"Tú Fuiste mi Pasado mas Doloroso..Hoy no se lo Que eres (Joe&Tu)"

Capitulo Final-.

***: Eso sería imposible.

Su voz se apodero en cuestión de segundos de nuestra completa atención.
Sentía un nudo en la garganta, un nudo que no se libraba, se mantenía quieto, con miedo a pronunciar una palabra. Era como estar alucinando, pero a decir verdad, era la alucinación más hermosa y llena de paz que podría desear mi mente.

Sonreí sin esperarlo, sin poder evitarlo. Mi cabeza negó al instante, intentando quitar su mirada de mi cabeza. Esta simplemente no obedecía, no quería razonar, era valiente, aún más valiente que el nudo que aún mantenía a mi voz reclusa entre sus garras.

Entonces ella sonrió también, llenando ahora mi cuerpo con un suspiro de alivio.

Joe: ___(Tn)…-susurre con dificultad.
Kevin: -Fingió toser-. Iré a hablar con el Doctor –camino hasta la puerta.
Nick: Te acompaño.

La puerta de la habitación se cerró detrás de ellos. ___(Tn) los miro con un brillo en sus ojos, el brillo que ahora llenaba todo su rostro. Giro de nuevo su mirada hasta la mía. Sus pasos la acercaron hasta la parte final de la cama.

Tu: Me alegra que ya estás bien –menciono con voz suave.
Joe: A mí me alegra verte aquí –sonreí.
Tu: Ibas a buscarme cuando todo esto sucedió, ¿para qué?
Joe: Chris me dijo que te irías.
Tu: Así que… ¿por eso ibas a buscarme?
Joe: No me iba permitir perderte una vez más.
Tu: ¿Qué habrías hecho si me hubiera ido?
Joe: Ten por seguro que te buscaría hasta debajo de las piedras.
Tu: Pensé que todas las cosas habían quedado en claro cuando me dejaste.
Joe: Esa noche me comporte como un estúpido, estaba dolido porque me mentiste, nunca me di cuenta de que yo era el culpable de eso.
Tu: Lo siento.
Joe: ___(Tn), tu no debes disculparte por nada, el que debe pedir disculpas soy yo.
Tu: ¿Sabes por qué no pude irme? –Sus ojos brillaban.
Joe: -Negué con la cabeza.
Tu: Un día antes me entere de algo que me impedía marcharme.
Joe: ¿De qué?
Tu: De que te amo –limpio una lágrima que recorría su mejilla-.

Mis labios esbozaron una sonrisa al escuchar esa confesión. “Joseph, ella te ama, a pesar de todo te ama”, las palabras de Nicholas llenaron de inmediato mi mente. En ese momento la palabra amor no había tenido tanto significado como ahora. Ahora que sus labios lo pronunciaban. Ahora que comprendía el coraje que llevaba dentro de ella, el coraje que le había permitido amarme de nuevo, amarme a pesar de todo.

Joe: ¿Me amas? –Dije con nerviosismo.
Tu: -Asintió-. Pensé que sería mejor elegir otro camino, alejarme de todo, pero no pude sacarte ningún minuto de mi cabeza, no quiero otro camino, el único que quiero es a tu lado.

Sonreí con una cierta dificultad a creer lo que estaba sucediendo. Estire mi mano esperando que con una caricia o con el más simple roce de su piel, me convenciera de que no estaba soñando. Ella la tomo sin pensarlo. Rodeo la cama para permanecer a mi lado. Acaricio con cierto temor mi mejilla. Sonrió al notar como mis mejillas se mojaban por las lágrimas que mis ojos desprendían de felicidad. Bese con delicadeza la parte dorsal de su muñeca.

Tu: No llores –limpio mis mejillas.
Joe: No puedo evitarlo, es que no imagine que me sentiría así…tan feliz. Por favor ___(Tn), por favor perdóname por todo, empecemos de nuevo, olvidemos todo el pasado y comencemos de cero.
Tu: No podemos olvidarnos de todo –sonrió-. Olvidaremos lo que nos impida ser felices, pero, no olvidemos los momentos que nos hicieron felices.
Joe: –Bese de nuevo su mano-. Te amo, quiero vivir mi vida a tu lado, al lado de mi hija –reí-. Ahora soy padre –reí una vez más.
Tu: Prométeme que esta vez será para siempre –tomo mi barbilla.
Joe: Lo prometo. Juro que haré todo lo posible para mejorar, para convertirme en el hombre que ames sin errores, para ser un buen padre, me esforzare, lo prometo.
Tu: ¿Entonces? –Sonrió con ternura.
Joe: Cásate conmigo –mencione con seriedad.
Tu: ¿Casarnos?
Joe: Sí, quiero estar siempre con ustedes.
Tu: Pero…-se quedó en silencio.
Joe: ¿Qué pasa?
Tu: Es que yo…yo nunca imagine que algo así pasaría –se alejó un poco.
Joe: ¿No quieres casarte conmigo?
Tu: ¡No! –Me miro-. Digo…sí, sí quiero –continuo nerviosa-. Es solo que…
Joe: ¿Tienes miedo?
Tu: Creo –sonrió.
Joe: Prometí que estaríamos juntos por siempre.
Tu: -Asintió-. Tienes razón –rió-. Perdóname…creo que sigo siendo una adolecente.
Joe: -Tome su mano-. ¿Eso es un sí?

Su sonrisa nerviosa se esfumo para dar pasa a un gesto con algo más de seriedad. Se acercó con desdén hasta mi rostro. Su respiración chocaba con la mía, lograba sentir su corazón palpitar con fuerza sobre mi pecho. Su mirada permanecía fija, esperando una respuesta. Con solo un movimiento de mi mano sus labios estaban ahora unidos a los míos.
Se alejó unos centímetros y con voz temblorosa logro pronunciar.

Tu: Sí, quiero estar contigo por siempre, quiero ser solamente tuya –busco mirada-. Te amo…-susurro sobre mis labios.
Joe: Y yo –la bese de nuevo.

-Años Después-.

Joe: ¡___(Tn)! ¡Amor! ¡Ya estoy aquí!

Deje las cosas que llevaba en mis manos sobre el perchero del vestíbulo. Lleve entonces mi mirada hasta las siguientes habitaciones, todas ellas estaban repletas de oscuridad y silencio. Subí las escaleras con rapidez, lo cual provoco que tropezara. Maldecí a lo bajo y continúe subiéndolas para encender la luz del pasillo. Solamente el primer dormitorio emitía sonidos y un poco de luz.
Sonreí al ver la foto que permanecía colgando de la puerta. En el marco sobresalía una pequeña nota que llamo por completo mi atención. La tome para después prestar atención de nuevo a la foto.
Eran recuerdos cercanos los que abundaban en mi cabeza, ya que había sido tomada apenas unos días atrás. En ella estamos ___(Tn), Amira y yo. La sonrisa de ellas dos lleno de brillo mis ojos.
Amira, mi hija. Con los años no ha quedado duda que es lo mejor que pudo haberme pasado. Ser padre en un principio no fue nada fácil. Mucho menos fue fácil ganarme su cariño, pero ahora las cosas iban mejorando de poco a poco, ahora me llamaba papá, me demostraba su amor con pequeños abrazos, o dibujos.
___(Tn) por su parte hacia lo posible porque la relación entre los dos funcionara. Y vaya que teníamos resultados.

Levante la nota hasta mi vista.

“Amira te dirá donde estoy, no preguntes nada más ya que no te dirá nada. Te espero. Te amo…___(Tn)”

Joe: ¡Por Dios!

Reí al mismo tiempo que abría la puerta de la habitación de Amira. Ella estaba sentada en el filo de la cama, me miraba fijamente con una sonrisa traviesa en su rostro. Lleve una de mis manos a mis espaldas y con la otra enseñe la nota a Amira, entonces su sonrisa parecía divertida.

Joe: ¿Qué planean señoritas? –Me senté a su lado.
Amira: Mamá dijo que no te dijera nada –rió.
Joe: Mmm… ¿de verdad? –Levante un poco mis cejas.
Amira: Sí.
Joe: ¿No le dirás nada a tu padre?
Amira: Papá –se puso de pie-. Ella está en la casa del jardín.
Joe: Y… ¿qué hace allá?
Amira: -Levanto sus hombros-. No lo sé.
Joe: ¿No lo sabes? –Camine hasta ella.
Amira: -Se alejó negando.
Joe: De acuerdo –fingí-. Entonces no iré.

Deje la nota sobre la cama y salí de la habitación bajando las escaleras. Amira me siguió con la pequeña nota en sus manos. Jalo de mi camisa logrando que yo me detuviera.

Amira: Papi, es una sorpresa –hizo un pequeño puchero.
Joe: No me gustan las sorpresas –conteste indiferente.
Amira: Pero, está te gustara mucho –dio pequeños saltos.
Joe: ¿En serio? ¿Qué tanto?
Amira: Tanto como amas a mamá.
Joe: Woo, eso suena muy interesante.
Amira: ¡Papá! –Levanto la voz.
Joe: Bueno, está bien, iré.

Tome la nota de su mano. Despeine un poco su cabello y termine de bajar las escaleras para salir al patio trasero. Lo cruce con rapidez ya que corría un viento frío. Al llegar a la pequeña casilla observe por las ventanas principales, por ellas no se percibía nada fuera de lo normal, solo un montón de libros y un gran escritorio que me serbia como oficina.
Confundido abrí la puerta principal hasta llegar al interruptor de la luz.

Joe: Bien, amor, ya estoy aquí, ¿qué pasa?

Me quede unos minutos en silencio, el mismo que se apodero de todo el lugar. Suspire con menos paciencia yendo hasta el escritorio. Tome asiento mirando a todos lados, algo de nuevo llamo mi atención. Está vez eran varias hojas que se encontraban separadas por todo el escritorio.

Joe: ¿___(Tn)?

De nuevo el silencio.
Tome un par de hojas y preste un poco de atención sobre ellas. Bueno, no eran para nada desconocidas para mí. Todas ellas me pertenecían, estaban escritas con mi letra, con mis pensamientos, con fecha y hora de su creación. “¿Mis canciones?” Las mire de nuevo, ahora observando algo distinto en ellas. En la parte trasera había varias palabras y números. De nuevo las desmorone por todo lo ancho de la mesa, al mismo tiempo que las ordenaba por los números.

Joe: Si al verte tiemblo, si solo te pienso y si estar contigo es lo único que quiero, mira hacia el cielo y veras cuanto te anhelo…

Levante mi mirada con confusión hasta el techo. Este era de cristal y gracias a eso logre observar a través de él. Mis labios se abrieron como expresión de asombro. El cielo estaba repleto de estrellas. Estrellas que brillaban como nunca.

***: ¿Te gusta mi sorpresa?

Un aliento cálido me hizo sonreír. Baje mi mirada y me encontré con su ojos, los cuales estaban destellantes como la noche.

Joe: ¿Cuánto te llevo hacer esto? –Sonreí.
Tu: No importa –beso mi mejilla-. ¿Te gusto?
Joe: Me encanto –acaricie su mejilla-. Eres sorprendente amor.
Tu: Aún falta algo –levanto sus manos-. Tómala.
Joe: -Tomé la larga cajita-. ¿Qué es?
Tu: Averígualo.
Joe: De acuerdo –quite el moño y la abrí con paciencia.
Tu: Apresúrate –rió.
Joe: Tranquila –reí-. ___(Tn)…por Dios –la mire asombrado.
Tu: ¿Sí? –me abrazo-.
Joe: ¡Está positiva! -Tome su mano.
Tu: -Beso mi mejilla-. Lo supe esta tarde, ¿te gusto tu otra sorpresa?
Joe: Esto es lo mejor.

Me puse de pie aún tomando su mano con delicadeza. Me arrodille frente a ella levantando un poco la blusa que llevaba puesta. Su piel se erizo al sentir mis manos sobre su vientre.

Joe: ¿Vamos a tener un hijo? –Pregunte emocionado.
Tu: O una hija –sonrió.
Joe: ¡Dios! No puedo creerlo aún –quede a su altura de nuevo.
Tu: No me dejaras esta vez ¿verdad Joseph?
Joe: La única forma en que te dejaría, sería entando muerto –bese sus labios.
Tu: -Se alejó un poco-. Te amo.
Joe: Y yo, ahora y siempre te amare.









FIN