Malik, you are a trouble

Hoy se cumplía un mes exacto desde mi cumpleaños. Me encontraba en Londres nuevamente, un stop durante mi gira, para volver aquí a hacer el lanzamiento del nuevo single a beneficio junto con los chicos. Un mes, había pasado desde ese día y todos los recuerdos estaban en mi mente como si hubieran sido ayer. Y hace un mes exactamente que no veía a los chicos, bueno solo a Harry que había ido junto con Jo a verme en algunos conciertos.

-Los chicos llegan en 30 minutos – me aviso Poly, nos encontrábamos en la radio dónde lanzaríamos el single luego de estar programando algunas canciones e interactuando con nuestras fans.

-Esperare aquí – le informe, mientras me daba vuelta para seguir mirando la ciudad a través del balcón de la habitación dónde me encontraba, era algo así como una sala de espera o de visitas.

-¿Segura? ¿No quieres ir por un café o algo? – preguntó algo sospechosa Poly

-No Poly tranquila, solo quiero descansar un rato, ya sabes el viaje – me excuse

-Bueno mi niña, nos vemos en un rato – se despidió para quedar sola nuevamente en la habitación mientras millones de recuerdos inundaban mi mente.

Llegue ese día después de haber estado encerrada y simplemente me acosté en mi cama dejando que algunas lágrimas salieran, Zayn solo estaba siendo un problema en mi vida, pero no podía evitar lo que estaba sintiendo por él. Finalmente cerré mis ojos y me quede profundamente dormida.

-¡Cumpleaños Feliz, te deseamos a ti, Feliz cumpleaños ________, que los cumplas feliz! – entró Joo junto con Harry en mi pieza, mientras este último entraba con un enorme pastel y mi hermana con una bandeja y mucho desayuno. Nuestra tradición de hermanas.

-As que una fiesta con antifaces – dijo Harry mientras disfrutábamos del desayuno que habían hecho ellos. Fruta, panqueques, manjar, mermeladas, jugo natural, frutas, café entre otras cosas – Será interesante, nunca he ido a una

-Solo quería algo distinto – reí mientras comía un pedazo de panqueque

-Como siempre hermanita – me molesto Joo

Pase el día junto a mi familia y mis amigos más cercanos, en la noche me dedicaría a pasarlo en grande junto a todos en la fiesta. Agradecí el montón de tweets que mandaban mis fans, los videos, todo, eran simplemente hermosas todas las cosas, sabía todo el tiempo que le dedicaban a cosas como esas, así que lo mínimo que podía hacer era ver todos los posibles.

JM: Feliz cumpleaños demonio, que pases un buen día, un….adiós.

Leí varias veces su mensaje, era tan frío, pero tan demostrativo a la vez. Jamás pensé que me mandaría un mensaje, y menos que asistiría a la fiesta. Además de toda mi familia y amigos más cercanos, había invitado a otro buen lote de personas, entre ellos, toda la gente que trabaja conmigo, a los chicos de One Direction, obviamente a Nathan y a los chicos de The Wanted y así la lista seguía incluyendo a muchas personas.

Era en estos momentos, cuando leía una vez su mensaje, en que pensaba en Perrie, su novia. ¿Con cuántas chicas la habrá engañado? Y me dolía pensar que yo era una de ellas. Últimamente Perrie había pasado bastante tiempo con Joo por lo tanto más de una vez me la había topado y compartido con ella, con un nudo incrustado en mi estómago por la vergüenza y desgraciada que me sentía. Ella era una chica genial, contagiaba alegría, era muy buena consejera con mi hermana, y cada vez que hablaba de Zayn sus ojos brillaban de una forma especial. Y era en esos momentos que yo me sentía la peor persona del mundo, ella no se merecía nada de esto.

-________, ponte tu vestido, ya estás tarde para tu fiesta – me regaño Kath, si mi hermana había venido desde Manchester para pasar este día conmigo justo detrás de ella apareció mi pequeño sobrino vestido con un trajecito, casi morí de ternura.

-Gracias por haber venido – corrí hacia ella y le di un fuerte abrazo

-No tienes nada que agradecer hermanita, siempre estoy contigo, para lo que sea – se separó un poco de mí y limpió un lágrima que se me había escapado, Kath era muy importante para mí, al igual que Joo, ellas eran uno de mis pilares más importantes – Y hoy quiero verte sonreír, disfrutar, porque es tu día, de nadie más ¿Esta claro?

-Claro que si – sonreí, le volví a dar un abrazo y luego me agache para tomar a mi sobrinito que me lleno de besitos.

Mi vestido era negro ajustado en la parte del busto y justo por debajo una especie de cinturón plateado y de ahí iba cayendo en distintas capas, la parte por delante llegaba hasta la mitad de los muslos y por detrás hasta casi el suelo. Unos zapatitos de tacon adornaban mis pies haciéndome ganar una altura considerable, y me había puesto de adorno en el cuello un collar que mi madre me había regalado, tenía mis iniciales y era de color plateado con algunos toques brillantes, simplemente lo amaba.

-Estás hermosa – dijo una voz sorprendiéndome cuando entre en la sala dónde se supone estaría esperándome Joo para irnos juntas

-Nathan – le sonreí para ir a darle un gran abrazo, creo que a todos nos pasa que cuando hemos estado con una persona que hemos querido mucho, jamás se ira ese “no se que” que altera nuestros nervios, es algo que siempre persiste – Pensé que no vendrías

-No te dejaría sola en tu cumpleaños – me sonrío como solo él sabe – Joo se adelantó a ver a Harry que estaba con problemas de que ponerse

-Como siempre – reí contagiándolo a él - ¿Tú me llevarás a mi fiesta?

-¿Te molesta? – preguntó enarcando su ceja, se veía tan lindo haciendo eso

-Claro que no – sonreí me giré para ir camino a la puerta, pero él me tomo del brazo haciendo que girara, lo miré sorprendida mientras colocaba con delicadeza un brazalete en mi muñeca. Era hermoso, color plateado y con pequeños brillo tenía escrito mi nombre, Nathan con cuidado lo giró para que notara que por debajo el detalle de una frase escrita “Always, believe in you…you’re unique” Al leerla mordí mi labio, era simplemente hermosa, todo el brazalete era hermoso.

-Feliz cumpleaños – susurró muy cerca de mí, entrelazando nuestros dedos, se acercó lentamente a mí y depositó un pequeño beso en mis labios y sin creerlo, mi cuerpo reaccionó ante el beso, alterando todas mis terminaciones nerviosas.

-Gracias, es hermoso – susurré casi contra sus labios

-Como tú – puso un mechón de pelo por detrás de mí oreja – es hora de irnos

-Hora de ponerse los antifaces – le sonreí, me puse el mío que tenía pequeños detalles con un rosado en una punta pero todo lo demás iba a tono, Nathan se puso su antifaz negro con pequeños detalles dorados en los bordes, que se veía perfectamente con su traje negro.

Subimos al auto de Nathan y nos dirigimos hacia el hotel dónde sería la fiesta, varios invitados habían tomado una pieza ahí al igual que yo, para cualquier cosa que necesitaran y yo simplemente para dormir ahí ya que al otro día tenía que partir a Irlanda para seguir con mi gira, y mi departamento estaría ocupado por algunos familiares.

-Hemos llegado – informo Nathan, podía ver a todos los fotógrafos detrás de las cintas que los del hotel habían puesto para que no se pasaran. Nathan bajo del auto, y le paso las llaves a uno de los encargados del hotel y fue en mi busca, abrió mi puerta, me ayudó a bajar, y me ofreció su brazo para que me enganchara a él, como todo un caballero.

Empezamos a caminar hacia la entrada del hotel, escuchaba los gritos de los fotógrafos y algunos periodistas, obviamente sabían quiénes éramos, y saldrían muchos rumores, pero no nos importaba, nuestra relación con Nathan de amistad no terminaría. Entramos en el salón siendo recibidos por un montón de aplausos y globos por todos lados, Nathan me entregó dónde estaba mi familia esperándome para cantarme el cumpleaños por una torta gigante que en la punta tenía una pequeña imitación de mí con un micrófono haciendo que cantaba, era simplemente hermosa.

-Gracias a todos por estar acá, es genial poder celebrar mis cumpleaños con todos ustedes, y pues nada a disfrutar ¡Y que empiece la fiesta! – dije por el micrófono y en un segundo todos se fueron a la pista a bailar

Empecé bailando con mi hermana, Joo se veía simplemente hermosa en su vestido rojo y que pude ver iba acorde con Harry que después la reemplazo para bailar un poco conmigo, baile con mis padres, con mi hermana Kath, simplemente fui rodando por todos lados, quería que todos disfrutaran conmigo este día.

-Ahora llega un momento importante, el baile lento entre padre e hija – anunció el Dj, era una tradición dentro de mi familia, en cada cumpleaños de cualquiera de las tres hermanas, teníamos que bailar con nuestros padres, novios, cuñados, y después se sumaban otras parejas y uno se turnaba con los amigos.

-Estás tan grande pequeña – me dijo mi padre mientras bailábamos y todos nos miraban – No sabes, cuan orgulloso estoy de ti no hay palabras para explicarlo.

-Gracias por todo papá – dije a punto del llanto, el me sonrió y depositó un beso en mi frente para luego entregarme a mi padrastro, quien también me lleno de palabras de cariño y amor.

-Sabes que eres mi hija, siempre contarás conmigo – susurró Alfred con sus ojos llorosos a través del antifaz, yo no pude más y lo abrace, él era mi papá, y como siempre he dicho estoy orgullosa de decir que tengo dos padres.

-No te escaparás de mí – me tomó esta vez Harry y empezamos a bailar juntos la música lenta – Un cumpleaños más bailando juntos – ambos reímos – Se que todos dicen algo en este momento, y en especial cuando son 18, sigues siendo una enana para mí – él tenía 19, le di un suave golpe haciéndonos reír – Pero sabes que eres como mi hermana, y que siempre podrás contar conmigo, y mi familia… mi madre y Gemma se disculpan por no haber venido, pero te mandan todo su cariño y amor. Te quiero molestosa.

-Y yo a ti Harry, sabes que ya eres de mi familia, y gracias por hacer a mi hermana feliz – le sonreí

-No tienes nada que agradecer, sabes que amo tu hermana – pude ver como su mirada se desviaba a mi hermana, y sus ojos brillaban. Pare de bailar y llamé a mi hermana para que viniera, uní sus manos y le di ánimo para que se pusieran a bailar.

-¡Ahora todos únanse! – dijo el Dj, y un montón de parejas empezaron a unirse, a lo lejos pude distinguir a Louis bailando con su novia Eleanor, la había conocido hace unos días atrás.

De repente alguien toco mi hombro haciendo que me girara, me topé con un chico que tenía su mano extendida hacia mí su antifaz completamente negro y un traje negro completamente. Tomo mi mano y empezamos a bailar, y fue en ese momento que nuestros ojos se conectaron, y lo reconocí al instante. Esos ojos miel eran inconfundibles.

-¿Qué haces? – susurré lentamente

-Bailó con la cumpleañera ¿No puedo? – susurró el de vuelta, apegándome un poco más a él haciendo que nuestros cuerpos se rozaran completamente

-¿Qué hay de Perrie? – Hablé mirándolo a los ojos, ella también estaba invitada - ¿Qué dirá si te ve así?

-No dirá nada, porque no está aquí – susurró en mi oído

-Muchas personas pueden decirle – apreté su mano

-Nadie sabe que estoy aquí, dije que no vendría – contestó rápidamente devolviéndome el apretón

-¿Por qué has venido? – susurré con mi corazón latiendo a mil por hora, me fije alrededor y todas las personas estaban disfrutando, la música había cambiado a una un poco más rápida, después de casi cuatro horas de fiestas, nadie parecía cansado y lo mejor nadie reparaba en nosotros.

- Quería verte, quería ver lo hermosa que estarías, quería ver a mi demonio – susurró tan lento que me costó unir todo lo que dijo. Simplemente no podía creerlo, pero la imagen de Perrie llegó a mi mente, pero fue borrada por sus siguientes palabras – Eres tan hermosa – acaricio suavemente mi mejilla

-No soy un juguete Zayn, nadie lo es – susurré con tristeza intentado separarme de él a pesar de sus hermosas palabras, pero sus manos me mantenía sujeta a él

-Lo sé – depositó un beso en la comisura de mis labios, haciendo que todo en mí se encendiera – Te espero en el pasillo

Y después de eso se separó de mí dejándome ahí completamente desconcertada, no entendía absolutamente nada.

Todo esto era demasiado bueno para ser verdad.

Mi corazón gritaba que fuera a ese pasillo, pero mi mente me decía que me quedará ahí. ¿A cuál seguir?