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accept the fact | cerrado.
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Re: accept the fact | cerrado.
No toquen a la bulímica, es mi rol(?)
idk, yo siempre me imaginé un millón de cosas siendo bulímica, o shea(?)
idk, yo siempre me imaginé un millón de cosas siendo bulímica, o shea(?)
demons.
Re: accept the fact | cerrado.
Miaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ame la idea, vengo a molestarte, yey!!!
Por lo que veo alguien quiso usar a Janecosa que me molesta pero bueh aaaa no importa, yo la hice famosita, es mi culpa (?)
Quiero participar, enserio, es super genial todo
estoy entre la invalida y la maltratada, que se io
aww, yo quiero briam o zaynlena, me da igualsoy una metida
Yo ya te aviso que voy a usar Jouis jane+louis, y no me importa que me lo hayan sacado, lo amo igual <3
Por lo que veo alguien quiso usar a Jane
Quiero participar, enserio, es super genial todo
estoy entre la invalida y la maltratada, que se io
aww, yo quiero briam o zaynlena, me da igual
Yo ya te aviso que voy a usar Jouis jane+louis, y no me importa que me lo hayan sacado, lo amo igual <3
donatella.
Re: accept the fact | cerrado.
¡Míucha!
Bueno, me encanta la idea.
So, te dejo el capítulo y creo que me voy por Harry y Selena, como el ciego y la partícipe. c:
Tenés a Logan, yo a Harry, pensálo. asdfghjklk.
Bueno, me encanta la idea.
So, te dejo el capítulo y creo que me voy por Harry y Selena, como el ciego y la partícipe. c:
- here:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- acá ¿?:
- Él me había dicho que los humanos pecaban mucho. Y en cierto modo, le había comenzado a agarrar odio a aquella raza, parecía que no les importaba nada de lo que nosotros sentíamos y, romper corazones era como una especie de deporte.
De igual manera, quería que él me rompiera el corzón tantas veces quisiera, porque eso significaba que me tomaría en cuenta y que pasaría cierto tiempo conmigo. Y con tla de que hiciera eso, no importaba que pudiera pasarm después.
Sin embargo, no se dignó a hablarme si no hasta dos semanas más tarde, y para esa fecha yo ya había perdido el interés.
-¿Qué tal?- Preguntó, se acercó y me tomó de la mano.
-Estoy muy bien- me zafé de él y solté una risita lejos de ser natural.
-Escucha- su intención era pasarse una mano por el cabello, pero la detuvo cuando su brazo llegó a la altura de su oreja. -Quería preguntarte sobre lo que había pasado en el club.
Oh, encima de que me habló tarde, se atrevió a tocar el incidente de la semana pasada.
Yo, por otra parte, no le miraba ningún problema al besar a algún chico. Digo, él y yo no éramos novios ni nada y que yo besara a alguien más no debía de molestarlo. De igual manera, sabía que Louis no estaba celoso, no, los humanos no eran celosos. Eso me había dicho él.
-Claro- sonreí socarronamente -¿qué quieres saber?
-Todos te creyeron una especie de cualquiera- espetó -no puedes andar por ahí besando a la persona que se te dé la gana.
-Yo no soy ninguna cualquiera- levanté la cabeza, en señal de autoconfianza, pero la verdad el tono y las palabras de él habían bastado para que cualquier migaja de autoestima desapareciera de mí.
-Ya sé- está vez sí pasó una mano por su cabello, lo revolvió y lo reacomodó -pero eso pareciste, me demostraste que no tengo que sacarte nunca más.
-¿Y qué crees que soy?- Elevé la voz -¿una especie de perro el cual hay que sacar a pasear cuando ya se ha aburrido de estar encerrado en casa?
-¡No estoy diciendo eso!- Exclamó, vaya, ahora él era el enojado.
-No me importa si no querías decir eso- eché a andar lejor de él, pero con segura de que me seguía, proseguí: -Y puedo hacer lo que se me venga en gana, Louis, tú no eres nadie para decirme qué hacer y qué no.
-Sólo te diré una cosa- susurró y me dio la vuelta, agarrándome por los hombros -¡no beses a cualquiera!
-¿Y a quién tengo que besar, entonces?- Pregunté sin pensar -¡peudo hacer lo que yo quiera!
-Yo también- agregó él antes de estampar sus labios en mi boca.
Entusiasmada, moví mis labios sobre los suyos, pero él pareció quedarse quieto, aún confundido. Él me había besado, y luego no mueve ni la boca. Entonces, avergonzada, separé mi cara de la suya.
No me soltó de los hombros y volvió a pegar nuestras bocas. Pero no le seguí el beso, sin embargo eso no pareció afectarlo ya que siguió besándome y demostrándome que dos semanas no bastaban para olvidar a Louis Tomlinson.
PARACETAMOL
Re: accept the fact | cerrado.
gosh, llego aga y aixa TODAS LAS AUDICIONES ESTÁN ACEPTADAS!
creo que ya tengo a las ganadoras, pero voy a esperar a aixa y emiliano, so, manden el cap y esop.
creo que ya tengo a las ganadoras, pero voy a esperar a aixa y emiliano, so, manden el cap y esop.
Sunrise.
Re: accept the fact | cerrado.
no tengo capítulos buenos:c, envío mentalmente silence bc ese es tuyo:c
taeyong.
Re: accept the fact | cerrado.
dios, emiliano, escribis mas bien que la papa (?) idk, silence is per-fect, i wanna cry:'cWanda. escribió:no tengo capítulos buenos:c, envío mentalmente silence bc ese es tuyo:c
entonces solo falta aixa
Sunrise.
Re: accept the fact | cerrado.
hogena is here.°Agethe° escribió::c Voy a morir.
Okeinou, espero. :meh:
Sunrise.
Re: accept the fact | cerrado.
Es que, me emociono.O'shea. escribió:hogena is here.°Agethe° escribió::c Voy a morir.
Okeinou, espero. :meh:
PARACETAMOL
Re: accept the fact | cerrado.
Hola Priscilonga míaPriscilla.- escribió:Oh, Pushi vino a salvar vidas. Te loveo Pushi
khaleesi.
---
Re: accept the fact | cerrado.
MIRA MÍA, SI NO PARAS CON LAS BUENAS IDEAS CREO QUE VAMO' A TENER UN PLEITO EH EH! ahque.
Bueno bueno, yo como siempre andaba rondando por las novelas colectivas y vi este título y me llamó la atención. Luego, yo como retardada que soy, me di cuenta de que era tuya. Así que... ¡QUIERO! Y no se, me entraron las ganas de ir por el ciego y la participe. Es como que me emociono con la mínima idea de pensar que... ¡No se! Es muy romántico. Un ciego, y una partícipe, idk.
Voy a ir con mi ship nuevo<3<3
y el capítulo:
El capítulo fue para The Heather, mi novela colectiva. Ojala te gusteeeeeeeeeee<3<3 ily.
Bueno bueno, yo como siempre andaba rondando por las novelas colectivas y vi este título y me llamó la atención. Luego, yo como retardada que soy, me di cuenta de que era tuya. Así que... ¡QUIERO! Y no se, me entraron las ganas de ir por el ciego y la participe. Es como que me emociono con la mínima idea de pensar que... ¡No se! Es muy romántico. Un ciego, y una partícipe, idk.
Voy a ir con mi ship nuevo<3<3
- ship:
y el capítulo:
- capítulo:
- Luego de aquel -terrible- encuentro con Emily, nos habíamos distanciado un poco. O, por lo menos, lo suficiente como para solo hablar sobre trabajo. Si bien sabía que esa mujer era, según él, el amor de su vida, no comprendía cómo un hombre podía ser tan masoquista como para hacerse daño a sí mismo. Si la chica lo había dejado, era por algo, o por alguien, o porque sí. Quizá tenía una visión sobre Emily completamente errada, y que aquella personalidad que había formado en mi mente sobre ella era producto de la descripción que Niall me había facilitado. Quizá, la muchacha tenía lo suyo, quizá era buena, bondadosa, muy humilde y familiera, entre otras cosas favorables. O, quizá, era una persona fría, egoísta e interesada en ella únicamente. Y aunque no hable mal de nadie, o al menos lo intentaba día a día, me inclinaba más por la segunda Emily.
Observaba el techo. Aún no había hecho la cama y me había tirado por encima de las sábanas, vestida con una mezcla de ropa algo vieja, que utilizaba como pijama. Seguramente, si tuviera a mi madre viviendo junto a mí, me hubiera regañado demasiado por ser “tan perezosa” y hubiéramos terminado en una pequeña pelea. Yo cerrando la puerta con fuerza de un portazo y ella suspirando y bajando las escaleras quejándose.
Suspiré, ahora yo, mientras recordaba los lindos momentos que había pasado junto a ella. Pese a ser una señora amargada por la triste desaparición de su marido, junto a una hija que era mucho más natural de lo que seguramente ella hubiera preferido, se mantenía todo el tiempo de pie. Jamás caía, y si lo hacía, no dudaba en levantarse rápidamente. Las recaídas eran una especie de apoyo moral para ella. Lo que hacían era fortalecerla, y gracias a eso, se convirtió en mi madre. Una señora de cuarenta y cinco años que tuvo a su primera y única hija a los veinticinco, que tuvo que dejar los estudios por esta, pero que la amo. Porque, sí, confiaba en que ella me ama. Tanto como yo a ella.
Me levanté y miré a través de las cortinas como una leve llovizna inundaba el mar, que ya había levantado marea, y se amontonan en gente. Por alguna razón, todos preferían surfear en días de lluvias, y sus familiares venían a alentarlos. Observé algo más lejos como un notero sin camiseta y una malla daba una nota sobre la especie de competencia que hoy por la tarde se daba. Claro, lo había olvidado. No es extraño que olvide esas cosas, claro está, soy Lena, una rubia con pecas que se olvida de todo.
Negué con la cabeza, cerré la ventana de la cual entraba un aire fresco que ya había logrado levantar los vellos de mis brazos, y pasé a ponerme algo más abrigado. Luego, tomé mi teléfono y me senté en el sofá, intentando comunicarme con mi madre. Hacía demasiado tiempo que no hablaba un poco con ella, y ya tenía muchas ganas de contarle sobre el nuevo cliente, que seguramente molestaría por conocerlo, y hablar sobre su vida. Como iba la vida de los demás, mis familiares, y mi primo que se quedaba en la ciudad por una semana y aún no lo había visitado.
Al fín, su voz me sorprendió y me sacó del trance por el que había estado pensando un buen rato:
— ¿Hola, quien habla? — Habló, con clara inseguridad al pronunciar las últimas dos palabras.
— Mamá, soy yo, Lena — Le sonreí a la nada, prácticamente. Me alegraba demasiado hablar con ella, y más en estos días en los que estaba demasiado distanciada del cliente.
— ¡Hija, mi amor! ¿Cómo estás, hermosa? — Respondió con exceso de ternura y alegría en su voz. Gracias a eso, me hizo sonreír aún más.
— Bien, bueno, si, creo que bien. ¿Tu como estás? ¿El primo sigue allí? — Le dije, pero restándole la ternura de ella. Rió un poco y luego volvió a mí, supuse.
— ¿Mal de amores, pequeña? — Rió de nuevo, como si estuviera dando mis primeros pasos. — Sí, él está aquí, ¿quieres que te lo pase? —.
— No, creo que es algo más serio que eso, madre — Suspiré, recordando los enormes luceros azules de Niall, que me miraron directo a mis ojos, haciendo conexión. Al volver al momento, unas inevitables mariposas revolotean en mi estómago, resultando casi doloroso el sentimiento. — No, no te preocupes por él, seguramente los visite hoy por la noche, para la cena. Y llevaré al misterioso señor X.
— Oh, cielo — Se lamentó. — Cuentame.
— Bueno, es el nuevo cliente. El tío George me lo presentó y, oh Dios, madre. Te aseguro que no puedes imaginarte lo que es. — Me sorprendió a mi misma la forma de hablar sobre él. ¿Que me pasaba? Era un simple muchacho, y lo tomaba como algo más que eso. No era un adonis griego, ni tampoco modelo de pasarela, ni menos un lujo. Pero, increíblemente, me resultaba algo más que todo eso. Aunque, aún, no sabía exactamente lo que era.
— Hija, sabes que no estoy de acuerdo con ese trabajo, y que lo respeto por el simple hecho de que a tí te gusta la actuación. Pero no creo que sea lo correcto, si luego deberás... Hum, entregarlo. ¿Entiendes mi punto? Sufrirás, lo se.
— Madre, más que tu nadie me conoce, pero sinceramente, quiero esto. Aunque... Termine — Dije lo último más dolorosamente de lo que hubiera querido que se escuche. La oí mufa, como diciendo “no se puede contigo” y luego de despedirse afectuosamente de mi, y yo de ella, cortó la llamada.
Me quedé un rato más tirada, esperando algo. Pero decidí levantar mi cuerpo y fue cuando observé a lo lejos la llave de la moto. Seguí mirando, como debatiendo si ir o no, y finalmente, decidí que sí. Me levanté completamente, acomodé mi pelo, mi ropa, me puse encima una campera y tomé la billetera, por si acaso, colocándola en uno de los bolsillos de aquel adorable abrigador. Abrí la puerta y en pocos minutos ya me encontraba fuera, manejando la motocicleta. La adrenalina recorría mi cuerpo entero, y sí, era muy divertido manejar ese artefacto. Te lleva hasta la punta del abismo, pero te devuelve nuevamente a tu eje. Era hermoso sentir tu cabello volar por encima de tus hombros, en reacción al aire que chocaba contra tu rostro, suave y afectuosamente.
La ciudad se posó frente a mi vista, y poco tiempo después ya me encontraba frente al gran aviso de “Bienvenido a Los Ángeles”. Respiré profundamente antes de entrar a la ciudad formalmente. Era una especie de éxtasis, como una reacción muy similar a lo que se siente consumir la droga, cuando respiraba el aire natural. La imagen de una poblada ciudad se abrió ante mis ojos, haciéndome sonreír ante tanta gente. Aminore la marcha de la moto y me dirige hasta su casa. Niall debería encontrarse en su apartamento, a juzgar por su humor sin Emily.
Estacioné frente al lujoso edificio en el que Horan vivía y cuando ya le hube puesto seguro al vehículo, le sonreí al amable señor que abría las puertas del edificio y pasé. Fui directo hacia los ascensores, pasé dentro cuando ya hubo llegado y, por suerte, estaba sola.
Pero, ahí fue cuando me puse a pensar en la reacción que tendría Niall al verme. ¿Qué pensará? ¿Creerá que estoy demasiado interesada en él, tanto como para haber llegado hasta allí? Quizá podría inventar alguna excusa, como, no lo sé, ¿el plan? No, definitivamente no. Lo pude haber llamado antes, ¿por qué debía precipitarse tanto y ser tan impulsiva? ¿Por qué no lo pude haber pensado tan solo dos segundos más?
Por instinto giré mi cuerpo hacia el gran espejo de cuerpo entero que se extendía por todo el ascensor. Me miré de arriba a abajo y negué con la cabeza: encima venía mal arreglada. Por ser una puta impulsiva.
Las puertas se abrieron ante mí y se me agitó el corazón al ver a la persona de enfrente. Abrí los ojos, muy grandes, tanto así que él también los abrió. Niall estaba frente a mí, con sus manos posicionadas en los bolsillos y una mirada de extrañés. Esperaba la típica pregunta, como “¿Qué haces aquí?”, pero evidentemente era mucho más caballero y se dedicó a saludarme, con una sonrisa en su rostro.
— Hum... Hola Lena — Supe que quería hacer la pregunta del millón, y esperé paciente, mientras pensaba una excusa muy rápida y mala. — ¿Que haces aquí? —.
— Hum... Hola. Yo... Venía para seguir... Con el plan, ya sabes — Intenté sonreír, pero luego de aquella oración llena de tartamudeo, mis mejillas frías debido al clima de hoy, se tornaron rosadas. — Lo siento, en realidad no es eso. Vine porque hace un rato he hablado con mi madre, y me ha dicho que quiere conocerte, entonces le he dicho que iríamos a cenar a su casa hoy y te conocería pero en serio, no debes hacerlo si no quieres solo ha sido una estupidez... — Hablé demasiado rápido y sin respirar, por lo que él preocupado, me tomó con sus manos el rostro y me hizo mirarlo a los ojos.
— Haber, Lena, sigue mi respiración — Se calló, y dejó que un silencio nos rodeara. Solo escuchaba su fuerte respiración, e intenté seguirla. Minutos después ya estaba respirando normalmente. Le agradecí con una simple sonrisa y él lo entendió. — Ya, ahora, te respondo sintetizando a un simple sí, iré, no debes preocuparte.
— Oh, ¿de veras irás? — Me sorprendió mucho que aceptara. Lo esperaba más bien algo más preocupado. Pero luego entendí que ya había lidiado demasiado tiempo con Emily, no sería nada a comparación de una señora que si respeta a los demás.
— Si, claro, ¿por qué no? Creo que sería agradable conocer tu entorno.
— Creo... Creo que tienes razón — Asentí, confusa.
Poco después se abrieron las puertas, dándonos a conocer el lujoso amueblamiento del edificio en el que Niall vivía. Era enorme y grandioso. Era perfecto, y podía deducir que aquí sí se pasaba bien. La gente parecía muy amable, y era todo muy pasivo. No podía creer cómo era que no me había detenido a observar el ambiente en el que él vivía. Era completamente inútil por mi parte. Se me hubiera hecho mucho más fácil deducir su personalidad, creía.
— ¿En qué has venido? — Comentó sacándome del trance. Lo miré, y comprendí que se refería a cómo había llegado hasta allí.
— En mi moto — Respondí simple. Pero me retracté y expliqué mejor. — Bueno, en realidad, es una moto que alquilo, desde hace mucho tiempo, ya que al vivir fuera de la ciudad y al trabajar aquí se me complicaba demasiado encontrar un bus que me trajera.
— Comprendo — Quedó pensando unos minutos más. — ¿Podemos ir a tu casa?
— Claro que sí, pero... ¿Por qué? — Le formulé confusa. ¿Que tenía de impresionante mi casa? Era una simple cabaña frente al mar. Eso era lo único que destacaba; tenía mucho más cerca el mar.
— Creo que también debería conocerte. Supongo que es una buena forma de empezar.
— Supongo — Respondí simple. Llegamos hasta la moto y se sentó primero, pasandome el casco. Estiró una mano esperando a que le alcanzara las llaves y lo hice, cuando comprendí que quería manejarla.
— ¿Cual es la razón por la que no tienes una moto si sabes conducir?
— En realidad, no se conducir — Pero antes de que le gritara un “¿Que?” ya estábamos en la carretera, a mil por segundo.
No pude evitar agarrarse fuertemente de su torso. El cabello volaba a mi alrededor, y gritaba de emoción y adrenalina. Era el doble de la adrenalina que sentía usualmente. Y era por el simple hecho de las cinco palabras que había pronunciado. “En realidad, no se conducir”.
***
Guiandolo habíamos llegado a la casa. Increíblemente y para ser su primera vez, no creía que condujera tan bien. Supuse que o había aprendido de vista, o jamás había conducido pero le habían explicado como hacerlo.
Me dirije a abrir las cortinas del lugar al darme cuenta de que estaba todo oscuro. Cuando el ambiente ya estuvo lo suficiente iluminado como para no chocarse contra los muebles, dejé de abrir las cortinas: no me gustaba abrirlas todas y prefería dejarlas cerradas por el simple hecho de que tenía un enorme rascacielos, por el cual se veía todo desde la playa hasta aquí, ya que estábamos a tan solo pasos de la arena. Miré al blondo, intentando descubrir qué era lo que hacía. Lo pillé observando con detenimiento las fotografías que se ubican en uno de los tantos muebles, que me gustaba tener. Giró su vista y ahora me descubrió a mí observándose. Me sonrió, intentando con eso decir algo así como “Sigue mirándome, si gustas”, pero luego de eso aparté mi vista completamente, mirando únicamente al espectáculo de surfistas manejando con habilidad la tabla en medio del mar, y disfrutando de las olas. Las bellas, refrescantes y coloridas olas.
— ¿Que hay allí? — Preguntó, acercándose a mí y mirando en mi dirección.
— Desde esta mañana hay un concurso de surf. Creo que es algo... ¿libre? — Aclaré. — No lo sé, creo que aún hay tiempo de inscribirse.
— ¿Sabes surfear? — Preguntó. Atiné a asentir lentamente con la cabeza, mirando con deseo una gran ola que se acercaba, y como un muchacho atacaba contra ella, saliendo ileso de la maniobra. — ¿Y por qué no participas? Sería lindo.
— Porque... Creo que perdí la magia.
— Puedo enseñarte nuevamente, si quieres. — Lo miré. ¿Hablaba en serio? — ¿Qué? Tengo aspecto de no hacer nada en mi vida, pero me gusta el arte y la rebeldía, creo que ya lo sabías.
— Sí, lo sabía, pero... No te veía así. — Lo miré extraño. — Aún así, si quieres enseñarme, no creo tener una malla para tí. — Le dije mientras me dirigía hacia mi armario, en mi habitación.
— En ese caso, el boxer me ayudará, supongo. — Se encogió de hombros, mientras yo asomaba mi vista inclinandome hacia el costado, debido a que me tapaba el gran armario, intentando verlo. Cuando lo logré, reí fuertemente, generando también su risa.
— Anda, sé que no hablas en serio. De todas formas, encontré una malla de... — Dije sonriendo aún más. Aquella malla pertenecía a un ex-novio, que solía surfear todos los días en esa playa, y como vivía cerca decidió dejar una de repuesto. Aún así, cuando terminamos cortó todo vínculo conmigo y dejó de venir a esa playa.
— ¿De quien? — Inquirió curioso, haciendo el que observaba la prenda de ropa, pero mirándome de reojo. Sonreí al recordar que la pasabamos bien. Lamentablemente, terminamos por mi trabajo y un gran malentendido que jamás pudo ser solucionado.
— De mi ex. — Respondí naturalmente. Él me miró, ¿sorprendido? ¿celoso? No, creo que más bien, algo sobreprotector, con una extraña mezcla de celos. — Ya, ¿no puedes creer que tenga novio? No creo ser tan fea. — Le golpeé levemente el brazo, bromeando. Al ver que sonrió, aliviada, caminé hasta mi armario nuevamente y decidí cambiarme. — Me cambiaré aquí, si quieres puedes ir al baño. Está a tu izquierda, es la segunda puerta. — Medio grité, mientras miraba todas mis vestimentas playeras, decidiendo cual usar. Me decidí, al fin, por una bikini rosa, que combinaba con... Nada. Era un absoluto desastre en la moda, estaba dado por hecho.
Me vestí muy rápidamente y salí, sintiéndome desnuda. Él ya estaba vestido y me miraba de arriba a abajo mientras asentía con la cabeza, a probatoriamente. Me sentí avergonzada, demasiado expuesta, por lo que me crucé de brazos. El rubio notó mi acción y se dedicó a apartar su vista de mi cuerpo y juntar su ropa a un costado.
Agarré su camiseta y me la puse encima, ya que había sido lo primero que encontré. Levanté mi vista y me encontré con su espalda. Su desnuda, y amplia espalda, por la que pasaban unos pequeños lunares, blanca y perfecta. Lo admitía, no podía ocultarlo más: Niall era increíblemente hermoso. No podía evitar pensar eso. Sus enormes luceros azules me dejaban sin aliento y su musculatura... Era todo lo que una chica quería desear. Y Emily había tenido la gran suerte de pasar mucho tiempo con él. ¿Qué habrá sido lo que verdaderamente sucedió como para tomarselo tan así? No podía entender qué era lo que los había llevado a tal situación. ¿La pintura? No, era imposible. Si Emily lo amaba realmente, estaba segura de que dejaría que hiciera lo que le apasionaba verdaderamente. Era completamente una acción egoísta e inmadura de su parte, si es que quiso pensar en los demás.
Se dio la media vuelta y me miró. Observó que llevaba puesta su camiseta y asintió, dando a entender que comprendía lo expuesta que me sentía en ese momento.
Me dirigí a la puerta seguida por él y al salir, poco tiempo después pude sentir la arenilla tocar mis dedos. Estaba tibia, y supuse que el agua estaría más que helada. Miré a Niall, que solo observaba maravillado la playa.
— ¿Que le encuentras de distinto a la playa? — Capté su atención. — Me refiero a por cómo la miras.
— Nada. No me había dado cuenta, la verdad. Pero supongo que es por el tiempo que no visito la playa. — Respondió, aún con ojos brillantes la marea.
— Bien. Calculo que hará unos tres años que no visitas una. — Me miró, intentando descifrar de donde lo había sacado. — Hace tres años comenzaste la relación con Emily.
Giró su vista nuevamente. Supuse que no tenía ganas de que lo regañe por lo que su ex no le dejaba hacer y por como lo manipula constantemente. Pero haya sea él feliz, no lo haría cambiar de opinión y le estaba dando un simple consejo indirecto sobre la mujer que verdaderamente quería elegir.
***
Charlie ya me había prestado dos de sus tablas. El viejo me agradaba por el simple hecho de que no era morboso como el vendedor de helados.
Niall había estado practicando por sí solo un buen rato en el mar, mientras yo me había dedicado a posicionarme en la arena de tal manera de quedarme muy cómoda, observándolo. Hacía poco tiempo se me había acercado una muchacha tan solo unos años menor que yo. Le calculaba unos quince o dieciséis años. Me había pronunciado un perfecto “Tu novio es muy apuesto. Eres afortunada.” a lo que yo había asentido, aún mirándolo, y le había respondido “Sí, ¿lo crees en serio?” a lo que asintió sonriente y se marchó, sin más.
Pese a que estaba muy cómoda sentada, me había dado cuenta de lo mucho que me estaba aburriendo, por lo que decidí levantarme e ir por la mejor ola, que la veía aproximarse y Niall no se percataba de ello. Me adentre al mar y aún no me había visto, ya que se restregaba los ojos, que se le habían llenado de agua salada. Pasé por su lado, que fue cuando me notó, y comencé a nadar y nadar con la tabla por abajo mío.
La ví venir, lúcida y resplandeciente. La ola era enorme, a lo que en cuanto noté como tapaba el sol reluciente que bañaba la playa entera, me puse de pie y la monté. Le grité a Niall, para que se diera cuenta y con habilidad logró hacer lo mismo que yo. Pero duró poco, ya que a los segundos cayó.
Su caída me desconcentro, y caí desde lo más alto, siendo atrapada por los fuerte brazos de un chico que me protegió durante el fuerte choque de la ola. Distinguí rápidamente su cabellera rubia y no pude evitar reír, mientras me separaba de él. Me miró desconcertado y pasé a explicarle.
— ¡Ha sido la mejor ola, y eso que no surfeo desde hace cinco meses! — Lancé emocionada. Fue impulsivo, pero valió demasiado la pena.
— Surfeas muy bien para ser mujer — Habló machista, mientras iba en busca de su tabla, que no se había alejado demasiado. Yo me dirige y me subí a la mía, y le respondí con ambas piernas a los costados de la tabla y mirando a la multitud que nos miraban, a lo lejos.
— Y tu surfeas muy bien como para no hacerlo desde hace tres años — Y dicho eso, comencé a nadar hasta la costa.
Lo oí venir detrás mío y al llegar, decidí que ya era tiempo de regresar, ya que estaba anocheciendo y debíamos llegar para cenar a lo de mi madre. Le informé de esto, a lo que él negó como niño e insistió en ver la puesta de sol, al ver que no me quedaría mucho tiempo más. Acepté, y poco tiempo después ya nos encontrábamos en mi casa. Nuevamente, vivía un momento mágico con Horan.
***
Me había vestido demasiado normal: un simple pantalón color azul Francés y una blusa blanca, junto a unas zapatillas del mismo color que la remera. Pero aquel atuendo había captado la atención de Niall, que me había dicho “Estas muy linda” y yo, como de costumbre, me había sonrojado notablemente.
Antes de ir a la casa de mi madre, cambió de opinión -ya que había dicho que se quedaría con la ropa con la que había ido a mi casa- y se bañaría y vestiría más apropiadamente. No encontraba cual era el problema, por lo que acepté, y en ese momento me encontraba mirando felizmente un dibujo animado en su televisor. Lo escuchaba silbar en su habitación, escogiendo el atuendo. Ya hacía más de diez minutos que se encontraba haciendo lo mismo una y otra vez, ¿no se suponía que las mujeres tardaban más?
Estuve a punto de gritarle que se apurara, cuando lo escuché decir “Dime que estoy presentable”, por lo que me di la vuelta y lo observé, boquiabierta. Con su camisa blanca y sus jeans en distintos tonos de marrón, podían dejar más que deseosa a una mujer. Y me incluía en la lista.
— Estas... Muy bien — Le confesé, acercándome a él. Noté como tragó en seco cuando le toqué la mano, pero lo ignoré. Realmente, se había pasado. ¡Era una simple mujer mayor, madre de su falsa novia!
— Entonces... ¿Vamos? — Preguntó dudoso. Asentí, tomé mi abrigo negro y lo tomé por el brazo, juguetona.
Llegamos muy rápido a la casa de Rose, mi anciana madre, ya que nos encontrábamos en la ciudad, y toqué el timbre en cuanto lo tuve enfrente. Increíblemente, me encontraba emocionada por la reacción de mi madre al verlo. ¿Qué pensaría? ¿Le gustaría?
Finalmente, abrieron la puerta y noté a mi adorada mamá, que me sonrió y miró a Niall, para nuevamente mirarme, picarona esta vez. Y supe, que lo había aprobado.
— Pasen, lindos muchachitos — Habló maternalmente. Observé como Niall la saludaba con un beso en la mano, a lo que mi madre rió coqueta. Le parecía adorable, lo notaba en su voz.
Al pasar, más adentro, noté la presencia de mi joven primo. Lo saludé y él me alzó por los aires, mientras reía. Le planté un gran beso en la mejilla. A pesar de tener cuatro años más que yo, se comportaba casi igual que un niño de catorce: con toda esa vitalidad.
Noté como el clima pasaba de ser alegre, a ser algo tenso. Niall lo saludó por cortesía, supuse, ya que su rostro estaba en completo mutis, serio y para nada feliz. Supuse que algo había pasado en la entrada, a lo que miré a mi madre, que me hizo un gesto de “Yo no sé”.
Miré a mi primo, que se encontraba casi igual que Niall.
Y lo entendí.
Niall y Trevor, mi primo, no se caían para nada bien.
El capítulo fue para The Heather, mi novela colectiva. Ojala te gusteeeeeeeeeee<3<3 ily.
irwin.
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» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.