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"1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Tienes que seguirlaa, amo mucho tu novee, es excelente. (:
alebirdy
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
SIGUELA!!!!
ANDALE!!!
K ME ENCANTA!!!
ANDALE!!!
K ME ENCANTA!!!
Just Me! Melissa! :)
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Porfa síguela, quiero ver que va a pasar con la venganza :twisted:
Annabeth
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Ohh.. BIENVENIDA! :DCarla Maria Jonatika escribió:NEW READER!! me encanta tu nove!!! esta hermosa siguela pronto please!!! :D
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Faltan algunas peleas, pero dájame considerar tu propuesta. 8)AnniJB escribió:Jajajaja baile de 5 segundo 8) :cheers:Inspiration*) escribió:LUCKY ME! recuerdo la primera vez que yo pase de página :PAnniJB escribió:Pase de pagina. Primera vez que paso de pagina, siéntete afortunada jkajskjakasjak.
Annie =)
pffff.. hace tanto! Creo que fue.. humm... baile de 5 segundos :cheers: :afro: :lol!:
pero me siento muy afortunada, de verdad. Que en mi nove, Annie pasó de página. Lo anotaré, no se te olvide que fue aquí :)
PD: siii.. estudio en un colegio solo de chicas :S pero a veces pienso que es mejor así :P
No, no se me olvidara e.e
Oh dios, yo no me imagino en un colegio de puras niñas ._.
EL CAP! Lo ame 8)
Jajaja que idiota, Nicholas pensaba que se iba a salir con la suya, jajajajaja.
Me encantan las peleas de Nick y Jane, pero ya, quiero algo mas. Un beso, tal vez?
Siguela pronto pliis
Annie =)
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
buaha, si, vivimos lejos :| Pero, como dices, por lo menos en la misma tierra querida :)Heed escribió:Hahaha de nuevo, no es nada
Y oh, si he escuchado de tu pueblo, en varias ocasiones de hecho. Vivimos lejos, pero por lo menso en la misma tierra querida (8) (? haha no me pares mucho que estoy loca :D
Naah, el vallenato de "la nueva ola" son canciones a veces es taaan mierda (perdón por lo de canciones, algunas si lo son, pero otras ñaaa.) Que mal, yo las empecé el martes también y boeh, no me gusta ir al colegio a hacer nada (estamos en semana de recuperaciones) solo espero que se pase el año rápido, llegue el grado y me vaya a estudiar, aunque se supone que estudiare Medicina, así que es como más pesado que el colegio en sí por tres, pero esa es otra historia(? xD
Gracias y si, creo que ahí me fue bien, 56 esta bien, aunque pude sacar más... nah nah, ahora si, te digo, espero que la sigas :D xd
PD: te ves linda en tu foto, me enamore de tu cabello *-* xd
Que genial que te haya ido bien :)
ahhah Gracias por lo de mi cabello, me lo quiero cortar pero bueh... cuando mi querida madre se acuerde de llevarme.
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
hahhahah xd...no te preocupes, si se de algo, es de ser despistada :PHeed escribió:Así como cuando eres tan despistada que no te das cuenta que ya han dubido novela, bueno, así
Hahaha ok, ando mal, ando ida, no me habia percatado de que habías subido y bueh, igual acá estoy y ya lo leí adsdfdfghhkjhgf. Me encanto, Siguelo :D
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Campello, a ver que ando un poco perdida :roll:Camilita :) escribió:Buritica, me gusta, me gusta la idea ;)
Espero que la sigas, y perdon que te deje colgada, ando un poco.. en las nubes.. :arre:
Te voy a contar, si?
Suerte! :)
aca lo que hay es un problema de jergas...me dejaste colgada? hmmmm, aca? haha xd si es así, no me parece. :P
dale, contadme :)
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
ahhah BIENVENIDA :) que genial que te guste :DJaviiEra Jonas escribió:nueva lectora!
ame la nove tienes que seguirla...quiero saber que hará nick c: y podre de jane cuando el haga lo que haga... :s
tendrás que esperar, mi mente todavía está maquinando las posibles venganzas :P
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
A vos aleja te estaba extrañando por acá! :Panpalacios escribió:Tienes que seguirlaa, amo mucho tu novee, es excelente. (:
Gracias, de verdad que yo amo tus comentarios :)
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
Capítulo 23
"Jane Se sale con la suya"
Tomé el camino largo a casa, con Chace. En el auto, nos dirigimos a un centro comercial y Mientras intentaba convencer a Chace que haberle dejado el muñeco a Riley no estaba mal y que Nick no estaba muy enojado (cosa que ni yo misma me creía), disfrutamos de unos deliciosos helados; no es que me agradara especialmente estar con Chace, lo cual sería mentira si dijera que no, porque es un chico muy agradable, pero mi principal motivo para no llegar a casa temprano y evitar que alguna catástrofe suceda con mi hermanito y mi padre, era que probablemente Nick me podría estar esperando en la puerta, con una cubeta de agua fría y el muñeco para delegarme a mi todas las responsabilidades que por ley son de los dos. Así que mejor tomar el camino largo y darle espacio a Nick que se canse de esperar, aunque conociéndolo lo más leve que podría maquinar su mente sería esperarme en mi casa, de seguro intentará tramar algo, y eso me dejaba un poco inquieta.
— Por nuestro ingenio — le dije a Chace levantando mi copa de helado de Chocolate — Porque somos invencibles — Chace me dedicó una sonrisa nerviosa
— Salud — comió una cucharada de su helado de Vainilla, pero no se veía muy seguro
— ¡Animo compañero! — lo animé dándole un amistoso golpe en el brazo — no es el fin del mundo
— Pero podría serlo — dijo y me miro un poco apagado — No puedo creer que deje a mi esposa y mi hijo plantado por verme con una mujer
— Primero que todo, Riley no es tu esposa — espeté seriamente
— ¿Celosa? — alzó una ceja, divertido
— Para nada — conteste con autosuficiencia — ..y segundo, no es tu hijo, es un robot que nos entregaron quien sabe bajo que efecto de que sustancia alucinógena para que lo cuidáramos, como es un proyecto en pareja y nosotros ya teníamos planes desde hace mucho, les toca a ellos, nosotros podemos cuidarlos el otro fin de semana y ya está. ¿Algún problema con eso? No — pero Chace no estaba muy convencido — Riley tenía algún plan?
— Así que lo haya mencionado, no, pero cuando le pregunte que si accedía, me dijo que pospondría lo que tenía que hacer.
— ¿Ves? Ningún problema.
— Pero creo que Nick si tenía planes — comentó escéptico
— ¿Si? Pues ni me interesa
— Tenía una cita con Mel, no tengo idea de quien es, pero creo que por eso se negó a cuidar al bebe.
— ¿Qué? — pregunté sorprendida, aunque no debería, desde que conocí a esos dos sabía que algo se traían, aunque sentí cierto júbilo al saberme causante del fracaso de su cita. — No importa, esto es el mundo real, gana el más astuto, y parece que esta vez gané yo.
Chace sonrió, al parecer convencido.
Cuando llegue a casa, me encontré a Joe en el porche, acababa de llegar. Lo llamé y me escandalizó el reto que vi en su mirada, pero lo ignoré y seguí mi camino.
— ¿Qué ha pasado?
— ¿a que te refieres? — se hizo el desentendido
— ¡A Nicholas tonto!
— Nada, se enfado mucho, pero luego lo superó y dijo que lo tendrías que cuidar toda la otra semana
— ¿Qué? — pregunté, no se si sorprendida de que Nick no hubiera querido tomar represarías o por el hecho de que me tocaba fingir que era madre de un robot que me alteraba los nervios
— Lo que oyes, lo tendrás que cuidar
— No te creo — lo miré escéptica — La parte en la que Nick lo superó, el no lo superaría
— Pues créelo mejor, porque te hice un favor al negarme a traer el muñeco, como me lo había pedido Nick en un principio.
Sonreí irónicamente
— Me conoces demasiado bien, si lo hubieras hecho no lo había cuidado, te lo había encargado a ti y te hubiera dicho “lo cuidas tu por ponerte de mensajero”
Joe rió
— Mejor entremos y asegurémonos que mi padre no ha dejado todo hecho un desastre, como acostumbra. Una semana y no ha podido, vaya modelo a seguir.
Entramos. No había nadie en casa.
Pero no me pareció especialmente alarmante.
—¿Por qué no revisamos la casa? — e propuso Joe, ya sabíamos de antemano lo que sucedía si los dos llegábamos tarde a casa, cuando entrábamos la casa estaba hecha un desastre, como ya había ocurrido.
El otro día el baño parecía haber estado bajo los efectos de un bombardeo. El suelo mojado estaba cubierto de toallas, y alrededor del váter se hallaban desperdigadas un montón de herramientas, como si alguien hubiera abandonado la habitación precipitadamente. Eso o algo similar ocurría cuando no estábamos para supervisar las acciones de mi padre.
Volvía a bajar.
—¿Dónde está el pequeño? —pregunté.
Desgraciadamente, tuve la respuesta enseguida, porque justo en ese momento entró el fontanero hecho una furia. Llevaba a Joe bajo el brazo y, con la mano libre, arrastraba a Jake, el perro, detrás de sí.
Hizo caso omiso de nosotros y se encaminó directamente a la cocina. Una vez allí sentó a Joe en una silla, tiró de la correa que el perro todavía llevaba sujeta a su collar y ató a mi hermano pequeño a la silla.
Cuando hubo terminado, se dio la vuelta y dijo:
—Decidle a vuestro padre que un fontanero no es una canguro. Termino con el baño y me marcho, ¡pero no se os ocurra volver a llamarme si vuestra madre no está en casa! ¡Me da lo mismo que haya una urgencia!
Se fue al cuarto de baño hecho una furia y se puso a trabajar sin dejar de refunfuñar:
Joseph aguardaba con los brazos cruzados:
—¡Ya te lo dije! ¡Tenemos que deshacernos de nuestro padre!
—Pero ¿qué ha pasado? —le pregunté a mi hermano pequeño.
El renacuajo estaba radiante.
—¡Fue súper guay! Primero me escapé yo, luego Puschel, luego otra vez yo y luego los dos. Y el hombre siempre consiguió encontrarnos. Sabe mucho.
—¿Dónde está papá?
—Se ha ido a comprar. Por eso le dijo a este hombre que me cuidara —dijo Joaquín.
Vaya, papá se lo toma bastante a la ligera.
—Dime, ¿por qué llevas aún el pijama? ¿Y por qué tu pantalón está mojado?
Mientras tanto, debajo de la silla, se había formado un pequeño charco.
—Estaba en el lavabo y, cuando el hombre lo sacó de ahí, me lo puse para que Volviera a secarse.
Al parecer, Joseph no había estado exagerando en cuanto a la magnitud del problema, había que actuar rápido o un día llegaríamos y encontraríamos a mi hermanito carbonizado.
Ya no pregunté nada más, solté a mini Joe y me fui con él hacia arriba. Naturalmente, Jake nos acompañó: primero porque el collar se había enredado en el pie de Joe y segundo porque Jake seguía a mi hermano allá donde fuera.
—Vete —le dije intentando ahuyentar al monstruo.
Pero Jake no reaccionó.
—Dile al perro que se quede abajo —le ordené a Joe
—No te lo aconsejo —repuso mi hermano moviendo la cabeza con vehemencia.
—¿Por qué no?
El pequeño se inclinó hacia mí y susurro:
—No hay que quitarle los ojos de encima porque a la mínima se pierde.
—¡Ah!
***
Mi lista de Razones contra el amor estaba evolucionando, de verdad. Ahora tenía unas cuantas razones para agregar a la lista “Si te enamoras te encuentras con la pasión, que puede llevar al sexo, que puede llevar a, bueno, a muchas cosas” entre esas cosas un bebé, claro que es algo hipotético, porque hasta ahora no me he enamorado y tengo un bebe con quien menos lo pensé.
Me arreglé para mi cita con Chace y cuide de Joe y su perro que parecía no querer despegársele a mi hermano pequeño de por vida, hablé por teléfono con Liz quien me contaba los pormenores de la actitud de Nick, que como yo intuía, era sospechosa, en todo ese tiempo, mi padre no regresó, ya me estaba empezando a preocupar, se acercaba la hora de que Chace llegara por mi, y mi padre no había llegado aún.
Después de más o menos dos horas y media, papá volvió radiante y de muy buen humor.
—Vaya, hijos, creedme, llevar la casa es una aventura. Y la compra ni os cuento. Venga, ayudadme a descargar el coche. Vais a alucinar con la buena compra que he hecho.
Alucinábamos de verdad. Papá había descubierto que hacen un descuento si se compran grandes cantidades. Y, al ver las ofertas, parece que se entusiasmó. Había comprado toneladas de comida.
Estaba atónita. Joaquín estaba encantado.
—Ahora tenemos nuestra propia tienda —dijo emocionado sin parar de rodear las montañas de comida que se apilaban en nuestra cocina. Y al rato preguntó
—: ¿Puedo estar en caja?
—No lo vamos a vender —le comuniqué; aunque, de hecho la idea no estaba nada mal. Y, dirigiéndome a mi padre, empecé a decirle con la intención de darle a entender con cuidado que debería cambiar sus hábitos de compra—: ¡Papá, esto no puede ser!
—Mamá sólo hace previsiones para un par de días —me interrumpió mi padre— y… precisamente por eso siempre se está quejando: «Ay, no paro de comprar; ay, no tengo tiempo para nada más.» Lo reorganizaré todo según nuevos criterios.
Dejé vagar la mirada por la cocina. Apenas nos podíamos mover:
—No sé si esto será la solución.
—No te preocupes, ya me encargaré de eso. Ahora será mejor que me ayudes — dijo, y me dio un montón de frascos de condimentos.
Sonó el timbre, pero nadie se dio cuenta. Estábamos demasiado ocupados guardando las provisiones. Así que cuando mini Joe entró a la cocina diciendo: «Es para ti», me asusté.
—¡Chace! —Me había olvidado por completo de él—. ¡Un momento!
Primero tuve que colocar la canela y los clavos que tenía en la mano. Con el codo conseguí abrir la puerta del armario. Entonces, dos huevos que en realidad no tenían nada que hacer allí salieron a mi encuentro. Estaban crudos. Lo supe porque se reventaron en el suelo de la cocina. Me agaché con el ánimo de salvar lo que pudiese, pero todavía sujetaba con las manos un montón de frascos de especias. Primero tuve que colocarlos en el armario como había previsto. Volví a levantarme y me golpeé la cabeza contra la puerta del armario. ¡Hay que ver lo que dolía! Tanto que se me cayó un frasco y, al dar con el suelo, se rompió enseguida y se mezcló con los huevos crudos.
Chace aguardaba apoyado en la puerta observándome con interés. No era lo que habíamos previsto en nuestro plan, pensé, pero quizás, aún no estaba todo perdido.
Desgraciadamente, mi padre entró justo en aquel momento.
—Vaya, ¡Chace! Encantado de verte de nuevo por acá. ¿Van a salir chicos? — dijo saludando alegremente a Chace con un fuerte apretón de manos.
—En realidad, saldré con Jane —le corrigió Chace amablemente. Aunque se podía notar un deje de nerviosismo en su voz.
—¡Ahhh…!
Mi padre estaba sorprendido de verdad.
—¡Estas saliendo con Chace! —Exclamó y, dirigiéndose a mí, añadió—: No sabía que ya tuvieses novio de nuevo. Supongo que es lo mejor, no te vas a quedar viata solo por temor a que te rompan el corazón de nuevo...
¡Oh, no! Esto no me lo merecía. Me retorcí interiormente de vergüenza y de dolor.
—No es mi novio —le solté muy enfadada, y clavé los ojos en la mezcla de huevos-condimento.
—Bueno —dijo mi padre de buen humor—. ¡Mientras hay vida, hay esperanza!
Para animarme, me dio unas palmaditas en la espalda y me empujó hacia Chace.
—¡Qué os divirtáis! Ya lo limpiaré yo. Al fin y al cabo soy el amo de casa.
Sabía que mi padre no actuaba de mala fe, pero en aquel momento decidí que, durante el día, su lugar era el despacho, no la casa.
— Perdona por eso — le dije a Chace muy apenada — Mi padre padece algúna clase de síndrome de Down
Ambos reímos
— No te preocupes, mis padres son así a veces — sonrió — ¿Lista?
— Claro — tomé su mano y nos dirigimos a su auto, hacia una velada prometedora. Por supuesto que no se me quitaba de la cabeza el que Nick estuviera tramando algo, aparte ese pensamiento con un encogimiento de hombros y me propuse disfrutar de mi triunfo y la noche con Chace, no todos los días logras engañar a Nick Miller.
— Por nuestro ingenio — le dije a Chace levantando mi copa de helado de Chocolate — Porque somos invencibles — Chace me dedicó una sonrisa nerviosa
— Salud — comió una cucharada de su helado de Vainilla, pero no se veía muy seguro
— ¡Animo compañero! — lo animé dándole un amistoso golpe en el brazo — no es el fin del mundo
— Pero podría serlo — dijo y me miro un poco apagado — No puedo creer que deje a mi esposa y mi hijo plantado por verme con una mujer
— Primero que todo, Riley no es tu esposa — espeté seriamente
— ¿Celosa? — alzó una ceja, divertido
— Para nada — conteste con autosuficiencia — ..y segundo, no es tu hijo, es un robot que nos entregaron quien sabe bajo que efecto de que sustancia alucinógena para que lo cuidáramos, como es un proyecto en pareja y nosotros ya teníamos planes desde hace mucho, les toca a ellos, nosotros podemos cuidarlos el otro fin de semana y ya está. ¿Algún problema con eso? No — pero Chace no estaba muy convencido — Riley tenía algún plan?
— Así que lo haya mencionado, no, pero cuando le pregunte que si accedía, me dijo que pospondría lo que tenía que hacer.
— ¿Ves? Ningún problema.
— Pero creo que Nick si tenía planes — comentó escéptico
— ¿Si? Pues ni me interesa
— Tenía una cita con Mel, no tengo idea de quien es, pero creo que por eso se negó a cuidar al bebe.
— ¿Qué? — pregunté sorprendida, aunque no debería, desde que conocí a esos dos sabía que algo se traían, aunque sentí cierto júbilo al saberme causante del fracaso de su cita. — No importa, esto es el mundo real, gana el más astuto, y parece que esta vez gané yo.
Chace sonrió, al parecer convencido.
Cuando llegue a casa, me encontré a Joe en el porche, acababa de llegar. Lo llamé y me escandalizó el reto que vi en su mirada, pero lo ignoré y seguí mi camino.
— ¿Qué ha pasado?
— ¿a que te refieres? — se hizo el desentendido
— ¡A Nicholas tonto!
— Nada, se enfado mucho, pero luego lo superó y dijo que lo tendrías que cuidar toda la otra semana
— ¿Qué? — pregunté, no se si sorprendida de que Nick no hubiera querido tomar represarías o por el hecho de que me tocaba fingir que era madre de un robot que me alteraba los nervios
— Lo que oyes, lo tendrás que cuidar
— No te creo — lo miré escéptica — La parte en la que Nick lo superó, el no lo superaría
— Pues créelo mejor, porque te hice un favor al negarme a traer el muñeco, como me lo había pedido Nick en un principio.
Sonreí irónicamente
— Me conoces demasiado bien, si lo hubieras hecho no lo había cuidado, te lo había encargado a ti y te hubiera dicho “lo cuidas tu por ponerte de mensajero”
Joe rió
— Mejor entremos y asegurémonos que mi padre no ha dejado todo hecho un desastre, como acostumbra. Una semana y no ha podido, vaya modelo a seguir.
Entramos. No había nadie en casa.
Pero no me pareció especialmente alarmante.
—¿Por qué no revisamos la casa? — e propuso Joe, ya sabíamos de antemano lo que sucedía si los dos llegábamos tarde a casa, cuando entrábamos la casa estaba hecha un desastre, como ya había ocurrido.
El otro día el baño parecía haber estado bajo los efectos de un bombardeo. El suelo mojado estaba cubierto de toallas, y alrededor del váter se hallaban desperdigadas un montón de herramientas, como si alguien hubiera abandonado la habitación precipitadamente. Eso o algo similar ocurría cuando no estábamos para supervisar las acciones de mi padre.
Volvía a bajar.
—¿Dónde está el pequeño? —pregunté.
Desgraciadamente, tuve la respuesta enseguida, porque justo en ese momento entró el fontanero hecho una furia. Llevaba a Joe bajo el brazo y, con la mano libre, arrastraba a Jake, el perro, detrás de sí.
Hizo caso omiso de nosotros y se encaminó directamente a la cocina. Una vez allí sentó a Joe en una silla, tiró de la correa que el perro todavía llevaba sujeta a su collar y ató a mi hermano pequeño a la silla.
Cuando hubo terminado, se dio la vuelta y dijo:
—Decidle a vuestro padre que un fontanero no es una canguro. Termino con el baño y me marcho, ¡pero no se os ocurra volver a llamarme si vuestra madre no está en casa! ¡Me da lo mismo que haya una urgencia!
Se fue al cuarto de baño hecho una furia y se puso a trabajar sin dejar de refunfuñar:
Joseph aguardaba con los brazos cruzados:
—¡Ya te lo dije! ¡Tenemos que deshacernos de nuestro padre!
—Pero ¿qué ha pasado? —le pregunté a mi hermano pequeño.
El renacuajo estaba radiante.
—¡Fue súper guay! Primero me escapé yo, luego Puschel, luego otra vez yo y luego los dos. Y el hombre siempre consiguió encontrarnos. Sabe mucho.
—¿Dónde está papá?
—Se ha ido a comprar. Por eso le dijo a este hombre que me cuidara —dijo Joaquín.
Vaya, papá se lo toma bastante a la ligera.
—Dime, ¿por qué llevas aún el pijama? ¿Y por qué tu pantalón está mojado?
Mientras tanto, debajo de la silla, se había formado un pequeño charco.
—Estaba en el lavabo y, cuando el hombre lo sacó de ahí, me lo puse para que Volviera a secarse.
Al parecer, Joseph no había estado exagerando en cuanto a la magnitud del problema, había que actuar rápido o un día llegaríamos y encontraríamos a mi hermanito carbonizado.
Ya no pregunté nada más, solté a mini Joe y me fui con él hacia arriba. Naturalmente, Jake nos acompañó: primero porque el collar se había enredado en el pie de Joe y segundo porque Jake seguía a mi hermano allá donde fuera.
—Vete —le dije intentando ahuyentar al monstruo.
Pero Jake no reaccionó.
—Dile al perro que se quede abajo —le ordené a Joe
—No te lo aconsejo —repuso mi hermano moviendo la cabeza con vehemencia.
—¿Por qué no?
El pequeño se inclinó hacia mí y susurro:
—No hay que quitarle los ojos de encima porque a la mínima se pierde.
—¡Ah!
***
Mi lista de Razones contra el amor estaba evolucionando, de verdad. Ahora tenía unas cuantas razones para agregar a la lista “Si te enamoras te encuentras con la pasión, que puede llevar al sexo, que puede llevar a, bueno, a muchas cosas” entre esas cosas un bebé, claro que es algo hipotético, porque hasta ahora no me he enamorado y tengo un bebe con quien menos lo pensé.
Me arreglé para mi cita con Chace y cuide de Joe y su perro que parecía no querer despegársele a mi hermano pequeño de por vida, hablé por teléfono con Liz quien me contaba los pormenores de la actitud de Nick, que como yo intuía, era sospechosa, en todo ese tiempo, mi padre no regresó, ya me estaba empezando a preocupar, se acercaba la hora de que Chace llegara por mi, y mi padre no había llegado aún.
Después de más o menos dos horas y media, papá volvió radiante y de muy buen humor.
—Vaya, hijos, creedme, llevar la casa es una aventura. Y la compra ni os cuento. Venga, ayudadme a descargar el coche. Vais a alucinar con la buena compra que he hecho.
Alucinábamos de verdad. Papá había descubierto que hacen un descuento si se compran grandes cantidades. Y, al ver las ofertas, parece que se entusiasmó. Había comprado toneladas de comida.
Estaba atónita. Joaquín estaba encantado.
—Ahora tenemos nuestra propia tienda —dijo emocionado sin parar de rodear las montañas de comida que se apilaban en nuestra cocina. Y al rato preguntó
—: ¿Puedo estar en caja?
—No lo vamos a vender —le comuniqué; aunque, de hecho la idea no estaba nada mal. Y, dirigiéndome a mi padre, empecé a decirle con la intención de darle a entender con cuidado que debería cambiar sus hábitos de compra—: ¡Papá, esto no puede ser!
—Mamá sólo hace previsiones para un par de días —me interrumpió mi padre— y… precisamente por eso siempre se está quejando: «Ay, no paro de comprar; ay, no tengo tiempo para nada más.» Lo reorganizaré todo según nuevos criterios.
Dejé vagar la mirada por la cocina. Apenas nos podíamos mover:
—No sé si esto será la solución.
—No te preocupes, ya me encargaré de eso. Ahora será mejor que me ayudes — dijo, y me dio un montón de frascos de condimentos.
Sonó el timbre, pero nadie se dio cuenta. Estábamos demasiado ocupados guardando las provisiones. Así que cuando mini Joe entró a la cocina diciendo: «Es para ti», me asusté.
—¡Chace! —Me había olvidado por completo de él—. ¡Un momento!
Primero tuve que colocar la canela y los clavos que tenía en la mano. Con el codo conseguí abrir la puerta del armario. Entonces, dos huevos que en realidad no tenían nada que hacer allí salieron a mi encuentro. Estaban crudos. Lo supe porque se reventaron en el suelo de la cocina. Me agaché con el ánimo de salvar lo que pudiese, pero todavía sujetaba con las manos un montón de frascos de especias. Primero tuve que colocarlos en el armario como había previsto. Volví a levantarme y me golpeé la cabeza contra la puerta del armario. ¡Hay que ver lo que dolía! Tanto que se me cayó un frasco y, al dar con el suelo, se rompió enseguida y se mezcló con los huevos crudos.
Chace aguardaba apoyado en la puerta observándome con interés. No era lo que habíamos previsto en nuestro plan, pensé, pero quizás, aún no estaba todo perdido.
Desgraciadamente, mi padre entró justo en aquel momento.
—Vaya, ¡Chace! Encantado de verte de nuevo por acá. ¿Van a salir chicos? — dijo saludando alegremente a Chace con un fuerte apretón de manos.
—En realidad, saldré con Jane —le corrigió Chace amablemente. Aunque se podía notar un deje de nerviosismo en su voz.
—¡Ahhh…!
Mi padre estaba sorprendido de verdad.
—¡Estas saliendo con Chace! —Exclamó y, dirigiéndose a mí, añadió—: No sabía que ya tuvieses novio de nuevo. Supongo que es lo mejor, no te vas a quedar viata solo por temor a que te rompan el corazón de nuevo...
¡Oh, no! Esto no me lo merecía. Me retorcí interiormente de vergüenza y de dolor.
—No es mi novio —le solté muy enfadada, y clavé los ojos en la mezcla de huevos-condimento.
—Bueno —dijo mi padre de buen humor—. ¡Mientras hay vida, hay esperanza!
Para animarme, me dio unas palmaditas en la espalda y me empujó hacia Chace.
—¡Qué os divirtáis! Ya lo limpiaré yo. Al fin y al cabo soy el amo de casa.
Sabía que mi padre no actuaba de mala fe, pero en aquel momento decidí que, durante el día, su lugar era el despacho, no la casa.
— Perdona por eso — le dije a Chace muy apenada — Mi padre padece algúna clase de síndrome de Down
Ambos reímos
— No te preocupes, mis padres son así a veces — sonrió — ¿Lista?
— Claro — tomé su mano y nos dirigimos a su auto, hacia una velada prometedora. Por supuesto que no se me quitaba de la cabeza el que Nick estuviera tramando algo, aparte ese pensamiento con un encogimiento de hombros y me propuse disfrutar de mi triunfo y la noche con Chace, no todos los días logras engañar a Nick Miller.
lo lameeeeento, no es el cap vengativo donde Jane sale crucificada y le arrancan la cabeza que estaban esperando, pero es lo previo, todavía estoy pensando en que quedaría bueno :P aunque ya tengo ideas ;)
LAS QUIEEEERO MUCHO :love:
Tina(:
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
ame el capitulo
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: "1000 Razones Para (NO) Enamorarse" (Nick)
:O ya Qiero ver como se venga Nick :P
siGue! PRONTO!!!
siGue! PRONTO!!!
Vanee LovatoD'Jonas
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