Unpredictable | 5 Seconds of Summer

La rubia estaba dando unos últimos toques de brillo a sus labios. Al terminar se miró en el espejo. Estaba realmente preciosa. Llevaba un vestido de color verde agua, con unos tacones marrón claro y el pelo recogido en un moño que dejaba que algunos mechones rubios cayeran por los extremos de su rostro.
— ¡Ari! ¿Quieres darte prisa? – se escuchó la voz de su mejor amiga Angie desde el salón. Las dos habían quedado en casa de Ariadne para ir juntas a la fiesta de Hayley Evans.
— ¡Ya voy! – cogió un pequeño bolso color crema que se sujetaba con una delgada cadena, y bajó las escaleras lo más rápido que pudo. – Tienes muy poca paciencia, ¿sabes?
— Calla y tira. – replicó Angie abriendo la puerta y dejando que Ariadne pasara primero.
Las dos amigas caminaron hasta la casa de la cumpleañera, no conocían muy bien la dirección, pero la música estaba muy alta, así que se guiaron por la melodía de ‘Hard out here’ que sonaba en esos momentos. Enseguida vieron un cúmulo de gente en el jardín, saliendo y entrando en la casa y moviéndose al ritmo de la música. Pronto las dos chicas se encontraban abriéndose entre la multitud para localizar a Hayley. Después de pocos minutos la vieron hablando con una pareja, los cuales ya se iban, así que las dos chicas aprovecharon para ir a conversar un rato con ella.
— ¡Muchas felicidades Hayley! – exclamaron ambas chicas a la vez.
— ¡Vaya, pero si son Ari y Angie! Vais muy guapas, pero es mi fiesta, ¡no me robéis protagonismo eh! – exclamó Hayley para después soltar una sonora carcajada. Angie y Ari comprobaron al instante que se había pasado con las copas. - Si queréis, los canapés están al fondo. – la chica señaló hacia una parte del jardín prácticamente invisible, ya que la aglomeración no permitía ver absolutamente nada.


Michael, Ashton, Luke y Calum se disponían a caminar hacia la chica del cumpleaños para felicitarla cuando dos chicas que les resultaron muy familiares les barraron el paso.
— ¡Esa es Angie! – exclamó Luke emocionado.
— ¿Y la otra chica no es su mejor amiga Ariadne? – preguntó Calum.
— Así es. – asintió Luke aturdido por los dulces movimientos de Angie mientras hablaba con Hayley.
— ¿Nos acercamos y así de paso las saludamos también a ellas? – sugirió Ashton.
— N-no, c-creo que sea buena idea… - musitó Michael que se había puesto extremadamente pálido.
— Michael, ¿Estás bien? – preguntó Luke serio.
— Sí, es solo que creo que deberíamos esperar a que ellas acaben de hablar con Hayley, solo eso.
— ¡Claro! Y de paso nos esperamos a que termine la fiesta. – replicó Ashton irónico, que quería saludar a su ex cuanto antes y olvidarse del asunto. Los chicos, excepto Michael, comenzaron a caminar hacia las tres chicas.
— ¡Luke! – Angie abrazó a su mejor amigo y saludó a los demás, cosa que Ariadne también hizo.
— Felicidades Hayley. – la felicitaron los chicos.
— Gracias chicos, me voy a bailar un rato, hasta luego. – y la chica desapareció entre la multitud al cabo de pocos segundos.
— ¿Donde coño se ha metido Mike? – preguntó Calum.
Ari lo divisó unos metros más allá. El chico tenía su vista fijada en el suelo y parecía tener las mejillas sonrojadas.
— ¿No es ese? – preguntó la rubia.
— Ah, sí. – Luke fue a buscarlo – Oye tío, ¿Qué te pasa?
— Ven. – replicó Mike agarrándolo del brazo. Pronto estuvieron en una zona del jardín menos ajetreada y pudieron sentarse en la hierba.
— Ahora, dime, ¿Por qué actúas así? Estás muy raro…
— Me gusta una chica… - explicó Michael arrancando briznas de hierba.
— Eso no es sorpresa tío. Te gusta una chica diferente cada dos por tres… - dijo Luke en tono obvio.
— Lo sé, pero, esta vez es… diferente.
— ¿Diferente? – el rubio frunció el ceño.
— Sí, ella es tan delicada y tan… especial. No sé como describirlo, es como un angel, Luke. – explicó Michael haciendo gestos con sus manos para explicarlo mejor.
— ¿Quién es ella? – preguntó Luke empezando a captar lo que le sucedía a su amigo.
— Ariadne… - confesó Michael.
— ¿La mejor amiga de Angie? – preguntó Luke sorprendido – Vaya, no me lo esperaba… Está bien tío, te voy a ser sincero, creo que te estás enamorando.
— Yo también lo creo. Pero estoy seguro de que ella no siente lo mismo…
— ¿Por qué no?
— Mírame Luke, y mírala a ella. Ella es un como un ángel caído del cielo, y yo solo soy un adolescente de mierda. – habló Michael cabizbajo.
— Eh, tío. Por supuesto que no. Eres un chico genial, quizás algo irresponsable e idiota, pero en el fondo eres un gran chico. ¿Y sabes lo que creo? Si Ariadne llega a saber quién de verdad eres, se enamorará de ti, porque eres incréible. – habló Luke con la máxima sinceridad posible.
— Gracias Luke. Necesitaba oír eso.
— ¿Abrazo? – preguntó Luke poniendo cara de cachorrito.
— No tío, no hagas eso. No te pega nada. – rió Michael apartándose de Luke. Pero al final cedió y se dieron uno de esos “abrazos masculinos” que no llegan ni a los tres segundos.
Ambos volvieron con el resto, Michael parecía ya más calmado. Cuando vio que Ari lo miraba su corazón dio un vuelco. Entonces, la sonrisa de ésta fue su perdición. No se explicaba como una chica podía hacerlo sentir así. Decidió pensar en otras cosas y prestar atención al tema de conversación del que hablaban sus amigos, pero fue en vano, cada cinco segundos sus ojos se desviaban para mirar a la rubia. “¿Qué te pasa Clifford?” ¿A caso estaba enloqueciendo? No, se estaba enamorando.

Sigue: Ro.