Amantes [Nick&Tu] Adaptacion [Terminada]

plis siguelaa

Sí, siguelaaaa :D

isissi

Siguelaaaaaaaa :D

siiigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

issisisi

Joseph escribió:SIGUELAAAAAAA :D
Nueva lectoraa! :)

Bienvenida :D

bia_mtz escribió:o0la soy nueva!! y necesito decirte algo

SIGUELA !!!!!!! porfavor n_n me encanta tu nove....

a proposito me llamo bianca pero puedes decirme bia :D

Bienvenida Bia :D Ya subo caap ^^

Capitulo Cuatro
tercera parte

-¿Cómo? -dijo cuando su voz grave irrumpió en sus pensamientos y levantó la vista para encontrarse con sus ojos durante una fracción de segundo, antes de que se concentrase de nuevo en la tortuosa carretera.
-Tienes el cuerpo igual de tieso que un palo. Relájate.
Su voz podía haber sido la de un pronóstico meteorológico por la preocupación que traslucía, pero al ver que tenía las manos fuertemente entrelazadas en su regazo, comprendió que estaba en lo cierto.
Cris no volvió a decir palabra durante el trayecto de regreso a la casa, mientras dejaban atrás colinas de piedra caliza, valles de bosques y un chalé aislado de piedra clara que se alzaba serenamente al borde de la carretera.
A medida que el día terminaba, la luz dorada del crepúsculo encendió la enorme franja de cielo que se extendía ante su vista.
-Gracias -dijo _______, mirándolo a la cara cuando le abrió la puerta delante del pequeño chalé de la señora
Cox. Pero su expresión era insondable, y la escueta inclinación de cabeza no dio a entender sus emociones.
Después, se marchó.
_______ permaneció un buen rato de pie en la carretera en sombras hasta que se dirigió al jardín delantero para recostarse con los ojos cerrados sobre el tronco nudoso del arbusto de lilas. Parecía imposible que estuviesen viviendo separados, sin esperanza de reconciliación. Todo había sido tan perfecto. Nick había comprendido todas sus inseguridades y miedos, ya que su propia infancia había tomado giros tortuosos.
Su padre se había casado con la madre de Nick, su segunda esposa, con la responsabilidad de criar a tres niños de su anterior matrimonio y con la necesidad obsesiva de destacar notablemente en la vida de aquellos chicos, haciéndoles desgraciados a todos.
-No teníamos ni diez centavos para nosotros -le había contado Nick en voz baja-. Pero mis hermanastros sólo tenían que pedirlo y mi padre les daba lo que querían. Mi hermano Todd y yo crecimos creyendo que aquello era normal. Mamá trabajaba de día y de noche para traer algo de dinero extra, pero nunca era suficiente. Discutían constantemente, pero mamá nunca pudo dejarlo, como su primera mujer. Luego, Todd murió -había proseguido con expresión amarga-. Meningitis. Y mi padre casi ni se enteró. Fue a partir de entonces cuando mamá se rindió y aceptó que todavía amaba a Rosa, su primera mujer.
Sus ojos se habían ensombrecido por el dolor.
-Se mató en un accidente en la mina cuando yo tenía dieciocho años y, durante mucho tiempo, me sentí culpable por no haber sentido nada más que alivio de que las peleas terminasen y mamá pudiera tener algo de paz. Ella murió seis años después, cuando yo había empezado a ganar dinero de verdad, cuando podía haberle dado lo que se merecía. Pero ya lo he dejado estar- había dicho estrechándola-. Te tengo a ti y puedo dejar finalmente que los muertos descansen en paz.
Pero ya ninguno de sus sueños se haría realidad, porque ella no le permitiría vivir la vida que amaba, con hijos que llevasen su apellido. ______ se sentó bruscamente sobre la hierba crecida y se rodeó las rodillas con los brazos.
-Tengo razón -dijo con voz suave y temblorosa en el aire fresco de la noche, mientras levantaba la cabeza y su rostro húmedo brillaba con etérea palidez, en la luz tenue.
-Tengo razón -repitió. Pero su voz se había vuelto firme y áspera, y la tristeza que contraía sus delicados rasgos se reflejó en aquellas dos palabras que hablaban de una vida en soledad.

Capítulo 5
Primera Parte

Para gran sorpresa de _____, a la mañana siguiente se dio cuenta de que se había quedado dormida nada más meterse en la cama. Había esperado permanecer despierta durante horas, pero por puro agotamiento mental había entrado en el fugaz mundo de los sueños y las sombras, del que se despertó sintiéndose mucho mejor. Seguramente, el alma humana sólo podía tomar el dolor en pequeñas dosis. Pero aquel día tenía una sensación de paz y convicción sobre sus acciones, y fue como un bálsamo para su maltrecho corazón. Debía ser positiva, dejar atrás el pasado, olvidar el futuro y vivir sólo el presente. Podría hacerlo y lo haría.
Aquella reconfortante seguridad duró exactamente cinco minutos, el tiempo que le llevó levantarse, alisar la masa de ondas doradas y ponerse su fina bata de seda para bajar a la minúscula cocina y prepararse el té y las tostadas.
-Buenos días ______.
No fue tanto la voz grave y sonora con acento norteamericano lo que hizo que se le desbocase el corazón, como ver a Nick desnudo hasta la cintura y vestido con unos vaqueros manchados de hierba y unas zapatillas de deporte, bebiendo un café con la señora Cox mientras la observaba de pie, en la entrada de atrás, con ojos entornados.
-¿Has dormido bien? -preguntó con voz aterciopelada.
-¿Qué...?- empezó a decir, pero se interrumpió bruscamente-. Quiero decir...
-Iré a colgar la ropa -dijo la señora Cox apresuradamente-. Ya has cortado todo el césped y quitado todo el musgo del camino. Será una auténtica delicia.
Se escabulló por la puerta de atrás antes de que _____ pudiera detenerla y Nick la cerró cuidadosamente, apartándose de la pared del fondo en la que había estado apoyado conversando con la pequeña mujer y acercándose a ______ con elegancia animal.
_______ trató con todas sus fuerzas de apartar la vista de aquel magnífico cuerpo, pero no pudo. Los hombros fuertes y masculinos, el tórax ancho y velludo y los brazos musculosos eran como los recordaba, o mejores. Un ardor desgarrador se extendió como reguero de pólvora por venas y músculos, y pudo sentir su calor reflejado en la cara y peor, en el cuerpo. La seda delgada del camisón y de la bata no servía para ocultar sus rígidos pezones, que respondían a la antigua llamada de su masculinidad, y supo que estaba disfrutando plenamente de su apuro.
-Te he preguntado si has dormido bien -dijo lentamente en tono de burla-, en tu cama casta y pequeña.
-Bien, gracias,
Lo esquivó hábilmente y encendió la tetera eléctrica con manos temblorosas.
-Eso está bien.
Se había colocado detrás de ella, con el cuerpo ceñido al suyo como una segunda piel en su espalda, y cuando sus manos le rodearon la cintura y arrimó la barbilla a la fragante seda de su cabello, se quedó helada sin remedio. Le hizo sentirse tan bien...
-Tienes tu olor de mañana -dijo Nick, inspirando junto a su cuello con apreciación, y una oleada de deseo le recorrió la espalda con tanta pasión que estuvo a punto de desvanecerse-. Una mezcla de jabón aromático, champú y algo más que es tuyo. Muy apetitoso.
-Tú hueles a jardín -dijo _____ bruscamente mientras trataba de separar sus brazos-. ¿Quieres hacer el favor de soltarme?
-No olía a jardín cuando llegué -susurró seductoramente al oído, haciendo caso omiso de su última frase con arrogante desconsideración-. Estaba fresco después de salir de la ducha y llevaba un poco de ese aftershave que tanto te gusta, ¿recuerdas?
¿Que si se acordaba? Sus sentidos se aceleraron al sentir el aroma embriagador y sensual de su exclusivo aftershave, una mezcla de limón, almizcle y algo picante.
-No he dormido muy bien -prosiguió perezosamente mientras la colocaba con más firmeza contra su cuerpo y su cálido aliento levantaba un millón de sensaciones que _____ luchaba por ocultar-. De hecho, después de tres duchas frías a las dos, a las cuatro y a las seis respectivamente, pensé que pasando el rato en el jardín de la señora Cox me liberaría de algo de mi exceso de energía. Y estaba funcionando, hasta que entraste medio desnuda.
-No estoy medio desnuda -protestó enérgicamente, volviéndose enfadada entre sus brazos. Fue un error. Se hallaban cara a cara y Nick estrechaba las suaves curvas de su cuerpo contra el suyo-. Suéltame, Nick, lo digo en serio. Yo...
La presión de sus labios sobre los suyos ahogaron sus palabras en la garganta. Su boca era posesiva y el beso, un deliberado y experto asalto a sus sentidos. La fina capa de seda que los separaba era más erótica que la desnudez, y cuando su lengua hizo fluir un río de deseo por su cuerpo, sintió que sus labios se volvían dóciles y ansiosos bajo los suyos.
-La señora Cox... -murmuró desesperadamente mientras la cabeza le daba vueltas.
-Estaría encantada de ver a un marido dando un beso de buenos días a su mujer- refunfuñó Nick con voz gutural ante la protesta. Había levantado su cabeza el tiempo justo para hablar y ______ vio que sus ojos estaban ardientes y brillantes-. Ahora calla y déjame que termine el saludo.
________ trató momentáneamente de detenerlo, pero sus manos y sus labios la estaban acariciando de nuevo y se hundió vertiginosamente en aquel calor sensual. Era demasiado diestro, siempre lo había sido.
-Y bien -dijo al levantar la cabeza un minuto o dos más tarde-. Dime que no te ha gustado.
Su mirada acarició burlonamente el contorno tenso de sus senos, que se perfilaba con evocador detalle bajo la seda.
-No quería que me besaras -respondió mirándolo fijamente con el rostro de color escarlata-. Ya te he dicho que...
-Que no me amas. Sí, lo sé -replicó con ojos duros y fríos-. Pero eso no es lo que yo he dicho. Dime que no te ha gustado. Y eso confirmará que te has convertido en una pequeña mentirosa de doble cara, mi amor. Porque tu cuerpo estaba dándome la bienvenida, y si no fuese porque nuestra estimada señora Cox puede molestarse un poco si nos pilla in fraganti en el suelo de la cocina, estaría muy tentado de darte exactamente lo que estas pidiendo.
-Serás arrogante, autoritario... creído...
La furia le hacía trabarse al buscar los calificativos adecuados, especialmente dada la burla lacónica que se reflejaba en cada línea de su cuerpo.
-Me confieso culpable de los dos primeros, pero del tercero... No, sé en qué cosas soy bueno, _____, y hacer el amor es una de ellas. Es así de sencillo, si no te gusta, lo siento -dijo mirándola provocativamente. Luego la burla se tomó espeluznante-. Y cuando esté preparado, te haré mía y no serás capaz de hacer nada para evitarlo. ¿Y sabes por qué? Porque lo querrás tan desesperadamente como yo, si no más.
A _______ se le heló la sangre al ver el desprecio y la furia dibujados en su rostro.
-Jamás -dijo en voz baja, pero las facciones de Nick se volvieron de acero.
-Nunca he aceptado esa respuesta de nadie en mi vida y no tengo la intención de empezar a hacerlo contigo.
Y después de mirarla con tal mordacidad que su cuerpo ardió de la cabeza a las puntas de los pies, salió al jardín con paso majestuoso, cabeza alta y espalda recta.
______ lo observó con los nervios destrozados mientras Nick intercambiaba algún comentario con la señora Cox, que todavía estaba colgando la ropa al aire fresco del verano, antes de levantar la vieja pala del suelo y empezar a cavar en el parterre. Su torso desnudo a la luz del sol era bronce que se ondulaba al aplicarse a la tarea, y a ______ le sobrevino la idea, próxima a la histeria, de que nadie en el mundo habría creído que el gigante musculoso que trabajaba en el jardín de una casa de huéspedes del condado de York, era el multimillonario Nicholas Jonas que tenía el mundo de los negocios a su disposición. No sabía si reír o llorar, así que se preparó mecánicamente el té y las tostadas y huyó a su cuarto antes de que la señora Cox regresase a la casa.
-Lo odio- dijo hablando sola mientras caminaba por la habitación con paso agitado-. Lo está haciendo a propósito. ¿Por qué?- se preguntó deteniéndose por un momento y presionándose las sienes con los puños.
Porque nada ni nadie se había ido de su lado antes. Sabía de primera mano el efecto que tenía en las mujeres. «Letal», se dijo irritada. Y le había dicho que no quería que volviese, que ya no la amaba, pero... Necesitaba saber si podía tenerla físicamente. ¿Es que era eso lo que significaba para él su matrimonio, a fin de cuentas? Se frotó los ojos con las manos con cansancio. No lo creía, pero ya no estaba segura de lo que creía.
De lo que sí estaba segura era de que debía evitar estar a solas con él a toda costa. Se detuvo delante del espejo del viejo armario y sus ojos miraron fugaz y superficialmente la delicada belleza que había atraído a Nick en el pasado. Durante la mayor parte de su vida, su hermosura había sido una pesada carga para ella. Había apartado a Pilar de su lado, destruido la cercanía que pudiera haber tenido con sus severos tíos, y en aquel momento demostraba ser una tentación para Nick incluso cuando la despreciaba
Pero la había amado, no sólo por su físico. ¿O no?

pobre chica... debe sentirse muy sola en ese momento...
por favor que Nick la deje en paz, la chica sufre mucho, incluso aunque el no lo vvea...
y con respecto a la señora Cox... podria amarla por darles la privacidad que tanto necesitan a esos dos,
pero tambien patearla por hacer sufrir ttanto a la rayis... bueno, no u.u
siguela!!!!!

no se si quiero matar a nicholas o amarlo mas ^^

pues no. los quiero matar a ambos... ______ tiene que decirle la verdad; y nick dejar de ser tan arrogante y provocador al mismo tiempo.. asi los dos viven felices y hacen lo que quieran cuando quieran (pero que no este la sra cox :risa: ) y no sufren tanto, fin!

no en serio, _______ me trauma, la pobre sufre demasiado :S

Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy SIGUELA please! :sad: NECESITO NOVEE! :D

siguelaaa