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the last year} audiciones cerradas.
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Re: the last year} audiciones cerradas.
Hola, Anto y Lau. Yo querer audicionar
Dejaré mi ficha al ratito fjgdsdvhjoooyddçdsssd
Dejaré mi ficha al ratito fjgdsdvhjoooyddçdsssd
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Bart Simpson
Re: the last year} audiciones cerradas.
en fin, quería preguntar si puedo cambiar a mi representante por Shailene Woodley
Invitado
Invitado
Re: the last year} audiciones cerradas.
fdshgfjsdghjskdg, ¡hola! dale, te espero<3Coraline Jones escribió:Hola, Anto y Lau. Yo querer audicionar
Dejaré mi ficha al ratito fjgdsdvhjoooyddçdsssd
bhavi.
Re: the last year} audiciones cerradas.
Obvio, Lizzie<3Lizzie. escribió: en fin, quería preguntar si puedo cambiar a mi representante por Shailene Woodley
bhavi.
Re: the last year} audiciones cerradas.
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Bart Simpson
Re: the last year} audiciones cerradas.
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representante: Lily Collins- Capítulo:
- Capítulo 25NOMBRE DEL PERSONAJE
Paz interior, paz interior, paz inte…
- ¡Ya llegué! – grita Brittzorra entrando a mi habitación.
La miro con desagrado y después vuelvo la vista a mi libro de Derecho Penal. La mocosa suelta una carcajada y después se larga del cuarto, pude notar el color rojizo de su rostro. Ayer recibió una buena broma con el ponche de frutas rojas en la fiesta de los Erection, y yo, bueno yo recibí una regañiza de los mil demonios y cien billetes con el rostro de la reina Isabel II.
La regañiza me la dio Simon porque me he estado negando ante su presión de besar al alien; no lo haré, no quiero. Sé que debo hacerlo y más por el hecho de las fotos que vi esta mañana en un blog de chismes, en ellas pude ver a mis mujeres tragándose con los estúpidos y eso me pone los pelos de punta por la presión que comienza a moler mis pobres y cansados hombros. Enserio no quiero besarlo, no puedo. Y los billetes me los dio mi queridísimo “novio” por quitar mi cara de perro enfermo de sarna pero, ¿qué podía hacer cuando no me sentía de ánimos?
El tonto Arnoldo me obligó a compartir la habitación con Brittany la pedazo de mierda en lo que dejan su habitación como ella quiere, a la princesa no le gustó el color azul turquesa e hizo tremendo show para que lo cambiaran por distintos tonos de rosa, tanto que me provoca nauseas al imaginarme cómo quedará el puto cuarto. Parecerá una especie de cárcel para retrasado mental amante del rosa.
Continúo leyendo el libro para así hacer mi ensayo pero la televisión que dejó prendida la mocosa me distrae cuando mencionan el nombre de mi rubia amiga y el de Liam, al instante volteo y veo las fotografías de ambos sonriendo y otras besándose, Emma seguía con el vestido de anoche y Liam con su traje. Me preocupa el hecho de que por fin alguien la está haciendo caer en las garras del amor y me jode el pensar en lo que dijo Simon, por suerte yo no soy nada compatible a Lucho o de otra forma ahora mismo me estaría dando de latigazos.
Tomo el control remoto y apago el televisor con irritación, enciendo mi notebook y empiezo a escribir mi ensayo.
Después de dos horas de escribir cincuenta páginas detallando todo lo que mi profesor quería guardo el documento, me quito los lentes y los pongo en el escritorio, acto seguido me tiro sobre mi cama a descansar un momento, me duelen los dedos de tanto escribir.
- ¡Jaymie! – escucho a Arnold gritar.
- ¿Qué pasó? – intento sonar feliz.
- Es hora del almuerzo, trae tu trasero al comedor – dice queriendo sonar divertido pero me pone de mal humor.
Doy un vistazo a la cama de tamaño individual que está a la orilla de mi habitación, las sábanas color rosa pálido me provoca querer quemarlas junto a la rubia hueca y su madre. Doy un suspiro para fijar la vista al porta retratos que yace sobre mi mesita de noche, extraño tanto a Ciara. Junto a ella se encuentra mi tía Annette abrazándola y sonriendo. No puedo creer que se haya ido; ella y el tío Kenny tienen vacaciones por lo que se fueron de viaje a África y se llevaron a mi pequeño bebé travieso porque la reina y la princesa no lo querían en la casa y mi padre es un estúpido mandilón que no tiene las bolas para enseñarles quién manda en esta casa.
- ¡Niña! – grita ahora Amelia y maldigo en mis adentros.
Resoplo con cansancio antes de levantarme y encaminarme al comedor, una vez que estoy ahí tomo asiento en la parte más alejada de los tres chiflados, una chica que no pasa más de veinte años entra y me sirve un plato con comida, la veo extrañada y ella me sonríe con gentileza para después marcharse del lugar.
- ¿Quién carajo es esa chica? – pregunto confundida.
- La nueva servidumbre – contesta la rubia y aplaude dos veces, acto seguido toma el tenedor y pincha un trozo de zanahoria.
- ¿Servidumbre? – le pregunto ahora a Arnold.
- No puedo yo con todo aquí – dice Amelia la metiche.
- Le pregunté al jinete, no al burro – revoloteo los ojos.
- Sólo ayudan en la casa – habla Arnold y empieza a comer – ¿Por qué no comes junto a mí? – palmea el asiento junto a él y lo miro sin expresión alguna – Anda, ven aquí – sonríe.
- Así estoy bien, gracias. – empiezo a comer lo que hay en mi plato y sé perfectamente que la rubia no cocinó nada porque la comida está deliciosa y nada que ella haga puede saber bien.
- Tu amiga – me dice y la miro – La rubia.
- ¿Emma? – pregunto.
- No, la otra, la rara. ¿Cómo se llama? – bebe un poco de agua intentando no reírse por sus estúpidas palabras.
- Se llama Coraline y no es rara, tú si eres rara – la fulmino con la mirada.
- Jaymie – regaña Arnold.
- Déjala cariño, apuesto a que sólo bromea – sí, cómo no – Ella, ¿es rubia natural? – pregunta y lo único que pienso es que es tan estúpida.
- Lo es, ¿por? – prueba un bocado de comida.
- No me agrada, es demasiado rubia – casi escupo la comida, esta mujer es una idiota y papá es un pendejo porque no se da cuenta.
- Bueno, tú no me agradas a mí porque eres demasiado estúpida – sonrío cínicamente y por el rabillo del ojo veo como mi papá se atraganta por querer reír a carcajadas.
***
Sentada en uno de los sillones puf que invaden la sala de Carrie, tomo el Ipad de mi amiga y empiezo a ver sus fotos, en la mayoría está con nosotras. Llego hasta las fotos de pequeñas, una de un recital de ballet me llama la atención, ahí se encuentran nuestras madres con las cinco mocosas. Ciara abrazaba con fuerza a Jenna y Rose mientras Claudia abraza a Alexandra con un brazo y el otro lo levanta al aire. Suspiro y observo cada detalle de la fotografía, ¿cómo es que las cosas han cambiado tanto?
Quisiera ser una vez más aquella niña que terminaba de dar un gran espectáculo de ballet junto a sus amigas, lástima que no todo lo que queremos puede hacerse realidad y menos aquello, a menos que consiguiera una máquina del tiempo cosa que es imposible hasta en las novelas; no, ahí si es posible.
Siento unos delgados brazos tomarme por los hombros y envolverme en un abrazo, giro un poco la cabeza y me encuentro con la bella sonrisa de Michelle.
- Qué tiempos aquellos, ¿no? – sonrío y asiento cambiando de foto.
- Mira esta – suelto una carcajada al ver a las cuatro chiquillas en traje de baño.
- Cora casi se ahoga en el chapoteadero – suelta una carcajada – Y al final de todo, hasta la fecha sigues sin saber a nadar.
- Me da miedo – me encojo de hombros.
- Creí que el maricón para el agua era Zafiro, no tú – se burla a lo lejos Emma.
- ¡Las bebidas están listas! – anuncia Carrie vertiendo un líquido a cinco vasos en diferentes colores neón.
Me levanto corriendo y tomo el vaso morado ganándole a Michelle, ella toma el verde, Cora el azul, Emma el rojo y Carrie el último, color rosa. Me encamino una vez más hasta el sillón puf y me siento dejando mi bebida a un lado.
- Esto tiene alcohol – dice Coraline con cara de espanto.
- Es sólo vodka, no te asustes – explica Carrie restándole importancia con la mano.
Carcajeo y tomo el Ipad en mis manos una vez más para entrar a mi cuenta de Twitter. Tengo demasiados tweets y ahora me siguen como cien mil personas considerando que anteriormente tan sólo tenía mil seguidores.
- ¡Mierda! Tengo demasiados tweets – levanto una ceja mientras sigo bajando y bajando los comentarios aún sin leerlos.
- Será interesante que los leas – suelta una carcajada Emma.
- Anda, sé que me subirán el autoestima – dice con sarcasmo Carrie.
- Bien, empecemos – enfoco la vista para empezar a leer una vez que he subido para no leer tantos tweets.
"@LouisDameDuroContraLaPared No eres más que una roba fama, no puedes ser cantante por tu cuenta y buscas un contrato musical de la fama de mi amor, Louis."
Suelto una carcajada, no se me había ocurrido el buscar un contrato a cuesta de mi amable y lindo novio. Sarcasmo, sarcasmo.
"@HazzaTeParto no cabe duda que eres una zorra, Carrie una puta, Emma una arrabalera, Coraline una mojigata y Michelle una perra que sólo están en busca de cinco minutos de fama."
- ¡Ándese! La Emma es una arrabalera – dice Carrie soltando una carcajada que casi se escucha hasta Japón. Las demás acompañamos sus risas.
"@AmaraJensen ¡Te voy a matar, puta de mierda!"
"@SashaCameron Te odio con toda mi alma, Louis y yo estábamos destinados a estar juntos porque somos almas gemelas. Te odio tanto zorra."
"@LaMaxMoxaPriinxexitaPrexioxa Juro que te mataré Jaymie, eres una perra y me dará tanto gusto ver tu sangre llenando el piso de color rojo puta. Te odio >.<"
"@DannaWaters ¡Oye! Te he visto cantar en Cherry y lo haces de lujo, no hagas caso de aquellos comentarios. Sigue adelante chica, saludos :DD"
- Rettwitear y seguir – digo en voz alta mientras mis amigas se ríen a más no poder, excepto Cora.
"@CharlotteWells Como quisiera que murieras, Louis no debería ser pareja de alguien que no es famoso, te odio perra de mierda."
- Entonces que vaya perdiendo las esperanzas, mocosa estúpida – dice Emma entre risas.
"@Alicia1D Ya déjenla, Jaymie no tiene la culpa de que nuestro Louis se haya enamorado de ella. Como verdaderas directioners debemos aceptarlo y no arremeter contra ella. Yo soy Laymie Willinson Shipper."
"@SaraDirectioner Shippeo a Laymie Willinson \0/"
Suelto una ligera carcajada y retwitteo ambos tweets.
"@QueMueraJaymieWilliams Deberían quemarte con leña verde para que ardas más, hija de perra."
No puedo evitar el carcajear, Emma me hace segunda y Carrie está por orinarse de la risa. ¿Desde cuándo Twitter tiene tantos caracteres para maldecir y desearle la muerte a los demás?
"@AprilThomas Te amo :DD"
"@Lily1DTommo ¿Por qué nos haces esto? Me duele demasiado que seas capaz de robarte a Louis y dejarnos a las directioners sin su amor :c"
"@LemmaShipper Te amo a ti y a tus amigas, en especial a Emma."
"@ShineBright Puta cantante de cuarta, si pidieras limosna apuesto a que morirías de hambre porque nadie te daría nada ya que cantas de la mierda, perra."
"@SierraMitchel La rockeas lml lml."
"@EmmaWoodhouse ¡Te voy a matar! *inserte un cuchillo aquí*"
- Idiota – le digo revoloteando los ojos y ella suelta una carcajada.
- ¿Qué pasó? – pregunta Carrie ya que no leí el nombre de usuario.
- Mira – carcajeo y le paso el Ipad, Michelle se levanta junto con Cora y se acercan a Carrie para leer el Tweet, una vez que lo hacen estallan en carcajadas.
- ¡No puedo! Debo ir al baño – y dicho aquello Michelle se va corriendo hasta el baño.
- Esas niñas están locas – dice Emma tratando de respirar con más tranquilidad.
- Admito que algunas directioners pueden ser crueles pero también habían buenos tweets – excusa Cora.
- Si, como cinco en un millón – sonrío viéndola y ella se encoje de hombros.
- Pero los hay – sonríe con ternura.
- ¡Basta, perra! – se queja Emma y al instante voltea Cora ofendida.
- ¿Ah? – pregunta, puedo notar que sus ojos se han cristalizado.
- Cora, se lo decía a una estúpida mosca que ha comenzado a molestar. No a ti, linda – se disculpa de inmediato la rubia.
- No te preocupes – contesta Coraline ahuyentando a la misma mosca con una mano.
- ¡Maldita puta! – se queja ahora Carrie, Coraline la mira – Se lo decía a la mosca – explica la castaña.
Después de maldecir como quince minutos a la estúpida mosca que no dejaba de joder me senté sobre el sillón para ver la televisión, agradezco a Dios que la película de Los Simpson está en la tv. Escucho un zumbido cerca de mi oreja, la puta mosca ha vuelto y estoy segura de que hará todo por volverme loca, presiento que es una copia en mosca de Amelia porque también quiero destriparla. Me concentro en ver el pilín de Bart en la televisión y suelto una carcajada.
- ¡PUTA! – grito con gran fuerza sin darme cuenta de que Coraline está sentándose a mi lado.
- ¡Jaymie! – me regaña ofendida.
- No te lo decía a ti, le decía a … – me interrumpe.
- A la mosca, lo sé. No te preocupes – sonríe – Te traje palomitas – me da el tazón y gustosa lo acepto.
Tomo un puñado de palomitas de maíz y lo meto a mi boca, acto seguido coloco el tazón sobre la mesita de centro. Tocan la puerta como si afuera hubiera una invasión zombie, doy por sentado que son los Erection.
La puta mosca topa contra mi cabello, levanto la mano para tomarla y por suerte la atrapo en mi puño, con gran fuerza y violencia la estrujo para que muera por ser tan perra, justo en este momento me doy cuenta de que tengo cadáver de mosca en mi mano. Harold llega y se sienta como si esta fuera su casa entre Coraline y yo.
- ¡Harold! ¡Que gusto verte! – finjo alegría y palmeo su espalda limpiándome la mano en su playera, dejando embarrado el cadáver de la mosca.
- Eres una chiflada – me dice, toma el control y cambia el canal.
- ¡Hey! Yo estaba viendo Los Simpson – se queja Michelle desde el sillón individual.
- Pues que triste porque ya no lo estás viendo – le responde Zayn sentándose entre Harry y yo, subiéndose encima de mí.
- Los huesos pesan – le digo.
- Tu grasa pesa más, panzona de mierda – me grita casi escupiendo mi rostro. Me quedo perpleja ante lo que me ha dicho, por el rabillo del ojo observo como los demás tienen la misma expresión.
Carrie quien estaba trayendo golosinas se encuentra paralizada, veo a Styles quien mira con sorpresa a Malik al igual que el rubio, Liam lo observa con desaprobación y Louis muy enojado. Michelle aprieta los puños con fuerza, Emma con los ojos y la boca muy abiertos, en cambio Cora tapa su boca y sus ojos expresan desilusión. Por alguna razón lo que ha dicho me ha dado gracia, tanta que me río mentalmente.
- ¿Y tú qué? Esquelético de agua puerca, apuesto a que te inflas las bolas porque no son más que un pedazo de pellejo colgante – suelto una carcajada, en cambio Zayn que parece enojado desde hace rato, se pone rojo y una vena de su cuello se salta.
- Y tú una tragadora compulsiva, estás que revientas. Estúpida grasosa – suelto una carcajada haciéndolo enojar más, al fondo escucho las risas de Emma, Carrie y Liam.
- Zayn – dice Louis haciendo lo posible por contener su risa.
- ¡Cállate! – le grita el moreno.
- ¿Sabes? Eso es lo más pendejo que he escuchado en mi vida – niego y carcajeo. Puedo notar como aprieta los puños, como si quisiera golpearme.
- Tú eres una tonta – me ataca.
- Tú eres un pendejo – contraataco y él entrecierra los ojos con gran irritación.
- Eres tan vulgar que ni mujer pareces, no eres más que una marimacha que intenta pasar por chica – niega.
- Y tú no eres más que un travesti que intenta pasar por chico – le regreso sus palabras.
- Silencio – dice Liam mientras camina tomando a Emma de la mano, cosa que me sorprende inmensamente.
- Como quisiera zarandear tu pequeño cuello de bruja – se truena los dedos, ahora parece una pelea entre dos chiquillos. Los demás se acercan formando un círculo y viendo el espectáculo que el único que se lo toma enserio es Zayn.
- Quisiera arrancar tu pista de aterrizaje con mis manos – señalo su copete.
- ¡Silencio! – dice una vez más Liam.
- Déjalos – le dice Carrie divertida.
- Boba
- Idiota
- Tonta
- Estúpido
- Pendeja
- Pendejo – carcajeo.
- ¡SILENCIO! – sentencia Liam.
- ¡FUE CULPA DEL MAISTRO LONGANIZA! – grita ahora Louis y carcajea, todos lo miramos sin comprender y con el ceño fruncido de la confusión.
- ¡TA TA TA TA TA! – ahora Carrie se une a él y dirigimos nuestras miradas a ella – Un clásico – asiente con una sonrisa inmensa y toma el tazón con palomitas para tomar un puño e introducirlo a su boca.
- Me largo de aquí – dice Zayn, se levanta y como toro va echando humo, se detiene y le dice algo en el oído a Michelle y después se va.
- Eso fue raro – dijo Niall tomando lugar a un lado de Cora y pasando un brazo alrededor de sus hombros, quizá lo hace inconscientemente.
- Veamos la peli – dice Carrie y le quita el control remoto a rizos para regresar a la película de Los Simpson.
Esto es una mierda total, vi la manera en que Zayn le dijo algo a Michelle en el oído antes de salir de aquí, pero noté cómo él lo hizo con sutileza y rozó su mano con el antebrazo de mi amiga. Emma está que echa miel por los poros de la piel a un lado de Liam, cuando se da cuenta hace como que no lo soporta pero se le olvida y el caramelo comienza a salir. Cora está recargada en el hombro del duende gay irlandés, eso es normal de ella; lo anormal es que él no pone protesta. Carrie se lanza palomitas de maíz con rizos pero noto el brillo en sus ojos, ¿qué puta mierda está pasando aquí?
Si fuera una loca paranoica juraría con mi alma que la chispa del amor ha estado jugando por aquí. Estrujo mentalmente a mi amígdala para que no suelte amor por mi sistema nervioso central sino la cosa se pondrá fea para mí. Llevo casi un año sin novio y quiero seguir así, entrometer los sentimientos en cualquier lugar resulta ser perjudicador para toda persona en el mundo. Siento la mirada de alguien sobre mí, por instinto miro a Louis y él es quien me ve, le saco la lengua para mirar una vez más el televisor pero ahora el miedo se ha apoderado de mí. Tan sólo quedan cuatro meses más de contrato y saldré ilesa de todo esto lo quiera o no.
La película ha terminado y Carrie fue a buscar una más en su gran colección, rizos se fue detrás de ella; sólo espero que no intente algo o Carrie lo dejará sin hijos. Emma ríe a carcajadas en el piso y Liam le hace compañía, dirijo la mirada hacia Michelle quien lleva dormida desde hace rato, estoy comenzando a ponerme nerviosa, giro la cabeza hacia Cora y duerme recargada en el tórax de Niall quien también duerme. Esto es una porquería.
Me pongo rígida cuando Louis se levanta del puf color azul turquesa y se sienta a mi lado. Me concentro en los comerciales del canal Fox sintiendo la mirada del castaño sobre mí. Lo observo y no puedo evitar tener cara de amargada.
- ¿Qué me ves? – le pregunto.
- Lo fea que te ves – contesta haciéndose el gracioso y ganándose un codazo.
- ¡Auch! Eso dolió – se queja tocándose las costillas y recargando la cabeza sobre mí. Mis ojos quieren salirse de tanta incomodidad. Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda.
- ¡Listo! – aparecen Harry y Carrie salvando mis ojos.
Carrie pone la película mientras Harry mueve la mesa de centro, Emma y Liam se acercan al sillón, la rubia se recarga en mis piernas mientras el castaño en las de Louis.
***
Esos fueron los ciento treinta y cinco minutos más incómodos de mi vida.
Suspiro con cansancio mientras levanto palomitas tiradas en la alfombra de la actriz. Es como si Zayn se hubiese marchado y la paz hubiera reinado aquí porque todos hacen algo para que el departamento de mi amiga quede impecable.
Una vez que hemos terminado de asear el lugar tomo mis cosas y me despido de todos, pero antes de poder salir, Louis me detiene justo cuando estoy por cruzar la puerta.
- ¿Quieres que te lleve? – pregunta metiéndose las manos a los bolsillos del pantalón.
- No, no, no, ¡No! – me atropello con las palabras y el me mira raro – No es necesario – intento parecer alguien normal – Vengo en mi auto.
- No creo que a nadie le moleste que lo dejes aquí y yo te lleve a casa – se encoje de hombres.
- Pe… p… ¿Ah?... ¡No! Estoy bien, gracias. Puedo manejar a casa – puta amígdala, ¡te dije que no me hicieras esto!
- Por mí no hay problema – sonríe y por alguna ridícula y estúpida razón no puedo dejar de ver sus estúpidos ojos.
- No, gracias – suelto con frialdad, no quiero estar aquí ni un minuto más.
Salgo como alma en pena y me adentro al elevador, presiono con rapidez el botón que me lleva hasta la puta salida de aquí. Una vez que se detiene presiono todos los botones y salgo corriendo, no me gusta quedarme sola con tanta mierda dentro.
Llego a grandes zancadas hasta mi auto y rebusco mis llaves en el bolso, una vez que las encuentro las saco pero mi estupidez me hace tirarlas, me inclino para tomarlas y resoplo con ira. Abro la puerta del coche y entro. Cierro la puerta y me pongo el cinturón de seguridad, enciendo el motor y la radio, segundos después arranco el coche camino a mi casa.
Cambio la estación para manejar a gusto y con calma.
Y la siguiente canción, a petición de Ximena es Catch me de la hermosa Demi Lovato.
Miro la radio como si fuese un bicho raro.
Before i fall too fast
kiss me quick
but make it last
so i can see how badly this will hurt me
when you say good bye
Keep it sweet
Keep it slow
Let the future pass
but dont let go
but tonight i could fall to sleep
to this beautiful moonlight
But your so hypnotising
you got me laughing while i sing
you got me similing in my sleep
I can say this im unravling
and your love is where im falling
so please dont catch me
- ¡Cállate, Demi! – le grito a la radio. Incluso la estúpida radio está en mi contra. No caeré, no lo haré.
Sing this high
dont settle down
like a child running scared from a clown…
Antes de que Demi siga con sus palabras cursis cambio a la estación latina, al menos sí es una canción de amor no entenderé una mierda. Acelero porque estoy tan abrumada que me desmayaré en un momento.
Una vez que he llegado a la casa estaciono el auto y salgo, busco las llaves de la puerta y una vez que las encuentro entro al lugar. La misma chica de la mañana se encuentra en la casa, ahora está aspirando la alfombra mientras escucha música y baila probablemente al compás de la canción. La miro extrañada y ella se da cuenta de mi presencia, me saluda con la mano y yo contesto el saludo. No doy ni tres pasos cuando la puerta se abre de golpe dejando ver a dos personas cargando demasiadas bolsas, los ojos se me salen de las orbitas cuando veo las sonrisas de satisfacción de las estúpidas.
- ¡Hola! ¡Hola! – saluda Amelia.
- Buenas noches – dice la chica que asea el lobby con una sonrisa.
- A ti no te saludé – entra y camina por el pasillo que está a un lado de las escaleras seguida por su pequeña zorra, a mí simplemente se me ha caído la boca de lo grosera que ha sido el espécimen subdesarrollado con la pobre chica.
- Así es de mierda – le digo.
- Me di cuenta – contesta aún confundida.
- Soy Jaymie – me acerco y extiendo la mano – ¿Quién eres tú?
- Soy Amy – sonríe y toma mi mano – Y mi mamá se llama Andrea, creo que no la viste pero ella también trabaja aquí.
- Y, ¿se podría saber cómo es que llegaron a caer en este lugar? – pregunto.
- Tú padre nos conoce – la miro extrañada – Mi hermana mayor trabaja en su firma, obviamente no ha llegado a un puesto de abogada pero va para allá – explica.
- Oh, genial. Te veré por aquí entonces, ahora debo hacer algo – sonrío – Nos vemos.
- Cuídate – sonríe y regresa a hacer sus deberes que obviamente deberían de ser míos pero soy tan buena que se los obsequio.
Camino por el extenso pasillo que da al estudio de Arnold, una vez que estoy fuera de la vista de Amy o su madre las orejas me empiezan a humear de la ira. Aviento la puerta del estudio y sorprendo a Arnold leyendo el mismo libro que yo tenía en la mañana.
- ¿Qué pasa? – sonríe de lado.
- ¿Me preguntas qué pasa?, pasa que tu estúpida novia y la pequeña zorra de su hija – frunce el entrecejo.
- Jaymie – me interrumpe – No me gusta que utilices ese lenguaje aquí.
- Pues acostúmbrate porque si ellas siguen aquí yo hablaré como me pegue la gana – revolotea los ojos – Esas dos brujas – señalo hacia afuera – Se gastan tu dinero en ropa, zapatos y maquillaje cuando ni siquiera quieres darme para comprar un mísero par de tenis.
- ¿Es eso? – se levanta y camina un poco, acto seguido se siente sobre el escritorio – ¿Estás enojada porque no te doy dinero para comprar zapatos? – me cruzo de brazos – Tú nunca me has pedido dinero para comprar ropa o zapatos.
- ¿Debo pedírtelo? Soy tu hija, no creerás que andaré por la vida desnuda, ¿o sí? – me siento como una pequeña que pelea con papá. Arnold revolotea los ojos y busca en su bolsa trasera.
- Si eso es lo que te molesta – de su cartera toma una tarjeta color negra – Toma, puedes comprar lo que quieras.
- No es eso – le digo ofendida – ¿Los hombres no pueden entender nada? – reprocho.
- Tú quieres zapatos, ten – estira la mano con la tarjeta – Compra lo que quieras, no sé qué quieres que entienda.
- Eres tan mal padre – niego y su cara se arruga con desagrado.
Giro sobre mis talones y salgo, me detengo en la puerta y vuelvo a entrar. Le arrebato la tarjeta y ahora si salgo camino a mi habitación.
***
Cora y yo caminamos por el centro comercial, la tarjeta de crédito de Arnold descansa en mi cartera. Según el ridículo horario debíamos reunirnos Cora y yo con Louis y Niall para después encontrarnos “misteriosamente” con los demás. A lo lejos veo a Louis platicando amenamente con el rubio, lleva un suéter azul que hace resaltar sus ojos, en cambio el rubio optó por un suéter rojo que le hace resaltar todo y más lo pálido que es. Cora sonríe de oreja a oreja y me arrastra hasta llegar a ellos.
- Demos una vuelta – dice el rubio tomando la mano de mi amiga. Me preparo psicológicamente para tomar la mano de Louis y caminar.
- Parece que nos pusimos de acuerdo en la vestimenta – dice mirando mi blusa azul.
- Si bueno, sólo mi blusa es azul, en todo lo demás estoy muy diferente a ti, Erection – revoloteo los ojos.
- Que grosera – se queja el rubio como si él fuera un panecito cubierto de miel.
- No importa, vayamos a ver a esa tienda – señala una de ropa.
Entramos al lugar y vemos la ropa de ahí. Es demasiado cara para mi gusto, jamás en mi vida pagaría doscientos cincuenta y tres libras por una simple playera. Cora se entretiene con los vestidos, los dos chicos están viendo playeras con mensajes estúpidos y yo camino hacia donde se encuentran más playeras raras. Me quedo quieta observando curiosa una playera color negra en letras morado neón que dicen “SHE IS CRAZY, SHE IS WILD BUT I LOVE HER EVERY TIME”, suelto una ligera carcajada ante tal mensaje.
- Esa me gusta – dice Coraline llegando a mi lado.
- A mí también – digo con sinceridad.
- ¡Es hora de irnos! – grita el rubio en la entrada mientras Louis paga algo en la caja, no sé por qué paga si cuando camina hacia nosotros no lleva ni una bolsa en manos.
- Vamos – sonríe provocándome una cara de amargada.
Caminamos hasta quedar cerca de una fuente y esperamos a los demás, puedo ver por el rabillo del ojo a los fotógrafos, según ellos se esconden pero son más obvios que el peróxido que emana del cabello de Amelia. Me acerco a Coraline quien da unos cuantos brinquitos, apuesto a que está más que feliz.
- Brincas demasiado – le digo.
- Es que… Estoy tan feliz – me toma las manos – Todo esto es perfecto. ¡Mira! Allá vienen – sigo con la mirada hacia donde apunta y tal y como ella lo dijo los demás vienen, tomados de la mano y fingiendo ser exageradamente felices, ¿o no fingen?
Suspiro profundamente, esto me está constando una teta y media. Es demasiado para mí en estos momentos. Observo a dos chicas venir hacia la fuente, mi mirada se posa en sus manos donde cada una tiene un delicioso Icee, a pesar de que hace frío la boca se me hace agua. Cuando lleguen los demás lo llevaré para comprar uno y no quedarme con las ganas.
No entiendo por qué deben ser tan lentos.
Las chicas con los grandes vasos en manos saludan a Louis y Niall y acto seguido nos estampan la bebida hecha de hielo fino con sabores en la cara, distingo el sabor a cereza por lo que sé que es color rojo. Hasta el alma se me congela con lo fría que está, me quedo sin poder moverme, sólo atino a abrir la boca con indignación y a limpiarme los ojos. Veo a Coraline y ella tiene la cara azul, se limpia los ojos y me ve. Están cristalizados y puedo notar que derraman lágrimas.
Emma, Carrie y Michelle corren hacia nosotras y cinco segundos después más bebidas Icee aparecen, justo en el rostro de las chicas y para terminarla de joder otro para Cora y uno más para mí, pero ahora es sabor mora azul. Siento que el pecho me explotará de la rabia y el sentimiento que me ha provocado ser atacada con bebidas heladas por parte de unas chiquillas estúpidas. Me limpio una vez más los ojos y veo los rostros de mis amigas, iguales o más sorprendidas que yo. Emma tiene la cara y parte del pecho verdes, Carrie rojo, Michelle morado y Cora y yo Azules. Esto es tan embarazoso que quisiera meter la cabeza debajo de la tierra.
Emma gira sobre sus talones y con la mirada busca a las chiquillas, no da ni un paso cuando Liam la toma, apuesto a que sabe que si las encuentra las despelleja vivas. Miro hacia el piso buscando un poco de dignidad dentro de mí para afrontar la situación hasta que una mano toma mi barbilla y me hace levantar la mirada. Me encuentro con los ojos de Louis, se ven consternados. Sigue tomando mi barbilla y se acerca hasta quedar a unos cuantos milímetros de mí.
Vamos Jaymie, no seas tan cobarde y finge ser una actriz que ganará un Oscar por la actuación de este beso.
Me preparo para besarlo pero él lo único que hace es tocar mis labios con los suyos quitándome un poco de hielo y comerlo, lo miro sin entender y me sonríe, se quita el suéter dejando ver su playera oscura y empieza a limpiar mi cara. Justo en este momento no lo reconozco, parece que los marcianos amorosos del planeta frú frú han venido por él y lo han transformado en alguien que no es. Sí esto hubiera pasado un mes atrás, probablemente se estaría orinando de la risa junto a los demás sin importarle que hubieran cámaras cerca pero, tampoco escucho las risas de los demás.
Limpia con extrema ternura y paciencia mi cara, sigo sin creer que lo esté haciendo con su propio suéter pero me siento tan abatida que no pongo ni pondré objeción. Todo esto es tan jodido.
Giro un poco la cabeza para ver cómo están mis amigas y los idiotas. Cora llora desconsolada mientras el rubio la abraza sin importarle que su suéter esté ensuciándose y mira en dirección de las pequeñas zorras bandoleras y niega con desaprobación. Zayn está agarrando el largo cabello de Michelle para que ella pueda limpiarse bien, Harry ayuda a Carrie a limpiarse con pañuelos que la castaña saca de su bolso y Liam besa el cabello de Emma mientras la limpia con la manga de su sudadera. Se ve tan real que incluso yo me creo el juego e imagino los encabezados de las fotografías “Acto en contra de las chicas de One Direction los hace ponerse románticos”, incluso me imagino los siguientes tweets “Te mataré Jaymie, Louis es mío y debe limpiarme la cara a mí, no a ti”.
Miro los ojos del castaño quien está concentrado en quitar todo rastro de Icee de mi cara pero no creo que eso sea posible, ya la siento pegajosa debido al dulce de la bebida. Mira mis ojos y sonríe, pero su sonrisa no es burlona, más bien es de esas que quieren que tú también sonrías y no tengas cara de amargado justo como la mía ahora. Toma mi mejilla y se me acerca hasta juntar nuestras frentes.
- Estás como nueva – ni yo lo creo. Besa la punta de mi nariz y se separa para tomarme de la mano.
- Las mataré – protesta Emma.
- Eso no será necesario – contesta Liam mirando en dirección de donde las mocosas corrieron.
- Esta es la peor humillación que haya tenido en mi vida – se queja Carrie y rizos pasa el brazo por sus hombros para abrazarla.
- ¿Por qué fue todo eso? – pregunta Chelle.
- No lo sé, quizá querían matarnos de frío – bromeo y ellas ríen recordando los tweets de ayer.
- Será mejor que nos vayamos o esto será un caos total – dice Harold viendo que se han juntado más fotógrafos.
Caminamos hacia el estacionamiento y cada quien entra al auto de su “pareja”. Todo el camino voy viendo la ventana y con la boca cerrada, no me siento de humor como para hablar. Louis estaciona el auto y bajamos, a unos cuantos metros puedo ver un restaurante. Esperamos y en menos de cinco minutos ya están los demás ahí.
Tomo la mano de Louis y comenzamos a caminar hacia el restaurante. Por el rabillo del ojo veo que Coraline sigue llorando y el rubio intenta consolarla. Llegamos a la entrada del lugar y de inmediato nos dejan entrar, me siento incómoda ya que tengo pegajosas hasta las tetas. Pero al señor Simon le importó un comino que unas locas nos hayan vaciado hielo en la cara.
Llegamos hasta una mesa en círculo demasiado grande y tomamos lugar. Me siento antes de que Louis quiera ser un caballero y me arrime la silla, yo no necesito de esas tontas cursilerías.
Tomo la carta de menú que acaban de darme y me tapo el rostro, no quiero que me vea el castaño. De cualquier modo ya sé qué es lo que quiero. Siempre que visito un nuevo restaurante italiano pido lasaña.
- ¿Qué se te antoja? – doy un pequeño salto, el imbécil me ha asustado.
- No sé, ¿qué se te antoja a ti? – le miento.
- La lasaña – contesta susurrando.
- A mí igual – le digo de la misma manera.
Una vez que piden todos de comer les hago señas a las chicas para ir al baño, ellas se levantan y juntas nos encaminamos.
- Esto es una mierda, no aguanto más – les digo.
- Tranquilízate, sólo comemos y nos vamos – me dice Carrie.
- ¿Estás bien, Cora? – pregunta Michelle. Veo a Emma recargarse en el lavamanos y mirarse en el espejo demasiado abatida.
- Sí, es sólo que no puedo superar del todo lo que pasó. Fue mucho para mí – explica.
- Esas mocosas deben pagar, lo harán – asiente Carrie segura de sus palabras.
- Me gusta Payne – suelta de la nada Emma y todas nos quedamos boquiabiertas.
- Pero tú… dijiste que no… tú – intento formar una oración coherente pero mi cerebro no da para más.
- ¡Emma! – regaña Carrie.
- No puedo guardármelo más, me quema el no decirlo – sus ojos demuestran preocupación.
- Yo… – comienza a decir Michelle – Creo que es hora de regresar a la mesa.
Nos lavamos las manos y olvidamos por un momento el tema de Emma y Liam. Me siento en la silla con la mirada perdida.
***
Mi gran ensayo yace dentro de mi mochila, quiero probar al profe porque últimamente se está comportando un tanto raro conmigo. Llama mi nombre, soy la penúltima de la lista y camino hacia él con las manos vacías.
- ¿Qué tal, Jaymie? ¿Cómo has estado? – sonríe y se ve jodidamente sexy.
- Muy bien, profe. Pero tengo un problema – frunce el entrecejo.
- ¿Qué sucede? – pregunta.
- Yo… No pude terminar mi ensayo – me muerdo el labio con nerviosismo de que me saque a patadas y lo peor aún que si lo tengo.
Se pone pensativo y piensa unos segundos antes de hablar.
- Te propongo algo – se toca la barbilla pensativo – Ve a mi casa saliendo de clases y arreglaremos eso – levanto la ceja – No te asustes, no soy del tipo que tienen “asuntos” – hace las comillas en el aire – Con sus alumnas.
No le creí ni un poquito pero me quedé tranquila. Camino hacia mi auto para ir a su casa, al menos él me hace olvidar todos mis estúpidas ideas de recordar al cara de rata come zanahorias. Me adentro a mi auto y enciendo el motor, manejo hasta la casa de mi profesor y bajo del auto con mi mochila colgando en mi espalda.
Camino hasta el pórtico y toco el timbre, pasan como veinte segundos cuando el apuesto hombre me abre la puerta y me recibe con una sonrisa.
- ¡Jaymie! Entra, no te quedes ahí – abre la puerta para que pueda entrar. Debo admitir que su gusto en interiores es bello. Me dirige hasta el lobby y tomo asiento en uno de los sillones.
- Su casa es muy bonita – le sonrío, mi corazón se acelera por el hecho de estar ahí dentro.
- Gracias – sonríe aún más – Ahora hablemos sobre lo de tu ensayo – toma mi mano – No debes preocuparte por eso, tú siempre tendrás la calificación perfecta en mi clase – acaricia mi mejilla.
¡Mierda! La saliva se me saldrá.
***
- ¡Eres una zorra! – grita emocionada Emma – ¿Te lo echaste?
- ¡No! ¿Cómo crees? Sólo hablamos sobre mis trabajos. Lo que me duele es que hice el puto ensayo – revoloteo los ojos.
- ¡Eres una perra! – grita una vez más y yo carcajeo, me toma de la mano y nos dirigimos hacia el lobby del departamento de Carrie – ¡JAYMIE SE ECHÓ A SU PROFESOR DE DERECHO PENAL! – grita como desquiciada haciéndome reír.
Llegamos al umbral del lobby y la rubia y yo nos quedamos paralizadas mientras Carrie está ahí con una cara de “La han cagado”.
Michelle se tapa la cara mientras Cora tiene la misma expresión que los Erection, conociéndolos como son, ni porque me hinque y les jure que no es cierto, irán con el chisme a mamá Simon. Cuando veo la cara decepcionada de Louis me hago la desentendida y codeo a Emma para que saque un tema ya que ella fue quien causó todo esto con sus gritotes.
***
Nadie dijo ni una palabra ayer hasta que los Erection se fueron. Una vez que ellos estaban fuera de ahí comenzó toda la burla acerca de mi “acostón” (que jamás ocurrió) con mi profesor de Derecho Penal.
Camino hacia la salida cansada de un día duro de lectura, odio leer cuando no traigo mis lentes y justo el día de hoy amanecí peor que estúpida y los dejé en casa.
- ¡Jaymie! – me saluda mi profe quien también se dirige al estacionamiento.
- ¡Hola! – contesto el saludo – ¿Cómo está?
- Muy bien, ¿qué hay de ti? – sonríe. El maldito es tan sexy.
- Pues supongo que bien, sólo un poco cansada. Ya sabe – me encojo de hombros.
- ¡Hola! – saludan frente a nosotros. Giro el rostro y veo a Louis parado a menos de dos metros. Mi profe y yo caminamos hasta él.
- ¡Hola, muchacho! – saluda mi profesor estirando la mano – Ethan Grey.
- Soy Louis, el novio de Jaymie – lo saluda sonriendo pero fulminándolo con la mirada.
¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?
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Bart Simpson
Re: the last year} audiciones cerradas.
hay gracias<333 em cuanto pueda cambio el icon c:Anto. escribió:Obvio, Lizzie<3Lizzie. escribió: en fin, quería preguntar si puedo cambiar a mi representante por Shailene Woodley
Invitado
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Re: the last year} audiciones cerradas.
Hola :) amé muuuucho la idea de esta enecé :(L): , en un rato te dejo mi ficha :3
Última edición por belen0311 el Miér 01 Ene 2014, 8:21 pm, editado 1 vez
Diamandis.
Re: the last year} audiciones cerradas.
- gif :D :
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Representante: Cher Lloyd.
os o capítulo:
- Forever yours {Niall Horan}:
- Forever yours [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Comenzó a nevar otra vez.Dejo de lado el libro que llevaba leyendo hace un rato y me acerco, lentamente, hacia el gran ventanal del salón.Observo con cautela como los copos caen con parsimonia, sin apuro. Al principio son unos pocos, pero luego empiezan a sumarse más y más. Algunos quedan atrapados en las ramas desnudas de los árboles; otros chocan con el vidrio en donde mi mano se encuentra apoyada o logran finalizar su camino hasta impactar contra el suelo frío.Dicen que cada copo de nieve es único, es imposible que existan dos exactamente iguales. Cada uno posee una forma singular, como si hubieran sido tallados minuciosamente por una mano experta.Una sonrisa se forma en mi rostro porque me es imposible pensar aquello sin recordarte. Sin duda alguna, al igual que un copo, desde el momento en el que viniste a este mundo fuiste único y especial.Mi mente sigue divagando, entonces recuerdo la primera vez que te vi. ¿Cuántos años teníamos? Nueve, quizás. Sólo sé que fue hace mucho, mucho tiempo; y que tú no dejabas de tomar la mano de tu madre. Tenías miedo de hablar con una chica, o quizás conmigo particularmente, pero yo estaba muy ansiosa por conocerte. A esa edad lo que más deseaba era un amigo, después de tantas mudanzas me era imposible tener uno.Me acerqué lentamente a ti, pero tú solo volteaste tu cara. Tu madre te retó y te obligó a que vinieras a jugar conmigo en la casa del árbol. Te resististe, pero no tuviste otra opción. Subimos a aquel lugar al que yo consideraba mi escondiste y un silencio se formó entre nosotros. Pero no era incómodo, era difícil sentirse de esa manera para mí. Te pregunté tu nombre.“Niall” respondiste tímidamente mientras bajabas tu mirada azul.Yo te dije el mío y luego sonreí. Te pregunté a qué escuelas ibas y resultó que yo asistiría a la misma. Te pregunté si tenías hermanos y asentiste con tu cabeza. Te pregunté si, por favor, serías mi amigo. Acabaste diciendo que sí.Pero nuestra amistad no duró ni siquiera seis meses porque tuve que marcharme, otra vez. Aunque debo admitir que en ese lapso te tomé mucho cariño, demasiado quizás. Sin embargo, tú te quedaste por siempre con algo que me pertenecía: mi primer beso.Los años pasaron y las cosas no iban bien conmigo. Ya no era la misma niña de antes. Me encontraba sola, sin ningún motivo aparente por el cual seguir. Aquellos pensamientos me atormentaban a todas horas: “¿El mundo tendría más sentido sin mí en él?”, “¿A caso hay alguien a quien le importe?”. Llegué a la posible solución de que la primera afirmación era verdadera y la segunda falsa.¿Por qué había perdido por completo el rumbo de mi vida? Dicen que en la adolescencia es normal sentirse de esa manera, pero cuando mis dieciocho años llegaron decidí que eso no podía seguir así. Debía acabar con el dolor. Y sólo había un alivio para una persona como yo.Me dirigí hasta el parque de mi antigua ciudad en una noche de diciembre. El frío calaba mis huesos a pesar de todo el abrigo que llevaba puesto. Sin embargo, eso ya no importaría en unos momentos. El lugar se encontraba iluminado por unas cuantas farolas y estaba totalmente desierto. Era la oportunidad ideal.En aquel espacio verde había un puente, y debajo de este un lago considerablemente profundo cuyas aguas seguramente estarían heladas. Suspiré y recordé que no sabía nadar, eso haría las cosas más fáciles. Subí a la valla, mi respiración estaba agitada y podía notar el humo que salía por mi boca debido al clima frío. Miré el agua y me pregunté si esta era una buena forma de terminar. Pero eso no importó, de todas maneras ya era tarde para echarse atrás.Cerré mis ojos e instintivamente recuerdos de toda mi vida comenzaron a invadir mi mente: mi cuarto cumpleaños; cuando terminé el jardín de niños; cuando me mudé por décima vez; cuando te conocí; cuando te besé; cuando te dejé; cuando mis padres se divorciaron; cuando mi padre se borró de la faz de la tierra; cuando casi repruebo todas las materias; cuando decepcioné a mi madre; cuando todos mis falsos amigos me abandonaron; cuando me quedé sola para siempre y rememoraba al único amigo verdadero que alguna vez tuve.Inhalé por última vez y me impulsé hacia adelante, saltando hacia las profundidades. “Adiós” fue mi último pensamiento.Pero mi plan no salió como lo había previsto. Dos fuertes y grandes manos se posicionaron en mi cintura y evitaron que cayera al agua. Me impulsaron hacia atrás y caí sobre aquella persona que había salvado mi vida, aunque no se lo hubiera pedido.Me quejé en voz baja y pude notar como el individuo que frustró mi despedida del mundo mortal me tendía su mano. La miré, dudé y luego la tomé. Me puse de pie y vi su cara. A pesar de la oscuridad, pude distinguir dos enormes ojos azules y una reluciente cabellera rubia que le pertenecían a un hombre de aproximadamente mi edad.Y me llevó como aproximadamente seis segundos reconocerte.No habías cambiado en nada, tus facciones de niño y tu rostro sereno seguían siendo igual que antes.“¿Estás loca? ¡No debes hacer eso! ¡Podrías haber muerto!” gritaste, intentando que entre en razón.“Ese era el plan” respondí sin inmutarme y sonreí levemente. “Hola otra vez, Niall”Me miraste con una expresión de duda y desconcierto. A ti te llevó más de un minuto saber que se trataba de mí.“¿Eres tú?” fue lo único que atinaste a preguntar con un hilo de voz. Yo sólo asentí.De pronto, pude sentir como tus brazos rodeaban mi frágil cuerpo. Con ese gesto me brindaste calor en aquella noche helada; tus lágrimas hicieron que mi corazón se achicara y tus palabras me hicieron darme cuenta de que era una idiota.“¿En qué rayos estabas pensando?” preguntaste antes de quebrarte otra vez “Si algo te pasaba… jamás me lo hubiera perdonado. Es que, ¡demonios! ¿¡Cómo podría haber vivido luego de saber que te habría perdido para siempre antes de poder encontrarte!?”Pero eso no paso, mi querido Niall, porque tú siempre aparecías en el momento indicado como mi ángel de la guarda, sin duda alguna. Tú me salvaste de la soledad en mi niñez y de la muerte en mi adolescencia. ¿Es raro, verdad? Pero tan cierto como que te amé desde la primera que te vi tomando la mano de tu madre.Y, desde ese día en el que te volví a ver, quise dejar de ser la rescatada para poder hacerte feliz como pudiera. Tú me diste la vida en dos ocasiones y yo quería entregarte la mía completamente puesto que, después de todo, siempre te perteneció.No puedo evitar llorar al recordar cuando demostraste que mis sentimientos por ti eran correspondidos. Creo que ese día fue el más feliz de toda mi existencia. Junto a la orilla del mar me hiciste prometerte que jamás haría otra estupidez como la de aquella vez. Acepté totalmente de acuerdo e, inesperadamente, me besaste con una dulzura imposible de explicar. Los nervios hicieron que mis manos temblaran y las mariposas en mi vientre no tardaron en aparecer. Luego, te correspondí y rodee tu cuello con mis brazos, tu hiciste lo mismo con mi cintura. Ese era nuestro segundo beso que siempre había ansiado.A partir de ese momento, ambos comenzamos a crecer juntos.Luego, el compromiso y la boda no tardaron en llegar. Todos pensaban que estábamos locos, pero ellos no entendían cuánto nos amábamos en verdad. Al ser tan cerrados de mente jamás conseguirían nada en esta vida. Y pensar que yo era un poco como ellos, pero por suerte ya no.Después llegaron Derek y Lucy, las luces de nuestras vidas. Hicimos lo mejor posible y formamos una hermosa familia de la cual siempre estaré orgullosa.Los años pasaron rápido junto a ti. Por supuesto que no todo fue color de rosas, tuvimos nuestros altibajos y varios obstáculos se toparon en nuestros caminos. Sin embargo logramos sortear cada uno de ellos, porque juntos podíamos hacer cualquier cosa que nos proponíamos. Éramos un equipo que siempre estuvo destinado a ser y así fue.De repente, Lucy impide que siga navegando por mis pensamientos y me avisa que la cena ya está servida. Le sonrió y le pregunto si Derek y los niños ya llegaron. Ella niega con la cabeza pero me dice que él la llamó avisando que está en camino. Le agradezco, le recuerdo que la amo y le digo que en un segundo voy a la mesa.Es nuestra tercera navidad sin ti, Niall. Ya nada es igual desde que partiste, te tenemos presente en cada segundo de nuestras vidas; lloramos en ocasiones al recordarte, pero luego sonreímos al acordarnos tu risa contagiosa porque sabemos que te pondría triste vernos derramar lágrimas que no sean de felicidad.Intenté salvarte, pero creo que nada puede hacerse cuando tu propio cuerpo dice ‘basta’ y decide tomar un descanso eterno. A pesar de todo, siempre rezo por ti y porque estés bien en donde sea que tu alma haya partido.Por último, mi amor, quiero recordarte algo fundamental: te amo. Te amo infinitamente.Te amo, porque fuiste mi principio a los nueve años. Te amo, porque fuiste mi segundo comienzo a los dieciocho. Te amo, porque fuiste el único que me abrazó cuando hacía frío y me sentía perdida. Te amo, porque junto a ti pasé los mejores años de mi vida. Te amo, porque sé que siempre serás mi ángel de la guarda. Y aunque te extraño tanto que duele, me reconforta el saber que muy pronto volveremos a estar juntos en un nuevo lugar en donde nada ni nadie podrán dañarnos o separarnos.Y recuerda: yo seré por siempre tuya.
Diamandis.
Re: the last year} audiciones cerradas.
¡Antonelaska de las montañas nevadas! Holish. (? Nena pero de donde sacan tantas ideas geniales, no sé, pero que envidia washa. Okya te juro que pensé que ya había escrito acá, fue como si hubiese vivido dos veces seguidas jaja mal chiste, ni siquiera se puede considerar un chiste. Pues bien, iba a audicionar por Harry ya que solo una vez lo hice entoces veo que Deby fue por él, obvio siempre va por él. Entonces pensé "vamos por mi Liam" pero no, hay muchas escritoras talentosas que fueron a por él. Y entoces vi que puedo ir por un artista libre, al pelo. Asi que en conclusión voy a ir por mi gemelo favorito... Finn <3
Harold
Re: the last year} audiciones cerradas.
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Representante: Delevingne.os o capítulo: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Harold
Re: the last year} audiciones cerradas.
Coraline Jones escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
representante: Lily Collins
- Capítulo:
Capítulo 25NOMBRE DEL PERSONAJE
Paz interior, paz interior, paz inte…
- ¡Ya llegué! – grita Brittzorra entrando a mi habitación.
La miro con desagrado y después vuelvo la vista a mi libro de Derecho Penal. La mocosa suelta una carcajada y después se larga del cuarto, pude notar el color rojizo de su rostro. Ayer recibió una buena broma con el ponche de frutas rojas en la fiesta de los Erection, y yo, bueno yo recibí una regañiza de los mil demonios y cien billetes con el rostro de la reina Isabel II.
La regañiza me la dio Simon porque me he estado negando ante su presión de besar al alien; no lo haré, no quiero. Sé que debo hacerlo y más por el hecho de las fotos que vi esta mañana en un blog de chismes, en ellas pude ver a mis mujeres tragándose con los estúpidos y eso me pone los pelos de punta por la presión que comienza a moler mis pobres y cansados hombros. Enserio no quiero besarlo, no puedo. Y los billetes me los dio mi queridísimo “novio” por quitar mi cara de perro enfermo de sarna pero, ¿qué podía hacer cuando no me sentía de ánimos?
El tonto Arnoldo me obligó a compartir la habitación con Brittany la pedazo de mierda en lo que dejan su habitación como ella quiere, a la princesa no le gustó el color azul turquesa e hizo tremendo show para que lo cambiaran por distintos tonos de rosa, tanto que me provoca nauseas al imaginarme cómo quedará el puto cuarto. Parecerá una especie de cárcel para retrasado mental amante del rosa.
Continúo leyendo el libro para así hacer mi ensayo pero la televisión que dejó prendida la mocosa me distrae cuando mencionan el nombre de mi rubia amiga y el de Liam, al instante volteo y veo las fotografías de ambos sonriendo y otras besándose, Emma seguía con el vestido de anoche y Liam con su traje. Me preocupa el hecho de que por fin alguien la está haciendo caer en las garras del amor y me jode el pensar en lo que dijo Simon, por suerte yo no soy nada compatible a Lucho o de otra forma ahora mismo me estaría dando de latigazos.
Tomo el control remoto y apago el televisor con irritación, enciendo mi notebook y empiezo a escribir mi ensayo.
Después de dos horas de escribir cincuenta páginas detallando todo lo que mi profesor quería guardo el documento, me quito los lentes y los pongo en el escritorio, acto seguido me tiro sobre mi cama a descansar un momento, me duelen los dedos de tanto escribir.
- ¡Jaymie! – escucho a Arnold gritar.
- ¿Qué pasó? – intento sonar feliz.
- Es hora del almuerzo, trae tu trasero al comedor – dice queriendo sonar divertido pero me pone de mal humor.
Doy un vistazo a la cama de tamaño individual que está a la orilla de mi habitación, las sábanas color rosa pálido me provoca querer quemarlas junto a la rubia hueca y su madre. Doy un suspiro para fijar la vista al porta retratos que yace sobre mi mesita de noche, extraño tanto a Ciara. Junto a ella se encuentra mi tía Annette abrazándola y sonriendo. No puedo creer que se haya ido; ella y el tío Kenny tienen vacaciones por lo que se fueron de viaje a África y se llevaron a mi pequeño bebé travieso porque la reina y la princesa no lo querían en la casa y mi padre es un estúpido mandilón que no tiene las bolas para enseñarles quién manda en esta casa.
- ¡Niña! – grita ahora Amelia y maldigo en mis adentros.
Resoplo con cansancio antes de levantarme y encaminarme al comedor, una vez que estoy ahí tomo asiento en la parte más alejada de los tres chiflados, una chica que no pasa más de veinte años entra y me sirve un plato con comida, la veo extrañada y ella me sonríe con gentileza para después marcharse del lugar.
- ¿Quién carajo es esa chica? – pregunto confundida.
- La nueva servidumbre – contesta la rubia y aplaude dos veces, acto seguido toma el tenedor y pincha un trozo de zanahoria.
- ¿Servidumbre? – le pregunto ahora a Arnold.
- No puedo yo con todo aquí – dice Amelia la metiche.
- Le pregunté al jinete, no al burro – revoloteo los ojos.
- Sólo ayudan en la casa – habla Arnold y empieza a comer – ¿Por qué no comes junto a mí? – palmea el asiento junto a él y lo miro sin expresión alguna – Anda, ven aquí – sonríe.
- Así estoy bien, gracias. – empiezo a comer lo que hay en mi plato y sé perfectamente que la rubia no cocinó nada porque la comida está deliciosa y nada que ella haga puede saber bien.
- Tu amiga – me dice y la miro – La rubia.
- ¿Emma? – pregunto.
- No, la otra, la rara. ¿Cómo se llama? – bebe un poco de agua intentando no reírse por sus estúpidas palabras.
- Se llama Coraline y no es rara, tú si eres rara – la fulmino con la mirada.
- Jaymie – regaña Arnold.
- Déjala cariño, apuesto a que sólo bromea – sí, cómo no – Ella, ¿es rubia natural? – pregunta y lo único que pienso es que es tan estúpida.
- Lo es, ¿por? – prueba un bocado de comida.
- No me agrada, es demasiado rubia – casi escupo la comida, esta mujer es una idiota y papá es un pendejo porque no se da cuenta.
- Bueno, tú no me agradas a mí porque eres demasiado estúpida – sonrío cínicamente y por el rabillo del ojo veo como mi papá se atraganta por querer reír a carcajadas.
***
Sentada en uno de los sillones puf que invaden la sala de Carrie, tomo el Ipad de mi amiga y empiezo a ver sus fotos, en la mayoría está con nosotras. Llego hasta las fotos de pequeñas, una de un recital de ballet me llama la atención, ahí se encuentran nuestras madres con las cinco mocosas. Ciara abrazaba con fuerza a Jenna y Rose mientras Claudia abraza a Alexandra con un brazo y el otro lo levanta al aire. Suspiro y observo cada detalle de la fotografía, ¿cómo es que las cosas han cambiado tanto?
Quisiera ser una vez más aquella niña que terminaba de dar un gran espectáculo de ballet junto a sus amigas, lástima que no todo lo que queremos puede hacerse realidad y menos aquello, a menos que consiguiera una máquina del tiempo cosa que es imposible hasta en las novelas; no, ahí si es posible.
Siento unos delgados brazos tomarme por los hombros y envolverme en un abrazo, giro un poco la cabeza y me encuentro con la bella sonrisa de Michelle.
- Qué tiempos aquellos, ¿no? – sonrío y asiento cambiando de foto.
- Mira esta – suelto una carcajada al ver a las cuatro chiquillas en traje de baño.
- Cora casi se ahoga en el chapoteadero – suelta una carcajada – Y al final de todo, hasta la fecha sigues sin saber a nadar.
- Me da miedo – me encojo de hombros.
- Creí que el maricón para el agua era Zafiro, no tú – se burla a lo lejos Emma.
- ¡Las bebidas están listas! – anuncia Carrie vertiendo un líquido a cinco vasos en diferentes colores neón.
Me levanto corriendo y tomo el vaso morado ganándole a Michelle, ella toma el verde, Cora el azul, Emma el rojo y Carrie el último, color rosa. Me encamino una vez más hasta el sillón puf y me siento dejando mi bebida a un lado.
- Esto tiene alcohol – dice Coraline con cara de espanto.
- Es sólo vodka, no te asustes – explica Carrie restándole importancia con la mano.
Carcajeo y tomo el Ipad en mis manos una vez más para entrar a mi cuenta de Twitter. Tengo demasiados tweets y ahora me siguen como cien mil personas considerando que anteriormente tan sólo tenía mil seguidores.
- ¡Mierda! Tengo demasiados tweets – levanto una ceja mientras sigo bajando y bajando los comentarios aún sin leerlos.
- Será interesante que los leas – suelta una carcajada Emma.
- Anda, sé que me subirán el autoestima – dice con sarcasmo Carrie.
- Bien, empecemos – enfoco la vista para empezar a leer una vez que he subido para no leer tantos tweets.
"@LouisDameDuroContraLaPared No eres más que una roba fama, no puedes ser cantante por tu cuenta y buscas un contrato musical de la fama de mi amor, Louis."
Suelto una carcajada, no se me había ocurrido el buscar un contrato a cuesta de mi amable y lindo novio. Sarcasmo, sarcasmo.
"@HazzaTeParto no cabe duda que eres una zorra, Carrie una puta, Emma una arrabalera, Coraline una mojigata y Michelle una perra que sólo están en busca de cinco minutos de fama."
- ¡Ándese! La Emma es una arrabalera – dice Carrie soltando una carcajada que casi se escucha hasta Japón. Las demás acompañamos sus risas.
"@AmaraJensen ¡Te voy a matar, puta de mierda!"
"@SashaCameron Te odio con toda mi alma, Louis y yo estábamos destinados a estar juntos porque somos almas gemelas. Te odio tanto zorra."
"@LaMaxMoxaPriinxexitaPrexioxa Juro que te mataré Jaymie, eres una perra y me dará tanto gusto ver tu sangre llenando el piso de color rojo puta. Te odio >.<"
"@DannaWaters ¡Oye! Te he visto cantar en Cherry y lo haces de lujo, no hagas caso de aquellos comentarios. Sigue adelante chica, saludos :DD"
- Rettwitear y seguir – digo en voz alta mientras mis amigas se ríen a más no poder, excepto Cora.
"@CharlotteWells Como quisiera que murieras, Louis no debería ser pareja de alguien que no es famoso, te odio perra de mierda."
- Entonces que vaya perdiendo las esperanzas, mocosa estúpida – dice Emma entre risas.
"@Alicia1D Ya déjenla, Jaymie no tiene la culpa de que nuestro Louis se haya enamorado de ella. Como verdaderas directioners debemos aceptarlo y no arremeter contra ella. Yo soy Laymie Willinson Shipper."
"@SaraDirectioner Shippeo a Laymie Willinson \0/"
Suelto una ligera carcajada y retwitteo ambos tweets.
"@QueMueraJaymieWilliams Deberían quemarte con leña verde para que ardas más, hija de perra."
No puedo evitar el carcajear, Emma me hace segunda y Carrie está por orinarse de la risa. ¿Desde cuándo Twitter tiene tantos caracteres para maldecir y desearle la muerte a los demás?
"@AprilThomas Te amo :DD"
"@Lily1DTommo ¿Por qué nos haces esto? Me duele demasiado que seas capaz de robarte a Louis y dejarnos a las directioners sin su amor :c"
"@LemmaShipper Te amo a ti y a tus amigas, en especial a Emma."
"@ShineBright Puta cantante de cuarta, si pidieras limosna apuesto a que morirías de hambre porque nadie te daría nada ya que cantas de la mierda, perra."
"@SierraMitchel La rockeas lml lml."
"@EmmaWoodhouse ¡Te voy a matar! *inserte un cuchillo aquí*"
- Idiota – le digo revoloteando los ojos y ella suelta una carcajada.
- ¿Qué pasó? – pregunta Carrie ya que no leí el nombre de usuario.
- Mira – carcajeo y le paso el Ipad, Michelle se levanta junto con Cora y se acercan a Carrie para leer el Tweet, una vez que lo hacen estallan en carcajadas.
- ¡No puedo! Debo ir al baño – y dicho aquello Michelle se va corriendo hasta el baño.
- Esas niñas están locas – dice Emma tratando de respirar con más tranquilidad.
- Admito que algunas directioners pueden ser crueles pero también habían buenos tweets – excusa Cora.
- Si, como cinco en un millón – sonrío viéndola y ella se encoje de hombros.
- Pero los hay – sonríe con ternura.
- ¡Basta, perra! – se queja Emma y al instante voltea Cora ofendida.
- ¿Ah? – pregunta, puedo notar que sus ojos se han cristalizado.
- Cora, se lo decía a una estúpida mosca que ha comenzado a molestar. No a ti, linda – se disculpa de inmediato la rubia.
- No te preocupes – contesta Coraline ahuyentando a la misma mosca con una mano.
- ¡Maldita puta! – se queja ahora Carrie, Coraline la mira – Se lo decía a la mosca – explica la castaña.
Después de maldecir como quince minutos a la estúpida mosca que no dejaba de joder me senté sobre el sillón para ver la televisión, agradezco a Dios que la película de Los Simpson está en la tv. Escucho un zumbido cerca de mi oreja, la puta mosca ha vuelto y estoy segura de que hará todo por volverme loca, presiento que es una copia en mosca de Amelia porque también quiero destriparla. Me concentro en ver el pilín de Bart en la televisión y suelto una carcajada.
- ¡PUTA! – grito con gran fuerza sin darme cuenta de que Coraline está sentándose a mi lado.
- ¡Jaymie! – me regaña ofendida.
- No te lo decía a ti, le decía a … – me interrumpe.
- A la mosca, lo sé. No te preocupes – sonríe – Te traje palomitas – me da el tazón y gustosa lo acepto.
Tomo un puñado de palomitas de maíz y lo meto a mi boca, acto seguido coloco el tazón sobre la mesita de centro. Tocan la puerta como si afuera hubiera una invasión zombie, doy por sentado que son los Erection.
La puta mosca topa contra mi cabello, levanto la mano para tomarla y por suerte la atrapo en mi puño, con gran fuerza y violencia la estrujo para que muera por ser tan perra, justo en este momento me doy cuenta de que tengo cadáver de mosca en mi mano. Harold llega y se sienta como si esta fuera su casa entre Coraline y yo.
- ¡Harold! ¡Que gusto verte! – finjo alegría y palmeo su espalda limpiándome la mano en su playera, dejando embarrado el cadáver de la mosca.
- Eres una chiflada – me dice, toma el control y cambia el canal.
- ¡Hey! Yo estaba viendo Los Simpson – se queja Michelle desde el sillón individual.
- Pues que triste porque ya no lo estás viendo – le responde Zayn sentándose entre Harry y yo, subiéndose encima de mí.
- Los huesos pesan – le digo.
- Tu grasa pesa más, panzona de mierda – me grita casi escupiendo mi rostro. Me quedo perpleja ante lo que me ha dicho, por el rabillo del ojo observo como los demás tienen la misma expresión.
Carrie quien estaba trayendo golosinas se encuentra paralizada, veo a Styles quien mira con sorpresa a Malik al igual que el rubio, Liam lo observa con desaprobación y Louis muy enojado. Michelle aprieta los puños con fuerza, Emma con los ojos y la boca muy abiertos, en cambio Cora tapa su boca y sus ojos expresan desilusión. Por alguna razón lo que ha dicho me ha dado gracia, tanta que me río mentalmente.
- ¿Y tú qué? Esquelético de agua puerca, apuesto a que te inflas las bolas porque no son más que un pedazo de pellejo colgante – suelto una carcajada, en cambio Zayn que parece enojado desde hace rato, se pone rojo y una vena de su cuello se salta.
- Y tú una tragadora compulsiva, estás que revientas. Estúpida grasosa – suelto una carcajada haciéndolo enojar más, al fondo escucho las risas de Emma, Carrie y Liam.
- Zayn – dice Louis haciendo lo posible por contener su risa.
- ¡Cállate! – le grita el moreno.
- ¿Sabes? Eso es lo más pendejo que he escuchado en mi vida – niego y carcajeo. Puedo notar como aprieta los puños, como si quisiera golpearme.
- Tú eres una tonta – me ataca.
- Tú eres un pendejo – contraataco y él entrecierra los ojos con gran irritación.
- Eres tan vulgar que ni mujer pareces, no eres más que una marimacha que intenta pasar por chica – niega.
- Y tú no eres más que un travesti que intenta pasar por chico – le regreso sus palabras.
- Silencio – dice Liam mientras camina tomando a Emma de la mano, cosa que me sorprende inmensamente.
- Como quisiera zarandear tu pequeño cuello de bruja – se truena los dedos, ahora parece una pelea entre dos chiquillos. Los demás se acercan formando un círculo y viendo el espectáculo que el único que se lo toma enserio es Zayn.
- Quisiera arrancar tu pista de aterrizaje con mis manos – señalo su copete.
- ¡Silencio! – dice una vez más Liam.
- Déjalos – le dice Carrie divertida.
- Boba
- Idiota
- Tonta
- Estúpido
- Pendeja
- Pendejo – carcajeo.
- ¡SILENCIO! – sentencia Liam.
- ¡FUE CULPA DEL MAISTRO LONGANIZA! – grita ahora Louis y carcajea, todos lo miramos sin comprender y con el ceño fruncido de la confusión.
- ¡TA TA TA TA TA! – ahora Carrie se une a él y dirigimos nuestras miradas a ella – Un clásico – asiente con una sonrisa inmensa y toma el tazón con palomitas para tomar un puño e introducirlo a su boca.
- Me largo de aquí – dice Zayn, se levanta y como toro va echando humo, se detiene y le dice algo en el oído a Michelle y después se va.
- Eso fue raro – dijo Niall tomando lugar a un lado de Cora y pasando un brazo alrededor de sus hombros, quizá lo hace inconscientemente.
- Veamos la peli – dice Carrie y le quita el control remoto a rizos para regresar a la película de Los Simpson.
Esto es una mierda total, vi la manera en que Zayn le dijo algo a Michelle en el oído antes de salir de aquí, pero noté cómo él lo hizo con sutileza y rozó su mano con el antebrazo de mi amiga. Emma está que echa miel por los poros de la piel a un lado de Liam, cuando se da cuenta hace como que no lo soporta pero se le olvida y el caramelo comienza a salir. Cora está recargada en el hombro del duende gay irlandés, eso es normal de ella; lo anormal es que él no pone protesta. Carrie se lanza palomitas de maíz con rizos pero noto el brillo en sus ojos, ¿qué puta mierda está pasando aquí?
Si fuera una loca paranoica juraría con mi alma que la chispa del amor ha estado jugando por aquí. Estrujo mentalmente a mi amígdala para que no suelte amor por mi sistema nervioso central sino la cosa se pondrá fea para mí. Llevo casi un año sin novio y quiero seguir así, entrometer los sentimientos en cualquier lugar resulta ser perjudicador para toda persona en el mundo. Siento la mirada de alguien sobre mí, por instinto miro a Louis y él es quien me ve, le saco la lengua para mirar una vez más el televisor pero ahora el miedo se ha apoderado de mí. Tan sólo quedan cuatro meses más de contrato y saldré ilesa de todo esto lo quiera o no.
La película ha terminado y Carrie fue a buscar una más en su gran colección, rizos se fue detrás de ella; sólo espero que no intente algo o Carrie lo dejará sin hijos. Emma ríe a carcajadas en el piso y Liam le hace compañía, dirijo la mirada hacia Michelle quien lleva dormida desde hace rato, estoy comenzando a ponerme nerviosa, giro la cabeza hacia Cora y duerme recargada en el tórax de Niall quien también duerme. Esto es una porquería.
Me pongo rígida cuando Louis se levanta del puf color azul turquesa y se sienta a mi lado. Me concentro en los comerciales del canal Fox sintiendo la mirada del castaño sobre mí. Lo observo y no puedo evitar tener cara de amargada.
- ¿Qué me ves? – le pregunto.
- Lo fea que te ves – contesta haciéndose el gracioso y ganándose un codazo.
- ¡Auch! Eso dolió – se queja tocándose las costillas y recargando la cabeza sobre mí. Mis ojos quieren salirse de tanta incomodidad. Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda.
- ¡Listo! – aparecen Harry y Carrie salvando mis ojos.
Carrie pone la película mientras Harry mueve la mesa de centro, Emma y Liam se acercan al sillón, la rubia se recarga en mis piernas mientras el castaño en las de Louis.
***
Esos fueron los ciento treinta y cinco minutos más incómodos de mi vida.
Suspiro con cansancio mientras levanto palomitas tiradas en la alfombra de la actriz. Es como si Zayn se hubiese marchado y la paz hubiera reinado aquí porque todos hacen algo para que el departamento de mi amiga quede impecable.
Una vez que hemos terminado de asear el lugar tomo mis cosas y me despido de todos, pero antes de poder salir, Louis me detiene justo cuando estoy por cruzar la puerta.
- ¿Quieres que te lleve? – pregunta metiéndose las manos a los bolsillos del pantalón.
- No, no, no, ¡No! – me atropello con las palabras y el me mira raro – No es necesario – intento parecer alguien normal – Vengo en mi auto.
- No creo que a nadie le moleste que lo dejes aquí y yo te lleve a casa – se encoje de hombres.
- Pe… p… ¿Ah?... ¡No! Estoy bien, gracias. Puedo manejar a casa – puta amígdala, ¡te dije que no me hicieras esto!
- Por mí no hay problema – sonríe y por alguna ridícula y estúpida razón no puedo dejar de ver sus estúpidos ojos.
- No, gracias – suelto con frialdad, no quiero estar aquí ni un minuto más.
Salgo como alma en pena y me adentro al elevador, presiono con rapidez el botón que me lleva hasta la puta salida de aquí. Una vez que se detiene presiono todos los botones y salgo corriendo, no me gusta quedarme sola con tanta mierda dentro.
Llego a grandes zancadas hasta mi auto y rebusco mis llaves en el bolso, una vez que las encuentro las saco pero mi estupidez me hace tirarlas, me inclino para tomarlas y resoplo con ira. Abro la puerta del coche y entro. Cierro la puerta y me pongo el cinturón de seguridad, enciendo el motor y la radio, segundos después arranco el coche camino a mi casa.
Cambio la estación para manejar a gusto y con calma.
Y la siguiente canción, a petición de Ximena es Catch me de la hermosa Demi Lovato.
Miro la radio como si fuese un bicho raro.
Before i fall too fast
kiss me quick
but make it last
so i can see how badly this will hurt me
when you say good bye
Keep it sweet
Keep it slow
Let the future pass
but dont let go
but tonight i could fall to sleep
to this beautiful moonlight
But your so hypnotising
you got me laughing while i sing
you got me similing in my sleep
I can say this im unravling
and your love is where im falling
so please dont catch me
- ¡Cállate, Demi! – le grito a la radio. Incluso la estúpida radio está en mi contra. No caeré, no lo haré.
Sing this high
dont settle down
like a child running scared from a clown…
Antes de que Demi siga con sus palabras cursis cambio a la estación latina, al menos sí es una canción de amor no entenderé una mierda. Acelero porque estoy tan abrumada que me desmayaré en un momento.
Una vez que he llegado a la casa estaciono el auto y salgo, busco las llaves de la puerta y una vez que las encuentro entro al lugar. La misma chica de la mañana se encuentra en la casa, ahora está aspirando la alfombra mientras escucha música y baila probablemente al compás de la canción. La miro extrañada y ella se da cuenta de mi presencia, me saluda con la mano y yo contesto el saludo. No doy ni tres pasos cuando la puerta se abre de golpe dejando ver a dos personas cargando demasiadas bolsas, los ojos se me salen de las orbitas cuando veo las sonrisas de satisfacción de las estúpidas.
- ¡Hola! ¡Hola! – saluda Amelia.
- Buenas noches – dice la chica que asea el lobby con una sonrisa.
- A ti no te saludé – entra y camina por el pasillo que está a un lado de las escaleras seguida por su pequeña zorra, a mí simplemente se me ha caído la boca de lo grosera que ha sido el espécimen subdesarrollado con la pobre chica.
- Así es de mierda – le digo.
- Me di cuenta – contesta aún confundida.
- Soy Jaymie – me acerco y extiendo la mano – ¿Quién eres tú?
- Soy Amy – sonríe y toma mi mano – Y mi mamá se llama Andrea, creo que no la viste pero ella también trabaja aquí.
- Y, ¿se podría saber cómo es que llegaron a caer en este lugar? – pregunto.
- Tú padre nos conoce – la miro extrañada – Mi hermana mayor trabaja en su firma, obviamente no ha llegado a un puesto de abogada pero va para allá – explica.
- Oh, genial. Te veré por aquí entonces, ahora debo hacer algo – sonrío – Nos vemos.
- Cuídate – sonríe y regresa a hacer sus deberes que obviamente deberían de ser míos pero soy tan buena que se los obsequio.
Camino por el extenso pasillo que da al estudio de Arnold, una vez que estoy fuera de la vista de Amy o su madre las orejas me empiezan a humear de la ira. Aviento la puerta del estudio y sorprendo a Arnold leyendo el mismo libro que yo tenía en la mañana.
- ¿Qué pasa? – sonríe de lado.
- ¿Me preguntas qué pasa?, pasa que tu estúpida novia y la pequeña zorra de su hija – frunce el entrecejo.
- Jaymie – me interrumpe – No me gusta que utilices ese lenguaje aquí.
- Pues acostúmbrate porque si ellas siguen aquí yo hablaré como me pegue la gana – revolotea los ojos – Esas dos brujas – señalo hacia afuera – Se gastan tu dinero en ropa, zapatos y maquillaje cuando ni siquiera quieres darme para comprar un mísero par de tenis.
- ¿Es eso? – se levanta y camina un poco, acto seguido se siente sobre el escritorio – ¿Estás enojada porque no te doy dinero para comprar zapatos? – me cruzo de brazos – Tú nunca me has pedido dinero para comprar ropa o zapatos.
- ¿Debo pedírtelo? Soy tu hija, no creerás que andaré por la vida desnuda, ¿o sí? – me siento como una pequeña que pelea con papá. Arnold revolotea los ojos y busca en su bolsa trasera.
- Si eso es lo que te molesta – de su cartera toma una tarjeta color negra – Toma, puedes comprar lo que quieras.
- No es eso – le digo ofendida – ¿Los hombres no pueden entender nada? – reprocho.
- Tú quieres zapatos, ten – estira la mano con la tarjeta – Compra lo que quieras, no sé qué quieres que entienda.
- Eres tan mal padre – niego y su cara se arruga con desagrado.
Giro sobre mis talones y salgo, me detengo en la puerta y vuelvo a entrar. Le arrebato la tarjeta y ahora si salgo camino a mi habitación.
***
Cora y yo caminamos por el centro comercial, la tarjeta de crédito de Arnold descansa en mi cartera. Según el ridículo horario debíamos reunirnos Cora y yo con Louis y Niall para después encontrarnos “misteriosamente” con los demás. A lo lejos veo a Louis platicando amenamente con el rubio, lleva un suéter azul que hace resaltar sus ojos, en cambio el rubio optó por un suéter rojo que le hace resaltar todo y más lo pálido que es. Cora sonríe de oreja a oreja y me arrastra hasta llegar a ellos.
- Demos una vuelta – dice el rubio tomando la mano de mi amiga. Me preparo psicológicamente para tomar la mano de Louis y caminar.
- Parece que nos pusimos de acuerdo en la vestimenta – dice mirando mi blusa azul.
- Si bueno, sólo mi blusa es azul, en todo lo demás estoy muy diferente a ti, Erection – revoloteo los ojos.
- Que grosera – se queja el rubio como si él fuera un panecito cubierto de miel.
- No importa, vayamos a ver a esa tienda – señala una de ropa.
Entramos al lugar y vemos la ropa de ahí. Es demasiado cara para mi gusto, jamás en mi vida pagaría doscientos cincuenta y tres libras por una simple playera. Cora se entretiene con los vestidos, los dos chicos están viendo playeras con mensajes estúpidos y yo camino hacia donde se encuentran más playeras raras. Me quedo quieta observando curiosa una playera color negra en letras morado neón que dicen “SHE IS CRAZY, SHE IS WILD BUT I LOVE HER EVERY TIME”, suelto una ligera carcajada ante tal mensaje.
- Esa me gusta – dice Coraline llegando a mi lado.
- A mí también – digo con sinceridad.
- ¡Es hora de irnos! – grita el rubio en la entrada mientras Louis paga algo en la caja, no sé por qué paga si cuando camina hacia nosotros no lleva ni una bolsa en manos.
- Vamos – sonríe provocándome una cara de amargada.
Caminamos hasta quedar cerca de una fuente y esperamos a los demás, puedo ver por el rabillo del ojo a los fotógrafos, según ellos se esconden pero son más obvios que el peróxido que emana del cabello de Amelia. Me acerco a Coraline quien da unos cuantos brinquitos, apuesto a que está más que feliz.
- Brincas demasiado – le digo.
- Es que… Estoy tan feliz – me toma las manos – Todo esto es perfecto. ¡Mira! Allá vienen – sigo con la mirada hacia donde apunta y tal y como ella lo dijo los demás vienen, tomados de la mano y fingiendo ser exageradamente felices, ¿o no fingen?
Suspiro profundamente, esto me está constando una teta y media. Es demasiado para mí en estos momentos. Observo a dos chicas venir hacia la fuente, mi mirada se posa en sus manos donde cada una tiene un delicioso Icee, a pesar de que hace frío la boca se me hace agua. Cuando lleguen los demás lo llevaré para comprar uno y no quedarme con las ganas.
No entiendo por qué deben ser tan lentos.
Las chicas con los grandes vasos en manos saludan a Louis y Niall y acto seguido nos estampan la bebida hecha de hielo fino con sabores en la cara, distingo el sabor a cereza por lo que sé que es color rojo. Hasta el alma se me congela con lo fría que está, me quedo sin poder moverme, sólo atino a abrir la boca con indignación y a limpiarme los ojos. Veo a Coraline y ella tiene la cara azul, se limpia los ojos y me ve. Están cristalizados y puedo notar que derraman lágrimas.
Emma, Carrie y Michelle corren hacia nosotras y cinco segundos después más bebidas Icee aparecen, justo en el rostro de las chicas y para terminarla de joder otro para Cora y uno más para mí, pero ahora es sabor mora azul. Siento que el pecho me explotará de la rabia y el sentimiento que me ha provocado ser atacada con bebidas heladas por parte de unas chiquillas estúpidas. Me limpio una vez más los ojos y veo los rostros de mis amigas, iguales o más sorprendidas que yo. Emma tiene la cara y parte del pecho verdes, Carrie rojo, Michelle morado y Cora y yo Azules. Esto es tan embarazoso que quisiera meter la cabeza debajo de la tierra.
Emma gira sobre sus talones y con la mirada busca a las chiquillas, no da ni un paso cuando Liam la toma, apuesto a que sabe que si las encuentra las despelleja vivas. Miro hacia el piso buscando un poco de dignidad dentro de mí para afrontar la situación hasta que una mano toma mi barbilla y me hace levantar la mirada. Me encuentro con los ojos de Louis, se ven consternados. Sigue tomando mi barbilla y se acerca hasta quedar a unos cuantos milímetros de mí.
Vamos Jaymie, no seas tan cobarde y finge ser una actriz que ganará un Oscar por la actuación de este beso.
Me preparo para besarlo pero él lo único que hace es tocar mis labios con los suyos quitándome un poco de hielo y comerlo, lo miro sin entender y me sonríe, se quita el suéter dejando ver su playera oscura y empieza a limpiar mi cara. Justo en este momento no lo reconozco, parece que los marcianos amorosos del planeta frú frú han venido por él y lo han transformado en alguien que no es. Sí esto hubiera pasado un mes atrás, probablemente se estaría orinando de la risa junto a los demás sin importarle que hubieran cámaras cerca pero, tampoco escucho las risas de los demás.
Limpia con extrema ternura y paciencia mi cara, sigo sin creer que lo esté haciendo con su propio suéter pero me siento tan abatida que no pongo ni pondré objeción. Todo esto es tan jodido.
Giro un poco la cabeza para ver cómo están mis amigas y los idiotas. Cora llora desconsolada mientras el rubio la abraza sin importarle que su suéter esté ensuciándose y mira en dirección de las pequeñas zorras bandoleras y niega con desaprobación. Zayn está agarrando el largo cabello de Michelle para que ella pueda limpiarse bien, Harry ayuda a Carrie a limpiarse con pañuelos que la castaña saca de su bolso y Liam besa el cabello de Emma mientras la limpia con la manga de su sudadera. Se ve tan real que incluso yo me creo el juego e imagino los encabezados de las fotografías “Acto en contra de las chicas de One Direction los hace ponerse románticos”, incluso me imagino los siguientes tweets “Te mataré Jaymie, Louis es mío y debe limpiarme la cara a mí, no a ti”.
Miro los ojos del castaño quien está concentrado en quitar todo rastro de Icee de mi cara pero no creo que eso sea posible, ya la siento pegajosa debido al dulce de la bebida. Mira mis ojos y sonríe, pero su sonrisa no es burlona, más bien es de esas que quieren que tú también sonrías y no tengas cara de amargado justo como la mía ahora. Toma mi mejilla y se me acerca hasta juntar nuestras frentes.
- Estás como nueva – ni yo lo creo. Besa la punta de mi nariz y se separa para tomarme de la mano.
- Las mataré – protesta Emma.
- Eso no será necesario – contesta Liam mirando en dirección de donde las mocosas corrieron.
- Esta es la peor humillación que haya tenido en mi vida – se queja Carrie y rizos pasa el brazo por sus hombros para abrazarla.
- ¿Por qué fue todo eso? – pregunta Chelle.
- No lo sé, quizá querían matarnos de frío – bromeo y ellas ríen recordando los tweets de ayer.
- Será mejor que nos vayamos o esto será un caos total – dice Harold viendo que se han juntado más fotógrafos.
Caminamos hacia el estacionamiento y cada quien entra al auto de su “pareja”. Todo el camino voy viendo la ventana y con la boca cerrada, no me siento de humor como para hablar. Louis estaciona el auto y bajamos, a unos cuantos metros puedo ver un restaurante. Esperamos y en menos de cinco minutos ya están los demás ahí.
Tomo la mano de Louis y comenzamos a caminar hacia el restaurante. Por el rabillo del ojo veo que Coraline sigue llorando y el rubio intenta consolarla. Llegamos a la entrada del lugar y de inmediato nos dejan entrar, me siento incómoda ya que tengo pegajosas hasta las tetas. Pero al señor Simon le importó un comino que unas locas nos hayan vaciado hielo en la cara.
Llegamos hasta una mesa en círculo demasiado grande y tomamos lugar. Me siento antes de que Louis quiera ser un caballero y me arrime la silla, yo no necesito de esas tontas cursilerías.
Tomo la carta de menú que acaban de darme y me tapo el rostro, no quiero que me vea el castaño. De cualquier modo ya sé qué es lo que quiero. Siempre que visito un nuevo restaurante italiano pido lasaña.
- ¿Qué se te antoja? – doy un pequeño salto, el imbécil me ha asustado.
- No sé, ¿qué se te antoja a ti? – le miento.
- La lasaña – contesta susurrando.
- A mí igual – le digo de la misma manera.
Una vez que piden todos de comer les hago señas a las chicas para ir al baño, ellas se levantan y juntas nos encaminamos.
- Esto es una mierda, no aguanto más – les digo.
- Tranquilízate, sólo comemos y nos vamos – me dice Carrie.
- ¿Estás bien, Cora? – pregunta Michelle. Veo a Emma recargarse en el lavamanos y mirarse en el espejo demasiado abatida.
- Sí, es sólo que no puedo superar del todo lo que pasó. Fue mucho para mí – explica.
- Esas mocosas deben pagar, lo harán – asiente Carrie segura de sus palabras.
- Me gusta Payne – suelta de la nada Emma y todas nos quedamos boquiabiertas.
- Pero tú… dijiste que no… tú – intento formar una oración coherente pero mi cerebro no da para más.
- ¡Emma! – regaña Carrie.
- No puedo guardármelo más, me quema el no decirlo – sus ojos demuestran preocupación.
- Yo… – comienza a decir Michelle – Creo que es hora de regresar a la mesa.
Nos lavamos las manos y olvidamos por un momento el tema de Emma y Liam. Me siento en la silla con la mirada perdida.
***
Mi gran ensayo yace dentro de mi mochila, quiero probar al profe porque últimamente se está comportando un tanto raro conmigo. Llama mi nombre, soy la penúltima de la lista y camino hacia él con las manos vacías.
- ¿Qué tal, Jaymie? ¿Cómo has estado? – sonríe y se ve jodidamente sexy.
- Muy bien, profe. Pero tengo un problema – frunce el entrecejo.
- ¿Qué sucede? – pregunta.
- Yo… No pude terminar mi ensayo – me muerdo el labio con nerviosismo de que me saque a patadas y lo peor aún que si lo tengo.
Se pone pensativo y piensa unos segundos antes de hablar.
- Te propongo algo – se toca la barbilla pensativo – Ve a mi casa saliendo de clases y arreglaremos eso – levanto la ceja – No te asustes, no soy del tipo que tienen “asuntos” – hace las comillas en el aire – Con sus alumnas.
No le creí ni un poquito pero me quedé tranquila. Camino hacia mi auto para ir a su casa, al menos él me hace olvidar todos mis estúpidas ideas de recordar al cara de rata come zanahorias. Me adentro a mi auto y enciendo el motor, manejo hasta la casa de mi profesor y bajo del auto con mi mochila colgando en mi espalda.
Camino hasta el pórtico y toco el timbre, pasan como veinte segundos cuando el apuesto hombre me abre la puerta y me recibe con una sonrisa.
- ¡Jaymie! Entra, no te quedes ahí – abre la puerta para que pueda entrar. Debo admitir que su gusto en interiores es bello. Me dirige hasta el lobby y tomo asiento en uno de los sillones.
- Su casa es muy bonita – le sonrío, mi corazón se acelera por el hecho de estar ahí dentro.
- Gracias – sonríe aún más – Ahora hablemos sobre lo de tu ensayo – toma mi mano – No debes preocuparte por eso, tú siempre tendrás la calificación perfecta en mi clase – acaricia mi mejilla.
¡Mierda! La saliva se me saldrá.
***
- ¡Eres una zorra! – grita emocionada Emma – ¿Te lo echaste?
- ¡No! ¿Cómo crees? Sólo hablamos sobre mis trabajos. Lo que me duele es que hice el puto ensayo – revoloteo los ojos.
- ¡Eres una perra! – grita una vez más y yo carcajeo, me toma de la mano y nos dirigimos hacia el lobby del departamento de Carrie – ¡JAYMIE SE ECHÓ A SU PROFESOR DE DERECHO PENAL! – grita como desquiciada haciéndome reír.
Llegamos al umbral del lobby y la rubia y yo nos quedamos paralizadas mientras Carrie está ahí con una cara de “La han cagado”.
Michelle se tapa la cara mientras Cora tiene la misma expresión que los Erection, conociéndolos como son, ni porque me hinque y les jure que no es cierto, irán con el chisme a mamá Simon. Cuando veo la cara decepcionada de Louis me hago la desentendida y codeo a Emma para que saque un tema ya que ella fue quien causó todo esto con sus gritotes.
***
Nadie dijo ni una palabra ayer hasta que los Erection se fueron. Una vez que ellos estaban fuera de ahí comenzó toda la burla acerca de mi “acostón” (que jamás ocurrió) con mi profesor de Derecho Penal.
Camino hacia la salida cansada de un día duro de lectura, odio leer cuando no traigo mis lentes y justo el día de hoy amanecí peor que estúpida y los dejé en casa.
- ¡Jaymie! – me saluda mi profe quien también se dirige al estacionamiento.
- ¡Hola! – contesto el saludo – ¿Cómo está?
- Muy bien, ¿qué hay de ti? – sonríe. El maldito es tan sexy.
- Pues supongo que bien, sólo un poco cansada. Ya sabe – me encojo de hombros.
- ¡Hola! – saludan frente a nosotros. Giro el rostro y veo a Louis parado a menos de dos metros. Mi profe y yo caminamos hasta él.
- ¡Hola, muchacho! – saluda mi profesor estirando la mano – Ethan Grey.
- Soy Louis, el novio de Jaymie – lo saluda sonriendo pero fulminándolo con la mirada.
¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?
jdhjskahfjkdgdg, audición aceptada:)
amo como escribis, wn, en serio kfdjf.
amo como escribis, wn, en serio kfdjf.
bhavi.
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