The story of my life (Liam Payne y tú) TERMINADA

Estoy en la pequeña biblioteca, estoy recostada en el pequeño sofá mientras veo por la pequeña ventana a las personas que pasan caminando despreocupadamente. Oigo la puerta principal abrirse y luego cerrarse. Debe de ser Josh. Salgo de la habitación y bajo las escaleras. Ahí estaba él, dejando su maletín sobre la mesa. Él levanta la vista y me mira. Me mantengo seria mientras lo veo.

—_______...—toma un suspiro—volviste.

Me acerco un poco a él. Ahora ya no veo más a mi padre, sólo veo al hombre con el que fui criada, el que nunca me amó.

—Luces sorprendido—digo.

—Bueno...yo—se queda sin palabras.

—¿Por qué?—cuestiono.

—¿Por qué qué?

—¿Por qué me has mentido todo este tiempo? ¿Por qué nos separaste de nuestra madre? Entiendo que estabas enfadado, pero lo que hiciste estuvo mal.

Él aparta la mirada. Se pasa una mano por su cabello y suspira.

—Te lo contó—afirma.

Asiento. Él camina y se sienta en uno de los sillones, luce derrotado, su cara está pálida y dos bolsas oscuras están bajo sus ojos.

—Yo amaba a tu madre, todo era como siempre había soñado—empieza—,cuando nació Alex no creí poder estar más feliz, ella era igual a mi. Pero luego tu madre me dijo que estaba embarazada de ti, definitivamente podía ser aún más feliz. Cuando naciste pude ver que eras como tu madre, hermosa; pero cuando te enfermaste y necesitabas transfusiones de sangre y me enteré que tú no tenías la misma sangre, lo descubrí, tu madre me había sido infiel. Quería matar al hombre, a tu verdadero padre, estaba muy furioso. Tu madre no quiso hablar conmigo acerca de eso. Mi ira anublaba mi pensamiento y...tú sabes lo demás—dice él.

—Ya nada podrá ser igual—le digo sentándome frente a él.

—Lo sé.

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—Me alegra que estés bien—dice Evelyn.

Estamos en un parque, sentadas, con un cono de helado en nuestras manos mientras le cuento como ha sido mi vida, exceptuando algunos detalles.

—¿Y tú? Aún no me has dicho nada acerca de ti—le digo.

—Bueno, no hay mucho que contar; conseguí un empleo en el hospital central, y claro, he estado buscándolas—dice.

—¿Ningún chico, es decir, hombre?

—Jajaja, no. Yo debería hacerte esa pregunta, me agrada Liam—dice.

—Sí—digo mientras siento mi cara arder.

—Es muy lindo.

—Lo sé.

Nos quedamos un momento en silencio. Termino de comer mi helado y la miro.

—Ma...¿mamá?—digo dudosa.

Ella sonríe.

—¿Sí?

—¿Algún día...? Me refiero, yo ya no puedo vivir con...él, ya puedo elegir, sólo quería saber si...

—¿Sí podrías vivir conmigo?—dice extrañamente triste.

—Sí.

—No—mi sonrisa se borró—,me refiero a, yo no puedo hacerlo _______.

—¿Por qué?

—No sería justo, para ti.

—¿Para mí? ¿Para qué volver entonces?—digo con la voz furiosa y decepcionada

—Tal vez ahora no lo entiendas...

—Tal vez nunca lo entienda—me paro y me alejo de ella.

—¡_______! ¡_______!—oigo su voz gritarme.

Corro hasta que mis piernas dolieran. Me acerqué a un árbol y trato de recuperar el aliento. Me siento, agarro mis rodillas contra mi pecho y silenciosas lágrimas empiezan a salir.

—¿_______?

Levanto mi cara, sé que está roja. Veo a Logan parado frente a mi, llega una gorra y sus manos están en sus bolsillos.

—¿Qué haces aquí?—pregunta.

—Yo...—digo y la voz se me quiebra.

—Ven.

Coge mis brazos y me levanta para abrazarme. Poco a poco levanto mis brazos y los coloco alrededor de su cintura. Estuvimos así unos cuantos minutos y luego nos separamos.

—¿Quieres venir conmigo?—dice él.

Asiento.

Caminamos unas calles más y llegamos frente a una gran casa.

—Pasa—dice Logan abriéndome la puerta.

Al entrar veo que la casa es hermosa. Entramos a lo que creo es la cocina y Logan me sirve un vaso con agua. Estuvimos charlando un rato, a decir verdad Logan es muy divertido, y me saca una sonrisa. Mi celular empieza a sonar, llevo una mano a mi bolsillo y saco el aparato, en la pantalla se ve el nombre de Liam.

—¿Aló?

—¿_______? ¿Dónde estás? Tu madre me ha buscado y me ha dicho que has salido corriendo y que no te ha visto en toda la tarde—dice Liam al otro lado del teléfono.

—Sí, lo siento, es que no me di cuenta hasta donde había corrido.

—¿Estás bien?

—Mejor—digo.

—¿Dónde estás? Iré por ti—dice Liam.

Oh no, de seguro esto no le gustará para nada.

—Primero, no te molestes—digo antes—;segundo, estoy en la casa de Logan.

—Voy en camino—dice Liam para luego cortar.

Sí, creo que se enojó.

—¿Tu novio?—dice Logan.

Asiento. Miro a Logan y se le ve un poco triste, ¿por qué lo estará? 

—¿Logan?—sus ojos azules impactan con los míos—,¿Estás bien?

—Podría decirte que sí pero, no, no lo estoy—dice él.

Me siento confundida por lo que acaba de decir. Logan se acerca a mi, ¿qué es lo que está haciendo?

—________, no sé como decirlo—dice mirándome a los ojos—;desde el momento en que te vi supe que eras una persona especial—mis ojos se abrieron de sorpresa—,tal vez tú nunca me hayas visto o creías que no lo valías, pero para mí si. Me arrepiento de nunca haberte hablado antes, porque ahora que Payne vino, él robó tu corazón.—tomó el dije con forma de corazón del collar que me había dado Liam—Y sé que tú también lo quieres, por esa razón es que no me meteré—él acaricia mi mejilla—.He visto que eres más feliz, él te ha ayudado mucho, porque siempre que estás con él tienes una hermosa sonrisa en el rostro, y no sabes lo que daría por ser yo. —dice él.

—Logan...

—No hables, sé lo que dirás—dice triste.

—Lo siento mucho Logan, pero amo a Liam, siempre será Liam.

—Lo sé—dice él—,lo sé—me da un beso en la frente—,sólo recuérdale que si te llega a dañar alguna vez, yo mismo lo mataré.

—No te preocupes—le digo con una sonrisa.

—Vamos, que tu novio ha de estar por llegar.

Caminamos hacia la puerta y al abrirla pude ver el carro de Liam parquearse. Liam bajó del auto y se acercó a nosotros. 

—Lerman—dice Liam.

—Payne—responde.

—¿Nos vamos?—me dice Liam.

—Claro.

—Adelántate—dice Liam.

Me alejo de ellos y entro al auto de Liam.

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Liam POV's

Luego de que _______ se metiera en el auto volteo a ver a Lerman.

—Mira Payne, antes de que empieces con tus celos, déjame decirte...

—Gracias—le interrumpo.

—¿Qué?

—Gracias por cuidar de ella—le digo.

—De nada—dice él con confusión.

Me empiezo a alejar.

—¡Payne!—dice Lerman—Tú eres bueno con ella, y ella es muy feliz ahora, cuídala mucho.

—Siempre lo haré.