Trouble, love&shows {One Direction} NC. 2do tema

Después de tomar tres vasos de algo con jugo de naranja, que según Jay no tenía tanto alcohol, tuve que ir al baño urgentemente. Trate de no tropezarme con nadie, más si aquel lugar estaba lleno de rostros conocidos mundialmente, para no pasar una vergüenza como en la fiesta de los chicos. Pero en el baño me encuentro con una ingrata sorpresa: Perrie está allí, retocando su maquillaje. Trato de pasar desapercibida, pero cuando salgo del cubículo sus azules y grandes ojos me están examinando con la mirada.

-Hola…Coraline, ¿verdad? – no me queda otra opción que asentir mientras me lavaba las manos. Se acerca a mí y sonríe de manera simpática, pero una razón que desconozco, aquella sonrisa solo me parece hipócrita. – No sabía que estabas aquí. Supongo que los demás están contigo, ¿no?

La mire confundida por unos segundos. No solo se refería a las chicas, sino que estaba incluyendo a los chicos en ese demás por igual. ¿Por qué quería saber eso? Ya no se hablan, aunque quieran pretender que sí. O tal vez si lo hacen y las engañadas somos nosotras, la verdad ya no estoy segura de nada.

-Sí, vinimos todos, pero ahora mismo no sé por dónde andan –le sonrío apenada tratando de que mi voz no me delate, pues está llena de nerviosismo. Sus enormes ojos me están intimidando poco a poco.

Y aquello tiene algo de verdad, de hecho, no he visto a Niall o a alguno de los demás desde que llegamos. Y ahora que lo pienso tampoco recuerdo en donde deje a las chicas. Genial.

Aprovecho cuando su celular suena y la distrae para salir lo más rápido que puedo del baño. Una vez afuera, tomo aire un par de veces antes de meterme entre el tumulto de gente y comenzar a buscar con la mirada a las demás. La música que suena es un poco lenta, por lo que fácilmente adivino que no se encuentran en la pista. Lo más probable es que estén en la barra, tomando toda bebida que les llame la atención. Sonrió al recordar la noche en que nos emborrachamos la última vez, en el apartamento de Carrie. También fue una noche en las que nos sinceramos y desahogamos una con la otra; la verdad es que no sé qué haría sin cada una de ellas.

-¡Por Dios, Sheila!

El grito de Carrie es lo que me indica, por fin, donde se encuentran. Y no me equivoque al pensar que estaban en la barra, porque están todas sentadas o de pie junto a esta. Sheila se encuentra tomando de una botella de algo que no puedo distinguir, antes de que Carrie se la arrebate de las manos y la reproche, pero aun así se divierte con todo esto. Jay está susurrándole algo al oído a Louise, y ambas tienen sonrisas traviesas adornando sus rostros. No tardo mucho en adivinar que están planeando hacerle una broma a alguien.

Para mi sorpresa, Emma está sentada un poco más lejos de las chicas y al fijarme mejor, noto que Liam está de pie en frente de ella. Ambos poseen expresiones serias y parece que discuten, lo me hace voltear la mirada enseguida. Odio verlos peleados, cuando pensé desde hace unos meses que se veían perfectos juntos. Aun lo hacen, pero un lado de mi subconsciente me repite que soy una ilusa por esperar eso y que él la quiera de verdad, cuando todo apunta a que no sea de esa manera.

Justo en el momento en que me volteo hacia Carrie para refutarle el por qué no quería que las chicas viniesen, pues eso solo nos traería problemas para todas, noto a Harry que se acerca a paso apresurado hacia donde estamos. Recuerdo lo mal que se ha comportado y las groserías que ha hecho, y las lágrimas que hizo a Carrie derramar, y eso es suficiente para que me den ganas de pisarlo y hacer que se devuelva por donde viene. Pero duro mucho pensando en cómo hacerlo, porque cuando me percato de lo que sucede, él ya está lo bastante cerca de la castaña.

Wik lo mira despectivamente, casi como diciéndole con los ojos que él no es más que una bazofia – y a pesar de que me duele un poco – reconozco que es así.

-¿Y tú qué quieres? – pregunta indiferente y rueda los ojos.
-Vamos a bailar – solicita y sin disimular un tono de voz autoritario.
-Mira, imitación de Tarzan con retraso mental, si estas considerando si quiera que mi hermana va a…
-Tranquila, Shei, está bien –la interrumpe su hermana mayor, y todos las presentes allí nos quedamos mirándola atónitas por aquella reacción. No es para ofenderla, pero realmente no me espere eso. Pero entonces giro los ojos y noto como algunas personas nos ven de lejos, unos rostros los puedo reconocer y otros no. Aun así, es suficiente con solo ver aquellas expresiones de curiosidad, interés ajeno y hasta envidia, para saber por qué Harry ha venido a invitar a Carrie a bailar.

Y fuera de toda mi voluntad, aquello me decepciona.

Unos minutos después de que ella acepto y se adentraron a la pista de baile, Sheila y Louise desaparecen cuando ven a un par de chicos mirándolas desde hace un buen rato. Yo intentaba hacerlas quedarse allí hasta que ellos decidieran invitarlas a bailar mientras Jay las incitaba a ponerse los pantalones porque los hombres son todos unos “pendejos de mierda que no saben hacer otra cosa que mariconadas, asi que el alfa de la relación deben ser ellas” cuando a penas han compartido un par de miradas en menos de una hora. Eso no evito que le hicieran caso a ella y salieran disparadas hacia su nueva “presa.”

-Si algo les pasa, caerá en tus hombros – me cruzo de brazo cuando estamos solas.
-Hay que dejarlas que se diviertan, Cora, ¿Quién sabe? Pueden conseguirse uno que las lleve a Roma –sonríe divertida y levanta sus cejas varias veces, insinuando algo que no quiero adivinar.
-No, no, no pienses eso; no pasara.
-Por favor –bufa y manotea en el aire, restándole importancia. – Como si tu ya no lo has hecho – me mira con picardía y yo solo puedo entrecerrar los ojos e inflar las mejillas infantilmente, lo que provoca que estalle en carcajadas.
-Por fin las encontramos… - la voz de Louis detrás de Jay provoca que la misma detenga su risa y su expresión pasa de diversión a seriedad e irritación en un nanosegundo.
-¿Por qué nos buscaban? No los queremos cerca – escupe las palabras sin siquiera pensarlo, situándose a mi lado y cruzándose de brazo.

Junto a Louis esta Niall, quien me sonríe y hace un guiño. Siento la sangre subirse a mis mejillas y me veo obligada a apartar la mirada. En cambio, Louis comienza a insistirle a Jay que vaya a bailar con él, justo como hizo Harry momentos anteriores.

-Te vi bailando antes, así que no me vengas con esa de que estas cansada – replico el de manera inmadura.
-Eso, antes. Ahora estoy cansada así que déjame en paz.
-Jay… -dice un poco bajo y repasa, con los ojos, el lugar de manera rápida. – Este no es el momento para…
-¿Para que, para dejar de pretender que odio el mínimo sonido de tu voz? ¿Qué detesto que me hables como si nos conociéramos desde siempre? ¿Qué odio el maldito contrato que me hace la vida…?

Mis ojos y mi boca se abren de par en par cuando los reclamos de Jaymie son ahogados cuando Louis toma su rostro entre sus manos y estampa sus labios contra los de ella, callando lo que podía convertirse en una horrible discusión. Al principio la morena forcejea y trata de quitárselo de encima, pero él es más fuerte que ella. Además de que, nos encontramos en un lugar público y cualquier cosa que haga mal hecha, puede costarnos toda la vida en trabajo comunitario para pagar deudas de la demanda.

-Esas dos chiquillas tienen la mente de un demonio –gruñe Harry por enésima vez mientras trata de limpiarse el pantalón, inútilmente.
-Te lo mereces –Emma se encoje de hombros y lo mira como si deseara evaporarlo con los ojos.
-Cállate.
-No la…
-No me defiendas, Payne.
-No vayan a…
-Louis no te metas, por favor –lo interrumpe Jay con cansancio.

La discusión comienza otra vez mientras Harry trata de limpiar la mancha oscura que hay en su pantalón, de una bebida derramada ‘accidentalmente’ por Sheila, cuando fue empujada por Louise al pasar cerca del susodicho. Todos nos encontramos en el baño, realmente no entiendo por qué, pero no quiero averiguar sobre eso en esos momentos. Lo que quiero saber es porque la mirada de Michie tiene ese brillo peculiar, a pesar de que su expresión sigue siendo angelicalmente serena y rosada.