¡Esta no es mi vida! ||NC|| One Direction||

Cerré la puerta de un portazo detrás de mi. Me tiré en la cama y curbí mis ojos llorosos con un cojín. ¿Porqué era siempre lo mismo? ¡Siempre hay que hacer lo que los señores digan! ¡No es justo! Mientras esplotaba en llanto oí como mi puerta se abría y en ese mismo instante maldecí en lo haber puesto el seguro.
Un bulto se hizo presente a mi lado y una mano me acarició la frente, apartandome los rebeldes mechones de pelo que se habían soltado de mi coleta y habia aterrizado en mi cara. No me hizo falta levantarme para saber que era mi hermano. Tiene un olor y una presencia peculiar que hace que sepas de el al instante. Eso ha hecho que alguna de las bromas que haya querido gastar le salieran mal.


- Alba...- me susurró. Yo me removí, evitando tener la conversación de siempre – Alba, mirame, porfavor – me dijo. Yo me rendí y lo miré a los ojos. Verdes contra marrones. El suspiró – Tienes que hacer lo que dicen...solo quieren lo mejor para nosotros...

- ¡No! - le interrumpí - ¿Esque no lo ves? Harry ¡Somos sus marionetas! ¡Sus mini-yo! ¡Nos utilizan para cumplir los sueños que no pudieron conseguir cuando ellos eran jovenes! ¡Yo no quiero ser química! ¿Como voy ha querer ser eso? ¡Las matemáticas se me dan fatal y ellos lo saben! ¿Y que hay de ti? ¡Tu siempre quisiste ser cantante! ¡Tienes una voz que si se desaprobechase seria delito! ¿Y vas ha hacer lo que ellos te digan? ¿En serio prefieres ser médico antes que cumplir tu sueño? - le pregunté dando vueltas por la habitación. Cuando acabé de hablar lo miré y vi que tenia la cabeza gacha. Cuando mi miró a los ojos vi que estaba reteniendo el llanto, o al menos lo intentaba.

- Tienes razón...¿Cómo no tenerla? Pero son nuestros padres...no podemos cambiarlos...y lo sabes – dicho eso, se levantó y salió de mi habitación.


Yo me sequé bruscamente las lágrimas y salí al balcón de mi habitación. La noche estaba oscura, triste, como mi corazón.
A lo lejos, en lo más profundo de la noche y la obscuridad, pude ver un reflejo de luz que corría en horizontal. Era una estrella fugaz. Cerré los ojos. ¡Cómo los odio! ¡Ojalá no fueran mis padres!
Con una rabia descomunal en el pecho volví ha entrar en mi cuarto. Me puse el pijama y me preparé para irme a dormir. Mañana tendría clases pronto y no quería llegar tarde.
Abrí las cobijas de la cama, me tumbé y me tapé. Mis ojos se encontraban enganchados al techo, imaginando las posibilidades que podria tener si mis padres no se empeñasen en que fuera química. Seguramente haría un duo con Harry. Los hermanos Styles. Me reí de mi tonta imaginación. Me removí hasta hallar una buena postura y me dejé llevar en los brazos de morfeo.


No sabía lo que me esperaría la mañana siguiente...