Speed and Love |HARRY STYLES FANFIC| Parte II

Apuestooo  a que no me esperaban por acáa! :D

Aqui les dejo las respuestas a los comentarios. Gracias por seguir comentando y Gracias por leer <33 besitos.

Advertencia: +15 preferiblemente.

-¿Qué…Qué quieres decir?-Pregunté confundida.  

De nuevo su sonrisa torcida apareció antes de plantar un pesado beso en mi boca. Su mano derecha bajó por mi costado, acarició mi abdomen y luego bajo aún más, introduciéndose en mi ropa interior. El latido de mi corazón se disparó de inmediato y el aire se me quedó atascado en los pulmones.

Sentí su toque en mi parte baja y automáticamente luché contra el instinto de apretar las piernas. Gemí contra nuestro beso mientras sus dedos me acariciaban decididamente. Harry se alejó para verme fijo a los ojos, sacó la mano de donde se encontraba y luego la llevó hasta su boca. Jadeé sorpresivamente viendo como el chupaba sus dedos y sentí como si toda la sangre se hubiera acumulado en mi cabeza dejándome completamente roja y completamente anonada.

Cerré los ojos con fuerza cuando él se dirigió hasta mi cuello y me dejé llevar por la forma en que sus labios se movían contra la piel, luego bajaron por mi clavícula hasta llegar a mi vientre donde Harry se detuvo por un instante alzando la cabeza y permitiéndome apreciar sus ojos. De alguna forma su mirada me daba valentía, valentía que estaba necesitando con urgencia. Nuevamente continuó con sus acciones, siguió bajando hasta que llegó al principio de mis bragas pero no se detuvo ahí. Mi estómago se contrajo y tuve que apretar la boca para que más embarazosos ruidos no salieran.

Por más ingenua e inocente que todos creyeran que fuera, yo sabía lo que Harry iba a hacer, y aun así no lo detuve cuando sus dedos corrieron la tela de mi ropa interior a un lado y su lengua me tocó. Un calor subió desde el lugar en medio de mis piernas y se dispersó a lo largo de mi cuerpo convirtiéndose en una corriente eléctrica de sensaciones.

Amaba leer. Amaba leer toda clase de libros. Y habían algunos que habían sido demasiado escandalosos para mí, me hacían abrir los ojos y reprochar a la protagonista por permitir tan fácilmente que ciertas cosas pasaran. "Hipócrita" Susurró la voz cansada de mi conciencia girando los ojos con irritación y decepción, agitó con desdén la mano hacia mi y me dio la espalda enojada. Al parecer ya se había dado cuenta que no había nada que ella pudiera hacer para acallar el poder que Harry tenía sobre mí y terminó finalmente rindiéndose de intentar hacerme entrar en razón.

Me sacudí sintiendo a la perfección los labios de Harry...y su lengua. Me rendí y gemí con intensidad al mismo tiempo que agarraba en puños la sábana de la cama estremeciéndome como si quisiera escapar de él, cuando en realidad escapar era lo último que podría llegar a pasar por mi enredada cabeza.

-Harry-Esa no era mi voz. Esa no podía ser mi voz.

El ruego y la urgencia en el timbre con el que se me escaparon las palabras me descolocaron completamente. Después de diecisiete años, no podía reconocer mi propia voz.

-Quédate quieta-Me ordenó con un tono grueso y rasposo, y por supuesto mis mejillas tomaron color por vez infinita en lo que corría de la noche.

Mordí mi labio agitándome de nuevo en la cama sin poder evitarlo, Harry llevó una de sus manos hacia mi abdomen con fuerza sujetando mi cadera con su antebrazo y manteniéndome quieta en mi lugar mientras su otra mano se encargaba de que mi ropa interior permaneciera fuera del camino.

Mis ojos se abrieron enfocándose en el techo blanco y luego levanté la cabeza solo un poco para alcanzar a ver el cabello rizado y revuelto de Harry en medio de mis piernas pero cuando su mirada oscura se elevó encontrándose con la mía, dejé caer la cabeza apresuradamente sobre la almohada de nuevo. Sus ojos eran más de lo que podría llegar a soportar en esos momentos.

La mano que permanecía apoyada en mi vientre empezó a acariciarme ligeramente, mi piel se erizó y tuve que empuñar la sábana debajo de mí con mayor fuerza.

-Vamos nena-Murmuró ronco aumentando el movimiento de su lengua.

Y sus palabras fueron todo lo que necesité para dejarme derrumbar. De repente sentí como si una tormenta estuviera a punto de caerme encima, gemí trabajosamente y apreté los ojos a la vez que apretaba las piernas en torno a Harry y me deshacía debajo de él. Mi cuerpo daba pequeñas convulsiones y de mi boca salían pesados suspiros. No era consciente de nada más, no podía ser consciente de nada más. Hasta que sentí el peso de su cuerpo sobre mi e inmediatamente volví de nuevo a la realidad.

Abrí los ojos encontrándome con su expresión sombría y oscura. Sus labios no tardaron en chocar contra los míos besándome profundamente, su lengua recorriendo mi boca mientras yo aún estaba tratando de recuperarme e intentando volver a armar los pedazos de mí que parecían haber quedado esparcidos por todas las sábanas.

Un gruñido resonó en lo más profundo de la garganta de Harry y sus labios abandonaron los míos. Se dio vuelta llevándome consigo y sus manos descansaron a cada lado de mis caderas mientras se apoyaba contra el espaldar de la cama dejándome a horcadas sobre su regazo. Mi cabeza aun daba vueltas y respirar todavía se me hacía difícil, pero aun así me las arreglé para enredar mis brazos alrededor de su cuello acercándolo para besarlo de nuevo. Me apreté hacia él, rozándome contra el creciente bulto de sus bóxers pero el agarre de sus manos se cerró abruptamente deteniendo mis movimientos, por lo que dejé de besarlo alejándome lo suficiente para alcanzar a ser testigo de su mueca casi de dolor.

-Necesito más que eso Sky-Se quejó sin aliento y una de sus manos envolvió una de las mías dirigiéndola hacia el inicio de sus bóxers-¿Harías algo por mí?

Por más irónico que fuera, en ese preciso momento fui plenamente consciente de que únicamente estaba vistiendo mi sujetador y mis bragas. Y aunque sonrojarme otra vez era lo último que quería, no pude evitarlo. Sacudí la cabeza enfocándome nuevamente en Harry y su rostro expectante así que sin pensarlo demasiado asentí. Porque aunque no fuera para nada inteligente, en ese instante de tiempo quise hacer todo lo que él quisiera que yo hiciera. Quería complacerlo en todo lo que él pidiera. Pero obviamente no dije nada de eso, porque todavía algo de mísera razón quedaba en mí y aquella me susurraba al oído que mis pensamientos no eran los correctos.

Llevé la mirada a mi mano que estaba siendo impulsada por él para que lo tocara por encima de la delgada tela. Sin vacilar, quitó la otra mano de mi cadera y la llevó hasta sus bóxers bajándolos lo suficiente para dejarme ver su enorme erección y para hacer que mi cabeza se levantara abruptamente hacia su rostro. Harry me estudiaba cuidadosamente y pude notar en él una pizca de diversión y suficiencia posiblemente provocada por mi reacción.

-Muévete hacia atrás-Me indicó y seguidamente me corrí marcando distancia entre los dos-¿A dónde crees que vas? No tan lejos.

Se burló con malicia y me acercó de nuevo, posicionándome exactamente donde él quería. Harry terminó de bajar los bóxers solo lo necesario y lo que el obstáculo de mi cuerpo le permitía. Mis ojos cayeron nuevamente en medio de los dos y se abrieron a más no poder al encontrar la mano de Harry envuelta con fuerza en su firme erección.

Aferró mi mano y la llevó hacia él para que reflejara el agarre de la suya. Tomé una larga bocanada de aire luchando contra la parte de mí que me gritaba que lo soltara en ese mismo instante pero no tuve que batallar más porque Harry enredó sus dedos en mi cabello tirándome con fuerza hacia él, estrellando nuestras bocas juntas y apaciguando las voces que empezaban a acecharme. Mi pequeña mano se envolvió tímidamente alrededor de su erección, Harry cubrió mi mano con la suya obligándome a aumentar la fuerza con la que lo rodeaba y enseñándome lo que tenía que hacer. Instruyéndome a moverla de arriba hacia abajo.

-Así Sky-Respiró en mis labios-Justo así nena.

Soltó su agarre cuando se percató de que yo estaba dispuesta a hacerlo sola, ubiqué mi otra mano en su hombro buscando sostenerme y sus brazos me abrazaron al mismo tiempo que me besaba de nuevo. Algo dentro de mí se estrujaba cada vez que un gemido salía de sus labios, dándome mayor osadía y valor para seguir con mis actos.

Por primera vez fui yo la que bajó los besos delineando su mandíbula y luego llevándolos hacia su cuello. Harry gimió con más fuerza y apretó sus brazos a mí alrededor. Comencé a besarlo y a rozar mis dientes contra la piel tal y como él acostumbraba a hacer conmigo. Mi mano seguía firmemente en torno a su erección bombeando de arriba a abajo, sus caderas se flexionaban contra mi agarré y una pesada exhalación salía de su boca cada nada. Al mismo tiempo que yo besaba su cuello, él se inclinó un poco lo suficiente para alcanzar a morder el mío. Me quejé en silencio y en respuesta aumenté la velocidad de mi mano.

-Estoy cerca. Tan malditamente cerca.

Su tono áspero envió electricidad a todo mi ser. Mordí su cuello levemente y saqué mi lengua para recorrer el área enrojecida.

-Me voy a venir Sky-Sus caderas volvieron a flexionarse hacia mi mano, subí y bajé el agarré con mayor rapidez y potencia.

Un gruñido estruendoso salió de su boca, Harry se quedó quieto por un segundo y luego soltó una larga porción de aire al mismo tiempo que sentía como mis manos empezaban a calentarse con un líquido viscoso. Harry me alejó a tiempo para que no alcanzara a ensuciarme demasiado y su cabeza cayó rendida fuertemente contra el espaldar.

Me acosté a su lado porque tenía más sentido que quedarme simplemente ahí sentada apreciando la forma en que su cuerpo estaba débil y sabiendo que había sido yo la causa.

Luego de unos minutos en los que fui testigo de la forma en que su respiración se calmó, Harry se deslizó en el espaldar y se acostó a mi lado. Me atrajo por el cuello hacia él y me besó larga y profundamente.

-Uhm tengo que ir al baño-Murmuré sin respiración.

No pude evitar sentirme repentinamente tímida, me puse de pie y corrí hacia el baño de la habitación. Me lavé las manos prolongadamente y salpiqué mi rostro tratando de hacer que el calor se bajara un poco de mi cabeza. Me apoyé en el borde y estudié fijamente por unos minutos el reflejo en el espejo. La chica enfrente de mi tenia mis ojos azules, mi cabello castaño, mi nariz respingada, mi cuerpo, pero por alguna razón desconocida no se veía como yo.

Salpiqué mi rostro por última vez. De ninguna manera podía salir así como estaba. Si Harry no se había dado cuenta de lo infantil que era mi ropa interior lila y con mariposas, no iba a arriesgarme a que lo notara ahora. Miré hacia todos lados del cuarto de baño y me di media vuelta tomando una toalla blanca que colgaba de un perchero pegado en la pared, rodeé con ella mi cuerpo y tomé la manija abriendo la puerta y encontrándome de nuevo a Harry acostado sobre la cama todavía desnudo. Aparté la mirada en menos de un segundo y caminé viendo hacia el piso en busca de mi ropa.

-Tomaré una ducha rápida-Declaró poniéndose en pie y desapareciendo en el baño sin siquiera molestarse en cerrar la puerta.

Divisé mi blusa a un lado de la cama junto a la camisa blanca de Harry. Mordí el interior de mi mejilla mientras daba una fugaz ojeada hacia la puerta del baño. Cogí la camisa y la deslicé por mi cuerpo rápidamente, respirando el aroma masculino a él. A Harry. Casi podía sentir sus manos sobre mí. Cerré los ojos acariciando la tela del cuello de la camisa contra mi mejilla.  

-¡Necesito la toalla Sky!-Gritó haciéndome saltar en mi sitio.

Entré en el baño de nuevo y le alcancé la toalla girando el rostro disimuladamente, cuidando de no verlo demasiado. Pasó la toalla secándose el cabello primero y luego la envolvió alrededor de su cadera dejando a la vista ese más que perfecto pecho tatuado.

-¿Esa es mi camisa?-Preguntó frunciendo el ceño provocando que a su vez mis mejillas se llenaran de color.
-Lo siento…yo…
-No, supongo que está bien-Dijo restándole importancia pero en su rostro estaba marcado su desconcierto-De hecho te queda mejor que a mí-Se detuvo estudiándome por un instante-Si. Mucho mejor.

Y ahí estaba él cambiando drásticamente de humor en menos de un minuto. ¿Cómo lo hacía?  

Sonreí en mi interior cuando sus brazos me arrastraron hacia su pecho.

-Estás mojado-Me quejé riendo.

Escondió la cabeza en la curva de mi cuello rozándome a propósito con su cabello húmedo.

-Suéltame-Chillé riendo con más fuerza y sintiendo como mi piel se estremecía por el frío de las gotas de agua que caían.
-Me encanta escucharte reír.

Harry dejó un casto beso en mis labios y se separó sonriendo y caminando de vuelta a la habitación. Fue hasta el armario y cuando dejó caer la toalla al suelo me sonrojé automáticamente y desvié la mirada hasta que volví a llevarla de nuevo hacia él encontrándolo ésta vez con nuevos bóxers puestos, color gris.

Me senté en el borde de la cama observando como él revolvía su cabello aun mojado, camino hasta mi lado y se agachó para agarrar sus pantalones del piso. Se los puso dejando la cremallera y el botón abiertos y caminó hasta la puerta de la habitación. Revolvió su cabello una última vez y se giró hacia mi antes de salir.

-Quédate aquí Sky. Puedes encenderlo si quieres-Hizo una seña con la cabeza hacia la gran pantalla plana que yacía sobre un mueble de madera-Iré a pedir una pizza ¿De acuerdo?

Pero Harry salió de la alcoba sin darme oportunidad alguna de responder y preguntándome a mí misma por que se veía tan confundido, perdido y hasta molesto de un momento a otro.

Junté las cejas en una línea, viendo la puerta cerrada con él del otro lado. Quise salir y preguntarle que le pasaba pero decidí creer que no era nada más que otro de sus comunes episodios de cambio de humor. Rodeé los ojos con fastidio sorprendiéndome a mí misma. Me puse de pie, caminé hasta el mueble y encendí el televisor tal y como Harry había dicho. Una especie de canal de deportes se iluminó en la pantalla y bufé buscando con la mirada el control para cambiarlo.

En la superficie del mueble habían algunos billetes sueltos descuidadamente, una cámara fotográfica y junto a ésta había una cámara de video. No sabía que a Harry le gustaba la fotografía. Pero desde luego, habían muchas cosas que no sabía a cerca de él.

Tomé la pesada cámara de fotos en mis manos, siempre había querido una de esas pero papá nunca había estado de acuerdo con que yo tuviera una. Aun cuando yo había ahorrado durante un año completo el dinero necesario para comprarla, él simplemente dijo que no y yo simplemente obedecí. Guardando el dinero para alguna otra ocasión. Dejé la cámara nuevamente en su sitio y cogí uno de los tres controles que habían a un lado del mueble. Pero antes de poder cambiar el canal, mis ojos barrieron el primer cajón. La curiosidad me inundó de un momento a otro y no pude hacer más que sucumbir en ella. Jalé cuidadosamente las manijas del cajón buscando ser lo más silenciosa posible. Había un reloj que no daba bien la hora. Había un celular viejo. Habían un sin número de cosas puestas descuidadamente allí. Pero lo que llamó mi atención fue una pequeña caja arrinconada en la esquina del cajón. Miré hacia la puerta y agudicé el oído para tratar de escuchar algún ruido de afuera pero no había nada.

Devolví mis ojos hasta el cajón y mordí mi labio mientras dudosamente tomaba la caja en mis manos y la abría. Habían fotos adentro y casi todas de un bebé. Había una especie de ecografía y un pequeño brazalete. Fruncí el ceño tomando una de las fotos, el bebé estaba en una incubadora, rodeado de aparatos médicos, con un cable saliendo de su boca y otro de su nariz. Le di la vuelta a la fotografía y detrás, en una perfecta letra de mujer estaba escrito G. Styles.

-¡¿Qué mierda estás haciendo?!-Gruñó alguien desde la puerta haciéndome sobresaltar. Él.

Con un solo paso ya se encontraba frente a mi asustado cuerpo, arrancó la foto y la caja de mis manos y me dio una mirada mortal.

-¿Qué hacías con esto?-La furia era perceptible en toda su presencia.
-Yo…estaba buscando el…yo…-Tartamudeé las palabras enredadas sin poder aclararme.

Guardó la fotografía en la caja y la dejó caer con fuerza nuevamente en el cajón para luego cerrarlo estruendosamente.

-¿No te ha enseñado tu papi a no andar metiéndote en la mierda de los demás?-Dijo fríamente.
-¿Tienes un hijo?-Hablé de repente, ignorando su furia. Finalmente la pregunta que estaba circulando en mi cabeza salió de mi boca. Sin autorización. Pero salió de mi boca.

Su ceño se frunció inmediatamente pero al mismo tiempo fue como si la ira se apaciguara en su interior. El silencio inundó la habitación mientras yo esperaba, con el corazón en la mano, por su respuesta.

-¿Hijo?-Exclamó finalmente-No Skylar.

Ignoré el hecho de que hubiera utilizado mi nombre completo porque mi cerebro seguía maquinando opciones. Sobrino…Primo…

-¿Hermano?-La palabra salió en voz alta. Y con una mueca entre dolorosa y cansada, él respondió.
-Si-Restregó las manos en su rostro y luego las llevo hacia su cabello.
-¿Tienes un hermano?-Pregunté claramente sorprendida.
-Lo tuve Sky. Por poco tiempo. Pero lo tuve.