Quinientos Mil Euros (Larry Stylinson - One Shot)

Quitó con cuidado sus prendas en medio de un baile sensual. Rodillas a los costados de las caderas de Louis, mirada fija, azul con azul, un destello de luz erótico. ¿Quién era Niall Horan? "Un buen amigo", le respondió el recuerdo de Louis Tomlinson en su cabeza, en medio de aquella cena en dónde habían pactado el trato que lo ponía ahora mismo en un sillón, con una copa de vino, degustando el baile que Niall le ofrecía a Louis... y a Harry.

Oh no. ¿En qué se había metido? ¿Qué estaba haciendo ahí?

El mayor de los tres empujó con cuidado su miembro a través del esfínter del menor de todos. La mezcla de emociones internas estaba por causarle a Harry una conmoción cerebral. Louis abrazaba al pequeño hombrecito que se le posaba en el miembro con tal destreza que pareciera que llevara años de práctica en el arte de dejarse follar por Louis. Niall fijó una mano entorno a la nuca de Louis y otra entorno a su cintura, abrazándolo completamente de espaldas mientras seguía, a ritmo lento, subiendo y bajando por el miembro del mayor, regalándole a Harry la vista plena de su cuerpo rubio. Lou, en tanto, le comía el cuello a Niall como si la vida se le fuera en ello. "¿Excitado, Harry?", se atrevió a sugerir una voz en su cabeza inquieta.

Harry no le quitaba la vista de encima a la escena. Louis profanaba el cuerpo de Niall mientras él lo disfrutaba sumergido en el placer de tener al mayor empotrándolo, ambos arrodillados y cubiertos por un extraño abrazo. Niall gemía y Louis respiraba hondo, ambos actos se intensificaban a medida que las embestidas se hacían más prominentes. Harry desvió la vista y tragó saliva sabiendo que eso era lo que le esperaba. ¿Por qué había accedido a ésto? ¿Realmente valía la pena entregar su cuerpo por quinientos mil euros? ¿Realmente los necesitaba tanto? ¿O es que realmente quería sentir dentro a Louis? ¿Llevaba todo este tiempo convenciéndose a sí mismo de que las razones para aceptar el trato eran meras cuestiones monetarias? Muy en el fondo, una sola parte de sí, sabía como él, que había accedido a ésto por curiosidad y deseo, y que cualquier otra razón sería mero pretexto. "¿Excitado, Harry?", volvió a sugerir esa atrevida voz en su cabeza, alterandole los nervios y haciéndole circular de prisa la sangre.

Louis quitó sus labios de la piel blanca del más chico y dirigió su mirada hacia Harry encontrándose con sus verdes ojos emanando calentura. Cesaron las embestidas. Louis salió de Niall para depositarlo en la cama jadeando con el orgasmo a punto de salir por la punta de su pene. Se paró de la cama y caminó en dirección a Harry. Pronto todos los sentidos de Harry se vieron abrumados por la lujuria y el miedo a sabiendas de que había llegado la hora. El mayor desabotonó uno a uno cada circulo de su camisa y la dejó caer a sus pies para patearla lejos, siempre con la mirada fija en Harry y con Harry fijo en él. Extendió las manos para empezar a desabotonar la camisa de Hazz y quitarla de su cuerpo caliente de deseo, hirviendo en ganas de ser follado por Louis Tomlinson y Niall Horan. 

—Levántate —ordenó. Harry fue obediente. —Ahora... —dijo acercándosele, paseando su mano por todo el largo del cierre de su pantalón, sintiendo la erección que Harry no podía esconder más —voy a intentar no lastimarte —sonrió acercando mucho sus labios a los de Styles, tirando de su cierre y quitando el seguro, haciendo que la tela cayera por el largo de sus exquisitas piernas, gruesas y viriles. 

Descendió hasta quedar en cuclillas y tiró del resorte para que los calzoncillos de Harry se unieran a su pantalón. Su erección era prueba de lo excitado que estaba y de que estaba dispuesto a lo que fuera que el castaño le deparara. Necesitaba el dinero y ahora mismo, más que nada en el mundo, necesitaba de los cuerpos de sus dos compañeros... dentro suyo. Moría por sentir su sudor, su pasión y su calor recorriéndole el cuerpo entero, por pagar su deuda con el señor Tomlinson. Louis introdujo de un sólo golpe el pene de Harry en su boca, saboreando el delicioso sabor a Styles, a su piel y a su lujuria. El deseo de aquel se acomodó en su cuello, en sus caderas, en sus pezones y en el resto de su piel deseosa de tener a Louis... dentro.

Harry no podía alojar dos emociones tan contrarias en sí mismo. Necesitaba depurar una de ellas cuánto antes. ¿Pero cuál? ¿La culpa o el deseo? Louis le comía la entrepierna buscando que él se descargara por completo. ¿Pero cómo podría hacer tal cosa? ¿Cómo en esta situación? Sentía como si estuviera vendiendo su cuerpo, como si se le estuviera entregando a algún proxeneta. Se sentía sucio. Pero ni la mezcla de mil emociones podría detener el orgasmo que se le acumulaba en la punta de su hombría. Hasta que Louis paró, le sonrió y se irguió para tener a Harry viéndole a los ojos de nuevo. Limpió el pre-semen de Harry  y su saliva con su pulgar.

—¿Te ha gustado?

—Sí —musitó Harry envidenciando su placer.

—Sólo estamos calentando —rió y cesó su emoción de golpe, convirtiendo el azul de sus ojos en algo aterrador. —Date la vuelta —otra vez, Harry fue obediente. —Muy bien Harry, no me he equivocado contigo —sentenció como quien juzga una obra de arte. —Niall... —se dirigió al rubio caminando hacia él, Harry continuó de espaldas —mostremosle a Harry los placeres del ménage à trois. Harry ven. 

Al voltear vio sus miedos cobrar vida, pronto dos hombres le follarían sin pensárselo dos veces. Lo peor: la idea le encantaba.

Se acercó a ellos quitándose las zapatillas y las calcetas. Louis le extendió una mano y Harry posó la suya encima. Niall se levantó de la cama y dio un paso hacia Harry, lo miró a los ojos y puso un dedo en su boca. Sonrió.

—Mójalo —demandó. ¿Harry?... Harry fue obediente otra vez.

Niall deslizó su dedo fuera de la boca de Harry cuando la saliva lo cubría por completo y lo rodeó con la sonrisa aún pintada en su angelical carita. Hazz notó la mano seca del menor en su abdomen y su respiración en el cuello, luego, el dedo empapado dirigirse a lo más hondo de su cavidad anal. Se quejó pero se abstuvo de gritar, relajó su cuerpo lo mejor que pudo y miró a Louis, completamente excitado.

—¿Te gusta?

—M-Me e-encanta —tardó Hazz en contestar, poco a poco su pudor iba desapareciendo. Louis le regaló su sonrisa más perversa. Mientras, el dedo de Niall se removía en su interior, de un lado a otro, explorando cada centímetro de aquel sitio en el cuerpo de Styles. Cerró los ojos y disfrutó de las sensaciones que el menor le inducía. Louis tomó entre sus expertas manos el miembro de Harry golpeandolo contra el suyo para después sobarlos a la par, haciéndole sentir que podría descargarse en cualquier minuto, acercó su boca al cuello de Hazz y susurró muy quedito: Bienvenido Harry.

—Sube —lo invitó Louis cuando Niall terminó de dilatar el esfínter de Harry casi por completo.

Harry le sonrió y le obedeció al instante. Cualquier pensamiento que le hubiera impedido hacer lo que estaba por hacer había desaparecido de su mente para siempre. Finalmente, deseaba hacer ésto con o sin deuda. Los quinientos mil euros eran un medio para llegar a un fin. Un plus. Mataría dos pájaros de un tiro internándose en el mundo de Louis Tomlinson. De cualquier forma, con deudas o sin ellas, habría tenido que encontrar la forma de llegar a la cama de Lou y ser compartido, porque lo deseaba más que nada en el mundo en ese instante, por llevaba mucho tiempo deseándolo, porque por fin sus deseos serían consumados. Quinientos mil euros, la excusa perfecta. El pretexto que necesitaba.

Louis lo acompañó seguido de Niall. Acomodó a Harry dando instrucciones precisas hasta que su inexperto amante quedó poniendo todo su peso en sus codos y sus rodillas. Niall tomó posición frente a Hazz dejando su erección de frente a su rostro, justo a la altura de sus labios. Louis tomó sus caderas hincado detrás de Harry, listo para lo que estaba firmado. Dispuesto a desquitar sus quinientos mil euros. 

—Penétrame —aclamó Harry. Louis fue quien obedeció esta vez. 

Enterró poco a poco su erección en el dilatdo orificio de Harry haciéndolo gemir, haciéndolo sentir como un pedazo de placer, un mar de lujuria y deseo. Niall guió la cabeza de Harry a través de sus rizos hasta su propia erección invitándolo a que la chupara.

La inquieta pero inexperta lengua de Harry fue apoyada por el movimiento de su cuerpo entero haciendo que pudiera jugar con ambos miembros al mismo tiempo. El mundo de Harry Styles hoy era literalmente invadido por dos hombres condenadamente atractivos que le hacían gozar del mismo modo que él a ellos. La escena le resultaba abrumantemente libidinosa. Estaba siento profanado por dos hombres exquisitos y la idea de proporcionarles un placer tal como el que él sentía le excitaba excesivamente. Con la avidez que le caracterizaba y la destreza que había adquirido Louis fue haciendo de sus embestidas un constante cielo mientras que con su mano masturbaba el pene de Harry para que las sensaciones se intencificaran. Niall se movía con sensualidad y varonilidad, una mezcla interesante para alguien que gemia como una puta ante los mordizcos y lambidas de Harry. Aquella cama se convirtió en ese momento en un altar de placeres, en un tributo a los dioses, en un cuadro perfecto, en una obra perfecta con un valor de quinientos mil euros. 

A Harry le estaban volviendo loco aquellos hombres que le violaban el cuerpo de forma inaudita. Debía ser pecado aquel placer que se le propagaba en el cuerpo, ¡debía de serlo!, y seguro que lo era. Aunque eso ya no importaba, no cuando había tanto placer en juego, no cuando los tres se encontraban disfrutando. 

Harry etendía a lo que se refería Louis con aquello de «la fórmula del absoluto placer». Ahora lo entendía con total plenitud. Quinientos mil euros y el orgasmo de su vida, había sido definitivamente su mejor trato.