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O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Entrometido
Novela: Entrometido
Autor: Ailed Aparicio
Adaptación: Todo es escrito por mi, algunas frases pueden ser parecidas a canciones o películas, de ahí en fuera todo es original.
Género: Romance, con algo de comedia.
Contenido: Romance, comedia, tal vez alguna escena sexual, algunas palabras alti-sonantes.
Advertencia: Esta novela esta registrada en Safe Creative, no se permite copia y/o adaptación de la misma, todos los derechos reservados, código:1402030012760 y no tengo fecha definida para capítulos.
Otras páginas: Wattpad: Entrometido.
Autor: Ailed Aparicio
Adaptación: Todo es escrito por mi, algunas frases pueden ser parecidas a canciones o películas, de ahí en fuera todo es original.
Género: Romance, con algo de comedia.
Contenido: Romance, comedia, tal vez alguna escena sexual, algunas palabras alti-sonantes.
Advertencia: Esta novela esta registrada en Safe Creative, no se permite copia y/o adaptación de la misma, todos los derechos reservados, código:1402030012760 y no tengo fecha definida para capítulos.
Otras páginas: Wattpad: Entrometido.
Última edición por Ailed Aparicio el Dom 02 Feb 2014, 9:27 pm, editado 1 vez
Ailed Aparicio
Prólogo
"Nuevo país, nuevo trabajo, nuevo hogar, nueva vida y todo lo que esto conlleva".
D |
espués de haberme graduado con honores del Imperial College' en la facultad de medicina y de haber trabajado por año y medio como asistente del Doctor Rich, el cual cabe mencionar fue mi profesor, he tomado la decisión de independizarme y siguiendo el consejo de mi mamá, lo cual es tonto pues el propósito es valerme por mi misma, he decidido mudarme a la ciudad de San Francisco en Estados Unidos. Al principio mi padre se puso histérico y comenzó a alardear sobre los peligros y responsabilidades que obtendría al mudarme tan lejos de casa, pero después de unos gritos por parte de mi madre y tras prometerle cientos de veces que le llamaría todas las noches a pesar de la diferencia de horario aceptó de no tan buena gana.
Debo admitir que dejar Londres nunca estuvo dentro de mis planes, siempre lo vi como el lugar perfecto para vivir y crear una familia, aparte de que mis padres vivían ahí, sin embargo, no puedo negar que mamá tiene razón, necesito salir y ver lo que es la vida, necesito alejarme un poco de todas las comodidades que he tenido por años y lo más importante, según ella, necesito empezar a vivir.
Ahora que estoy a unos minutos de aterrizar en el aeropuerto de San Francisco comienzo a sentirme un poco atemorizada, pero ¡qué diablos! ya no hay marcha atrás, tengo un lindo apartamento, con el primer alquiler pagado, esperándome y no pienso desperdiciar esta oportunidad, ¡Bienvenida vida nueva!.
Por cierto soy Alessandra, pero pueden llamarme Alex...
Ailed Aparicio
Capítulo 1.
"E |
ntonces, ¿eso es todo?" pregunto de la manera más amable posible. Hace aproximadamente una hora llegué a San Francisco y no todo ha sido tan malo como esperaba, de hecho creo que ya me estoy relajando, bueno al menos me estaba relajando hasta que conocí a mi portero. Un tipo de unos treinta y tantos, con un peinado demasiado extraño y un peculiar olor a queso, debo admitir que él se ha comportado muy educado y lo único que ha hecho ha sido explicarme todo con respecto a mi nuevo hogar, pero debido a su mal aliento y a su extraño tic, por así llamarlo, de escupir cada que pronuncia una palabra con "r" no estoy segura de mantener mi fachada amable por más tiempo.
"Si Alessandra, eso es todo, sólo recuerda que tu alquiler vence el 30 de cada mes, y tienes que pagarme como fecha límite el primero del siguiente", "claro, no habrá problema alguno Drake" le dedico mi mejor sonrisa, o eso creo, y tomo mi equipaje de mano, el resto lo ha subido Drake con ayuda del señor del taxi que me trajo, estoy por subir las escaleras cuando recuerdo que hay algo que no le he preguntado "Oye Drake" el me mira "Dijiste que cada piso tiene dos apartamentos, así como que era un edificio nuevo y muchos seguían vacios" vacilé un instante "el otro apartamento de mi piso esta, uhm ya sabes ¿ocupado?" vi burla en sus ojos por la manera tímida en que lo pregunte, de hecho no sé porque me dio por hablar así y antes de que pudiera seguir dándole vueltas al tema habló "Si, está ocupado, de hecho se rentó pocos minutos después que el tuyo" "uhm de acuerdo, gracias" susurro y continuo subiendo las escaleras.
Qué extraño que estando casi todo el edificio deshabitado justo se tuviera que ocupar el que está en mi piso, no me mal entiendan claro que quería tener vecinos con los cuales platicar y de vez en cuando salir pero, no sé, pensé que tendría mi espacio para adaptarme, bueno en fin nada malo puede salir de un compañero, no, de un vecino o vecina. Ojala sea mujer no es por ser feminista pero, desde que Mary se mudó a Australia no he tenido una amiga con la cual pueda ir de compras, platicar o simplemente hacer nada, no es que fuera antisocial o insegura, es sólo que todas las chicas, o al menos la mayoría, que quedaban en último grado eran... como decirlo sin herir a nadie... chicas con falta de neuronas, tampoco es que yo haya sido una cerebrito o la más inteligente de la clase, es sólo que mis planes eran muy diferentes a los de ellas, mientras yo buscaba graduarme y conseguir un trabajo, ellas buscaban a un buen partido al cual engancharse para no tener que trabajar y tener la vida resuelta, si falta de neuronas sin duda.
Saque la llave de mi bolsillo del jean y abrí la puerta, si bien yo ya había tenido dos recorridos por todo el departamento conocía cada rincón y ya hasta estaba todo decorado, pareciera que esta era la primera vez que lo veía como lo que iba a ser por el próximo indefinido tiempo. Mi hogar.
Deje mi equipaje al lado de mi cama y camine hasta la cocina, necesitaba comer algo y agradecía internamente a mamá por haberse ocupado de las compras, sabía que ese era otro fallo en mi camino a independizarme pero qué más da ella se había ofrecido y no pude negarme y, sinceramente, no quería. Tomé un paquete de oreo' cubierta en chocolate blanco, mis preferidas, un poco de leche deslactosada y fui a mi sala a estrenar mi sillón y mi pantalla, la verdad no tenía idea de lo que vería pero algo bueno tendría que salir y si no, aun así seguiría viendo no viendo la tele.
De pronto escucho algunos pasos en el pasillo, mi primera reacción es espantarme y medio atragantarme con la oreo' que me estaba comiendo pero después reacciono y me recuerdo que ya no estoy en casa, que estoy en otro país en un apartamento, así que me relajo, seguramente es mi vecina, o vecino, advierte una vocecilla en mi cabeza, aunque me quiero negar a pensar que es un vecino y la verdad no sé el porqué de mi insistencia de una vecina porque, pensándolo bien, no he salido con nadie desde Nate y no me vendría mal un poco de diversión, aunque el hecho de ser vecinos haría las cosas un tanto extrañas ya saben, cruzarnos en el pasillo, al entrar al edificio, o ¿qué tal si me falta azúcar y necesito ir a pedirle? es algo cliché de los vecinos, sería genial pero claro que dejaría de serlo si entre nosotros hay tensión sexual aunque yo sé muy bien diferenciar el sexo de las relaciones o interacciones cotidianas de vecino a vecina así que por mi parte no habría problema pero en cambio el puede no ser tan liberal y, a todo esto, ¿cómo termine pensando sobre la tensión sexual entre mi vecino de sexo no definido y yo?, solté un bufido exasperada y mire el reloj, las 7 de la tarde, vaya que rápido se pasa el tiempo haciendo nada, recogí mi vaso antes lleno de leche y la basura de las oreo', dejé el vaso en el lava vajillas y la basura en el cesto, tal vez era temprano pero yo me estaba muriendo de sueño, me tomará algo de tiempo acostumbrarme al cambio de horario, mientras tanto me dormiré a las 7 de la tarde.
Estaba a punto de entrar al triángulo de las bermudas y descubrir por fin que es lo que sucede ahí adentro cuando tres golpes en seco me sacaron de mi sueño, demonios sólo era un sueño, debí saberlo cuando ese mono me pregunto si tenía bananas rosas, bastante extraños pues ¿desde cuándo las bananas son rosas?, tonto mono inculto, nuevamente se escucharon tres golpes en mi puerta, ya estaba comenzando a hartarme, mire el pequeño reloj en mi mesita de noche, quince pasadas de las once, ahora me costaría más volverme a dormir puesto que me he despertado a mitad de mi sueño no, corrijo, alguien me ha despertado y ahí están de nuevo esos molestos toques, quien puede estar frente a mi puerta un Domingo a las 11:15 de la noche, seguramente es Drake, quien más si no.
Despierto por el constante sonido de mi despertador "ya cállate" gruño por lo bajo apagando el aparato infernal y tras un leve estiramiento de todos mis músculos me pongo de pie, me doy cuenta de que ayer no me cambie y dormí con mi ropa casual, bueno eso explica porque tuve tanto calor, camino hacía mi baño para tomar una ducha cuando me detengo abruptamente, recuerdo que ayer desperté por unos molestos toques en mi puerta lo que no recuerdo es haberme parado a atender, creo que mientras maldecía a quien fuera que llamaba me volví a quedar dormida y yo que pensaba que me costaría trabajo, en fin si era importante tal vez hoy regrese quien quiera que sea.
Después de unos ricos huevos con tocino y un jugo de naranja, cepille nuevamente mis dientes y tras retocar mi brillo labial camine hacia la puerta para ir a mi entrevista de trabajo, mi primera entrevista de trabajo, decir que estaba emocionada era poco sólo he tenido un trabajo y no tuve que hacer entrevista para conseguirlo, mi profesor de último grado me lo ofreció tras enterarse de que yo estaba pensando en alargar el año sabático que había decidido tomar al graduarme, no me pagaban demasiado pero si lo justo, sin mencionar que no hacía nada para lo que había estudiado pero algo era algo, aun así hoy iría a la Clínica San Francisco para pedir empleo y por fin poder poner en práctica todos estos años de estudio, tomando mi bolsa del sillón y con una gran sonrisa salí al pasillo, lo que no esperaba era que afuera de mi puerta en el piso se encontrara una estúpida taza la cual casi provoca que me vaya de bruces al suelo.
Confundida tomo la taza y la examino, nada del otro mundo solo es una taza pero algo llama mi atención dentro, una nota, aún más extrañada la tomo y la abro.
"Vecina: ayer por la noche toque a su puerta pues necesitaba un poco de azúcar, sin embargo usted nunca salió, espero no haber molestado y sin afán de seguirlo haciendo he decidido dejar mi taza a pies de su puerta esperando que se apiade de mí y me regale un poco de azúcar.
Gracias de antemano y bienvenida. x"
Vaya, que cosa tan extraña, lo más sensato hubiera sido volver a tocar para pedir azúcar en lugar de abandonar la taza a su suerte pero, quien soy yo para hablar de sensatez cuando anoche soñé con monos y banas rosas, miro nuevamente la nota y sonrió, ¿ven? azúcar, les dije demasiado cliché.
Luego de dejar la taza en mi mesa salí a toda prisa en busca de un taxi, a pasar por recepción salude amablemente a Drake quien contesto con un asentimiento, al salir choque con alguien pero antes de siquiera pronunciar un "lo siento" o siquiera dirigirle una mirada vi a un taxi que paraba en la esquina gracias a una luz roja, y corriendo lo más que mis tacones me dejaban me aparte de aquella persona para subirme al taxi, si vivía en el edificio después se disculparía, ahora lo más importante era llegar a tiempo a su entrevista
"Muy bien señorita Alessandra, por lo que veo tuvo muy buenas notas en su carrera y se graduó con honores, sin olvidar que viene de una de las mejores universidades de Londres, así que sólo una pregunta ¿por qué decidió venir a San Francisco?" el Doctor Drew, un señor que le pegaba a los 50 de más o menos 1,70 de estatura con arrugas en el contorno de los ojos y poco cabello, llevaba más o menos 1 hora entrevistándome y ahora sólo me estaba haciendo una pregunta para terminar con esta tortura,-vamos esta es una pregunta fácil, tu puedes Alessandra- me alentaba yo internamente, ¿qué debería decirle?, que estaba desperdiciando mi vida y vine desde Londres para independizarme a los 23 crudo pero sincero, o, que siempre fui una admiradora de esta clínica y mi sueño era trabajar aquí, mmmh no demasiado falso, lo mire y vi que esperaba una respuesta, uhm demonios ¿cuánto tiempo he durado callada? creo que bastante pues se ve entre irritado y divertido, esto es tan incomodo -pues habla tonta- me regaño y hago casó ya que al instante estoy diciendo "quería independizarme, ya sabe, dejar el nido" si, la sinceridad ha ganado, ahora sólo espero que no lo haya arruinado.
"Está bien, me alegra que hayas sido honesta Alessandra" sonríe y yo dudo pero hablo "¿Eso significa que me dará trabajo?" "Claro" yo no lo puedo evitar y saltó de mi asiento para abrazarlo y chillar un poco muy fuerte, pero claro poco después me doy cuenta de lo que estoy haciendo y me aparto en seguida "yo, uhm, lo siento" "no hay problema" el me mira queriendo aguantar una carcajada y eso solo provoca que me sonroje más, trato de cambiar el tema "Bueno así que... ¿qué haré?" él se pone un poco más serio y habla "comenzaras siendo enfermera de medio tiempo" habla y creo que vio mi cara de desilusión y confusión por lo que agrego "No puedo darte más que eso por el momento Alessandra, aunque tus notas sean las mejores no tienes experiencia alguna en cuanto a práctica y debes saber que no es nada parecido estudiarte un libro sobre los huesos de cuerpo a tratar de reparar uno, lo siento pero con el tiempo puedes ir subiendo y obtener el puesto por el que estudiaste" me da una sonrisa y es ahí cuando me culpo y regaño por haberme tomado ese estúpido año sabático, bien pude haber conseguido un trabajo real y ahora no estar con ese puesto mediocre por mi falta de experiencia, aún así me obligo a sonreírle a Drew y darle las gracias para después tomar mi bolsa y salir rumbo a mi casa.
Vaya que eso apestó, no es que el trabajo de las enfermeras fuera inútil, es sólo que yo no me había matado estudiando cientos de enfermedades, medicamentos, huesos, músculos, teorías sobre la deducción de enfermedades y cientos de mas paja para terminar dándole medicamentos a alguien, pero bueno todo es culpa mía, apuesto todo lo que tengo en el bolsillo a que en este momento mamá estaría con su sonrisa sínica susurrando un 'te lo dije' para después reír en mi cara, y luego sin saber porque viene a mi mente la nota de mi vecino, con lo poco que escribió aún no puedo deducir si es hombre o mujer, no dejo demasiadas pistas y ni siquiera dejo un nombre como firma, aún así nuevamente es mi culpa por no haber atendido ayer en la noche, vaya que me estaba yendo fenomenal, reí sarcástica.
Al llegar al edificio Derek me entrega mi correspondencia y con un gracias camino hacia las escaleras, hoy es un día de tanta flojera y a apestado con el trabajo que conseguí que desearía que hubiera un ascensor, no es que sea una floja es sólo que para días como estos un atajo a las escaleras no me vendría nada mal. Cuando por fin llego a mi piso, que es el segundo, estoy más exhausta que hace unos minutos y lo único que quiero es llegar a mi cama e hibernar por el resto del día, pero mientras más me acerco a mi puerta me doy cuenta que nuevamente algo descansa al pie de ella, doy un resoplido y recojo la pequeña nota, que vecino tan más raro, pienso y leo lo que viene escrito en el papel.
"Supongo que has hallado mi taza y mi nota, ¿sabes? pudiste haberla llenado con azúcar y dejarla al pie de mi puerta, sin embargo, decidiste guardarla y esperar ¿esperar a qué?, ¿a verme?, eres extraña.
Aún así gracias nuevamente y hasta entonces. x"
¿Extraña yo? extraño él o ella que deja notas en las puertas de otros sólo por un poco de azúcar en lugar de esperar a hablar en persona, además de que nuevamente no ha dejado indicios sobre su sexo, agh que exasperante eres quien quiera que seas. Entro a mi casa y arrojo la nota al cesto, tomo la taza y la lleno al tope con azúcar, salgo nuevamente y la dejo al pie de su puerta, que la aproveches susurro y regreso a mi apartamento, ¿quién es la extraña ahora? pienso con una sonrisa para después cambiarme a mi pijama y caer en un profundo sueño son siquiera comer o revisar la correspondencia, apenas era medio día pero yo me sentía como si ya fuera de madrugada, ya mañana me preocuparía por mi correspondencia, mi estomago y la vida hoy, sólo quería dormir.
Ailed Aparicio
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