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Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por P3yo29 Dom 13 Nov 2011, 8:41 pm
aaaaaaaaaaaa no no lo puedes dejar asiii siguelaaaa!!!! q la dejaste muy muy interesante hayy me encanta esta nove!!! siguela!!!!... :)
P3yo29
jamileth
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por chelis Lun 14 Nov 2011, 7:33 pm
pofiiiiss un capis
chelis
jamileth
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por chelis Mar 15 Nov 2011, 6:04 pm
porfiiiss capis
chelis
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por CoteDreamer Mar 15 Nov 2011, 7:11 pm
Siguelaa!!!!Siguelaa!!!!Siguelaa!!!!Siguelaa!!!!
CoteDreamer
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por malejaDjonas Mar 15 Nov 2011, 10:11 pm
Siguela
malejaDjonas
chelis
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por chelis Miér 16 Nov 2011, 11:32 am
suubee otro capis
chelis
jamileth
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por chelis Miér 16 Nov 2011, 6:06 pm
espero que subas prontooo porfaaaaa
chelis
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por P3yo29 Sáb 19 Nov 2011, 11:53 am
y el cap???? subee cap !!!!! qeremos leerrr jeje esta muy interesante esta nove....
P3yo29
jamileth
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Sáb 19 Nov 2011, 6:07 pm
hay tiempo que perder. Te recogeré a las ocho y media en punto. ¡Esto va a ser divertidísimo!
Divertidísimo. ________ sopesó aquella palabra. Hacía mucho tiempo que no se divertía. Y también que no se rendía por completo a su lado femenino.
De pronto se sintió más viva que durante los cuatro años anteriores.
Joe miró su reloj. Las tres y diez y ni rastro de la novia.
-Holly, ve a ver por qué tarda tanto, ¿quieres? -dijo con impaciencia.
-De acuerdo -contestó Holly cordialmente-. Pero sólo lleva diez minutos de retraso, Joe. Las novias suelen tardar mucho más.
-Pero ella no es una novia de verdad -masculló Joe cuando Holly se marchó.
-Lo será legalmente -dijo Richard a su lado-. Hasta que os divorciéis.
Joe le lanzó a su amigo una mirada malhumorada.
-No me lo recuerdes.
-¿Cuál es el problema, Joe? -preguntó Reece, que estaba al otro lado de Richard-. Da la impresión de que te estás arrepintiendo, como un novio de verdad.
-Va a ser un novio de verdad -replicó Richard.
-No exactamente -contestó Reece secamente-. No va a tener una noche de bodas de verdad. Lo cual podría ser un problema.
-¿Qué quieres decir con eso? -gruñó Joe.
-Supongo que no has visto a ____________ últimamente.
-Hace más de un mes que no la veo -la había telefoneado dos veces y le había dicho que tal vez se pasara por su casa para ver su ropa nueva. Pero ella siempre había encontrado una excusa para que fuera a visitarla.
-Pues yo sí la he visto -dijo Reece con desgana-. Anoche mismo durmió en nuestra casa. Y lo único que puedo decirte es... buena suerte.
Cuando la puerta del dormitorio se abrió, Alanna y __________ giraron la cabeza al mismo tiempo para ver quién era.
-No os preocupéis -dijo Holly, cuyo vestido de gasa rosa intentaba ocultar que estaba muy, muy embarazada-. Soy yo.
-Menos mal -dijo Alanna, pensando para sus adentros que su tripa era muy pequeña comparada con la de Holly. Pero ella estaba de seis meses, y Holly de siete y medio.
-Guau, ________ -exclamó Holly, llevándose las manos a la barriga-. ¡Estás guapísima! ¿Verdad, Alanna?
Alanna retrocedió un poco para mirar a la novia, y sonrió satisfecha. El vestido era fabuloso, y la mujer que lo llevaba aún más. Era asombroso lo que podía hacerse con la ropa, el maquillaje y el peinado adecuados.
Naturalmente, había contado con materias primas excelentes. _________ tenía una figura fantástica, mucho mejor que la suya, demasiado flaca. Su cara siempre había tenido potencial, especialmente con el maquillaje adecuado.
El golpe de gracia había sido, sin embargo, cambiarle el peinado. Alanna había encontrado una vieja fotografía de Rita Hayworth y se la había llevado al mejor peluquero de la ciudad para que reprodujera el peinado. El resultado final era un peinado sumamente voluptuoso, que caía en ondas. Su color cobrizo natural había quedado oscurecido por un tinte algo más rojo que hacía que su tez clara pareciera refulgir.
-No podría estar más de acuerdo -dijo Alanna-. Si Joe no se cuela por ti con este traje -le susurró al oído a la novia mientras le ajustaba el pañuelo de gasa color marfil que llevaba alrededor de la cabeza-, yo me tiro por la terraza.
-Tú y yo -masculló _____________.
-No puedo creer que no hayáis comprado ese traje en una tienda de vestidos de novia -dijo Holly-. Parece un vestido de novia. Pero es tan original... Me encanta la idea del pañuelo en lugar del velo.
-Sí, es de lo más original -contestó Alanna-. ¿Estás lista, _________?
_________ apartó la mirada del espejo en el que estaba mirándose.
-Todo lo lista que puedo estar -contestó, y recogió el ramillete de orquídeas que había elegido como ramo de novia.
Estaba como un flan. Y, al mismo tiempo, muy ilusionada.
Se sentía no como una novia, sino como una actriz la noche de su debut en Broadway. Porque,
¿qué era aquello, sino una actuación? Iba a salir al escenario no para casarse, sino para seducir a Joe.
No había vuelto a verlo desde aquel viernes, hacía ya un mes. Lo había hecho a propósito. En dos ocasiones le dio largas cuando él quiso pasarse por su casa para ver la ropa que Alanna y ella habían comprado. Y luego, ese día, se había asegurado de que los hombres no llegaran al ático de Richard hasta que ella estuviera a salvo en el cuarto de invitados, preparándose para la ceremonia.
Alanna y ella se habían comportado como dos conspiradoras, siempre maquinando.
Pero Alanna había dado en el clavo. Había sido divertido. A _________ le encantaba la ropa que habían comprado; no sólo el vestido de novia, sino todo su vestuario. Había en particular un vestido de noche que estaba deseando ponerse.
La señora Helsinger le había mandado a Joe por correo electrónico el programa de actividades del yate, que incluía una fiesta de gala la segunda noche de su estancia a bordo. Joe le había dado el programa a Alanna con el encargo de cerciorarse de que su esposa tenía todo lo necesario.
Joe, por su parte, había ido de compras con Reece para asegurarse de que no desmerecía a su lado. Según Alanna, ahora tenía un vestuario que quitaba el hipo.
-¿Qué tal está Joe? -le preguntó ________ a Holly.
-Fabuloso. Igual que Richard y Reece. La verdad, es increíble lo que hace un chaqué. Pero no está de muy buen humor. Parece muy nervioso. ¿Le digo que estás lista?
Alanna y ________ se miraron.
-Creo que podemos esperar otros cinco minutos, ¿tú no, Alanna? -dijo ________ con el corazón acelerado.
Alanna sonrió.
-Puede que incluso diez.
-Tanto no -gimió Holly-. Por favor. No creo que yo pueda soportarlo.
_________ sonrió a Holly, a la que ya consideraba una amiga. Era una chica encantadora. Pero también una romántica incurable. Creía de verdad que saldría algo bueno de aquel matrimonio.
________ sospechaba que Alanna también abrigaba ciertas esperanzas en ese aspecto.
Pero ella no. Aunque consiguiera que Joe la deseara sexualmente, sabía que no iba a enamorarse de ella. Lo único que podía esperar era una breve aventura mientras durara su matrimonio. Y quizá ni siquiera eso. Tal vez, al verla, Joe se pusiera furioso. En su primer encuentro le había dicho que no quería casarse con una seductora que se creyera capaz de hacerle cambiar de idea respecto a su divorcio posterior.
A _____________se le cayó el alma a los pies al pensarlo, y de pronto se sintió insegura.
-Está bien -dijo, y su repentino arrebato de nervios hizo que le temblara la voz-. Creo que yo tampoco quiero esperar tanto. Dile a Joe que enseguida salgo.
Joe frunció el ceño al ver volver a Holly.
-¿Y bien?
-Enseguida sale -le dijo ella-. Será mejor que te prepares.
Los tres hombres y el oficiante, un distinguido caballero de unos cincuenta años, ocuparon sus puestos junto a la barandilla de la terraza del ático, que era el escenario perfecto para una boda, sobre todo en una cálida tarde de verano, con un sol radiante y una suave brisa. La vista sobre el puerto y el puente era espectacular.
El fotógrafo tomaría magníficas fotografías de los novios. Las fotos eran esenciales, si Joe quería convencer a Helsinger de que se había casado de verdad.
En aquel momento, a Joe le parecía que se estaba casando con todas las de la ley.
Debía de estar loco de remate si se le había ocurrido aquella idea.
Él no quería casarse. No quería tener esposa, aunque fuera temporal. Y estaba seguro de que no quería que su esposa fuera una mujer a la que ansiaba llevarse a la cama tanto como a ______.
Joe se quedó sin respiración.
« ¡Dios mío!»
Divertidísimo. ________ sopesó aquella palabra. Hacía mucho tiempo que no se divertía. Y también que no se rendía por completo a su lado femenino.
De pronto se sintió más viva que durante los cuatro años anteriores.
Joe miró su reloj. Las tres y diez y ni rastro de la novia.
-Holly, ve a ver por qué tarda tanto, ¿quieres? -dijo con impaciencia.
-De acuerdo -contestó Holly cordialmente-. Pero sólo lleva diez minutos de retraso, Joe. Las novias suelen tardar mucho más.
-Pero ella no es una novia de verdad -masculló Joe cuando Holly se marchó.
-Lo será legalmente -dijo Richard a su lado-. Hasta que os divorciéis.
Joe le lanzó a su amigo una mirada malhumorada.
-No me lo recuerdes.
-¿Cuál es el problema, Joe? -preguntó Reece, que estaba al otro lado de Richard-. Da la impresión de que te estás arrepintiendo, como un novio de verdad.
-Va a ser un novio de verdad -replicó Richard.
-No exactamente -contestó Reece secamente-. No va a tener una noche de bodas de verdad. Lo cual podría ser un problema.
-¿Qué quieres decir con eso? -gruñó Joe.
-Supongo que no has visto a ____________ últimamente.
-Hace más de un mes que no la veo -la había telefoneado dos veces y le había dicho que tal vez se pasara por su casa para ver su ropa nueva. Pero ella siempre había encontrado una excusa para que fuera a visitarla.
-Pues yo sí la he visto -dijo Reece con desgana-. Anoche mismo durmió en nuestra casa. Y lo único que puedo decirte es... buena suerte.
Cuando la puerta del dormitorio se abrió, Alanna y __________ giraron la cabeza al mismo tiempo para ver quién era.
-No os preocupéis -dijo Holly, cuyo vestido de gasa rosa intentaba ocultar que estaba muy, muy embarazada-. Soy yo.
-Menos mal -dijo Alanna, pensando para sus adentros que su tripa era muy pequeña comparada con la de Holly. Pero ella estaba de seis meses, y Holly de siete y medio.
-Guau, ________ -exclamó Holly, llevándose las manos a la barriga-. ¡Estás guapísima! ¿Verdad, Alanna?
Alanna retrocedió un poco para mirar a la novia, y sonrió satisfecha. El vestido era fabuloso, y la mujer que lo llevaba aún más. Era asombroso lo que podía hacerse con la ropa, el maquillaje y el peinado adecuados.
Naturalmente, había contado con materias primas excelentes. _________ tenía una figura fantástica, mucho mejor que la suya, demasiado flaca. Su cara siempre había tenido potencial, especialmente con el maquillaje adecuado.
El golpe de gracia había sido, sin embargo, cambiarle el peinado. Alanna había encontrado una vieja fotografía de Rita Hayworth y se la había llevado al mejor peluquero de la ciudad para que reprodujera el peinado. El resultado final era un peinado sumamente voluptuoso, que caía en ondas. Su color cobrizo natural había quedado oscurecido por un tinte algo más rojo que hacía que su tez clara pareciera refulgir.
-No podría estar más de acuerdo -dijo Alanna-. Si Joe no se cuela por ti con este traje -le susurró al oído a la novia mientras le ajustaba el pañuelo de gasa color marfil que llevaba alrededor de la cabeza-, yo me tiro por la terraza.
-Tú y yo -masculló _____________.
-No puedo creer que no hayáis comprado ese traje en una tienda de vestidos de novia -dijo Holly-. Parece un vestido de novia. Pero es tan original... Me encanta la idea del pañuelo en lugar del velo.
-Sí, es de lo más original -contestó Alanna-. ¿Estás lista, _________?
_________ apartó la mirada del espejo en el que estaba mirándose.
-Todo lo lista que puedo estar -contestó, y recogió el ramillete de orquídeas que había elegido como ramo de novia.
Estaba como un flan. Y, al mismo tiempo, muy ilusionada.
Se sentía no como una novia, sino como una actriz la noche de su debut en Broadway. Porque,
¿qué era aquello, sino una actuación? Iba a salir al escenario no para casarse, sino para seducir a Joe.
No había vuelto a verlo desde aquel viernes, hacía ya un mes. Lo había hecho a propósito. En dos ocasiones le dio largas cuando él quiso pasarse por su casa para ver la ropa que Alanna y ella habían comprado. Y luego, ese día, se había asegurado de que los hombres no llegaran al ático de Richard hasta que ella estuviera a salvo en el cuarto de invitados, preparándose para la ceremonia.
Alanna y ella se habían comportado como dos conspiradoras, siempre maquinando.
Pero Alanna había dado en el clavo. Había sido divertido. A _________ le encantaba la ropa que habían comprado; no sólo el vestido de novia, sino todo su vestuario. Había en particular un vestido de noche que estaba deseando ponerse.
La señora Helsinger le había mandado a Joe por correo electrónico el programa de actividades del yate, que incluía una fiesta de gala la segunda noche de su estancia a bordo. Joe le había dado el programa a Alanna con el encargo de cerciorarse de que su esposa tenía todo lo necesario.
Joe, por su parte, había ido de compras con Reece para asegurarse de que no desmerecía a su lado. Según Alanna, ahora tenía un vestuario que quitaba el hipo.
-¿Qué tal está Joe? -le preguntó ________ a Holly.
-Fabuloso. Igual que Richard y Reece. La verdad, es increíble lo que hace un chaqué. Pero no está de muy buen humor. Parece muy nervioso. ¿Le digo que estás lista?
Alanna y ________ se miraron.
-Creo que podemos esperar otros cinco minutos, ¿tú no, Alanna? -dijo ________ con el corazón acelerado.
Alanna sonrió.
-Puede que incluso diez.
-Tanto no -gimió Holly-. Por favor. No creo que yo pueda soportarlo.
_________ sonrió a Holly, a la que ya consideraba una amiga. Era una chica encantadora. Pero también una romántica incurable. Creía de verdad que saldría algo bueno de aquel matrimonio.
________ sospechaba que Alanna también abrigaba ciertas esperanzas en ese aspecto.
Pero ella no. Aunque consiguiera que Joe la deseara sexualmente, sabía que no iba a enamorarse de ella. Lo único que podía esperar era una breve aventura mientras durara su matrimonio. Y quizá ni siquiera eso. Tal vez, al verla, Joe se pusiera furioso. En su primer encuentro le había dicho que no quería casarse con una seductora que se creyera capaz de hacerle cambiar de idea respecto a su divorcio posterior.
A _____________se le cayó el alma a los pies al pensarlo, y de pronto se sintió insegura.
-Está bien -dijo, y su repentino arrebato de nervios hizo que le temblara la voz-. Creo que yo tampoco quiero esperar tanto. Dile a Joe que enseguida salgo.
Joe frunció el ceño al ver volver a Holly.
-¿Y bien?
-Enseguida sale -le dijo ella-. Será mejor que te prepares.
Los tres hombres y el oficiante, un distinguido caballero de unos cincuenta años, ocuparon sus puestos junto a la barandilla de la terraza del ático, que era el escenario perfecto para una boda, sobre todo en una cálida tarde de verano, con un sol radiante y una suave brisa. La vista sobre el puerto y el puente era espectacular.
El fotógrafo tomaría magníficas fotografías de los novios. Las fotos eran esenciales, si Joe quería convencer a Helsinger de que se había casado de verdad.
En aquel momento, a Joe le parecía que se estaba casando con todas las de la ley.
Debía de estar loco de remate si se le había ocurrido aquella idea.
Él no quería casarse. No quería tener esposa, aunque fuera temporal. Y estaba seguro de que no quería que su esposa fuera una mujer a la que ansiaba llevarse a la cama tanto como a ______.
Joe se quedó sin respiración.
« ¡Dios mío!»
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por adina Sáb 19 Nov 2011, 6:58 pm
sube uno mas plisssss, duraste mucho :( , creo q no estaria mal recompensarlo con un cap mas xlomenos plissssssssssss
adina
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