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Descripción Psicológica

Zoey carece de paciencia, o al menos eso es lo que dicen quienes la conocen. Se enoja tan rápido así como alguien aplaude. Al enojarse, su rostro enrojece y, en casos especiales, prefiere quedarse callada y atar su lengua para que no se le suelte y ahora sí, ocurra algo demasiado feo e intenso. En caso de que así sea, es mejor… Alejarse, a menos de que las intenciones sea o bien, quedar con baja autoestima o bien, con un trama o un golpe. Tiene un temperamento peculiar, y adora burlarse de los errores de los demás, ya sean comentarios bobos o demasiados estúpidos, de esos que obvian la situación retardada de una persona. Ama presumir, una vez que tiene la oportunidad, de su inteligencia, para así dejar en ridículo a quien no supo hacer dicha cosa correctamente. Mas no es de esas que se dedican día y noche a burlarse, literalmente, de las desgracias ajenas—desgracias graves, pues de vez en cuando de alguna que otra desgracia ligera sí se ríe—, y no es precisamente bullying lo que ejerce. Asimismo, una vez que se le conoce a fondo, respetando sus defectos, demuestra llegar a ser de lo más adorable y atenta. Es tan espontánea, que sus comentarios o reacciones pueden llegar a considerarse como una ternura completa. Y aunque ella detesta que la llamen “tierna”, agradece que no la vean como una persona repugnante y amargada. Si algún problema se le presente a uno de sus amigos, hará todo lo que esté a su alcance para asegurarse de que el mismo se sienta mucho mejor. Se preocupa por quienes le importan, y prácticamente, se entrega por completo a las personas. Un defecto, siempre que terminan traicionando su confianza, nunca la vuelven a recuperar. Y entonces, será de lo más fría, cruel y grosera que nunca antes hayas podido conocer.

Historia

Nació en New York, Estados Unidos. Se crió en el seno de una familia adoptiva, pues sus padres murieron —a sus 2 años de edad— en lo que al parecer fue un incendio, originado por una vela descuidada que dejaron en su habitación, en una noche de verano. Su madre pudo salvarla, llamando a gritos a la primera persona que estuviera a su alcance, y la dejó en la puerta, con ella en brazos, consumida por las llamas. Uno de los vecinos pudo tomar a la bebé en brazos y llamar a los bomberos, los cuales llegaron únicamente para sacar a los cadáveres de sus padres y apagar el desastre. A la pequeña Zoey se la llevaron a un refugio-hogar, donde Anna y Robert la encontraron —una joven pareja de recién casados que, lamentablemente, no pudieron concebir hijos—, y de inmediato quedaron encantados por sus preciosos ojos. Por el resto de su infancia, pubertad y parte de su adolescencia, fue buen criada en  Middlesbrough, Inglaterra, con amor, cuidados, y uno que otro descuido, puesto que ambos de sus padres trabajaban. Ambos no volvieron a adoptar, dejándola como desde su nacimiento, hija única.