Re: Más Que Cosas De Policías

por **Spencer** Miér 03 Sep 2014, 5:13 pm

Baronesa escribió:Capítulos 12 y 13 Qué rudo estuvo la partida de la mamá de Marc y Leo, pobres chavitos, eso es algo que marca de por vida y que puede traumar a cualquiera ; al menos pudieron despedirse. Por otro lado me pareció interesante que la fecha del deceso fuera la misma que el cumpleaños de Daniela y que el pastel fuera blanco y negro Todo símbolos. Extrañé a Rex en el capítulo 13, por supuesto ni siquiera había nacido, pero ya sabes que es mi personaje preferido.

Me imagino que si maltratas a Leo siendo tu personaje favorito, tal vez sea porque es el personaje que lleva a cuestas el drama de la historia y eso lo hace diferente al resto, que llevan una vida más estable. Leo vendría siendo como la pimienta o el picante. Nos recuerda la vulnerabilidad y la fortaleza que existe en el ser humano y por lo tanto nos habla de la dualidad que impera en el mundo y de la cual muchas veces no somos conscientes.

Es muy enriquecedor escribir en colaboración de otra u otras personas, el proceso creativo es simplemente delicioso. Yo apoyo la moción de Sara (¡saludos!) Ojalá se animen a hacer ese ship en ese otro universo paralelo. Es brillante cuando se tocan temas de incesto con humor; es algo que ocurre día a día y siempre se mantiene en la sombra.

Sigue desarrollando la historia, hay mucha tela de donde cortar, por mi parte no tardaré mucho en emparejarme con el resto de lectoras. Estaré de vuelta el fin de semana para leer con calma.
Por cierto ¿te gusta One Direction? Creo que si, pero más vale volverte a preguntar. Y si es así ¿cuál es tu favorito?

El cumpleaños en realidad es el día anterior, sólo que lo celebró el día que murió la mamá, las fechas son 11/7-cumpleaños de Daniela, 12/7-muerte de Rose (todos los capítulos tienen su fecha, sólo que muy pocas veces la revelo jaja), pero sí, así va la cosa. Estoy escribiendo un capítulo especial que publicaré como novela aparte porque siento que es tan genial que más gente debería leerlo, en el que pondré lo que sucedió después en esos días y algo que no resolví bien ahí, el asesinato de Diego. Y bueno, exacto con Rex, Marc ni esperaba ser postulante a ser propietario de un perro policía Más Que Cosas De Policías - Página 13 3098243176

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Diré esto de nuevo ~~la última vez fue en Wattpad con la otra novela~~: AMO. CUANDO. CAPTAN. A. LEO. En serio, me encanta Más Que Cosas De Policías - Página 13 4098373783

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Exactamente, lo que lo hace resaltar es que siempre está afrontando algún problema, casi nunca está en calma y mucho menos estable, y si al fin llega a estarlo, sólo dura un instante antes de que otro asunto se le venga encima.

Ayer justamente estábamos hablando de qué rayos sucedió con lo del AU universitario, resulta que las dos estábamos esperando a que la otra diera una idea para crear algo Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

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Por el momento, como ella está con muchas historias de su propia novela y sus propias ideas para próximas publicaciones, tendría que ser yo la que idee algo y a mí me cuesta un poco más, je... ~~entonces me dan ganas de dibujarlo y pf~~ Por cierto, se emocionó cuando supo que alguien apoyaba su idea.

Sí, mi favorito diría que es Liam Más Que Cosas De Policías - Página 13 1857533193

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por **Spencer** Jue 04 Sep 2014, 12:58 pm

~~Hasta que al fin cambié el color~~

¿Un cambio de color qué significa? ¡NUEVO CAPÍTULO!

Pero hay una cosa extra aquí.... *retumbe de tambores*

¡HOY ES UN AÑO DESDE QUE SUBÍ EL PRIMER CAPÍTULO! Más Que Cosas De Policías - Página 13 1459606234

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Considerando que más de una vez quise abandonar porque nadie me leía al inicio, que después de un año ahora esté con muchas ganas de continuar es un gran, gran avance :lula:

Y bueno, ¿qué mejor para celebrar con un capítulo nuevo? Es largo, por lo que no hablaré más aquí porque lo partí en dos partes y pf, después no cabe.

Capítulo #36: “Asalto al Semáforo”.

Es temprano en la mañana, faltan unos minutos para que den las ocho en punto de la mañana. Muchos están de camino a sus trabajos, otros se encuentran yendo a ser atendidos.

—Vaya, volviste pronto. Han pasado cuántos, ¿seis días? —Elliot comenta al ver a Leonardo pasar por la puerta de su consultorio.

—Sí, bueno. Es que no sabía cuándo volver, por eso estoy aquí.

—Entiendo, quieres que te dé una fecha para la cita.

—¿Cómo lo supo? —Leo toma asiento en el sofá a un costado del lugar.

—Es normal en los nuevos pacientes. No saben qué tan seguido deben venir y prefieren que les diga cuándo hacerlo.

—Eso es lo que me pasa.

—Te dejaré escoger a tu gusto la fecha.

—¿No es por eso que vine? —no entiende—. No sé cuándo debería venir.

—Deberías venir semanalmente porque nunca habías ido al psicólogo hasta la semana pasada y necesitas ser estable pronto. ¿Qué día de la semana se te hace más cómodo?

—No lo sé, mi trabajo es algo variante en tiempos libres. Los únicos días que tengo libres seguro son los fines de semana porque estoy en entrenamiento.

—Lo lamento, no trabajo los fines de semana.

Silencio, ahora tendrá que pensarlo más y mejor.

—Los lunes en la mañana. No importa si no estoy cuando asignan el caso y el entrenamiento empieza más tarde.

—Los lunes a primera hora, ¿te parece?

—Está bien.

—Vamos a aprovechar que estás aquí para hacer el seguimiento.

En cambio, otras puede que aún estén en sus casas preparándose para salir.

—Se nota la diferencia cuando papá no está aquí —la estadía de los padres de las mellizas en casa de la rubia había acabado.

—Sí —Paula concuerda—. No te despiertas tan temprano por su culpa.

—¡Hey! —Daisy pretende defender a su padre, sólo que luego se da cuenta y admite la verdad—. Aunque sí, eso cuenta.

—Me gusta que se quede de vez en cuando, pero prefiero cuando está en su casa.

—Es cierto. La que debería estar más seguido aquí es Daniela.

—Cuando es nueva en un hospital, debe quedarse por más tiempo de lo normal. Es el tercero en el que trabaja.

—Tercero y creo que último. No creo que se vaya del Mercy.

—Yo tampoco, y menos con la oferta que tiene.

—Dani cada día está más cerca de cumplir su sueño.

—No creo que eso sea tan rápido, recién están empezando —Paula va más a lo real.

—Pero eso es algo, antes ni eso.

—Tienes razón. Sólo digo que se van a demorar.

—Es cierto. No será tan rápido como quiere.

—Vamos a apurarnos —la mayor agarra todas sus cosas y le corta la conversación a su hermana. Unos minutos más desperdiciados hablando y llegarían después de las ocho a la comisaría. Daisy sólo voltea los ojos en fastidio. Paula es muy puntual casi siempre, demasiado para su gusto.

Quizás, si supiera que Marc no apunta a estar presente a tiempo, su apuro no sería tan enorme.

En aquella casa amplia, el motor de un auto y de un portón cerrándose se escucha. El mayor de todos recién sale para ir a trabajar, siendo el zurdo el único restante. No le falta mucho, de todos modos, sólo buscaría a Rex, sus llaves, tomaría algo de agua y estaría listo. Camina hasta encontrar a su perro acostado en el suelo, quieto, lo cual lo extraña porque suele ser activo a esa hora.

—Rex, ven acá —Marc se agacha para alentarlo más a acercarse. Se levanta, aunque su andar es muy lento—. ¿Qué te pasa? —le preocupa, el canino se sienta frente a él—. ¿Te sientes mal? —alcanza su pelota con una mano y la lanza. Si sólo estaba adormilado, con eso despertaría. No funciona, Rex va a buscar la pelota con pocas ganas—. Esto no es bueno.

Saca su celular del bolsillo y llama a Matías. Él de seguro sabrá qué está mal y le aconsejaría qué hacer para remediarlo.

—¿Vas a llegar tarde o no vas? —atiende.

—Quizás lo primero. ¿Qué significa que un perro esté poco activo?

—Está enfermo. ¿Rex lo está?

—No se para por casi nada y si lo hace, es con pocas ganas.

—Sí, creo que está enfermo.

—Es obvio, pero ¿sabes de qué podría ser?

—Tuve varios perros, sé de ellos, pero no soy veterinario —esa es una petición demasiado grande para sus conocimientos limitados.

—Tendré que llevarlo. ¿Cuál veterinaria es buena? —jamás había sido él quien lo llevase. Siempre le dejó a Matías esa parte.

—Una que queda camino a mi casa.

—Ok. Avisa que llegaré tarde por eso.

—Ok, chao.

—Chao —cuelga, ve abajo—. Parece que te enfermaste, amigo —Rex baja la cabeza y se acuesta—. ¿Tengo que cargarte? —Rex lo mira con ojos de cachorro—. De acuerdo, vamos al auto

Algo extraño sucede, y es que aunque ya prácticamente sean las ocho, la comisaría está tan vacía como si se tratara de una hora antes. Sólo algunos miembros de cada unidad, varios de los superiores y uno que otro fiscal llenan el lugar. Cristian y Carlos están entre ellos, incluso se preguntan cómo es que ni Paula ha llegado. La explicación era muy simple y típica.

—Creo que es la primera vez que nos gana el tráfico en mucho tiempo —la pelirroja opina desde el asiento del copiloto.

—Debe ser que hay algún choque adelante. No es normal esto en este semáforo.

—Seguro es eso, porque no se ve.

—Estamos muy atrás como para ver.

—Debe ser un choque muy atravesado porque al menos esta fila no se ve que avance —hace lo posible por ver más adelante.

—Es cierto. Desde que estamos aquí, no hemos avanzado.

—Veamos, el semáforo se puso verde.

—Todos tocan cornetas, nadie avanza.

—¿Qué tal si prendes tu alarma de policía? —sugiere señalando el botón.

—No, no lo haré. Avanzarán en un rato.

Las hermanas tendrán que esperar un buen rato, porque al menos ese lado del semáforo no muestra señales de desestancarse.

—Hay mucho tráfico allá, no tomes ese camino —recomienda Matías al ver la cantidad de autos parados en uno de los carriles del semáforo.

—Hay tráfico del lado contrario al que vamos, no hay problema —Alex no toma la sugerencia.

—Como quieras —avanzan. Cuando están a punto de pasar el semáforo, alguien se detiene a mitad del camino. Quedan de cuartos en la fila, y en eso, la luz pasa a ser roja.

—¡¿Qué rayos?! ¡¿Por qué se paró?!

—Se le averió el auto, se desinfló una rueda… —Matías da opciones variadas de lo que pudo suceder con ese conductor.

—Se vio que frenó a propósito.

—Un clavo en el suelo y no logró cruzar, así que frenó pero el semáforo cambió a rojo.

—Después dices que los casos son raros.

—Lo digo porque una vez le pasó a mi hermano, no lo inventé.

—Oh, no lo sabía. Igual es raro, los demás no cruzaron.

—No lo vieron y tuvieron suerte.

—Como sea, el punto es que ahora nos quedaremos…

—Alex —interrumpe, inseguro, señalando afuera.

—¿Qué pasa?

—Creo que no fue un clavo.

—¿Por qué tan cobarde?

—Hay personas bajando de esos dos autos —apunta rápidamente con su dedo hacia ambos.

—Por favor. Que alguien baje de su —voltea a ver—. Oh, están armados.

—¡Que a nadie se le ocurra avanzar! —un hombre enmascarado grita en medio de la intersección. Alguien que no escuchó por tener los vidrios cerrados y la radio muy alta arranca para seguir su camino, sólo que sus llantas son estalladas por las balas del arma del mismo desconocido—. ¡Dije que nadie se mueva, o sino, pasa eso!

—¡¿Oíste eso?! —Paula se alarma.

—Fueron disparos, ¿verdad?

—Creo que sí, y fueron adelante.

—Voy a asomarme por la ventana —Daisy baja el vidrio de su puerta.

—¡Daisy, no lo hagas!

—Son cuatro hombres armados en medio de los semáforos —dice mientras mete la cabeza en el auto de nuevo.

—¿Y a qué le dispararon?

—A un auto, no hay heridos. ¿Qué piensan hacer?

—Creo que asaltar a cada uno aquí.

Si iban a llegar tarde antes, con esto mucho más.

—¡Un tiroteo en pleno semáforo! —Matías es otro que se alarma.

—Creo que siempre se te olvida que eres policía.

—¡Pero es que ayer dejé mi arma en la comisaría!

—¿Y la de reserva?

—Por mi mala puntería, me la quitaron.

—Ten la mía —la saca de la guantera y se la pasa, si así le daba confianza.

—¿Y qué se supone que vamos a hacer?

—Un plan, sólo nosotros, sin el resto del equipo.

—¡Pero Marc es el que sabe organizar!

—No podemos depender de él siempre. Yo también sé.

—¡Pero no tan rápido como él!

¿Debía tomar eso como una ofensa?

—¡¿Vas a llamarlo?! —exclama al notar que saca su celular.

—Para avisarle que no pase por aquí cuando termine.

—Ya estoy en la veterinaria, no me perdí —Marc atiende sin saludo, como siempre.

—No es por eso que llamo.

—Ah, ¿no? —estaba casi seguro de que querría burlarse de él.

—Es para avisarte que hay un posible tiroteo en el último semáforo camino a la comisaría.

—¡¿Qué?! ¿Es en serio?

—Estamos de cuartos en la fila, tomaré una foto —cuelga, toma la foto y se la manda.

—¿Más o menos qué acabas de hacer? —Alex lo ve totalmente extrañado.

—Marc no me cree y tomé una foto.

Tal parece que el riesgo se le olvida a veces también, porque si esos tipos llegaban a verlo tomando una foto, quién sabría lo que les harían.

—Ya saben las reglas. Alguien avanza o se baja de su auto, disparamos. No podemos dejar huir a ninguno —el líder de los delincuentes recuerda al grupo.

—¿Y si llaman a la policía?

—¿Crees que puedan llegar con las vías congestionadas?

—La comisaría queda a unas cuantas cuadras —uno de ellos sigue inseguro del plan, por perfecto que parezca para el resto del clan.

—Pero no podrán pasar por el tráfico.

—Como digan.

—¿Comenzamos a asaltar?

—Veamos, ¿qué quieren primero?

—Ese autobús de ahí, hay bastante gente dentro —uno de ellos señala con su arma.

—Perfecto. Vayan ustedes dos, tenemos que quedarnos vigilando para que nadie se vaya —dos de ellos se dirigen hacia el transporte, mientras la otra mitad permanece en la intersección.

—Parece que vienen para acá —el chofer del bus avisa.

—¡Hay que bajarnos! —un muchacho casi al fondo se levanta de su asiento, varios lo imitan.

—¡¿No escucharon?! ¡Le dispararán a quien intente irse!

—¡Si nos bajamos por atrás, quizás no nos vean! —intenta abrir la puerta trasera.

—Muy tarde, los veremos —una voz intimidante resuena en el vehículo. Los ladrones ya están en el interior.

Un joven trata de pelear con el que habló, pero el encapuchado saca su pistola y dispara, hiriendo su hombro. Todos adentro gritan.

—Sépanlo, estarán a salvo mientras no intenten huir o resistirse.

Un tiro interrumpe el relativo silencio. El celular del chofer cae al suelo con un orificio de bala en su pantalla, provocando un enorme susto al conductor al casi ser sus manos las víctimas del proyectil.

—O llamar a la policía —agrega el segundo ladrón.

Con una puntería así, nadie saldría ileso de ser desobediente.

—¿Qué hacemos? —el deber hacer algo invade a Daisy.

—No lo sé, estamos muy atrás. Llamaré para ver si alguien está aquí con algún plan.

—Ok, yo también lo haré —ambas marcan números distintos en sus celulares.

—Ya sé lo del supuesto tiroteo con todo y foto —Marc atiende en el caso de Paula. Su costumbre de no saludar como se debe no tiene excepción, ni siquiera si su novia es la que llama.

—¿Con todo y foto?

—Matías me la mandó. Alex y él están de cuartos en la fila.

—¿Sí? Yo estoy bastante atrás con Daisy. ¿Dónde estás tú?

—Esperando mi turno en la veterinaria.

—¿Qué le pasó a Rex?

—Parece que se enfermó.

—Pobre. Colgaré, estoy viendo quién está aquí.

—Hablamos luego.

—Bye! —cuelgan—. Marc no está aquí. ¿A quién llamaste?

—A nadie —responde mientras revisa sus contactos.

—Pero te vi marcándole a alguien.

—Tiene el celular apagado. ¿Dónde está Marc?

—En la veterinaria. Alex y Matías están de cuartos en alguna de las filas, no sé en cuál.

—Avísales que estamos aquí. Llamaré a Diana.

—Y yo a Sebastián —llaman.

—¡Daisy! ¡¿Dónde están ustedes?! —pregunta Diana al otro lado de la línea.

—En una buena cola en el semáforo porque hay unos ladrones adelante, Alex y Matías igual. Supongo que estás en la comisaría.

—Con Cristian. Somos de los pocos que estamos aquí.

—Hay muchos atrapados aquí, al parecer.

—Sí, ustedes cuatro, Johnny, Marc…

—Marc no —interrumpe—, está en la veterinaria.

—Ah. Sebastián no, hoy le están tomando unas radiografías y Leo… Hey, ¿dónde anda él? ¿No está con Marc?

—Tiene el celular apagado, no sé dónde está.

—Debe estar en una de las colas.

—Colgaré, te veo luego —cortan la llamada—. Diana está en la comisaría y Johnny en una de las filas.

—Y Sebastián tampoco está aquí. Somos nosotros cuatro en filas diferentes.

—Cinco, olvidaste a Johnny.

—Les está yendo bien en ese autobús —el líder de los ladrones comenta, orgulloso.

—Han disparado dos veces —el inseguro insiste con su pesimismo.

—Dos personas sin suerte —supone como si le diera igual, encogiéndose de hombros—. Ve eligiendo a la próxima víctima, atacaremos cuando vuelvan.

—Al que quiso escapar —indica con un gesto al sedán de cauchos desinflados.

—Perfecto, le haremos pagar el doble.

Cuatro carros atrás de ellos, dos detectives discuten sobre lo que deberían hacer.

—Paula, Daisy y Johnny también están, sólo que más lejos.

—Así que los que podríamos llegar a hacer algo somos nosotros —Alex concluye.

—¿Alguna idea?

—Tenemos que bajarnos del auto.

—¡¿Qué?! ¿Y si nos disparan? No tenemos nuestros chalecos aquí.

—Hay que arriesgarse o seguirán.

—Ok… Tú te bajas y luego yo.

Alex gira los ojos, ¿por qué su compañero tenía que acobardarse? Baja del auto y va con cuidado. Luego de darle tres autos de ventaja, Matías abre la puerta de su lado.

—¡Policía de Mi…! —un disparo a su costado deja al más alto tirado en el pavimento y hace retroceder al asustadizo de atrás sin siquiera ser notado.

—¿De dónde saliste? —el líder del grupo se para a un lado del abatido.

—Estaba cerca.

—Venías acompañado, ¿verdad?

—No, venía solo. Mi compañero está en otra parte —miente.

—Más le vale. Te dejaré ahí. Si viene un paramédico, puede que no le dispare —regresa al medio, riendo—. Creyó que podría solo.

—Su compañero debe estar por ahí.

—Debemos estar pendientes.

De vuelta al auto, Matías agarra su celular y llama a Daisy, aún nervioso.

—¿Qué pasó?

—¡Le dispararon a Alex!

—¡¿Qué?! ¡¿Ese fue el disparo de ahorita?!

—Sí. Le disparan a cualquiera que ven de pie.

—¿Y viste dónde le dieron?

—No, ¡pero no se levanta!

—Veré que hago —cuelga—. Le dieron a Alex.

—¿Y qué vas a hacer? —la rubia no espera que Daisy saque su botiquín de primeros auxilios.

—Esto —marca el número de Alex. El celular repica fuertemente dentro de los pantalones del aún tumbado.

—El celular del policía está sonando.

—Lo atenderé yo —sin siquiera preocuparse en pedirle permiso, mete su mano en uno de los bolsillos para adueñarse del teléfono—. Si no eres paramédico, ni te molestes.

—Pues, soy paramédica.

—Tu amigo está herido, ¿vas a ayudarlo?

—Lo haré. ¿Puedo ir?

—De acuerdo —Daisy cuelga.

—Iré allá —y como su melliza no esperaba, saca su botiquín y se desabrocha el cinturón de seguridad.

—¡¿Qué?! ¡Van a dispararte!

—No. Cree que soy paramédica.

—¿Y si te está engañando?

—Yo ya lo estoy engañando. Hay que arriesgarse.

—Suerte.

La pelirroja baja del auto y con mucha seguridad, se acerca a la zona de conflicto.

—Viene una paramédica.

—¿Qué haremos con ella?

—Vamos a hacerle creer que no le haremos nada.

—Entonces… ¿Qué haremos? —el plan debía quedar claro.

—Lo que dije. Mira, ahí vienen de vuelta con un buen botín —el equipo se reencuentra.

—Sólo dos disparos, son obedientes.

—Miren lo nuestro —la cabeza del grupo los hace mirar a sus pies.

—¡¿Un policía?!

—Sí. Vino solo, qué iluso. Metan las cosas al auto.

—Ahí viene alguien —el desconfiado informa al divisar a una pelirroja cerca.

—¿Eres la paramédica?

—Sí, soy yo —enseña el kit.

—Ok, ayúdalo —todos se alejan de ella para discutir más en privado.

—¿Viniste por un plan o sólo a ayudarme? —Alex casi musita.

—Por las dos cosas. Primero debo estudiarlos.

—¿Voy a estar bien?

—Tienes suerte de que te dieron a un costado. Algo más adentro y estarías en graves problemas. Claro, también tienes suerte de que me dejaron pasar.

—¿Y por qué te arriesgaste a entrar ahí? —el único que aún no está enterado de la situación continúa en el consultorio siendo interrogado.

—Sabía que no era tan riesgoso entrar.

—¿Y cómo lo sabías?

—Tenía un amigo bombero que me enseñó algunas cosas.

—¿Tenías? ¿Qué pasó con él?

—Lo mataron hace unas semanas —su tono de voz desciende.

—Oh, lo siento. Lo que he podido notar en esta sesión es que han pasado cosas que no te ayudan a tener un brote de felicidad. Si las cosas siguen así, no creo que estés en la calle en enero.

—¿Qué puede ayudarme a tenerlo?

—Buenas noticias, demasiado buenas. Realmente, eso varía en las personas. La mayoría son cosas que no dependen de ti, por eso es tan difícil.

El otro que está en una situación más calmada aunque igual nervioso por lo que podría estar pasando, ahora es que le toca su turno.

—¡Rex! —la veterinaria exclama al verlo—. Pensé que no vendrías hasta el próximo año para vacunarte. Tú debes ser el verdadero dueño.

—Sí. Matías es el que sabe de veterinarias, así que él suele encargarse de eso.

—¿Es la primera vez que estás en una veterinaria?

—La verdad, sí. Rex está raro hoy, suele ser muy activo, camina por todas partes. Hoy no se para, tengo que cargarlo.

—¿Ha hecho algo fuerte estos últimos días?

—No, más bien, estaba de descanso hasta ayer y ayer no hice nada con él. No sé qué pasó.

—¿Qué ha comido?

—Su perrarina. En el trabajo a veces roba la comida que llevan los demás, quizás comió algo que no debía.

—¿Alguno llevó chocolate ayer?

—No me fijé, creo que sí.

—Quizás comió chocolate y por eso está así.

—¿Y cómo sabrá que comió chocolate?

—Pregúntale a quien crees que lo llevó.

Marc saca su teléfono y sin dudarlo, llama a Diana.

—¡Hola, Marc! ¿Cómo está Rex?

—Creo que comió chocolate, del tuyo.

—Eso explica por qué desapareció mi chocolate ayer.

—¿A qué hora fue eso?

—Ayer, como a las ocho, muy poco antes de que te fueras.

—¿Cuánto comió?

—Si se lo comió todo, una tabla normal de chocolate.

—Ok, chao —cuelga—. Una tabla de tamaño normal hace doce horas.

—¿Qué tipo de chocolate?

—Con leche, creo.

—¿Ayer durmió?

—Creo que no, no podía dormir.

—Por eso ahora está flojo. Hay que hacerlo vomitar.

—¿Cómo va a hacer eso?

—Con agua y peróxido de hidrógeno.

Marc queda en blanco, como si no le hubiesen respondido absolutamente nada, aunque claro, viendo que la veterinaria está bastante tranquila, no debía preocuparse porque lo de Rex era algo sencillo, ¿no? Pues sólo se trataba de un simple lavado de estómago.

por **Spencer** Jue 04 Sep 2014, 1:06 pm

Capítulo #36: "Asalto al Semáforo" (Segunda parte).

El caos sigue andando en aquel semáforo. Ese que intentó huir en un inicio ha sido asaltado, es el turno de alguien más de perder sus pertenencias. Uno de los cuatro le dispara a los neumáticos del segundo auto en la fila de la derecha.

—Estaba llamando a alguien, seguro a la policía. Él será el siguiente.

—A todos los que vean llamando a alguien, ya saben qué hacer. Ve —ese sería el castigo.

—¿Cuánto tiempo más dejaremos a la paramédica tranquila?

—Hasta que termine con el policía.

En el auto del herido, Matías aún no halla qué más hacer que alarmarse.

—Marc, ¿te falta mucho? —lo llama por teléfono.

—Rex tiene que vomitar, no lo sé. ¿Qué pasó?

—¡No sé qué hacer, le dispararon a Alex!

—¿No hay nadie ayudándolo?

—Daisy, ¡pero creo que le van a hacer algo! No se me ocurre nada, solo no podré con ellos.

—¿Sabes si alguno de los que están allá puede subirse a la acera? Como para disimular que va a entrar a un estacionamiento —explica.

—No lo sé, preguntaré —cuelga y ahora llama a Paula—. ¿Estás cerca de un lugar donde puedes subir a la acera?

—Sí, puedo subirme. ¿Para qué?

—Así podemos ir a donde están ellos algo disimuladamente.

—¿Como saliendo del estacionamiento?

—Exacto. Luego nos paramos como si los vimos para despistarlos y atraparlos. ¿Qué te parece?

—Está bien… Lo dices como si fueras a ir a donde estoy.

—Creo que sé dónde estás. Si estás en la calle que va derecho hacia el colegio, puedo ir sin que me vean.

—Estoy en esa calle. Si crees que puedes hacerlo, adelante. Luego esperamos a que vuelva Daisy y vamos los tres.

—Perfecto. Voy a colgar para ir yendo a tu auto —al despegar el celular de su oreja, siente que abren la puerta del auto que está a su lado. Voltea, ahí está uno de los ladrones, apuntándole con la pistola. Del susto, el teléfono se le cae entre los dos asientos.

—Así que tú eres el compañero del otro policía, ¿eh? No puedes negarlo, este es el único auto que está sin conductor —Matías, sin dejar de ver al hombre frente a él, busca a ciegas con su mano derecha algo entre los dos asientos delanteros—. Aw, ¿se te perdió el celular? Qué lástima, seguro estabas haciendo un buen plan con otro compañero. ¿Sabes qué les hago a las personas que usan sus celulares en un auto?

Matías saca muy rápido lo que el delincuente pensó que sería su celular.

—¿Esto? —dispara, dándole en el brazo. Lo que realmente buscaba era el arma que Alex le prestó anteriormente.

Se apura en salir del auto, no sin antes quitarle la pistola al ladrón. Corre agachado hacia el auto de Paula. Más adelante, los compañeros del que ha fallado suponen que el tiro que acaban de escuchar fue de él acabando con el colega del policía, la sorpresa que se llevarían ahora que el herido regresa.

—¡El compañero huyó! —grita, agarrándose el brazo para taparse la herida.

—¡¿Qué?!

—¡Su compañero me disparó y huyó! ¡Y me quitó el arma!

—¿Sabes a dónde se fue?

—¡Sólo vi que salió corriendo!

—¡Paramédica! ¡Déjalo y atiende a Cuatro! —el líder ordena.

—Ok —Daisy acepta al ya haber terminado con Alex—. No es tan grave, terminaré rápido.

La preocupada en este momento es Paula, debido a que la llamada no se colgó, sino que continuó y ella escuchó todo. Teme que ese disparo al final haya sido en contra de Matías. De repente, se abre la puerta del copiloto y él sube, tranquilizándola.

—¡Me preocupaste!

—No apagué el teléfono, ¿verdad?

—¡Lo oí todo! Cuando dejé de oír, colgué. ¿Qué pasó?

—Uno de ellos me abrió la puerta y cuando volteé, me estaba apuntando. Solté el celular y se cayó en medio de los asientos. Comencé a buscarlo y recordé que ahí estaba el arma de reserva de Alex, la saqué y disparé.

—Y saliste corriendo.

—No sin quitarle la suya —la muestra.

—Te salió bien. Esperemos a Daisy.

—Si se dieron cuenta, puede que esté atendiendo al que le disparé. Tendremos que esperar más.

—No creo que tanto, de seguro ya terminó de atender a Alex, se estaba yendo y justo llegaría el otro. ¿Dónde le diste?

—En un brazo.

—Entonces no tardará mucho.

Los ladrones planean acelerar, la cosa está algo lenta.

—¿Ahora cómo haremos?

—Hay que seguir. Tres, ve y róbale al que quieras —el encapuchado hace caso—. Dos, vigila que el policía no haga nada —el inseguro se acerca a Alex—. Yo me quedaré aquí con la paramédica. ¿Te falta mucho?

—No, ya casi termino.

—¡Apúrate, debemos seguir!

—Él no debería hacer eso con el brazo así. Debe reposar.

—¿O sino qué?

—O sino va a empeorar.

—De acuerdo. Cuatro, móntate en el auto cuando termine —cada uno de ellos es un número, así, si alguien los oye, no los podría identificar. Percibe un tiro a la distancia—. Tres haciendo de las suyas, así me gusta —sonríe maliciosamente y con orgullo.

Lo que no sabe es que en realidad ha sido Tres quien recibió esa bala.

—Listo —Daisy guarda sus cosas—. ¿Ya puedo regresar a mi auto?

—¡Claro! No hay problema, ve.

El líder, Uno, vigila cómo la chica de cabello rojo se va alejando de la intersección desde la acera. Le está dando la espalda totalmente, lo cual aprovecha para levantar su pistola, apuntar y apretar el gatillo.

—Tu trabajo ha terminado.

Un solo balazo fue suficiente para tumbar a una persona que sólo ayudó.

—Ese tiro sonó bastante adelante —Paula comenta. Matías trata de asomarse por la ventana a comprobar.

—Oh, oh…

—¿Qué viste?

—Hay alguien en el suelo y parece que es Daisy.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás seguro?!

—No totalmente, pero veo cabello rojo.

—¿Será que Johnny la verá? —pregunta a la vez que marca su número—. ¿Logras ver a quién le dieron?

—No, pero creo que fue a Daisy. Ella ya estaba regresándose y a los pocos segundos disparó al mismo sitio al que se fue.

—Matías ve que hay alguien de cabello rojo en el suelo pero no sabe si es Daisy, debe ser ella —lleva una mano a su frente, preocupada.

—¿Ahora qué hacemos?

—Matías y yo teníamos un plan antes, lo haremos.

—¿Cuál es el plan? ¿Puedo ayudarlos?

—Si puedes venir a mi auto, sí.

—¿Dónde estás?

—No me sé el nombre de la calle, pero es la que va directo a un colegio al final.

—Creo que sí puedo, espera un minuto —cuelga.

—Parece que Johnny nos ayudará.

Sólo Uno y Dos están en la intersección. Tres fue herido y no se enteraron, Cuatro debe guardar reposo. Sólo es un par al que deben enfrentarse, un dúo contra un trío.

—No se mueve, parece que la mataste —opina Dos.

—No tiene que estar necesariamente muerta.

—¿No crees que Tres se ha tardado mucho?

—Seguro está asaltando a más de uno a la vez.

—Cierto… ¿No oyes como un auto viniendo hacia acá?

—Creo que estar alrededor de muchos autos te está afectando. ¡Claro que no! Estás paranoico hoy.

—O quizás no —da media vuelta y saca su arma, a lo que su líder también reacciona de la misma manera.

—¡Policías! ¡¿Cómo llegaron aquí?!

—Olvidaron trancar las aceras —Paula baja de su carro, seguida por los otros dos.

Uno dispara, fallo que le cuesta una bala en el hombro de parte de Johnny. Insólito, el más inseguro de todos es el último en pie.

—¡Dos, encárgate de ellos! —manda mientras es esposado por Matías.

Como un novato en hacer todo por su cuenta, su mente se borra y no hace más que montarse en un auto y huir.

—¡Tras él! —Paula regresa a su auto rápidamente, sus compañeros igualmente.

La persecución arranca.

—Creo que esta es la primera vez que me toca manejar en una persecución.

—Manejas bien, ¿no?

—¡Claro! Oigan, ¡nadie vio si era Daisy!

—Llamaré a una ambulancia allá —Matías toma ese trabajo.

—Yo ya lo hice, no tienes que hacerlo —Johnny avisa.

—Necesito que se queden callados para concentrarme, lo estoy persiguiendo…

—¡Frena! —Matías vocifera fuertemente.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! —no entiende, aunque comienza a pisar el pedal.

—¡Por eso! —señala adelante. Dos choca con otro auto.

—Oh —termina de frenar, sino se metería en ese combo—. ¿Cómo supiste que chocaría?

—Me fijo mucho de las cosas que pasan alrededor cuando estoy en un auto por eso.

Ya están listos, como no hay heridos por más feo que se vio el choque, pueden llevarse al ladrón restante a la comisaría.

—¿Los atraparon a todos? —Diana, como la única de la USH presente hasta ese momento, recibe a Paula.

—Toditos los cuatro. Johnny y Matías fueron a buscar sus autos y yo me encargué de traerlos aquí.

—Y supongo que ya llevaron a Alex al hospital.

—Daisy ya lo… —se detiene, piensa—. ¡Daisy!

—¿Qué pasa con ella? No está aquí, supuse que estaría con Mati.

—¡No! ¡Creo que le dispararon! —toma a Diana del brazo y se la lleva arrastrada con ella—. Acompáñame.

—¡Hey, hey! Para un poco. Te acompañaré, pero ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué dices que le dispararon?

—Antes de que comenzáramos el plan, le dispararon a alguien. Johnny cree que fue a Daisy por el lugar, Matías vio a una persona pelirroja tirada en el suelo pero no se veía bien. ¡Lo más probable es que fuera Daisy! ¡Ella no está en ninguna parte!

—¿Vas a revisar si está allá?

—Queda a dos minutos, no tardaremos nada —el tono de mensaje del celular de la morena suena. Ella revisa, enseriándose.

—Paula…

—¿Qué pasa? ¿Por qué te pusiste así?

—Matías está en el hospital y… Daisy está muy grave.

—¿Qué? ¿En cuál hospital?

—Mercy. Vayamos allá.

—Llamaré a mi papá.

—Eso es todo por hoy —Elliot se encuentra dando fin a una consulta cuando el teléfono suena, atendiéndolo sin problemas y aliviado de que justo fue en ese momento y no antes—. ¡Hola, Paula!

—¡Papá! —su voz expresa su preocupación.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?

—¡Le dispararon a Daisy!

—¡¿Que a Daisy qué?! —el psicólogo ni se ha dado cuenta de que su paciente no salió del consultorio.

—¡Le dispararon hace un rato!

—Pero, ¿cómo está?

—¡Muy grave en el hospital!

—¡¿Qué?! ¡¿En cuál?!

—En el Mercy. Yo ya estoy yendo.

—Ok, ya iré —cuelga, turbado.

—¿Qué le pasó a Daisy? —y ahí es cuando Elliot se percata de la presencia de Leo.

—Eres un buen amigo de ella, ¿verdad?

—Muy amigo… ¿Qué le sucede?

—Está en el Mercy, le dispararon y está muy grave.

—¡¿Qué?! Debo ir allá —sale de inmediato.

Leo se apura en llegar hasta su auto y subir a él, aunque antes de encender el motor, decide hacer una llamada para informarse mejor.

—¡Hey! —Diana contesta—. ¿Dónde…?

—¡¿Qué le pasó a Daisy?!

—Oye, ni siquiera me dejaste terminar la pregunta.

—Lo siento, estoy preocupado. ¿Sabes qué le pasó?

—Sólo sé que le dispararon. No estaba ahí.

—¡¿Cómo que no estabas ahí?! ¡Eres de su grupo!

—¿No supiste lo del semáforo?

—¿Qué del semáforo?

—Unos ladrones hicieron un robo y le disparaban a los que no les hicieran caso. No sé por qué le dispararon a Daisy, yo ya estaba en la comisaría cuando pasó eso.

—Como que me desinformé por una hora que tuve el celular apagado.

—Por cierto, ¿dónde estabas?

—En el psicólogo. Acabo de salir y me enteré.

—¿Estás en camino? Yo ya estoy llegando.

—Sí, voy a colgar. Chao.

—Chao —cuelgan.

Unos minutos después, parte del grupo se reúne en el hospital.

—¿Te han dado más información? —Paula inquiere a Matías.

—No. La están operando, me dijeron que estaba grave. No sé más nada.

—¿Alex no estaba contigo?

—Están revisando la herida para completar el proceso.

En ese instante, Sebastián pasa por la sala de espera, encontrándose con todos ahí. Frena, muy extrañado.

—¡¿Qué están haciendo aquí?!

—Están operando a Daisy y a Alex le revisan una herida.

—¿De qué me perdí?

—De un robo en el semáforo.

—¿Estuvieron todos ahí?

—Sólo Alex, Paula, Daisy, Johnny y yo —su celular repica, lo atiende—. ¿Hola?

—Ya voy de regreso. Rex va a tener que quedarse en la veterinaria todo el día.

—Ven al Mercy.

—¿Alex se puso grave?

—Alex no, Daisy.

—Voy —cuelgan.

—Marc viene en camino.

Daniela se acerca a ellos, igual de preocupada que Paula.

—¡Dani! ¿Sabes algo?

—No me quieren decir nada porque es familiar.

—Nosotros no sabemos nada tampoco.

—¿No saben nada? —el padre de las mellizas llega al lugar.

—¡Papá! —la rubia se levanta de la silla y lo abraza.

—No sabemos nada. A mí no me quieren decir porque soy familiar y es una regla.

—De la nada llegó todo el mundo —dice Diana al ver a Leo entrar también.

—Les diré lo que sé —Matías decide soltarlo todo—. Llegué aquí y me preguntaron si la conocía y luego me dijeron que cuando llegó aquí había perdido mucha sangre y que no tenía signos vitales, así que la llevaron a cirugía de emergencia.

—¿Dijiste “sin signos vitales”? —Daniela resalta.

—Eso fue lo que me dijeron.

—Sabes lo que eso significa, ¿no?

—Claro que sé, por eso digo que está grave.

—¡¿Por qué no lo dijiste antes?! —Paula se altera.

—¡No quería preocuparlos tanto! Pero ahora que veo que casi todos están aquí y preguntan, tuve que decirlo.

—¿No han venido los doctores a decir cómo va la operación? —Leo interviene

—No. Ninguno ha salido a decirme algo.

—Eso no es bueno.

—Quiere decir que no han logrado recuperarla, seguro —Diana supone.

—Esperen, yo soy la doctora y sé que eso no siempre significa lo que ustedes están pensando.

—¿Qué más quiere decir?

—Que la operación está difícil y no pueden perder a un cirujano o asistente para notificar. Cuando se aligeren las cosas, es posible pero no muy probable que alguno salga.

—Así que tendremos que esperar a que terminen.

—O quizás no —Daniela se nota pensativa.

—¿Qué se te ocurrió?

—Ya que soy doctora, puedo entrar a la galería del quirófano.

—¿La galería es ese cuarto de arriba?

—Ese mismo. Lo único es que no sé en cuál quirófano está y si me lo dicen, cosa que no creo, igual me costaría encontrarlo porque es mi segundo día aquí y aún no conozco bien el hospital.

—Pero, ¿puedes intentarlo?

—Diré que estoy buscando una operación en específico que sólo si la veo la reconoceré. Si la encuentro, me quedo unos minutos y vuelvo antes de que me boten.

—Buena idea. Ve —Diana la apoya, sería un buen método para disimular.

Daniela no tarda en dirigirse a la pizarra de operaciones para revisar si encuentra los datos de la intervención allí, mas es inútil, pues por ser una emergencia, nadie la anotó.

—¿Qué operación busca? —un doctor de unos treinta y tantos años desea ayudarla, al parecer.

—Realmente… Estoy viendo si hay alguna operación para verla ahora.

—Hay tres, sólo que no están ahí porque llegaron de emergencia.

—Oh, ¿y qué son?

—Heridos de bala.

—¿Cuál es la más grave?

—Una a la que le dispararon en la espalda.

—Perfecto, quiero ver esa. ¿Dónde está? —aprovecharía ser desconocida para obtener la información suficiente.

—En el segundo quirófano.

—Ok —camina en dirección a los quirófanos, aunque es detenida por el de uniforme azul marino.

—Oiga, creo que no la había visto antes.

—Soy nueva, es mi segundo día aquí.

—Del intercambio, ¿verdad?

—Sí. A mí me pidieron y acepté.

—¡Oh! Eres Montesco, ¿cierto?

—Daniela Montesco, tercer año de residencia.

—Finn Nolan, cirujano general —estrechan manos—. Mucho gusto, te dejo ver la operación.

—Mucho gusto, gracias —retoma su actividad. El problema es cuando está a un paso de la galería. Sheperd está sentado observando la operación, no sería una buena idea entrar con el único conocido de ella en el hospital entero ahí, posiblemente sabría del parentesco. Duda, su mano está a centímetros de girar el pomo de la puerta. Decide entrar, existe una oportunidad de que no conozca los datos de la paciente en la camilla.

—¡Montesco! Me extraña verte aquí.

—¿Por qué? —intenta disimular su nerviosismo.

—No sueles ver extracciones de bala —se calma, no sospechó de sus intenciones.

—No he visto una operación en días, quería ver una y conocer cómo proceden aquí.

—Claro. Yo estoy en las mismas, aunque esta no es una simple extracción de bala.

—¿Ah, no? ¿Qué tiene de especial?

—La paciente está muy inestable, pierde los signos vitales a cada rato, por suerte logran estabilizarla, y no lo sé muy bien, pero creo que el lugar en el que está la bala es algo difícil de tratar. Aún no se la han sacado.

—Supongo que no han podido salir para avisarles a los familiares cómo sigue —dice por calmar su miedo.

—Siempre te preocupas por eso.

—Sé lo que es estar sin saber y por eso me gusta informar.

—Este es el caso de operación que no debe perder personal.

—Entiendo… —saca su celular y escribe un mensaje.

—No me digas que quieres hacerlo tú.

—Quiero, pero no puedo. No soy parte de la cirugía.

—Exacto.

—¿Cuánto crees que duren?

—Depende de que si ella vive y si hay complicaciones al extraer la bala. Mínimo, tardarían media hora más.

—De acuerdo —teclea otro mensaje—. A esperar.

Fin del Capítulo #36.

Ahora sí, mis notitas del final :3

Gracias a todos los que han estado aquí, seguramente me habría olvidado de seguir subiendo la novela si no fuera por cada comentario. La hubiese seguido escribiendo en mis cuadernos, pero jamás habría sido lo mismo.

Sobre el capítulo, otro a base de improvisación, porque lo único que tenía planeado era lo de Rex ~~tan improvisado que en el siguiente no hallaba qué hacer~~.

¡Hasta el siguiente! Más Que Cosas De Policías - Página 13 1922094727

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por **Baronesa** Dom 07 Sep 2014, 4:28 pm

Angelacpm escribió:Escribo con verde Navidad

Ya, empecé bromeando. Estos últimos días se me ha acumulado tanto el ocio que he hecho de todo. Puse lindo mi perfil, cambié mi avatar, estoy por cambiar mi firma (sólo la parte de esta novela) aunque creo que eso quedará para mañana, estoy planeando una galería para esta novela y mis proyectos (tan sin oficio estoy que se me ha ocurrido otra novela). Eso es lo que pienso explicar ahora, como siempre me ha gustado mantener a todos al día, les avisaré de qué se trata todo esto. También aprovecharé para comentar un poco sobre el próximo capítulo, ya que como es muy largo, si llego a comentar antes/después de sus mitades, quizás no me quepan como casi me pasó con el #13.

Primero que todo, los proyectos: Son sólo dos. Uno que es más que todo como un juego y otro que sí es la novela. Hablaré del segundo primero

Bien, se preguntarán, ¿es algo totalmente nuevo, es una adaptación, qué será? Es simple, es un spin-off, o en español, derivado. Derivado, me refiero a que se me ocurrió a base de MQCDP, pues originalmente iba a ser un capítulo especial tipo flashback (uno de esos tres que digo que tengo pensado escribir), pero que como se me fueron acumulando las ideas, tengo material para una novela corta, quizás no pase de 15 a 20 capítulos. Pero, ¿qué es? Voy avisando que esto sería totalmente dirigido a Leonardo, él será el protagonista de todo. ¿Por qué? Porque serían las "Memorias De Una Vida Miserable". ¿Qué? Simplemente son las experiencias que vivió en la cárcel, así de sencillo. Me animé a convertirlo en una novela cuando escribí un pedazo que le agregué al capítulo #18, en el cual hay unos dos o tres adelantos a MDUVM, y porque la escribiría con narrador protagonista, es decir, en primera persona, Leo sería el narrador siempre, y eso es algo que quiero probar. Como Leo es el personaje más completo que llevo, no creo que me sea tan complicado adaptarme a una narración que sería a su estilo. Es un desafío que quiero aceptar. Quizás empiece a escribirla antes de que acabe el año, y la iría publicando quizás a mediados de febrero, cuando la tenga bien estructurada, adelantada y me convenza del todo.

Ahora el juego. Le llamo así porque pienso permitir que todos sean libres de escribir su propia historia allí. ¿No sería una novela colectiva? No, porque no es una novela, es una colección de cuentos. ¿Cómo? Sería el "Portal De Los Sueños", lugar donde podríamos poner en práctica nuestra narración, nuestro estilo y todo lo que tenga que ver con escribir con tan sólo contar nuestros sueños más locos o los más recordados de manera estilizada, no como solemos contar "oh, entonces de la nada aparecí en tu casa y tú tenías una mascota azul gigante que no sé ni de dónde salió y de repente tu mascota se puso brava y nos atacó, quería comernos y salimos corriendo, cuando salimos de tu casa había nieve y nos caímos en ella y aparecí en una cueva. Tú desapareciste, creo que te comió..." ~~no crean que soñé eso, se me acaba de ocurrir a lo loco,~~ no, es para contarlos como si de un cuento de fantasía y ficción o aventura se tratara, ¿no creen que sería divertido?

La galería: "Más Que Simples Ideas" o "Más Que Sólo Ideas" (no me decido).
Sección de Más Que Cosas De Policías: otra sinopsis, más descripciones, estoy armando unas fichas de personaje que por el momento están muy básicas en diseño, pero que de estar tan ociosa me he pasado tres días enteros investigando sobre códigos para crear cosas así, por eso es que puse lindo mi perfil y pienso cambiar mi firma porque hoy conseguí cómo hacerlas. Por el momento ya tengo la de Leo, pero de tanto ocio ahora me ha dado por buscar representante, ¡al fin tendrán una imagen real por la cual guiarse! "Tendrán", porque si se la busco a uno, a los demás también. Ya tengo a Paula, Sebastián, Alex y Matías, creo que a Cristian y casi consigo a Leo y en parte a Marc, pero aun sigo buscando opciones, los hermanos tienen que ser los representantes perfectos, je... También quiero aprender a hacer otra cosa que no sé ni cómo se llama, no me cansaré hasta encontrarlo, y no creo publicar la galería hasta no saber hacerlo. Ah, y si lo del representante va en serio, entonces tendría que agregar la foto a la ficha, otro trabajo más ~~por eso es que no puedo estar de vacaciones sin nada que hacer.~~ Habrían datos extra, curiosidades, esas cosas que suelo comentar aquí al responder comentarios luego de un capítulo pero más extensas y mejor explicadas, por eso el título de la galería sería con un "Más Que...", porque estaría más que todo dedicada a esta novela.

A Very True Dream: No sé qué rayos pienso hacer ahí, pero algo intentaré, pienso hacer algo sin la ayuda de Tipity Trouble (ese sería el nombre de usuario de mi amiga así que llamémosle así).

Memorias De Una Vida Miserable: Probablemente otra ficha pero sólo de Leo, la sinopsis... Emm... No sé, lo básico, algún adelanto.

Portal De Los Sueños: De nuevo, la descripción de en qué consistiría.

Esta extraña inspiración en cosas nuevas me viene porque como adelanté tanto (ya llevo hasta el #18 adaptado al formato que subo aquí), no he escrito en más de una semana, sólo he leído, aunque sí, sí he escrito, en el capítulo actual en el que voy en el cuaderno ~~que por cierto me encaaaaanta porque al fin llegué a una fase que esperaba hace tiempo~~, no revelaré qué número es porque se sorprenderían, ja. Pasar tanto tiempo sin escribir me afecta, se puede notar demasiado.

Ahora iré con lo que iba a ser este comentario originalmente: el capítulo #16. No es que lo vaya a publicar, no, eso es mañana, pero la descripción que siempre hago sí. Como creo que ya lo he dicho varias veces, es un capítulo tipo flashback. Es y no es un especial navideño. Me explico, está ambientado en la época, mas no trata de la Navidad, pero que sea en esos días le da una intensidad especial, ¿me entienden? Es otro de mis capítulos favoritos. Lo publicaré la primera parte mañana, la segunda el 25, siendo como el regalo de Navidad de mi parte ~~y el único que podrían recibir de mí,~~ un lindo capítulo nuevo... Ok, ahora no quiero hablar mucho del capítulo porque creo que daría spoilers, pero... Fue el primer capítulo en el que investigué, pero en serio, INVESTIGUÉ para escribirlo y que quedara lo más real posible. Lo único inventado en lo principal del capítulo es algo de menores de diez años, de resto, todo está fielmente atado a la realidad.

¿No es gracioso? Justo estamos en Navidad y los capítulos que he subido son de eso. Eso sólo se seguirá hasta el #17, porque el #18 es un gran adelanto en el tiempo ~~SPOILER!!~~

Ya pronto me iré despidiendo por hoy, no sin antes revelar los mensajes ocultos de este comentario.

1) Si notaron que al parecer tengo dificultad con esto de los representantes, LA TENGO! Marc y Leo serán una pesadilla para conseguirlos. He estado buscando y sí he visto algunos parecidos, pero no... HE VISTO EN LA CALLE, SÍ, EN LA CALLE POR PURA CASUALIDAD GENTE IDÉNTICA A COMO ME IMAGINO A MARC! En serio, a muchos, ni siquiera sólo uno, no, al menos unos cuatro. Incluso, en una fiesta un chico que estaba invitado era la perfecta versión adolescente de ese Molander ~~que por cierto estaba tan   que parecía actor de cine~~, pero exactamente, son personas que veo en la calle y jamás sabré cómo se llaman porque ni los volveré a ver (lo más probable) a menos que sea ese vendedor en una tienda de artículos de pesca, gorras y zapatos de un centro comercial... Sí hay un actor de una serie (cancelada, de broma llegó a diez episodios) que se me medio parece, pero no sé... Estoy así con casi todos los personajes excepto Paula ._. Así que yendo al grano: si alguna se imagina a algún personaje como alguien (por favor un actor que se sepan su nombre), díganmelo, quizás sea el representante que busco ;)

2) Me encantaría ver opiniones sobre ambos proyectos, a ver qué dicen y si me animo a hacerlos de verdad.

3) Cualquier cosa que sirva de ayuda en esos aspectos (proyectos, galerías, fichas, firma incluso), no duden en comentarlos, estoy tan libre que intentaré hacer casi cualquier cosa por más técnica que parezca. Si entendí cómo hacer las tablillas para las fichas de personaje, creo que puedo con cualquier otra cosa

PD: Creo que tendré que cambiar el color de fuente, este verde dudo que se vea bien con el nuevo diseño del foro...

Hasta mañana con mi primera parte del regalo de Navidad,  :bye:

Olasss!!! Aquí terminando de leer caps 14 y 15. Estuvo curioso lo de la puerta del closset, todavía lo estoy reconstruyendo en mi mente :whatever: Fue muy divertido el encuentro de Marc con sus suegros, hasta el pobre Rex le tocó su embarrada y no precisamente de torta, je, je

Está bueno eso de la "impredicibilidad", naturalmente es posible por una deficiente regulación de bioquímicos en el cerebro, entónces siempre tiene de puntitas a Marc y es algo asi como Dr. Jekyll y Mister Hyde. Eso justifica como llegó a prisión. Existen muchos casos clínicos Más Que Cosas De Policías - Página 13 1661743686

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Cap 15 me pareció muy conmovedor, tú sabes...esas fechas lo que representan y me quedo con la idea que Carlos ha perdonado a Leo. "Memorias de una vida miserable" suena denso ¿si la escribiste?

En cuanto a "Portal de sueños" suena muy divertido, me morí de la risa con el sueño de la mascota azul Más Que Cosas De Policías - Página 13 236970355

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sueños y pequeñas narraciones de fantasía...me late, yo secundo la moción. Por otro lado ¿ya tienes a los representantes de todos los personajes?

En cuanto a tu pregunta de notar algo en el diálogo de Marc con respecto al apellido Montesco (¡ea! Fan de Shakespeare aquí) Más Que Cosas De Policías - Página 13 350222609

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¿es eso lo que preguntabas si nos dábamos cuenta?

Me despido por hoy, me voy a darle a mis ships, ahora ya se que eres Liam girl. Vuelvo en un par de días, felicidades por el nuevo capítulo.

por **Spencer** Dom 07 Sep 2014, 6:32 pm

Baronesa escribió:Olasss!!! Aquí terminando de leer caps 14 y 15. Estuvo curioso lo de la puerta del closset, todavía lo estoy reconstruyendo en mi mente   Fue muy divertido el encuentro de Marc con sus suegros, hasta el pobre Rex le tocó su embarrada y no precisamente de torta, je, je

Está bueno eso de la "impredicibilidad", naturalmente es posible por una deficiente regulación de bioquímicos en el cerebro, entónces siempre tiene de puntitas a Marc y es algo asi como Dr. Jekyll y Mister Hyde. Eso justifica como llegó a prisión. Existen muchos casos clínicos

Cap 15 me pareció muy conmovedor, tú sabes...esas fechas lo que representan y me quedo con la idea que Carlos ha perdonado a Leo. "Memorias de una vida miserable" suena denso ¿si la escribiste?

En cuanto a "Portal de sueños" suena muy divertido, me morí de la risa con el sueño de la mascota azul   sueños y pequeñas narraciones de fantasía...me late, yo secundo la moción. Por otro lado ¿ya tienes a los representantes de todos los personajes?

En cuanto a tu pregunta de notar algo en el diálogo de Marc con respecto al apellido Montesco (¡ea! Fan de Shakespeare aquí)   ¿es eso lo que preguntabas si nos dábamos cuenta?

Me despido por hoy, me voy a darle a mis ships, ahora ya se que eres Liam girl. Vuelvo en un par de días, felicidades por el nuevo capítulo.

Fue tan divertido ver ese comentario de nuevo Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

En serio con lo del clóset, estaba de lo más trancada y de la nada estaba buscando ropa para cambiarme y la puerta casi me cayó encima! ~~al final no se cayó, logré detenerla, pero luego casi le cayó a mi mamá, ups.~~ Es una de las maneras más raras en las que se me ha ocurrido un caso, la otra es dentro de unos dos capítulos. ~~Pista: de nuevo estaba inventando mientras buscaba qué ropa ponerme~~

Marc quedó Más Que Cosas De Policías - Página 13 300321724

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con la madre de Paula, jajajajajaja. La mujer resultó ser más perfeccionista que ella!

Wait, el impredecible es Leo Más Que Cosas De Policías - Página 13 3212464482

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~~o te estás refiriendo a que Marc debe estar con cuidado?~~

Sí, podría decirse que Carlos ha perdonado a Leo, eso no quiere decir que todo esté solucionado Más Que Cosas De Policías - Página 13 779623427

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¡MEMORIAS DE UNA VIDA MISERABLE ES LA NOVELA EN LA QUE HE TENIDO MÁS LECTORES! ~~bueno, la subo a Wattpad, esta no, pero igual porque aquí sólo tiene una que es la misma primera lectora de allá~~ ¡Claro que está aquí! El link está en la lista de mis novelas! ¡Es tanto así que está entre las mil primeras de su categoría en Wattpad desde hace casi un mes! ¡Tienes que leerla! ~~me emocioné~~. Resultó ser mucho más de lo que esperé, ahí dije que no esperaba más de 20 capítulos, anteayer subí el 25 y lo que me falta. Ese título lo ha tenido desde siempre, desde que lo planeaba como capítulo de esta novela, suena denso, pero es que me gustó y no lo pude cambiar, je.

El Portal de los Sueños resultó fracasar Más Que Cosas De Policías - Página 13 1054092304

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no me he rendido, sigue ahí, sólo que nadie lo encontrará a menos que se meta a mi galería porque es donde tengo el link. El sueño de la mascota azul lo inventé en serio, jamás he soñado con algo así Más Que Cosas De Policías - Página 13 4222964207

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~~el que sí tuve fue otro que puse en otra descripción no recuerdo dónde jaja~~. Si quieres pasarte, métete en mi galería (link blanco bajo mi ávatar en la lista de mis novelas), al final de la primera publicación está el link Más Que Cosas De Policías - Página 13 1233900128

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Sí, es eso. Es que en serio no sabía que Romeo y Julieta tenían apellidos hasta que leí un fragmento hace casi tres años (época en la que escribí ese capítulo) y me quedé tan Más Que Cosas De Policías - Página 13 4162775227

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que tuve que poner esa referencia Más Que Cosas De Policías - Página 13 3373640616

Los representantes... ¡NO! Aún me sigo quedando con los tipos que he visto en la calle para que sean Marc Más Que Cosas De Policías - Página 13 1129725545

De Leo ni hablar, aunque sí conseguí un actor que se asemeja hace unas semanas Más Que Cosas De Policías - Página 13 285151902

Preferí quedármelos para mí, no los revelaré a menos que de verdad esté muy, MUY convencida.

por **Baronesa** Sáb 13 Sep 2014, 2:03 pm

Ya ando por aquí de nuevo con los capítulos 16 y 17. Finalmente ya llegué a la historia del "sobreviviente". Parece que no solo Leo esta traumado je,je también Marc se quedó marcado con ese incidente de muerte a muy temprana edad (casi pierde a su hermano). La mordedura de serpiente fue algo para dar a la familia Molander un cambio de 180°, ya nada volvió a ser igual, pero fue para bien.

El caso que tocas en el cap.17 es muy interesante, ya que estudiar el alter ego virtual en webs como "Second Life" es muy reciente, tiene pocos años que podemos hacer "otra vida" en el internet que no se parece en nada a la que tenemos aquí. Pocos autores y series han tocado ese tema, que cada vez es más común. La forma de vivir a cambiado muchísimo gracias a la tecnología al alcance de las masas.

Por otro lado Cristian me llama la atención, me parece interesante y enigmático Más Que Cosas De Policías - Página 13 2278276204

Más Que Cosas De Policías - Página 13 2278276204

Espero descubrirlo más. Me daré una vuelta por "memorias de una vida miserable" en wattpad, alucino que debe estar densooo...

¡Hombre! Pues lástima que el proyecto de los sueños está en stand by, tal vez más adelante se pueda hacer una fumada similar, algo así como un juego.

por **Spencer** Sáb 13 Sep 2014, 3:47 pm

Baronesa escribió:Ya ando por aquí de nuevo con los capítulos 16 y 17. Finalmente ya llegué a la historia del "sobreviviente". Parece que no solo Leo esta traumado je,je también Marc se quedó marcado con ese incidente de muerte a muy temprana edad (casi pierde a su hermano). La mordedura de serpiente fue algo para dar a la familia Molander un cambio de 180°, ya nada volvió a ser igual, pero fue para bien.

El caso que tocas en el cap.17 es muy interesante, ya que estudiar el alter ego virtual en webs como "Second Life" es muy reciente, tiene pocos años que podemos hacer "otra vida" en el internet que no se parece en nada a la que tenemos aquí. Pocos autores y series han tocado ese tema, que cada vez es más común. La forma de vivir a cambiado muchísimo gracias a la tecnología al alcance de las masas.

Por otro lado Cristian me llama la atención, me parece interesante y enigmático Espero descubrirlo más. Me daré una vuelta por "memorias de una vida miserable" en wattpad, alucino que debe estar densooo...

¡Hombre! Pues lástima que el proyecto de los sueños está en stand by, tal vez más adelante se pueda hacer una fumada similar, algo así como un juego.

Bien dicho, porque Marc no sería ni la mitad de lo que es ahora con Leo si no fuera por lo traumado que quedó. Marc se quedó marcado Más Que Cosas De Policías - Página 13 1233900128

~~sí, es que siempre evito usar "marcar" en una oración donde esté Marc porque es de lo más je...~~

Ese caso lo saqué de La Ley y El Orden UVE, creo que lo digo jajajaja. Pero lo más de ese capítulo es que es la última vez de algo, porque el 18 es cuando... Más Que Cosas De Policías - Página 13 1250123322

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Cristian es un personaje que merece más atención de la que tiene Más Que Cosas De Policías - Página 13 1054092304

Sólo una amiga quiso ayudarme con su historia (es su personaje favorito ni idea por qué ni cómo si no ha leído, sólo le cuento cómo van las cosas), y vaya que quiero llegar al punto de la historia donde revelo sus cosas, pero por un cambio de planes en algo YA NO PUEDO Y SE ME ALEJÓ EL MOMENTO UN MONTÓN DE CAPÍTULOS ASÍ QUE NI IDEA CUÁNDO AHORA Más Que Cosas De Policías - Página 13 167695056

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Es más que todo un personaje de apoyo ahora por ser el mejor amigo de Marc ~~y resalto Marc porque sus interacciones con Leo son más bien como "okay " ya que te darás cuenta que Cristian es más calmado y Leo no~~ Ya estoy planeando más o menos cuándo va a suceder ahora (lo original era muuuucho más planeado jaja, en cambio ahora va a salir casi de la nada), tengo que cuadrarlo porque ya quiero que se conozca la historia de Cristian más que por las pistas que he dado Más Que Cosas De Policías - Página 13 3619577255

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¡Hazlo, estoy por llegar a los mil leídos y cien votos Más Que Cosas De Policías - Página 13 1857533193

!

El Portal de los Sueños era un juego! Pero no sé, igual seguirá ahí abandonadito esperando por alguien jajajaja.

Por cieeeeerto, ¿recuerdas lo del sueño de donde salió nuestro AU donde estaría Larc Boy? ¡RESULTA QUE LO VOLVÍ A SOÑAR Y AHORA REINVENTAMOS LA HISTORIA Y ESTÁ DE LO Más Que Cosas De Policías - Página 13 3275125450

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, EN SERIO!

Veré si empiezo el próximo capítulo pronto, es que si agarro un cuaderno en estos días lo que voy a querer es hacer las portadas a los nuevos que tengo, je... Bye!

por **Baronesa** Vie 19 Sep 2014, 3:15 pm

¡Hola guapa! Me acabo de echar mi dosis de "Más que cosas de policías" con los capítulos 18 y 19. Ya sabrás que he andado muy ajetreada estos días y como siempre al llegar el fin de semana puedo dedicarme un buen rato a leer y escribir. Es un gusto poder compartir un hobbie con gente afín :conny:

Naturalmente la ley del bumerang y Leo cosechó lo que sembró aunque en ningún momento su intención fue hacer daño. Es ley de vida que todo regresa y la factura le llegó pronto con intereses Más Que Cosas De Policías - Página 13 2204300288

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Al fin podré imaginar a Leo libre y me da mucha curiosidad su reinserción en la sociedad que si bien lo logra lo cual lo convierte en un héroe Más Que Cosas De Policías - Página 13 3514117543

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Bueno, bueno...espero lo del sueño, suena muy divertido, ya quiero ver que pasa con Larc boy Más Que Cosas De Policías - Página 13 2551348540

por **Spencer** Vie 19 Sep 2014, 3:32 pm

Baronesa escribió:¡Hola guapa! Me acabo de echar mi dosis de "Más que cosas de policías" con los capítulos 18 y 19. Ya sabrás que he andado muy ajetreada estos días y como siempre al llegar el fin de semana puedo dedicarme un buen rato a leer y escribir. Es un gusto poder compartir un hobbie con gente afín :conny:

Naturalmente la ley del bumerang y Leo cosechó lo que sembró aunque en ningún momento su intención fue hacer daño. Es ley de vida que todo regresa y la factura le llegó pronto con intereses

Al fin podré imaginar a Leo libre y me da mucha curiosidad su reinserción en la sociedad que si bien lo logra lo cual lo convierte en un héroe

Bueno, bueno...espero lo del sueño, suena muy divertido, ya quiero ver que pasa con Larc boy

Sí, me he dado cuenta de que apareces de viernes a domingo Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

Ahora sí, como que entro a clases el lunes y mi horario está bien raro (fui el martes a buscarlo) Más Que Cosas De Policías - Página 13 167695056

Ahora que leíste el inicio de Memorias de una vida miserable, las intenciones de Leo son como más notorias, ¿ah? Más Que Cosas De Policías - Página 13 285151902

Ay, como que te emocionaste Más Que Cosas De Policías - Página 13 3373640616

Leo libre te va a encantar Más Que Cosas De Policías - Página 13 4098373783

¡EN SERIO QUE ESTÁ GENIAL! Creo que lo comenzó a escribir ayer, creo que ella va a escribir y yo me encargaré de algunas situaciones (tengo que ver, por los momentos no me atrevo a narrar yo hasta que no sepa bien cómo serán ahí los personajes), porque la primera (me pregunto dónde quería que empezara porque se le ocurrían puras cosas comunes) es una escena que inventé yo y luego ella la completó y está demasiado buena jajajajaja.

por **Baronesa** Dom 21 Sep 2014, 6:47 pm

¡¡¡Liiissstttoo!!! Capítulos 20 y 21. Leo en el equipo de su hermano, qué bien; bandidos y policías son la polaridad de una misma cosa. Tengo la sensación de que va a ser un personaje muy importante para la resolución de los casos venideros. Si me emociona ver a Leo al aire libre y leer MDUVM al mismo tiempo lo complementa perfecto ¡Felicidades a las dos unidades en su primer aniversario! :timon: Brindo por más años al servicio del estado, je, je. Me parece que veo algo entre Leo y Daisy mmmh...algo se esta cocinando creepygusta

Me causó mucha gracia la historia de "Harry el peluquero", es buena. Yo descubrí a 1D hace un par de años el día de mi cumpleaños; vi en twitter el hashtag #HappyBirthdayLiamPayne, y recuerdo que me pregunté "¿quién es ese jicote aguamielero?". Así que lo busqué en Google y al ver que formaba parte de un grupo, busqué un video y encontré "One thing". Siempre me han gustado las boybands :vibracionmodeo Realmete esa rolita me gustó, buen regalo de cumpleaños Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

¿Ya de vuelta al cole? Ojalá tu horario no sea una cosa espeluznante. Por lo general ando en varios proyectos a la vez y aveces me hago pelotas gestionando mis tiempos, ahora te tocará a ti Más Que Cosas De Policías - Página 13 3305821808

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Échame un grito cuando subas el primer cap de larc boy Más Que Cosas De Policías - Página 13 2841648573

por **Spencer** Dom 21 Sep 2014, 10:18 pm

Baronesa escribió:¡¡¡Liiissstttoo!!! Capítulos 20 y 21. Leo en el equipo de su hermano, qué bien; bandidos y policías son la polaridad de una misma cosa. Tengo la sensación de que va a ser un personaje muy importante para la resolución de los casos venideros. Si me emociona ver a Leo al aire libre y leer MDUVM al mismo tiempo lo complementa perfecto ¡Felicidades a las dos unidades en su primer aniversario! :timon: Brindo por más años al servicio del estado, je, je. Me parece que veo algo entre Leo y Daisy mmmh...algo se esta cocinando

Me causó mucha gracia la historia de "Harry el peluquero", es buena. Yo descubrí a 1D hace un par de años el día de mi cumpleaños; vi en twitter el hashtag #HappyBirthdayLiamPayne, y recuerdo que me pregunté "¿quién es ese jicote aguamielero?". Así que lo busqué en Google y al ver que formaba parte de un grupo, busqué un video y encontré "One thing". Siempre me han gustado las boybands :vibracionmodeo Realmete esa rolita me gustó, buen regalo de cumpleaños

¿Ya de vuelta al cole? Ojalá tu horario no sea una cosa espeluznante. Por lo general ando en varios proyectos a la vez y aveces me hago pelotas gestionando mis tiempos, ahora te tocará a ti

Échame un grito cuando subas el primer cap de larc boy

No sé pero me reí bastante con este comentario Más Que Cosas De Policías - Página 13 3098243176

Definitivamente, Leo será de mucha ayuda y hará cosas que jamás imaginaría ni él mismo Más Que Cosas De Policías - Página 13 2027361961

Me lo imagino, empezaste a leer justo cuando salió libre!

Me gustó esa frase, ah. "Brindo por más años al servicio del estado" Más Que Cosas De Policías - Página 13 158352849

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Daisy y Leo, todos lo dicen, TODOS LO DICEN. La única que no lo ha hecho es porque no sabe que se conocen ~~justamente la creadora de Larc Boy~~ Más Que Cosas De Policías - Página 13 82537658

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Ellos dos admito que son uno de mis pares favoritos, escribirlos juntos es divertidísimo, me he trancado incluso cuando no interactúan. hubo unos capítulos el año pasado en el que están por separado, NO TE IMAGINAS CUÁNTO LOS EXTRAÑÉ! Duré SIETE MESES sin escribir ni una conversación entre ellos, nada, estaba sufriendo, quería llegar al momento del reencuentro, Y ESE MOMENTO FUE LA GLORIA! Los adoro, no sé Más Que Cosas De Policías - Página 13 4098373783

Ahora, el tema de que algo se está cocinando, eso lo dejo a tus teorías Más Que Cosas De Policías - Página 13 285151902

Es que yo saco historias de la nada, y mi cuento entero con cómo descubrí a One Direction es demasiado loco Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

No conozco a nadie que los haya descubierto de una manera tan extraña. Jicote aguamielero me dio risa (? A mí me encantan los grupos como tal, es más, es DIFÍCIL que me haga fan de un solista, todos mis artistas favoritos son grupos (One Direction, Fun, Imagine Dragons... TODOS SON GRUPOS).

Mañana empiezo, estoy tratando de apurarme porque son las 11:44pm y me levanto a las 5:40 Más Que Cosas De Policías - Página 13 167695056

Mi horario me tocó mañana-tarde-mañana-tarde-mañana, pero es que CAMBIARON LAS HORAS DE LOS RECESOS Y LA DE SALIDA! ES DEMASIADO EXTRAÑO!

Nah, yo no me quedo tan ocupada por el colegio a menos que sea época de exámenes de lapso y ni tanto porque no me cuesta aprenderme las cosas Y MÁS ESTE AÑO QUE AL FIN, DESPUÉS DE TODA UNA VIDA CALÁNDOME LA MATERIA, AL FIN NO VERÉ HISTORIAAAAAAAAAA!!!!! ~~odio a Historia casi tanto como a Educación Física/Deporte~~ CELEBRÉ CUANDO NO VI A HISTORIA EN LA LISTA! Sólo quedo muy ocupada (además de lo que dije) cuando hay examen de Física/Matemática/Química porque siempre me reservan para que les explique el tema, a veces hasta pareciera que vivo en la casa de mi amiga de tanto que voy a explicarle.

Uf, de aquí a que pase, creo que falta mucho. Prepararé mis pulmones para echar tremendo grito que pasará por países y quizás mares y océanos hasta no sé donde (? Más Que Cosas De Policías - Página 13 3373640616

~~ya, que son las 11:48 y no me conviene trasnochar el día antes de empezar clases o.o~~

por **Spencer** Miér 24 Sep 2014, 8:54 pm

Y regreso con el primer capítulo luego de mis vacaciones Más Que Cosas De Policías - Página 13 3797107778

~~aunque hoy no tuve clase e.e~~

Cortado en dos partes por lo largo, al final mis típicas notas :3

Capítulo #37: “Despiértate Ya” (Primera parte).

Pasa un rato hasta que al fin Daniela se reúne con los que esperan por noticias sobre Daisy.

—¿Terminaron la operación? —Paula es la primera en notarlo.

—Aún no, pero no falta mucho. Me fui porque estaban empezando a ver quién estaba en la galería.

—¿Te vieron? —se asusta.

—No. Debía evitarlo porque si no me veían aquí, me descubrirían y no me conviene. Vendrá alguien en unos minutos.

—¿Crees que esté bien cuando despierte?

—No lo sé, con las fibrilaciones y uno que otro paro que le dieron, es posible que no, pero hay gente que tiene paros y no le pasa nada, así que depende de cómo reaccione su cuerpo —explica.

—Así que no hay nada seguro.

—No —reconoce a un doctor que vio en el quirófano. Se le queda mirando mientras se acerca al grupo.

—¿Todos ustedes están por Daisy Montesco? —pregunta, extrañado. Todos asienten—. Terminamos la operación. Hubo complicaciones porque sus signos vitales están muy inestables y fibrilaba muy seguido, además de que el lugar en el que se encontraba la bala era algo riesgoso. Ahora hay que esperar a que despierte.

—¿Cuándo despertará? —la rubia acapara todas las preguntas.

—Dentro de una a seis horas. No sabemos si tiene daño cerebral por los paros cardíacos, eso se descubrirá cuando despierte. Pueden entrar a verla a su habitación ahora o después, cuando despierte, máximo dos a la vez.

El doctor se aleja luego de finalizar con la información. Elliot y Daniela son los primeros en ir a la habitación.

—Quiero verla, pero… no dormida —Paula admite por qué no decidió ir primero.

—Igual yo —Diana concuerda—. No es lo mismo. Vengamos luego.

—No crean que los estoy obligando a hacer algo que no quieren, pero véanla aunque sea por un minuto. Eso ayuda a que se despierten antes, en serio —opina Marc.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —su novia cuestiona.

—Lo sé por experiencia, dos veces. En serio, ayuda. No sé cómo, pero funciona.

—Sólo por un minuto —condiciona.

—Ya verás que servirá —Marc la abraza suavemente para reconfortarla.

En la habitación de hospital donde reposa la que aún está bajo efectos de la anestesia, su padre y su prima discuten sobre los tiempos dados.

—Entre una y seis horas, ¿cuándo crees que despierte? —Elliot siente curiosidad.

—¿No te acabas de responder?

—Creo que me entendiste mal. ¿En qué momento de ese tiempo crees que despierte?

—Yo creo que en seis. Los casos así suelen despertar en el máximo de tiempo que dan.

—¿Y si no despierta?

—Es porque está en coma, aunque eso es difícil que pase. ¿Vas a quedarte aquí hasta que despierte?

—Sí. Avisaré que todas las citas se desplazan para otra hora o incluso otro día —saca su teléfono y sale del lugar para llamar.

Afuera, cada uno busca conversación para matar el tiempo de espera.

—¿Tú cómo saliste? —Marc pregunta por la herida de Alex.

—Debo guardar reposo una semana.

—¿Y tú? —ahora por la pierna de Sebastián.

—Ya estoy bien.

—¿Me acompañas? —Paula atrapa a Daniela apenas la ve salir—. Si entro con un doctor, no creo sentirme tan mal.

—¿Vas a quedarte? —hablan mientras caminan hacia el cuarto.

—No. Detesto los hospitales, me deprimen.

—Lo entiendo, le pasa a muchos —no es la primera vez que lo escucha.

—¿Cómo puedes trabajar aquí?

—De la misma manera en la que puedes trabajar arriesgando tu vida casi todos los días.

—Me gusta encerrar criminales.

—Me gusta salvar vidas.

—De acuerdo, cada una tiene sus razones. Sinceramente, ¿cómo crees que despierte? Ya que viste la operación.

—Puede que haya perdido la memoria de lo que ha pasado durante estos últimos días, no será mucho.

—¿Y cuánto tiempo le duraría?

—Eso nadie puede saberlo. Puede durar desde unas cuantas horas hasta nunca recuperarla —da los datos.

—¿Qué otra cosa puede pasarle?

—Todo depende del tipo de daño que tenga, pero la pérdida de la memoria es lo más común.

Es cuestión de media hora para que los únicos presentes sean Elliot y Leo. Diana habría estado con ellos de no ser porque Paula pidió que la acompañara.

—¿Van a quedarse los dos? —Daniela repite la pregunta sólo para asegurarse. Ambos asienten y ella se sienta en medio de los dos. Todos quedan callados—. Esto se siente raro.

—¿Cuál es la parte que se siente rara? —Leo desea saber mejor.

—Todo. Mi prima está en el hospital donde trabajo, estoy esperando a que despierte con su padre que es mi tío y con su mejor amigo quien también es de mis mejores amigos y a la vez es paciente de mi tío y… —iba a continuar, pero se da cuenta del detalle que está por revelar al sentir la mirada celeste clavándose en ella—, ya terminé.

—Siento algo parecido, no eres la única —aligerando la intensidad de su mirada, coincide con su argumento.

—Todos nos sentimos raros —incluso Elliot lo reconoce.

—¿No tenías entrenamiento hoy?

—Eso no importa.

—Claro que importa, Leo.

—No importa. No iré a ningún entrenamiento sin mi compañera.

—No todas las pruebas son en equipo —incluso Daniela lo sabe.

—No lo entiendes. ¡No podré hacer bien las cosas si no sé cómo estará mi mejor amiga! Sólo pensaré en eso y no podré concentrarme.

—Lo entiendo, te preocupas mucho por la gente que quieres, pero ¿en serio vas a perder una lección del entrenamiento?

—Ya me perdí una y no me pasó nada —parece indiferente en eso.

—Una no es nada, dos…

—La primera lección de algo no suele ser tan importante. Durante todas las demás repite lo que enseñó en la primera por parte, así que no me pierdo de nada.

—Si tú lo dices.

La unidad con el número dos está de regreso a la comisaría sin tener ninguna ocupación.

—¿Ahora qué hacemos?

—¿Creen que nos den un caso? —Sebastián desea al fin poder participar en uno completamente.

—No lo creo —Diana expone.

—Miren, ahí va el entrenador —señala Paula.

—¿No se supone que hay entrenamiento hoy?

Él los ve y se acerca a la puerta.

—Secuestros y Homicidios 2, ¿no? —afirman—. ¿Ustedes son el grupo que tiene a Daisy Montesco? —lo confirman—. Por cuestiones de reglas impuestas hace unos meses, no tendrán un caso hasta que se sepa cómo estará su compañera.

—¿“Reglas impuestas hace unos meses”? —resalta la rubia.

—Por algo que sucedió.

—¿Y no habrá entrenamiento tampoco?

—Llegué tarde por lo del semáforo, así que no. La lección pasa para mañana. Iré a avisarlo.

—¡Otra cosa! —Diana llama su atención—. ¿Los de la 1 sí pueden tener casos?

—Sí, y ustedes pueden ayudarlos en cosas pequeñas. Ahora que lo pienso, creo que no hará falta avisar.

—¿Y si piensan que habrá en la tarde?

—Entonces sí hace falta —casi logra salir de la oficina, sólo que casi choca con Percy al pasar por la puerta.

—Hola, entrenador. ¿Cómo ha estado? ¿Sabe? Me pareció raro ir al entrenamiento y encontrarme con que el profesor no estaba ahí y tampoco mis compañeros, ni siquiera las estrellas del grupo. ¿Qué pasó?

—Creo que Percy está muy desactualizado y eso me extraña.

—¡Recuerde que soy el único al que no le gusta que lo llamen por su nombre! —reclama.

—Nunca he llamado a alguien por su nombre solo —se defiende.

—¡Por eso! ¡Soy el único!

—Porque creo que me tienes la suficiente confianza.

—¿En serio? Oh, gracias, Bruce…

—¡Eh! —regaña—. ¡Soy el único que llama por nombre aquí!

—Lo siento, Reynolds…

—Mucho mejor, Percy.

—¿Y por qué estoy desactualizado, Reynolds?

—Hubo un robo en el semáforo y Montesco fue herida ahí, por eso no la viste.

—¿Y el otro estrella?

—Supongo que se fue a verla. Como sea, como quedó grave, no habrá entrenamiento hoy, pasa para mañana.

—Oh, ¡no lo sabía! Sí que estaba desactualizado, Bru- ¡Reynolds!

—Mucho, demasiado, exageradamente, Phi- ¡Percy! —imita.

—¿No me puede decir Phillips?

—No, Percy. Avísale a tus compañeros si los ves, tercer estrella.

—¿“Tercer estrella”? Oh, gracias —finge emoción. Finalmente, ambos se alejan de la oficina, donde los tres detectives intentan no reír.

—¿Será que saben que los escuchamos?

—No lo sé, pero no se los digan.

—Ahora sí, ¿qué hacemos? —el fastidio abruma al único hombre.

—Ver si a la 1 le dan un caso y los ayudamos, pero es difícil.

—Tendría que ser algo simple y eso pueden hacerlo ellos sin ningún problema.

—Creo que por eso pusieron la ayuda para cosas simples, como trampa para que no digamos que no podemos hacer nada cuando de verdad no podemos hacer nada —concluye Paula.

—¿Y a qué se refería el entrenador con lo de “algo que sucedió” cuando le preguntaste por lo de “reglas impuestas”?

—Fue algo que pasó hace unos meses —Sebastián responde de una vez en el lugar de la que no tiene idea—. Uno de los que estaba en el turno de la tarde fue herido de gravedad y sus compañeros querían ir a visitarlo, pero como tenían entrenamiento, no pudieron. Cuando terminaron y lograron ir, su compañero ya había muerto. El entrenador se sintió mal y por eso inventó esas reglas, para darles oportunidad de despedirse por si acaso y por respeto.

—Nunca había oído eso —ambas se sorprenden.

—Son reglas únicas de esta comisaría y no muchos lo saben.

—¿Y cómo es que te enteraste?

—Le dijeron a uno de cada unidad. Yo fui el de la USH.

—¿Y por qué no nos dijiste?

—No teníamos a nadie en entrenamiento cuando eso. Me acabo de acordar cuando hablaron con él.

—Vaya que lo mantuvieron en secreto.

—Sí, bueno. ¿Vemos si tienen un caso?

—Vamos —Paula se levanta y es seguida por su grupo hasta la oficina vecina—. ¿Tienen algo que hacer?

—No —Marc nota lo extraño de que todos hayan entrado—. ¿No les dejaron hacer nada?

—No hasta que no sepamos cómo estará Daisy.

—Nosotros no tenemos ningún caso.

—No sabemos qué hacer.

—Nosotros tampoco.

—¿Será que nos vamos a casa? —sugiere para todos Paula.

—Es muy temprano.

—¿Qué hora es?

—Son las 10:48.

—Sí, es temprano como para irse.

—Y al mismo tiempo no tenemos razón para quedarnos.

—Exacto. Por eso es que no sabemos qué hacer —aclara el punto la líder de la segunda unidad.

—Si quieren hacer algo afuera, se van.

—O si queremos volver a casa —completa el de ojos verdes.

—¿Tú quieres volver a casa?

—No voy a hacer nada aquí —se encoge de hombros.

—Te puedes ir si quieres, nadie te obliga a quedarte aquí —Diana comenta. Inesperadamente, Sebastián se va de inmediato—. Quedamos nosotras dos, ¿qué hacemos? —refiriéndose a sólo su equipo.

—Me quiero ir y a la vez no.

—Exactamente igual.

—¿Y si van a practicar algo? —recomienda Marc.

—¿Tiro? Bueno, no podemos hacer nada mejor —ambas comienzan a irse.

—Iré con ustedes. Tampoco tengo qué hacer —él mismo las acompaña.

En el hospital, Daniela camina por los pasillos al toparse con Sheperd, quien la detiene para recordarle algunos consejos.

—¿No vas a hacer nada en tu segundo día?

—Quiero hacer algo. Si me dan a un paciente, lo atiendo.

—Recuerda que los primeros días son importantes.

—Lo sé, me lo has dicho montones de veces.

—¿Te digo qué puedes hacer? Hoy arreglan todo para comenzar los estudios. Asegúrate de estar en la lista de doctores que participarán en él.

—¡Pero si a mí justo me cambiaron de hospital por él! —eso no tiene sentido.

—Igual debes asegurarte. El estudio arranca mañana, hoy están arreglando todo.

—Bien, iré a la oficina del jefe —se desvía hacia el lado contrario para dar con el lugar. Es de los pocos que sabe cómo llegar por tanto que ha tenido que acudir a él por el proceso del intercambio.

Un señor levanta la vista de sus papeles, señala a la de cabello rizado con su bolígrafo y piensa durante unos segundos antes de hablar.

—Montesco, ¿verdad? —entrecierra los ojos.

—Sí, Montesco.

—¿Pasas por aquí para asegurarte de que eres parte del estudio? —busca unas carpetas.

—Sí. ¿Cómo lo supo?

—Muchos están asegurándose de eso hoy —saca una de ellas del gabinete, la abre y lee—. Daniela Montesco, residente. Estás en la lista, no te preocupes —le enseña el papel con su nombre.

—Ok, gracias.

—¡Espere! —ella se da la vuelta, ya que estaba por irse—. ¿Puedes llamar a Sheperd? Necesito hablar con ambos.

—Ya lo llamo —apenas pisa afuera, se encuentra con él. Resulta que estaba esperándola del lado contrario de la pared, por lo que entra sin necesidad de avisos.

—¿Para qué nos llama?

—Ustedes son los nuevos aquí, voy a explicarles todo.

—Pero nosotros éramos los que teníamos el estudio antes —protesta él.

—Quiero decir, les presentaré todo aquí, incluyendo a los pacientes. Aquí hay tres con cardioma, ustedes sólo tenían a uno. Es para que vayan conociendo los casos y nos digan bien lo que llevan hecho. ¿Su paciente ya sabe que ahora están aquí?

—De hecho, está aquí —dice Daniela.

—¿Está aquí? Vaya, qué casualidad.

—Pero no porque le haya pasado algo —complementa.

—Oh, eso creí. ¿Cómo es su caso?

—¿Qué datos necesita?

—Edad, tipos de síntomas, desde cuándo la padece, continuidad.

—Hombre, veinte años. Primer paro: catorce de octubre del año pasado. Los síntomas son más que todo los traicioneros. Normalmente, sufre dos paros al mes y el último fue hace una semana.

—Primera vez que oigo sobre un paciente con cardioma tan joven —se impresiona.

—¿Cuántos años tienen los de aquí?

—Más de treinta todos.

—¿Y el más joven que había oído hasta ahora?

—Veintiocho, y la enfermedad suele aparecer a partir de los treinta. Su paciente tiene diez años menos que lo normal.

—Once, su primer paro fue a los diecinueve.

Un silbido de sorpresa escapa de los labios del mayor entre los tres.

—Puede que la edad le dé ventajas y a la vez no. Lo descubriremos con el tiempo. Los casos de aquí no son tan graves en cuanto a continuidad. Hay uno que está casi en el borde, casi llega a los cinco años. Uno lleva tres años y el otro, dos y medio. Todos entre treinta y cuarenta y dos años de edad. La idea es que con el consentimiento de cada paciente, los someteremos a diferentes pruebas que creemos pueden funcionar para ir disminuyendo la enfermedad hasta desaparecer.

—Algo así se suponía que sería el nuestro, sólo que con un solo paciente era algo difícil.

—Aquí habrá cuatro pacientes, más los que posiblemente se muden cuando se enteren del estudio. Más posibilidades.

Los doctores continúan con su charla sobre los planes para el estudio. Mientras tanto, en la sala de espera, un celular suena y es atendido alrededor del tercer repique.

—¿Hola?

—¿Aún estás allá? —Marc no saluda como ya es acostumbrado.

—Sí, aún estoy aquí. ¿Por qué? ¿Nos dieron un caso? —Leo incluso se para del asiento.

—No. Sólo quería saber si te habías quedado.

—Me quedaré aquí hasta saber cómo está.

—¿Sabes que podrías tardar horas allá?

—¡Lo sé! ¡Voy a quedarme!

—¿Estás seguro de que quieres hacerlo?

—¿Por qué tanto aseguramiento? ¡Puedo tomar decisiones por mi cuenta y esta es una! —se pone a la defensiva.

—¡Hey! Nunca dije que no puedas tomar decisiones por ti mismo. Sólo advierto que puedes durar horas allá.

—Lo siento, lo siento. Sabes que a veces me pongo así y digo cualquier cosa.

—Lo sé, puedo esperar cualquier cosa de ti. Te estaré llamando para saber cómo van las cosas. ¡Chao! —cuelgan.

Al retomar un poco la calma, Leo vuelve a sentarse donde estaba antes de la llamada.

—No es que estuviera escuchando, pero eso sonó a que te sentiste acosado o algo así y te pusiste a la defensiva —Elliot resalta casualmente.

—Suele sucederme. ¿Es malo eso?

—Es normal. Lo resalto porque ese es uno de los brotes leves que casi nadie sabe que es un brote, y es de los más comunes. Modificar las cosas que te dicen a tu manera, siendo ésta muy diferente a la realidad, es parte de varios brotes, pero si se da por separado, lo que muy poca gente sabe es que también es uno.

—Y si es de los más comunes, ¿por qué no está entre los básicos?

—Porque no es una emoción como tal. Es más como un medidor de la gravedad del asunto.

—¿Medidor de gravedad? —no entiende del todo.

—Es un factor de estabilidad, lo que quise decir.

—Si me sucede muy seguido, ¿soy inestable?

—Si siempre es como lo que acaba de pasar, no hay problema. El problema es cuando eso persiste y se torna difícil convencer a la persona que está equivocada, como en el brote de tristeza. No importa que pase seguido, sino la persistencia.

—¿Así que mi único problema sigue siendo la falta de un brote alegre?

—Sí. Y en serio, las cosas que te suceden no ayudan nada.

—Lo sé, quisiera que eso cambiara.

—Ven conmigo un momento —Daniela se dirige a Leonardo.

—¿Para qué?

—Sólo ven —se lo lleva—. No iba a decirlo al frente de mi tío.

—Sigo sin saber para qué me necesitas.

—¿Es en serio? ¿No tienes ni una idea?

—Sí la tengo, pero igual no sé para qué ahora.

—Mañana empieza el estudio y el jefe quiere que firmes el consentimiento de una vez.

—Oh, ahora entiendo.

—En el estudio se van a hacer varias pruebas. Sólo tienes que autorizar cuáles permitirás que te hagan y cuáles no.

—Siento que esto va a ser largo —se queja con algo de fastidio.

—Son varias cosas. Si vas a necesitar que te expliquen cada una, tardará más o menos. Esta lista es sólo una inicial, porque a lo largo del estudio van a ir apareciendo más pruebas las cuales vas a ir autorizando o no una a una.

—De acuerdo —Daniela se adelanta y abre una puerta—. ¿Es aquí?

—Pasa —entran a la oficina.

—¿Él es su paciente?

—Sí. Le dije que estaba aquí.

—Supongo que Montesco le contó lo que hará ahora —le facilita unos papeles y bolígrafo—. Rellene los espacios con la información que se le pide.

por **Spencer** Miér 24 Sep 2014, 9:31 pm

Capítulo #37: "Despiértate Ya" (Segunda parte).

—Nada estaría pasando si no fuera por mi culpa —Paula comienza con ese sentimiento.

—¿Por qué lo dices? —Marc se preocupa y se acerca, sentándose justo a su lado en el sofá.

—Porque yo fui la que dio la idea de esperar a que Daisy regresara al auto para poner el plan en marcha.

—No te culpes, no había manera de saberlo.

—¡Tenía el presentimiento! Si hubiera ido con Matías desde un principio, Daisy estaría bien.

—¿Tú qué sabes? Quizás al verlos le habrían disparado de todas formas. Nadie pudo saber eso.

—Eso no me quita la culpa.

—No tienes ninguna culpa, tú no le disparaste.

—Sabes que igual seguiré sintiendo culpa, ¿verdad?

—Quizás, pero tengo que intentarlo —le sonríe.

—Gracias por intentar —apoya su cabeza sobre su hombro.

—Ya verás que todo va a salir bien —acaricia su cabello.

—Lo sé, pero ¿y si despierta mal?

—No te preocupes antes de tiempo. Primero esperemos a que despierte y luego vemos si nos preocupamos por eso.

—Creo que es mejor así.

—Mucho mejor.

Algunas horas pasan, un paciente más del día ha sido dado de alta: Rex. Marc recibe el llamado de la veterinaria para que vaya a recogerlo, por lo que se retira de la comisaría al instante a buscarlo. En cambio, la última restante no ha cambiado en nada.

—¿Cómo sigue Daisy? —Paula llama a Daniela por celular.

—Aún no ha despertado.

—¿Aún no? Ha pasado bastante tiempo ya.

—Casi cinco horas.

—¿Mi papá sigue allá?

—Comió porque aquí si un visitante no se quiere ir, le ofrecen comida si llega alguna de las horas de comer.

—Vaya, pero ¿no ha pasado nada?

—No. Te llamo si pasa algo. ¿Qué tal allá?

—Nada. Rex ya está bien, Marc lo está buscando.

—¿Sí? Qué bien. Voy a colgar, ¡chao! —cortan la llamada. La de ojos avellana se aproxima al de ojos celestes—. ¿No vas a comer?

—No. ¿Debería tener hambre?

—No comes desde —se detiene a pensar— ¿las siete?

—A las siete me levanto.

—Bueno, ¡siete y media!

—¿Y qué hora es?

—Dos y cuarenta —revisa en su reloj—. ¡No has comido en siete horas!

—Tendré el hambre desactivada hoy.

—¿Comiste mucho en el desayuno?

—Lo normal. No tengo hambre.

—¿Ni un poco?

—Nada. ¿Puedo entrar a verla?

—Faltan veinte minutos para el horario de visitas, pero creo que si entras conmigo, no pasa nada.

—No eres su doctora.

—Pero soy doctora.

—Pero no la suya —Daniela se le queda mirando raro y fijo—. ¿Qué? ¡No voy a meterte en problemas en tu segundo día! ¿No estás pensando?

—De acuerdo, tienes razón en eso.

—Esperaré los veinte minutos.

—Aunque… Creo que hay una excepción para los pacientes que no están conscientes o que no han despertado de una operación —sugestiona.

—No te arriesgues, no por mí.

—Entonces, lo haré por Daisy.

—En serio, ¿qué te pasa?

—Nada, es que no sé todas las reglas de aquí.

—Así menos deberías arriesgarte.

—¡Bien! —se rinde al ver que no captaría las indirectas—. Esperemos.

—¿Cómo te ha parecido este hospital? —saca conversación para que el tiempo vuele algo más rápido.

—Me gusta. Queda muy cerca de mi casa, es más grande, no te puedo decir más nada porque dos días son muy poco.

—Pero te gusta.

—Exacto. ¿Y qué tal la comisaría?

—Mucho mejor que la cárcel —agrega un tono de obviedad—. Al inicio era un poco raro estar del lado contrario, pero ya me acostumbré. Nunca pensé que me gustaría.

—¿Aunque estés en peligro a cada momento?

—Eso no es todo el tiempo. Y sí, a pesar de eso.

—Eso es bueno. ¿Ves que sí lograste conseguir trabajo?

—Y uno que nunca lo creí posible.

—Lo más raro del asunto.

—¿Sabes qué fue raro? Eso de autorizar o no las pruebas. Me sentí como una rata de laboratorio voluntaria.

—Buena manera de decirlo —ríe.

—Lo que me extrañó fue que no había exámenes de sangre.

—De hecho, sí los hay.

—¿Qué? ¿Otro más? ¡Este último año me han hecho más exámenes de sangre que en toda mi vida!

—Se me había olvidado decírtelo. Es más, deberías hacértelos ahora mismo.

—¡¿Por qué?! —abre muy bien los ojos—. ¡Es mañana, no hoy!

—Bromeaba, quería ver tu reacción —se burla para sí misma.

—Ja, ja —incluye sarcasmo y una expresión recta.

—Pero en serio, sí las hay, sólo que después. Menos mal que no les tienes fobia a las agujas.

—¡¿Por qué todos bromean con mis fobias?!

—¡Es que son raras!

Como amigos que son de prácticamente sus vidas enteras, entablar conversaciones no cuesta nada. Los veinte minutos fueron rápidos para ambos. Apenas dan las tres en punto, caminan hasta el interior de la habitación.

—¿Cómo puede alguien tardar tanto en despertar? —pregunta con algo de angustia.

—¿Cuánto tardaste tú cuando te operaron a los diez?

—Menos de media hora y también era una operación de riesgo.

—Pensé que habías tardado más. Despertar rápido o no depende de varias cosas.

—Quiero que despierte ya —no para de verla como si de eso dependiese su despertar inmediato.

—Todos queremos eso. Igual, ya sólo falta una hora para el tiempo máximo. No debe tardar.

—Eso espero… Y también que despierte bien.

—Esa es la otra cosa que me tiene desesperada.

—Si no despierta bien, va a doler bastante.

—Esperemos que no sea así —la residente nota la constante mirada de Leonardo hacia la camilla—. ¿Quieres que te deje solo aquí? Veo que tienes ganas de hablar con ella un poco, aunque sea así.

—¿Cómo puedes saberlo?

—Es muy común en estos casos.

—Me imagino.

—Entonces, te dejo aquí. Estaré cerca por si acaso —abandona el sitio.

Leo queda como el único despierto en ese espacio, cosa que lo tiene algo mal. Ve una silla al lado de la camilla, se sienta en ella y la acomoda para quedar frente a la dormida.

—No sé qué decir, no suelo ser el que está de este lado de la camilla. Lo único que puedo decir es que espero que despiertes bien y pronto, y no soy el único que lo desea. Hoy no he podido hablarte, me hace falta, mucha falta. No te hablé antes porque estaba haciendo algo que tiene que ver con algo que no sabes de mí y que pienso que debería contarte, pero temo hacerlo. Vi que me llamaste y no te respondí, bueno… tenía el celular apagado justamente por eso. Espero que despiertes bien, es lo único que deseo ahora. En serio que odio verte así, odio que no puedas hacer nada, odio tener que hablarte así porque odio no poder tener tu respuesta, pero lo que más odio de esto es que mi mejor amiga esté en malas condiciones.

La mira fijamente al acabar, como rogando que de alguna manera hubiese escuchado sus deseos. Coloca su mano encima de la que reposa ligera sobre las mantas, agarrándola. Agacha la cabeza y cierra los ojos. Dura unos segundos así, en contacto, hasta que unos pasos detrás suenan avisando su próxima llegada. Suelta la delgada mano rápidamente y retoma una postura más natural.

—La quieres mucho, ¿verdad? —Elliot se para cerca de la puerta. Leo voltea a verlo sin dar respuesta—. Lo tomaré como un “sí”. Nunca los he visto juntos, pero puedo notar con mucha facilidad que son muy buenos amigos. Es más, creo que no sólo eso, quizás algún sentimiento de más —suelta muy tranquilo. El castaño no sabe qué contestar—. Entiendo, soy su padre y te da miedo responder. Veme como tu psicólogo ahora, porque lo soy. ¿Sientes algo más?

—Sabes que sigues siendo su padre, ¿no?

—Es difícil, lo sé, pero olvídate de eso por un momento.

—Lo has dicho. Es difícil, no puedo.

—Sí puedes, sólo que no quieres.

—Decirlo en frente del padre es difícil.

—Créeme que lo comprendo. Son dos opciones: sí o no, nada más —insiste en animarlo a hablar.

—¿Qué pasa si ninguna de las dos es mi respuesta? —dice luego de pensarlo.

—Tendré que agregar una opción más, pero ni idea cuál.

—“Sí”, “no” y “no lo sé” —su tono de voz desciende.

—“No lo sé”, ¿eh? Lo pensé. No lo dije porque “no lo sé” es el primer paso o la manera disimulada de decir “sí”, o al menos eso pienso —mantiene la calma sin problemas, cosa que Leo no logra explicarse.

—¿Así que lo tomarás como un “sí” o “no intermedio”?

—“Sí intermedio”, querrás decir.

—En serio que no lo sé.

—¿A qué se debe tu inseguridad?

—Que no sé si sea correcto —sus ojos apuntan al suelo.

—No me digas que es porque es mi hija.

—No, no… Eso no tiene nada que ver —desmiente—, ni lo sabía hasta la semana pasada. Lo que pasa es que hay varias cosas que ella no sabe de mí, empezando con mi impredecibilidad.

—No capto lo incorrecto.

—Que no sé si seguirá queriendo siquiera hablarme cuando se entere de esas cosas —revela su temor.

—Si algo puedo decir de Daisy, es que ella no es para nada como Paula en ese sentido. Daisy acepta a la gente como es, sin problemas.

—¿Incluso a alguien que estuvo preso?

—No ha llegado a conocer a alguno antes, pero yo pienso que sí.

—He querido decirle varias veces, pero no puedo.

—Tienes miedo, es común. Igual, deberías decirle.

—Lo sé, sólo que no sé cuándo.

—Lo mejor es que vayas por parte, no todo de una vez. Voy a salir —amaga a irse.

—Espera —se pone de pie—. Yo saldré, te dejaré verla.

Más Que Cosas De Policías - Página 13 Clip_image002

En la comisaría, ninguno de las dos mitades ha recibido un nuevo caso, por lo que la preocupación de Paula no puede ser echada a un lado por una distracción como el trabajo.

—¿Cómo estará Daisy?

—Llamaste hace como media hora —Marc ya está de vuelta con Rex.

—¿Y crees que eso es poco en un caso como este?

—Es posible. ¿Vas a llamar de nuevo?

—No. Tienes razón, es posible que sea muy poco tiempo —cambia de opinión.

—Okay, eso me extrañó viniendo de ti.

—Pero eso no quiere decir que tú no puedas llamar —o al parecer no.

—Y eso no me extrañó viniendo de ti —la terquedad de Paula no se había ido como creyó.

—¡Vamos! Tú no has llamado en un buen rato.

—¡De acuerdo, de acuerdo! —eleva las manos—. ¿A quién llamo?

—¿A quién más? A Daniela.

—Bien —coge el teléfono y marca su número.

—¡Hola, Marc! —atiende—. Supongo que llamas porque Paula te mandó para saber cómo sigue Daisy.

—Sí, justamente para eso. ¿Cómo sigue?

—Sin despertar.

—¿Cuánto tiempo lleva?

—Casi cinco horas y media. Dile a Paula que llamaré cuando algo cambie —enfatiza enormemente la acción.

—Ya lo haré. ¡Chao! —cuelgan.

—¿Se dio cuenta de que te mandé a llamar?

—Dijo que llamará cuando algo cambie —imita su tono.

—Oh, creo que la desesperé —un celular suena—. Es el tuyo.

Marc se aleja y contesta.

—¿Qué pasó?

—Nada —a diferencia de lo que esperó, Leo está normal—. Es que necesito hablar con otra persona.

—Claro. ¿Qué tal?

—No sé, háblame tú. Aquí no ha cambiado nada.

—Lo único que ha cambiado aquí es que ya busqué a Rex. ¿Comiste?

—Sí… Sí, sí comí —repite al no sonar tan convincente.

—¿En serio? Ese tono no me convence.

—Pues convéncete.

—No. Estás mintiendo, estoy seguro.

—¡Está bien! No, no he comido. No tengo hambre.

—No te diré que comas para que no explotes como hace un rato, pero deberías.

—Lo sé, debería comer, pero no sin hambre.

—Te dará hambre apenas salgas de ahí.

—Es lo más probable. Hey, sabías que… —deja de hablar.

—¿Hola? Hey, ¿estás ahí? —revisa el celular en caso de que se hubiese colgado la llamada. No es así—. ¿Hola?

Leonardo no articula ninguna palabra. Se acerca rápidamente a la habitación donde está Daisy. No hay doctores alrededor, sólo una enfermera que recién entró. Él la sigue y se la encuentra de frente cuando sale. Marc insiste al celular, su hermano no le hace caso.

—¡Un carro de paro! —exclama la enfermera desde la puerta.

—¿Qué está pasando? —Leo aprovecha para preguntar.

—¿Usted es familiar? —se encarga de alejarlo de la entrada.

—Un amigo. ¡¿Qué pasa?! —le alarma no saber.

—Necesito que se mantenga afuera —solicita al apartarlo aun más antes de regresar ya con los doctores a la habitación.

Leo se queda viendo a varios metros de distancia. A lo lejos se oyen a los doctores diciendo “carguen a cien” seguido de un apurado “¡despejen!”, lo cual lo preocupa. Se da cuenta de que el celular continúa en su mano derecha y llamando, así que lo lleva a su oreja por unos segundos para alcanzar a responder.

—Ya escuchaste lo que pasa —es lo único que contesta antes de pulsar el botón rojo.

Observa a sus lados. A su izquierda, Daniela está corriendo, le dijo algo antes de hacerlo, mas no le prestó atención. Al frente, la causa de su inquietud.

—¿Qué fue eso? —no sólo el lado de la llamada que está en el hospital pierde la tranquilidad. Paula, quien incluso ni era parte de ella, con sólo oír cómo Marc insistía sin obtener una buena contestación, también entra en nerviosismo.

—Oí a alguien pedir un carro de paro y alejando a mi hermano de ahí. Él sólo me dijo que ya escuché lo que pasó y colgó. Supongo que está fibrilando o en paro.

—¡Vuélvelo a llamar!

—No me va a responder.

—¡Que lo llames!

—¡Que no! Me va a colgar.

—¡Entonces lo llamo yo! —le quita el celular de las manos y lo llama.

—¿No entendiste? ¡Está a punto de entrar en paro! —Leo sólo alerta eso y cuelga.

—Respondió, dijo que está casi en paro, colgó —la expresión de Paula es recta.

—¿En serio llamaste a Leonardo? —Marc no lo puede creer.

—Pensó que eras tú. Llamaré a Dani —marca.

—Está en paro, díselo a Paula.

—Soy Paula —mal momento para imitar el estilo de no saludar de Marc—. ¿Desde cuándo está así?

—No mucho. Estoy buscando a tu papá, colgaré —corta la comunicación.

—¡No! —casi llora al abrazar a su pareja.

—No llores antes de tiempo.

Las cosas andan aceleradas en el hospital. El doctor con el desfibrilador no para de exclamar “¡despejen!” y de pedir cargas cada vez más altas. Ya incluso le preguntan si intentará de nuevo porque nada da resultado, algunos aseguran que no volverá. Leo no deja de observarlo todo a unos metros de la ventana.

—Ya van como ocho veces, no volverá.

—Hay pacientes que triplican eso y despiertan sin problemas —asegura con algo de exageración.

—¡Esos son los que tienen cardioma, doctor!

El doctor lo piensa. Leo se desespera por la inactividad de los últimos segundos, dándole la espalda al cristal al no querer seguir viendo. Lleva una mano a la cabeza, podría llorar si transcurrían unos segundos más y aún no la recuperaban.

—Si sigue pensando, tendrá que declarar la hora de defunción —la enfermera apura.

—No haré eso. Una vez más, carguen a 350… ¡Despejen! —los descarga. Revisa el electrocardiograma y suelta los desfibriladores en su lugar para salir a dar las noticias al joven que prácticamente no puede aguantar más su angustia—. ¿Usted está esperando por ella?

—¿Lograron salvarla? —no interpreta la cara neutral del doctor.

—Creo que incluso está por despertar.

Todo rastro de querer llorar desaparece.

—¿Puedo pasar? —ahora quizás sea emoción lo que sale de él.

—Adelante.

De haber podido correr, lo habría hecho. Trota los pocos pasos que debe dar para llegar hasta la silla de al lado de la camilla y pararse a un costado de ella. Pocos segundos después, la pelirroja abre los ojos, algo desorientada.

—¡Despertaste! —se alegra—. Daisy, ¡hola! —no obtiene una respuesta inmediata. En cambio, recibe una mirada totalmente extrañada de su parte, lo cual borra la sonrisa que apenas aparecía en su cara—. ¿Te pasa algo? Me estás asustando.

Ella sólo sonríe antes de dejar escapar su voz.

—Leo, ¿qué haces aquí?

—¿Cómo que qué hago aquí? —se alivia, no lo había olvidado—. Esperaba por ti.

—¿Qué me pasó?

—¿No recuerdas nada?

—No. Nada de hoy.

—No te puedo dar muchos detalles, no estaba ahí, pero un ladrón te disparó en la espalda en la mañana, te operaron y ahora es que vienes despertando.

—¿Y qué hora es?

—Las tres casi cuarenta.

—Vaya… Lo último que recuerdo es estar hablando contigo por mensajes sobre lo tímido que te pones a veces —Leo casi ríe.

—¿De resto estás bien?

—Creo que sí.

—¡Bien! —la abraza, sonriente—. ¡No sabes lo feliz que estoy!

—Esto, Leo… —está algo extrañada por el abrazo. Si su memoria no falla, es la primera vez que él inicia el contacto físico.

—¿Qué? —no la suelta.

—Estás… ¿Sabes qué? Olvídalo —decide aprovechar el momento, corresponde el abrazo. De seguro eso es algo que no se repetirá mucho, conociendo lo innecesario que considera su amigo al contacto físico en casi todas las situaciones. Al soltarse luego de unos instantes, la conversación retorna—. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—Quizás desde las nueve y media. No he salido ni para comer.

—¡¿Qué?! ¿Y no tienes hambre?

—No… —justo siente un ligero rugido abajo—, aunque creo que me está volviendo.

—Eso es preocuparse. ¡¿Tampoco fuiste al entrenamiento?!

—No importa, ni siquiera sé si hubo. No iba a ir a ninguna parte sin saber cómo ibas a estar.

—Estoy feliz de que estés aquí.

—Fui el último que llegó, bueno… No, de los últimos en llegar aquí, ni siquiera sabía del robo. Tú me habías llamado pero no te respondí.

—¿Te llamé cuándo?

—Antes del disparo. No te respondí porque tenía el celular apagado porque estaba con tu papá —cuenta lo sucedido.

—¿Con mi papá? ¿Fuiste al psicólogo?

—Sí, fui. Hay varias cosas que debo acomodar.

—Oh, bueno. ¿No hay más nadie aquí?

—Tu papá. Los demás se fueron hace un rato.

—¿Lo puedes buscar?

—¡Claro! —va a buscarlo.

Fin del Capítulo #37.

Fun fact: Este capítulo también fue súper improvisado, pero lo que de verdad iba a decir aquí es que mientras lo escribía en el cuaderno, en algunas partes escribí por la parte de afuera del margen las posibles reacciones de las personas al leer esa línea Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

~~en serio, este capítulo fue entretenido de escribir por algunas conversaciones y a la vez duro por lo mismo.~~

*Datos de otras cosas pero que quizás interesen*

Uno: ¡Tipity Trouble ~~espero que la recuerden, sino, sin preocupaciones. Con lo siguiente la ubicarán~~ me dijo anteayer si podía volver a subir A Very True Dream al foro! Probablemente lo haga, aún tengo que ver si va en serio Más Que Cosas De Policías - Página 13 1857533193

Dos: ¡MEMORIAS DE UNA VIDA MISERABLE LLEGÓ A LOS MIL LEÍDOS EN WATTPAD AYEEEEEEER! Más Que Cosas De Policías - Página 13 3275125450

Tres: Hablando de Wattpad, me hicieron una entrevista. Aún no la han subido, pero en cuanto lo hagan, pasaré el link. Hablo de algunas cosas que si bien creo que menciono/mencionaré en la galería, pueden interesar Más Que Cosas De Policías - Página 13 2551348540

~~de pana me sorprende la diferencia de MDUVM entre las dos páginas. Aquí apenas llevo 588 leídos~~

*Volviendo a lo directamente relacionado con esta novela*

Creo que estoy agarrando una costumbre de publicar en días que terminen en 4 (? ~~nah, mentira. Casualidad.~~

El título es una referencia a una canción que quizás no tenga que ver, es sólo el nombre de la canción. Le cambié el "despiértame" por "despiértate" y ya.

El que viene es un caso que se me ocurrió de forma muy extraña Más Que Cosas De Policías - Página 13 3098243176

Bye!

por **Baronesa** Vie 26 Sep 2014, 8:24 pm

Capítulos 22 y 23 ¡Vaya! Jason y Joseph al igual que el hermano del niño "secuestrado" llevan a cabo lo que muchos hermanos mayores y muchos presos quieren hacer: ¡matar! Desde un punto de vista jungiano todos somos capaces de matar en el momento y la circunstancia adecuada; este pensamiento esta presente en el inconsciente colectivo. Hay que ver si lo hace un sosiópata menor de edad (cap. 23) o presos (cap 22). Eso ya nos da diferentes matices ¡excelente, me gustaron los casos! Mentes criminales es una serie de tv que me agrada bastante, no hace falta decir que está muy bien documentada.

Dirige tu grito a México, ahí en su ciudad capital se encuentra mi morada Más Que Cosas De Policías - Página 13 2787663562

Más Que Cosas De Policías - Página 13 2787663562

gracias. Pronto me actualizaré con tus publicaciones :gochamp: y ya quiero empezar con Larc boy Más Que Cosas De Policías - Página 13 2841648573

por **Spencer** Vie 26 Sep 2014, 8:56 pm

Baronesa escribió:Capítulos 22 y 23 ¡Vaya! Jason y Joseph al igual que el hermano del niño "secuestrado" llevan a cabo lo que muchos hermanos mayores y muchos presos quieren hacer: ¡matar! Desde un punto de vista jungiano todos somos capaces de matar en el momento y la circunstancia adecuada; este pensamiento esta presente en el inconsciente colectivo. Hay que ver si lo hace un sosiópata menor de edad (cap. 23) o presos (cap 22). Eso ya nos da diferentes matices ¡excelente, me gustaron los casos! Mentes criminales es una serie de tv que me agrada bastante, no hace falta decir que está muy bien documentada.

Dirige tu grito a México, ahí en su ciudad capital se encuentra mi morada gracias. Pronto me actualizaré con tus publicaciones :gochamp: y ya quiero empezar con Larc boy

Tuve que devolverme a ver qué capítulos eran esos porque aunque sé a qué te refieres con Jason y Joseph (ay, y justo ahora voy a ver si escribo la historia de Richard Más Que Cosas De Policías - Página 13 3619577255

~~para poderlo poner mejor en MDUVM~~), pero HABÍA OLVIDADO al caso del niño sociópata, je...~~oh por Dios estos son los capítulos de mi época extraña de emoción "postcasielegircarrera" y ahora estoy en "negaciónpostempezarquintoaño"~~

Criminal Minds es una de mis tres series favoritas. Mi "cuadro de honor", por decirle así, es Grey's Anatomy, Criminal Minds y The Blacklist, son las únicas series DEL MONTÓN que veo que JAMÁS NI POR NADA DEL MUNDO me las pierdo cuando las estrenan ~~Castle también entra, sólo que no es tan urgente como estas tres, jaja~~. Las series las digo con su título original, acá no traducen los nombres (a menos que sean canales españoles o varios de los nacionales), sino me pierdo y debo traducir para ubicarlas Más Que Cosas De Policías - Página 13 167695056

(Díganme con Drop Dead Diva, esa en España se llama "La muerte le sienta bien" o algo así, esa jamás la habría adivinado y eso que la veía y me encantaba :pokerface:). Si te has dado cuenta, mi avatar en Wattpad es el actor que interpreta a Reid :3

Ya me parecía que eras de México por algunas expresiones, sólo que no estaba segura Más Que Cosas De Policías - Página 13 1719709284

Más Que Cosas De Policías - Página 13 1719709284

Mi amiga dice que cuando lo termine te lo puede enviar Más Que Cosas De Policías - Página 13 1313521601

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