Universidad Sumbline|NC|Fichas

Nombre N. Apellido

Descripción psicológica

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Descripción física

Historia

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Kaëlle J. Knowles.

Descripción psicológica

Digamos que Kaëlle siempre ha sido una chica con mucho carácter.
Desde siempre, Kaëlle ha sido una chica muy decidida. Siempre ha sabido lo que ha querido, y nunca ha dudado de si misma. Valiente y atrevida, es una chica que va siempre andando hacia delante, sin esconderse detrás de nadie. Siempre ha sido muy impulsiva, es muy impaciente y le cuesta horrores pensar antes de actuar, ya ni hablemos de pensar antes de hablar. Nunca ha soportado que la juzguen ni que la menosprecien por su apariencia, por su procedencia, o por ser mujer. Ella está a la altura de todo, ella sola se basta, y ella sola se cuida. Ante todo, Kaëlle es extraordinariamente orgullosa. Con un genio de mil demonios, Kaëlle es de gatillo fácil. Posee un carácter muy visceral, parece estar a la defensiva continuamente, y salta ante la mínima provocación. Sí, hay quién dice que está loca, o que es bipolar, y quizá tengan algo de razón. Kaëlle es muy agresiva, tiene muy poca paciencia, y muchas veces reacciona de forma algo exagerada. ¿Qué si es violenta? Bueno, para qué negarlo. Kaëlle tiene cierta tendencia a meterse en líos y, tras la muerte de su hermano, ha aprendido a salir de ellos por su cuenta; aunque no siempre de la forma más diplomática posible. Kaëlle es, ante todo, una chica fuerte. Ha pasado por muchas cosas a lo largo de su vida, cosas que la han curtido mucho. Es una joven firme en sus convicciones, fiel a sus ideas y a sus principios. Segura de si misma, Kaëlle nunca da signos de debilidad, es algo que odia. Jamás se deja pisar, es muy orgullosa y si tiene que abrirse paso a golpes no dudará en hacerlo, mas nunca deja que le falten al respeto. Valentina es como el agua, se amolda perfectamente al recipiente en el que se encuentre. Se le da bien adaptarse a cualquier situación, es astuta y sabe ahorrarse problemas. De la misma forma, es transparente, no le gusta andarse con medias verdades, para ella la sinceridad es lo primero. A pesar de ser una buena actriz, no le gusta tener que fingir o mentir de forma continua, por lo que no suele actuar con falsedad. Como un río, siempre vuelve a su cauce. No importa las trabas o los obstáculos que interpongan en su camino, Kaëlle siempre encuentra la forma de llegar a dónde se propone. Kaëlle es en cierto sentido peligrosa. Uno no puede fiarse de ella. Es independiente y solo busca su propio beneficio. Para ella, lo más importante es su propio bien, y opina que si no se preocupa por ella misma nadie más lo va a hacer. Es algo desconfiada y solitaria, tiene pocos amigos de verdad, pero los que tiene los cuida como nadie. Poca gente se gana el respeto de Kaëlle, pero una vez que alguien se hace un hueco en su corazón, podrá contar con ella siempre. Es fiel a sus amigos, los cuida y los protege de cualquier mal, jamás los traicionaría. Kaëlle es natural, sin tapujos, sin adornos. No le importa el qué dirán, ni las modas, ni los tabúes. Hace lo que quiere, como quiere, cuando quiere, sin importarle lo que pueda parecerle a la gente. En ese sentido es bastante rebelde, quiere vivir su vida como a ella le parezca, sin atender a lo que es correcto o moral. No entiende de timidez o vergüenza, rebosa tanta seguridad en si misma que a veces asusta. Roza la prepotencia y el egocentrismo en muchas ocasiones, se siente superior a mucha gente y no tiene problemas en presumir de ello. Kaëlle no discrimina a nadie por sus gustos, por religiones, sexualidades, razas o estatus sociales, pues en ese sentido es muy tolerante. Kaëlle juzga a la gente por sus actos, por su forma de vida y por su forma de ser, y es ahí cuando decide a quién respeta y a quién no. Su atrevimiento suele pasar al descaro, es lanzada y no le cuesta tomar la iniciativa, aunque también le encanta coquetear y jugar con la tentación. A la hora de expresarse, Kaëlle es una chica dotada del don de la palabra. Es casi imposible desarmarla verbalmente, tiene mucha labia y es muy ocurrente, por lo que nunca se queda sin palabras. Es muy ingeniosa, graciosa en sus comentarios y certera en sus ataques. Kaëlle puede tener una lengua muy afilada, sabe usar el sarcasmo y resulta de lo más venenosa cuando quiere serlo. En conjunto, podríamos decir que Kaëlle es una chica a la que no conviene conocer, a menos que no temas quemarte, cuando juegas con fuego. Kaëlle es valiente hasta ser irresponsablemente temeraria, es fuerte, leal a sus amigos y letal con sus enemigos. Es pasional, rebelde y sincera. Sarcástica, terca y mandona. Kaëlle puede ser muchas cosas, pero con ella nunca puedes saber qué te va a tocar.

Descripción física

Historia

Matthew Overstreet nació en Manchester, hace poco menos de medio siglo. Fue el cuarto de cinco hijos, una familia muy numerosa y difícil de mantener para unos padres con escasos recursos. El mayor de los hermanos pudo ir a la universidad, gracias a sus buenas notas, y llegó a ser médico, pero el resto no tuvieron tanta suerte. Matthew, al igual que la mayoría de sus hermanos, se vio obligado a trabajar antes de cumplir los quince años. Desde niños aprendieron a sacarse las castañas del fuego, sabían enfrentarse al trabajo duro, pues no tenían otra opción.  A los veinte años se independizó y se fue a Francia, en busca de la prosperidad. Comenzó a trabajar como mecánico, demostrando tener mucho talento para los vehículos, y allí conoció a Célianne. Trabajaba largas jornadas en un taller, con un salario que dejaba mucho que desear, pero disfrutaba de poder ganarse la vida de una forma honrada. Como no tenía muchos descansos, solía ir con sus compañeros de trabajo a comer a un bar cercano, que ofrecía menús que si bien no eran sofisticados, llenaban sus estómagos sin vaciar demasiado sus bolsillos. Y ahí estaba ella. Aún con la precaria iluminación del bar, entre nubes de humo y el intenso olor a humedad, ya le parecía hermosa. Célianne debía de tener apenas dieciocho años por aquel entonces, y trabajaba desde hacía varios años en aquel antro. No era mucho, pero era un oficio al fin y al cabo. Matthew siguió frecuentando aquel bar, hasta que consiguió estrechar un poco su relación con la camarera, lo suficiente como para invitarla a salir. Matthew y Célianne se casaron cuando él tenía veintiséis años y ella veinticuatro, tras haber quedado ésta embarazada y llevar casi cinco años de noviazgo. Apenas seis meses después de la boda, nació Christopher. Chris, para los amigos. Y Kaëlle nació apenas dos años más tarde. Ambos hermanos se criaron en un barrio poco destacado de Francia, en un gran bloque de cemento lleno de familias humildes como la suya. A pesar de no haber gozado nunca de lujos o de caprichos, Kaëlle recuerda su infancia como una época feliz. Se crió en el barrio, un barrio con delincuentes, pero seguro para los que pertenecían a él. Además, siempre estaba su hermano para cuidar de ella. Kaëlle siempre estuvo muy unida a Chris. Él la cuidaba como a una princesa, y ella siempre intentaba hacerle sentir orgulloso. Pero claro, las cosas no siempre son fáciles en un barrio como ese. Con los años, Kaëlle se fue dando cuenta de que su hermano cada vez se distanciaba más de ella y de su familia. Iba y venía como le daba la gana. Dejó el instituto. Empezó a consumir cosas, cosas peligrosas. En un primer momento Kaëlle no le dio importancia, todo el mundo lo hacía, incluso ella había bebido más alcohol de la cuenta en un par de ocasiones, a pesar de la edad que tenía. Por esa época, su hermano empezó a juntarse con un chico, un chaval de la edad de Kaëlle. Harry Styles. Kaëlle jamás olvidará ese nombre. Un nombre grabado en su piel con el fuego del primer amor, con la pasión de la primera experiencia en todo, con la fuerza del odio más intenso… Pero vayamos por partes. Harry y Chris pronto se volvieron inseparables, y no eran pocas las veces que Kaëlle se unía a ellos en sus correrías y gamberradas. Había algo en ese muchacho de quince años que intrigaba a Kaëlle, algo en sus ojos verdosos, algo en su sonrisa burlona… Y con la inocencia de sus quince años se enamoró completa y perdidamente de él, de esa forma de la que solo te enamoras cuando tienes quince años y aún no sabes nada de la vida. No recuerda exactamente cuándo empezó, como empezaron sus encuentros, sus besos y sus caricias. Se encontraban a escondidas, llevando en secreto una relación poco definida, pero intensa, muy intensa. Kaëlle se entregó completamente a Harry, le entregó todo, su corazón, su cuerpo y su alma. Solo tenía quince años y ya quería pasar el resto de su vida con él. Pero pocas veces la vida deja que pasen las cosas como uno desea. Kaëlle y Chris solían organizar fiestas muy a menudo, de hecho, tenían hasta cierta fama en el barrio. A pesar de la estrecha relación que mantenía Kaëlle con su hermano, y con Harry, rara vez la dejaban acudir a dichas fiestas. Y esta no fue una de ellas. De ese día Kaëlle recuerda el sonido del teléfono a las cuatro y treinta y cuatro de la madrugada, una llamada que la despertó, acompañada de una repentina tensión en la casa. Chris estaba en el hospital. Intentaban reanimarle. Había sufrido una sobredosis. Murió poco después, a las cuatro y cincuenta y siete de la madrugada. Kaëlle nunca lo olvidará. El día siguiente fue el funeral, y esa fue la primera vez que vio a Harry desde que todo cambió para siempre. No podía dejar de culparle a él. Él había organizado esa condenada fiesta. Él había estado drogándose con su hermano. Él no le hizo parar. Él le dejó morir. Él era el responsable. Kaëlle estaba pasando por él momento más difícil de toda su vida, estaba dolida, desecha, rota por dentro, y la única forma que encontró de canalizar todo ese dolor fue a través del odio. Sí, odió a Harry desde el primer momento en el que le vio, a él solo, sin Chris, porque Chris estaba muerto. Desde ese día se dedicó a perseguirle, insultándole y recordándole lo mucho que le despreciaba, hasta que un día, de la noche a la mañana, Harry desapareció sin dejar rastro. Le llegaron rumores, de que su madre se había vuelto a casar con un ricachón y que se había mudado toda la familia. No volvió a saber más de él. Casi cuatro años han pasado desde entonces, y muchas cosas han cambiado. Kaëlle sigue siendo una chica fuerte y orgullosa, pero ya no queda nada de inocencia en ella. No calló en los brazos de la droga, como hizo su hermano, pero sí acabó relacionándose con gente peligrosa. Kaëlle siempre ha sido una chica atlética, ágil y con un cierto talento para los trucos de magia. Sí, puede hacer aparecer una moneda de detrás de tu oreja, con la misma facilidad con la que puede hacer desaparecer tu cartera del bolsillo de tu chaqueta. Kaëlle se metió de lleno en el mundo de la delincuencia, y no puede decirse que le vaya mal. Es capaz de robar casi cualquier cosa, ropa de los centros comerciales, comida de los supermercados, productos de cualquier tienda… Cualquier cosa que esté al alcance de su mano, teléfonos, carteras, bolsos… Sin duda, tiene talento. La han pillado un par de veces, robando tonterías en alguna tienda, sobre todo al principio; pero es insignificante en proporción a lo que hace. Al cumplir los diecisiete años, decidió dejar su hogar y viajar a Suiza, la ciudad de sus sueños. Más concretamente, ingresó en la universidad Sumbline, ya que su hermano siempre quiso estar en esa universidad.

Tessa S. Cabbel

Descripción psicológica

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Descripción física

Historia

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Louis Tomlinson

Descripción psicológica

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Descripción física

Historia

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Nombre N. Apellido

Descripción psicológica

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Descripción física

Historia

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Nombre N. Apellido

Descripción psicológica

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Descripción física

Historia

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Michelle Marie Locke

Descripción psicológica

Edito.  

Descripción física

Historia

Edito  

Liam James Payne

Descripción psicológica

Edito.  

Descripción física

Historia

Edito  

Harry E. Styles.

Descripción psicológica

Tiende a mostrar un orgullo propio y afán de ser admirado, así que la palabra que le calificaría en este aspecto sería un completo vanidoso. Es consciente de lo que causa en varias mujeres, así que le es inevitable que opté en la mayoría de ocasiones por una actitud egocéntrica. ¿Qué tiene de malo quererse a sí mismo? Nada. Según él para querer primero a una persona te tienes que querer antes a ti mismo. Harry llega a ser un completo odioso si se lo propone. Suele ser bastante vulgar con su vocabulario y para nada le gusta que le digan lo que tiene o no que hacer, siempre hará lo que a él le parezca. Puede que alguna vez te suelte alguno de sus comentarios vulgares y simplemente te rías por la forma divertida que puedes ver que salga de sus labios. O puede que los suelte y te den ganas de pegarle una patada en los huevos. Usa mucho la ironía y sobre todo la burla. En ocasiones tan burlón que puede que varias veces llegue a ser hasta pesado. Nunca podrás estar a su lado y que mínimo no te suelte uno de sus comentarios burlones. ¿Amigos? Los que son de verdad y en los que confía son más bien pocos. Con aquellas personas con las que confía llegar a ser un buen amigo, sin ni si quiera plantearse puñaladas de por medio, no te dejaría de lado si te metes en algún lío. Eso sí, no tiene un pelo de imbécil, y aunque hayas sido durante años una importante amistad para él, si se la juegas olvídate de mantener su amistad. No perdona las puñaladas traperas a los que él considera sus verdaderas amistades pues él nunca haría aquello, así que si le jodes, él te joderá el triple; así de sencillo. No es ni hipócrita ni falso, la verdad es que suele llegar a ser un libro abierto en varios aspectos, pero si necesitara serlo para salvarse en alguna ocasión no dudaría en serlo. Sobre todo con sus padres. Irresponsable. Deja todo para el último momento sin importarle lo importante que puede ser aquel asunto o no. Puedes quedar con él a una hora que te vendrá vete tú a saber cuánto tarde, sea por el motivo que sea siempre llega tarde. Tiene en mente vivir la vida como a él le dé la maldita gana. No órdenes, no ataduras. El muchacho llega a ser rebelde y en ocasiones va a su bola. Le gusta divertirse, divertirse a lo grande, por lo tanto aquello implica fiesta tras fiesta. Borrachera tras otra y al día siguiente encontrarte con aquel sabor a alcohol todavía en tu boca. Salir de su apartamento para no volver hasta la mañana, levantarse a las tantas de la tarde y luego por la noche volver a irse. Así hasta que el cuerpo le tenga que decir basta. En cuanto al ámbito hostil, olvídate de aquel típico crío que se eche atrás hacia los problemas. Él no es así. Si eres una persona que no le caiga precisamente bien normalmente pasará de tu cara –acaso que no te tenga entre ceja y ceja– y ante todo momento pensará que él es más que tú con esos aires de superioridad que siempre tiene, pero si en algún momento le intentas fastidiar, a lo mínimo que sea, no se cortará en saltar, pues en esas situaciones tiende a ser algo impulsivo y si te tiene que soltar un guantazo te lo va a soltar. Sin tener luego ningún tipo de remordimiento. Siempre querrá quedar por encima de ti, sea en el ámbito que sea. Bien pueden ser palabras, como actos, bien puede ser una maldita tontería, como algo ya más grave. Es muy bueno contraatacando con las palabras. Muy cabezota, no se cansará hasta que cierres el pico antes que él. Tener la última palabra es algo que siempre está presente en él. Le dará igual si pueda parecer un crío, pues no le gusta perder en nada y quedar inferior a alguien. Si se lo propone puede llegar a ser realmente borde y estúpido. Sobre todo cuando está mosqueado o de mal humor. En el ámbito amoroso... Espera, ¿He dicho amoroso? Eso para él no existe. Mujeriego. La verdad es que le apasionan las mujeres y no ve el día en que comparta su vida solamente con una. Digamos que si se ha involucrado con alguna es simplemente para pasar una buena noche y satisfacer sus necesidades sexuales. Incluso puede llegar hasta parecer que las toma en cuenta como objetos sexuales. Si eres una mujer alguna que otra vez pensarás, tendrás ganas o directamente le darás una hostia por la forma de pensar que suele dar sobre ellas. Llega a ser bastante seductor si se lo propone, realmente sabe cómo actuar para que éstas le deseen. También hace falta decir que se le da fatal consolarlas. Es ver a una llorar y se bloquea sin saber que decirle. Así que si quieres buscarlo de consolador, como no sea de la otra forma ni si quiera te molestes, pues con lo patoso que es en aquel tema incluso puede hacerte sentir hasta peor. Si te deja bien claro lo que quiere, no esperes a que cambie de opinión, pues desde un primer momento tendrá claro con que mujeres será solamente una noche y con cuales quizás se pueda llegar a algo más. Si el muchacho te interesa, no te hagas más de la cuenta la difícil con él porque se cansará. Si alguna vez estuviera interesado en alguna y en un par de acercamientos lo rechazara acabaría pasando de ella, por muy diosa o buena que esté. Su orgullo es lo primero. Hay muchos peces en el mar, y ninguna merecería en exceso el tiempo que él podría dedicarles en intentar algo. O lo tomas o lo dejas, pero el tren donde está él no pasa dos veces.
Harry es... Simplemente Harry. Así de sencillo.

Descripción física

Historia

Nacido en unos barrios no muy famosos de Francia junto con sus dos mellizos, Dánte y Vöe. Fue el primero en nacer, por lo que es el hermano mayor. Fue fruto de una noche de pasión entre amantes de un hombre asquerosamente rico, con una muchacha bastante ingenua por aquel entonces de veintidós años, Cassidy. Quedó embarazada sin pretenderlo si quiera, y cuando se enteró de que eran tres, se le calló el mundo a los pies pues no tenía con qué mantener a un niño, mucho menos a tres. Todo su entorno le recomendaba abortar para evitarse problemas, además, aún era joven pero, ¿Cómo acabar con unas pequeñas vidas que recién estaban empezando? Le parecía muy cruel, le parecía matar. Se puso a buscar trabajo como loca pues el que tenía, no le llegaba más que para los gastos y comer poco. Pero era imposible, nadie la acogía en ningún trabajo. Fue a aquel hombre, para que le ayudase. Pero, insensible de él, la echó a patadas diciendo que no la conocía y que buscase al padre de las criaturas. Sus padres habían muerto y estaba completamente sola. Durante los nueve meses siguientes, estaba bastante desesperada, más cuando nacieron los tres niños, la cosa empeoró. Se los dejaba a una vecina de unos cincuenta años, que adoraba los niños y se ofreció a cuidarlos mientras ella buscaba un trabajo decente para poder mantener a su familia. Lo que esta mujer no sabía, es por el camino que tomaría Cassidy debido a su desesperación; la prostitución. Cassidy se prostituía y ganaba más dinero del que hubiese podido imaginar. La cosa iba mejorando poco a poco y siempre mentía sobre su trabajo, nadie lo sabía, ni siquiera su entorno más cercano hasta que un día, uno de sus amigos la descubrió. Cuando Harry tenía cinco años, recuerda que veía a su madre entrar a cada con muchos hombres durante el día y todos salían arreglándose la ropa. No comprendía en aquel entonces, pero como siempre fue un torbellino y se escapaba de la casa de la vecina, para robar golosinas y juguetes, un día se escondió después de un robo en casa y se dio cuenta de lo que su madre hacía. Aunque, para un niño de cinco años aquello no le dijo nada, cual niño curioso que es, preguntó a la vecina disimuladamente y con estilo. Tuvo todas las respuestas que tuvo y más. Un día, hablando con su madre le dijo "¿Por qué eres puta, mamá?", recibió un guantazo, gritos y le dijo que eso no volviese a decírselo más. A medida que Harry crecía y todo se iba haciendo más claro, las discusiones con su madre iban a más. ¿Por qué no seguía buscando un trabajo normal y corriente en vez de vender su cuerpo como una cualquiera? Su relación con su madre se desestabilizaba y por ello, la de su hermano también ya que trataba de defender a su madre y trataba de detener aquello. Vöe era la única que trataba de hacerle ver a Harry en privado y aunque discutían, la cosa era diferente. Harry, harto de ver lo que hacía su madre, empezó a pasar todos los días fuera de casa, continuaba robando, siendo cogido a veces por la vigilancia y siendo llevado a casa o incluso al cuartelillo a pasar algunas noches. No era muy estudioso, más bien no estudiaba nada y repitió un par de cursos en la secundaria. Robaba comida, robaba dinero a las abuelitas y después conoció a alguien que le ayudó a tener dinero fácil; traficante de drogas. En un principio, estaba con un colega suyo que estaba metido en ese mundo, de hecho, fue él quien le enseñó todo aquello. Ambos se colocaban mucho y traía muchos problemas. Cuando tenía quince años, a su colega le dio una sobredosis en la que salió muerto, desde entonces Harry, ya no quiere probar las drogas. Las vende, pero no las toma. Terminó haciéndose con una moto en el desguace y poco pudo, pero empezó a arreglársela él mismo y terminó por hacerse una moto más que nueva. Desde entonces, la cuida y la mima como hace con su hermana. Participa en carreras ilegales en las que van muchos más como él y peores. En alguna ocasión, le han detenido en mitad de la carrera, por ello su expediente está más escrito que en blanco. Fue en ese tiempo que su madre conoció a un tipo que la sacó de aquel mundo de la prostitución; Bénjamin Sloan. Se casó con ella meses después y aunque no le caía muy bien, agradecía lo que había hecho con su madre así que no fue contra él. Él es el que estabilizó un poco la hostilidad entre madre e hijo y el que bajaba los humos a los hermanos. Aunque, el hecho de que intentase cambiarle y amansarlo como a un gato, no le gustó nada. Un día, les propusieron irse a Suiza y dejar todo aquello atrás, empezar una vida lejos y todos aceptaron aunque a Harry le daba igual, él iba a seguir haciendo lo de siempre, no estudiar, ganarse la vida como él quisiese. Aunque ese tipo estuviese forrado de dinero, no quería un solo dólar de él. Éste aceptó con la condición de que hiciera algo bueno en la vida. Y así fue como conoció la universidad Sumbline. Su padrastro era un gran amigo del dueño, y aunque éste no estuvo muy de acuerdo con dejarlo entrar por su historial, le debía un favor a Bénjamin. Lleva un años en la universidad y aún tiene mucho camino por recorrer... La cosa es, ¿Será para bien o para mal?

Nombre N. Apellido

Descripción psicológica

NO HAY LIMITE DE LINEAS. CONFIAMOS EN TU CRITERIO.

Descripción física

Historia

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