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Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 2 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
Bienvenida :hug:Dari_Malik_1D escribió:
holaaaaaaa new reader siguelaaaaa
xoxo :(L):
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
En el Capitulo anterior...
El torturador de ___* comprendió que estaban invitándolo a marcharse. Lanzó un fruñido y la soltó. Ella separó la mejilla del mármol, pero se quedo tendida en el suelo hasta que el duque se puso en pie y abandonó el salón. Si lograba escapar, quizá persiguiera al tal Perrington para devolverle el caluroso recibimiento que él le había dispensado.
Capitulo #2 Part. 2
Cuando se levantó, a ___* le molestó descubrir la marca de mugre que su piel había dejado en aquel suelo inmaculado y advertir que el ruido metálico de sus grilletes rompía el silencio de la sala. Sin embargo, había sido entrenada para ser asesina desde los 8 años, desde el día en el que el Rey de los Asesinos la encontró media muerta a la orilla de un río helado y la llevó a su fortaleza. No pensaba sentirse humillada por cualquier cosa, y menor por aparecer hecha un asco ante un rey. Hizo acopio del orgullo que le quedaba, se echó la larga trenza hacia atrás y levantó la cabeza. Su mirada y la del príncipe se cruzaron.
Joe Havilliard le dedicó una sonrisa. Fue una sonrisa refinada, que apestaba a encanto cortesano. Repantigado en el trono, tenía la barbilla apoyada en una mano y su corona de oro brillaba iluminada por la tenue luz. Llevaba un júbon negro en el que el guiverno real bordado en tonos dorados ocupada casi la totalidad de la perchera. Su capa roja caía con gracia envolviéndolos a su trono y a el.
Algo en sus ojos, sorprendentemente azules –del color de las aguas de los países del sur--, la desarmó. Sus ojos y el contraste de estos con un pelo negro como el carbón. Era increíblemente guapo y no debía de tener más de veinte años.
<>.
___* se revolvió en el sitio cuando el príncipe, con el ceño fruncido la escudriño a su vez.
--¿No os había pedido que la bañasen? –preguntó el príncipe al capitán Westfall, que dio un paso al frente.
Por un momento, ___* había olvidado que había otros presentes en la sala. Bajó la vista hacia los harapos que la envolvían, hacia su piel mugrienta, y sin poder evitarlo sintió una punzada de vergüenza. ¡Cómo le dolía verse en aquel estado, con lo hermosa que había sido!
A simple vista, se podía llegar a pensar que los ojos de ___* eran azules o grises, quizás incluso verdes, según el color de su atuendo. Pero si uno se fijaba atentamente, el brillante anillo dorado que rodeaba sus pupilas contradecía aquella primera impresión. No obstante, la melena dorada era sin duda su rasgo más sobresaliente, un pelo que aún conservaba parte de su antiguo esplendor. En resumidas cuentas, ___* Sardothien estaba bendecida con algunos atributos exquisitos que realzaban el conunto de sus facciones, por lo demás bastante corrientes. Además, en su adolescencia más temprana había descubierto que con ayuda de los afeites podía hacer que el conjunto de su fisionomía estuviese a la altura de sus rasgos más destacables.
Pero allí estaba, ante Joseph Havilliard, como poco más que una rata de cloaca. Se ruborizó aún más al oír la respuesta del capitán Westfall.
--No quería haceros esperar.
El príncipe heredero negó con la cabeza cuando Nicholas se acercó a ella.
--Dejad el baño para más tarde. Intuyo su potencial –el príncipe se incorporó sin separar los ojos de ___*--. Creo que nunca hemos tenido el placer de que nos presenten, pero como probablemente ya sabrás, soy Joseph Havilliard, el príncipe heredero de Adarlan; quizás a estas alturas sea ya el príncipe heredero de cadi toda Erilea.
___* hizo caso omiso del estallido de emociones en conflicto que le provocaba aquel nombre.
--Y tú eres ___* Sardothien, la mayor asesina de Adarlan. Quizá la mayor asesina de toda Erilea –se quedó mirando el cuerpo en tensión de la muchacha y luego enarcó unas cejas bien cuidadas--. No me esperaba que fueras tan joven –apoyó los codos en los muslos--. He oído algunas historias fascinantes sobre ti. ¿Qué te parece Endovier tras la vida de excesos que llevabas en Rifthold?
<>.
--No podría estar más contenta –canturreó a la vez que se clavaba las uñas rotas en las palmas de las manos.
--Después de un año aquí parece que sigues más o menos viva. ¿Cómo lo has logrado, cuando la esperanza de vida en estas minas apenas supera un mes?
--Es todo un misterio, no me cabe duda.
Obsequió al príncipe con una caída de ojos y se recolocó las manillas como si fuesen guantes de encaje.
El príncipe heredero se dirigió a su capitán.
--Menuda deslenguada, ¿Eh? Y no habla como un miembro de la plebe.
--¡Eso espero! –exclamó ___*
--Alteza –le espetó Nicholas Westfall.
--¿Cómo? – preguntó ___*
--Debes dirigirte a él como <>.
___* le dedicó una sonrisa burlona y luego devolvió la atención al príncipe.
Para su sorpresa, Joseph Havilliard se echó a reir.
--Sabes que eres una esclava, ¿verdad? ¿Acaso no has aprendido nada en todo el tiempo que llevas cumpliendo condena?
Si ___* no hubiese estado encadenada, se habría cruzado de brazos.
--Aparte del manejo del pico, no veo qué más se puede aprender trabajando en una mina.
--Y ¿nunca has intentado escapar?
Una sonrisa lenta y amarga se asomó al rostro de ___*
--Una vez.
El príncipe arqueó las cejas y miró al capitán Westfall.
--No se me comunicó.
Por encima del hombro, ___* echó una ojeada a Nicholas, que miró al príncipe con expresión de arrepentimiento.
--El capataz jefe me ha informado esta tarde de que hubo un incidente. Tres meses…
--Cuatro meses –lo interrumpió ella.
--Cuatro meses –prosiguió Nicholas—después de su llegada, Sardothien intentó huir.
____* se quedó esperando el resto de la historia, pero el capitán la dio por concluida.
--¡Y eso no es lo mejor! –añadió ella entonces.
--Ah, pero ¿hay algo mejor? –preguntó el príncipe heredero con una expresión entre molestia y divertida.
Nicholas la fulminó con la mirada antes de volver a hablar.
--No hay modo humano de escapar de Endovier. Vuestro padre se aseguró de que todos y cada uno de los centinelas fuesen capaces de abatir a una ardilla a doscientos paso de distancia. Cualquier intento de fuga equivale a un suicidio.
--Pero tú sigues viva –le dijo el príncipe.
La sonrida de ___* se desvaneció ante el dolor de los recuerdos.
--Sí.
--¿Qué pasó? --preguntó Joseph.
La mirada de la muchacha se volvió fría y dura.
--Que renuncié.
--¿Esa es la forma que tienes de explicar lo sucedido? –le espetó el capitán Westfall--. Mató al capataz de su grupo y a veintitrés centinelas antes de que la detuviesen. Estaba a un paso de la muralla cuando los guardias la dejaron inconsciente de un golpe.
--¿Y? –preguntó Joseph.
___* sintió que le hervía la sangre.
--¿Cómo que <>? ¿Sabéis a qué distancia está la muralla de las minas? –el príncipe la miró perplejo. Ella cerró los ojos y suspiró exageradamente. Desde mi pozo, estaba a cientos diez metros. Hice que alguien lo midiera.
--¿Y? – repitió Joseph.
--Capitán Westfall, ¿qué distancia suelen recorrer los esclavos que intentan escapar de las minas?
--Un metro –murmuró el otro--. Los centinelas de Endovier son capaces de abatir de un disparo a un hombre antes de que lleve recorridos dos codos.
No era un silencio la reacción que ella esperaba provocar en el príncipe heredero.
--Sabías que era un suicidio –replicó él por fin, sin la menor traza de humor.
Quizás había sido mala idea sacar la muralla a colación.
--Sí –dijo.
--Pero no te mataron.
--Vuestro padre ordenó que me mantuviesen con vida el mayor tiempo posible… para que soportase ese sufrimiento que tanto abunda en Endovier –la recorrió un escalofrío que no tenía nada que ver con la temperatura de la sala--. En realidad nunca tuve intención de escapar.
___* hubiera querido golpear al príncipe para borrar de su cara aquella expresión compasiva.
--¿tienes muchas cicatrices? –preguntó él.
La chica se encogió de hombros. Esbozando una sonrisa tranquilizadora, el príncipe descendió de la tarima.
--Date media vuelta, quiero verte la espalda.
___* puso cara de pocos amigos, pero obedeció. Joseph echó a andar hacia ella y Nicholas se acercó un poco más.
--No logro distinguirlas con tanta suciedad –dijo el príncipe mientras examinaba la piel de la muchacha. Ella se dejaba hacer enfurruñada, y aún se irritó mas cuando lo oyó exclamar--: ¡Y qué hedor tan horrible!
--Cuando se te niega el acceso a los baños y a los perfumes, no es fácil oler tan bien como voz, alteza.
El príncipe hizo un gesto desdeñoso y prosiguió su examen. Nicholas y todos los guardias presentes los seguían con la mirada sin separar las manos de las empuñaduras de sus espadas. Y hacían bien. ___* habría podido rodear la cabeza de Joseph con los brazos y aplastarle la tráquea con las esposas en menos de un segundo. La muchacha pensó que el ataque habría valido la pena solo por verle la cara a Nicholas. Pero el príncipe seguía observándola, totalmente ajeno al peligro que corría. Se sentía casi insultada por su actitud.
--Por lo que veo –anunció Joseph--, hay tres grandes cicatrices… y quizás alguna otro mas pequeña. No es tan horrible como esperaba, pero… bueno, supongo que las vestiduras las ocultarán.
--¿Vestiduras?
___* tenía al príncipe tan cerca que podía apreciar el exquisito bordado de su jubón y oler el aroma que despedía, no a perfume, sino a hierro y a caballos.
Joseph sonrió.
--¡Qué ojos tan increíbles tienes! ¡Y qué enfadada estás!
El hecho de tener al príncipe heredero de Adarlan, hijo del hombre que la había condenado a una muerte lenta y dolorosa, a su merced ponía a prueba su autocontrol, como si estuviese bailando al borde de un precipicio.
--Exijo saber… --comenzó a decir, pero el capitán de la guardia tiró de ella con una fuerza brutal antes de que pudiera acercarse al príncipe--. ¡No pensaba matarlo, bufón!
--Cuidado con lo que dices, no sea que vuelva a arrojarte a las minas –dijo el capitán con sus marrones ojos clavados en ella.
--Dudo mucho que os atrevieses.
--Y ¿se puede saber por qué? –replicó Nicholas.
Joseph regresó al trono a grandes zancadas y se sentó. Su mirada azul zafiro brillaba más que nunca.
___* paseó la mirada de uno a otro y a continuación se irguió.
--Porque queréis algo de mí, algo que deseáis fervientemente. Si no, no habríais acudido hasta aquí en persona. No soy tonta, aunque cometí la estupidez de dejar que me capturasen. Salta a la vista que estáis aquí en cumplimiento de una especie de misión secreta. ¿Por qué si no ibais a abandonar la capital y aventuraros a acudir a un lugar tan alejado? Me estáis poniendo a prueba para averiguar si estoy en buenas condiciones físicas, y también si estoy cuerda. Sé que no estoy loca y que sigo en posesión de mis facultades, a pesar de lo que el incidente de la muralla pudiera sugerir. Por eso exijo que me digáis por qué habéis venido hasta aquí y qué necesitáis de mí, si es que mi destino no es la horca.
Los dos hombres se miraron. Joseph unió las yemas de los dedos de ambas manos.
--He venido a hacerte una proposición.
___* se quedó sin aliento. Jamás, ni en el más descabellado de sus sueños, hubiese imaginado que tendría ocasión de hablar con Joseph Havilliard. Podía matarlo fácilmente, arrancarle aquella sonrisa de la cara… Podía destrozar al rey igual que él la había destrozado a ella.
Pero quizás aquella proposición la ayudase a escapar. Si la llevaban al otro lado de la muralla, lo conseguiría. Correría como alma que lleva el diablo, desaparecería en las montañas y viviría sola entre la vegetación, en plena naturaleza, con una alfombra de hojas de pino a sus pies y un manto de estrellas en el firmamento. Era posible. Le bastaría con alcanzar el otro lado de la muralla. La otra vez había estado tan cerca…
--Soy toda oídos –se limito a decir...
Comenten porfa. :)
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
me encantaria que la sigas,si la siges avisame por twitter por favor @MorlupiJulieta
JulietaMorlupi
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
T avisare :hug: Mi twitter es @SusiiGlodJulietaMorlupi escribió:me encantaria que la sigas,si la siges avisame por twitter por favor @MorlupiJulieta
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
Bienvenida:hug:chelis escribió::happuy: nueva lectora
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
Capitulo 3
Los ojos del príncipe la miraron divertidos ante su desparpajo, pero se demoraron en su cuerpo un instante más de la cuenta. ___* pdría haberle clavado las uñas en la cara por su descaro, pero que se hubiera molestado en mirarla a pesar de su aspecto… Lentamente, una sonrisa asomó a su rostro.
El príncipe cruzo sus largas piernas.
--Dejadnos a solas –ordenó a los guardias--. Nicholas, quédate donde estáis.
___* dio un paso al frente mientras los guardias abandonaban la estancia y cerraban la puerta. Nicholas permaneció impasible. ¿De verdad pensaba que sería capaz de contenerla si intentaba escapar? La muchacha irguió la espalda. ¿Qué tramaban y por qué se comportaban de un modo tan irresponsable?
El príncipe se echó a reír.
--¿No te parece imprudente mostrarte tan descarada conmigo cuando es tu libertad lo que está en juego?
De entre todas las cosas que Joseph podía haber dicho, aquella era la que menos se esperaba.
--¿Mi libertad?
Al mencionar la palabra, vio una tierra cubierta de pinos y nieve, acantilados bañados por el sol y mares bordeados de espuma, una tierra donde la luz se fundía con el verde aterciopelado de promontorios y hondonadas…, una tierra que ya había olvidado.
--Sí, tu libertad. Así que te recomiendo, srta. Sardothien, que controles tu arrogancia si no quieres que te devuelva a las minas –el príncipe descruzó las piernas--. Aunque quizá tu actitud nos resulte útil. No voy a fingir que el imperio de mi padre se construyó sobre las bases de la confianza y el entendimiento. Pero eso ya lo sabes. --___* cerro los puños a la espera de que el príncipe reanudase el discurso. La mirada de Joseph se encontró con la de ella, sagaz, penetrante--. A mi padre se le ha metido en la cabeza que necesita una campeona.
____* tardó unos maravillosos segundos en comprenderlo.
Luego echó la cabeza atrás y soltó una carcajada.
--¿Vuestro padre quiere que yo sea su campeona? ¡No me digáis que se las ha arreglado para eliminar a todos los nobles de ahí afuera! Debe de quedar al menos un caballero cortés, un señor de corazón y valor inquebrantables.
--Cuidado con lo que dices –le advirtió Nicholas.
--Y ¿Qué pasa con vos? –le preguntó la chica al capitán arqueando las cejas. Aquello sí que tenia gracia. ¡Ella…, la campeona del rey! --. ¿Acaso nuestro rey bien amado os considera algo torpe?
El capitán se llevó una mano a la espada.
--Si te callases, podrías escuchar lo que ha venido a decirte su alteza.
___* miró al príncipe.
--Y ¿bien?
Joseph se arrellanó en el trono.
--Mi padre necesita un poco de ayuda con el imperio. Alguien que lo ayude a abordar los casos más complicados.
--O sea, que necesita un criado que le haga el trabajo sucio.
--En resumidas cuentas, sí –contestó el príncipe--. Su campeona mantendría callados a sus adversarios.
--Callados como una tumba –apuntó ella con dulzura.
Joseph esbozó una sonrisa, pero no mudó de expresión.
--Sí.
Trabajar para el rey de Adarlan como su leal servidora. ___* levantó la barbilla. Aquello suponía matar por él, ser un colmillo en la boca de la bestia que ya había destruido media Erilea…
--Y ¿si acepto?
--Después de seis años de servicio, te concederá la libertad.
--¡Seis años!
Sin embargo, la mera mención de la palabra <> la hizo volver a estremecerse.
--Si no aceptas –dijo Joseph adelantándose a la siguiente pregunta--, te quedaras en Endovier.
Su mirada azul zafiro se endureció y ___* tragó saliva. Solo le había faltado añadir: <>.
Seis años convertida en la daga más letal del rey… o acabar sus días en Endovier.
--Ahora bien, hay una pega –añadio el príncipe. ___* permaneció impasible mientras él jugueteaba con uno de sus anillos--. Mi padre no te está ofreciendo el puesto a ti. De momento. Solo quiere divertirse un poco. Va a celebrar una competición para elegir al campeón. Ha invitado a 23 miembros de su consejo para que cada uno patrocine a un aspirante al título. Mientras dure el concurso los participantes serán entrenados en el castillo de cristal. Si ganases tú –añadio medio sonriendo--, serías oficialmente la Asesina de Adarlan.
Ella no le devolvió la sonrisa.
--Y ¿Quiénes exactamente serán mis rivales?
Al advertir la expresión de la chica, la alegría del príncipe se esfumó.
--Ladrones, asesinos y guerreros de toda Erilea --___* abrió la boca para hablar, pero él se adelantó--: Si ganas y demuestras que eres hábil y digna de confianza, mi padre ha jurado concederte la libertad. Además, mientras seas su campeona, recibirás un sueldo considerable.
___* apenas había oído las últimas palabras. ¡Una competición! ¡contra un elenco de muertos de hambre procedentes de quién sabe dónde! ¡Y asesinos!
--¿Qué otros asesinos? –quiso saber.
--No los conozco. Ninguno es tan famoso como tú. Y eso me recuerda… que o competirás con el nombre de ___* Sardothien.
--¿Cómo que no?
--Competirás bajo un alias. Imagino que no te has enterado de lo que sucedió después de que se celebrara tu juicio.
--No es fácil estar al tanto de las noticias cuando trabajas día y noche en una mina.
Joseph soltó una carcajada y negó con la cabeza.
--Nadie sabe que ___* Sardothien es una chica joven. Todos piensan que eres mucho mayor.
--¿Qué? –volvió a preguntar ella, ruborizada--. ¿Cómo es posible?
Debería estar orgullosa de haber engañado a todo el mundo y sin embargo…
--Mantuviste tu identidad en secreto durante todo el tiempo que estuviste en activo. Tras el juicio, mi padre pensó que sería más… sensato no informar a Erilea de quién eras en realidad. Y quiere que siga siendo así. ¿Qué dirían nuestros enemigos si se enterasen de que una chiquilla nos tenía a su merced?
--¿De modo que me estoy matando a trabajar en este agujero por un nombre y un título que ni siquiera me pertenecen? Y ¿quién piensa la gente que es la Asesina de Adarlan?
--No lo sé y tampoco me importa mucho. Lo que sí sé es que en su día fuiste la mejor, y que la gente aún baja la voz cuando pronuncia tu nombre –se quedó mirándola fijamente--. Si estás dispuesta a luchar por mí, a ser mi campeona durante los meses que durará la competición, me encargaré de que mi padre te libere dentro de 5 años.
Aunque el príncipe intentaba disimularlo, ___* advirtió que estaba tenso. Quería que aceptase. Necesitaba que aceptase tan desesperadamente que estaba dispuesto a negociar. A ___* le brillaron los ojos.
--¿Cómo que <>?
--Llevas un año en Endovier. Tal vez hayas perdido facultades.
--A mis facultades no les pasa nada, muchas gracias –contestó ___*, y empezó a hurgarse las uñas rotas. Luchó contra las arcadas al ver la mugre que acumulaban. ¿Cuándo se había lavado las manos por última vez?
--Eso está por ver –dijo Joseph--. Conocerás todos los detalles sobre el torneo cuando lleguemos a Rifthold.
--Dejando a un lado lo mucho que os vais a divertir vosotros los nobles intercambiando apuestas, la competición me parece innecesaria. ¿Por qué no me contratáis y en paz?
--Ya te he dicho que debes demostrar que eres digna del título.
___* se llevó una mano a la cadera y el tintineo de las cadenas resonó en toda la sala.
--Bueno, creo que el hecho de ser la Asesina de Adarlan es pruebas más que suficiente.
--Sí –contestó Nicholas con un destello en sus ojos de color bronce--. Eso prueba que eres una criminal y que no deberíamos de confiarte un asunto privado del rey.
--Juro solemnemen…
--Dudo mucho que el rey confié en la palabra de la Asesina de Adarlan.
--Claro, pero no entiendo por qué tengo que someterme al entrenamiento y a la competición. Es normal que esté un poco… desentrenada, pero… ¿Qué se puede esperar de una persona que lleva tanto tiempo en este lugar entre picos y rocas?
Miró a Nicholas con rencor.
Joseph frunció el ceño.
--Entonces, ¿No vas a aceptar la oferta?
--Pues claro que la voy a aceptar –replicó ella. El roce de las manillas contra la piel de las muñeca le arrancaba lágrimas--. Seré vuestra absurda campeona, pero solo si aceptáis liberarme dentro de 2 años en vez de 5.
--Cuatro.
--Está bien –repuso ___*--. Trato hecho. Tal vez esté cambiando una forma de esclavitud por otra, pero no soy ninguna necia.
Iba a recuperar la libertad. Libertad. Comenzó a sentir el aire fresco del mundo exterior, la brisa que soplaba desde las montañas y la empujaba. Viviría en el campo, lejos de Rifthold, la capital que un día fue su reino.
--Esperemos que tengas razón –repuso Joseph--. Y esperemos que estés a la altura de tu reputación. Tengo intención de ganar, y no me complacerá que me dejes en ridículo.
--Y ¿si pierdo?
El brillo desapareció de los ojos del príncipe cuando contestó:
--Volverás aquí para cumplir el resto de tu condena.
Las hermosas visiones de la muchacha se convirtieron en nubecillas de polvo, como si hubiera cerrado un libro de golpe.
--Antes me tiro por cualquier ventana. Un año en este lugar me ha destrozado. Imaginad lo que sucederá si regreso. Al segundo año estaré muerta –echó la cabeza hacia atrás--. Vuestra oferta me parece justa.
Ya lo creo que es justa –Dijo Joseph, y le hizo un gesto con la mano a Nicholas--. Llevadla a sus aposentos para que se dé un baño –añadió, y luego se quedó mirándola fijamente --. Partimos hacia Rifthold por la mañana. No me decepciones, Sardothien.
Todo aquello era absurdo, por supuesto. No le costaría nada eclipsar, dejr en evidencia y después eliminar a sus competidores. No sonrió, pues sabía que de hacerlo estaría cediendo el paso a una esperanza que llevaba mucho tiempo evitando. Aun así, tenía ganas de coger al príncipe y ponerse a bailar. Intentó pensar en alguna pieza musical, en una melodía alegre, pero solo consiguió recordar un verso de los tristes lamentos que entonaban los esclavos de Eyllwe mientras trabajaban, profundos y lentos como miel que cae de un tarro: <>.
Apenas se dio cuenta de que el capitán Westfall la guiaba al exterior de la habitación, ni tampoco de que recorrían pasillo tras pasillo.
Claro que iría, a Rifthold y a cualquier parte; cruzaría incluso las puertas del Wyrd y entraría en el mismísimo infierno si eso la ayudaba a conseguir la libertad.
<>
Que les pareció el capitulo?:fiu:
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
Chicas como se sienten con la separación de los Jonas Brothers?
Para mi ha sido una mezcla de sentimientos, sentí furia, tristeza, desesperación, decepción... Pero cuando vi la foto de kevin llorando al salir de GMA me calme, porque me di cuenta de que para ellos tampoco es fácil despedirse! Y aunque debo de admitir que sigo decepcionada, tengo la esperanza de que no haya sido un Adiós sino un Hasta Luego...:sad: :lloro: :imdead: :misery:
Para mi ha sido una mezcla de sentimientos, sentí furia, tristeza, desesperación, decepción... Pero cuando vi la foto de kevin llorando al salir de GMA me calme, porque me di cuenta de que para ellos tampoco es fácil despedirse! Y aunque debo de admitir que sigo decepcionada, tengo la esperanza de que no haya sido un Adiós sino un Hasta Luego...:sad: :lloro: :imdead: :misery:
GlodDeJonas
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
me encanto el capiisss!!!!... y si la libertad es la libertad!!!!
chelis
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
es muy triste!!!.... pero igual los apoyare!!!!!.... pero en estos momentos tengo sentimientos encontrados y creo que no soy la unica!!!
chelis
Re: Trono de Cristal (Joe, Nick tu)
SIGUELA,ME ENCANTO Y ME PARECIO GENIAL,SIGUELA RAPIDO ME ENCANTO LA PARTE DE LIBERTAD :D ............
JulietaMorlupi
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