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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Zombieland | Segunda Temporada |
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Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Danielle James| Keke
La rubia con problemas de carácter se marcho y nos dejo estancados a todos en medio de la sala de la enorme casa o reten – lo que seas que esto sea- viéndonos las caras sin saber que hacer. Nos habíamos acostumbrado a ser una manada, y para ser mas especifica, solo a una mal humorada, Jill. Con ella era más que suficiente, no necesitábamos otra.
- Bien.- interviene el chico rubio con apodo de perro. – Tendremos que repartirnos las habitaciones. Hay solo siete y justo ahora somos…- se detiene mientras nos cuenta a todos. Yo me cruzo de brazos y hablo:
- Somos doce.
- Ya lo sabía.- dice con cierta diversión mientras se rasca la cabeza.
- Vale, ¿Cómo nos repartimos?- pregunta ahora Scott y se meten de lleno en la conversación.
Me mantengo fuera del tema y me siento en el sofá junto al gran ventanal. Hoy me siento cansada, tuvimos que corre mucho para escapar de los no muertos en el primer mercado que nos detuvimos para sacar provisiones. A demás, no es como si nos estemos alimentando muy bien, mi cuerpo se siente débil, cada día estoy más cansada. La incertidumbre de saber si estaremos todos juntos al día siguiente también está afectando mi mente y me pone la cabeza pesada. La manada ha estado muy desordenada y ese chico Ele me agrada, pero me pone los nervios de punta. Kilam no deja de volver loca a Jill y la ausencia de Koco comienza a hacerse fastidiosa, la chica tenía problemas para controlarse, pero le daba cierta vida a la cosa.
Recuesto la cabeza del respaldar del sofá y subo mis rodillas para acurrucarme y protegerme del frio que entra por las puertas francesas de atrás. No me percato de que estoy plácidamente dormida hasta que soy levantada en brazos y llevada escaleras arribas. Levanto los brazos rápido para abrazarme a la persona con miedo a caer y subo la mirada. Tengo la vista algo borrosa por el sueño pero aun así puedo reconocer a Ele mirando por dónde camina hasta que se vuelve a mirarme y sonríe.
- No me mires de mala gana.- no me había dado cuenta. Aflojo el entre cejo y sacudo la cabeza.- Estabas muy dormida, ni siquiera cenaste.
- ¿Cuánto tiempo me dormí?
- Hora y media.- se encoje de hombros. Aprieto mis brazos a su alrededor cuando hace un intento por levantarme un poco.- Ya- se ríe.- No te voy a dejar caer.
No le digo nada y solo me dejo llevar. No soy fanática de que me lleven cargada, pero estoy tan muerta de sueño que no sé ni por donde andar. Y él parece saber que habitación me toco, asi que dejo mi cabeza en su hombro y cierro los ojos. No confió en mucha gente pero de verdad me siento muy cansada, podría estar enferma. No será nada oportuno y no me puedo permitir entorpecer a la manada, incluso cuando ya de por sí, soy un estorbo. Enfermarme seria la guinda del helado. No quiero darle más rienda suelta a Jill para quejarse de mí o que quiera deshacerse de mí. De la nada una inmensa necesidad por ponerme de pie me hace batirme en los brazos de Ele y él me pone en el suelo con el ceño fruncido y confundido. Solo me encojo de hombros y el sigue caminando hacia las habitaciones. No había notado mi bolso en su espalda y tampoco el suyo.
Llegamos a una habitación en el ala derecha de la casa y el abre la puerta para mí. Jodie, Hazza y Niller están dentro de ella. La habitación cuenta con dos camas matrimoniales, un baño, balcón y un closet.
- ¿Nos dieron la habitación más grande?- el sabor de la incredulidad en mis palabras hace reír al rulos.
- Nah, todas están equipadas igual.- me responde Niller. Solo murmuro un “ah” y me cruzo de brazos para seguir mirando la habitación.
- Tu dormirás conmigo.- me señala Jodie.- Esta será nuestra cama.
- ¿Quién te nombro la organizadora de parejas para dormir?- inquiere Hazza rodando los ojos.- Pensé que esta noche podría sentir otro cuerpo que no fuera el de un hombre.
- No estamos en un reality show.- asegura la castaña dando un paso al frente para confrontar a rulitos.- Así que ve haciéndote la idea de que esta noche van a rayarte la placa de nuevo.
- Podría convencer a Keke de dormir conmigo.- cuando el chico me señala yo simplemente me sobre salto y Nialler comienza a reír.
- Adelante, intenta persuadirla.- hace un ademan con la mano incitándolo y se vuelve a mirarme.- ¡Dile que dormirás conmigo!
- Yo…
- ¡Estas presionándola!- escupe el contraatacándola.- Por solidaridad te dirá que si a ti. Ustedes y su extraño código de chicas, no es justo.
- Así es la vida; henos aquí.
- Ustedes dos son bastante fastidiosos.- se queja Ele a mi lado.- Jodie y Keke dormirán en la cama de aquí.- señala a donde Jodie había hecho antes.- Nialler y tu dormirán en esta.- señala la otra.- Yo dormiré en el colchón de repuesto en medio de ambas camas.- se mueve y deja ambos bolsos en el suelo. Se vuelve para confrontar a Hazza.- así que me daré cuenta si intentas pasarte de cama. Y otra cosa- nos mira a cada uno.- los chicos nos bañaremos en el baño del pasillo y las chicas en el de la habitación.
El chico no parece conforme pero no dice mas nada y solo coge su bolso, murmura que se dará un baño y sale de la habitación, al igual que Jodie entra en el baño. Nialler se tira en la cama y se lleva la almohada a la cara. No pasan muchos minutos cuando sus respiraciones están pesadas. No lo culpo por quedarse dormido tan rápido, los días para vaguear quedaron demasiado lejos y no parece que tengan planes de regresar.
Un repentino escalofrió me hace sentarme de golpe en la cama, me llevo los brazos a mi alrededor para arroparme y respiro profundamente. El cansancio esta tumbando mi cuerpo, tengo frio y me siento muy pero con demasiado cansada. Jodie sale del baño y deja su bolso junto al de los demás y se tira en la cama dándome una mirada curiosa pone sus manos en mis hombros.
- ¿Te sientes bien, Keke?- yo simplemente asiento con la cabeza.- Estas muy pálida y estas temblando.
- Estoy cansada.- aseguro.
- No te quieras hacer la valiente en lo que no tienes que serlo.- me regaña.- No cenaste hoy y estas temblando, ¿estás resfriada?
- Estoy bien.- me quejo alejando mi hombro de su mano. Ella me mira acusadora y tira la cabeza en la almohada.
- Hay agua caliente deberías de darte un baño.
- Bien.- murmuro y me pongo de pie. Ele me tiende mi bolso.- Gracias.
El sale de la habitación luego de asentir con la cabeza y yo entro al baño. Me miro al pequeño espejo frente a mí y compruebo que estoy mas pálida que de costumbre, no es palidez por falta de sol, es palidez de; tengo los labios transparentes. Puede que ya esté muriendo. Resto importancia a la imagen en el espejo y me termino de quitar la ropa para preparar la ducha y hacer pis antes de entrar. Termino de hacer pis y conecto mi ipod en su cargador enchufándolo en la pequeña repisa. Lo cargue un poco en ese supermercado pero no quiero que se descargue ni un poco, no podría dormir sin música. La música aleja las pesadillas. Entro en la ducha y comienzo a bañarme sin mojar mi cabello, no sería bueno, me enfermaría más rápido y es lo que trato de evitar. Paso unos tres minutos en un bañado rápido y salgo de la ducha envuelta en mi toalla. Busco entre mis cosas la ropa interior, un Jean limpio y un cardigán tejido color blanco. Comienzo a vestirme y antes de colocarme las medias, dos toques en la puerta me asaltan.
- ¿sí?
- ¿Te falta mucho?- la urgencia en la voz de Jill me alarma y abro la puerta de golpe.
- ¿Qué pasa?
- Vale, no te alarmes tan rápido, llantos.- rueda los ojos y luego veo como sus mejillas se tornan rosadas.
- ¿Estás bien?- me siento confundida. Ella niega con la cabeza y entra en el baño de un solo pisotón, recoge mi bolso y mi ipod entregándomelos.
- Necesito el baño, los demás están ocupado y ya no puedo aguantar más.
- Te estás…
- ¡Calla!- me echo a reír por la vergüenza en su rostro y ella me frunce el ceño pero no me importa, es jodidamente divertido verla vulnerable.- ¡¿podrías salir?!
- ¿Por qué? Es el baño que me corresponde. Podría quedarme aquí un rato más.
- No seas insufrible, vas a pagármelas ¡así que sal!
- Solo si dices por favor.
- ¡¿Qué?! –chilla
- Ya escuchaste.- me rio y escucho a Jodie reírse también detrás de nosotras. Jill esta retorciéndose y sus mejillas están muy rojas, no deja de mirarme de mala gana hasta que por fin murmura las palabras.
- Podrías salir del baño… por favor.- escupe entre dientes y yo sonriendo asiento con la cabeza y con mis cosas salgo del lugar.
Dejo el bolso en la esquina junto a mis zapatos, tiro el ipod y audífonos sobre la cama, donde compruebo que Jodie se estaba riendo. Hazza entra listo para la cama y detrás viene Ele con un embase de comida y un jugo en la otra mano.
- Ten, necesitas comer.- me entrega el embase.
Me quedo mirándolo sin comprender. Vale, desde esa vez que hablamos se ha vuelto bastante agradable conmigo, pero tampoco para tanto. No puedo dejar de mirarlo sin comprender mientras el deja el vaso de jugo y se pone recto para mirarme de vuelta. Señala un lugar en su colchón para que me siente con él. Echo un vistazo a los demás, Hazza nos mira con una de las cejas levantadas y Jodie igual pero ninguno dice nada.
- Ven ya.- me llama Ele y con la mayor incomodidad del mundo me siento junto a él. – Estas muy pálida, no te alimentas bien. No puedes enfermarte, se supone que encontraremos a Josh, ¿lo olvidas?
- ¿Quién es Josh?- pregunta Hazza.
- El hermano de Keke.- contesta el castaño mientras quita la tapa del embase y me entrega unos panqueques con queso, lo que se comería en un desayuno normal.
- ¿Tienes esperanzas de encontrarlo?
- ¿Por qué siempre tan pesada? Podrías dejarla tener esperanzas, no te mataría.
- No es ser pesada. Mis mejores deseos con eso, Keke. Pero soy realista.
- Creo que necesitas un novio para que te haga voltear la cabeza.- gruñe Hazza.- Eres demasiado pesimista.
- Ustedes son todos insufribles.- afirma Jill saliendo del baño.- ¿Tienes un hermano por ahí, Keke?
- Si.- le respondo dándole una mirada y decido cambiar de tema.- ¿Mataste el asunto ahí dentro?
- Si, gracias.- responde ella sin cogiendo la indirecta y asintiendo con la cabeza.- Bueno, volveré a la habitación del terror.
- Hasta mañana.- decimos todos cuando ella sale.
Yo procedo a comerme lo que Ele ha traído para mi, el permanece sentado junto a mí con mi ipod entre sus manos. Saca un audífono para él y coloca otro en mi oreja. Puedo sentir las miradas de los demás- menos del rubio durmiente- quemándonos las espaldas, pero ya no me siento tan incómoda, que me maten por tener al menos a alguien con quien hablar que no solo se queje de mi. Doo- Wop (that thing) de Lauryn Hill me pone a mover la cabeza mientras como un poco. Sigo sintiéndome cansada y débil pero tengo que mantener mi ánimo en alto para no enfermarme. Mas allá de la esperanza de encontrar a Josh, no puedo entorpecer mas de lo que ya lo hago a la manada.
- Todos vamos a ir- sentencia el chico narizón con apodo de perro.- Es un trabajo en equipo el buscar provisiones.
- Creo que si vamos todos solo entorpeceremos la situación.
Todos discuten sobre ir a buscar más municiones. Somos doce ahora, y aunque la casa es grande, la comida no dura mucho y tampoco el papel higiénico. Al parecer los huevos que cenaron anoche estaban podridos, todos han estado yendo mucho al baño, en especial el culon, Nieller y Sasha. Sé que fueron los huevos ya que yo comí panqueques y no me dio nada, salvo en la noche cuando se me subió un poquito la temperatura, pero Jodie me ayudo sin hacer mucho escándalo. No fue nada para asustarme, se me bajo muy rápido y ninguno en el cuarto, salvo mi compañera de cuarto, se dio cuenta.
Subo las escaleras para guardar mi Ipod en el bolso y terminar de arreglarme. Mientras su8bo escucho las voces de todos planeando quienes irán y quienes no y ruego a dios porque no tenga que ir yo –aunque después de que hice que Jill fuera amable conmigo en el baño lo dudo- Ahora somos más, no tendrían que tortúrame a salir.
- ¡¡Keke, vas a venir!!- grita Zuca desde abajo.
Genial, sorprendentemente genial. Aun no he subido a la camioneta y ya mis manos están temblando. Suspirando pesadamente –logrando que mi respuesta salga quedada- grito:- ¡Va-vale!
Entro en la pieza que comparto con los demás y me siento en la cama para ponerme los zapatos. Cuando termino me saco el cardigán y me coloco una camiseta negra junto a mi cacheta a cuadros, levanto mi cabello en una cola de caballo y dejo todo dentro de mi bolso. Salgo de la habitación con pasos torpes y a trompicones. Abajo Jill está en la puerta mirándome desafiante-supuse esto- La ignoro y sigo adelante, no voy a dejar que me intimide, aunque lo estoy ya.
- ¿Quién mas ira?- pregunto en voz baja a Zuca.
- Ele, Hazza, BooBear, Kilam, Jill, Nieller, K-Dog…
- ¿Ese quien es?
- El narizón.- responde rápido y continua.- Scott, Lunney, Jodie, tu y yo.
- ¿Doce? Es demasiado.
- Todos necesitan algo.- se encoge de hombros.- Ve con Jodie, y el despeinado en el cajón de la camioneta de Jill.
Subo al cajón y me siento al lado de Jodie y de Hazza. El castaño me da una sonrisa cuando me siento y Jodie se mantiene alejada de el tanto como puede. Se siente incomodo ya que el rulos no deja de lanzarle malas mirada a la castaña, y viceversa. Yo solo me acomodo y tomo varias respiraciones profundas meditando sobre esto; Estamos a punto de salir, Keke. No entres en pánico. Tu puedes hacerlo rubia, llevas un bate y a Jill en tu equipo. Tienes todas las de ganar, no llores.
A quien voy a engañar ¿Eh?, estoy cagada de miedo. Ni siquiera noto cuando los que faltan suben a la camioneta y los demás junto a la conductora. Tampoco me doy cuenta cuando detenemos en lo que parece el estacionamiento de un centro comercial. De lo que si me doy cuenta es de la cantidad de “no muertos” que hay en el piso del aparcamiento, todos están sin cabeza. Un escalofrió me cubre de pies a cabeza, mis manos comienzan a temblar y mi mirada se humedece. Por el amor de Jesús. Esto es demasiado cruel, se que son feos y todo, pero eran la familia de alguien.
- Esto es asqueroso.- murmura Zuca sin dejar de mirar el aparcamiento. Me llevo una mano a la nariz cuando siento el olor.
- Huele terrible.
- ¿Qué esperabas?- inquiere Kilam cuando baja de la parte delantera.- Son no muertos decapitados.
- Creo que Van Helsing estuvo por aquí.
- No es momento de chistes, osito cariñosito.- suelta Jill con la voz ahogada por apretarse la nariz.- ¡Jesus! Huele a Kilam cuando no se baña.
- Uhhh…- dicen los chicos para joder al moreno.
- Pasas mucho tiempo pendiente de mi ¿No es así, nena?
- Beeh…- vuelven a decir pero ahora con Jill. La morena pone los ojos en blanco.
- Tu deseándolo. Pero la verdad es que no hace falta tenerte un ojo encima para sentir la peste. Y tengo cosas más importantes que hacer.
- Miee…- decimos ahora todos y BooBear comienza a burlarse de Kilam.
- Creo que mejor entramos.
- ¿Qué pasa, nene?- se burla la morena repitiendo el diminutivo que él le había dicho antes.- ¿Te picaste con la realidad?
- Y…
- Vale, basta. Tenemos cosas que hacer.- interrumpe Scott antes de que empiece la tercera guerra mundial.
Jodie a mi lado niega con la cabeza y entramos al centro comercial. Jill entra en el area de comestibles junto con Scott y el chico del nombre de perro, Zuca nos coge a Jodie y a mí, secuestradas a las tiendas de ropa. Los demás no se que hacen con su vida luego de que entramos entre tantos percheros. Lo único que escucho es a Hazza gritando “tu y yo a tres metros sobre el cielo, Nieller” mientras el rubio se rie y le da vueltas corriendo por todo el centro comercial.
- Vale, tomemos ropa para todos.
Cojo lo que más me gusta para mí y lo meto en una bolsa, empezando por zapatos. Comienzo a buscar ropa para Jill y para Sasha mientras las otras dos buscan para las demás y luego pasar a la sección de chicos donde le busco ropa a Ele, Kilam y Nieller. Cuando termino salgo de la tienda y meto mis bolsas en el carrito y comienzo a andar por las demás estancias del centro comercial encontrándome a Nieller, Hazza y Boo bear dentro de la tienda de la Apple. La tienda está repleta de cosas y lo primero que encuentro es un cargador portátil para Ipod –no dudo en cogerlo, claramente- Me acerco a los chicos y los pillo con una de las computadoras encendidas.
- ¿Tiene corriente el centro comercial?- pregunto confundida. Lo más normal es que no la tenga.
- No.- responde tranquilamente el culon mientras frunce el ceño y sigue tecleando. Le doy una mirada a los otros dos quiens también permanecen tranquilo y serios. Eso no suele pasar.- Esta cargada. Estas tiendas nunca las desconectan, se que ha pasado mucho, pero tiene mucho tiempo apagada con la batería full.
- Esta bastante lenta.- informa Hazza poniéndose derecho.- pero lo bueno de estas MacBooks Pro es que tienen su propio receptor de señal.
- ¿No necesitan una fuente?
- Nop, son vía satélite.
- Wow, y saben todo esto ¿Por qué…?
- Mi padre era ejecutivo, sabia de estas cosas.- me responde el culon. Se pone derecho y agranda la pantalla cuando encuentra lo que quiere.- Miren, ya está.
Un video comienza a reproducirse sobre los ataques de los Zombis. Nos concentramos en lo que aparece en la pantalla: Mujeres, hombres, niños y ancianos, siendo atacado por la plaga. El video me pone los pelos de punta e instintivamente me llevo la mano a la boca para reprimir un sollozo. Una mano se posa en mi hombro y me vuelvo brusca para encontrar a Ele mirando el video junto a nosotros y a Lunney a un lado con la mirada horrorizada. El video termina y un golpe en la mesa me hace dar un salto hacia atrás.
- ¡Maldicion!- ruge Boo Bear.
- Calma, nada haces con alterarte.- trata de calmarlo la rubia.- No hay mucho que podamos hacer.
- Lo que me encabrona es que hayan personas que si tengan el poder o al menos la oportunidad de hacer algo y aun así están salvando solo a los suyos y dejan a los demás de carnada.
- Ya relájate un poco.- interviene ahora Nieller.- deberíamos tomar unas cuantas de estas. Tal vez podamos comunicarnos con alguien.
- En la casa donde estamos no se emite señal alguna.- hablo y me cruzo de brazos.- intente buscar una red con mi Ipod y nada, no había señal.
- ¿Tu ipod es satelital?
- Si.
- ¡Joder!- rechista el de rulos.- ¿Por qué no emiten señales hacia ese lugar? Podríamos tratar de encontrar una manera, es satelital después de todo.
- Supongo que no hay nada que emita o reciba. – respondo.
- ¿Una antena?
- Eso creo.- le respondo al rubio.- aquí donde estamos podríamos encontrar varias de ellas, por eso se le hace más sencillo a la MacBook recibir una señal.
- Bueno, llevémosla aun así.- Lunney comienza a desconectar una laptop y coge todos los accesorios. Todos comenzamos a hacer lo mismo.
En total obtenemos diez computadoras y 13 ipad. Dejamos todo en cajas y procedemos a salir de la tienda. Boo Bear discute sobre no llevar el carrito sino que lo lleve Nieller, mientras que el mío es arrebatado de mis manos por Ele. Camino junto a él escuchando a Hazza tararear una canción hasta que llegamos al cajón de la camioneta y comienzo a repartir mis bolsas. Le doy a Ele y al rubio las suyas y marco las de Kilam con un marcador. Ele me entrega a mí una bolsa con productos de aseo personal y Boo Bear bromea sobre la ropa interior que escogió para mí. Con una mala mirada cojo la bolsa y la pongo junto a mí en mi lado del cajón. Estamos todos observando el aparcamiento con todos los cadáveres en el, cuando Zuca y Jodie comienzan a salir con mas bolsas. Aprovecho de coger una laptop y una Ipad mini para Ele – o al menos el me pide que la coja para el- y las meto en las bolsas con mi ropa.
Un grito Femenino sale desde dentro del centro comercial. Me quedo detenida en el cajón junto a las otras tres chicas que han saltado dentro del pánico. El grito sonó demasiado agudo para ser de Jill y no creo que haya sido de los chicos.
- Quédense aquí.- advierte Ele.
Nieller se queda con nosotras mientras los demás corren hacia adentro a atender lo que sea que ocurra. Me tiro en mi lugar del cajón abrazando mis rodillas para rezar y mantener las lágrimas en su lugar. Las manos de Zuca y de Jodie no tardan en ponerse sobre mi y a soltar palabras tranquilizadora. El paseo había sido demasiado tranquilo para ser cierto.
Jill ha estado insistiendo toda la tarde con que la acompañe al sótano. Lo está haciendo apropósito. Pero ni en un millón de años iría allí abajo. Que le pida a la chica nueva que la acompañe. A si, la chica nueva bastante petulante, tiene Jill con los pelos de punta con sus palabritas inteligentes. Los chicos sacaron a esa chica del lugar a rastras para subirla en la camioneta, Kyle no para de grita. De hecho no nos dijo su “nombre” hasta que le dimos de comer. Jill y Lunney insistieron en dejarla morir de hambre por bocona, pero Scott dijo que si todos podíamos soportar nuestras diferencias, también le daríamos la bienvenida a una nueva.
- Vamos, Keke.
- ¡Te he dicho que no!
- No seas llorona.- refunfuña.
- ¿No tienes nadie más con quien meterte?
- Nah, no que sea tan divertido.
Suelto un bufido y me cruzo de brazos. No ha parado de joder desde que llegamos con ir a ver el sótano, sabrá dios lo que abra ahí abajo. La miro de reojo abrir la pequeña puerta que nos divide del oscuro lugar y asomar la cabeza. Me acerco con cautela, a pesar de cobarde soy muy curiosa. Además, si hay cosas raras abajo será culpa de ella y no mía. Me vuelvo hacia mis espaldas para ver a Kilam, Scott, Ele y el tal Henderswag conversando sobre la peste en el centro comercial y los videos que vimos. Me encojo de hombros y pongo mi atención en la curiosidad de la morena.
- ¿Qué crees que hay ahí abajo?
- Sea lo que sea no quiero averiguarlo.
- No seas tan mamita.- se queja ahora si mirándome- Te reto a que bajes.
- Ni de coña.- rechisto.- No soy suicida.
- Cobarde eres.
Estoy a punto de responderle cuando de la nada aparece un puto ratón entre nuestros pies y Jill da un salto hacia mi gritando “asco, Asco” y yo me perturbo a gritos cuando detrás de la rata corre un gato bastardo. Los chicos gritan seguidos de nosotras y por estar montadas una arriba de la otra damos un traspié y nos vamos hacia atrás. Mi cuerpo recibe cada golpe del escalón hasta que llegamos al final de la escalera del sótano. Cuando reacciono de donde estoy me abrazo a la morena.
- Keke vas a matarme.- se apretuja hacia mi. La luz del cuarto se enciende antes de que me entre el ataque y me quedo boca abierta de la impresión.
Radios, monitores, computadoras, controles de mandos, un panel de control, cables de conexión y un escritorio de diez puestos. Hay una corta sobre el escritorio, todo está lleno de polvo. Se sienten los pasos de los chicos por los escalones y un par de brazos nos levantan del suelo. Ele me pone de pie mientras Kilam levanta a una morena en shock. Scott y el otro chico toman la carta de la mesa.
- ¿Qué mierda es esto?- murmura el moreno junto a nosotras.
- Después de todo si tenemos un emisor y receptor de señal.- murmuro y ambos morenos me miran sin comprender. Ele me entiende y asiente caminando hacia el panel de control.
- Solo estaba apagado.
El castaño sube y baja unas palancas y todo comienza a cobrar vida; las emisiones de radio infiltradas de los demás albergues, videos de la ciudad y la señal satelital.
- Bueno.- empieza Scott soltando la carta.- al parecer es un regalo para los que lo encontrásemos.- se acerca a los radios y con una sonrisa se vuelve hacia nosotros.- Ahora podremos comunicarnos por radio y escuchar las conversaciones que la antena nos permita receptar. Ya no estaremos ciegos, ya no más. Al menos mientras podamos estar en este lugar.
Mis ojos se llenan de lágrimas de alegría y me abrazo a mí misma. Jill sonríe por primera vez desde que la conozco y Kilam junto a ella luce impresionado. Por último Ele se acerca a mí y murmura en mi oído: Estamos más cerca de encontrar a Josh.
- Bien.- interviene el chico rubio con apodo de perro. – Tendremos que repartirnos las habitaciones. Hay solo siete y justo ahora somos…- se detiene mientras nos cuenta a todos. Yo me cruzo de brazos y hablo:
- Somos doce.
- Ya lo sabía.- dice con cierta diversión mientras se rasca la cabeza.
- Vale, ¿Cómo nos repartimos?- pregunta ahora Scott y se meten de lleno en la conversación.
Me mantengo fuera del tema y me siento en el sofá junto al gran ventanal. Hoy me siento cansada, tuvimos que corre mucho para escapar de los no muertos en el primer mercado que nos detuvimos para sacar provisiones. A demás, no es como si nos estemos alimentando muy bien, mi cuerpo se siente débil, cada día estoy más cansada. La incertidumbre de saber si estaremos todos juntos al día siguiente también está afectando mi mente y me pone la cabeza pesada. La manada ha estado muy desordenada y ese chico Ele me agrada, pero me pone los nervios de punta. Kilam no deja de volver loca a Jill y la ausencia de Koco comienza a hacerse fastidiosa, la chica tenía problemas para controlarse, pero le daba cierta vida a la cosa.
Recuesto la cabeza del respaldar del sofá y subo mis rodillas para acurrucarme y protegerme del frio que entra por las puertas francesas de atrás. No me percato de que estoy plácidamente dormida hasta que soy levantada en brazos y llevada escaleras arribas. Levanto los brazos rápido para abrazarme a la persona con miedo a caer y subo la mirada. Tengo la vista algo borrosa por el sueño pero aun así puedo reconocer a Ele mirando por dónde camina hasta que se vuelve a mirarme y sonríe.
- No me mires de mala gana.- no me había dado cuenta. Aflojo el entre cejo y sacudo la cabeza.- Estabas muy dormida, ni siquiera cenaste.
- ¿Cuánto tiempo me dormí?
- Hora y media.- se encoje de hombros. Aprieto mis brazos a su alrededor cuando hace un intento por levantarme un poco.- Ya- se ríe.- No te voy a dejar caer.
No le digo nada y solo me dejo llevar. No soy fanática de que me lleven cargada, pero estoy tan muerta de sueño que no sé ni por donde andar. Y él parece saber que habitación me toco, asi que dejo mi cabeza en su hombro y cierro los ojos. No confió en mucha gente pero de verdad me siento muy cansada, podría estar enferma. No será nada oportuno y no me puedo permitir entorpecer a la manada, incluso cuando ya de por sí, soy un estorbo. Enfermarme seria la guinda del helado. No quiero darle más rienda suelta a Jill para quejarse de mí o que quiera deshacerse de mí. De la nada una inmensa necesidad por ponerme de pie me hace batirme en los brazos de Ele y él me pone en el suelo con el ceño fruncido y confundido. Solo me encojo de hombros y el sigue caminando hacia las habitaciones. No había notado mi bolso en su espalda y tampoco el suyo.
Llegamos a una habitación en el ala derecha de la casa y el abre la puerta para mí. Jodie, Hazza y Niller están dentro de ella. La habitación cuenta con dos camas matrimoniales, un baño, balcón y un closet.
- ¿Nos dieron la habitación más grande?- el sabor de la incredulidad en mis palabras hace reír al rulos.
- Nah, todas están equipadas igual.- me responde Niller. Solo murmuro un “ah” y me cruzo de brazos para seguir mirando la habitación.
- Tu dormirás conmigo.- me señala Jodie.- Esta será nuestra cama.
- ¿Quién te nombro la organizadora de parejas para dormir?- inquiere Hazza rodando los ojos.- Pensé que esta noche podría sentir otro cuerpo que no fuera el de un hombre.
- No estamos en un reality show.- asegura la castaña dando un paso al frente para confrontar a rulitos.- Así que ve haciéndote la idea de que esta noche van a rayarte la placa de nuevo.
- Podría convencer a Keke de dormir conmigo.- cuando el chico me señala yo simplemente me sobre salto y Nialler comienza a reír.
- Adelante, intenta persuadirla.- hace un ademan con la mano incitándolo y se vuelve a mirarme.- ¡Dile que dormirás conmigo!
- Yo…
- ¡Estas presionándola!- escupe el contraatacándola.- Por solidaridad te dirá que si a ti. Ustedes y su extraño código de chicas, no es justo.
- Así es la vida; henos aquí.
- Ustedes dos son bastante fastidiosos.- se queja Ele a mi lado.- Jodie y Keke dormirán en la cama de aquí.- señala a donde Jodie había hecho antes.- Nialler y tu dormirán en esta.- señala la otra.- Yo dormiré en el colchón de repuesto en medio de ambas camas.- se mueve y deja ambos bolsos en el suelo. Se vuelve para confrontar a Hazza.- así que me daré cuenta si intentas pasarte de cama. Y otra cosa- nos mira a cada uno.- los chicos nos bañaremos en el baño del pasillo y las chicas en el de la habitación.
El chico no parece conforme pero no dice mas nada y solo coge su bolso, murmura que se dará un baño y sale de la habitación, al igual que Jodie entra en el baño. Nialler se tira en la cama y se lleva la almohada a la cara. No pasan muchos minutos cuando sus respiraciones están pesadas. No lo culpo por quedarse dormido tan rápido, los días para vaguear quedaron demasiado lejos y no parece que tengan planes de regresar.
Un repentino escalofrió me hace sentarme de golpe en la cama, me llevo los brazos a mi alrededor para arroparme y respiro profundamente. El cansancio esta tumbando mi cuerpo, tengo frio y me siento muy pero con demasiado cansada. Jodie sale del baño y deja su bolso junto al de los demás y se tira en la cama dándome una mirada curiosa pone sus manos en mis hombros.
- ¿Te sientes bien, Keke?- yo simplemente asiento con la cabeza.- Estas muy pálida y estas temblando.
- Estoy cansada.- aseguro.
- No te quieras hacer la valiente en lo que no tienes que serlo.- me regaña.- No cenaste hoy y estas temblando, ¿estás resfriada?
- Estoy bien.- me quejo alejando mi hombro de su mano. Ella me mira acusadora y tira la cabeza en la almohada.
- Hay agua caliente deberías de darte un baño.
- Bien.- murmuro y me pongo de pie. Ele me tiende mi bolso.- Gracias.
El sale de la habitación luego de asentir con la cabeza y yo entro al baño. Me miro al pequeño espejo frente a mí y compruebo que estoy mas pálida que de costumbre, no es palidez por falta de sol, es palidez de; tengo los labios transparentes. Puede que ya esté muriendo. Resto importancia a la imagen en el espejo y me termino de quitar la ropa para preparar la ducha y hacer pis antes de entrar. Termino de hacer pis y conecto mi ipod en su cargador enchufándolo en la pequeña repisa. Lo cargue un poco en ese supermercado pero no quiero que se descargue ni un poco, no podría dormir sin música. La música aleja las pesadillas. Entro en la ducha y comienzo a bañarme sin mojar mi cabello, no sería bueno, me enfermaría más rápido y es lo que trato de evitar. Paso unos tres minutos en un bañado rápido y salgo de la ducha envuelta en mi toalla. Busco entre mis cosas la ropa interior, un Jean limpio y un cardigán tejido color blanco. Comienzo a vestirme y antes de colocarme las medias, dos toques en la puerta me asaltan.
- ¿sí?
- ¿Te falta mucho?- la urgencia en la voz de Jill me alarma y abro la puerta de golpe.
- ¿Qué pasa?
- Vale, no te alarmes tan rápido, llantos.- rueda los ojos y luego veo como sus mejillas se tornan rosadas.
- ¿Estás bien?- me siento confundida. Ella niega con la cabeza y entra en el baño de un solo pisotón, recoge mi bolso y mi ipod entregándomelos.
- Necesito el baño, los demás están ocupado y ya no puedo aguantar más.
- Te estás…
- ¡Calla!- me echo a reír por la vergüenza en su rostro y ella me frunce el ceño pero no me importa, es jodidamente divertido verla vulnerable.- ¡¿podrías salir?!
- ¿Por qué? Es el baño que me corresponde. Podría quedarme aquí un rato más.
- No seas insufrible, vas a pagármelas ¡así que sal!
- Solo si dices por favor.
- ¡¿Qué?! –chilla
- Ya escuchaste.- me rio y escucho a Jodie reírse también detrás de nosotras. Jill esta retorciéndose y sus mejillas están muy rojas, no deja de mirarme de mala gana hasta que por fin murmura las palabras.
- Podrías salir del baño… por favor.- escupe entre dientes y yo sonriendo asiento con la cabeza y con mis cosas salgo del lugar.
Dejo el bolso en la esquina junto a mis zapatos, tiro el ipod y audífonos sobre la cama, donde compruebo que Jodie se estaba riendo. Hazza entra listo para la cama y detrás viene Ele con un embase de comida y un jugo en la otra mano.
- Ten, necesitas comer.- me entrega el embase.
Me quedo mirándolo sin comprender. Vale, desde esa vez que hablamos se ha vuelto bastante agradable conmigo, pero tampoco para tanto. No puedo dejar de mirarlo sin comprender mientras el deja el vaso de jugo y se pone recto para mirarme de vuelta. Señala un lugar en su colchón para que me siente con él. Echo un vistazo a los demás, Hazza nos mira con una de las cejas levantadas y Jodie igual pero ninguno dice nada.
- Ven ya.- me llama Ele y con la mayor incomodidad del mundo me siento junto a él. – Estas muy pálida, no te alimentas bien. No puedes enfermarte, se supone que encontraremos a Josh, ¿lo olvidas?
- ¿Quién es Josh?- pregunta Hazza.
- El hermano de Keke.- contesta el castaño mientras quita la tapa del embase y me entrega unos panqueques con queso, lo que se comería en un desayuno normal.
- ¿Tienes esperanzas de encontrarlo?
- ¿Por qué siempre tan pesada? Podrías dejarla tener esperanzas, no te mataría.
- No es ser pesada. Mis mejores deseos con eso, Keke. Pero soy realista.
- Creo que necesitas un novio para que te haga voltear la cabeza.- gruñe Hazza.- Eres demasiado pesimista.
- Ustedes son todos insufribles.- afirma Jill saliendo del baño.- ¿Tienes un hermano por ahí, Keke?
- Si.- le respondo dándole una mirada y decido cambiar de tema.- ¿Mataste el asunto ahí dentro?
- Si, gracias.- responde ella sin cogiendo la indirecta y asintiendo con la cabeza.- Bueno, volveré a la habitación del terror.
- Hasta mañana.- decimos todos cuando ella sale.
Yo procedo a comerme lo que Ele ha traído para mi, el permanece sentado junto a mí con mi ipod entre sus manos. Saca un audífono para él y coloca otro en mi oreja. Puedo sentir las miradas de los demás- menos del rubio durmiente- quemándonos las espaldas, pero ya no me siento tan incómoda, que me maten por tener al menos a alguien con quien hablar que no solo se queje de mi. Doo- Wop (that thing) de Lauryn Hill me pone a mover la cabeza mientras como un poco. Sigo sintiéndome cansada y débil pero tengo que mantener mi ánimo en alto para no enfermarme. Mas allá de la esperanza de encontrar a Josh, no puedo entorpecer mas de lo que ya lo hago a la manada.
✖✖✖✖
- Todos vamos a ir- sentencia el chico narizón con apodo de perro.- Es un trabajo en equipo el buscar provisiones.
- Creo que si vamos todos solo entorpeceremos la situación.
Todos discuten sobre ir a buscar más municiones. Somos doce ahora, y aunque la casa es grande, la comida no dura mucho y tampoco el papel higiénico. Al parecer los huevos que cenaron anoche estaban podridos, todos han estado yendo mucho al baño, en especial el culon, Nieller y Sasha. Sé que fueron los huevos ya que yo comí panqueques y no me dio nada, salvo en la noche cuando se me subió un poquito la temperatura, pero Jodie me ayudo sin hacer mucho escándalo. No fue nada para asustarme, se me bajo muy rápido y ninguno en el cuarto, salvo mi compañera de cuarto, se dio cuenta.
Subo las escaleras para guardar mi Ipod en el bolso y terminar de arreglarme. Mientras su8bo escucho las voces de todos planeando quienes irán y quienes no y ruego a dios porque no tenga que ir yo –aunque después de que hice que Jill fuera amable conmigo en el baño lo dudo- Ahora somos más, no tendrían que tortúrame a salir.
- ¡¡Keke, vas a venir!!- grita Zuca desde abajo.
Genial, sorprendentemente genial. Aun no he subido a la camioneta y ya mis manos están temblando. Suspirando pesadamente –logrando que mi respuesta salga quedada- grito:- ¡Va-vale!
Entro en la pieza que comparto con los demás y me siento en la cama para ponerme los zapatos. Cuando termino me saco el cardigán y me coloco una camiseta negra junto a mi cacheta a cuadros, levanto mi cabello en una cola de caballo y dejo todo dentro de mi bolso. Salgo de la habitación con pasos torpes y a trompicones. Abajo Jill está en la puerta mirándome desafiante-supuse esto- La ignoro y sigo adelante, no voy a dejar que me intimide, aunque lo estoy ya.
- ¿Quién mas ira?- pregunto en voz baja a Zuca.
- Ele, Hazza, BooBear, Kilam, Jill, Nieller, K-Dog…
- ¿Ese quien es?
- El narizón.- responde rápido y continua.- Scott, Lunney, Jodie, tu y yo.
- ¿Doce? Es demasiado.
- Todos necesitan algo.- se encoge de hombros.- Ve con Jodie, y el despeinado en el cajón de la camioneta de Jill.
Subo al cajón y me siento al lado de Jodie y de Hazza. El castaño me da una sonrisa cuando me siento y Jodie se mantiene alejada de el tanto como puede. Se siente incomodo ya que el rulos no deja de lanzarle malas mirada a la castaña, y viceversa. Yo solo me acomodo y tomo varias respiraciones profundas meditando sobre esto; Estamos a punto de salir, Keke. No entres en pánico. Tu puedes hacerlo rubia, llevas un bate y a Jill en tu equipo. Tienes todas las de ganar, no llores.
A quien voy a engañar ¿Eh?, estoy cagada de miedo. Ni siquiera noto cuando los que faltan suben a la camioneta y los demás junto a la conductora. Tampoco me doy cuenta cuando detenemos en lo que parece el estacionamiento de un centro comercial. De lo que si me doy cuenta es de la cantidad de “no muertos” que hay en el piso del aparcamiento, todos están sin cabeza. Un escalofrió me cubre de pies a cabeza, mis manos comienzan a temblar y mi mirada se humedece. Por el amor de Jesús. Esto es demasiado cruel, se que son feos y todo, pero eran la familia de alguien.
- Esto es asqueroso.- murmura Zuca sin dejar de mirar el aparcamiento. Me llevo una mano a la nariz cuando siento el olor.
- Huele terrible.
- ¿Qué esperabas?- inquiere Kilam cuando baja de la parte delantera.- Son no muertos decapitados.
- Creo que Van Helsing estuvo por aquí.
- No es momento de chistes, osito cariñosito.- suelta Jill con la voz ahogada por apretarse la nariz.- ¡Jesus! Huele a Kilam cuando no se baña.
- Uhhh…- dicen los chicos para joder al moreno.
- Pasas mucho tiempo pendiente de mi ¿No es así, nena?
- Beeh…- vuelven a decir pero ahora con Jill. La morena pone los ojos en blanco.
- Tu deseándolo. Pero la verdad es que no hace falta tenerte un ojo encima para sentir la peste. Y tengo cosas más importantes que hacer.
- Miee…- decimos ahora todos y BooBear comienza a burlarse de Kilam.
- Creo que mejor entramos.
- ¿Qué pasa, nene?- se burla la morena repitiendo el diminutivo que él le había dicho antes.- ¿Te picaste con la realidad?
- Y…
- Vale, basta. Tenemos cosas que hacer.- interrumpe Scott antes de que empiece la tercera guerra mundial.
Jodie a mi lado niega con la cabeza y entramos al centro comercial. Jill entra en el area de comestibles junto con Scott y el chico del nombre de perro, Zuca nos coge a Jodie y a mí, secuestradas a las tiendas de ropa. Los demás no se que hacen con su vida luego de que entramos entre tantos percheros. Lo único que escucho es a Hazza gritando “tu y yo a tres metros sobre el cielo, Nieller” mientras el rubio se rie y le da vueltas corriendo por todo el centro comercial.
- Vale, tomemos ropa para todos.
Cojo lo que más me gusta para mí y lo meto en una bolsa, empezando por zapatos. Comienzo a buscar ropa para Jill y para Sasha mientras las otras dos buscan para las demás y luego pasar a la sección de chicos donde le busco ropa a Ele, Kilam y Nieller. Cuando termino salgo de la tienda y meto mis bolsas en el carrito y comienzo a andar por las demás estancias del centro comercial encontrándome a Nieller, Hazza y Boo bear dentro de la tienda de la Apple. La tienda está repleta de cosas y lo primero que encuentro es un cargador portátil para Ipod –no dudo en cogerlo, claramente- Me acerco a los chicos y los pillo con una de las computadoras encendidas.
- ¿Tiene corriente el centro comercial?- pregunto confundida. Lo más normal es que no la tenga.
- No.- responde tranquilamente el culon mientras frunce el ceño y sigue tecleando. Le doy una mirada a los otros dos quiens también permanecen tranquilo y serios. Eso no suele pasar.- Esta cargada. Estas tiendas nunca las desconectan, se que ha pasado mucho, pero tiene mucho tiempo apagada con la batería full.
- Esta bastante lenta.- informa Hazza poniéndose derecho.- pero lo bueno de estas MacBooks Pro es que tienen su propio receptor de señal.
- ¿No necesitan una fuente?
- Nop, son vía satélite.
- Wow, y saben todo esto ¿Por qué…?
- Mi padre era ejecutivo, sabia de estas cosas.- me responde el culon. Se pone derecho y agranda la pantalla cuando encuentra lo que quiere.- Miren, ya está.
Un video comienza a reproducirse sobre los ataques de los Zombis. Nos concentramos en lo que aparece en la pantalla: Mujeres, hombres, niños y ancianos, siendo atacado por la plaga. El video me pone los pelos de punta e instintivamente me llevo la mano a la boca para reprimir un sollozo. Una mano se posa en mi hombro y me vuelvo brusca para encontrar a Ele mirando el video junto a nosotros y a Lunney a un lado con la mirada horrorizada. El video termina y un golpe en la mesa me hace dar un salto hacia atrás.
- ¡Maldicion!- ruge Boo Bear.
- Calma, nada haces con alterarte.- trata de calmarlo la rubia.- No hay mucho que podamos hacer.
- Lo que me encabrona es que hayan personas que si tengan el poder o al menos la oportunidad de hacer algo y aun así están salvando solo a los suyos y dejan a los demás de carnada.
- Ya relájate un poco.- interviene ahora Nieller.- deberíamos tomar unas cuantas de estas. Tal vez podamos comunicarnos con alguien.
- En la casa donde estamos no se emite señal alguna.- hablo y me cruzo de brazos.- intente buscar una red con mi Ipod y nada, no había señal.
- ¿Tu ipod es satelital?
- Si.
- ¡Joder!- rechista el de rulos.- ¿Por qué no emiten señales hacia ese lugar? Podríamos tratar de encontrar una manera, es satelital después de todo.
- Supongo que no hay nada que emita o reciba. – respondo.
- ¿Una antena?
- Eso creo.- le respondo al rubio.- aquí donde estamos podríamos encontrar varias de ellas, por eso se le hace más sencillo a la MacBook recibir una señal.
- Bueno, llevémosla aun así.- Lunney comienza a desconectar una laptop y coge todos los accesorios. Todos comenzamos a hacer lo mismo.
En total obtenemos diez computadoras y 13 ipad. Dejamos todo en cajas y procedemos a salir de la tienda. Boo Bear discute sobre no llevar el carrito sino que lo lleve Nieller, mientras que el mío es arrebatado de mis manos por Ele. Camino junto a él escuchando a Hazza tararear una canción hasta que llegamos al cajón de la camioneta y comienzo a repartir mis bolsas. Le doy a Ele y al rubio las suyas y marco las de Kilam con un marcador. Ele me entrega a mí una bolsa con productos de aseo personal y Boo Bear bromea sobre la ropa interior que escogió para mí. Con una mala mirada cojo la bolsa y la pongo junto a mí en mi lado del cajón. Estamos todos observando el aparcamiento con todos los cadáveres en el, cuando Zuca y Jodie comienzan a salir con mas bolsas. Aprovecho de coger una laptop y una Ipad mini para Ele – o al menos el me pide que la coja para el- y las meto en las bolsas con mi ropa.
Un grito Femenino sale desde dentro del centro comercial. Me quedo detenida en el cajón junto a las otras tres chicas que han saltado dentro del pánico. El grito sonó demasiado agudo para ser de Jill y no creo que haya sido de los chicos.
- Quédense aquí.- advierte Ele.
Nieller se queda con nosotras mientras los demás corren hacia adentro a atender lo que sea que ocurra. Me tiro en mi lugar del cajón abrazando mis rodillas para rezar y mantener las lágrimas en su lugar. Las manos de Zuca y de Jodie no tardan en ponerse sobre mi y a soltar palabras tranquilizadora. El paseo había sido demasiado tranquilo para ser cierto.
✖✖✖✖
Jill ha estado insistiendo toda la tarde con que la acompañe al sótano. Lo está haciendo apropósito. Pero ni en un millón de años iría allí abajo. Que le pida a la chica nueva que la acompañe. A si, la chica nueva bastante petulante, tiene Jill con los pelos de punta con sus palabritas inteligentes. Los chicos sacaron a esa chica del lugar a rastras para subirla en la camioneta, Kyle no para de grita. De hecho no nos dijo su “nombre” hasta que le dimos de comer. Jill y Lunney insistieron en dejarla morir de hambre por bocona, pero Scott dijo que si todos podíamos soportar nuestras diferencias, también le daríamos la bienvenida a una nueva.
- Vamos, Keke.
- ¡Te he dicho que no!
- No seas llorona.- refunfuña.
- ¿No tienes nadie más con quien meterte?
- Nah, no que sea tan divertido.
Suelto un bufido y me cruzo de brazos. No ha parado de joder desde que llegamos con ir a ver el sótano, sabrá dios lo que abra ahí abajo. La miro de reojo abrir la pequeña puerta que nos divide del oscuro lugar y asomar la cabeza. Me acerco con cautela, a pesar de cobarde soy muy curiosa. Además, si hay cosas raras abajo será culpa de ella y no mía. Me vuelvo hacia mis espaldas para ver a Kilam, Scott, Ele y el tal Henderswag conversando sobre la peste en el centro comercial y los videos que vimos. Me encojo de hombros y pongo mi atención en la curiosidad de la morena.
- ¿Qué crees que hay ahí abajo?
- Sea lo que sea no quiero averiguarlo.
- No seas tan mamita.- se queja ahora si mirándome- Te reto a que bajes.
- Ni de coña.- rechisto.- No soy suicida.
- Cobarde eres.
Estoy a punto de responderle cuando de la nada aparece un puto ratón entre nuestros pies y Jill da un salto hacia mi gritando “asco, Asco” y yo me perturbo a gritos cuando detrás de la rata corre un gato bastardo. Los chicos gritan seguidos de nosotras y por estar montadas una arriba de la otra damos un traspié y nos vamos hacia atrás. Mi cuerpo recibe cada golpe del escalón hasta que llegamos al final de la escalera del sótano. Cuando reacciono de donde estoy me abrazo a la morena.
- Keke vas a matarme.- se apretuja hacia mi. La luz del cuarto se enciende antes de que me entre el ataque y me quedo boca abierta de la impresión.
Radios, monitores, computadoras, controles de mandos, un panel de control, cables de conexión y un escritorio de diez puestos. Hay una corta sobre el escritorio, todo está lleno de polvo. Se sienten los pasos de los chicos por los escalones y un par de brazos nos levantan del suelo. Ele me pone de pie mientras Kilam levanta a una morena en shock. Scott y el otro chico toman la carta de la mesa.
- ¿Qué mierda es esto?- murmura el moreno junto a nosotras.
- Después de todo si tenemos un emisor y receptor de señal.- murmuro y ambos morenos me miran sin comprender. Ele me entiende y asiente caminando hacia el panel de control.
- Solo estaba apagado.
El castaño sube y baja unas palancas y todo comienza a cobrar vida; las emisiones de radio infiltradas de los demás albergues, videos de la ciudad y la señal satelital.
- Bueno.- empieza Scott soltando la carta.- al parecer es un regalo para los que lo encontrásemos.- se acerca a los radios y con una sonrisa se vuelve hacia nosotros.- Ahora podremos comunicarnos por radio y escuchar las conversaciones que la antena nos permita receptar. Ya no estaremos ciegos, ya no más. Al menos mientras podamos estar en este lugar.
Mis ojos se llenan de lágrimas de alegría y me abrazo a mí misma. Jill sonríe por primera vez desde que la conozco y Kilam junto a ella luce impresionado. Por último Ele se acerca a mí y murmura en mi oído: Estamos más cerca de encontrar a Josh.
Ariel.
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Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Bueno no es un graaaan capitulo, pero no queria seguir estancando. y tengo muchas cosas que subir, asi que sorry T.T espero que les guste aunq sea un poquis
Ariel.
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Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
OH MY GOOOOOOOOOOOOOOD!
ME ENCANTÓOOOOOOOOOOO!
Fue todo fhifhslkadjslkjdlas
Además incluiste al personaje de la Cata ... Maldita gritona(?)
Luego Ele yo sé que se gusta, wn
A mí no pueden engañarme se gusta y se aman y quieren darse besitos en sus bocas
Es tiempo de que mi personaje introduzca su veneno del mal :jeff:
ME ENCANTÓOOOOOOOO!
Más la parte en la que llegaron al súper y dijo que tenían familia los zombies
Y cuando se cayeron y azotaron como reses :abby:
Fue todo genial
Creo que debo empezar a escribir
Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Jennifer Adams | Jill/Jwow
La lluvia se abre paso comenzando a empapar la chaqueta de cuero que robé de algún tonto almacén, sin embargo, no le tomo importancia y sigo lanzando piedras a uno de los árboles frente a mí. No noto la presencia de Zuka hasta el momento en que carraspea a mi lado.
- ¿Qué pasa? – pregunto bajando del cofre de mi camioneta.
- ¿Por qué estás aquí mojándote? – pregunta obvia.
- Es sólo… despejo mi mente – mis palabras tropiezan la una con la otra al momento de contestar – La lluvia me tranquiliza.
- Está bien, pero no quiero que te dé un resfriado, anda, vamos a la sala – toma mi mano y me jala.
A regañadientes la sigo dentro del lobby y tomo asiento a un lado de la llorona Keke. Suspiro con resignación y observo a los tontos aquí dentro, la chica nueva no para de hablar de cosas científicas, tal parece una cerebrito obsesionada con la teoría de Newton.
Zuka me tiende una taza con chocolate caliente que, quién sabe dónde carajo lo haya hecho, lo observo unos segundos y dudo antes de tomarlo, mi paranoia se hace presente en busca de algún olor a veneno pero conozco a la castaña y sé que ella no haría algo así, al menos no por ahora.
- Hola, primor – dice el ruliento sentándose a mi lado.
- Hola, idiota – revoleo los ojos con fastidio, la verdad es que no estoy muy a gusto aquí con el trasero pegado al piso.
- Estábamos hablando y llegamos a la conclusión de que se llega Halloween.
- ¿Ah sí? – pregunto fingiendo interés – ¿Quieres que haga una fiesta o algo por el estilo?
- Justo eso estábamos hablando – ignora mi mueca de repulsión y mira hacia la nada con una sonrisa inmensa – Una fiesta de disfraces.
Tal idiotez me hace escupir el poco chocolate sobre Jodie.
- Mierda – me inclino ante la chica quien intenta echarse aire con las manos – Lo siento.
- No hay problema – dice muy a penas, se levanta y camina de manera rara hasta perderse por un pasillo, después un grito se escucha de su parte y otro de Apodo gay.
- ¿Ves lo que me hiciste hacer? – miro de mala gana al ruliento.
- ¡Hey! La torpeza no se contagia – medio grita y revoleo los ojos hasta el momento en que se da cuenta de la estupidez que ha dicho.
- Gracias a Dios. Ahora lárgate de aquí, mocoso – le doy la espalda.
- Tú podrías vestirte de una sexy hawaiana – con sus tontos labios hace sonidos libidinosos y sólo atino a levantarme y alejarme de él antes de vaciarle mi chocolate caliente encima.
Es tan inmaduro como todos lo son aquí, tanto que me revienta el cerebro cada vez que escucho la voz de cada uno de ellos.
- Hola – susurran en mi oído provocando en mí un respingo.
- Idiota – me alejo un poco tomando mi playera para no quemarme con el líquido – Me has hecho mojar.
- Normalmente eso lo hago sólo en la cama, quizá es porque soy un experto – se toma la barbilla con fingido egocentrismo.
- Madura, Zayn – como la típica amargada que soy me retiro.
Camino a grandes zancadas hasta la habitación en la que duermo, saco una playera nueva de la maleta que tomé prestada a la fuerza y me la pongo, acto seguido tiro la playera a un bote grande y salgo de la habitación.
Camino con la mirada hacia el frente pero por el rabillo del ojo noto a alguien dentro de una habitación, me regreso y concentro mi mirada para ver de quién se trata… nada más y nada menos que Ele, sentado sobre el piso dándome la espalda. Balbucea una que otra palabra inentendible y mi intriga aumenta cada vez más. Me levanto en puntitas para ver lo que tiene entre sus manos y me espanto al ver las hojas de máquina con fotografías de ratas aparentemente infectadas de rabia.
Mi corazón comienza a palpitar y siento la sangre irse hasta mis manos y mis pies, me alejo de ahí lo más pronto posible y corro hasta mi camioneta cerciorándome de que nadie me ha seguido. Introduzco la llave con manos temblorosas a la cajuela de la camioneta y rebusco entre los papeles y álbumes de fotos que logré sacar de mi hogar aquellos documentos sobre el fanfarrón que robó un virus de China.
Sentí el alivio por todo mi cuerpo cuando lo pude encontrar, inclusive suspiro aliviada, después escondo una vez más esos documentos bajo la tapicería de la camioneta, cierro la cajuela y entro una vez más a la enorme mansión.
Quito las pequeñas gotas de agua que escurren por mi rostro mientras me acerco a la chimenea, ojeo el lugar y ahí se encuentra Ele, platicando con Keke. Al instante una idea atraviesa mi mente, el chico y yo hemos tenido problemas pero sus ojos de borrego a medio morir me dicen que gusta de la rubia, y a ella nadie la quiere por llorona, si yo intentara ser su amiga ella podría…
¡Demonios! No puedo llegar a tal extremo pero la situación lo amerita.
- ¿Por qué huyes de mí? Sólo estaba jugando – aparece a mis espaldas Kilam – Estuve cuidando tu chocolate para ti, después saliste como una demente y ahora es que pude alcanzarte.
- El único demente aquí podrías ser tú, estúpido – arrebato la taza tirando un poco del líquido en el piso y me encamino hacia el sótano, donde descansa Scott.
Me acerco hasta la camilla improvisada y tomo un banquito para sentarme a un lado de él. El chico suspira y de un momento a otro abre los ojos topándose con mi mirada.
- Hola, guapo. – sonrío mientras me recargo a la altura de su rostro.
- ¿Qué hay, bella? – pregunta con sus labios secos.
- No mucho, la misma mierda de siempre – tomo un mechón de su cabello y lo muevo entre mis dedos – Quiero largarme de aquí pero tú no estás del todo bien para irte conmigo.
- J, yo no podría irme – traga saliva.
- ¿J? – pregunto y asiente – Sé que no podrías hacerlo y por eso es que yo sigo aquí. ¿Quieres que te sirva un poco de agua?
El chico asiente y acto seguido mira hacia la nada, me levanto del banquito y camino hasta uno de los garrafones que tajo el chico de pelo rubio del cual olvidé el nombre. Tomo un vaso de unicel y lo lleno de agua, acto seguido camino hasta Scott y espero a que se siente para entregárselo.
- Veamos cómo va esa herida – tomo un poco de agua y lavo mis manos, a continuación quito el vendaje del chico – Se ve bastante bien, Chase. Aun así necesita lavarse.
- No otra vez – se queja apretando los ojos.
- Lo siento pero es necesario, tan sólo muerde algo.
Tomo unas cuantas torundas de algodón y comienzo con la limpieza de la herida, sé que a Chase le duele como el infierno pero es necesario si no quiere que su herida se infecte.
Una vez que he terminado me siento a su lado.
- Te quiero, tonta – pasa un brazo por mis hombros y me recargo en él.
- Y yo a ti, tonto.
Los rayos de luz apenas y se logran filtrar por la ventana debido a las nubes negras en el cielo y yo llevo aproximadamente dos horas despierta, he tramado un pequeño plan para acercarme a Keke de tal modo que no lo vea raro. La chica parece una esquizofrénica que sale huyendo a la primera señal de amistad por parte de alguien más.
Salgo por la puerta y camino a grandes zancadas hacia la planta baja donde casi todos se encuentran degustando un plato de cereal sin leche. Nunca fui fanática de los lácteos pero justo ahora mi boca se hace agua por un plato de arroz inflado con chocolate y leche.
- Buenos días – saluda apodo gay.
- ¿Qué tienen de buenos? – contesto a regañadientes.
- Hay tostadas con mermelada – me anuncia Zuka.
- No, me las terminé – ahora el rubio.
- Contigo cerca se terminará toda la comida, Nialler – regaña Ele.
- Bueno, hay panqueques. Están justo ahí – apunta a un plato de panqueques humeantes.
Me acerco hasta los panes, tomo un plato desechable y coloco dos panqueques, vierto dulce de leche y tomo un lugar en la mesa, justo a un lado de Scott.
Divido cada panqueque en siete trozos pequeños y con la mirada busco mi objetivo. La rubia se sienta a la mesa mientras se quita las lagañas de los ojos. Toma la mermelada de fresa y la unta en un panecillo. Como despacio al ritmo de ella hasta que uno a uno se van de la mesa. Vaya que la chica es lenta para comer.
Cuando ambas estamos solas y Zuka se encuentra cerca de la estufa y lejos de nosotras, tomo mi plato y me acerco hasta quedar a un lado de ella. La rubia me mira raro al principio y después sólo me ignora del todo.
- Escuché por ahí que no sabes disparar – la chica se atraganta con el panqueque en su boca y sólo atino a darle golpecitos en la espalda para que expulse el pan de su boca.
- Yo… emmm – balbucea una vez que deja de toser.
- Tomaré eso como un no – pincho un trozo de panecillo y lo llevo a mi boca – Si quieres yo puedo enseñarte a hacerlo.
- ¿Tú? – dice sorprendida.
- Si – contesto con toda la normalidad que puedo – No es nada del otro mundo, al menos ahora. Aprendí a hacerlo por las malas.
- Bueno – dice no muy convencida, sin embargo, celebro para mis adentros.
Una vez que terminamos tomo una ducha y ella toma otra, me ha dicho que quiere hacer esto en secreto, lo cual me facilita el trabajo. Una vez que estamos listas, salimos y tomo un auto sentra que nos encontramos de camino a la mansión. Sin preocuparme de que los demás se enteren que salimos emprendo mi camino a un lugar retirado de la mansión. Keke truena sus dedos cada dos minutos y doy por sentado que la chica se encuentra ansiosa.
Cuando disparé un arma por primera vez estaba asustada de que un humano quisiera comerme y no de cómo es que iba a hacerlo, tuve que hacerlo simplemente ya que se trataba de mi vida.
- Bien, llegamos – aparco a la orilla de la carretera cerca de un grupo de aproximadamente cinco no muertos.
Al instante los pestilentes zombies comienzan a caminar a pasos torpes hacia nosotras.
- Vienen hacia acá – anuncia Keke.
- Ese es el propósito – cierro la puerta y de la puerta de atrás tomo una pistola y mi rifle favorito – Aquí tienes, intenta apuntar a la cabeza y dispara.
La chica levanta la pequeña pistola con las manos más temblorosas que el cuerpo de un chihuahua friolento. La veo apuntar y acto seguido disparar. La bala impacta directo en el pie de un no muerto haciéndolo caer.
- Bien, debes hacer eso pero ahora en la cabeza.
La chica asiente y apunta una vez más, parece tener mal de Parkinson, jamás había visto a alguien disparar tan mal como lo hacía ella.
Un no muerto está por llegar a la chica y lo único que hace es cubrirse los ojos por lo que me encargo de él, un solo disparo limpio en la cabeza y el no muerto cae ante los pies de Keke.
- Así se hace, anda, sigue intentando – la animo y la chica obedece.
Por más esfuerzo por parte de ella, todo es inútil. Simplemente la chica no nació para disparar un arma… jamás en su vida.
- Ven hacia acá – le grito retrocediendo debido a la cercanía de los zombies pestilentes. Ella imita mi acción y se coloca a mi lado – Al parecer no eres buena con las armas, veamos qué tal eres con un machete.
Le entrego el enorme cuchillo y lo único que hace es lanzarlo al no muerto atravesando su pecho. Me palmeo mentalmente ante tanta torpeza y me encargo yo misma de los no muertos restantes. Subimos al automóvil y lo pongo en marcha directo a la mansión una vez más.
- Fui un asco, ¿no? – pregunta cabizbaja.
- Sí, lo fuiste – asiento con sinceridad.
- ¡Dios! – se toma la cabeza.
- No te preocupes, podemos intentarlo otro día hasta que mejores. No se puede hacer todo a la primera.
- Eso es cierto.
El silencio reinó por unos cinco minutos hasta que la chica rompió el hielo.
- ¿Qué pasó que me invitaste a hacer esto? – pregunta con la vista fija en el camino. Me atraganto mentalmente y de la ensalada de ideas intento formar una oración coherente.
- No te mentiré – la observo un instante – La verdad es que necesito tu ayuda.
- ¿Mi ayuda? – pregunta con la confusión plasmada en su rostro.
- Así es – la miro una vez más y después regreso la mirada al camino.
- ¿En qué podría ayudarte? – pregunta una vez más con curiosidad.
- Es sobre Ele – la miro ruborizarse – Sé que convives genial con él y por eso quiero pedir tu ayuda.
- Ajá, continua – asiente.
- Ele tomó unos documentos muy importantes que me pertenecen – aquí va la mentira.
- ¿Para qué carajo querría unos documentos? – sigue preguntando la rubia.
- No lo sé pero me pertenecen… ¿crees… crees que tal vez tú… puedas recuperarlos por mí? – muerdo mi labio inferior esperando que acepte. La chica se toma unos minutos pensando.
La observo y ella se encuentra perdida en sus pensamientos hasta que hemos llegado a la casa.
- ¿Lo harás? – pregunto haciéndola sobresaltar.
- Bueno… si dices que son tuyos no veo el por qué Liam debería tenerlos – se rasca la cabeza de manera pensativa.
- ¿Eso es un sí? – insisto.
- Claro, cuenta conmigo – sonríe por primera vez.
Bajamos del auto y la observo entrar por la puerta…
- Léeme o te violo:
- Bueh, perdón por tardarme tanto y por el capítulo de mierda. Apenas lo escribí y ahora debo irme a dormir. Es el turno de Steph.
Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
porrrrr finnnnnnnn Soy TAN Feliiiizzzzzzzz T.T
Bueno por Skype ya me habia reido cuando me lo mostrastes pero me vuelvo a reir!
Es imposible no reirme con tus caps, amo cuando escribes T.T Sy feliz como una lombriz ME ENCANTO EL CAP. AMO TUS CAPS. SIEMPRE ME HACEN REIR HORRIBLEMENTE! tenias razo, ahora tengo muchas ideas para mi cap eso me hace mas feliz aun T.T Que viva \0/ y para terminar:
JEJEJEEJEJEJ Mi pobre keke se ha convertido en la victima de Jill T.T
ME ENCANTO!
espero a Steph :(L):
Bueno por Skype ya me habia reido cuando me lo mostrastes pero me vuelvo a reir!
JAJAJAJAJA AMO LA ESTUPIDEZ DE HAROLDO! es taaan sensual sensualon T.T lo quiero para mi. Al igual que a Liam T.T sus ojos de borrego JAJAJAJAAJ ESO me enamoro!- Hola, idiota – revoleo los ojos con fastidio, la verdad es que no estoy muy a gusto aquí con el trasero pegado al piso.
- Estábamos hablando y llegamos a la conclusión de que se llega Halloween.
- ¿Ah sí? – pregunto fingiendo interés – ¿Quieres que haga una fiesta o algo por el estilo?
- Justo eso estábamos hablando – ignora mi mueca de repulsión y mira hacia la nada con una sonrisa inmensa – Una fiesta de disfraces.
Tal idiotez me hace escupir el poco chocolate sobre Jodie.
- Mierda – me inclino ante la chica quien intenta echarse aire con las manos – Lo siento.
- No hay problema – dice muy a penas, se levanta y camina de manera rara hasta perderse por un pasillo, después un grito se escucha de su parte y otro de Apodo gay.
- ¿Ves lo que me hiciste hacer? – miro de mala gana al ruliento.
- ¡Hey! La torpeza no se contagia – medio grita y revoleo los ojos hasta el momento en que se da cuenta de la estupidez que ha dicho.
- Gracias a Dios. Ahora lárgate de aquí, mocoso – le doy la espalda.
- Tú podrías vestirte de una sexy hawaiana – con sus tontos labios hace sonidos libidinosos y sólo atino a levantarme y alejarme de él antes de vaciarle mi chocolate caliente encima.
Es imposible no reirme con tus caps, amo cuando escribes T.T Sy feliz como una lombriz ME ENCANTO EL CAP. AMO TUS CAPS. SIEMPRE ME HACEN REIR HORRIBLEMENTE! tenias razo, ahora tengo muchas ideas para mi cap eso me hace mas feliz aun T.T Que viva \0/ y para terminar:
- Fui un asco, ¿no? – pregunta cabizbaja.
- Sí, lo fuiste – asiento con sinceridad.
JEJEJEEJEJEJ Mi pobre keke se ha convertido en la victima de Jill T.T
ME ENCANTO!
espero a Steph :(L):
Ariel.
---
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Gracias, madira.
dhnhuahdlskajdlsñajdsañljksdal
dhnhuahdlskajdlsñajdsañljksdal
Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Ame los caps, ando en baja para mas comentarios; pero saben que los ame; y me hicieron reir mucho, y ya quiero que keke y liam se den un beso y amo los caps y amo todo
hange.
Bart Simpson
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