Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 9 de 11. • Comparte
Página 9 de 11. • 1, 2, 3 ... 8, 9, 10, 11
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 29.
(TN) :
Cuando me desperté por la mañana mi cabeza estaba palpitando. Gemí. En verdad no necesitaba un dolor de cabeza encima de todo lo demás que iba a ir mal hoy. James todavía estaba dormido así que salí de la cama, intentando no despertarlo. Me dirigí a mi baño para tomar una ducha. Aún estaba bajo la regadera, intentando desesperadamente no llorar mientras pensaba en la “nueva familia” de mí padre. ¿Qué iba a decirle a este chico Logan? Suspiré y salí de la ducha, enrollándome con una toalla.
En silencio, intenté convencerme a mí misma que Logan probablemente ni siquiera querría hablar conmigo hoy y que me estaba preocupando por nada. No era culpa del chico que mi padre se casara con su madre y lo hicieran mudarse aquí. Demonios, él probablemente necesitaría un amigo ahora mismo porque acabaría de dejar todo y todos los que le importaban detrás.
Caminé hacia la cama, mirando a James. Parecía tan tranquilo que casi no quería despertarlo. Me senté en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que necesitábamos prepararnos para el colegio.
— ¿James? —susurré. Se despertó al instante, lo que no era inusual, a él normalmente le costaba mucho levantarse.
—Hola —se sentó y me miró tristemente.
Sonreí de modo tranquilizador; estaba preocupado por mí, lo podía notar.
—Hola —contesté, entrando otra vez en la cama y acostándolo conmigo—. Estoy bien, deja de estresarte —prometí, suavizando las líneas fruncidas de su frente.
Suspiro y sacudió su cabeza.
—Estoy aquí si quieres hablar. ¿Lo sabes, verdad? —preguntó, mirándome intensamente.
Él era simplemente demasiado adorable algunas veces, de verdad no me lo merecía.
—Lo sé,James, pero estoy bien. Solamente vamos a superarlo y ver lo que tiene que decir este chico hoy —sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de que se alejara hacia la ducha.
Cuando entramos en el aparcamiento del instituto una hora más tarde, Joss se acercó saltando hacia un lado del coche con una sonrisa en su cara. Abrió mi puerta.
— ¡Estoy oficialmente enamorada! —me anunció, orgullosa.
Me reí.
—De verdad. Ok… felicidades —contesté sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.
Ella se rió.
—Lo digo en serio. Hay un chico nuevo hoy, y él está ¡muy bueno! —Abanicó su cara dramáticamente.
Me quedé pasmada; apostaba que era él, mi nuevo hermanastro. Bueno eso era perfecto, ahora Joss se iba a enamorar de él y estaría obligada a pasar el rato con él.
Genial, simple y jodidamente genial.
— ¿Chico nuevo? —pregunté tranquilamente.James me acarició la espalda gentilmente.
— ¡Oh, diablos sí! Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a James así que lo he reservado —dijo sonriendo y saltando a mí lado—. Aún no sé su nombre, Caliente McTottie, le queda bien sin embargo. —Ella movió sus cejas hacia mí, y no pude evitar reírme.
Carlos envolvió su brazo alrededor de sus hombros.
—Sabes, no estoy acostumbrado a que no me quieras, Joss. No estoy seguro si me gusta este nuevo comportamiento —le dijo, dándole su sonrisa coqueta.
Ella suspiró con aire soñador.
—Siempre te querré James, es simplemente algo de carne fresca sobre la cual babear. Creo que tendrás que trabajar más duro por mi atención a partir de ahora —bromeó, parpadeando hacia él mientras se encogía entre sus brazos. Él realmente parecía muy sorprendido y un poco enfadado—. Así que necesito descubrir todo sobre él. ¿Me ayudaras? —preguntó, deslizando su brazo por el mío.
Demonios no.
—Su nombre es Logan —le dije, encogiéndome de hombros e intentando ir por el enfoque casual.
Ella se rió.
—Sí que eres psíquica, ¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama Logan? —preguntó, sacudiendo su cabeza divertida.
—Es mi hermanastro.
Ella paró de caminar y me miró sorprendida.
—Estás bromeando —jadeó con los ojos ampliamente abiertos.
Sacudí mi cabeza.
—Aparentemente, mi padre se volvió a casar, y su mujer ya tenía un hijo. Si es él a quien has visto, entonces tiene diecisiete años y se llama Logan —dije, encogiéndome como si pensara que no era gran cosa.
Ella gritó y entrelazó su brazo con el mío con entusiasmo.
— ¡Esto es asombroso! Me lo puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras. — Estaba sonriendo de oreja a oreja.
—No lo conozco, no puedo presentártelo —contesté tranquilamente. No quería que ella se enamorara de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa relacionada remotamente con mi padre.
—Tú eres tan malditamente codiciosa, ¡(tn)! De verdad, el chico más caliente es tu novio, el segundo más caliente tu hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu maldito hermanastro? —gritó, mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de contestarle cuando Jessica y tres de sus pequeños clones se acercaron, todas mirando a James hambrientamente. No pude evitar sonreír cuando el brazo de James se enrollo en mi cintura.
—Hola Jessica, ¿tienes mi dinero? —dije sonriendo.
Ella se burló de mí.
—Sí claro. Como si fuera posible, emo. —Ella se giró hacia James y le sonrió de forma seductora, haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi cintura. —No dormiste con ella, ¿verdad, cariño? —ronroneó con confianza.
Escuché a Carlos gemir detrás de mí.
— ¡No puedo escuchar esto! Me voy a mi casillero, (ta). Si me necesitas llámame. Tendré mi teléfono encendido —dijo mientras se iba rápidamente.
—Bueno, ¿cariño? —preguntó Jessica poniendo su mano sobre brazo de James.
Él se rió y se encogió de hombro.
—Un caballero nunca lo cuenta —contestó besando un lado de mi cabeza.
Me reí.
—Bueno eso no ayuda realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chico amante —bromeé, poniendo mis ojos en blanco.
Él suspiro dramáticamente.
—Bien. Jessica le debes a Ángel cuatro mil dólares —dijo, mirándome con amor.
Ella golpeó su pie contra el suelo y no pude evitar reír.
— ¿Cómo diablos has podido hacerme esto a mí? —casi le estaba gritando a James—. ¡Se suponía que tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte con alguna pequeña puta! —La gente se estaba parando a mirar ahora que su cara se volvía más y más roja. Quizás había olvidado respirar.
—Jessica, salimos un par de veces —contestó James, luciendo incómodo.
— ¡No me importa cuántas veces saliéramos! ¡Soy la capitana de las porristas! Se supone que teníamos que estar juntos. No con alguna pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises —gritó ondeando su mano hacia mí con disgusto.
No puede evitar reírme, ¿pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises? ¿De dónde diablos salió eso?
—Woow, Jessica ten cuidado, tendremos una manada de perros si tu voz se eleva más —bromeé riéndome.
Ella se giró furiosa hacia mí.
— ¡Tú, tú me has robado mí novio! Yo era su novia secreta y tú dormiste con mi chico —escupió apuntándome acusatoriamente.
Joss estalló en risas detrás de mí. Oh no, ¡Ella no ha ido por ahí!
Me paré cerca de Jessica, advirtiéndola.
—Sí lo hice, y Dios fue bueno. Acepto efectivo o un cheque con garantía bancaria, lo que sea más fácil para ti. Oh, y Jessica, si vuelves a gritarme así otra vez te voy a romper la cara ¿Me has entendido? —gruñí, furiosa.
Ella se estremeció apartándose ligeramente; cogí el brazo de James y lo arrastré dentro del instituto, con Joss saltando detrás de mí, partiéndose el culo de la risa.
—Debías haber abofeteado a esa perra. Amaría ver eso —gorgoreó Joss felizmente.
Barbi y Kendall se acercaron corriendo en ese momento.
— ¿Ganaste la apuesta? —exclamó barbi con los ojos muy abiertos.
Woow ¡Las noticias viajan rápido en este colegio!
James sonrió y me besó, pasando sus dedos por mi pelo.
—Mejor me voy. Te daré algún tiempo para que cotillees sobre mí antes de clase —dijo, sonriendo hacia mí coquetamente—. Te amo Ángel. —Me besó otra vez gentilmente, antes de alejarse rápidamente en dirección a su casillero.
Me quedé ahí, contándole a mis amigos sobre como habíamos estado saliendo en secreto, y sí había ganado la apuesta. Tenía mis dudas de si iba a cobrar mí dinero, sin embargo. Joss abrió su gran boca para contarles que el “Caliente chico nuevo” era mi hermanastro. Y estuve secretamente agradecida cuando la campana sonó así podía escaparme a clase. No quería seguir hablando sobre Logan. Todavía no había conocido al chico y ya era una gran parte de mí vida.
Hice mí camino hasta la clase de inglés, y tomé mi sitio normal, al lado de Joss.
Unos minutos después él entró. Supe que era él sin ni siquiera mirarlo, lo podía decir por la forma en la que Joss agarró mi brazo demasiado fuerte. Levanté la mirada y lo vi. Él, era totalmente caliente; podía ver de lo que ella estaba hablando.
No era tan alto como James o tan musculoso. De hecho, era un poco desgarbado, pero aprobaba totalmente. Usaba unos vaqueros desgastados y una camiseta negra con una sudadera negra encima. Tenía los ojos marrones, tenía cabello negro, estaba desecho y un poco revuelto. Parecía un poco tímido, con los hombros encorvados como si estuviera nervioso. Definitivamente podía ver el atractivo que tenía y también como cada chica de la clase lo estaba mirando con lujuria. Me reí; pobre chico no sabía lo que le esperaba. Una vez Jessica pusiera sus garras en él estaría acabado.
Joss me dio un codazo para que la mirara. Vocalizo la palabra “caliente” y se abanicó el rostro, asintiendo con entusiasmo y me hizo reír más fuerte. El chico realmente estaba en algunos problemas.
—Clase, este es el nuevo estudiante. Logan Henderson —dijo la Sra. Stewart, sonriendo hacia él cálidamente. Se giró hacia la clase y sonrió incómodo.
— ¡Te lo dije! Verdaderamente caliente —susurró Joss.
Claro que era caliente, pero no tenía comparación con mi James.
—Es lindo —confirmé, asintiendo de acuerdo.
—Logan, dinos algo sobre ti —sugirió la Sra. Stewart.
Él se movió incómodo sobre sus pies, mirando nervioso a la clase.
—Emm…. Bueno, me acabo de mudar a Timberfield con mi madre y mi padrastro. Y tengo un hermano pequeño. ¿Y me gusta patinar? —dijo, haciendo que sonara más como una pregunta.
—Vale, estoy segura de que serás muy feliz aquí. ¿Qué te parece si te emparejo con alguien de mi clase así te puede mostrar tu próxima clase? —ofreció la Sra. Stewart.
Gruñí. No había forma de que ella me eligiera, esa era la clase de cosas que pasaban en las historias cursis. Me hundí en mi silla, mirando mi libro, rezando por un escape.
— ¿Jessica te ofreces voluntaria? —preguntó la Sra. Stewart. Levanté mi cabeza y di un suspiro de alivio. Joss maldijo bajo su respiración y bajo su cabeza, obviamente quería ser voluntaria, también.
Logan hizo su camino a través de clase para sentarse cerca de Jessica, quien estaba ocupada desabrochando otro botón de su ya abierta camisa de zorra. Él sonrió hacia mí cuando pasó al lado de mi escritorio.
—Hola, (tn) —dijo tranquilamente.
—Hola, Logan —contesté un poco sorprendida.
¿Cómo demonios sabia mi nombre? Lo observé sentando al lado de Jessica, ella inmediatamente empezó a flirtear con él, mientras solo estaba asintiendo cortésmente, pareciendo incómodo.
Joss me miró con los ojos ampliamente abiertos.
—Pensé que no lo conocías —susurró, frunciéndome el ceño, mirándome un poco confusa.
Sacudí mi cabeza.
—No lo hago, ¿cómo demonios sabía quién era yo? Nunca lo había visto antes — contesté.
La profesora se aclaró la garganta.
—Bien entonces, si lo tenemos todo claro. ¿Por qué no empezamos con la lección? —preguntó sarcásticamente. Cogí mi libro y me hundí furtivamente en mi asiento, intentando no mirar en su dirección.
Tan pronto como sonó la campana salté de mi silla y prácticamente corrí hacia la puerta, sin querer otra oportunidad para encontrármelo. Rezaba en silencio una y otra vez sobre mí cabeza que él no estuviera en otra de mis clases. Gracias a Dios, el resto de la mañana pasó sin más encuentros con mi nuevo hermanastro.
La gente estaba hablando mucho conmigo hoy, preguntándome si James y yo éramos pareja, querían saber cuánto tiempo habíamos estado juntos. Bla, bla, bla, era lo mismo una y otra vez y yo ya estaba aburrida.
—Hola Ángel —ronroneó James, cogiéndome por detrás cuando estaba parada en la cola del almuerzo con Joss y Kendall.
—Hola —sonreí, sintiéndome instantáneamente feliz, ahora que él estaba cerca de mí.
— ¿Cómo va tu día? —preguntó, besándome el cuello, haciendo que me estremeciera.
Suspiré.
—Bueno, he estado respondiendo las mismas preguntas una y otra vez. Es tan malo, que estoy pensando en tatuarme a través de la frente “Sí, estoy saliendo con James. Sí, gané la apuesta. Sí, él es un buen novio. No, mi hermano no enloqueció.” Así no tendré que repetirme todo el tiempo —bromeé encogiéndome de hombros. Él rió y me sujetó más fuerte—. A parte de la repetición, tuve clase con mi hermanastro. Él me conocía, oh sí, y va ahora mismo con esa zorra de Jessica, quien por cierto, luce como si me quisiera matar. Así que mí día no está yendo muy bien, novio —dije, asintiendo discretamente hacia Logan.
— ¿Él sabía quién eras? —James preguntó, girándome ligeramente así me escondería de la vista de Logan.
—Sí. Él me saludó cuando pasó por mi lado —contesté, frunciendo, aun no entendía como me reconoció.
James se rió y me miró como si hubiera dicho algo estúpido.
—Él probablemente no sabía quién eras, Ángel, seguramente pensó que eras caliente. No lo puedo culpar —ronroneó, sonriendo mientras su mano se movía hacia mi trasero.
Puse mis ojos en blanco.
—James él pasó a mi lado y dijo hola, (tn) así que creo que sabía quién era — contesté sarcásticamente.
Él frunció y miró sobre su hombro antes de reírse con maldad.
—Él no se ve muy cómodo con Jessica.
—Bueno, ¿quién demonios se encuentra cómodo cerca de Jessica? Oh, sí, tú no te veías muy estresado cuando ibas con ella a todas partes —me burlé, sonriendo hacia él.
Él levantó su nariz, fingiendo un temblor.
—No me recuerdes mi estilo de vida antes de ti, Ángel. Voy a tener pesadillas — dijo con una mueca de horror, haciéndome reír.
Cogí un par de sándwiches y bebidas. James insistió en pagar y llevar la bandeja como siempre. Me dirigí hacia su mesa y me senté a su lado. Caros ya estaba allí con alguno de los miembros del equipo, mis amigos se sentaron, también, tomando los últimos asientos. Desgarré la envoltura de mi sándwich y estaba a punto de morderlo cuando una sombra cayó sobre mí.
—Hola —dijo Logan sonriendo, estaba ligeramente ruborizado.
Tragué, sintiendo que mi estómago se hundía un poco.
—Emm… hola.
— ¿Te importa si me siento contigo? —me preguntó mirándome de manera esperanzadora.
Vi a mi hermano tensarse desde la esquina de mi ojo. Miré alrededor de la mesa completa.
—Um…. —me callé, mordiéndome el labio.
—No importa, no te preocupes. Sólo pensé que debería presentarme. —Se encogió de hombros, ruborizándose con más fuerza, cambiando de un pie a otro incómodamente.
Joss me pateó por debajo de la mesa.
— ¡Ay! ¿Por qué demonios fue eso? —pregunté, frotándome la pierna. Me miró ferozmente. Sabía exactamente por qué era, tenía que pedirle que se sentara con nosotros por ella o no escucharía el final de esto esta tarde. ¡Oh Dios, mátame ahora!—. Está bien, Logan. Agarra una silla, puedes sentarte en el extremo de aquí —sugerí, moviendo mi bandeja para que él pudiera poner su plato y su bebida.
Él sonrió y se relajó.
—Gracias, (tn) —dijo, sonriendo agradecidamente mientras se alejaba para agarrar una silla a un par de mesas de distancia.
Volteé hacia Joss, frunciendo el ceño.
— ¡Eso dolió endemoniadamente, Joss! En serio, ¡no es tan ardiente! —le dije en un susurro gritado.
—Sí lo es. —Asintió con entusiasmo, riendo y terminé riendo con ella. Maldita chica cachonda.
Logan se sentó en el extremo de la mesa.
—Así que, esto es raro, ¿eh? —afirmó, sonriendo tímidamente.
Reí incómodamente.
—Vaya, eso es un eufemismo y medio. Si piensas que es raro, prueba con desconcertante y embarazoso —bromeé, haciéndolo reír.
—No soy tan malo —se quejó, fingiendo dolor.
Decidí simplemente salir de ahí y preguntar lo que me había estado molestando toda la mañana.
— ¿Cómo sabes quién soy? —pregunté en voz baja.
Él sonrió.
—Tu papa me mostró una foto tuya. Sin embargo no he visto una de tu hermano, así que no tengo idea de quién es —explicó, encogiéndose de hombros.
¿Mi papá tenía una foto mía? En realidad no estaba muy segura de cómo sentirme al respecto. ¿Por qué demonios tendría una foto mía, y no una de Carlos? Ni siquiera quería pensar demasiado en esa pregunta en caso de que se me ocurriera una respuesta que no me gustara. Apunté a Carlos.
—Él está justo ahí. Carlos, Logan. Logan,Carlos —dije, ondeando una mano entre ellos en presentación.
—Eh, ¿cómo te va? —gruñó mi hermano, su rostro era severo y para nada amigable.
Logon se retorció un poco en su asiento… Carlospodía ser bastante intimidante si quería serlo.
—Sí, bien gracias. Es bueno conocerte —respondió nerviosamente.
Joss me pateó de nuevo bajo la mesa en el lugar exacto de la vez anterior, haciéndome contraerme de dolor. La miré ferozmente en advertencia; ella obviamente quería que la presentara también.
—Logan, estos son mis amigos, Kendall, Barbi y Joss. Este es mi novio, James — afirmé, presentando a cada uno de los que estaban en nuestro extremo de la mesa.
Logansonrió cálidamente.
—Oigan, lo siento, soy malo con los nombres. Probablemente los olvide en media hora —admitió, haciendo una mueca ligeramente.
Joss encendió su modo coqueteo, lanzando su cabello sobre el hombro, sonriendo seductoramente.
—Yo también soy terrible con los nombres. Tenemos algo en común —ronroneó, examinándolo lentamente. Él se echó a reír, luciendo incómodo. No parecía que estuviese acostumbrado en absoluto a la atención de las féminas.
—Entonces, ¿a qué escuela ibas antes de esta? —pregunté, tratando de ayudarlo un poco.
Me sonrió agradecidamente.
—En realidad iba a una escuela para chicos en Mersey —respondió, encogiéndose de hombros. OK, eso explica el sonrojo y el estar incómodo. Casi podía ver el cerebro de Joss funcionando con la idea de enseñarle nuevos trucos y entrenarlo.
No pude evitarlo pero sentí lástima por el pobre chico.
— ¿Una escuela para chicos? Bueno eso no es divertido. —Joss sonrió, comiendo una patata frita, obviamente tratando de lucir sexy.
James estalló en carcajadas a mi lado.
—Joss, deja al pobre chico en paz, es su primer día —se burló.
Carlos miró a Joss con una expresión ligeramente molesta en su rostro. De repente me di cuenta de lo que estaba sucediendo. ¡Carlos estaba totalmente flechado por Joss!
—Vi eso hemanito —declaré, sonriéndole con complicidad. Él se estremeció y trató de parecer inocente. Sip, ¡totalmente celoso!—. Entonces, ¿qué clases tienes esta tarde? —pregunté, volteando de nuevo hacia Logan, tratando de mantener la conversación.
Me sentía un poco mal por él; obviamente estaba como pez fuera del agua aquí.
Sacó su horario y me lo tendió. Le di un vistazo y casi me ahogo con mi sándwich…tenía todas y cada una de las clases de la tarde conmigo
—Tengo las mismas —dije en voz baja, tendiéndoselo de vuelta. James frotó su mano en mi pierna tiernamente y me incliné hacia él en busca de apoyo. Logan parecía un buen chico pero no lo quería cerca de mí todo el tiempo.
Probablemente podría lidiar con la conversación ocasional, pero ¿y si iba a casa y mi padre le preguntaba por mí? Él sabría demasiadas cosas sobre mí para mi gusto.
— ¿Sí? ¡Impresionante! ¿Crees que podrías enseñarme el camino y esas cosas? — preguntó esperanzadamente. Asentí lentamente, no podía decir exactamente no.
Jessica se acercó pavoneándose; ahora sólo tenía dos botones abrochados en su camisa.
—Hola, Logan. ¿Quieres venir y sentarte conmigo? —preguntó, enroscando su cabello alrededor de un dedo.
—Jessica, te faltan unos cuantos botones ahí, cariño —dije inocentemente.
Me miró ferozmente.
—Se supone que luce así, fenómeno Emo —espetó repugnantemente.
—En realidad, sí creo que tienes razón. Vi que esa camisa la usaba exactamente así una prostituta en una esquina ayer por la noche —respondí, sonriendo amablemente.
— ¿Pasas el rato en las esquinas de las calles? —preguntó ella, sonriendo, obviamente pensando que había ganado.
—Cuando me encuentro con tu mamá lo hago. —Me encogí de hombros.
James y Logan estallaron en carcajadas.
—Perra —murmuró ella mientras salía echando pestes. Joss y Barbi chocaron los cinco en alto, soltando risitas tontas como chicas locas bajo los efectos de las drogas.
—Eres graciosa —dijo Logan sonriéndome.
—Sí, creo que tal vez sólo arruiné tus posibilidades de agarrártela hoy. Sin embargo te dará otra oportunidad mañana así que no te preocupes —me burlé mientras empezaba a comer de nuevo.
Él volteó la nariz hacia arriba.
—Ella ha estado volviéndome loco toda la mañana; está quejándose sobre una chica que le robó a su novio. ¿Qué clase de sujeto saldría con alguien como ella de todos modos? Debe ser total idiota —se burló, encogiéndose de hombros.
La mesa entera, excepto por James, se echó a reír.
—Emm, ese idiota sería yo. Pero nosotros no estábamos saliendo —declaró James, sacudiendo la cabeza.
Logan se sonrojó como loco.
—Oh lo siento —murmuró, encogiéndose ligeramente de dolor.
Envolví el brazo alrededor de James.
—No te preocupes, chico amante, tu gusto ha mejorado desde entonces —dije en un arrullo, halándolo más cerca de mí.
—Ángel, mi gusto siempre ha sido el mismo. La fruta prohibida. —Se inclinó rápidamente, mordiendo mi cuello, haciéndome reír tontamente. Carlos se aclaró la garganta y James se alejó con un suspiro y puso los ojos en blanco.
Dejé que Joss hablara con Logan por el resto del almuerzo, añadiendo preguntas o respuestas ocasionales cuando necesitaba hacerlo. En realidad era un chico agradable. Habría sido más sencillo si fuese un cretino, entonces de esa forma yo habría sido capaz de apartarlo y no sentirme como un pedazo de mierda después.
Le mostré sus clases y se sentaba junto a mí cuando podía. Cuando el timbre sonó para el final del día suspiré de alivio.
— ¿Entonces te diriges directamente a casa? —preguntó Logan, sonriendo, mientras caminábamos hacia mi casillero.
Sacudí la cabeza.
—No. Tengo que esperar que Carlos y James terminen su práctica.
—Sí, ¿qué juega Carlos? —preguntó curiosamente.
—Hockey sobre hielo.
—Genial. Sabes, podría darte un aventón si quieres —ofreció—. Mi mamá y mi padrastro me compraron un auto impresionante por mi cumpleaños —añadió, sonriendo de oreja a oreja. Sentí mi corazón hundirse ante el sonido de su nombre de nuevo, la forma en que lo usaba en una conversación casual me asustaba a muerte.
—Um, gracias por la oferta, pero los voy a esperar. Por lo general es James el que viene después porque Carlos se va a trabajar —dije rápidamente.
— ¿Dónde trabaja? —preguntó, apoyándose contra los casilleros.
—En el gimnasio Benny. —Metí los libros en mi bolso con demasiada fuerza doblando todas las páginas, porque me estaba poniendo incómoda.
—Parece que no le caigo bien a Carlos —murmuró Logan, luciendo un poco triste.
Sonreí tranquilizadoramente.
—No te conoce. Es sólo que esto es raro para nosotros, eso es todo. No hemos visto a nuestro padre en tres años, entonces de repente se aparece aquí y ¡bang!, tenemos otro hermano y un hermanastro. A Carlos no le gusta el cambio —expliqué, tratando de rodear el problema un poco. Él asintió, luciendo pensativo.
—Sí, supongo que es difícil. Entonces, ¿crees que podría esperar contigo hasta que su práctica termine y nosotros podamos llegar a conocernos el uno al otro un poco más? Quiero decir, no quiero que esto siga siendo incómodo para ninguno de nosotros, estoy aquí ahora así que creo que tenemos que hacerlo lo mejor posible —preguntó, mirándome esperanzadoramente.
¡Sagrados cubos de mierda! No sabía qué decir, así que no dije nada, asentí y cerré mi casillero.
— ¿Quieres que nos sentemos afuera en el frente? Por lo general me siento bajo el árbol y espero —dije mientras salíamos del edificio.
—Suena bien —acordó, siguiéndome con una pequeña sonrisa.
Caminé hacia el gran roble donde usualmente me sentaba y hacía mi tarea y me senté apoyándome contra éste. Él se dejó caer frente a mí, agarrando un par de hojas de hierba, jugando con ellas nerviosamente. Había una pequeña margarita al lado de mi pie, así que la recogí y la metí en la parte trasera de mi cola de caballo porque me recordaba a la que James había recogido para mí antes de la práctica de baile después de esa primera noche en que nos besamos.
Estaba tan incómoda que me retorcía en el lugar, tratando de pensar en algo que decir.
—Así que, tu hermano menor, Seba… Bueno, supongo que ahora también es mi hermano, de todas formas lo que iba a decir es, ¿cómo es él? —pregunté curiosamente.
Él sonrió.
—Es lindo. Es un dolor de cabeza, especialmente cuando llora en la noche, pero es lindo. Tengo una foto si quieres verla —ofreció, sacando su billetera y tendiéndomela.
Sonreí e impacientemente la abrí, queriendo ver al pequeño bebé. Mi aliento quedó atrapado en mi garganta cuando vi la foto, no era sólo el bebé, era una foto familiar. Miré a mi padre; él estaba sonriendo orgullosamente con un brazo alrededor de su nueva esposa y el otro alrededor de Logan quien estaba sosteniendo a un niñito. Mi padre parecía más viejo, su cabello había cambiado y se había vuelto un poco más grisáceo, pero sus ojos eran lo que más me llamó la atención. Recordaba esos ojos siendo duros y fríos y siempre furiosos, pero estaba diferente aquí, sonriente y cálido, lucía amable y bondadoso.
—Lindo, ¿eh? —dijo Logan.
Aparté mis ojos de mi padre y miré al pequeño bebé; era lindo, regordete, cabello oscuro, ojos marrones y una gran sonrisa. Miré a la señora en la fotografía; ella tenía cabello marrón y ojos grises igual que mi mamá y yo. Se veía agradable.
— ¿Esta es tu mamá? —pregunté, señalándola.
Él sonrió y asintió.
—Sí. Su nombre es Ruby —dijo, recuperando su billetera cuando terminé.
No podría sacar de mi cabeza la imagen de mi padre sonriendo. ¿Él había cambiado? Inspeccioné a Logan, parecía feliz, sin raspones o cortes, ni cojera delatora ni mueca de dolor ni nada.
—Así que, ¿te la llevas bien con él? —pregunté con curiosidad, observando su rostro por su reacción.
— ¿Con Seba? Sí él está bien. Será mejor cuando sea más grande y pueda hacer más cosas —respondió, encogiéndose de hombros.
Tragué.
—No, me refiero a mi padre —aclaré, tratando de no retroceder ante la idea de él. Logan se encogió de hombros y asintió, pero no dijo nada—. Debe ser difícil tener a un tipo viniendo después de años de ser sólo tú y tu mamá —declaré, tratando de empujar por una respuesta.
¿Mi padre estaba lastimándolo a él también, o tal vez al bebé, o a su mamá?
Inmediatamente estuve agradecida de que no hubiera otra chica viviendo con él. El abuso físico era malo; Carlos se llevó la peor parte de eso, pero el abuso sexual, eso dejaba cicatrices mentales que sabía que todavía no habían terminado. Los recuerdos de esos domingos destellaron en mi mente y me mordí el interior de la mejilla para evitar llorar.
Él asintió y miró al suelo.
—Fue un poco difícil, pero ellos han estado juntos por más de dos años ahora, así que… —Su voz se desvaneció, y se encogió de hombros. Abrí la boca para empujar el asunto más allá pero él me interrumpió—Así que, ¿por cuánto tiempo han estado juntos James y tú? —preguntó, arrancando un poco más de hierba y rodándola en sus manos para hacer una bola. Sonreí ante el pensamiento de James.
—Una semana y media.
—Él es amigo de tu hermano, ¿cierto? —preguntó.
—Sí. Lo he conocido desde que tenía cinco años —confirmé, amando hablar de James. Incluso estaba extrañándolo en realidad. Me quedé acostumbrada a verlo todo el día el fin de semana así que era difícil volver a verlo sólo durante el almuerzo—. Así que, cuéntame más acerca de ti —sugerí, acostándome sobre mi vientre y apoyando mi cabeza en mis manos, mirándolo.
Él se acostó también y habló sobre su vida, lo que le gustaba y lo que no. Era un patinador aficionado y entraba en competiciones y otras cosas los fines de semana, hacía acrobacias y piruetas. Extrañaba a sus amigos. Nunca ha tenido una novia. Su comida favorita era el pollo al curry. Acababa de comenzar a decirle la mía cuando divisé a James trotando hacia mí a través del estacionamiento, tan apuesto que era casi doloroso mirarlo. Me puse de pie de un salto y sonreí cuando él envolvió sus brazos alrededor de mí, levantándome y estrellando sus labios contra los míos. Le devolví el beso hambrientamente.
Él se apartó después de unos segundos.
—Necesito tener algo de tiempo a solas contigo —susurró mientras me besaba de nuevo, más tierno esta vez.
Sonreí.
— ¿Qué, justo ahora? ¿No puedes esperar hasta que lleguemos a casa? —bromeé.
Él sacudió la cabeza.
—No, pero puedo esperar hasta el estacionamiento en la parte de atrás del gimnasio después de que dejemos a Carlos —sugirió, sonriendo perversamente.
—En tus sueños, James —dije, riendo y poniendo los ojos en blanco.
—Probablemente —acordó mientras me bajaba, sosteniéndome cerca de su lado, riendo ante mi expresión horrorizada. Logan se empujó hacia arriba y estaba allí parado torpemente—. Gracias por cuidar de mi chica por mí —dijo James, sonriendo amigablemente.
—Sí, no hay problema —murmuró nerviosamente Logan, pateando su zapato contra la hierba. Carlos caminó hacia nosotros, mirando entre Logan y yo con una expresión confundida—. Bueno, supongo que los veré mañana chicos. Gracias por dejarme pasar el tiempo contigo,(tn) —dijo Logan, sonriendo.
—Sí, fue divertido. Oye, vamos a ver ese auto tuyo antes de que te vayas —sugerí, asintiendo hacia atrás al estacionamiento. Él sonrió orgullosamente.
— ¿Qué auto tienes? —preguntó Carlos curiosamente y comenzamos a caminar.
Sabía que eso atraparía el interés de Carlos Sonreí y tiré de James un poco hacia atrás, dejando que ellos dos fueran al frente, dándoles un pequeño momento. Carlos necesitaba ver por sí mismo que Logan estaba bien antes de que dejara de fruncirle el ceño. Para el momento en que los alcanzamos, mi hermano estaba sentado detrás del volante de un BMW Z4 azul medianoche, frotando sus manos por el tablero cariñosamente.
—Oh mierda, este es un bonito auto —ronroneó James, techo con los ojos ensanchados. Agarró mi mano y me acerco a él —. Cuando sea un jugador de hockey multimillonario, te compraré uno de estos —declaró, enredando su mano en mi cabello, mirándome a los ojos y haciéndome sentir ligeramente ingrávida.
Me presioné contra él y mordí ligeramente su barbilla.
—Prefiero tener un Ferrari —bromeé.
Él suspiró dramáticamente.
—Vaya, OK, espero firmar con un buen equipo si vas a ser así de exigente — respondió, mientras me besaba, haciéndome anhelar que deslizara sus manos por mi cuerpo.
Después de otros diez minutos de babear sobre el auto de Logan finalmente salimos y fuimos a dejar a Carlos en el trabajo. Salté al asiento delantero y sostuve la mano de James durante todo el camino a casa, emocionada por un momento de intimidad. No es que fuese a ser fácil con mi mamá en casa durante la semana, pero estoy segura de que nos las arreglaremos. Incluso sólo abrazarse en el sofá sonaba como el cielo justo ahora.--------------------------------------------------- este es capi de hy n.n sorry por subirlo tarde jeje
(TN) :
Cuando me desperté por la mañana mi cabeza estaba palpitando. Gemí. En verdad no necesitaba un dolor de cabeza encima de todo lo demás que iba a ir mal hoy. James todavía estaba dormido así que salí de la cama, intentando no despertarlo. Me dirigí a mi baño para tomar una ducha. Aún estaba bajo la regadera, intentando desesperadamente no llorar mientras pensaba en la “nueva familia” de mí padre. ¿Qué iba a decirle a este chico Logan? Suspiré y salí de la ducha, enrollándome con una toalla.
En silencio, intenté convencerme a mí misma que Logan probablemente ni siquiera querría hablar conmigo hoy y que me estaba preocupando por nada. No era culpa del chico que mi padre se casara con su madre y lo hicieran mudarse aquí. Demonios, él probablemente necesitaría un amigo ahora mismo porque acabaría de dejar todo y todos los que le importaban detrás.
Caminé hacia la cama, mirando a James. Parecía tan tranquilo que casi no quería despertarlo. Me senté en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que necesitábamos prepararnos para el colegio.
— ¿James? —susurré. Se despertó al instante, lo que no era inusual, a él normalmente le costaba mucho levantarse.
—Hola —se sentó y me miró tristemente.
Sonreí de modo tranquilizador; estaba preocupado por mí, lo podía notar.
—Hola —contesté, entrando otra vez en la cama y acostándolo conmigo—. Estoy bien, deja de estresarte —prometí, suavizando las líneas fruncidas de su frente.
Suspiro y sacudió su cabeza.
—Estoy aquí si quieres hablar. ¿Lo sabes, verdad? —preguntó, mirándome intensamente.
Él era simplemente demasiado adorable algunas veces, de verdad no me lo merecía.
—Lo sé,James, pero estoy bien. Solamente vamos a superarlo y ver lo que tiene que decir este chico hoy —sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de que se alejara hacia la ducha.
Cuando entramos en el aparcamiento del instituto una hora más tarde, Joss se acercó saltando hacia un lado del coche con una sonrisa en su cara. Abrió mi puerta.
— ¡Estoy oficialmente enamorada! —me anunció, orgullosa.
Me reí.
—De verdad. Ok… felicidades —contesté sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.
Ella se rió.
—Lo digo en serio. Hay un chico nuevo hoy, y él está ¡muy bueno! —Abanicó su cara dramáticamente.
Me quedé pasmada; apostaba que era él, mi nuevo hermanastro. Bueno eso era perfecto, ahora Joss se iba a enamorar de él y estaría obligada a pasar el rato con él.
Genial, simple y jodidamente genial.
— ¿Chico nuevo? —pregunté tranquilamente.James me acarició la espalda gentilmente.
— ¡Oh, diablos sí! Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a James así que lo he reservado —dijo sonriendo y saltando a mí lado—. Aún no sé su nombre, Caliente McTottie, le queda bien sin embargo. —Ella movió sus cejas hacia mí, y no pude evitar reírme.
Carlos envolvió su brazo alrededor de sus hombros.
—Sabes, no estoy acostumbrado a que no me quieras, Joss. No estoy seguro si me gusta este nuevo comportamiento —le dijo, dándole su sonrisa coqueta.
Ella suspiró con aire soñador.
—Siempre te querré James, es simplemente algo de carne fresca sobre la cual babear. Creo que tendrás que trabajar más duro por mi atención a partir de ahora —bromeó, parpadeando hacia él mientras se encogía entre sus brazos. Él realmente parecía muy sorprendido y un poco enfadado—. Así que necesito descubrir todo sobre él. ¿Me ayudaras? —preguntó, deslizando su brazo por el mío.
Demonios no.
—Su nombre es Logan —le dije, encogiéndome de hombros e intentando ir por el enfoque casual.
Ella se rió.
—Sí que eres psíquica, ¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama Logan? —preguntó, sacudiendo su cabeza divertida.
—Es mi hermanastro.
Ella paró de caminar y me miró sorprendida.
—Estás bromeando —jadeó con los ojos ampliamente abiertos.
Sacudí mi cabeza.
—Aparentemente, mi padre se volvió a casar, y su mujer ya tenía un hijo. Si es él a quien has visto, entonces tiene diecisiete años y se llama Logan —dije, encogiéndome como si pensara que no era gran cosa.
Ella gritó y entrelazó su brazo con el mío con entusiasmo.
— ¡Esto es asombroso! Me lo puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras. — Estaba sonriendo de oreja a oreja.
—No lo conozco, no puedo presentártelo —contesté tranquilamente. No quería que ella se enamorara de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa relacionada remotamente con mi padre.
—Tú eres tan malditamente codiciosa, ¡(tn)! De verdad, el chico más caliente es tu novio, el segundo más caliente tu hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu maldito hermanastro? —gritó, mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de contestarle cuando Jessica y tres de sus pequeños clones se acercaron, todas mirando a James hambrientamente. No pude evitar sonreír cuando el brazo de James se enrollo en mi cintura.
—Hola Jessica, ¿tienes mi dinero? —dije sonriendo.
Ella se burló de mí.
—Sí claro. Como si fuera posible, emo. —Ella se giró hacia James y le sonrió de forma seductora, haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi cintura. —No dormiste con ella, ¿verdad, cariño? —ronroneó con confianza.
Escuché a Carlos gemir detrás de mí.
— ¡No puedo escuchar esto! Me voy a mi casillero, (ta). Si me necesitas llámame. Tendré mi teléfono encendido —dijo mientras se iba rápidamente.
—Bueno, ¿cariño? —preguntó Jessica poniendo su mano sobre brazo de James.
Él se rió y se encogió de hombro.
—Un caballero nunca lo cuenta —contestó besando un lado de mi cabeza.
Me reí.
—Bueno eso no ayuda realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chico amante —bromeé, poniendo mis ojos en blanco.
Él suspiro dramáticamente.
—Bien. Jessica le debes a Ángel cuatro mil dólares —dijo, mirándome con amor.
Ella golpeó su pie contra el suelo y no pude evitar reír.
— ¿Cómo diablos has podido hacerme esto a mí? —casi le estaba gritando a James—. ¡Se suponía que tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte con alguna pequeña puta! —La gente se estaba parando a mirar ahora que su cara se volvía más y más roja. Quizás había olvidado respirar.
—Jessica, salimos un par de veces —contestó James, luciendo incómodo.
— ¡No me importa cuántas veces saliéramos! ¡Soy la capitana de las porristas! Se supone que teníamos que estar juntos. No con alguna pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises —gritó ondeando su mano hacia mí con disgusto.
No puede evitar reírme, ¿pequeña fenómeno de pelo marrón y ojos grises? ¿De dónde diablos salió eso?
—Woow, Jessica ten cuidado, tendremos una manada de perros si tu voz se eleva más —bromeé riéndome.
Ella se giró furiosa hacia mí.
— ¡Tú, tú me has robado mí novio! Yo era su novia secreta y tú dormiste con mi chico —escupió apuntándome acusatoriamente.
Joss estalló en risas detrás de mí. Oh no, ¡Ella no ha ido por ahí!
Me paré cerca de Jessica, advirtiéndola.
—Sí lo hice, y Dios fue bueno. Acepto efectivo o un cheque con garantía bancaria, lo que sea más fácil para ti. Oh, y Jessica, si vuelves a gritarme así otra vez te voy a romper la cara ¿Me has entendido? —gruñí, furiosa.
Ella se estremeció apartándose ligeramente; cogí el brazo de James y lo arrastré dentro del instituto, con Joss saltando detrás de mí, partiéndose el culo de la risa.
—Debías haber abofeteado a esa perra. Amaría ver eso —gorgoreó Joss felizmente.
Barbi y Kendall se acercaron corriendo en ese momento.
— ¿Ganaste la apuesta? —exclamó barbi con los ojos muy abiertos.
Woow ¡Las noticias viajan rápido en este colegio!
James sonrió y me besó, pasando sus dedos por mi pelo.
—Mejor me voy. Te daré algún tiempo para que cotillees sobre mí antes de clase —dijo, sonriendo hacia mí coquetamente—. Te amo Ángel. —Me besó otra vez gentilmente, antes de alejarse rápidamente en dirección a su casillero.
Me quedé ahí, contándole a mis amigos sobre como habíamos estado saliendo en secreto, y sí había ganado la apuesta. Tenía mis dudas de si iba a cobrar mí dinero, sin embargo. Joss abrió su gran boca para contarles que el “Caliente chico nuevo” era mi hermanastro. Y estuve secretamente agradecida cuando la campana sonó así podía escaparme a clase. No quería seguir hablando sobre Logan. Todavía no había conocido al chico y ya era una gran parte de mí vida.
Hice mí camino hasta la clase de inglés, y tomé mi sitio normal, al lado de Joss.
Unos minutos después él entró. Supe que era él sin ni siquiera mirarlo, lo podía decir por la forma en la que Joss agarró mi brazo demasiado fuerte. Levanté la mirada y lo vi. Él, era totalmente caliente; podía ver de lo que ella estaba hablando.
No era tan alto como James o tan musculoso. De hecho, era un poco desgarbado, pero aprobaba totalmente. Usaba unos vaqueros desgastados y una camiseta negra con una sudadera negra encima. Tenía los ojos marrones, tenía cabello negro, estaba desecho y un poco revuelto. Parecía un poco tímido, con los hombros encorvados como si estuviera nervioso. Definitivamente podía ver el atractivo que tenía y también como cada chica de la clase lo estaba mirando con lujuria. Me reí; pobre chico no sabía lo que le esperaba. Una vez Jessica pusiera sus garras en él estaría acabado.
Joss me dio un codazo para que la mirara. Vocalizo la palabra “caliente” y se abanicó el rostro, asintiendo con entusiasmo y me hizo reír más fuerte. El chico realmente estaba en algunos problemas.
—Clase, este es el nuevo estudiante. Logan Henderson —dijo la Sra. Stewart, sonriendo hacia él cálidamente. Se giró hacia la clase y sonrió incómodo.
— ¡Te lo dije! Verdaderamente caliente —susurró Joss.
Claro que era caliente, pero no tenía comparación con mi James.
—Es lindo —confirmé, asintiendo de acuerdo.
—Logan, dinos algo sobre ti —sugirió la Sra. Stewart.
Él se movió incómodo sobre sus pies, mirando nervioso a la clase.
—Emm…. Bueno, me acabo de mudar a Timberfield con mi madre y mi padrastro. Y tengo un hermano pequeño. ¿Y me gusta patinar? —dijo, haciendo que sonara más como una pregunta.
—Vale, estoy segura de que serás muy feliz aquí. ¿Qué te parece si te emparejo con alguien de mi clase así te puede mostrar tu próxima clase? —ofreció la Sra. Stewart.
Gruñí. No había forma de que ella me eligiera, esa era la clase de cosas que pasaban en las historias cursis. Me hundí en mi silla, mirando mi libro, rezando por un escape.
— ¿Jessica te ofreces voluntaria? —preguntó la Sra. Stewart. Levanté mi cabeza y di un suspiro de alivio. Joss maldijo bajo su respiración y bajo su cabeza, obviamente quería ser voluntaria, también.
Logan hizo su camino a través de clase para sentarse cerca de Jessica, quien estaba ocupada desabrochando otro botón de su ya abierta camisa de zorra. Él sonrió hacia mí cuando pasó al lado de mi escritorio.
—Hola, (tn) —dijo tranquilamente.
—Hola, Logan —contesté un poco sorprendida.
¿Cómo demonios sabia mi nombre? Lo observé sentando al lado de Jessica, ella inmediatamente empezó a flirtear con él, mientras solo estaba asintiendo cortésmente, pareciendo incómodo.
Joss me miró con los ojos ampliamente abiertos.
—Pensé que no lo conocías —susurró, frunciéndome el ceño, mirándome un poco confusa.
Sacudí mi cabeza.
—No lo hago, ¿cómo demonios sabía quién era yo? Nunca lo había visto antes — contesté.
La profesora se aclaró la garganta.
—Bien entonces, si lo tenemos todo claro. ¿Por qué no empezamos con la lección? —preguntó sarcásticamente. Cogí mi libro y me hundí furtivamente en mi asiento, intentando no mirar en su dirección.
Tan pronto como sonó la campana salté de mi silla y prácticamente corrí hacia la puerta, sin querer otra oportunidad para encontrármelo. Rezaba en silencio una y otra vez sobre mí cabeza que él no estuviera en otra de mis clases. Gracias a Dios, el resto de la mañana pasó sin más encuentros con mi nuevo hermanastro.
La gente estaba hablando mucho conmigo hoy, preguntándome si James y yo éramos pareja, querían saber cuánto tiempo habíamos estado juntos. Bla, bla, bla, era lo mismo una y otra vez y yo ya estaba aburrida.
—Hola Ángel —ronroneó James, cogiéndome por detrás cuando estaba parada en la cola del almuerzo con Joss y Kendall.
—Hola —sonreí, sintiéndome instantáneamente feliz, ahora que él estaba cerca de mí.
— ¿Cómo va tu día? —preguntó, besándome el cuello, haciendo que me estremeciera.
Suspiré.
—Bueno, he estado respondiendo las mismas preguntas una y otra vez. Es tan malo, que estoy pensando en tatuarme a través de la frente “Sí, estoy saliendo con James. Sí, gané la apuesta. Sí, él es un buen novio. No, mi hermano no enloqueció.” Así no tendré que repetirme todo el tiempo —bromeé encogiéndome de hombros. Él rió y me sujetó más fuerte—. A parte de la repetición, tuve clase con mi hermanastro. Él me conocía, oh sí, y va ahora mismo con esa zorra de Jessica, quien por cierto, luce como si me quisiera matar. Así que mí día no está yendo muy bien, novio —dije, asintiendo discretamente hacia Logan.
— ¿Él sabía quién eras? —James preguntó, girándome ligeramente así me escondería de la vista de Logan.
—Sí. Él me saludó cuando pasó por mi lado —contesté, frunciendo, aun no entendía como me reconoció.
James se rió y me miró como si hubiera dicho algo estúpido.
—Él probablemente no sabía quién eras, Ángel, seguramente pensó que eras caliente. No lo puedo culpar —ronroneó, sonriendo mientras su mano se movía hacia mi trasero.
Puse mis ojos en blanco.
—James él pasó a mi lado y dijo hola, (tn) así que creo que sabía quién era — contesté sarcásticamente.
Él frunció y miró sobre su hombro antes de reírse con maldad.
—Él no se ve muy cómodo con Jessica.
—Bueno, ¿quién demonios se encuentra cómodo cerca de Jessica? Oh, sí, tú no te veías muy estresado cuando ibas con ella a todas partes —me burlé, sonriendo hacia él.
Él levantó su nariz, fingiendo un temblor.
—No me recuerdes mi estilo de vida antes de ti, Ángel. Voy a tener pesadillas — dijo con una mueca de horror, haciéndome reír.
Cogí un par de sándwiches y bebidas. James insistió en pagar y llevar la bandeja como siempre. Me dirigí hacia su mesa y me senté a su lado. Caros ya estaba allí con alguno de los miembros del equipo, mis amigos se sentaron, también, tomando los últimos asientos. Desgarré la envoltura de mi sándwich y estaba a punto de morderlo cuando una sombra cayó sobre mí.
—Hola —dijo Logan sonriendo, estaba ligeramente ruborizado.
Tragué, sintiendo que mi estómago se hundía un poco.
—Emm… hola.
— ¿Te importa si me siento contigo? —me preguntó mirándome de manera esperanzadora.
Vi a mi hermano tensarse desde la esquina de mi ojo. Miré alrededor de la mesa completa.
—Um…. —me callé, mordiéndome el labio.
—No importa, no te preocupes. Sólo pensé que debería presentarme. —Se encogió de hombros, ruborizándose con más fuerza, cambiando de un pie a otro incómodamente.
Joss me pateó por debajo de la mesa.
— ¡Ay! ¿Por qué demonios fue eso? —pregunté, frotándome la pierna. Me miró ferozmente. Sabía exactamente por qué era, tenía que pedirle que se sentara con nosotros por ella o no escucharía el final de esto esta tarde. ¡Oh Dios, mátame ahora!—. Está bien, Logan. Agarra una silla, puedes sentarte en el extremo de aquí —sugerí, moviendo mi bandeja para que él pudiera poner su plato y su bebida.
Él sonrió y se relajó.
—Gracias, (tn) —dijo, sonriendo agradecidamente mientras se alejaba para agarrar una silla a un par de mesas de distancia.
Volteé hacia Joss, frunciendo el ceño.
— ¡Eso dolió endemoniadamente, Joss! En serio, ¡no es tan ardiente! —le dije en un susurro gritado.
—Sí lo es. —Asintió con entusiasmo, riendo y terminé riendo con ella. Maldita chica cachonda.
Logan se sentó en el extremo de la mesa.
—Así que, esto es raro, ¿eh? —afirmó, sonriendo tímidamente.
Reí incómodamente.
—Vaya, eso es un eufemismo y medio. Si piensas que es raro, prueba con desconcertante y embarazoso —bromeé, haciéndolo reír.
—No soy tan malo —se quejó, fingiendo dolor.
Decidí simplemente salir de ahí y preguntar lo que me había estado molestando toda la mañana.
— ¿Cómo sabes quién soy? —pregunté en voz baja.
Él sonrió.
—Tu papa me mostró una foto tuya. Sin embargo no he visto una de tu hermano, así que no tengo idea de quién es —explicó, encogiéndose de hombros.
¿Mi papá tenía una foto mía? En realidad no estaba muy segura de cómo sentirme al respecto. ¿Por qué demonios tendría una foto mía, y no una de Carlos? Ni siquiera quería pensar demasiado en esa pregunta en caso de que se me ocurriera una respuesta que no me gustara. Apunté a Carlos.
—Él está justo ahí. Carlos, Logan. Logan,Carlos —dije, ondeando una mano entre ellos en presentación.
—Eh, ¿cómo te va? —gruñó mi hermano, su rostro era severo y para nada amigable.
Logon se retorció un poco en su asiento… Carlospodía ser bastante intimidante si quería serlo.
—Sí, bien gracias. Es bueno conocerte —respondió nerviosamente.
Joss me pateó de nuevo bajo la mesa en el lugar exacto de la vez anterior, haciéndome contraerme de dolor. La miré ferozmente en advertencia; ella obviamente quería que la presentara también.
—Logan, estos son mis amigos, Kendall, Barbi y Joss. Este es mi novio, James — afirmé, presentando a cada uno de los que estaban en nuestro extremo de la mesa.
Logansonrió cálidamente.
—Oigan, lo siento, soy malo con los nombres. Probablemente los olvide en media hora —admitió, haciendo una mueca ligeramente.
Joss encendió su modo coqueteo, lanzando su cabello sobre el hombro, sonriendo seductoramente.
—Yo también soy terrible con los nombres. Tenemos algo en común —ronroneó, examinándolo lentamente. Él se echó a reír, luciendo incómodo. No parecía que estuviese acostumbrado en absoluto a la atención de las féminas.
—Entonces, ¿a qué escuela ibas antes de esta? —pregunté, tratando de ayudarlo un poco.
Me sonrió agradecidamente.
—En realidad iba a una escuela para chicos en Mersey —respondió, encogiéndose de hombros. OK, eso explica el sonrojo y el estar incómodo. Casi podía ver el cerebro de Joss funcionando con la idea de enseñarle nuevos trucos y entrenarlo.
No pude evitarlo pero sentí lástima por el pobre chico.
— ¿Una escuela para chicos? Bueno eso no es divertido. —Joss sonrió, comiendo una patata frita, obviamente tratando de lucir sexy.
James estalló en carcajadas a mi lado.
—Joss, deja al pobre chico en paz, es su primer día —se burló.
Carlos miró a Joss con una expresión ligeramente molesta en su rostro. De repente me di cuenta de lo que estaba sucediendo. ¡Carlos estaba totalmente flechado por Joss!
—Vi eso hemanito —declaré, sonriéndole con complicidad. Él se estremeció y trató de parecer inocente. Sip, ¡totalmente celoso!—. Entonces, ¿qué clases tienes esta tarde? —pregunté, volteando de nuevo hacia Logan, tratando de mantener la conversación.
Me sentía un poco mal por él; obviamente estaba como pez fuera del agua aquí.
Sacó su horario y me lo tendió. Le di un vistazo y casi me ahogo con mi sándwich…tenía todas y cada una de las clases de la tarde conmigo
—Tengo las mismas —dije en voz baja, tendiéndoselo de vuelta. James frotó su mano en mi pierna tiernamente y me incliné hacia él en busca de apoyo. Logan parecía un buen chico pero no lo quería cerca de mí todo el tiempo.
Probablemente podría lidiar con la conversación ocasional, pero ¿y si iba a casa y mi padre le preguntaba por mí? Él sabría demasiadas cosas sobre mí para mi gusto.
— ¿Sí? ¡Impresionante! ¿Crees que podrías enseñarme el camino y esas cosas? — preguntó esperanzadamente. Asentí lentamente, no podía decir exactamente no.
Jessica se acercó pavoneándose; ahora sólo tenía dos botones abrochados en su camisa.
—Hola, Logan. ¿Quieres venir y sentarte conmigo? —preguntó, enroscando su cabello alrededor de un dedo.
—Jessica, te faltan unos cuantos botones ahí, cariño —dije inocentemente.
Me miró ferozmente.
—Se supone que luce así, fenómeno Emo —espetó repugnantemente.
—En realidad, sí creo que tienes razón. Vi que esa camisa la usaba exactamente así una prostituta en una esquina ayer por la noche —respondí, sonriendo amablemente.
— ¿Pasas el rato en las esquinas de las calles? —preguntó ella, sonriendo, obviamente pensando que había ganado.
—Cuando me encuentro con tu mamá lo hago. —Me encogí de hombros.
James y Logan estallaron en carcajadas.
—Perra —murmuró ella mientras salía echando pestes. Joss y Barbi chocaron los cinco en alto, soltando risitas tontas como chicas locas bajo los efectos de las drogas.
—Eres graciosa —dijo Logan sonriéndome.
—Sí, creo que tal vez sólo arruiné tus posibilidades de agarrártela hoy. Sin embargo te dará otra oportunidad mañana así que no te preocupes —me burlé mientras empezaba a comer de nuevo.
Él volteó la nariz hacia arriba.
—Ella ha estado volviéndome loco toda la mañana; está quejándose sobre una chica que le robó a su novio. ¿Qué clase de sujeto saldría con alguien como ella de todos modos? Debe ser total idiota —se burló, encogiéndose de hombros.
La mesa entera, excepto por James, se echó a reír.
—Emm, ese idiota sería yo. Pero nosotros no estábamos saliendo —declaró James, sacudiendo la cabeza.
Logan se sonrojó como loco.
—Oh lo siento —murmuró, encogiéndose ligeramente de dolor.
Envolví el brazo alrededor de James.
—No te preocupes, chico amante, tu gusto ha mejorado desde entonces —dije en un arrullo, halándolo más cerca de mí.
—Ángel, mi gusto siempre ha sido el mismo. La fruta prohibida. —Se inclinó rápidamente, mordiendo mi cuello, haciéndome reír tontamente. Carlos se aclaró la garganta y James se alejó con un suspiro y puso los ojos en blanco.
Dejé que Joss hablara con Logan por el resto del almuerzo, añadiendo preguntas o respuestas ocasionales cuando necesitaba hacerlo. En realidad era un chico agradable. Habría sido más sencillo si fuese un cretino, entonces de esa forma yo habría sido capaz de apartarlo y no sentirme como un pedazo de mierda después.
Le mostré sus clases y se sentaba junto a mí cuando podía. Cuando el timbre sonó para el final del día suspiré de alivio.
— ¿Entonces te diriges directamente a casa? —preguntó Logan, sonriendo, mientras caminábamos hacia mi casillero.
Sacudí la cabeza.
—No. Tengo que esperar que Carlos y James terminen su práctica.
—Sí, ¿qué juega Carlos? —preguntó curiosamente.
—Hockey sobre hielo.
—Genial. Sabes, podría darte un aventón si quieres —ofreció—. Mi mamá y mi padrastro me compraron un auto impresionante por mi cumpleaños —añadió, sonriendo de oreja a oreja. Sentí mi corazón hundirse ante el sonido de su nombre de nuevo, la forma en que lo usaba en una conversación casual me asustaba a muerte.
—Um, gracias por la oferta, pero los voy a esperar. Por lo general es James el que viene después porque Carlos se va a trabajar —dije rápidamente.
— ¿Dónde trabaja? —preguntó, apoyándose contra los casilleros.
—En el gimnasio Benny. —Metí los libros en mi bolso con demasiada fuerza doblando todas las páginas, porque me estaba poniendo incómoda.
—Parece que no le caigo bien a Carlos —murmuró Logan, luciendo un poco triste.
Sonreí tranquilizadoramente.
—No te conoce. Es sólo que esto es raro para nosotros, eso es todo. No hemos visto a nuestro padre en tres años, entonces de repente se aparece aquí y ¡bang!, tenemos otro hermano y un hermanastro. A Carlos no le gusta el cambio —expliqué, tratando de rodear el problema un poco. Él asintió, luciendo pensativo.
—Sí, supongo que es difícil. Entonces, ¿crees que podría esperar contigo hasta que su práctica termine y nosotros podamos llegar a conocernos el uno al otro un poco más? Quiero decir, no quiero que esto siga siendo incómodo para ninguno de nosotros, estoy aquí ahora así que creo que tenemos que hacerlo lo mejor posible —preguntó, mirándome esperanzadoramente.
¡Sagrados cubos de mierda! No sabía qué decir, así que no dije nada, asentí y cerré mi casillero.
— ¿Quieres que nos sentemos afuera en el frente? Por lo general me siento bajo el árbol y espero —dije mientras salíamos del edificio.
—Suena bien —acordó, siguiéndome con una pequeña sonrisa.
Caminé hacia el gran roble donde usualmente me sentaba y hacía mi tarea y me senté apoyándome contra éste. Él se dejó caer frente a mí, agarrando un par de hojas de hierba, jugando con ellas nerviosamente. Había una pequeña margarita al lado de mi pie, así que la recogí y la metí en la parte trasera de mi cola de caballo porque me recordaba a la que James había recogido para mí antes de la práctica de baile después de esa primera noche en que nos besamos.
Estaba tan incómoda que me retorcía en el lugar, tratando de pensar en algo que decir.
—Así que, tu hermano menor, Seba… Bueno, supongo que ahora también es mi hermano, de todas formas lo que iba a decir es, ¿cómo es él? —pregunté curiosamente.
Él sonrió.
—Es lindo. Es un dolor de cabeza, especialmente cuando llora en la noche, pero es lindo. Tengo una foto si quieres verla —ofreció, sacando su billetera y tendiéndomela.
Sonreí e impacientemente la abrí, queriendo ver al pequeño bebé. Mi aliento quedó atrapado en mi garganta cuando vi la foto, no era sólo el bebé, era una foto familiar. Miré a mi padre; él estaba sonriendo orgullosamente con un brazo alrededor de su nueva esposa y el otro alrededor de Logan quien estaba sosteniendo a un niñito. Mi padre parecía más viejo, su cabello había cambiado y se había vuelto un poco más grisáceo, pero sus ojos eran lo que más me llamó la atención. Recordaba esos ojos siendo duros y fríos y siempre furiosos, pero estaba diferente aquí, sonriente y cálido, lucía amable y bondadoso.
—Lindo, ¿eh? —dijo Logan.
Aparté mis ojos de mi padre y miré al pequeño bebé; era lindo, regordete, cabello oscuro, ojos marrones y una gran sonrisa. Miré a la señora en la fotografía; ella tenía cabello marrón y ojos grises igual que mi mamá y yo. Se veía agradable.
— ¿Esta es tu mamá? —pregunté, señalándola.
Él sonrió y asintió.
—Sí. Su nombre es Ruby —dijo, recuperando su billetera cuando terminé.
No podría sacar de mi cabeza la imagen de mi padre sonriendo. ¿Él había cambiado? Inspeccioné a Logan, parecía feliz, sin raspones o cortes, ni cojera delatora ni mueca de dolor ni nada.
—Así que, ¿te la llevas bien con él? —pregunté con curiosidad, observando su rostro por su reacción.
— ¿Con Seba? Sí él está bien. Será mejor cuando sea más grande y pueda hacer más cosas —respondió, encogiéndose de hombros.
Tragué.
—No, me refiero a mi padre —aclaré, tratando de no retroceder ante la idea de él. Logan se encogió de hombros y asintió, pero no dijo nada—. Debe ser difícil tener a un tipo viniendo después de años de ser sólo tú y tu mamá —declaré, tratando de empujar por una respuesta.
¿Mi padre estaba lastimándolo a él también, o tal vez al bebé, o a su mamá?
Inmediatamente estuve agradecida de que no hubiera otra chica viviendo con él. El abuso físico era malo; Carlos se llevó la peor parte de eso, pero el abuso sexual, eso dejaba cicatrices mentales que sabía que todavía no habían terminado. Los recuerdos de esos domingos destellaron en mi mente y me mordí el interior de la mejilla para evitar llorar.
Él asintió y miró al suelo.
—Fue un poco difícil, pero ellos han estado juntos por más de dos años ahora, así que… —Su voz se desvaneció, y se encogió de hombros. Abrí la boca para empujar el asunto más allá pero él me interrumpió—Así que, ¿por cuánto tiempo han estado juntos James y tú? —preguntó, arrancando un poco más de hierba y rodándola en sus manos para hacer una bola. Sonreí ante el pensamiento de James.
—Una semana y media.
—Él es amigo de tu hermano, ¿cierto? —preguntó.
—Sí. Lo he conocido desde que tenía cinco años —confirmé, amando hablar de James. Incluso estaba extrañándolo en realidad. Me quedé acostumbrada a verlo todo el día el fin de semana así que era difícil volver a verlo sólo durante el almuerzo—. Así que, cuéntame más acerca de ti —sugerí, acostándome sobre mi vientre y apoyando mi cabeza en mis manos, mirándolo.
Él se acostó también y habló sobre su vida, lo que le gustaba y lo que no. Era un patinador aficionado y entraba en competiciones y otras cosas los fines de semana, hacía acrobacias y piruetas. Extrañaba a sus amigos. Nunca ha tenido una novia. Su comida favorita era el pollo al curry. Acababa de comenzar a decirle la mía cuando divisé a James trotando hacia mí a través del estacionamiento, tan apuesto que era casi doloroso mirarlo. Me puse de pie de un salto y sonreí cuando él envolvió sus brazos alrededor de mí, levantándome y estrellando sus labios contra los míos. Le devolví el beso hambrientamente.
Él se apartó después de unos segundos.
—Necesito tener algo de tiempo a solas contigo —susurró mientras me besaba de nuevo, más tierno esta vez.
Sonreí.
— ¿Qué, justo ahora? ¿No puedes esperar hasta que lleguemos a casa? —bromeé.
Él sacudió la cabeza.
—No, pero puedo esperar hasta el estacionamiento en la parte de atrás del gimnasio después de que dejemos a Carlos —sugirió, sonriendo perversamente.
—En tus sueños, James —dije, riendo y poniendo los ojos en blanco.
—Probablemente —acordó mientras me bajaba, sosteniéndome cerca de su lado, riendo ante mi expresión horrorizada. Logan se empujó hacia arriba y estaba allí parado torpemente—. Gracias por cuidar de mi chica por mí —dijo James, sonriendo amigablemente.
—Sí, no hay problema —murmuró nerviosamente Logan, pateando su zapato contra la hierba. Carlos caminó hacia nosotros, mirando entre Logan y yo con una expresión confundida—. Bueno, supongo que los veré mañana chicos. Gracias por dejarme pasar el tiempo contigo,(tn) —dijo Logan, sonriendo.
—Sí, fue divertido. Oye, vamos a ver ese auto tuyo antes de que te vayas —sugerí, asintiendo hacia atrás al estacionamiento. Él sonrió orgullosamente.
— ¿Qué auto tienes? —preguntó Carlos curiosamente y comenzamos a caminar.
Sabía que eso atraparía el interés de Carlos Sonreí y tiré de James un poco hacia atrás, dejando que ellos dos fueran al frente, dándoles un pequeño momento. Carlos necesitaba ver por sí mismo que Logan estaba bien antes de que dejara de fruncirle el ceño. Para el momento en que los alcanzamos, mi hermano estaba sentado detrás del volante de un BMW Z4 azul medianoche, frotando sus manos por el tablero cariñosamente.
—Oh mierda, este es un bonito auto —ronroneó James, techo con los ojos ensanchados. Agarró mi mano y me acerco a él —. Cuando sea un jugador de hockey multimillonario, te compraré uno de estos —declaró, enredando su mano en mi cabello, mirándome a los ojos y haciéndome sentir ligeramente ingrávida.
Me presioné contra él y mordí ligeramente su barbilla.
—Prefiero tener un Ferrari —bromeé.
Él suspiró dramáticamente.
—Vaya, OK, espero firmar con un buen equipo si vas a ser así de exigente — respondió, mientras me besaba, haciéndome anhelar que deslizara sus manos por mi cuerpo.
Después de otros diez minutos de babear sobre el auto de Logan finalmente salimos y fuimos a dejar a Carlos en el trabajo. Salté al asiento delantero y sostuve la mano de James durante todo el camino a casa, emocionada por un momento de intimidad. No es que fuese a ser fácil con mi mamá en casa durante la semana, pero estoy segura de que nos las arreglaremos. Incluso sólo abrazarse en el sofá sonaba como el cielo justo ahora.--------------------------------------------------- este es capi de hy n.n sorry por subirlo tarde jeje
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
que bien ha estado!!!
Jessica se abalanza sobre Logan... bueno, ya me esperaba :meh:
uyuyuyuy... Carlos esta enamorado de Joss!!! y Joss liga con Logan!!! y creo que a Logan le gusta la rayis!!!
que bien que Logan le haya caido bien a Carlos y a James, y es normal que este un tanto vergonzoso :)
pobre rayis, ver a su padre feliz con otra familia... le duele
siguela plis!!
besos <3
Jessica se abalanza sobre Logan... bueno, ya me esperaba :meh:
uyuyuyuy... Carlos esta enamorado de Joss!!! y Joss liga con Logan!!! y creo que a Logan le gusta la rayis!!!
que bien que Logan le haya caido bien a Carlos y a James, y es normal que este un tanto vergonzoso :)
pobre rayis, ver a su padre feliz con otra familia... le duele
siguela plis!!
besos <3
laura_33426
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
holaa chicas sorry por no haber hecho el maraton de ayer :c pero ahora lo hago mas el capi de hoy y el capi de mañana y tengo una mala noticia y una buena primero la mala la nove ya se va a acabar la proxima semana el domingo :C y la buena esque subire una nueva novela y es larga ;))
se llamara BESAR A UN ANGEL :3 bueno ahora subo los capis besos!!
se llamara BESAR A UN ANGEL :3 bueno ahora subo los capis besos!!
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 30. | MARATÓN 1/3 (mas dos capis mas)
A la mañana siguiente, después de que James se había escabullido por mi ventana, fui a la cocina para ver a Carlos, sentado ahí conversando con mi mamá.
—Buenos días —dije alegremente.
Mamá me miró un tanto sorprendida.
— ¿Por qué estás tan feliz esta mañana? —preguntó, sonriendo.
Sonreí y reprimí una risita tonta, no podía decirle que mi sexy novio me había dado una muy buena razón para sonreír antes de salir por mi ventana. Así que en vez de eso, solo me encogí de hombros.
— ¿Por qué no estarlo? —contesté, mirando a todos lados, menos a Carlos.
Probablemente sabía la razón exacta para mi feliz, y satisfecha, cara—. Así que, Carlos, ¿hay algo que quieras contarme? —Me burlé, sentándome al lado suyo.
Negó con la cabeza, luciendo confundido.
—No. ¿Debería haber algo? —preguntó, levantando una ceja con recelo.
—Tú, enamorándote de mi mejor amiga, ¿tal vez? —sugerí, golpeándolo con mi hombro suavemente.
Se quedó sin aliento, derramó una cucharada de cereal en el mostrador de la cocina, se serenó rápidamente y me sonrió con satisfacción.
—No estoy enamorado tu mejor amiga. Ése es tu trabajo, ¿recuerdas? —dijo sarcásticamente. No podía parar de reírme, ponerse a la defensiva no ayudaba mucho en su caso, si no sentía nada por ella entonces sólo habría estado de acuerdo o hecho algún comentario cachondo.
—Sí, claro. Como digas, hermanito. Te estoy vigilando. Sólo no la lastimes —le advertí, tomando un tazón y poniendo un poco de cereal.
James entró por la puerta, y me imagino que si mi cara se veía como la suya, entonces probablemente eso era por lo que mi mamá estaba preguntándome porque estaba tan contenta. Sonreía de oreja a oreja.
—Buenos días —saludó, chocando los puños con Carlos al pasar.
—Buenos días, James. ¿Desayunas? —ofreció mi mamá, levantando un poco de pan.
Asintió, sonriendo agradecido.
—Claro , eso sería genial. —Envolvió sus brazos alrededor de mí por la espalda.
—Oye, Ángel. Te extrañé la noche anterior —me susurró.
Oí el “aww” en voz baja de mi madre y traté de no reír.
—Oh lo hiciste, ¿eh? —dije, golpeando su mano, mientras él la movía hacia abajo entre mis piernas por debajo del mostrador.
Rió y se puso a mi lado.
—Por supuesto que lo hice. Me gustó dormir contigo la otra noche. Tal vez tu mamá me dejará dormir con ustedes de ahora en adelante —dijo, mirando a mi mamá esperanzado.
—No presiones, James —replicó ella, rodando los ojos.
Él se rió.
—Oye, ¡valía la pena intentarlo! —indicó, acomodando mi cabello detrás de mis orejas y mirándola un poco avergonzado.
—Siempre fuiste descarado —murmuró mi madre, sonriendo mientras ponía tres rebanadas de pan tostado en frente de él.
—Estaba preguntándole a Carlos sobre su enamoramiento con Joss —le conté a
Carlos, queriendo cambiar el tema de mi vida sexual y él durmiendo en mi cama.
Le había hablado a James acerca de ellos la noche anterior. Me dijo que no había notado nada, pero que iba a observarlo hoy por mí.
—No estás enamorado de una de diecisiete años, ¿verdad Carlos? ¿Qué clase de chico de dieciocho años podría siquiera ver a una de dieciséis de esa manera? —James preguntó, fingiendo un shock, usando las palabras Carlos de un par de semanas atrás.
Él miró fijamente con advertencia.
—Ja, Ja. Ustedes dos son tan graciosos —gruñó, negando con la cabeza mientras se alejaba para ir a vestirse.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la escuela, había una multitud cerniéndose sobre el auto de Logan. Estaba parado ahí torpemente, lucía realmente incómodo, mientras los chicos le hablaban sobre su auto y las chicas le coqueteaban descaradamente, tratando de meterlo en la parte posterior del mismo. Jessica, como siempre, estaba en el frente.
—Wow, ¡tenemos algunas zorras en esta escuela! —susurré a Carlos. Asintió con la cabeza, observando sin impresionarse.
—Sip.
—Quizá deberías ir a ayudarlo. Luce muy incómodo —sugerí, mirando a James suplicante.
Suspiró y me rodó los ojos.
— ¿Por qué tienes que ser tan condenadamente agradable todo el tiempo? — preguntó, besándome suavemente antes de caminar en dirección al auto de Logan Lo vi agitar las manos en un gesto de “se acabó”, haciendo que la mitad de los chicos se fueran inmediatamente. Pasó su brazo sobre los hombros de Logan, mientras lo conducía lejos de la multitud hacia la escuela, al tiempo que Logan lo miraba agradecido. Sonreí para mí. Realmente tengo el novio más adorable en este mundo.
Joss saltó sobre mí.
— ¿Dónde está el trasero sexy de tu hermano? —preguntó.
Carlos aclaró su garganta detrás de ella. Se volteó y le sonrió.
—Lo siento, debería haber dicho, el trasero sexy de tu hermanastro —corrigió, guiñándole un ojo, su semblante se ensombreció ligeramente, pero rápidamente puso una sonrisa de satisfacción
—Finalmente me di cuenta que no estoy interesado, pero todavía tratas de entrar en la familia, ¿eh?
Ella río.
—Algo así. Tal vez ya no me gusten los rubios, o tal vez tú has perdido tu encanto —contestó, sonriendo con satisfacción a su vez.
Casi me ahogué en una carcajada. Carlos amaba ir detrás de las chicas, me di cuenta que nunca había querido a nadie que no podía tener antes y honestamente creo que quería a Joss, ahora sólo porque no estaba interesada. La arrastré a través de las puertas y divisé a James y Logan conversando contra sus casilleros.
—Hey —saludé, sonriendo mientras envolvía mi brazo alrededor de la cintura de
james.
—Hey, (tn). ¿Cómo estas hoy? —preguntó Logan educadamente.
—Excelente, ¿y tú? —pregunté tratando de no reír mientras la mano de James se deslizaba por la parte de atrás de mis jeans, frotando la mano por mi trasero suavemente.
—Estoy bien —asintió con la cabeza. Joss le sonreía seductoramente junto a mí.
—Le estaba contando a Logan acerca del partido de hockey sobre hielo — intervino James, apretando mi trasero con suavidad. Le sonreí dulcemente mientras le daba un codazo en las costillas.
¡Maldito chico pervertido! Sacó sus manos de mis jeans riendo para sus adentros.
—Sí, voy a ir al juego del viernes. ¿Crees que pueda sentarme contigo? —preguntó
Logan, mirándome esperanzado.
—Puedes sentarte conmigo, si quieres —ofreció Joss, lamiéndose los labios lentamente, mientras lo miraba.
Él se sonrojó y le sonrió tímidamente.
—Gracias. Me gustaría eso —estuvo de acuerdo en voz baja.
—Vamos entonces, vayamos a clase —sugerí, rodando mis ojos. Esos dos no pararían hasta el final, porque por la mirada en el rostro de Joss, no pararía hasta que fuera suyo, y al él parecía gustarle también. Me volteé para alejarme pero me detuve cuando vi a Jessica caminado hacia mí con una expresión de odio en su rostro. Ella prácticamente tiró un sobre marrón en mis manos mientras me miraba fijamente.
—Sigo pensado que hiciste trampa, pero la gente dice que es justo que recibas el dinero, así que aquí está, zorra emo —gruñó furiosa.
¡Caramba! ¿Acababa de darme más de cuatro mil dólares? ¿En realidad gané el dinero?
Joss se acercó a mí.
—Jessica, es mejor que vuelvas al infierno de donde saliste —bufó enojada.
Sonreí felizmente.
—Está bien Joss, no hay problema. Gracias por esto, Jessica —digo, agitando el sobre con orgullo.
—Asegúrate de que no se pierda —contestó con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
No tenía duda en mi mente de que ella tenía alguna clase de plan que probablemente me involucrase a mi tirando el dinero por el desagüe o prendiéndole fuego. De repente, tuve una gran idea, que en serio podría molestarla. Sonreí ampliamente mientras me volteaba hacia James. Me acerqué a mientras metía el dinero en la parte delantera de sus pantalones, metiendo toda mi mano hacia abajo también. James gruñó y me miró sorprendido
—Cuida esto por mí, novio, lo sacaré después —susurré provocativamente, mientras le metia la plata en el bolsillo de su jean y lo acercaba a mí para que me besara. Oí a la gente aclamar y aplaudir, chicos diciendo cosas como “oh sí” y “lindo”. Sonreí contra sus labios y lo empuje un poco. Alcé la vista justo para ver a Jessica marcharse echando chispas en la dirección opuesta.
Me eché a reír,James me agarró y me besó de nuevo, levantándome del suelo. El timbre sonó y las personas comenzaron a entrar a clase. Me quedé atrás con James, sin querer romper el beso. No puedo creer que gané ¡cuatro mil dólares! ¿Qué demonios podía comprar con eso?
Me bajó suavemente al suelo con una enorme sonrisa en su rostro.
—Eso fue tan gracioso, su cara estaba para un fotografía —dijo riendo.
—Tu cara estaba para una fotografía —contesté, pellizcando su nariz suavemente.
—Sí, bueno, no esperaba que metieras dinero dentro de mis pantalones como si fuera alguna clase de stripper —sonrió y negó con la cabeza, divertido.
—Así que, ¿en qué vas a gastar tu dinero Ángel? —preguntó, mientras quitaba el sobre de sus jeans y me lo daba.
Me encogí de hombros sonriendo.
—No tengo idea. ¿Qué deberíamos comprar? La mitad es tuya.
—No necesito nada, ya tengo todo lo que podría desear, justo aquí —dijo, agarrando con sus manos mi trasero.
—Mi trasero, ¿eso es todo lo que quieres? —pregunté, riendo.
Sonrió.
—Técnicamente, es mi trasero ahora, ¿cierto? —se burló de mí, antes de besar mi cuello.
—Por ahora —bromeé mientras lo empujaba. Me abaniqué con el sobre—. Ahora que tengo lo que quería, no estoy segura de que haya algo en esta relación para mí.
Rió y rodó los ojos, mientras envolvía su brazo alrededor de mi cintura.
—Vamos, te llevaré a clase —sugirió, conduciéndonos por el pasillo. Le tendí el sobre a James.
— ¿Podrías cuidar de esto por mí? No confió en mí para hacerlo, probablemente lo perderé —me estremecí ante la idea de perder todo el dinero.
Sonrió y lo tomó, doblándolo en dos y deslizándolo dentro del bolsillo interno de su chaqueta.
— ¿Y que si lo pierdo? —preguntó.
Sonreí mientras buscábamos mi clase, lo acerqué a mí, aplastando mi cuerpo contra el suyo.
—Entonces tendrás que pagarme de igual manera —respiré, dándole un besito a sus labios y caminando a mi clase rápidamente.
Jessica me miró fijamente cuando pasé y me senté al lado de Joss y Logan, en el asiento que me habían guardado. Para mi suerte, el profesor también estaba retrasado, de otra manera me habría ganado una detención.
El mes siguiente pasó muy rápido. James seguía siendo el novio más adorable del mundo, llevándome a citas, comprándome flores y chocolates. Carlos seguía siendo sobreprotector como de costumbre, nada iba a cambiar con eso.
Mi mamá volvió a trabajar pero estuvo devuelta en casa dos semanas, porque tenía que quedarse debido al lanzamiento de un nuevo producto o algo así. Joss seguía coqueteando con Logan, para el disgusto de mi hermano. James me contó que había hablado con Carlos acerca de ella, al parecer, él no quería salir con Joss, sólo no le gustaba el hecho de que estuviera detrás de alguien más, cuando solía estar detrás de él. Se sentía un poco dejado de lado, aparentemente. Así que, para solucionar el problema se acostó con un par de chicas extra y se sintió mucho mejor.
Nuestra relación con Logan había cambiado también. De hecho, era un amigo muy cercano ahora; era un buen chico y parecía aumentar su confianza cada día.
Creo que tal vez tenía algo que ver con la influencia de Joss. Habían estado saliendo un par de veces, y ella me dijo que él la había besado la anterior noche, con lo que estaba encantada. Realmente le gustaba, y creo que a él también le gustaba ella, lo cual era muy dulce.
Logan había estado yendo a ver los partidos de hockey de los viernes con nosotros por las últimas dos semanas, incluso había venido a nuestra “fiesta después del partido” por un par de horas también. Nunca hablamos de mi padre, nunca me preguntó algo acerca de él y no saqué el tema. De vez en cuando, lo mencionaba de paso, cosas que tenían que ver con su vida o casa, y cada vez me hacía sentir enferma y un poco nerviosa.
Hoy era domingo, iba con Logan a verlo en una competencia de skate.
Cuando paró con su auto enfrente de mi casa, justo después del almuerzo, le di un beso de despedida a James y reí ante sus pucheros.
—Deja de hacer pucheros James. Estaré devuelta en un par de horas —dije, riendo.
Suspiró dramáticamente.
— ¿Pero por qué no puedo ir? Los domingos son mis días —se quejó frunciendo el ceño.
Sonreí.
—James, ya te lo dijo, sólo podía conseguir un pase de invitado. ¡Me pidió que fuera con él! Deja de quejarte. Nos vemos más tarde —le ordené, besándolo de nuevo mientras me levantaba—. Te amo —juré, a la vez que agarraba mis llaves y el teléfono celular.
—Te amo más, Ángel —gritó mientras abría la puerta y corría hacia el coche.
—Hey —saludó Logan, sonriendo mientras me subía a su brillante auto deportivo.
—Hey. ¿Ya estás mentalizado y listo para la competencia? —pregunté, sonriendo.
Asintió con la cabeza.
—Sí, estoy un poco nervioso. El nuevo truco que he estado practicando sigue saliéndome mal. Voy a quedar como un idiota si fracaso —refunfuñó, haciendo una mueca.
—No fracasarás Logan. Ten algo de confianza —le respondí con firmeza.
Sonrió y rodó los ojos, conduciendo al parque de skate donde habían colocado una enorme rampa de media pipa. Él había estado tratando de enseñarme algunas cosas acerca del skate pero para ser honesta, como la mayoría de las cosas deportivas, me entraba por un oído y salía por el otro. Si no estaban bailando, entonces no estaba realmente interesada.
Por lo general me gustaba ver a James jugar, pero eso era sólo para verlo en su sexy uniforme.
La rampa que habían colocado era absolutamente enorme. Me sentí un poco mal cuando la miré. Era tan alta, por lo menos quince pies de altura de cada lado.
—Umm, Logan, ¿estás seguro acerca de esto? —pregunté, mientras caminábamos al stand de iniciación. Logan entregó nuestros pases de competidores y nos dieron las bandas amarillas para la muñeca y saludamos.
—(tn), voy a estar bien, no te preocupes —rió mientras me arrastraba hasta la zona de patinaje donde la gente estaba dando vueltas esperando para continuar y practicar.
—Mierda, Logan, ¡es tan alto! ¿Qué pasa si te lastimas? —pregunté, tragando el nudo en mi garganta.
—Hey, termina eso ahora mismo. Me dijiste en el coche que tenga algo de confianza, espero que hagas lo mismo —dijo sonriéndome, abiertamente. Vaya, tenía confianza, ¡pero dolería caer de allí! Nos sentamos allí viendo a los otros skaters dar sus vueltas. Los trucos que estaban haciendo me dejaron alucinada, saltos mortales, sosteniéndose de las manos, todo en lo que pudieras pensar.
Todo el tiempo sólo me sentí cada vez peor. Ni siquiera estaba segura de poder verlo haciéndolo. Después de una hora, Logan fue llamado para ir y estar listo, y mi corazón empezó a tratar de salir de mi pecho.
—Oh Dios. Por favor, ten cuidado —le supliqué.
—Voy a tratar. Pero si me muero, puedes tener mi auto —replicó, guiñándome un ojo.
—Sólo si puedo rociarlo de rosa —bromeé, tratando de no mostrarle que estaba aterrorizada. Se echó a reír y se alejó rápidamente a la zona de calentamiento por un par de minutos.
Cuando finalmente fue su turno, no podía respirar. Lo vi subir las escaleras hasta la cima de la plataforma y posicionarse al final, con el consejo de inclinarse a la espera. Me sonrió y traté de devolverle la sonrisa, estoy bastante segura de que mi expresión parecía más una mueca de pesar. El silbato sonó, y se tiró. Apreté los ojos, cerrados, escuchando el aplauso y la alegría de la gente, pero no quería ver.
Sabía que en el momento en que abriera mis ojos, caería y se rompería el cuello.
Después de una hora, bueno, sentí como si fuera una hora, probablemente fuera aproximadamente un minuto, la gente aplaudió como loca, así que por casualidad abrí mis ojos. Logan estaba caminando por las escaleras, sin huesos rotos ni sangre. Salté de la silla y aplaudí junto con los demás, decidiendo fingir que lo había observado. La próxima vez tendría que decirle que no podía venir. Sólo gasté su boleto de repuesto cuando ni siquiera lo vi.
Hizo un trote corto y me abrazó con fuerza.
— ¡Eso fue impresionante! —gorjeé con entusiasmo.
Se echó a reír y sacudió la cabeza.
— ¿Sí? ¿Se veía bien a través de tus parpados? —preguntó, riendo más fuerte.
Lo miré con tono de disculpa.
— ¡Lo siento tanto! No podía verte, Logi. Me sentía tan mal. Tenía tanto miedo, simplemente no pude —dije disculpándome.
Negó con la cabeza.
—No te disculpes, está bien. Sin embargo, aterricé —se jactó, sonriendo ampliamente.
Asentí con la cabeza.
—Lo sé, escuché a la gente animada —dije un poco avergonzada. Me sentía muy culpable. Me trajo aquí para verlo y darle apoyo y ni siquiera podía hacer eso.
Supongo que era una hermanastra inútil.
Nos sentamos de nuevo y me dio un resumen de todo lo que me había perdido y otras cosas para ser contadas.
Logan fue uno de los últimos en hacerlo, así que no tuvimos que esperar demasiado tiempo antes de que los resultados fueran anunciados. Cuando el hombre entró en el escenario agarré su mano nerviosamente, rogando que haya obtenido buenos resultados.
—Está bien, así que tuvimos algunos trucos excelentes hoy. Los jueces quedaron muy impresionados, así que felicitaciones —el hombre se paró en la pequeña plataforma—. Bien, entonces, en orden inverso. Viniendo en el tercer lugar con un puntaje de cuarenta y cuatro puntos de cincuenta, es… Logan Henderson —llamó.
Chillé y salté sobre él con entusiasmo mientras se reía.
— ¡Oh Dios, Logan, eso es impresionante! Estoy tan orgullosa de ti —me entusiasme, casi llorando.
Sonrió abiertamente.
—Gracias,(tn). Será mejor que vaya a buscar mi trofeo —asintió hacia el escenario. Me quedé allí animando y aplaudiendo como una idiota, mientras subía y conseguía su trofeo de plata. Volvió corriendo y me abrazó girándome en un círculo.
—Logan, eso es tan bueno. Déjame verlo —prácticamente lo arrebaté de sus manos y observé el trofeo de plata con un pequeño hombre en una patineta.
—Estoy muy contento con cuarenta y cuatro puntos. Es mi mejor resultado — sonrió con orgullo.
—Hey, ¿vamos comer algo para celebrar? Yo invito —sugerí, felizmente.
—Por supuesto. Sólo tengo que cambiarme primero; realmente no puedo salir así —miró abajo a su camiseta rasgada, pantalones cortos de patinador, sucias zapatillas de deporte, haciendo una mueca.
¿Por qué diablos iba a necesitar cambiarse?
—Logan, no me importa qué te pongas —dije con honestidad, mientras comenzábamos a caminar de regreso a su coche.
Se echó a reír.
—(tn), estoy hecho un lío. Estas son mis ropas de competencia. Siempre llevo la misma cosa; son como mi ropa de la suerte. Están todas rasgadas y sucias. Además, estoy sudado y eso —respondió, encogiéndose de hombros. Subimos al auto—. Voy a hacer una parada en casa y me cambiaré, luego podemos irnos —dijo mientras sacaba el auto de la playa de estacionamiento.
¡Oh, mierda! ¿Quiere que yo vaya a su casa?
Empecé a sentirme mal. No podía ir, no quería ver a mi padre, no podía. Cerré los ojos, dispuesta a no enloquecer. James no estaba aquí, así que no quería tener un ataque de pánico.
—No puedo —susurré.
Me miró, confundido.
— ¿No puedes ir a cenar? —preguntó, mirándome como si estuviera loca, probablemente porque era mi idea, en primer lugar.
Negué con la cabeza.
—No puedo ir a tu casa, Logan . Por favor, no puedo verlo —supliqué, cuando continuó en la dirección opuesta de mi casa.
— ¿tu padre? —preguntó, frunciendo el ceño. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar a través del nudo en mi garganta. Me temblaban las manos. Cerré los ojos y pensé en James, tratando de mantener la calma. Pensé en el color de sus ojos, cómo se sentía su pelo cuando pasaba mis manos a través de él, el sonido de su voz.
— ¿Estás bien? —preguntó, sonando afectado.
Asentí débilmente.
—No quiero verlo, Logan—susurré, dándome vuelta en mi asiento para mirarlo.
Él estaba tratando de ver el camino y mirarme, al mismo tiempo.
— ¿Por qué no? —preguntó en voz baja. Sacudí la cabeza. No podía hablar de ello, sobre todo no con él, era su padrastro, por amor de Dios, vivía con él.
—Yo no, por favor —rogué con mis ojos. Suspiró y meneó la cabeza.
—No está ahí de todos modos. Se fue el fin de semana con mamá y Seba. No volverán hasta tarde, esta noche —dijo. ¿No estaba allí?
— ¿Estás seguro? —pregunté, mi cuerpo empezaba a relajarse.
Asintió y sonrió para tranquilizarme.
—Positivo. Fueron a Mersey el fin de semana para ver a mis abuelos. No estarán volviendo hasta las diez o algo así.
Lo miré para asegurarme de que no estaba mintiendo o tratando de engañarme o algo así. Parecía estar diciendo la verdad. Logan era un muy buen tipo, no me haría algo así, no me mentiría.
—Está bien —acordé, en voz baja.
Sonrió y volvió a mirar a la carretera.
—Por lo tanto, ¿puedo saber por qué tú y Carlos lo odian tanto? —preguntó con curiosidad. Cerré los ojos, realmente no quería tener esta conversación con él, con nadie. Incluso Joss no sabía ningún detalle acerca de mi padre y de mi infancia.
—Logan, no quiero hablar de ello. Está en el pasado, prefiero que se quede ahí — contesté, rezando para que lo dejara.
Asintió con la cabeza, viéndose un poco decepcionado y triste.
—Está bien. Bueno, si alguna vez necesitas hablar conmigo sobre cualquier cosa, puedes hacerlo. Ya lo sabes, ¿verdad? —preguntó, mientras entraba en una calle muy bonita. Asentí mirando por la ventana, las casas eran enormes, con grandes coches de lujo en las entradas. Se puso en el camino de entraba y miré a la gran casa azul pálido. Se veía como si mi padre la hubiera hecho, ciertamente, por sí mismo.
— ¿Estás seguro que no está aquí? —cuestioné nerviosa, mientras me levantaba y caminaba hacia donde él estaba.
—Estoy seguro. El coche ni siquiera está aquí —confirmó, moviendo una mano al estacionamiento vacío. Me relajé y seguí muy de cerca de Logan, hasta la casa.
Apenas podía respirar. Al abrir la puerta de entrada me apoderé de la parte de atrás de su camiseta. Rió entre dientes.
— (tn), no hay nadie aquí —me aseguró, sacudiendo la cabeza mientras envolvía su brazo alrededor de mis hombros, tirándome dentro de la casa. Era preciosa—. ¿Quieres un trago? —ofreció, llevándome a la cocina.
—Um, claro —miré alrededor, a todos los adornos y muebles caros—. Podría caber toda mi casa en tu sala de estar y cocina —dije, sonriendo.
Se echó a reír.
—Está casa es agradable, pero es demasiado grande para nosotros. No sé por qué este tipo de casa tan cara.
— ¿Qué hace mi padre ahora entonces? —pregunté con curiosidad, cuando me entregó una lata de Pepsi.
—Acciones y participaciones. Es un gran agente de bolsa o algo, realmente no lo entiendo. Hace un montón de dinero, sin embargo —dijo, casualmente.
Todavía estaba haciendo eso, entonces, eso era lo que hacía cuando éramos niños.
No quería hablar más de él; estar en su casa me estaba volviendo bastante loca.
—Por lo tanto, tú y Joss, ¿huh? —bromeé, tratando de cambiar de tema.
Se sonrojó y asintió con la cabeza.
—Es bonita —murmuró nervioso.
Sonreí al ver su sonrojo, era realmente adorable.
—Dijo que la besaste —levanté las cejas con entusiasmo, a la espera de más detalles. Tenía la visión de ella del “beso perfecto”, ahora quería la suya.
Sonrió abiertamente.
—Sí, ¿dijo que le gustó? —preguntó, ruborizándose más fuerte.
¡Oh mierda, si lo hizo!
—Sí, le gustó mucho —confirmé, meneándole las cejas.
Largó una carcajada.
—Bueno, gracias a Dios por eso —parecía tan aliviado que no podía dejar de reír—. Estaba pensando en invitarla a salir, correctamente, ya sabes, siendo exclusivo. ¿Crees que iría por eso? —preguntó, mirándome con esperanza.
Sonreí al ver su cara de preocupación.
—Claro que iría por eso —a Joss realmente le gustaba, sin duda sería exclusiva.
Se rió y desordenó la parte de atrás de su pelo.
— ¡Increíble! Gracias, (tn).
—Ve a cambiarte, entonces, y después vamos a comer. Estoy muerta de hambre — instruí, asintiendo hacia el pasillo.
—Está bien, estaré en cinco minutos.
Me encogí de hombros.
—Puedes ducharte y esas cosas si quieres, no me importa esperar.
— ¿Estás diciendo que huelo mal? —preguntó, riendo, mientras se abría camino a la sala.
—Bueno, estaba tratando de ser cortés —bromeé. Se rió y rebotó por las escaleras.
Me senté en el mostrador de la cocina, bebiendo felizmente mi Pepsi, jugando con su trofeo, cuando oí la puerta abrirse y a una mujer hablando.
—No, sólo tengo que darle un poco de medicina y ponerlo en la cama —dijo.
Sentí mi aliento entrecortado en la garganta.
—Bueno, no ha dejado de estar llorando —espetó mi padre, sonando molesto.
Salté de la silla tan rápido que casi me caigo. Me mudé al otro lado del mostrador, teniendo que poner algo entre nosotros, estaba viniendo hasta aquí. Mi corazón estaba fallando en mi pecho. No podía respirar correctamente. Había una puerta detrás de mí, agarré la manija, desesperadamente buscando alejarme antes de que él llegue. No podía verlo; no podía dejar que me viera. Agitando la manija rápidamente me di cuenta de que la puerta estaba cerrada con llave. Podía sentir las lágrimas empezar a picarme en los ojos.
—Lo siento, cariño. Lo pondré en la cama en un minuto, dormirá —dijo la mujer, en voz baja.
—Que esté mejor, me está dando un dolor de cabeza —gruñó furioso.
Metí la mano en mi bolsillo, agarrando mi celular. A quién pensaba llamar, no sabía. James y Carlos estaban demasiado lejos, y Logan probablemente en la ducha.
No había nadie, sin ayuda; estaba sola en mi horror. Me di la vuelta frente a la puerta, esperando a que entrara. Me sentí enferma. Oh Dios, ¿realmente iba a vomitar?
La señora entró, llevando un niño lloriqueando en sus brazos, acariciando su espalda con dulzura. Sus ojos se posaron en mí y saltó una milla, obviamente, no sabiendo que estaba aquí.
—Hola, lo siento, no me di cuenta de que Logan tenía amigos —dijo, sonriéndome con gusto. Era muy bonita, cabello castaño y ojos grises, como mi madre y yo. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar.
— ¿Logan tiene amigos aquí? —preguntó mi padre, mientras caminaba a través de la puerta.
Me sentí mareada, mis piernas estaban débiles, se veía casi exactamente como él mismo, sólo un poco mayor, un poco menos de pelo y más gris. Sus ojos eran duros y severos, como solían ser, no como la foto que Logan me mostró. No había cambiado en absoluto.
Me miró, sus ojos rastrillando sobre cada parte de mi cuerpo mientras me quedaba ahí, sin poder moverme, sin poder respirar. Me sentí como una niña de nuevo.
Estaba aterrorizada, y esta vez no tenía a Carlos para protegerme. El hombre que arruinó mi infancia, la niñez de mi hermano, estaba de pie a menos de quince metros de mí.
—(tn) —dijo en voz baja. Sonrió y sentí aumentar la bilis en mi garganta.
A la mañana siguiente, después de que James se había escabullido por mi ventana, fui a la cocina para ver a Carlos, sentado ahí conversando con mi mamá.
—Buenos días —dije alegremente.
Mamá me miró un tanto sorprendida.
— ¿Por qué estás tan feliz esta mañana? —preguntó, sonriendo.
Sonreí y reprimí una risita tonta, no podía decirle que mi sexy novio me había dado una muy buena razón para sonreír antes de salir por mi ventana. Así que en vez de eso, solo me encogí de hombros.
— ¿Por qué no estarlo? —contesté, mirando a todos lados, menos a Carlos.
Probablemente sabía la razón exacta para mi feliz, y satisfecha, cara—. Así que, Carlos, ¿hay algo que quieras contarme? —Me burlé, sentándome al lado suyo.
Negó con la cabeza, luciendo confundido.
—No. ¿Debería haber algo? —preguntó, levantando una ceja con recelo.
—Tú, enamorándote de mi mejor amiga, ¿tal vez? —sugerí, golpeándolo con mi hombro suavemente.
Se quedó sin aliento, derramó una cucharada de cereal en el mostrador de la cocina, se serenó rápidamente y me sonrió con satisfacción.
—No estoy enamorado tu mejor amiga. Ése es tu trabajo, ¿recuerdas? —dijo sarcásticamente. No podía parar de reírme, ponerse a la defensiva no ayudaba mucho en su caso, si no sentía nada por ella entonces sólo habría estado de acuerdo o hecho algún comentario cachondo.
—Sí, claro. Como digas, hermanito. Te estoy vigilando. Sólo no la lastimes —le advertí, tomando un tazón y poniendo un poco de cereal.
James entró por la puerta, y me imagino que si mi cara se veía como la suya, entonces probablemente eso era por lo que mi mamá estaba preguntándome porque estaba tan contenta. Sonreía de oreja a oreja.
—Buenos días —saludó, chocando los puños con Carlos al pasar.
—Buenos días, James. ¿Desayunas? —ofreció mi mamá, levantando un poco de pan.
Asintió, sonriendo agradecido.
—Claro , eso sería genial. —Envolvió sus brazos alrededor de mí por la espalda.
—Oye, Ángel. Te extrañé la noche anterior —me susurró.
Oí el “aww” en voz baja de mi madre y traté de no reír.
—Oh lo hiciste, ¿eh? —dije, golpeando su mano, mientras él la movía hacia abajo entre mis piernas por debajo del mostrador.
Rió y se puso a mi lado.
—Por supuesto que lo hice. Me gustó dormir contigo la otra noche. Tal vez tu mamá me dejará dormir con ustedes de ahora en adelante —dijo, mirando a mi mamá esperanzado.
—No presiones, James —replicó ella, rodando los ojos.
Él se rió.
—Oye, ¡valía la pena intentarlo! —indicó, acomodando mi cabello detrás de mis orejas y mirándola un poco avergonzado.
—Siempre fuiste descarado —murmuró mi madre, sonriendo mientras ponía tres rebanadas de pan tostado en frente de él.
—Estaba preguntándole a Carlos sobre su enamoramiento con Joss —le conté a
Carlos, queriendo cambiar el tema de mi vida sexual y él durmiendo en mi cama.
Le había hablado a James acerca de ellos la noche anterior. Me dijo que no había notado nada, pero que iba a observarlo hoy por mí.
—No estás enamorado de una de diecisiete años, ¿verdad Carlos? ¿Qué clase de chico de dieciocho años podría siquiera ver a una de dieciséis de esa manera? —James preguntó, fingiendo un shock, usando las palabras Carlos de un par de semanas atrás.
Él miró fijamente con advertencia.
—Ja, Ja. Ustedes dos son tan graciosos —gruñó, negando con la cabeza mientras se alejaba para ir a vestirse.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la escuela, había una multitud cerniéndose sobre el auto de Logan. Estaba parado ahí torpemente, lucía realmente incómodo, mientras los chicos le hablaban sobre su auto y las chicas le coqueteaban descaradamente, tratando de meterlo en la parte posterior del mismo. Jessica, como siempre, estaba en el frente.
—Wow, ¡tenemos algunas zorras en esta escuela! —susurré a Carlos. Asintió con la cabeza, observando sin impresionarse.
—Sip.
—Quizá deberías ir a ayudarlo. Luce muy incómodo —sugerí, mirando a James suplicante.
Suspiró y me rodó los ojos.
— ¿Por qué tienes que ser tan condenadamente agradable todo el tiempo? — preguntó, besándome suavemente antes de caminar en dirección al auto de Logan Lo vi agitar las manos en un gesto de “se acabó”, haciendo que la mitad de los chicos se fueran inmediatamente. Pasó su brazo sobre los hombros de Logan, mientras lo conducía lejos de la multitud hacia la escuela, al tiempo que Logan lo miraba agradecido. Sonreí para mí. Realmente tengo el novio más adorable en este mundo.
Joss saltó sobre mí.
— ¿Dónde está el trasero sexy de tu hermano? —preguntó.
Carlos aclaró su garganta detrás de ella. Se volteó y le sonrió.
—Lo siento, debería haber dicho, el trasero sexy de tu hermanastro —corrigió, guiñándole un ojo, su semblante se ensombreció ligeramente, pero rápidamente puso una sonrisa de satisfacción
—Finalmente me di cuenta que no estoy interesado, pero todavía tratas de entrar en la familia, ¿eh?
Ella río.
—Algo así. Tal vez ya no me gusten los rubios, o tal vez tú has perdido tu encanto —contestó, sonriendo con satisfacción a su vez.
Casi me ahogué en una carcajada. Carlos amaba ir detrás de las chicas, me di cuenta que nunca había querido a nadie que no podía tener antes y honestamente creo que quería a Joss, ahora sólo porque no estaba interesada. La arrastré a través de las puertas y divisé a James y Logan conversando contra sus casilleros.
—Hey —saludé, sonriendo mientras envolvía mi brazo alrededor de la cintura de
james.
—Hey, (tn). ¿Cómo estas hoy? —preguntó Logan educadamente.
—Excelente, ¿y tú? —pregunté tratando de no reír mientras la mano de James se deslizaba por la parte de atrás de mis jeans, frotando la mano por mi trasero suavemente.
—Estoy bien —asintió con la cabeza. Joss le sonreía seductoramente junto a mí.
—Le estaba contando a Logan acerca del partido de hockey sobre hielo — intervino James, apretando mi trasero con suavidad. Le sonreí dulcemente mientras le daba un codazo en las costillas.
¡Maldito chico pervertido! Sacó sus manos de mis jeans riendo para sus adentros.
—Sí, voy a ir al juego del viernes. ¿Crees que pueda sentarme contigo? —preguntó
Logan, mirándome esperanzado.
—Puedes sentarte conmigo, si quieres —ofreció Joss, lamiéndose los labios lentamente, mientras lo miraba.
Él se sonrojó y le sonrió tímidamente.
—Gracias. Me gustaría eso —estuvo de acuerdo en voz baja.
—Vamos entonces, vayamos a clase —sugerí, rodando mis ojos. Esos dos no pararían hasta el final, porque por la mirada en el rostro de Joss, no pararía hasta que fuera suyo, y al él parecía gustarle también. Me volteé para alejarme pero me detuve cuando vi a Jessica caminado hacia mí con una expresión de odio en su rostro. Ella prácticamente tiró un sobre marrón en mis manos mientras me miraba fijamente.
—Sigo pensado que hiciste trampa, pero la gente dice que es justo que recibas el dinero, así que aquí está, zorra emo —gruñó furiosa.
¡Caramba! ¿Acababa de darme más de cuatro mil dólares? ¿En realidad gané el dinero?
Joss se acercó a mí.
—Jessica, es mejor que vuelvas al infierno de donde saliste —bufó enojada.
Sonreí felizmente.
—Está bien Joss, no hay problema. Gracias por esto, Jessica —digo, agitando el sobre con orgullo.
—Asegúrate de que no se pierda —contestó con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
No tenía duda en mi mente de que ella tenía alguna clase de plan que probablemente me involucrase a mi tirando el dinero por el desagüe o prendiéndole fuego. De repente, tuve una gran idea, que en serio podría molestarla. Sonreí ampliamente mientras me volteaba hacia James. Me acerqué a mientras metía el dinero en la parte delantera de sus pantalones, metiendo toda mi mano hacia abajo también. James gruñó y me miró sorprendido
—Cuida esto por mí, novio, lo sacaré después —susurré provocativamente, mientras le metia la plata en el bolsillo de su jean y lo acercaba a mí para que me besara. Oí a la gente aclamar y aplaudir, chicos diciendo cosas como “oh sí” y “lindo”. Sonreí contra sus labios y lo empuje un poco. Alcé la vista justo para ver a Jessica marcharse echando chispas en la dirección opuesta.
Me eché a reír,James me agarró y me besó de nuevo, levantándome del suelo. El timbre sonó y las personas comenzaron a entrar a clase. Me quedé atrás con James, sin querer romper el beso. No puedo creer que gané ¡cuatro mil dólares! ¿Qué demonios podía comprar con eso?
Me bajó suavemente al suelo con una enorme sonrisa en su rostro.
—Eso fue tan gracioso, su cara estaba para un fotografía —dijo riendo.
—Tu cara estaba para una fotografía —contesté, pellizcando su nariz suavemente.
—Sí, bueno, no esperaba que metieras dinero dentro de mis pantalones como si fuera alguna clase de stripper —sonrió y negó con la cabeza, divertido.
—Así que, ¿en qué vas a gastar tu dinero Ángel? —preguntó, mientras quitaba el sobre de sus jeans y me lo daba.
Me encogí de hombros sonriendo.
—No tengo idea. ¿Qué deberíamos comprar? La mitad es tuya.
—No necesito nada, ya tengo todo lo que podría desear, justo aquí —dijo, agarrando con sus manos mi trasero.
—Mi trasero, ¿eso es todo lo que quieres? —pregunté, riendo.
Sonrió.
—Técnicamente, es mi trasero ahora, ¿cierto? —se burló de mí, antes de besar mi cuello.
—Por ahora —bromeé mientras lo empujaba. Me abaniqué con el sobre—. Ahora que tengo lo que quería, no estoy segura de que haya algo en esta relación para mí.
Rió y rodó los ojos, mientras envolvía su brazo alrededor de mi cintura.
—Vamos, te llevaré a clase —sugirió, conduciéndonos por el pasillo. Le tendí el sobre a James.
— ¿Podrías cuidar de esto por mí? No confió en mí para hacerlo, probablemente lo perderé —me estremecí ante la idea de perder todo el dinero.
Sonrió y lo tomó, doblándolo en dos y deslizándolo dentro del bolsillo interno de su chaqueta.
— ¿Y que si lo pierdo? —preguntó.
Sonreí mientras buscábamos mi clase, lo acerqué a mí, aplastando mi cuerpo contra el suyo.
—Entonces tendrás que pagarme de igual manera —respiré, dándole un besito a sus labios y caminando a mi clase rápidamente.
Jessica me miró fijamente cuando pasé y me senté al lado de Joss y Logan, en el asiento que me habían guardado. Para mi suerte, el profesor también estaba retrasado, de otra manera me habría ganado una detención.
El mes siguiente pasó muy rápido. James seguía siendo el novio más adorable del mundo, llevándome a citas, comprándome flores y chocolates. Carlos seguía siendo sobreprotector como de costumbre, nada iba a cambiar con eso.
Mi mamá volvió a trabajar pero estuvo devuelta en casa dos semanas, porque tenía que quedarse debido al lanzamiento de un nuevo producto o algo así. Joss seguía coqueteando con Logan, para el disgusto de mi hermano. James me contó que había hablado con Carlos acerca de ella, al parecer, él no quería salir con Joss, sólo no le gustaba el hecho de que estuviera detrás de alguien más, cuando solía estar detrás de él. Se sentía un poco dejado de lado, aparentemente. Así que, para solucionar el problema se acostó con un par de chicas extra y se sintió mucho mejor.
Nuestra relación con Logan había cambiado también. De hecho, era un amigo muy cercano ahora; era un buen chico y parecía aumentar su confianza cada día.
Creo que tal vez tenía algo que ver con la influencia de Joss. Habían estado saliendo un par de veces, y ella me dijo que él la había besado la anterior noche, con lo que estaba encantada. Realmente le gustaba, y creo que a él también le gustaba ella, lo cual era muy dulce.
Logan había estado yendo a ver los partidos de hockey de los viernes con nosotros por las últimas dos semanas, incluso había venido a nuestra “fiesta después del partido” por un par de horas también. Nunca hablamos de mi padre, nunca me preguntó algo acerca de él y no saqué el tema. De vez en cuando, lo mencionaba de paso, cosas que tenían que ver con su vida o casa, y cada vez me hacía sentir enferma y un poco nerviosa.
Hoy era domingo, iba con Logan a verlo en una competencia de skate.
Cuando paró con su auto enfrente de mi casa, justo después del almuerzo, le di un beso de despedida a James y reí ante sus pucheros.
—Deja de hacer pucheros James. Estaré devuelta en un par de horas —dije, riendo.
Suspiró dramáticamente.
— ¿Pero por qué no puedo ir? Los domingos son mis días —se quejó frunciendo el ceño.
Sonreí.
—James, ya te lo dijo, sólo podía conseguir un pase de invitado. ¡Me pidió que fuera con él! Deja de quejarte. Nos vemos más tarde —le ordené, besándolo de nuevo mientras me levantaba—. Te amo —juré, a la vez que agarraba mis llaves y el teléfono celular.
—Te amo más, Ángel —gritó mientras abría la puerta y corría hacia el coche.
—Hey —saludó Logan, sonriendo mientras me subía a su brillante auto deportivo.
—Hey. ¿Ya estás mentalizado y listo para la competencia? —pregunté, sonriendo.
Asintió con la cabeza.
—Sí, estoy un poco nervioso. El nuevo truco que he estado practicando sigue saliéndome mal. Voy a quedar como un idiota si fracaso —refunfuñó, haciendo una mueca.
—No fracasarás Logan. Ten algo de confianza —le respondí con firmeza.
Sonrió y rodó los ojos, conduciendo al parque de skate donde habían colocado una enorme rampa de media pipa. Él había estado tratando de enseñarme algunas cosas acerca del skate pero para ser honesta, como la mayoría de las cosas deportivas, me entraba por un oído y salía por el otro. Si no estaban bailando, entonces no estaba realmente interesada.
Por lo general me gustaba ver a James jugar, pero eso era sólo para verlo en su sexy uniforme.
La rampa que habían colocado era absolutamente enorme. Me sentí un poco mal cuando la miré. Era tan alta, por lo menos quince pies de altura de cada lado.
—Umm, Logan, ¿estás seguro acerca de esto? —pregunté, mientras caminábamos al stand de iniciación. Logan entregó nuestros pases de competidores y nos dieron las bandas amarillas para la muñeca y saludamos.
—(tn), voy a estar bien, no te preocupes —rió mientras me arrastraba hasta la zona de patinaje donde la gente estaba dando vueltas esperando para continuar y practicar.
—Mierda, Logan, ¡es tan alto! ¿Qué pasa si te lastimas? —pregunté, tragando el nudo en mi garganta.
—Hey, termina eso ahora mismo. Me dijiste en el coche que tenga algo de confianza, espero que hagas lo mismo —dijo sonriéndome, abiertamente. Vaya, tenía confianza, ¡pero dolería caer de allí! Nos sentamos allí viendo a los otros skaters dar sus vueltas. Los trucos que estaban haciendo me dejaron alucinada, saltos mortales, sosteniéndose de las manos, todo en lo que pudieras pensar.
Todo el tiempo sólo me sentí cada vez peor. Ni siquiera estaba segura de poder verlo haciéndolo. Después de una hora, Logan fue llamado para ir y estar listo, y mi corazón empezó a tratar de salir de mi pecho.
—Oh Dios. Por favor, ten cuidado —le supliqué.
—Voy a tratar. Pero si me muero, puedes tener mi auto —replicó, guiñándome un ojo.
—Sólo si puedo rociarlo de rosa —bromeé, tratando de no mostrarle que estaba aterrorizada. Se echó a reír y se alejó rápidamente a la zona de calentamiento por un par de minutos.
Cuando finalmente fue su turno, no podía respirar. Lo vi subir las escaleras hasta la cima de la plataforma y posicionarse al final, con el consejo de inclinarse a la espera. Me sonrió y traté de devolverle la sonrisa, estoy bastante segura de que mi expresión parecía más una mueca de pesar. El silbato sonó, y se tiró. Apreté los ojos, cerrados, escuchando el aplauso y la alegría de la gente, pero no quería ver.
Sabía que en el momento en que abriera mis ojos, caería y se rompería el cuello.
Después de una hora, bueno, sentí como si fuera una hora, probablemente fuera aproximadamente un minuto, la gente aplaudió como loca, así que por casualidad abrí mis ojos. Logan estaba caminando por las escaleras, sin huesos rotos ni sangre. Salté de la silla y aplaudí junto con los demás, decidiendo fingir que lo había observado. La próxima vez tendría que decirle que no podía venir. Sólo gasté su boleto de repuesto cuando ni siquiera lo vi.
Hizo un trote corto y me abrazó con fuerza.
— ¡Eso fue impresionante! —gorjeé con entusiasmo.
Se echó a reír y sacudió la cabeza.
— ¿Sí? ¿Se veía bien a través de tus parpados? —preguntó, riendo más fuerte.
Lo miré con tono de disculpa.
— ¡Lo siento tanto! No podía verte, Logi. Me sentía tan mal. Tenía tanto miedo, simplemente no pude —dije disculpándome.
Negó con la cabeza.
—No te disculpes, está bien. Sin embargo, aterricé —se jactó, sonriendo ampliamente.
Asentí con la cabeza.
—Lo sé, escuché a la gente animada —dije un poco avergonzada. Me sentía muy culpable. Me trajo aquí para verlo y darle apoyo y ni siquiera podía hacer eso.
Supongo que era una hermanastra inútil.
Nos sentamos de nuevo y me dio un resumen de todo lo que me había perdido y otras cosas para ser contadas.
Logan fue uno de los últimos en hacerlo, así que no tuvimos que esperar demasiado tiempo antes de que los resultados fueran anunciados. Cuando el hombre entró en el escenario agarré su mano nerviosamente, rogando que haya obtenido buenos resultados.
—Está bien, así que tuvimos algunos trucos excelentes hoy. Los jueces quedaron muy impresionados, así que felicitaciones —el hombre se paró en la pequeña plataforma—. Bien, entonces, en orden inverso. Viniendo en el tercer lugar con un puntaje de cuarenta y cuatro puntos de cincuenta, es… Logan Henderson —llamó.
Chillé y salté sobre él con entusiasmo mientras se reía.
— ¡Oh Dios, Logan, eso es impresionante! Estoy tan orgullosa de ti —me entusiasme, casi llorando.
Sonrió abiertamente.
—Gracias,(tn). Será mejor que vaya a buscar mi trofeo —asintió hacia el escenario. Me quedé allí animando y aplaudiendo como una idiota, mientras subía y conseguía su trofeo de plata. Volvió corriendo y me abrazó girándome en un círculo.
—Logan, eso es tan bueno. Déjame verlo —prácticamente lo arrebaté de sus manos y observé el trofeo de plata con un pequeño hombre en una patineta.
—Estoy muy contento con cuarenta y cuatro puntos. Es mi mejor resultado — sonrió con orgullo.
—Hey, ¿vamos comer algo para celebrar? Yo invito —sugerí, felizmente.
—Por supuesto. Sólo tengo que cambiarme primero; realmente no puedo salir así —miró abajo a su camiseta rasgada, pantalones cortos de patinador, sucias zapatillas de deporte, haciendo una mueca.
¿Por qué diablos iba a necesitar cambiarse?
—Logan, no me importa qué te pongas —dije con honestidad, mientras comenzábamos a caminar de regreso a su coche.
Se echó a reír.
—(tn), estoy hecho un lío. Estas son mis ropas de competencia. Siempre llevo la misma cosa; son como mi ropa de la suerte. Están todas rasgadas y sucias. Además, estoy sudado y eso —respondió, encogiéndose de hombros. Subimos al auto—. Voy a hacer una parada en casa y me cambiaré, luego podemos irnos —dijo mientras sacaba el auto de la playa de estacionamiento.
¡Oh, mierda! ¿Quiere que yo vaya a su casa?
Empecé a sentirme mal. No podía ir, no quería ver a mi padre, no podía. Cerré los ojos, dispuesta a no enloquecer. James no estaba aquí, así que no quería tener un ataque de pánico.
—No puedo —susurré.
Me miró, confundido.
— ¿No puedes ir a cenar? —preguntó, mirándome como si estuviera loca, probablemente porque era mi idea, en primer lugar.
Negué con la cabeza.
—No puedo ir a tu casa, Logan . Por favor, no puedo verlo —supliqué, cuando continuó en la dirección opuesta de mi casa.
— ¿tu padre? —preguntó, frunciendo el ceño. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar a través del nudo en mi garganta. Me temblaban las manos. Cerré los ojos y pensé en James, tratando de mantener la calma. Pensé en el color de sus ojos, cómo se sentía su pelo cuando pasaba mis manos a través de él, el sonido de su voz.
— ¿Estás bien? —preguntó, sonando afectado.
Asentí débilmente.
—No quiero verlo, Logan—susurré, dándome vuelta en mi asiento para mirarlo.
Él estaba tratando de ver el camino y mirarme, al mismo tiempo.
— ¿Por qué no? —preguntó en voz baja. Sacudí la cabeza. No podía hablar de ello, sobre todo no con él, era su padrastro, por amor de Dios, vivía con él.
—Yo no, por favor —rogué con mis ojos. Suspiró y meneó la cabeza.
—No está ahí de todos modos. Se fue el fin de semana con mamá y Seba. No volverán hasta tarde, esta noche —dijo. ¿No estaba allí?
— ¿Estás seguro? —pregunté, mi cuerpo empezaba a relajarse.
Asintió y sonrió para tranquilizarme.
—Positivo. Fueron a Mersey el fin de semana para ver a mis abuelos. No estarán volviendo hasta las diez o algo así.
Lo miré para asegurarme de que no estaba mintiendo o tratando de engañarme o algo así. Parecía estar diciendo la verdad. Logan era un muy buen tipo, no me haría algo así, no me mentiría.
—Está bien —acordé, en voz baja.
Sonrió y volvió a mirar a la carretera.
—Por lo tanto, ¿puedo saber por qué tú y Carlos lo odian tanto? —preguntó con curiosidad. Cerré los ojos, realmente no quería tener esta conversación con él, con nadie. Incluso Joss no sabía ningún detalle acerca de mi padre y de mi infancia.
—Logan, no quiero hablar de ello. Está en el pasado, prefiero que se quede ahí — contesté, rezando para que lo dejara.
Asintió con la cabeza, viéndose un poco decepcionado y triste.
—Está bien. Bueno, si alguna vez necesitas hablar conmigo sobre cualquier cosa, puedes hacerlo. Ya lo sabes, ¿verdad? —preguntó, mientras entraba en una calle muy bonita. Asentí mirando por la ventana, las casas eran enormes, con grandes coches de lujo en las entradas. Se puso en el camino de entraba y miré a la gran casa azul pálido. Se veía como si mi padre la hubiera hecho, ciertamente, por sí mismo.
— ¿Estás seguro que no está aquí? —cuestioné nerviosa, mientras me levantaba y caminaba hacia donde él estaba.
—Estoy seguro. El coche ni siquiera está aquí —confirmó, moviendo una mano al estacionamiento vacío. Me relajé y seguí muy de cerca de Logan, hasta la casa.
Apenas podía respirar. Al abrir la puerta de entrada me apoderé de la parte de atrás de su camiseta. Rió entre dientes.
— (tn), no hay nadie aquí —me aseguró, sacudiendo la cabeza mientras envolvía su brazo alrededor de mis hombros, tirándome dentro de la casa. Era preciosa—. ¿Quieres un trago? —ofreció, llevándome a la cocina.
—Um, claro —miré alrededor, a todos los adornos y muebles caros—. Podría caber toda mi casa en tu sala de estar y cocina —dije, sonriendo.
Se echó a reír.
—Está casa es agradable, pero es demasiado grande para nosotros. No sé por qué este tipo de casa tan cara.
— ¿Qué hace mi padre ahora entonces? —pregunté con curiosidad, cuando me entregó una lata de Pepsi.
—Acciones y participaciones. Es un gran agente de bolsa o algo, realmente no lo entiendo. Hace un montón de dinero, sin embargo —dijo, casualmente.
Todavía estaba haciendo eso, entonces, eso era lo que hacía cuando éramos niños.
No quería hablar más de él; estar en su casa me estaba volviendo bastante loca.
—Por lo tanto, tú y Joss, ¿huh? —bromeé, tratando de cambiar de tema.
Se sonrojó y asintió con la cabeza.
—Es bonita —murmuró nervioso.
Sonreí al ver su sonrojo, era realmente adorable.
—Dijo que la besaste —levanté las cejas con entusiasmo, a la espera de más detalles. Tenía la visión de ella del “beso perfecto”, ahora quería la suya.
Sonrió abiertamente.
—Sí, ¿dijo que le gustó? —preguntó, ruborizándose más fuerte.
¡Oh mierda, si lo hizo!
—Sí, le gustó mucho —confirmé, meneándole las cejas.
Largó una carcajada.
—Bueno, gracias a Dios por eso —parecía tan aliviado que no podía dejar de reír—. Estaba pensando en invitarla a salir, correctamente, ya sabes, siendo exclusivo. ¿Crees que iría por eso? —preguntó, mirándome con esperanza.
Sonreí al ver su cara de preocupación.
—Claro que iría por eso —a Joss realmente le gustaba, sin duda sería exclusiva.
Se rió y desordenó la parte de atrás de su pelo.
— ¡Increíble! Gracias, (tn).
—Ve a cambiarte, entonces, y después vamos a comer. Estoy muerta de hambre — instruí, asintiendo hacia el pasillo.
—Está bien, estaré en cinco minutos.
Me encogí de hombros.
—Puedes ducharte y esas cosas si quieres, no me importa esperar.
— ¿Estás diciendo que huelo mal? —preguntó, riendo, mientras se abría camino a la sala.
—Bueno, estaba tratando de ser cortés —bromeé. Se rió y rebotó por las escaleras.
Me senté en el mostrador de la cocina, bebiendo felizmente mi Pepsi, jugando con su trofeo, cuando oí la puerta abrirse y a una mujer hablando.
—No, sólo tengo que darle un poco de medicina y ponerlo en la cama —dijo.
Sentí mi aliento entrecortado en la garganta.
—Bueno, no ha dejado de estar llorando —espetó mi padre, sonando molesto.
Salté de la silla tan rápido que casi me caigo. Me mudé al otro lado del mostrador, teniendo que poner algo entre nosotros, estaba viniendo hasta aquí. Mi corazón estaba fallando en mi pecho. No podía respirar correctamente. Había una puerta detrás de mí, agarré la manija, desesperadamente buscando alejarme antes de que él llegue. No podía verlo; no podía dejar que me viera. Agitando la manija rápidamente me di cuenta de que la puerta estaba cerrada con llave. Podía sentir las lágrimas empezar a picarme en los ojos.
—Lo siento, cariño. Lo pondré en la cama en un minuto, dormirá —dijo la mujer, en voz baja.
—Que esté mejor, me está dando un dolor de cabeza —gruñó furioso.
Metí la mano en mi bolsillo, agarrando mi celular. A quién pensaba llamar, no sabía. James y Carlos estaban demasiado lejos, y Logan probablemente en la ducha.
No había nadie, sin ayuda; estaba sola en mi horror. Me di la vuelta frente a la puerta, esperando a que entrara. Me sentí enferma. Oh Dios, ¿realmente iba a vomitar?
La señora entró, llevando un niño lloriqueando en sus brazos, acariciando su espalda con dulzura. Sus ojos se posaron en mí y saltó una milla, obviamente, no sabiendo que estaba aquí.
—Hola, lo siento, no me di cuenta de que Logan tenía amigos —dijo, sonriéndome con gusto. Era muy bonita, cabello castaño y ojos grises, como mi madre y yo. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar.
— ¿Logan tiene amigos aquí? —preguntó mi padre, mientras caminaba a través de la puerta.
Me sentí mareada, mis piernas estaban débiles, se veía casi exactamente como él mismo, sólo un poco mayor, un poco menos de pelo y más gris. Sus ojos eran duros y severos, como solían ser, no como la foto que Logan me mostró. No había cambiado en absoluto.
Me miró, sus ojos rastrillando sobre cada parte de mi cuerpo mientras me quedaba ahí, sin poder moverme, sin poder respirar. Me sentí como una niña de nuevo.
Estaba aterrorizada, y esta vez no tenía a Carlos para protegerme. El hombre que arruinó mi infancia, la niñez de mi hermano, estaba de pie a menos de quince metros de mí.
—(tn) —dijo en voz baja. Sonrió y sentí aumentar la bilis en mi garganta.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 31. | MARATÓN 2/3.
— ¿(tn)? —repitió la señora, mirando entre él y yo—. ¿Tu hija,(tn) ? —preguntó, con una sonrisa tirando de sus labios. Mi padre asintió con la cabeza, sin separar sus ojos de los míos. Me sentí como un venado atrapado en los faros de un coche que se aproxima y lo único que puede hacer es prepararse para el impacto.
—Bueno, es grandioso al fin conocerte. He oído a tu padre y Logan hablar tanto de ti que ya siento como si te conociera —dijo la señora, sonriéndome con gusto. Traté de devolverle la sonrisa y fingir que todo estaba bien, que no estaba a punto de desmayarme en cualquier segundo, que no estaba a unos cinco segundos de tumbar la casa a gritos.
—Igualmente, Ruby —contesté en voz baja, arrastrando mis ojos de él.
— ¿Qué estás haciendo aquí,(tn) ? —preguntó mi padre, levantando las cejas y sonriendo con una media sonrisa. El sonido de su voz envió escalofríos por mi columna mientras trataba desesperadamente de no recordar mi infancia. Tenía pesadillas con su voz, sus ojos, la forma en que se paraba tan derecho y cómo sus puños siempre estaban cerrados, igual que ahora.
—Yo... yo vine con Logan. Él está... él esta se está cambiando —tartamudeé.
Inmediatamente me regañé mentalmente por mi tartamudez. Sus viejas reglas volvieron, enderézate, habla claro, no murmures. Ruby sonrió.
—Bueno, es genial que estés aquí. ¿Te gustaría quedarte a cenar? Creo que vamos a pedir comida, porque no tenemos muchos alimentos aquí. No pensábamos volver hasta tarde esta noche, pero Seba ha estado enfermo toda la semana, así que volvimos temprano —explicó Ruby mientras besaba la cabeza del bebé con suavidad. Ella parecía muy agradable, demasiado buena para este imbécil abusador.
Negué con la cabeza, incapaz de hablar de nuevo. Me temblaban las manos, así que las apreté juntas con fuerza, tratando de mantener el control y no lanzarme al suelo a llorar.
— ¿Estás segura? No es molestia. Nos encantaría que te quedaras para la cena, ¿no es así, cariño? —continuó, sonriéndole, completamente ajena a lo que yo estaba viviendo mi peor pesadilla en estos momentos.
Él asintió con la cabeza, su mirada viajó a lo largo de mi cuerpo, haciéndome sentir escalofrío.
—Estoy segura, gracias —dije en voz baja, quebrándome un poco al final.
El niño empezó a llorar de nuevo. Los ojos de Ruby se agrandaron.
—Voy a darle un poco de medicina y a dormirlo —dijo, levantando la cabeza hacia la despensa, de la que sacó una botella de medicina y una cuchara.
Mi padre anduvo un par de pasos hacia mí y yo retrocedí contra la puerta, mi respiración salió entrecortada. Le eché un vistazo a mi teléfono abierto y marqué el numero de Logan, era la persona más cercana, si tan sólo pudiera llamarlo y decirle de alguna manera que bajara, podríamos irnos.
— ¿Cómo has estado, 8tn)? He estado tratando de verte por años, pero tu hermano no me dejó —afirmó con sorna en la palabra hermano.
¿Había estado tratando de verme y Carlos no me dijo? ¿Por qué diablos no iba a decirme algo así? Conociendo a Carlos, probablemente pensó que me estaba protegiendo. Miré a la madre de Logan en busca de ayuda, ella estaba regresando la botella de medicina.
—He estado muy bien, gracias —contesté. Miré mi teléfono, que todavía estaba tratando de conectar, Logan no respondía. ¡Maldita sea!
—Voy a llevar a Seba a la cama y vuelvo para hacer un poco de café o algo. — Sugirió Ruby, sonriéndome amablemente.
—Está bien, amor —respondió mi padre, sin apartar sus ojos de los míos.
Tragué saliva, ¡no podía estar allí sola con él!
— ¿Puedo ir contigo? —pregunté con desesperación. Ruby me miró un poco sorprendida—. Me gustaría ver el cuarto de Seba, si eso está bien —mentí con rapidez. De ninguna forma me quedaría aquí con él.
—No creo que eso sea una buena idea, (tn). Seba no está bien. Puedes ver su habitación en otro momento —interrumpió mi padre antes de que Ruby pudiera contestar.
Ruby sonrió.
—Ya vuelvo. —Se dirigió fuera de la habitación con el niño aferrado a su cuello.
Di un paso a un lado y casi salgo corriendo de la habitación después de ella. Tan pronto lo pasé, agarró mi muñeca, halándome para que me detuviera, lo que casi me hace caer. Sentí el grito tratar de salir de mi garganta, pero me lo tragué, no podía demostrarle cuanto poder tenía sobre mí.
—Te ves hermosa, (tn). Igual a tu madre cuando tenía tu edad. Siempre has sido un jodidamente hermosa —ronroneó, lamiéndose los labios mientras pasaba su mano por mi mejilla.
Levanté mi rodilla y le di un rodillazo tan fuerte como pude en la ingle, tirando mi brazo de su agarre y corriendo por el pasillo tan rápido como mis piernas pudieron llevarme. Aunque no tenía ni idea de a dónde debía ir. Había venido en el coche de Logan, así que no quería simplemente salir corriendo de la casa sin un lugar al que ir. En vez de eso, corrí hacia las escaleras, pasando el pasillo hasta que me detuve en una puerta con un anuncio de “Entre bajo su propio riesgo” colgando. Tenía que ser la habitación de Logan. No me molesté en tocar, sino que entré azotando la puerta detrás de mí y estallando en sollozos histéricos mientras me inclinaba contra ella.
— (tn)! ¿Qué demonios? —exclamó Logan. Alcé la vista y allí estaba, de pie envuelto en tan sólo una toalla, con el cuerpo mojado acabando de salir de la ducha. Me retiré de la puerta y me lancé hacia él, abrazándolo con fuerza, ignorando el agua que goteaba de el sobre mí mientras sollozaba en su cuello.
— ¿Qué pasa? (tn)¡, por amor de Dios! ¿Qué pasó? —preguntó desesperadamente mientras frotaba las manos por mi espalda tratando de calmarme.
—Necesito ir a casa. ¡Necesito irme, ahora mismo! —grité. Mis piernas apenas me sostenían, él estaba soportando a la mayor parte de mi peso. Probablemente lo estaba lastimando dada la fuerza con que me aferraba a él, pero no se quejaba.
— ¿Qué pasa? —preguntó, separándome para mirarme.
—Logan, por favor —Me atraganté.
Él asintió con la cabeza y me arrastró hasta la cama para que me sentara.
—Tengo que vestirme —dijo, ruborizándose.
Asentí con la cabeza y cerré los ojos, tratando de imaginar a James, lo necesitaba para calmarme, no podía entrar en crisis aquí. Lo escuché moverse vistiéndose.
Menos de un minuto más tarde, tomó mi mano.
—Estoy listo. Vamos —dijo, tirando de mí con suavidad. Me aferré a su mano con fuerza mientras me conducía a través del cuarto hasta la puerta, deteniéndose con una mano en la perilla—. ¿Me prometes que me dirás de qué trata todo esto más tarde? —pidió, mirándome suplicante. Asentí con la cabeza. Aceptaría cualquier cosa que me pidiera con tal de que me sacara de aquí.
Envolvió su brazo a mi alrededor, acercándome a su lado, mientras abría la puerta que nos llevaba rápidamente por las escaleras. Me puse rígida cuando su madre salió de la sala de estar.
— ¡Mierda! ¿Qué están haciendo en casa? —preguntó, sorprendido.
Ella sonrió con cierta tristeza.
—Seba no está bien. Se puso enfermo ayer por la noche y ha estado incómodo durante todo el día, así que vinimos antes —explicó, abriendo los brazos para abrazarlo.
Se apartó de mí y sentí mi aliento entrecortado en mi garganta por estar por mi cuenta. Él le dio un rápido abrazo.
—Te extrañé —susurró ella, dándole palmaditas en la espalda.
Él sonrió y la besó en la mejilla.
—Yo también. Mira, mamá, tengo que llevar a (tn) a su casa, su hermano la necesita —mintió, pasando de nuevo su brazo sobre mí rápidamente.
Ella sonrió con tristeza.
— ¿Segura de que no puedes quedarte a cenar,(tn) ? A todos nos gustaría pasar algún tiempo contigo.
¿Pasar tiempo conmigo? ¿Es una maldita broma? Negué con la cabeza.
—No puedo —susurré.
Mi padre caminaba por la esquina, así que me encogí al lado de Logan, apretándome contra él con tanta fuerza que dolía. Su brazo se apretó a mi alrededor, aunque no sabía por qué estaba actuando de esa manera. Realmente era un gran hermanastro.
—Hola —saludó Logan, con rigidez.
—Hola, Logan. ¿Siendo acogedor con mi hija? —preguntó, su voz dura me hizo estremecer.
—Me tengo que ir —susurré desesperadamente, enterrando mis dedos en su costado.
—Los veré más tarde —dijo volteándose y empujándome delante de él para colocarse entre mi padre y yo mientras caminábamos hacia la puerta.
Prácticamente corrí hasta su auto, mirando hacia la puerta todo el tiempo en caso de que viniera a buscarme. Aunque sabía que no lo haría. Necesitaba mantener su papel frente a su esposa y Logan, pero eso no impedía que el pánico se elevara en mi pecho. Logan me miró preocupado mientras aceleraba por las calles.
— ¿Estás bien,(tn) ? Te ves muy pálida y estás temblando —dijo, tomando mi mano.
Asentí con la cabeza. —Quiero ir a casa —escupí.
—Está bien, shh. Te llevaré a casa. —Frotó su pulgar sobre la palma de mi mano mientras se dirigía a mi casa. Apreté los ojos cerrados. Realmente no había cambiado nada, la forma en que me miró me revolvió el estómago. ¡Oh Dios, necesitaba a James!
Después de unos diez minutos de estar tratando de pensar en otra cosa que no fuera mi padre, nos detuvimos en mi entrada. Me lancé del auto y corrí hacia la casa, rezando porque James todavía estuviera allí. Abrí la puerta y lo vi sentado en el sofá jugando PlayStation con Carlos.
Ambos levantaron la mirada cuando entré. James me sonrió con alegría antes de que su rostro se ensombreciera. Se levantó del sofá mientras corría hacia él.
— ¿Qué demonios? —gritó furioso, mirando a Logan que venía detrás de mí.
Me lancé hacia él, sollozando. Vaya, lo necesitaba, era lo único que me mantenía cuerda cuando mi mundo comenzaba a desmoronarse. Me envolvió en sus brazos con fuerza, volteándome lejos de Logan, con todo el cuerpo y estresado.
— ¿Qué diablos está pasando? —gritó Carlos, dando un paso hacia Logan, luciendo muy enojado.
—No lo sé. Me estaba cambiando cuando ella simplemente se volvió como loca y comenzó a llorar. ¡Carlos, yo no le hice nada! —exclamó Logan sonando un poco asustado.
Carlos me agarró del brazo, tirando de mí lejos de James.
— ¿(tn), él te lastimó? —me preguntó con fiereza, señalandolo acusadoramente.
Negué con la cabeza, tratando de hablar. ¿Pensaban que Logan me había hecho daño?
—Fui a su casa. Se suponía que no estaría ahí. —Lloré, mis piernas no soportaron mi peso. James me agarró de la cintura antes de que cayera al suelo y me levantó rápidamente, se sentó, tirando de mí en su regazo, retirando el pelo de mi cara y besándome en la mejilla.
—Shh está bien, Ángel. Todo está bien —susurró.
— ¿Quién no se suponía que iba a estar allí? Alguien tiene que decirme qué demonios pasó. ¡AHORA MISMO! —gritó Carlos cada vez más enojado y furioso.
—Papá —dije con voz ronca.
Los ojos de Carlos se ampliaron, sus manos se cerraron en puños, su mandíbula se mantuvo apretada. Sentí los brazos de James apretarse más a mi alrededor.
— ¿Lo viste? —preguntó, su voz sonaba realmente amenazadora.
Asentí con la cabeza y lo vi mirar a Logan de nuevo, como si de alguna manera fuera su culpa.
— ¿La llevaste a tu casa y dejaste que ese imbécil se le acercara? —gruñó Carlos, haciendo que Logan se estremeciera.
— ¡Yo no sabía que estaba allí! No se suponía que estuviera allí. Llegaron temprano a casa, mientras yo estaba en la ducha —protestó, manteniendo sus manos en alto inocentemente mientras Carlos lo miraba como si quisiera matarlo. Si las miradas mataran, Logan estaría muerto ahora mismo.
— ¿Qué hizo, Ángel? —susurró James, empujando mi cara para que pudiera verlo.
Negué con la cabeza. ¿Podría decirles? Si lo descubrían, no tenía duda de que irían hasta allá en un futuro muy, muy cercano y se meterían en problema.
—Dime —ordenó James.
Lo abracé con fuerza, no podía mentirle.
—Él.... me agarró del brazo. Me dijo... que me veía hermosa, como mi mamá a mi edad. —susurré, apenas capaz de articular palabra, mi voz subiendo y bajando entre sollozos.
Los brazos de James se apretaron a mi alrededor, tan fuerte que en realidad empezaban a dolerme las costillas.
—James, me haces daño. —Me quejé, apretando mis manos en su pelo. Sus brazos me soltaron al instante, pero su cuerpo estaba tan tenso que probablemente estaba dándole una úlcera.
Carlos agarró las llaves.
—Voy a ir. ¿Vienes James? —preguntó mi hermano, caminando hacia la puerta. ¡Oh, diablos, no! ¡No podía permitir que se metieran en problemas!
James me levantó de su regazo y me sentó en el sofá.
—Vigílala —le dijo a Logan con severidad, mientras se puso de pie para irse.
— ¡No! —grité, agarrando la mano de James—. ¡Carlos, no! —supliqué.
—No voy a dejar que te haga daño otra vez —gruñó.
—No lo hará. No se acercará a mí. Ha sido mi culpa, no debí ir a casa de Logan.
No debía tomar ese riesgo. Por favor, por favor no lo hagas. No puedo ver que se metan en problemas. Te necesito. Los necesito a los dos. Por favor no me dejes sola —le supliqué. Apreté la mano de James para dar énfasis.
—Por favor —rogué halándolo cerca de mí de nuevo.
Él suspiró y miró a Carlos.
—Ella tiene razón, amigo. No podemos ir si él no hace nada primero. Se saldría con la suya y seríamos nosotros los que nos meteríamos en problemas —razonó James.
Me relajé. James estaba siendo sensato; él siempre pensaba bien las cosas, no como Carlos.
— ¿Qué quieres decir con “hacerle daño de nuevo”? —preguntó Logan en voz baja.
Los tres lo miramos. Carlos habló primero.
—Nada. Creo que deberías irte, Logan. —James asintió con la cabeza mirando hacia la puerta, señalándole que se fuera.
Él negó con la cabeza.
—No. (tn), me prometió que me diría qué era todo esto —dijo, mirándome suplicante.
Tiene razón, le dije eso. Carlos me miró, dejándome tomar la decisión.
—Yo le dije eso —confirmé, asintiendo con la cabeza y cerrando los ojos, presionándome contra James de nuevo. ¡Vaya, esto iba a ser tan duro!.
— ¿(tn)? —repitió la señora, mirando entre él y yo—. ¿Tu hija,(tn) ? —preguntó, con una sonrisa tirando de sus labios. Mi padre asintió con la cabeza, sin separar sus ojos de los míos. Me sentí como un venado atrapado en los faros de un coche que se aproxima y lo único que puede hacer es prepararse para el impacto.
—Bueno, es grandioso al fin conocerte. He oído a tu padre y Logan hablar tanto de ti que ya siento como si te conociera —dijo la señora, sonriéndome con gusto. Traté de devolverle la sonrisa y fingir que todo estaba bien, que no estaba a punto de desmayarme en cualquier segundo, que no estaba a unos cinco segundos de tumbar la casa a gritos.
—Igualmente, Ruby —contesté en voz baja, arrastrando mis ojos de él.
— ¿Qué estás haciendo aquí,(tn) ? —preguntó mi padre, levantando las cejas y sonriendo con una media sonrisa. El sonido de su voz envió escalofríos por mi columna mientras trataba desesperadamente de no recordar mi infancia. Tenía pesadillas con su voz, sus ojos, la forma en que se paraba tan derecho y cómo sus puños siempre estaban cerrados, igual que ahora.
—Yo... yo vine con Logan. Él está... él esta se está cambiando —tartamudeé.
Inmediatamente me regañé mentalmente por mi tartamudez. Sus viejas reglas volvieron, enderézate, habla claro, no murmures. Ruby sonrió.
—Bueno, es genial que estés aquí. ¿Te gustaría quedarte a cenar? Creo que vamos a pedir comida, porque no tenemos muchos alimentos aquí. No pensábamos volver hasta tarde esta noche, pero Seba ha estado enfermo toda la semana, así que volvimos temprano —explicó Ruby mientras besaba la cabeza del bebé con suavidad. Ella parecía muy agradable, demasiado buena para este imbécil abusador.
Negué con la cabeza, incapaz de hablar de nuevo. Me temblaban las manos, así que las apreté juntas con fuerza, tratando de mantener el control y no lanzarme al suelo a llorar.
— ¿Estás segura? No es molestia. Nos encantaría que te quedaras para la cena, ¿no es así, cariño? —continuó, sonriéndole, completamente ajena a lo que yo estaba viviendo mi peor pesadilla en estos momentos.
Él asintió con la cabeza, su mirada viajó a lo largo de mi cuerpo, haciéndome sentir escalofrío.
—Estoy segura, gracias —dije en voz baja, quebrándome un poco al final.
El niño empezó a llorar de nuevo. Los ojos de Ruby se agrandaron.
—Voy a darle un poco de medicina y a dormirlo —dijo, levantando la cabeza hacia la despensa, de la que sacó una botella de medicina y una cuchara.
Mi padre anduvo un par de pasos hacia mí y yo retrocedí contra la puerta, mi respiración salió entrecortada. Le eché un vistazo a mi teléfono abierto y marqué el numero de Logan, era la persona más cercana, si tan sólo pudiera llamarlo y decirle de alguna manera que bajara, podríamos irnos.
— ¿Cómo has estado, 8tn)? He estado tratando de verte por años, pero tu hermano no me dejó —afirmó con sorna en la palabra hermano.
¿Había estado tratando de verme y Carlos no me dijo? ¿Por qué diablos no iba a decirme algo así? Conociendo a Carlos, probablemente pensó que me estaba protegiendo. Miré a la madre de Logan en busca de ayuda, ella estaba regresando la botella de medicina.
—He estado muy bien, gracias —contesté. Miré mi teléfono, que todavía estaba tratando de conectar, Logan no respondía. ¡Maldita sea!
—Voy a llevar a Seba a la cama y vuelvo para hacer un poco de café o algo. — Sugirió Ruby, sonriéndome amablemente.
—Está bien, amor —respondió mi padre, sin apartar sus ojos de los míos.
Tragué saliva, ¡no podía estar allí sola con él!
— ¿Puedo ir contigo? —pregunté con desesperación. Ruby me miró un poco sorprendida—. Me gustaría ver el cuarto de Seba, si eso está bien —mentí con rapidez. De ninguna forma me quedaría aquí con él.
—No creo que eso sea una buena idea, (tn). Seba no está bien. Puedes ver su habitación en otro momento —interrumpió mi padre antes de que Ruby pudiera contestar.
Ruby sonrió.
—Ya vuelvo. —Se dirigió fuera de la habitación con el niño aferrado a su cuello.
Di un paso a un lado y casi salgo corriendo de la habitación después de ella. Tan pronto lo pasé, agarró mi muñeca, halándome para que me detuviera, lo que casi me hace caer. Sentí el grito tratar de salir de mi garganta, pero me lo tragué, no podía demostrarle cuanto poder tenía sobre mí.
—Te ves hermosa, (tn). Igual a tu madre cuando tenía tu edad. Siempre has sido un jodidamente hermosa —ronroneó, lamiéndose los labios mientras pasaba su mano por mi mejilla.
Levanté mi rodilla y le di un rodillazo tan fuerte como pude en la ingle, tirando mi brazo de su agarre y corriendo por el pasillo tan rápido como mis piernas pudieron llevarme. Aunque no tenía ni idea de a dónde debía ir. Había venido en el coche de Logan, así que no quería simplemente salir corriendo de la casa sin un lugar al que ir. En vez de eso, corrí hacia las escaleras, pasando el pasillo hasta que me detuve en una puerta con un anuncio de “Entre bajo su propio riesgo” colgando. Tenía que ser la habitación de Logan. No me molesté en tocar, sino que entré azotando la puerta detrás de mí y estallando en sollozos histéricos mientras me inclinaba contra ella.
— (tn)! ¿Qué demonios? —exclamó Logan. Alcé la vista y allí estaba, de pie envuelto en tan sólo una toalla, con el cuerpo mojado acabando de salir de la ducha. Me retiré de la puerta y me lancé hacia él, abrazándolo con fuerza, ignorando el agua que goteaba de el sobre mí mientras sollozaba en su cuello.
— ¿Qué pasa? (tn)¡, por amor de Dios! ¿Qué pasó? —preguntó desesperadamente mientras frotaba las manos por mi espalda tratando de calmarme.
—Necesito ir a casa. ¡Necesito irme, ahora mismo! —grité. Mis piernas apenas me sostenían, él estaba soportando a la mayor parte de mi peso. Probablemente lo estaba lastimando dada la fuerza con que me aferraba a él, pero no se quejaba.
— ¿Qué pasa? —preguntó, separándome para mirarme.
—Logan, por favor —Me atraganté.
Él asintió con la cabeza y me arrastró hasta la cama para que me sentara.
—Tengo que vestirme —dijo, ruborizándose.
Asentí con la cabeza y cerré los ojos, tratando de imaginar a James, lo necesitaba para calmarme, no podía entrar en crisis aquí. Lo escuché moverse vistiéndose.
Menos de un minuto más tarde, tomó mi mano.
—Estoy listo. Vamos —dijo, tirando de mí con suavidad. Me aferré a su mano con fuerza mientras me conducía a través del cuarto hasta la puerta, deteniéndose con una mano en la perilla—. ¿Me prometes que me dirás de qué trata todo esto más tarde? —pidió, mirándome suplicante. Asentí con la cabeza. Aceptaría cualquier cosa que me pidiera con tal de que me sacara de aquí.
Envolvió su brazo a mi alrededor, acercándome a su lado, mientras abría la puerta que nos llevaba rápidamente por las escaleras. Me puse rígida cuando su madre salió de la sala de estar.
— ¡Mierda! ¿Qué están haciendo en casa? —preguntó, sorprendido.
Ella sonrió con cierta tristeza.
—Seba no está bien. Se puso enfermo ayer por la noche y ha estado incómodo durante todo el día, así que vinimos antes —explicó, abriendo los brazos para abrazarlo.
Se apartó de mí y sentí mi aliento entrecortado en mi garganta por estar por mi cuenta. Él le dio un rápido abrazo.
—Te extrañé —susurró ella, dándole palmaditas en la espalda.
Él sonrió y la besó en la mejilla.
—Yo también. Mira, mamá, tengo que llevar a (tn) a su casa, su hermano la necesita —mintió, pasando de nuevo su brazo sobre mí rápidamente.
Ella sonrió con tristeza.
— ¿Segura de que no puedes quedarte a cenar,(tn) ? A todos nos gustaría pasar algún tiempo contigo.
¿Pasar tiempo conmigo? ¿Es una maldita broma? Negué con la cabeza.
—No puedo —susurré.
Mi padre caminaba por la esquina, así que me encogí al lado de Logan, apretándome contra él con tanta fuerza que dolía. Su brazo se apretó a mi alrededor, aunque no sabía por qué estaba actuando de esa manera. Realmente era un gran hermanastro.
—Hola —saludó Logan, con rigidez.
—Hola, Logan. ¿Siendo acogedor con mi hija? —preguntó, su voz dura me hizo estremecer.
—Me tengo que ir —susurré desesperadamente, enterrando mis dedos en su costado.
—Los veré más tarde —dijo volteándose y empujándome delante de él para colocarse entre mi padre y yo mientras caminábamos hacia la puerta.
Prácticamente corrí hasta su auto, mirando hacia la puerta todo el tiempo en caso de que viniera a buscarme. Aunque sabía que no lo haría. Necesitaba mantener su papel frente a su esposa y Logan, pero eso no impedía que el pánico se elevara en mi pecho. Logan me miró preocupado mientras aceleraba por las calles.
— ¿Estás bien,(tn) ? Te ves muy pálida y estás temblando —dijo, tomando mi mano.
Asentí con la cabeza. —Quiero ir a casa —escupí.
—Está bien, shh. Te llevaré a casa. —Frotó su pulgar sobre la palma de mi mano mientras se dirigía a mi casa. Apreté los ojos cerrados. Realmente no había cambiado nada, la forma en que me miró me revolvió el estómago. ¡Oh Dios, necesitaba a James!
Después de unos diez minutos de estar tratando de pensar en otra cosa que no fuera mi padre, nos detuvimos en mi entrada. Me lancé del auto y corrí hacia la casa, rezando porque James todavía estuviera allí. Abrí la puerta y lo vi sentado en el sofá jugando PlayStation con Carlos.
Ambos levantaron la mirada cuando entré. James me sonrió con alegría antes de que su rostro se ensombreciera. Se levantó del sofá mientras corría hacia él.
— ¿Qué demonios? —gritó furioso, mirando a Logan que venía detrás de mí.
Me lancé hacia él, sollozando. Vaya, lo necesitaba, era lo único que me mantenía cuerda cuando mi mundo comenzaba a desmoronarse. Me envolvió en sus brazos con fuerza, volteándome lejos de Logan, con todo el cuerpo y estresado.
— ¿Qué diablos está pasando? —gritó Carlos, dando un paso hacia Logan, luciendo muy enojado.
—No lo sé. Me estaba cambiando cuando ella simplemente se volvió como loca y comenzó a llorar. ¡Carlos, yo no le hice nada! —exclamó Logan sonando un poco asustado.
Carlos me agarró del brazo, tirando de mí lejos de James.
— ¿(tn), él te lastimó? —me preguntó con fiereza, señalandolo acusadoramente.
Negué con la cabeza, tratando de hablar. ¿Pensaban que Logan me había hecho daño?
—Fui a su casa. Se suponía que no estaría ahí. —Lloré, mis piernas no soportaron mi peso. James me agarró de la cintura antes de que cayera al suelo y me levantó rápidamente, se sentó, tirando de mí en su regazo, retirando el pelo de mi cara y besándome en la mejilla.
—Shh está bien, Ángel. Todo está bien —susurró.
— ¿Quién no se suponía que iba a estar allí? Alguien tiene que decirme qué demonios pasó. ¡AHORA MISMO! —gritó Carlos cada vez más enojado y furioso.
—Papá —dije con voz ronca.
Los ojos de Carlos se ampliaron, sus manos se cerraron en puños, su mandíbula se mantuvo apretada. Sentí los brazos de James apretarse más a mi alrededor.
— ¿Lo viste? —preguntó, su voz sonaba realmente amenazadora.
Asentí con la cabeza y lo vi mirar a Logan de nuevo, como si de alguna manera fuera su culpa.
— ¿La llevaste a tu casa y dejaste que ese imbécil se le acercara? —gruñó Carlos, haciendo que Logan se estremeciera.
— ¡Yo no sabía que estaba allí! No se suponía que estuviera allí. Llegaron temprano a casa, mientras yo estaba en la ducha —protestó, manteniendo sus manos en alto inocentemente mientras Carlos lo miraba como si quisiera matarlo. Si las miradas mataran, Logan estaría muerto ahora mismo.
— ¿Qué hizo, Ángel? —susurró James, empujando mi cara para que pudiera verlo.
Negué con la cabeza. ¿Podría decirles? Si lo descubrían, no tenía duda de que irían hasta allá en un futuro muy, muy cercano y se meterían en problema.
—Dime —ordenó James.
Lo abracé con fuerza, no podía mentirle.
—Él.... me agarró del brazo. Me dijo... que me veía hermosa, como mi mamá a mi edad. —susurré, apenas capaz de articular palabra, mi voz subiendo y bajando entre sollozos.
Los brazos de James se apretaron a mi alrededor, tan fuerte que en realidad empezaban a dolerme las costillas.
—James, me haces daño. —Me quejé, apretando mis manos en su pelo. Sus brazos me soltaron al instante, pero su cuerpo estaba tan tenso que probablemente estaba dándole una úlcera.
Carlos agarró las llaves.
—Voy a ir. ¿Vienes James? —preguntó mi hermano, caminando hacia la puerta. ¡Oh, diablos, no! ¡No podía permitir que se metieran en problemas!
James me levantó de su regazo y me sentó en el sofá.
—Vigílala —le dijo a Logan con severidad, mientras se puso de pie para irse.
— ¡No! —grité, agarrando la mano de James—. ¡Carlos, no! —supliqué.
—No voy a dejar que te haga daño otra vez —gruñó.
—No lo hará. No se acercará a mí. Ha sido mi culpa, no debí ir a casa de Logan.
No debía tomar ese riesgo. Por favor, por favor no lo hagas. No puedo ver que se metan en problemas. Te necesito. Los necesito a los dos. Por favor no me dejes sola —le supliqué. Apreté la mano de James para dar énfasis.
—Por favor —rogué halándolo cerca de mí de nuevo.
Él suspiró y miró a Carlos.
—Ella tiene razón, amigo. No podemos ir si él no hace nada primero. Se saldría con la suya y seríamos nosotros los que nos meteríamos en problemas —razonó James.
Me relajé. James estaba siendo sensato; él siempre pensaba bien las cosas, no como Carlos.
— ¿Qué quieres decir con “hacerle daño de nuevo”? —preguntó Logan en voz baja.
Los tres lo miramos. Carlos habló primero.
—Nada. Creo que deberías irte, Logan. —James asintió con la cabeza mirando hacia la puerta, señalándole que se fuera.
Él negó con la cabeza.
—No. (tn), me prometió que me diría qué era todo esto —dijo, mirándome suplicante.
Tiene razón, le dije eso. Carlos me miró, dejándome tomar la decisión.
—Yo le dije eso —confirmé, asintiendo con la cabeza y cerrando los ojos, presionándome contra James de nuevo. ¡Vaya, esto iba a ser tan duro!.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 32. | MARATÓN 3/3
JAMES
La halé de nuevo a mi regazo, deseando que se acercara a mí. Mi corazón no había vuelto todavía a la normalidad después de haberla visto sollozar así. Estaba tan molesto que mis dientes se apretaban con tanta fuerza que mi mandíbula dolía, tratando de mantener el control. Quería ir ahí y golpearlo hasta que no quedara nada de él, pero ella tenía razón, seríamosnosotros los que nos meteríamos en problemas y ella no necesitaba más estrés en este momento. Carlos le hizo un gesto a Logan para que se sentara en el sofá frente a nosotros y se sentó a su lado. Ambos se veían estresados.¡(tn) se acurrucó en una bola en mi regazo, halando sus rodillas y enterrando la cara a un lado de mi cuello. La balanceé gentilmente mientras escuchaba a Carlos contándole a Logan sobre los abusos de cuando eran niños, cómo su padre había tratado de atacar a (tn) y la forma en que lo había echado de la casa hace tres años. Dejó salir lo del abuso sexual del que nadie sabía mucho porque ella se negaba a hablar de eso. Todo el tiempo Logan simplemente se sentó allí, jugando con sus manos. ¿Por qué no lucía como en shock con todo esto? Si alguien se sentara allí y me dijera que su padre lo había abusado por años, creo que por lo menos estaría un poco en shock, ¿no es así?
Después de más o menos diez minutos bajé la mirada hacia (tn) para ver que estaba dormida en mis brazos. Se veía tan triste y vulnerable; su cara estaba todavía roja de llorar. No dejaría que algo la volviera a herir nunca. Agité la mano hacia Carlos para llamar su atención.
—La voy a poner en su cama —susurré, incorporándome y tratando de mantenerla inmóvil mientras la cargó hacia su cuarto, recostándola en su cama. Gimoteó y se acurrucó más cerca de mí, así que me recosté con ella por un par de minutos hasta estuviera de nuevo en un sueño profundo. Besé su frente y volví a la sala.
Logan tenía la cabeza entre sus manos. Carlos se veía realmente enojado otra vez.
— ¿Qué está mal? —pregunté, mirando entre ellos dos.
Carlos me miró, parecía en serio estresado y preocupado. No lo veía a así muy seguido, siempre era muy fuerte y de hecho me hacía sentir un poco mal verlo así ahora.
—Lo está haciendo de nuevo. Ha golpeado a Logan y su mamá algunas veces — gruñó Carlos , viéndose disgustado.
¡Maldición! Le dije a Carlos que debimos haber llamado a la policía en vez de sólo patearlo fuera, pero insistió en que no quería que Amber pasara por eso. ¡Y ahora él se lo estaba haciendo a alguien más!
—Mi mamá estaba hablando sobre dejarlo el año pasado. Entonces en su lugar nos mudamos aquí. Ella dijo que era un inicio fresco y que todos deberíamos empezar de nuevo, pero no ayudó —dijo Logan tristemente. Me arrodillé a su lado y puse mi mano sobre su hombro. Realmente no lo conocía tan bien, era más el amigo de Ángel que el mío, pero sabía que era un buen chico.
—Logan, ¿tu mamá aún quiere dejarlo? —pregunté, mirando a Carlos , quien parecía listo para explotar en cualquier minuto. Tendría que vigilarlo de cerca. Si el momento llegaba entonces estaría ahí a su lado, pero no podíamos precipitarnos a nada, tenía que verse como autodefensa.
Logan se encogió de hombros.
—No he hablado con ella acerca de ello desde que nos mudamos aquí, así que no sé. Sé que está asustada por Seba. Él no lo ha golpeado todavía, pero tiene sólo un año —replicó, su voz quebrándose.
Apreté su hombro solidariamente. Ese idiota era una pieza realmente enfermiza. Carlos se sentó a su lado y palmeó su espalda torpemente. Como chicos, no éramos muy buenos en reconfortar. Ángel sería perfecta para esto; era tan malditamente cariñosa y amable.
—Logan, necesitas decirle a tu madre que él ha hecho esto antes. Podría ser el empujón que necesita para dejarlo antes de que le haga algo a Seba —dijo Carlos amablemente.
Logan asintió, levantándose.
—Iré a casa y hablaré con ella cuando pueda.
—Logan, si alguna vez necesitas ayuda llámame. Día o noche, ¿entiendes? Y si necesitan un lugar para quedarse algunos días, tu madre y tu hermano también, se pueden quedar aquí —dijo Carlos intensamente. Lo dice en serio, él era un gran chico y nunca dejaría que alguien hiriera a su familia o amigos, supongo que técnicamente Logan era su familia también.
—Gracias. Esperaré hasta que él no esté allí, y entonces hablaré con ella. —Asintió, viéndose muy triste, y un poco asustado.
—Llámame y déjame saber cómo va. Y digo en serio acerca de un lugar donde quedarse, a mi mamá no le importará, y ella no estará siquiera en casa por otras dos semanas —declaró Carlos , guiando a Logan a la puerta. Puso su brazo alrededor de su hombro—. Todo va a estar bien —le aseguró Carlos . Logan parecía como un pequeño niño perdido, no se veía preparado para esto para nada, pero supongo que había necesitado crecer rápido como Carlos lo hizo cuando era más joven.
—No creo que debas decirle a (tn) nada de esto. Realmente no necesita nada más sobre qué preocuparse, y ni siquiera sé que es lo que va a decir mi mamá acerca de todo esto —murmuró Logan, frunciendo el ceño.
Asentí. Esa probablemente era una buena idea. Si Ángel supiera de esto estaría poniéndose toda preocupada, preocupándose acerca de Logan y Seba , y por todo lo que sabíamos quizás su mamá no quería dejarlo en primer lugar. Podíamos decirle cuando el momento llegara.
—Sí, buena idea —estuve de acuerdo, asintiendo.
—Está bien, gracias. Nos vemos. —Sonrió tristemente y se dirigió fuera de la casa. Carlos cerró la puerta y presionó su frente contra ella.
—James, necesitas darme una buena razón de por qué no debería ir allí y cortar su garganta —gruñó, todo su cuerpo rígido.
—Porque entonces tú estarías en la cárcel, y Ángel no tendría a su hermano mayor aquí para protegerla —dije rápidamente, sabiendo que (tn) era la única cosa que lo mantendría calmado y contenido.
Carlos se giró hacia mi e hizo algo que nunca lo había visto hacer en su vida; se dejó caer contra la puerta, tiró sus rodillas hacia su pecho, y lloró. Sentí mis entrañas retorcerse ante la vista de eso. Estaba tan enojado de nuevo que necesitaba recordarme a mí mismo exactamente la misma razón de por qué no podía ir allí y cortar su garganta. Me senté a un lado de mi amigo y puse mi brazo alrededor de su hombro mientras lloraba. No creo que jamás haya tenido una liberación adecuada antes.
JAMES
La halé de nuevo a mi regazo, deseando que se acercara a mí. Mi corazón no había vuelto todavía a la normalidad después de haberla visto sollozar así. Estaba tan molesto que mis dientes se apretaban con tanta fuerza que mi mandíbula dolía, tratando de mantener el control. Quería ir ahí y golpearlo hasta que no quedara nada de él, pero ella tenía razón, seríamosnosotros los que nos meteríamos en problemas y ella no necesitaba más estrés en este momento. Carlos le hizo un gesto a Logan para que se sentara en el sofá frente a nosotros y se sentó a su lado. Ambos se veían estresados.¡(tn) se acurrucó en una bola en mi regazo, halando sus rodillas y enterrando la cara a un lado de mi cuello. La balanceé gentilmente mientras escuchaba a Carlos contándole a Logan sobre los abusos de cuando eran niños, cómo su padre había tratado de atacar a (tn) y la forma en que lo había echado de la casa hace tres años. Dejó salir lo del abuso sexual del que nadie sabía mucho porque ella se negaba a hablar de eso. Todo el tiempo Logan simplemente se sentó allí, jugando con sus manos. ¿Por qué no lucía como en shock con todo esto? Si alguien se sentara allí y me dijera que su padre lo había abusado por años, creo que por lo menos estaría un poco en shock, ¿no es así?
Después de más o menos diez minutos bajé la mirada hacia (tn) para ver que estaba dormida en mis brazos. Se veía tan triste y vulnerable; su cara estaba todavía roja de llorar. No dejaría que algo la volviera a herir nunca. Agité la mano hacia Carlos para llamar su atención.
—La voy a poner en su cama —susurré, incorporándome y tratando de mantenerla inmóvil mientras la cargó hacia su cuarto, recostándola en su cama. Gimoteó y se acurrucó más cerca de mí, así que me recosté con ella por un par de minutos hasta estuviera de nuevo en un sueño profundo. Besé su frente y volví a la sala.
Logan tenía la cabeza entre sus manos. Carlos se veía realmente enojado otra vez.
— ¿Qué está mal? —pregunté, mirando entre ellos dos.
Carlos me miró, parecía en serio estresado y preocupado. No lo veía a así muy seguido, siempre era muy fuerte y de hecho me hacía sentir un poco mal verlo así ahora.
—Lo está haciendo de nuevo. Ha golpeado a Logan y su mamá algunas veces — gruñó Carlos , viéndose disgustado.
¡Maldición! Le dije a Carlos que debimos haber llamado a la policía en vez de sólo patearlo fuera, pero insistió en que no quería que Amber pasara por eso. ¡Y ahora él se lo estaba haciendo a alguien más!
—Mi mamá estaba hablando sobre dejarlo el año pasado. Entonces en su lugar nos mudamos aquí. Ella dijo que era un inicio fresco y que todos deberíamos empezar de nuevo, pero no ayudó —dijo Logan tristemente. Me arrodillé a su lado y puse mi mano sobre su hombro. Realmente no lo conocía tan bien, era más el amigo de Ángel que el mío, pero sabía que era un buen chico.
—Logan, ¿tu mamá aún quiere dejarlo? —pregunté, mirando a Carlos , quien parecía listo para explotar en cualquier minuto. Tendría que vigilarlo de cerca. Si el momento llegaba entonces estaría ahí a su lado, pero no podíamos precipitarnos a nada, tenía que verse como autodefensa.
Logan se encogió de hombros.
—No he hablado con ella acerca de ello desde que nos mudamos aquí, así que no sé. Sé que está asustada por Seba. Él no lo ha golpeado todavía, pero tiene sólo un año —replicó, su voz quebrándose.
Apreté su hombro solidariamente. Ese idiota era una pieza realmente enfermiza. Carlos se sentó a su lado y palmeó su espalda torpemente. Como chicos, no éramos muy buenos en reconfortar. Ángel sería perfecta para esto; era tan malditamente cariñosa y amable.
—Logan, necesitas decirle a tu madre que él ha hecho esto antes. Podría ser el empujón que necesita para dejarlo antes de que le haga algo a Seba —dijo Carlos amablemente.
Logan asintió, levantándose.
—Iré a casa y hablaré con ella cuando pueda.
—Logan, si alguna vez necesitas ayuda llámame. Día o noche, ¿entiendes? Y si necesitan un lugar para quedarse algunos días, tu madre y tu hermano también, se pueden quedar aquí —dijo Carlos intensamente. Lo dice en serio, él era un gran chico y nunca dejaría que alguien hiriera a su familia o amigos, supongo que técnicamente Logan era su familia también.
—Gracias. Esperaré hasta que él no esté allí, y entonces hablaré con ella. —Asintió, viéndose muy triste, y un poco asustado.
—Llámame y déjame saber cómo va. Y digo en serio acerca de un lugar donde quedarse, a mi mamá no le importará, y ella no estará siquiera en casa por otras dos semanas —declaró Carlos , guiando a Logan a la puerta. Puso su brazo alrededor de su hombro—. Todo va a estar bien —le aseguró Carlos . Logan parecía como un pequeño niño perdido, no se veía preparado para esto para nada, pero supongo que había necesitado crecer rápido como Carlos lo hizo cuando era más joven.
—No creo que debas decirle a (tn) nada de esto. Realmente no necesita nada más sobre qué preocuparse, y ni siquiera sé que es lo que va a decir mi mamá acerca de todo esto —murmuró Logan, frunciendo el ceño.
Asentí. Esa probablemente era una buena idea. Si Ángel supiera de esto estaría poniéndose toda preocupada, preocupándose acerca de Logan y Seba , y por todo lo que sabíamos quizás su mamá no quería dejarlo en primer lugar. Podíamos decirle cuando el momento llegara.
—Sí, buena idea —estuve de acuerdo, asintiendo.
—Está bien, gracias. Nos vemos. —Sonrió tristemente y se dirigió fuera de la casa. Carlos cerró la puerta y presionó su frente contra ella.
—James, necesitas darme una buena razón de por qué no debería ir allí y cortar su garganta —gruñó, todo su cuerpo rígido.
—Porque entonces tú estarías en la cárcel, y Ángel no tendría a su hermano mayor aquí para protegerla —dije rápidamente, sabiendo que (tn) era la única cosa que lo mantendría calmado y contenido.
Carlos se giró hacia mi e hizo algo que nunca lo había visto hacer en su vida; se dejó caer contra la puerta, tiró sus rodillas hacia su pecho, y lloró. Sentí mis entrañas retorcerse ante la vista de eso. Estaba tan enojado de nuevo que necesitaba recordarme a mí mismo exactamente la misma razón de por qué no podía ir allí y cortar su garganta. Me senté a un lado de mi amigo y puse mi brazo alrededor de su hombro mientras lloraba. No creo que jamás haya tenido una liberación adecuada antes.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 33 | capitulo de hoy
(tn):
Las cosas habían sido muy tensas durante la última semana entre Logan y yo.
Sabía que él sabía sobre lo que mi padre nos había hecho, bueno, una parte de cualquier modo. Carlos me aseguró que no le dijo demasiado acerca de mí porque sabía que no querría a gente sabiendo acerca de eso. Le había dicho a Logan que no quería hablar acerca de nada de eso, lo que él respeto. Parecía pasar el rato con Carlos y James más de lo que lo hacía conmigo y Joss en el momento. Siempre estaban fuera hablando en silenciosos susurros, y pararían en cualquier momento en que yo estuviera cerca. Me pregunté si estarían hablando de mí, pero para ser honesta realmente no quería saber. No quería volver a hablar acerca del hombre nunca más, así que si eran felices de hablar sobre mí y dejarme fuera de ello, entonces bien.
Cuando me desperté el viernes por la mañana, James ya estaba despierto y vistiéndose silenciosamente.
—Oye, ¿estás haciendo la caminata de la vergüenza? —bromeé, preguntándome por qué se estaba escabullendo de mi cuarto. Nunca se levantaba antes que yo.
Se rió y se puso su camiseta antes de trepar de nuevo a la cama. Enganché mis dedos en las presillas del pantalón, tirándolo más cerca de mí.
—La única vergüenza que tengo es que tengo que salir de tu cama. Felizmente me quedaría en la cama contigo para siempre, pero tengo algo que necesitó hacer hoy así que me tengo que ir. —Me besó suavemente, causando los acostumbrados pequeños revoloteos en mi estómago que sus besos evocaban en mí.
¿Algo que necesitaba hacer? ¿De qué trata?
— ¿Qué necesitas hacer, chico amante? —pregunté, jalándolo más cerca de mí, deteniéndolo de que se levantara.
Sonrió y rodó en su espalda, tirándome encima de él.
—Nada interesante. Sólo necesito hacer algo acerca de la universidad eso es todo —replicó, viéndose incómodo. ¿Me estaba mintiendo? Miré a su rostro, sus ojos estaban un poco estrechos, definitivamente se estaba viendo incómodo acerca de algo.
—James, ¿algo está mal? —pregunté preocupada. Oh mierda, ¿está viendo a alguien más o algo?
Sonrió y enredó sus dedos en mi cabello.
—Nada está mal. No preocupes a tu linda cabecita acerca de nada. Es sólo un par de reclutadores que quieren encontrarse conmigo, y este era el único momento en que podían venir —explicó, aún viéndose incómodo.
Asentí, obviamente tenía algo que estaba tratando de mantener en secreto de mí, me diría eventualmente. Confiaba en él. Estaba segura de que no me engañaría, que había sido un pensamiento estúpido del momento. Sabía que me amaba. Me incliné hacia adelante y lo besé, alejándome para morder su barbilla, amaba cuando hacia eso. Sus manos se apretaron en mi cintura mientras su respiración empezaba a acelerarse; sonreí y mordí el lóbulo de su oreja.
Gimió.
—Ángel, necesito irme. No me provoques —se quejó.
Sonreí contra su cuello y me incorporé, haciendo pucheros, decidiendo tener algo de diversión con él antes de que se fuera. Suspiré dramáticamente.
—Está bien, bueno supongo que sólo tendré que ducharme sola entonces.
Gimió de nuevo.
—Ángel, no me hagas eso, no es justo tú sabes —gruñó, frunciendo el ceño.
No pude evitar reírme ante su lujuriosa expresión mientras trepaba fuera.
—Bueno, diviértete con los reclutadores. Ve e impresiónalos con tus asombrosos talentos, chico amante —instruí, besándolo suavemente de nuevo.
Puso mi cabello detrás de mi oreja.
—Te amo. Te veré después de la escuela.
Fruncí el ceño. ¿No va a ir a la escuela?
— ¿No vas a venir a la escuela después? —pregunté, decepcionada que no podría verlo mucho hoy.
Suspiró y sacudió su cabeza.
—No, sin embargo te veré después —contrarrestó, besándome de nuevo mientras salía de la cama.
— ¿James? —lo llamé justo cuando estaba a punto de salir por la puerta. Se detuvo y me miro, curioso—. También te amo, y buena suerte con los reclutadores. Sólo recuerda, ellos tendrán suerte de tenerte, no al revés —dije honestamente.
Los reclutadores estaban tropezando sobre sí mismos por James, no necesitaba trabajar muy duro para impresionar a la gente, sus habilidades hablaban por sí mismas. Sonrió y me guiñó antes de dirigirse fuera por la puerta.
Me duché y salí para tomar algo de desayuno; Carlos estaba sentado ahí con pijamas incluso aunque era casi tiempo de irse.
—Hey, será mejor que te apures o llegaremos tarde —lo regañé, frunciendo el ceño ante el pensamiento de una detención.
Sacudió su cabeza.
—No me estoy sintiendo bien, así que no iré. Le pedí a Dustin que te llevara porque James está con los reclutadores —dijo en voz baja.
Carlos difícilmente se enfermaba alguna vez. Caminé hacia él un poco preocupada, y puse mi mano sobre su frente. No se sentía caliente o algo.
—No creo que tengas temperatura. ¿Qué está mal? —pregunté, preocupada.
—Me siento enfermo eso es todo. Voy a volver a la cama. Dustin estará aquí en quince minutos —replicó, parándose y dirigiéndose al pasillo.
— ¿Quieres que te traiga algo hermanito? —pregunté.
Meneó la cabeza.
—Estaré bien, (ta). Te veo después. —Agitó la mano sobre su hombro y desapareció dentro de su cuarto.
Dustin era divertido en el camino a la escuela, siempre me ha gustado y nunca trató de hacer un movimiento conmigo ni una vez, lo que era genial. Todos los chicos parecían haber dejado de hacerme sus comentarios desde que estoy con James.
Cuando llegamos, vi a Joss, Barbi y Kendall así que me dirigí hacia ellos.
—Hola —gorjeé, sonriendo.
—Hola,(tn). ¿Dónde están Carlos y James? —preguntó Kendall, mirando sobre mi hombro.
—James se está encontrando con algunos reclutadores universitarios —dije orgullosamente—. Y Carlos está enfermo —agregué, arrugando mi nariz. ¡Espero que no vomite en algún lugar y lo deje para que lo limpie!
— ¿Si? Logan está enfermo también. Me llamó esta mañana —dijo Joss, haciendo pucheros. Aún no la invitaba a salir como dijo que iba a hacer. No le había dicho todavía lo que había dicho de ella, pensé que sería mejor viniendo de él.
— ¿Logan está enfermo también? Espero que no sea nada. —Hice una mueca ante el pensamiento de estar enferma, odiaba vomitar.
—Yo también. Dale, vamos a clases —sugirió Joss, uniendo su brazo a través del mío y tirando de mí hacia el edificio.
La escuela pasó increíblemente lento debido a que no había visto a James a la hora del almuerzo para mirar hacia adelante. La mañana y la tarde sólo se difuminaron a un largo día sin James, y por encima de todo eso empezaba a sentirme un poco enferma también. Mi estómago se sentía revuelto y ni siquiera pude obligarme a comer algo para el almuerzo.
¡Genial, ahora yo me estoy enfermando!
Traté de llamar a Carlos para ver cómo se estaba sintiendo, pero no hubo respuesta.
Probablemente estaba dormido o algo. Joss me estaba llevando a casa porque los chicos no estuvieron aquí hoy. Me dejó en el frente y caminé dentro de la casa, sintiéndome exhausta, todo lo que quería hacer era irme a dormir.
Mientras caminada a través de la puerta principal vi maletas y cajas y bolsas negras de basura llenas de cosas y apiladas en el vestíbulo. ¿Qué demonios es todo esto?
— ¿Carlos? —llamé.
Podía oír voces en la cocina así que hice mi camino hacia ahí, sólo para ver a James, Carlos, Logan y Ruby que estaba sosteniendo a un niño pequeño en sus brazos, él cual asumí era mi hermano pequeño, Sea. No lo había visto oficialmente aparte de la parte trasera de su cabeza la semana pasada. ¿Qué diablos están haciendo aquí?
Espera, pensé que Joss dijo que Logan estaba enfermo, no parecía enfermo.
—Hey. ¿Qué es todo esto? ¿Ustedes chicos están teniendo una conferencia? — bromeé.
Ruby me sonrió débilmente, sus ojos estaban ligeramente rosas, como si hubiera estado llorando. Sentí mi espalda ponerse rígida a la vista de su cara triste.
James vino y envolvió su brazo alrededor de mi cintura.
—Ángel, tenemos algo que decirte —dijo suavemente. Tragué por el tono de su voz; esto iba a ser malo lo que sea que fuere.
Carlos dio un paso al frente.
—Él ha estado haciéndolo de nuevo, (ta). Lo han dejado. Dije que podían quedarse aquí por un tiempo. Mamá dijo que estaría bien —explicó.
Ruby empezó a llorar suavemente de nuevo. Alcé la vista hacia Logan. ¿Él ha estado siendo abusado y no me lo dijo? Pude sentirme enojarme con él. Sabía que nos había hecho ese hombre; ¡debió saber que podía hablar conmigo! Abrí mi boca, a punto de gritarle, pero su expresión me detuvo. Se veía triste, culpable, y de hecho un poco asustado. Me alejé de los brazos de James y abracé fuertemente a Logan. Dios, ha estado siendo abusado por el hombre de mis pesadillas también, no debería estar enojada con él, no necesitaba eso por encima de todo lo demás.
Repentinamente, todo tuvo sentido para mí; nunca le gustaba hablar acerca de él tampoco. Cuando le pregunté si se llevaba bien con él, siempre se veía realmente incómodo. Estaba tan tenso cuando estuve en su casa la semana pasada cuando vio a mi padre.
—Pudiste haber hablado conmigo —susurré, sintiendo las lágrimas cayendo por mi rostro lentamente, afligida porque sabía exactamente por lo que había pasado y cómo se estaba sintiendo ahora mismo. Por lo menos yo tenía a Carlos y a James para mirar por mí en ese entonces; pero Logan era el mayor, probablemente se sentía como si fuera el que tenía que proteger a su mamá y su hermano.
Logan me abrazó de vuelta.
—No quería preocuparte; lo hemos estado planeando toda la semana. Carlos y James nos ayudaron a empacar nuestras cosas hoy mientras él estaba en el trabajo. Está lejos por el fin de semana. No tiene planeado volver hasta el domingo por la mañana.
Lo alejé y besé su mejilla.
—Todo está bien ahora. No te preocupes, ya no puede herirte —dije severamente.
Me giré y abracé a Ruby aunque ni siquiera la conocía; simplemente se veía como si necesitara un abrazo ahora mismo. El bebé en sus brazos era hermoso; se veía justo como ella, pero con cabello rubio.
— ¿Estás bien, A(ta)? —preguntó Carlos, preocupación coloreando su voz.
Tragué ruidosamente. De hecho me estaba sintiendo enferma. Supongo que estaba un poco abrumada por todo. No podía realmente tragar todo.
—De hecho, me siento un poco extraña —admití, frotando mi mano sobre mi cara.
—Ángel, te ves un poco pálida. ¿Quieres una bebida o algo? —preguntó James, caminando hacia mí.
¡Maldición, tenía tanto calor! Mis labios y dedos estaban temblando; empecé a sentirme un poco mareada, hasta que senti que todo se apago.
(tn):
Las cosas habían sido muy tensas durante la última semana entre Logan y yo.
Sabía que él sabía sobre lo que mi padre nos había hecho, bueno, una parte de cualquier modo. Carlos me aseguró que no le dijo demasiado acerca de mí porque sabía que no querría a gente sabiendo acerca de eso. Le había dicho a Logan que no quería hablar acerca de nada de eso, lo que él respeto. Parecía pasar el rato con Carlos y James más de lo que lo hacía conmigo y Joss en el momento. Siempre estaban fuera hablando en silenciosos susurros, y pararían en cualquier momento en que yo estuviera cerca. Me pregunté si estarían hablando de mí, pero para ser honesta realmente no quería saber. No quería volver a hablar acerca del hombre nunca más, así que si eran felices de hablar sobre mí y dejarme fuera de ello, entonces bien.
Cuando me desperté el viernes por la mañana, James ya estaba despierto y vistiéndose silenciosamente.
—Oye, ¿estás haciendo la caminata de la vergüenza? —bromeé, preguntándome por qué se estaba escabullendo de mi cuarto. Nunca se levantaba antes que yo.
Se rió y se puso su camiseta antes de trepar de nuevo a la cama. Enganché mis dedos en las presillas del pantalón, tirándolo más cerca de mí.
—La única vergüenza que tengo es que tengo que salir de tu cama. Felizmente me quedaría en la cama contigo para siempre, pero tengo algo que necesitó hacer hoy así que me tengo que ir. —Me besó suavemente, causando los acostumbrados pequeños revoloteos en mi estómago que sus besos evocaban en mí.
¿Algo que necesitaba hacer? ¿De qué trata?
— ¿Qué necesitas hacer, chico amante? —pregunté, jalándolo más cerca de mí, deteniéndolo de que se levantara.
Sonrió y rodó en su espalda, tirándome encima de él.
—Nada interesante. Sólo necesito hacer algo acerca de la universidad eso es todo —replicó, viéndose incómodo. ¿Me estaba mintiendo? Miré a su rostro, sus ojos estaban un poco estrechos, definitivamente se estaba viendo incómodo acerca de algo.
—James, ¿algo está mal? —pregunté preocupada. Oh mierda, ¿está viendo a alguien más o algo?
Sonrió y enredó sus dedos en mi cabello.
—Nada está mal. No preocupes a tu linda cabecita acerca de nada. Es sólo un par de reclutadores que quieren encontrarse conmigo, y este era el único momento en que podían venir —explicó, aún viéndose incómodo.
Asentí, obviamente tenía algo que estaba tratando de mantener en secreto de mí, me diría eventualmente. Confiaba en él. Estaba segura de que no me engañaría, que había sido un pensamiento estúpido del momento. Sabía que me amaba. Me incliné hacia adelante y lo besé, alejándome para morder su barbilla, amaba cuando hacia eso. Sus manos se apretaron en mi cintura mientras su respiración empezaba a acelerarse; sonreí y mordí el lóbulo de su oreja.
Gimió.
—Ángel, necesito irme. No me provoques —se quejó.
Sonreí contra su cuello y me incorporé, haciendo pucheros, decidiendo tener algo de diversión con él antes de que se fuera. Suspiré dramáticamente.
—Está bien, bueno supongo que sólo tendré que ducharme sola entonces.
Gimió de nuevo.
—Ángel, no me hagas eso, no es justo tú sabes —gruñó, frunciendo el ceño.
No pude evitar reírme ante su lujuriosa expresión mientras trepaba fuera.
—Bueno, diviértete con los reclutadores. Ve e impresiónalos con tus asombrosos talentos, chico amante —instruí, besándolo suavemente de nuevo.
Puso mi cabello detrás de mi oreja.
—Te amo. Te veré después de la escuela.
Fruncí el ceño. ¿No va a ir a la escuela?
— ¿No vas a venir a la escuela después? —pregunté, decepcionada que no podría verlo mucho hoy.
Suspiró y sacudió su cabeza.
—No, sin embargo te veré después —contrarrestó, besándome de nuevo mientras salía de la cama.
— ¿James? —lo llamé justo cuando estaba a punto de salir por la puerta. Se detuvo y me miro, curioso—. También te amo, y buena suerte con los reclutadores. Sólo recuerda, ellos tendrán suerte de tenerte, no al revés —dije honestamente.
Los reclutadores estaban tropezando sobre sí mismos por James, no necesitaba trabajar muy duro para impresionar a la gente, sus habilidades hablaban por sí mismas. Sonrió y me guiñó antes de dirigirse fuera por la puerta.
Me duché y salí para tomar algo de desayuno; Carlos estaba sentado ahí con pijamas incluso aunque era casi tiempo de irse.
—Hey, será mejor que te apures o llegaremos tarde —lo regañé, frunciendo el ceño ante el pensamiento de una detención.
Sacudió su cabeza.
—No me estoy sintiendo bien, así que no iré. Le pedí a Dustin que te llevara porque James está con los reclutadores —dijo en voz baja.
Carlos difícilmente se enfermaba alguna vez. Caminé hacia él un poco preocupada, y puse mi mano sobre su frente. No se sentía caliente o algo.
—No creo que tengas temperatura. ¿Qué está mal? —pregunté, preocupada.
—Me siento enfermo eso es todo. Voy a volver a la cama. Dustin estará aquí en quince minutos —replicó, parándose y dirigiéndose al pasillo.
— ¿Quieres que te traiga algo hermanito? —pregunté.
Meneó la cabeza.
—Estaré bien, (ta). Te veo después. —Agitó la mano sobre su hombro y desapareció dentro de su cuarto.
Dustin era divertido en el camino a la escuela, siempre me ha gustado y nunca trató de hacer un movimiento conmigo ni una vez, lo que era genial. Todos los chicos parecían haber dejado de hacerme sus comentarios desde que estoy con James.
Cuando llegamos, vi a Joss, Barbi y Kendall así que me dirigí hacia ellos.
—Hola —gorjeé, sonriendo.
—Hola,(tn). ¿Dónde están Carlos y James? —preguntó Kendall, mirando sobre mi hombro.
—James se está encontrando con algunos reclutadores universitarios —dije orgullosamente—. Y Carlos está enfermo —agregué, arrugando mi nariz. ¡Espero que no vomite en algún lugar y lo deje para que lo limpie!
— ¿Si? Logan está enfermo también. Me llamó esta mañana —dijo Joss, haciendo pucheros. Aún no la invitaba a salir como dijo que iba a hacer. No le había dicho todavía lo que había dicho de ella, pensé que sería mejor viniendo de él.
— ¿Logan está enfermo también? Espero que no sea nada. —Hice una mueca ante el pensamiento de estar enferma, odiaba vomitar.
—Yo también. Dale, vamos a clases —sugirió Joss, uniendo su brazo a través del mío y tirando de mí hacia el edificio.
La escuela pasó increíblemente lento debido a que no había visto a James a la hora del almuerzo para mirar hacia adelante. La mañana y la tarde sólo se difuminaron a un largo día sin James, y por encima de todo eso empezaba a sentirme un poco enferma también. Mi estómago se sentía revuelto y ni siquiera pude obligarme a comer algo para el almuerzo.
¡Genial, ahora yo me estoy enfermando!
Traté de llamar a Carlos para ver cómo se estaba sintiendo, pero no hubo respuesta.
Probablemente estaba dormido o algo. Joss me estaba llevando a casa porque los chicos no estuvieron aquí hoy. Me dejó en el frente y caminé dentro de la casa, sintiéndome exhausta, todo lo que quería hacer era irme a dormir.
Mientras caminada a través de la puerta principal vi maletas y cajas y bolsas negras de basura llenas de cosas y apiladas en el vestíbulo. ¿Qué demonios es todo esto?
— ¿Carlos? —llamé.
Podía oír voces en la cocina así que hice mi camino hacia ahí, sólo para ver a James, Carlos, Logan y Ruby que estaba sosteniendo a un niño pequeño en sus brazos, él cual asumí era mi hermano pequeño, Sea. No lo había visto oficialmente aparte de la parte trasera de su cabeza la semana pasada. ¿Qué diablos están haciendo aquí?
Espera, pensé que Joss dijo que Logan estaba enfermo, no parecía enfermo.
—Hey. ¿Qué es todo esto? ¿Ustedes chicos están teniendo una conferencia? — bromeé.
Ruby me sonrió débilmente, sus ojos estaban ligeramente rosas, como si hubiera estado llorando. Sentí mi espalda ponerse rígida a la vista de su cara triste.
James vino y envolvió su brazo alrededor de mi cintura.
—Ángel, tenemos algo que decirte —dijo suavemente. Tragué por el tono de su voz; esto iba a ser malo lo que sea que fuere.
Carlos dio un paso al frente.
—Él ha estado haciéndolo de nuevo, (ta). Lo han dejado. Dije que podían quedarse aquí por un tiempo. Mamá dijo que estaría bien —explicó.
Ruby empezó a llorar suavemente de nuevo. Alcé la vista hacia Logan. ¿Él ha estado siendo abusado y no me lo dijo? Pude sentirme enojarme con él. Sabía que nos había hecho ese hombre; ¡debió saber que podía hablar conmigo! Abrí mi boca, a punto de gritarle, pero su expresión me detuvo. Se veía triste, culpable, y de hecho un poco asustado. Me alejé de los brazos de James y abracé fuertemente a Logan. Dios, ha estado siendo abusado por el hombre de mis pesadillas también, no debería estar enojada con él, no necesitaba eso por encima de todo lo demás.
Repentinamente, todo tuvo sentido para mí; nunca le gustaba hablar acerca de él tampoco. Cuando le pregunté si se llevaba bien con él, siempre se veía realmente incómodo. Estaba tan tenso cuando estuve en su casa la semana pasada cuando vio a mi padre.
—Pudiste haber hablado conmigo —susurré, sintiendo las lágrimas cayendo por mi rostro lentamente, afligida porque sabía exactamente por lo que había pasado y cómo se estaba sintiendo ahora mismo. Por lo menos yo tenía a Carlos y a James para mirar por mí en ese entonces; pero Logan era el mayor, probablemente se sentía como si fuera el que tenía que proteger a su mamá y su hermano.
Logan me abrazó de vuelta.
—No quería preocuparte; lo hemos estado planeando toda la semana. Carlos y James nos ayudaron a empacar nuestras cosas hoy mientras él estaba en el trabajo. Está lejos por el fin de semana. No tiene planeado volver hasta el domingo por la mañana.
Lo alejé y besé su mejilla.
—Todo está bien ahora. No te preocupes, ya no puede herirte —dije severamente.
Me giré y abracé a Ruby aunque ni siquiera la conocía; simplemente se veía como si necesitara un abrazo ahora mismo. El bebé en sus brazos era hermoso; se veía justo como ella, pero con cabello rubio.
— ¿Estás bien, A(ta)? —preguntó Carlos, preocupación coloreando su voz.
Tragué ruidosamente. De hecho me estaba sintiendo enferma. Supongo que estaba un poco abrumada por todo. No podía realmente tragar todo.
—De hecho, me siento un poco extraña —admití, frotando mi mano sobre mi cara.
—Ángel, te ves un poco pálida. ¿Quieres una bebida o algo? —preguntó James, caminando hacia mí.
¡Maldición, tenía tanto calor! Mis labios y dedos estaban temblando; empecé a sentirme un poco mareada, hasta que senti que todo se apago.
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 34. / capi de mañana
Estaba consciente de un pitido molesto; mi cabeza estaba palpitando y pulsando en un lado. Apreté los ojos cerrados intentando alejar el dolor.
— ¿Ángel? —dijo James cerca de mi cabeza. Gemí y volví la cabeza hacia su voz. Me sentía muy mal, como si estuviera en una especie de burbuja. Por fin abrí mis ojos para verlo inclinado por encima de mí, viéndose magnífico como siempre, excepto que ahora parecía estresado. Tenía el ceño fruncido, la mandíbula apretada.
—Hola —dije con voz ronca, tratando de sonreír y de ignorar el dolor en mi cabeza.
—Gracias a Dios. Me asustaste. —Inclinó la cabeza y me besó suavemente la frente, pareciendo respirar un suspiro de alivio.
—Está bien. Si tan sólo pudiera entrar y echar un vistazo —dijo una voz femenina con severidad. Miré a mí alrededor y no tenía idea de dónde estaba. Yacía sobre una cama pequeña, todo junto. Era una pequeña habitación de algún tipo, con estantes y armarios a lo largo de las paredes, excepto que se movían, y podía sentir las vibraciones de la carretera.
James se movió a un lado y una señora con mono verde se inclinó sobre mí.
—Hola, (tn). ¿Cómo te estás sintiendo? —preguntó, haciendo brillar una luz en mis ojos.
Empujé su mano fuera de mí, en busca de James.
— ¿Dónde estoy? —pregunté, un poco presa del pánico. ¿Cómo diablos llegué aquí? Estaba en la cocina, entonces me sentí un poco mal…
—Estás en una ambulancia, cariño. Te desmayaste y te golpeaste la cabeza bastante fuerte contra el mostrador de la cocina —explicó, tomando mis manos y colocándolas sobre mi pecho—. Sólo necesito comprobarte. Has estado inconsciente durante unos veinte minutos. —Encendió la luz hacia mis ojos de nuevo, asintiendo con la cabeza, pareciendo satisfecha—. ¿Te duele la cabeza? —preguntó, tocando ligeramente detrás de mí oreja. El dolor atravesó mi cabeza y silbé a través de mis dientes—. Creo que vas a necesitar un par de puntos aquí —dijo ella, asintiendo hacia el lado de mi cabeza.
Tendí una mano hacia James. Inmediatamente la tomó y besó mis dedos, sus ojos no dejaban mi cara. Se veía muy estresado. Después de otro par de minutos nos detuvimos en el hospital y comenzaron a rodarme en mi pequeña cama.
—Puedo caminar —protesté, sintiéndome estúpida por ser llevada dentro del hospital en una cama.
—Lo siento, cariño, es una práctica habitual. Arribaste con luces, debes ir en una cama —respondió, guiñándome un ojo. Sonreí débilmente y James se echó a reír, pero no era su risa habitual, era apretada y sin sentido del humor.
Rodamos dentro de un pequeño cubículo y nos dejaron por nuestra cuenta.
— ¿Qué paso, Ángel? —preguntó James, inclinándose sobre mí y rozando su mano suavemente por un lado de mi cara.
Me encogí de hombros y luego hice una mueca cuando el movimiento hizo que mi cabeza doliera otra vez.
—No lo sé. Me sentía un poco mareada, entonces me desperté contigo en la ambulancia —le expliqué. Eso era todo lo que podía recordar.
—Asustaste la mierda fuera de mí. No vuelvas a hacerme eso otra vez. Promételo —indicó, haciéndome reír por cuán serio estaba. ¿Quería que le prometiera que nunca me pasaría de nuevo?
—James, no puedo prometer algo de lo que no tengo control —bromeé, sin dejar de reír. Suspiró y se inclinó hacia delante, besándome ligeramente, prendiendo fuego en mi cuerpo. Se retiró cuando la cortina se abrió y entró un médico.
—Oops, lo siento. ¿Debo volver más tarde? —preguntó el doctor, sonriendo. Me reí, avergonzada de haber sido sorprendida haciéndolo en un hospital.
—Sí, ¿podría darnos cinco minutos? —bromeó James, haciendo reír al hombre.
Tomó mi mano con fuerza mientras el doctor miraba mis ojos y comprobaba mi cabeza, garabateando en su libreta.
—Entonces, te desmayaste, (tn), ¿te has estado sintiendo bien hoy? ¿Has tomado algo que no deberías? —preguntó, mirándome con un poco de suspicacia.
— ¿Cómo drogas o algo así? —cuestioné, sorprendida. ¿Parezco una maldita adicta a las drogas? Asintió con la cabeza, mirándome expectante—. No, no he tomado nada. Me estado sintiendo un poco apagada hoy, un poco mareada —admití.
Escribió de nuevo.
— ¿Has comido?
Pensé en ello, ¿había comido? Tenía algunas tostadas para el desayuno, pero no comí el almuerzo, porque me sentía mal.
—Um, no realmente. Me sentía mal durante el almuerzo.
—Hmm, probablemente ese es tu problema allí. ¿Estás bajo cualquier tipo de estrés o cualquier cosa en este momento? ¿Haciendo exámenes, ese tipo de cosas? — preguntó, escribiendo de nuevo.
Estrés. Guao, eso es un eufemismo. Mi padre abusivo se mudó de nuevo a la ciudad, trayendo con él una nueva familia. Hace una semana que lo vi de nuevo por primera vez desde que trató de forzarse sobre mí. Me enteré hace un momento de que ha estado abusando de su nueva familia y ellos se van a mudar con nosotros por un tiempo. En realidad, ¿cuánto tiempo estarán con nosotros?
¿Alguien mencionó eso? Tendría que tener a Logan con Carlos, y Ruby y Seba pueden compartir la habitación de mi madre, entonces cuando mamá venga a casa yo podría…
— ¿(tn)? —dijo el médico, sacándome de mi pequeño mundo.
—Oh, claro. Um, sí, mi vida ha estado estresante últimamente —declaré, mordiéndome el labio de lo mucho que un eufemismo en realidad era real.
—Bueno, el estrés puede hacer cosas divertidos por ti. Realmente necesitas comer adecuadamente. Voy a sacar algunas muestras de sangre para asegurarme de que no hay nada más pasando. Conseguiré a alguien para que venga y haga los puntos en tu cabeza y te voy a tener un par de horas sólo para comprobar que todo está bien después de ese golpe —afirmó, sonriendo amablemente.
Fue al armario y sacó una aguja. Miré a James, con los ojos muy abiertos. Odiaba las agujas. Cuando el médico se acercó a mí, James inclinó la cabeza y me besó.
Cerré los ojos y fundí mis labios contra los suyos. ¡Por Dios, sabia tan condenadamente bien!
—Está bien, todo hecho. Iré a mandar esto, deberían estar de vuelta en una hora o algo así —anunció el doctor, lanzando la aguja a la basura y escribiendo en un pequeño frasco. Eché un vistazo a mi brazo para ver un pedacito de cinta adhesiva blanca sosteniendo una pelota de algodón en el interior de mi codo.
— ¿Lo hizo ya? —pregunté, sorprendida. ¡Wow, ni siquiera lo sentí!
El médico y James sonrieron.
—Sí, todo hecho. Ah, el poder de distracción —reflexionó el médico, sonriendo abiertamente. Sonreí a James, tendría que llevarlo en cada pinchazo que alguna vez tuviera a partir de ahora.
—Está bien, así que la enfermera estará haciendo puntos en tu cabeza en pocos minutos. Probablemente estarás aquí durante dos o tres horas —dijo, dirigiéndose a la cortina.
Asentí.
— ¿Puede quedarse mi novio conmigo? —le pregunté esperanzadoramente mientras me aferraba a la mano de James. No quería estar en este lugar estéril por mi cuenta.
—Claro, eso está bien. Sólo uno de los visitantes, sin embargo, porque podría haber una multitud preguntando por ti, por tu vuelta a casa —sugirió, riendo entre dientes mientras se iba y dejaba caer la cortina.
Multitud, ¿Qué es eso? Miré a James, él sonrió.
—Todos vinieron. Yo, literalmente, tuve que empujar a Carlos cuando dijeron que sólo una persona podía viajar contigo —dijo, viéndose un poco culpable de ello.
Me sonrió y le apreté la mano.
—Bueno, me alegra de despertar contigo en lugar de Carlos. Así que gracias.
Inclinó la cabeza y me besó ligeramente.
—También me alegro. —Suspiró—. Será mejor que vaya y les diga que estás muy bien, y que deben ir a casa —dijo, poniéndose de pie.
—Igual date prisa, ¿de acuerdo? —le pedí, dándole mi cara de mendicidad.
Sonrió.
—Voy a ser tan rápido como sea posible —prometió, besándome en la frente y saliendo rápidamente. Cerré los ojos y escuché el ruido en la sala y esperé a que regresara.
James estuvo de vuelta en cinco minutos con un sándwich pre-empacado y una bebida.
—Oye, no sé si tienes permitido uno de estos, todavía, por lo que tendrás que esperar hasta que la enfermera venga a coserte la cabeza. No me perdí eso, ¿verdad? —preguntó preocupado.
—No, no te lo perdiste. —Sonreí a cuán pensativo era todo el tiempo.
Se sentó en la sillita y me tomó de la mano. La enfermera entró unos minutos más tarde y cosió mi cabeza, al parecer necesitaba seis puntos de sutura. Hice que James me distrajera todo el tiempo, realmente era el mejor analgésico conocido por el hombre. Tal vez debería tratar de embotellarlo de alguna manera, y luego venderlo.
¡Sería rica!
Finalmente, después de una hora y media, el médico regresó.
—Hola, tengo los resultados de los análisis de sangre y parece que no fue la falta de alimentos lo que te hizo perder el conocimiento —dijo, mirándome con seriedad.
James se puso tenso a mi lado, apretando mi mano, inclinándose tan adelante en su silla que no me sorprendería que se cayera de un momento a otro.
—Ok, así que, ¿qué era? —le pregunté con curiosidad. No podía ser nada malo.
Sólo tenía dieciséis años, por amor de Dios, no fumaba, no bebía mucho, no tenía exceso de peso, hago ejercicio físico con regularidad. Quiero decir, no debería enfermar, ¿o sí?
—Estás embarazada —afirmó.
Me eché a reír. Maldita sea, eso fue divertido, casi me tuvo allí. Negué con la cabeza, sin dejar de reír.
—En serio, ¿qué es?
Miró de mí a James.
—Estás embarazada —repitió.
Dejé de reír inmediatamente. No podía estar embarazada. No, esto era un error.
—No puede ser, estoy tomando la píldora. La he tomado todos los días, no me perdí ni una sola. Las tomo exactamente a las ocho de la mañana —protesté, sacudiendo mi cabeza, tenía que ser otra cosa. Miré a James, que estaba mirando al doctor, con la boca abierta.
—Bueno, ¿cuándo fue tu último período? —preguntó el doctor.
Miré a James de nuevo.
—Hace dos semanas. Estoy tomando la píldora desde que tenía que dejarla por una semana, así que definitivamente hace dos semanas. Estoy por tener la siguiente consulta después de la próxima —le dije de manera positiva.
— ¿Y, tu período, cómo era? ¿Tan pesado como lo normal? —preguntó él médico, garabateando en su libreta de nuevo.
¿Tan pesado como lo normal? Pensé en ello. En realidad, era muy ligero, pero eso era porque estaba tomando la píldora, Joss dijo que hacía sus periodos más ligeros.
—Era ligero pero sin duda lo tuve, hace dos semanas. No puedo estar embarazada —le dije con severidad.
—A veces, puedes tener periodos ligeros a través del embarazo. Se llama manchado. ¿Cuánto tiempo has estado tomando la píldora? —preguntó con curiosidad.
—Seis semanas —le contesté, en voz baja.
Esto no podía ser cierto. Por favor, díganme que esto es una especie de inmenso error, o incluso uno de esos programas de cámara oculta y la gente saltará y gritará “caíste” en cualquier momento.
—Y cuando empezaste a tomarla, ¿la tomaste el primer día de tu periodo? — preguntó.
Negué con la cabeza.
—Fue un par de semanas después de mi periodo. ¿Qué diferencia hace eso? — cuestioné, empezando a ponerme nerviosa.
—Bien, bien, cuando empezaste a tomar la píldora necesitabas comenzar el primer día de tu periodo y luego se haría efectiva de inmediato. Si la tomas dentro de cinco días, será efectiva después de dos semanas, pero si comienzas cualquier otro día, entonces necesitas usar tu segundo paquete antes de que haga efecto — explicó en voz baja.
Así que eso significa que ni siquiera empezó a funcionar hasta hace dos semanas cuando comencé mi segundo paquete y ¡había estado teniendo relaciones sexuales sin protección todo el tiempo! James seguía mirándolo fijamente. No había dicho nada en absoluto, ni siquiera estaba segura de que estuviera respirando. Estaba sentado tan quieto que era como una estatua.
—Voy a traer una máquina portátil de ultrasonido y echaremos un vistazo, ¿sí? — sugirió el doctor, sonriendo amablemente mientras desaparecía por la cortina.
— ¿James? —susurré. Estaba sinceramente asustándome, nunca había visto a nadie estar tan quieto en mi vida, no era natural. Él no respondió. El doctor volvió y observé cómo esparcía un poco de gel en mi estómago y apretaba lo que parecía un pequeño micrófono en mi estómago, rodando a su alrededor.
Oh, mierda, por favor, que esto sea un error. Se detuvo, sosteniéndolo todavía, y asintió.
—Sí, definitivamente embarazada. Diría que tenemos uno de los grandes aquí, estás a punto de las cuatro, quizá cinco semanas. ¿Quieres ver? —ofreció, sosteniendo el pequeño micrófono hacia mí.
—No —me negué, empujándolo lejos rápidamente.
No quería ver, porque entonces no sería capaz de hacer lo que necesitaba hacer.
No podía tener un bebé, éramos demasiado jóvenes, arruinaría todo. Apenas habíamos empezado a salir; no era mucho. James se iría a la universidad pronto, no podíamos tener un bebé. No arruinaría los sueños de James, él siempre había querido jugar al hockey y no le quitaría eso. No podía mirar la terminal tampoco, no podía ver al bebé allí porque necesitaba estar fuerte.
— ¿No quieres ver? —preguntó el doctor, viéndose confundido.
Negué.
—No, quiero un aborto —dije con severidad.
James se movió. Oh, gracias a Dios, ¡por fin!
— ¿Un aborto? ¿Qué? ¿Por qué?! —exclamó, sorprendido.
Lo miré, me estaba mirando, horrorizado, como si acabara de sugerirle un sello o algo así.
—Debido a que hay que hacerlo —le dije, mirando a otro lado en vez de a su intensa mirara. Me volví hacia el doctor—. ¿Puedo hacerlo hoy? ¿Qué debo hacer? —le pregunté con nerviosismo.
—Bueno, hay dos maneras: un aborto médico, que es una píldora hoy y mañana, que básicamente traería un periodo. O una cirugía que tendrías que hacerte bajo anestesia general, y que, básicamente, eliminaría todo —explicó en un tono de negocios.
Me encogí. Odiaba cómo sonaba eso, pero tenía que hacer esto. No podía pensar en él como un bebé, un pequeño James, porque de lo contrario no sería capaz de deshacerme de él.
— ¿Puede darnos un minuto? —pidió James. El médico asintió y salió rápidamente—. Ángel, ¿Qué diablos estás haciendo? —preguntó James una vez que estábamos solos. Tomó mis manos, mi miró como si me hubiera vuelto loca o algo así.
— ¡James, no podemos tener un bebé! Tengo diecisiete años. Irás a la universidad. No podemos —expliqué, sacudiendo la cabeza.
Negó con la cabeza.
—Ángel, piensa esto, ¿por favor? Te amo, me amas. Quiero tener niños contigo algún día. Quiero decir, mierda, esto es mucho más pronto de lo que pensaba. — Sopló una bocanada, pasándose una mano por el pelo, nerviosamente.
—James, no podemos. Vas a ir a una universidad en Boston, por el amor de Dios; no puedo criar a un bebé por mi cuenta. ¡No seas ridículo! —grité, sacudiendo la cabeza. Él no estaba pensando correctamente.
Se subió a la cama, acostándose a mi lado.
—Ángel, escúchame, ¿está bien? —rogó. Asentí y lo miré, incapaz de ver qué podría decir para hacer esto correcto. No había nada que él pudiera sugerir, no había otra manera—. Te amo más que a nada en este mundo. Antes de que esto sucediera iba a rechazar mi beca e ir a una universidad aquí en cambio —comenzó. Abrí la boca para decirle que estaba siendo estúpido, pero me tapó la boca, mirándome suplicante—. Quería pedirte que vinieras conmigo a Boston. Pero no podía pedirte que te alejaras de tu casa, de Carlos y de tus amigos, así que decidí quedarme aquí contigo, en su lugar —dijo, encogiéndose de hombros.
Cristo, es tan adorable, dulce y considerado. Pero, ¿cómo demonios algo de esto relacionado con nosotros teniendo un bebé, significa que él probablemente no iría a la universidad de todos modos ya que tendría que abandonar y conseguir un trabajo? Yo tendría que abandonar la escuela sin siquiera graduarme.
Él sonrió mientras continuaba tratando de convencerme.
—Podemos hacer que esto funcione; sé que mi mamá nos ayudará. Iré a la universidad y conseguiré un empleo en las noches y los fines de semana para ganar algo de dinero. Tú podrías terminar la escuela por correspondencia, o podríamos tener una niñera para que pudieras ir a la escuela. O tal vez incluso mi mamá lo haría —sugirió, mirándome esperanzadamente—. Este de aquí es nuestro primer bebé, Ángel. Es un bebé que hicimos juntos. ¿Puedes pensar en ello, por favor? Será difícil por cierto tiempo, pero una vez que firme un contrato con un equipo, seré capaz de darte cualquier cosa que quieras. A ustedes dos —arrulló, frotando ligeramente su mano sobre mi estómago.
—James, no quiero arruinar tu futuro —susurré.
Él sonrió y me besó suavemente.
—Ángel, tú eres mi futuro —contrarrestó él, deslizando la mano bajo mi top, y ubicándola en mi estómago.
Miré su apuesto rostro; sus ojos miel estaban centelleando con amor mientras acariciaba mi estómago con la mano.
—No hice esto para atraparte —dije nerviosamente.
Él se echó a reír y puso los ojos en blanco.
—Me atrapaste cuando tenías cuatro años de edad. Estabas usando un vestido azul oscuro con un lazo en la espalda, y pequeñas medias blancas. La primera vez que te vi estuve atrapado. Esto, —Dibujó un pequeño patrón en mi estómago con un dedo—, esto es una bendición. Seguro, no estaba esperando esto hasta dentro de unos cinco o seis años, pero aun así… es una bendición —dijo, sonriendo. ¿Podíamos realmente hacerlo? ¿Él se quedaría aquí conmigo?
— ¿En realidad te quedarías aquí conmigo y renunciarías tu beca? —pregunté un poco conmocionada. Trabajó tan malditamente duro por esa beca, era una oportunidad tan increíble, ¿y renunciaría a eso por mí y un bebé?
Él sonrió.
—Ángel, si quieres deshacerte del bebé porque no lo quieres, entonces podría entender, pero no hagas esto por mí. Quiero quedarme aquí contigo. Si no estuvieses embarazada todavía estaría rechazando esa oferta —prometió, acercándose a mí en la cama, envolviendo sus brazos alrededor de mí.
Enterré mi rostro en su pecho y cerré los ojos; también quería tener hijos con él un día. Podía verme a mí misma sujetando a un pequeño bebé que tuviese los ojos y el cabello desordenado de James. Garantizado, cuando me lo imaginaba yo era mucho más mayor que ahora, pero todavía podía verlo, y me gustaba. Quizá podíamos hacer que esto funcionara. Al bebé no le faltaría amor, y una vez que las personas superaran la impresión de esto, entenderían. En mi mente no tenía dudas de que la mamá de James ayudaría también. Y Carlos, una vez que superara la ira inicial de todo, sería un tío genial.
James se alejó un poco de mí.
—Te juro que seré el mejor papá del mundo —prometió.
Sonreí; no dudé eso ni por un segundo. Besé sus labios, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, acercándolo. Lo amaba demasiado, más que nada. Sabía que podíamos hacerlo funcionar, una pequeña familia. Se alejó del beso y me miró con una expresión de esperanza en su rostro.
—Está bien —acepté.
Sonrió y me besó de nuevo, moviéndose de modo que tenía medio cuerpo sobre mí. Noté que no puso nada de su peso sobre mi estómago, estaba siendo súper tierno. Me besó hacia abajo por mi cuello, bajando más y más. Levantó mi top y besó todo mi estómago antes de levantarse para sonreírme.
—Te amo —susurró.
Lo halé más cerca de mí.
—También te amo, papi —me burlé, haciéndolo reír.
Envolvió sus brazos alrededor de mí, acostándose cerca de mi lado. Apoyé la cabeza en su pecho y escuché el latido de su corazón volando mientras deslizaba una mano bajando por mi cuerpo, apoyándola en mi barriguita, frotando la punta de mis dedos ligeramente sobre ella.
Besé el pecho de James. ¿Cómo demonios un chico tan adorable, apuesto, dulce, bondadoso, divertido, talentoso y responsable podía quererme? ¿Cómo podía amarme tanto como puedo ver que lo hace? No pude evitarlo, pero sonreí.
Yaciendo en los brazos de James, en realidad me sentía como la chica más afortunada del mundo. Voy a tener un bebé con el hombre que amo.
Después de un par de horas, me dieron de alta. Aparentemente, James iba a despertarme cada hora para asegurarse de que no tenía una contusión o algo.
Acordamos no decirle a nadie sobre el bebé todavía. Era tan pronto y nosotros apenas si estábamos acostumbrándonos a la idea… que no necesitábamos ninguna interferencia de nadie más.
— ¿Deberíamos llamar un taxi o algo? —pregunté mientras James me sacaba caminando del hospital, sosteniéndome apretadamente a su lado.
Él sonrió. Había estado haciendo eso un montón el último par de horas; en realidad creo que estaba verdaderamente emocionado acerca de ser papá, lo cual nunca antes había visto en un chico de dieciocho años.
—No. Carlos nos dejó su auto. Él fue a casa con Logan y me dio sus llaves —explicó, guiándome hacia el estacionamiento. Me ayudó a entrar al auto, incluso poniéndome el cinturón de seguridad por mí. Su mano permaneció encima de mi estómago a medida que se alejaba.
Mi cabeza latía con fuerza; los analgésicos que me dieron estaban comenzando a desaparecer. Apoyé la cabeza hacia atrás contra el respaldo y cerré los ojos.
Iba a ser difícil mentirle a Carlos. Yo odiaba mentir y en realidad era terrible en eso, pero necesitaba ser hecho por unas cuantas semanas. Simplemente necesitábamos dejar que todo el asunto del padre abusivo se calmara primero, eso nos daría la oportunidad de resolver todo en nuestras propias cabezas. Yo aún tenía el dinero de la apuesta, no había gastado nada de eso todavía así que eso ayudaría con todas las cosas que necesitábamos comprar para tener al bebé.
Cuando estacionamos en mi casa, ni siquiera había salido del auto antes de que Carlos me atacara con un abrazo.
— ¡Mierda, asustaste endemoniadamente a todo el mundo, (tn)! —reclamó. Sonreí y le devolví el abrazo.
—Lo siento, hermanito. No planeé exactamente desmayarme enfrente de todo el mundo y golpearme la cabeza, ¿o sí? —respondí sarcásticamente mientras ponía los ojos en blanco. ¿Por qué demonios está furioso conmigo por enfermarme?
Él suspiró y se apartó.
—Así que, ¿qué dijeron? ¿Por qué te desmayaste en primer lugar? —preguntó, luciendo preocupado. Oh, mierda, ¿qué digo?
—Estrés aparentemente. Eso, y que no había comido en todo el día —intervino James, viniendo a mi lado. Silenciosamente le agradecí a Dios que James fuese mejor mentiroso que yo.
Carlos me miró, claramente molesto de nuevo.
— ¿Por qué diablos no comiste en todo el día? —preguntó acusadoramente.
Sonreí y dejé que James me llevara a la casa.
—Simplemente vamos adentro y déjala sentarse, Carlos, luego puedes gritarle todo lo quieras —sugirió James, sacudiendo la cabeza con una ligera sonrisa.
Mi hermano nos siguió adentro y se sentó a mi lado en el sofá, Logan y Ruby vinieron y se sentaron también. Todo el mundo estaba mirándome preocupadamente.
—Dejen de preocuparse, chicos. Aparentemente era falta de comida. Azúcar baja o algo. Estoy bien ahora, honestamente —les aseguré, asintiendo, tratando de no lucir demasiado culpable. Sólo esperaba que Carlos no enloqueciera cuando se enterara, y que no le sacara a golpes a James o algo. Tal vez se lo diría por mi cuenta, calmándolo un poco antes de que viese a James.
—El golpe en su cabeza necesitó suturas. Tengo que despertarla cada hora para asegurarme de que está bien, así que me quedaré esta noche —declaró James, más para el beneficio de Ruby que de alguien más, Carlos ya sabía que él estaría ahí de todas formas.
Bostecé. Ya eran casi las nueve y sólo quería irme a la cama, había sido un largo día estresante.
—Me voy a la cama, chicos. Oh, y Ruby, es realmente un placer verte de nuevo. Lamento que no tuve oportunidad de conversar contigo apropiadamente más temprano —dije, sonriendo a modo de disculpa.
Ella se rió un poco entre dientes.
—Hablaremos mañana, cariño, no te preocupes. Si necesitas cualquier cosa en la noche entonces házmelo saber. Carlos dijo que podíamos dormir en la habitación de tu mamá, sólo para que sepas dónde estoy, ¿está bien? —preguntó amablemente.
¡Vaya, ella en realidad es agradable!
—Está bien. Buenas noches, chicos. Y tú, chico amoroso, ve a conseguir tus cosas si te vas a quedar aquí —ordené, sonriéndole a James.
Él se levantó rápidamente.
—Está bien. Volveré en un rato entonces. —Besó mi frente suavemente antes de dirigirse hacia la puerta principal para decirle a sus padres que iba “oficialmente” a quedarse aquí.
Fui a mi dormitorio y me miré en el espejo. Mi cabello era un desastre, tenía algo como un esparadrapo pegado detrás de la oreja sobre las suturas, me veía cansada pero no pude evitar sonreír. No me molesté en ponerme pijamas mientras me deslizaba en la cama; quería sentir la piel de James contra la mía. Él llegó aproximadamente después de quince minutos, viéndose tan apuesto que me hacía querer llorar. Me froté ligeramente el estómago con la mano bajo las sábanas.
Esperaba tener un pequeño niño ahí dentro, y él sería justo como su papi.
James se quitó la ropa hasta quedar en calzoncillos y se metió en la cama conmigo.
Jadeó repentinamente y se echó hacia atrás para mirarme.
— ¿Estás desnuda? —preguntó, un poco sorprendido.
Sonreí.
—Sip. Pensé que deberías aprovecharme al máximo antes de que me ponga toda gorda y fea —me burlé.
Él sonrió y rodó encima de mí, suspendido, apenas tocándome.
—Ángel, nunca serás fea —susurró, mirándome con adoración—. Y cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar —agregó, deslizando su mano hacia abajo por mi estómago. Sonreí cuando halé su boca hacia la mía.
Tener a Logan, a Ruby y a Seba quedándose con nosotros fue realmente impresionante. Ruby hizo panqueques la mañana del sábado, y pasé el día conversando con ella y jugando con mi hermoso hermano pequeño. Ella estaba planeando quedarse en la ciudad porque Logan no quería cambiar de escuela de nuevo.
Joss vino en la tarde, y Logie finalmente le pidió que saliera sólo con él… lo que ella obviamente aceptó con entusiasmo. Ellos eran tan dulces, siendo todos tiernos y coquetos. Joss decía cosas que hacían sonrojar a Logan. Él era demasiado inocente… pero conociendo a mi amiga, él no sería así por mucho tiempo si ella se salía con la suya. James seguía lanzándome pequeñas sonrisas de complicidad y tocaba mi vientre en cada oportunidad.
El domingo, Ruby, Logan, Joss y Seba fueron a pasar el día en el zoológico.
Querían salir y hacer algo que sacara de la mente de Ruby el hecho de que se esperaba que hoy mi padre estuviera en casa de regreso de su viaje de negocios. Él llegaría a casa para encontrar la nota que ella le dejó, y que todas las cosas de ellos habían desaparecido de su casa. Ella se había librado de sus números telefónicos y había comprado nuevas tarjetas SIM para sus teléfonos celulares de modo que él no tuviera forma de contactarlos o saber dónde estaban. Pero sentarse por ahí, preocupándose por eso, no estaba ayudando a nadie, así que quisieron hacer algo que los mantuviera ocupados.
Yo estaba sentada en el sofá, leyendo, con las piernas en el regazo de James mientras él jugaba al PlayStation con Carlos, cuando el teléfono sonó. Me moví para agarrarlo pero mi hermano lo hizo primero. Cuando respondió todo su cuerpo se tensó.
— ¿Qué diablos quieres? —gruñó, saltando fuera del sofá. Me senté tan rápido que eso casi hizo girar mi cabeza—. ¿Estás borracho? —Casi le gritó al teléfono. Lo observé, sintiéndome enferma, sabiendo que mi padre estaba en el teléfono—. Sí, ¿y qué? ¿Qué vas a hacer al respecto, anciano? —espetó Carlos, volviéndose rojo de la rabia—. No queremos verte, así que vete a la mierda. No. Ella no quiere verte. Te lo juro, si te acercas por aquí de nuevo te mataré —gruñó él, dándome la espalda—. En realidad, ¿sabes qué? A la mierda, ven, ven justo ahora. Estamos en la casa, así que ven y hablemos de eso —sugirió. ¿Qué demonios está haciendo?
— ¿Carlos? —chillé, asustada.
—Seguro. Recuerdas dónde está la casa, ¿cierto? Absolutamente. Te veo en un rato —dijo mi hermano, colgando y lanzando el teléfono al otro lado de la sala.
Afortunadamente éste aterrizó con un ruido sordo en el otro sofá y no se rompió. ¿Acababa de decirle que viniera?
—Carlos, él no va a… —Mi voz se desvaneció, y no fui capaz de terminar la oración.
Carlos volteó para mirarme, con el rostro severo.
—Sí. Ve al lado —ordenó.
Miré a James en busca de ayuda. Él lo estaba mirando; tenía la misma expresión severa en su rostro.
— ¡James, dile que esto es estúpido! —susurré, con lágrimas cayendo por mi rostro.
James no me miró; Carlos y él estaban trabados en alguna clase de intercambio silencioso con sus ojos. Salté fuera del sofá y agarré el teléfono planeando devolverle la llamada para cancelarlo. No podía dejarlo venir aquí, no con estos dos viéndose así.
Caros me arrancó el teléfono de las manos.
—No va a dejar de acosarte, (ta). Él quería verte. También está realmente furioso de que Ruby lo dejara. Sabe que los ayudé; un vecino vio mi auto en la entrada. Está seriamente molesto conmigo, así que sólo necesito decirle que se vaya a la mierda —dijo, jalándome a un abrazo.
Sacudí la cabeza, eso no era lo que él estaba planeando en absoluto, ellos no iban a decirle nada, Carlos y James iban a golpearlo hasta la inconsciencia y mostrarle cómo irse a la mierda.
—Por favor no lo hagas, te meterás en problemas. ¿Por favor? —susurré. Mis entrañas estaban retorciéndose por el pavor.
—No si él comienza algo primero —respondió Carlos, resistiendo una sonrisa.
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
OMG, Amber está embarazada sfdsklfsalskdfaoskdflasxccxmvnxiuvnxjkvzzvczxasdfgapstdslfvxcnñvzxcpnzzzsdfjkxbvxzjjnfsegzlsdpafdsñgaadngoiadsnasdjfkbaweee584anksjdfnae9r0kposdfansddansdghañdpertuasdffxzvvvvmnxxiunegiaosdhfaieet9948taakdjnga9sd8gajse.
¡VA A TENER UN MINI MASLOW! :').
Estaba consciente de un pitido molesto; mi cabeza estaba palpitando y pulsando en un lado. Apreté los ojos cerrados intentando alejar el dolor.
— ¿Ángel? —dijo James cerca de mi cabeza. Gemí y volví la cabeza hacia su voz. Me sentía muy mal, como si estuviera en una especie de burbuja. Por fin abrí mis ojos para verlo inclinado por encima de mí, viéndose magnífico como siempre, excepto que ahora parecía estresado. Tenía el ceño fruncido, la mandíbula apretada.
—Hola —dije con voz ronca, tratando de sonreír y de ignorar el dolor en mi cabeza.
—Gracias a Dios. Me asustaste. —Inclinó la cabeza y me besó suavemente la frente, pareciendo respirar un suspiro de alivio.
—Está bien. Si tan sólo pudiera entrar y echar un vistazo —dijo una voz femenina con severidad. Miré a mí alrededor y no tenía idea de dónde estaba. Yacía sobre una cama pequeña, todo junto. Era una pequeña habitación de algún tipo, con estantes y armarios a lo largo de las paredes, excepto que se movían, y podía sentir las vibraciones de la carretera.
James se movió a un lado y una señora con mono verde se inclinó sobre mí.
—Hola, (tn). ¿Cómo te estás sintiendo? —preguntó, haciendo brillar una luz en mis ojos.
Empujé su mano fuera de mí, en busca de James.
— ¿Dónde estoy? —pregunté, un poco presa del pánico. ¿Cómo diablos llegué aquí? Estaba en la cocina, entonces me sentí un poco mal…
—Estás en una ambulancia, cariño. Te desmayaste y te golpeaste la cabeza bastante fuerte contra el mostrador de la cocina —explicó, tomando mis manos y colocándolas sobre mi pecho—. Sólo necesito comprobarte. Has estado inconsciente durante unos veinte minutos. —Encendió la luz hacia mis ojos de nuevo, asintiendo con la cabeza, pareciendo satisfecha—. ¿Te duele la cabeza? —preguntó, tocando ligeramente detrás de mí oreja. El dolor atravesó mi cabeza y silbé a través de mis dientes—. Creo que vas a necesitar un par de puntos aquí —dijo ella, asintiendo hacia el lado de mi cabeza.
Tendí una mano hacia James. Inmediatamente la tomó y besó mis dedos, sus ojos no dejaban mi cara. Se veía muy estresado. Después de otro par de minutos nos detuvimos en el hospital y comenzaron a rodarme en mi pequeña cama.
—Puedo caminar —protesté, sintiéndome estúpida por ser llevada dentro del hospital en una cama.
—Lo siento, cariño, es una práctica habitual. Arribaste con luces, debes ir en una cama —respondió, guiñándome un ojo. Sonreí débilmente y James se echó a reír, pero no era su risa habitual, era apretada y sin sentido del humor.
Rodamos dentro de un pequeño cubículo y nos dejaron por nuestra cuenta.
— ¿Qué paso, Ángel? —preguntó James, inclinándose sobre mí y rozando su mano suavemente por un lado de mi cara.
Me encogí de hombros y luego hice una mueca cuando el movimiento hizo que mi cabeza doliera otra vez.
—No lo sé. Me sentía un poco mareada, entonces me desperté contigo en la ambulancia —le expliqué. Eso era todo lo que podía recordar.
—Asustaste la mierda fuera de mí. No vuelvas a hacerme eso otra vez. Promételo —indicó, haciéndome reír por cuán serio estaba. ¿Quería que le prometiera que nunca me pasaría de nuevo?
—James, no puedo prometer algo de lo que no tengo control —bromeé, sin dejar de reír. Suspiró y se inclinó hacia delante, besándome ligeramente, prendiendo fuego en mi cuerpo. Se retiró cuando la cortina se abrió y entró un médico.
—Oops, lo siento. ¿Debo volver más tarde? —preguntó el doctor, sonriendo. Me reí, avergonzada de haber sido sorprendida haciéndolo en un hospital.
—Sí, ¿podría darnos cinco minutos? —bromeó James, haciendo reír al hombre.
Tomó mi mano con fuerza mientras el doctor miraba mis ojos y comprobaba mi cabeza, garabateando en su libreta.
—Entonces, te desmayaste, (tn), ¿te has estado sintiendo bien hoy? ¿Has tomado algo que no deberías? —preguntó, mirándome con un poco de suspicacia.
— ¿Cómo drogas o algo así? —cuestioné, sorprendida. ¿Parezco una maldita adicta a las drogas? Asintió con la cabeza, mirándome expectante—. No, no he tomado nada. Me estado sintiendo un poco apagada hoy, un poco mareada —admití.
Escribió de nuevo.
— ¿Has comido?
Pensé en ello, ¿había comido? Tenía algunas tostadas para el desayuno, pero no comí el almuerzo, porque me sentía mal.
—Um, no realmente. Me sentía mal durante el almuerzo.
—Hmm, probablemente ese es tu problema allí. ¿Estás bajo cualquier tipo de estrés o cualquier cosa en este momento? ¿Haciendo exámenes, ese tipo de cosas? — preguntó, escribiendo de nuevo.
Estrés. Guao, eso es un eufemismo. Mi padre abusivo se mudó de nuevo a la ciudad, trayendo con él una nueva familia. Hace una semana que lo vi de nuevo por primera vez desde que trató de forzarse sobre mí. Me enteré hace un momento de que ha estado abusando de su nueva familia y ellos se van a mudar con nosotros por un tiempo. En realidad, ¿cuánto tiempo estarán con nosotros?
¿Alguien mencionó eso? Tendría que tener a Logan con Carlos, y Ruby y Seba pueden compartir la habitación de mi madre, entonces cuando mamá venga a casa yo podría…
— ¿(tn)? —dijo el médico, sacándome de mi pequeño mundo.
—Oh, claro. Um, sí, mi vida ha estado estresante últimamente —declaré, mordiéndome el labio de lo mucho que un eufemismo en realidad era real.
—Bueno, el estrés puede hacer cosas divertidos por ti. Realmente necesitas comer adecuadamente. Voy a sacar algunas muestras de sangre para asegurarme de que no hay nada más pasando. Conseguiré a alguien para que venga y haga los puntos en tu cabeza y te voy a tener un par de horas sólo para comprobar que todo está bien después de ese golpe —afirmó, sonriendo amablemente.
Fue al armario y sacó una aguja. Miré a James, con los ojos muy abiertos. Odiaba las agujas. Cuando el médico se acercó a mí, James inclinó la cabeza y me besó.
Cerré los ojos y fundí mis labios contra los suyos. ¡Por Dios, sabia tan condenadamente bien!
—Está bien, todo hecho. Iré a mandar esto, deberían estar de vuelta en una hora o algo así —anunció el doctor, lanzando la aguja a la basura y escribiendo en un pequeño frasco. Eché un vistazo a mi brazo para ver un pedacito de cinta adhesiva blanca sosteniendo una pelota de algodón en el interior de mi codo.
— ¿Lo hizo ya? —pregunté, sorprendida. ¡Wow, ni siquiera lo sentí!
El médico y James sonrieron.
—Sí, todo hecho. Ah, el poder de distracción —reflexionó el médico, sonriendo abiertamente. Sonreí a James, tendría que llevarlo en cada pinchazo que alguna vez tuviera a partir de ahora.
—Está bien, así que la enfermera estará haciendo puntos en tu cabeza en pocos minutos. Probablemente estarás aquí durante dos o tres horas —dijo, dirigiéndose a la cortina.
Asentí.
— ¿Puede quedarse mi novio conmigo? —le pregunté esperanzadoramente mientras me aferraba a la mano de James. No quería estar en este lugar estéril por mi cuenta.
—Claro, eso está bien. Sólo uno de los visitantes, sin embargo, porque podría haber una multitud preguntando por ti, por tu vuelta a casa —sugirió, riendo entre dientes mientras se iba y dejaba caer la cortina.
Multitud, ¿Qué es eso? Miré a James, él sonrió.
—Todos vinieron. Yo, literalmente, tuve que empujar a Carlos cuando dijeron que sólo una persona podía viajar contigo —dijo, viéndose un poco culpable de ello.
Me sonrió y le apreté la mano.
—Bueno, me alegra de despertar contigo en lugar de Carlos. Así que gracias.
Inclinó la cabeza y me besó ligeramente.
—También me alegro. —Suspiró—. Será mejor que vaya y les diga que estás muy bien, y que deben ir a casa —dijo, poniéndose de pie.
—Igual date prisa, ¿de acuerdo? —le pedí, dándole mi cara de mendicidad.
Sonrió.
—Voy a ser tan rápido como sea posible —prometió, besándome en la frente y saliendo rápidamente. Cerré los ojos y escuché el ruido en la sala y esperé a que regresara.
James estuvo de vuelta en cinco minutos con un sándwich pre-empacado y una bebida.
—Oye, no sé si tienes permitido uno de estos, todavía, por lo que tendrás que esperar hasta que la enfermera venga a coserte la cabeza. No me perdí eso, ¿verdad? —preguntó preocupado.
—No, no te lo perdiste. —Sonreí a cuán pensativo era todo el tiempo.
Se sentó en la sillita y me tomó de la mano. La enfermera entró unos minutos más tarde y cosió mi cabeza, al parecer necesitaba seis puntos de sutura. Hice que James me distrajera todo el tiempo, realmente era el mejor analgésico conocido por el hombre. Tal vez debería tratar de embotellarlo de alguna manera, y luego venderlo.
¡Sería rica!
Finalmente, después de una hora y media, el médico regresó.
—Hola, tengo los resultados de los análisis de sangre y parece que no fue la falta de alimentos lo que te hizo perder el conocimiento —dijo, mirándome con seriedad.
James se puso tenso a mi lado, apretando mi mano, inclinándose tan adelante en su silla que no me sorprendería que se cayera de un momento a otro.
—Ok, así que, ¿qué era? —le pregunté con curiosidad. No podía ser nada malo.
Sólo tenía dieciséis años, por amor de Dios, no fumaba, no bebía mucho, no tenía exceso de peso, hago ejercicio físico con regularidad. Quiero decir, no debería enfermar, ¿o sí?
—Estás embarazada —afirmó.
Me eché a reír. Maldita sea, eso fue divertido, casi me tuvo allí. Negué con la cabeza, sin dejar de reír.
—En serio, ¿qué es?
Miró de mí a James.
—Estás embarazada —repitió.
Dejé de reír inmediatamente. No podía estar embarazada. No, esto era un error.
—No puede ser, estoy tomando la píldora. La he tomado todos los días, no me perdí ni una sola. Las tomo exactamente a las ocho de la mañana —protesté, sacudiendo mi cabeza, tenía que ser otra cosa. Miré a James, que estaba mirando al doctor, con la boca abierta.
—Bueno, ¿cuándo fue tu último período? —preguntó el doctor.
Miré a James de nuevo.
—Hace dos semanas. Estoy tomando la píldora desde que tenía que dejarla por una semana, así que definitivamente hace dos semanas. Estoy por tener la siguiente consulta después de la próxima —le dije de manera positiva.
— ¿Y, tu período, cómo era? ¿Tan pesado como lo normal? —preguntó él médico, garabateando en su libreta de nuevo.
¿Tan pesado como lo normal? Pensé en ello. En realidad, era muy ligero, pero eso era porque estaba tomando la píldora, Joss dijo que hacía sus periodos más ligeros.
—Era ligero pero sin duda lo tuve, hace dos semanas. No puedo estar embarazada —le dije con severidad.
—A veces, puedes tener periodos ligeros a través del embarazo. Se llama manchado. ¿Cuánto tiempo has estado tomando la píldora? —preguntó con curiosidad.
—Seis semanas —le contesté, en voz baja.
Esto no podía ser cierto. Por favor, díganme que esto es una especie de inmenso error, o incluso uno de esos programas de cámara oculta y la gente saltará y gritará “caíste” en cualquier momento.
—Y cuando empezaste a tomarla, ¿la tomaste el primer día de tu periodo? — preguntó.
Negué con la cabeza.
—Fue un par de semanas después de mi periodo. ¿Qué diferencia hace eso? — cuestioné, empezando a ponerme nerviosa.
—Bien, bien, cuando empezaste a tomar la píldora necesitabas comenzar el primer día de tu periodo y luego se haría efectiva de inmediato. Si la tomas dentro de cinco días, será efectiva después de dos semanas, pero si comienzas cualquier otro día, entonces necesitas usar tu segundo paquete antes de que haga efecto — explicó en voz baja.
Así que eso significa que ni siquiera empezó a funcionar hasta hace dos semanas cuando comencé mi segundo paquete y ¡había estado teniendo relaciones sexuales sin protección todo el tiempo! James seguía mirándolo fijamente. No había dicho nada en absoluto, ni siquiera estaba segura de que estuviera respirando. Estaba sentado tan quieto que era como una estatua.
—Voy a traer una máquina portátil de ultrasonido y echaremos un vistazo, ¿sí? — sugirió el doctor, sonriendo amablemente mientras desaparecía por la cortina.
— ¿James? —susurré. Estaba sinceramente asustándome, nunca había visto a nadie estar tan quieto en mi vida, no era natural. Él no respondió. El doctor volvió y observé cómo esparcía un poco de gel en mi estómago y apretaba lo que parecía un pequeño micrófono en mi estómago, rodando a su alrededor.
Oh, mierda, por favor, que esto sea un error. Se detuvo, sosteniéndolo todavía, y asintió.
—Sí, definitivamente embarazada. Diría que tenemos uno de los grandes aquí, estás a punto de las cuatro, quizá cinco semanas. ¿Quieres ver? —ofreció, sosteniendo el pequeño micrófono hacia mí.
—No —me negué, empujándolo lejos rápidamente.
No quería ver, porque entonces no sería capaz de hacer lo que necesitaba hacer.
No podía tener un bebé, éramos demasiado jóvenes, arruinaría todo. Apenas habíamos empezado a salir; no era mucho. James se iría a la universidad pronto, no podíamos tener un bebé. No arruinaría los sueños de James, él siempre había querido jugar al hockey y no le quitaría eso. No podía mirar la terminal tampoco, no podía ver al bebé allí porque necesitaba estar fuerte.
— ¿No quieres ver? —preguntó el doctor, viéndose confundido.
Negué.
—No, quiero un aborto —dije con severidad.
James se movió. Oh, gracias a Dios, ¡por fin!
— ¿Un aborto? ¿Qué? ¿Por qué?! —exclamó, sorprendido.
Lo miré, me estaba mirando, horrorizado, como si acabara de sugerirle un sello o algo así.
—Debido a que hay que hacerlo —le dije, mirando a otro lado en vez de a su intensa mirara. Me volví hacia el doctor—. ¿Puedo hacerlo hoy? ¿Qué debo hacer? —le pregunté con nerviosismo.
—Bueno, hay dos maneras: un aborto médico, que es una píldora hoy y mañana, que básicamente traería un periodo. O una cirugía que tendrías que hacerte bajo anestesia general, y que, básicamente, eliminaría todo —explicó en un tono de negocios.
Me encogí. Odiaba cómo sonaba eso, pero tenía que hacer esto. No podía pensar en él como un bebé, un pequeño James, porque de lo contrario no sería capaz de deshacerme de él.
— ¿Puede darnos un minuto? —pidió James. El médico asintió y salió rápidamente—. Ángel, ¿Qué diablos estás haciendo? —preguntó James una vez que estábamos solos. Tomó mis manos, mi miró como si me hubiera vuelto loca o algo así.
— ¡James, no podemos tener un bebé! Tengo diecisiete años. Irás a la universidad. No podemos —expliqué, sacudiendo la cabeza.
Negó con la cabeza.
—Ángel, piensa esto, ¿por favor? Te amo, me amas. Quiero tener niños contigo algún día. Quiero decir, mierda, esto es mucho más pronto de lo que pensaba. — Sopló una bocanada, pasándose una mano por el pelo, nerviosamente.
—James, no podemos. Vas a ir a una universidad en Boston, por el amor de Dios; no puedo criar a un bebé por mi cuenta. ¡No seas ridículo! —grité, sacudiendo la cabeza. Él no estaba pensando correctamente.
Se subió a la cama, acostándose a mi lado.
—Ángel, escúchame, ¿está bien? —rogó. Asentí y lo miré, incapaz de ver qué podría decir para hacer esto correcto. No había nada que él pudiera sugerir, no había otra manera—. Te amo más que a nada en este mundo. Antes de que esto sucediera iba a rechazar mi beca e ir a una universidad aquí en cambio —comenzó. Abrí la boca para decirle que estaba siendo estúpido, pero me tapó la boca, mirándome suplicante—. Quería pedirte que vinieras conmigo a Boston. Pero no podía pedirte que te alejaras de tu casa, de Carlos y de tus amigos, así que decidí quedarme aquí contigo, en su lugar —dijo, encogiéndose de hombros.
Cristo, es tan adorable, dulce y considerado. Pero, ¿cómo demonios algo de esto relacionado con nosotros teniendo un bebé, significa que él probablemente no iría a la universidad de todos modos ya que tendría que abandonar y conseguir un trabajo? Yo tendría que abandonar la escuela sin siquiera graduarme.
Él sonrió mientras continuaba tratando de convencerme.
—Podemos hacer que esto funcione; sé que mi mamá nos ayudará. Iré a la universidad y conseguiré un empleo en las noches y los fines de semana para ganar algo de dinero. Tú podrías terminar la escuela por correspondencia, o podríamos tener una niñera para que pudieras ir a la escuela. O tal vez incluso mi mamá lo haría —sugirió, mirándome esperanzadamente—. Este de aquí es nuestro primer bebé, Ángel. Es un bebé que hicimos juntos. ¿Puedes pensar en ello, por favor? Será difícil por cierto tiempo, pero una vez que firme un contrato con un equipo, seré capaz de darte cualquier cosa que quieras. A ustedes dos —arrulló, frotando ligeramente su mano sobre mi estómago.
—James, no quiero arruinar tu futuro —susurré.
Él sonrió y me besó suavemente.
—Ángel, tú eres mi futuro —contrarrestó él, deslizando la mano bajo mi top, y ubicándola en mi estómago.
Miré su apuesto rostro; sus ojos miel estaban centelleando con amor mientras acariciaba mi estómago con la mano.
—No hice esto para atraparte —dije nerviosamente.
Él se echó a reír y puso los ojos en blanco.
—Me atrapaste cuando tenías cuatro años de edad. Estabas usando un vestido azul oscuro con un lazo en la espalda, y pequeñas medias blancas. La primera vez que te vi estuve atrapado. Esto, —Dibujó un pequeño patrón en mi estómago con un dedo—, esto es una bendición. Seguro, no estaba esperando esto hasta dentro de unos cinco o seis años, pero aun así… es una bendición —dijo, sonriendo. ¿Podíamos realmente hacerlo? ¿Él se quedaría aquí conmigo?
— ¿En realidad te quedarías aquí conmigo y renunciarías tu beca? —pregunté un poco conmocionada. Trabajó tan malditamente duro por esa beca, era una oportunidad tan increíble, ¿y renunciaría a eso por mí y un bebé?
Él sonrió.
—Ángel, si quieres deshacerte del bebé porque no lo quieres, entonces podría entender, pero no hagas esto por mí. Quiero quedarme aquí contigo. Si no estuvieses embarazada todavía estaría rechazando esa oferta —prometió, acercándose a mí en la cama, envolviendo sus brazos alrededor de mí.
Enterré mi rostro en su pecho y cerré los ojos; también quería tener hijos con él un día. Podía verme a mí misma sujetando a un pequeño bebé que tuviese los ojos y el cabello desordenado de James. Garantizado, cuando me lo imaginaba yo era mucho más mayor que ahora, pero todavía podía verlo, y me gustaba. Quizá podíamos hacer que esto funcionara. Al bebé no le faltaría amor, y una vez que las personas superaran la impresión de esto, entenderían. En mi mente no tenía dudas de que la mamá de James ayudaría también. Y Carlos, una vez que superara la ira inicial de todo, sería un tío genial.
James se alejó un poco de mí.
—Te juro que seré el mejor papá del mundo —prometió.
Sonreí; no dudé eso ni por un segundo. Besé sus labios, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, acercándolo. Lo amaba demasiado, más que nada. Sabía que podíamos hacerlo funcionar, una pequeña familia. Se alejó del beso y me miró con una expresión de esperanza en su rostro.
—Está bien —acepté.
Sonrió y me besó de nuevo, moviéndose de modo que tenía medio cuerpo sobre mí. Noté que no puso nada de su peso sobre mi estómago, estaba siendo súper tierno. Me besó hacia abajo por mi cuello, bajando más y más. Levantó mi top y besó todo mi estómago antes de levantarse para sonreírme.
—Te amo —susurró.
Lo halé más cerca de mí.
—También te amo, papi —me burlé, haciéndolo reír.
Envolvió sus brazos alrededor de mí, acostándose cerca de mi lado. Apoyé la cabeza en su pecho y escuché el latido de su corazón volando mientras deslizaba una mano bajando por mi cuerpo, apoyándola en mi barriguita, frotando la punta de mis dedos ligeramente sobre ella.
Besé el pecho de James. ¿Cómo demonios un chico tan adorable, apuesto, dulce, bondadoso, divertido, talentoso y responsable podía quererme? ¿Cómo podía amarme tanto como puedo ver que lo hace? No pude evitarlo, pero sonreí.
Yaciendo en los brazos de James, en realidad me sentía como la chica más afortunada del mundo. Voy a tener un bebé con el hombre que amo.
Después de un par de horas, me dieron de alta. Aparentemente, James iba a despertarme cada hora para asegurarse de que no tenía una contusión o algo.
Acordamos no decirle a nadie sobre el bebé todavía. Era tan pronto y nosotros apenas si estábamos acostumbrándonos a la idea… que no necesitábamos ninguna interferencia de nadie más.
— ¿Deberíamos llamar un taxi o algo? —pregunté mientras James me sacaba caminando del hospital, sosteniéndome apretadamente a su lado.
Él sonrió. Había estado haciendo eso un montón el último par de horas; en realidad creo que estaba verdaderamente emocionado acerca de ser papá, lo cual nunca antes había visto en un chico de dieciocho años.
—No. Carlos nos dejó su auto. Él fue a casa con Logan y me dio sus llaves —explicó, guiándome hacia el estacionamiento. Me ayudó a entrar al auto, incluso poniéndome el cinturón de seguridad por mí. Su mano permaneció encima de mi estómago a medida que se alejaba.
Mi cabeza latía con fuerza; los analgésicos que me dieron estaban comenzando a desaparecer. Apoyé la cabeza hacia atrás contra el respaldo y cerré los ojos.
Iba a ser difícil mentirle a Carlos. Yo odiaba mentir y en realidad era terrible en eso, pero necesitaba ser hecho por unas cuantas semanas. Simplemente necesitábamos dejar que todo el asunto del padre abusivo se calmara primero, eso nos daría la oportunidad de resolver todo en nuestras propias cabezas. Yo aún tenía el dinero de la apuesta, no había gastado nada de eso todavía así que eso ayudaría con todas las cosas que necesitábamos comprar para tener al bebé.
Cuando estacionamos en mi casa, ni siquiera había salido del auto antes de que Carlos me atacara con un abrazo.
— ¡Mierda, asustaste endemoniadamente a todo el mundo, (tn)! —reclamó. Sonreí y le devolví el abrazo.
—Lo siento, hermanito. No planeé exactamente desmayarme enfrente de todo el mundo y golpearme la cabeza, ¿o sí? —respondí sarcásticamente mientras ponía los ojos en blanco. ¿Por qué demonios está furioso conmigo por enfermarme?
Él suspiró y se apartó.
—Así que, ¿qué dijeron? ¿Por qué te desmayaste en primer lugar? —preguntó, luciendo preocupado. Oh, mierda, ¿qué digo?
—Estrés aparentemente. Eso, y que no había comido en todo el día —intervino James, viniendo a mi lado. Silenciosamente le agradecí a Dios que James fuese mejor mentiroso que yo.
Carlos me miró, claramente molesto de nuevo.
— ¿Por qué diablos no comiste en todo el día? —preguntó acusadoramente.
Sonreí y dejé que James me llevara a la casa.
—Simplemente vamos adentro y déjala sentarse, Carlos, luego puedes gritarle todo lo quieras —sugirió James, sacudiendo la cabeza con una ligera sonrisa.
Mi hermano nos siguió adentro y se sentó a mi lado en el sofá, Logan y Ruby vinieron y se sentaron también. Todo el mundo estaba mirándome preocupadamente.
—Dejen de preocuparse, chicos. Aparentemente era falta de comida. Azúcar baja o algo. Estoy bien ahora, honestamente —les aseguré, asintiendo, tratando de no lucir demasiado culpable. Sólo esperaba que Carlos no enloqueciera cuando se enterara, y que no le sacara a golpes a James o algo. Tal vez se lo diría por mi cuenta, calmándolo un poco antes de que viese a James.
—El golpe en su cabeza necesitó suturas. Tengo que despertarla cada hora para asegurarme de que está bien, así que me quedaré esta noche —declaró James, más para el beneficio de Ruby que de alguien más, Carlos ya sabía que él estaría ahí de todas formas.
Bostecé. Ya eran casi las nueve y sólo quería irme a la cama, había sido un largo día estresante.
—Me voy a la cama, chicos. Oh, y Ruby, es realmente un placer verte de nuevo. Lamento que no tuve oportunidad de conversar contigo apropiadamente más temprano —dije, sonriendo a modo de disculpa.
Ella se rió un poco entre dientes.
—Hablaremos mañana, cariño, no te preocupes. Si necesitas cualquier cosa en la noche entonces házmelo saber. Carlos dijo que podíamos dormir en la habitación de tu mamá, sólo para que sepas dónde estoy, ¿está bien? —preguntó amablemente.
¡Vaya, ella en realidad es agradable!
—Está bien. Buenas noches, chicos. Y tú, chico amoroso, ve a conseguir tus cosas si te vas a quedar aquí —ordené, sonriéndole a James.
Él se levantó rápidamente.
—Está bien. Volveré en un rato entonces. —Besó mi frente suavemente antes de dirigirse hacia la puerta principal para decirle a sus padres que iba “oficialmente” a quedarse aquí.
Fui a mi dormitorio y me miré en el espejo. Mi cabello era un desastre, tenía algo como un esparadrapo pegado detrás de la oreja sobre las suturas, me veía cansada pero no pude evitar sonreír. No me molesté en ponerme pijamas mientras me deslizaba en la cama; quería sentir la piel de James contra la mía. Él llegó aproximadamente después de quince minutos, viéndose tan apuesto que me hacía querer llorar. Me froté ligeramente el estómago con la mano bajo las sábanas.
Esperaba tener un pequeño niño ahí dentro, y él sería justo como su papi.
James se quitó la ropa hasta quedar en calzoncillos y se metió en la cama conmigo.
Jadeó repentinamente y se echó hacia atrás para mirarme.
— ¿Estás desnuda? —preguntó, un poco sorprendido.
Sonreí.
—Sip. Pensé que deberías aprovecharme al máximo antes de que me ponga toda gorda y fea —me burlé.
Él sonrió y rodó encima de mí, suspendido, apenas tocándome.
—Ángel, nunca serás fea —susurró, mirándome con adoración—. Y cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar —agregó, deslizando su mano hacia abajo por mi estómago. Sonreí cuando halé su boca hacia la mía.
Tener a Logan, a Ruby y a Seba quedándose con nosotros fue realmente impresionante. Ruby hizo panqueques la mañana del sábado, y pasé el día conversando con ella y jugando con mi hermoso hermano pequeño. Ella estaba planeando quedarse en la ciudad porque Logan no quería cambiar de escuela de nuevo.
Joss vino en la tarde, y Logie finalmente le pidió que saliera sólo con él… lo que ella obviamente aceptó con entusiasmo. Ellos eran tan dulces, siendo todos tiernos y coquetos. Joss decía cosas que hacían sonrojar a Logan. Él era demasiado inocente… pero conociendo a mi amiga, él no sería así por mucho tiempo si ella se salía con la suya. James seguía lanzándome pequeñas sonrisas de complicidad y tocaba mi vientre en cada oportunidad.
El domingo, Ruby, Logan, Joss y Seba fueron a pasar el día en el zoológico.
Querían salir y hacer algo que sacara de la mente de Ruby el hecho de que se esperaba que hoy mi padre estuviera en casa de regreso de su viaje de negocios. Él llegaría a casa para encontrar la nota que ella le dejó, y que todas las cosas de ellos habían desaparecido de su casa. Ella se había librado de sus números telefónicos y había comprado nuevas tarjetas SIM para sus teléfonos celulares de modo que él no tuviera forma de contactarlos o saber dónde estaban. Pero sentarse por ahí, preocupándose por eso, no estaba ayudando a nadie, así que quisieron hacer algo que los mantuviera ocupados.
Yo estaba sentada en el sofá, leyendo, con las piernas en el regazo de James mientras él jugaba al PlayStation con Carlos, cuando el teléfono sonó. Me moví para agarrarlo pero mi hermano lo hizo primero. Cuando respondió todo su cuerpo se tensó.
— ¿Qué diablos quieres? —gruñó, saltando fuera del sofá. Me senté tan rápido que eso casi hizo girar mi cabeza—. ¿Estás borracho? —Casi le gritó al teléfono. Lo observé, sintiéndome enferma, sabiendo que mi padre estaba en el teléfono—. Sí, ¿y qué? ¿Qué vas a hacer al respecto, anciano? —espetó Carlos, volviéndose rojo de la rabia—. No queremos verte, así que vete a la mierda. No. Ella no quiere verte. Te lo juro, si te acercas por aquí de nuevo te mataré —gruñó él, dándome la espalda—. En realidad, ¿sabes qué? A la mierda, ven, ven justo ahora. Estamos en la casa, así que ven y hablemos de eso —sugirió. ¿Qué demonios está haciendo?
— ¿Carlos? —chillé, asustada.
—Seguro. Recuerdas dónde está la casa, ¿cierto? Absolutamente. Te veo en un rato —dijo mi hermano, colgando y lanzando el teléfono al otro lado de la sala.
Afortunadamente éste aterrizó con un ruido sordo en el otro sofá y no se rompió. ¿Acababa de decirle que viniera?
—Carlos, él no va a… —Mi voz se desvaneció, y no fui capaz de terminar la oración.
Carlos volteó para mirarme, con el rostro severo.
—Sí. Ve al lado —ordenó.
Miré a James en busca de ayuda. Él lo estaba mirando; tenía la misma expresión severa en su rostro.
— ¡James, dile que esto es estúpido! —susurré, con lágrimas cayendo por mi rostro.
James no me miró; Carlos y él estaban trabados en alguna clase de intercambio silencioso con sus ojos. Salté fuera del sofá y agarré el teléfono planeando devolverle la llamada para cancelarlo. No podía dejarlo venir aquí, no con estos dos viéndose así.
Caros me arrancó el teléfono de las manos.
—No va a dejar de acosarte, (ta). Él quería verte. También está realmente furioso de que Ruby lo dejara. Sabe que los ayudé; un vecino vio mi auto en la entrada. Está seriamente molesto conmigo, así que sólo necesito decirle que se vaya a la mierda —dijo, jalándome a un abrazo.
Sacudí la cabeza, eso no era lo que él estaba planeando en absoluto, ellos no iban a decirle nada, Carlos y James iban a golpearlo hasta la inconsciencia y mostrarle cómo irse a la mierda.
—Por favor no lo hagas, te meterás en problemas. ¿Por favor? —susurré. Mis entrañas estaban retorciéndose por el pavor.
—No si él comienza algo primero —respondió Carlos, resistiendo una sonrisa.
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
OMG, Amber está embarazada sfdsklfsalskdfaoskdflasxccxmvnxiuvnxjkvzzvczxasdfgapstdslfvxcnñvzxcpnzzzsdfjkxbvxzjjnfsegzlsdpafdsñgaadngoiadsnasdjfkbaweee584anksjdfnae9r0kposdfansddansdghañdpertuasdffxzvvvvmnxxiunegiaosdhfaieet9948taakdjnga9sd8gajse.
¡VA A TENER UN MINI MASLOW! :').
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
:quee: :quee: :quee:
Embarazada?' el papá maltrata a su otra familia?' ya va a terinar la nove?'
Quieres que muera?!
Demasiadas noticias en un dia:stupid:
Me encantaron los capis, pero enserio si no quieres que muera de un ataque no tantas impresiones a la vez xD
Siguela pronto
BESOS
Embarazada?' el papá maltrata a su otra familia?' ya va a terinar la nove?'
Quieres que muera?!
Demasiadas noticias en un dia:stupid:
Me encantaron los capis, pero enserio si no quieres que muera de un ataque no tantas impresiones a la vez xD
Siguela pronto
BESOS
clau sanchez
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
me has dejado de piedra... :gasp:
he muerto... :imdead:
tanta informacion en tantos capitulos en un solo dia...
haber si me he enterado... :
la rayis se ha quedado embarazada de James
Logan y Joss salen juntos
la rayis va a casa de Logan y ve a su padre, el cual intenta algo otra vez con ella
Carlos esta un pelin enamorado de Joss
el padre de la rayis trata igual a Logan y su familia
la rayis gana la apuesta (no nos dejemos eso)
la familia de Logan se muda temporalmente a casa e la rayis
James y Carlos se van a pegar con el padre de la rayis...
esta todo??? :niña:
ahora si: coooooomoooooooo?!?!?!?!?!?!? como ha podido pasar todo esto en tan poco tiempo?!?!?!?!?!?!?!?! :wut: :muere: :OWO:
okno, ya estoy bien, siguela cuando puedas, intentare que no me de un HA (heart attack) cuando lea el proximo cap
besos <3
he muerto... :imdead:
tanta informacion en tantos capitulos en un solo dia...
haber si me he enterado... :
la rayis se ha quedado embarazada de James
Logan y Joss salen juntos
la rayis va a casa de Logan y ve a su padre, el cual intenta algo otra vez con ella
Carlos esta un pelin enamorado de Joss
el padre de la rayis trata igual a Logan y su familia
la rayis gana la apuesta (no nos dejemos eso)
la familia de Logan se muda temporalmente a casa e la rayis
James y Carlos se van a pegar con el padre de la rayis...
esta todo??? :niña:
ahora si: coooooomoooooooo?!?!?!?!?!?!? como ha podido pasar todo esto en tan poco tiempo?!?!?!?!?!?!?!?! :wut: :muere: :OWO:
okno, ya estoy bien, siguela cuando puedas, intentare que no me de un HA (heart attack) cuando lea el proximo cap
besos <3
laura_33426
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
JAJAJAJA HOLA SI TODO LO QUE HAS DICHO SERIA UN RESUMEN DE TODO ESO XDlaura_33426 escribió:me has dejado de piedra... :gasp:
he muerto... :imdead:
tanta informacion en tantos capitulos en un solo dia...
haber si me he enterado... :
la rayis se ha quedado embarazada de James
Logan y Joss salen juntos
la rayis va a casa de Logan y ve a su padre, el cual intenta algo otra vez con ella
Carlos esta un pelin enamorado de Joss
el padre de la rayis trata igual a Logan y su familia
la rayis gana la apuesta (no nos dejemos eso)
la familia de Logan se muda temporalmente a casa e la rayis
James y Carlos se van a pegar con el padre de la rayis...
esta todo??? :niña:
ahora si: coooooomoooooooo?!?!?!?!?!?!? como ha podido pasar todo esto en tan poco tiempo?!?!?!?!?!?!?!?! :wut: :muere: :OWO:
okno, ya estoy bien, siguela cuando puedas, intentare que no me de un HA (heart attack) cuando lea el proximo cap
besos <3
AHORA SUBO CAPI BESOS
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
CAPITULO 35.
James
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Carlos bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si, literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Carlos fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica y mi bebé como fuera de aquí, ahora.
—Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré, agarrando su mano y tirando de ella lejos de Carlos.
Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
— ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan estúpido! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
—Ángel, tiene que salir, ahora —ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese hombre, de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Carlos bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me encantaba eso de ella —pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola en estilo nupcial.
— ¡James, no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verla llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
—Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquilo a Carlos, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
—Por favor, no te metas en problemas, James, por favor —suplicó, abrazándome con más fuerza.
—No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación.
Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
—Sólo ve entonces —espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
—Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguro —expliqué mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de ella, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de ella que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
— ¿James? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa—. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto. Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia mi amigo. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
—Carlos, tienes que escucharme —dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
—Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de Carlos cuando se levantó del sofá.
—Tranquilízate de una maldita vez, Carlos. ¿Entiendes? —ordené. Él asintió y me dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
—James Maslow, has crecido un poco, ¿eh? —afirmó, mientras me examinaba.
—¿ya dejaste de abusar sexualmente a las muchachas? —respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
— ¿Dónde diablos están Carlos y (tn)? —preguntó con enojo.
—Estoy aquí. Y (tn) está fuera —dijo Carlos con calma. Tal vez tranquilo, después de todo.
— ¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Amber también —gritó dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte. Carlos se echó a reír.
—Sí, está bien —dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
— ¿Dónde están? — prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
—Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermana una vez más, te voy a matar —gruñó Carlos—. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ruby no te quiere tampoco, nadie te quiere —le espetó.
Sonrió ligeramente mientras se acercó a él con los puños apretados.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y (tn) tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Logan lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Carlos agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Carlos justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo aparté.
— ¡Así no! Carlos, no así —le grité, tratando de detenerlo.
— ¡Déjame ir! Voy a matarlo maldita sea. James, ¡déjame ir! —gritó, tratando de deshacerse de mí.
— ¡Carlos, cálmate! —escuché decir a (tn).
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Todos nos volvimos para verla de pie en la puerta. Solté a Carlos rápidamente y fui hacia ella, pero ese idiota estaba entre ella y yo. Agarró su muñeca. Ella se estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —le gritó.
— ¡Déjala ir, ahora! —gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no la dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —gritó, tirando de ella bruscamente cerca de él. Ella se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, la abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna vez había sentido cuando veía a mi chica llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarla de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a darle patadas en su lugar.
De repente, Carlos me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
— ¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí Carlos! —le grité, tratando desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
—(tn) está herida, James —dijo Carlos, empujándome contra la pared otra vez, su brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
— ¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! —grité, todavía luchando en contra de su abrazo.
— ¡JAMES, (TN) ESTÁ HERIDA! —gritó esta vez.
Espera, ¿qué dijo? ¿(tn)? Oh, Dios mío.
— ¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? —pregunté con desesperación. No la vi salir lastimada, él la abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarla, yaciendo de costado, hecha un ovillo, con los ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor.
Me sentí mal mientras corría a su lado, inclinándome sobre ella con rapidez.
— ¿Ángel? —susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él
la había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
—Me duele, James. Por favor, me duele mucho —exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizada, se veía tan asustada que sentí como si mi corazón dejara de latir al verla.
— ¿Qué te duele, Ángel? —pregunté, tratando de aliviarla mientras me inclinaba y besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así, entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.
—Mi estómago —dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo, llorando histéricamente.
¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos. ----------------------- este el cap de hoy besos bye
James
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Carlos bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si, literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Carlos fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica y mi bebé como fuera de aquí, ahora.
—Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré, agarrando su mano y tirando de ella lejos de Carlos.
Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
— ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan estúpido! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
—Ángel, tiene que salir, ahora —ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese hombre, de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Carlos bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me encantaba eso de ella —pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola en estilo nupcial.
— ¡James, no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verla llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
—Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquilo a Carlos, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
—Por favor, no te metas en problemas, James, por favor —suplicó, abrazándome con más fuerza.
—No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación.
Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
—Sólo ve entonces —espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
—Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguro —expliqué mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de ella, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de ella que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
— ¿James? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa—. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto. Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia mi amigo. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
—Carlos, tienes que escucharme —dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
—Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de Carlos cuando se levantó del sofá.
—Tranquilízate de una maldita vez, Carlos. ¿Entiendes? —ordené. Él asintió y me dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
—James Maslow, has crecido un poco, ¿eh? —afirmó, mientras me examinaba.
—¿ya dejaste de abusar sexualmente a las muchachas? —respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
— ¿Dónde diablos están Carlos y (tn)? —preguntó con enojo.
—Estoy aquí. Y (tn) está fuera —dijo Carlos con calma. Tal vez tranquilo, después de todo.
— ¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Amber también —gritó dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte. Carlos se echó a reír.
—Sí, está bien —dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
— ¿Dónde están? — prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
—Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermana una vez más, te voy a matar —gruñó Carlos—. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ruby no te quiere tampoco, nadie te quiere —le espetó.
Sonrió ligeramente mientras se acercó a él con los puños apretados.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y (tn) tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Logan lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Carlos agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Carlos justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo aparté.
— ¡Así no! Carlos, no así —le grité, tratando de detenerlo.
— ¡Déjame ir! Voy a matarlo maldita sea. James, ¡déjame ir! —gritó, tratando de deshacerse de mí.
— ¡Carlos, cálmate! —escuché decir a (tn).
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Todos nos volvimos para verla de pie en la puerta. Solté a Carlos rápidamente y fui hacia ella, pero ese idiota estaba entre ella y yo. Agarró su muñeca. Ella se estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —le gritó.
— ¡Déjala ir, ahora! —gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no la dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —gritó, tirando de ella bruscamente cerca de él. Ella se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, la abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna vez había sentido cuando veía a mi chica llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarla de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a darle patadas en su lugar.
De repente, Carlos me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
— ¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí Carlos! —le grité, tratando desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
—(tn) está herida, James —dijo Carlos, empujándome contra la pared otra vez, su brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
— ¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! —grité, todavía luchando en contra de su abrazo.
— ¡JAMES, (TN) ESTÁ HERIDA! —gritó esta vez.
Espera, ¿qué dijo? ¿(tn)? Oh, Dios mío.
— ¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? —pregunté con desesperación. No la vi salir lastimada, él la abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarla, yaciendo de costado, hecha un ovillo, con los ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor.
Me sentí mal mientras corría a su lado, inclinándome sobre ella con rapidez.
— ¿Ángel? —susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él
la había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
—Me duele, James. Por favor, me duele mucho —exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizada, se veía tan asustada que sentí como si mi corazón dejara de latir al verla.
— ¿Qué te duele, Ángel? —pregunté, tratando de aliviarla mientras me inclinaba y besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así, entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.
—Mi estómago —dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo, llorando histéricamente.
¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos. ----------------------- este el cap de hoy besos bye
Última edición por valeerusher el Mar 10 Sep 2013, 7:13 pm, editado 1 vez
valeerusher
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
no, por que la dejas asi?'
D: morire :imdead:
Siguela pronto, necesito saber que va a pasar con el bebe
BESOS
D: morire :imdead:
Siguela pronto, necesito saber que va a pasar con el bebe
BESOS
clau sanchez
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
Hola!!!
Como te odio!:wut:
Como te atreves a dejar el cap asi osea What?!?!
Tn esta embarazada?! que paso no puede ser no te conectas por unos cuantos dias y BAM!
te encuentras con esto! es tan woow! y tan Zap y tan tan tan wooow
Te amo tanto!!!!
Siguela o le dire a Elmo que vaya por ti
Muahahahahahah!!!!!!!:jajajaj:
:bye:
Chao chao!
limbo.
Re: El chico que se metia por mi ventana (james maslow y tn pena)
HOLAS la dejo asi por que quiero dejarla asi >:C !jejejejejej espero que no mueras por que aun sigo esperando la tercera temporada de la apuesta que cambio mi vida sigo esperandolaaaa cada dia me tomo el tiempo de ver si hay un comentario o publicas los capisclau sanchez escribió:no, por que la dejas asi?'
D: morire :imdead:
Siguela pronto, necesito saber que va a pasar con el bebe
BESOS
TUU TIENES QUE SEGUIRLA SI O SI ! :OWO: :muere: :wut: :misery: :fuckya: :c! porfa podras seguirla ....... lo sigo esperando :niña: y esperando ♫ y esperando ♫ y esperando ♫ y esperando ♫ :misery: :lloro: tienes que seguirla :C ! buano estamos en esta noivela asi que ahorita la sigo besos y mas te vale que pongas el cap e.e o SI NO IRE A TY CASA Y ARE QUE LO ESCRIBAS ANTES DE QUE TE MATES! okno :I
CAMBIANDO DE TEMA AHORA LA SIGO :D
valeerusher
Página 9 de 11. • 1, 2, 3 ... 8, 9, 10, 11
Temas similares
» El Bosque De Los Corazones Dormidos (James Maslow, Carlos Pena & Tu)
» My dangerous Bad Girl(1º Temporada)...Kendall Schmidt,James Maslow,Logan Henderson y Victoria Pena(tu)...
» EL CHICO QUE SE ESCABULLE EN LA VENTANA DE MI HABITACIÓN (Harry Styles y Tu)
» El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación||Niall Horan||
» El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
» My dangerous Bad Girl(1º Temporada)...Kendall Schmidt,James Maslow,Logan Henderson y Victoria Pena(tu)...
» EL CHICO QUE SE ESCABULLE EN LA VENTANA DE MI HABITACIÓN (Harry Styles y Tu)
» El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación||Niall Horan||
» El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación (Justin Bieber y Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 9 de 11.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.