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El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
FICHA
Nombre: El chico que se metia por mi ventana
genero: amor
contenido: romance y drama
advertencias: no subire capitulos tan seguido por culpa del colegio :c
adaptacion:si
otras paginas :doy credito a btr! fan page en facebook
Nombre: El chico que se metia por mi ventana
genero: amor
contenido: romance y drama
advertencias: no subire capitulos tan seguido por culpa del colegio :c
adaptacion:si
otras paginas :doy credito a btr! fan page en facebook
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Bien! la nove no es mia pero es hermosa *w* leanla! espero mi primera lectora aqui les dejo la sinopsis :D
------------------------------------------------
SINOPSIS:
(tn) Pena y su hermano mayor, Carlos, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, James, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
James ahora es un seguro y coqueto jugador de hockey que nunca antes ha tenido novia. (tn) todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿Qué sucede cuando (tn) empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector , reaccionará cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?.
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SINOPSIS:
(tn) Pena y su hermano mayor, Carlos, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, James, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
James ahora es un seguro y coqueto jugador de hockey que nunca antes ha tenido novia. (tn) todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿Qué sucede cuando (tn) empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector , reaccionará cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Primera lectora :D Saludos. Amo esta novela y será mucho mejor con James :ilusion:
ValeriaB
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
YAY mi primera lectora wiiii tambiewn tiene mi nombee woo hoo ok ahora subo cap :DValeriaB escribió:Primera lectora :D Saludos. Amo esta novela y será mucho mejor con James :ilusion:
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 1 :
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mamá hacer pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando al reloj a cada minuto. Sabía por qué lo hacía, mi papá debía estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa pronto como entrara.
Carlos se acercó, jugando con sus figuras del Hombre Araña.
—Mamá, ¿puedo ir a jugar a casa de James? —preguntó, lanzándole una mirada de cachorrito.
Ella miró el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente.
—No ahora, Carlos. La cena no tardará mucho y necesitamos comer como una familia. —Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Carlos cayó, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebaté el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeó y lo arrebató de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos blancos hacia mí. Él era un chico lindo, medio moreno, con una hermosa sonrisa. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor ,era el mas dulce y tierno. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenía permitido molestarme, según su opinión, era él, y en una menor medida su mejor amigo James, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
—Entonces, (tu apodo) ¿necesitas ayuda con tu tarea? —preguntó él, codeándome. Carlos tenía diez, y era un año mayor que yo, así que siempre me ayudaba con el trabajo de la escuela.
—Nop. No tengo tarea. —Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera.
—Bien, niños, pongan la mesa por mí. Ya saben cómo. Exactamente bien, ¿de acuerdo? —pidió mamá, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno.
Carlos y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papá era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba y nadie quería eso. Mi mamá siempre decía que papá tenía un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: “Los niños deberían se vistos y no oídos”, bueno, mi papá llevaba eso a otro extremo. En su lugar, le gustaba: “Los niños no deberían ser vistos u oídos”. A las 17:30 llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Carlos y yo éramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las 19:30 cuando teníamos que ir a la cama.
Carlos y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la puerta señalara que él estaba en casa. Podría sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezaron a sudar mientras rezaba en mi cabeza que él hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, estaba de un humor realmente bueno y me besaba y abrazaba. Me decía la niñita tan especial que era, y lo mucho que me quería. Eso sucedía normalmente los domingos. Mi mamá y Carlos iban a la práctica de hockey yo me quedaba en casa con mi padre. Aquellos domingos eran los peores, pero no le dije jamás a nadie de esos días, y lo mucho que me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho más que fuera un día de escuela cuando sólo lo veíamos para la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con ojos enojados, que cuando me mira con ojos suaves. No me gusta en absoluto, me hacía sentir incómoda, siempre hacía que me temblaran las manos. Afortunadamente, sin embargo, hoy apenas era lunes, así que tenía casi una semana antes de que tuviera que preocuparme por eso de nuevo.
Un par de minutos después, él entró. Carlos me lanzó una mirada que me decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenía cabello oscuro, del mismo color del de Carlos. Tenía ojos marrones, y siempre tenía el ceño fruncido.
—Hola, niños —dijo con su ruidosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizó por mi columna cuando habló. Puso su maletín a un lado y tomó asiento a la cabeza de la mesa. Intenté no mostrar ninguna reacción; de hecho. Intenté no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía a todos en problemas o hacía algo mal.
Siempre parecía que era la que empeoraba las cosas para todos. No solía ser así, solía ser la niñita de papá, pero desde que empezó su trabajo, hace tres años, cambió. Nuestra relación con él cambió por completo. Él todavía me favorecía por encima de Carlos, pero cuando venía del trabajo, era como si quisiera pretender que Carlos y yo no estábamos allí. La forma en que miraba a Carlos algunas veces era como si estuviera deseando que no existiera, hacía que me doliera el estómago verlo mirar a mi hermano de esa forma.
—Hola, papá —respondimos ambos al mismo tiempo. Justo entonces, mi mamá vino cargando la pasta y un plato de pan de ajo.
—Esto se ve bien, Margaret —dijo él, dándole una sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intenté no moverme incómodamente en mi lugar—. Entonces, ¿cómo estuvo la escuela, Carlos? —le preguntó a mi hermano.
Carlos levantó la mirada nerviosamente.
—Estuvo bien, gracias. Intenté entrar al equipo de hockey sobre hielo y James y yo… —empezó a decir, pero mi papá asintió, sin escuchar.
—Eso es genial, hijo —interrumpió él—. ¿Qué hay de ti, (TN)? —preguntó, volviendo su mirada hacia mi.
¡Oh, Dios! De acuerdo, sé cortés, no divagues.
—Bien, gracias —respondí calladamente.
—¡Habla más alto, niña! —gritó.
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
—Estuvo bien, gracias —repetí un poco más fuerte.
Él frunció el ceño y luego se volvió hacia mi mamá, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
—Entonces, Margaret, ¿qué has estado haciendo hoy? —preguntó, comiendo su cena.
—Bueno, fui al supermercado y conseguí ese estofado que te gusta, y luego planché un poco —respondió mi mamá rápidamente. Sonaba como una respuesta preparada, siempre hacía eso, tenía sus respuestas listas de modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí la mano por mi bebida, pero no estaba observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa. Los ojos de todos volaron hacia mi padre, que se levantó de un salto de su silla.
—¡Mierda! ¡(TN), estúpida pequeña perra! —gruñó, agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi espalda golpeó la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de llorar. Llorar lo empeoraba todo; iba a golpearme. Sostuve el aliento esperando el golpe, sabiendo que no había nada que pudiera hacer más que soportarlo, igual que siempre.
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| BIEN ESPERO QUE LES GUSTE :)
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mamá hacer pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando al reloj a cada minuto. Sabía por qué lo hacía, mi papá debía estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa pronto como entrara.
Carlos se acercó, jugando con sus figuras del Hombre Araña.
—Mamá, ¿puedo ir a jugar a casa de James? —preguntó, lanzándole una mirada de cachorrito.
Ella miró el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente.
—No ahora, Carlos. La cena no tardará mucho y necesitamos comer como una familia. —Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Carlos cayó, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebaté el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeó y lo arrebató de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos blancos hacia mí. Él era un chico lindo, medio moreno, con una hermosa sonrisa. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor ,era el mas dulce y tierno. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenía permitido molestarme, según su opinión, era él, y en una menor medida su mejor amigo James, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
—Entonces, (tu apodo) ¿necesitas ayuda con tu tarea? —preguntó él, codeándome. Carlos tenía diez, y era un año mayor que yo, así que siempre me ayudaba con el trabajo de la escuela.
—Nop. No tengo tarea. —Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera.
—Bien, niños, pongan la mesa por mí. Ya saben cómo. Exactamente bien, ¿de acuerdo? —pidió mamá, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno.
Carlos y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papá era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba y nadie quería eso. Mi mamá siempre decía que papá tenía un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: “Los niños deberían se vistos y no oídos”, bueno, mi papá llevaba eso a otro extremo. En su lugar, le gustaba: “Los niños no deberían ser vistos u oídos”. A las 17:30 llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Carlos y yo éramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las 19:30 cuando teníamos que ir a la cama.
Carlos y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la puerta señalara que él estaba en casa. Podría sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezaron a sudar mientras rezaba en mi cabeza que él hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, estaba de un humor realmente bueno y me besaba y abrazaba. Me decía la niñita tan especial que era, y lo mucho que me quería. Eso sucedía normalmente los domingos. Mi mamá y Carlos iban a la práctica de hockey yo me quedaba en casa con mi padre. Aquellos domingos eran los peores, pero no le dije jamás a nadie de esos días, y lo mucho que me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho más que fuera un día de escuela cuando sólo lo veíamos para la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con ojos enojados, que cuando me mira con ojos suaves. No me gusta en absoluto, me hacía sentir incómoda, siempre hacía que me temblaran las manos. Afortunadamente, sin embargo, hoy apenas era lunes, así que tenía casi una semana antes de que tuviera que preocuparme por eso de nuevo.
Un par de minutos después, él entró. Carlos me lanzó una mirada que me decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenía cabello oscuro, del mismo color del de Carlos. Tenía ojos marrones, y siempre tenía el ceño fruncido.
—Hola, niños —dijo con su ruidosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizó por mi columna cuando habló. Puso su maletín a un lado y tomó asiento a la cabeza de la mesa. Intenté no mostrar ninguna reacción; de hecho. Intenté no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía a todos en problemas o hacía algo mal.
Siempre parecía que era la que empeoraba las cosas para todos. No solía ser así, solía ser la niñita de papá, pero desde que empezó su trabajo, hace tres años, cambió. Nuestra relación con él cambió por completo. Él todavía me favorecía por encima de Carlos, pero cuando venía del trabajo, era como si quisiera pretender que Carlos y yo no estábamos allí. La forma en que miraba a Carlos algunas veces era como si estuviera deseando que no existiera, hacía que me doliera el estómago verlo mirar a mi hermano de esa forma.
—Hola, papá —respondimos ambos al mismo tiempo. Justo entonces, mi mamá vino cargando la pasta y un plato de pan de ajo.
—Esto se ve bien, Margaret —dijo él, dándole una sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intenté no moverme incómodamente en mi lugar—. Entonces, ¿cómo estuvo la escuela, Carlos? —le preguntó a mi hermano.
Carlos levantó la mirada nerviosamente.
—Estuvo bien, gracias. Intenté entrar al equipo de hockey sobre hielo y James y yo… —empezó a decir, pero mi papá asintió, sin escuchar.
—Eso es genial, hijo —interrumpió él—. ¿Qué hay de ti, (TN)? —preguntó, volviendo su mirada hacia mi.
¡Oh, Dios! De acuerdo, sé cortés, no divagues.
—Bien, gracias —respondí calladamente.
—¡Habla más alto, niña! —gritó.
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
—Estuvo bien, gracias —repetí un poco más fuerte.
Él frunció el ceño y luego se volvió hacia mi mamá, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
—Entonces, Margaret, ¿qué has estado haciendo hoy? —preguntó, comiendo su cena.
—Bueno, fui al supermercado y conseguí ese estofado que te gusta, y luego planché un poco —respondió mi mamá rápidamente. Sonaba como una respuesta preparada, siempre hacía eso, tenía sus respuestas listas de modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí la mano por mi bebida, pero no estaba observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa. Los ojos de todos volaron hacia mi padre, que se levantó de un salto de su silla.
—¡Mierda! ¡(TN), estúpida pequeña perra! —gruñó, agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi espalda golpeó la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de llorar. Llorar lo empeoraba todo; iba a golpearme. Sostuve el aliento esperando el golpe, sabiendo que no había nada que pudiera hacer más que soportarlo, igual que siempre.
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| BIEN ESPERO QUE LES GUSTE :)
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
COMO SOY TANN BUENA LES DEJARE OTRO CAPITULO :)
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capitulo 2:
Mi hermano se levantó de un salto de su silla y se abalanzó sobre mí, envolviendo con fuerza sus brazos a mi alrededor, cubriéndome.
—¡Suéltala, Carlos! ¡Necesita aprender a ser más cuidadosa! —gritó mi padre, agarrando a Carlos de su ropa y lanzándolo al piso. Me abofeteó, enviándome al piso también, luego se volvió hacia Carlos y lo pateó en la pierna, haciéndolo gemir—. ¡No te metas en mi camino de nuevo, pequeño pedazo de mierda! —le gritó, mientras Carlos estaba acurrucado como una bola en el piso.
Lágrimas silenciosas corrían por mi cara. No podía soportar ver herido a mi hermano; él sólo estaba intentando protegerme. Carlos siempre hacía eso.
Cuando me metía en problemas, él provocaba a mi padre de modo que la tomara contra él en su lugar.
Mi padre levantó su plato y su bebida, caminó a zancadas hacia la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros siendo “los peores niños en el mundo” y “cómo mierda se quedó atrapado en esta vida”.
Me arrastré hasta mi hermano y envolví mis brazos alrededor suyo con fuerza, aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello. Él gimió y se levantó para sentarse, abrazándome de vuelta, frotando su mano por mi mejilla punzante.
—Lo siento, Carlos. Lo siento —murmuré en voz baja, llorando sobre su hombro.
Él negó con la cabeza.
—Está bien, (tu apodo). No es culpa tuya —dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayudé a levantarse. Podía oír movimiento así que levanté la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.
—Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien? —ordenó, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenía que ir a donde mi padre y hacer control de daños, él estaría de mal humor por mi error y ella tenía que calmarlo antes de que pasase algo más—. Los veré a la mañana. Los quiero a los dos. Por favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones —ordenó, rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero prefería que la casa fuera más pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo Papá, llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces.
Carlos vino a mi habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomó mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente culpa mía.
Empecé a sollozar así que Carlos envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. Él siempre parecía mucho mayor que yo; era como más maduro que yo.
—Está bien. Todo está bien,(tu apodo(lo pondre ta)) . No te preocupes —susurró, acariciándome el pelo.
Una vez que me calmé, y los gritos habían cesado, jugamos a las cartas por un rato.
Cuando estábamos en la mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Carlos se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embrago, gracias al cielo. Dejé escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y miré a Carlos, quien esbozó una pequeña sonrisa.
—Mejor me voy a mi habitación, son pasadas la siete —dijo mirando a mi despertador—. Cierra con llave la puerta. Te veré mañana —dijo con un guiño. Salió de la habitación y lo observé arrastrarse por el pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mí—. Cierra con llave la puerta, (ta)—susurró esperando ahí, observándome.
Cerré la puerta con llave rápidamente como me dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuché para asegurarme que Carlos hiciera lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tiré sobre ella, llorando silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡Había sido estúpida esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a mi madre también, por el sonido de los ruidos en el salón.
De repente, se produjo un rasguño, un ruido golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a James fuera, mirándome con tristeza. Me levanté y corrí hacia la ventana y la deslicé hacia arriba silenciosamente preguntándome qué demonios estaba haciendo aquí. ¿No debería estar en su casa?
—¿James, qué estás haciendo aquí? ¡Tienes que irte, ahora! —le grité susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el chico estúpido solo trepó a mi habitación por la ventana, cerrándola silenciosamente detrás de él.
Contuve la respiración, mirando a mi puerta con los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le gustaba que James viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy ruidoso.
—¡James, sal! —susurré, desesperadamente intentando empujarlo de vuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntándome que haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que James estaba aquí. James no se movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mío con fuerza y me trajo contra su pecho. Traté de empujarlo, pero él solo me sostuvo con más fuerza.
—Está bien —susurró, acariciando mi pelo. Empecé a llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Carlos siendo herido antes inundaron mi cabeza.
James era alto para su edad; tenía diez, igual que Carlos. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos mudamos hace cuatro años. Tenía el pelo castaño castaño, el cual normalmente ponía en punta con demasiado gel, y ojos marrones verdosos que eran como ventanas a su alma. Cuando James te miraba te hacía sentir como si pudieras volar. Era muy lindo; todas mis amigas estaban locas por él por alguna razón. James y yo, sin embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo, me pone la traba, me tira del pelo, y tiene esa molesta costumbre de llamarme Ángel por alguna razón, me llamó así desde el momento en que me conoció y realmente me pone furiosa.
¿Qué demonios estaba haciendo aquí ahora? ¿Y por qué estaba abrazándome? Tal vez pensó que esta era la habitación de Carlos, tal vez se acercó a la ventana equivocada —pero no podía estar en lo cierto porque la habitación de Carlos estaba en la otra parte del vestíbulo, su ventana daba al patio trasero.
Me eché hacia atrás para mirarlo. Por alguna razón él se veía tan triste; tenía lágrimas en sus ojos mientras se limitaba a seguir abrazándome. Él sabía sobre mi padre, Carlos había sido cubierto por moretones una vez y le soltó la verdad a él. Carlos y yo rogamos que no dijera nada, sin embargo, nunca lo ha hecho.
—¿Qué estás haciendo aquí, James? —susurré, limpiándome la cara, pero las lágrimas siguieron cayendo.
Me tiró sobre la cama, meciéndome suavemente, igual que Carlos siempre hacía cuando lloraba. Miré su pecho y me di cuenta que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un poco confundida en cuanto a por qué tendría puesto eso, hacía mucho frío fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Miré al reloj para ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante más de una hora.
—Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y asegurarme de que estabas bien —susurró a su vez, todavía abrazándome con fuerza.
Volví a mirar la ventana. La habitación de James estaba directamente en frente de la mía y podía ver su interior, lo que significaba que él podía ver en la mía.
Me mordí el labio, ¡Oh! Me había visto llorando, tengo que verme tan débil para él. Las únicas personas ante las cuales alguna vez había llorado eran mi madre y Carlos.
—Estoy bien. Tienes que irte —susurré empujándolo otra vez, tratando de sacarlo de la cama.
Se limitó a negar con la cabeza.
—No me voy hasta que dejes de llorar —declaró, tirándome hacia debajo de manera que ahora estábamos tumbados en mi cama, uno enfrente del otro. Tenía sus brazos envueltos alrededor mío tan fuerte que ni siquiera podía retorcerme. Me sentí segura y caliente. Me deslicé aún más cerca de él, presionando todo mi cuerpo con el suyo y sollocé en su pecho.
Me desperté a la mañana, todavía fuertemente envuelta en sus brazos; di un grito ahogado y miré al reloj 6:20 a.m.
—¡James! —susurré, sacudiéndolo.
—Ahh, ¿qué, mamá? —preguntó con sus ojos cerrados.
—¡Shhh! —siseé, rápidamente cubriendo su boca antes de que hablaste otra vez. No puedo creer que nos quedemos dormidos, esto está tan mal.
Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido, luego miró alrededor de mi habitación.
— Oh no, ¿me quedé dormido? —susurró, sentándose y pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en realidad se veía mejor que cuando tenía ese asqueroso gel en él
—Tienes que ir a casa, James. ¡Rápido! —dije, empujándolo hacia la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarré su mano haciendo que se detuviera. Levantó la vista hacia mí con una expresión confundida en su cara.
—Gracias —susurré, sonriéndole agradecidamente. Realmente necesitaba ese abrazo, esa fue probablemente la cosa más bonita que James alguna vez había hecho por mi.
Él me devolvió la sonrisa.
—De nada, Ángel —respondió, sonriendo y saliendo.
Vi como pasaba por el agujero de la valla y volvió a subir a su propia ventana. El pensamiento de James viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que mi estómago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación a la noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no hubiera despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera entrado aquí para encontrar a James en la cama durante la noche.
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capitulo 2:
Mi hermano se levantó de un salto de su silla y se abalanzó sobre mí, envolviendo con fuerza sus brazos a mi alrededor, cubriéndome.
—¡Suéltala, Carlos! ¡Necesita aprender a ser más cuidadosa! —gritó mi padre, agarrando a Carlos de su ropa y lanzándolo al piso. Me abofeteó, enviándome al piso también, luego se volvió hacia Carlos y lo pateó en la pierna, haciéndolo gemir—. ¡No te metas en mi camino de nuevo, pequeño pedazo de mierda! —le gritó, mientras Carlos estaba acurrucado como una bola en el piso.
Lágrimas silenciosas corrían por mi cara. No podía soportar ver herido a mi hermano; él sólo estaba intentando protegerme. Carlos siempre hacía eso.
Cuando me metía en problemas, él provocaba a mi padre de modo que la tomara contra él en su lugar.
Mi padre levantó su plato y su bebida, caminó a zancadas hacia la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros siendo “los peores niños en el mundo” y “cómo mierda se quedó atrapado en esta vida”.
Me arrastré hasta mi hermano y envolví mis brazos alrededor suyo con fuerza, aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello. Él gimió y se levantó para sentarse, abrazándome de vuelta, frotando su mano por mi mejilla punzante.
—Lo siento, Carlos. Lo siento —murmuré en voz baja, llorando sobre su hombro.
Él negó con la cabeza.
—Está bien, (tu apodo). No es culpa tuya —dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayudé a levantarse. Podía oír movimiento así que levanté la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.
—Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien? —ordenó, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenía que ir a donde mi padre y hacer control de daños, él estaría de mal humor por mi error y ella tenía que calmarlo antes de que pasase algo más—. Los veré a la mañana. Los quiero a los dos. Por favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones —ordenó, rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero prefería que la casa fuera más pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo Papá, llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces.
Carlos vino a mi habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomó mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente culpa mía.
Empecé a sollozar así que Carlos envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. Él siempre parecía mucho mayor que yo; era como más maduro que yo.
—Está bien. Todo está bien,(tu apodo(lo pondre ta)) . No te preocupes —susurró, acariciándome el pelo.
Una vez que me calmé, y los gritos habían cesado, jugamos a las cartas por un rato.
Cuando estábamos en la mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Carlos se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embrago, gracias al cielo. Dejé escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y miré a Carlos, quien esbozó una pequeña sonrisa.
—Mejor me voy a mi habitación, son pasadas la siete —dijo mirando a mi despertador—. Cierra con llave la puerta. Te veré mañana —dijo con un guiño. Salió de la habitación y lo observé arrastrarse por el pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mí—. Cierra con llave la puerta, (ta)—susurró esperando ahí, observándome.
Cerré la puerta con llave rápidamente como me dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuché para asegurarme que Carlos hiciera lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tiré sobre ella, llorando silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡Había sido estúpida esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a mi madre también, por el sonido de los ruidos en el salón.
De repente, se produjo un rasguño, un ruido golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a James fuera, mirándome con tristeza. Me levanté y corrí hacia la ventana y la deslicé hacia arriba silenciosamente preguntándome qué demonios estaba haciendo aquí. ¿No debería estar en su casa?
—¿James, qué estás haciendo aquí? ¡Tienes que irte, ahora! —le grité susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el chico estúpido solo trepó a mi habitación por la ventana, cerrándola silenciosamente detrás de él.
Contuve la respiración, mirando a mi puerta con los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le gustaba que James viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy ruidoso.
—¡James, sal! —susurré, desesperadamente intentando empujarlo de vuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntándome que haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que James estaba aquí. James no se movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mío con fuerza y me trajo contra su pecho. Traté de empujarlo, pero él solo me sostuvo con más fuerza.
—Está bien —susurró, acariciando mi pelo. Empecé a llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Carlos siendo herido antes inundaron mi cabeza.
James era alto para su edad; tenía diez, igual que Carlos. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos mudamos hace cuatro años. Tenía el pelo castaño castaño, el cual normalmente ponía en punta con demasiado gel, y ojos marrones verdosos que eran como ventanas a su alma. Cuando James te miraba te hacía sentir como si pudieras volar. Era muy lindo; todas mis amigas estaban locas por él por alguna razón. James y yo, sin embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo, me pone la traba, me tira del pelo, y tiene esa molesta costumbre de llamarme Ángel por alguna razón, me llamó así desde el momento en que me conoció y realmente me pone furiosa.
¿Qué demonios estaba haciendo aquí ahora? ¿Y por qué estaba abrazándome? Tal vez pensó que esta era la habitación de Carlos, tal vez se acercó a la ventana equivocada —pero no podía estar en lo cierto porque la habitación de Carlos estaba en la otra parte del vestíbulo, su ventana daba al patio trasero.
Me eché hacia atrás para mirarlo. Por alguna razón él se veía tan triste; tenía lágrimas en sus ojos mientras se limitaba a seguir abrazándome. Él sabía sobre mi padre, Carlos había sido cubierto por moretones una vez y le soltó la verdad a él. Carlos y yo rogamos que no dijera nada, sin embargo, nunca lo ha hecho.
—¿Qué estás haciendo aquí, James? —susurré, limpiándome la cara, pero las lágrimas siguieron cayendo.
Me tiró sobre la cama, meciéndome suavemente, igual que Carlos siempre hacía cuando lloraba. Miré su pecho y me di cuenta que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un poco confundida en cuanto a por qué tendría puesto eso, hacía mucho frío fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Miré al reloj para ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante más de una hora.
—Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y asegurarme de que estabas bien —susurró a su vez, todavía abrazándome con fuerza.
Volví a mirar la ventana. La habitación de James estaba directamente en frente de la mía y podía ver su interior, lo que significaba que él podía ver en la mía.
Me mordí el labio, ¡Oh! Me había visto llorando, tengo que verme tan débil para él. Las únicas personas ante las cuales alguna vez había llorado eran mi madre y Carlos.
—Estoy bien. Tienes que irte —susurré empujándolo otra vez, tratando de sacarlo de la cama.
Se limitó a negar con la cabeza.
—No me voy hasta que dejes de llorar —declaró, tirándome hacia debajo de manera que ahora estábamos tumbados en mi cama, uno enfrente del otro. Tenía sus brazos envueltos alrededor mío tan fuerte que ni siquiera podía retorcerme. Me sentí segura y caliente. Me deslicé aún más cerca de él, presionando todo mi cuerpo con el suyo y sollocé en su pecho.
Me desperté a la mañana, todavía fuertemente envuelta en sus brazos; di un grito ahogado y miré al reloj 6:20 a.m.
—¡James! —susurré, sacudiéndolo.
—Ahh, ¿qué, mamá? —preguntó con sus ojos cerrados.
—¡Shhh! —siseé, rápidamente cubriendo su boca antes de que hablaste otra vez. No puedo creer que nos quedemos dormidos, esto está tan mal.
Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido, luego miró alrededor de mi habitación.
— Oh no, ¿me quedé dormido? —susurró, sentándose y pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en realidad se veía mejor que cuando tenía ese asqueroso gel en él
—Tienes que ir a casa, James. ¡Rápido! —dije, empujándolo hacia la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarré su mano haciendo que se detuviera. Levantó la vista hacia mí con una expresión confundida en su cara.
—Gracias —susurré, sonriéndole agradecidamente. Realmente necesitaba ese abrazo, esa fue probablemente la cosa más bonita que James alguna vez había hecho por mi.
Él me devolvió la sonrisa.
—De nada, Ángel —respondió, sonriendo y saliendo.
Vi como pasaba por el agujero de la valla y volvió a subir a su propia ventana. El pensamiento de James viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que mi estómago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación a la noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no hubiera despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera entrado aquí para encontrar a James en la cama durante la noche.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Necesito lectoras :C pero igual nunca cancelare la nove!! es hermosa! C:
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Hola vale.!!!
Soy yo Clau (:
Me encanta la nove
Soy tu fiel lectora
Si no comento seguido, mil disculpas (:
Siguela pronto
BESOS
Soy yo Clau (:
Me encanta la nove
Soy tu fiel lectora
Si no comento seguido, mil disculpas (:
Siguela pronto
BESOS
clau sanchez
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Holaaaaa clauu :3 me alegra que te pásate jeje necesitaba lectorasclau sanchez escribió:Hola vale.!!!
Soy yo Clau (:
Me encanta la nove
Soy tu fiel lectora
Si no comento seguido, mil disculpas (:
Siguela pronto
BESOS
y claro yo también entiendo que tampoco comentes mucho por el colegio y peor si eres nueva te deseo suerte! C: mañana la sigo
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Holaaa.!! jeje si llegue (:valeerusher escribió:Holaaaaa clauu :3 me alegra que te pásate jeje necesitaba lectorasclau sanchez escribió:Hola vale.!!!
Soy yo Clau (:
Me encanta la nove
Soy tu fiel lectora
Si no comento seguido, mil disculpas (:
Siguela pronto
BESOS
y claro yo también entiendo que tampoco comentes mucho por el colegio y peor si eres nueva te deseo suerte! C: mañana la sigo
Gracias (: espero me valla mejor en este cole (:
Si leo los caps, pero por mi cel y cuando pueda comento (: va?
BESOS
clau sanchez
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
claro xd yo ago eso pero los CAPS por la compu :Dclau sanchez escribió:Holaaa.!! jeje si llegue (:valeerusher escribió:Holaaaaa clauu :3 me alegra que te pásate jeje necesitaba lectorasclau sanchez escribió:Hola vale.!!!
Soy yo Clau (:
Me encanta la nove
Soy tu fiel lectora
Si no comento seguido, mil disculpas (:
Siguela pronto
BESOS
y claro yo también entiendo que tampoco comentes mucho por el colegio y peor si eres nueva te deseo suerte! C: mañana la sigo
Gracias (: espero me valla mejor en este cole (:
Si leo los caps, pero por mi cel y cuando pueda comento (: va?
BESOS
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CHICA AQUI TU NUEVA Y FIEL LECTORA ME ENCANTO TU NOVE DEVES SEGUIRLA JEJE BUENO SOLO TE DIRE QUE LA AMO Y TIENES QUE SEGUIRLA LINDA JEJEJE OK IGUUUANO LA AMO XOXO ESPERO QUE TE PASES POR MIS NOVES TE LAS DEJO AKA SI ES QUE QUIERES LEERLAS
LA BELLA & LA BESTIA (JAMES MASLOW YTU)
MY CYBER LOVER (JAMES MASLOW Y TU)
THE WALKING DEAD (BTR Y TU)
50 SOMBRAS DE MASLOW ( JAMES MASLOW Y TU) HOT
BUENO ESPERO Y TE PUEDAS DAR UN ROLL CLARO SOLO SI TU QUIERES OK BYE XOXO ENCERIO SIGUELA ME ENCANTO JEJE
LA BELLA & LA BESTIA (JAMES MASLOW YTU)
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50 SOMBRAS DE MASLOW ( JAMES MASLOW Y TU) HOT
BUENO ESPERO Y TE PUEDAS DAR UN ROLL CLARO SOLO SI TU QUIERES OK BYE XOXO ENCERIO SIGUELA ME ENCANTO JEJE
Jacke Maslow Pena *
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
HOLA,HOLI,HOLIS,HOLIWIS,HOLA,WAZAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
NUEVA LECTORA REPORTANDOSE MELLAMO JAVIERA PERO DIME PAZ QUE ESMI SEGUNDO NOMBRE Y ME GUSTA MAAS
PLISS SIGUELA PRONTO QUE ESTA TAN BIURRI BESOS SI NESECITAS CHICAS PARA CARLOS AVISAME
CHAUUUUUUU
NUEVA LECTORA REPORTANDOSE MELLAMO JAVIERA PERO DIME PAZ QUE ESMI SEGUNDO NOMBRE Y ME GUSTA MAAS
PLISS SIGUELA PRONTO QUE ESTA TAN BIURRI BESOS SI NESECITAS CHICAS PARA CARLOS AVISAME
CHAUUUUUUU
rusher46
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
HOLA :D ME ENCANTA QUE TE ENCANTE! JAJAJA SI ME VOY A PASAR JEJE OHH THE WALKING DEAD JEJEJE LA SEGUIRE DENTRO UNA RATITO ;D BESOSJacke Maslow Pena * escribió:CHICA AQUI TU NUEVA Y FIEL LECTORA ME ENCANTO TU NOVE DEVES SEGUIRLA JEJE BUENO SOLO TE DIRE QUE LA AMO Y TIENES QUE SEGUIRLA LINDA JEJEJE OK IGUUUANO LA AMO XOXO ESPERO QUE TE PASES POR MIS NOVES TE LAS DEJO AKA SI ES QUE QUIERES LEERLAS
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50 SOMBRAS DE MASLOW ( JAMES MASLOW Y TU) HOT
BUENO ESPERO Y TE PUEDAS DAR UN ROLL CLARO SOLO SI TU QUIERES OK BYE XOXO ENCERIO SIGUELA ME ENCANTO JEJE
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
HILIWIS!! JAJAJA ME ALEGRA QUE TE PASASTE PAZ DENTRO UN RATITO LA SEGUIRE ;Drusher46 escribió:HOLA,HOLI,HOLIS,HOLIWIS,HOLA,WAZAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
NUEVA LECTORA REPORTANDOSE MELLAMO JAVIERA PERO DIME PAZ QUE ESMI SEGUNDO NOMBRE Y ME GUSTA MAAS
PLISS SIGUELA PRONTO QUE ESTA TAN BIURRI BESOS SI NESECITAS CHICAS PARA CARLOS AVISAME
CHAUUUUUUU
valeerusher
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