Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 3 de 61. • Comparte
Página 3 de 61. • 1, 2, 3, 4 ... 32 ... 61
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
Te esperamos preciosa :).Beautiful. escribió:¡me encanta! Me enamore, posta, es perfecta. :D
Pues voy a audicionar y ver que onda, -si quedo o no- pero de cualquier forma voy a ser una fiel lectora, promesa de niña scout ¿se escribe asi? Ni idea. Creo que no las conosco a ninguna de las dos, es que no soy conocida en el foro (? Bueno con mi escrito te dejo el gif de Larry forevah e.e
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Austin Monroe. • Charlotte Alice McQueen. • Jake O´donner
Charlotte McQueen.
Austin Monroe. • Charlotte Alice McQueen. • Jake O´donner
- Capitulo e.e:
- Capitulo uno.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]❝Capitulo uno.❞ -JH
Desperté más que emocionada, hoy era el gran día, ¿eso que siento en mi pansa son mariposas? Supongo que sí, pero se sienten más como un millón de ellas revoloteando por todos lados dentro de mí. Salgo de la cama y veo el conjunto que preparé la noche anterior, camino hacia él y acaricio la tela de la remera.
Me saco toda la ropa y luego voy al baño por la ducha de cada mañana.
20 minutos después estoy parada frente al espejo de mi habitación, miro mi reflejo y veo que los pantalones de cuero negros hacen que mis piernas se vean bastantes largas y lindas, la remera también negra con la cara del disco de nirvana en amarillo deja que se vea mi ombligo en el cuál tengo una perforación, miro cada detalle y estoy más que conforme con mi imagen.
Agarro mi cabello rubio y lo trenzo a un costado, busco mi delineador negro y me pinto los ojos, luego paso lápiz labial rojo en mis labios; de esta forma parecen que son un poco más gruesos.
Contenta con mi imagen le sonrió a mi reflejo, y cuando levanto la vista me encuentro con la mirada de Finn, mi hermano mayor por dos años.
-Luna, te vez increíble – En su tono noto la emoción y también algo más, algo que hace que las mariposas en mi estomago se conviertan en un zoológico completo… su voz suena como si estuviese orgulloso de mi. Le regalo una sonrisa enorme y giro para mirarlo. Su pelo castaño está más desordenado que de costumbre, tiene unos jeans claros y una remera de su banda favorita los “Kings of león” luce muy guapo, supongo que lo único que mi madre hizo bien es darnos sus genes y belleza.
-Gracias Finn, ¿estás listo para llevarme a la audición?- Él asiente con una pequeña sonrisa y entra a mi cuarto, de pronto sus brazos están a mi alrededor lo que me toma por sorpresa por un minuto y luego le devuelvo el abrazo. Finn no suele demostrar sus emociones.
Cuando bajamos a la cocina mi padre está haciendo el desayuno para todos, camino a él y le doy un pequeño beso en la mejilla, el me sonríe y en sus ojos se forman algunas arrugas.
Papá puso mi desayuno frente a mí en la isla de la cocina y apenas pude comer un bocado.
Observe a los dos hombres más importantes de mi vida mientras comían, ¿Qué haría sin ellos? Supongo que no podría vivir sin ningunos de ellos dos. Cuando mi madre se hizo alcohólica y estaba en peligro su vida Finn me hizo la misma pregunta ¿Qué haríamos sin ella? Y me sorprendió mi respuesta: “Supongo que seguiríamos haciendo lo mismo, vivir sin una madre, ella nunca estuvo presente en nuestras vidas Finn, aunque estuviera justo aquí” Puede sonar bastante mal pero siempre supe que era mejor que mamá –Aunque no tiene derecho a tener ese título- estuviera lejos de nuestras vidas.
-Hija, estoy tan orgulloso de ti. Vas a pasar esta audición y luego vas a ganar The x factor porque eres una niña muy talentosa, siempre lo has sido. Supongo que debes agradecerme por pasarte tan bueno genes, ya sabes, aunque ninguno de mis genes te ah hecho tan hermosa físicamente, pero me conformo con saber que mis dos hijos son tan hermosos tanto por dentro y por fuera y que crie a dos chicos increíbles.
A mi padre se le escapan las lágrimas, y a mí se me infla el corazón al saber que mi padre está orgulloso de mí y de Finn.
-Los espero en el auto- Dice mi hermano y luego se levanta y sale al garaje, supongo que esa es su forma de huir del sentimentalismo que de pronto le dio a nuestro padre. Niego con la cabeza y rio en voz baja. Hombres.
-Gracias papá, no sabes lo feliz que me hace saber que estas orgulloso de mi- Sonrió y cambio de tema, como Finn, tampoco soy de demostrar mis sentimientos o emociones.- Ahora vamos que Finn debe estar bufando por esperar.
-Ese chico es un hueso duro de roer eh, tal cuál como su madre.
Cuando escucho a mi padre hablar de ella se me para el corazón y esta no es la excepción, él amaba a mi madre con todo su corazón pero no pudo salvarla de su enfermedad supongo que eso lo llena de culpa, aunque eso es lo que siempre ah hecho mi madre: hacernos sentir culpables por lo que decidió hacer con su vida.
No respondo y corro a mi habitación, busco un par de zapatos y trato de borrar todos los pensamientos de mi madre de mi cabeza, no voy a permitir que ella me afecte en este día, hoy no.
Cuando me siento en la parte de atrás del auto de mi hermano mi celular vibra, lo saco del bolsillo y veo un mensaje de Tristán, mi mejor amigo.
“Lamento no poder estar ahí, mucha suerte Na-na y no te pongas nerviosas, ¡tienes una voz de ángel… Te quiero xoxo”
Me rio en voz alta por el sobrenombre que él me puso cuando teníamos 6 años y me gano dos miradas extrañas de parte de los dos hombres en el auto, me encojo de hombros para que dejen de observarme y le contesto a Tristán asegurándole que no importa que no pueda estar y diciéndole que lo extraño.
Me quedo sin aire cuando veo la cantidad de gente que está esperando para audicionar y me comienzan a temblar las piernas, miro a todos mientras estacionamos al otro lado de la calle y Finn me abre la puerta con sus cejas arqueadas en preocupación.
-Vamos Nina, no te pongas nerviosa ahora, eres mejor que cualquiera que está allí- La última parte sale entrecortada como si en verdad le costara decirme eso. La relación con mi hermano siempre fue más tirando por el lado divertido, siempre estábamos molestando entre nosotros o jugándonos bromas pesadas y decir cosas “cursis” como dice Finn nunca nos gusto.
-Aw Finn, ¡te estás poniendo todos corazones y flores!- Me rio por la mirada molesta que me da y salgo del auto, cuando me paro frente a él le agarro las mejillas como nuestra abuela paterna siempre hace- Son tan dulce Bebe Finn- Mi padre se ríe detrás de nosotros y Finn me pega un manotazo en las manos para que lo suelte.
-No vuelvas a decirme así, cuando me acuerdo de la abuela me comienzan a doler los cachetes- Hace una mueca de miedo y todos reímos.
Esperamos alrededor de 2 horas y medias para sacar mi número de audición, cuando llegamos frente a la mesa una chica de unos treinta años me sonríe y me pregunta mi nombre.
-Luna Ferrer- Le devuelvo la sonrisa y me entrega mi numero “40577”.
-Mucha suerte Luna- Agradezco y nos vamos a la fila para esperar mi turno.
Cuando pierdo la cuenta de cuánto tiempo llevamos esperando un chico rubio, musculoso y super guapo se me acerca y me dice que debo subir y esperar detrás del escenario hasta que el chico que está cantando termine.
Miro a mi hermano y él se da cuenta de mi mirada asustada y me abraza, para cuando me suelta me tiembla todo el cuerpo, el chico-oh-muy-lindo me acompaña hasta las escaleras y se queda a mi lado.
-¿Nerviosa?- ¿Qué clase de pregunta es esa? Parezco un terremoto viviente y ¿el me pregunta si estoy nerviosa? Él parece ver mi cara y ríe- Lo siento, pregunta tonta.
-Muy- Le sonrió como puedo y miro a los jueces que están hablándole al chico que canto una canción de Ed Sheraan, parece que no le fue tan bien. Eso hace que me ponga aun mas nerviosa.
-Tranquila, seguro que lo haces muy bien- Le agradezco por tratar de hacerme sentir bien y él me pasa un micrófono, de pronto es mi turno, el chico que estaba cantando pasa a mi lado y me dice que tenga suerte, le sonrió y camino al escenario.
A penas puedo escuchar algo entre los gritos de la gente, cuando me paro en la gran X miro a todos lados, las butacas están llenas y la gente grita, las luces me ciegan por un momento hasta que me acostumbro y arriesgo una mirada a los tres jurados, Nicole me sonríe, Louis y Gary me miran pero no puedo descifrar sus expresiones. Mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.
-Hola, ¿Cuál es tu nombre?- Louis me mira ahora con una pequeña sonrisa.
-Hola- Agarro mejor el micrófono para controlar mis manos que no paran de temblar- Mi nombre es Luna.
-Oh lindo nombre, ¿Qué canción vas a cantar?
- Skyscraper de Demi Lovato- La gente silba y grita un poco hasta que Gary habla.
-Mucha suerte Luna.- Asiento y sonrio.
Todo queda en silencio y empieza a sonar el piano. Cierro los ojos y todo se desvanece, cuando vuelvo a abrirlos estoy sola con la música, nada importa ahora.
Skies are crying, I am watching,
Catching teardrops in my hands.
Only silence, as it's ending, like we never had a chance.
Do you have to make me feel like there's nothing left of me?
Siento a la gente gritar y lo tomó como algo bueno, sigo cantando y camino por el escenario.
Cuando canto me olvido de todo, olvido el dolor y la perdida de mi madre, olvido la culpa por sentir que todo esta mejor ahora sin ella y olvido la sensación de nunca ser suficiente como para que ella abandone la bebida y se preocupe por sus hijos o su marido.
La música del piano termina y alargo “Like a skyscraper, like a skyscraper” , no me doy cuenta de que tenia los ojos cerrados hasta que los abro y veo a los tres jueces de pie, aplaudiéndome.
No lo puedo creer, Nicole, Gary y Louis están de pie, aplaudiéndome a mi. Siempre soñé con esto, desde pequeña supe que amaba la sensación de estar en un escenario cantando pero nunca me imagine la sensación de calor en mi corazón porque todas estas personas me aplaudan por hacer lo que amo.
-Luna ¡eso fue impresionante!- Aprieto el micrófono en mi mano hasta que tengo los nudillos blancos, miro a Nicole y se me escapan un par de lagrimas.- Me haz echo llorar con tu increíble voz.
-Gracias.- Es lo único que puedo decir, porque si llego a hablar mas de dos palabras voy a ser un lio.
-Luna es mágico verte y escucharte cantar, por un momento sentí como si no estuvieras acá. ¡Claramente tienes el X factor!- Le vuelvo a agradecer a Louis y por ultimo hablar Gary, que es el que más miedo me da.
-No se que decir, me dejaste sin palabras Luna. Tienes mucho talento ahí, se nota que te apasiona la música y eso hace a un artista grande. Ahora vamos a ver cuantos Síes tenes.
Todo vuelve a quedar en silencio y juro que puedo sentir los latidos de mi propio corazón.
-¡Para mi es un super si!- Grita Nicole y ya no me puedo aguantar y lloro, ¿cuan increíble es todo esto?
-Yo digo...- Louis hace una pausa de suspenso y no puedo sacarle los ojos de encima- ¡Si! Eres una cantante increíble Luna.
Por ultimo Gary. Por favor di que si, por favor di que si, por favor di que si...
-Luna, para mi esta ah sido la mejor audición hasta el momento, ¡Para mi es un gran si! Felicitaciones, tenes tres sies.
- ACCEPT BE YOUR LOVER, JUST BECAUSE I LOVE YOU." :
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Harold
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Effy Stonem
Jake Wood • Effy Stonem • Edmund Pevensie
- Prologo:
- Prologo:
Effy Stonem una chica de 17 años, Skandar un chico de la misma edad. Son polos completamente distintos. El es el primero de la clase del salón, ella es la más rebelde. Ella no existía para el , viceversa. un problema hizo que se conocierán, el se emamoró al instante, ella lo odio. La vida nunca fue tan buena para Effy, sufrío en lo largo de su vida. Para Skandar la vida le ha sido fácil, su familia esta con el y todo lo tiene al alcance de su mano. El intenta ser su amigo, ella se cierra. Ella le quiere decir que lo odia, el siempre le quita la palabra. Son tan para cual, dicen los maestros. Ella es una tonta para el sería alguíen mejor, piensa la familia de el. El la cambiará, opina la hermana de Effy. El solo quiere ser su amigo.
- Capitulo 1:
Capitulo 001 Un día en la casa Stonem.
—Effy despierta—Gritó mi "madre"—¡Ya!
Quité las sabanas de mi cuerpo, me senté sobre mi cama y me levante perezosa. Camine a mi gran ropero y agarre esto {Clik}. Abrí la puerta del baño y abrí la regadera. Encendi mi Ipod con mi grupo favorito: Arctic Monkeys. El agua ya estaba templada y me duche. Coloque una toalla en mi cuerpo y mire mi espejo, esas enormes ojeras se volvían a poner en mis ojos. Me vestí ha excepción de los tenis. Miré mi recamara desde la puerta del baño, estaba horrendo. Empece a recoger la ropa del suelo, los libros y comida con moho. Abrí mi puerta y salí, baje las escaleras y abrí la alacena de abajo de ellas. Tomé el trapeador y una tina. Subí y trapee mi cuarto. Miré mi horario. Primera a sexta compartiría clases con Skandar.
—Hola—Dijo Jennifer—¿Que haces?
—No vez, limpió mi cuarto. —Dije como si fuera lo más obvio.
—Que no se te olvide que hoy viene la familia Keynes...
—Deaaaj ¿era hoy?
—Si.—Dijo sonriente— Mamá dice que bajes a comer.
—Esa tipeja—Dije apuntando al piso— No es mi madre. La mía esta 3 metros bajo tierra.
Salió corriendo. Odiaba decir eso, peor no era más que la verdad. Me maquille, con un delineador negro bajo mis ojos. Tomé mis tenis y los puse. A punto de bajar tome mi mochila y baje.
—Hasta que al fin baja la señorita perfección.—Dijo George, mis hermanas rieron, mi padre tenía la mirada en el periódico así que le saque el dedo de en medio.
—Effy siéntate a mi lado—Dijo Margareth
—No, Margareth— Me senté a lado de Katy, mi hermana mayor.
—No me digas Margareth, dime mamá
—Quisieras serlo— Bufé
—Effy, basta.— Dijo mi padre, miré mi plato y en el estaba tocino y huevo. Katy bajo la cabeza. mi comida estaba en la pared.
—¿Porque hiciste eso?—Dijo esa.
—Soy vegetariana, no como carne, ni nada derivado a ellos.
—Déjame te traigo fruta—Dijo Zooey. Salió y yo tomé de mi jugo.
—Patrick es una consentida. No debió haber hecho eso.—Susurro
—¿Se supone que eres mi madre no?, debes de saber que soy vegetariana.
—Effy ... cállate
—¡Papá! ¡Podría ser tu hija! —Dije apuntando a la rubia oxigenada.—¿No vez que es un año más grande que Zooey y más pequeña que Katy?
—Effy sal...
—¡Púdrete! ¡Tu y toda tu p*ta!
Salí y tome mis llaves, subí a mi auto, sin pensar que ese día estaría la mayor parte de las clases con Skandar Keynes.
Espero que este bien mi audición:D pero por si acaso te dejo un gif de Lolly y One Time :D se va a llorar a un rincón,
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Última edición por leila.hunter el Vie 18 Oct 2013, 11:18 pm, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
No han aceptado mi ficha fichuda...
Rach, casi muero con tu comentario... Pero sabia que no me quitarias al Horan, por mas sersi que sea
Rach, casi muero con tu comentario... Pero sabia que no me quitarias al Horan, por mas sersi que sea
Invitado
Invitado
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
Mi socia Lizzie, esta aca
Invitado
Invitado
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
mi socia hace acto de presencia al igua que yo en todas partes..
aquelepasaba
aquelepasaba
dragón.
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
Plis, gobernamos este foro. okno.
Invitado
Invitado
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
holi, es obvio que audicionare, nicol la dirige, usea<3. no hace falta decir que me encanto la idea al máximo de mi cerebro de maní, ahquedije)?. srsly, la ame con todo my heart, asi que auducionare por ian s.♡ {please, do not touch} estoy editando bebes, espero quedar y como siempre, es un placer audicionar en ideas como estas<3.
kissitos, arepas rlz, tqm nicol.♥
edito:
kissitos, arepas rlz, tqm nicol.♥
edito:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Justin Bieber {pareja}. • Carly Rae Jepsen {infiel}. • Ian Somerhalder {amante}.
Christine Valentine Wesley.
Justin Bieber {pareja}. • Carly Rae Jepsen {infiel}. • Ian Somerhalder {amante}.
- ♥Special Ladies.[Prologo]♡:
- Prologo.Debatiendo entre jugar a favor de lo inevitable o tal vez dejarse llevar por sus convicciones, que eran el lado positivo de todo este desaliento, en otras palabras el atisbo de esperanza que estas chicas poco agraciadas esperaban… optaron por silenciar sus ideales mediante el correcto lineamiento que se había acordado previamente a la penúltima fase de todo este casi cotidiano plan macabro.
Algo de lo que no estaban conscientes era de qué parte de su cabeza era atormentada por la mínima y comprensiva voz que retumbaba en sus oídos, exigiendo con una fuerza que creían muy convincente a pesar de que consideraron que se estaban volviendo locos, que se detuvieran a pensar un poco lo que estaban haciendo. ¿Eran tan egoístas y subestimados como para vender la libertad de cualquiera de esas chicas? Eso no lo sabían en concreto, pero el más feroz y vivaz deseo de protección se plantó desde la punta de sus cabellos hasta el tuétano de su ultimo hueso, concediendo el beneficio de la duda y flaqueando poco a poco con su uso de la razón, teniendo en cuenta que ese era el camino correcto y por ende el más viable, aunque esa excusa solo era factible para eliminar todo rastro de culpa. Intento erróneo.
Pero luego de tantas drásticas sacudidas de emociones interactuadas, su vida toma un giro realmente inesperado, sus malas acciones pasaron como flashbacks frente a sus ojos, sus prioridades se reacomodaron dando pie a un único rumbo, y por último, esa pequeña vocecita en sus cabezas es escuchada, dando paso a la certeza de un futuro totalmente diferente al que alguna vez planificaron tener. Percibieron esa nota de temor que invadía sus ojos al mirarlos, sintieron esa lastima evidentemente palpable –aversión de sí mismas–, se dieron cuenta de que estaban cometiendo el error mar imperdonable y mísero que jamás hayan imaginado… y una chispa de audacia cobró postura y determinación en estos seis jóvenes, llevándolos a la última opción, una opción que pondría en peligro sus vidas, pero nada de eso era de vital importancia para ellos.
Lucharían por sus damas especiales, asumiendo riesgos y aceptando efectos, escapando de una flota de narcotraficantes que se escondían en las sombras impidiendo su felicidad y la libertad que anhelaban estas seis chicas.
- ♥Special Ladies.[Capítulo 001]♡:
- Capítulo 001.Dylan Schmidt [Carly Rae Jepsen] ∞ Justin Bieber { Worldwide with you♡.En medio de mi letargo y profundo escape continuo de la realidad, sentí un hormigueo recorrer mi cara poco a poco, provocando que mi rostro se contrajera precipitadamente en una sonrisa de satisfacción.
—Abre los ojos ya hermanita. Despierta antes de que se te haga más tarde. Mira que mi paciencia se agota y no quiero golpearte —escuché a lo lejos, un murmullo casi inaudible que tensó mi cuerpo.
Abrí los ojos de golpe tras gruñir sonoramente y tratar de tomar el rostro de Kendall y pellizcarlo hasta que quedaran marcas sangrantes, pero no pude; el fue más ágil que yo.
—Vaya, que sutil eres, Kendall —disipé con sarcasmo.
Estrujé mis ojos y tuve que pestañear varias veces antes de que mis grandes ojos color cielo se abrieran e inspeccionaran el rostro sonriente de mi hermano mayor. Lo tomé por la cintura y choqué su cuerpo contra el mío; mis ojos se cerraron con fuerza antes de captar su loción tan exquisita. Sus brazos envolvieron mi pequeño y frágil cuerpo en un dulce fortunio de su parte. La relación que manteníamos Kendall y yo sufría de un tormentoso temperamento, faceta que solo sirvió para que se uniera e intensificara aún más con el pasar de los años, logrando que a pesar de los defectos y las malas situaciones que teníamos que soportar, sirvieran de hincapié a un afecto mutuo y quizás sobreprotector.
La tenue y hasta casi indescifrable luz del sol que se colaba por mis ventanas, avisándonos sin emplear palabras clave que el día daba pie a su resplandor desde temprano, lo que quería decir que ya eran más de las seis en punto.
—Debo ir a trabajar, cariño —cortó Kendall deshaciendo el abrazo y obsequiándome, a su vez, el tierno brillo de sus ojos al observarme.
Asentí en consentimiento y me levante de la cama algo aturdida; mis pies se colocaron de puntillas y despeiné su cabello que hasta ese momento permanecía perfectamente peinado de forma causal y moderna.
—Ñoña, ve a ducharte —su mano ejerció presión en mi espalda impulsándome a entrar al baño de sopetón.
Una carcajada fue lo que bastó para mi mente se concentrara solo en ella. Mi aseo personal no requería de más de dos horas, como en los casos de las chicas normales en particular. En menos de media hora, estuve lista para otro tedioso día laborioso. Me posicione en frente del espejo de mi habitación y pude mirar una sonrisa totalmente falsa que esperaba a la soledad para derrumbarse, y, por fin, no aparecer hasta que nadie sospeche por lo que pasó. Sacudí mi cabello y retire la gorra con el logo de la franquicia digitalizado de mi escritorio, al mismo tiempo que la colocaba sobre mi cabeza.
—Vamos a ver que tanto hueles a frituras hoy, Dylan —me susurré a mí misma.
Siempre me consolaba el hecho de que lo que hacía, lo realizaba por una buena y única causa: mi familia. La razón de mi esfuerzo y dedicación, la raíz de mi esperanza. Desde que mis padre nos abandonó cuan caja llena de cachorritos mugrientos, nuestras vidas se vieron afectadas abruptamente con su partida y no solo el dolor emocional demandó territorio en nuestro hogar, sino que también se fue maximizando a tal punto de hacer deprimir muchísimo a mi madre, causándole una enfermedad de gravedad mortal. Agregando sin más que nuestra solvencia económica descendió a cero, dejándonos en la ruina, obligándonos a Kendall y a mí que adquiriésemos un trabajo para el sustento de todos.
Aún conservaba las esperanzas vagas de que, a pesar de las adversidades que se lanzaban hacia nosotros, pudiésemos tener una vida tranquila y muy dentro de las características de la alegría y el amor, del que carecíamos estos últimos días; pero sobretodo, albergaba la fe de que mi madre sobreviviera a su terrible enfermedad. Mis ojos se cristalizaron al instante de considerar mi razonamiento totalmente ilógico y fuera de lo real, a realidad me golpeaba con fuerza todas las mañanas al abrir mis ojos. Pero no cabía dudas de que mi descontrol de la situación demostraba mediante lágrimas que de mis ojos brotaban, que esta vez la cruda realidad había absorbido la poca fuerza que poseía.
El sonido de la puerta cerrarse contra el umbral de ésta, hizo eco en mi cabeza y con la mano debajo de mis ojos para limpiar las lágrimas, ladeé la cabeza y me encontré con un par de esmeraldas muy pequeñas, apagadas bajo el espesor de sus largas pestañas, enfocándome con atención.
—Sam, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar ya con Kendall en la pastelería? —inquirí fingiendo una sonrisa genuina mientras me acercaba a mi hermanito menor.
Flexione las piernas hasta quedar a una altura frente a frente con Samuel, tomé su pequeña mano entre la mía y la besé, infundiéndole confianza.
—Te oí llorar y quería venir a verte antes de marcharme —se excusó aun con la misma mirada inicial, bajando su cabeza.
—Oh… No-no estaba lloran… —tartamudeé antes de que un siseo me hiciera cortar el rumbo de la mentira que estuve a punto de justificarle a Sam.
—No me mientas más, Dy —espetó en una melodía infantil muy madura a pesar de su corta edad.
—¿Qué dices, Samuel? Estoy bien —le mentí—. Mira —apunté con la barbilla la ranura de la puerta de la puerta, que estaba entreabierta dejando ver con claridad el perfil de Kendall—, te está esperando, anda.
Sus ojitos no se convencieron, pero aun así acercó su mano a mi rostro, limpiando las lágrimas de mis mejillas cuidadosamente; como si del juguete más preciado, hasta su favorito, se tratase.
—¿Me prometes que ya no lloraras más, Dy? Yo te puedo hacer feliz, estoy aquí contigo, ¿sí? —con la misma mano, acaricio mi cabello y yo solo pude tomar aire en un suspiro y asentir.
—Tu eres todo lo que necesite para sonreír, Sammy —repliqué besando sonoramente la coronilla de su cabellera rubia, como el oro en solido que lo representaba tal cual.
Me levanté de la cuclillas en la que me había puesto, y finalmente, entrelacé sus dedos entre los míos dirigiéndolo hacia mi puerta, a la espera de Kendizle.
—Sam, ve a buscar el almuerzo y tus juguetes, luego espérame en la cocina, ¿podrías? —Kendall chocó su puño con el de mi hermanito.
—De acuerdo. Nos vemos, Dy —me lanzó un beso pequeño para que Kendall no lo pudiera ver.
Le guiñé un ojo en respuesta. En unos segundos más, ya Sammy había desaparecido del pasillo principal que daba con los pares de habitaciones.
Seguramente había descifrado mal el brillo ansioso en los ojos de Kendall, la desilusión y todo rastro de esperanza se consumieron en un pestañeo, invocando mis lágrimas a salir.
—Mamá está empeorando, Dy. Hoy la llevare al médico, pero no es seguro que puedan atenderla. Esta mañana convulsionó de fiebre en mis manos y en realidad, está matándome a mí también —sollozó entre frases entrecortadas que provocaban que no llegara a sentir mi corazón palpitar.
No me gustó para nada que Kendall se mostrara débil ante mí, eso me daba a entender que ya le estaba afectando demasiado. Él no podía dejarme sola, no podía dejarme sucumbir. Mi roca de salvación no podía huir de mí, ni mucho menos hundirse a profundidades inalcanzables.
—Volveré lo más temprano posible del trabajo y te prometo que juntos la llevaremos a revisar con el esposo de la tía Molly. Todo va a estar bien, solo dame fuerza y una sonrisa, ¿vale?
Acerqué su pecho al mío, con mis dedos limpie el camino de lágrimas que ya tenían lugar en sus pálidas mejillas.
—Cuídate mucho, cielo. Nos veremos a la hora de la cena, traeré helado de chocolate suizo, Sammy te hará brownies y los cuatro veremos la trilogía de crespúsculo, ¿te parece? —me preguntó, ahora con el tono de voz más feliz, de cierta manera.
Deposito un beso sonoro y mojado en mi frente.
Carcajeé y le mostré una sonrisa única y especial, a la que solo tenían acceso completo Sam, Kendall y mi madre.{…}«Dylan, espero que todo marche bien. Quiero verte después del trabajo, aunque tenía pensado ir a comer una hamburguesa con Zack dentro de un rato. Te manda un beso. Cualquier improvisto, te estoy avisando. Te amamos. Clara.»
Apagué la pantalla del móvil, pero aunque este no reflejara nada, salvo la sombra de un rostro demacrado, no pare de contemplarla.
El olor a hamburguesas, pollo, carne frita, patatas y helados al mismo tiempo no suponía ningún tipo de fastidio alguno para mí, pero si me irritaba sobremanera el balbuceo incesante de la clientela. Me desagradaban los bullicios y las conversaciones fuera de tono y aunque llevara dos meses de contrato, intentaba sin éxito acostumbrarme por completo, tal vez ni una pizca. Soy más de esas chicas a las que les gusta el silencio y la música clásica de fondo en cualquier ambiente. Me entraron unas ganas tremendas de llevar las palmas de mis manos a los oídos para evitar escuchar el gorgoteo que no paraba de aquellas personas, más el choque de dos manos juntarse hizo que ladeara mi cabeza inconscientemente.
—Menos distracción, mas ingreso, señorita Schmidt —exigió la jocosa y anticuada voz de mi jefe, Rafael Jewkins.
La postura soberbia y por supuesto, superior que mantenía me intimidó un poco, lo suficiente como para que concentrara mi atención el maquina manufacturera y el monitor que llevaba a sucesión las cuentas que requerían un chequeo. Luego de asesorarse de que todo estuviera bajo control con la despistada chica, se esfumó del lugar de la caja registradora, mi sección especificada de trabajo. Entorné los ojos y con un poco de mala suerte, las ganas de soportar algo que tanto detestaba no se largaron de mi secuencia pensativa.
La puerta de la franquicia de comida rápida se abrió de par en par, alborotando las hormonas de las chicas que darían suspiros de admiración y más por respirar el mismo aire que respira cualquier sujeto de atractivo parecido a una pila de perfección en su expresión más pura. Un hombre de, calculándole a simple vista, unos cuarenta y pico de años irrumpió en el lugar con elegancia y un porte que daba a indicar de forma inmediata, su nivel de riqueza económica; junto con otro joven que escondía debajo de una chaqueta negra su rostro y otro acompañante rizado que sonreía abiertamente de mejilla a mejilla, cautivando a más de una chica del lugar con sus adorables hoyuelos, debía apreciar.
Para mi cuestionamiento interno, nada común por cierto, era la primera vez que gente de ese tipo de vida llegara como de la nada a un restaurant de hamburguesas grasientas y patatas adictivas. Me sorprendió un poco, mas debido a mi conocimiento sobre esas personas, el tema dejo de opacar mi cabeza.
Después, todo recobró el sentido anterior de bienvenida en mi persona; y podía jurar y perjurar que las ganas que tenia de huir de semejante escena me pedían a gritos ser tomadas en cuenta. Lastimosamente, mis zapatos parecían haberse pegado al suelo con cemento, por ejemplo. Los miré deseando quemarlos con la mirada.
El joven de la chaqueta de cuero con capucha negra arrastró sus pies a la caja en donde yo yacia petrificada y lentamente, dejo caer su capucha hacia atrás. Posos sus manos en el mostrador y antes de que articulara palabra alguna, yo hablé primero:
—Buen día. ¿Qué se le ofrece? —imité la voz que estaba grabada en mi cerebro para cuando un cliente hacia su orden.
Monótona y repetitiva.
—Soy Justin Bieber, así que también es un placer —apuntó con una carcajada frustrada y seca al mismo tiempo.
¿Para qué se presentaba? Yo solo deseaba con ansias su orden y desapareciera de su vista; su sonrisa fuera más irónica y yo pudiera comenzar a respirar sin dificultad. Clavé los ojos en el monitor del computador y esperé no parecer una tonta.
—¿Se le ofrece algo? —repetí de nuevo, sin cambiar nada a mi expresión anterior.
Sus nudillos golpearon con suavidad en la mesa.
—Me podrías decir tú nombre.
Respingué, vencida, y pensé que lo mejor sería darle la cara y que se marchara de una buena vez por todas. Mis ojos impactaron con amabilidad en los suyos y parecí haberme hundido en una especie de ensoñación ridícula propia de los adolescentes.
El sujeto carraspeó, divirtiéndose con el asunto de ser jodidamente tentador en todos los sentidos.
—Dylan Schmidt —dije, sin más, siendo algo indiferente a lo que respectaba su belleza—. ¿Va a ordenar algo, joven?
—Dylan, es un placer muy grato, pero desearía que me llamaras por mi nombre, si no es mucho pedir.
Alzó una de sus rubias cejas y esperó pacientemente a que cumpliera con lo que él quería escuchar.
—Justin… —musité frunciendo los labios—. ¿Qué quieres?
No lo pensó dos veces antes de contestarme, mordiéndose el labio, poniendo en un hilo mi paciencia:
—Una sonrisa de tú parte, querida.
No pude evitar arrugar la nariz; comenzaba a fastidiarme, en verdad.
—Bien puedes mover el trasero hacia la salida y olvidarte de tus coqueteos por un segundo u ordenar de una buena vez, querido —contesté balbuceando cada palabra con inquietud.
Parpadeó confundido y me miró por un largo minuto, no creyéndose el fallo intento de sus tácticas seductoras ridículas; por mi parte, bien podría largarse y dejar de jugar con mi persona.
—Está bien.
Su respuesta hizo que sonreirá levemente, victoriosa. Nunca estaba de más esfumar el ego de un chico con un par de palabras grotescas. Más mi victoria respecto al desplome de su ego, no significo ningún tipo de gratitud en mí. Era medianamente imposible impedir que mis pensamientos de detuvieran y me dejaran el subconsciente en silencio, a diferencia de mi día a día, donde en mi mundo interpretaba las cosas de una forma más puntual y diferente, donde miles de vocecillas pequeñas atacaban mi subconsciente con cuestionamientos que eran de relevancia personal, atormentándome, pero controlando mis emociones lo que nos llevaría a una gama de decisiones más completas y de mayor rango racional, claro está.
El joven seductor de rizos alborotados y extraños, miraba la escena con una mueca claramente burlona tatuada en el semblante y los ojos enfocados hacia nuestra dirección, sin interés alguno en mostrar discreción. Me pregunte en mi fuero interno si aquel chico era su hermano y el hombre de aspecto moderno pero mayor era su padre; así, cabía destacar, que entre los dos muchachos no había parecido alguno que los asemejara con un parentesco.
Desvié la mirada hacia la nómina de pago que estaba resolviendo sin éxito, pues mi imprudencia provocaba varias preguntas sobre ellos se pasara por mi mente, atacando hechos y con eso, determinando conclusiones que ni yo sabía si eran acertadas al cien por ciento.
De repente, sentí como una mano rugosa me tomaba del antebrazo con soltura, lastimándome al contacto. Volteé, dispuesta a descifrar de quien se trataba y cuando lo hice, me topé con los oscuros y no muy amables ojos de Jewkins. ¿Qué estaba haciendo? No fui capaz de mirar a Justin, pues supuse que él ya se habría ido. Me equivoqué.
—Oiga, la está lastimando, déjela en paz —demandó Justin en un gruñido receloso.
—Suélteme ya —me defendí tratando de zafarme de su agarre.
—Vendrás conmigo, tengo que hablarte sobre algunas cosas —me soltó a regañadientes al intercambiar una mirada de duda con Bieber.
Me cuestioné que habría visto a través de ellos.
—Que sea la última vez que me pone un solo dedo encima —le dije sin perder los cabales del respeto.
Aunque me haya tratado inadecuadamente, no podía permitirme perder los buenos modales de una dama que mama me había inculcado con tanto esmero.
—Vale, vale. Acompáñame, Dylan —había cambiado por completo el tono de su voz, transformándolo en uno más cordial y menos agresivo.
Todavía Justin no le quitaba los ojos de encima, evidentemente hostil. Yo estaba en el medio de un altercado de miradas llenas de ira entre los dos, no sabía que parte de la conversación me había perdido.{…}Las lágrimas se golpeaban en mis ojos con furor de decepción. Mi rostro estaba contraído en una mueca de indecisión. ¿Cómo se suponía que se lo diría a Kendall? Arruinaría lo que con tanto esfuerzo nos logró construir, estaríamos casi o igual que al principio. El sueldo pobre de Kendall no bastaba para todo un mes de sustento, cuidado y sólo duraba para una semana. Me regañaba mentalmente por haber perdido un empleo tan valioso, y no para mí, sino para mi familia. Veía a través de mis ojos, como el futuro estaba deslizándose en un abismo sin fondo; no sabía que haría. Jugueteé con mis dedos, el temor se apoderó de mí aunque no quise aceptarlo en ningún momento. Debía mantenerme fuerte, aunque yo misma sabía que todo cristal se quebraba.
Lleve las manos sudorosas a mi rostro y despegué de él los cabellos que se habían adherido a mi frente, que estaba perlada de sudor. Tenía que buscar una manera de irme a casa, sonreír con todas mis fuerzas y asegurar que todo cambiaria, que todo estaba bien, pero… no había nada que mi fe de que las cosas mejorasen pudiera hacer. Me sentía tan inútil, no tenía ningún poder sobre el destino y eso me afectaba. El contrapeso de la mejoría con el dolor se inclinaba al agobio, dejando tocar al suelo la mejoría. No quería que Sam se criara en un vecindario de mala muerte, quería que mantuviera presente los valores que le habíamos enseñado, pero la situación era tan critica que hasta eso iba a cambiar.
Finalmente, visualicé un rincón oscuro cerca de la salida trasera del local, ignoré que Jewkins me hubiera prohibido volver a pisar ese terreno; me senté en el duro y caliente asfalto, abrazándome a mí misma, dándome consuelo. Eso ocurría cuando no tenías a absolutamente nadie que te prometiera que las cosas estaban bien, que algún día la felicidad tocaría nuestros corazones… Kendall estaba lejos, inalcanzable, casi sentía su desesperanza, su decepción quemar mi pecho, mis ojos, mi corazón…
Una sola pregunta invadía mi razón, ¿Qué sería de nosotros? ¿Hasta dónde llegaríamos?
Mis ojos se cerraron lentamente, mi corazón se precipitó a detener su ritmo acelerado, mis piernas se debilitaban y mis ganas de seguir con vida se desvanecían.
—Dylan… —me había llamado con la voz apagada, casi desolada.
No obtuve el ánimo suficiente para volverme a ver su cara de ángel caído del cielo. Simplemente, no des adopté mi postura.
—Schmidt, el destino es algo tan… acertado y calculado. ¿Quién diría que hoy me toparía contigo? Siempre me ha afectado la debilidad de las chicas en sus momentos más difíciles, pero, eso algo totalmente natural, tomando en cuenta que es lo que te lastimó —un suspiro escapó de sus labios y percibí como la tonada de su voz era tan compasiva y sutil—. Tu hermano es una persona maravillosa, a decir verdad, uno de los mejores amigos que he tenido —me paralicé ante la mención de Kendall. Justin río levemente, para luego justificar sus palabras—: Lo conocí en la primaria pero nunca llegué a imaginar que tendría una hermana. Al principio me pareciste conocida, pero, nada que ver con algún tipo de asemejo, hasta que la determinación de tu voz te delató. Eres tan igual a él…
Mi mente estaba en blanco. Aferré mis rodillas a mi cuerpo en débil, solo que sin derramar ninguna lagrima, ya se había extinguido hace mucho.
—¿Eres alguien que me mandaron para minimizar mis agobios o… te burlaras de mí? —inquirí en un susurro, que al final, se quebró en la sintonía de aparentar ser lo que nunca seré: lo suficientemente fuerte.
—Yo seré lo que tú quieras que sea —me dijo, agregándole una pizca de dulzura.
Mi corazón se achicó por algo que no pude explicar mediante simples palabras ordinarias. Después de todo, siempre llega ese alguien que logra provocar en ti, un pequeño atisbo de luz que creías inexistente. Esa pizca del complemento del que carecías.
Estiré mis piernas y destapé mi rostro de la burbuja personal en la que me había sumido.
Me miró con ternura, traté de sonreírle lo mejor que pude. Me sentí culpable por el prototipo que le definí.
—Te conozco desde hace… —miró el reloj de su muñeca y se volvió hacia mí— aproximadamente, cuarenta minutos, por lo que no me has dicho que tipo de café te gusta, aunque permíteme predecir que es… —hizo un gesto pensativo y se colocó la mano en la barbilla.
—Moca late con crema de chocolate y una ración almendras endulzadas —adivinamos al unísono.
—Hay cosas que nunca cambian —admitió soltando una carcajada suave.
—Es el favorito de Kendall —le recordé mostrando la sinceridad de una sonrisa simple…
…. aunque no sabía por qué, él se merecía mucho más.
—Vamos al Starbucks más cercano, esta solo a unas cuadras —propuso él levantándose de mi rincón y tendiéndome la mano para ayudar.
—Me encantaría ir contigo, Bieber.{…}—Lamento mucho lo de tu madre, Dy. En verdad no sabía, porque si hubiese sido lo contrario… no te lo habría siquiera recordado.
Se disculpó con una sonrisa de pena automática. Me acaricio la mano por encima de la mesa; sí que se sentía culpable.
—Gracias… por preocuparte de tal manera, Justin —agradecí y tomé su mano entre la mía, acariciándola con lentitud.
—No tienes por qué agradecer. Todo lo que hago, lo hago de corazón.
Le propiné una sonrisa encantadora. Tomé un sorbo de mi café, aunque me quemé la garganta y la lengua, no podía despegar la vista de la ventana. Aun me preocupaba la reacción de Kendall, nuestro futuro tan incierto…
Mi cerebro no podía analizar nada, estaba totalmente cegado por el giro inesperado que tomaron las cosas.
El respetó mi silencio, y lo interpreto como la toma de un segundo para volver a la realidad de nuestro mundo alejado de ella. Le miré de reojo, cuidando que no se percatara de esa pequeña acción. No sabía si era un agite falso de algún tipo de preocupación o quizás temor, pero no sabía por qué. Su mirada reflejaba una mezcla de estas dos emociones al él mirar la pantalla de su móvil. ¿Había recibido una mala noticia?
Mi estómago sufrió un retorcijón de emociones confusas. Ya no estaba el pasivo o seductor Justin, estaba un Justin atemorizado. Su nariz tenía pequeñas gotitas de sudor y sus labios estaban hinchados de tanto morderlos. Noté que quería gritarme algo, pero no podía, por alguna razón en específico.
Opté por no preguntar nada, y evadir ese detalle. No quería obligarlo a inventar una excusa para no comentar nada.
—Debo irme, Justin, fue un placer haber compartido la tarde contigo. Le mandaré tus saludos a Kendall. Con permiso —me levanté de mi asiento y le dirigí una sonrisa como despedida.
Su rapidez me dejo pasmada, me tomó abruptamente por el codo haciéndome girar sobre mis talones.
—No te puedes ir, Dylan.
—¿Por qué no? Tengo que ir a casa, ya es tarde —repliqué mirándole con confusión.
Soltó mi brazo con la expresión vacía.
—Lo siento, no… no quiero que te vayas… —alzó sus cejas en modo de respuesta.
Me apresuré a negar con la cabeza varias veces.
—Me quedaría, pero no puedo. Aunque si gustas, podrías venir conmigo y te quedas a cenar —ofrecí con la voz ronca a causa del improvisto de mi propuesta.
—Vale, vale. Me haría bien conversar con Kendall —aceptó, nervioso.
Sus ojos transmitían un mensaje, pero no supe cuál era. Tal vez era algo inconsciente y no tenía por qué preocuparme…
… todos mis intentos de evasión acerca de su evidente reflejo de angustia, decayeron con la rapidez con la que cae un vaso y se estrella contra el piso, rompiéndose en miles de pedazos. Mis ojos fueron los emisores de mi pronto miedo, lo que me causó un estremecimiento de pies a cabeza desagradable. Súbitamente, mis piernas perdieron su fuerza e impactaron contra el suelo en un golpe seco. Un grito desgarrador alarmó mis sentidos, a pesar de que me estaba consumiendo por el temor que me invadía.
—¡Dylan! —me llamó en el retumbo más alejado que noté de su voz— ¡Déjenla en paz!
Un hombre de aspecto fortachón y espeluznante, con violencia, golpeó mi mejilla. El líquido corrió de la parte derecha de mi rostro. Gemí de dolor y pataleé alejándome del sujeto que quería tomarme de alguna manera. Visualicé a lo lejos como Justin me miraba sin expresar emoción alguna, sin querer acercarse a ayudarme. No pude reprimir las ganas de llorar desconsoladamente, y las lágrimas me impidieron ver con claridad cómo se desataba la situación.
¿Por qué no me ayudaba? ¿Es que había fingido todo este tiempo?
Mi corazón no soportó por mucho ver su indiferencia, mis ojos se cerraban con pesadez, mis piernas se cansaban de forcejear… mis pulmones de respirar.
No le di tiempo a mi sensatez de interpretar todo, pues un pañuelo mojado fue posado sobre mi nariz.
Sammy, mi madre Ellen, Kendall…
Todo pasó como un flashback por mi memoria… y no salí a la superficie.
- ♥Accept be your lover, just because I love you♡:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Última edición por worldwide with you♡ el Vie 18 Oct 2013, 10:36 pm, editado 1 vez
bigtimerush.
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
hahaha y alli va mi socia la mas social de pris... si no lo saben yo soy la purpurita anti... okno
bueno haha me paso algo gracioso audicione por el Lou e.e y el estaba reservado
ahquelepasaba
hahaha me confundi con otra ene ce
haha eso solo me puede pasar a la tonta de Lizzie
bueno haha me paso algo gracioso audicione por el Lou e.e y el estaba reservado
ahquelepasaba
hahaha me confundi con otra ene ce
haha eso solo me puede pasar a la tonta de Lizzie
dragón.
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
Lizzie! otra novela en la que coincidimos
Invitado
Invitado
Re: Amantes e infieles |nc| cerradas. r e s u l t a d o s.
*se vuelve loca de la emoción*
Me voy por un días y veo muchas audiciones
y yo que pensaba que casi nadie iba a audicionar
Voy a contestar todos sus mensajes
Me voy por un días y veo muchas audiciones
y yo que pensaba que casi nadie iba a audicionar
Voy a contestar todos sus mensajes
Invitado
Invitado
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.