Speed and Love |HARRY STYLES FANFIC| Parte II

Tiré el celular en la cama cuando acabamos de hablar, si es que hablar era siquiera el término correcto a Harry y a su mal humor. Llamé a Maddie para preguntarle si podía ir conmigo y aceptó sin pensarlo dos veces, Kristin estaba con ella por lo que también iría. Quedamos en encontrarnos a las cuatro de la tarde en el centro comercial así que seriamos las tres en una salida de chicas.

Antes de verla la primera vez que había ido a las carreras, ya había conocido a la prima de Maddie. La había visto un par de veces en casa de mi mejor amiga y por supuesto también en el matrimonio de la hermana mayor de Kristin, Serena. De hecho la boda había sido en la iglesia de papá y él fue quién la llevó a cabo.

Luego de tomar una ducha decidí utilizar un jean negro ajustado y una camisa azul, desenredé mi cabello con mis dedos para dejarlo suelto y arrugué la nariz ante las ojeras de la chica que se reflejaba en el espejo frente a mí.

Me senté en el borde de la cama donde Dorothy seguía acostada en medio de las cobijas y me tiré sobre ella solo para fastidiarla, un gato común ya me hubiera dejado completamente rasguñada pero no Dorothy, ella era demasiado perezosa como para tan siquiera levantar una pata.

Miré el reloj de la mesa de noche y aún faltaba una hora antes de tener que salir de casa. Mi celular comenzó a vibrar entre las cobijas así que las revolví hasta que finalmente salió volando directo hacia la alfombra, corrí para cogerlo encontrándome con el nombre de Harry en la pantalla.

-Hola-Contesté tímida aunque no sabía muy bien de qué.
-Pasaré por ti en quince minutos.
-¿Qué?
-Querías que te acompañara ¿No?

Y con eso colgó dejándome confundida tratando de rebobinar sus palabras, hasta que finalmente entendí que era a lo que se había referido. Agarré un abrigo blanco deslizándolo por mi cabeza y me coloqué los tenis en menos de un segundo, bajé las escaleras corriendo, toqué la puerta del estudio de papá y le informé mis planes con Maddie. Sorprendentemente estuvo de acuerdo en todo siempre y cuando llegara a casa a más tardar a las diez, lo cual era más de lo que me había esperado. Pero sabía que papá solo estaba comportándose de esa forma para mantenerme despejada y que algo como nuestra pequeña discusión de la noche anterior no volviera a repetirse.

Divisé la camioneta negra estacionada una cuadra atrás y a Harry apoyado a un costado de la puerta del copiloto. Caminé rápidamente acercándome a él quien vestía un impecable abrigo negro largo que lo hacía ver algo elegante en comparación con la ropa que solía utilizar, y por alguna extraña razón también se veía más serio, mayor y mucho más intimidante.

-Hola-Titubeé al saludarlo quedando incómodamente de pie frente a él y su imponente altura.

Me observó fijamente por unos cuantos segundos, estaba serio y no sabía si eso se debía exactamente a mi o a alguna otra cosa que estuviera rondando en su cabeza.

-Hola-Correspondió finalmente, pero aun sin moverse ni un centímetro de su lugar y sin suavizar la expresión de su rostro.

Mordí el interior de mi mejilla no estando muy segura de qué hacer, sus ojos verdes me estudiaban minuciosamente bajo su ceño perfectamente fruncido, haciéndome sentir diminuta.

-Entra-Sentenció luego de un poco más de tiempo de su juego de miradas.

Se hizo a un lado abriendo la puerta para que yo entrara y subí en la camioneta torpemente logrando golpearme con el techo antes de llegar al asiento. Llevé la mano lenta y disimuladamente hasta el costado de mi cabeza tratando de no hacer demasiado obvio el dolor.

-¡Santo Dios Sky! Realmente necesitas tener más cuidado-Gruñó al mismo tiempo que quitaba mi mano y colocaba la suya haciendo girar mi rostro hacia él.

Mis mejillas adquirieron un tono rosa y no sabía si era debido a como me acariciaba o porque había sido realmente vergonzosa la forma en que me había golpeado. Decidí quedarme con la segunda opción.

Harry se apartó bruscamente cerrando la puerta de un golpe y yendo hacia el lado del conductor.

El centro comercial estaba atestado de personas, en su mayoría familias. Vi mi celular en caso de que Maddie hubiera llamado pero nada, así que volví a guardarlo en mi bolsillo trasero. No le había dicho que Harry estaría con nosotras aunque suponía que no habría ningún problema en eso. Tampoco le había dicho a Harry que ellas vendrían y conociéndolo sabía que no estaría muy animado con la noticia.

Entré en la primera tienda de ropa para chicas que encontré y me sorprendió ver como él me seguía. Sin embargo sacó su celular y se apoyó contra la pared mientras yo fingía estar interesada en las prendas exhibidas. Honestamente no sabía cómo hacer esto, Maddie siempre era la que estaba a mi lado cuando de ropa se trataba y para ser completamente sincera, era ella quien terminaba decidiendo por mí.

Arrugué la nariz ante una blusa demasiado verde y volví a colocarla en su sitio. Quería ver vestidos. Sabía que tenía demasiados de ellos y muchos que únicamente me había llegado a poner una sola vez pero mamá siempre los utilizaba, no solo para asistir a la iglesia, sino siempre. Y los vestidos, de alguna u otra forma, se habían convertido en una extraña manera de recordarla, suponía que esa era la principal razón por la cual tenía tantos. Aparte de que mi padre me obligara a usarlos los domingos, por supuesto.

-¿Puedo ayudarte en algo?-Habló alguien por encima de mi hombro haciéndome saltar en mi sitio.

Me di la vuelta y encontré a un chico delgado y de mi misma estatura, tal vez un poco más bajo. De su pecho colgaba una especie de carnet con el nombre de la tienda y el suyo estaba debajo en letras mayúscula y en negrilla. Craig.

-Uhm ¿Vestidos?-Pregunté cortamente.
-Sígueme por aquí.

Me dirigió hacia otro extremo del lugar. Ni siquiera me molesté en decirle a Harry porque sabía que se quedaría ahí haciendo lo que fuere que estuviera haciendo con su celular.

-¿Buscas algo en especial?-Preguntó el vendedor tomándome por sorpresa, por poco y olvidaba que estaba a mi lado, y él por supuesto soltó una fuerte risa ante mi demasiado obvia desorientación-Bueno, no sé mucho sobre vestidos pero veré que puedo hacer.

Mis mejillas ardieron por lo patética que estaba actuando. Me dio una rápida y fugaz mirada para luego sacar del estante un vestido escandalosamente rojo y además, escandalosamente corto. Sacudí la cabeza negándome rápidamente pero él barrió mi cuerpo con sus ojos para luego ofrecerme el vestido.

-No lo creo-Me negué a tomarlo fingiendo una risa amistosa cuando en realidad solo quería apartarme.
-Insisto-Dijo extendiendo la prenda hacia mí de nuevo.
-Ya la escuchaste, ha dicho que no.

Me giré y ahí estaba él, alto e imponente. Pero en esta ocasión al parecer yo no era la víctima de su intimidante mirada.

-Ven aquí Sky.

No me dio tiempo ni de decir nada cuando ya me estaba jalando fuera del lugar. Su mano envuelta firmemente en mi brazo mientras me hacía caminar con rapidez tratando de seguir el paso de sus largas piernas.

¿Qué estaba mal con él? Yo no era algo que él pudiera simplemente arrastrar a su antojo. Y ¿Qué estaba mal conmigo? ¿Desde cuándo me irritaba con tanta facilidad?

Finalmente se detuvo en medio del pasillo, me solté con fuerza de su agarre y me di la vuelta rápidamente caminando hacia otro pasillo donde no habían tantas personas. Su mano se enrolló alrededor de mi brazo nuevamente y me detuvo haciéndome encararlo.

-¿A dónde crees que vas?-Me sorprendí al encontrarlo más cerca de lo que había esperado pero su ceño estaba fruncido y sus facciones tensas lo cual no era una buena señal-¡Responde!-Insistió.

Pero al parecer yo había quedado demasiado perdida en él como para decir algo coherente. Su cuerpo estaba inclinado hacia el mío tratando de nivelar mi estatura aunque eso fuera totalmente imposible, pero aun así, si me inclinaba hacia arriba solo un poco podría alcanzar a besarlo. Sacudí la cabeza tratando de despejarme y puse distancia entre nosotros, poca distancia, pero distancia de todos modos.

-¿Qué?-Fue lo único que aparentemente fui capaz de pronunciar.

Me observó serio y enojado por un par de segundos pero luego sonrió tomándome por sorpresa, era la primera vez que sonreía desde que me había recogido en casa. Tomó mi cintura apegándome a su cuerpo, su otra mano ubicada en la parte inferior de mi rostro sujetando mi barbilla con fuerza hacia él y con toda la expectativa que nunca había sentido, me besó justo ahí, en medio del pasillo.

Soltó mi barbilla y llevó la mano hacia mi otro costado mientras yo enrollaba mis brazos alrededor de su cuello, pero cuando sentí su lengua tocar la mía aparté el rostro colocando final al beso. Sus labios siguieron el repentino espacio en busca de los míos, pero lo único que pudieron encontrar fue la piel de mi mejilla. Miré a mi alrededor sin prestar atención al gruñido de Harry y encontré a una mujer de edad avanzada observándonos con desaprobación, pero en cuanto mis ojos encontraron los suyos ella apartó la mirada. Solté mis brazos del cuello de Harry inmediatamente.

-¿Qué pasa?-Se quejó él sin soltarme.
-Estamos en un lugar público-Susurré como si pudieran escucharnos.

Solo fue hasta ese momento en que pensé en la posibilidad de encontrar allí a alguna persona que conociera a mi padre. Me revolví en sus brazos buscando marcar distancia definitiva entre nosotros pero eso solo hizo que su agarre se intensificara más.

-Oh vamos Sky-Se quejó nuevamente, ésta vez con un tenue matiz de diversión en su voz.

Su nariz delineó suavemente el lado de mi rostro. Di nuevamente una mirada hacia las personas pero no pude encontrar a nadie conocido, lo cual hizo que mi creciente pánico se dispersara un poco.  Harry hizo el abrazo alrededor de mi cintura incluso más fuerte, apretándome contra él. Sus labios rozaron mi mejilla abriéndose paso hacia mi boca, hasta que finalmente llegó, besándome ésta vez con mayor suavidad.

Saqué un vestido de flores y lo levanté a la altura de mis ojos para estudiarlo mejor, me gustaba. Pero era muy grande para mí y al parecer era el último de ese estilo que quedaba, refunfuñé suavemente  volviendo a colgarlo en su sitio. Era la tercera tienda a la que entraba y aun no había conseguido comprar algo. Nada parecía gustarme y si me gustaba, no había en mi talla.

-Sky…-Susurró Harry en mi oído haciendo que la piel se erizara-Escoge alguna mierda y vámonos.

Continúe sacando vestidos y mirándolos sin prestarle atención. Sus manos se cerraron sobre mi vientre, abrazándome por detrás y sonreí inconscientemente. La tienda de ropa estaba completamente sola, uno de los vendedores nos había ofrecido su ayuda pero Harry lo espantó antes de que siquiera hubiera terminado de hablar. Me reí silenciosamente cuando su nariz empezó a dejar un rastro por la sensible piel de mi cuello.

-¿Qué opinas de éste?-Dije alzando otro vestido hacia él, sabiendo que comenzaría a quejarse de nuevo.

Levantó el rostro y aunque no podía verlo, si podía adivinar que había puesto los ojos en blanco. Miró el vestido por un momento pero no dijo absolutamente nada, volvió a bajar su rostro ahogando un quejido en mi cuello y luego empezó a dejar pequeños besos sobre la piel.

Me gustaba ese Harry, divertido y despreocupado. Indiscutiblemente muy diferente al de minutos atrás. Pero si algo había aprendido en las últimas semanas era que no debía fiarme de su temperamento, por lo que tendría que aprovechar cuando se comportara así.

Volví a colgar el vestido en el estante, llevé las manos hacia las suyas que yacían en mi vientre y las entrelacé con las mías. Lo sentí sonreír sobre mi cuello antes de apretarse hacia adelante y empujar mi cadera hacia atrás, haciendo que nuestros cuerpos se rozaran a propósito. Abrí la boca levemente ante la sensación y miré apresuradamente por toda la tienda para cerciorarme que nadie hubiera visto.

-Compra cualquier mierda y vamos a mi apartamento-Murmuró en mi oído sonando más ronco que un minuto atrás.

Mi corazón empezó a palpitar con más fuerza y la sangre me comenzó a hervir, calentando a su paso cada parte de mi cuerpo. La atmosfera había cambiado de un momento a otro. Sabía que no era el lugar adecuado para eso y por encima de todo, sabía que debía alejarme, pero no podía hacerlo.

Antes de seguir con la batalla de pensamientos, mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón.

-Joder-Gimió Harry sin aliento soltándome de golpe.

Me giré riendo cuando sorprendentemente entendí lo que había pasado. Se agachó un poco apoyando una mano en su rodilla y yo saqué el celular contestando la llamada de mi amiga.

-¡Sky! ¿Ya llegaste? ¿Dónde estás?-Chilló Maddie y sin darme tiempo para responder continuó hablando-Estamos en la entrada principal. ¿Vienes?

-De acuerdo, ya voy para allá.

Harry levantó la cabeza mirándome con una expresión confundida claramente esperando una explicación a mis palabras.

-Era Maddie-Le informé sintiéndome repentinamente intimidada por su presencia, lo cual era bastante irónico-Ella y Kristin iban a acompañarme antes de que tu…
-¿Kristin?
-Sí, la prima de Maddie-Le aclaré.

Sus cejas se juntaron aún más y su mandíbula se comprimió. No sabía que más hacer así que me di la vuelta para empezar a salir de la tienda, pero su mano me detuvo bruscamente antes de siquiera moverme un centímetro de mi lugar.

-Diles que se vayan, diles que ya no necesitas más compañía, diles que me tienes a mí.

“Me tienes a mí”

Las palabras se reprodujeron en mi cabeza luego de que salieran de su boca, pero tuve que forzarme a mí misma a recordarme que no tenían el significado que quisiera que tuvieran.

-Por supuesto que no voy a decirles que se vayan-Declaré-Me están esperando. Vamos.

Tomé su mano que me sujetaba con fuerza y ubiqué la otra en su hombro elevándome hacia él. Le di un fugaz beso en los labios tomándolo por sorpresa, entrelacé mi mano con la suya y ésta vez fui yo quien lo jaló a mis espaldas para que caminara.

La noche anterior él no parecía estar molesto por la presencia de Maddie y Kristin. Aunque en realidad gracias a todo lo que había pasado con esos dos sujetos, yo estaba demasiado nerviosa y asustada como para prestar atención a otra cosa.

Alcancé a distinguir la espalda de mi mejor amiga a la distancia así que comencé a caminar con mayor seguridad hacia ella. Kristin le hizo una seña y ella inmediatamente se dio la vuelta. Podía notar la sorpresa en el semblante de ambas al ser conscientes de la presencia de Harry, el rostro de Kristin bajó para observar nuestras manos entrelazadas por un segundo pero apartó la mirada apresuradamente arrugando el entrecejo y dejándome totalmente confundida. La incomodidad estaba plantada en el aire y no entendía muy bien cuál era la razón. Ignorando la expresión interrogatoria que Maddie me estaba regalando, me acerqué a ella para abrazarla.

-Me tienes que explicar esto más tarde-Susurró en mi oído solo para que yo fuera capaz de escucharla, se alejó mirándome a los ojos dejándome en claro que hablaba enserio y luego desvió su vista hacia Harry que estaba de pie detrás de mí. Le saludó asintiendo la cabeza hacia él pero no tuve oportunidad de ver cuál fue su respuesta.

Crucé los brazos por debajo de mi pecho mientras caminábamos los cuatros sin ningún rumbo claro. Le di una rápida mirada a Harry, no había dicho nada en un buen tiempo y se veía enojado comparado a lo relajado y risueño que estaba en la tienda tan solo pocos minutos atrás.

-¿No has comprado nada?-Preguntó mi mejor amiga de repente rompiendo con el mortal silencio. Sacudí la cabeza y sonreí sutilmente-Ven, entremos aquí.

Antes de darme cuenta ya me estaba arrastrando dentro del enorme lugar, el fuerte olor a ambientador impregnó mis fosas nasales dándome picazón. Mientras una chica se acercaba a nosotras para asesorarnos yo estaba esperando que Harry entrara, pero no lo hizo.

Maddie parecía estar muy entusiasmada mirando todo lo que había en la tienda y mostrándomelo esperando que a mí también me gustara, lo cual era demasiado pedir de su parte.

-¿Qué tal éstos?-Preguntó por vez infinita mientras me alcanzaba unos jeans azul oscuro prácticamente idénticos a unos que ya tenía.
-Quiero un vestido-Le volví a repetir aunque al parecer ella no estaba prestando atención a mis palabras o simplemente fingía no escuchar-¿Dónde estará Harry?

Para cuando me di cuenta que mis pensamientos habían salido de mi boca, ya era demasiado tarde.

-Te llamé ésta madrugada para saber si todo había salido bien, pero como era de esperarse no contestaste tu celular-Dijo mientras sacaba otro pantalón y me lo enseñaba solo para recibir otro no de mi parte.
-Lo siento, lo había dejado en la sala y no pude escucharlo.
-¿En la sala?-Replicó ella de inmediato, poniendo fin a sus movimientos.

Abrí los ojos cuando me di cuenta que había dicho las palabras incorrectas. No tenía ningún sentido que hubiera dejado el celular en la sala de mi casa, yo lo sabía, y por supuesto Maddie también lo sabía. Vi de reojo como mi amiga me estudiaba esperando por una explicación.

-En el escritorio, quise decir.

Era plenamente consciente que las mentiras nunca habían sido mi fuerte, y mucho menos cuando me observaban tan de cerca y tan detalladamente. La miré por unos segundos y luego me dediqué a pasar las manos por las telas, fingiendo interés en la ropa por primera vez desde que habíamos entrado en aquella tienda.

-No me mientas. Deja de mentirme Sky-Dijo frunciendo los labios.

Bueno, al menos no me había llamado por mi nombre completo.

-Lo siento-Susurré bajo pero lo suficientemente alto como para que escuchara.
-Estuviste en su apartamento de nuevo ¿Cierto?

Me giré completamente hacia ella, solté un suspiro rindiéndome y asentí culpable. Sus ojos se abrieron mirándome meticulosamente sin decir ni una sola palabra.

-Harry me llevó a casa hoy temprano, antes de que papá se despertara-Sentía la repentina necesidad de hablar, decir cualquier cosa, así tal vez podría distraerla.
-Espera un segundo…-Entrecerró los ojos juntando las cejas al mismo tiempo-Has dicho que dejaste tu celular en la sala, entonces ¿Dónde estaban ustedes?

La miré fijamente sin saber que decir. Pero por supuesto mi cuerpo si supo cómo reaccionar cuando el sonrojo llegó fuertemente hasta mis mejillas pálidas.

-Maddie…-Dirigí los ojos hacia la entrada de la tienda.

¿Dónde estaba Harry?

-¡Estabas en su habitación!-Afirmó sin un rastro de duda, pero después de todo no había nada que yo pudiera decir para contradecirla. Miré nerviosamente a mi alrededor, por lo menos nadie parecía estar prestándonos demasiada atención. De repente Maddie apoyó las manos en mis hombros exigiendo mi atención y no pude hacer nada más que dársela-¿Te acostaste con él?
-¡Por supuesto que no!-Chillé con la voz demasiado aguda.
-¿Por qué siento que no estas siendo honesta conmigo desde las últimas semanas?-Me sentí culpable porque sabía que era cierto, completamente cierto-Eres mi mejor amiga. Soy tu mejor amiga. Puedes confiar en mí.
-Lo sé. Lo sé-Me apresuré a responder-Pero te estoy diciendo la verdad Maddie.

“Parte de ella” Susurró la voz de mi consciencia que desde hacía tiempo no se dignaba a hacer acto de presencia.

Pero no podía contárselo todo ¿Cómo decirle todo lo que ha pasado en tan poco tiempo? No solo entre Harry y yo, sino también en mí. Dentro de mí. En mi cabeza. Y en mis acciones.

-Necesito que seas sincera conmigo-Me abrazó provocando que la picazón de mis ojos aumentara. Pero no quería llorar, y no iba a hacerlo así que me separé suavemente de ella.
-Lo estoy siendo-Dije huyendo de sus ojos mientras mordía nerviosamente la uña de mi dedo índice. Si papá estuviera allí ya me hubiera reprendido por ese hábito que según él, era tan poco agradable-¿Podemos dejar el tema a un lado? No creo que sea el lugar adecuado para hablar sobre esto.

Dejé caer la mano a mi costado antes de que me sacara sangre del dedo gracias a mis nervios y ansiedad.

-De acuerdo, lo siento Sky. Es solo que me preocupo por ti. No sé si lo notaste pero ayer todos los demás se quedaron sorprendidos al verlos juntos, incluso Dylan se acercó a preguntarme qué pasaba entre ustedes y dijo que Harry era demasiado hijo de puta para alguien como tú.  Eres muy inocente Sky y no quiero que nadie se esté aprovechando de ti.

Por primera vez su elección de malas palabras no me molestó tanto, porque sus otras palabras me pusieron a pensar. Sabía que Harry y yo éramos diferentes. Muy diferentes. Sabía que de cierta forma yo era muy inocente para él. Sabía todo eso. Pero él no se estaba aprovechando de mí. ¿Por qué tendría que hacerlo de todos modos?  

**

Maddie dijo que no me dejaría salir de ese lugar hasta que comprara algo, así que arrastré mis pies cansada mientras la seguía por toda la tienda. Esto definitivamente no era lo mío. Me negué un millón de veces ante sus intenciones de que comprara un vestido negro sin tirantes. Eran muchas las cosas que estaban mal con ese vestido, demasiado corto, demasiado ajustado, simplemente demasiado.

-¡Es perfecto!-Exclamó Maddie fastidiada por mis quejas-Vas a utilizarlo para mi fiesta de cumpleaños Sky. Quieras o no.

Su fiesta. Activé un recordatorio en mi memoria, tenía que pedir permiso y tenía que comprarle un regalo.

Apoyé la cabeza sobre mis manos en la fría superficie junto a la caja mientras Maddie se encargaba de pagar, luego de haberme quitado el dinero claro.

Me sobresalté al sentir algo apoyándose en mi cadera y la presencia de alguien detrás de mí.

-Estoy a nada de perder la paciencia-Era él. Su voz profunda e irritada como de costumbre. Me erguí de inmediato debido al toque de su mano-Vámonos ya.

Di media vuelta para quedar en frente y de inmediato noté su expresión. Estaba hablando enserio. El Harry risueño y juvenil se había ido definitivamente para dar paso al Harry serio, tenso y enojado.

Vi como Kristin entraba enfadada al lugar, miró a su alrededor hasta que sus ojos cayeron en la espalda de Harry y fue como si su enojo se multiplicara. Luego divisó a Maddie en la caja y caminó furiosamente hacia ella.

-¿Qué le pasa?-Pregunté claramente confundida-¿Qué pasa?-Insistí cuando ni una sola palabra salió de su boca.

Harry me tomó con fuerza del brazo inclinándose hacia mi rostro dándome una mirada mortal que hizo que hasta el último poro de mi cuerpo se estremeciera.

-Vámonos-Sentenció tan cerca que el choque de su cálido aliento me obligó a dejar salir un suave jadeo.

Me aparté de él para acercarme a Maddie y a Kristin, sin embargo su toque no me abandonó por mucho tiempo, siguiéndome sigilosamente con su mano sosteniendo mi cintura.

Maddie miraba con el ceño fruncido a Kristin que le decía algo pero se quedó en silencio apenas llegamos a ellas. Mi mejor amiga me pasó la bolsa del vestido y la agarré torpemente sintiendo los duros ojos de Kristin sobre mí.

-Gracias-Susurré silenciosamente-Uhm nosotros nos vamos…

Maddie asintió distraídamente y supe automáticamente que algo no andaba bien, porque ni en un millón de años Maddie aceptaría tan fácilmente que me fuera cuando ni siquiera había pasado más de una hora desde que ella había llegado. Junté las cejas al notar como los ojos de Kristin no se apartaban de Harry, estaba desafiándolo y automáticamente el agarre en mi cintura se intensificó.

¿Qué estaba pasando?

Me parece a mi, o Harry y Kristin tuvieron historia e.e 

Sky es tan confusa, aveces no sabe lo que quiere    y eso le va a traer problemas

(soné como una madre hablándole a su hija  )

 pero, quiero que Sky diga lo que siente que no se guarde nada, que se libere XD 

 :(L): 

 :(L): 

 :(L): 

Ame el mini-maraton ya no veo la hora para que la sigas. 

Y te quieroooo y obvio que se cuanto nos amas   yo también te quieroooo

(si ya se estoy cursi XD me di cuenta cuando puse los corazones, soy tan bipolar)

Síguela pronto, y no leemos cuando subas cap.

(aunque eso ya lo sabes) sigueeela, obvio en cuanto puedas 

 :bye: