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"Dream Chaser" (Nick&Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Super maraton de....2 capitulos jajaja...graciias chiicas por comentar! ...Las amooo....weeè :$ jaja
Capitulo 11
Al anochecer, Nicholas se paseaba por el pequeño apartamento, preguntándose si estaba cometiendo un error al quedarse con ______ (T.n). Por lo que sabía, su presencia aquí era una amenaza aún mayor para ella de lo que sería un baño de plomo.
Sintió el aire calmarse un instante antes de que Jaden apareciera. Sus ojos impíos eran una sombra peculiarmente vibrante de verde y marrón.
—Lo tienes. —Era una constatación del hecho, como si pudiera sentir el amuleto.
Nicholas lo sacó del bolsillo y lo sostuvo en la mano. Su tamaño no era más grande que el de un cuarto de dólar, parecía una pieza de turquesa verde con una delicada filigrana en plata a su alrededor. Parecía tan inofensivo. Era difícil imaginar este objeto derribando a un dios, pero por otro lado, la sal era una sustancia completamente inocua que tenía el suficiente poder como para rechazar a un ejército de demonios.
—Lo tengo.
Jaden extendió la mano y esperó.
Nicholas dejó caer el amuleto en la palma.
Inspirando profundamente, Jaden cerró la mano y lo sostuvo con reverencia. Cuando abrió los ojos, eran rojo sangre.
—Gracias.
El brazalete de oro cayó abierto y golpeó el suelo a los pies de Nicholas.
—¿Cómo lo hiciste?
Él se mofó:
—Como si fuera a explicarte la fuente de mis poderes a ti, demonio. Simplemente estate agradecido de haber realizado tu parte del trato.
Nicholas podía sentir sus poderes creciendo con cada palabra que Jaden decía. Esto era lo que necesitaba. Lo que debía tener.
Echando la cabeza hacia atrás, Nicholas se rió. Por primera vez en siglos, se sentía como el dios que era. Y con aquellos poderes llegó la lucidez repentina.
—Conocías la ascendencia de ______ (T.n)...
Jaden se encogió de hombros.
—Por supuesto que la conocía. ¿Con quién piensas que negoció su padre para protegerla? Tomé su alma a cambio de ocultar sus poderes del resto del mundo.
Un temblor le bajó por la columna vertebral.
—Lo traicionaste al darle la ocasión de ser convertida.
Una pincelada de rojo veló los ojos de Jaden cuando lo fulminó con la mirada.
—No traicioné nada. Se expuso ella misma. Al ser mordida, deshizo el trato de su padre. En su momento, lo informé sobre los inconvenientes de mi protección. Él nunca pensó que entraría en contacto con otros demonios.
Pobre bastardo. Debería haber sabido que su hija encontraría el camino.
Sin embargo, no había sido a causa de Nicholas, su secreto habría estado seguro para siempre. No tenía a nadie a quien culpar por la situación actual de ella, excepto a sí mismo, y se odiaba por su papel en la conversión.
—¿Qué hay de la madre? —le preguntó a Jaden—. ¿También era un demonio?
—Era humana.
Esto lo desconcertó. Los humanos y los demonios rara vez se relacionaban, excepto en situaciones de combate, que casi siempre causaban la muerte del humano.
—¿Cómo es que terminaron juntos?
Jaden puso el amuleto en su bolsillo.
—La madre de ______ (T.n) fue un desafortunado error. Palackas, el padre de ______ (T.n), era un demonio atado que tropezó con ella una noche mientras llevaba a cabo un mandato para su amo. Una cosa condujo a la otra... Insertó la parte A en la ranura B, y se enamoró de ella, pero tal como era de esperar, su amo se negó a liberarlo. En lugar de acudir a mí, corrió tras la libertad para estar con ella. Su amo llamó a los sabuesos para perseguirlo y traerlo de vuelta, o matarlo. Lo buscaron durante años hasta que encontraron su olor aquí, en Nueva Orleans, porque la madre y el hermano de ______ (T.n) retuvieron el olor del padre, los encontraron y los mataron en su lugar por accidente.
—¿Por qué vivió ______ (T.n)?
—A diferencia de su hermano, que heredó toda la humanidad de la madre, tenía los genes de demonio del padre. Lo suficiente para que su sangre poseyera una propia y única esencia, aparte de la del padre. Los Skili no estaban autorizados para matar a nadie excepto al padre, y por ello fue perdonada.
—Pero mataron a la madre y al hermano.
Jaden resopló.
—¿Has conocido alguna vez a un Skili? Sólo porque parezcan humanos no significa que tengan un cerebro. Son perros. Todo lo que huelen es la sangre y la genética. Se creyeron que los dos eran el padre. El amo de Palackas quedó satisfecho puesto que pensó que sus muertes traerían a Palackas otra vez a casa.
Pero no lo hizo. El pobre hombre debió haber estado desorientado después de sus muertes y afligido no sólo por la pena, sino también por la culpa. Y el miedo de que su hija pronto se uniera a su esposa e hijo.
Los Skili eran una fuerza de rastreo de élite que era enviada para destruir a cualquier demonio que violara las leyes. Parte humano, parte sabueso, no tenían voluntad propia. Todo lo que hicieron fue rastrear y matar. Si Palackas no había sabido por qué ______ (T.n) se había escapado, habría estado aterrorizado de que los Skili la encontraran a continuación.
—¿Sabía su padre por qué no la mataron?
—No preguntó.
—Querrás decir que no se lo dijiste.
Jaden se encogió de hombros despreocupadamente.
—Me convocó para un trato. ¿Quién soy yo para disuadir a un demonio cuando éste me ofrece su alma? —Le lanzó una mirada penetrante a Nicholas.
Nicholas maldijo al recordar el trato que él mismo había hecho con el señor de los demonios.
—Mi padre se suicidó.
Nicholas se giró ante el sonido de la voz calmada de ______ (T.n). Estaba de pie detrás de él, aferrada a la puerta, agarrándola tan fuertemente que podía ver como sus nudillos se volvían blancos. Su cara pálida lo preocupó.
Jaden no tuvo ninguna piedad con ella.
—Se mató para protegerte, niña, y apaciguar a su amo. Incluso si hubiera vuelto con él en aquel momento, habría ordenado que lo ejecutaran. Había estado demasiado tiempo alejado de sus obligaciones. Y además, todavía estaba el asunto de su preocupación por ti. La última cosa que tu padre quería era que también fueras capturada y convertida en esclava. Así que tomó su destino en sus propias manos y usó su fuerza vital para sellar nuestro trato.
—¡Bastardo! —______ (T.n) corrió hacia él.
Nicholas la atrajo a su lado y la mantuvo ahí.
—No lo hagas, ______ (T.n).
—¡Él dejó morir a mi padre!
Nicholas podía sentir la angustia de su llanto, pero no cambiaba nada.
—No puedes atacarle, ______ (T.n). Te matará.
Una esquina de la boca de Jaden se arqueó hacia arriba.
—Y disfrutaré cada minuto de su muerte.
Ella arremetió de nuevo.
—Eres un monstruo.
—Puedo serlo. Pero prefiero el término... “intermediario”.
Gruñendo, luchó contra la sujeción de Nicholas.
—¡Fuera de aquí!
Jaden la reprendió:
—Y pensar que siempre había oído hablar de cuán maravillosa era la hospitalidad del Sur. Adivino que sólo es para los humanos. —Sus ojos desvaídos volvieron a su color normal—. Nuestro trato está satisfecho, Nicholas.
Jaden golpeó ligeramente su hombro dos veces con el puño, hizo una breve, burlona reverencia y desapareció.
______ (T.n) se encaró con él.
—¿Por qué no me dejaste arañarle los ojos?
—Porque te habría arrancado la cabeza antes de que consiguieras acercarte.
Ella sacudió la cabeza con incredulidad.
—Eres un dios. ¿Cómo de poderoso puede ser en comparación?
—Lo suficientemente poderoso como para matarnos a ti y a mí con nada más que un pensamiento.
______ (T.n) se detuvo cuando se dio cuenta de que no estaba bromeando.
—No lo entiendo.
—El universo tiene un orden, ______ (T.n). Al final del día, todos nosotros respondemos ante alguien. A pesar de que somos dioses todopoderosos, tenemos limitaciones. Una criatura como Jaden puede matarnos y absorber nuestros poderes.
—¿Entonces por qué no lo hace?
—Mi suposición es que también tiene limitaciones respecto a lo que puede o no hacer.
—¿Puestas por quién?
—Esa es la cuestión, ¿verdad? No sé la respuesta, y no conozco a nadie que la sepa.
Ella se enjuagó la esquina del ojo mientras le dejaba para mirar las fotografías de su familia que estaban sobre la repisa de la chimenea.
—¿Crees que mi padre sabía y comprendía lo que hacía cuando convocó a Jaden?
—Probablemente. La mayor parte de los demonios lo hacen. Aún cuando nos educan conscientes del hecho de que es nuestro hombre del saco, Jaden, por lo general, explica los inconvenientes de un trato a aquellos que lo hacen. Puede no gustarme, pero por regla general, es justo e imparcial... aún cuando sea intolerante.
______ (T.n) giró el rostro hacia él.
—No te habló sobre el amuleto y lo que hacía.
Tenía razón. Jaden le había ocultado aquel conocimiento.
—No, no lo hizo, lo cual me dice que debe ser importante para él a nivel personal.
______ (T.n) apenas oyó aquellas palabras. Honestamente, a ella no le importaban Jaden ni sus deseos o penurias. Lo que le importaba era el hecho de que su familia había muerto.
Y él había tomado parte en ello.
Soy un demonio...
Aquellas palabras siguieron rondándole en la cabeza. ¿Cómo podía haber pasado esto? ¿Cómo podía no haberlo sabido? Sospechado algo...
—Hay un fuego especial dentro de ti, ángel —había dicho una vez su padre—. Un día lo entenderás.
¿Era esto lo que había querido decir?
Miró a Nicholas, necesitando respuestas que dudaba que tuviera alguna vez.
—¿Por qué se habría suicidado mi padre? ¿No habría sido una protección mejor para mí mientras estaba vivo?
—Estoy seguro de que pensó en el hecho de que no había sido capaz de proteger a tu madre o hermano.
—¡Necesité a mi padre!
Nicholas se estremeció. El dolor de su voz lo atravesó. Antes nunca había querido consolar a alguien, pero ahora mismo, hubiera dado cualquier cosa por aliviar la angustia que vio en sus ojos color avellana.
La envolvió con sus brazos y la abrazó estrechamente.
—Lo sé.
Ella meneó la cabeza contra su pecho.
—¿Sabes lo herida que estoy de que Jesse viniera a mí y no mi familia? A lo largo de los años he visto a cientos de fantasmas. Pero nunca a mi madre o a mi padre. Nunca a mi hermano. ¿Es que no me amaron lo suficiente como para al menos decirme adiós?
Sus entrañas se estremecieron compadeciéndose por su dolor.
—Por supuesto que lo hicieron, ______ (T.n). ¿Cómo podrían no hacerlo? Tu padre murió para protegerte. Eso es auténtico amor verdadero.
—¿Entonces por qué no han venido hasta mí jamás?
—No lo sé. No. Tal vez no han podido.
—Porque no se preocuparon.
—Estoy seguro de que no es así.
______ (T.n) quería creerlo, pero era difícil. Y en todos estos años, nunca había compartido sus sentimientos con nadie. Siempre los mantenía reprimidos donde quemaban su alma. Cerrando los ojos con fuerza, se obligó a parar estos pensamientos. Eran contraproducentes.
Lo hecho, hecho estaba
Seguramente Nicholas tenía razón y habrían vuelto con ella si hubieran sido capaces. Pero todavía estaba esa parte en su interior que lo dudaba. Aquella parte de ella que sentía como si nadie la hubiera amado jamás.
Al menos Nicholas estaba aquí.
Sus brazaletes ya no estaban. Podría marcharse en cualquier momento si quisiera, pero hasta ahora no lo había hecho.
Su estómago se removió por los nervios y la aflicción. Se retiró, asustada por la sensación.
—Todavía me siento enferma. ¿Cuánto va a durar?
—Hasta que te acostumbres a tus poderes. Imagino.
No le gustó como sonó eso. Quería algo concreto a lo que poder echar mano. Algo tangible.
—Puedo oír el latido de tu corazón. Jesse está en su cuarto con Gloria, enseñándole cómo jugar a Atari. Mi vecino de la derecha está peleándose por teléfono con su esposa, y mi vecina más reciente, la mujer de la izquierda, tiene hambre. ¿Cómo sé todo esto?
—Son tus poderes. Serás capaz de sentir a otra gente de una forma que nunca imaginaste.
—¿Oiré sus pensamientos?
La sonrió afectuosamente.
—Sólo si piensan en voz alta. Pero serás capaz de sentir las emociones que la gente lucha por esconder. Esto te dirá más sobre la gente que cualquier otra cosa.
—¿Se mitigará alguna vez el enorme dolor de cabeza?
—Con el tiempo.
Asintiendo con la cabeza, bajó la mirada y le tocó la muñeca donde solía estar el brazalete.
—Ahora estás libre de mí.
—Lo sé.
—¿Entonces por qué estás aquí todavía?
Nicholas vaciló. Era algo que se preguntaba. Pero no podía abandonarla. Era vulnerable y estaba sola, y habiendo estado él mismo así, no se sentía con el valor suficiente como para abandonarla.
—Necesitas ayuda.
—Puedo arreglármelas sola. Siempre lo hago.
—No tengo ninguna duda de que puedes. Pero me ayudaste cuando lo necesité. Te devuelvo el favor.
______ (T.n) apoyó la cabeza contra su hombro, realmente agradecida por el apoyo.
—Gracias, Nicholas.
—No hay problema.
Ella le frotó el brazo mientras el total de los acontecimientos del día se desarrollaban en su mente.
—Puesto que ahora soy un demonio, ¿está Jaden por encima de mí?
—No. Siempre que poseas tu alma y no hagas un trueque con ella, nadie tiene poder sobre ti.
Se apartó para mirarlo.
—¿Y si alguien toma mi alma?
—Nadie puede tomar tu alma sin tu consentimiento. Las almas no funcionan de ese modo.
Se alegró de saberlo. Si ser un demonio era lo bastante espeluznante, la idea de perder el alma era aún más aterradora. Dios, tenía tanto que aprender. Era como si naciera de nuevo. Había tanto sobre sí misma que no entendía.
Quería aprender la profundidad de sus poderes y qué papel jugaba Jaden en el universo.
—Tengo una pregunta... Si Jaden es tan poderoso, ¿no podrías hacer un trato con él para matar a Satara?
Nicholas le apartó el pelo de la cara.
—Jaden no funciona de esa manera. No tomará parte activa en nada. Más bien, proporciona los medios para que cada uno de nosotros realicemos nuestros deseos. Si necesitas más poder, lo encuentra. Si buscas un amuleto o un artefacto, entonces lo llamas. Como él mismo diría, es un medio para un fin, no un perro faldero.
—Entonces, ¿por qué no le has hecho abrir uno de los portales para ella?
—Se negó cuando se lo pedí.
—¿Se negó? ¿Por qué?
—Puesto que Kalosis está controlado por la diosa Apollymi, supongo que sus poderes no funcionarían allí. Pero no lo sé. Podría ser algo tan simple como que no le gustó lo que yo iba a canjear. Jaden puede ser muy caprichoso a veces.
—No me parece justo.
—Dímelo a mí. —Miró alrededor—. Ahora, no sé tú, pero yo estoy hambriento.
Ella sonrió.
—Famélica. —De repente esa sonrisa se desvaneció—. No voy a beber sangre ahora, ¿verdad?
—Espero que no. Si es así, vamos a tener que aprender a sangrar a Jesse.
Jaden destelló detrás del árbol donde había sido convocado inicialmente. Como pensaba, Kaiaphas lo esperaba.
—Saludos, mi señor —dijo el demonio, inclinándose de modo respetuoso.
Jaden le elogiaría por saber cuándo arrastrarse. Pero el elogio no salvaría su culo.
—Hoy atacaste a tu hermano en campo abierto.
—Mi ama lo exigió.
Jaden lanzó su mano e inmovilizó al bastardo despreciable contra el árbol.
—Y por hacerlo así, deshiciste un trato que había hecho. ¿Sabes en lo que me convierte?
—No, mi señor.
—En un mentiroso. Y esa es una cosa que nunca he sido. —Jaden quería sangre por lo que había pasado hoy. Palackas había dado su vida en vano y esto había llevado a Jaden a un nivel de cabreo con el que no le gustaba actuar.
Pero aquel no era el lugar para exigir satisfacción sobre la muerte del demonio. Frustrado, liberó a Kaiaphas y le dejó que se retorciera en el suelo.
—No quiero a tus vírgenes. Puedes guardártelas.
—¿Qué entonces, mi señor? Nómbrame tu precio y te lo entregaré.
—Hay un Dimme en esta ciudad. Tráeme su corazón.
—¿Eso es todo?
—Confía en mí, es bastante.
Kaiaphas parpadeó cuando Jaden desapareció de su vista...
Un Dimme. Era más fácil decirlo que hacerlo. Primero, eran brutales y se rumoreaba que eran invencibles. No estaba seguro de si tenía incluso los poderes para mirar a uno.
Lamiéndose los labios, recordó su lucha del día anterior. La mujer...
Su sangre había mantenido al Dimme en su interior. Estaba seguro.
Quizás si entregaba su corazón a Jaden, sería suficiente. Después de todo, ¿no era un Dimme tan bueno como otro?
Chasqueando los dedos, volvió a Kalosis para preparar una incursión en su próximo ataque. ______ (T.n) era médico forense...
Sonriendo, pensó en la manera de sacarla definitivamente de su casa.
Capitulo 11
Al anochecer, Nicholas se paseaba por el pequeño apartamento, preguntándose si estaba cometiendo un error al quedarse con ______ (T.n). Por lo que sabía, su presencia aquí era una amenaza aún mayor para ella de lo que sería un baño de plomo.
Sintió el aire calmarse un instante antes de que Jaden apareciera. Sus ojos impíos eran una sombra peculiarmente vibrante de verde y marrón.
—Lo tienes. —Era una constatación del hecho, como si pudiera sentir el amuleto.
Nicholas lo sacó del bolsillo y lo sostuvo en la mano. Su tamaño no era más grande que el de un cuarto de dólar, parecía una pieza de turquesa verde con una delicada filigrana en plata a su alrededor. Parecía tan inofensivo. Era difícil imaginar este objeto derribando a un dios, pero por otro lado, la sal era una sustancia completamente inocua que tenía el suficiente poder como para rechazar a un ejército de demonios.
—Lo tengo.
Jaden extendió la mano y esperó.
Nicholas dejó caer el amuleto en la palma.
Inspirando profundamente, Jaden cerró la mano y lo sostuvo con reverencia. Cuando abrió los ojos, eran rojo sangre.
—Gracias.
El brazalete de oro cayó abierto y golpeó el suelo a los pies de Nicholas.
—¿Cómo lo hiciste?
Él se mofó:
—Como si fuera a explicarte la fuente de mis poderes a ti, demonio. Simplemente estate agradecido de haber realizado tu parte del trato.
Nicholas podía sentir sus poderes creciendo con cada palabra que Jaden decía. Esto era lo que necesitaba. Lo que debía tener.
Echando la cabeza hacia atrás, Nicholas se rió. Por primera vez en siglos, se sentía como el dios que era. Y con aquellos poderes llegó la lucidez repentina.
—Conocías la ascendencia de ______ (T.n)...
Jaden se encogió de hombros.
—Por supuesto que la conocía. ¿Con quién piensas que negoció su padre para protegerla? Tomé su alma a cambio de ocultar sus poderes del resto del mundo.
Un temblor le bajó por la columna vertebral.
—Lo traicionaste al darle la ocasión de ser convertida.
Una pincelada de rojo veló los ojos de Jaden cuando lo fulminó con la mirada.
—No traicioné nada. Se expuso ella misma. Al ser mordida, deshizo el trato de su padre. En su momento, lo informé sobre los inconvenientes de mi protección. Él nunca pensó que entraría en contacto con otros demonios.
Pobre bastardo. Debería haber sabido que su hija encontraría el camino.
Sin embargo, no había sido a causa de Nicholas, su secreto habría estado seguro para siempre. No tenía a nadie a quien culpar por la situación actual de ella, excepto a sí mismo, y se odiaba por su papel en la conversión.
—¿Qué hay de la madre? —le preguntó a Jaden—. ¿También era un demonio?
—Era humana.
Esto lo desconcertó. Los humanos y los demonios rara vez se relacionaban, excepto en situaciones de combate, que casi siempre causaban la muerte del humano.
—¿Cómo es que terminaron juntos?
Jaden puso el amuleto en su bolsillo.
—La madre de ______ (T.n) fue un desafortunado error. Palackas, el padre de ______ (T.n), era un demonio atado que tropezó con ella una noche mientras llevaba a cabo un mandato para su amo. Una cosa condujo a la otra... Insertó la parte A en la ranura B, y se enamoró de ella, pero tal como era de esperar, su amo se negó a liberarlo. En lugar de acudir a mí, corrió tras la libertad para estar con ella. Su amo llamó a los sabuesos para perseguirlo y traerlo de vuelta, o matarlo. Lo buscaron durante años hasta que encontraron su olor aquí, en Nueva Orleans, porque la madre y el hermano de ______ (T.n) retuvieron el olor del padre, los encontraron y los mataron en su lugar por accidente.
—¿Por qué vivió ______ (T.n)?
—A diferencia de su hermano, que heredó toda la humanidad de la madre, tenía los genes de demonio del padre. Lo suficiente para que su sangre poseyera una propia y única esencia, aparte de la del padre. Los Skili no estaban autorizados para matar a nadie excepto al padre, y por ello fue perdonada.
—Pero mataron a la madre y al hermano.
Jaden resopló.
—¿Has conocido alguna vez a un Skili? Sólo porque parezcan humanos no significa que tengan un cerebro. Son perros. Todo lo que huelen es la sangre y la genética. Se creyeron que los dos eran el padre. El amo de Palackas quedó satisfecho puesto que pensó que sus muertes traerían a Palackas otra vez a casa.
Pero no lo hizo. El pobre hombre debió haber estado desorientado después de sus muertes y afligido no sólo por la pena, sino también por la culpa. Y el miedo de que su hija pronto se uniera a su esposa e hijo.
Los Skili eran una fuerza de rastreo de élite que era enviada para destruir a cualquier demonio que violara las leyes. Parte humano, parte sabueso, no tenían voluntad propia. Todo lo que hicieron fue rastrear y matar. Si Palackas no había sabido por qué ______ (T.n) se había escapado, habría estado aterrorizado de que los Skili la encontraran a continuación.
—¿Sabía su padre por qué no la mataron?
—No preguntó.
—Querrás decir que no se lo dijiste.
Jaden se encogió de hombros despreocupadamente.
—Me convocó para un trato. ¿Quién soy yo para disuadir a un demonio cuando éste me ofrece su alma? —Le lanzó una mirada penetrante a Nicholas.
Nicholas maldijo al recordar el trato que él mismo había hecho con el señor de los demonios.
—Mi padre se suicidó.
Nicholas se giró ante el sonido de la voz calmada de ______ (T.n). Estaba de pie detrás de él, aferrada a la puerta, agarrándola tan fuertemente que podía ver como sus nudillos se volvían blancos. Su cara pálida lo preocupó.
Jaden no tuvo ninguna piedad con ella.
—Se mató para protegerte, niña, y apaciguar a su amo. Incluso si hubiera vuelto con él en aquel momento, habría ordenado que lo ejecutaran. Había estado demasiado tiempo alejado de sus obligaciones. Y además, todavía estaba el asunto de su preocupación por ti. La última cosa que tu padre quería era que también fueras capturada y convertida en esclava. Así que tomó su destino en sus propias manos y usó su fuerza vital para sellar nuestro trato.
—¡Bastardo! —______ (T.n) corrió hacia él.
Nicholas la atrajo a su lado y la mantuvo ahí.
—No lo hagas, ______ (T.n).
—¡Él dejó morir a mi padre!
Nicholas podía sentir la angustia de su llanto, pero no cambiaba nada.
—No puedes atacarle, ______ (T.n). Te matará.
Una esquina de la boca de Jaden se arqueó hacia arriba.
—Y disfrutaré cada minuto de su muerte.
Ella arremetió de nuevo.
—Eres un monstruo.
—Puedo serlo. Pero prefiero el término... “intermediario”.
Gruñendo, luchó contra la sujeción de Nicholas.
—¡Fuera de aquí!
Jaden la reprendió:
—Y pensar que siempre había oído hablar de cuán maravillosa era la hospitalidad del Sur. Adivino que sólo es para los humanos. —Sus ojos desvaídos volvieron a su color normal—. Nuestro trato está satisfecho, Nicholas.
Jaden golpeó ligeramente su hombro dos veces con el puño, hizo una breve, burlona reverencia y desapareció.
______ (T.n) se encaró con él.
—¿Por qué no me dejaste arañarle los ojos?
—Porque te habría arrancado la cabeza antes de que consiguieras acercarte.
Ella sacudió la cabeza con incredulidad.
—Eres un dios. ¿Cómo de poderoso puede ser en comparación?
—Lo suficientemente poderoso como para matarnos a ti y a mí con nada más que un pensamiento.
______ (T.n) se detuvo cuando se dio cuenta de que no estaba bromeando.
—No lo entiendo.
—El universo tiene un orden, ______ (T.n). Al final del día, todos nosotros respondemos ante alguien. A pesar de que somos dioses todopoderosos, tenemos limitaciones. Una criatura como Jaden puede matarnos y absorber nuestros poderes.
—¿Entonces por qué no lo hace?
—Mi suposición es que también tiene limitaciones respecto a lo que puede o no hacer.
—¿Puestas por quién?
—Esa es la cuestión, ¿verdad? No sé la respuesta, y no conozco a nadie que la sepa.
Ella se enjuagó la esquina del ojo mientras le dejaba para mirar las fotografías de su familia que estaban sobre la repisa de la chimenea.
—¿Crees que mi padre sabía y comprendía lo que hacía cuando convocó a Jaden?
—Probablemente. La mayor parte de los demonios lo hacen. Aún cuando nos educan conscientes del hecho de que es nuestro hombre del saco, Jaden, por lo general, explica los inconvenientes de un trato a aquellos que lo hacen. Puede no gustarme, pero por regla general, es justo e imparcial... aún cuando sea intolerante.
______ (T.n) giró el rostro hacia él.
—No te habló sobre el amuleto y lo que hacía.
Tenía razón. Jaden le había ocultado aquel conocimiento.
—No, no lo hizo, lo cual me dice que debe ser importante para él a nivel personal.
______ (T.n) apenas oyó aquellas palabras. Honestamente, a ella no le importaban Jaden ni sus deseos o penurias. Lo que le importaba era el hecho de que su familia había muerto.
Y él había tomado parte en ello.
Soy un demonio...
Aquellas palabras siguieron rondándole en la cabeza. ¿Cómo podía haber pasado esto? ¿Cómo podía no haberlo sabido? Sospechado algo...
—Hay un fuego especial dentro de ti, ángel —había dicho una vez su padre—. Un día lo entenderás.
¿Era esto lo que había querido decir?
Miró a Nicholas, necesitando respuestas que dudaba que tuviera alguna vez.
—¿Por qué se habría suicidado mi padre? ¿No habría sido una protección mejor para mí mientras estaba vivo?
—Estoy seguro de que pensó en el hecho de que no había sido capaz de proteger a tu madre o hermano.
—¡Necesité a mi padre!
Nicholas se estremeció. El dolor de su voz lo atravesó. Antes nunca había querido consolar a alguien, pero ahora mismo, hubiera dado cualquier cosa por aliviar la angustia que vio en sus ojos color avellana.
La envolvió con sus brazos y la abrazó estrechamente.
—Lo sé.
Ella meneó la cabeza contra su pecho.
—¿Sabes lo herida que estoy de que Jesse viniera a mí y no mi familia? A lo largo de los años he visto a cientos de fantasmas. Pero nunca a mi madre o a mi padre. Nunca a mi hermano. ¿Es que no me amaron lo suficiente como para al menos decirme adiós?
Sus entrañas se estremecieron compadeciéndose por su dolor.
—Por supuesto que lo hicieron, ______ (T.n). ¿Cómo podrían no hacerlo? Tu padre murió para protegerte. Eso es auténtico amor verdadero.
—¿Entonces por qué no han venido hasta mí jamás?
—No lo sé. No. Tal vez no han podido.
—Porque no se preocuparon.
—Estoy seguro de que no es así.
______ (T.n) quería creerlo, pero era difícil. Y en todos estos años, nunca había compartido sus sentimientos con nadie. Siempre los mantenía reprimidos donde quemaban su alma. Cerrando los ojos con fuerza, se obligó a parar estos pensamientos. Eran contraproducentes.
Lo hecho, hecho estaba
Seguramente Nicholas tenía razón y habrían vuelto con ella si hubieran sido capaces. Pero todavía estaba esa parte en su interior que lo dudaba. Aquella parte de ella que sentía como si nadie la hubiera amado jamás.
Al menos Nicholas estaba aquí.
Sus brazaletes ya no estaban. Podría marcharse en cualquier momento si quisiera, pero hasta ahora no lo había hecho.
Su estómago se removió por los nervios y la aflicción. Se retiró, asustada por la sensación.
—Todavía me siento enferma. ¿Cuánto va a durar?
—Hasta que te acostumbres a tus poderes. Imagino.
No le gustó como sonó eso. Quería algo concreto a lo que poder echar mano. Algo tangible.
—Puedo oír el latido de tu corazón. Jesse está en su cuarto con Gloria, enseñándole cómo jugar a Atari. Mi vecino de la derecha está peleándose por teléfono con su esposa, y mi vecina más reciente, la mujer de la izquierda, tiene hambre. ¿Cómo sé todo esto?
—Son tus poderes. Serás capaz de sentir a otra gente de una forma que nunca imaginaste.
—¿Oiré sus pensamientos?
La sonrió afectuosamente.
—Sólo si piensan en voz alta. Pero serás capaz de sentir las emociones que la gente lucha por esconder. Esto te dirá más sobre la gente que cualquier otra cosa.
—¿Se mitigará alguna vez el enorme dolor de cabeza?
—Con el tiempo.
Asintiendo con la cabeza, bajó la mirada y le tocó la muñeca donde solía estar el brazalete.
—Ahora estás libre de mí.
—Lo sé.
—¿Entonces por qué estás aquí todavía?
Nicholas vaciló. Era algo que se preguntaba. Pero no podía abandonarla. Era vulnerable y estaba sola, y habiendo estado él mismo así, no se sentía con el valor suficiente como para abandonarla.
—Necesitas ayuda.
—Puedo arreglármelas sola. Siempre lo hago.
—No tengo ninguna duda de que puedes. Pero me ayudaste cuando lo necesité. Te devuelvo el favor.
______ (T.n) apoyó la cabeza contra su hombro, realmente agradecida por el apoyo.
—Gracias, Nicholas.
—No hay problema.
Ella le frotó el brazo mientras el total de los acontecimientos del día se desarrollaban en su mente.
—Puesto que ahora soy un demonio, ¿está Jaden por encima de mí?
—No. Siempre que poseas tu alma y no hagas un trueque con ella, nadie tiene poder sobre ti.
Se apartó para mirarlo.
—¿Y si alguien toma mi alma?
—Nadie puede tomar tu alma sin tu consentimiento. Las almas no funcionan de ese modo.
Se alegró de saberlo. Si ser un demonio era lo bastante espeluznante, la idea de perder el alma era aún más aterradora. Dios, tenía tanto que aprender. Era como si naciera de nuevo. Había tanto sobre sí misma que no entendía.
Quería aprender la profundidad de sus poderes y qué papel jugaba Jaden en el universo.
—Tengo una pregunta... Si Jaden es tan poderoso, ¿no podrías hacer un trato con él para matar a Satara?
Nicholas le apartó el pelo de la cara.
—Jaden no funciona de esa manera. No tomará parte activa en nada. Más bien, proporciona los medios para que cada uno de nosotros realicemos nuestros deseos. Si necesitas más poder, lo encuentra. Si buscas un amuleto o un artefacto, entonces lo llamas. Como él mismo diría, es un medio para un fin, no un perro faldero.
—Entonces, ¿por qué no le has hecho abrir uno de los portales para ella?
—Se negó cuando se lo pedí.
—¿Se negó? ¿Por qué?
—Puesto que Kalosis está controlado por la diosa Apollymi, supongo que sus poderes no funcionarían allí. Pero no lo sé. Podría ser algo tan simple como que no le gustó lo que yo iba a canjear. Jaden puede ser muy caprichoso a veces.
—No me parece justo.
—Dímelo a mí. —Miró alrededor—. Ahora, no sé tú, pero yo estoy hambriento.
Ella sonrió.
—Famélica. —De repente esa sonrisa se desvaneció—. No voy a beber sangre ahora, ¿verdad?
—Espero que no. Si es así, vamos a tener que aprender a sangrar a Jesse.
Jaden destelló detrás del árbol donde había sido convocado inicialmente. Como pensaba, Kaiaphas lo esperaba.
—Saludos, mi señor —dijo el demonio, inclinándose de modo respetuoso.
Jaden le elogiaría por saber cuándo arrastrarse. Pero el elogio no salvaría su culo.
—Hoy atacaste a tu hermano en campo abierto.
—Mi ama lo exigió.
Jaden lanzó su mano e inmovilizó al bastardo despreciable contra el árbol.
—Y por hacerlo así, deshiciste un trato que había hecho. ¿Sabes en lo que me convierte?
—No, mi señor.
—En un mentiroso. Y esa es una cosa que nunca he sido. —Jaden quería sangre por lo que había pasado hoy. Palackas había dado su vida en vano y esto había llevado a Jaden a un nivel de cabreo con el que no le gustaba actuar.
Pero aquel no era el lugar para exigir satisfacción sobre la muerte del demonio. Frustrado, liberó a Kaiaphas y le dejó que se retorciera en el suelo.
—No quiero a tus vírgenes. Puedes guardártelas.
—¿Qué entonces, mi señor? Nómbrame tu precio y te lo entregaré.
—Hay un Dimme en esta ciudad. Tráeme su corazón.
—¿Eso es todo?
—Confía en mí, es bastante.
Kaiaphas parpadeó cuando Jaden desapareció de su vista...
Un Dimme. Era más fácil decirlo que hacerlo. Primero, eran brutales y se rumoreaba que eran invencibles. No estaba seguro de si tenía incluso los poderes para mirar a uno.
Lamiéndose los labios, recordó su lucha del día anterior. La mujer...
Su sangre había mantenido al Dimme en su interior. Estaba seguro.
Quizás si entregaba su corazón a Jaden, sería suficiente. Después de todo, ¿no era un Dimme tan bueno como otro?
Chasqueando los dedos, volvió a Kalosis para preparar una incursión en su próximo ataque. ______ (T.n) era médico forense...
Sonriendo, pensó en la manera de sacarla definitivamente de su casa.
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Capitulo 12
______ (T.n) estaba todavía tratando de orientarse mientras volvía a su dormitorio, pero era difícil. Todo parecía tan amplificado ahora. Cada ruido perforaba su oído. Las luces eran increíblemente brillantes, y podía oír el latido del corazón de Nicholas compitiendo con el suyo. Era todo muy desconcertante.
Nicholas estaba a su lado, y la estaba sujetando. Necesitaba su fuerte brazo para sostenerse. Pero el olor de su piel era obsesivo. También la hacía sentir hambrienta de su sabor, de una manera en la que nunca había querido a un hombre antes. Era casi como si fuera otra parte de ella. Una que era más valiente, más seductora…
Más hambrienta.
—¡______ (T.n)!
Alzó la mirada mientras Jessi venía corriendo a la habitación a través de la pared.
—¡Estás levantada! ¡Estás levantada! —Corrió hacia ella como un exuberante perrito.
En el pasado cuando solía hacer eso, corría a través de ella. Hoy, golpeó contra ella tan fuerte que ______ (T.n) tropezó.
—¿Qué…?
Nicholas le echó una mirada entre mitad divertida, mitad diabólica.
—Puntos extra para tus nuevos poderes. Ahora puedes darle una bofetada cuando te ponga de los nervios.
—¿Puedo tocar a Jesse? —Respiró las palabras, tratando de entenderlas completamente.
Girándose, se encontró con la mirada sorprendida de Jesse. En todos esos días, nunca habían sido capaces de tocarse. La mano le temblaba, la levantó para colocar los dedos contra su frío cuello.
Era sólido.
Jesse era real para ella. Podía tocarle…
Lágrimas inundaron los ojos de Jesse mientras posaba su mano sobre la de ella. Sollozando mientras las emociones la abrumaban, ______ (T.n) le empujó a sus brazos y le sostuvo cerca.
—¡Puedo tocarte!
Nicholas cruzó los brazos sobre el pecho mientras la emoción perforaba su corazón como un cuchillo. No tenía razones para estar celoso de un chico fantasma punk y del modo en que ella le tocaba…
Quería arrancarle la cabeza a Jesse.
—Desearía haber podido tocarte así cuando eras pequeña, —suspiró Jess—. Todas esas veces que llorabas, todo lo que podía hacer era mirar y tratar de animarte haciendo muecas.
—Lo sé, Jesse. Lo sé.
Nicholas odiaba admitirlo, pero era la manera en que se tocaban el uno al otro, y se dio cuenta de que los celos que sentía no eran porque otro hombre estuviera sosteniendo a ______ (T.n). Era el amor entre ellos dos, del uno por el otro.
Eran una familia.
A través de las duras y las maduras. No importa el qué, esos dos habían estado juntos y lo harían durante toda la eternidad. Nunca habría traición. Ninguna traición. Sólo querían amarse y ayudarse mutuamente.
Nadie le había amado nunca así. Y ellos no lo harían.
Ni una sola vez había sido tocado por una mano amante. De repente, se sintió como un intruso. Peor, no se sentía merecedor de ser testigo de algo tan prístino.
Dolorido por dentro, se giró y se encaminó a la cocina.
______ (T.n) sintió el aire conmoviéndose. Miró más allá de Jesse para ver a Nicholas saliendo de la habitación. Había un aura de tal tristeza a su alrededor que le hizo sentirse dolida por él.
Se apartó de Jesse.
—¿Va algo mal?
—No estoy segura. —Se alejó de su mano y siguió a Nicholas para ver que había pasado.
—¿Nicholas?
Él se detuvo en el mostrador para mirarla. Sus apuestos rasgos eran estoicos, pero ella podía sentir la confusión interior.
—¿Está todo bien?
Asintió.
—Estupendo. No quería miraros baboseándoos el uno al otro. Arruinaba mi apetito.
Si sólo ella creyera eso. Ahora entendía lo que él había querido decir más temprano sobre sus poderes. Tal incongruencia entre lo que sentía y veía era extremadamente desconcertante.
Se acercó a él.
—¿Por qué estás herido por dentro?
—No estoy herido, sino hambriento. Deberías aprender a notar la diferencia. —Señaló el frigorífico sobre su hombro con el pulgar—. ¿No es la hora de comer?
Sacudió la cabeza mientras se daba cuenta de que estaba cambiando de tema. Algo le había hecho sentirse incómodo, y en vez de tratar con ello, quería comida.
Bien, podía arreglárselas con eso. Pero no era tonta.
—He dejado algo de ensalada de atún. Podemos hacer sándwiches.
—Me vale.
______ (T.n) sacó el pan.
—¿Por qué no coges el recipiente del frigorífico por mi? Es el contenedor claro con la tapa blanca.
Jesse se les unió mientras ella cortaba las rebanadas de pan.
—¿Sabías que Gloria estaba estudiando psicología?
______ (T.n) sonrió.
—No, ¿Cómo podría saberlo?
—Cierto, has estado fuera haciendo cosas con Xyper… volviéndote una demonio y todo. Actualmente Gloria, es una persona realmente estupenda, una vez que deja de burlarse de mi música.
______ (T.n) estaba perpleja por su súbito cambio de carácter hacia Gloria.
—Me burlo de tu música también, Jesse.
—Sí, pero también bailas conmigo. —Adoptó una pose de Michael Jackson—. Just beat it, beat it, beat it —. Sin pensarlo, la golpeó.
—¡Jesse! —dijo juguetonamente— estoy intentando hacer la comida.
—Está bien, pero después, ven a despertarme antes de irte y “walk like an Egyptian ”.
______ (T.n) gimió y sonrió al mismo tiempo.
Jesse le sopló un beso.
—Ahora, me voy a ver a mi mujer. —Se marchó lentamente a la parte trasera de la casa.
______ (T.n) se rió de él, especialmente desde que Gloria se había convertido ahora en su mujer.
—Jesse, —dijo alegremente—. ¡No eres lo bastante mayor para una cita, chico!
—Soy mayor que tú. Y al menos no voy a citarme con un asaltacunas que es más anticuado que yo por varios siglos —Su incorpórea voz hizo ecos en la cocina.
—Pero recuerda que ahora puedo abofetear tu cabeza…
—Punto para ti, ahora sal y déjame sola. Estamos comparando ectoplasmas.
No quería tocar a alguien con una pieza de ganado de treinta pies. Sacudiendo la cabeza, volvió a preparar sándwiches.
Nicholas le dio la ensalada de atún.
—¿Cómo es?
—¿Qué?
—Tener a alguien que te conoce tan bien. Alguien con quien puedes bromear y compartir burlas. He visto a la gente hacerlo en sueños, pero nunca tan cerca antes. Hay una calidez dentro de ti cada vez que Jesse está alrededor. Incluso cuando te molesta, te agrada en otro nivel.
______ (T.n) se detuvo para mirarle. Pobre Nicholas, no tener ni idea de lo que la amistad significaba.
—Es bueno. Hay mucho que decir sobre tener gente a tu alrededor que no están tratando de arruinarte. Gente que sabe como reír y que no están celosos. Desafortunadamente, esas relaciones son algo difíciles de encontrar.
—A veces son imposibles.
Ella asintió.
—La gente es complicada. Las emociones son complicadas. Explícame cómo puedes amar y odiar a alguien al mismo tiempo.
—Odi et Amo.
Ella frunció el ceño.
—¿Qué?
—Es un viejo poema latino escrito por Catulo. “Amo y odio”. Habla sobre esas cosas. Lo escribió para una mujer a la que adoraba y despreciaba.
—Sí, ¿ves? Eso justamente está mal, ¿verdad? ¿No amarías u odiarías pero no los dos al mismo tiempo?
—Pero tú y Jesse no os odiáis.
—No, nunca lo haremos. Y estoy agradecida por eso. No es fácil vivir con alguien día sí y día no sin querer estrangularlo. Pero Jesse, nunca me molesta realmente. —Cortó los sándwiches y los colocó en platos.
Nicholas miraba la forma en que sus manos se movían mientras trabajaba. Había tanta gracia en ella. Tanta belleza. Él siempre había sido torpe. Pero ella no.
Mientras ella alcanzaba una bolsa de patatas fritas, el teléfono sonó. Le echó una ojeada antes de responder.
—Hey, Tate. ¿Qué pasa? —Le entregó las patatas a Nicholas—. Bien, estaremos justo allí. —Cortó la llamada.
—¿Otro asesinato? —Realmente no quería preguntar ya que había oído la discusión por el teléfono.
Ella asintió.
—¿Cuánta gente matará una Dimme?
—¿Honestamente? Ha sido remarcablemente circunspecta.
______ (T.n) estaba horrorizada.
—¿Cómo puedes decir eso? Éste es el tercer cuerpo.
Nicholas se encogió de hombros.
—Fueron creados para ser asesinos indiscriminados. El hecho de que no haya cuerpos apilándose por todas partes es un milagro.
—¿Estás seguro de que es una Dimme, entonces?
—El chico que murió… apostaría mi vida en ello. Gloria… quizás, quizás no.
______ (T.n) consideró eso. Si la Dimme no había matado a Gloria, entonces ¿quién lo hizo? No, tenía que ser el mismo asesino. No quería ni siquiera considerar el hecho de que podía haber más de ellos ahí fuera.
—Necesitamos llegar hasta la última víctima. Coge los sándwiches y los comeremos en el coche.
Lo hizo, y rápidamente cogieron los abrigos y salieron de la casa.
______ (T.n) maldijo mientras se daba cuenta de que no tenía coche…
Lo habían dejado en Toulouse cuando habían ido a la tienda de Liza.
Estaba volviéndose hacia Nicholas cuando captó algo extraño en el viento. Era un ligero olor a almizcle… No era familiar. Levantando la cabeza, inhaló profundamente tratando de identificarlo, luego se avergonzó de lo que había hecho.
—No soy parte perro ahora, ¿verdad?
Nicholas rió.
—No, pero tus glándulas olfativas, como todo lo demás, son más sensibles. Puedes oler un espectro más ancho que antes. Por esa razón, querrías evitar Bourbon Street.
—Gracias. Por un minuto, tuve miedo de que me fuera a volver alguna clase de lunática oledora de entrepiernas.
Él aspiró bruscamente.
—Sabes, es la erección más rápida que he tenido nunca.
______ (T.n) hizo una pausa mientras se daba cuenta de que ahora podía sentir la dolorosa pesadez de su ingle.
—Sí, —dijo, su voz una octava más profunda—. Es normal, también.
—No estoy segura de que me guste esta renovación mía.
—Confía en mí, nena. Te va a gustar el sexo demoníaco mucho más que el humano. Puedo mostrarte cosas que harán que tu cabeza gire como la de Linda Blair .
Le echó una mirada indignada.
—Esa no es forma de meterse en mis bragas, Nicholas. ¡Ew! Malas imágenes.
Antes de que Nicholas pudiera responder, el olor se intensificó. ______ (T.n) se giró para ver a un hombre alto y rubio a comienzos de la veintena viniendo hacia ellos. Algo en sus rasgos le recordó a Dev del Santuario.
—Licántropo.
La palabra salió como un bajo gruñido.
Nicholas asintió.
—Los demonios se tienen una antipatía antinatural los unos de los otros. Puede ser superada, pero no es fácil. Los Were-Hunters son una rama de sus primos Daimon, que es el por qué estás sintiendo esa ráfaga de adrenalina que te hace querer atacarle. Es tu instinto proporcionándote un estímulo extra en caso de que tengas que luchar.
El hombre se detuvo mientras les miraba. Ladeó la cabeza como si pudiera sentirles de la misma manera que podían sentirle a él.
—¿Peltier? —llamó Nicholas.
Fue hacia ellos lentamente, midiéndoles con cada paso.
—Kyle. Soy el más joven.
Nicholas estrechó su mirada sobre él.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Estaba visitando a un amigo.
Nicholas no estaba seguro sobre eso. Pero claro, la sospecha era su segundo nombre.
—Eres un Katagaria en forma humana durante las horas de luz… como es que…—Paró mientras entendía.
Los Katagaria eran animales que podían tomar forma humana. Durante la luz del día, especialmente mientras eran tan jóvenes como este Were, estaban relegados a su forma animal hasta que el sol se ponía.
Kyle Peltier era más de lo que parecía.
—Ha sido agradable encontrarte, Kyle, —dijo Nicholas secamente—. Dale recuerdos a Carson.
—Lo haré. —Dijo Kyle antes de dirigirse por la calle hasta donde una moto Ninja esperaba. Montó y arrancó sin mirar atrás.
—¿Qué no me estás contando? —Preguntó ______ (T.n).
—No estoy seguro. Es una sensación extraña… —Pero no podía situarla. Sinceramente, se sentía como un Dimme, pero no tenía sentido. Si el Dimme era algo como sus primos Gallu, ella habría estado buscando en lugares oscuros durante las horas diurnas. No aquí fuera en casa abiertas y definitivamente no estaría cerca de un Katagaria.
Tan pronto como la Dimme hubiera captado el olor, habría salido corriendo.
Sacudió la cabeza para aclararse. Tenía que estar imaginando cosas.
Empujando esos pensamientos fuera, se volvió hacia ______ (T.n).
—Ok, tengo todos mis poderes intactos. No sé adónde vamos, pero tú si ¿correcto?
—Sí.
Bien. Iba a mostrarle como transportarse a través del cosmos con sus poderes. Con un poco de suerte, no acabarían en Alaska.
—Piensa en el lugar a donde vamos. Imagínalo perfectamente en tu mente.
Ella lo hizo.
Nicholas la envolvió en sus brazos y cerró los ojos. Un instante después, estaban en las sombras de un callejón. Oía a la policía hablando entre ellos, vio al fotógrafo y a Tate moviéndose alrededor de un cuerpo cubierto.
Echó una ojeada alrededor para asegurarse de que no serían vistos antes de solidificarse.
Una lenta sonrisa se extendió por la cara de ______ (T.n).
—¿He podido hacerlo yo sola?
—Podrás hacerlo. Pero llevará un montón de práctica. Y sé cuidadosa haciéndolo. A veces tus ropas se quedan atrás.
Su cara palideció.
—Eso sería increíblemente malo.
—Para ti, si. ¿Para mí? Se me pone la piel de gallina. —La barrió con una mirada caliente que encendió su sangre.
Pero no le dejaría saberlo.
Sonriendo ampliamente, malvadamente, le dio un sándwich, luego se dirigieron hacia Tate quien les miraba desde donde estaba situado el cuerpo.
Tate frunció el ceño ante su comida.
—¿Comer en la escena de un crimen?
Haciendo una mueca ante la salpicadura de sangre en las paredes de alrededor y a la sangre en la calle, ______ (T.n) le devolvió el sándwich a Nicholas.
—No voy a comer.
Tate la miró boquiabierto.
—Uauh, finalmente eres sensible. Jamás supe si esa parte estaba en ti.
______ (T.n) estaba sorprendida también. Siempre había estado orgullosa de no ponerse enferma en las escenas de crímenes. Pero el olor de la sangre seca era fétido para su nariz. El color era una sombra más profunda de lo normal. Era casi como si pudiera saborear la sangre y marearla extremadamente.
A Nicholas por otra parte no le afectaba en absoluto.
—Así que, ¿qué tenemos? —preguntó ella, respirando profundamente así no perdería la dignidad.
Tate dejó salir un largo y cansado aliento.
—Bien, su cabeza está perdida así que no creo que tengamos que preocuparnos por si se levanta y anda otra vez. Esto no es Sleepy Hollow.
Nicholas frunció el ceño.
—¿Sleepy Hollow?
______ (T.n) sacudió la cabeza.
—Una famosa historia sobre un jinete sin cabeza que cazaba víctimas.
—Eso es enfermo.
______ (T.n) arqueó una ceja.
—¿Eso lo dice un demonio que come en la escena de un crimen?
—Tengo hambre. Deberías estar agradecida de que coma el sándwich y no carne o la sangre de alguien. Puedo hacerlo, lo sabes.
—Sí, —dijo Tate despacio—. Vamos a intentar evitar volver loco a más servidores públicos.
______ (T.n) trató de concentrarse.
—¿Cuáles son los datos?
—No estamos seguros. Parece como una lucha de alguna clase de demanda y obviamente nuestro chico perdió.
Nicholas se movió alrededor de la escena mientras hablaban.
______ (T.n) miraba la forma en que Nicholas estudiaba los patrones de sangre como si pudiera imaginar exactamente la manera en que la lucha se había desarrollado. Cuando se acercó al cuerpo, uno de los oficiales le ahuyentó.
Ella se acercó lentamente.
—¿En qué estás pensando?
—Quiero ver el cuerpo.
Ella fue y lo descubrió, luego se estremeció mientras el olor la golpeaba con toda la fuerza. Maldición, nunca iba a acostumbrarse a estos nuevos sentidos.
Nicholas asintió antes de acabar el sándwich.
—Es lo que pensaba.
Estaba tan despreocupado. Lo menos que podía hacer era compartir lo que sabía.
—¿Qué es?
—Una muerte trofeo.
______ (T.n) intercambió una mirada perpleja con Tate. No le gustaba el sonido de eso.
—¿Qué quieres decir con “muerte trofeo”?
—El cuerpo es un mensaje de un demonio de un clan para otro. “No nos jodas”.
Tate sacudió la cabeza negando.
—Eh, eh, eh, ¿de qué estás hablando ?
Nicholas señaló el cuerpo con el pulgar.
—Mejor hazle tú la autopsia, Tate, porque no era humano y un humano va a alucinar cuando abran su cuerpo y encuentren que sus órganos internos no están dónde y cómo se supone. Es un Caronte… —Volvió a echar una mirada al cuerpo—. O era un Caronte.
Tate levantó las manos con frustración.
—¿Qué infiernos es un Caronte?
—Un Demonio, —dijo Nicholas como si estuviera hablando con un imbécil
—¿Estás seguro? —Preguntó Tate.
—Sí. Los Gallu no mueren así. Cuando un demonio gallu muere, se desintegra como un Daimon. Los Daimons se desintegran como un Daimon. Los humanos que son asesinados por los gallu se convierten en zombies. —Señaló hacia atrás al cuerpo bajo la lona—. Y los Carontes mueren como los humanos. Sus cuerpos permanecen intactos para el entierro.
Tate frunció el ceño.
—Pero ¿Cómo sabes que es un Caronte y no un humano?
—Su piel es azul.
Esta vez Tate se burló en voz alta.
—Los humanos se vuelven azules cuando mueren.
—Su piel no se vuelve de mármol cuando se vuelve azul.
Eso desinfló un poco a Tate.
—Asumí que era un cuerpo pintado.
—No, es una pintura genética con la que ha nacido y recorre toda su capa epidérmica. El señor Caronte obviamente se perdió en el sitio equivocado. —Señaló a las paredes a su alrededor donde la sangre había salpicado tan alto como veinte pies desde el suelo—. Le doy crédito, luchó bien. Puedes oler su sangre y la de sus atacantes.
—¿Plural? —Preguntó Tate.
Nicholas asintió.
—Tres de ellos. Diría que le tendieron una emboscada y le dejaron para que fuera encontrado y el resto de su clan viera el cuerpo y tuviera miedo. O dependiendo de qué raza de Carontes, su clan atacara y empezara una guerra general entre ellos.
Tate exhaló un largo suspiro antes de mirar a ______ (T.n).
—Hombre, es como tener a uno de esos rastreadores de las viejas películas del Oeste de la década de los treinta. ¿Qué más sabes, Tonto ?
—Bien, déjame contarte lo que no sabía.
—¿Y es?
—Que había Carontes sueltos en el mundo humano. Así que volviendo a la muerte trofeo… ¿Por qué? ¿Quién quería el gallu que viera esto?
Un estremecimiento bajó por la espina dorsal de ______ (T.n).
—Quizás es un mensaje para nosotros.
—No. Estarían aterrorizándonos. Esto… —Hizo un gesto otra vez a la gran cantidad de sangre— …es sobre territorios. —Volvió a mirar a Tate—. Tus chicos tienen a un clan Caronte viviendo aquí y ahora tienes a uno de gallus. Y si no se hace algo, Nueva Orleáns estará atrapada en un fuego cruzado.
—Y solamente tenemos tres, —dijo Tate amargamente—. Me haces querer irme a casa, arrastrarme hasta la cama con mi mujer, y sólo esperar, ¿verdad?
—No realmente, —dijo Nicholas—. Me hace desear haber estado aquí para luchar con ellos. Me gustaría irrumpir en el escondite de los gallu.
______ (T.n) ignoró eso.
—Así que estamos buscando a un hambriento Dimme y a un clan de Carontes.
—Sí.
Aunque no le gustaba el concepto de eso, ______ (T.n) asintió.
—¿Alguna idea de por dónde los Carontes podrían pasar el tiempo?
—Así de pronto, diría algunos lugares no demasiado lejos.
Tate ladeó la cabeza.
—¿Por qué dirías eso?
—Bien, si vas a enviar un mensaje a alguien, no dejas el mensaje en un lugar donde no lo verán. Lo pones en algún sitio obvio. —Miró alrededor a los edificios que los rodeaban—. Lo cual quiere decir que los Carontes están cerca de aquí.
Otro estremecimiento bajó por la columna de ______ (T.n).
—¿Cuán peligrosos son estos Carontes?
Nicholas se encogió de hombros.
—Depende de cuan sociables se hayan vuelto y cuan enfadados estén. Obviamente, han estado ocultándose aquí bajo tus narices sin que nadie lo supiera.
Tate se burló.
—Bien, esto es Nueva Orleáns. Un montón de mierda freaky para por aquí.
Un oficial se aproximó.
—Hemos buscado por todas partes la cabeza del pobre chico. Creemos que quienquiera que le haya matado debe de habérsela llevado. ¿Piensas en vudú, Doc?
—Estoy pensando algo, Sam. He terminado con el cuerpo. Envolvedlo tan pronto como tus chicos tengan lo que necesiten y acabaré en el laboratorio.
—Ok.
Tate caminó hacia ellos.
—Gracias por la ayuda. Voy a hacer tanto papeleo como lo normal. Si a vosotros chicos se os ocurre algo más, hacédmelo saber.
______ (T.n) se giró hacia Nicholas, quien estaba paseando. El viento agitaba su pelo, atrayéndolo hacia los ojos. El demonio dentro de ella estaba ahora más atraído por él que la mujer que había sido. Había un nuevo lado sensual en ella que no había estado allí antes.
Le permitía entenderle mucho mejor. Los poderes dentro de ella tenían hambre, pero no sabía de qué. Era como un dolor físico.
Como si hubiera sentido sus pensamientos, él se giró en su dirección. La intensidad de su mirada la chamuscó.
Y fue entonces que olió lo mismo que él…
Antes de que pudiera moverse, Nicholas estaba allí, moviéndose más rápido que cualquiera pudiera ver.
—Tus ojos están rojos, —susurró, poniéndose entre ella y los oficiales que todavía investigaban la escena.
Se enfrió ante sus palabras.
—¿Qué?
—Tus ojos han cambiado. Necesitas reconocer cuando pasa para que puedas evitarlo.
—¿Cuán malos parecen?
Miró hacia abajo, hacia ella. En vez de azul, su iris era blanco, ribeteado en rojo.
—Parecen como estos.
Ella se encogió.
—¿Qué puedo hacer?
Los ojos de Nicholas volvieron a ser azules.
—Actúa como si tuvieras algo en un ojo, y te alejaré de los humanos.
Inclinando la cabeza, cerró los ojos y se frotó el derecho.
—No me gusta esto, Nicholas.
—Lo sé. Pero te acostumbrarás a las evidencias físicas y luego tendrás más control sobre tu parte demonio.
Ella hizo una mueca de dolor.
—No quiero ser un demonio.
—Yo tampoco, pero no podemos evitar quienes o qué fueron nuestros padres, ¿verdad?
Sus palabras fueron duras y la picaron.
—Mi padre amaba a mi madre, —dijo defensivamente.
Él se burló de ella.
—Has visto a que se parece un gallu en su forma demonio. Te hace preguntarte que clase de mujer podría sentirse atraída por eso.
______ (T.n) todavía quería defender a sus padres. Los había amado completamente.
—Se conocieron en un bar cuando mi madre estaba en la universidad.
El frunció el ceño.
—¿Qué?
—Es lo que mi madre me contó una vez. Trabajaba como camarera cuando mi padre entró y empezaron a hablar.
Nicholas se detuvo mientras recordaba lo que Jaden le había contado sobre sus padres.
—Debía de haber estado allí vigilando a su víctima. Era una casualidad que no matara a tu madre mientras estuvo allí.
—Mi madre dijo que fue amor a primera vista. Tan pronto como lo vio, supo que era diferente de los otros hombres… Me hace preguntarme si sabía exactamente cuan diferente era. ¿Crees que le contó a ella que era parte demonio?
—No lo sé, ______ (T.n). Lo creerías, pero eso era un infierno de secretos. Puedo ver fácilmente porque no se lo contaría.
También ella. Por ejemplo, ¿cómo le contaría a alguien alguna vez lo que era? ¿Quién, aparte de Tate y Nicholas, la creería?
Él se detuvo en la acera.
—Mírame.
—¿Están mejor mis ojos?
Asintió.
—Mantén el control de tus emociones, y ayudará.
Ella tragó. Él hizo que sonara mucho más fácil de lo que era. Por el amor de Dios, ¿ Si lo hacía durante las clases? Nunca creerían que eran efectos especiales instantáneos.
—Estoy asustada por esto, Nicholas. Si alguien averigua que soy un demonio, lo perderé todo.
Él puso las manos en sus brazos y los frotó confortablemente.
—Estarás bien. Te lo prometo. Pero ¿puedes imaginar el miedo que tu padre debió de haber tenido cuando decidió estar con tu madre? Tuvo que abandonar todo y a todos los que conocía. Zafarse de los grilletes como hizo… El amor debió haber sido fuerte.
—¿Qué quieres decir?
—Tu padre era un demonio vinculado, ______ (T.n), con un maestro al que servía. Cuando esto ocurre, tu maestro te posee completamente hasta que cumples cualquier contrato que tenga sobre ti. Si escapas a esa vinculación antes de cumplir el contrato, es una sentencia de muerte. Tu padre sabía eso y aún así huyó.
—Para estar con mi madre.
Nicholas asintió. No podía imaginar lo que el padre había estado pensando o de qué clase de contrato había huido. Era…
Hizo una pausa mientras un olor llenaba su nariz. Inhaló profundamente antes de que sus ojos destellaran a rojo.
—¿Qué es, Nicholas?
—Caronte.
______ (T.n) estaba todavía tratando de orientarse mientras volvía a su dormitorio, pero era difícil. Todo parecía tan amplificado ahora. Cada ruido perforaba su oído. Las luces eran increíblemente brillantes, y podía oír el latido del corazón de Nicholas compitiendo con el suyo. Era todo muy desconcertante.
Nicholas estaba a su lado, y la estaba sujetando. Necesitaba su fuerte brazo para sostenerse. Pero el olor de su piel era obsesivo. También la hacía sentir hambrienta de su sabor, de una manera en la que nunca había querido a un hombre antes. Era casi como si fuera otra parte de ella. Una que era más valiente, más seductora…
Más hambrienta.
—¡______ (T.n)!
Alzó la mirada mientras Jessi venía corriendo a la habitación a través de la pared.
—¡Estás levantada! ¡Estás levantada! —Corrió hacia ella como un exuberante perrito.
En el pasado cuando solía hacer eso, corría a través de ella. Hoy, golpeó contra ella tan fuerte que ______ (T.n) tropezó.
—¿Qué…?
Nicholas le echó una mirada entre mitad divertida, mitad diabólica.
—Puntos extra para tus nuevos poderes. Ahora puedes darle una bofetada cuando te ponga de los nervios.
—¿Puedo tocar a Jesse? —Respiró las palabras, tratando de entenderlas completamente.
Girándose, se encontró con la mirada sorprendida de Jesse. En todos esos días, nunca habían sido capaces de tocarse. La mano le temblaba, la levantó para colocar los dedos contra su frío cuello.
Era sólido.
Jesse era real para ella. Podía tocarle…
Lágrimas inundaron los ojos de Jesse mientras posaba su mano sobre la de ella. Sollozando mientras las emociones la abrumaban, ______ (T.n) le empujó a sus brazos y le sostuvo cerca.
—¡Puedo tocarte!
Nicholas cruzó los brazos sobre el pecho mientras la emoción perforaba su corazón como un cuchillo. No tenía razones para estar celoso de un chico fantasma punk y del modo en que ella le tocaba…
Quería arrancarle la cabeza a Jesse.
—Desearía haber podido tocarte así cuando eras pequeña, —suspiró Jess—. Todas esas veces que llorabas, todo lo que podía hacer era mirar y tratar de animarte haciendo muecas.
—Lo sé, Jesse. Lo sé.
Nicholas odiaba admitirlo, pero era la manera en que se tocaban el uno al otro, y se dio cuenta de que los celos que sentía no eran porque otro hombre estuviera sosteniendo a ______ (T.n). Era el amor entre ellos dos, del uno por el otro.
Eran una familia.
A través de las duras y las maduras. No importa el qué, esos dos habían estado juntos y lo harían durante toda la eternidad. Nunca habría traición. Ninguna traición. Sólo querían amarse y ayudarse mutuamente.
Nadie le había amado nunca así. Y ellos no lo harían.
Ni una sola vez había sido tocado por una mano amante. De repente, se sintió como un intruso. Peor, no se sentía merecedor de ser testigo de algo tan prístino.
Dolorido por dentro, se giró y se encaminó a la cocina.
______ (T.n) sintió el aire conmoviéndose. Miró más allá de Jesse para ver a Nicholas saliendo de la habitación. Había un aura de tal tristeza a su alrededor que le hizo sentirse dolida por él.
Se apartó de Jesse.
—¿Va algo mal?
—No estoy segura. —Se alejó de su mano y siguió a Nicholas para ver que había pasado.
—¿Nicholas?
Él se detuvo en el mostrador para mirarla. Sus apuestos rasgos eran estoicos, pero ella podía sentir la confusión interior.
—¿Está todo bien?
Asintió.
—Estupendo. No quería miraros baboseándoos el uno al otro. Arruinaba mi apetito.
Si sólo ella creyera eso. Ahora entendía lo que él había querido decir más temprano sobre sus poderes. Tal incongruencia entre lo que sentía y veía era extremadamente desconcertante.
Se acercó a él.
—¿Por qué estás herido por dentro?
—No estoy herido, sino hambriento. Deberías aprender a notar la diferencia. —Señaló el frigorífico sobre su hombro con el pulgar—. ¿No es la hora de comer?
Sacudió la cabeza mientras se daba cuenta de que estaba cambiando de tema. Algo le había hecho sentirse incómodo, y en vez de tratar con ello, quería comida.
Bien, podía arreglárselas con eso. Pero no era tonta.
—He dejado algo de ensalada de atún. Podemos hacer sándwiches.
—Me vale.
______ (T.n) sacó el pan.
—¿Por qué no coges el recipiente del frigorífico por mi? Es el contenedor claro con la tapa blanca.
Jesse se les unió mientras ella cortaba las rebanadas de pan.
—¿Sabías que Gloria estaba estudiando psicología?
______ (T.n) sonrió.
—No, ¿Cómo podría saberlo?
—Cierto, has estado fuera haciendo cosas con Xyper… volviéndote una demonio y todo. Actualmente Gloria, es una persona realmente estupenda, una vez que deja de burlarse de mi música.
______ (T.n) estaba perpleja por su súbito cambio de carácter hacia Gloria.
—Me burlo de tu música también, Jesse.
—Sí, pero también bailas conmigo. —Adoptó una pose de Michael Jackson—. Just beat it, beat it, beat it —. Sin pensarlo, la golpeó.
—¡Jesse! —dijo juguetonamente— estoy intentando hacer la comida.
—Está bien, pero después, ven a despertarme antes de irte y “walk like an Egyptian ”.
______ (T.n) gimió y sonrió al mismo tiempo.
Jesse le sopló un beso.
—Ahora, me voy a ver a mi mujer. —Se marchó lentamente a la parte trasera de la casa.
______ (T.n) se rió de él, especialmente desde que Gloria se había convertido ahora en su mujer.
—Jesse, —dijo alegremente—. ¡No eres lo bastante mayor para una cita, chico!
—Soy mayor que tú. Y al menos no voy a citarme con un asaltacunas que es más anticuado que yo por varios siglos —Su incorpórea voz hizo ecos en la cocina.
—Pero recuerda que ahora puedo abofetear tu cabeza…
—Punto para ti, ahora sal y déjame sola. Estamos comparando ectoplasmas.
No quería tocar a alguien con una pieza de ganado de treinta pies. Sacudiendo la cabeza, volvió a preparar sándwiches.
Nicholas le dio la ensalada de atún.
—¿Cómo es?
—¿Qué?
—Tener a alguien que te conoce tan bien. Alguien con quien puedes bromear y compartir burlas. He visto a la gente hacerlo en sueños, pero nunca tan cerca antes. Hay una calidez dentro de ti cada vez que Jesse está alrededor. Incluso cuando te molesta, te agrada en otro nivel.
______ (T.n) se detuvo para mirarle. Pobre Nicholas, no tener ni idea de lo que la amistad significaba.
—Es bueno. Hay mucho que decir sobre tener gente a tu alrededor que no están tratando de arruinarte. Gente que sabe como reír y que no están celosos. Desafortunadamente, esas relaciones son algo difíciles de encontrar.
—A veces son imposibles.
Ella asintió.
—La gente es complicada. Las emociones son complicadas. Explícame cómo puedes amar y odiar a alguien al mismo tiempo.
—Odi et Amo.
Ella frunció el ceño.
—¿Qué?
—Es un viejo poema latino escrito por Catulo. “Amo y odio”. Habla sobre esas cosas. Lo escribió para una mujer a la que adoraba y despreciaba.
—Sí, ¿ves? Eso justamente está mal, ¿verdad? ¿No amarías u odiarías pero no los dos al mismo tiempo?
—Pero tú y Jesse no os odiáis.
—No, nunca lo haremos. Y estoy agradecida por eso. No es fácil vivir con alguien día sí y día no sin querer estrangularlo. Pero Jesse, nunca me molesta realmente. —Cortó los sándwiches y los colocó en platos.
Nicholas miraba la forma en que sus manos se movían mientras trabajaba. Había tanta gracia en ella. Tanta belleza. Él siempre había sido torpe. Pero ella no.
Mientras ella alcanzaba una bolsa de patatas fritas, el teléfono sonó. Le echó una ojeada antes de responder.
—Hey, Tate. ¿Qué pasa? —Le entregó las patatas a Nicholas—. Bien, estaremos justo allí. —Cortó la llamada.
—¿Otro asesinato? —Realmente no quería preguntar ya que había oído la discusión por el teléfono.
Ella asintió.
—¿Cuánta gente matará una Dimme?
—¿Honestamente? Ha sido remarcablemente circunspecta.
______ (T.n) estaba horrorizada.
—¿Cómo puedes decir eso? Éste es el tercer cuerpo.
Nicholas se encogió de hombros.
—Fueron creados para ser asesinos indiscriminados. El hecho de que no haya cuerpos apilándose por todas partes es un milagro.
—¿Estás seguro de que es una Dimme, entonces?
—El chico que murió… apostaría mi vida en ello. Gloria… quizás, quizás no.
______ (T.n) consideró eso. Si la Dimme no había matado a Gloria, entonces ¿quién lo hizo? No, tenía que ser el mismo asesino. No quería ni siquiera considerar el hecho de que podía haber más de ellos ahí fuera.
—Necesitamos llegar hasta la última víctima. Coge los sándwiches y los comeremos en el coche.
Lo hizo, y rápidamente cogieron los abrigos y salieron de la casa.
______ (T.n) maldijo mientras se daba cuenta de que no tenía coche…
Lo habían dejado en Toulouse cuando habían ido a la tienda de Liza.
Estaba volviéndose hacia Nicholas cuando captó algo extraño en el viento. Era un ligero olor a almizcle… No era familiar. Levantando la cabeza, inhaló profundamente tratando de identificarlo, luego se avergonzó de lo que había hecho.
—No soy parte perro ahora, ¿verdad?
Nicholas rió.
—No, pero tus glándulas olfativas, como todo lo demás, son más sensibles. Puedes oler un espectro más ancho que antes. Por esa razón, querrías evitar Bourbon Street.
—Gracias. Por un minuto, tuve miedo de que me fuera a volver alguna clase de lunática oledora de entrepiernas.
Él aspiró bruscamente.
—Sabes, es la erección más rápida que he tenido nunca.
______ (T.n) hizo una pausa mientras se daba cuenta de que ahora podía sentir la dolorosa pesadez de su ingle.
—Sí, —dijo, su voz una octava más profunda—. Es normal, también.
—No estoy segura de que me guste esta renovación mía.
—Confía en mí, nena. Te va a gustar el sexo demoníaco mucho más que el humano. Puedo mostrarte cosas que harán que tu cabeza gire como la de Linda Blair .
Le echó una mirada indignada.
—Esa no es forma de meterse en mis bragas, Nicholas. ¡Ew! Malas imágenes.
Antes de que Nicholas pudiera responder, el olor se intensificó. ______ (T.n) se giró para ver a un hombre alto y rubio a comienzos de la veintena viniendo hacia ellos. Algo en sus rasgos le recordó a Dev del Santuario.
—Licántropo.
La palabra salió como un bajo gruñido.
Nicholas asintió.
—Los demonios se tienen una antipatía antinatural los unos de los otros. Puede ser superada, pero no es fácil. Los Were-Hunters son una rama de sus primos Daimon, que es el por qué estás sintiendo esa ráfaga de adrenalina que te hace querer atacarle. Es tu instinto proporcionándote un estímulo extra en caso de que tengas que luchar.
El hombre se detuvo mientras les miraba. Ladeó la cabeza como si pudiera sentirles de la misma manera que podían sentirle a él.
—¿Peltier? —llamó Nicholas.
Fue hacia ellos lentamente, midiéndoles con cada paso.
—Kyle. Soy el más joven.
Nicholas estrechó su mirada sobre él.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Estaba visitando a un amigo.
Nicholas no estaba seguro sobre eso. Pero claro, la sospecha era su segundo nombre.
—Eres un Katagaria en forma humana durante las horas de luz… como es que…—Paró mientras entendía.
Los Katagaria eran animales que podían tomar forma humana. Durante la luz del día, especialmente mientras eran tan jóvenes como este Were, estaban relegados a su forma animal hasta que el sol se ponía.
Kyle Peltier era más de lo que parecía.
—Ha sido agradable encontrarte, Kyle, —dijo Nicholas secamente—. Dale recuerdos a Carson.
—Lo haré. —Dijo Kyle antes de dirigirse por la calle hasta donde una moto Ninja esperaba. Montó y arrancó sin mirar atrás.
—¿Qué no me estás contando? —Preguntó ______ (T.n).
—No estoy seguro. Es una sensación extraña… —Pero no podía situarla. Sinceramente, se sentía como un Dimme, pero no tenía sentido. Si el Dimme era algo como sus primos Gallu, ella habría estado buscando en lugares oscuros durante las horas diurnas. No aquí fuera en casa abiertas y definitivamente no estaría cerca de un Katagaria.
Tan pronto como la Dimme hubiera captado el olor, habría salido corriendo.
Sacudió la cabeza para aclararse. Tenía que estar imaginando cosas.
Empujando esos pensamientos fuera, se volvió hacia ______ (T.n).
—Ok, tengo todos mis poderes intactos. No sé adónde vamos, pero tú si ¿correcto?
—Sí.
Bien. Iba a mostrarle como transportarse a través del cosmos con sus poderes. Con un poco de suerte, no acabarían en Alaska.
—Piensa en el lugar a donde vamos. Imagínalo perfectamente en tu mente.
Ella lo hizo.
Nicholas la envolvió en sus brazos y cerró los ojos. Un instante después, estaban en las sombras de un callejón. Oía a la policía hablando entre ellos, vio al fotógrafo y a Tate moviéndose alrededor de un cuerpo cubierto.
Echó una ojeada alrededor para asegurarse de que no serían vistos antes de solidificarse.
Una lenta sonrisa se extendió por la cara de ______ (T.n).
—¿He podido hacerlo yo sola?
—Podrás hacerlo. Pero llevará un montón de práctica. Y sé cuidadosa haciéndolo. A veces tus ropas se quedan atrás.
Su cara palideció.
—Eso sería increíblemente malo.
—Para ti, si. ¿Para mí? Se me pone la piel de gallina. —La barrió con una mirada caliente que encendió su sangre.
Pero no le dejaría saberlo.
Sonriendo ampliamente, malvadamente, le dio un sándwich, luego se dirigieron hacia Tate quien les miraba desde donde estaba situado el cuerpo.
Tate frunció el ceño ante su comida.
—¿Comer en la escena de un crimen?
Haciendo una mueca ante la salpicadura de sangre en las paredes de alrededor y a la sangre en la calle, ______ (T.n) le devolvió el sándwich a Nicholas.
—No voy a comer.
Tate la miró boquiabierto.
—Uauh, finalmente eres sensible. Jamás supe si esa parte estaba en ti.
______ (T.n) estaba sorprendida también. Siempre había estado orgullosa de no ponerse enferma en las escenas de crímenes. Pero el olor de la sangre seca era fétido para su nariz. El color era una sombra más profunda de lo normal. Era casi como si pudiera saborear la sangre y marearla extremadamente.
A Nicholas por otra parte no le afectaba en absoluto.
—Así que, ¿qué tenemos? —preguntó ella, respirando profundamente así no perdería la dignidad.
Tate dejó salir un largo y cansado aliento.
—Bien, su cabeza está perdida así que no creo que tengamos que preocuparnos por si se levanta y anda otra vez. Esto no es Sleepy Hollow.
Nicholas frunció el ceño.
—¿Sleepy Hollow?
______ (T.n) sacudió la cabeza.
—Una famosa historia sobre un jinete sin cabeza que cazaba víctimas.
—Eso es enfermo.
______ (T.n) arqueó una ceja.
—¿Eso lo dice un demonio que come en la escena de un crimen?
—Tengo hambre. Deberías estar agradecida de que coma el sándwich y no carne o la sangre de alguien. Puedo hacerlo, lo sabes.
—Sí, —dijo Tate despacio—. Vamos a intentar evitar volver loco a más servidores públicos.
______ (T.n) trató de concentrarse.
—¿Cuáles son los datos?
—No estamos seguros. Parece como una lucha de alguna clase de demanda y obviamente nuestro chico perdió.
Nicholas se movió alrededor de la escena mientras hablaban.
______ (T.n) miraba la forma en que Nicholas estudiaba los patrones de sangre como si pudiera imaginar exactamente la manera en que la lucha se había desarrollado. Cuando se acercó al cuerpo, uno de los oficiales le ahuyentó.
Ella se acercó lentamente.
—¿En qué estás pensando?
—Quiero ver el cuerpo.
Ella fue y lo descubrió, luego se estremeció mientras el olor la golpeaba con toda la fuerza. Maldición, nunca iba a acostumbrarse a estos nuevos sentidos.
Nicholas asintió antes de acabar el sándwich.
—Es lo que pensaba.
Estaba tan despreocupado. Lo menos que podía hacer era compartir lo que sabía.
—¿Qué es?
—Una muerte trofeo.
______ (T.n) intercambió una mirada perpleja con Tate. No le gustaba el sonido de eso.
—¿Qué quieres decir con “muerte trofeo”?
—El cuerpo es un mensaje de un demonio de un clan para otro. “No nos jodas”.
Tate sacudió la cabeza negando.
—Eh, eh, eh, ¿de qué estás hablando ?
Nicholas señaló el cuerpo con el pulgar.
—Mejor hazle tú la autopsia, Tate, porque no era humano y un humano va a alucinar cuando abran su cuerpo y encuentren que sus órganos internos no están dónde y cómo se supone. Es un Caronte… —Volvió a echar una mirada al cuerpo—. O era un Caronte.
Tate levantó las manos con frustración.
—¿Qué infiernos es un Caronte?
—Un Demonio, —dijo Nicholas como si estuviera hablando con un imbécil
—¿Estás seguro? —Preguntó Tate.
—Sí. Los Gallu no mueren así. Cuando un demonio gallu muere, se desintegra como un Daimon. Los Daimons se desintegran como un Daimon. Los humanos que son asesinados por los gallu se convierten en zombies. —Señaló hacia atrás al cuerpo bajo la lona—. Y los Carontes mueren como los humanos. Sus cuerpos permanecen intactos para el entierro.
Tate frunció el ceño.
—Pero ¿Cómo sabes que es un Caronte y no un humano?
—Su piel es azul.
Esta vez Tate se burló en voz alta.
—Los humanos se vuelven azules cuando mueren.
—Su piel no se vuelve de mármol cuando se vuelve azul.
Eso desinfló un poco a Tate.
—Asumí que era un cuerpo pintado.
—No, es una pintura genética con la que ha nacido y recorre toda su capa epidérmica. El señor Caronte obviamente se perdió en el sitio equivocado. —Señaló a las paredes a su alrededor donde la sangre había salpicado tan alto como veinte pies desde el suelo—. Le doy crédito, luchó bien. Puedes oler su sangre y la de sus atacantes.
—¿Plural? —Preguntó Tate.
Nicholas asintió.
—Tres de ellos. Diría que le tendieron una emboscada y le dejaron para que fuera encontrado y el resto de su clan viera el cuerpo y tuviera miedo. O dependiendo de qué raza de Carontes, su clan atacara y empezara una guerra general entre ellos.
Tate exhaló un largo suspiro antes de mirar a ______ (T.n).
—Hombre, es como tener a uno de esos rastreadores de las viejas películas del Oeste de la década de los treinta. ¿Qué más sabes, Tonto ?
—Bien, déjame contarte lo que no sabía.
—¿Y es?
—Que había Carontes sueltos en el mundo humano. Así que volviendo a la muerte trofeo… ¿Por qué? ¿Quién quería el gallu que viera esto?
Un estremecimiento bajó por la espina dorsal de ______ (T.n).
—Quizás es un mensaje para nosotros.
—No. Estarían aterrorizándonos. Esto… —Hizo un gesto otra vez a la gran cantidad de sangre— …es sobre territorios. —Volvió a mirar a Tate—. Tus chicos tienen a un clan Caronte viviendo aquí y ahora tienes a uno de gallus. Y si no se hace algo, Nueva Orleáns estará atrapada en un fuego cruzado.
—Y solamente tenemos tres, —dijo Tate amargamente—. Me haces querer irme a casa, arrastrarme hasta la cama con mi mujer, y sólo esperar, ¿verdad?
—No realmente, —dijo Nicholas—. Me hace desear haber estado aquí para luchar con ellos. Me gustaría irrumpir en el escondite de los gallu.
______ (T.n) ignoró eso.
—Así que estamos buscando a un hambriento Dimme y a un clan de Carontes.
—Sí.
Aunque no le gustaba el concepto de eso, ______ (T.n) asintió.
—¿Alguna idea de por dónde los Carontes podrían pasar el tiempo?
—Así de pronto, diría algunos lugares no demasiado lejos.
Tate ladeó la cabeza.
—¿Por qué dirías eso?
—Bien, si vas a enviar un mensaje a alguien, no dejas el mensaje en un lugar donde no lo verán. Lo pones en algún sitio obvio. —Miró alrededor a los edificios que los rodeaban—. Lo cual quiere decir que los Carontes están cerca de aquí.
Otro estremecimiento bajó por la columna de ______ (T.n).
—¿Cuán peligrosos son estos Carontes?
Nicholas se encogió de hombros.
—Depende de cuan sociables se hayan vuelto y cuan enfadados estén. Obviamente, han estado ocultándose aquí bajo tus narices sin que nadie lo supiera.
Tate se burló.
—Bien, esto es Nueva Orleáns. Un montón de mierda freaky para por aquí.
Un oficial se aproximó.
—Hemos buscado por todas partes la cabeza del pobre chico. Creemos que quienquiera que le haya matado debe de habérsela llevado. ¿Piensas en vudú, Doc?
—Estoy pensando algo, Sam. He terminado con el cuerpo. Envolvedlo tan pronto como tus chicos tengan lo que necesiten y acabaré en el laboratorio.
—Ok.
Tate caminó hacia ellos.
—Gracias por la ayuda. Voy a hacer tanto papeleo como lo normal. Si a vosotros chicos se os ocurre algo más, hacédmelo saber.
______ (T.n) se giró hacia Nicholas, quien estaba paseando. El viento agitaba su pelo, atrayéndolo hacia los ojos. El demonio dentro de ella estaba ahora más atraído por él que la mujer que había sido. Había un nuevo lado sensual en ella que no había estado allí antes.
Le permitía entenderle mucho mejor. Los poderes dentro de ella tenían hambre, pero no sabía de qué. Era como un dolor físico.
Como si hubiera sentido sus pensamientos, él se giró en su dirección. La intensidad de su mirada la chamuscó.
Y fue entonces que olió lo mismo que él…
Antes de que pudiera moverse, Nicholas estaba allí, moviéndose más rápido que cualquiera pudiera ver.
—Tus ojos están rojos, —susurró, poniéndose entre ella y los oficiales que todavía investigaban la escena.
Se enfrió ante sus palabras.
—¿Qué?
—Tus ojos han cambiado. Necesitas reconocer cuando pasa para que puedas evitarlo.
—¿Cuán malos parecen?
Miró hacia abajo, hacia ella. En vez de azul, su iris era blanco, ribeteado en rojo.
—Parecen como estos.
Ella se encogió.
—¿Qué puedo hacer?
Los ojos de Nicholas volvieron a ser azules.
—Actúa como si tuvieras algo en un ojo, y te alejaré de los humanos.
Inclinando la cabeza, cerró los ojos y se frotó el derecho.
—No me gusta esto, Nicholas.
—Lo sé. Pero te acostumbrarás a las evidencias físicas y luego tendrás más control sobre tu parte demonio.
Ella hizo una mueca de dolor.
—No quiero ser un demonio.
—Yo tampoco, pero no podemos evitar quienes o qué fueron nuestros padres, ¿verdad?
Sus palabras fueron duras y la picaron.
—Mi padre amaba a mi madre, —dijo defensivamente.
Él se burló de ella.
—Has visto a que se parece un gallu en su forma demonio. Te hace preguntarte que clase de mujer podría sentirse atraída por eso.
______ (T.n) todavía quería defender a sus padres. Los había amado completamente.
—Se conocieron en un bar cuando mi madre estaba en la universidad.
El frunció el ceño.
—¿Qué?
—Es lo que mi madre me contó una vez. Trabajaba como camarera cuando mi padre entró y empezaron a hablar.
Nicholas se detuvo mientras recordaba lo que Jaden le había contado sobre sus padres.
—Debía de haber estado allí vigilando a su víctima. Era una casualidad que no matara a tu madre mientras estuvo allí.
—Mi madre dijo que fue amor a primera vista. Tan pronto como lo vio, supo que era diferente de los otros hombres… Me hace preguntarme si sabía exactamente cuan diferente era. ¿Crees que le contó a ella que era parte demonio?
—No lo sé, ______ (T.n). Lo creerías, pero eso era un infierno de secretos. Puedo ver fácilmente porque no se lo contaría.
También ella. Por ejemplo, ¿cómo le contaría a alguien alguna vez lo que era? ¿Quién, aparte de Tate y Nicholas, la creería?
Él se detuvo en la acera.
—Mírame.
—¿Están mejor mis ojos?
Asintió.
—Mantén el control de tus emociones, y ayudará.
Ella tragó. Él hizo que sonara mucho más fácil de lo que era. Por el amor de Dios, ¿ Si lo hacía durante las clases? Nunca creerían que eran efectos especiales instantáneos.
—Estoy asustada por esto, Nicholas. Si alguien averigua que soy un demonio, lo perderé todo.
Él puso las manos en sus brazos y los frotó confortablemente.
—Estarás bien. Te lo prometo. Pero ¿puedes imaginar el miedo que tu padre debió de haber tenido cuando decidió estar con tu madre? Tuvo que abandonar todo y a todos los que conocía. Zafarse de los grilletes como hizo… El amor debió haber sido fuerte.
—¿Qué quieres decir?
—Tu padre era un demonio vinculado, ______ (T.n), con un maestro al que servía. Cuando esto ocurre, tu maestro te posee completamente hasta que cumples cualquier contrato que tenga sobre ti. Si escapas a esa vinculación antes de cumplir el contrato, es una sentencia de muerte. Tu padre sabía eso y aún así huyó.
—Para estar con mi madre.
Nicholas asintió. No podía imaginar lo que el padre había estado pensando o de qué clase de contrato había huido. Era…
Hizo una pausa mientras un olor llenaba su nariz. Inhaló profundamente antes de que sus ojos destellaran a rojo.
—¿Qué es, Nicholas?
—Caronte.
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
morire si no la ssigues
me encantaaa
dios quien seraa el q esta detras,,, conocera a xendrix!
me encantaaa
dios quien seraa el q esta detras,,, conocera a xendrix!
#Fire Rouge..*
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