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"Dream Chaser" (Nick&Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Capitulo 16
Nicholas fue corriendo hacia el apartamento de Kerryna. Desde fuera era idéntico al de ______ (T.n), excepto que este tenía un pequeño espejo que se balanceaba desde el llamado, un espejo que estaba diseñado para mantener alejados a los gallu.
Si tan sólo surtiese efecto.
Corrió a la puerta y probó el pomo.
Éste giró.
Abriendo la puerta, listo para la batalla, se sorprendió de encontrar el lugar completamente vacío. Entró lentamente en la casa, esperando una emboscada. Con nada excepto silencio murmurando en sus oídos, fue de habitación en habitación buscando a la Dimme.
O su cuerpo.
No había latidos en el lugar. Pero allí donde mirara veía los restos de la batalla. El mobiliario estaba destrozado, las rinconeras estaban sobre el suelo. Era obvio que Kerryna y Kyle habían presentado una tremenda lucha.
Pero la cuestión era, ¿Por qué habría ido ella allí sin Xedrix?
—¡Maldición! —Jadeó él. Debían habérsela llevado con ellos cuando se marcharon.
Nicholas se apresuró en regresar para encontrar a ______ (T.n) esforzándose por meter a un inconsciente Kyle en el coche. Él cogió al cachorro de sus brazos y lo alzó en los suyos antes de desvanecerlos al Santuario.
Carson se puso en pie frunciendo profundamente el ceño cuando vio al sangrante cuerpo de Kyle.
—¿Qué sucedió?
—Ha sido atacado —Nicholas condujo a Kyle a la habitación donde Carson lo había tendido a él cuando había estado herido.
—Gracias por traerle aquí.
—De nada. Ahora si me disculpas, tengo algunas malas noticias que entregar.
Nicholas se volvió a ______ (T.n).
—¿Qué malas noticias? —Preguntó ella.
—Creo que ellos cogieron a Kerryna.
Su cara palideció, ______ (T.n) trastabilló por el shock.
—¿Los gallu? ¿Por qué?
—Para usarla, estoy seguro.
—¿Lo sabe Xedrix?
Nicholas volvió a mirar hacia el sangrante cuerpo de Kyle.
—Tengo una ligera suposición de que no lo sabe. Creo que Kyle debe haber estado echando un vistazo a su negocio. Tenemos que ir a su bar y contarle a Xedrix que ha sucedido.
Ella no podía estar más de acuerdo.
—De acuerdo. Vamos con esa cosa de desvanecerse… sin náuseas esta vez. Esperemos.
—Un segundo— él miró a Jesse—. Tú también. Gloria, sujétate a él así no nos separaremos.
Lo siguiente que supo ______ (T.n) era que estaban en el club, el cual estaba abarrotado con estudiantes de instituto y locales. Todos ellos permanecían detrás del almacén donde Xedrix los había traído originalmente.
Una banda estaba tocando alta y oscura música.
Nicholas cogió su mano y la condujo hacia la pista de baile. En la muchedumbre, era imposible distinguir a los Carontes de los humanos. La única manera en que podía notar la diferencia era por su sentido de demonio advirtiéndola sobre ellos siempre que se movían cerca de alguno.
—¿Dónde esta Xedrix? —Preguntó Nicholas a un alto y moreno demonio que estaba sirviendo bebidas.
—Está en el bar.
Nicholas se abrió paso hacia el área que estaba marcada con tubos de neón y signos pintados a mano sobre el espejo con el logo del club, los dientes de un vampiro con tres gotas de sangre cayendo de sus labios.
Xedrix se sentaba en uno de los taburetes, observando el público y bebiendo absinthe . Se tensó en el momento en que los vio aproximarse.
—¿Qué pasa?
______ (T.n) decidió que ella tenía el deber de ser el heraldo; como Nicholas había advertido anteriormente, desde que ella era hembra Xedrix estaba menos dispuesto a lastimarla.
—Es Kerryna. Encontramos a Kyle Peltier herido. Dijo que los gallu la habían cogido.
El vaso en la mano de Xedrix estalló mientras sus ojos brillaban en un terrorífico rojo.
—¿Qué quieres decir con que la han cogido? —Agarró a uno de los demonios que estaba pasando y lo lanzó sobre la barra.
Los humanos a su alrededor cogieron rápidamente sus bebidas y se apartaron.
—¿Dónde está Kerryna? —Exigió Xedrix.
El Caronte palideció.
—La última vez que la vi dijo que no se sentía bien. Se dirigió escaleras arriba a la oficina para tumbarse. Dijo que no te lo dijera. No quería que te preocuparas. Comentó que volvería antes de que la echases en falta.
El humo salió de las ventanas nasales de Xedrix en una aterradora muestra de furia.
—¿Por qué la dejaste sola?
—Estaba enferma así que subió con el oso. Yo sólo hice lo que tu Katika me dijo que hiciera.
Nicholas frunció el ceño.
—¿Cómo puede estar enferma?
Xedrix se volvió a él con un feroz gruñido.
—Ella no está enferma. Está embarazada de mi simi.
______ (T.n) jadeó. Eso era malo.
Xedrix apartó de golpe el taburete, pero antes de que pudiera hacer nada, Nicholas lo agarró del brazo.
—Llévame contigo a Kalosis.
Xedriz bufó ante él.
—¿Estás loco? ¿Tienes alguna idea de lo que haría Stryker si te mostraras allí?
—No me importa.
Xedrix inclinó la cabeza a modo de pregunta.
—¿Tu venganza significa tanto para ti?
Nicholas capturó la mirada de ______ (T.n) antes de responder.
—Mi venganza ya no significa nada para mí. Envíame allí y te traeré a Kerryna.
Xedrix dio un paso atrás.
—¿Qué estás diciendo?
Nicholas hizo una pausa mientras pensaba cuidadosamente en cuánto quería decirles a ellos. No era sólo el traer a Kerryna de regreso, era sobre la protección de ______ (T.n). Ella significaba más para él de los que había significado nada.
Incluso su venganza.
—Entiendo por qué no te quedarías con Kerryna en Kalosis. Protege a ______ (T.n) y sacaré a Kerryna de allí para ti. Lo juro.
El demonio curvó sus labios.
—Stryker nunca te lo permitirá. Te matará en el instante en que te muestres. Los gallu quieren utilizarla, no la entregarán sin pelear.
—Stryker es medio humano y medio dios. Sus poderes no pueden compararse con los míos.
La sonrisa burlona de Xedrix se extendió.
—Tú eres medio dios Griego… ¿Tienes alguna idea de lo que te haría Apollymi en el minuto en que esa esencia cruzara su nariz? No podrás dar un paso antes de que ella te empale. Yo soy el único quien tiene una oportunidad allí. Por lo dioses, que voy a aprovecharla.
Jesse maldijo.
______ (T.n) se volvió para mirarle y señaló por encima del hombro de Xedrix. Allí en las sombras, contra la pared, estaba Kerryna y se veía horrible.
Ellos se apresuraron a su lado.
Xedrix la atrajo a sus brazos y la sostuvo cerca.
—¿Estás bien, me arita?
Kerryna jadeó como si estuviese luchando con una fuerte oleada de náuseas. Ella se pegó a Xedrix mientras las lágrimas rebosaban en sus ojos.
—Ellos me dieron Aperia.
La cara de Xedrix palideció.
—¿Qué es eso?—Preguntó ______ (T.n).
Nicholas maldijo.
—Es un veneno que actúa lentamente y que es mortal para los demonios.
—Tengo doce horas, —dijo Kerryna, con la voz rota— Si mato a Nicholas y a la Destructora, Satara me dará el antídoto.
Xedrix miró a Nicholas.
—Estás muerto hijo de puta.
—¡No! —Chasqueó Kerryna, cubriendo su cara y haciendo que la mirara a ella—. Nosotros no podemos hacer eso.
Un furioso músculo se tensó en el cuello de Xedrix.
—No voy a dejarte morir. No me importa a quien tenga que matar para salvarte. Lo haré.
______ (T.n) se aclaró la garganta llamando la atención.
—¿No podemos conseguir el antídoto?
Kerryna negó con la cabeza.
—Lo tiene Satara y ella está custodiada por un ciento de Spathi Daimons y demonios gallu. No hay esperanza. Ella quiere a Nicholas muerto. Su vida es la única cosa que dará a cambio del antídoto.
______ (T.n) se negaba a creer eso,
—Tiene que haber otra manera.
Nicholas se volvió a ella cuando recordó a alguien que estaba no sólo estaba conectada con Apollymi y Satara, sino alguien que también le debía un favor.
—Tengo una idea. Dame tu teléfono.
______ (T.n) lo hizo.
Él lo abrió y marcó a Acheron quien respondió al primer toque.
—Necesito un favor.
Acheron se rió.
—¿De veras?
—Pero no de ti. Necesito hablar con Katra.
—¿Por qué? —No pasaba desapercibido el hielo en el tono de Acheron. No es que Nicholas lo culpara. Katra era la hija de Acheron y estaba seguro que el atlante haría cualquier cosa por protegerla.
Pero ahora mismo, tenían problemas mucho más acuciantes.
—Necesito a alguien que pueda entrar en Kalosis, patearle el culo a Satara, y salvar la vida de una inocente… Dimme.
—¿Dónde estás?
—Club Vampiro en el Warehouse District. ¿Conoces el lugar?
—No, pero estaré allí en breve.
Colgó y miró a Xedrix.
—Tengo al calvario viniendo hacia aquí. Confía en mí.
Deslizando a Kerryna a un lado, Xedrix alcanzó la pared y bajó la palanca de una alarma de incendios. Ésta sonó en un tono ensordecedor que ahogó incluso la música.
Cada humano en el club corrió hacia las puertas mientras los demonios se reunían alrededor de Xedrix.
—Cerramos por esta noche, —anunció Xedrix a su equipo—. Tyris, llama al departamento de incendios y diles que un borracho tiró de la palanca por error.
Mientras ellos esperaban por Acheron, Xedrix llevó a Kerryna a la barra y la sentó en un taburete.
—¿Qué estás planeando? —le preguntó ______ (T.n) a Nicholas— Y no me digas que nada. He aprendido a conocerte mejor que eso.
Él miró a Kerryna antes de responder.
—Estoy cansado de ver salir herida a gente inocente. Voy a acabar con esto de una vez por todas.
—¿Y si no puedes?
—Lo haré.
______ (T.n) sintió una fisura en el aire un instante antes de que Acheron apareciera con una extremadamente alta, increíblemente hermosa mujer rubia quien estaba obviamente embarazada. Debía ser la misteriosa Katra.
Los Carontes sisearon tan pronto los vieron, entonces cayeron de rodillas.
Acheron miró alrededor con una ceja totalmente arqueada.
—Esto es completamente inesperado —frunció el ceño ante Nicholas— ¿De dónde han venido los Carontes?
Xedrix se levantó lentamente para quedarse ante Acheron, pero se aseguró de mantener sus ojos bajos.
—Perdónanos, akri, por nuestra falta de vigilancia. Yo no pido piedad para mí mismo sino para mis hombres, conserva sus vidas. Ellos sólo me siguieron y hicieron lo que yo les dije. Yo soy el único que debería ser asesinado, no ellos.
Katra jadeó ante la vista de los demonios.
—Así que esto es lo que os sucedió a todos vosotros. Estoy maravillada. Encantada de veros a todos otra vez, chicos. Me alegra que hayáis sobrevivido. No tengo idea de por qué estáis en un club, pero aún así me alegro de que estéis todos aquí —El Miró a Acheron e indicó a Xedrix con un gesto de su barbilla—. Xedrix es de particular interés para ti.
—¿Cómo así?
—Bueno, uno, él es el favorito de todos los demonios de tu madre, y dos, es el hermano mayor de tu Simi.
Acheron frunció el ceño ante su revelación.
—¿De verdad?
Katra asintió.
Xedrix parecía un poco más confundido que Acheron.
—¿Simi?
—Xiamara —dijo Katra rápidamente.
Xedrix se quedó con la boca abierta.
—¿Mi hermana vive?
Katra sonrió cariñosamente al demonio y asintió.
—Y está completamente mimada.
Los ojos de Xedrix se suavizaron.
—Bendito seas, akri, por tu amabilidad y piedad. He estado apenado durante siglos por el destino de mi hermana Simi.
—Ahórratelo, —dijo Acheron en un tono impasible—. Xirena también vive con nosotros.
Kerryna puso su mano en la de Xendrix.
El demonio parecía encantado por las noticias.
—Entonces puedo morir feliz, akri, sabiendo que ellas están vivas. Gracias.
Acheron puso los ojos en blanco.
—No voy a matarte, Xedrix. Simi me torturaría durante siglos si lo considerase siquiera. Por cierto, ¿Cómo hicisteis tíos para acabar de todos los lugares que hay, en un Bar de Nueva Orleans?
Kerryna sonrió, entonces hizo una mueca como si una ola de dolor la golpeara.
—El oso, Kyle Peltier, los encontró después de que escaparan de Kalosis. Estaban intentando comerse a un turista, pero Kyle los detuvo antes de que lo mataran y les explicó que si querían vivir aquí y no morir, tendrían que seguir las reglas y hacer un hogar. Él tomó su propio dinero y lo invirtió en el bar y le mostró a Xedrix como llevarlo. Los dos son ahora socios.
Katra entrecerró los ojos sobre Kerryna.
—Yo te recuerdo a ti de las Vegas. Tú eres la Dimme que escapó.
—Y yo a ti, diosa. Recuerdo bien que intentaste matarme.
—Ella no es diabólica, Kat, —dijo rápidamente Nicholas, poniéndose entre ellas—. Ha estado ocultándose intentando encajar también en el mundo.
______ (T.n) se adelantó.
—Y ella es la única a la que ha envenenado Satara. El único antídoto para esto está en Kalosis con Satara. Como una futura madre como tú misma, puedes ver por qué no podemos dejarla morir.
Nicholas asintió.
—Esperaba que tú pudieras ayudarnos.
Acheron encontró la mirada de Katra.
—Sabes que no puedo ir allí sin que se acabe el mundo. Tendrás que hacerlo tu misma.
Katra sonrió.
—Lo sé. Estará bien volver —Palmeó cariñosamente a Xedrix en el brazo —No te preocupes, Xed. Kalosis es el único lugar donde Satara y Stryker no pueden tocarme. Tú sabes lo que les haría mi abuela si lo intentaran.
Xedrix asintió.
Cuando empezó a desvanecerse, Nicholas la detuvo.
—Espera, Kat. Yo quiero ir contigo.
Katra frunció el ceño ante él.
—¿Estás seguro?
Nicholas asintió, entonces miró a ______ (T.n).
—Tengo que hacerlo.
—Lo sé —dijo ______ (T.n) lentamente —Sólo quiero decirte algo antes de que te vayas.
—¿Qué?
—Te amo.
Nicholas no podía respirar cuando esas palabras lo impactaron igual que una ráfaga psíquica. Él acunó su mejilla en su mano.
—Eso no es posible.
—Créeme, lo es, y será mejor que vuelvas aquí o voy a estar realmente enfadada contigo.
Él presionó su mejilla con las de ella e inhaló su precioso perfume.
—No temas —le susurró al oído— Volveré para molestarte.
—Mejor que lo hagas.
Nicholas hizo la cosa más difícil que había hecho en su vida. Se apartó de ______ (T.n) y se unió a Katra.
—Vámonos.
Katra se estiró y le tocó el brazo antes de abrir el portal a Kalosis.
Nicholas observó la hermosa cara de ______ (T.n) hasta que se disolvió en la oscuridad.
En un latido de corazón, parpadeó cuando se materializaron en lo que parecía ser un enorme hall de algún tipo. Había Daimons reunidos alrededor como si esperaran por algo.
O alguien.
Kat se giró hacia su izquierda y fue allí que él vio un enorme trono. Y sentado en él Stryker con Satara de pie al lado.
—No estás muerto, —dijo Satara cuando vio a Nicholas—. Qué pena.
Katra se rió ante el comentario de Satara.
—No va a morir, prima. Dame el antídoto.
—Oh, no puedo hacer eso—dijo Satara sonriendo tontamente.
—Sí —dijo Kat, burlándose de ella, —puedes.
—Nop, me temo que no —Satara hizo un precioso puchero —Tuve un accidente. Se ha ido.
Kat arqueó una fina ceja.
—¿Has perdido la cabeza? ¿Sabes lo que te hará Xedrix una vez le diga que ya no lo tienes?
—¿Xedrix? ¿El demonio? Está muerto.
—No, no lo está. —Kat se cruzó de brazos sobre el pecho. Este juego se agravaba ya que ella podía decir que Satara estaba mintiendo. Había sabido perfectamente que Xedrix estaba vivo—. Él es el padre del bebé de Kerryna. No podías haber conseguido un peor enemigo. Al contrario que Nicholas, él puede entrar aquí sólo cada vez que quiera y tendrá el respaldo de la Destructora cuando te arranque el corazón. Supongo que será mejor que vaya a decirle que afile sus garras.
Kat empezó a desvanecerse.
—Oh, espera, ¿Quieres decir este antídoto? —Satara sacó un pequeño tuvo de entre sus pechos—. Olvidé que lo tenía.
—Oh, estoy segura.
Satara le tendió el tubo a un Daimon quien se adelantó para dárselo a Kat. El tubo era un cristal claro con un brillante líquido rojo en su interior.
Kat le aseguró a Nicholas que ese era el suero con un asentimiento de la cabeza.
Agradecido de que Kerryna fuese a ponerse bien, Nicholas se movió para quedar en frente del trono de Stryker.
—Mientras estoy aquí, quiero un trato.
Satara parpadeó ante las palabras de Nicholas como si hubiese oído mal.
—¿Qué?
—Ya me oíste. He venido para terminar con nuestro pasado. Y quiero que salgas completamente de mi vida. No más demonios, no más venenos. No más estupideces. Tú me dejas en paz y yo te dejaré en paz a ti.
Satara parecía espantada.
—¿De veras?
Stryker se inclinó para hablar con ella.
—Yo aceptaría ese trato, Satara. Dudo que encuentres nada mejor.
Los ojos de Satara se entrecerraron con suspicacia.
—¿Por qué es tan importante para ti?
Él conocía una mejor respuesta para esa pregunta que la verdad. Eso sólo heriría a ______ (T.n).
—Eso no es importante y tampoco asunto tuyo. Sólo tengo dos semanas más en la tierra y quiero disfrutarlas.
—¿Eso es todo?
—Es todo.
Satara se rió irónicamente.
—¿Y realmente esperas que me crea que tú me dejarás ir con vida mientras tú vuelves al infierno? En paz. ¿Sin daño, sin falta?
—Sí.
Ella bajó del estrado para aproximarse a él de manera burlona.
—¿Te crees que nací ayer? Te conozco mejor que eso. Tú no tienes intención de ver ese encuentro.
Nicholas negó con la cabeza.
—Tú no lo sabes todo sobre mí. Nunca lo has sabido. Quiero paz y quiero dejar sola a ______ (T.n).
Ella tamborileó sus dedos contra la parte superior de sus brazos antes de hablar en un tono bajo, letal.
—Entonces, suicídate,
Eso hizo que Nicholas volviera a parpadear en incredulidad por lo que había oído.
—¿Qué?
—Ya me has oído, Nicholas. Si quieres paz y enterrar el hacha, entonces hazlo. Suicídate.
—¡Satara! —La previno Katra con enfado.
—Nada de Satara, Kat. Yo sé como jugar a este juego y más aún como ganarlo —ella volvió su atención de nuevo a Nicholas— Así que, ¿Qué decides?
Nicholas se quedó allí en silencio considerando su oferta.
—¿Cómo sé que no estás mintiendo?
—Juro sobre el río Stigia que si tú te suicidas, nunca me acercaré otra vez a ______ (T.n). Ella estará completamente a salvo de mí o de cualquiera de los demonios o Daimons aquí en Kalosis. Incluso le enviaré una tarjeta de cumpleaños cada año por añadidura.
Nicholas miró a Kat, cuya cara estaba ceniza.
“No”, le ordenaba su voz interior. Pero cuando consideró esto más profundamente, tenía sentido. Él iba a morir de todas formas. ¿Qué diferencia harían realmente dos semanas? Ninguna otra que la de darle más recuerdos de ______ (T.n) para torturarle.
Más tiempo para amarla.
Más tiempo para que él la amara a ella.
No, sería más fácil para ambos que terminara con todo eso ahora. Quitar la tirita y dejar que la herida empezara a sanar.
Con el corazón roto, asintió.
—Está hecho, entonces.
Kat jadeó.
—No puedes hacer esto, Nicholas.
—Sí, puedo. Es la única manera de garantizar la seguridad de ______ (T.n).
Satara se detuvo al lado de un Daimon y extrajo una espada corta de su pecho. Su caminar seductor mientras se acercaba a él. Ella posicionó la espada ante su corazón.
—¿Tenemos un trato?
Él asintió.
Satara lo apuñaló directamente a travesándole el corazón.
—Lo siento. No quería que cambiaras de idea acerca de morir.
Nicholas trastabilló, jadeando cuando el dolor lo atravesó.
Él se hundió en el suelo.
Kat se arrodilló a su lado.
—¿Nicholas?
—No le digas a ______ (T.n) lo que hice. Déjala ir en paz… por favor. Dile que fue rápido.
Kat lo sostenía cerca de ella, pero la suya no era la cara que él quería. Él quería ver a ______ (T.n) por una última vez. Pero haciendo esto, estaba protegiéndola y eso era todo lo que importaba.
Bajó la mirada a su brazo donde estaba escrito su voto de venganza. Las palabras se disolvieron mientras se esforzaba por respirar.
Se había terminado…
Kat observó como la luz abandonó los ojos de Nicholas y él expiró su último aliento.
Satara sonreía.
Kat frunció el labio ante la presunción en la cara de Satara.
—Puta egoísta.
—Oh, cállate, Kat. Tienes lo que venías a buscar, ahora vete.
Kat se levantó en toda su altura, achicando a Satara.
—Un día, alguien va a darte exactamente lo que te mereces. No puedo esperar a verlo.
Y con eso, regresó al club.
Negándose a mirar a ______ (T.n), Kat tendió el antídoto a Kerryna quien le sonrió en agradecimiento antes de bebérselo.
—¿Dónde está Nicholas?
Esa pregunta de ______ (T.n) la atravesó. No quiero hacer esto…
Pero no tenía elección. Volviéndose, se sintió enferma. La cara de ______ (T.n) se veía tan esperanzada, era obvio que ella estaba esperando que Nicholas apareciera en algún momento.
Tragando el nudo en la garganta, se extendió hacia ella y tomó las manos de ______ (T.n) en las suyas.
—No lo ha conseguido, dulzura. Cayó en la batalla.
Nicholas fue corriendo hacia el apartamento de Kerryna. Desde fuera era idéntico al de ______ (T.n), excepto que este tenía un pequeño espejo que se balanceaba desde el llamado, un espejo que estaba diseñado para mantener alejados a los gallu.
Si tan sólo surtiese efecto.
Corrió a la puerta y probó el pomo.
Éste giró.
Abriendo la puerta, listo para la batalla, se sorprendió de encontrar el lugar completamente vacío. Entró lentamente en la casa, esperando una emboscada. Con nada excepto silencio murmurando en sus oídos, fue de habitación en habitación buscando a la Dimme.
O su cuerpo.
No había latidos en el lugar. Pero allí donde mirara veía los restos de la batalla. El mobiliario estaba destrozado, las rinconeras estaban sobre el suelo. Era obvio que Kerryna y Kyle habían presentado una tremenda lucha.
Pero la cuestión era, ¿Por qué habría ido ella allí sin Xedrix?
—¡Maldición! —Jadeó él. Debían habérsela llevado con ellos cuando se marcharon.
Nicholas se apresuró en regresar para encontrar a ______ (T.n) esforzándose por meter a un inconsciente Kyle en el coche. Él cogió al cachorro de sus brazos y lo alzó en los suyos antes de desvanecerlos al Santuario.
Carson se puso en pie frunciendo profundamente el ceño cuando vio al sangrante cuerpo de Kyle.
—¿Qué sucedió?
—Ha sido atacado —Nicholas condujo a Kyle a la habitación donde Carson lo había tendido a él cuando había estado herido.
—Gracias por traerle aquí.
—De nada. Ahora si me disculpas, tengo algunas malas noticias que entregar.
Nicholas se volvió a ______ (T.n).
—¿Qué malas noticias? —Preguntó ella.
—Creo que ellos cogieron a Kerryna.
Su cara palideció, ______ (T.n) trastabilló por el shock.
—¿Los gallu? ¿Por qué?
—Para usarla, estoy seguro.
—¿Lo sabe Xedrix?
Nicholas volvió a mirar hacia el sangrante cuerpo de Kyle.
—Tengo una ligera suposición de que no lo sabe. Creo que Kyle debe haber estado echando un vistazo a su negocio. Tenemos que ir a su bar y contarle a Xedrix que ha sucedido.
Ella no podía estar más de acuerdo.
—De acuerdo. Vamos con esa cosa de desvanecerse… sin náuseas esta vez. Esperemos.
—Un segundo— él miró a Jesse—. Tú también. Gloria, sujétate a él así no nos separaremos.
Lo siguiente que supo ______ (T.n) era que estaban en el club, el cual estaba abarrotado con estudiantes de instituto y locales. Todos ellos permanecían detrás del almacén donde Xedrix los había traído originalmente.
Una banda estaba tocando alta y oscura música.
Nicholas cogió su mano y la condujo hacia la pista de baile. En la muchedumbre, era imposible distinguir a los Carontes de los humanos. La única manera en que podía notar la diferencia era por su sentido de demonio advirtiéndola sobre ellos siempre que se movían cerca de alguno.
—¿Dónde esta Xedrix? —Preguntó Nicholas a un alto y moreno demonio que estaba sirviendo bebidas.
—Está en el bar.
Nicholas se abrió paso hacia el área que estaba marcada con tubos de neón y signos pintados a mano sobre el espejo con el logo del club, los dientes de un vampiro con tres gotas de sangre cayendo de sus labios.
Xedrix se sentaba en uno de los taburetes, observando el público y bebiendo absinthe . Se tensó en el momento en que los vio aproximarse.
—¿Qué pasa?
______ (T.n) decidió que ella tenía el deber de ser el heraldo; como Nicholas había advertido anteriormente, desde que ella era hembra Xedrix estaba menos dispuesto a lastimarla.
—Es Kerryna. Encontramos a Kyle Peltier herido. Dijo que los gallu la habían cogido.
El vaso en la mano de Xedrix estalló mientras sus ojos brillaban en un terrorífico rojo.
—¿Qué quieres decir con que la han cogido? —Agarró a uno de los demonios que estaba pasando y lo lanzó sobre la barra.
Los humanos a su alrededor cogieron rápidamente sus bebidas y se apartaron.
—¿Dónde está Kerryna? —Exigió Xedrix.
El Caronte palideció.
—La última vez que la vi dijo que no se sentía bien. Se dirigió escaleras arriba a la oficina para tumbarse. Dijo que no te lo dijera. No quería que te preocuparas. Comentó que volvería antes de que la echases en falta.
El humo salió de las ventanas nasales de Xedrix en una aterradora muestra de furia.
—¿Por qué la dejaste sola?
—Estaba enferma así que subió con el oso. Yo sólo hice lo que tu Katika me dijo que hiciera.
Nicholas frunció el ceño.
—¿Cómo puede estar enferma?
Xedrix se volvió a él con un feroz gruñido.
—Ella no está enferma. Está embarazada de mi simi.
______ (T.n) jadeó. Eso era malo.
Xedrix apartó de golpe el taburete, pero antes de que pudiera hacer nada, Nicholas lo agarró del brazo.
—Llévame contigo a Kalosis.
Xedriz bufó ante él.
—¿Estás loco? ¿Tienes alguna idea de lo que haría Stryker si te mostraras allí?
—No me importa.
Xedrix inclinó la cabeza a modo de pregunta.
—¿Tu venganza significa tanto para ti?
Nicholas capturó la mirada de ______ (T.n) antes de responder.
—Mi venganza ya no significa nada para mí. Envíame allí y te traeré a Kerryna.
Xedrix dio un paso atrás.
—¿Qué estás diciendo?
Nicholas hizo una pausa mientras pensaba cuidadosamente en cuánto quería decirles a ellos. No era sólo el traer a Kerryna de regreso, era sobre la protección de ______ (T.n). Ella significaba más para él de los que había significado nada.
Incluso su venganza.
—Entiendo por qué no te quedarías con Kerryna en Kalosis. Protege a ______ (T.n) y sacaré a Kerryna de allí para ti. Lo juro.
El demonio curvó sus labios.
—Stryker nunca te lo permitirá. Te matará en el instante en que te muestres. Los gallu quieren utilizarla, no la entregarán sin pelear.
—Stryker es medio humano y medio dios. Sus poderes no pueden compararse con los míos.
La sonrisa burlona de Xedrix se extendió.
—Tú eres medio dios Griego… ¿Tienes alguna idea de lo que te haría Apollymi en el minuto en que esa esencia cruzara su nariz? No podrás dar un paso antes de que ella te empale. Yo soy el único quien tiene una oportunidad allí. Por lo dioses, que voy a aprovecharla.
Jesse maldijo.
______ (T.n) se volvió para mirarle y señaló por encima del hombro de Xedrix. Allí en las sombras, contra la pared, estaba Kerryna y se veía horrible.
Ellos se apresuraron a su lado.
Xedrix la atrajo a sus brazos y la sostuvo cerca.
—¿Estás bien, me arita?
Kerryna jadeó como si estuviese luchando con una fuerte oleada de náuseas. Ella se pegó a Xedrix mientras las lágrimas rebosaban en sus ojos.
—Ellos me dieron Aperia.
La cara de Xedrix palideció.
—¿Qué es eso?—Preguntó ______ (T.n).
Nicholas maldijo.
—Es un veneno que actúa lentamente y que es mortal para los demonios.
—Tengo doce horas, —dijo Kerryna, con la voz rota— Si mato a Nicholas y a la Destructora, Satara me dará el antídoto.
Xedrix miró a Nicholas.
—Estás muerto hijo de puta.
—¡No! —Chasqueó Kerryna, cubriendo su cara y haciendo que la mirara a ella—. Nosotros no podemos hacer eso.
Un furioso músculo se tensó en el cuello de Xedrix.
—No voy a dejarte morir. No me importa a quien tenga que matar para salvarte. Lo haré.
______ (T.n) se aclaró la garganta llamando la atención.
—¿No podemos conseguir el antídoto?
Kerryna negó con la cabeza.
—Lo tiene Satara y ella está custodiada por un ciento de Spathi Daimons y demonios gallu. No hay esperanza. Ella quiere a Nicholas muerto. Su vida es la única cosa que dará a cambio del antídoto.
______ (T.n) se negaba a creer eso,
—Tiene que haber otra manera.
Nicholas se volvió a ella cuando recordó a alguien que estaba no sólo estaba conectada con Apollymi y Satara, sino alguien que también le debía un favor.
—Tengo una idea. Dame tu teléfono.
______ (T.n) lo hizo.
Él lo abrió y marcó a Acheron quien respondió al primer toque.
—Necesito un favor.
Acheron se rió.
—¿De veras?
—Pero no de ti. Necesito hablar con Katra.
—¿Por qué? —No pasaba desapercibido el hielo en el tono de Acheron. No es que Nicholas lo culpara. Katra era la hija de Acheron y estaba seguro que el atlante haría cualquier cosa por protegerla.
Pero ahora mismo, tenían problemas mucho más acuciantes.
—Necesito a alguien que pueda entrar en Kalosis, patearle el culo a Satara, y salvar la vida de una inocente… Dimme.
—¿Dónde estás?
—Club Vampiro en el Warehouse District. ¿Conoces el lugar?
—No, pero estaré allí en breve.
Colgó y miró a Xedrix.
—Tengo al calvario viniendo hacia aquí. Confía en mí.
Deslizando a Kerryna a un lado, Xedrix alcanzó la pared y bajó la palanca de una alarma de incendios. Ésta sonó en un tono ensordecedor que ahogó incluso la música.
Cada humano en el club corrió hacia las puertas mientras los demonios se reunían alrededor de Xedrix.
—Cerramos por esta noche, —anunció Xedrix a su equipo—. Tyris, llama al departamento de incendios y diles que un borracho tiró de la palanca por error.
Mientras ellos esperaban por Acheron, Xedrix llevó a Kerryna a la barra y la sentó en un taburete.
—¿Qué estás planeando? —le preguntó ______ (T.n) a Nicholas— Y no me digas que nada. He aprendido a conocerte mejor que eso.
Él miró a Kerryna antes de responder.
—Estoy cansado de ver salir herida a gente inocente. Voy a acabar con esto de una vez por todas.
—¿Y si no puedes?
—Lo haré.
______ (T.n) sintió una fisura en el aire un instante antes de que Acheron apareciera con una extremadamente alta, increíblemente hermosa mujer rubia quien estaba obviamente embarazada. Debía ser la misteriosa Katra.
Los Carontes sisearon tan pronto los vieron, entonces cayeron de rodillas.
Acheron miró alrededor con una ceja totalmente arqueada.
—Esto es completamente inesperado —frunció el ceño ante Nicholas— ¿De dónde han venido los Carontes?
Xedrix se levantó lentamente para quedarse ante Acheron, pero se aseguró de mantener sus ojos bajos.
—Perdónanos, akri, por nuestra falta de vigilancia. Yo no pido piedad para mí mismo sino para mis hombres, conserva sus vidas. Ellos sólo me siguieron y hicieron lo que yo les dije. Yo soy el único que debería ser asesinado, no ellos.
Katra jadeó ante la vista de los demonios.
—Así que esto es lo que os sucedió a todos vosotros. Estoy maravillada. Encantada de veros a todos otra vez, chicos. Me alegra que hayáis sobrevivido. No tengo idea de por qué estáis en un club, pero aún así me alegro de que estéis todos aquí —El Miró a Acheron e indicó a Xedrix con un gesto de su barbilla—. Xedrix es de particular interés para ti.
—¿Cómo así?
—Bueno, uno, él es el favorito de todos los demonios de tu madre, y dos, es el hermano mayor de tu Simi.
Acheron frunció el ceño ante su revelación.
—¿De verdad?
Katra asintió.
Xedrix parecía un poco más confundido que Acheron.
—¿Simi?
—Xiamara —dijo Katra rápidamente.
Xedrix se quedó con la boca abierta.
—¿Mi hermana vive?
Katra sonrió cariñosamente al demonio y asintió.
—Y está completamente mimada.
Los ojos de Xedrix se suavizaron.
—Bendito seas, akri, por tu amabilidad y piedad. He estado apenado durante siglos por el destino de mi hermana Simi.
—Ahórratelo, —dijo Acheron en un tono impasible—. Xirena también vive con nosotros.
Kerryna puso su mano en la de Xendrix.
El demonio parecía encantado por las noticias.
—Entonces puedo morir feliz, akri, sabiendo que ellas están vivas. Gracias.
Acheron puso los ojos en blanco.
—No voy a matarte, Xedrix. Simi me torturaría durante siglos si lo considerase siquiera. Por cierto, ¿Cómo hicisteis tíos para acabar de todos los lugares que hay, en un Bar de Nueva Orleans?
Kerryna sonrió, entonces hizo una mueca como si una ola de dolor la golpeara.
—El oso, Kyle Peltier, los encontró después de que escaparan de Kalosis. Estaban intentando comerse a un turista, pero Kyle los detuvo antes de que lo mataran y les explicó que si querían vivir aquí y no morir, tendrían que seguir las reglas y hacer un hogar. Él tomó su propio dinero y lo invirtió en el bar y le mostró a Xedrix como llevarlo. Los dos son ahora socios.
Katra entrecerró los ojos sobre Kerryna.
—Yo te recuerdo a ti de las Vegas. Tú eres la Dimme que escapó.
—Y yo a ti, diosa. Recuerdo bien que intentaste matarme.
—Ella no es diabólica, Kat, —dijo rápidamente Nicholas, poniéndose entre ellas—. Ha estado ocultándose intentando encajar también en el mundo.
______ (T.n) se adelantó.
—Y ella es la única a la que ha envenenado Satara. El único antídoto para esto está en Kalosis con Satara. Como una futura madre como tú misma, puedes ver por qué no podemos dejarla morir.
Nicholas asintió.
—Esperaba que tú pudieras ayudarnos.
Acheron encontró la mirada de Katra.
—Sabes que no puedo ir allí sin que se acabe el mundo. Tendrás que hacerlo tu misma.
Katra sonrió.
—Lo sé. Estará bien volver —Palmeó cariñosamente a Xedrix en el brazo —No te preocupes, Xed. Kalosis es el único lugar donde Satara y Stryker no pueden tocarme. Tú sabes lo que les haría mi abuela si lo intentaran.
Xedrix asintió.
Cuando empezó a desvanecerse, Nicholas la detuvo.
—Espera, Kat. Yo quiero ir contigo.
Katra frunció el ceño ante él.
—¿Estás seguro?
Nicholas asintió, entonces miró a ______ (T.n).
—Tengo que hacerlo.
—Lo sé —dijo ______ (T.n) lentamente —Sólo quiero decirte algo antes de que te vayas.
—¿Qué?
—Te amo.
Nicholas no podía respirar cuando esas palabras lo impactaron igual que una ráfaga psíquica. Él acunó su mejilla en su mano.
—Eso no es posible.
—Créeme, lo es, y será mejor que vuelvas aquí o voy a estar realmente enfadada contigo.
Él presionó su mejilla con las de ella e inhaló su precioso perfume.
—No temas —le susurró al oído— Volveré para molestarte.
—Mejor que lo hagas.
Nicholas hizo la cosa más difícil que había hecho en su vida. Se apartó de ______ (T.n) y se unió a Katra.
—Vámonos.
Katra se estiró y le tocó el brazo antes de abrir el portal a Kalosis.
Nicholas observó la hermosa cara de ______ (T.n) hasta que se disolvió en la oscuridad.
En un latido de corazón, parpadeó cuando se materializaron en lo que parecía ser un enorme hall de algún tipo. Había Daimons reunidos alrededor como si esperaran por algo.
O alguien.
Kat se giró hacia su izquierda y fue allí que él vio un enorme trono. Y sentado en él Stryker con Satara de pie al lado.
—No estás muerto, —dijo Satara cuando vio a Nicholas—. Qué pena.
Katra se rió ante el comentario de Satara.
—No va a morir, prima. Dame el antídoto.
—Oh, no puedo hacer eso—dijo Satara sonriendo tontamente.
—Sí —dijo Kat, burlándose de ella, —puedes.
—Nop, me temo que no —Satara hizo un precioso puchero —Tuve un accidente. Se ha ido.
Kat arqueó una fina ceja.
—¿Has perdido la cabeza? ¿Sabes lo que te hará Xedrix una vez le diga que ya no lo tienes?
—¿Xedrix? ¿El demonio? Está muerto.
—No, no lo está. —Kat se cruzó de brazos sobre el pecho. Este juego se agravaba ya que ella podía decir que Satara estaba mintiendo. Había sabido perfectamente que Xedrix estaba vivo—. Él es el padre del bebé de Kerryna. No podías haber conseguido un peor enemigo. Al contrario que Nicholas, él puede entrar aquí sólo cada vez que quiera y tendrá el respaldo de la Destructora cuando te arranque el corazón. Supongo que será mejor que vaya a decirle que afile sus garras.
Kat empezó a desvanecerse.
—Oh, espera, ¿Quieres decir este antídoto? —Satara sacó un pequeño tuvo de entre sus pechos—. Olvidé que lo tenía.
—Oh, estoy segura.
Satara le tendió el tubo a un Daimon quien se adelantó para dárselo a Kat. El tubo era un cristal claro con un brillante líquido rojo en su interior.
Kat le aseguró a Nicholas que ese era el suero con un asentimiento de la cabeza.
Agradecido de que Kerryna fuese a ponerse bien, Nicholas se movió para quedar en frente del trono de Stryker.
—Mientras estoy aquí, quiero un trato.
Satara parpadeó ante las palabras de Nicholas como si hubiese oído mal.
—¿Qué?
—Ya me oíste. He venido para terminar con nuestro pasado. Y quiero que salgas completamente de mi vida. No más demonios, no más venenos. No más estupideces. Tú me dejas en paz y yo te dejaré en paz a ti.
Satara parecía espantada.
—¿De veras?
Stryker se inclinó para hablar con ella.
—Yo aceptaría ese trato, Satara. Dudo que encuentres nada mejor.
Los ojos de Satara se entrecerraron con suspicacia.
—¿Por qué es tan importante para ti?
Él conocía una mejor respuesta para esa pregunta que la verdad. Eso sólo heriría a ______ (T.n).
—Eso no es importante y tampoco asunto tuyo. Sólo tengo dos semanas más en la tierra y quiero disfrutarlas.
—¿Eso es todo?
—Es todo.
Satara se rió irónicamente.
—¿Y realmente esperas que me crea que tú me dejarás ir con vida mientras tú vuelves al infierno? En paz. ¿Sin daño, sin falta?
—Sí.
Ella bajó del estrado para aproximarse a él de manera burlona.
—¿Te crees que nací ayer? Te conozco mejor que eso. Tú no tienes intención de ver ese encuentro.
Nicholas negó con la cabeza.
—Tú no lo sabes todo sobre mí. Nunca lo has sabido. Quiero paz y quiero dejar sola a ______ (T.n).
Ella tamborileó sus dedos contra la parte superior de sus brazos antes de hablar en un tono bajo, letal.
—Entonces, suicídate,
Eso hizo que Nicholas volviera a parpadear en incredulidad por lo que había oído.
—¿Qué?
—Ya me has oído, Nicholas. Si quieres paz y enterrar el hacha, entonces hazlo. Suicídate.
—¡Satara! —La previno Katra con enfado.
—Nada de Satara, Kat. Yo sé como jugar a este juego y más aún como ganarlo —ella volvió su atención de nuevo a Nicholas— Así que, ¿Qué decides?
Nicholas se quedó allí en silencio considerando su oferta.
—¿Cómo sé que no estás mintiendo?
—Juro sobre el río Stigia que si tú te suicidas, nunca me acercaré otra vez a ______ (T.n). Ella estará completamente a salvo de mí o de cualquiera de los demonios o Daimons aquí en Kalosis. Incluso le enviaré una tarjeta de cumpleaños cada año por añadidura.
Nicholas miró a Kat, cuya cara estaba ceniza.
“No”, le ordenaba su voz interior. Pero cuando consideró esto más profundamente, tenía sentido. Él iba a morir de todas formas. ¿Qué diferencia harían realmente dos semanas? Ninguna otra que la de darle más recuerdos de ______ (T.n) para torturarle.
Más tiempo para amarla.
Más tiempo para que él la amara a ella.
No, sería más fácil para ambos que terminara con todo eso ahora. Quitar la tirita y dejar que la herida empezara a sanar.
Con el corazón roto, asintió.
—Está hecho, entonces.
Kat jadeó.
—No puedes hacer esto, Nicholas.
—Sí, puedo. Es la única manera de garantizar la seguridad de ______ (T.n).
Satara se detuvo al lado de un Daimon y extrajo una espada corta de su pecho. Su caminar seductor mientras se acercaba a él. Ella posicionó la espada ante su corazón.
—¿Tenemos un trato?
Él asintió.
Satara lo apuñaló directamente a travesándole el corazón.
—Lo siento. No quería que cambiaras de idea acerca de morir.
Nicholas trastabilló, jadeando cuando el dolor lo atravesó.
Él se hundió en el suelo.
Kat se arrodilló a su lado.
—¿Nicholas?
—No le digas a ______ (T.n) lo que hice. Déjala ir en paz… por favor. Dile que fue rápido.
Kat lo sostenía cerca de ella, pero la suya no era la cara que él quería. Él quería ver a ______ (T.n) por una última vez. Pero haciendo esto, estaba protegiéndola y eso era todo lo que importaba.
Bajó la mirada a su brazo donde estaba escrito su voto de venganza. Las palabras se disolvieron mientras se esforzaba por respirar.
Se había terminado…
Kat observó como la luz abandonó los ojos de Nicholas y él expiró su último aliento.
Satara sonreía.
Kat frunció el labio ante la presunción en la cara de Satara.
—Puta egoísta.
—Oh, cállate, Kat. Tienes lo que venías a buscar, ahora vete.
Kat se levantó en toda su altura, achicando a Satara.
—Un día, alguien va a darte exactamente lo que te mereces. No puedo esperar a verlo.
Y con eso, regresó al club.
Negándose a mirar a ______ (T.n), Kat tendió el antídoto a Kerryna quien le sonrió en agradecimiento antes de bebérselo.
—¿Dónde está Nicholas?
Esa pregunta de ______ (T.n) la atravesó. No quiero hacer esto…
Pero no tenía elección. Volviéndose, se sintió enferma. La cara de ______ (T.n) se veía tan esperanzada, era obvio que ella estaba esperando que Nicholas apareciera en algún momento.
Tragando el nudo en la garganta, se extendió hacia ella y tomó las manos de ______ (T.n) en las suyas.
—No lo ha conseguido, dulzura. Cayó en la batalla.
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Capitulo 17
______ (T.n) se tambaleó hacia atrás. No. No podía ser.
—Eso no es divertido, Katra. No me gustan estos juegos.
—Desearía estar jugando, pero no lo estoy.
______ (T.n) vio la mirada de horror y culpa mezclada en la cara de aquellos a su alrededor y esto la devolvió a cuando era una niña.
“La pobre lo vio todo. Su madre y su hermano murieron ante sus ojos. Esto la perseguirá por siempre.”
Esa era la misma expresión que tenían todos ahora, se le quedaban mirando como si fuera rara. Y profundamente en su interior todos agradecían que le sucediera a ella y no a ellos. No lo dirían, eran demasiado educados para eso, pero ella sabía la verdad.
Jesse le tendió la mano.
—______ (T.n), ¿Estás bien?
¿Cómo podía estar bien? Nicholas estaba muerto.
Ella sintió ese ardor en sus ojos que señalaba que se estaban volviendo rojos. Quería la sangre de los que lo habían matado.
—Dime que sucedió —exigió ella, su voz era un demoníaco gruñido.
—Le prometí que no lo haría. Él quería que vivieras en paz y que siguieras con tu vida.
Seguir con su vida… Estaba cansada de recoger las piezas y seguir adelante.
—¿Obtuvo su venganza contra Satara?
Katra apartó la mirada tímidamente y de repente ______ (T.n) tuvo total claridad.
—Así que entonces es eso. Eligió vengarse y morir a regresar conmigo. Al menos murió feliz. Obtuvo lo que quería.
Kat tuvo que morderse la lengua para evitar decirle la verdad. Pero ahora entendía por qué Nicholas le había pedido que no lo hiciera. Si ______ (T.n) sabía que él había dado su vida para salvar la de ella, eso la mataría.
Al igual que mataría a Katra perder a su marido. El que él se sacrificara por ella sólo la lastimaría más y nunca tendría paz por la culpa y la rabia.
______ (T.n) miró hacia Xedrix que permanecía al lado de Kerryna, sosteniendo su mano.
Ella nunca tocaría a Nicholas otra vez. Dejando escapar una harapienta respiración, se volvió hacia Gloria y Jesse.
—Quiero ir a casa.
Acheron dio un paso adelante.
—Yo te llevaré.
—Gracias.
Le tendió la mano y ella la tomó. Al instante de hacerlo, todos estaban de regreso en su casa. No, no todos. Faltaba Nicholas.
—¿Hay algo que yo pueda hacer? —Preguntó Ash.
Ella negó con la cabeza.
—Probablemente debería comprobar a Kyle y ver como lo está haciendo.
—Ya lo hicimos nosotros. Está bien. Se recobrará en breve y no debería quedarle daño alguno más que un par de cicatrices.
—Eso es bueno. Supongo que eso nos describe a todos, ¿huh? Gracias por traerme a casa, Acheron.
—De nada. Tienes mi número en tu teléfono. Si me necesitas para cualquier cosa, llama.
—Lo aprecio.
Entonces él se fue.
Jesse y Gloria se quedaron a un lado, observándola con expresión preocupada.
—Estoy bien, chicos. ¿Por qué no os vais y ponéis algunos discos o algo?
Jesse tragó.
—Me estás asustando, ______ (T.n).
Ella se asustaba a sí misma. Estaba tan herida interiormente que ni siquiera podía llorar. Era como si hubiese sido destripada y no hubiese quedado nada excepto un agujero vacío donde había estado su corazón y su alma.
Queriendo estar sola, se quitó el abrigo y lo tiró al suelo de camino a su habitación.
La cama estaba todavía deshecha de sus anteriores juegos.
Hizo ese pensamiento a un lado. Si no significaba nada más para él que eso, ciertamente no significaba nada para ella. Con la rabia hirviendo a fuego lento, arrancó la almohada para hacer la cama.
Y fue entonces cuando la esencia de Nicholas la golpeó con fuerza. Abrazó la almohada contra su pecho e inhaló la cálida esencia masculina.
Eso sacudió su entumecimiento. La pena y la angustia se elevaron hasta que quiso gritar de dolor.
En vez de eso, se hundió de rodillas cuando las implacables lágrimas la asaltaron.
Nicholas se había ido.
—¡Maldito seas, bastardo, maldito seas!
Pero el problema era, que ella no quería maldecirle. El pensamiento de él en el Tártaro siendo torturado…
Eso era más de lo que podía soportar.
Nicholas permanecía en el centro de una celda que conocía incluso mejor que el dorso de su mano. Con el paso de los siglos, había contado cada grano de arena. Lo había saturado todo con su sangre.
Ahora estaba de regreso.
Las cadenas salían del techo y se enroscaban alrededor de sus muñecas. Por una vez no había luchado cuando lo levantaron del suelo. Sus brazos ardían por el peso de su cuerpo.
Pero el dolor no era nada comparado al único que dolía en su pecho.
______ (T.n).
La estoy protegiendo. Repetía esas palabras una y otra vez y sólo ellas le daban consuelo. Sufriría un tormento eterno antes que herirla a ella.
Lo valía.
La puerta de su celda se abrió.
Nicholas se contuvo a sí mismo cuando vio al dios del Inframundo. Alto y oscuro, Hades estaba vestido de negro. Él inclinó la cabeza para estudiarlo.
—No creí que duraras un mes ahí fuera. Parece que tenía razón.
—No estoy de humor para hablar, Hades. Sólo empieza la tortura.
—Interesante. Mis prisioneros rogándome que los hiera. Y pensar, que ahora mismo, tú podrías estar en los brazos de ______ (T.n) y no tendido aquí como un pedazo de carne.
—Déjala fuera de esto.
—Eso, desafortunadamente, no puedo hacerlo.
El temor agarró el corazón de Nicholas.
—¿Qué quieres decir?
—Sabes, Nicholas, realmente te odio. Verdaderamente. Tengo que decir que torturarte ha sido uno de mis grandes placeres. Y ahora, como siempre, acabas jodiéndome.
—Estoy aquí colgado, esperando a que me golpees. Dime, ¿Cómo diablos podría joderte yo a ti?
—Porque tengo que dejarte ir, bastardo.
La incredulidad pasó a través de él.
—¿Qué?
—El trato que hice con Kat… ¿Recuerdas? Te permití ser humano durante un mes y si en ese tiempo encontrabas tu humanidad, serías libre. Te sacrificaste generosamente por otro. Y eso ni siquiera te llevó un mes. Maldito seas.
Nicholas todavía no podía creer lo que estaba oyendo.
Las cadenas se descolgaron tan rápido, que cayó al suelo.
—Sal de aquí, Skotos. Yo ya no puedo retenerte.
______ (T.n) estaba todavía derrumbada en el centro del suelo cuando sonó su teléfono.
Miró el número y vio que era Tate.
Dejando escapar un harapiento suspiro, se aclaró la garganta y respondió.
—Hay otro demonio asesino.
—¿Estás seguro?
—Absolutamente. Ya conoces el procedimiento… estamos en la esquina con Rampart y Esplanade.
—Estaré allí — colgó y se secó los ojos antes de ir a la habitación de Jesse. Lo encontró a él y a Gloria revolcándose sobre su cama.
Se apartaron tan pronto la vieron.
—Um, nosotros sólo estábamos…
—Está bien, Jesse. Yo voy a encontrarme con Tate y no quería que te preocuparas. Volveré pronto.
—¿Estás segura de ello? ¿No necesitas algo de tiempo?
—La vida continua, ¿cierto? —esa era la única lección que había aprendido— No es igual que si tuviera que planear un funeral o algo. Además, puedo hacerlo como una distracción.
Cerró la puerta y se dirigió hacia su coche.
Podrías usar tus poderes de demonio.
Sí, podría, pero ahora mismo no quería pensar en esa parte de ella. Quería su vida de regreso de la manera en que había sido antes de que Nicholas la cambiara. Más que nada, quería liberarse del dolor que le laceraba el corazón.
No le llevó mucho tiempo llegar a la escena del crimen. Las luces de la policía brillaban en la oscuridad.
Salió y se dirigió hacia Tate, quién estaba solo, ante un cuerpo cubierto.
—¿Nunca te tomas un día libre?
—No cuando el asesino es así de raro —él miró más allá de su hombro.—¿Dónde está…?
—Se ha ido. Dejémoslo así, ¿vale?
Pero por su expresión ella podía decir que las noticias lo sorprendieron, pero él no quería presionar.
—Jane Do. Las mismas heridas que Gloria y nuestro tío en el Market que estalló en llamas en una combustión espontánea por causa del gas. ¿Quieres echar un vistazo de cerca?
—Igual que un destornillador en la cuenca de mi ojo. Claro, déjame echarle un vistazo.
—Ooo, bienvenida, Sra. Snark. Te he extrañado.
______ (T.n) no respondió cuando descubrió el cuerpo y le echó un vistazo a la pobre mujer. Tate tenía razón, y cuando se agachó, un inequívoco trazo de olor la golpeó.
Kaiaphas.
El cuerpo de la mujer hedía al demonio.
Ella cerró los ojos cuando empezaron a cambiar y se forzó a si misma a calmarse. Así que el hermano de Nicholas había sido todo el tiempo el asesino que estaban buscando.
Seguramente Nicholas también lo había olido. ¿Por qué no se lo había dicho?
Se puso lentamente en pie.
—Voy a necesitar que el cuerpo se combustione instantáneamente otra vez, Tate.
—Claro… yo necesito algo mejor que eso.
______ (T.n) levantó la mirada pasando de ellos. Había una casa con un alero que estaba suelto.
Eso funcionaría.
Apartó a Tate con el brazo un instante antes de usar sus poderes para sacarlo rápidamente.
Esto cayó sobre el cuerpo, decapitándolo.
—Problema resuelto.
Tate jadeó ante ella y levantó su mano.
—No quiero saber cómo lo has hecho. Mi informe ya es bastante complicado.
______ (T.n) empezó a responder, pero la sensación de ser observada regresó a ella. Ésta se arrastraba sobre su piel con una maliciosa intención.
Esta vez, a causa de sus poderes, podía fijarlo.
—Estarás bien, Tate.
Ella retrocedió cuando el fotógrafo vino corriendo a sacar más fotos. Mientras Tate se encargaba de él y de los oficiales de policía, ella se deslizó en la oscuridad hacia la fuente de su incomodidad.
—Kaiaphas —llamó ella— Sé que estás ahí fuera.
Él apareció directamente detrás de ella, oliendo su pelo.
—Hueles igual que el ganado y demonio. ¿Tienes idea de cuan provocativo es eso?
—Fantástico. Tengo feromonas de demonio. Justo lo que siempre he querido.
Kaiaphas se rió.
—Nicholas no te dijo nada acerca de tu familia, ¿verdad?
—No.
—Tu padre, Palackas, fue uno de los más brutales asesinos que jamás he conocido. Antes que fuera esclavizado, se le conocía por arrasar pueblos enteros, asesinar hombres, niños y a cualquiera que se pusiera en su camino.
—¡Estás mintiendo!
—No, no lo hago. ¿Por qué piensas que su maestro estaba tan decidido a traerle de vuelta? Él era demasiado peligroso para ser incluso liberado.
Estaba mintiendo y ella lo sabía.
—Mi padre no fue así. Era un buen hombre.
Kaiaphas la agarró por la cabeza y susurró algo que ella no podía entender.
En su mente, vio a su padre de joven. No, no un humano. Era un demonio. Sus ojos eran rojos como el fuego, sus dientes mellados y afilados, cuando irrumpía a través de una antigua aldea asesinando todo lo que veía.
¿Cómo podía ser eso?
— Sabía que Palackas había desovado. Sólo que no estaba seguro de que esa fueras tú. Hueles igual que tu madre… pero no había esencia de Palackas en ti.
—¿Cómo sabes a lo que olía mi madre?
—Yo estaba allí, ______ (T.n). ¿No lo recuerdas?
Ella jadeó cuando regresó a esa noche. Estaba otra vez en el asiento de atrás, mirando por la ventana.
Había dos hombres…
No, eran tres. Él se había inclinado y le había arrebatado el collar a su madre del cuello. Entonces se había vuelto como si la sintiera. Congelada, no podía moverse. Todo lo que podía hacer era rogar que el reposa cabezas del coche bloqueara su visión.
Entonces las sirenas de la policía habían inundado el aire.
El hombre en la tienda se había largado.
No, ellos se habían desvanecido donde estaban…
Una auténtica rabia la atravesó.
—¡Bastardo!
Él se rió.
—Haz que parezca una muerte humana, había dicho mi maestro. Si Palackas quiere vivir como uno, puede morir como uno. Y así lo hizo. Yo asesiné a su familia sabiendo que él no viviría sin ellos. Un poderoso demonio derrotado por un simple disparo a la cabeza… pero tú ya lo sabes, ¿no es así? Tú encontraste su cuerpo. Chillando de rabia, ______ (T.n) se volvió hacia él y le disparó una ráfaga de energía que le había enseñado Nicholas.
Kaiaphas lo esquivó y rió.
—¿No pensarás realmente que un truco tan deleznable funcionaría conmigo? —La afobeteó con fuerza—. ¿Sabes por qué tú madre nunca vino a verte después de su muerte? Me comí su alma, al igual que me comí la de tu hermano. Y ahora, voy a comerme la tuya.
—Prueba esto —ella lo cabeceó en los labios, partiéndoselos.
Él trastabilló. Dejando que el poder que había heredado de su padre la condujese, ella le dio una patada de tijera, golpeándole entonces lo bastante fuerte en los intestinos para levantarlo de sus pies.
La piel de Kaiaphas empezó a hervir cuando le salieron esos aserrados colmillos. Él esquivó su próximo puñetazo y la golpeó en el costado.
Levantándola por el cuello, la lanzó contra el suelo. Saliendo de la nada, él manifestó una espada.
______ (T.n) buscó un arma, una rama… algo.
No había nada a su alrededor.
—Prueba con esto.
Ella se sobresaltó al oír la profunda voz en su oído y encontrar allí un hombre que tenía un vívido ojo verde y otro marrón. Era magnífico y le tendía una pequeña espada.
Sin preguntar nada, alcanzó la espada. Al momento en que ella tocó la empuñadura, un débil brillo de poder atravesó todo su cuerpo.
Oyó voces susurrando en varios idiomas.
—______ (T.n) —esa era la voz de su padre.
—¿Papá?
—Cierra tus ojos, pequeña, y nosotros te guiaremos.
Confiando implícitamente en su padre, hizo lo que le dijo, y al momento de quedarse a ciegas, lo vio todo con claridad.
Incluso el viento era visible para el demonio en su interior.
Kaiaphas avanzó y ella lo paró. Cuanto más fuerte le lanzaba ráfagas contra su espada, más fácil le resultaba pararlo y luchar con él. Cuanto más lo desviaba, más furioso se ponía Kaiaphas.
—Vas a rogarme piedad, al igual que tu madre.
Ella rechinó los dientes hasta que oyó la voz de su padre otra vez al oído.
—La ira es tu enemiga. Avanza sin ira, pero con un propósito.
Y al momento en que lo hizo, su hoja cantó la verdad. Esta desvió el golpe de Kaiaphas y se enterró profundamente en el corazón del demonio.
—Eso es por mi madre —dijo ella, sus ojos llenos de lágrimas— Y por mi hermano pequeño cuyo futuro truncaste. Arde en el infierno, hijo de puta.
Ella arrancó la espada de su pecho, girándola mientras lo hacía.
Un instante después, él ardió en llamas. Sus gritos llenaron la oscuridad.
De repente, había alguien aplaudiendo detrás de ella.
______ (T.n) se volvió para ver al hombre que le había dado la espada.
—¿Quién eres?
—No hagas preguntas de las que ya sabes las respuestas.
—Eres Jaden.
Inclinó la cabeza ante ella en un gesto burlón.
Ella bajó la mirada a la espada que era diferente a cualquiera que hubiese visto antes. El mango negro tenía matices rojos. Rosas negras y enredaderas bajaban por la hoja curvándose ligeramente.
—¿Por qué me entregaste esto?
—Le prometí paz a tu padre. Le dije que ningún demonio lastimaría al último de sus hijos. Como te dijo Nicholas, no puedo matar yo mismo para cumplir un pacto. Sólo puedo proveer un medio.
Ella le tendió la espada, pero él se negó a cogerla.
—Eso pertenece a tu línea de sangre, demonikyn. Guárdala bien. La espada de un demonio es la mejor protección contra otros de su tipo. Con esto, puedes matar a cualquier demonio que venga a por ti o a por uno de los tuyos.
—Gracias.
Él se rió.
—No me lo agradezcas. No hago nada por lo que no haya pactado.
Él empezó a desvanecerse.
—¡Jaden, espera!
Se solidificó delante de ella.
______ (T.n) intentó hablar, pero las palabras no le salían. Quería hablarle acerca de Nicholas y aún así no podía.
—Él se entregó por ti —dijo Jaden en tono estoico.
—¿Qué?
—Eso es lo que querías sabes, ¿no? Nicholas permitió que Satara lo matara a cambio de dar su palabra de que te dejaría en paz. Entregó su venganza para mantenerte a salvo.
—No, él tomó su venganza.
Jaden posó una mano sobre su hombro, y en su mente, ella vio a Nicholas en Kalosis. Oyó las palabras pronunciadas con claridad y vio cuando él moría en los brazos de Kat.
—¡No! —gritó ella, incapaz de soportarlo— Tienes que ayudarlo.
—No hay nada que yo pueda hacer.
—Tú haces tratos. Nicholas dijo que tenías el poder para hacer cualquier cosa. Cualquier cosa.
—¿Qué estás sugiriendo?
—Si liberas a Nicholas del Tártaro, puedes quedarte con mi alma.
—¿Entiendes el trato que estás haciendo? Una vez que tome tu alma, serás propiedad de cualquiera al que le dé esa alma. Serás un demonio vinculado, sujeto a los caprichos de su maestro. No de tu propio destino, ni de tu futuro. Nada.
—No me importa. Nicholas murió por mí. No puedo dejar que le castiguen por eso.
—Él murió para mantenerte a salvo.
—Estaré a salvo mientras esté vinculada. Él tendrá lo que quería. Por favor, Jaden. No puedo vivir sabiendo que está siendo torturado.
—Muy bien —le tendió una daga—. Abre una vena, hermana.
Nicholas se emitió al dormitorio de ______ (T.n), esperando encontrarla allí.
Estaba vacío.
Cerrando los ojos, sintió presencias en el apartamento. No estaba ______ (T.n), pero sí Jesse y Gloria en la habitación de Jesse.
Sin pensar, se emitió allí para encontrar a los dos fantasmas completamente desnudos en la cama.
—Oh, dioses, estoy ciego —se apresuró en darles la espalda.
—¿No llamas?—dijo Jesse, hasta que se dio cuenta de que Nicholas estaba de vuelta— Oh, dios mío, estás muerto.
—No tan muerto como lo estás tú, chico-fantasma. ¿Dónde está ______ (T.n)?
—Salió a atender una llamada.
—¿Dónde?
—No lo dijo. Llama a Tate y pregúntale. Su número está en la nevera.
Nicholas los dejó para ir a la cocina donde rápidamente localizó la tarjeta de Tate. Cogiendo el teléfono fijo, marcó el número.
Respondió al segundo toque.
—¿Tate? Soy Nicholas. ¿Dónde está ______ (T.n)?
—Dijo que te habías ido.
—Sí, pero estoy de vuelta y estoy intentando encontrarla.
—Bueno, ella estuvo aquí hace un segundo. La vi cruzando la calle así que debería…
Usando sus poderes para rastrear la localización de Tate, Nicholas se manifestó en frente de él antes de que pudiera decir otra palabra.
Tate miró alrededor.
—Maldición, tienes suerte de que nadie te viera. Incógnito, chico, in-cóg-ni-to.
—No tengo tiempo para eso, necesito encontrar a ______ (T.n).
—Hey, Doc ¿Puede venir aquí un segundo?
—Te ayudaré a buscarla en un segundo —le dijo a Nicholas antes de ir hacia el oficial.
Nicholas gruñó antes de sentir esa abertura en el aire.
Jaden.
Un mal presentimiento pasó a través de él cuando se centró en ello y fue a buscarle.
Él dio la vuelta a la esquina y se congeló. ¡No! La simple palabra echó raíces en su mente cuando vio a ______ (T.n) en el suelo.
Aterrado, corrió hacia ella y la cogió en sus brazos. Pero al momento de tocarla, lo supo.
Estaba muerta.
Atravesó a Jaden con la mirada.
—¿Qué has hecho?
—Yo no he hecho nada. Lo hizo ella.
—No te atrevas a jugar a ese estúpido juego conmigo, Jaden. ¿Qué trato habéis hecho?
—Ella quería sacarte del Tártaro.
—Jodido bastardo. Yo ya estaba fuera del Tártaro.
—Lo sé.
—¿Lo sabías y aún así hiciste el pacto?
Él se encogió de hombros.
—Quería saber cuán lejos llegaría ella.
Una furiosa impotencia se extendió a través de él. Incapaz de pensar dejó a ______ (T.n) en el suelo y cargó contra Jaden.
Jaden lo cogió y le devolvió el golpe, sujetándolo al costado de una casa.
—Mejor te lo piensas dos veces antes de venir a por mí, demonio —la furia del infierno ardía profundamente en esos ojos de dos colores. Los colmillos de Jaden relucieron cuando habló en cortantes y escuetas palabras— Si ______ (T.n) hubiese permanecido con vida, tú la verías morir de anciana, mientras que tú continuarías viviendo eternamente en tu actual forma. ¿Es eso lo que querías?
Nicholas parpadeó con incredulidad.
—¿Qué?
Jaden le dio la espalda, entonces lo liberó. Sacó un pequeño tubo de una sustancia blanca del interior del bolsillo de su chaqueta.
—Ella es libre de su vida humana a partir de ahora. No envejecerá y no morirá.
—Pero está vinculada.
Jaden inclinó la cabeza.
—Sí, lo está —él se quedó mirando el alma de ella durante todo un minuto antes de tendérsela a Nicholas.
—¿Cuál es el precio?
—Vosotros dos me deberéis un favor. Un día, vendré a cobrarlo —cerró la mano de Nicholas sobre el tubo, entonces se desvaneció.
Nicholas no podía respirar mientras se quedaba mirando el alma de ella en su mano. No podía creer que Jaden hubiese hecho eso por ellos.
¿Por qué?
Eso iba en contra de todo lo que él sabía sobre el demonio pactante.
A caballo regalado no le mires los dientes. Sabía que Jaden lo había sabido, no había nada en el mundo o en cualquier otro que él no hubiese hecho para liberar a ______ (T.n).
Su corazón latía de alegría, llevó el vial al cuerpo de ella y liberó su alma.
Ella abrió los ojos y se quedó mirándole.
—¿Nicholas?
—Tu peor pesadilla ha regresado.
Jaden se tomó un momento para volver a mirar a Nicholas y ______ (T.n) los cuales se sostenían el uno al otro con todo lo que tenían.
Él recordó una época en la que había hecho lo mismo.
—Hagáis lo que hagáis, no os traicionéis el uno al otro.
La banda sobre su cuello se calentó y lo perforó. Dando un respingo, los dejó y regresó a su maestro. Los vientos abrasadores le cortaban el cuerpo cuando se paró, esperando.
—¿Qué has hecho?
—Mi trabajo.
Una ráfaga invisible le laceró la mejilla hasta el hueso. Jaden maldijo ante el dolor de la herida.
—Pero sin valor. ¿Dejaste ir a la hija de Palackas?
—Cumplí un pacto que fue hecho de buena fe.
Otra ráfaga lo cortó tan profundamente a través del torso que lo forzó a ponerse de rodillas.
—Tu compasión me disgusta.
—Sí, bueno, tú tampoco me emocionas exactamente— Jaden se dio cuenta que debería haberse guardado su opinión para sí mismo cuando fue lanzado contra la pared.
—Un día, perro, aprenderás obediencia.
Jaden tragó cuando sus ropas le fueron arrancadas. Sabía que castigo estaba por llegar e iba a dolerle como el infierno.
Sí, Nicholas y ______ (T.n) le debían más de lo que podían siquiera soñar.
Nicholas suspiró cuando se derrumbó contra ______ (T.n) quien estaba todavía ronroneando de satisfacción.
—Me gusta el sexo demoníaco —dijo ella, rodando para sujetarlo a la cama.
—Te dije que lo haría.
Ella se rió, entonces lo besó sin pensar.
—Gracias, Nicholas.
—¿Por qué?
—Por intentar protegerme.
—Yo no fui la que comerció con mi alma para sacarme del infierno.
—No, pero diste tu vida para mantenerme a salvo. Creo que eso nos pone a la par.
Él acunó su cara en las manos.
—Te amo, ______ (T.n). Y juro con cada parte de mí que jamás dudarás de eso.
Ella cogió su mano derecha en las de ella y le besó los nudillos.
—No te preocupes, no lo haré.
______ (T.n) sonrió antes de tenderse boca abajo sobre él y mantenerlo cerca. Cerrando los ojos, se dio cuenta de que Nicholas le había dado mucho más que su amor. Le había dado una familia y le enseñó cosas sobre ella misma que nunca había conocido.
Por primera vez en su vida, tenía un verdadero futuro hacia el que mirar.
Y una familia que estaría con ella sin importar el qué.
______ (T.n) se tambaleó hacia atrás. No. No podía ser.
—Eso no es divertido, Katra. No me gustan estos juegos.
—Desearía estar jugando, pero no lo estoy.
______ (T.n) vio la mirada de horror y culpa mezclada en la cara de aquellos a su alrededor y esto la devolvió a cuando era una niña.
“La pobre lo vio todo. Su madre y su hermano murieron ante sus ojos. Esto la perseguirá por siempre.”
Esa era la misma expresión que tenían todos ahora, se le quedaban mirando como si fuera rara. Y profundamente en su interior todos agradecían que le sucediera a ella y no a ellos. No lo dirían, eran demasiado educados para eso, pero ella sabía la verdad.
Jesse le tendió la mano.
—______ (T.n), ¿Estás bien?
¿Cómo podía estar bien? Nicholas estaba muerto.
Ella sintió ese ardor en sus ojos que señalaba que se estaban volviendo rojos. Quería la sangre de los que lo habían matado.
—Dime que sucedió —exigió ella, su voz era un demoníaco gruñido.
—Le prometí que no lo haría. Él quería que vivieras en paz y que siguieras con tu vida.
Seguir con su vida… Estaba cansada de recoger las piezas y seguir adelante.
—¿Obtuvo su venganza contra Satara?
Katra apartó la mirada tímidamente y de repente ______ (T.n) tuvo total claridad.
—Así que entonces es eso. Eligió vengarse y morir a regresar conmigo. Al menos murió feliz. Obtuvo lo que quería.
Kat tuvo que morderse la lengua para evitar decirle la verdad. Pero ahora entendía por qué Nicholas le había pedido que no lo hiciera. Si ______ (T.n) sabía que él había dado su vida para salvar la de ella, eso la mataría.
Al igual que mataría a Katra perder a su marido. El que él se sacrificara por ella sólo la lastimaría más y nunca tendría paz por la culpa y la rabia.
______ (T.n) miró hacia Xedrix que permanecía al lado de Kerryna, sosteniendo su mano.
Ella nunca tocaría a Nicholas otra vez. Dejando escapar una harapienta respiración, se volvió hacia Gloria y Jesse.
—Quiero ir a casa.
Acheron dio un paso adelante.
—Yo te llevaré.
—Gracias.
Le tendió la mano y ella la tomó. Al instante de hacerlo, todos estaban de regreso en su casa. No, no todos. Faltaba Nicholas.
—¿Hay algo que yo pueda hacer? —Preguntó Ash.
Ella negó con la cabeza.
—Probablemente debería comprobar a Kyle y ver como lo está haciendo.
—Ya lo hicimos nosotros. Está bien. Se recobrará en breve y no debería quedarle daño alguno más que un par de cicatrices.
—Eso es bueno. Supongo que eso nos describe a todos, ¿huh? Gracias por traerme a casa, Acheron.
—De nada. Tienes mi número en tu teléfono. Si me necesitas para cualquier cosa, llama.
—Lo aprecio.
Entonces él se fue.
Jesse y Gloria se quedaron a un lado, observándola con expresión preocupada.
—Estoy bien, chicos. ¿Por qué no os vais y ponéis algunos discos o algo?
Jesse tragó.
—Me estás asustando, ______ (T.n).
Ella se asustaba a sí misma. Estaba tan herida interiormente que ni siquiera podía llorar. Era como si hubiese sido destripada y no hubiese quedado nada excepto un agujero vacío donde había estado su corazón y su alma.
Queriendo estar sola, se quitó el abrigo y lo tiró al suelo de camino a su habitación.
La cama estaba todavía deshecha de sus anteriores juegos.
Hizo ese pensamiento a un lado. Si no significaba nada más para él que eso, ciertamente no significaba nada para ella. Con la rabia hirviendo a fuego lento, arrancó la almohada para hacer la cama.
Y fue entonces cuando la esencia de Nicholas la golpeó con fuerza. Abrazó la almohada contra su pecho e inhaló la cálida esencia masculina.
Eso sacudió su entumecimiento. La pena y la angustia se elevaron hasta que quiso gritar de dolor.
En vez de eso, se hundió de rodillas cuando las implacables lágrimas la asaltaron.
Nicholas se había ido.
—¡Maldito seas, bastardo, maldito seas!
Pero el problema era, que ella no quería maldecirle. El pensamiento de él en el Tártaro siendo torturado…
Eso era más de lo que podía soportar.
Nicholas permanecía en el centro de una celda que conocía incluso mejor que el dorso de su mano. Con el paso de los siglos, había contado cada grano de arena. Lo había saturado todo con su sangre.
Ahora estaba de regreso.
Las cadenas salían del techo y se enroscaban alrededor de sus muñecas. Por una vez no había luchado cuando lo levantaron del suelo. Sus brazos ardían por el peso de su cuerpo.
Pero el dolor no era nada comparado al único que dolía en su pecho.
______ (T.n).
La estoy protegiendo. Repetía esas palabras una y otra vez y sólo ellas le daban consuelo. Sufriría un tormento eterno antes que herirla a ella.
Lo valía.
La puerta de su celda se abrió.
Nicholas se contuvo a sí mismo cuando vio al dios del Inframundo. Alto y oscuro, Hades estaba vestido de negro. Él inclinó la cabeza para estudiarlo.
—No creí que duraras un mes ahí fuera. Parece que tenía razón.
—No estoy de humor para hablar, Hades. Sólo empieza la tortura.
—Interesante. Mis prisioneros rogándome que los hiera. Y pensar, que ahora mismo, tú podrías estar en los brazos de ______ (T.n) y no tendido aquí como un pedazo de carne.
—Déjala fuera de esto.
—Eso, desafortunadamente, no puedo hacerlo.
El temor agarró el corazón de Nicholas.
—¿Qué quieres decir?
—Sabes, Nicholas, realmente te odio. Verdaderamente. Tengo que decir que torturarte ha sido uno de mis grandes placeres. Y ahora, como siempre, acabas jodiéndome.
—Estoy aquí colgado, esperando a que me golpees. Dime, ¿Cómo diablos podría joderte yo a ti?
—Porque tengo que dejarte ir, bastardo.
La incredulidad pasó a través de él.
—¿Qué?
—El trato que hice con Kat… ¿Recuerdas? Te permití ser humano durante un mes y si en ese tiempo encontrabas tu humanidad, serías libre. Te sacrificaste generosamente por otro. Y eso ni siquiera te llevó un mes. Maldito seas.
Nicholas todavía no podía creer lo que estaba oyendo.
Las cadenas se descolgaron tan rápido, que cayó al suelo.
—Sal de aquí, Skotos. Yo ya no puedo retenerte.
______ (T.n) estaba todavía derrumbada en el centro del suelo cuando sonó su teléfono.
Miró el número y vio que era Tate.
Dejando escapar un harapiento suspiro, se aclaró la garganta y respondió.
—Hay otro demonio asesino.
—¿Estás seguro?
—Absolutamente. Ya conoces el procedimiento… estamos en la esquina con Rampart y Esplanade.
—Estaré allí — colgó y se secó los ojos antes de ir a la habitación de Jesse. Lo encontró a él y a Gloria revolcándose sobre su cama.
Se apartaron tan pronto la vieron.
—Um, nosotros sólo estábamos…
—Está bien, Jesse. Yo voy a encontrarme con Tate y no quería que te preocuparas. Volveré pronto.
—¿Estás segura de ello? ¿No necesitas algo de tiempo?
—La vida continua, ¿cierto? —esa era la única lección que había aprendido— No es igual que si tuviera que planear un funeral o algo. Además, puedo hacerlo como una distracción.
Cerró la puerta y se dirigió hacia su coche.
Podrías usar tus poderes de demonio.
Sí, podría, pero ahora mismo no quería pensar en esa parte de ella. Quería su vida de regreso de la manera en que había sido antes de que Nicholas la cambiara. Más que nada, quería liberarse del dolor que le laceraba el corazón.
No le llevó mucho tiempo llegar a la escena del crimen. Las luces de la policía brillaban en la oscuridad.
Salió y se dirigió hacia Tate, quién estaba solo, ante un cuerpo cubierto.
—¿Nunca te tomas un día libre?
—No cuando el asesino es así de raro —él miró más allá de su hombro.—¿Dónde está…?
—Se ha ido. Dejémoslo así, ¿vale?
Pero por su expresión ella podía decir que las noticias lo sorprendieron, pero él no quería presionar.
—Jane Do. Las mismas heridas que Gloria y nuestro tío en el Market que estalló en llamas en una combustión espontánea por causa del gas. ¿Quieres echar un vistazo de cerca?
—Igual que un destornillador en la cuenca de mi ojo. Claro, déjame echarle un vistazo.
—Ooo, bienvenida, Sra. Snark. Te he extrañado.
______ (T.n) no respondió cuando descubrió el cuerpo y le echó un vistazo a la pobre mujer. Tate tenía razón, y cuando se agachó, un inequívoco trazo de olor la golpeó.
Kaiaphas.
El cuerpo de la mujer hedía al demonio.
Ella cerró los ojos cuando empezaron a cambiar y se forzó a si misma a calmarse. Así que el hermano de Nicholas había sido todo el tiempo el asesino que estaban buscando.
Seguramente Nicholas también lo había olido. ¿Por qué no se lo había dicho?
Se puso lentamente en pie.
—Voy a necesitar que el cuerpo se combustione instantáneamente otra vez, Tate.
—Claro… yo necesito algo mejor que eso.
______ (T.n) levantó la mirada pasando de ellos. Había una casa con un alero que estaba suelto.
Eso funcionaría.
Apartó a Tate con el brazo un instante antes de usar sus poderes para sacarlo rápidamente.
Esto cayó sobre el cuerpo, decapitándolo.
—Problema resuelto.
Tate jadeó ante ella y levantó su mano.
—No quiero saber cómo lo has hecho. Mi informe ya es bastante complicado.
______ (T.n) empezó a responder, pero la sensación de ser observada regresó a ella. Ésta se arrastraba sobre su piel con una maliciosa intención.
Esta vez, a causa de sus poderes, podía fijarlo.
—Estarás bien, Tate.
Ella retrocedió cuando el fotógrafo vino corriendo a sacar más fotos. Mientras Tate se encargaba de él y de los oficiales de policía, ella se deslizó en la oscuridad hacia la fuente de su incomodidad.
—Kaiaphas —llamó ella— Sé que estás ahí fuera.
Él apareció directamente detrás de ella, oliendo su pelo.
—Hueles igual que el ganado y demonio. ¿Tienes idea de cuan provocativo es eso?
—Fantástico. Tengo feromonas de demonio. Justo lo que siempre he querido.
Kaiaphas se rió.
—Nicholas no te dijo nada acerca de tu familia, ¿verdad?
—No.
—Tu padre, Palackas, fue uno de los más brutales asesinos que jamás he conocido. Antes que fuera esclavizado, se le conocía por arrasar pueblos enteros, asesinar hombres, niños y a cualquiera que se pusiera en su camino.
—¡Estás mintiendo!
—No, no lo hago. ¿Por qué piensas que su maestro estaba tan decidido a traerle de vuelta? Él era demasiado peligroso para ser incluso liberado.
Estaba mintiendo y ella lo sabía.
—Mi padre no fue así. Era un buen hombre.
Kaiaphas la agarró por la cabeza y susurró algo que ella no podía entender.
En su mente, vio a su padre de joven. No, no un humano. Era un demonio. Sus ojos eran rojos como el fuego, sus dientes mellados y afilados, cuando irrumpía a través de una antigua aldea asesinando todo lo que veía.
¿Cómo podía ser eso?
— Sabía que Palackas había desovado. Sólo que no estaba seguro de que esa fueras tú. Hueles igual que tu madre… pero no había esencia de Palackas en ti.
—¿Cómo sabes a lo que olía mi madre?
—Yo estaba allí, ______ (T.n). ¿No lo recuerdas?
Ella jadeó cuando regresó a esa noche. Estaba otra vez en el asiento de atrás, mirando por la ventana.
Había dos hombres…
No, eran tres. Él se había inclinado y le había arrebatado el collar a su madre del cuello. Entonces se había vuelto como si la sintiera. Congelada, no podía moverse. Todo lo que podía hacer era rogar que el reposa cabezas del coche bloqueara su visión.
Entonces las sirenas de la policía habían inundado el aire.
El hombre en la tienda se había largado.
No, ellos se habían desvanecido donde estaban…
Una auténtica rabia la atravesó.
—¡Bastardo!
Él se rió.
—Haz que parezca una muerte humana, había dicho mi maestro. Si Palackas quiere vivir como uno, puede morir como uno. Y así lo hizo. Yo asesiné a su familia sabiendo que él no viviría sin ellos. Un poderoso demonio derrotado por un simple disparo a la cabeza… pero tú ya lo sabes, ¿no es así? Tú encontraste su cuerpo. Chillando de rabia, ______ (T.n) se volvió hacia él y le disparó una ráfaga de energía que le había enseñado Nicholas.
Kaiaphas lo esquivó y rió.
—¿No pensarás realmente que un truco tan deleznable funcionaría conmigo? —La afobeteó con fuerza—. ¿Sabes por qué tú madre nunca vino a verte después de su muerte? Me comí su alma, al igual que me comí la de tu hermano. Y ahora, voy a comerme la tuya.
—Prueba esto —ella lo cabeceó en los labios, partiéndoselos.
Él trastabilló. Dejando que el poder que había heredado de su padre la condujese, ella le dio una patada de tijera, golpeándole entonces lo bastante fuerte en los intestinos para levantarlo de sus pies.
La piel de Kaiaphas empezó a hervir cuando le salieron esos aserrados colmillos. Él esquivó su próximo puñetazo y la golpeó en el costado.
Levantándola por el cuello, la lanzó contra el suelo. Saliendo de la nada, él manifestó una espada.
______ (T.n) buscó un arma, una rama… algo.
No había nada a su alrededor.
—Prueba con esto.
Ella se sobresaltó al oír la profunda voz en su oído y encontrar allí un hombre que tenía un vívido ojo verde y otro marrón. Era magnífico y le tendía una pequeña espada.
Sin preguntar nada, alcanzó la espada. Al momento en que ella tocó la empuñadura, un débil brillo de poder atravesó todo su cuerpo.
Oyó voces susurrando en varios idiomas.
—______ (T.n) —esa era la voz de su padre.
—¿Papá?
—Cierra tus ojos, pequeña, y nosotros te guiaremos.
Confiando implícitamente en su padre, hizo lo que le dijo, y al momento de quedarse a ciegas, lo vio todo con claridad.
Incluso el viento era visible para el demonio en su interior.
Kaiaphas avanzó y ella lo paró. Cuanto más fuerte le lanzaba ráfagas contra su espada, más fácil le resultaba pararlo y luchar con él. Cuanto más lo desviaba, más furioso se ponía Kaiaphas.
—Vas a rogarme piedad, al igual que tu madre.
Ella rechinó los dientes hasta que oyó la voz de su padre otra vez al oído.
—La ira es tu enemiga. Avanza sin ira, pero con un propósito.
Y al momento en que lo hizo, su hoja cantó la verdad. Esta desvió el golpe de Kaiaphas y se enterró profundamente en el corazón del demonio.
—Eso es por mi madre —dijo ella, sus ojos llenos de lágrimas— Y por mi hermano pequeño cuyo futuro truncaste. Arde en el infierno, hijo de puta.
Ella arrancó la espada de su pecho, girándola mientras lo hacía.
Un instante después, él ardió en llamas. Sus gritos llenaron la oscuridad.
De repente, había alguien aplaudiendo detrás de ella.
______ (T.n) se volvió para ver al hombre que le había dado la espada.
—¿Quién eres?
—No hagas preguntas de las que ya sabes las respuestas.
—Eres Jaden.
Inclinó la cabeza ante ella en un gesto burlón.
Ella bajó la mirada a la espada que era diferente a cualquiera que hubiese visto antes. El mango negro tenía matices rojos. Rosas negras y enredaderas bajaban por la hoja curvándose ligeramente.
—¿Por qué me entregaste esto?
—Le prometí paz a tu padre. Le dije que ningún demonio lastimaría al último de sus hijos. Como te dijo Nicholas, no puedo matar yo mismo para cumplir un pacto. Sólo puedo proveer un medio.
Ella le tendió la espada, pero él se negó a cogerla.
—Eso pertenece a tu línea de sangre, demonikyn. Guárdala bien. La espada de un demonio es la mejor protección contra otros de su tipo. Con esto, puedes matar a cualquier demonio que venga a por ti o a por uno de los tuyos.
—Gracias.
Él se rió.
—No me lo agradezcas. No hago nada por lo que no haya pactado.
Él empezó a desvanecerse.
—¡Jaden, espera!
Se solidificó delante de ella.
______ (T.n) intentó hablar, pero las palabras no le salían. Quería hablarle acerca de Nicholas y aún así no podía.
—Él se entregó por ti —dijo Jaden en tono estoico.
—¿Qué?
—Eso es lo que querías sabes, ¿no? Nicholas permitió que Satara lo matara a cambio de dar su palabra de que te dejaría en paz. Entregó su venganza para mantenerte a salvo.
—No, él tomó su venganza.
Jaden posó una mano sobre su hombro, y en su mente, ella vio a Nicholas en Kalosis. Oyó las palabras pronunciadas con claridad y vio cuando él moría en los brazos de Kat.
—¡No! —gritó ella, incapaz de soportarlo— Tienes que ayudarlo.
—No hay nada que yo pueda hacer.
—Tú haces tratos. Nicholas dijo que tenías el poder para hacer cualquier cosa. Cualquier cosa.
—¿Qué estás sugiriendo?
—Si liberas a Nicholas del Tártaro, puedes quedarte con mi alma.
—¿Entiendes el trato que estás haciendo? Una vez que tome tu alma, serás propiedad de cualquiera al que le dé esa alma. Serás un demonio vinculado, sujeto a los caprichos de su maestro. No de tu propio destino, ni de tu futuro. Nada.
—No me importa. Nicholas murió por mí. No puedo dejar que le castiguen por eso.
—Él murió para mantenerte a salvo.
—Estaré a salvo mientras esté vinculada. Él tendrá lo que quería. Por favor, Jaden. No puedo vivir sabiendo que está siendo torturado.
—Muy bien —le tendió una daga—. Abre una vena, hermana.
Nicholas se emitió al dormitorio de ______ (T.n), esperando encontrarla allí.
Estaba vacío.
Cerrando los ojos, sintió presencias en el apartamento. No estaba ______ (T.n), pero sí Jesse y Gloria en la habitación de Jesse.
Sin pensar, se emitió allí para encontrar a los dos fantasmas completamente desnudos en la cama.
—Oh, dioses, estoy ciego —se apresuró en darles la espalda.
—¿No llamas?—dijo Jesse, hasta que se dio cuenta de que Nicholas estaba de vuelta— Oh, dios mío, estás muerto.
—No tan muerto como lo estás tú, chico-fantasma. ¿Dónde está ______ (T.n)?
—Salió a atender una llamada.
—¿Dónde?
—No lo dijo. Llama a Tate y pregúntale. Su número está en la nevera.
Nicholas los dejó para ir a la cocina donde rápidamente localizó la tarjeta de Tate. Cogiendo el teléfono fijo, marcó el número.
Respondió al segundo toque.
—¿Tate? Soy Nicholas. ¿Dónde está ______ (T.n)?
—Dijo que te habías ido.
—Sí, pero estoy de vuelta y estoy intentando encontrarla.
—Bueno, ella estuvo aquí hace un segundo. La vi cruzando la calle así que debería…
Usando sus poderes para rastrear la localización de Tate, Nicholas se manifestó en frente de él antes de que pudiera decir otra palabra.
Tate miró alrededor.
—Maldición, tienes suerte de que nadie te viera. Incógnito, chico, in-cóg-ni-to.
—No tengo tiempo para eso, necesito encontrar a ______ (T.n).
—Hey, Doc ¿Puede venir aquí un segundo?
—Te ayudaré a buscarla en un segundo —le dijo a Nicholas antes de ir hacia el oficial.
Nicholas gruñó antes de sentir esa abertura en el aire.
Jaden.
Un mal presentimiento pasó a través de él cuando se centró en ello y fue a buscarle.
Él dio la vuelta a la esquina y se congeló. ¡No! La simple palabra echó raíces en su mente cuando vio a ______ (T.n) en el suelo.
Aterrado, corrió hacia ella y la cogió en sus brazos. Pero al momento de tocarla, lo supo.
Estaba muerta.
Atravesó a Jaden con la mirada.
—¿Qué has hecho?
—Yo no he hecho nada. Lo hizo ella.
—No te atrevas a jugar a ese estúpido juego conmigo, Jaden. ¿Qué trato habéis hecho?
—Ella quería sacarte del Tártaro.
—Jodido bastardo. Yo ya estaba fuera del Tártaro.
—Lo sé.
—¿Lo sabías y aún así hiciste el pacto?
Él se encogió de hombros.
—Quería saber cuán lejos llegaría ella.
Una furiosa impotencia se extendió a través de él. Incapaz de pensar dejó a ______ (T.n) en el suelo y cargó contra Jaden.
Jaden lo cogió y le devolvió el golpe, sujetándolo al costado de una casa.
—Mejor te lo piensas dos veces antes de venir a por mí, demonio —la furia del infierno ardía profundamente en esos ojos de dos colores. Los colmillos de Jaden relucieron cuando habló en cortantes y escuetas palabras— Si ______ (T.n) hubiese permanecido con vida, tú la verías morir de anciana, mientras que tú continuarías viviendo eternamente en tu actual forma. ¿Es eso lo que querías?
Nicholas parpadeó con incredulidad.
—¿Qué?
Jaden le dio la espalda, entonces lo liberó. Sacó un pequeño tubo de una sustancia blanca del interior del bolsillo de su chaqueta.
—Ella es libre de su vida humana a partir de ahora. No envejecerá y no morirá.
—Pero está vinculada.
Jaden inclinó la cabeza.
—Sí, lo está —él se quedó mirando el alma de ella durante todo un minuto antes de tendérsela a Nicholas.
—¿Cuál es el precio?
—Vosotros dos me deberéis un favor. Un día, vendré a cobrarlo —cerró la mano de Nicholas sobre el tubo, entonces se desvaneció.
Nicholas no podía respirar mientras se quedaba mirando el alma de ella en su mano. No podía creer que Jaden hubiese hecho eso por ellos.
¿Por qué?
Eso iba en contra de todo lo que él sabía sobre el demonio pactante.
A caballo regalado no le mires los dientes. Sabía que Jaden lo había sabido, no había nada en el mundo o en cualquier otro que él no hubiese hecho para liberar a ______ (T.n).
Su corazón latía de alegría, llevó el vial al cuerpo de ella y liberó su alma.
Ella abrió los ojos y se quedó mirándole.
—¿Nicholas?
—Tu peor pesadilla ha regresado.
Jaden se tomó un momento para volver a mirar a Nicholas y ______ (T.n) los cuales se sostenían el uno al otro con todo lo que tenían.
Él recordó una época en la que había hecho lo mismo.
—Hagáis lo que hagáis, no os traicionéis el uno al otro.
La banda sobre su cuello se calentó y lo perforó. Dando un respingo, los dejó y regresó a su maestro. Los vientos abrasadores le cortaban el cuerpo cuando se paró, esperando.
—¿Qué has hecho?
—Mi trabajo.
Una ráfaga invisible le laceró la mejilla hasta el hueso. Jaden maldijo ante el dolor de la herida.
—Pero sin valor. ¿Dejaste ir a la hija de Palackas?
—Cumplí un pacto que fue hecho de buena fe.
Otra ráfaga lo cortó tan profundamente a través del torso que lo forzó a ponerse de rodillas.
—Tu compasión me disgusta.
—Sí, bueno, tú tampoco me emocionas exactamente— Jaden se dio cuenta que debería haberse guardado su opinión para sí mismo cuando fue lanzado contra la pared.
—Un día, perro, aprenderás obediencia.
Jaden tragó cuando sus ropas le fueron arrancadas. Sabía que castigo estaba por llegar e iba a dolerle como el infierno.
Sí, Nicholas y ______ (T.n) le debían más de lo que podían siquiera soñar.
Nicholas suspiró cuando se derrumbó contra ______ (T.n) quien estaba todavía ronroneando de satisfacción.
—Me gusta el sexo demoníaco —dijo ella, rodando para sujetarlo a la cama.
—Te dije que lo haría.
Ella se rió, entonces lo besó sin pensar.
—Gracias, Nicholas.
—¿Por qué?
—Por intentar protegerme.
—Yo no fui la que comerció con mi alma para sacarme del infierno.
—No, pero diste tu vida para mantenerme a salvo. Creo que eso nos pone a la par.
Él acunó su cara en las manos.
—Te amo, ______ (T.n). Y juro con cada parte de mí que jamás dudarás de eso.
Ella cogió su mano derecha en las de ella y le besó los nudillos.
—No te preocupes, no lo haré.
______ (T.n) sonrió antes de tenderse boca abajo sobre él y mantenerlo cerca. Cerrando los ojos, se dio cuenta de que Nicholas le había dado mucho más que su amor. Le había dado una familia y le enseñó cosas sobre ella misma que nunca había conocido.
Por primera vez en su vida, tenía un verdadero futuro hacia el que mirar.
Y una familia que estaría con ella sin importar el qué.
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
CHICAS:
No creo que ustedes sigan siguiendo esta novela, pero la encontre, y decidi subir los dos capitulos que quedaban, como ven... No contiene epilogo, espero que les haya gustado, gracias por los hermosos comentarios, son unas verdaderas lectoras, no creo que siga con esta saga, pero si la sigo tratare de avisarles, MUCHAS GRACIAS por todo, de nuevo. Las amo hermosas lectoras (:
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Todavia no la termine de leer
Pero ya termino?? Adoro a los
Darm hunters sigue subiendo si puedes
Si quieres :(
Pero ya termino?? Adoro a los
Darm hunters sigue subiendo si puedes
Si quieres :(
#Fire Rouge..*
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Floopii.xoxo escribió:Todavia no la termine de leer
Pero ya termino?? Adoro a los
Darm hunters sigue subiendo si puedes
Si quieres :(
Sii, ya termino :T
Belieber&Smiler♥
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
Ohhh no puedo creer que se termino :(
Bueno, igual me ha encantado :P
Yo adoro esta saga asi que estare pendiente a ver si subes otra ;)
Bueno, igual me ha encantado :P
Yo adoro esta saga asi que estare pendiente a ver si subes otra ;)
maiih* [:
Re: "Dream Chaser" (Nick&Tu)
si yo tambien es toy sorprendida por q ya aya terminado y
estare pendiente por si sigues la saga :D
estare pendiente por si sigues la saga :D
angie.lore6
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