sacudido e interactuado con la multitud.
Había por lo menos 70,000 personas y Room 103 los había embelesado a todos y cada uno de ellos. Estaba muy orgullosa.
—Vas a estremecerlos dulcemente hasta los jodidos calcetines —suspiró Bri mientras se hacía a un lado para que el hombre del sonido comprobara mi micrófono y mi auricular. Asentí cuando sintonizó con la acción en el escenario.
Aaron me apretó el brazo, le di una sonrisa temblorosa y se echó a reír levantando el pulgar mientras Zayn me apuraba desde el grupo, listo para mí.
El tipo de escenografía me hizo un gesto para que subiera las escaleras así que me acerqué hasta estar pegada al escenario, me guiñó un ojo sonriendo cuando se me escapó un gemido.
—Será como si todo desapareciera cuando llegues allí. No te preocupes amor.
Asentí y me revisé a mí misma otra vez.
Había elegido unos ajustados jeans negros a la cadera y un Basque11 fresco de cuero blanco. Todo el mundo había abierto las mandíbulas hasta el piso cuando había salido de los vestidores desde una de las cabinas portátiles.
Me había dejado el pelo suelto, pero Luce lo había recogido hacia arriba antes de aplicar el maquillaje, ya que mis manos temblaban tanto que yo no podía aplicarlo sin parecer un payaso.
El equipo del escenario estaba frenético colocando nuestros accesorios para la escena mientras Zayn comenzaba la introducción de la siguiente canción.
Una mujer con una mirada severa me hizo pasar y yo me senté en una pequeña mesa de hierro forjado que era parte de nuestro set.
Iba a estar sentada, sola, en una pequeña mesa de una cafetería de cartón bebiendo un café, mientras Jax se sentaría sobre una moto en el otro lado del escenario rodeado de chicas.
Había costado una fortuna contratar a los bailarines y coreógrafos, pero cada centavo había valido la pena cuando contratamos al profesional para filmar el video musical que, en el último recuento, había tenido 817, 592 visitas en YouTube.
Levanté la mano e hice un signo de aprobación al tipo de sonido cuando me preguntó si estaba lista a través del pequeño auricular pegado a mi oído.
Comenzó la cuenta regresiva con los dedos y mientras él levantaba cada uno de ellos mi pulso se aceleró.
Y a continuación, la sección media del escenario comenzó a subir y lo mismo hizo mi estómago.
—¡Denle todo a la jodidamente increíble Eve Hudson...mi jodidamente hermosa mujer y vamos a estremecer a estos jodidos ángeles!
Puse los ojos en blanco ante la introducción de Zayn, pero la multitud rugió cuando aparecí desde abajo, Zayn cruzó la habitación para sentarse a horcajadas en la moto y el escenario se llenó de hermosas mujeres en trajes diminutos que rodearon a Zayn y a la moto.
Apostaba a que estaban congeladas... ¡era maldito Febrero!
Miré a Zayn mientras Romeo comenzaba la canción con una lenta cadencia y me hizo un guiño rápido. Agarré mi falsa taza de café y fingí beber mientras Zayn cantaba su primera estrofa. Yo miraba hacia otro lado y él me miraba a mí.
Cuando Boss cambió el ritmo en su batería a uno de rock para introducir a Zayn al primer estribillo, pude sentir que me tranquilizaba mientras se acercaba mi parte.
Zayn desvió su atención a las chicas al mismo tiempo que yo lo miré y canté mi verso.
Me sentí fluir y abrirme, mi sangre corrió rauda a través de las venas cuando la multitud rugió su aprobación y, noté que nuestros fieles seguidores habían comenzado una moda cuando la multitud comenzó el canto regular de 'E, E, E, E...’
Zayn y yo nos miramos el uno al otro a través del escenario mientras ambos nos adentrábamos en el estribillo juntos, su sonrisa era increíble mientras cantaba y yo no podía dejar de sonreír.
Desvié mi mirada de nuevo cuando Zayn cantó otro verso en solitario y después de otro estribillo, Romeo entró con su solo. Yo me puse de pie y di un paso hacia Zayn. Él imitó mi movimiento después de bajar de la moto y poco a poco nos acercamos el uno al otro, nos encontramos justo a tiempo a la mitad de la sección 8.
La multitud se balanceaba mientras cantábamos. Cuando Zayn cantó el final, la multitud rugió, silbó y aplaudió. Entonces Zayn me abrazó y me besó como si se le fuera la vida en ello.
Estaba preparado y bombeando.
—Voy a follarte duro nena. Va a ser jodidamente épico.
Siempre tenía habilidad con las palabras.
Me reí en voz alta mientras la multitud seguía aplaudiendo y Boss, Romeo y Bulk se adelantaban para recibir el aplauso, todos juntos, ahora que su parte había terminado.
Todos caminamos fuera del escenario hasta donde Cam, Luce, Aaron y Brian ya abrían el corcho de una botella de Champán y brindamos por el éxito de Room 103.
Un hombre alto se acercó a Zayn y le tendió la mano.
—¿Zayn Malik?
Zayn asintió al tipo y él sonrió.
—Hola. Harry Galloway, RMG.
Cada ojo en nuestro grupo se amplió mientras mirábamos hacia el hombre de la firma de grabación británica más famosa.
—Oh... hola... —tartamudeó Zayn.
Harry sonrió ante la expresión atónita de Zayn.
—Me preguntaba si podríamos ir a algún lugar para discutir un contrato con nosotros.
La mandíbula de Zayn cayó y me pareció que Boss gemía mientras se quedaba inmóvil.
Harry se giró hacia mí.
—Esto la implica también a usted Señorita Hudson. Queremos promover su dúo “Shocking Heaven”.
Tosí y mis piernas temblaron.
—¿Me quieren a mí? —me atraganté.
Se rió y asintió felizmente.
—Sí señorita Hudson. También la queremos a usted.
Mis ojos se abrieron y lo único que pude pensar era si conseguiría mi blanqueamiento de dientes. ¿Tal vez? es decir, que se verían mejor a pesar de que estaban bastante decentes. Un poco de blanqueador no les haría daño.
Seis semanas más tarde, nuestra canción se disparó al número uno en las listas británicas y se mantuvo allí durante nueve semanas.
Durante los próximos seis meses, Room 103 tuvo tres hits en primer lugar, hizo un álbum que se disparó directamente al puesto número dos y ahora estábamos de gira por las Islas Británicas, actuando en las principales ciudades de norte a sur... y en un mejorado bus de tour.
Habíamos hecho videos, entrevistas en los programas más importantes y muchas sesiones de fotos, e incluso nos habían pedido que actuáramos en un concierto de beneficencia.
Yo había dejado la universidad y me había convertido, o en la cantante de apoyo para Zayn o en la voz solista en pequeñas partes de algunas canciones. Tenía un pequeño solo en la nueva canción “Bring it home” pero sobre todo, lo que me había sorprendido a lo largo de los meses anteriores era la atención que había recibido de nuestros fans.
Parecían adorarme.
Por alguna extraña razón.
Recibía regalo tras regalo y su aprecio cuando cantaba en los conciertos e incluso había sido contactada por una empresa de cosméticos importante, preguntando si me gustaría ser la cara de uno de sus productos.
Todo era abrumador y un poco surrealista, pero estábamos haciéndolo muy bien y nos enfrentábamos a todo como profesionales.
Lo único que no me gustaba era la falta de privacidad y las malditas groupies que se colgaban de Zayn como sanguijuelas a cada maldito momento, aunque sabían que éramos pareja.
Mi relación con Zayn había ido fortaleciéndose y fortaleciéndonos y el amor había llegado a un nivel que ninguno de los dos quería romper. Nos consumía igual que nos alimentaba, yo lo amaba con toda el alma y él me amaba con todo su corazón.
Boss había estado insinuando que Zayn iba a pedirme la gran cosa y yo lo había golpeado por dejar que se le escapara, pero en secreto estaba muy emocionada y cada vez que me sacaba y teníamos un momento romántico estaba en ascuas esperando que me preguntara.
Estábamos en Londres justo después de realizar el último concierto de la gira de verano cuando recibimos una llamada telefónica que lo cambiaría todo.
Zayn y yo acabábamos de subir a la cama, agotados por meses de concierto tras concierto pero desesperados por un rapidito, cuando oí un grito desde el área del living del autobús de tour.
Boss y Bulk estaban gritando como niños salvajes algo sobre números E12 y Fizzy pop13. Zayn gimió mientras se levantaba de entre mis pechos.
Rápidamente atraje su cabeza de nuevo.
—No les hagas caso, Bulk debe haber averiguado el marcador de FIFA14.
Zayn se rió entre dientes mientras metía un pezón de nuevo en su boca y yo gemí de agradecimiento. Su lengua lo rodeó mientras sus dientes mordisqueaban y pronto me tuvo retorciendo la mano bajo sus bóxers y tirándolos hacia abajo por sus piernas.
Los dos estábamos siempre calientes después de un concierto y ahora sabía por qué los otros miembros de la banda conectaban con tantas groupies.
La adrenalina de un espectáculo siempre se convertía rápidamente en excitación una vez que bajábamos de lo alto, y Zayn era como un animal... nunca estaba muy segura de dónde sacaba toda su energía sexual.
No es que me quejara... ¡por supuesto!
Rodando sobre él me senté a horcajadas y me lo deslicé adentro inmediatamente, provocando que los dos gimiéramos de satisfacción.
Lo monté duro mientras él me agarraba las caderas y se balanceaba hacia arriba clavándose brutalmente.
—Joder, sí —gruñó mientras me giraba para que mi espalda estuviera hacia él y continué bombeando salvajemente.
Se sentó detrás de mí y puso las manos alrededor de mis pechos jugando con mis pezones mientras mi orgasmo se construía rápidamente.
—Joder Zayn —gemí cuando de repente me encontré a cuatro patas y Zayn ahora empujaba en mí profunda y duramente.
—Estás. Tan. Apretada —rugió entre cada embestida mientras me tomaba del pelo y me tironeaba a la posición vertical—. Móntame nena —ordenó y yo no discutí. Nos pusimos salvajes y cuando mi clímax explotó, la puerta del dormitorio repentinamente se abrió.
Típico.
—¡Arghhhh! —grité. Las manos de Zayn escondieron mis pechos de Boss mientras yo me retorcía para taparme con la sábana.
—¿Qué carajos, Boss? —Zayn lo fulminó con la mirada pero estaba en las nubes y no lo notó.
O no le importó.
Solo sonreía ampliamente.
—Estados Unidos nos quiere —soltó directamente.
Mi cabeza se inclinó como si no lo hubiera oído bien.
—¿Qué?
Él no podía quitar la sonrisa de la cara.
—Red Music acaba de contactar con Gary. ¡Nos quieren! ¡Quieren a Room 103 para enloquecer al maldito Estados Unidos!
Me quedé sin aliento y sólo pude seguir mirándolo.
—¿Estás jodiéndonos Boss? —le pregunté.
—No —sacudió la cabeza lentamente—. En grande. La hicimos en grande bebé.
—Oh. Dios. Mío —respiré y caí de nuevo sobre Zayn que acababa de colocar un suave beso en mi cuello.
—¿Quieres esto bebé? —preguntó y yo le fruncí el ceño.
—¿Tú no bebé?
Sonrió y asintió pero parecía un poco tenso.
—¿Estás seguro Zayn? Porque si no quieres no tenemos que hacerlo bebé.
—Sólo quiero que seas feliz nena —fue todo lo que dijo. Tomé su cara entre mis manos cuando me volví hacia él, sonrió ampliamente y me pregunté si lo que había leído estaba equivocado.
—Soy feliz Zayn —le aseguré.
—Entonces lo haremos, nena. —Sonrió mientras asentía.
Boss chilló y dejó la habitación en busca de los otros y Zayn nos acurrucó de vuelta bajo la sábana.
Apoyé la mejilla en su pecho duro y dejé escapar un suspiro.
—¿Aún eres mía nena?
—Completamente. En cuerpo nene —susurré.
Zayn siempre necesitaba oír esto cada vez que se sentía inseguro o infeliz así que sabía que había algo dando vueltas en su mente, pero después de numerosos empujones esa noche y como nunca reveló lo que le estaba molestando lo atribuí a los nervios.
Mudarse a Estados Unidos era un cambio de vida enorme aunque fuera temporal y sabía que iba a extrañar a mi familia y a Luce, pero también era algo que la banda necesitaba para empezar a encontrarse a sí mismos.
Era una gran oportunidad y Zayn se daba cuenta de eso, aunque yo todavía tenía la sospecha de que él no la quería tanto como los demás.
Pero Zayn era Zayn y apretaba los dientes con tal de ver felices a los demás.
El contrato fue firmado unos días después y en un plazo de cuatro semanas seríamos oficialmente estrellas de rock estadounidenses.
Se habían hecho todos los arreglos. Dónde íbamos a vivir, nuestro programa, el comienzo de la gira en la que había sido planeado cada minuto de cada día. El estudio ya había sido reservado. Nos habían programado una serie de entrevistas y numerosas presentaciones en canales musicales.
Todo nuestro equipo personal había sido contratado, desde el guardaespaldas hasta los asistentes personales y todo era extremadamente excitante.
11 Basque: Marca de ropa para mujer.
12 Números E: son los códigos de los productos químicos que pueden ser utilizados como aditivos alimenticios para su uso en la Unión Europea y Suiza (el "E" significa "Europa")
13 Fizzy pop: Bebida gaseosa azucarada.
14 FIFA: Fédération Internationale de Football Association / Federación Internacional de Fútbol). Es el organismo rector del fútbol internacional.
ᴍᴀʀ.
Maratón 5/5
Capítulo 30
La semana antes de que nos tuviéramos que ir recibí una llamada telefónica desde el hospital para decirme que mi madre estaba ahí.
Aaron y yo estábamos en la sala de espera del médico para discutir su situación.
—¿Ya estás lista E? —preguntó Aaron para distraernos de la espera.
—Sí —asentí sonriendo—.Tengo sólo una o dos cosas de las que ocuparme. Me gustaría que vinieras con nosotros Aaron.
Me apretó la mano.
—No, E. Tengo que terminar mi licenciatura y no dejaré a Luce.
Asentí. Lo comprendía.
—Sí, lo sé, es sólo que voy a extrañarte hermano.
Eché un vistazo alrededor de la sombría habitación, el sofá roto y el papel despegado me daban un mal presentimiento y no pude evitar sumirme en esa sensación inquietante.
—Entonces, veo que Cam llegó —dije retorcida.
Aaron se burló.
—Sí, bien E. ¿Tú lo esperabas? —respondió y en eso el médico entró en la habitación y ambos nos paramos de un salto.
—¿Son ustedes dos la familia de Lisa Hudson? —preguntó mientras se sentaba en el sofá y nos hacía señas para que hiciéramos lo mismo.
El estómago se me cayó hasta el culo.
Sólo había una razón por la que un médico te pediría que te sentaras y era para que no te cayeras como la mierda cuando la noticia te golpeara.
Él respiró hondo y yo agarré la mano de Aaron.
—Me temo que su madre ha tenido una hemorragia gastrointestinal causada por el cáncer.
Fruncí el ceño y luego reí.
—Lo siento mucho, ¿doctor...?
—Waters —dijo.
—Doctor Waters, pero creo que tiene a la familia equivocada. Mi madre no tiene cáncer.
Me sentí muy mal por él, podría tener problemas por un error como este.
—¿Señorita Eve Hudson? —preguntó y yo asentí.
—Sí. Mi madre es Lisa Hudson.
Él asintió y tomó mi mano pero yo se la arranqué y sacudí la cabeza.
—Su madre fue diagnosticada con cáncer gástrico hace unos tres meses, pero se ha negado a ningún tratamiento hasta la fecha.
Sus palabras se convirtieron en algo físico, se sintieron como si se transformaran en un ser sólido que me hubiera dado una bofetada en la cara.
—No, lo siento doc., pero realmente debería tener la información correcta antes de venir aquí y asustar a la gente —lo regañé mientras Zayn entraba.
Echó una mirada a mi rostro ceniciento y vino inmediatamente a mi lado y puso el brazo alrededor de mi cintura. Me giré hacia él y me reí.
—Este estúpido médico tiene al paciente equivocado. —Me reí sofocada con Zayn.
Su rostro estaba angustiado.
—No me mires así, está bien. Él solo se equivocó. Eso es todo —le informé y Zayn se giró hacia el doctor Waters.
—¿Doc.? —preguntó.
Incluso frente a un profesional nunca hablaba apropiadamente.
—¿Tú eres? —preguntó el doctor Waters.
—Su esposo doc. —le informó Zayn y yo rápidamente cubrí mis dedos de la mano izquierda.
El médico asintió pero no era estúpido. Lo dejó pasar.
—La señora Hudson fue diagnosticada con cáncer de estómago hace tres meses. Ella se negó a tener cualquier tipo de cirugía y está de acuerdo en que no hay nada que podamos hacer. Sufrió una hemorragia gástrica ayer y hemos drenado la sangre para que esté más cómoda por el momento.
—No. Mire, quiero hablar con su superior. No estaré sentada aquí más tiempo escuchando sus tonterías —le escupí.
Jax tragó y Aarón guardó silencio.
—Nena. —Zayn giró mi cara para que lo mirara pero yo salté hacia atrás.
—¡NO! No Zayn... no... no... no...
Zayn me abrazó cuando un grito ahogado brotó de mi garganta.
—¡Noooo!
—Estoy aquí, nena —me susurró Zayn al oído mientras me quebraba y lloraba contra él.
—Les daré un momento. Vengan y búsquenme cuando estén listos para discutir las opciones de su madre —escuché que le decía el médico a Aaron.
—Sí —dijo él en voz baja.
—No Zayn, no puede. ¿Por qué tiene que ser tan malditamente egoísta todo el jodido tiempo? —lloré.
—Shh cariño.
Me llevó hasta el sofá y me senté en su regazo, tratando desesperadamente de trepar dentro de él para que pudiera absorber todo mi dolor, llevárselo lejos y detener el tormento que sentía en ese momento.
Sí, era una perra y nunca había sido una gran madre pero hubo momentos, cuando yo era pequeña, en los que me traía muñecas y nos sentábamos en el jardín y teníamos un picnic con los osos de peluche. O cuando se enrollaba los pantalones y saltaba conmigo en los charcos los días de lluvia, o ese cuando ambas habíamos decorado el cobertizo
de mi padre con salpicaduras de pintura en las paredes; nos divertimos mucho ese día.
Ella seguía siendo mi madre y había sido buena hasta que había encontrado la alegría en la heroína.
—No puede Zayn. No ¡no voy a permitirlo!
—Nena, habla con ella —me insistió, pero yo moví la cabeza.
—¿Por qué habría de hacerlo? No me ha dedicado un segundo pensamiento —rugí. Él asintió con solemnidad, pero en el fondo yo sabía que tenía razón.
Aaron todavía estaba en silencio. Le eché un vistazo.
Estaba sentado en el sofá con la cabeza entre las manos y el verlo tan derrotado me rompió; él era mi hermano gemelo y yo estaba aquí para ayudar a protegerlo. No había manera de que pudiera protegerlo de los horrores del cáncer.
Cerré los ojos un segundo pero luego agarré mi bolso y fui en busca de mi madre.
***
Estaba dormida cuando entré en su habitación y miré su figura devastada.
No la había visto desde la noche en la que Jax y yo nos habíamos quedado. Verla fue un shock y me trajo un suspiro involuntario. Había perdido un montón de peso, sus ojos parecían hundidos y su rostro estaba largo y anguloso.
Abrió los ojos y me miró en la oscuridad.
—¿Eve?
Tragué saliva y me acerqué lentamente porque mis piernas gelatinosas no me dejaban ir más rápido.
—Hola —dije simplemente.
Extendió la mano y yo se la apreté suavemente notando lo huesuda y áspera que estaba.
—¿Por qué no me lo dijiste? —le pregunté en voz baja.
Ella apartó la mirada como avergonzada por sus acciones, pero cuando volvió a mirarme vi su propio dolor y desolación.
—Porque no estabas Eve. Te fuiste y no... —se tragó sus palabras y de repente yo estuve enojadísima con ella.
—¿Y por qué no iba a irme madre? ¿Por qué? ¿Porque metiste tus ojos en el cuerpo de mi novio antes de golpearme y decirme puta? —le escupí—. Sabes mamá, aguanté mucha de tu mierda durante años y siempre te he apoyado, siempre tomé lo que repartiste, siempre recibí cada jodido golpe que me diste, siempre me tragué cualquier abuso
que me dijiste. —Entonces me incliné cerca para que no se perdiera mis próximas palabras— ¡y siempre pagué tus deudas de drogas! ¿qué clase de madre le hace eso a su única hija?
Se estremeció físicamente, la vi encogerse y eso me desquició.
—¡Maldita sea madre! ¡No me apartes otra vez! ¡Tenemos que hablar de esto! —le grité.
—Me estoy muriendo Eve... ¡ESTOY JODIDAMENTE MURIENDO! ¡¿NO TE ES SUFICIENTE?! —gritó.
Me quedé en silencio escuchando su respiración entrecortada y frunciendo mis malditos labios como una malhumorada niña de cuatro años que quiere a su mamá.
—Pero te necesito —le susurré.
Ella se burló en voz alta.
—Nunca me has necesitado, Eve. ¡Tu padre se aseguró de eso!
Di un paso atrás ante la amargura en su voz.
—No te atrevas a arrastrarlo en esto.
—¿Por qué no Eve? ¡No era el maldito santo que pensaste que era! —me escupió y yo apreté el puño.
—¡No! Ese hombre murió por ti. ¡Murió porque trató de detener a tu maldito proxeneta de saldar su deuda!
La risa que brotó congeló mis huesos.
—Crees eso Eve, porque yo te he dejado creer eso.
Di otro paso atrás.
—No hagas esto. —Me ahogué.
—¿Por qué Eve? Me has culpado los últimos cinco años ¿Realmente no quieres saber lo que pasó esa noche?
Negué rápidamente.
—No. Fue tu culpa. Tomaste demasiado madre, maldita sea, siempre tomaste demasiado. Tomaste, tomaste, tomaste y nunca diste una jodida cosa a cambio—le grité.
Su rostro se contorsionó de rabia.
—Tu precioso padre hizo que tres hombres me follaran esa noche Eve. ¡Sólo porque quería sus jodidos puntos! ¡Y se los debía a esos bastardos que te querían a ti... no a mí, Eve! ¡No a mí! —me gritó y yo caí hacia atrás, mis piernas finalmente cediendo.
—¡Mientes!
Ella sacudió la cabeza con tristeza.
—¿Por qué crees que nunca llegué a ayudarte? No pude llegar a ti después de que... ¡después de que lo mataran!
Me arrastré hacia atrás desesperada por escapar de sus mentiras. Mi papá era un hombre bueno que no haría... no haría eso...
—No... —le susurré.
Su rostro se arrugó de dolor por mi dolor.
—Pero tú, tú me los dejaste después de que él muriera... —le discutí.
Ella suspiró profundamente.
—Sí Eve, lo hice. Era demasiado tarde para mí en ese momento. Sabía que era una madre de mierda, infiernos, soy una madre de mierda. Había seguido a tu padre durante tantos años porque no me había dado otra opción. ¡Siempre había que hacer lo que decía Robert! —dijo con resentimiento—. Haz esto Lisa, haz aquello Lisa. Haz a estos hombres felices Lisa. Tengo que anotar puntos Lisa. Abre las piernas Lisa...
—¡BASTA! —grité, tapándome los oídos con las manos.
—¡NO EVE! ¡Ya es hora de que lo sepas! Tu verdadero padre... él...
Negué rápidamente, me tapé los oídos y empecé a cantar en voz alta.
—Por favor, para... —gemí.
Las lágrimas corrían por nuestras mejillas cuando finalmente lanzó su secreto mejor guardado, su mayor dolor y su más grande pena.
—Él me amaba Eve, tan condenadamente tanto. Él adoraba el suelo que pisaba. Me hacía sentir como una princesa. —Tenía los ojos vidriosos por los recuerdos—. Iba a dejar a Robert por él. Estaba tan enamorada de él. Era mi único ¿sabes? Como tú y Zayn Eve... tan jodidamente enamorados. Él era mi alma, mi vida. —Un enorme y sucio sollozo mocoso escapó de sus labios—. Robert, él... él lo cazó Eve, él lo cazó como a un animal y... y... y yo nunca lo volví a ver. Lo apartó de mí...
Iba a vomitar. Busqué frenéticamente por la habitación cualquier cosa en la que hacerlo pero era demasiado tarde. Estalló por todas partes, junto con mi mente.
Vi a mi madre caerse de la cama y empezar a gatear hacia mí, sus manos y rodillas arrastrándose en el frío suelo de baldosas con el soporte del goteo rodando detrás de ella mientras trataba de alcanzarme.
Me quedé inmóvil mirándola fijamente mientras se acercaba. El rostro blanco reflejaba su obvia agonía, pero fue su dolor emocional el que me rasgó cuando finalmente me sujetó y por fin, por fin, sostuvo a la hija que sólo quería su amor.
Finalmente me amaba. Y me lo dijo una y otra y otra vez.
La angustia estaba escrita por toda su cara y supe entonces que no se había hecho el tratamiento porque no quería estar aquí más tiempo. Había tenido suficiente y al final, estaba desesperada por dejar que todo se fuera. Quería ser libre.
Aaron y yo estábamos en la sala de espera del médico para discutir su situación.
—¿Ya estás lista E? —preguntó Aaron para distraernos de la espera.
—Sí —asentí sonriendo—.Tengo sólo una o dos cosas de las que ocuparme. Me gustaría que vinieras con nosotros Aaron.
Me apretó la mano.
—No, E. Tengo que terminar mi licenciatura y no dejaré a Luce.
Asentí. Lo comprendía.
—Sí, lo sé, es sólo que voy a extrañarte hermano.
Eché un vistazo alrededor de la sombría habitación, el sofá roto y el papel despegado me daban un mal presentimiento y no pude evitar sumirme en esa sensación inquietante.
—Entonces, veo que Cam llegó —dije retorcida.
Aaron se burló.
—Sí, bien E. ¿Tú lo esperabas? —respondió y en eso el médico entró en la habitación y ambos nos paramos de un salto.
—¿Son ustedes dos la familia de Lisa Hudson? —preguntó mientras se sentaba en el sofá y nos hacía señas para que hiciéramos lo mismo.
El estómago se me cayó hasta el culo.
Sólo había una razón por la que un médico te pediría que te sentaras y era para que no te cayeras como la mierda cuando la noticia te golpeara.
Él respiró hondo y yo agarré la mano de Aaron.
—Me temo que su madre ha tenido una hemorragia gastrointestinal causada por el cáncer.
Fruncí el ceño y luego reí.
—Lo siento mucho, ¿doctor...?
—Waters —dijo.
—Doctor Waters, pero creo que tiene a la familia equivocada. Mi madre no tiene cáncer.
Me sentí muy mal por él, podría tener problemas por un error como este.
—¿Señorita Eve Hudson? —preguntó y yo asentí.
—Sí. Mi madre es Lisa Hudson.
Él asintió y tomó mi mano pero yo se la arranqué y sacudí la cabeza.
—Su madre fue diagnosticada con cáncer gástrico hace unos tres meses, pero se ha negado a ningún tratamiento hasta la fecha.
Sus palabras se convirtieron en algo físico, se sintieron como si se transformaran en un ser sólido que me hubiera dado una bofetada en la cara.
—No, lo siento doc., pero realmente debería tener la información correcta antes de venir aquí y asustar a la gente —lo regañé mientras Zayn entraba.
Echó una mirada a mi rostro ceniciento y vino inmediatamente a mi lado y puso el brazo alrededor de mi cintura. Me giré hacia él y me reí.
—Este estúpido médico tiene al paciente equivocado. —Me reí sofocada con Zayn.
Su rostro estaba angustiado.
—No me mires así, está bien. Él solo se equivocó. Eso es todo —le informé y Zayn se giró hacia el doctor Waters.
—¿Doc.? —preguntó.
Incluso frente a un profesional nunca hablaba apropiadamente.
—¿Tú eres? —preguntó el doctor Waters.
—Su esposo doc. —le informó Zayn y yo rápidamente cubrí mis dedos de la mano izquierda.
El médico asintió pero no era estúpido. Lo dejó pasar.
—La señora Hudson fue diagnosticada con cáncer de estómago hace tres meses. Ella se negó a tener cualquier tipo de cirugía y está de acuerdo en que no hay nada que podamos hacer. Sufrió una hemorragia gástrica ayer y hemos drenado la sangre para que esté más cómoda por el momento.
—No. Mire, quiero hablar con su superior. No estaré sentada aquí más tiempo escuchando sus tonterías —le escupí.
Jax tragó y Aarón guardó silencio.
—Nena. —Zayn giró mi cara para que lo mirara pero yo salté hacia atrás.
—¡NO! No Zayn... no... no... no...
Zayn me abrazó cuando un grito ahogado brotó de mi garganta.
—¡Noooo!
—Estoy aquí, nena —me susurró Zayn al oído mientras me quebraba y lloraba contra él.
—Les daré un momento. Vengan y búsquenme cuando estén listos para discutir las opciones de su madre —escuché que le decía el médico a Aaron.
—Sí —dijo él en voz baja.
—No Zayn, no puede. ¿Por qué tiene que ser tan malditamente egoísta todo el jodido tiempo? —lloré.
—Shh cariño.
Me llevó hasta el sofá y me senté en su regazo, tratando desesperadamente de trepar dentro de él para que pudiera absorber todo mi dolor, llevárselo lejos y detener el tormento que sentía en ese momento.
Sí, era una perra y nunca había sido una gran madre pero hubo momentos, cuando yo era pequeña, en los que me traía muñecas y nos sentábamos en el jardín y teníamos un picnic con los osos de peluche. O cuando se enrollaba los pantalones y saltaba conmigo en los charcos los días de lluvia, o ese cuando ambas habíamos decorado el cobertizo
de mi padre con salpicaduras de pintura en las paredes; nos divertimos mucho ese día.
Ella seguía siendo mi madre y había sido buena hasta que había encontrado la alegría en la heroína.
—No puede Zayn. No ¡no voy a permitirlo!
—Nena, habla con ella —me insistió, pero yo moví la cabeza.
—¿Por qué habría de hacerlo? No me ha dedicado un segundo pensamiento —rugí. Él asintió con solemnidad, pero en el fondo yo sabía que tenía razón.
Aaron todavía estaba en silencio. Le eché un vistazo.
Estaba sentado en el sofá con la cabeza entre las manos y el verlo tan derrotado me rompió; él era mi hermano gemelo y yo estaba aquí para ayudar a protegerlo. No había manera de que pudiera protegerlo de los horrores del cáncer.
Cerré los ojos un segundo pero luego agarré mi bolso y fui en busca de mi madre.
Estaba dormida cuando entré en su habitación y miré su figura devastada.
No la había visto desde la noche en la que Jax y yo nos habíamos quedado. Verla fue un shock y me trajo un suspiro involuntario. Había perdido un montón de peso, sus ojos parecían hundidos y su rostro estaba largo y anguloso.
Abrió los ojos y me miró en la oscuridad.
—¿Eve?
Tragué saliva y me acerqué lentamente porque mis piernas gelatinosas no me dejaban ir más rápido.
—Hola —dije simplemente.
Extendió la mano y yo se la apreté suavemente notando lo huesuda y áspera que estaba.
—¿Por qué no me lo dijiste? —le pregunté en voz baja.
Ella apartó la mirada como avergonzada por sus acciones, pero cuando volvió a mirarme vi su propio dolor y desolación.
—Porque no estabas Eve. Te fuiste y no... —se tragó sus palabras y de repente yo estuve enojadísima con ella.
—¿Y por qué no iba a irme madre? ¿Por qué? ¿Porque metiste tus ojos en el cuerpo de mi novio antes de golpearme y decirme puta? —le escupí—. Sabes mamá, aguanté mucha de tu mierda durante años y siempre te he apoyado, siempre tomé lo que repartiste, siempre recibí cada jodido golpe que me diste, siempre me tragué cualquier abuso
que me dijiste. —Entonces me incliné cerca para que no se perdiera mis próximas palabras— ¡y siempre pagué tus deudas de drogas! ¿qué clase de madre le hace eso a su única hija?
Se estremeció físicamente, la vi encogerse y eso me desquició.
—¡Maldita sea madre! ¡No me apartes otra vez! ¡Tenemos que hablar de esto! —le grité.
—Me estoy muriendo Eve... ¡ESTOY JODIDAMENTE MURIENDO! ¡¿NO TE ES SUFICIENTE?! —gritó.
Me quedé en silencio escuchando su respiración entrecortada y frunciendo mis malditos labios como una malhumorada niña de cuatro años que quiere a su mamá.
—Pero te necesito —le susurré.
Ella se burló en voz alta.
—Nunca me has necesitado, Eve. ¡Tu padre se aseguró de eso!
Di un paso atrás ante la amargura en su voz.
—No te atrevas a arrastrarlo en esto.
—¿Por qué no Eve? ¡No era el maldito santo que pensaste que era! —me escupió y yo apreté el puño.
—¡No! Ese hombre murió por ti. ¡Murió porque trató de detener a tu maldito proxeneta de saldar su deuda!
La risa que brotó congeló mis huesos.
—Crees eso Eve, porque yo te he dejado creer eso.
Di otro paso atrás.
—No hagas esto. —Me ahogué.
—¿Por qué Eve? Me has culpado los últimos cinco años ¿Realmente no quieres saber lo que pasó esa noche?
Negué rápidamente.
—No. Fue tu culpa. Tomaste demasiado madre, maldita sea, siempre tomaste demasiado. Tomaste, tomaste, tomaste y nunca diste una jodida cosa a cambio—le grité.
Su rostro se contorsionó de rabia.
—Tu precioso padre hizo que tres hombres me follaran esa noche Eve. ¡Sólo porque quería sus jodidos puntos! ¡Y se los debía a esos bastardos que te querían a ti... no a mí, Eve! ¡No a mí! —me gritó y yo caí hacia atrás, mis piernas finalmente cediendo.
—¡Mientes!
Ella sacudió la cabeza con tristeza.
—¿Por qué crees que nunca llegué a ayudarte? No pude llegar a ti después de que... ¡después de que lo mataran!
Me arrastré hacia atrás desesperada por escapar de sus mentiras. Mi papá era un hombre bueno que no haría... no haría eso...
—No... —le susurré.
Su rostro se arrugó de dolor por mi dolor.
—Pero tú, tú me los dejaste después de que él muriera... —le discutí.
Ella suspiró profundamente.
—Sí Eve, lo hice. Era demasiado tarde para mí en ese momento. Sabía que era una madre de mierda, infiernos, soy una madre de mierda. Había seguido a tu padre durante tantos años porque no me había dado otra opción. ¡Siempre había que hacer lo que decía Robert! —dijo con resentimiento—. Haz esto Lisa, haz aquello Lisa. Haz a estos hombres felices Lisa. Tengo que anotar puntos Lisa. Abre las piernas Lisa...
—¡BASTA! —grité, tapándome los oídos con las manos.
—¡NO EVE! ¡Ya es hora de que lo sepas! Tu verdadero padre... él...
Negué rápidamente, me tapé los oídos y empecé a cantar en voz alta.
—Por favor, para... —gemí.
Las lágrimas corrían por nuestras mejillas cuando finalmente lanzó su secreto mejor guardado, su mayor dolor y su más grande pena.
—Él me amaba Eve, tan condenadamente tanto. Él adoraba el suelo que pisaba. Me hacía sentir como una princesa. —Tenía los ojos vidriosos por los recuerdos—. Iba a dejar a Robert por él. Estaba tan enamorada de él. Era mi único ¿sabes? Como tú y Zayn Eve... tan jodidamente enamorados. Él era mi alma, mi vida. —Un enorme y sucio sollozo mocoso escapó de sus labios—. Robert, él... él lo cazó Eve, él lo cazó como a un animal y... y... y yo nunca lo volví a ver. Lo apartó de mí...
Iba a vomitar. Busqué frenéticamente por la habitación cualquier cosa en la que hacerlo pero era demasiado tarde. Estalló por todas partes, junto con mi mente.
Vi a mi madre caerse de la cama y empezar a gatear hacia mí, sus manos y rodillas arrastrándose en el frío suelo de baldosas con el soporte del goteo rodando detrás de ella mientras trataba de alcanzarme.
Me quedé inmóvil mirándola fijamente mientras se acercaba. El rostro blanco reflejaba su obvia agonía, pero fue su dolor emocional el que me rasgó cuando finalmente me sujetó y por fin, por fin, sostuvo a la hija que sólo quería su amor.
Finalmente me amaba. Y me lo dijo una y otra y otra vez.
La angustia estaba escrita por toda su cara y supe entonces que no se había hecho el tratamiento porque no quería estar aquí más tiempo. Había tenido suficiente y al final, estaba desesperada por dejar que todo se fuera. Quería ser libre.
ᴍᴀʀ.
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
¡Holaa! :)
Estuve muy ocupada esta semana, así que les dejo maratón. Espero que les guste los capítulos.
¡Comenten! ;)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Wow joder...se va a morir...
Madre mia,estoy en shock despues de haber leido estos hermosos e increibles capitulos en serio.
Me encanto cuando dijo.." su esposo".
Eve..parece que tiene todas las papeletas para no ser feliz ni un instante en serio.Me da mucha pena,pero me alegro que Zayn este con ella en cada minuto para apoyarla.
EEUU..eso si que no me lo esperaba dios mio..pues si que estan teniendo mucha fama y me alegroo.
Siguen siendo taaan pervertidos como siempre jaja y me gusta..
Estoy alucinada con la confesion de Lisa a Eve,nunca pense que seria asi todo..joder.Pero lo que me causo en cierto modo gracia es que Lisa entrara en la habitacion para ver a Zayn desnudo..jaja dios mio que pervertida..
Claro que,quien no querria ver a ese Dios desnudo?Jaja
Me han encantado estos capitulos,han sido perfectos de verdad..sube cuando puedas,no nos perderas,por lo menos a mi,siempre tendras lectora fiel :)
Uun besiito,sube cuando puedas ^.^
Madre mia,estoy en shock despues de haber leido estos hermosos e increibles capitulos en serio.
Me encanto cuando dijo.." su esposo".
Eve..parece que tiene todas las papeletas para no ser feliz ni un instante en serio.Me da mucha pena,pero me alegro que Zayn este con ella en cada minuto para apoyarla.
EEUU..eso si que no me lo esperaba dios mio..pues si que estan teniendo mucha fama y me alegroo.
Siguen siendo taaan pervertidos como siempre jaja y me gusta..
Estoy alucinada con la confesion de Lisa a Eve,nunca pense que seria asi todo..joder.Pero lo que me causo en cierto modo gracia es que Lisa entrara en la habitacion para ver a Zayn desnudo..jaja dios mio que pervertida..
Claro que,quien no querria ver a ese Dios desnudo?Jaja
Me han encantado estos capitulos,han sido perfectos de verdad..sube cuando puedas,no nos perderas,por lo menos a mi,siempre tendras lectora fiel :)
Uun besiito,sube cuando puedas ^.^
Celiita Malik
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Mierda, mierda, mierda y mas mierda..
Los capitulos estubieron muuuuy intensos..
Todos los caps. estubieron buenisimos...
Esta nove ahora mismo es mi favorita ♥ me encanta..
Seguila pronto
Los capitulos estubieron muuuuy intensos..
Todos los caps. estubieron buenisimos...
Esta nove ahora mismo es mi favorita ♥ me encanta..
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Joder, malditamente joder.
Y amo tu novela el doble, por el simple hecho que Zayn es jodidamente perfecto. Que buena palabra, jodido, no cierto?
Jajaj, ame los caps!
Y amo tu novela el doble, por el simple hecho que Zayn es jodidamente perfecto. Que buena palabra, jodido, no cierto?
Jajaj, ame los caps!
Mrs. Posner
Re: Shocking Heaven {Zayn Malik} -HOT- (TERMINADA)
Hola chicas! :)
Perdón por no haber podido subir ayer el capítulo que les dije iba a subir, pero mi computadora (en la que tengo los libros de donde adapto la novela) tubo un problema y no he podido encenderla. He tratado de arreglarlo yo misma pero no he podido, necesito que me manden un código por e-mail y aun no lo han mandado, así que cuando me manden código y la repare podré subir capítulo.
:bye:
Perdón por no haber podido subir ayer el capítulo que les dije iba a subir, pero mi computadora (en la que tengo los libros de donde adapto la novela) tubo un problema y no he podido encenderla. He tratado de arreglarlo yo misma pero no he podido, necesito que me manden un código por e-mail y aun no lo han mandado, así que cuando me manden código y la repare podré subir capítulo.
:bye:
ᴍᴀʀ.
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