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westminster royal academy | audiciones cerradas.
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Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Sunrise. Sáb 02 Nov 2013, 7:28 pm
Britt. escribió:Ya leí la sinopsis y me encantó :meh: pero, ahora estoy haciendo una ficha, así que de ahí leo todo, y dejo todo, porque voy a audicionar si o si. Adiós, nos vemos luego (?).
briiiiiiiiiiit 
me parece perfecto, bebe, te esperamos. adiós, señodita (?) <33
me parece perfecto, bebe, te esperamos. adiós, señodita (?) <33Sunrise.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Sunrise. Sáb 02 Nov 2013, 7:30 pm
109 vistos 
ahquenitanto.
ahquenitanto.Sunrise.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Sáb 02 Nov 2013, 7:50 pm
akjdiolid eso audicionen. lel
hollander.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Sáb 02 Nov 2013, 8:19 pm
Mia, el tema se baja.
hollander.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por bhavi. Sáb 02 Nov 2013, 8:33 pm
dkasjfkldsg, hola boba. mira quien llego(? ah. yo quieroo<3 me encantó la idea djksahkg. ¿vas a hacer lolena? 
voy a shippear a lou con sky<3
se pueden mas de dos? bc quiero a douglas y a miley dsagjk.
voy a shippear a lou con sky<3
se pueden mas de dos? bc quiero a douglas y a miley dsagjk.
- hey apple.:
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bhavi.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Sáb 02 Nov 2013, 8:37 pm
Hola, Anto. (? esperamos tu capítulo.Anto. escribió:dkasjfkldsg, hola boba. mira quien llego(? ah. yo quieroo<3 me encantó la idea djksahkg. ¿vas a hacer lolena?
voy a shippear a lou con sky<3
se pueden mas de dos? bc quiero a douglas y a miley dsagjk.
- hey apple.:
hollander.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por bhavi. Sáb 02 Nov 2013, 9:04 pm
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Escrito de tu Autoría:
- here.:
- middle of nowhere. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
— Sinceramente no te conozco Harold, pero sé cómo eres. Sé que eres inseguro, sé que amas escuchar música, sé que te gusta salir a caminar solo, sé que no te gusta confiar mucho en la gente, sé que te muestras frío para no sufrir, sé que demuestras ser fuerte, sé que te han herido... yo sé todo eso, yo estoy aquí para ti Hazza. — y por primera vez, la castaña se atrevió a mirarlo, se encogió de hombros y sonrió de lado. Espero la respuesta del chico de rulos, expectante, pero, en cambio, él parecía estar pensando. Analizando cada una de las palabras de Francis. Aquello era demasiado para un chico como él. Harry tampoco conocía a la castaña, hablando de ''conocer'', si lo hacia, superficialmente. Sabía quien era Francis Legger. No, no era la nerd, no era la zorra ni la capitana de las porristas. Ella Francis. Simple y fácil. Era ella, o eso creían. Era lo que Harold Styles creía de la castaña que estaba sentada a su lado, pero ahora todo había dado un giro, un gran giro. Y el ruloso ya no sabía que decir y por eso, dijo lo mas estúpido que Fran escucho de salir de la boca de aquel chico, y eso que decía estupideces a diario.
— ¿Sos una especie de psicópata, Legger? ¿Me estas siguiendo?— balbuceo para luego encontrarse con la mirada desconcertada de su acompañante. Se froto los ojos y deseo no haber abierto la boca, pero era tarde. Y Styles era, oficialmente, el mejor de todos para cagarla. Y ahora, esperaba los insultos de la castaña.
— ¿Enserio? ¿Me hablas enserio, Styles? Mierda. — se paro rápidamente de su lugar y comenzó a caminar de lado a lado, delante del chico que acababa de tratarla de psicópata, ese era el trabajo de Khloe, la rara de Historia. Francis no podía creerlo, se había, prácticamente, declarado ante él, y él solo le contestaba esa estupidez.— No puedo creerlo. No puedo creer que pienses eso, después de lo que te acabo de decir, Harry. — y en ese momento, le dolió mas al mismísimo Styles, que a Francis. Algo que había aprendido Harry en estos últimos cinco minutos era que tenía que medir bien cada una de sus palabras, por lo menos, en presencia de Francis.
— Lo siento. — confeso cabizbajo y en apenas un susurro, la chica lo miró, no esperaba mas de él. Un simple 'lo siento' no justificaría la perdida de orgullo de Francis Legger. No, nunca. — ¿Cómo lo sabes? Me refiero... a todo eso, sobre mí. Es tan exacto, pensé que nadie se daba cuenta.
— ¿Sabes el por qué, Harry?— él negó, algo obvio, de saberlo no se lo hubiese preguntado. — Claro. El punto es, que soy exactamente igual que vos. Haciendo caso omiso a algunas cosas. — y el chico entendió a lo que se refería. Un hombre y una mujer no eran exactamente iguales, hablando en el aspecto físico; psicológico, ¿quién sabe?— Me comporto igual, pero da igual. — rió sin ganas. Cuando iba a entender que a Harry Styles no le interesaba en lo mas mínimo si ella era o no como él, debió hacerle caso a Hellen. Ella tenía razón, no valía la pena... ni la perdida de orgullo, y el golpe a su ego. Y muchas cosas de las cuales se arrepentía, en menos de diez minutos. Aunque nadie le había advertido que dolía de esa forma, no hablo del orgullo o el ego, hablo de quizá una rara forma de rechazo. Dolía, estar enamorada dolía. Siempre duele, ¿por qué? ¿No es el amor la cosa más hermosa del mundo? ¿Por qué dolía de esa manera tan insoportable?— Adiós. — declaró finalmente, antes de empezar a pensar en el amor, y quebrarse, se había prometido nunca llorar por un hombre, y no iba a romper esa promesa. Soltó un largo suspiro, reprimiendo las lágrimas. Styles no le había roto el corazón, pero la había rechazado de una forma tan sutil, o al menos eso era lo que ella pensaba.
Mientras tanto, Harry la observaba marcharse, y algo en él se rompió, así se sintió, roto. ¿Por qué cuando tenía que reaccionar no lo hacía? ¿Qué clase de problema tenía? Debía ir a buscarla, sin embargo, estaba allí, sentado... observando como la cabellera castaña se perdía entre las calles de Londres. Y ni siquiera se movió de su lugar. Recordaba cada palabra que Francis le había dicho, pero sobretodo las últimas: yo estoy aquí para ti Hazza. ¿Hablaba enserio? ¿Ella aceptaría a alguien como él? Tenía pocas cosas buenas, y quizá las ''cosas buenas'' siquiera eran buenas. ¿Qué tendría de especial él para que una chica como Francis viera en él lo que nadie ve? Harry podría parecer un chico arrogante y cruel, pero en realidad no era nada de eso. Harry era un chico de dieciocho años tratando de averiguar quien quiere ser en la vida. Nada más y nada menos.{...}
Esa misma noche, llamo a su mejor amigo, el cual no veía desde el comienzo de las vacaciones de invierno. Y eso lo apenaba, ya iban casi dos semanas, y Harry no había mantenido ningún tipo de contacto con Zayn; ni Facebook, ni Skype, mucho menos salidas, nada. Un tono... dos...
— ¡Hazza!— exclamaron del otro lado de la línea, parecía alegre. — Te extraño, idiota. Y te lo diré igual, aunque suene totalmente gay. Eres mi mejor amigo y no te he visto desde el comienzo de las vacaciones. — su tono cambio a reproche. Estaba herido, quizá, Harry no podría saberlo.
— Lo sé. — respondió Harry, riendo levemente.— Yo también te extraño, hermano. Han pasado muchas cosas últimamente, ¿por qué no nos vemos?— sugirió el ruloso, esperando una respuesta positiva por parte de Zayn, tenía tanto para contarle, empezando por Francis.
— ¿Tu casa o la mía?— y obviamente su respuesta fue lo que Harry esperaba, haciéndolo sonreír ampliamente. El moreno no espero una respuesta de su amigo, ¿para qué? Ya la sabía. — La tuya.
— Te espero. — dijo Styles antes de cortar; Zayn no vivía muy lejos de la casa de este y no le costaba nada venir a las... nueve y media de la noche. Eso sonó bastante egoísta por parte de él, pero necesitaba ver a su amigo. Pero también podría haber sido él quien camine de noche, en plano invierno, tres cuadras a la deriva, ¿no creen?
Quince largos minutos pasaron luego de la pequeña llamada. Styles esperaba a su amigo recostado en el sillón de la sala, mirando un programa de deportes. El timbre sonó y Harry corrió a atender, abrió la puerta para encontrarse con su mejor amigo. Se abrazaron, y luego se dirigieron a la sala, en donde el castaño se encontraba anteriormente. Zayn se quitó la campera y miro a su amigo, expectante.
—Entonces…— habló, dándole a entender a Harry que comenzará la conversación.
—Hoy me encontré con Francis en la plaza, ¿la recuerdas? — preguntó con cautela. El moreno asintió, ¿cómo no recordar a la chica que lo había ayudado cuando más lo necesitaba, sin siquiera conocerlo? Contó su breve historia con Francis, para después escuchar un leve reproche de Harry. — ¿Por qué yo nunca me enteré, Malik?
— Fue algo insignificante, Hazz. No creo que haya sido tan importante. — confesó, ganando una mirada de recelo por parte de el ruloso. — Ahora, ¿qué paso con ella?
—Bueno, ella… ella hoy dijo tantas cosas exactas de mí. Y yo sólo me comporté como un completo idiota. — Harry comenzó a relatar la tarde con Francis, mientras el moreno escuchaba atentamente. — Y simplemente la deje ir. Soy un idiota, ¿verdad?
—Si que lo eres, Styles. — aseguró Zayn, negando levemente. Harry se dejo caer en el sofá, murmurando un: ‘siempre tengo que cagarla.’ Haciendo reír al chico a su lado. — Quizá no sea demasiado tarde, acaso, ¿sabes dónde vive?
—Podría preguntarle a Niall, él es su amigo. — expresó, mientras una sonrisa se asomaba en su rostro, cosa que Malik notó.
—Posiblemente, Francis Legger… ¿conquistó el corazón de Harold Styles en menos de una hora? — se burló. — Toda una novedad. — un almohadón estrelló contra su cara, evitando que siga con su burla. Harry comenzó a reír frenéticamente, observando la cara de indignación de su amigo. Y así paso la noche, Zayn se quedó a dormir. Las risas, charlas y bromas continuaron. Y cuando, por fin, el moreno se quedó dormido, cerca de las cuatro de la mañana, Harry observó el techo de su habitación, pensando en cómo iba a ser para arreglar las cosas con Francis.{...}
— ¿Hola? ¿Niall? — eran las cinco y media de la tarde, y después de dos horas de dudarlo, Harry se animó a llamar al rubio.
— ¿Harry? Hola, ¿qué onda? — preguntaron del otro lado de la línea. Niall no era muy cercano a él, nadie se comparaba con su amistad con Zayn, pero si era cercano a Francis, y aunque sonase interesado, tenía que encontrar la manera de poder hablar con Francis, y aquel irlandés era su única opción.
— Quería... em… — se estaba arrepintiendo, y Zayn no estaba para ayudarlo. Así que era ahora o nunca. — Quería saber si sabes donde vive Francis Legger, o por lo menos, si tienes su número.
— ¿Con qué fin, Styles? — el tono de voz de Niall se había vuelto mas grave. Estaba celoso, y Harry lo entendía. Él sabia perfectamente como era, entonces… ¿por qué lo llamaba para pedirle la dirección de SU amiga?
— Necesito hablar con ella, Niall. — rogó, algo que Harry Styles no hacía seguido, y cosa que sorprendió al rubio. — Por favor.
Horan lo dudo unos minutos, sin embargo contestó positivamente — De acuerdo, Harry. — aceptó mientras el ruloso copiaba la dirección en una hoja vieja. — Pero escúchame, llegas a hacerle daño… y me vas a conocer.
Hazza no pudo evitar reír tras el comentario de Niall. Cuando el rubio por fin de digno a cortar, luego de una larga charla, Harry tomo su campera y un beanie. Avisó a su madre que saldría, miro por décima vez el papel que contenía la dirección de Francis Legger, e inseguro salió en busca del auto de su padrastro.
Representante: louis tomlinson | sky ferreira.- ...:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]si se pueden cuatro pj's, quiero a miley y a douglas también e.e
bhavi.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Ackerman Sáb 02 Nov 2013, 10:33 pm
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Escrito de tu Autoría:
Representante: zayn malik. ♡ zooey deschanel.
- ¡VIVA EL HELADO!:
Rostros tapados con paraguas, algunos procurando que el viento no se los lleve. Aquel arrastraba furiosamente cualquier cosa delicada y frágil por todos los alrededores, dueños de puestos de diarios y revistas se habían visto obligados a cerrar sus negocios, y la mayoría se apuraba por llegar a sus dulces y cómodos hogares, nadie tenia ganas de salir, quizás cuando todo haya pasado y la mañana problemática que se había desatado se haya esfumado, ahí quizá lo hagan. Otros, por su parte, les daban la despedida a sus niños o -en el caso de los más chicos- los arreglaban para la escuela, la cual desgraciadamente para los mayores seguía abierta a pesar del clima.
En cambio, una tierna y adorable pequeña de unos cinco años trataba inútilmente de llamar la atención de sus descuidados padres, quienes se preocupaban de asistir a su hija mayor que recientemente había vuelto a Londres ya que las vacaciones habían concluido y su viaje a la casa de su abuela también. No había sido acompañada por distintas razones. Sus padres, ocupados, y Astrid, bueno, no quería tener contacto con ella, aunque ignoraba aquello. No quería admitir que su propia hermana menor la detestaba.
— ¿Mamá? — al no recibir respuesta, volteó a ver a su figura paterna. — ¿Papá? — y tampoco, nada. — Debo ir a la escuela... — dijo en un leve susurro que claramente no llegaron escuchar, los ojos tristes y desolados de ella habían hecho contacto con Ashley, su hermana.
— ¿Qué tienes, hermanita bonita? — le pregunto agachándose a su altura. Ella era la que más -por no decir la única- que le prestaba atención a la chiquilla, mas aun así esta sentía algo de impotencia mezclado con envidia por no tener aquella debida atención de sus padres, quienes solo se la otorgaban a Ash.
No tenía intenciones de hablarle, pero la emoción de ir a su primer día de preescolar la carcomía. Así que solo alzó la mano y le enseño la lonchera, preparada un día antes por la madre olvidadiza, quien no lo hubiera hecho de no ser por las insistente Astrid que se lo recordaba a cada minuto hasta que finalmente cedió.
Ashley asintió con una sonrisa, comprendiendo — Oh, ya entiendo, pues... — recobro la compostura y miro a sus lados, buscando rastro de sus ausentes padres, probablemente estén acomodando su ropa en su habitación para asistir a su hija mayor y así intentar demostrar lo buenos que son en el tema de la paternidad y maternidad, cosa que resultaría de no ser por la situación que llevaban con la menor de los Jenkins. — ¿Qué tal si te llevo yo? En el camino podrás contarme que tal te ha ido estos días, tiempo de calidad entre hermanitas no nos vendría mal, ¿qué dices, princesita? — preguntó entusiasmada, logrando que la de cinco dude por unos momentos, para luego, asentir. Sería un corto y a la vez largo viaje hacia su escuela.
♡ ♡ ♡ ♡ ♡
Ashley iba hablando alegremente de como la pasó en su viaje, pasando totalmente de lo que le había dicho a su acompañante que harían, hablando de ella y lo perfecta que era, como la definían sus padres.
A sus prontos catorce atraía la mirada de muchos chicos y preadolescentes. Uno entre ellos se atrevió a ir por ella y comenzar a hablarle, acción que fastidio a Astrid.
— ¡Ashley! ¡Ashley! — trató de llamar a su hermana sin resultado alguno. Sacudió un poco su pantalón para ver si con ello lograba que le preste atención, pero nada, tan solo bajo la mano para separarla de su ropa y siguió charlando con el tipo.
La pequeña se comenzaba a enojar e impacientarse, tanto que decidió irse por su cuenta, después de todo ya había venido anteriormente gracias a la joven que había dejado atrás, quién quería mostrarle el lugar donde probablemente consiga sus primeros amigos y aprenda cosas, aunque lo primero podría no resultar.
Su camino no fue muy de su agrado, de un momento a otro sus chicas y débiles manos no pudieron mas con el fuerte viento y arrastraron su lonchera lejos de ella, luego, cuando quiso recogerla alguien se le adelantó, un perro, grande e imponente, gruñéndole en advertencia de que si intentaba tomarla la atacaría. Segundos más tarde, al continuar su caminata, al ir demasiado a la orilla no notó que a su lado izquierdo yacía un charco de lodo, a lo cual de pronto un auto pasa cerca y la empapa toda, ensuciando su remera blanca y jardinero rosa, que combinaba con el bonito moño del mismo color que tenía en su cabeza. Definitivamente este no era su día.
Se sentía tan ignorada. Tan inútil. Y sentir eso a los cinco años no era nada bueno. Nadie le prestaba atención. O bueno, eso era hasta que dejó de sentir como las gotas caían en su pelo.
Subió la mirada arriba, topándose con que alguien había venido en su ayuda. Alguien castaño, ojos azules, probablemente de su misma edad, con una sonrisa que expresaba simpatía. Miró al costado del niño y vio a un hombre mayor que lo acompañaba que tenía plasmada en su rostro un gesto que demostraba orgullo, puro orgullo de aquel chico.
— Hola — habló de repente el pequeño. — Lindo moño.
— ¿Qué?
— Me gusta tu moño porque es rosa como tu ropa.
Y esa oración, corta, sencilla, y aún así sirvió para darle un giro total al día de Astrid. Lo había convertido en un gran día, ya que al fin sentía atención departe de alguien.
Él le sonrió amigablemente y caminó con ella a la puerta de la escuela, cosa que la sorprendió ya que no se dio cuenta cuando había llegado. Agradeció mentalmente, una vez más, que aquel desconocido haya interrumpido su camino, quien sabe, quizá podría haber seguido de largo y perderse. Pero no.
Todo gracias a él.
Cerró la sombrilla y entró, siendo seguido por la niña por atrás.♡ ♡ ♡ ♡ ♡
Ya era la hora del almuerzo, y Astrid no había podido quitar su vista del misterioso chico del que aún no sabía su nombre. Estaba como hechizada.
Tenía unas inmensas ganas de hablarle, tantas como la vergüenza que sentía como para poder hacerlo.
Miró su plato, y su boca formó un círculo al no ver nada en él. Volteó a su lado, viendo a otro nene, gordinflón y pálido, que masticaba ruidosamente a la vez que se reía. Y la señalaba. Se burlaba de ella. Se le aguaron los ojos, ya no tenía que comer.
— ¿Quieres mi comida? Yo no tengo hambre — preguntaron a su costado. Era su salvador. Asintió algo confundida y este sonrió. — Tómalas. Y por cierto, me llamo Louis. ¿Cómo es tu nombre? — interrogó mientras le pasaba su plato de comida.
— Astrid — respondió, sin poder creer aún lo que pasaba.
— Que bonito nombre. Bueno, Astrid, volveré a mi lugar — se despidió con la mano. Ella se lo respondió con una gran sonrisa radiante.
Se quedó mirándolo, viendo como charlaba con su al parecer nuevo amigo, ruloso y ojos verdes, y inconscientemente, se le escapó un suspiro.
Oyó risas segundos después. Notó que aquel molesto niño no iba a dejarla en paz, ya que, con la intención de burlarse nuevamente de ella, la imitó, exagerando su expresión anterior.
Sintió tristeza, pero al mover su cabeza y ver Louis viendo la escena con confusión, se sintió algo humillada y enojada. No dejaría que la avergonzaran delante de él. Así que con toda su fuerza acumulada, llena de ira, empujó al insoportable joven, logrando que todos pararan sus carcajadas.
— Deja de molestarme niño gordo o te daré tu merecido — mencionó mientras le enseñaba sus puños. Después de todo, ver películas de acción junto a su padre, en contra de su voluntad, había servido de algo. Caminó hacia el frente mientras todos la seguían con la mirada. Derrumbó el castillo de pequeños ladrillos que había construido una de las niñas, dando grandes zancadas al caminar. — Yo soy la jefa aquí, ¿entendido? — todos asintieron. Sonrió en forma de victoria.
Ya no la molestarían más.
Dirigió su mirada a aquel chico de ojos azules. Se veía muy confundido y algo decepcionado, quizá.
Pero Astrid quería imponer respeto. Y haría lo que sea para conseguirlo. Hasta molestar a la primera persona que le prestó atención e iluminó su día.
{{no bueno, esto es de una novela que estoy planeando, lo terminé recién, con sueño y todo, por eso está así de feo. :c me basé en una serie que veía cuando era chica, por si a alguien le parece conocida una parte(?.}} bueno bai, me cago de sueño.
Representante: zayn malik. ♡ zooey deschanel.
Ackerman
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Sunrise. Dom 03 Nov 2013, 8:05 am
obvio estan más que aceptadas, feas. me da paja citarlas y esop.
Sunrise.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Invitado Dom 03 Nov 2013, 8:33 am
Ya, leí todo<3, ahora dejaré el capítulo y mi nuevo ship xd. Advierto que si me quitan a Nico o a Sasha cortaré cabezas.
- Spoiler:
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Escrito de tu Autoría:
- Guerra de familias:
- Capítulo 8.Niall Smith.
Los ronquidos de mi compañero de habitación me despertaron de mi hermoso y perfecto sueño, es decir, no tener que hacer estas vacaciones. ¿Qué bueno sacaríamos de esto? La respuesta era, es y será una sola palabra; nada. Me quedé callado, nadie estaba despierto, y era obvio, ¿Quién se despierta a las siete de la mañana en un día de vacaciones? Escuché un ruido, que provenía de la cama de Madeleine. Luego escuché otro, no lo pude reconocer bien, pero era parecido a un sollozo. Me senté lentamente, tratando de no hacer ruido alguno, y la miré, buscando alguna señal, para descubrir si estaba realmente llorando, o quizá soñando con una pesadilla acerca de su oso. Otro sollozo se escuchó, y su espalda subió para luego bajar. Definitivamente estaba llorando.
Ahora, ¿Qué debía hacer? Fingir que estaba dormido sería una mala idea, si ella se levantaba, notaría que no estaba durmiendo, pues no soy bueno actuando como alguien dormido. La segunda idea me aterraba más. Ir donde ella y preguntarle qué pasaba. Seguramente me pegaría una cachetada, o quizá se colocaría a llorar más fuerte, provocando que Louis despertara, y luego me golpeara. Pero ella seguía llorando, y eso me asustaba, ¿Qué le pasaría? Madeleine tenía solo 16 años, quizá eran problemas de autoestima, y no soy bueno dando consejos, para nada. Recordaba la vez que mi hermana había terminado con su novio, y yo simplemente le había dicho “Pues, olvídalo y ya”. Luego de eso, ella había comenzado a llorar más fuerte, diciendo que era un estúpido, y muy mal hermano. Después de dos horas se disculpó, nada preocupante.
Me decidí por la segunda opción, así que me levanté, tratando de no hacer ruido, la idea es que Louis no despertara. Llegué a su cama, y me senté en el borde de esta. Le toqué el hombro, y me di cuenta que se hacía la dormida, pero no le funcionaba. Además, las lágrimas aun las tenía en su cara, y estaban frescas, como la lluvia cuando cae.
— Madeleine —me acerqué a su oído, susurrándole—. No te haré daño, solo quiero hablar contigo.
— No quiero hablar con nadie. —dijo en un tono parecido al de una pequeña niña.
— Pues dale una oportunidad a este chico.
Ella no respondió.
— Vamos, no seas amargada —continué—. Te colocarás arrugada y vieja.
Ella rio por lo bajo.
— Eso pasa cuando alguien se enoja, tontito.
— Pero también cuando alguien es amargada, tontita. —respondí en el mismo tono que ella había usado.
Ella se sentó en la cama. Lágrimas caían por su cara, de una tez particularmente bronceada.
— Está bien —hizo una mueca—, pero prefiero que no sea aquí. Louis puede escuchar.
— Entonces, ¿Dónde? —pregunté, curioso por saber la respuesta.
— Se dé un lugar. He estado observando toda la casa de campo. No es tan aburrida como pensaba. —yo sonreí, al parecer Madeleine era la única que me podía llegar a agradar de los estúpidos.
— Ven. —terminó Madeleine, mientras me agarraba de la mano, y hacía que me parara.
Ella se colocó sus pantuflas de tigre, y yo coloqué mis zapatillas.
— Me lavaré, espera.
— ¿Te ducharás? —pregunté, pensando que debería esperar.
Ella captó mi mueca de disgusto.
— No. Pero me lavaré los dientes, la cara, y las manos. Lo demás puede esperar. —yo reí.
Fui junto a Madeleine al baño, y ambos nos lavamos los dientes.
— Te ves gracioso con la pasta de dientes en tu boca. —yo reí, para luego mirar su boca.
¿Por qué había mirado su boca? Ella miró el espejo, viendo hacia donde se dirigía mi mirada, y luego sonrojó, haciendo que sus mejillas fueran de un color parecido a los corazones que pintan las niñas enamoradas. Luego de lavar nuestros dientes, cara, y manos, salimos de la habitación, y, sin tratar de hacer ruido, caminamos hacia fuera de la casa. Me preguntaba a dónde íbamos. Madeleine caminó hacia la derecha, y yo la seguí.
— ¿Qué es esto? —pregunté.
En el bosque, había una casa. Era más pequeña que la otra, pero se veía cómoda y alegre.
— La descubrí ayer, junto a Lottie. —me respondió.
— ¿Lottie? —pregunté, no conocía a Lottie.
— Charlotte. Chica mala, grrr. —ella hizo una mueca de fuerte, yo reí fuertemente.
— Creo que ya entiendo quién es.
Ella me mostró una sonrisa amplia. La sonrisa más hermosa que había visto en mi vida.
— Ah… ¿Entremos? —pregunté, tratando de desviar mis pensamientos.
— Claro. —ella abrió la puerta de aquella casa, y me invitó a pasar.
— Las damas primero. —ice un gesto para que entrara.
— No conocía a Niall Horan caballero. —ella me habló de una forma divertida.
— Una de las fases que nadie conoce de mí. —me arrepentí de haber dicho eso.
— ¿Debo sentirme afortunada? —preguntó, yo la miré fijamente.
— Depende de cómo te quieras sentir. —respondí, y ella sonrió, mientras entraba a la casa.
Yo suspiré, y cerré la puerta tras entrar en la cómoda casa.
— Bien, siéntate donde quieras. Buscaré algo para jugar, o pasar el rato. —me dijo.
— Oh. Te ayudo. —sonreí, mientras avanzaba por el pasillo.
La casa era pequeña pero grande. Algo raro, ya lo sé, pero tenía una sala de estar bastante amplia, y un baño. Nada más. Tenía varios estantes, llenos de libros, juegos de mesa, e incluso una mesa de billar. Era como de aquellas casas que se construyen para pasar un rato en familia. Miré hacia arriba, y vi que colgaba una lámpara, rayada con lápices de cera. Las paredes estaban pintadas con manos, y el suelo estaba lleno de autos pequeños, de aquellos que solía usar cuando era un pequeño. Estos estaban con polvo, pero la casa no tenía telarañas, ni nada por el estilo. Estaba limpia.
Madeleine sacó una especie de cubo. Ella lo golpeó, y la cabeza de un payaso salió, haciendo que esta se asustara y tirara el juguete. Yo reí fuertemente.
— No tiene gracia. —me dijo, de brazos cruzados.
— Claro que sí. —yo busqué algo que sirviera.
Ella solo suspiró.
— ¿Qué tal, si le hacemos un cambio de look a esta casa? —pregunté, mientras sacaba un tarro de pintura que había encontrado.
— ¿Está fresco?
— Sí. Al parecer alguien ha venido antes que nosotros llegáramos. —respondí, pensando en quien podía haber pintado la casa con manos de niño.
— Vale. Pero necesitamos rodillos para pintar.
— No hay problema.
Saqué tres rodillos que había debajo de un sillón. Madeleine me sonrío.
— Manos a la obra. —dijo ella, mientras se sacaba su chaleco para dormir.
Debajo de este traía una blusa con tirantes, el cual era rosa, al igual que su short. Ella se hizo un peinado rápido, y yo me senté en el sillón, mirando el aspecto de la casa.
— Sabes, me gusta cómo está la pintura dentro de la casa. Infantil, despreocupado, perfecto. —opiné.
— ¿Dices que me hice este peinado para nada? —preguntó sarcásticamente.
— No. Yo digo, que afuera es donde deberíamos pintar.
— Vete al infierno. —me dijo riendo, mientras sacaba la pintura hacia afuera.
Yo agarré los rodillos, y fui con ella hacia afuera. Cuando llegué afuera, Madeleine había abierto las latas de pintura.
— Ve a casa y trae un recipiente. Además, debes traer agua. —ordenó.
— ¿No me acompañarás? —pregunté.
— No. —dijo negando con la cabeza.
Suspiré, y me dirigí a casa, pero antes de esto, le grité que si me perdía, sería su culpa. Al entrar a casa, me di cuenta de que algunos ya estaban despiertos. Logan, Sky, y Charlotte –chica mala, grr-, estaban en el sofá, mientras que Zayn y Lia se encontraban en la cocina. Sin saludar, fui a donde estaban mis dos hermanos, y agarré un recipiente. “Trae un recipiente. Además, debes traer agua”, había dicho Madeleine. El recipiente lo dejé encima de la mesa, y busqué otro para colocar agua.
— Gracias por saludar Niall, eres el mejor hermano del mundo. —dijo Lia sarcásticamente.
— Hola Lia. —ella me sonrió.
— ¿Para qué es todo eso? —preguntó Zayn, algo dormido.
— Para Madeleine. —respondí, ambos dejaron de hacer lo que hacían para mirarme.
— ¿Madeleine? ¿La chica gritona e inmadura? ¿La chica patética? —preguntó Lia, no creyendo lo que había dicho.
Y me di cuenta que era mejor no decir nada.
— Cuando la conoces es muy simpática y bromista. —respondí.
— Tú sí que estás mal. —dijo Zayn, mientras agarraba ambos recipientes que había tomado, y los volvía a dejar en su lugar.
— No. Ustedes son los idiotas que están mal. —dije enfurecido, mientras pasaba por el lado de Zayn y Lia.
Enfurecido, caminé a la puerta, y salí dando un portazo. Troté hasta donde estaba Madeleine, y me acerqué a ella. Madeleine me miró confundida, porque no traía lo que me había encargado.
— Sabes, se me quitaron las ganas de pintar. —dije entrando a la pequeña pero gran casa.
Ella me siguió con la mirada, para luego levantarse y entrar. Me senté en el sillón, y ella se sentó al lado mío, mirándome fijamente. Me estaba dando cuenta, de que todo esto era una farsa. Mis hermanos reclamaban porque según ellos, si mis padres no estuvieran peleados con los Scotts, podríamos ser los mejores amigos todos. Pero, con solo ver como trataban a Madeleine, sabía que el problema lo teníamos todos.
— ¿Qué ha pasado? —preguntó Madeleine.
Yo la miré, y me pregunté cómo le podían decir inmadura y gritona. No era ninguna de esas cosas.
— Nada. —respondí, mientras colocaba mis codos en la rodilla, y tomaba mi pelo.
Ella se acercó a mí, y me abrazó. Su melena rubia-castaña —ahora sin el peinado—, caía sobre mi pecho, y su cabeza se apoyaba en mi hombro. Yo toqué su cabello, y ondulé uno de sus mechones. Detente, Niall, susurraba una voz dentro de mi mente. Pero mi cuerpo no hacía caso. La verdad, era que Madeleine… Madeleine era la chica que me gustaba desde que tenía 8 años. Pero la rivalidad entre nosotros, hacía que no pudiéramos hablar. Para hacerlo más fácil, Madeleine era mi amor platónico.
— ¿No me dirás lo que te ha pasado en esta mañana? —pregunté, mientras acariciaba su espalda.
Detente Niall, la voz seguía diciendo.
— Si tú no me dices lo que te pasó… —ella me miró, nuestros rostros estaban a escasos centímetros de distancia.
Un movimiento, y nuestros labios se juntarían.
— No te diré lo que me pasó. —terminó ella, susurrando.
Coloqué mi mano en su cintura. Detente, Niall. Ella tragó fuerte, noté el movimiento de su garganta. Junté nuestras narices. Detente, Niall. Esto era malo, pero necesitaba un beso de ella. Detente, Niall. Junté mis labios con los de ella. Madeleine trató de alejarse, pero luego me siguió la corriente. Abrí mi boca para que su lengua ingresara. Debía decirle. Debía hacerlo.
Me separé de ella lentamente.
— Mis hermanos dijeron que eres gritona, patética, e inmadura. —su cara se transformó a una de tristeza.
— Pensaba que ellos pensaban eso de mí. Pero, nunca creí que fuera verdad —ella me miró furiosa—. ¡¿Lo sabías y no me dijiste?!
Ella gritaba.
— ¡¿Por qué nunca me lo dijiste Niall?! —yo me quedé en silencio, ella gritaba—, ¿Tanto te costaba decirme? Siempre quise saberlo. Siempre.
— ¡¿Quieres dejar de ser tan patética?! —me enfurecí.
Ella dejó de gritar, mientras sus ojos se ponían llorosos. ¿Qué diablos había dicho? La frase “¡¿Quieres dejar de ser tan patética?!” rondaba por mi cabeza. Yo le había dicho patética.
Ella me miró por última vez, y se fue corriendo de la casa, botando lágrimas por segunda vez en el día.
— Genial, Niall —me dije a mi mismo—. No has empezado el día, y ya has metido la pata.
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Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por Sunrise. Dom 03 Nov 2013, 8:45 am
pasate por el muro interactivo, britt.
omg, tenes a totorella yo lo shipeo con la stewart:c
omg, tenes a totorella
yo lo shipeo con la stewart:cSunrise.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Dom 03 Nov 2013, 8:57 am
Britt tiene a Tortorella, deoz meoh.
hollander.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por pisces. Dom 03 Nov 2013, 9:09 am
- sdffghhasdfr hermoso:
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pisces.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Dom 03 Nov 2013, 9:10 am
Esperamos tu capitulo Linda.I'm_____Bitches escribió:Ameeeee la idea<3 audiciono con alexolas {no me digai (?)} Adoro las cosas de principes/as y academias kskshakjsperdon por ser tan cortante, peeo me echan:c luego dejo todo, ily<3
- sdffghhasdfr hermoso:
hollander.
Re: westminster royal academy | audiciones cerradas.
por hollander. Dom 03 Nov 2013, 10:16 am
Up, audicionen.
hollander.
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