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Bring me to life |N.C|
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Re: Bring me to life |N.C|
¡Caro! Ame el capitulo... Estuvo super :eaea:
Jjshkjasda... ¡Ya estoy escribiendo el mio!
Va ha estar super mistico jkshjkhad... ¡Besos de chocolates!
Michie x
Jjshkjasda... ¡Ya estoy escribiendo el mio!
Va ha estar super mistico jkshjkhad... ¡Besos de chocolates!
Michie x
moondust.
Re: Bring me to life |N.C|
Nueva Lectora
Holaa! Mi nombre es Candela pero me pueden decir Cande!!! Realmente ame su novela! Primero que nada amo las novelas de vampiros, amo a los vampiros! Segundo amo a 1D y a Logan Lerman así que mucho mejor y Tercero el trama esta muy bueno me encanta sigan la pronto!!!Besos!!!
CandeDirectioner1313
Re: Bring me to life |N.C|
Bienvenida linda!! amo que la ames!!CandeDirectioner1313 escribió:Nueva LectoraHolaa! Mi nombre es Candela pero me pueden decir Cande!!! Realmente ame su novela! Primero que nada amo las novelas de vampiros, amo a los vampiros! Segundo amo a 1D y a Logan Lerman así que mucho mejor y Tercero el trama esta muy bueno me encanta sigan la pronto!!!
Besos!!!
gracias en serio!!
Besos y cuidate!!
Invitado
Invitado
Re: Bring me to life |N.C|
Capítulo 02
The place of my unhappiness.»Stephanie Marie Brown.
Abrí los ojos con miedo y la luz del día me encandiló, de inmediato los cerré y me los tallé con mis manos para que bajara el ardor. Después de unos 15 minutos seguía sin descubrir mis ojos, tenía miedo que al volver abrirlos amaneciera en el bosque de siempre, como los días anteriores.
— Que esté en mi cuarto, que sea mi casa. — Murmuraba constantemente para mí misma, bueno creo que eso es muy obvio, estaba sola y al parecer siempre lo estaría.
Conté mentalmente hasta tres y finalmente me decidí por enfrentar la realidad, al terminar de observar mi alrededor me desilusioné, árboles por aquí y por allá, yo me encontraba debajo de uno con flores rosadas, era el más hermoso de todo el lugar, la única parte que estaba lo suficientemente lejos y solitario como para poder lastimar a alguien.
Mis manos me temblaban al igual que mi labio inferior, estas eran señas de que me iba a echar a llorar, pero tenía que ser fuerte, tengo que ser fuerte. Sin embargo no lo logré. Se escapó un sollozo de mi boca seguido de muchas lágrimas que lograron empapar todo mi rostro, odiaba esta vida.
Cuando logré calmarme me puse el conjunto que tenía el día anterior que constaba de un vestido blanco con algunas flores que lo adornaba y me llegaba arriba de la rodilla, una chaqueta de cuero beige y unos tacones negros, lo había dejado detrás de una piedra para que no se me arruinara ya que después de cada transformación si la conservaba puesta terminaría rota; traté de acomodarme el cabello lo mejor posible, tomé mi bolso y me encaminé a mi departamento, que sólo utilizaba para cambiarme de ropa o para asearme, casi ni estoy ahí, en el día trabajando y en la noche merodeando en el bosque.
Duré caminando una hora y me arrepentí de haber llevado unos tacones tan altos, me dolían los pies y creo que al día siguiente tendría ampollas en ellos. Me paré cuatro cuadras antes para llegar a mi vivienda y me sobé los pies, realmente me dolían, decidí quitarme los tacones, los tomé con la mano derecha mientras que con la otra agarraba mi bolso y continué con mi camino.
Llegué al edificio donde se encontraba mi departamento, entré y saludé a Tom, el portero del edificio, y tomé el ascensor, estaba demasiado exhausta, lo último que quería hacer era subir escaleras, oprimí el número 5 y este comenzó a elevarse. Se abrieron las puertas y al instante salí ansiosa por tirarme a mi cama y dormir todo el día, pero eso no era posible porque a las 12 del mediodía tenía que ir a trabajar.
Saqué el llavero de mi bolso e inserté la llave en la puerta. En cuanto entre tiré todo lo que tenía cargando, corrí a la cama y me lancé encima de esta. Agarré mi celular del mueble de al lado de mi cama, me acomodé boca abajo poniendo una almohada debajo de mi barbilla y revisé la hora. 10:30 a.m. Marcaba la pantalla de este. ¿Tan rápido se pasó el tiempo?
Me levanté de la cama perezosamente y me metí a la ducha para relajarme porque lo necesitaba, salí con mi bata rosa puesta y busqué mi uniforme con el logo del lugar, que tenía que usar. Me cambié, me agarré el cabello en una coleta mal hecha con una liga, metí mis pies en unos zapatos MUCHO más cómodos que esos horribles tacones altos que había utilizado, e hice todas esas cosas para estar limpia y verme presentable.
Al terminar agarré otro bolso que tenía y metí en este todo lo que necesitaba que, por cierto, no era mucho. Salí del edificio y tomé un taxi, el trabajo estaba muy lejos como para ir caminando aparte seguía cansada, a veces suelo ser muy perezosa.
Luego de cuarenta minutos de camino muy aburrido, al fin llegamos a “Il piacere di mangiare”, que quiere decir, “El placer de comer”. Le pagué al taxista y me introduje al lugar. Era el restaurant más famoso de la ciudad, por lo tanto siempre tenía mucha clientela y hoy no sería la excepción, llegué con Marie, que era la hija del dueño del restaurant, ella estaba detrás del mostrador cobrando las órdenes, estaba muy ocupada pero tenía que informarle que ya había llegado si no me contaba como falta y me descontarían eso de mi salario.
— Hola Marie. — dije tocándole el hombro para que se diera cuenta de mi presencia. — Perdona la interrupción, sólo quería avisarte que he llegado a mi turno.
— ¡Oh!, no te preocupes Steph. — dijo comprensiva. — Que bueno que has llegado porque hoy hay mucho trabajo que hacer.
— Eso no es novedad. — musité pero al parecer ella me escuchó.
— Ya lo sé, pero ¿quién nos culpa por hacer la mejor comida Italiana de todo el mundo?
Reímos, a veces Marie era muy exagerada. Su padre llegó e interrumpió la charla, si así podría llamarse, que teníamos.
— Bueno señoritas, basta de charlar. Menos plática y más acción. — Cuando dijo esto dio dos aplausos que hizo que me exaltara.
— Steph, ya oíste al señor gruñon. — Sólto una risa por el apodo que se le ocurrió ponerle a su papá, mientras que él hacía cara de ofendido, yo sólo reía por los gestos que hacían. — ¡Manos a la obra!
Tomé un mandil para colocármelo y agarré de uno de los cajones del mostrador una libreta y una pluma y me puse en marcha con mi trabajo.
Platos por aquí, comida por allá, ordenes por acá. Había demasiado trabajo, pero siempre tiene que terminar.
— ¡Hey! — Escuché a lo lejos, pero no distinguía de quien era la voz. — Steph. — Y eso contestó mi duda, Marie era la única que me llamaba así. — Ten, come algo, es momento de que descanses. A parte ya casi no hay clientes.
Me arrimó un plato de spaguetti, mi favorito. Con todo el ajetreo del día ni siquiera desayuné ni comí, creo que era hora de llenar el hueco que tenía en el estómago.
— Gracias. — le dije con una sonrisa en el rostro y empecé a comer la delicia que había en el plato.
Me tocaron el hombro y volteé, era Marie.
— Steph, perdona que te interrumpa, pero en la mesa dos hay un nuevo cliente y tú sabes que no se atenderlos bien.
Huy que si no sabía atenderlos. La última vez que repartió las órdenes terminó echándoles encima la comida y se ganó un gran regaño de parte de su padre.
— Tranquila, está bien. Yo voy — dije para que se tranquilizara. — De todos modos, ese es mi trabajo.
Llegué a la mesa dos donde se encontraba un chico como de mi edad, era muy apuesto.
— ¡Bienvenido a Il piacere di mangiare! —comencé con el típico saludo pero con la cabeza gacha, sólo estaba ahí para atender no para socializar. — ¿Qué desea pedir?
— Primero quisiera saber el nombre de la hermosa señorita que me está atendiendo.
Volteé a verlo, él tenía una sonrisa de lado en el rostro, de inmediato me ruboricé y volví mi vista al suelo.
— Stephanie. — Murmuré entredientes, una de las reglas del restaurant era no platicar con los clientes dentro del trabajo.
— Bonito nombre de una hermosa chica. — Dijo viéndome fijamente.
Yo me encontraba totalmente roja.
— Gracias. — Susurré.
— Creo que ya sé que pedir. — Vio el menú y luego se dirigió hacia mí. — Stephanie sería muy amable de traerme una pizza de pepperoni con extra queso para llevar.
Amable, educado y apuesto. ¿Qué más puedo pedir?
¡¿Pero qué diablos estoy pensando?!
¡Concéntrate Steph!
Vaya, creo que me estoy volviendo loca, hablando conmigo misma.
— Si quiere puede decirme Steph. — ¡¿Qué?!, enserio creo que estoy perdiendo la cabeza. — Enseguida se la traigo.
Llegué a la cocina donde dejé el pedido a Lore, la cocinera. Marie llegó a mí lado y me jaló a un lugar apartado.
— Hey, picarona. ¿Qué pasó? —Preguntó, como siempre tan curiosa.
— ¿Qué pasó de qué? — Me hice la que no sabía nada, no quería hablar del tema.
— Steph, no te hagas, tu sabes bien a lo que me refiero. Yo vi todo.
— Sólo me pidió que le dijera mi nombre, una pizza y ya. ¿Contenta?
— Heeey, si que eres ciega. El chico claramente estaba coqueteando contigo.
El sonido de la campanita de la concina nos interrumpió.
— Bueno ya está el pedido. — Y corrí hasta la cocina para librarme de esa incómoda charla.
— ¡TE SALVÓ LA CAMPANA! — Gritó y yo sólo reí.
Tomé la pizza mientras tomaba la nota donde decía el precio que era. Fui hasta la mesa donde se encontraba el chico apuesto, este en cuando me vio una sonrisa se plasmó en su rostro.
— Aquí está su pedido. — dije mientras le entregaba todo.
— Gracias linda. — Me entregó el dinero y aparte una nota. Se retiró del lugar con una sonrisa en el rostro y dejándome confundida.
Llegué al mostrador para acomodar el dinero pero me di cuenta de que era más de lo que costaba la pizza, luego vi la nota que tenía en la mano y la leí.
Steph:
Gracias por atenderme, ya sé que te di dinero de más así que quédate con el cambio.
Eres muy hermosa y quisiera salir contigo.
Espero tu llamada. 3335362315
Por cierto, me llamo Liam.
Al terminar de leer me llevé la nota al pecho, creo que no pude estar más roja y no sé por qué tenía una sonrisa plasmada en el rostro.
Guardé la nota en mi bolso, pero estoy muy segura de que no la utilizaré.
Ya había terminado mi turno y estaba a punto de anochecer, me apresuré a tomar mis cosas para tomar rumbo al lugar de siempre, al lugar de mi infelicidad.
— Que esté en mi cuarto, que sea mi casa. — Murmuraba constantemente para mí misma, bueno creo que eso es muy obvio, estaba sola y al parecer siempre lo estaría.
Conté mentalmente hasta tres y finalmente me decidí por enfrentar la realidad, al terminar de observar mi alrededor me desilusioné, árboles por aquí y por allá, yo me encontraba debajo de uno con flores rosadas, era el más hermoso de todo el lugar, la única parte que estaba lo suficientemente lejos y solitario como para poder lastimar a alguien.
Mis manos me temblaban al igual que mi labio inferior, estas eran señas de que me iba a echar a llorar, pero tenía que ser fuerte, tengo que ser fuerte. Sin embargo no lo logré. Se escapó un sollozo de mi boca seguido de muchas lágrimas que lograron empapar todo mi rostro, odiaba esta vida.
Cuando logré calmarme me puse el conjunto que tenía el día anterior que constaba de un vestido blanco con algunas flores que lo adornaba y me llegaba arriba de la rodilla, una chaqueta de cuero beige y unos tacones negros, lo había dejado detrás de una piedra para que no se me arruinara ya que después de cada transformación si la conservaba puesta terminaría rota; traté de acomodarme el cabello lo mejor posible, tomé mi bolso y me encaminé a mi departamento, que sólo utilizaba para cambiarme de ropa o para asearme, casi ni estoy ahí, en el día trabajando y en la noche merodeando en el bosque.
Duré caminando una hora y me arrepentí de haber llevado unos tacones tan altos, me dolían los pies y creo que al día siguiente tendría ampollas en ellos. Me paré cuatro cuadras antes para llegar a mi vivienda y me sobé los pies, realmente me dolían, decidí quitarme los tacones, los tomé con la mano derecha mientras que con la otra agarraba mi bolso y continué con mi camino.
Llegué al edificio donde se encontraba mi departamento, entré y saludé a Tom, el portero del edificio, y tomé el ascensor, estaba demasiado exhausta, lo último que quería hacer era subir escaleras, oprimí el número 5 y este comenzó a elevarse. Se abrieron las puertas y al instante salí ansiosa por tirarme a mi cama y dormir todo el día, pero eso no era posible porque a las 12 del mediodía tenía que ir a trabajar.
Saqué el llavero de mi bolso e inserté la llave en la puerta. En cuanto entre tiré todo lo que tenía cargando, corrí a la cama y me lancé encima de esta. Agarré mi celular del mueble de al lado de mi cama, me acomodé boca abajo poniendo una almohada debajo de mi barbilla y revisé la hora. 10:30 a.m. Marcaba la pantalla de este. ¿Tan rápido se pasó el tiempo?
Me levanté de la cama perezosamente y me metí a la ducha para relajarme porque lo necesitaba, salí con mi bata rosa puesta y busqué mi uniforme con el logo del lugar, que tenía que usar. Me cambié, me agarré el cabello en una coleta mal hecha con una liga, metí mis pies en unos zapatos MUCHO más cómodos que esos horribles tacones altos que había utilizado, e hice todas esas cosas para estar limpia y verme presentable.
Al terminar agarré otro bolso que tenía y metí en este todo lo que necesitaba que, por cierto, no era mucho. Salí del edificio y tomé un taxi, el trabajo estaba muy lejos como para ir caminando aparte seguía cansada, a veces suelo ser muy perezosa.
Luego de cuarenta minutos de camino muy aburrido, al fin llegamos a “Il piacere di mangiare”, que quiere decir, “El placer de comer”. Le pagué al taxista y me introduje al lugar. Era el restaurant más famoso de la ciudad, por lo tanto siempre tenía mucha clientela y hoy no sería la excepción, llegué con Marie, que era la hija del dueño del restaurant, ella estaba detrás del mostrador cobrando las órdenes, estaba muy ocupada pero tenía que informarle que ya había llegado si no me contaba como falta y me descontarían eso de mi salario.
— Hola Marie. — dije tocándole el hombro para que se diera cuenta de mi presencia. — Perdona la interrupción, sólo quería avisarte que he llegado a mi turno.
— ¡Oh!, no te preocupes Steph. — dijo comprensiva. — Que bueno que has llegado porque hoy hay mucho trabajo que hacer.
— Eso no es novedad. — musité pero al parecer ella me escuchó.
— Ya lo sé, pero ¿quién nos culpa por hacer la mejor comida Italiana de todo el mundo?
Reímos, a veces Marie era muy exagerada. Su padre llegó e interrumpió la charla, si así podría llamarse, que teníamos.
— Bueno señoritas, basta de charlar. Menos plática y más acción. — Cuando dijo esto dio dos aplausos que hizo que me exaltara.
— Steph, ya oíste al señor gruñon. — Sólto una risa por el apodo que se le ocurrió ponerle a su papá, mientras que él hacía cara de ofendido, yo sólo reía por los gestos que hacían. — ¡Manos a la obra!
Tomé un mandil para colocármelo y agarré de uno de los cajones del mostrador una libreta y una pluma y me puse en marcha con mi trabajo.
{…}
Platos por aquí, comida por allá, ordenes por acá. Había demasiado trabajo, pero siempre tiene que terminar.
— ¡Hey! — Escuché a lo lejos, pero no distinguía de quien era la voz. — Steph. — Y eso contestó mi duda, Marie era la única que me llamaba así. — Ten, come algo, es momento de que descanses. A parte ya casi no hay clientes.
Me arrimó un plato de spaguetti, mi favorito. Con todo el ajetreo del día ni siquiera desayuné ni comí, creo que era hora de llenar el hueco que tenía en el estómago.
— Gracias. — le dije con una sonrisa en el rostro y empecé a comer la delicia que había en el plato.
Me tocaron el hombro y volteé, era Marie.
— Steph, perdona que te interrumpa, pero en la mesa dos hay un nuevo cliente y tú sabes que no se atenderlos bien.
Huy que si no sabía atenderlos. La última vez que repartió las órdenes terminó echándoles encima la comida y se ganó un gran regaño de parte de su padre.
— Tranquila, está bien. Yo voy — dije para que se tranquilizara. — De todos modos, ese es mi trabajo.
Llegué a la mesa dos donde se encontraba un chico como de mi edad, era muy apuesto.
— ¡Bienvenido a Il piacere di mangiare! —comencé con el típico saludo pero con la cabeza gacha, sólo estaba ahí para atender no para socializar. — ¿Qué desea pedir?
— Primero quisiera saber el nombre de la hermosa señorita que me está atendiendo.
Volteé a verlo, él tenía una sonrisa de lado en el rostro, de inmediato me ruboricé y volví mi vista al suelo.
— Stephanie. — Murmuré entredientes, una de las reglas del restaurant era no platicar con los clientes dentro del trabajo.
— Bonito nombre de una hermosa chica. — Dijo viéndome fijamente.
Yo me encontraba totalmente roja.
— Gracias. — Susurré.
— Creo que ya sé que pedir. — Vio el menú y luego se dirigió hacia mí. — Stephanie sería muy amable de traerme una pizza de pepperoni con extra queso para llevar.
Amable, educado y apuesto. ¿Qué más puedo pedir?
¡¿Pero qué diablos estoy pensando?!
¡Concéntrate Steph!
Vaya, creo que me estoy volviendo loca, hablando conmigo misma.
— Si quiere puede decirme Steph. — ¡¿Qué?!, enserio creo que estoy perdiendo la cabeza. — Enseguida se la traigo.
Llegué a la cocina donde dejé el pedido a Lore, la cocinera. Marie llegó a mí lado y me jaló a un lugar apartado.
— Hey, picarona. ¿Qué pasó? —Preguntó, como siempre tan curiosa.
— ¿Qué pasó de qué? — Me hice la que no sabía nada, no quería hablar del tema.
— Steph, no te hagas, tu sabes bien a lo que me refiero. Yo vi todo.
— Sólo me pidió que le dijera mi nombre, una pizza y ya. ¿Contenta?
— Heeey, si que eres ciega. El chico claramente estaba coqueteando contigo.
El sonido de la campanita de la concina nos interrumpió.
— Bueno ya está el pedido. — Y corrí hasta la cocina para librarme de esa incómoda charla.
— ¡TE SALVÓ LA CAMPANA! — Gritó y yo sólo reí.
Tomé la pizza mientras tomaba la nota donde decía el precio que era. Fui hasta la mesa donde se encontraba el chico apuesto, este en cuando me vio una sonrisa se plasmó en su rostro.
— Aquí está su pedido. — dije mientras le entregaba todo.
— Gracias linda. — Me entregó el dinero y aparte una nota. Se retiró del lugar con una sonrisa en el rostro y dejándome confundida.
Llegué al mostrador para acomodar el dinero pero me di cuenta de que era más de lo que costaba la pizza, luego vi la nota que tenía en la mano y la leí.
Steph:
Gracias por atenderme, ya sé que te di dinero de más así que quédate con el cambio.
Eres muy hermosa y quisiera salir contigo.
Espero tu llamada. 3335362315
Por cierto, me llamo Liam.
Al terminar de leer me llevé la nota al pecho, creo que no pude estar más roja y no sé por qué tenía una sonrisa plasmada en el rostro.
Guardé la nota en mi bolso, pero estoy muy segura de que no la utilizaré.
{…}
Ya había terminado mi turno y estaba a punto de anochecer, me apresuré a tomar mis cosas para tomar rumbo al lugar de siempre, al lugar de mi infelicidad.
» Sky Rucco || Priscilla.
- Hola:
- Perdonen por tardar, se que este capítulo no merece la espera que hicieron, :lloro:
Tarde mucho porque ya no tengo aparatos, mi laptop está descargada porque el cargador no sirve y mi iPod de descompuso.
Lo siento :wut:
Espero con ansias el siguiente capítulo
Última edición por holiscrayolis el Dom 03 Nov 2013, 5:27 pm, editado 1 vez
holiscrayolis
Re: Bring me to life |N.C|
No digas eso... el capítulo está hermoso en serio!! liam es una cosita divina!! jeje
Solo acrodate que ella no puede tener una vida tan normal normal.. pero está perfecto el caítulo en serio! te quedo precioso!!
Prisci espero que la sigas pronto hermosa!! besosxx
Solo acrodate que ella no puede tener una vida tan normal normal.. pero está perfecto el caítulo en serio! te quedo precioso!!
Prisci espero que la sigas pronto hermosa!! besosxx
Invitado
Invitado
Re: Bring me to life |N.C|
El mensaje no se envió, recién me doy cuenta... Bueno, vuelvo a escribir.
Te quedo hermoso el capitulo. La verdad escribes bien, no se por que decis lo contrario... Me encanto la forma en la que Liam trato a Steph. Podre, tambien me dio lastima... Bueno, Sky seguro que va a sentir lo mismo.
En fin, me pongo a escribir mi capitulo. Besos.
Te quedo hermoso el capitulo. La verdad escribes bien, no se por que decis lo contrario... Me encanto la forma en la que Liam trato a Steph. Podre, tambien me dio lastima... Bueno, Sky seguro que va a sentir lo mismo.
En fin, me pongo a escribir mi capitulo. Besos.
Invitado
Invitado
Re: Bring me to life |N.C|
Jajssajjs... ¿El capi? ¡Hermoso! Steph y Liam hacen una linda pareja <3
jkahdkjs... Espero el capi de Pris sjkhdskj...
¡Besos a todas!
¡Y Bienvenida a la nueva lectora! ¡Muchos besos y abrazos!
jkahdkjs... Espero el capi de Pris sjkhdskj...
¡Besos a todas!
¡Y Bienvenida a la nueva lectora! ¡Muchos besos y abrazos!
moondust.
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