Mi Novio Es Un Zombie |Fichas & Muro Interactivo|

Aquí la historia: pero ten en cuenta que tu padre es Lucifer y cada una de las hermanos nacio de una mujer diferente.

Él; un chico marginado desde pequeño por ser más tranquilo y tímido que los demás. Con un escazo número de amigos y un sin fin de libros por leer. Ése era él. Y no le importaba lo que los demás pensaran acerca de su vida. ¡Quería ser así y punto! No le agradaba la idea de convertirse en uno más del montón; en otro chico patán que jugara con las mujeres como si fuese un objeto. Esa característica lo hacia ser un hombre que valía la pena.
Al pasar los años, Liam, comenzó a sentirse solo... realmente solo. Muchas chicas pasaron por sus manos pero, para ser sinceros, las veía huecas y, resumiendo, descerebradas. Lo cuál era irónico reconociendo la posición del mundo en ese entonces; comenzaban a rondar rumores acerca de "zombies", muertos vivientes que comían carne humana para subsistir, principalmente cerebros. ¡Dios, lo estúpido que pensó que era la noticia cuándo la escuchó! ¿Quién en su sano juicio creería eso? Ningún libro de los que había leído contaba acerca de esa extrema posibilidad. 
Sin embargo, ya era tarde para cuándo el decidió conocer más a fondo éste tema; la ciudad estaba infestada de ellos. Liam, ni nadie de su familia, podía salir a la calle. ¿Qué y si te contagiaba alguno? En algunos casos morían, porque no dejaban nada de carne, en la mayoría se convertían en otro zombie más. 
En un descuido exhorbitante, Liam, salió a buscar algo de evidencias y, quizás a sí, ver la forma de combatirlos. ¿Quién podría haber planeado que se transformaría en uno de ellos? Sí, ahora era así; otro ser sin sentimientos, o por lo menos, como los catalogaba él. No podía especular algo más que un "Hmm", o a penas simples gemidos que no decían nada respecto a lo que Liam sentía. No recordaba mucho. Y no tenía posibilidades de curarse; en un escazo pensamiento añoraba con alma y corazón volver a ser un humano pero todo estaba hecho... Su vida no tenía sentido. ¡Nada tenía sentido! Pero hasta el más frío, crudo e inmortal corazón -literalmente- puede suavizarce cuándo lo que necesitas llega en las condiciones que menos lo esperas. Sí; era ella...