Burlesque Love. {Harry Styles}

→ Nombre: Burlesque Love.
→ Autor: CouldBeReal (yo).
→ Adaptación: No.
→ Género: Drama, Romance, de todo un poco.
→ Advertencias: Lenguaje subido de tono y escenas eróticas. 
→ Otras páginas: No.


                                 Burlesque Love.
  
                                    

                                  Sinopsis.

 Bonnie White es la esposa de un importante empresario de los Estados Unidos de América, Nicholas White. Aunque ella, no sentía lo mismo que Nick, aceptó ser su esposa, por el dinero y el cariño que el le daba ciegamente. De noche, Bonnie, se convertía en Ashley en el burlesque de su mejor amigo, Dylan, sin que su marido sepa. Una noche, un sujeto llamado Harry, la vio moverse en ese vestido rojo, que le encajaba a la perfección y con una máscara cubriendo la mayor parte de su cara pero no le importó, ya que se enamoró de esa excéntrica morocha y desde esa noche, iba solo al burlesque por ella, pensando que para Bonnie él era otro baboso cliente, que solo anhelaba tenerla en sus brazos, como muchos. Pero el no estaba en lo correcto.
 

 Este..hola. Es mi primer novela acá, o sea publicándola en internet ya que han vivido en mis cuadernos, y espero que les guste. Si no se entendió la sinopsis, en el resto de la novela, entenderán. No subo muy seguido, tengo muchos problemas pero con las vacaciones de invierno, puede que suba bastante seguido. Ah, me llamo Selene (si, bastante raro, ya sé) y soy de Argentina. Un beso. 

Hola nueva lectora
si necesitas chicas para Nialler 
avisame

Lo siento chicas, pero no necesito. O no por ahora. Les avisaré si necesito.

Uhhh, nueva lectora /o/
Siguelaa:33'

Capítulo I
 


—A ella.—la señaló el cliente.
—¿La morocha?—preguntó el dueño del lugar, contando los billetes en sus manos.
—La morocha de ojos verdes.
—¿La del vestido rojo?
—Sí, ella.
—No...ella no.—miró al muchacho de mirada grisácea.
—¿Por qué no?
—Mira...—comenzó a explicar el dueño.
—Harry.
—Mira Harry, hay más mujeres, elige otra, ¿vale?—terminó de explicar, palmeando el hombro de su cliente.
—Pero yo la quiero a ella.—insistió Harry.
—No. Y si vuelves a insistir te sacaré a patadas de aquí y me aseguraré de ponerte en mi lista negra.—amenazó, bebiendo el líquido transparente del vaso.
—¿Puedo saber su nombre?—preguntó Harry, sabiendo que claramente estaba sacando a Dylan de sus casillas.
—Ashley se llama. Ahora, ¿qué te parece la rubia de plumas celestes?—empezó a negociar.
—Saluda a Ashley de mi parte. Trae a la rubia.—ordenó, sacando billetes de 100 de su bolsillo delantero, para entregárselos a el dueño.—Espera, ¿cómo te puedo contactar si vuelvo aquí?
—Pregunta por Dylan.—contestó con una sonrisa, aceptando el dinero satisfecho.—Ahora la traigo.—dijo para encaminarse hace detrás del escenario, ya que el show había acabado, dónde en el gran cuarto las bailarinas se encontraban cambiándose, algunas para irse a casa y otras para estar más cómodas el resto de la noche.
 No era la primera vez que Harry iba al Burlesque, por supuesto pero era la primera vez que estaba sobrio y había mantenido una conversación normal con Dylan. Y no era la primera vez que miraba a Ashley, desde el primer día siempre la deseó y siempre molestaba a Dylan con líneas cómo, "qué sexy es la de rojo" o "no me importaría tener a la morocha de rojo en mi cama, algún día", a lo que Dylan se limitaba a no darle importancia ya que estaba borracho y mañana no lo iba a recordar.
 Dylan golpeó la puerta del gran cuarto, decorado con diferentes tonos de rosa, cómodo, "sólo para ellas" según el. Y entró con una encantadora sonrisa pegada al rostro.
—Hola preciosas.—saludó besando cada una de las mejillas de sus bailarinas.
—¡Dylan! ¡Cariño!
—¡Que sorpresa!—gritó Amelie. Y de verdad lo era, Dylan casi nunca iba al camarín de las chicas porque, además de que él era homosexual y no le interesaba nada de lo que veía, le gustaba darle privacidad y hacerlas sentir cómodas.
—Ashley, un tal Harry te manda saludos.—le dijo a la morocha, mientras las demás bailarinas silbaban y gritaban, haciendo que ella se sonroje.
—¿Te preguntó por mí?—preguntó tímida, colocándose su remera ancha de color negro.
 Era inusual el pedido privado hacia las bailarinas, ya que la mayoría del público masculino le daba billetes a Dylan y el iba a buscar a una, cualquiera, de las bailarinas o les hacia señas para que vayan con el muchacho o hombre. Ashley o Bonnie estaba en todo el derecho de estar sorprendida, como las demás pero sólo Dylan sabía que ella no iba a aceptar ir con Harry, ya que estaba casada y "trabajaba" en el Burlesque de su mejor amigo porque le encantaba bailar y exhibirse. 
—Sí, demasiado diría yo.—contestó apoyándose en el escritorio de Vanessa, otra bailarina.
—¿Y qué le dijiste?—continúo preparándose para irse.
—Nada, solo le dije que te llamabas Ashley.
—Bueno, si lo vuelves a ver, dile gracias.
—¡Vamos, Ash! Ve a hablarle.—animó Lucile.
—Sí, y tengan sexo.—comentó riendo Marilyn.
—No...no, de verdad.
—Pues hoy no, quiere a Camille.—informó Dylan, para que Camille se comience a preparar.
—¿De verdad me quiere a mí?
—Bueno...yo le comenté de ti y sin dudarlo, aceptó. Pero de verdad te quería a ti, Ash.—le dijo, a lo que la muchacha lo miró incrédula.
—Dylan, mi amor, dile que venga el próximo fin de semana, Ashley dirá que sí.—
—¡Vanessa! ¡Dylan no le digas eso!—exclamó molesta Bonnie.
—Ya es tarde, se lo diré ahora.
—¡Dylan!
—¡Vamos, Camille!—apuró a la rubia, ignorando los pedidos de Bon.
—¡Ya voy!—salió del baño, arreglándose el corpiño tejido con lentejuelas celestes, resaltando sus atributos.—Ya.
—Está en la barra, es bastante alto, tiene rulos y tiene una chaqueta negra.
—Bueno. Adiós.—dijo Camille para luego salir de la habitación.
—Me voy chicas, adiós.—dijo Bonnie, despidiéndose de todos.
—¡Espera! Me voy contigo.—la paró Dylan. 
 Salieron juntos por la puerta de emergencias, como siempre, para que nadie los vea.
—Eres un idiota Dylan, un terrible idiota.—le dijo molesta, acomodando su abrigo y la bufanda. Las noches de Londres eran frías y, si no te encontrabas en un lugar transitado, eran oscuras. Pero Dylan solo tenía una musculosa blanca abajo del saco negro, unos jeans y nada de frío.
—¿Por qué?—preguntó, mientras caminaban por la vereda mojada. Los tacos de Bonnie sonaban cuando ella se callaba.—¡Dime, Bonnie!—exclamó agarrándola del codo bruscamente, haciendo que ella pare de caminar y lo mire.
—"Hoy no, quiere a Camille".—lo imitó y siguió caminando seguido por él.—Estoy casada Dylan, por el amor de Dios. No va a suceder ni hoy, ni mañana, ni nunca.
—Pero las demás no saben eso. Deben pensar que eres lesbiana o algo.—dijo para caminar a la par de ella.
—¡Pero tú si lo sabes! Y que piensen lo que quieran pensar de mí, Dylan.
—Además, no lo amas a Nick, Bonnie.—dijo fríamente, a lo que ella dejó de caminar bruscamente , dirigió su mirada verdosa a la celeste de él y levantó su mano para pegarle en la mejilla pero fue detenida por el, que le agarró las muñecas.—Me ibas a pegar porque lo que dije es verdad.
—No, te iba a pegar porque no eres quién para decir lo que siento o no por Nick.
—Entonces, dime que lo amas.
 Bonnie entró en una guerra con ella misma. Nick siempre le decía que la amaba, a lo que ella se limitaba a sonreís o muy de vez en cuando a decir un inaudible "yo también". Pero a él no le importaba, porque ella estaba con el, era de él. Él le daba todo lo que ella quería, hasta lo que no necesitaba y Bonnie era feliz, pero sabiendo que no lo ama y que sólo está con el porque lo hace feliz, le hace mal y se siente peor cuando su mejor amigo se lo recuerda.
 La morocha miró al suelo, aún siendo sujetada por Dylan.
—Lo amo.—susurró, mientras sentía como las lágrimas se comenzaban a acumular en sus ojos.
—Mírame a los ojos y grita que lo amas.—le ordenó.
 Bonnie apretó sus ojos, haciendo que las lágrimas caigan al suelo y levantó su cabeza para mirar a Dylan a los ojos.
—¿Por qué haces esto? Sabes lo mal que me hace.
—Porque Harry es perfecto para ti. Y muchos chicos más, no Nick.
—Pero Nick...
—No te estoy diciendo que termines ya con el. Ve despacio pero hazle saber lo que tu sientes.—le aconsejó soltando sus muñecas.
—Bueno.—aceptó Bonnie, secando las lágrimas restantes en sus mejillas.
—Ah y conoce más a Harry.—sonrió Dylan, haciendo reír a la casada.

Hola hermosa
me encanto el capitulo 
espero que la sigas pronto 
kiss