LA LUZ DE TU MIRADA [Larry Stylinson] Capítulo 17 Publicado.

 

Los días pasan demasiado rápido cuando buscas cumplir un cometido y simplemente no lo logras, sientes que llevas una completa eternidad en ello y es frustrante.

Llevaba una semana haciendo todo tipo de cosas para llamar la atención de Harry; reía exageradamente cuando él pasaba para que volteara a mirarlo aunque fuera como si estuviera loco y a veces intentaba cruzarse por su camino, pero todo aquello era completamente inútil.

¿Tanto le odiaba? ¿Tan poco le interesaba?

Soltó un gemido cargado de frustración dejándose caer un poco más en la silla donde se encontraba aquella mañana.

 

-          Pareces muerto en vida – dijo Zayn mientras lo miraba divertido.

-          Calla – se quejó.

-          ¿Cuál es tu plan hoy? Es muy interesante verte hacer cosas que jamás harías sólo para que Harry Styles te mire.

 

Zayn se carcajeó sonoramente logrando que los pocos alumnos que ya habían llegado lo miraran completamente extrañados.

 

-          ¿Qué? Preguntó el de ojos azules.

-          Es… es sólo que recordé lo que sucedió en la alberca – dijo con dificultad por la risa.

 

Louis sintió como si su cuerpo de repente fuera envuelto por una frazada de vegüenza. Recordaba claramente ese episodio y no era porque tenía poco tiempo de haber sucedido, sino que por lo estúpido que había sido, era claro que jamás lo iba a olvidar. Había corrido y se había lanzado a la alberca al ver como Harry se sumergía y después de un rato no había salido, por su mente sólo había cruzado la idea de que tal vez se estuviera ahogando, pero cuando lo sostuvo para nadar con él a la superficie, notó como el rizado no había entendido como era que había llegado hasta ahí y después de unos segundos había tomado aire para volverse a hundir sin siquiera tomarlo en cuenta. No se había estado ahogando, se había sumergido por simple gusto.

 

-          No es gracioso – se quejó.

-          ¡Claro que lo es! – se defendió Zayn – pero dime, ¿qué harás hoy?

 

Pensó un momento y realmente analizó la pregunta que su amigo le estaba haciendo. Estaba decidido, pero también podía entender cuando algo era completamente imposible así que si ese día no lo lograba, simplemente dejaría las cosas como estaban.

 

-          Me sentaré a su lado – dijo de repente tomando sus cosas – o dejaré caer una libreta mía a su lado para después poder acercarme a preguntarle si la vió.

-          ¿Quieres mi concejo amigo? – preguntó Zayn viéndolo desde su asiento ya que Louis ya se había puesto de pie.

 

Louis asintió levemente con cara de frustración.

 

-          No te tires al agua – dijo Zayn divertido.

-          ¡Maldición! – se quejó el de ojos azules – no es exactamente un buen día para bromas Zayn. Estoy desesperado.

-          Bien – dijo parando de reír – la idea de la libreta me parece la más correcta puesto que así le hablarías de todas maneras. Si te sientas a su lado puede que te quedes mudo y no llegues a nada.

 

Analizó por un momento las palabras de su mejor amigo y después de asentir levemente se sentó a su lado nuevamente.

 

-          Todo saldrá bien – le alentó seriamente por primera vez – no es por ser negativo, pero con tus actitudes créeme que tampoco te miraría de no ser tu mejor amigo. Entiende al chico.

-          Lo sé – le dolió más admitir aquello de lo que se habría imaginado.

 

La clase dio inicio de una forma común… la misma mierda en días distintos. La maestra había soltado un par de indirectas hacia Louis como hacía frecuentemente al notar que el chico no había hecho sus deberes.

Siempre había pensado que la escuela era como una enorme prisión donde en lugar de hacer trabajos físicos obligados, les hacían aprender cosas que tal vez en un futuro no les serviría de nada.

Cuando menos se lo esperó, la clase terminó. Tomó las pocas cosas que lo acompañaban rápidamente y al pasar a un lado del chico, dejó caer la libreta de acuerdo a los planes casi descaradamente para que Harry no tuviera excusa de no verla.

Sentía su corazón latir a toda velocidad cuando salió de aquel lugar, como si hubiera hecho algo ilegal o simplemente alguna acción de una colegiala enamorada, pero no tenía demasiadas opciones si quería acercarse, ¿o sí? Payne siempre estaba cubriéndole las espaldas al rizado y aquello sería demasiado complicado hacerlo de una manera casual como llegar y decirle “Hey, me llamo Louis”

Caminó por los pasillos a toda velocidad, ignorando a Eleanor quien había tenido intenciones de acercarse a él para saludarlo con esa sonrisa hipócrita que la caracterizaba. Llevaba todo ese tiempo sin llevársela a la cama, de hecho… no había llevado a nadie a la cama y eso para él era muy nuevo.

Al llegar a las afueras de las instalaciones de la escuela, se dejó caer en una de las bancas más alejadas y vacías con los nervios a flor de piel hasta que escuchó una sonora carcajada interrumpiendo todo ese mar de emociones.

 

-          ¡Dios! – soltó Zayn entre risas – eso fue lo más obvio que he visto en mi vida – rió un poco más – debiste dejarla caer con delicadeza, casi se la avientas en la cara al chico.

-          ¿Me has estado siguiendo todo este tiempo? – alcanzó a preguntar con fastidio.

-          Si – aseguró sentándose a su lado – para eso están los amigos.

 

Louis sonrió levemente sintiéndose un tanto afortunado por contar con el apoyo de Zayn. Él siempre estaba a su lado hasta cuando todo se tornaba un poco insoportable hasta en los asuntos de su hogar. Sólo él sabía de esa soledad que lo consumía por dentro día a día, porque a pesar de que sabía que su madre lo amaba, jamás estaba. No asistía a las juntas escolares y no se podía decir que estaba para sentarse a la mesa a cenar con él y sus pequeñas hermanas.

Admiraba a Jay por saberlos sacar adelante sola aunque pasara horas trabajando en el buffet de abogados.

Relajó su cuerpo después de un rato con las burlas y bromas de su mejor amigo y dejó pasar el día de una forma completamente natural hasta que por fin dio la hora en la que tenía que buscar a Harry. Paseó la mirada entre el mar de estudiantes empezando a desesperarse por no encontrarlo y cuando empezaba a rendirse, miró un poco retirado de donde él se encontraba aquella cabellera rizada y lo mejor de todo… iba solo.

Empujó a unos cuantos en su carrera desesperada y cuando por fin llegó hasta Harry, sintió que el corazón se le saldría y todo empeoró cuando sintió un hormigueo en las manos antes de extenderlas para tocar su brazo y captar su atención.

 

-          Hey – trató de no sonar nervioso.

 

Notó que el de ojos verdes se tensaba un poco para después relajarse de golpe.

 

-          ¿sí? – preguntó sin voltear.

 

Louis frunció el entrecejo… aquello debía de ser una maldita broma.

 

-          Quería preguntarte – empezó a dar unos pasos hasta quedar de pie frente al rizado quien se limitaba a mirar el suelo, escuchándolo con atención – si habías visto mi libreta. Salí de clases y creo que la perdí, le he preguntado a todos y… bueno, sólo faltabas tu.

 

En esa ocasión no fue Louis, sino Harry quien frunció el entrecejo.

 

-          ¿Es una broma? – preguntó el de ojos verdes incrédulo.

 

No entendía como aquella situación había dado un giro tan grande.

 

-          Eh… ¿no? – soltó ahora nervioso.

 

Harry tomó aire para después dejarlo escapar como un largo y resignado suspiro.

 

-          En dado caso de que la hayas dejado caer, créeme que cualquiera hubiera sido candidato para verla, menos yo – sonrió levemente.

-          ¿A… A qué te refieres?

 

Harry extendió la mano donde sostenía un bastón blanco plegable y lo extendió dejándole claro a Louis que había sido un completo idiota… si Harry no lo había mirado, era porque no podía ver.

Se congeló en su lugar viendo como Harry se alejaba siendo ayudado por ese artefacto… no podía dejarlo así, no podía simplemente dejarlo ir. Se volvió a acercar a toda velocidad aprovechando la lentitud del chico por sus pasos inseguros.

 

-          Lo… lo siento – murmuró al encontrarse de nuevo a su lado – no tenía idea.

-          No tienes de qué preocuparte – le aseguró el chico con una enorme sonrisa mostrando sus bellos hoyuelos que paralizaron el corazón de Louis… era perfecto – la mayoría de las personas no lo nota.

 

Eso no le hizo sentir mejor mientras caminaba a su lado.

Su mente se perdió por un momento pensando en aquella situación. De todas las cosas que pudieron haberle pasado, aquella en definitiva era la que menos se esperaba.

 

-          ¿Me estás siguiendo? – preguntó el rizado con una sonrisa y un tono divertido.

-          Eh… me notaste.

-          Aún puedo sentirte a mi lado – contestó como si fuera lo más obvio.

-          Es solo que… hoy no están tus amigos contigo y pienso que alguien debería de acompañarte.

 

Harry soltó una pequeña risa.

 

-          Soy Harry – se presentó por fin – Harry Styles.

-          Yo soy Louis Tomlinson – sonrió a pesar de que sabía que él no lo podía ver.

 

Pudo notar la sorpresa en el chico al decir su nombre y aquello no le sorprendía, porque si bien jamás lo había visto seguramente sabía de él.

 

-          Vaya… - susurró Harry.

-          ¿Qué?

-          Liam me ha hablado de ti – sonrió – dice que eres el ser humano más idiota del mundo.

-          No me sorprende tanto amor por parte de tu amigo.

 

Harry soltó una carcajada que en seguida lo contagió.

 

-          Bueno, le haces los honores al no entregar las tareas en clase.

-          Estas en todo… ¿eh?

-          No lo puedo evitar – sonrió levemente.

 

Después de recorrer todo el camino hacia las albercas techadas de la escuela manteniendo una plática completamente entretenida, se despidieron ya que Harry tenía que entrenar.

Louis sintió como si tuviera que estar a su lado todo el tiempo… quería protegerlo y simplemente lo iba a hacer.