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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
ok la seguire yclaro que me pasareelijade escribió:me encanto y no puedo creer lo que estuvo apunto de hacerse síguela pronto y pasate por mi nove La vida de una chica mala ( btr y tu ) siento no poner link
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 8:
Abrí los ojos y me encontré recostada en mi cama. Volteé a ver mi habitación y estaba completamente sola. Me senté y me agarré la cabeza con ambas manos, me partía del dolor. Miré mi muñeca envuelta en una gasa y luego me levanté de la cama, casi me caigo al marearme. Me afirmé en los muebles para caminar hasta el baño.
Mi rostro estaba pálido y bajo mis ojos unas pequeñas bolsas gri
ses me dieron la pauta para saber que estaba enferma.
Me puse lo primero que encontré en mi armario y me cepillé el cabello y los dientes. No tenía ganas de estar levantada pero tenía hambre.
Comencé a bajar las escaleras con lentitud, estaba mareada y un mal paso me podría haber llevado al suelo.
-¿Qué haces de pie?-preguntó James cuando me vio.- Sube ya y recuestate en la cama.-me exigió. Solo negué con la cabeza y seguí a mi paso.- _______-dijo casi en una orden.
-No quiero.-mi voz sonaba débil.- Tengo hambre.-terminé de bajar y camine hasta la mesa.
-Estas débil.-me informó tomando de su taza.- El medico dijo que debes permanecer en la cama por 48 horas.
-¿Qué medico?-moví la silla y me senté.
-El que te atendió ayer cuando te desmayaste.
-¿Ayer?-pregunté confusa.
-No te esfuerces en entender. Sube a tu habitación, ya pediré que te lleven el desayuno.
-Pero no quiero estar ahí tirada como un estropajo. Quiero desayunar aquí abajo.-no pude levantar mi tono de voz, ni siquiera sonaba en tono de reproche.
-Bien, desayuna aquí, pero luego subes. Y no quiero que me cuestiones eso.-se levantó de la mesa.- Yo voy al trabajo, si necesitas algo están las chicas.
Desayune más lenta de lo normal. Me sentí terrible así que me dormí unas horas más.
Desperté temprano y ya no sentí esa sensación de mareo que había sentido los días anteriores. Había pasado tres días en reposo absoluto.
Entré al baño y me puse frente al espejo.
Mi cara estaba pálida pero las bolsas bajo mis ojos habían desaparecido, estaba mejor.
Me adentré en la ducha y luego de cinco minutos salí con una toalla que rodeaba mi cuerpo. Cepillé mi cabello húmedo y maquillé mi rostro. Me vestí abrigada, hacía mucho frío, ayer entramos en invierno.
Baje a desayunar y me encontré con James abriendo unas cartas.
-Buen día.-dije sin darle mucha importancia a su presencia.
-Buen día.- ni siquiera me dirigió la mirada. Estaba concentrado leyendo.- Mierda.-murmuró.
-¿Algún problema?-pregunté prendiendo el televisor.
-Nada que pueda afectarte a ti.-dijo de mala gana. Aun que yo estaba enferma y James cuidaba de mi, nuestra relación no mejoró ni un poquito.
-Ah, entonces supongo que esta todo bien.-dije irónica. Levantó su mirada hacía mi.
-Desayuna rápido, tenemos que hablar.-dicho esto subió las escaleras hasta su habitación.
-¿Qué va a desayunar señorita?-preguntó Madeline como todas las mañanas.
-Ya sabes, lo que siempre desayuno.-respondí pensando en que iba a decirme James.
Desayune con la duda de la charla con James. Sábado en la mañana y ya nos habíamos tratado mal. Pienso que nunca, pero nunca, me llevaré bien con el, es que por más que trate, es imposible.
Al terminar con mi desayuno subí hasta mi habitación, tras cerrar la puerta, esta se volvió a abrir.
-¿Qué haces?-pregunté observándolo.
-Te dije que tenemos que hablar.
-Bien, dime.-ni lo miré. Solo caminé hasta sentarme en mi cama. Me siguió y se sentó a mi lado.
-Nos vamos a México.
-¿Qué?-pregunté levantando una ceja.-¿Por qué?
-Porque tengo que viajar y tu te vienes conmigo.
-No, ni lo sueñes Maslow .- dije abriendo los ojos bien grandes.- Ni loca me voy contigo hasta México.
-Vendrás quieras o no.-me informó.- No te dejare aquí.
-¿Por qué no? No tiene sentido que vayamos de viaje juntos si nos llevamos mal. No van a cambiar las cosas, obligándome a acompañarte me haces odiarte aun mas. Entiende puedo estar sola sin tenerte cerca.
-No creo. Te recuerdo que días atrás te cortaste y casi te desangras.
-¡Que exageración!-dije riendo sarcástica. Me observó con firmeza.- Yo me quedo aquí, tu te vas a México.
-Tu te vienes conmigo a México.- se levantó de la cama.- Y no se discute más. ¿Qué crees? Que te dejaré aquí para que te mates con un pedazo de espejo. Ni lo sueñes _____.- salió de la habitación azotando la puerta.
Bien, me voy a México con mi hermoso futuro esposo. Es que mi vida es tan perfecta que quiero saltar de felicidad.- sarcasmo.- ¿Por qué tiene que molestar? Preferiría ser su esclava antes que ser su esposa. Es que es tan molesto, y posesivo.
No entiendo porque no se va solo y me deja unos días en paz. Aun que… un momento. ¡Stop!
“¿Qué crees? Que te dejaré aquí para que te mates con un pedazo de espejo. Ni lo sueñes _____.” ¿Se preocupa por mi? ¿WTF? Bien, entonces no me lleva a pasar unas vacaciones, me lleva porque si no me mato aquí en el baño. De todas maneras es un imbécil.
¿Qué hice esa tarde?
-Facebook.
-Facebook.
-Facebook.
-Twitter.
-Facebook.
Aburrido ¬¬
Baje por algo de comida y me encontré con el encanto de James tirado en el sillón mientras hablaba por teléfono.
-No Christian.-dijo entre risas. No sabía que los ogros reían.- Ya sabía… Para ese entonces estaré en México… No puedes venir…-me quedé tras el sillón escuchándolo.- Con _______... Algún día… si… me he cansado de decirte que es hermosa.
¿Hablaba de mi? Si, claro que hablaba de mi, antes había dicho mi nombre. Mis mejillas se ruborizaron y antes de que el me pudiera ver salí de ahí y caminé hasta la cocina.
Abrí los ojos y me encontré recostada en mi cama. Volteé a ver mi habitación y estaba completamente sola. Me senté y me agarré la cabeza con ambas manos, me partía del dolor. Miré mi muñeca envuelta en una gasa y luego me levanté de la cama, casi me caigo al marearme. Me afirmé en los muebles para caminar hasta el baño.
Mi rostro estaba pálido y bajo mis ojos unas pequeñas bolsas gri
ses me dieron la pauta para saber que estaba enferma.
Me puse lo primero que encontré en mi armario y me cepillé el cabello y los dientes. No tenía ganas de estar levantada pero tenía hambre.
Comencé a bajar las escaleras con lentitud, estaba mareada y un mal paso me podría haber llevado al suelo.
-¿Qué haces de pie?-preguntó James cuando me vio.- Sube ya y recuestate en la cama.-me exigió. Solo negué con la cabeza y seguí a mi paso.- _______-dijo casi en una orden.
-No quiero.-mi voz sonaba débil.- Tengo hambre.-terminé de bajar y camine hasta la mesa.
-Estas débil.-me informó tomando de su taza.- El medico dijo que debes permanecer en la cama por 48 horas.
-¿Qué medico?-moví la silla y me senté.
-El que te atendió ayer cuando te desmayaste.
-¿Ayer?-pregunté confusa.
-No te esfuerces en entender. Sube a tu habitación, ya pediré que te lleven el desayuno.
-Pero no quiero estar ahí tirada como un estropajo. Quiero desayunar aquí abajo.-no pude levantar mi tono de voz, ni siquiera sonaba en tono de reproche.
-Bien, desayuna aquí, pero luego subes. Y no quiero que me cuestiones eso.-se levantó de la mesa.- Yo voy al trabajo, si necesitas algo están las chicas.
Desayune más lenta de lo normal. Me sentí terrible así que me dormí unas horas más.
Desperté temprano y ya no sentí esa sensación de mareo que había sentido los días anteriores. Había pasado tres días en reposo absoluto.
Entré al baño y me puse frente al espejo.
Mi cara estaba pálida pero las bolsas bajo mis ojos habían desaparecido, estaba mejor.
Me adentré en la ducha y luego de cinco minutos salí con una toalla que rodeaba mi cuerpo. Cepillé mi cabello húmedo y maquillé mi rostro. Me vestí abrigada, hacía mucho frío, ayer entramos en invierno.
Baje a desayunar y me encontré con James abriendo unas cartas.
-Buen día.-dije sin darle mucha importancia a su presencia.
-Buen día.- ni siquiera me dirigió la mirada. Estaba concentrado leyendo.- Mierda.-murmuró.
-¿Algún problema?-pregunté prendiendo el televisor.
-Nada que pueda afectarte a ti.-dijo de mala gana. Aun que yo estaba enferma y James cuidaba de mi, nuestra relación no mejoró ni un poquito.
-Ah, entonces supongo que esta todo bien.-dije irónica. Levantó su mirada hacía mi.
-Desayuna rápido, tenemos que hablar.-dicho esto subió las escaleras hasta su habitación.
-¿Qué va a desayunar señorita?-preguntó Madeline como todas las mañanas.
-Ya sabes, lo que siempre desayuno.-respondí pensando en que iba a decirme James.
Desayune con la duda de la charla con James. Sábado en la mañana y ya nos habíamos tratado mal. Pienso que nunca, pero nunca, me llevaré bien con el, es que por más que trate, es imposible.
Al terminar con mi desayuno subí hasta mi habitación, tras cerrar la puerta, esta se volvió a abrir.
-¿Qué haces?-pregunté observándolo.
-Te dije que tenemos que hablar.
-Bien, dime.-ni lo miré. Solo caminé hasta sentarme en mi cama. Me siguió y se sentó a mi lado.
-Nos vamos a México.
-¿Qué?-pregunté levantando una ceja.-¿Por qué?
-Porque tengo que viajar y tu te vienes conmigo.
-No, ni lo sueñes Maslow .- dije abriendo los ojos bien grandes.- Ni loca me voy contigo hasta México.
-Vendrás quieras o no.-me informó.- No te dejare aquí.
-¿Por qué no? No tiene sentido que vayamos de viaje juntos si nos llevamos mal. No van a cambiar las cosas, obligándome a acompañarte me haces odiarte aun mas. Entiende puedo estar sola sin tenerte cerca.
-No creo. Te recuerdo que días atrás te cortaste y casi te desangras.
-¡Que exageración!-dije riendo sarcástica. Me observó con firmeza.- Yo me quedo aquí, tu te vas a México.
-Tu te vienes conmigo a México.- se levantó de la cama.- Y no se discute más. ¿Qué crees? Que te dejaré aquí para que te mates con un pedazo de espejo. Ni lo sueñes _____.- salió de la habitación azotando la puerta.
Bien, me voy a México con mi hermoso futuro esposo. Es que mi vida es tan perfecta que quiero saltar de felicidad.- sarcasmo.- ¿Por qué tiene que molestar? Preferiría ser su esclava antes que ser su esposa. Es que es tan molesto, y posesivo.
No entiendo porque no se va solo y me deja unos días en paz. Aun que… un momento. ¡Stop!
“¿Qué crees? Que te dejaré aquí para que te mates con un pedazo de espejo. Ni lo sueñes _____.” ¿Se preocupa por mi? ¿WTF? Bien, entonces no me lleva a pasar unas vacaciones, me lleva porque si no me mato aquí en el baño. De todas maneras es un imbécil.
¿Qué hice esa tarde?
-Facebook.
-Facebook.
-Facebook.
-Twitter.
-Facebook.
Aburrido ¬¬
Baje por algo de comida y me encontré con el encanto de James tirado en el sillón mientras hablaba por teléfono.
-No Christian.-dijo entre risas. No sabía que los ogros reían.- Ya sabía… Para ese entonces estaré en México… No puedes venir…-me quedé tras el sillón escuchándolo.- Con _______... Algún día… si… me he cansado de decirte que es hermosa.
¿Hablaba de mi? Si, claro que hablaba de mi, antes había dicho mi nombre. Mis mejillas se ruborizaron y antes de que el me pudiera ver salí de ahí y caminé hasta la cocina.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 9:
Tomé un vaso de agua y me decidí a pasar por el living como si nadie hubiera dicho nada. Caminé hasta llegar al pie de la escalera porque James me habló.
-______-dijo secamente.- Ven aquí.- permanecía sentado en el sillon.
-Dime. ¿Qué quieres? Desde aquí puedo escucharte.
-Vamos, ven aquí.-repitió. Me puse nerviosa. No me estaba hablando de mala manera, eso me sorprendió.
-En serio desde aquí te escucho perfectamente.
-Pero quiero que vengas aquí.-volteó a verme.- ¿Puedes?
Bien, tenía que ir hasta ese sillón y sentarme a su lado. Caminé y me senté a su lado.
-¿Qué quieres?-pregunté de mala gana. El simplemente se relajó sobre el sillón.
-Dos cosas.-dijo observándome.- Primero, quiero que hagas tus maletas y no se discute.-me quedé callada.- Y segundo, quiero preguntarte algo.
-¿Qué?- si, muy fría, lo se.
-¿Vienes a cenar conmigo esta noche?-y antes de que pudiera responder puso uno de sus dedos sobre mis labios.- No me grites. Vamos con un amigo y su novia.-saco el dedo de mis labios.- ¿Vienes?
-No, gracias. Prefiero cenar en mi habitación.
-Así nunca nos llevaremos bien.- puso sus manos sobre el respaldo y se apoyó en ellas.- Si tu no vas yo tampoco iré.
-Bueno.-me levanté del sillón.- Quédate aquí en casa.-caminé y subí las escaleras me siguió.
-Esta bien, si prefieres que cenemos en tu habitación, cenamos en tu habitación.
-Era una manera de decir. Y sola, sin ti, en paz.- hice el intento de cerrarle la puerta en la cara, la sostuvo y abrió, entró y la cerro.- Bien. ¿Cuál es tu problema ahora?-dije casi en un grito.
-Tengo dos problemas. Uno, que mi futura esposa me trata mas mal que a un estropajo y dos que quiero hacer esto hace unos días.
Me tomó bruscamente de la cintura pegándome a el. Colocó una de sus manos sobre mi mejilla y se dedico a besarme. Mis ojos bien abiertos y mis labios no respondían al beso. Algo en mi interior me decía que le siguiera el juego pero otro algo me decía “vete de ahí, aléjate del monstruo”. ¿Qué hay? Le seguí el beso de una manera apasionante, me encantaba su manera de besar. ¿Qué diablos dices _______?
Dejó de besarme pero no se alejó de mí, me miró directo a los ojos. El sabía como volverme loca. ¿Qué? Mierda ¬¬ no tendría que haberlo besado.
-¿Qué haces?-grité separándome bruscamente de el.- ¿Estas mal?-me miró confundido.
-¿Pero que te pasa?-dijo en un grito.- Si te encantó.- gritó como al descuido.
-Vete, vete de mi habitación en este momento.
-No.
-Ya.-grité. No se le movió ni un pelo.- Vete.- al ver que el no se iba me fui yo.
Baje las escaleras hecha una furia y el venía detrás.
-No me persigas.-grité dándome la vuelta. El se veía más alto debido a que estaba un escalón más arriba.- Imbécil.-dije de mala gana. Bajo hasta mi escalón y me tomó de la cintura.- No me toques James.-intenté zafarme.- Aléjate en este instante si no quieres que grite.
-Grita.-dijo sin problema alguno.- Grita todo lo que quieras.
-Si, gritaré y te llevaran a la cárcel por abusador.
-No lo creo pequeña.-rió.- Supuestamente estamos de novios, si tu gritas pensaran que es de placer. Vamos, grita.
-Te odio.-murmuré.
-¿No que ibas a gritar?-preguntó tocando mis labios con sus dedos.- Vamos, grita para mi.
-Aléjate.-lo empujé pero fue inútil. Nada lograría, sus brazos eran el doble de fuertes que los míos.- James, por favor.-dije enojada.
-Dame una razón para que te suelte.
-Me estas repugnando.
-Esa no es una razón. Mira, seré bueno. Una condición y te suelto.-sonrió. Esperé que siguiera y así fue.- Vienes a cenar conmigo y mis amigos esta noche.
-No, di otra cosa.
-Un beso.
-Cenaré contigo.-dije de mala gana. Disminuyó la presión con la que me sostenía.
-Escucha bien ¿si?-me besó la mejilla.- Yo te suelto, pero si esta noche no vienes conmigo, te juro que entro a tu habitación y ya sabes lo que pasara.- me soltó. Corrí escaleras arriba.
Me encerré con llave en mi habitación. Pensé seriamente en no ir, se que no entrará en mi habitación y me violara ¿O si? Mejor ni exponerse a tener que quedarme despierta toda la noche para que no me viole. Voy con el, y vuelvo a casa para dormir en paz.
Respiré profundamente, tenía hambre, pero no me quería topar con James. Agarré el pomo de la puerta y me decidí a abrirlo pero cuando lo giré esta se abrió golpeándome en la nariz.
-Uh perdona.-se acercó a mi.- Pensé que dormías, no que estabas tras la puerta.
-Ahhh que imbécil eres.- dije mientras me levantaba del suelo. Me maree e intenté agarrar algo para estabilizarme, pero por desgracia lo único a mi alcance era James.
-No te caigas.-dijo tomándome por la cintura.
-No me toques.-intenté zafarme de el pero me pegó a su cuerpo.
-Si no te agarro te caes.-dijo advirtiéndome. Se acercó a mis labios.
-Si no me hubieras pegado en la nariz no me estaría por caer.-le dije de mal modo sacando sus manos de mi cuerpo.- Te dije que no me toques.
-Pero yo quiero tocarte. ¿Cuál es el problema?
-Ya, párala James.-dije sentándome en la cama.
-¿Por qué tan a la defensiva?-preguntó arqueando una ceja.
-¿A que venias a mi habitación?-dije ignorando sus palabras.
-Quería… hablar contigo.-dijo con cierto nerviosismo.
-¿Ah si? Pero habías dicho que pensabas que yo estaba durmiendo.
-Si, verdad.-se sentó a mi lado.- Vamos a almorzar.-me avisó.
-Que bien.-dije levantándome de la cama. Tenia bastante hambre.- caminé hasta la puerta.
-Una cosa.-rió.- Tienes la nariz roja.-y salió por la puerta antes que yo.
Me miré al espejo y efectivamente si, la tenía roja. Estúpido James ¬¬.
Baje las escaleras y me encontré con James que comía como cerdo, wooow nunca lo había visto así. Me senté a su lado y comencé a comer.
-¿Me pasas la sal?-dijo estirando la mano.
-¿Y el por favor?-pregunté agarrando la sal.
-Por favor.-dijo inquieto. Dejé la sal sobre la mesa y el la tomó.
-De nada.-dije sarcástica pero el no respondió.
-¿Vendrás esta noche?-preguntó.
-Si, supongo. ¿Qué mas da?
-No lo se, tal vez quieras la segunda.
-¿Sabes que James?-dije molesta.- ¿Quieres que hablemos de sexo?- abrió los ojos.- Pues vamos, háblame de sexo, dale que te escucho. Dime. ¿Con cuantas has estado?
-Hey, tranquila.-dijo divertido.- No tienes porque ponerte así.- rió.- Me acabo de dar cuenta de algo.
-A ver…-dije con pesadez.- ¿De que?
-De que eres virgen.-dijo metiéndose un pedazo de pan a la boca.
Tomé un vaso de agua y me decidí a pasar por el living como si nadie hubiera dicho nada. Caminé hasta llegar al pie de la escalera porque James me habló.
-______-dijo secamente.- Ven aquí.- permanecía sentado en el sillon.
-Dime. ¿Qué quieres? Desde aquí puedo escucharte.
-Vamos, ven aquí.-repitió. Me puse nerviosa. No me estaba hablando de mala manera, eso me sorprendió.
-En serio desde aquí te escucho perfectamente.
-Pero quiero que vengas aquí.-volteó a verme.- ¿Puedes?
Bien, tenía que ir hasta ese sillón y sentarme a su lado. Caminé y me senté a su lado.
-¿Qué quieres?-pregunté de mala gana. El simplemente se relajó sobre el sillón.
-Dos cosas.-dijo observándome.- Primero, quiero que hagas tus maletas y no se discute.-me quedé callada.- Y segundo, quiero preguntarte algo.
-¿Qué?- si, muy fría, lo se.
-¿Vienes a cenar conmigo esta noche?-y antes de que pudiera responder puso uno de sus dedos sobre mis labios.- No me grites. Vamos con un amigo y su novia.-saco el dedo de mis labios.- ¿Vienes?
-No, gracias. Prefiero cenar en mi habitación.
-Así nunca nos llevaremos bien.- puso sus manos sobre el respaldo y se apoyó en ellas.- Si tu no vas yo tampoco iré.
-Bueno.-me levanté del sillón.- Quédate aquí en casa.-caminé y subí las escaleras me siguió.
-Esta bien, si prefieres que cenemos en tu habitación, cenamos en tu habitación.
-Era una manera de decir. Y sola, sin ti, en paz.- hice el intento de cerrarle la puerta en la cara, la sostuvo y abrió, entró y la cerro.- Bien. ¿Cuál es tu problema ahora?-dije casi en un grito.
-Tengo dos problemas. Uno, que mi futura esposa me trata mas mal que a un estropajo y dos que quiero hacer esto hace unos días.
Me tomó bruscamente de la cintura pegándome a el. Colocó una de sus manos sobre mi mejilla y se dedico a besarme. Mis ojos bien abiertos y mis labios no respondían al beso. Algo en mi interior me decía que le siguiera el juego pero otro algo me decía “vete de ahí, aléjate del monstruo”. ¿Qué hay? Le seguí el beso de una manera apasionante, me encantaba su manera de besar. ¿Qué diablos dices _______?
Dejó de besarme pero no se alejó de mí, me miró directo a los ojos. El sabía como volverme loca. ¿Qué? Mierda ¬¬ no tendría que haberlo besado.
-¿Qué haces?-grité separándome bruscamente de el.- ¿Estas mal?-me miró confundido.
-¿Pero que te pasa?-dijo en un grito.- Si te encantó.- gritó como al descuido.
-Vete, vete de mi habitación en este momento.
-No.
-Ya.-grité. No se le movió ni un pelo.- Vete.- al ver que el no se iba me fui yo.
Baje las escaleras hecha una furia y el venía detrás.
-No me persigas.-grité dándome la vuelta. El se veía más alto debido a que estaba un escalón más arriba.- Imbécil.-dije de mala gana. Bajo hasta mi escalón y me tomó de la cintura.- No me toques James.-intenté zafarme.- Aléjate en este instante si no quieres que grite.
-Grita.-dijo sin problema alguno.- Grita todo lo que quieras.
-Si, gritaré y te llevaran a la cárcel por abusador.
-No lo creo pequeña.-rió.- Supuestamente estamos de novios, si tu gritas pensaran que es de placer. Vamos, grita.
-Te odio.-murmuré.
-¿No que ibas a gritar?-preguntó tocando mis labios con sus dedos.- Vamos, grita para mi.
-Aléjate.-lo empujé pero fue inútil. Nada lograría, sus brazos eran el doble de fuertes que los míos.- James, por favor.-dije enojada.
-Dame una razón para que te suelte.
-Me estas repugnando.
-Esa no es una razón. Mira, seré bueno. Una condición y te suelto.-sonrió. Esperé que siguiera y así fue.- Vienes a cenar conmigo y mis amigos esta noche.
-No, di otra cosa.
-Un beso.
-Cenaré contigo.-dije de mala gana. Disminuyó la presión con la que me sostenía.
-Escucha bien ¿si?-me besó la mejilla.- Yo te suelto, pero si esta noche no vienes conmigo, te juro que entro a tu habitación y ya sabes lo que pasara.- me soltó. Corrí escaleras arriba.
Me encerré con llave en mi habitación. Pensé seriamente en no ir, se que no entrará en mi habitación y me violara ¿O si? Mejor ni exponerse a tener que quedarme despierta toda la noche para que no me viole. Voy con el, y vuelvo a casa para dormir en paz.
Respiré profundamente, tenía hambre, pero no me quería topar con James. Agarré el pomo de la puerta y me decidí a abrirlo pero cuando lo giré esta se abrió golpeándome en la nariz.
-Uh perdona.-se acercó a mi.- Pensé que dormías, no que estabas tras la puerta.
-Ahhh que imbécil eres.- dije mientras me levantaba del suelo. Me maree e intenté agarrar algo para estabilizarme, pero por desgracia lo único a mi alcance era James.
-No te caigas.-dijo tomándome por la cintura.
-No me toques.-intenté zafarme de el pero me pegó a su cuerpo.
-Si no te agarro te caes.-dijo advirtiéndome. Se acercó a mis labios.
-Si no me hubieras pegado en la nariz no me estaría por caer.-le dije de mal modo sacando sus manos de mi cuerpo.- Te dije que no me toques.
-Pero yo quiero tocarte. ¿Cuál es el problema?
-Ya, párala James.-dije sentándome en la cama.
-¿Por qué tan a la defensiva?-preguntó arqueando una ceja.
-¿A que venias a mi habitación?-dije ignorando sus palabras.
-Quería… hablar contigo.-dijo con cierto nerviosismo.
-¿Ah si? Pero habías dicho que pensabas que yo estaba durmiendo.
-Si, verdad.-se sentó a mi lado.- Vamos a almorzar.-me avisó.
-Que bien.-dije levantándome de la cama. Tenia bastante hambre.- caminé hasta la puerta.
-Una cosa.-rió.- Tienes la nariz roja.-y salió por la puerta antes que yo.
Me miré al espejo y efectivamente si, la tenía roja. Estúpido James ¬¬.
Baje las escaleras y me encontré con James que comía como cerdo, wooow nunca lo había visto así. Me senté a su lado y comencé a comer.
-¿Me pasas la sal?-dijo estirando la mano.
-¿Y el por favor?-pregunté agarrando la sal.
-Por favor.-dijo inquieto. Dejé la sal sobre la mesa y el la tomó.
-De nada.-dije sarcástica pero el no respondió.
-¿Vendrás esta noche?-preguntó.
-Si, supongo. ¿Qué mas da?
-No lo se, tal vez quieras la segunda.
-¿Sabes que James?-dije molesta.- ¿Quieres que hablemos de sexo?- abrió los ojos.- Pues vamos, háblame de sexo, dale que te escucho. Dime. ¿Con cuantas has estado?
-Hey, tranquila.-dijo divertido.- No tienes porque ponerte así.- rió.- Me acabo de dar cuenta de algo.
-A ver…-dije con pesadez.- ¿De que?
-De que eres virgen.-dijo metiéndose un pedazo de pan a la boca.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
AAAAAAAAAAAHHHHHHHH
JACKE ME MATARAS SIGUELA PORFAS ESTA NOVE LA AMO ME
DEJA SIN DORMIR POR LA INTRIGA SIGUELA BESOS
JACKE ME MATARAS SIGUELA PORFAS ESTA NOVE LA AMO ME
DEJA SIN DORMIR POR LA INTRIGA SIGUELA BESOS
abrilita de henderson
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
CHIKAS MIREN YA NO PODRE SUVIR SEGUIDO DEVIDO ALA ESCUELA OK PERO CUANDO TENGA TIEMPO LES SUBO CAPITULOS OK LAS QUIERO CUIDENSE XOXO
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Ahhhhhh! Como amo esta Nove!!!!!!!!!!!!!!!!
Debes de Seguirla Linda, descuida Sube cuando puedas, te entiendo :)
Pero no la Dejes, por favor!!!
Siguela Hermosa
alinprincess
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 10:
-¿Qué?-dije estúpidamente.- ¿De que hablas?
-Eres virgen.-dijo entre risas.
-Oh vamos James, dime si eso es algo malo.
-Claro que lo es. Con 16 años aun eres virgen.-rió.
-Primero, no es malo y segundo no soy virgen.
-Si claro _____, yo tampoco lo soy.-dijo sarcástico.- ¿Crees que me creeré esa?
-James, haz lo que se te de la merecida gana.-me metí un pedazo de pollo a la boca para no gritarle.- Y no metas en mi vida.- agregué luego de tragar.
-Como digas.-carcajeó.- Pero si necesitas quitarte esa molestia puedes venir a mi habitación.
-¡Depravado!-grité antes de tirarle la canasta de pan por la cabeza.- ¡Eres un cerdo!- me levanté de la mesa.
-¡Que exagerada!-dijo molesto mientras levantaba el pan.- Solo te estaba proponiendo algo.-agregó ahora entre risas.
-¿Sabes que?-dije de mala gana.- Vete a la mierda.-grité cerca de su cara.- Te odio.- y salí corriendo escaleras arriba. Tras mis pasos venía el.
-¿Me odias en serio?-gritó cuando detuvo la puerta que yo había intentado azotar.
-Si, te odio más que a nadie ni a nada en el mundo.
-Odiar es un sentimiento muy feo.-dijo en un cantito mientras cerraba la puerta.
-¡Muérete!
-No, no tengo ganas.-respondió riendo.- Estaba pensando que tal vez…-decía mientras se acercaba a mi.
-Te vas alejando si no quieres guerra Maslow .
-Oh, vamos ______, ven aquí.-dijo pegándome a el.
-Me sueltas o sufres las consecuencias.-dije amenazante. El solo rió. Levanté mi rodilla y golpee su parte mas sensible, me soltó para agarrarse la zona golpeada.- Yo te lo advertí.-me aleje de el y me encerré en el baño.
-Ya ______, sal de ahí en este instante.
-No.
-Dije ya.-gritó desde el otro lado de la puerta.
-Yo dije no.-grité sentándome en el suelo, contra la puerta.
-______ quiero que abras esa puerta si no quieres que la tire abajo y no me importara que estés ahí, te juro que la tiro.
-¡Oh que miedo!-dije sarcástica.
-¡SAL DE EL PUTO BAÑO!-gritó histéricamente mientras golpeaba la puerta bien duro.
-Que mal educado eres.-dije burlona.
-No te conviene hacerte la loquita.-dijo con furia en sus palabras.- Quiero que salgas.
-¿Qué pasara si no salgo?-dije en un cantito.
-Ya no juegues.-dijo de mala gana. Sentí como se apoyó en la puerta.- Quiero que salgas. No te haré nada, pero solo sal de ahí.
-No.
-¡POR FAVOR!-gritó con desesperación.
-Salgo de aquí si tu sales de mi habitación.
-No, sal de ahí y hablaremos.
-No. Sal de mi habitación y cuando se te pase el enojo hablaremos.-dije firmemente. Dio una patada a la puerta. Luego de eso sentí que azotó la puerta de mi habitación y no más ruidos. Supuse que se había ido.
Abrí con cuidado la puerta y asome mi cabeza. Miré la habitación de un lado al otro y luego salí. Tenía miedo de que el aun estuviera ahí. Para mi suerte no estaba.
Tenía que hacer mis maletas para irnos a México así que tomé mi maleta y abrí el armario.
Una cosota se abalanzo sobre mi haciendo que cayera al suelo. Pegué el grito mas fuerte que pude pero al levantar mi cabeza vi a James riendo sobre mi.
-Salte.-grité exaltada.- Voy a gritar.-estaba enojada.
-Es mi venganza.-dijo entre risas.- Grita vamos.
-Tu deseos son ordenes.-dije antes de gritar lo mas que pude.
Pero esa fue una mala idea porque tres de las chicas que limpian entraron con palos a la habitación. Okey, cuando James decía que gritara pensó que no lo haría en serio.
-¿Qué esta ocurriendo?-gritó una de las mujeres.
-Oh, perdonen.-dijo otra de ellas tapándose los ojos.
-Ah, Ehmm, nosotras pensamos que a la señorita le pasaba algo.
James abrió los ojos bien grandes. Me miró a mi y luego a las señoritas, apoyó su cabeza en mi pecho.
-¡James!-grité exaltada. Me pellizcó la pierna en señal de que permaneciera en silencio.
Se levantó de encima mío y me estiró la mano para que la tomara. Solo me levanté haciendo caso omiso a su ayuda.
-Pueden retirarse, aquí esta todo más que bien.
-Disculpe señor.-dijo una de ellas.- Ya nos retiramos.- Y salieron de la habitación dejándonos completamente solos.
-Ahora si no te importa…-me alejé de el.- voy a hacer mis maletas.
-No señorita.-me tomó del brazo.- Nosotros dos vamos a hablar.
-Okey, háblame mientras busco que ropa llevare.
Se sentó en mi cama con mala cara y comenzó a seguir cada uno de mis movimientos. Saqué ropa de mi armario y la tire sobre la cama, comencé a elegir cada cosa que queria y que no.
-¿Vas a escucharme?
-Podría escucharte si me hablaras.-dije de mal modo tirando unas remeras dentro de la maleta.
-Bien.-se acomodó y me miró. Agarró un sostén y se quedó mirando.- Woow, esta bien bueno.
-Deja eso.-se lo quité de la mano y lo tire fuera de su alcance.- Imbécil.-murmuré mientras agarraba buscaba unos jeans.- Ya habla.-dije de mala gana.
-¿Por qué gritaste de esa manera?-aun seguía mirando cada uno de mis movimientos.- La idea no era que gritaras.
-Yo te advertí que gritaría y tu no me creíste. Ahí tienes, para que veas que no estoy jugando cuando te digo algo.
-Bien, solo te voy advirtiendo que si vuelves a hacerlo te va a ir mal.
-¿Ah si?-arqueé una ceja.
-Si, así que no te atrevas a buscar el malo en mí.
-Ah claro, es que eres tan bueno.-dije sarcástica.
-¿Dices que soy malo?
-Mmmm…no claro que no.-dije sarcástica.- Lo que si, eres muy fastidioso.- dije caminando hasta el armario nuevamente, saqué mas ropa.- Molestas todo el día.-tiré la ropa sobre el.
-Hey.-dijo sacándose una remera de la cabeza.- Luego dices que yo soy el fastidioso.
-Me acabo de dar cuenta que solo aparentas ser un ogro, pero en verdad eres otra cosa.
-¿Qué?-dijo arqueando una ceja.
-Que te haces el malo y hablas como si fueras superior a mi. Pero en el fondo de toda esa mascara, bien al fondo, muy al fondo….
-Bueno, ya.
-Eres bueno.
-¿Bueno?-hizo una sonrisa estúpida.- ¿Crees que soy malo?
-Si, en verdad conmigo eres malo.
-No soy malo. Lo que pasa es que tu siempre me alejas de ti.
-Es que pareciera que quieres violarme.-arqueé una ceja mientras metía mas ropa a la maleta. Solo sonrió pícaramente.- Hey, no te pases.-grite tirándole un buzo.- Ni pienses que alguna vez me tendrás en tu cama.
-_____, es un hecho.-dijo con una sonrisa.- Dentro de poco serás la señora Maslow y compartiremos la cama.
-Ni lo sueñes.-dije de mala gana.- No dormiré contigo.
-Si lo harás.
-No lo haré. No puedes controlar mi vida así como quieras.
-Te tranquilizas.-me dijo lanzándome un pantalón.
-¿Qué haces?-ahora se lo tire yo.
-Tu empezaste.-me lo devolvió.
-No, tu me lo tiraste primero.- se lo tiré de vuelta.
-Es tuyo déjatelo.- me lo volvió a tirar pero con mas fuerza.
-Muérete.
-¿Por qué ese deseo de que me muera?-dijo arqueando una ceja. Hizo una mueca.
No se porque pero me arrepentí de haberle dicho eso. Lo había hecho sentir mal.
-¿Qué?-dije estúpidamente.- ¿De que hablas?
-Eres virgen.-dijo entre risas.
-Oh vamos James, dime si eso es algo malo.
-Claro que lo es. Con 16 años aun eres virgen.-rió.
-Primero, no es malo y segundo no soy virgen.
-Si claro _____, yo tampoco lo soy.-dijo sarcástico.- ¿Crees que me creeré esa?
-James, haz lo que se te de la merecida gana.-me metí un pedazo de pollo a la boca para no gritarle.- Y no metas en mi vida.- agregué luego de tragar.
-Como digas.-carcajeó.- Pero si necesitas quitarte esa molestia puedes venir a mi habitación.
-¡Depravado!-grité antes de tirarle la canasta de pan por la cabeza.- ¡Eres un cerdo!- me levanté de la mesa.
-¡Que exagerada!-dijo molesto mientras levantaba el pan.- Solo te estaba proponiendo algo.-agregó ahora entre risas.
-¿Sabes que?-dije de mala gana.- Vete a la mierda.-grité cerca de su cara.- Te odio.- y salí corriendo escaleras arriba. Tras mis pasos venía el.
-¿Me odias en serio?-gritó cuando detuvo la puerta que yo había intentado azotar.
-Si, te odio más que a nadie ni a nada en el mundo.
-Odiar es un sentimiento muy feo.-dijo en un cantito mientras cerraba la puerta.
-¡Muérete!
-No, no tengo ganas.-respondió riendo.- Estaba pensando que tal vez…-decía mientras se acercaba a mi.
-Te vas alejando si no quieres guerra Maslow .
-Oh, vamos ______, ven aquí.-dijo pegándome a el.
-Me sueltas o sufres las consecuencias.-dije amenazante. El solo rió. Levanté mi rodilla y golpee su parte mas sensible, me soltó para agarrarse la zona golpeada.- Yo te lo advertí.-me aleje de el y me encerré en el baño.
-Ya ______, sal de ahí en este instante.
-No.
-Dije ya.-gritó desde el otro lado de la puerta.
-Yo dije no.-grité sentándome en el suelo, contra la puerta.
-______ quiero que abras esa puerta si no quieres que la tire abajo y no me importara que estés ahí, te juro que la tiro.
-¡Oh que miedo!-dije sarcástica.
-¡SAL DE EL PUTO BAÑO!-gritó histéricamente mientras golpeaba la puerta bien duro.
-Que mal educado eres.-dije burlona.
-No te conviene hacerte la loquita.-dijo con furia en sus palabras.- Quiero que salgas.
-¿Qué pasara si no salgo?-dije en un cantito.
-Ya no juegues.-dijo de mala gana. Sentí como se apoyó en la puerta.- Quiero que salgas. No te haré nada, pero solo sal de ahí.
-No.
-¡POR FAVOR!-gritó con desesperación.
-Salgo de aquí si tu sales de mi habitación.
-No, sal de ahí y hablaremos.
-No. Sal de mi habitación y cuando se te pase el enojo hablaremos.-dije firmemente. Dio una patada a la puerta. Luego de eso sentí que azotó la puerta de mi habitación y no más ruidos. Supuse que se había ido.
Abrí con cuidado la puerta y asome mi cabeza. Miré la habitación de un lado al otro y luego salí. Tenía miedo de que el aun estuviera ahí. Para mi suerte no estaba.
Tenía que hacer mis maletas para irnos a México así que tomé mi maleta y abrí el armario.
Una cosota se abalanzo sobre mi haciendo que cayera al suelo. Pegué el grito mas fuerte que pude pero al levantar mi cabeza vi a James riendo sobre mi.
-Salte.-grité exaltada.- Voy a gritar.-estaba enojada.
-Es mi venganza.-dijo entre risas.- Grita vamos.
-Tu deseos son ordenes.-dije antes de gritar lo mas que pude.
Pero esa fue una mala idea porque tres de las chicas que limpian entraron con palos a la habitación. Okey, cuando James decía que gritara pensó que no lo haría en serio.
-¿Qué esta ocurriendo?-gritó una de las mujeres.
-Oh, perdonen.-dijo otra de ellas tapándose los ojos.
-Ah, Ehmm, nosotras pensamos que a la señorita le pasaba algo.
James abrió los ojos bien grandes. Me miró a mi y luego a las señoritas, apoyó su cabeza en mi pecho.
-¡James!-grité exaltada. Me pellizcó la pierna en señal de que permaneciera en silencio.
Se levantó de encima mío y me estiró la mano para que la tomara. Solo me levanté haciendo caso omiso a su ayuda.
-Pueden retirarse, aquí esta todo más que bien.
-Disculpe señor.-dijo una de ellas.- Ya nos retiramos.- Y salieron de la habitación dejándonos completamente solos.
-Ahora si no te importa…-me alejé de el.- voy a hacer mis maletas.
-No señorita.-me tomó del brazo.- Nosotros dos vamos a hablar.
-Okey, háblame mientras busco que ropa llevare.
Se sentó en mi cama con mala cara y comenzó a seguir cada uno de mis movimientos. Saqué ropa de mi armario y la tire sobre la cama, comencé a elegir cada cosa que queria y que no.
-¿Vas a escucharme?
-Podría escucharte si me hablaras.-dije de mal modo tirando unas remeras dentro de la maleta.
-Bien.-se acomodó y me miró. Agarró un sostén y se quedó mirando.- Woow, esta bien bueno.
-Deja eso.-se lo quité de la mano y lo tire fuera de su alcance.- Imbécil.-murmuré mientras agarraba buscaba unos jeans.- Ya habla.-dije de mala gana.
-¿Por qué gritaste de esa manera?-aun seguía mirando cada uno de mis movimientos.- La idea no era que gritaras.
-Yo te advertí que gritaría y tu no me creíste. Ahí tienes, para que veas que no estoy jugando cuando te digo algo.
-Bien, solo te voy advirtiendo que si vuelves a hacerlo te va a ir mal.
-¿Ah si?-arqueé una ceja.
-Si, así que no te atrevas a buscar el malo en mí.
-Ah claro, es que eres tan bueno.-dije sarcástica.
-¿Dices que soy malo?
-Mmmm…no claro que no.-dije sarcástica.- Lo que si, eres muy fastidioso.- dije caminando hasta el armario nuevamente, saqué mas ropa.- Molestas todo el día.-tiré la ropa sobre el.
-Hey.-dijo sacándose una remera de la cabeza.- Luego dices que yo soy el fastidioso.
-Me acabo de dar cuenta que solo aparentas ser un ogro, pero en verdad eres otra cosa.
-¿Qué?-dijo arqueando una ceja.
-Que te haces el malo y hablas como si fueras superior a mi. Pero en el fondo de toda esa mascara, bien al fondo, muy al fondo….
-Bueno, ya.
-Eres bueno.
-¿Bueno?-hizo una sonrisa estúpida.- ¿Crees que soy malo?
-Si, en verdad conmigo eres malo.
-No soy malo. Lo que pasa es que tu siempre me alejas de ti.
-Es que pareciera que quieres violarme.-arqueé una ceja mientras metía mas ropa a la maleta. Solo sonrió pícaramente.- Hey, no te pases.-grite tirándole un buzo.- Ni pienses que alguna vez me tendrás en tu cama.
-_____, es un hecho.-dijo con una sonrisa.- Dentro de poco serás la señora Maslow y compartiremos la cama.
-Ni lo sueñes.-dije de mala gana.- No dormiré contigo.
-Si lo harás.
-No lo haré. No puedes controlar mi vida así como quieras.
-Te tranquilizas.-me dijo lanzándome un pantalón.
-¿Qué haces?-ahora se lo tire yo.
-Tu empezaste.-me lo devolvió.
-No, tu me lo tiraste primero.- se lo tiré de vuelta.
-Es tuyo déjatelo.- me lo volvió a tirar pero con mas fuerza.
-Muérete.
-¿Por qué ese deseo de que me muera?-dijo arqueando una ceja. Hizo una mueca.
No se porque pero me arrepentí de haberle dicho eso. Lo había hecho sentir mal.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 11:
-No es literal.-dije intentando arreglar el problema anterior.
-Lo dices con demasiado resentimiento.-dijo levantándose de la cama.- Ya, esta bien.-abrió la puerta.
-James.-lo detuve.- Yo creo que deberías ir a vestirte porque ya enseguida saldremos con tu amigo.
-No. Es más, no hagas tu maleta tampoco.-dijo antes de cerrar la puerta.
-James, espera.-corrí tras el. Me cerró la puerta de su habitación en la cara.- Mas respeto.-dije entrando en la habitación.
-Tú siempre me cierras la puerta en la cara.-dijo con enojo.
-Perdona. ¿Si?-dije cruzándome de brazos.- De verdad no lo decía en serio.
-No me importa.-dijo abriendo su armario. Sacó una toalla blanca.- ¿Puedes irte a tu habitación?
-No.-dije firmemente.- Quiero saber dos cosas.
-¿Qué quieres?-dijo cerrando el armario con enojo. Abrí los ojos asustada.- ¿Vas a hablar o te iras?
-¿Por qué no saldremos con tu amigo?-arqueé una ceja.- Y ¿Por qué no tengo que hacer mi maleta?
-No saldremos con Christian pues porque le diré que terminamos.-dijo caminando hasta el baño.- Y no hagas tu maleta porque no iras a México, me voy solo.
-No, no, no y no.- detuve la puerta del baño cuando el la iba a cerrar.- Yo voy a ir a México contigo quieras o no.-dije demasiado cerca de sus labios.- Y tengo un vestido que nunca en mi vida estrene y me gustaría usarlo esta noche.- terminé de hablar y respire entre cortadamente. Me estaba intimidando.
-No vendrás a México y deja tu vestido nuevo para otra ocasión.-dijo acercándose aun mas a mi.
-Si iré a México porque ya hice mi maleta y me costó trabajo.-cerré los ojos anhelando que sus labios rozaran los míos.- Aparte tengo ganas de conocer México.-mordí mi labio inferior. Me tomó de la cintura.- ¿Me llevaras contigo?
-¿Por qué quieres que me muera?
-No quiero que te mueras.-dije en un hilo de voz.- Solo que me sacas de las casillas y hasta ganas de pegarte me dan.
-Abre los ojos.-me ordenó sensualmente. Le hice caso.- ¿Quieres un beso?
-N…n…no.-dije nerviosamente.
-¿Segura?-rozo sus labios contra los míos. Me tenía dominada.
-Ya, si, segura.-me zafé de sus brazos.- Ve a darte una ducha porque ya mas tarde nos vamos.- y fue lo ultimo que dije antes de salir corriendo hasta mi habitación.
Cerré la puerta y me apoyé de espalda, me dejé caer hasta el suelo y estiré mis piernas.
-¿Qué fue eso?-me dije a mi misma con los ojos bien abiertos.- Por Dios. Tendría que haberle dicho que si quería un beso.- murmuré tocando mis labios.- ¿Qué?-grité. Definitivamente me estoy volviendo loca.- No, no, no, no, no, James, James, James, el no me gusta.-intenté convencerme.- James no me gusta, James no me gusta, James no me gusta.- y diciendo eso me metí al baño. Me cerré con llave, tenía miedo a que James entrara. Me di una corta ducha y salí de ahí.
Lo del vestido no era verdad, no tenía nada que estrenar, si no que quería arreglar la estupidez que había dicho.
Aun con la toalla me sequé y planché mi cabello. Maquillé mi rostro naturalmente y me dispuse a buscar algo de ropa linda para usar esta noche.
Me decidí por un vestido corto hasta mas arriba de las rodillas en negro. Me miré al espejo una vez mas mientras me tiraba unas gotas de perfume, y salí de mi habitación tomando mi pequeño bolso.
Bajé las escaleras con sumo cuidado de no caerme por la altura de mis tacones. El estaba ahí hablando por celular. Sin decirle nada camine hasta el y me senté a su lado en el sillón.
Volteó a verme y me regalo una leve sonrisa.
-Bueno…-habló con la persona del otro lado del teléfono.- Si, lo se papá.-dijo con enojó.- Bien, no volverá a pasar, lo prometo.-respondió antes de presionar el botón para finalizar la llamada. Se levantó del sillón y me tendió la mano.
-¿Ya nos vamos?- dijo mientras yo tomaba su mano para salir de la casa.
-Si.-dije bajito.
Subimos al auto y al instante este comenzó a moverse. En el camino nadie tuvo el coraje como para hablar, así que el silencio se apodero del momento.
-Bien, aquí es.-estacionó frente a un elegante restaurante.
-Wooow, esto es muy caro.-arrugué la nariz.
-Lo se.-dijo sonriente mientras bajaba del auto. Baje a la par de el.- Ehhmm _____, yo quería saber si tu esta noche puedes fingir ya sabes…
-Si James.-dije intentando no mirarlo. Le tomé la mano.- Nada de besos.
-Solo algunos.-susurró cuando llegamos a la puerta del lugar. Volteé a verlo con los ojos bien abiertos pero el me ignoró y comenzó a hablar con el de recepción.- Teníamos una reserva para cuatro.-habló con el hombre.
-¿Apellido?
-Maslow .-respondió mientras sacaba su celular que sonaba.- ______, atiende por favor.-me dio el aparato. Lo miré confundida durante unos segundos.- Por favor.-insistió.
-¿Hola?-pregunté.
-¿James?-dijo una confundida voz de hombre. Tragué saliva antes de responder.
-No, _____.-respondí. James volteó a verme mientras le pasaba una tarjeta al hombre.- ¿Quién habla?
-Ahh ya entiendo, la novia de James.-dijo divertido.- Soy Christian.-rió tiernamente.- Queria avisarles que estamos yendo pero hay bastante transito.- avisó y luego suspiró para seguir hablando.- Dile a James que no me extrañe, en cinco minutos estamos por allá.-rió.
-Oh, bueno.-dije entre risitas.- Esta bien, los esperamos.
-Hasta luego preciosa.-dijo antes de que yo pudiera sentir el tono de fin de la llamada. Le entregué el celular a James.
-Tu amigo, dice que no lo extrañes.- le sonreí.
-Que estúpido es.-dijo negando con la cabeza.- Muchas gracias.-le sonrió al hombre que le entregaba la tarjeta de vuelta.
Nos adentramos en el lugar y James buscó algo con la vista, supuse que era nuestra mesa. De la mano nos dirigimos a la mesa 6. Me corrió la silla para que me sentara.
-Puedo sola.-dije sentándome.
-Tranquila.-dijo en una risa. Se sentó a mi lado.- Por favor solo te pido que te comportes esta noche.-dijo casi suplicante.
-Me deberás una.-me acomodé en la mesa y puse mi bolso sobre mi regazo.
-Okey, esta bien.-dijo sonriendo.- Pero actúa lo mejor que puedas _____ porque si no se la cree Chris no se quien mas podrá creer esta relación.
-Yo no me la creo.-dije secamente. Entrecerró los ojos.- Solo digo James.
-Como digas.- respondió antes de comenzar a mirar hacía todos lados. Definitivamente estaba nervioso. ¿Por qué?
-¿Estas bien?-pregunté soltando una risita.
-Claro que si.-respondió mirando la puerta.
-Te ves nervioso.-afirmé cuando el volteó rápidamente y tomó mi mano.- ¿Qué haces?-arqueé una ceja. Puso nuestras entrelazadas manos sobre la mesa.- James.-dije en tono de advertencia.
-Shhh.-hizo una mueca estúpida.- Están en la puerta.-me dijo mirándome de reojo.
-James creo que eres muy malo fingiendo.- dije casi en una carcajada.- Se supone que deberíamos estar hablando normalmente, supuestamente estamos de novios.- se aclaró la garganta.
-¿Qué se supone que haga?
-Bésame.-dije cuando por el rabillo del ojo vi a esos dos acercándose a la mesa.- Vamos James bésame como lo hiciste horas atrás.- por un lado anhelaba sentir sus labios chocando contra los míos. Se giró y me besó tiernamente mientras susurraba una estupidez.
-Hey, dejen algo para esta noche.-dijo un rubio palmeando la espalda de James. Nos separamos y el sonrió.- ¡Amigo!-dijo antes de que James se levantara de su asiento y lo abrazara.
-Christian, hace mas de un mes que no te veo Bro.- ahora James dirigió la mirada a la chica.- Hola Megan.-le sonrió. Ella le devolvió la sonrisa. Me aclaré la garganta sonoramente, se suponía que debía presentarme.- Ah, ella es ______, mi novia.- terminó de hablar y sonrió. Me levanté de la silla para saludar con un beso en la mejilla a Megan y luego a Christian.
-Es un placer.-dijo el rubio.- Y muy buen gusto Maslow .-rió. Su novia lo empujó levemente. El la miró.- Pero no mejor gusto que el que tengo yo.- ella le sonrió.
Los cuatro nos sentamos a la mesa. James y yo de un lado y Christian junto a su novia del otro. Comenzamos a hablar, mejor dicho James y Christian, Megan y yo estábamos calladas. A la hora de pedir la comida James pidió por mi, no me pregunten porque, solo lo hizo.
-¿Y bien?-dijo Christian jugando con la servilleta.- ¿Ustedes no saben hablar?
-Mmm… si.-dijo la morena sentada a su lado. Sonrió. James me miró pidiendo algo. Por Dios este chico estaba tan raro.
-¿Qué James? ¿Qué quieres?-pregunté mirándolo a los ojos. El me pateó por debajo de la mesa.- Perdona estaba pensando en algo.-me retracté. El sonrió.
-Descuida amor.-dijo tiernamente.- Te entiendo.-acarició mi mano con amor.
Okey bueno James ya para.-dije en mi interior. Los bellitos de mi nuca se erizaron. El volvió a sonreírme esperando respuesta.
Las ganas de salir corriendo de ese lugar, no faltaron en toda la noche.
Hablaron sobre la que seria “nuestra boda”, sobre que Chris había comenzado a trabajar y sobre la morena y sus problemas familiares. También surgió el tema de nuestro viaje a México y Chris que quería ir con nosotros.
-No te cuesta nada, me pagaré yo.-dijo Christian mientras comía de su ensalada de frutas.- Por favor.
-Christian.-le reprochó su novia.- James te aclaró el otro día que quería pasar tiempo a solas con su futura esposa.- dijo ella acariciando el cabello del joven.
James se tensó ante esto y desvió la mirada hasta la mesa de al lado donde dos pequeñas jugaban con los cubiertos.
-No es literal.-dije intentando arreglar el problema anterior.
-Lo dices con demasiado resentimiento.-dijo levantándose de la cama.- Ya, esta bien.-abrió la puerta.
-James.-lo detuve.- Yo creo que deberías ir a vestirte porque ya enseguida saldremos con tu amigo.
-No. Es más, no hagas tu maleta tampoco.-dijo antes de cerrar la puerta.
-James, espera.-corrí tras el. Me cerró la puerta de su habitación en la cara.- Mas respeto.-dije entrando en la habitación.
-Tú siempre me cierras la puerta en la cara.-dijo con enojo.
-Perdona. ¿Si?-dije cruzándome de brazos.- De verdad no lo decía en serio.
-No me importa.-dijo abriendo su armario. Sacó una toalla blanca.- ¿Puedes irte a tu habitación?
-No.-dije firmemente.- Quiero saber dos cosas.
-¿Qué quieres?-dijo cerrando el armario con enojo. Abrí los ojos asustada.- ¿Vas a hablar o te iras?
-¿Por qué no saldremos con tu amigo?-arqueé una ceja.- Y ¿Por qué no tengo que hacer mi maleta?
-No saldremos con Christian pues porque le diré que terminamos.-dijo caminando hasta el baño.- Y no hagas tu maleta porque no iras a México, me voy solo.
-No, no, no y no.- detuve la puerta del baño cuando el la iba a cerrar.- Yo voy a ir a México contigo quieras o no.-dije demasiado cerca de sus labios.- Y tengo un vestido que nunca en mi vida estrene y me gustaría usarlo esta noche.- terminé de hablar y respire entre cortadamente. Me estaba intimidando.
-No vendrás a México y deja tu vestido nuevo para otra ocasión.-dijo acercándose aun mas a mi.
-Si iré a México porque ya hice mi maleta y me costó trabajo.-cerré los ojos anhelando que sus labios rozaran los míos.- Aparte tengo ganas de conocer México.-mordí mi labio inferior. Me tomó de la cintura.- ¿Me llevaras contigo?
-¿Por qué quieres que me muera?
-No quiero que te mueras.-dije en un hilo de voz.- Solo que me sacas de las casillas y hasta ganas de pegarte me dan.
-Abre los ojos.-me ordenó sensualmente. Le hice caso.- ¿Quieres un beso?
-N…n…no.-dije nerviosamente.
-¿Segura?-rozo sus labios contra los míos. Me tenía dominada.
-Ya, si, segura.-me zafé de sus brazos.- Ve a darte una ducha porque ya mas tarde nos vamos.- y fue lo ultimo que dije antes de salir corriendo hasta mi habitación.
Cerré la puerta y me apoyé de espalda, me dejé caer hasta el suelo y estiré mis piernas.
-¿Qué fue eso?-me dije a mi misma con los ojos bien abiertos.- Por Dios. Tendría que haberle dicho que si quería un beso.- murmuré tocando mis labios.- ¿Qué?-grité. Definitivamente me estoy volviendo loca.- No, no, no, no, no, James, James, James, el no me gusta.-intenté convencerme.- James no me gusta, James no me gusta, James no me gusta.- y diciendo eso me metí al baño. Me cerré con llave, tenía miedo a que James entrara. Me di una corta ducha y salí de ahí.
Lo del vestido no era verdad, no tenía nada que estrenar, si no que quería arreglar la estupidez que había dicho.
Aun con la toalla me sequé y planché mi cabello. Maquillé mi rostro naturalmente y me dispuse a buscar algo de ropa linda para usar esta noche.
Me decidí por un vestido corto hasta mas arriba de las rodillas en negro. Me miré al espejo una vez mas mientras me tiraba unas gotas de perfume, y salí de mi habitación tomando mi pequeño bolso.
Bajé las escaleras con sumo cuidado de no caerme por la altura de mis tacones. El estaba ahí hablando por celular. Sin decirle nada camine hasta el y me senté a su lado en el sillón.
Volteó a verme y me regalo una leve sonrisa.
-Bueno…-habló con la persona del otro lado del teléfono.- Si, lo se papá.-dijo con enojó.- Bien, no volverá a pasar, lo prometo.-respondió antes de presionar el botón para finalizar la llamada. Se levantó del sillón y me tendió la mano.
-¿Ya nos vamos?- dijo mientras yo tomaba su mano para salir de la casa.
-Si.-dije bajito.
Subimos al auto y al instante este comenzó a moverse. En el camino nadie tuvo el coraje como para hablar, así que el silencio se apodero del momento.
-Bien, aquí es.-estacionó frente a un elegante restaurante.
-Wooow, esto es muy caro.-arrugué la nariz.
-Lo se.-dijo sonriente mientras bajaba del auto. Baje a la par de el.- Ehhmm _____, yo quería saber si tu esta noche puedes fingir ya sabes…
-Si James.-dije intentando no mirarlo. Le tomé la mano.- Nada de besos.
-Solo algunos.-susurró cuando llegamos a la puerta del lugar. Volteé a verlo con los ojos bien abiertos pero el me ignoró y comenzó a hablar con el de recepción.- Teníamos una reserva para cuatro.-habló con el hombre.
-¿Apellido?
-Maslow .-respondió mientras sacaba su celular que sonaba.- ______, atiende por favor.-me dio el aparato. Lo miré confundida durante unos segundos.- Por favor.-insistió.
-¿Hola?-pregunté.
-¿James?-dijo una confundida voz de hombre. Tragué saliva antes de responder.
-No, _____.-respondí. James volteó a verme mientras le pasaba una tarjeta al hombre.- ¿Quién habla?
-Ahh ya entiendo, la novia de James.-dijo divertido.- Soy Christian.-rió tiernamente.- Queria avisarles que estamos yendo pero hay bastante transito.- avisó y luego suspiró para seguir hablando.- Dile a James que no me extrañe, en cinco minutos estamos por allá.-rió.
-Oh, bueno.-dije entre risitas.- Esta bien, los esperamos.
-Hasta luego preciosa.-dijo antes de que yo pudiera sentir el tono de fin de la llamada. Le entregué el celular a James.
-Tu amigo, dice que no lo extrañes.- le sonreí.
-Que estúpido es.-dijo negando con la cabeza.- Muchas gracias.-le sonrió al hombre que le entregaba la tarjeta de vuelta.
Nos adentramos en el lugar y James buscó algo con la vista, supuse que era nuestra mesa. De la mano nos dirigimos a la mesa 6. Me corrió la silla para que me sentara.
-Puedo sola.-dije sentándome.
-Tranquila.-dijo en una risa. Se sentó a mi lado.- Por favor solo te pido que te comportes esta noche.-dijo casi suplicante.
-Me deberás una.-me acomodé en la mesa y puse mi bolso sobre mi regazo.
-Okey, esta bien.-dijo sonriendo.- Pero actúa lo mejor que puedas _____ porque si no se la cree Chris no se quien mas podrá creer esta relación.
-Yo no me la creo.-dije secamente. Entrecerró los ojos.- Solo digo James.
-Como digas.- respondió antes de comenzar a mirar hacía todos lados. Definitivamente estaba nervioso. ¿Por qué?
-¿Estas bien?-pregunté soltando una risita.
-Claro que si.-respondió mirando la puerta.
-Te ves nervioso.-afirmé cuando el volteó rápidamente y tomó mi mano.- ¿Qué haces?-arqueé una ceja. Puso nuestras entrelazadas manos sobre la mesa.- James.-dije en tono de advertencia.
-Shhh.-hizo una mueca estúpida.- Están en la puerta.-me dijo mirándome de reojo.
-James creo que eres muy malo fingiendo.- dije casi en una carcajada.- Se supone que deberíamos estar hablando normalmente, supuestamente estamos de novios.- se aclaró la garganta.
-¿Qué se supone que haga?
-Bésame.-dije cuando por el rabillo del ojo vi a esos dos acercándose a la mesa.- Vamos James bésame como lo hiciste horas atrás.- por un lado anhelaba sentir sus labios chocando contra los míos. Se giró y me besó tiernamente mientras susurraba una estupidez.
-Hey, dejen algo para esta noche.-dijo un rubio palmeando la espalda de James. Nos separamos y el sonrió.- ¡Amigo!-dijo antes de que James se levantara de su asiento y lo abrazara.
-Christian, hace mas de un mes que no te veo Bro.- ahora James dirigió la mirada a la chica.- Hola Megan.-le sonrió. Ella le devolvió la sonrisa. Me aclaré la garganta sonoramente, se suponía que debía presentarme.- Ah, ella es ______, mi novia.- terminó de hablar y sonrió. Me levanté de la silla para saludar con un beso en la mejilla a Megan y luego a Christian.
-Es un placer.-dijo el rubio.- Y muy buen gusto Maslow .-rió. Su novia lo empujó levemente. El la miró.- Pero no mejor gusto que el que tengo yo.- ella le sonrió.
Los cuatro nos sentamos a la mesa. James y yo de un lado y Christian junto a su novia del otro. Comenzamos a hablar, mejor dicho James y Christian, Megan y yo estábamos calladas. A la hora de pedir la comida James pidió por mi, no me pregunten porque, solo lo hizo.
-¿Y bien?-dijo Christian jugando con la servilleta.- ¿Ustedes no saben hablar?
-Mmm… si.-dijo la morena sentada a su lado. Sonrió. James me miró pidiendo algo. Por Dios este chico estaba tan raro.
-¿Qué James? ¿Qué quieres?-pregunté mirándolo a los ojos. El me pateó por debajo de la mesa.- Perdona estaba pensando en algo.-me retracté. El sonrió.
-Descuida amor.-dijo tiernamente.- Te entiendo.-acarició mi mano con amor.
Okey bueno James ya para.-dije en mi interior. Los bellitos de mi nuca se erizaron. El volvió a sonreírme esperando respuesta.
Las ganas de salir corriendo de ese lugar, no faltaron en toda la noche.
Hablaron sobre la que seria “nuestra boda”, sobre que Chris había comenzado a trabajar y sobre la morena y sus problemas familiares. También surgió el tema de nuestro viaje a México y Chris que quería ir con nosotros.
-No te cuesta nada, me pagaré yo.-dijo Christian mientras comía de su ensalada de frutas.- Por favor.
-Christian.-le reprochó su novia.- James te aclaró el otro día que quería pasar tiempo a solas con su futura esposa.- dijo ella acariciando el cabello del joven.
James se tensó ante esto y desvió la mirada hasta la mesa de al lado donde dos pequeñas jugaban con los cubiertos.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Hola jacke
ajskzoeckspfofox
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh
siguela siguela siguela
siiiii!!
Porfas
besos!!!
ajskzoeckspfofox
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh
siguela siguela siguela
siiiii!!
Porfas
besos!!!
abrilita de henderson
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
YA REGRESE NO E MUERTO JIJIJ OK NO WUUANO A PASADO VARIOS DIAS DE QU ENO SUBO PERO LES PROMETO SUBIRE YA SABEN SE ME COMPLICAN VARIAS MATERIAS ESPERO NO HAVER PERDIDO NINGUNA LECTORA PERO MAS ALRATO LES SUBO EL CAP
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 12:
-Ah que mal.-dijo Christian como un nene pequeño.- Yo en serio quiero conocer México.-hizo un puchero. James ni siquiera lo vio, estaba en su mundo.- ¿James? ¿Puedo?-le tiró un pedazo de durazno.
-¡Christian!-gritó exaltado. La gente se volteó a verlo.- ¿Qué quieres?- agregó avergonzado por su comportamiento.
-Que me lleves a México.
-Christian ya basta.-reprochó su novia.- Déjalos en paz, que vallan solos. Ya luego de que se casen, vienen los hijos y todo eso que no te deja tener tiempo a solas con tu pareja.
-De todas maneras por mi no hay problema.-dije al descuido. James volteó a verme. Sonreí.- Es mas pueden venir los dos. ¿No James?
-Ja, ¿Viste? A _______ no le molesta.- sonrió Christian.- ¿Si vamos?-miró a su novia.
Por mi mejor, así no estaría todo el día a solas con James. Aun que lo malo seria que tendríamos que actuar todo el día como noviecitos enamorados. Tampoco quería compartir una habitación con Maslow , así que me salió el tiro por la culata.
El patadon de James bajo la mesa me hizo salir de mis pensamientos.
-Auch.-dije mirándolo con odio. Me miró extrañado.
-¿Qué paso amor?-me sonrió tiernamente. Pedazo de estúpido.
-Nada. ¿Te molestaría acompañarme a tomar aire?-pregunté levantándome de la silla. Se tensó.
-Hmmm… ¿Y si mejor nos quedamos acá?
-Bueno, quédate, yo saldré a tomar aire, me estoy asfixiando aquí adentro.- No iba a irme sin antes aprovechar de tocar sus labios. Lo besé levemente- Ya vuelvo amor.- me sonrió.
Salí al pequeño jardín del lugar y me senté en una hamaca. Vi a James salir de ahí, caminaba hacía mi.
-Hola.-dije sonriente mientras el se sentaba a mi lado.
-Siempre me haces quedar mal.
-¿Por qué?-pregunté arqueando una ceja.-Tu me haces quedar mal a mi cuando ni siquiera me diriges la palabra en toda la noche.
-No, no _____. Yo te hablé y me respondiste mal, para eso ni te sigo hablando.-se tiró sobre el respaldo.
-Aparte James podrías haberme avisado que le mientes a tus amigos sobre lo “nuestro”- hice comillas con los dedos.
-¿De que les miento?-me miró directamente a los ojos.
-De que nuestro viaje es para pasar tiempo a solas, es obvio que tu nunca querrías pasar tiempo a solas conmigo.-dije divertida. Desvió la mirada.- ¿Verdad?
-Ajjamm, verdad.
-Entonces, cuéntame a que vamos. Tengo curiosidad de saber que haremos allí. Aparte ni me has dicho detalles del viaje.
-Bueno cuando lleguemos si quieres dormimos en mi habitación y te cuento todo.-sonrió pícaramente.
-No, gracias.
-Bueno, esta bien, en la tuya, ni drama.- me miró con ternura. No, no era ternura, era deseo. Okey, me esta dando miedo, Maslow me desea en su cama.
-No tampoco. Y no dormiré en ningún lugar que implique que estemos juntos.-dije secamente. Tomó mi mano.
-¿Por qué me odias tanto?
-Es culpa tuya que te odie.-dije quitando mi mano de la suya.- Aparte no estas siendo sincero conmigo.
-¿Por qué no?-preguntó arrugando la nariz.
-Porque no sabia que nos íbamos a pasar un tiempo a solas. Habías dicho que era por trabajo.
-Ehhmm si, es que es por trabajo y luego pasamos una semana juntos. ¿No crees?
-¿Por qué no volvemos cuando termines?-pregunté viendo como él se levantaba de la hamaca.
-En serio, estoy haciendo un esfuerzo por hacer que esto funcione, pero no estas ayudando.- dijo tendiéndome su mano. La tomé y me levante yo también
-De todas maneras no creo que funcione, pero bueno, no pierdes nada con intentarlo.
Entramos al lugar para terminar la noche con los amigos de James.
-Yo tengo sueño.-dije tirándome sobre el sillón.
-A tu habitación.-dijo mientras subía las escaleras.- Si duermes ahí mañana te tendré que despertar temprano para que dejes a las chicas limpiar.
-Aff okey, James, espérame.-grité mientras me sacaba los tacones y los dejaba en el suelo de la sala. Se detuvo al final de la escalera y volteó a verme extrañado.
-¿Por qué quieres que te espere?-miró mientras yo subía las escaleras. Le sonreí.
-Primero porque tu casa me da miedo y segundo porque quiero que me des detalles de el viaje.- llegué hasta donde el estaba.- Pero no dormiremos juntos.
-Okey, okey.-rio.- De todas maneras vamos para mi habitación.-dijo caminando hacía su habitación. Me quede ahí parada.- Vamos.-dijo insitente.- ¿Me tienes miedo?
-La verdad, si.-dije acomodando mi cabello. Rio.- Es que a veces en serio eres demasiado depravado.
-Vamos, ven aquí.-dijo entre risas.- Prometo no hacerte nada. Nada que tu no quieras.-agregó haciendo que me sonrojara.- Vamos ven aquí.- me sonrió. No pude evitar sonreírle.
-Iré a ponerme el pijama.-dije caminando hasta mi habitación. Juro que sentí sus ojos en mi trasero.
Me coloqué el pijama y me hice un rodete porque el calor era insoportable. Me quité el maquillaje y salí de mi habitación. Toqué su puerta dos veces.
-¡Pasa!-gritó desde adentro.
Entre y vi toda la ropa desparramada en la habitación. Él no estaba ahí, de seguro estaba en el baño.
Volteé hasta su mesita de luz y vi un porta retratos donde salía un nene con una nena. Supuse que era James pero no supe quien era la nena a su lado.
-Pronto tu ocuparas ese lugar en mi mesita de luz.- su voz me hizo sobre saltar.
-Ahh no, gracias, esta bien.- Volteé y lo vi en boxers. Me cubrí la cara como nena pequeña.- Cúbrete por favor.
-No tienes porque ponerte asi, es mas, ve acostumbrándote.- se alejó de mi y se tiró en la cama.- Ven aquí.
-¿Sabes? Mejor me voy a mi habitación. En serio, me incomoda tu presencia en boxers.-dije nerviosamente mientras caminaba hasta la puerta. Se levantó y me tomó de la cintura pegándome a su torso desnudo.- No James, no lo hagas por favor.- dije en un hilo de voz. A estas alturas me costaba respirar.
-¿Te quedas?
-Si te cubres.-dije condicionándolo.
-Okey, okey.-me soltó y caminó hasta su armario. Volteé a verlo.- ¿Ahora?-dijo cuando ya tenía unos shorts puestos.
-Ahora si.-sonreí fingidamente. De seguro estaba roja.
-Ven aquí.-hizo una seña con su mano. Nos sentamos en su cama.- ¿Qué querías saber?
-Muchas cosas.-respondí acomodando mis pies sobre la cama.
-¿Cómo por ejemplo?-preguntó con curiosidad.
-¿Cuándo nos vamos?-dije mientras jugaba con el cubrecamas.
-El martes.
-¿En dos días?-levanté mi tono de voz. Sonrió.
-¿Sabes? En verdad no iba a decirte nada, directamente te subiría al avión conmigo pero luego lo pensé bien y recapacité, te pedí que fueras conmigo y aun que se que te niegas en serio quieres estar a solas conmigo.
-En tus sueños Maslow .-reí.- Cuéntame. ¿A que vamos?
-Tengo un asunto que resolver.
-No te creo.-respondí mirándolo.
-¿Ah no?- me miró a los ojos.- Hey, no te estoy mintiendo.
-Como digas.-dije en un cantito.- ¿Qué hare yo mientras tu estés resolviendo ese “asuntito”?
-Te quedaras en el hotel.
-Ni lo pienses.-dije molesta.- Si voy para que me dejes en el hotel, mejor me quedo aquí.
-¿Y que harás aquí?
-Lo mismo de siempre. Nada.
-Te aburrirás más. Porque no me tendrás a mi para pelear.
-Buen punto.-reí.- ¿Por qué les dijiste a Chris y Megan que era un viaje para estar a solas?
-Ah que mal.-dijo Christian como un nene pequeño.- Yo en serio quiero conocer México.-hizo un puchero. James ni siquiera lo vio, estaba en su mundo.- ¿James? ¿Puedo?-le tiró un pedazo de durazno.
-¡Christian!-gritó exaltado. La gente se volteó a verlo.- ¿Qué quieres?- agregó avergonzado por su comportamiento.
-Que me lleves a México.
-Christian ya basta.-reprochó su novia.- Déjalos en paz, que vallan solos. Ya luego de que se casen, vienen los hijos y todo eso que no te deja tener tiempo a solas con tu pareja.
-De todas maneras por mi no hay problema.-dije al descuido. James volteó a verme. Sonreí.- Es mas pueden venir los dos. ¿No James?
-Ja, ¿Viste? A _______ no le molesta.- sonrió Christian.- ¿Si vamos?-miró a su novia.
Por mi mejor, así no estaría todo el día a solas con James. Aun que lo malo seria que tendríamos que actuar todo el día como noviecitos enamorados. Tampoco quería compartir una habitación con Maslow , así que me salió el tiro por la culata.
El patadon de James bajo la mesa me hizo salir de mis pensamientos.
-Auch.-dije mirándolo con odio. Me miró extrañado.
-¿Qué paso amor?-me sonrió tiernamente. Pedazo de estúpido.
-Nada. ¿Te molestaría acompañarme a tomar aire?-pregunté levantándome de la silla. Se tensó.
-Hmmm… ¿Y si mejor nos quedamos acá?
-Bueno, quédate, yo saldré a tomar aire, me estoy asfixiando aquí adentro.- No iba a irme sin antes aprovechar de tocar sus labios. Lo besé levemente- Ya vuelvo amor.- me sonrió.
Salí al pequeño jardín del lugar y me senté en una hamaca. Vi a James salir de ahí, caminaba hacía mi.
-Hola.-dije sonriente mientras el se sentaba a mi lado.
-Siempre me haces quedar mal.
-¿Por qué?-pregunté arqueando una ceja.-Tu me haces quedar mal a mi cuando ni siquiera me diriges la palabra en toda la noche.
-No, no _____. Yo te hablé y me respondiste mal, para eso ni te sigo hablando.-se tiró sobre el respaldo.
-Aparte James podrías haberme avisado que le mientes a tus amigos sobre lo “nuestro”- hice comillas con los dedos.
-¿De que les miento?-me miró directamente a los ojos.
-De que nuestro viaje es para pasar tiempo a solas, es obvio que tu nunca querrías pasar tiempo a solas conmigo.-dije divertida. Desvió la mirada.- ¿Verdad?
-Ajjamm, verdad.
-Entonces, cuéntame a que vamos. Tengo curiosidad de saber que haremos allí. Aparte ni me has dicho detalles del viaje.
-Bueno cuando lleguemos si quieres dormimos en mi habitación y te cuento todo.-sonrió pícaramente.
-No, gracias.
-Bueno, esta bien, en la tuya, ni drama.- me miró con ternura. No, no era ternura, era deseo. Okey, me esta dando miedo, Maslow me desea en su cama.
-No tampoco. Y no dormiré en ningún lugar que implique que estemos juntos.-dije secamente. Tomó mi mano.
-¿Por qué me odias tanto?
-Es culpa tuya que te odie.-dije quitando mi mano de la suya.- Aparte no estas siendo sincero conmigo.
-¿Por qué no?-preguntó arrugando la nariz.
-Porque no sabia que nos íbamos a pasar un tiempo a solas. Habías dicho que era por trabajo.
-Ehhmm si, es que es por trabajo y luego pasamos una semana juntos. ¿No crees?
-¿Por qué no volvemos cuando termines?-pregunté viendo como él se levantaba de la hamaca.
-En serio, estoy haciendo un esfuerzo por hacer que esto funcione, pero no estas ayudando.- dijo tendiéndome su mano. La tomé y me levante yo también
-De todas maneras no creo que funcione, pero bueno, no pierdes nada con intentarlo.
Entramos al lugar para terminar la noche con los amigos de James.
-Yo tengo sueño.-dije tirándome sobre el sillón.
-A tu habitación.-dijo mientras subía las escaleras.- Si duermes ahí mañana te tendré que despertar temprano para que dejes a las chicas limpiar.
-Aff okey, James, espérame.-grité mientras me sacaba los tacones y los dejaba en el suelo de la sala. Se detuvo al final de la escalera y volteó a verme extrañado.
-¿Por qué quieres que te espere?-miró mientras yo subía las escaleras. Le sonreí.
-Primero porque tu casa me da miedo y segundo porque quiero que me des detalles de el viaje.- llegué hasta donde el estaba.- Pero no dormiremos juntos.
-Okey, okey.-rio.- De todas maneras vamos para mi habitación.-dijo caminando hacía su habitación. Me quede ahí parada.- Vamos.-dijo insitente.- ¿Me tienes miedo?
-La verdad, si.-dije acomodando mi cabello. Rio.- Es que a veces en serio eres demasiado depravado.
-Vamos, ven aquí.-dijo entre risas.- Prometo no hacerte nada. Nada que tu no quieras.-agregó haciendo que me sonrojara.- Vamos ven aquí.- me sonrió. No pude evitar sonreírle.
-Iré a ponerme el pijama.-dije caminando hasta mi habitación. Juro que sentí sus ojos en mi trasero.
Me coloqué el pijama y me hice un rodete porque el calor era insoportable. Me quité el maquillaje y salí de mi habitación. Toqué su puerta dos veces.
-¡Pasa!-gritó desde adentro.
Entre y vi toda la ropa desparramada en la habitación. Él no estaba ahí, de seguro estaba en el baño.
Volteé hasta su mesita de luz y vi un porta retratos donde salía un nene con una nena. Supuse que era James pero no supe quien era la nena a su lado.
-Pronto tu ocuparas ese lugar en mi mesita de luz.- su voz me hizo sobre saltar.
-Ahh no, gracias, esta bien.- Volteé y lo vi en boxers. Me cubrí la cara como nena pequeña.- Cúbrete por favor.
-No tienes porque ponerte asi, es mas, ve acostumbrándote.- se alejó de mi y se tiró en la cama.- Ven aquí.
-¿Sabes? Mejor me voy a mi habitación. En serio, me incomoda tu presencia en boxers.-dije nerviosamente mientras caminaba hasta la puerta. Se levantó y me tomó de la cintura pegándome a su torso desnudo.- No James, no lo hagas por favor.- dije en un hilo de voz. A estas alturas me costaba respirar.
-¿Te quedas?
-Si te cubres.-dije condicionándolo.
-Okey, okey.-me soltó y caminó hasta su armario. Volteé a verlo.- ¿Ahora?-dijo cuando ya tenía unos shorts puestos.
-Ahora si.-sonreí fingidamente. De seguro estaba roja.
-Ven aquí.-hizo una seña con su mano. Nos sentamos en su cama.- ¿Qué querías saber?
-Muchas cosas.-respondí acomodando mis pies sobre la cama.
-¿Cómo por ejemplo?-preguntó con curiosidad.
-¿Cuándo nos vamos?-dije mientras jugaba con el cubrecamas.
-El martes.
-¿En dos días?-levanté mi tono de voz. Sonrió.
-¿Sabes? En verdad no iba a decirte nada, directamente te subiría al avión conmigo pero luego lo pensé bien y recapacité, te pedí que fueras conmigo y aun que se que te niegas en serio quieres estar a solas conmigo.
-En tus sueños Maslow .-reí.- Cuéntame. ¿A que vamos?
-Tengo un asunto que resolver.
-No te creo.-respondí mirándolo.
-¿Ah no?- me miró a los ojos.- Hey, no te estoy mintiendo.
-Como digas.-dije en un cantito.- ¿Qué hare yo mientras tu estés resolviendo ese “asuntito”?
-Te quedaras en el hotel.
-Ni lo pienses.-dije molesta.- Si voy para que me dejes en el hotel, mejor me quedo aquí.
-¿Y que harás aquí?
-Lo mismo de siempre. Nada.
-Te aburrirás más. Porque no me tendrás a mi para pelear.
-Buen punto.-reí.- ¿Por qué les dijiste a Chris y Megan que era un viaje para estar a solas?
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 13:
-Porque debían creérselo.
-¿Ah si?-dije arqueando una ceja.- No te creo Maslow .
-No me creas.-dijo nervioso.
-Bueno, creo que ya me voy a dormir. Que descanses.-me levanté y salí de ahí.
Entre en mi habitación y me metí en la cama. Estoy segura que no es un viaje solo de trabajo es algo mas que eso, porque si no no estaria tan nervioso a la hora de hablar sobre eso. De tanto pensar en que puede estar tramando Maslow , me quede completamente dormida
Desperté porque un rayo de sol daba justo en mi ojo, volteé hacía el otro lado y abrí los ojos. Tardé un rato en despertarme bien y luego me fui al baño.
Me di una ducha y me arregle. Baje a desayunar y no había nadie, ni señales de James.
-Buenos dias señorita.-me sonrió una de las chicas.- ¿Qué va a desayunar?
-Un jugo, no quiero nada para comer.-dije viendo si James se encontraba por ahí.- ¿Dónde esta James?-dije intrigada.
-Ah el señor salió temprano. Dijo que tenía que hacer unas cosas antes del viaje de mañana a México.
-Ahh, gracias.-le sonreí.
Bueno, parece que James tenía bastantes cosas que hacer porque estuve toda la tarde sola y aburrida en la pileta. No tenía nada que hacer mas que tomar sol sobre una reposera y escuchar música desde mi celular.
Almorcé sola, tome la media tarde sola, y cené sola. Me fui a dormir temprano porque el aburrimiento era el apoderado de esa casa.
-Hey, arriba, vamos a perder el vuelo.-lo sentí decir desde la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y lo miré.- Levantate.
-Explícame donde estuviste ayer Maslow .-dije abriendo solo un ojo.
-No tengo que darte explicaciones.-dijo entrando a mi baño. Sentí el agua de la ducha correr.- Vamos entra ahí, dos horas sale nuestro avion.
-¿Qué hora es?-pregunté levantandome.
-Las 5:00 am.
-Hey, no me voy a levantar tan temprano.
-Tienes que levantarte temprano porque en dos horas sale el vuelo.
-James.-dije acostandome de nuevo.- Quiero quedarme aquí.
-Dije que te levantes.-dijo insistente.
-Dije que quiero quedarme.-le dije del mismo modo.
-Bien, tu te la buscaste.
Caminó hasta mi y me tomó en sus brazos.
-¿Qué haces?-grité intentando bajarme de sus brazos.
Pero ya era tarde el me había dejado en pijama bajo la ducha.
-Imbécil.-murmuré mientras el cerraba la puerta del baño.
Me saqué la ropa mojada y la tiré fuera de la ducha. Insulté a James mientras me daba mi baño y al salir me coloqué unos jeans y una remera simple, deje mi cabello suelto. Baje y me encontré con James sentado a la mesa, desayunando.
-Me las vas a pagar, te lo aseguro.-dije sentandome. Rió por lo bajo. Al instante tenía mi desayuno en frente.- Me mojaste todo el pijama y el agua estaba fria.
-La culpa es tuya.-dijo sin despegar los ojos del diario.- Tu no quisiste meterte por tu cuenta, algo tenía que hacer.
-Bueno, bueno, como tu digas.-dije desviando la mirada.
James terminó de desayunar y subió. Al rato estaba abajo con las maletas mias y las de el.
-Apurate, no tenemos mucho tiempo.-dijo impaciente mirando su reloj.
-Bueno Maslow , tranquilizate porque la verdad no estoy como para tus estupideces.-dije de mala gana mientras me levantaba de la mesa.- Voy por mi bolso.-corrí escaleras arriba y minutos después bajé de la misma manera.
El chofer de James cargó las maletas en el auto y ambos subimos. Estaba segura de que este viaje no iba a ser el mejor de todos, ni siquiera iba a ser bueno.
Llegamos al aeropuerto y James me obligó a andar de su mano hasta subir al avion.
Yo sabía que James Maslow era un hombre importante pero no tanto como para tener su jet privado. Entonces toda la estupidez de esta mañana por hacerme levantar temprano era un completa mentira. Pero todo se paga por su precio.
Abordamos el avion y minutos después este despegó.
-James.-dije llamando su atención. Volteó a verme.- Te detesto.
-¿Qué?-arqueó una ceja.- ¿Qué hice ahora?
-Te detesto desde siempre.-dije secamente. Rodó los ojos.
-Estoy tan cansado de tu inmadurez.
-Pfff mira quien lo dice.-dijo riendo sarcastica.
-¿Por qué tienes la necesidad de hacerme irritar?-dijo intentando no levantar el tono de su voz.
-Porque tu haces lo mismo.-dije sin siquiera mirarlo. Tomó mi mano y la etrelazo con la suya, la colocó sobre el apoya brazo.- ¿Qué haces?- intenté salir de su agarre.
-Le tomo la mano a mi novia.-dijo de mala gana.
-Mira Maslow .-me solté de su mano.- No estoy de humor como para tus estupidos juegos.
-¿Juegos?-dijo “sin comprender”- No, amor yo no estoy jugando.-agregó. Sonreí con sarcásmo.
-Ah con que eso quieres, ¿verdad?-arqueé una ceja.- Pues, asi jugaremos.
-No estoy jugando, yo hablo muy en serio.-dijo.- ¿Por qué no puedo ser cariñoso con mi nena?
-¿Tu nena? Primero que todo, soy una mujer.-lo señalé con mi dedo.- Y segundo no soy tuya.-dije casi en un grito.
-Aun que lo niegues eres mi nena.
-A los ojos de todos, pero verdaderamente no lo soy.
-Tu solo finge porque las consecuencias son peores que las causas.
¿A que se referia con eso? Bien, ya me había dejado algo en que pensar mientras viajabamos a Mexico.
El resto del viaje fue tranquilo, porque me quedé dormida. Desperté cuando James me pegó un grito. No saben que lindo es despertar al lado de la persona que mas amas y con un hermoso grito. Se nota mi sarcasmo, ¿Verdad?
-Baja del avion.-me dijo desde la escalera.
-¿Qué pasa si no quiero?-lo desafié.
-Te bajare yo.-sonrió malévolamente.- Vamos, baja.
-Es que me gusta estar aca.-dije como nena pequeña.- ¿A ti no te gusta?
-No, y tampoco me gusta lo que estas haciendo, asi que muevete debajo de este avion o te juro que subo a buscarte.-terminó de bajar y volteó a verme. Le sonreí.- ¿Crees que no soy capaz de subir a buscarte?
-No eres capaz.-dije con un tono mas desafiante de lo normal. Dejó la maleta en el suelo.
-Ahora veraz _______ Jarell, vas a entender de una vez que conmigo no se juega.-y corrió hasta donde yo estaba.
-Me tocas y eres hombre muerto.-le dije apoyando mis manos sobre su pecho.- Así que no te atrevas porque sabes lo que pasa.
-¿Qué pasa?-dijo acercándose a mis labios.
-Maslow , la ultima vez que te pusiste cerdo conmigo terminaste agarrándote tus partecitas, no te atrevas.
-Okey, okey.-dijo alejándose de mi. Sonreí, había ganado.- Pero baja ahora mismo.
-Pídelo bien.-dije apoyándome sobre la baranda de la escalera.
-______, amor. ¿Puedes bajar?-dijo y luego suspiró. Reí.
-Si, bebe ya bajo.-dije entre risas y luego baje hasta donde el estaba. Me tomó la mano.- No, no, no.-se la saqué.- No sin mi permiso.-agregué. Tragó saliva antes de hablar.
-¿Puedo tomar tu mano?-dijo moviendo el pie con impaciencia.
-Así me gustas mas Maslow .-dije divertida mientras tomaba su mano.
Ni me pregunten, solo rían por que el me obedece. Este viaje había comenzado divertido, para mi, no para el, así que pronto debía comerme sus regaños y gritos por hacerlo esperar.
Entramos al aeropuerto y le pedí ir al baño. Lo hice esperar más de lo normal solo porque me gustaba molestarlo. Cuando salí le pedí ir por una revista, se negó, pero luego aceptó y me la compró. Luego le pedí que me regalara un bolso pero esta vez no aceptó. Fuimos al quiosco y de igual manera insistí que queria un chupetin, me lo regaló y yo le compré un chocolate. Pobre, después de todo se estaba comportando bien, y me estaba haciendo reir mucho, asi que por lo menos debía regalarle un chocolate.
-Ya sin mas vueltas.-me jaló de la mano.- Vamos al hotel.
-Pero tratame bien James.-dije lo mas sutil posible.- Yo no te estoy haciendo mal a ti.
-Bueno, perdona.-dijo con pesadez.- ¿Podemos ir al hotel?-arqueé un ceja.- ______, cariño, ¿Vamos al hotel?
-Si, amor vamos.-dije divertida.
Créanme, ustedes en mi lugar, no aguantarian las risas.
Llegamos al hotel, y era enorme. Bastante lujoso para lo que yo acostumbro, pero debo comenzar a acostumbrarme a esto porque asi va a ser de por vida junto a Maslow . Viajes, hoteles de cinco estrellas, viajes, hoteles de cinco estrellas, y asi de por vida, muuuuy exagerado para mi.
-Una suite.-dijo a la recepcionista. Lo miré aterrada y apreté su mano. Volteó a verme y me sonrió.
-Tome señor.-le entregó la tarjeta.- Gracias por alojarse en nuestro hotel y que disfruten de su estadia.
Ahora la diversión estaba de el lado de Maslow . Esta era su venganza, yo iba a tener que compartir habitación con el.
-Porque debían creérselo.
-¿Ah si?-dije arqueando una ceja.- No te creo Maslow .
-No me creas.-dijo nervioso.
-Bueno, creo que ya me voy a dormir. Que descanses.-me levanté y salí de ahí.
Entre en mi habitación y me metí en la cama. Estoy segura que no es un viaje solo de trabajo es algo mas que eso, porque si no no estaria tan nervioso a la hora de hablar sobre eso. De tanto pensar en que puede estar tramando Maslow , me quede completamente dormida
Desperté porque un rayo de sol daba justo en mi ojo, volteé hacía el otro lado y abrí los ojos. Tardé un rato en despertarme bien y luego me fui al baño.
Me di una ducha y me arregle. Baje a desayunar y no había nadie, ni señales de James.
-Buenos dias señorita.-me sonrió una de las chicas.- ¿Qué va a desayunar?
-Un jugo, no quiero nada para comer.-dije viendo si James se encontraba por ahí.- ¿Dónde esta James?-dije intrigada.
-Ah el señor salió temprano. Dijo que tenía que hacer unas cosas antes del viaje de mañana a México.
-Ahh, gracias.-le sonreí.
Bueno, parece que James tenía bastantes cosas que hacer porque estuve toda la tarde sola y aburrida en la pileta. No tenía nada que hacer mas que tomar sol sobre una reposera y escuchar música desde mi celular.
Almorcé sola, tome la media tarde sola, y cené sola. Me fui a dormir temprano porque el aburrimiento era el apoderado de esa casa.
-Hey, arriba, vamos a perder el vuelo.-lo sentí decir desde la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y lo miré.- Levantate.
-Explícame donde estuviste ayer Maslow .-dije abriendo solo un ojo.
-No tengo que darte explicaciones.-dijo entrando a mi baño. Sentí el agua de la ducha correr.- Vamos entra ahí, dos horas sale nuestro avion.
-¿Qué hora es?-pregunté levantandome.
-Las 5:00 am.
-Hey, no me voy a levantar tan temprano.
-Tienes que levantarte temprano porque en dos horas sale el vuelo.
-James.-dije acostandome de nuevo.- Quiero quedarme aquí.
-Dije que te levantes.-dijo insistente.
-Dije que quiero quedarme.-le dije del mismo modo.
-Bien, tu te la buscaste.
Caminó hasta mi y me tomó en sus brazos.
-¿Qué haces?-grité intentando bajarme de sus brazos.
Pero ya era tarde el me había dejado en pijama bajo la ducha.
-Imbécil.-murmuré mientras el cerraba la puerta del baño.
Me saqué la ropa mojada y la tiré fuera de la ducha. Insulté a James mientras me daba mi baño y al salir me coloqué unos jeans y una remera simple, deje mi cabello suelto. Baje y me encontré con James sentado a la mesa, desayunando.
-Me las vas a pagar, te lo aseguro.-dije sentandome. Rió por lo bajo. Al instante tenía mi desayuno en frente.- Me mojaste todo el pijama y el agua estaba fria.
-La culpa es tuya.-dijo sin despegar los ojos del diario.- Tu no quisiste meterte por tu cuenta, algo tenía que hacer.
-Bueno, bueno, como tu digas.-dije desviando la mirada.
James terminó de desayunar y subió. Al rato estaba abajo con las maletas mias y las de el.
-Apurate, no tenemos mucho tiempo.-dijo impaciente mirando su reloj.
-Bueno Maslow , tranquilizate porque la verdad no estoy como para tus estupideces.-dije de mala gana mientras me levantaba de la mesa.- Voy por mi bolso.-corrí escaleras arriba y minutos después bajé de la misma manera.
El chofer de James cargó las maletas en el auto y ambos subimos. Estaba segura de que este viaje no iba a ser el mejor de todos, ni siquiera iba a ser bueno.
Llegamos al aeropuerto y James me obligó a andar de su mano hasta subir al avion.
Yo sabía que James Maslow era un hombre importante pero no tanto como para tener su jet privado. Entonces toda la estupidez de esta mañana por hacerme levantar temprano era un completa mentira. Pero todo se paga por su precio.
Abordamos el avion y minutos después este despegó.
-James.-dije llamando su atención. Volteó a verme.- Te detesto.
-¿Qué?-arqueó una ceja.- ¿Qué hice ahora?
-Te detesto desde siempre.-dije secamente. Rodó los ojos.
-Estoy tan cansado de tu inmadurez.
-Pfff mira quien lo dice.-dijo riendo sarcastica.
-¿Por qué tienes la necesidad de hacerme irritar?-dijo intentando no levantar el tono de su voz.
-Porque tu haces lo mismo.-dije sin siquiera mirarlo. Tomó mi mano y la etrelazo con la suya, la colocó sobre el apoya brazo.- ¿Qué haces?- intenté salir de su agarre.
-Le tomo la mano a mi novia.-dijo de mala gana.
-Mira Maslow .-me solté de su mano.- No estoy de humor como para tus estupidos juegos.
-¿Juegos?-dijo “sin comprender”- No, amor yo no estoy jugando.-agregó. Sonreí con sarcásmo.
-Ah con que eso quieres, ¿verdad?-arqueé una ceja.- Pues, asi jugaremos.
-No estoy jugando, yo hablo muy en serio.-dijo.- ¿Por qué no puedo ser cariñoso con mi nena?
-¿Tu nena? Primero que todo, soy una mujer.-lo señalé con mi dedo.- Y segundo no soy tuya.-dije casi en un grito.
-Aun que lo niegues eres mi nena.
-A los ojos de todos, pero verdaderamente no lo soy.
-Tu solo finge porque las consecuencias son peores que las causas.
¿A que se referia con eso? Bien, ya me había dejado algo en que pensar mientras viajabamos a Mexico.
El resto del viaje fue tranquilo, porque me quedé dormida. Desperté cuando James me pegó un grito. No saben que lindo es despertar al lado de la persona que mas amas y con un hermoso grito. Se nota mi sarcasmo, ¿Verdad?
-Baja del avion.-me dijo desde la escalera.
-¿Qué pasa si no quiero?-lo desafié.
-Te bajare yo.-sonrió malévolamente.- Vamos, baja.
-Es que me gusta estar aca.-dije como nena pequeña.- ¿A ti no te gusta?
-No, y tampoco me gusta lo que estas haciendo, asi que muevete debajo de este avion o te juro que subo a buscarte.-terminó de bajar y volteó a verme. Le sonreí.- ¿Crees que no soy capaz de subir a buscarte?
-No eres capaz.-dije con un tono mas desafiante de lo normal. Dejó la maleta en el suelo.
-Ahora veraz _______ Jarell, vas a entender de una vez que conmigo no se juega.-y corrió hasta donde yo estaba.
-Me tocas y eres hombre muerto.-le dije apoyando mis manos sobre su pecho.- Así que no te atrevas porque sabes lo que pasa.
-¿Qué pasa?-dijo acercándose a mis labios.
-Maslow , la ultima vez que te pusiste cerdo conmigo terminaste agarrándote tus partecitas, no te atrevas.
-Okey, okey.-dijo alejándose de mi. Sonreí, había ganado.- Pero baja ahora mismo.
-Pídelo bien.-dije apoyándome sobre la baranda de la escalera.
-______, amor. ¿Puedes bajar?-dijo y luego suspiró. Reí.
-Si, bebe ya bajo.-dije entre risas y luego baje hasta donde el estaba. Me tomó la mano.- No, no, no.-se la saqué.- No sin mi permiso.-agregué. Tragó saliva antes de hablar.
-¿Puedo tomar tu mano?-dijo moviendo el pie con impaciencia.
-Así me gustas mas Maslow .-dije divertida mientras tomaba su mano.
Ni me pregunten, solo rían por que el me obedece. Este viaje había comenzado divertido, para mi, no para el, así que pronto debía comerme sus regaños y gritos por hacerlo esperar.
Entramos al aeropuerto y le pedí ir al baño. Lo hice esperar más de lo normal solo porque me gustaba molestarlo. Cuando salí le pedí ir por una revista, se negó, pero luego aceptó y me la compró. Luego le pedí que me regalara un bolso pero esta vez no aceptó. Fuimos al quiosco y de igual manera insistí que queria un chupetin, me lo regaló y yo le compré un chocolate. Pobre, después de todo se estaba comportando bien, y me estaba haciendo reir mucho, asi que por lo menos debía regalarle un chocolate.
-Ya sin mas vueltas.-me jaló de la mano.- Vamos al hotel.
-Pero tratame bien James.-dije lo mas sutil posible.- Yo no te estoy haciendo mal a ti.
-Bueno, perdona.-dijo con pesadez.- ¿Podemos ir al hotel?-arqueé un ceja.- ______, cariño, ¿Vamos al hotel?
-Si, amor vamos.-dije divertida.
Créanme, ustedes en mi lugar, no aguantarian las risas.
Llegamos al hotel, y era enorme. Bastante lujoso para lo que yo acostumbro, pero debo comenzar a acostumbrarme a esto porque asi va a ser de por vida junto a Maslow . Viajes, hoteles de cinco estrellas, viajes, hoteles de cinco estrellas, y asi de por vida, muuuuy exagerado para mi.
-Una suite.-dijo a la recepcionista. Lo miré aterrada y apreté su mano. Volteó a verme y me sonrió.
-Tome señor.-le entregó la tarjeta.- Gracias por alojarse en nuestro hotel y que disfruten de su estadia.
Ahora la diversión estaba de el lado de Maslow . Esta era su venganza, yo iba a tener que compartir habitación con el.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 14:
Abrió la puerta de la habitación y dejamos las maletas a un costado de esta. Entré y cerré la puerta detrás de mí. Solté su mano bruscamente y le dediqué mi peor mirada.
-Juro por mi familia que voy a hacerte la vida imposible.-dije antes de meterme más en la habitación. Sentí su risa, demasiado sensual para el momento. Volteé a verlo.- ¿Qué es tan gracioso?-arqueé una ceja. Me sonr
ió.
-Tú lo eres.
-Oh, si que bien que te haga gracia, porque a mi no.-dije de mala gana. Volvió a reír.- No entiendo de que mierda te ríes.
-Ya te dije, de ti.
-¿Acaso soy un payaso?
-No, que yo sepa los payasos sonríen, tu no.
-De verdad no puedo creer que exista una persona tan desagradable como tu.- volví a darme la vuelta, lo sentí acercarse a mi.
-Lo dices porque aun no has estado en la cama conmigo.
-¡Cerdo!-sentencié dándome la vuelta.- James eres un asco.-me alejé de el. Solo sonrió.
-Admite que mueres por sentirme dentro tuyo.
-Vuelve a decir algo que implique sexo y mi nombre en la misma oración, y no vives para contarlo.- me metí en lo que parecía ser el baño.
Esa habitación era una locura, pero claramente era para dos personas que estaban felizmente casadas porque yo no disfrutare de esta habitación estando junto a James.
Apoyé mi bolso sobre el lavabo y me mire al espejo. Estaba hecha un desastre. Me lavé la cara, cepillé mis dientes y até mi cabello en una coleta.
Salí del baño y me encontré con James tirado sobre la enorme cama, el estaba viendo las noticias. No me dedicó su mirada así que seguí con mi paso hasta mi maleta, pero antes tiré mi bolso al lado de James, sobre la cama.
-Dime que parte del armario usaras.-dije secamente.
-La que tú me dejes.-dijo sin despegar la mirada del televisor.
Bien, el había comenzado con el jueguito, yo se lo había seguido, y luego los dos nos atacamos, pero yo tenía una nueva idea. Maslow , tendrás que dejar tu ropa dentro de la maleta porque espacio no tendrás.
Reí en voz alta sin darme cuenta, James volteó a verme extrañado.
-¿Te encuentras bien?-preguntó casi en una risa. Y si, no te encuentras a una persona risueña sin sentido todos los días
-Muy bien.-dije conteniendo una risa. Ciertamente su cara daba gracia. Tenía un brazo extendido sobre la cama y las piernas abiertas, casi que se reía pero no se si era una risa o una mueca que se confundía con una risa.- Aparte no preguntes porque no te interesa.-agregué. Se puso serio.
-Siempre con tus acotaciones estúpidas.-dijo y volteó a ver el televisor de nuevo. Sonreí para mis adentros, me sentía malvada.- Aparte si pregunto es porque me interesa. ¿No crees?-agregó.
-Dios, por favor, haz que cierre la boca.-dije casi en un suspiro. Rió.- ¿Por qué ríes por todo?-pregunté doblando una remera.
-Bien, no puedo preguntar porque según tú, no me interesa, y tampoco puedo reír. Dime, ¿Controlaras mi vida?
-Digamos que capaz.-dije rodando los ojos. Me miró atento.- Es feo cuando controlan tu vida. ¿Cierto?
-Y claro que si. Uno es uno y hace lo que quiera con su vida.
-Pues repítetelo a ti mismo.-dije secamente. Rió.- Yo no puedo controlar tu vida pero tu puedes controlar la mía.-dije. Asintió.- Imbécil.- rió.
-Es que es feo que controlen tu vida pero esta divertido controlar la vida de otro.- dijo. Reí sarcásticamente.
-Nunca pensé que existiera una persona como tu.-dije con recelo en mis palabras. Me miró.- James, querido James, no sabes con quien te metes.-agregué. Me sonrió.
-Estaba pensando…-dijo mirando el techo.- Una persona como yo… pero ¿en que aspecto?
-Es que tu eres…-buscaba la palabra correcta.- eres…
-¿Sexy?-dijo arqueando una ceja. Reí.- Se que te atraigo linda, no lo niegues.-volteó de nuevo.
-Si, me atraes tanto.-dije sarcástica. Rió.- Eres tan imbécil.
-¡Que lenta eres!-sonrió. Seguía mis movimientos con su mirada.- Tendría que haber comprado a la morocha con ojos celestes.
-Pues hubieras.-dije de mala gana. Me sonrió.- Tu estúpida sonrisa me esta poniendo de los pelos.
-¿Te gusta?
-No. Ciertamente, me repugna así que intenta no reír.- dije. Volvió a reír.
-Huele a celos.-sonrió.- ¿Te molesta mi hermosa sonrisa _____?
-Que egocéntrico eres Jamescito.-dije molesta. Me sonrió.- Y tienes un diente algo chueco.-agregué.
-Mentira.-sentenció.- No tengo ninguno chueco.-dijo haciendo una mueca. Se levantó de la cama y caminó hasta el baño. Vi como se ponía frente al espejo.
-El que esta al lado del de al lado de la paleta.
-Oh, que clara eres.-me dijo molesto.- No tengo ninguno chueco.
Volví a reír. Es que pensé que no le importaba lo que yo le decía pero al parecer si.
Luego de eso, sin decirme nada se volvió a recostar en la cama. Terminé con mi ropa y entré de nuevo al baño, necesitaba una ducha, me sentía agotada, y tenía hambre.
No tuve en cuenta que al salir James estaría ahí. Y yo con una toalla rodeando mi cuerpo desnudo, no era nada bueno. Respiré profundo, no podía salir de ahí con James recostado en la cama, tenía que hacer algo para que el se fuera.
-¿James?-asomé mi cabeza a la habitación. Volteó a verme.- ¿Puedes irte un segundo?-arqueó una ceja.
-¿A dónde pretendes que me vaya?-dijo sin entender.
-No se, ve abajo pero vete.
-¿Por qué?-preguntó confundido.
-Quiero cambiarme en paz.-dije con pesadez. Me sonrió.- ¿Puedes irte?
-No, no me iré.-dijo y volteó de nuevo al televisor.
-Por favor.-dije ya cansada. Ni siquiera me respondió.
Supuse que no se iría así que salí del baño, así con la toalla que apenas cubría mi cuerpo. Tenía que enfrentarlo, después de todo iba a pasar mucho tiempo a solas con el.
Sin exagerar ¿eh? Me miró desde que entre a la habitación y mientras busqué mi ropa, hasta que me volví a meter al baño para cambiarme.
Salí con un vestido de playa y debajo mi bikini. Sin darle importancia a su mirada tomé mi bolso.
-¿Se puede saber a donde vas?-dijo desde la cama. Volteé a verlo.
-A pasear.
-Ni lo piense señorita.-se levantó de la cama y caminó hasta su maleta.
-Resulta que ahora soy señorita, y hasta hace 3 horas era una nena. Wow Maslow , que rápido crecen los niños. ¿Verdad?
-Déjate de pavadas.-dijo mientras abría su maleta.- Voy contigo.
-Ni lo sueñes Maslow .-dije abriendo la puerta. Vi como se bajaba los pantalones dejando una perfecta vista de su trasero.- ¡James!-dije exaltada y cerré la puerta para que nadie que pasara lo viera.
-¿Qué pasa?-me volteó a ver. Me cubrí los ojos.- Ah, ya veo.-dijo riendo.- Disculpa, pero si me cambio en el baño se que te iras, en cambio así no te iras.
-No me apetece verte desnudo.-dije volteando hasta la puerta. Apoyé la cabeza sobre esta.- Apúrate porque de verdad me quiero ir.-agregué.
-Listo.-volteé y estaba en maya con el torso desnudo.- Espera que busco una remera y vamos.-volvió nuevamente hasta la maleta.- Pregunto…-lo miré.- ¿Vamos a la playa?
-Creo.-dije casi perdida en sus brazos. Por Dios, que marcado estaba este chico.
-Entonces… ¿Llevo toalla?-me miró.
-James…lleva lo que quieras pero apúrate.
-Okey, okey, pero luego no digas que soy yo el que te trata mal.-dijo dándome un poco de lastima. Agarró sus lentes de sol mientras se colocaba la remera.- Vamos.-me abrió la puerta.
Sin decir mas nada salimos de la habitación. Nos metimos en el elevador y bajamos hasta la planta baja. Al salir del hotel James miró a ambos lados.
-Yo no he venido nunca aquí, así que fíjate bien en que parte de México estamos porque si no nos perderemos.
-Okey.-dije no muy convencida.- Vamos a la playa.
-Bien vamos.-dijo tomando mi mano. Me aparte.- ¿Ahora que?
-Sin contacto físico por favor.
-Ah ya veo, esperas a esta noche.-dijo al descuido. Cerdo, sucio.
Abrió la puerta de la habitación y dejamos las maletas a un costado de esta. Entré y cerré la puerta detrás de mí. Solté su mano bruscamente y le dediqué mi peor mirada.
-Juro por mi familia que voy a hacerte la vida imposible.-dije antes de meterme más en la habitación. Sentí su risa, demasiado sensual para el momento. Volteé a verlo.- ¿Qué es tan gracioso?-arqueé una ceja. Me sonr
ió.
-Tú lo eres.
-Oh, si que bien que te haga gracia, porque a mi no.-dije de mala gana. Volvió a reír.- No entiendo de que mierda te ríes.
-Ya te dije, de ti.
-¿Acaso soy un payaso?
-No, que yo sepa los payasos sonríen, tu no.
-De verdad no puedo creer que exista una persona tan desagradable como tu.- volví a darme la vuelta, lo sentí acercarse a mi.
-Lo dices porque aun no has estado en la cama conmigo.
-¡Cerdo!-sentencié dándome la vuelta.- James eres un asco.-me alejé de el. Solo sonrió.
-Admite que mueres por sentirme dentro tuyo.
-Vuelve a decir algo que implique sexo y mi nombre en la misma oración, y no vives para contarlo.- me metí en lo que parecía ser el baño.
Esa habitación era una locura, pero claramente era para dos personas que estaban felizmente casadas porque yo no disfrutare de esta habitación estando junto a James.
Apoyé mi bolso sobre el lavabo y me mire al espejo. Estaba hecha un desastre. Me lavé la cara, cepillé mis dientes y até mi cabello en una coleta.
Salí del baño y me encontré con James tirado sobre la enorme cama, el estaba viendo las noticias. No me dedicó su mirada así que seguí con mi paso hasta mi maleta, pero antes tiré mi bolso al lado de James, sobre la cama.
-Dime que parte del armario usaras.-dije secamente.
-La que tú me dejes.-dijo sin despegar la mirada del televisor.
Bien, el había comenzado con el jueguito, yo se lo había seguido, y luego los dos nos atacamos, pero yo tenía una nueva idea. Maslow , tendrás que dejar tu ropa dentro de la maleta porque espacio no tendrás.
Reí en voz alta sin darme cuenta, James volteó a verme extrañado.
-¿Te encuentras bien?-preguntó casi en una risa. Y si, no te encuentras a una persona risueña sin sentido todos los días
-Muy bien.-dije conteniendo una risa. Ciertamente su cara daba gracia. Tenía un brazo extendido sobre la cama y las piernas abiertas, casi que se reía pero no se si era una risa o una mueca que se confundía con una risa.- Aparte no preguntes porque no te interesa.-agregué. Se puso serio.
-Siempre con tus acotaciones estúpidas.-dijo y volteó a ver el televisor de nuevo. Sonreí para mis adentros, me sentía malvada.- Aparte si pregunto es porque me interesa. ¿No crees?-agregó.
-Dios, por favor, haz que cierre la boca.-dije casi en un suspiro. Rió.- ¿Por qué ríes por todo?-pregunté doblando una remera.
-Bien, no puedo preguntar porque según tú, no me interesa, y tampoco puedo reír. Dime, ¿Controlaras mi vida?
-Digamos que capaz.-dije rodando los ojos. Me miró atento.- Es feo cuando controlan tu vida. ¿Cierto?
-Y claro que si. Uno es uno y hace lo que quiera con su vida.
-Pues repítetelo a ti mismo.-dije secamente. Rió.- Yo no puedo controlar tu vida pero tu puedes controlar la mía.-dije. Asintió.- Imbécil.- rió.
-Es que es feo que controlen tu vida pero esta divertido controlar la vida de otro.- dijo. Reí sarcásticamente.
-Nunca pensé que existiera una persona como tu.-dije con recelo en mis palabras. Me miró.- James, querido James, no sabes con quien te metes.-agregué. Me sonrió.
-Estaba pensando…-dijo mirando el techo.- Una persona como yo… pero ¿en que aspecto?
-Es que tu eres…-buscaba la palabra correcta.- eres…
-¿Sexy?-dijo arqueando una ceja. Reí.- Se que te atraigo linda, no lo niegues.-volteó de nuevo.
-Si, me atraes tanto.-dije sarcástica. Rió.- Eres tan imbécil.
-¡Que lenta eres!-sonrió. Seguía mis movimientos con su mirada.- Tendría que haber comprado a la morocha con ojos celestes.
-Pues hubieras.-dije de mala gana. Me sonrió.- Tu estúpida sonrisa me esta poniendo de los pelos.
-¿Te gusta?
-No. Ciertamente, me repugna así que intenta no reír.- dije. Volvió a reír.
-Huele a celos.-sonrió.- ¿Te molesta mi hermosa sonrisa _____?
-Que egocéntrico eres Jamescito.-dije molesta. Me sonrió.- Y tienes un diente algo chueco.-agregué.
-Mentira.-sentenció.- No tengo ninguno chueco.-dijo haciendo una mueca. Se levantó de la cama y caminó hasta el baño. Vi como se ponía frente al espejo.
-El que esta al lado del de al lado de la paleta.
-Oh, que clara eres.-me dijo molesto.- No tengo ninguno chueco.
Volví a reír. Es que pensé que no le importaba lo que yo le decía pero al parecer si.
Luego de eso, sin decirme nada se volvió a recostar en la cama. Terminé con mi ropa y entré de nuevo al baño, necesitaba una ducha, me sentía agotada, y tenía hambre.
No tuve en cuenta que al salir James estaría ahí. Y yo con una toalla rodeando mi cuerpo desnudo, no era nada bueno. Respiré profundo, no podía salir de ahí con James recostado en la cama, tenía que hacer algo para que el se fuera.
-¿James?-asomé mi cabeza a la habitación. Volteó a verme.- ¿Puedes irte un segundo?-arqueó una ceja.
-¿A dónde pretendes que me vaya?-dijo sin entender.
-No se, ve abajo pero vete.
-¿Por qué?-preguntó confundido.
-Quiero cambiarme en paz.-dije con pesadez. Me sonrió.- ¿Puedes irte?
-No, no me iré.-dijo y volteó de nuevo al televisor.
-Por favor.-dije ya cansada. Ni siquiera me respondió.
Supuse que no se iría así que salí del baño, así con la toalla que apenas cubría mi cuerpo. Tenía que enfrentarlo, después de todo iba a pasar mucho tiempo a solas con el.
Sin exagerar ¿eh? Me miró desde que entre a la habitación y mientras busqué mi ropa, hasta que me volví a meter al baño para cambiarme.
Salí con un vestido de playa y debajo mi bikini. Sin darle importancia a su mirada tomé mi bolso.
-¿Se puede saber a donde vas?-dijo desde la cama. Volteé a verlo.
-A pasear.
-Ni lo piense señorita.-se levantó de la cama y caminó hasta su maleta.
-Resulta que ahora soy señorita, y hasta hace 3 horas era una nena. Wow Maslow , que rápido crecen los niños. ¿Verdad?
-Déjate de pavadas.-dijo mientras abría su maleta.- Voy contigo.
-Ni lo sueñes Maslow .-dije abriendo la puerta. Vi como se bajaba los pantalones dejando una perfecta vista de su trasero.- ¡James!-dije exaltada y cerré la puerta para que nadie que pasara lo viera.
-¿Qué pasa?-me volteó a ver. Me cubrí los ojos.- Ah, ya veo.-dijo riendo.- Disculpa, pero si me cambio en el baño se que te iras, en cambio así no te iras.
-No me apetece verte desnudo.-dije volteando hasta la puerta. Apoyé la cabeza sobre esta.- Apúrate porque de verdad me quiero ir.-agregué.
-Listo.-volteé y estaba en maya con el torso desnudo.- Espera que busco una remera y vamos.-volvió nuevamente hasta la maleta.- Pregunto…-lo miré.- ¿Vamos a la playa?
-Creo.-dije casi perdida en sus brazos. Por Dios, que marcado estaba este chico.
-Entonces… ¿Llevo toalla?-me miró.
-James…lleva lo que quieras pero apúrate.
-Okey, okey, pero luego no digas que soy yo el que te trata mal.-dijo dándome un poco de lastima. Agarró sus lentes de sol mientras se colocaba la remera.- Vamos.-me abrió la puerta.
Sin decir mas nada salimos de la habitación. Nos metimos en el elevador y bajamos hasta la planta baja. Al salir del hotel James miró a ambos lados.
-Yo no he venido nunca aquí, así que fíjate bien en que parte de México estamos porque si no nos perderemos.
-Okey.-dije no muy convencida.- Vamos a la playa.
-Bien vamos.-dijo tomando mi mano. Me aparte.- ¿Ahora que?
-Sin contacto físico por favor.
-Ah ya veo, esperas a esta noche.-dijo al descuido. Cerdo, sucio.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
Capitulo 15:
No respondí a eso ya estaba cansada de sus estúpidas acotaciones sobre el y yo en una cama. Es más que obvio que eso no pasaría nunca, o por lo menos mientras este conciente, no pasara.
Sus intentos por tomarme la mano fueron muy seguidos y mis rechazos se hicieron notar cada vez que lo intentaba.
Caminamos hasta la playa que estaba a solo unos metros del hotel. Nos sentamos sobre la arena. James usaba su celular mientras yo me moría de calor, por lo que decidí quitarme el vestido y tomar sol en bikini, por supuesto.
-¡Pensé que era mas gordita!-dijo divertido.- Pareces escuálida.-carcajeó. Me hizo enojar.
-Maslow , cállate si no quieres tragarte una piña en este instante.- dije provocando su risa.
-Solo estaba molestando. A decir verdad me gusta tu cuerpo.
Yo estaba de espalda bajo el sol. Así que solo me apoyé sobre mis codos y lo miré.
-¿Puedes dejar de ser tan baboso?-arrugué la nariz. Me sonrió.- Me repugnas James.
-Solo dije que me gustaba tu cuerpo. ¿Qué hay de malo en eso?
-Que lo dices como un depravado sexual que muere por irse a la cama conmigo.-estaba alterada.- Mírame a los ojos.-dije molesta.
-No soy un depravado sexual.-dijo mirándome a los ojos tal cual yo había pedido.- Pero eso no quita que no muera por irme a la cama contigo.-agregó. De nuevo me caía mal.
-Suficiente.-dije y me volví a recostar.- Quédate callado y no hagas de mi vida un completo infierno.
-Como quieras cariño.-dijo divertido.
Hice caso omiso a sus últimas palabras. Me estaba volviendo loca. El definitivamente quería llevarme a la cama y no iba a parar hasta hacerlo. De una u otra manera me hacia… listo _____ ni se te ocurra decir lo que sientes cuando el comienza a decir eso.
Me quedé dormida pero no por mucho tiempo. Desperté al sentir una mano acariciar mi pierna. Me moví solo un poco pero no quite la mano que causaba tiernas cosquillas sobre mi piel. Reacciona _______ es James, me dije a mi misma, pero me gustaban sus caricias en mi pierna. Seguí pretendiendo que dormía mientras el jugaba con sus caricias que subían y bajaban sobre mi pierna. Parecía que no iba a conformarse solo con eso, tocó mi trasero y por más que no quería llamar mucho la atención entre la gente, no iba a permitir eso.
-¿Qué mierda haces?-le dije indignada. Sacó su mano y me sonrió.
-Te quedaste dormida.-me informó.
-Oh, no me había dado cuenta.-le dije molesta. Volvió a sonreír.- ¿Qué no puedes dejar de mostrar tus dientes?-se puso serio. Lo vi levantarse de la arena y tomar sus lentes.
-Ya ni reírme puedo.-dijo antes de irse de ahí.
Sonreí, al fin me daría un tiempo en paz. Por otro lado no estaba feliz de estar sola, me sentía, como se dice, desprotegida.
Volteé para que el sol me diera de frente, acomodé mi cabello y seguí tomando sol sin preocupación alguna.
Cuando ya me sentía sofocada por el calor, decidí irme de ahí. Sabía que al llegar al hotel James se podría pesado así que en vez de ir hacía el hotel me fui por donde habían puestos con artesanías.
Me tomó un rato recorrer cada uno de los puestos, pero valió la pena. Había anillos, collares, pulseras títeres, pinturas, cajitas de madera, adornos, de todo eso, solo me llevé un par de aros y una pulsera. Y bueno, digamos que dejé de lado mi enojo con James y le compre una pulsera hecha en hilos de cera, negra con rojo. Me la envolvieron y así con todo esos paquetitos en mi mano volví al hotel.
Tuve que golpear la puerta porque la tarjeta la tenía James. Sentí como abrió de un tiron y luego volvió a donde estaba, seguía enojado.
No le di importancia a si actitud y cerré la puerta. Volteé y caminé hasta nuestra habitación, la parte donde se encontraba la cama, ahí vi toda mi ropa sobre esta. Cerré mis puños, este chico iba a encontrarse con una de mis manos golpeando su cara, de eso estaba segura.
-Quiero que guardes toda mi ropa donde estaba.-dije secamente y tiré lo que traía sobre el sillón. Ni siquiera me miró y siguió colgando sus camisas en las perchas.- ¡Maslow !-grité. Volteó y me miró.- Guarda mi ropa donde estaba.- Negó con la cabeza y siguió.- Maslow .-lo llamé.- ¿Puedes guardar mi ropa donde estaba?- pensé que pidiéndoselo bien podría ceder. Me miró incrédulo y volvió a lo que hacía.
Me acerqué a el y abrí una parte del armario. Me miró. Agarré la ropa que estaba doblada y la tire sobre mi cama. Arqueó una ceja. Abrí un cajón y lo vacié tirando todo al suelo.
-Guarda mi ropa donde estaba.-le ordené intentando no gritar. Me ignoró y se agachó a levantar las medias que le había tirado junto con unos pañuelos de tela.- James.-me crucé de brazos. El no me iba a hablar.
Tuve una sola idea. Entonces agarré mi maleta y comencé a tirar toda mi ropa dentro. El ni se fijo en mi y siguió con lo que hacía. Cerré la maleta y la dejé a un costado de la puerta, caminé hasta el sillón y agarré lo que recientemente había comprado y mi bolso. Recordé el regalo para el.
-Para que veas que a diferencia de ti, yo si pienso en los demás.- y le tire el paquetito que impactó contra su pecho.- Aun así, te odio.-dije y guardé lo mío dentro de mi bolso. Abrí la puerta y lo miré. Me estaba dejando ir.
Cerré la puerta de un golpe y al instante la vi abrirse. Me di la vuelta y lo miré. Tenía solo su maya, con el torso desnudo y estaba descalzo.
-¿Así solucionas los problemas?-me dijo. Arqueé una ceja y lo mire con desprecio.- Entra a esa habitación en este momento.-se movió dejándome el paso hasta la entrada de la habitación.
-No quiero.-dije negando con mi cabeza.
-1.-dijo moviendo el pie con impaciencia.- 2, si al 3 no estas ahí adentro, veras las consecuencias.-Entré a la habitación.- 3.-entró atrás mío y cerró la puerta.- Parecer una nena huyendo de lo que no te gusta enfrentar.-dijo.
-Mira James.-me volteé para verlo y quedamos frente a frente. Mi voz no iba a salir mientras James estuviera tan cerca mío. Tragué saliva y lo miré a los ojos.
No respondí a eso ya estaba cansada de sus estúpidas acotaciones sobre el y yo en una cama. Es más que obvio que eso no pasaría nunca, o por lo menos mientras este conciente, no pasara.
Sus intentos por tomarme la mano fueron muy seguidos y mis rechazos se hicieron notar cada vez que lo intentaba.
Caminamos hasta la playa que estaba a solo unos metros del hotel. Nos sentamos sobre la arena. James usaba su celular mientras yo me moría de calor, por lo que decidí quitarme el vestido y tomar sol en bikini, por supuesto.
-¡Pensé que era mas gordita!-dijo divertido.- Pareces escuálida.-carcajeó. Me hizo enojar.
-Maslow , cállate si no quieres tragarte una piña en este instante.- dije provocando su risa.
-Solo estaba molestando. A decir verdad me gusta tu cuerpo.
Yo estaba de espalda bajo el sol. Así que solo me apoyé sobre mis codos y lo miré.
-¿Puedes dejar de ser tan baboso?-arrugué la nariz. Me sonrió.- Me repugnas James.
-Solo dije que me gustaba tu cuerpo. ¿Qué hay de malo en eso?
-Que lo dices como un depravado sexual que muere por irse a la cama conmigo.-estaba alterada.- Mírame a los ojos.-dije molesta.
-No soy un depravado sexual.-dijo mirándome a los ojos tal cual yo había pedido.- Pero eso no quita que no muera por irme a la cama contigo.-agregó. De nuevo me caía mal.
-Suficiente.-dije y me volví a recostar.- Quédate callado y no hagas de mi vida un completo infierno.
-Como quieras cariño.-dijo divertido.
Hice caso omiso a sus últimas palabras. Me estaba volviendo loca. El definitivamente quería llevarme a la cama y no iba a parar hasta hacerlo. De una u otra manera me hacia… listo _____ ni se te ocurra decir lo que sientes cuando el comienza a decir eso.
Me quedé dormida pero no por mucho tiempo. Desperté al sentir una mano acariciar mi pierna. Me moví solo un poco pero no quite la mano que causaba tiernas cosquillas sobre mi piel. Reacciona _______ es James, me dije a mi misma, pero me gustaban sus caricias en mi pierna. Seguí pretendiendo que dormía mientras el jugaba con sus caricias que subían y bajaban sobre mi pierna. Parecía que no iba a conformarse solo con eso, tocó mi trasero y por más que no quería llamar mucho la atención entre la gente, no iba a permitir eso.
-¿Qué mierda haces?-le dije indignada. Sacó su mano y me sonrió.
-Te quedaste dormida.-me informó.
-Oh, no me había dado cuenta.-le dije molesta. Volvió a sonreír.- ¿Qué no puedes dejar de mostrar tus dientes?-se puso serio. Lo vi levantarse de la arena y tomar sus lentes.
-Ya ni reírme puedo.-dijo antes de irse de ahí.
Sonreí, al fin me daría un tiempo en paz. Por otro lado no estaba feliz de estar sola, me sentía, como se dice, desprotegida.
Volteé para que el sol me diera de frente, acomodé mi cabello y seguí tomando sol sin preocupación alguna.
Cuando ya me sentía sofocada por el calor, decidí irme de ahí. Sabía que al llegar al hotel James se podría pesado así que en vez de ir hacía el hotel me fui por donde habían puestos con artesanías.
Me tomó un rato recorrer cada uno de los puestos, pero valió la pena. Había anillos, collares, pulseras títeres, pinturas, cajitas de madera, adornos, de todo eso, solo me llevé un par de aros y una pulsera. Y bueno, digamos que dejé de lado mi enojo con James y le compre una pulsera hecha en hilos de cera, negra con rojo. Me la envolvieron y así con todo esos paquetitos en mi mano volví al hotel.
Tuve que golpear la puerta porque la tarjeta la tenía James. Sentí como abrió de un tiron y luego volvió a donde estaba, seguía enojado.
No le di importancia a si actitud y cerré la puerta. Volteé y caminé hasta nuestra habitación, la parte donde se encontraba la cama, ahí vi toda mi ropa sobre esta. Cerré mis puños, este chico iba a encontrarse con una de mis manos golpeando su cara, de eso estaba segura.
-Quiero que guardes toda mi ropa donde estaba.-dije secamente y tiré lo que traía sobre el sillón. Ni siquiera me miró y siguió colgando sus camisas en las perchas.- ¡Maslow !-grité. Volteó y me miró.- Guarda mi ropa donde estaba.- Negó con la cabeza y siguió.- Maslow .-lo llamé.- ¿Puedes guardar mi ropa donde estaba?- pensé que pidiéndoselo bien podría ceder. Me miró incrédulo y volvió a lo que hacía.
Me acerqué a el y abrí una parte del armario. Me miró. Agarré la ropa que estaba doblada y la tire sobre mi cama. Arqueó una ceja. Abrí un cajón y lo vacié tirando todo al suelo.
-Guarda mi ropa donde estaba.-le ordené intentando no gritar. Me ignoró y se agachó a levantar las medias que le había tirado junto con unos pañuelos de tela.- James.-me crucé de brazos. El no me iba a hablar.
Tuve una sola idea. Entonces agarré mi maleta y comencé a tirar toda mi ropa dentro. El ni se fijo en mi y siguió con lo que hacía. Cerré la maleta y la dejé a un costado de la puerta, caminé hasta el sillón y agarré lo que recientemente había comprado y mi bolso. Recordé el regalo para el.
-Para que veas que a diferencia de ti, yo si pienso en los demás.- y le tire el paquetito que impactó contra su pecho.- Aun así, te odio.-dije y guardé lo mío dentro de mi bolso. Abrí la puerta y lo miré. Me estaba dejando ir.
Cerré la puerta de un golpe y al instante la vi abrirse. Me di la vuelta y lo miré. Tenía solo su maya, con el torso desnudo y estaba descalzo.
-¿Así solucionas los problemas?-me dijo. Arqueé una ceja y lo mire con desprecio.- Entra a esa habitación en este momento.-se movió dejándome el paso hasta la entrada de la habitación.
-No quiero.-dije negando con mi cabeza.
-1.-dijo moviendo el pie con impaciencia.- 2, si al 3 no estas ahí adentro, veras las consecuencias.-Entré a la habitación.- 3.-entró atrás mío y cerró la puerta.- Parecer una nena huyendo de lo que no te gusta enfrentar.-dijo.
-Mira James.-me volteé para verlo y quedamos frente a frente. Mi voz no iba a salir mientras James estuviera tan cerca mío. Tragué saliva y lo miré a los ojos.
Jacke Maslow Pena *
Re: La Bella & La bestia (James Maslow & __tn)
AKSKDODJEKFMCKDRLKIVFIJDSU
AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH JACKE
SIGUELA ME MATARAS!!!!!
AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH JACKE
SIGUELA ME MATARAS!!!!!
abrilita de henderson
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