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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
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Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Chicas en la firma de Butterflies sale como que estará ausente un tiempo, ¿pasamos a la siguiente? Claramente no se llevara ninguna falta ya que lo pone en su firma y es como un aviso.
MariaStylesHoran
Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Vale y si, le tocaría holiscrayolis :)fylain escribió:Por mi bien, le tocaría a Holiscrayolis ¿no?
MariaStylesHoran
Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Mañana pongo mi capítulo, perdonen la tardanza he estado un poco ocupada porque se acerca la semana de evaluación. Bah, ya tengo el capítulo sólo que ahorita estoy en el ipod.
holiscrayolis
Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Capitulo 002.
Jodie Smith.
Un nuevo día más y yo aún seguía acostada envuelta entre mis cobijas. Tome mi iPhone del mueble que está al lado de mi cama para revisar si no tenía novedades. Un recordatorio deslumbró la pantalla de este: Shopping con Britt. Tuve que poner eso en recordatorios porque suelo ser muy olvidadiza.
Brittney O’Connor era mi mejor amiga desde siempre; nos conocimos gracias a nuestros padres ya que ellos son muy buenos amigos.
Rápidamente me levanté y me metí a la bañera, tenía pensado darme una ducha relajante de burbujas en la tina pero no tenía tiempo para eso, me había levantado demasiado tarde.
Envuelta en mi bata de seda rosa me dirigí a mi armario para buscar algo presentable para la ocasión. Obvio no tenía ropa pasada de moda ni de esas cosas que compran en las rebajas, por dios, que naco. Me decidí por una blusa de manga larga blanca y un short azul con encaje, sólo para terminar mi atuendo agregué unas cuantas pulseras y un bolso que combinaba perfectamente con mi vestimenta, por supuesto, no podían faltar mis tacones beige.
Llegué a la cocina y tomé una manzana del refrigerador para comérmela en el camino. Agradecí a Dios que mis padres no se encontraran si no me hubieran obligado a quedarme a desayunar con ellos porque según eso “nos une más”.
Al llegar bajé de mi limusina y a lo lejos divisé a Britt. Espero no haberla hecho esperar mucho, ella siempre era muy puntual y solía ser estricta con eso.
Nos saludamos con dos besos al aire y nos pusimos en marcha para cumplir nuestro objetivo: comprar.
Algunos hubieran pensado que nos excedimos con nuestras compras, pero no; sólo compramos lo necesario.
Queríamos seguir comprando sin embargo todas las bolsas que cargábamos impedían que siguiéramos caminando así que decidimos que ya era hora de regresar a casa.
En cuanto entré a mi hogar me despojé de mis tacones. Joder, me dolían horrible los pies. Me encaminé a mi habitación y ordené que subieran todas las bolsas.
Me acosté y me puse a pensar.
Esta noche tendríamos una cena con la familia de Britt y al parecer sería muy importante porque nada más hacían esas cenas cuando querían hablar sobre el dinero —que por obviedad eran súper aburridas— o tal vez tenían algo importante que decirnos pero ¿qué será?
Estaba intrigada por saber qué era lo que nos anunciarían a Brittney y a mí.
Para ir a la cena me puse una blusa negra con un saco rosa para combinar y una falda con rayas, aunque todavía me dolían los pies por la caminata de la tarde no dudé en ponerme unos tacones negros para terminar el conjunto perfecto.
Cuando llegamos a la mansión O’Connor nos recibió Britt, nos saludamos como siempre y nos encaminamos al jardín.
— Siempre la misma charla sobre el dinero. — Dije frustrada. Odiaba estas charlas.
— Por suerte el mío hoy no me ha dicho nada, pero me da la sensación de que esta cena no será simplemente una cena entre amigos. — Me respondió, pero en vez de aclararme algo, su comentario me dejó más ansiosa por saber que era tan importante saber.
Nos sirvieron el primer plato y nuestros padres empezaron a hablar sobre cosas a las que no puse atención porque no me interesaban. Britt estaba igual o más aburrida así que sacamos nuestros celulares.
— Brittney, deja el móvil. — Los padres de Britt le llamaron la atención.
— Tu también Jodie. Estamos cenando y es de mala educación. — Me reprendió mi padre. Rodé los ojos y guarde mi iPhone. Por dios, están viendo que estamos aburridas y no nos dejan divertirnos un poco.
Cuando terminamos de comer nuestros padres seguía platicando entre ellos excluyéndonos de la conversación. De repente todas las miradas se centraron en nosotras dos. Ya era tiempo de que se dieran cuenta de nuestra existencia.
— Bueno chicas, esta cena era para comunicarles algo. — Comenzó mi madre y puse toda la atención en la conversación. Esto se iba a poner interesante.
— Ya ha llegado el momento de saber que era. — Prosiguió la madre de Brittney.
Yo estaba ansiosa por saber qué era eso que nos tenían comunicar. En cambio a Britt no se le hacía que iba ser una buena noticia. Se le notaba en la cara que no le gustaría oír lo que dirían nuestros padres.
— Se irán de viaje. — Anunció mi padre.
Al parecer Britt cambió de parecer, nos volteamos a ver, y las dos estábamos sorprendidas y emocionadas que nos pusimos a gritar.
— ¿A dónde? — Preguntó Britt intrigada. En su voz se podía notar que estaba muy emocionada.
— ¿A París? — Me adelanté antes de que contestaran.
— ¿A Italia? — Interrogó mi amiga.
— ¿A Suecia? — Volví a interrumpir. Estaba muy ansiosa y nuestros padres no decían nada así que continué: — ¿A las Maldivas? — dijimos Britt y yo al unísono. Vaya aparte de ser mejores amigas estamos conectadas, pensamos lo mismo.
— No, no. — Intervinieron nuestras madres. Hay no, ahora qué se les ocurrirá. Apenas cuando iba todo tan bien.
— Se irán a un sitio muy lejos, apartado de todo esto, de la ciudad. — No puede ser. — Se irán al campo. — Concluyó el padre de Britt.
Nuestras caras se desfiguraron y gritamos con horror: — ¡¿Qué?!
— Sí. Creemos que es lo mejor. — Habló mi padre.
— ¿Lo mejor para quién? — Interrumpió Britt. — Yo no me quiero ir al campo. Ahí hay bichos y… buah — Hizo una cara de asco sacando la lengua como si de verdad ya estuviera allí.
— Se van a ir y se acabó. — Dijo mi padre con firmeza.
Todos nos levantamos de la mesa y nos dirigimos al salón. Brittney y yo totalmente enojadas.
— No nos pueden hacer esto. — Supliqué.
— Sí podemos y lo vamos hacer, es por su bien. Están muy cambiadas y no parecen las chicas que eran antes. — Otra vez habló mi padre.
Nuestras madres no habían dicho ni una palabra desde que estábamos en el jardín. Al parecer ellas no estaban de acuerdo con nuestros padres. Después de un silencio sepulcral mis padres decidieron que era tiempo de regresar a casa.
En el camino no dije nada, estaba muy molesta como para razonar lo que decía y no quería arruinar más las cosas. Estaba tan frustrada que mis ojos se humedecieron y empezaron a correr las lágrimas por mis mejillas.
Cuando llegamos me dirigí corriendo a mi cuarto y di un portazo para que se enteraran que estaba furiosa por la decisión que acababan de tomar.
— Jodie, mañana te vas. Tus maletas ya están hechas, los boletos comprados. Ya no hay vuelta atrás. — Escuché por el otro lado la voz de mi padre.
Me levanté muy temprano para no perder el vuelo, aunque fuera lo que más quería en estos momentos, tenía que obedecer.
Bajé y mis padres se encontraban ya en el living, esperándome.
— ¿Están seguros de esto? — Pregunté con los ojos llorosos esperando que se arrepintieran.
— Sí, ahora sube, si no perderás tu vuelo. — Contestó mi padre sin mirarme, él sabía que si hacía eso se podía arrepentir.
Mi madre no dijo nada, sólo agachó la cabeza. Ella no estaba de acuerdo en esto.
Llegamos al aeropuerto y tuvimos que esperar que llegara la familia O’Connor. Cuando llegó Britt vi que tenía la misma cara que yo. Nos hablaron para nuestro vuelo y abordamos.
— ¡Cuídense! — Gritaron nuestros padres al unísono.
Nos tocó juntas. Ella aprovechó las cuatro horas en el avión para dormir, en cambio yo no pude ni cerrar los ojos.
Estábamos a punto de aterrizar y Britt seguía dormida por lo que la tuve que zarandear hasta que ella abriera los ojos.
— Ya vamos a aterrizar, ponte el cinto.
Asintió y se lo puso.
Cuando bajamos del avión se me ocurrió la idea de salir corriendo, al parecer a Britt igual. Pero como nuestros padres ya nos conocían contrataron a unos guardaespaldas.
A lo lejos vimos un letrero que decía “Señoritas O’Connor y Smith”. Nos dirigimos hacía el señor que llevaba el cartel y nos llevó a su coche. Hice cara de asco al subir. Desde aquí ya empezaba la pesadilla. Los guardaespaldas no se subieron pues ellos ya habían cumplido su misión de no escaparnos.
Fue muy largo el camino y lo único que se podía ver desde la ventana era puro pastizal, la verdad se veía hermoso pero no lo admitiría. Llegamos a una casa en medio de la nada.
— Dios, pero ¿qué es esto? — Preguntó Britt viendo todo su alrededor.
El coche se fue dejándonos solas y confundidas. Como vi que Brittney estaba estática en su lugar me acerqué a la puerta y toqué, nadie abrió. Volví a insistir, esta vez duré un poco más y ahora sí abrió un joven en boxers. Joder, ese tipo sí que era sexy, en especial sus ojos verdes y sus rulos destacaban. Hay dios, ya ni sé que estoy pensando. Al parecer no tiene modales, ¿cómo se le ocurre recibirnos así?
— ¿Quién es? — habló a un rubio muy apuesto asomándose por las escaleras.
— Por sus pintas deduzco que unas de las princesitas que tenían que venir — Respondió el rizado. A parte de que no tiene modales, también es un grosero.
Britt iba a responderle pero me di cuenta antes de que hiciera una locura y le di un codazo en la costilla para que no hiciera nada e hicimos unas falsas sonrisas.
Se hizo a un lado para dejarnos pasar.
— Disculpa, ¿nos podrían ayudar con las maletas? Es que son muy pesadas. — Hablé tratando de sonar lo más amable posible. Britt me miró como preguntándome que estaba haciendo pero le hice un ademán para que me dejara seguir actuando.
— Lo siento, no somos sus sirvientes, ustedes pueden hacerlo por sí mismas. — Habló el rubio. — Para eso tienen manos y pies, ¿no?
Y eso fue la gota que derramó el vaso.
— ¡NO CREES QUE SI PUDIERA HACERLO NO TE PEDIRÍA AYUDA, IMBÉCIL!
— Hey tranquila princesita. — Levantó las manos haciendo como si no tuviera la culpa. — Ya sacaste la fiera que tienes dentro. — dijo burlón, y junto con él varios muchachos que también se encontraban se empezaron a reír a carcajadas.
Lo único que hice, como todas las veces que me hacen enojar y no sé qué responder, fue… llorar. Mis ojos se cristalizaron y traté de que se me salieran las lágrimas.
— ¿Dónde está nuestra habitación? — pregunté con la voz entrecortada y con la mirada puesta en el suelo. Ya se había esfumado toda la valentía que tenía cuando había llegado.
Las risas cesaron.
— Es el primer cuarto a la derecha de la segunda planta. — Contestó un castaño de ojos azulados.
— Gracias. — Susurré y me dirigí a la habitación. Mientras las lágrimas se empezaron a escapar de mis ojos.
Britt seguía anonadada y petrificada en su lugar, nunca me había visto perder la paciencia hasta el día de hoy.
Le di un jalón para que me siguiera y ella se adelantó.
Cuando llegué hasta la segunda planta sentí pasos detrás de mí pero no me interesaban, lo único que quería hacer era llorar, ahora había sido el peor día de mi vida.
En un dos por tres estaba el rubio acorralándome a la pared.
— ¡Suéltame! — grité y forcejee para que me soltara, él no se inmutó y siguió en su posición. — No crees que ya fui humillada lo suficiente allá abajo.
Me tapó la boca y comenzó hablar: — Mira, discúlpame, no fue mi intención. Suelo actuar sin pensarlo.
Me sorprendí que tuviera las agallas de pedir perdón.
— Que te parece si comenzamos de nuevo. — Me soltó y continuó: — Me llamo Niall Horan.
Me extendió su mano, dude un poco en tomarla pero al final la estreché.
— Yo me llamo Jodie Smith.
— Mucho gusto conocerla, señorita Smith. — Besó mi mano, me sorprendí con ese gesto y me sonrojé. La soltó y me miró a los ojos. Y si antes estaba rojita ahora parecía un jitomate.
— Que linda te vez sonrojada. — Acuno mi rostro con sus dos manos y se fue acercando lentamente. Si su intención era besarme no estaba dispuesta a rechazarlo.
— Hey Jo, ya viste que mi conjunto se… — Salió Britt de la habitación con su ropa en la mano, en cuanto nos vio se quedó estática y yo me separé inmediatamente de Niall. Él sólo sonrió de lado al ver mi rostro totalmente rojo. — Arruinó.
Me metí a la habitación corriendo, jalé a Britt y cerré la puerta.
— ¿Qué mierda fue eso? — Me preguntó.
Me senté en el suelto y después de varios minutos al fin contesté: — No lo sé.
Brittney O’Connor era mi mejor amiga desde siempre; nos conocimos gracias a nuestros padres ya que ellos son muy buenos amigos.
Rápidamente me levanté y me metí a la bañera, tenía pensado darme una ducha relajante de burbujas en la tina pero no tenía tiempo para eso, me había levantado demasiado tarde.
Envuelta en mi bata de seda rosa me dirigí a mi armario para buscar algo presentable para la ocasión. Obvio no tenía ropa pasada de moda ni de esas cosas que compran en las rebajas, por dios, que naco. Me decidí por una blusa de manga larga blanca y un short azul con encaje, sólo para terminar mi atuendo agregué unas cuantas pulseras y un bolso que combinaba perfectamente con mi vestimenta, por supuesto, no podían faltar mis tacones beige.
Llegué a la cocina y tomé una manzana del refrigerador para comérmela en el camino. Agradecí a Dios que mis padres no se encontraran si no me hubieran obligado a quedarme a desayunar con ellos porque según eso “nos une más”.
{…}
Al llegar bajé de mi limusina y a lo lejos divisé a Britt. Espero no haberla hecho esperar mucho, ella siempre era muy puntual y solía ser estricta con eso.
Nos saludamos con dos besos al aire y nos pusimos en marcha para cumplir nuestro objetivo: comprar.
Algunos hubieran pensado que nos excedimos con nuestras compras, pero no; sólo compramos lo necesario.
Queríamos seguir comprando sin embargo todas las bolsas que cargábamos impedían que siguiéramos caminando así que decidimos que ya era hora de regresar a casa.
En cuanto entré a mi hogar me despojé de mis tacones. Joder, me dolían horrible los pies. Me encaminé a mi habitación y ordené que subieran todas las bolsas.
Me acosté y me puse a pensar.
Esta noche tendríamos una cena con la familia de Britt y al parecer sería muy importante porque nada más hacían esas cenas cuando querían hablar sobre el dinero —que por obviedad eran súper aburridas— o tal vez tenían algo importante que decirnos pero ¿qué será?
{…}
Estaba intrigada por saber qué era lo que nos anunciarían a Brittney y a mí.
Para ir a la cena me puse una blusa negra con un saco rosa para combinar y una falda con rayas, aunque todavía me dolían los pies por la caminata de la tarde no dudé en ponerme unos tacones negros para terminar el conjunto perfecto.
Cuando llegamos a la mansión O’Connor nos recibió Britt, nos saludamos como siempre y nos encaminamos al jardín.
— Siempre la misma charla sobre el dinero. — Dije frustrada. Odiaba estas charlas.
— Por suerte el mío hoy no me ha dicho nada, pero me da la sensación de que esta cena no será simplemente una cena entre amigos. — Me respondió, pero en vez de aclararme algo, su comentario me dejó más ansiosa por saber que era tan importante saber.
Nos sirvieron el primer plato y nuestros padres empezaron a hablar sobre cosas a las que no puse atención porque no me interesaban. Britt estaba igual o más aburrida así que sacamos nuestros celulares.
— Brittney, deja el móvil. — Los padres de Britt le llamaron la atención.
— Tu también Jodie. Estamos cenando y es de mala educación. — Me reprendió mi padre. Rodé los ojos y guarde mi iPhone. Por dios, están viendo que estamos aburridas y no nos dejan divertirnos un poco.
Cuando terminamos de comer nuestros padres seguía platicando entre ellos excluyéndonos de la conversación. De repente todas las miradas se centraron en nosotras dos. Ya era tiempo de que se dieran cuenta de nuestra existencia.
— Bueno chicas, esta cena era para comunicarles algo. — Comenzó mi madre y puse toda la atención en la conversación. Esto se iba a poner interesante.
— Ya ha llegado el momento de saber que era. — Prosiguió la madre de Brittney.
Yo estaba ansiosa por saber qué era eso que nos tenían comunicar. En cambio a Britt no se le hacía que iba ser una buena noticia. Se le notaba en la cara que no le gustaría oír lo que dirían nuestros padres.
— Se irán de viaje. — Anunció mi padre.
Al parecer Britt cambió de parecer, nos volteamos a ver, y las dos estábamos sorprendidas y emocionadas que nos pusimos a gritar.
— ¿A dónde? — Preguntó Britt intrigada. En su voz se podía notar que estaba muy emocionada.
— ¿A París? — Me adelanté antes de que contestaran.
— ¿A Italia? — Interrogó mi amiga.
— ¿A Suecia? — Volví a interrumpir. Estaba muy ansiosa y nuestros padres no decían nada así que continué: — ¿A las Maldivas? — dijimos Britt y yo al unísono. Vaya aparte de ser mejores amigas estamos conectadas, pensamos lo mismo.
— No, no. — Intervinieron nuestras madres. Hay no, ahora qué se les ocurrirá. Apenas cuando iba todo tan bien.
— Se irán a un sitio muy lejos, apartado de todo esto, de la ciudad. — No puede ser. — Se irán al campo. — Concluyó el padre de Britt.
Nuestras caras se desfiguraron y gritamos con horror: — ¡¿Qué?!
— Sí. Creemos que es lo mejor. — Habló mi padre.
— ¿Lo mejor para quién? — Interrumpió Britt. — Yo no me quiero ir al campo. Ahí hay bichos y… buah — Hizo una cara de asco sacando la lengua como si de verdad ya estuviera allí.
— Se van a ir y se acabó. — Dijo mi padre con firmeza.
Todos nos levantamos de la mesa y nos dirigimos al salón. Brittney y yo totalmente enojadas.
— No nos pueden hacer esto. — Supliqué.
— Sí podemos y lo vamos hacer, es por su bien. Están muy cambiadas y no parecen las chicas que eran antes. — Otra vez habló mi padre.
Nuestras madres no habían dicho ni una palabra desde que estábamos en el jardín. Al parecer ellas no estaban de acuerdo con nuestros padres. Después de un silencio sepulcral mis padres decidieron que era tiempo de regresar a casa.
En el camino no dije nada, estaba muy molesta como para razonar lo que decía y no quería arruinar más las cosas. Estaba tan frustrada que mis ojos se humedecieron y empezaron a correr las lágrimas por mis mejillas.
Cuando llegamos me dirigí corriendo a mi cuarto y di un portazo para que se enteraran que estaba furiosa por la decisión que acababan de tomar.
— Jodie, mañana te vas. Tus maletas ya están hechas, los boletos comprados. Ya no hay vuelta atrás. — Escuché por el otro lado la voz de mi padre.
{…}
Me levanté muy temprano para no perder el vuelo, aunque fuera lo que más quería en estos momentos, tenía que obedecer.
Bajé y mis padres se encontraban ya en el living, esperándome.
— ¿Están seguros de esto? — Pregunté con los ojos llorosos esperando que se arrepintieran.
— Sí, ahora sube, si no perderás tu vuelo. — Contestó mi padre sin mirarme, él sabía que si hacía eso se podía arrepentir.
Mi madre no dijo nada, sólo agachó la cabeza. Ella no estaba de acuerdo en esto.
Llegamos al aeropuerto y tuvimos que esperar que llegara la familia O’Connor. Cuando llegó Britt vi que tenía la misma cara que yo. Nos hablaron para nuestro vuelo y abordamos.
— ¡Cuídense! — Gritaron nuestros padres al unísono.
Nos tocó juntas. Ella aprovechó las cuatro horas en el avión para dormir, en cambio yo no pude ni cerrar los ojos.
Estábamos a punto de aterrizar y Britt seguía dormida por lo que la tuve que zarandear hasta que ella abriera los ojos.
— Ya vamos a aterrizar, ponte el cinto.
Asintió y se lo puso.
Cuando bajamos del avión se me ocurrió la idea de salir corriendo, al parecer a Britt igual. Pero como nuestros padres ya nos conocían contrataron a unos guardaespaldas.
A lo lejos vimos un letrero que decía “Señoritas O’Connor y Smith”. Nos dirigimos hacía el señor que llevaba el cartel y nos llevó a su coche. Hice cara de asco al subir. Desde aquí ya empezaba la pesadilla. Los guardaespaldas no se subieron pues ellos ya habían cumplido su misión de no escaparnos.
Fue muy largo el camino y lo único que se podía ver desde la ventana era puro pastizal, la verdad se veía hermoso pero no lo admitiría. Llegamos a una casa en medio de la nada.
— Dios, pero ¿qué es esto? — Preguntó Britt viendo todo su alrededor.
El coche se fue dejándonos solas y confundidas. Como vi que Brittney estaba estática en su lugar me acerqué a la puerta y toqué, nadie abrió. Volví a insistir, esta vez duré un poco más y ahora sí abrió un joven en boxers. Joder, ese tipo sí que era sexy, en especial sus ojos verdes y sus rulos destacaban. Hay dios, ya ni sé que estoy pensando. Al parecer no tiene modales, ¿cómo se le ocurre recibirnos así?
— ¿Quién es? — habló a un rubio muy apuesto asomándose por las escaleras.
— Por sus pintas deduzco que unas de las princesitas que tenían que venir — Respondió el rizado. A parte de que no tiene modales, también es un grosero.
Britt iba a responderle pero me di cuenta antes de que hiciera una locura y le di un codazo en la costilla para que no hiciera nada e hicimos unas falsas sonrisas.
Se hizo a un lado para dejarnos pasar.
— Disculpa, ¿nos podrían ayudar con las maletas? Es que son muy pesadas. — Hablé tratando de sonar lo más amable posible. Britt me miró como preguntándome que estaba haciendo pero le hice un ademán para que me dejara seguir actuando.
— Lo siento, no somos sus sirvientes, ustedes pueden hacerlo por sí mismas. — Habló el rubio. — Para eso tienen manos y pies, ¿no?
Y eso fue la gota que derramó el vaso.
— ¡NO CREES QUE SI PUDIERA HACERLO NO TE PEDIRÍA AYUDA, IMBÉCIL!
— Hey tranquila princesita. — Levantó las manos haciendo como si no tuviera la culpa. — Ya sacaste la fiera que tienes dentro. — dijo burlón, y junto con él varios muchachos que también se encontraban se empezaron a reír a carcajadas.
Lo único que hice, como todas las veces que me hacen enojar y no sé qué responder, fue… llorar. Mis ojos se cristalizaron y traté de que se me salieran las lágrimas.
— ¿Dónde está nuestra habitación? — pregunté con la voz entrecortada y con la mirada puesta en el suelo. Ya se había esfumado toda la valentía que tenía cuando había llegado.
Las risas cesaron.
— Es el primer cuarto a la derecha de la segunda planta. — Contestó un castaño de ojos azulados.
— Gracias. — Susurré y me dirigí a la habitación. Mientras las lágrimas se empezaron a escapar de mis ojos.
Britt seguía anonadada y petrificada en su lugar, nunca me había visto perder la paciencia hasta el día de hoy.
Le di un jalón para que me siguiera y ella se adelantó.
Cuando llegué hasta la segunda planta sentí pasos detrás de mí pero no me interesaban, lo único que quería hacer era llorar, ahora había sido el peor día de mi vida.
En un dos por tres estaba el rubio acorralándome a la pared.
— ¡Suéltame! — grité y forcejee para que me soltara, él no se inmutó y siguió en su posición. — No crees que ya fui humillada lo suficiente allá abajo.
Me tapó la boca y comenzó hablar: — Mira, discúlpame, no fue mi intención. Suelo actuar sin pensarlo.
Me sorprendí que tuviera las agallas de pedir perdón.
— Que te parece si comenzamos de nuevo. — Me soltó y continuó: — Me llamo Niall Horan.
Me extendió su mano, dude un poco en tomarla pero al final la estreché.
— Yo me llamo Jodie Smith.
— Mucho gusto conocerla, señorita Smith. — Besó mi mano, me sorprendí con ese gesto y me sonrojé. La soltó y me miró a los ojos. Y si antes estaba rojita ahora parecía un jitomate.
— Que linda te vez sonrojada. — Acuno mi rostro con sus dos manos y se fue acercando lentamente. Si su intención era besarme no estaba dispuesta a rechazarlo.
— Hey Jo, ya viste que mi conjunto se… — Salió Britt de la habitación con su ropa en la mano, en cuanto nos vio se quedó estática y yo me separé inmediatamente de Niall. Él sólo sonrió de lado al ver mi rostro totalmente rojo. — Arruinó.
Me metí a la habitación corriendo, jalé a Britt y cerré la puerta.
— ¿Qué mierda fue eso? — Me preguntó.
Me senté en el suelto y después de varios minutos al fin contesté: — No lo sé.
— Sigue: Madi.
- Hola:
- No me gustó mucho, creo que quedó demasiado largo, espero que no se hayan aburrido.
Este es el primer conjunto. Y Este el segundo. Saludos y espero con ansias el siguiente capítulo
holiscrayolis
Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Estuvo muy bueno ! ese Niall es un picaron
Espero el siguiente cap.
Espero el siguiente cap.
oktubre.
Re: American Girls / N.C/ One Direction y Otros.
Oh dios, ¿iba a besarla? ¡Iba a besarla! Que lanzado Niall, me encanto muchisimo el capitulo siganla
MariaStylesHoran
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