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Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
hahaha aquí yo Anne reportando me perdona por no haber comentado ayer, des pues de leer tu mensaje me he quedado profundamente dormida pero hoy madrugué precisamente para leerla y debo decir que me ha encantado.
Besos
Gummy Bear.
Besos
Gummy Bear.
Gummy Bear
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
debes seguirla en cuanto puedas
pasé de pagina
pasé de pagina
Gummy Bear
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Pobre Niall, en serio, que idiota la otra gosh.
Síguela pronto x.
Síguela pronto x.
{@idrunkniall.}
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
SAFDGHAF Para vos también :D jaja Pillines ellos? nah. Carla es de lo peor, sí jajaj. Grracias por todo!!marytomlinson escribió:HFJKLSÑGH siempre empiezo los comentarios de la misma forma pero es que los capitulos son tan {fskhgh. Marina me da mucha ternura con Niall! ojala se de cuenta pronto de como son las cosas! lIAM Y LOURDES ÑSHK ay dios, esos dos pillines se traen algo entre manos. Carla diujjjj mala persona. Mariana y Harry tal para cual jajajajaja. AME ESTE CAPITULO QUIERO VERR COMO CONTINUA PLEASE
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
IT IS REAL. IT'S FUCKING REAL. Jjajaja no podés meterte en la nove, lástima. Pobre Marina deLuuPayne escribió:
CANT BE REAL
CANT FUCKING BE REAL
TENGO UNAS GANAS DE METERME EN LA NOVEL AY GRITAR ZOOOORRRRRRAAAA
lets move on, marina, de verdad? de verdad? no te la puedo realmente marina no es mas pelotuda porque el dia no tiene mas horas, USEA COMO PUDO ME IMAGINO AL POBRE RUBIO ay no me puso mal pobrecitooo :( a todo esto, jaaja se ve qeu al escritora es gran defensora de zayn, ZAYN TE PASA POR MUJERIEGO NADIE TE QUIERE OJALA TE RE CALMES
voto por un pijama party donde tengamos la posibilidad de ver *a traves de la novela* a zayn en cuero asldñkf boe,lo odio igual. thats it, marina imbecil, y carla forra, yo no se cual de las dos es peor, aguante mariana que se pone a bailar en la puerta nose
éjenla en paz. No ven que está cegada porq cree amar a Louis?? Zayn es lo más jkaja pobrecito... A pesar de que hayas insultado a todos los personajes, gracias(?
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
VINISTE! gracias! jaja pobre Niall, le rompen el corazón..giocardenasa escribió:GOSH POBRE DE MI RUBIOOO ))))): date cuentaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Jjajaja vos? Amar a Harry? Nah, yo creí que eras Styles porque querías ser su hermana(? Jjaa Niall va a quedar en la friendzone por tiempo indefinido... Veremos.StylesMyKryptonite escribió:"No se si me entiende, pero el auto está ocupado" LE DECLARO MI AMOR A HARRY (como si ni lo supieras, lol)
Pobre Niall, no me lo friendzonees así! Me duele su sufrimiento, sos mala Marina
PD: alguien le cortó el rostro a Zayn y debería sentirse orgullosa, jum *guiño*
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Jjaa no hace falta pedir perdón, soy yo la que te agradece! Muchas gracias por todo!Gummy Bear escribió:hahaha aquí yo Anne reportando me perdona por no haber comentado ayer, des pues de leer tu mensaje me he quedado profundamente dormida pero hoy madrugué precisamente para leerla y debo decir que me ha encantado.
Besos
Gummy Bear.
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Jaja concuerdo. La sigo de inmediato!{@idrunkniall.} escribió:Pobre Niall, en serio, que idiota la otra gosh.
Síguela pronto x.
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Teng un par de cosas para decir:
-Marina estaba en pedo, el ponche no era ponche, Niall la drogó para darle el beso, pero le salio mal jajaja. NIALL ES LO MÁS Y PEGUENLE A MARINA!!
-Yo estaba segurísima de que Carla iba a ser la reina del baile y la iba a desplazar a Mariana y Harry la iba a consolar.
-Carla puta, en el auto, y encima lo sabian todos.
-Marina estaba en pedo, el ponche no era ponche, Niall la drogó para darle el beso, pero le salio mal jajaja. NIALL ES LO MÁS Y PEGUENLE A MARINA!!
-Yo estaba segurísima de que Carla iba a ser la reina del baile y la iba a desplazar a Mariana y Harry la iba a consolar.
-Carla puta, en el auto, y encima lo sabian todos.
carludenise
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
COMO OSAS DECIR QUE NIALL HIZO ALGO MALO, EN QUÉ CABEZA CABE? Marina sabía bien lo que estaba tomando, y puede que estuviera un poco en pedo, pero lo SABÍA. jajaj. Aguante Mariana, Carla nunca le va a poder sacar la corona. Jajaja Carla se los hizo a todos saber porq es una presumida, le gusta presumir sus chongos como a otra Carla que conozco... Bueno. Ahora sí, puedo subir en paz. Graciascarludenise escribió:Teng un par de cosas para decir:
-Marina estaba en pedo, el ponche no era ponche, Niall la drogó para darle el beso, pero le salio mal jajaja. NIALL ES LO MÁS Y PEGUENLE A MARINA!!
-Yo estaba segurísima de que Carla iba a ser la reina del baile y la iba a desplazar a Mariana y Harry la iba a consolar.
-Carla puta, en el auto, y encima lo sabian todos.
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Capítulo 9.
Liam, que había sobrellevado la fiesta con total entereza, estaba ahora devastado. Pasamos el fin de semana consolándolo, evitando tocar el tema Carla. Todavía dolía. Lo que había hecho no era nada increíble, pero eso no lo hacía más correcto. Era espantoso para mí, para una persona que sueña con un amor ideal, en sólo entregarse a alguien por amor. También para Liam, quien tenía una concepción parecida de la vida, siendo él un romántico incurable.
A Lourdes no le importaba el hecho en sí. “Todos son la misma mierda, no se puede esperar nada de ellos” decía. Sólo le dolía que nosotros nos halláramos lastimados.
Procuré no decir nada sobre mi situación con Niall, se lo había prometido. Eso era una de las cosas que más me dolía. ¿Por qué no me puede gustar el chico lindo, bueno, comprensivo y correspondido? ¿Por qué me tiene que gustar ese tonto desde que tengo memoria? ¿Cuándo había comenzado esa obsesión? ¿Por qué no le pongo fin a ello?
Es simple. Mi corazón aún guarda esperanzas en ese chico que había sido mi amigo en jardín de infantes, ese que seguía siendo el mismo sólo en el campo de juego, ese que charla conmigo, bromea conmigo durante los entrenamientos del equipo. A ese chico, la idiota que soy lo considera mi alma gemela. Ese chico, si es que existe, tal vez podría corresponderme. Podría ser bueno, lindo, etcétera.
Niall me llenaba el celular de mensajes. No decían nada sobre la noche del viernes, es más, trataba de sonar lo más casual y relajado posible. De verdad quería seguir siendo mi amigo, aunque dudo merecerlo. Charlamos como si nada, como si hubiéramos borrado ese momento de nuestras memorias para siempre.
Volver a ver a todos el lunes significó un gran desafío. Volver a clases después de una fiesta siempre se siente tan… anormal, fuera de lugar. Es como tener una doble vida, una doble personalidad.
Las clases parecían más aburridas que de costumbre, pero Niall me alegraba con sus bromas, siempre a mi lado. No había un solo indicio de tristeza en su mirada, ni un poco de falsedad en su sonrisa. Seguía siendo auténtico, el Niall original. Tal vez era peor así. No es que quisiera verlo sufrir por mí, nada de eso. Sólo me hacía sentir mal el hecho de que sea tan desinteresadamente amable, que sólo quisiera mi felicidad. Tal vez sólo estaba exagerando las cosas, al fin y al cabo, solamente me había intentado besar, no me había declarado su amor ni me había pedido matrimonio. Eso era. Sólo había sido un malentendido.
Por el momento, me contenté con eso. Al principio, me sentía la persona más egoísta, haciéndolo sufrir en busca de mi felicidad. Ahora, había aceptado otro punto de vista.
—Tienen que superarlo, no pueden ser tan estúpidos. — me decía Lu, sin saber lo que pasaba por mi mente. Tenía razón, había que olvidarlo todo y seguir, hacer nuestra vida normal. Nada productivo saldría de nuestra angustia.
El martes, volví a la escuela con mi actitud de siempre. Liam también parecía haber tomado una resolución, aunque un poco diferente: decía que debía luchar por Carla, porque de verdad la amaba. ¿Cómo podía amar a alguien con quien nunca había hablado? Hombres… Pero, ¿debía yo luchar por Louis?
No. Sólo lo dejaría fluir. Uno hace su destino, es verdad, pero siempre hay algún plan mayor en el cual no se puede interferir. Louis y yo… simplemente no va a pasar, no está destinado, jamás lo estuvo.
Evité, sin embargo, volver a pensar en eso. Al haber tenido un baile durante el fin de semana, el equipo disputaría el partido de la fecha entresemana. El miércoles, para ser más exactos. Eso era, al día siguiente. No había tiempo que perder en estupideces, no si cambiaba mi objetivo. ¿Quién querría un novio cuando se puede ser campeones del torneo? ¿Para qué amar, si se pueden hacer goles? Sustituyendo una pasión por otra, mi mente descansaba.
Esa tarde, durante el entrenamiento, aprendí a ver a Louis y a Carla como compañeros, aliados, si se quiere. Reprimí mis sentimientos dentro de mi corazón, dejando que el fútbol ocupara una porción más grande.
Louis me hablaba mientras jugábamos, como de costumbre. Ya casi no me trataba mal, ni siquiera fuera del ambiente futbolístico. Eso era un gran avance para mí. Aún maltrataba a Liam, tal vez más de lo normal, dada su competencia por el amor de Carla. No era un avance en ese sentido.
Supuse que Niall iba a querer separarme de Louis, de alguna manera. Me equivoqué, pues ni siquiera tenía que hacerlo. Se habían puesto en el mismo grupo, ignorando las órdenes del entrenador. No le importó demasiado a Jones. Todos sabían que ahora eran una pareja, nadie quería interponérseles.
El miércoles llegó rápidamente, y las clases volaron. Nos salteamos algunas, debíamos precalentar. Nuestros contrincantes no eran nada fáciles, intentaríamos hacer lo posible en ganar o, a lo sumo, empatar. En el vestuario, una vez que todos nos hubimos vestido y me dejaron ingresar (las desventajas de ser la única mujer en el equipo regular), Jones nos dio una entusiástica arenga. Éramos Mullingar, debíamos conseguir lo que era nuestro, nos lo merecíamos, había que dejar todo… Lo típico.
El aire tenía ese olorcito a humedad que delataba un cercano chaparrón. Estábamos preparados, con los tapones bien colocados en los botines. La camiseta dentro de los pantalones, como me gustaba. La nueve. La adrenalina se arremolinaba en mis venas, a medida que la ansiedad crecía. Esto era lo que siempre había soñado, no había nada más.
Salimos a la cancha. Las tribunas estaban llenas. Muchos se habían quedado después de clase para vernos. Divisé a Lourdes, sentada demasiado cerca de Carla para ser real. Mariana y Harry las separaban como una barrera humana. Ellos dos charlaban animadamente y saludaron con ganas a Louis, quien le tiró un beso a su enamorada desde su puesto en la formación inicial. Lourdes vio lo que yo estaba viendo y se puso los dedos en la boca abierta, simulando provocarse el vómito. Creí ver que la rubia a su lado reía y comentaba su chiste.
Niall, como siempre, corrió a mi lado para chocar los cinco, cábala que manteníamos cada partido. Es un buen amigo, pase lo que pase puedo confiar en él. Volvimos a nuestros puestos, llenos de energía, sonrientes.
El árbitro dio el pitido inicial y comenzó el partido. La velocidad me devolvía la vida, la pelota era lo único que importaba. La marca del otro equipo ejercía mucha presión sobre nosotros. Apenas podíamos llegar al área, mas nuestros intentos siempre se veían frustrados. No tardaron mucho en hacer el primer gol, y el segundo llegó al final del primer tiempo. Estábamos jugando muy bien, pero ellos nos superaban, nos acorralaban. Nuestros esfuerzos aún no alcanzaban, sin embargo, la gente no se hallaba en silencio, seguía alentándonos.
Salimos del campo al entretiempo con una leve sensación de descontento. Nosotros podíamos más. Sólo teníamos que correr más rápido, presionar más fuerte, sudar más, sufrir más. El capitán del equipo, Louis, puso lo que se hallaba en nuestros corazones en palabras, dándonos ánimos para lograrlo. Odia perder. Yo también lo odio, más aún si era allí, en nuestra casa, con nuestro pueblo.
Formamos para el segundo tiempo los mismos 11 que habíamos sido en el primero, mas nuestra mentalidad era diferente. Antes estábamos dispuestos a divertirnos, ahora estábamos sedientos de triunfo, preparados para atacar. La dificultad del partido no había mutado, pero empezamos con el pie derecho. De una jugada que Niall había comenzado en el mediocampo surgió un pase que me abrió el camino para correr sobre la banda izquierda, descargando un brillante centro para Louis, quien se encontraba solo, enfrentado a un defensor y a tres metros del arco. Al recibir mi pase, gambeteó con astucia al 2 contrario, que se quedó parado sin saber qué hacer, y luego hizo lo mismo con el arquero. El gol estaba ya hecho. Tomlinson empujó la bola para que cruzara esa línea blanca y nuestro público estalló en vítores. Él corrió hacia la tribuna, hizo un corazón con la mano y se arrodilló, señalando a su amada Carla. Ella sonrió con ganas. Los ignoré.
El partido se complicó un poco más, pero a los 20 minutos Liam logró hacerse con la pelota en la mitad de la cancha, y, mediante una brillante jugada individual, eludió a todo aquel que se le puso en el camino con la habilidad de un profesional. Cuando quedó frente a frente con quien tenía la casaca uno, con la decisión en su mirada, le pegó con efecto, a lo Messi, e hizo la pelota flotar como un globo por sobre el portero para depositarse suavemente al fondo, contra la red.
Payne corrió a festejar, riendo enloquecido, con su gente. Se tocó el pecho y señaló a un punto entre la multitud. Carla, poco sorprendida, sonrió maliciosa, despreciándolo.
— ¡Para vos, Mariana, linda!— gritó, golpeándose el torso, donde el corazón se encuentra. La rubia se puso de pie e hizo una reverencia, agarrándose la pollera como si fuese un vestido de gala, muy coqueta. Harry aplaudía y fingía alabar a Miss Popularity. La gente reía y aplaudía, desconcertada por el giro que se había dado en la novela de la que ellos creían ya conocer el guión. A pesar de que había comenzado a llover con fuerza, la morocha de rulos parecía envuelta por las llamas verdes de la envidia.
Pude ver que Mariana y Lourdes se miraron y sonrieron, satisfechas. Pareció que chocaban los cinco. Había allí algo de lo que me había perdido.
Si el partido parecía complicado hasta el momento, el tiempo restante pareció una guerra. Las patadas volaban de aquí para allá, ambos bandos contábamos con más de un amonestado. Ninguna acción había merecido una tarjeta roja, afortunadamente. Eso hubiera sido nuestra perdición.
Durante los últimos 25 minutos, Jones había hecho los cambios más arriesgados, considerando que ya habíamos obtenido el empate de forma parcial. Sacó a Zayn, nuestro 6, e hizo que entrara otro delantero. Hizo las modificaciones necesarias para reforzar nuestra agotada defensa. A pesar que los del frente la teníamos más difícil, éramos necesarios. Por el contrario, el equipo anterior deshizo su formación 3-4-3 para transformarse en un cerrado 5-3-2 (Ingresando dos defensores, saliendo un defensor y una mediocampista).
Al terminar el tiempo reglamentario, el referí adicionó 3 minutos más. La presión de nuestros rivales se hizo más fuerte. Faltando un minuto y medio, uno de ellos disparó hacia nuestra portería, mas la habilidad de nuestro arquero nos salvó. Allí, Niall se armó de valor y avanzó hasta mitad de cancha, dándole la bola a Louis, quien me la intentó pasar. Alguien me derribó de un codazo antes de que la bola llegara a mi ubicación. Tiro libre. Treinta segundos quedaban, no más. Todos fueron a formarse en línea para cabecear, dejándome sola para tirar el centro. Sería imposible. Los contrarios atosigaban a nuestro grupo, sin que el árbitro viera nada. Calculé las distancias. Veinte metros. Sólo si pateaba así… tal vez…
Los segundos pasaban y el referí pitó, dándome la orden. Pateé al arco con todas mis fuerzas, con poca convicción, con todas las ganas. La barrera, un poco a la izquierda, saltó y observó cómo la redonda los sobrevolaba. La vi curvarse como había planeado, escurriéndose entre el portero y el ángulo superior derecho. Gol. ¡GOL!
Corrí a encontrarme con mis compañeros, riendo. La gente coreó preguntó quién era, luego coreó mi nombre. Corrí. Louis se me cruzó en el camino, con los brazos abiertos. Lo esquivé como si fuera el enemigo. Corrí más, buscándolo, y me tiré encima de mi ángel rubio, quién me recibió y me revoleó por los aires. Sonó el silbato, terminó el partido. Terminó una etapa.
Liam, que había sobrellevado la fiesta con total entereza, estaba ahora devastado. Pasamos el fin de semana consolándolo, evitando tocar el tema Carla. Todavía dolía. Lo que había hecho no era nada increíble, pero eso no lo hacía más correcto. Era espantoso para mí, para una persona que sueña con un amor ideal, en sólo entregarse a alguien por amor. También para Liam, quien tenía una concepción parecida de la vida, siendo él un romántico incurable.
A Lourdes no le importaba el hecho en sí. “Todos son la misma mierda, no se puede esperar nada de ellos” decía. Sólo le dolía que nosotros nos halláramos lastimados.
Procuré no decir nada sobre mi situación con Niall, se lo había prometido. Eso era una de las cosas que más me dolía. ¿Por qué no me puede gustar el chico lindo, bueno, comprensivo y correspondido? ¿Por qué me tiene que gustar ese tonto desde que tengo memoria? ¿Cuándo había comenzado esa obsesión? ¿Por qué no le pongo fin a ello?
Es simple. Mi corazón aún guarda esperanzas en ese chico que había sido mi amigo en jardín de infantes, ese que seguía siendo el mismo sólo en el campo de juego, ese que charla conmigo, bromea conmigo durante los entrenamientos del equipo. A ese chico, la idiota que soy lo considera mi alma gemela. Ese chico, si es que existe, tal vez podría corresponderme. Podría ser bueno, lindo, etcétera.
Niall me llenaba el celular de mensajes. No decían nada sobre la noche del viernes, es más, trataba de sonar lo más casual y relajado posible. De verdad quería seguir siendo mi amigo, aunque dudo merecerlo. Charlamos como si nada, como si hubiéramos borrado ese momento de nuestras memorias para siempre.
Volver a ver a todos el lunes significó un gran desafío. Volver a clases después de una fiesta siempre se siente tan… anormal, fuera de lugar. Es como tener una doble vida, una doble personalidad.
Las clases parecían más aburridas que de costumbre, pero Niall me alegraba con sus bromas, siempre a mi lado. No había un solo indicio de tristeza en su mirada, ni un poco de falsedad en su sonrisa. Seguía siendo auténtico, el Niall original. Tal vez era peor así. No es que quisiera verlo sufrir por mí, nada de eso. Sólo me hacía sentir mal el hecho de que sea tan desinteresadamente amable, que sólo quisiera mi felicidad. Tal vez sólo estaba exagerando las cosas, al fin y al cabo, solamente me había intentado besar, no me había declarado su amor ni me había pedido matrimonio. Eso era. Sólo había sido un malentendido.
Por el momento, me contenté con eso. Al principio, me sentía la persona más egoísta, haciéndolo sufrir en busca de mi felicidad. Ahora, había aceptado otro punto de vista.
—Tienen que superarlo, no pueden ser tan estúpidos. — me decía Lu, sin saber lo que pasaba por mi mente. Tenía razón, había que olvidarlo todo y seguir, hacer nuestra vida normal. Nada productivo saldría de nuestra angustia.
El martes, volví a la escuela con mi actitud de siempre. Liam también parecía haber tomado una resolución, aunque un poco diferente: decía que debía luchar por Carla, porque de verdad la amaba. ¿Cómo podía amar a alguien con quien nunca había hablado? Hombres… Pero, ¿debía yo luchar por Louis?
No. Sólo lo dejaría fluir. Uno hace su destino, es verdad, pero siempre hay algún plan mayor en el cual no se puede interferir. Louis y yo… simplemente no va a pasar, no está destinado, jamás lo estuvo.
Evité, sin embargo, volver a pensar en eso. Al haber tenido un baile durante el fin de semana, el equipo disputaría el partido de la fecha entresemana. El miércoles, para ser más exactos. Eso era, al día siguiente. No había tiempo que perder en estupideces, no si cambiaba mi objetivo. ¿Quién querría un novio cuando se puede ser campeones del torneo? ¿Para qué amar, si se pueden hacer goles? Sustituyendo una pasión por otra, mi mente descansaba.
Esa tarde, durante el entrenamiento, aprendí a ver a Louis y a Carla como compañeros, aliados, si se quiere. Reprimí mis sentimientos dentro de mi corazón, dejando que el fútbol ocupara una porción más grande.
Louis me hablaba mientras jugábamos, como de costumbre. Ya casi no me trataba mal, ni siquiera fuera del ambiente futbolístico. Eso era un gran avance para mí. Aún maltrataba a Liam, tal vez más de lo normal, dada su competencia por el amor de Carla. No era un avance en ese sentido.
Supuse que Niall iba a querer separarme de Louis, de alguna manera. Me equivoqué, pues ni siquiera tenía que hacerlo. Se habían puesto en el mismo grupo, ignorando las órdenes del entrenador. No le importó demasiado a Jones. Todos sabían que ahora eran una pareja, nadie quería interponérseles.
El miércoles llegó rápidamente, y las clases volaron. Nos salteamos algunas, debíamos precalentar. Nuestros contrincantes no eran nada fáciles, intentaríamos hacer lo posible en ganar o, a lo sumo, empatar. En el vestuario, una vez que todos nos hubimos vestido y me dejaron ingresar (las desventajas de ser la única mujer en el equipo regular), Jones nos dio una entusiástica arenga. Éramos Mullingar, debíamos conseguir lo que era nuestro, nos lo merecíamos, había que dejar todo… Lo típico.
El aire tenía ese olorcito a humedad que delataba un cercano chaparrón. Estábamos preparados, con los tapones bien colocados en los botines. La camiseta dentro de los pantalones, como me gustaba. La nueve. La adrenalina se arremolinaba en mis venas, a medida que la ansiedad crecía. Esto era lo que siempre había soñado, no había nada más.
Salimos a la cancha. Las tribunas estaban llenas. Muchos se habían quedado después de clase para vernos. Divisé a Lourdes, sentada demasiado cerca de Carla para ser real. Mariana y Harry las separaban como una barrera humana. Ellos dos charlaban animadamente y saludaron con ganas a Louis, quien le tiró un beso a su enamorada desde su puesto en la formación inicial. Lourdes vio lo que yo estaba viendo y se puso los dedos en la boca abierta, simulando provocarse el vómito. Creí ver que la rubia a su lado reía y comentaba su chiste.
Niall, como siempre, corrió a mi lado para chocar los cinco, cábala que manteníamos cada partido. Es un buen amigo, pase lo que pase puedo confiar en él. Volvimos a nuestros puestos, llenos de energía, sonrientes.
El árbitro dio el pitido inicial y comenzó el partido. La velocidad me devolvía la vida, la pelota era lo único que importaba. La marca del otro equipo ejercía mucha presión sobre nosotros. Apenas podíamos llegar al área, mas nuestros intentos siempre se veían frustrados. No tardaron mucho en hacer el primer gol, y el segundo llegó al final del primer tiempo. Estábamos jugando muy bien, pero ellos nos superaban, nos acorralaban. Nuestros esfuerzos aún no alcanzaban, sin embargo, la gente no se hallaba en silencio, seguía alentándonos.
Salimos del campo al entretiempo con una leve sensación de descontento. Nosotros podíamos más. Sólo teníamos que correr más rápido, presionar más fuerte, sudar más, sufrir más. El capitán del equipo, Louis, puso lo que se hallaba en nuestros corazones en palabras, dándonos ánimos para lograrlo. Odia perder. Yo también lo odio, más aún si era allí, en nuestra casa, con nuestro pueblo.
Formamos para el segundo tiempo los mismos 11 que habíamos sido en el primero, mas nuestra mentalidad era diferente. Antes estábamos dispuestos a divertirnos, ahora estábamos sedientos de triunfo, preparados para atacar. La dificultad del partido no había mutado, pero empezamos con el pie derecho. De una jugada que Niall había comenzado en el mediocampo surgió un pase que me abrió el camino para correr sobre la banda izquierda, descargando un brillante centro para Louis, quien se encontraba solo, enfrentado a un defensor y a tres metros del arco. Al recibir mi pase, gambeteó con astucia al 2 contrario, que se quedó parado sin saber qué hacer, y luego hizo lo mismo con el arquero. El gol estaba ya hecho. Tomlinson empujó la bola para que cruzara esa línea blanca y nuestro público estalló en vítores. Él corrió hacia la tribuna, hizo un corazón con la mano y se arrodilló, señalando a su amada Carla. Ella sonrió con ganas. Los ignoré.
El partido se complicó un poco más, pero a los 20 minutos Liam logró hacerse con la pelota en la mitad de la cancha, y, mediante una brillante jugada individual, eludió a todo aquel que se le puso en el camino con la habilidad de un profesional. Cuando quedó frente a frente con quien tenía la casaca uno, con la decisión en su mirada, le pegó con efecto, a lo Messi, e hizo la pelota flotar como un globo por sobre el portero para depositarse suavemente al fondo, contra la red.
Payne corrió a festejar, riendo enloquecido, con su gente. Se tocó el pecho y señaló a un punto entre la multitud. Carla, poco sorprendida, sonrió maliciosa, despreciándolo.
— ¡Para vos, Mariana, linda!— gritó, golpeándose el torso, donde el corazón se encuentra. La rubia se puso de pie e hizo una reverencia, agarrándose la pollera como si fuese un vestido de gala, muy coqueta. Harry aplaudía y fingía alabar a Miss Popularity. La gente reía y aplaudía, desconcertada por el giro que se había dado en la novela de la que ellos creían ya conocer el guión. A pesar de que había comenzado a llover con fuerza, la morocha de rulos parecía envuelta por las llamas verdes de la envidia.
Pude ver que Mariana y Lourdes se miraron y sonrieron, satisfechas. Pareció que chocaban los cinco. Había allí algo de lo que me había perdido.
Si el partido parecía complicado hasta el momento, el tiempo restante pareció una guerra. Las patadas volaban de aquí para allá, ambos bandos contábamos con más de un amonestado. Ninguna acción había merecido una tarjeta roja, afortunadamente. Eso hubiera sido nuestra perdición.
Durante los últimos 25 minutos, Jones había hecho los cambios más arriesgados, considerando que ya habíamos obtenido el empate de forma parcial. Sacó a Zayn, nuestro 6, e hizo que entrara otro delantero. Hizo las modificaciones necesarias para reforzar nuestra agotada defensa. A pesar que los del frente la teníamos más difícil, éramos necesarios. Por el contrario, el equipo anterior deshizo su formación 3-4-3 para transformarse en un cerrado 5-3-2 (Ingresando dos defensores, saliendo un defensor y una mediocampista).
Al terminar el tiempo reglamentario, el referí adicionó 3 minutos más. La presión de nuestros rivales se hizo más fuerte. Faltando un minuto y medio, uno de ellos disparó hacia nuestra portería, mas la habilidad de nuestro arquero nos salvó. Allí, Niall se armó de valor y avanzó hasta mitad de cancha, dándole la bola a Louis, quien me la intentó pasar. Alguien me derribó de un codazo antes de que la bola llegara a mi ubicación. Tiro libre. Treinta segundos quedaban, no más. Todos fueron a formarse en línea para cabecear, dejándome sola para tirar el centro. Sería imposible. Los contrarios atosigaban a nuestro grupo, sin que el árbitro viera nada. Calculé las distancias. Veinte metros. Sólo si pateaba así… tal vez…
Los segundos pasaban y el referí pitó, dándome la orden. Pateé al arco con todas mis fuerzas, con poca convicción, con todas las ganas. La barrera, un poco a la izquierda, saltó y observó cómo la redonda los sobrevolaba. La vi curvarse como había planeado, escurriéndose entre el portero y el ángulo superior derecho. Gol. ¡GOL!
Corrí a encontrarme con mis compañeros, riendo. La gente coreó preguntó quién era, luego coreó mi nombre. Corrí. Louis se me cruzó en el camino, con los brazos abiertos. Lo esquivé como si fuera el enemigo. Corrí más, buscándolo, y me tiré encima de mi ángel rubio, quién me recibió y me revoleó por los aires. Sonó el silbato, terminó el partido. Terminó una etapa.
Última edición por FearlessStayer el Sáb 01 Mar 2014, 8:59 pm, editado 3 veces
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
FearlessStayer escribió:COMO OSAS DECIR QUE NIALL HIZO ALGO MALO, EN QUÉ CABEZA CABE? Marina sabía bien lo que estaba tomando, y puede que estuviera un poco en pedo, pero lo SABÍA. jajaj. Aguante Mariana, Carla nunca le va a poder sacar la corona. Jajaja Carla se los hizo a todos saber porq es una presumida, le gusta presumir sus chongos como a otra Carla que conozco... Bueno. Ahora sí, puedo subir en paz. Graciascarludenise escribió:Teng un par de cosas para decir:
-Marina estaba en pedo, el ponche no era ponche, Niall la drogó para darle el beso, pero le salio mal jajaja. NIALL ES LO MÁS Y PEGUENLE A MARINA!!
-Yo estaba segurísima de que Carla iba a ser la reina del baile y la iba a desplazar a Mariana y Harry la iba a consolar.
-Carla puta, en el auto, y encima lo sabian todos.
Debería sentirme tocada ?? jajajaj
carludenise
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Carla ladrona de parejas de entrenamiento de fultol ¬¬
Se está formando una nueva amistad entre Lourdes y Mariana, ya era hora! Y awwwwww, me muero, Mariana es una princesa. Me encantó que Liam le haya dedicado el gol y como reaccionó ella jajaja. Y un aplauso a Marina por haber esquivado a Louis y corrido a los brazos de Niall :P
Se está formando una nueva amistad entre Lourdes y Mariana, ya era hora! Y awwwwww, me muero, Mariana es una princesa. Me encantó que Liam le haya dedicado el gol y como reaccionó ella jajaja. Y un aplauso a Marina por haber esquivado a Louis y corrido a los brazos de Niall :P
carludenise
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Mariana definitivamente es una princesa como dijo la chica del comentario de arriba. Ame lfkjñs como siempre el capitulo. Marina actuo super bien con su rubiooooooo. No tengo palabras que puedan expresar lo que amo esta novela. Adiosito :)
marytomlinson
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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