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One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
PERDON TUVE UN PEQUEÑO ERROR BN ENSERIO NO HAY RENCORES??? OK......TE QUIEROOOOOOOOOOOOmichu escribió:la sigo ahora y aunque no me dejaste con zayn y eso que yo te lo habia pedido primero :muere: la voy a seguir para que veas que no hay rencores jejee bueno no te sigo aburriendo la sigo ahoranachita directioner escribió:WIIIIII SIGUELAAA TE GUSTO MI NOVE :omg: NO LO CREOOOOOOO AAA BESHITHOOOOS BABY SIGUELA
nachita directioner
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Maratón 1/5
Capítulo 70
Me observé fascinada frente al espejo. Aquel vestido púrpura oscuro envolvía mi piel de forma exquisita, acentuando delicadamente cada curva estratégica. Sólo un par de centímetros por encima de las rodillas y algo de espalda desnuda. Admito que mamá había hecho una buena elección.
El maquillaje en proporciones adecuadas y el cabello suelto, una sedosa cascada.
Sonreí. Siempre he sabido que me veo bien en ligueros y tacones aguja, pero de alguna manera me hace sentir bien que también puedo verme bonita sin estar semidesnuda y con cuatro capas de maquillaje sobre mi piel.
Oí el tintineante timbre en la sala y luego se escuchó un taconeo precipitarse por la escalera. Medio segundo después alguien tocó la puerta de mi habitación.
-Puedes pasar- avisé distraídamente mientras me acomodaba el sencillo escote.
-Señorita Liejett. El joven Styles está esperándola en la sala- me avisó Greta, otra de las mucamas. Hice un mohín hacia ella. Detestaba tanta formalidad. –Por favor, __________- rogó ella ante mi expresión fulminante y yo solté una risita.
-Dile que bajaré en un minuto.
Greta asintió y salió disparada escaleras abajo.
Hoy era el día de la gran fiesta en la mansión de los amigos de papá. Sus empresas se habían unido para lanzar un nuevo producto al mercado por lo que ésta sería la fiesta de presentación.
Mamá y Amelia –la mujer de la otra familia- habían organizado minuciosamente aquella celebración, sin molestarse por el dinero, cubriendo absolutamente cada detalle. Realmente sería algo grande.
Taconeé hacia la puerta luego de tomar mi abrigo y mi bolso. Bajé cada escalón con cuidado de no tener ningún accidente debido a los altos y finos tacones que llevaba en mis pies.
Me dirigí a la sala, no sin antes echarme un rápido vistazo al espejo que cubría una pared del vestíbulo. Una vez más, contenta y emocionada llegué a mi destino.
Harry iba con un esmoquin gris oscuro y como siempre, aquel sexy cabello alborotado. Una corbata en el mismo tono, y unos notablemente caros zapatos italianos.
Me entregó una sonrisa pícara y se acercó besando mi mano.
-Estás bellísima- dijo con voz tranquila y tomó mi mano. – ¿Lista?
Asentí.
(…)
-Liam… puede que se encuentre allí junto a su familia- le dije mientras conducía a través de Los Angeles hacia la mansión.
El me lanzó un breve vistazo y luego suspiró jugando con su mano derecha sobre el volante.
-Está bien.
Lo observé intentando deducir si lo decía en broma o realmente estaba bien con ello. Por su expresión seria noté que le molestaba, pero tenía métodos placenteros para resolver eso.
-Bebé…-dije poniendo mi mano en su muslo en una ligera caricia. –Te amo.
Él refunfuñó dándose cuenta al instante de mis deseos de distraerlo.
-¿No me amas?- cuestioné haciéndome la ofendida.
El soltó una carcajada.
-Te gusta que lo repita, ¿verdad?
Asentí con una sonrisita.
-Pues claro.
-Entonces… -dijo deteniéndose ante un semáforo en rojo. -… te amo. Más que a nada- me dio un tierno beso en los labios y acarició mi cabello.
Aquello produjo una sensación de dulce ardor en mi pecho y me sonrojé sin poder evitar la sonrisa tonta.
Entrelacé mis dedos con los suyos y continuamos el resto del viaje en un relajado silencio camino a la impetuosa casa.
(…)
-Es un gusto que estén aquí- dijo mi madre mientras se acercaba y detrás de ella un mozo con una bandeja llena de copas.
Harry tomó dos, ofreciéndome una.
-El vestido es un encanto- halagué la elección de mi madre y ella sonrió satisfecha.
Mi novio sonrió y puso una mano en la curva de mi cintura.
-¿Ya les han dicho cuál es su mesa?- preguntó mamá observando el amplio jardín repleto de elegantes mesas bastas de vajillas de cristal, como si se tratara de un palacio.
Asentimos con la cabeza y entonces ella concluyó:
-Pueden ir por allí, los veré en un rato. Disfruten la velada.
Y taconeó por el delicado sendero hacia la casa.
Harry suspiró.
-Pareces tensa cuando estás cerca de tu madre- dijo envolviéndome con un brazo mientras que observaba el lugar escépticamente.
-Aún sigo esperando que me diga que me desheredará por estar contigo. –El frunció el ceño. –Sabes que no me refiero a eso- dije apretando una mano contra su pecho. –Sólo que cierta vez…
Me quedé callada, sopesando el asunto.
-¿Cierta vez…?- me animó Harry ahora con la curiosidad picando.
Solté el aire.
-Mi primer novio, Cal. El tenía tres o cuatro años más que yo. Yo tenía dieciséis y seguía en el instituto, pero él ya estaba en la universidad. Era conocido como… -levanté una mano haciendo comillas con los dedos- “el chico malo”. Se saltaba todas las reglas, y me arrastraba a mí con él. Mis padres estaban furiosos y me habían dicho que debería salir con alguien de mi edad e intereses, pero yo… lo quería. Realmente fui una estúpida.
Harry parecía sorprendido ante la nueva revelación, sin embargo, luego de unos segundos de vacilarlo, dijo:
-¿El fue con quién tuviste tu primera vez?
Y ahí fue cuando yo me tensé.
Me aclaré la garganta.
-No es necesario entrar en detalles…
-Responde- pidió él con una risita pero noté que también tenía curiosidad e incluso algo de enfado por el tema.
-Sí, fue él.
Entonces se quedó callado y supe que por más que se lo esperaba, la noticia le había caído como un balde de agua fría.
Me apresuré a añadir:
-En aquel momento tenía casi diecisiete años, no sabía lo que realmente quería.
-¿Y ahora estás segura?- preguntó él en voz baja y frunciendo el ceño.
-¿Siquiera lo dudas? Estoy completa y estúpidamente enamorada de ti.
Harry sonrió y se formó un adorable hoyuelo en su mejilla. Lo besé y le devolví la sonrisa.
-¿Vamos a la mesa?- preguntó y yo asentí.
Caminamos de la mano, totalmente conscientes de que todas las miradas estaban en nosotros.
Esto era algo así como la nueva primicia. La hija de los empresarios Liejett con su nuevo novio. Si no es que hubieran inventado un rumor como que él en realidad era un hermano perdido al que me follaba, o algo por el estilo. Digamos que mi reputación no es precisamente impecable.
-Me siento observado- dijo mi novio entredientes y solté una risita mirando a una pareja que nos observaba sin descaro. No aparté mi vista hasta que se sintieron lo suficientemente incómodos para hacerlo ellos.
Supongo que no sólo me sentía intimidante cuando estaba semidesnuda y moviendo las caderas para incitar a los hombres. Alguna parte de mí, siempre ha necesitado esa clase de poder-personal, en el que no necesitas de nadie para deshacerte de pormenores.
Nos sentamos en nuestra mesa, que llevaba en una brillante placa “Styles – Liejett”. Sonreí. Alguien se llevaría a casa esa cosa luego de la cena.
Y cuando digo “alguien”, me refiero a mí.
Cuando todo el mundo estuvo sentado, de unas plataformas cayó un telón color crema que impedía nuestra vista a la casa y dejaba aquel jardín un poco más privado del exterior.
Los mozos llegaron con lo que vendría a ser el plato principal y mamá y Amelia se pararon frente al telón, que presentí, no estaba allí sin algún motivo especial.
Amelia comenzó hablando de estar agradecida a todos por venir, y especialmente a mi madre por ayudarla con toda esa mierda.
Escuché sin atención el discurso, mientras mantenía la mirada fija en la sexy boca de Harry.
Pensar que yo había estado tantas veces allí, saboreándola y deleitándome con ella.
Capítulo 70
Me observé fascinada frente al espejo. Aquel vestido púrpura oscuro envolvía mi piel de forma exquisita, acentuando delicadamente cada curva estratégica. Sólo un par de centímetros por encima de las rodillas y algo de espalda desnuda. Admito que mamá había hecho una buena elección.
El maquillaje en proporciones adecuadas y el cabello suelto, una sedosa cascada.
Sonreí. Siempre he sabido que me veo bien en ligueros y tacones aguja, pero de alguna manera me hace sentir bien que también puedo verme bonita sin estar semidesnuda y con cuatro capas de maquillaje sobre mi piel.
Oí el tintineante timbre en la sala y luego se escuchó un taconeo precipitarse por la escalera. Medio segundo después alguien tocó la puerta de mi habitación.
-Puedes pasar- avisé distraídamente mientras me acomodaba el sencillo escote.
-Señorita Liejett. El joven Styles está esperándola en la sala- me avisó Greta, otra de las mucamas. Hice un mohín hacia ella. Detestaba tanta formalidad. –Por favor, __________- rogó ella ante mi expresión fulminante y yo solté una risita.
-Dile que bajaré en un minuto.
Greta asintió y salió disparada escaleras abajo.
Hoy era el día de la gran fiesta en la mansión de los amigos de papá. Sus empresas se habían unido para lanzar un nuevo producto al mercado por lo que ésta sería la fiesta de presentación.
Mamá y Amelia –la mujer de la otra familia- habían organizado minuciosamente aquella celebración, sin molestarse por el dinero, cubriendo absolutamente cada detalle. Realmente sería algo grande.
Taconeé hacia la puerta luego de tomar mi abrigo y mi bolso. Bajé cada escalón con cuidado de no tener ningún accidente debido a los altos y finos tacones que llevaba en mis pies.
Me dirigí a la sala, no sin antes echarme un rápido vistazo al espejo que cubría una pared del vestíbulo. Una vez más, contenta y emocionada llegué a mi destino.
Harry iba con un esmoquin gris oscuro y como siempre, aquel sexy cabello alborotado. Una corbata en el mismo tono, y unos notablemente caros zapatos italianos.
Me entregó una sonrisa pícara y se acercó besando mi mano.
-Estás bellísima- dijo con voz tranquila y tomó mi mano. – ¿Lista?
Asentí.
(…)
-Liam… puede que se encuentre allí junto a su familia- le dije mientras conducía a través de Los Angeles hacia la mansión.
El me lanzó un breve vistazo y luego suspiró jugando con su mano derecha sobre el volante.
-Está bien.
Lo observé intentando deducir si lo decía en broma o realmente estaba bien con ello. Por su expresión seria noté que le molestaba, pero tenía métodos placenteros para resolver eso.
-Bebé…-dije poniendo mi mano en su muslo en una ligera caricia. –Te amo.
Él refunfuñó dándose cuenta al instante de mis deseos de distraerlo.
-¿No me amas?- cuestioné haciéndome la ofendida.
El soltó una carcajada.
-Te gusta que lo repita, ¿verdad?
Asentí con una sonrisita.
-Pues claro.
-Entonces… -dijo deteniéndose ante un semáforo en rojo. -… te amo. Más que a nada- me dio un tierno beso en los labios y acarició mi cabello.
Aquello produjo una sensación de dulce ardor en mi pecho y me sonrojé sin poder evitar la sonrisa tonta.
Entrelacé mis dedos con los suyos y continuamos el resto del viaje en un relajado silencio camino a la impetuosa casa.
(…)
-Es un gusto que estén aquí- dijo mi madre mientras se acercaba y detrás de ella un mozo con una bandeja llena de copas.
Harry tomó dos, ofreciéndome una.
-El vestido es un encanto- halagué la elección de mi madre y ella sonrió satisfecha.
Mi novio sonrió y puso una mano en la curva de mi cintura.
-¿Ya les han dicho cuál es su mesa?- preguntó mamá observando el amplio jardín repleto de elegantes mesas bastas de vajillas de cristal, como si se tratara de un palacio.
Asentimos con la cabeza y entonces ella concluyó:
-Pueden ir por allí, los veré en un rato. Disfruten la velada.
Y taconeó por el delicado sendero hacia la casa.
Harry suspiró.
-Pareces tensa cuando estás cerca de tu madre- dijo envolviéndome con un brazo mientras que observaba el lugar escépticamente.
-Aún sigo esperando que me diga que me desheredará por estar contigo. –El frunció el ceño. –Sabes que no me refiero a eso- dije apretando una mano contra su pecho. –Sólo que cierta vez…
Me quedé callada, sopesando el asunto.
-¿Cierta vez…?- me animó Harry ahora con la curiosidad picando.
Solté el aire.
-Mi primer novio, Cal. El tenía tres o cuatro años más que yo. Yo tenía dieciséis y seguía en el instituto, pero él ya estaba en la universidad. Era conocido como… -levanté una mano haciendo comillas con los dedos- “el chico malo”. Se saltaba todas las reglas, y me arrastraba a mí con él. Mis padres estaban furiosos y me habían dicho que debería salir con alguien de mi edad e intereses, pero yo… lo quería. Realmente fui una estúpida.
Harry parecía sorprendido ante la nueva revelación, sin embargo, luego de unos segundos de vacilarlo, dijo:
-¿El fue con quién tuviste tu primera vez?
Y ahí fue cuando yo me tensé.
Me aclaré la garganta.
-No es necesario entrar en detalles…
-Responde- pidió él con una risita pero noté que también tenía curiosidad e incluso algo de enfado por el tema.
-Sí, fue él.
Entonces se quedó callado y supe que por más que se lo esperaba, la noticia le había caído como un balde de agua fría.
Me apresuré a añadir:
-En aquel momento tenía casi diecisiete años, no sabía lo que realmente quería.
-¿Y ahora estás segura?- preguntó él en voz baja y frunciendo el ceño.
-¿Siquiera lo dudas? Estoy completa y estúpidamente enamorada de ti.
Harry sonrió y se formó un adorable hoyuelo en su mejilla. Lo besé y le devolví la sonrisa.
-¿Vamos a la mesa?- preguntó y yo asentí.
Caminamos de la mano, totalmente conscientes de que todas las miradas estaban en nosotros.
Esto era algo así como la nueva primicia. La hija de los empresarios Liejett con su nuevo novio. Si no es que hubieran inventado un rumor como que él en realidad era un hermano perdido al que me follaba, o algo por el estilo. Digamos que mi reputación no es precisamente impecable.
-Me siento observado- dijo mi novio entredientes y solté una risita mirando a una pareja que nos observaba sin descaro. No aparté mi vista hasta que se sintieron lo suficientemente incómodos para hacerlo ellos.
Supongo que no sólo me sentía intimidante cuando estaba semidesnuda y moviendo las caderas para incitar a los hombres. Alguna parte de mí, siempre ha necesitado esa clase de poder-personal, en el que no necesitas de nadie para deshacerte de pormenores.
Nos sentamos en nuestra mesa, que llevaba en una brillante placa “Styles – Liejett”. Sonreí. Alguien se llevaría a casa esa cosa luego de la cena.
Y cuando digo “alguien”, me refiero a mí.
Cuando todo el mundo estuvo sentado, de unas plataformas cayó un telón color crema que impedía nuestra vista a la casa y dejaba aquel jardín un poco más privado del exterior.
Los mozos llegaron con lo que vendría a ser el plato principal y mamá y Amelia se pararon frente al telón, que presentí, no estaba allí sin algún motivo especial.
Amelia comenzó hablando de estar agradecida a todos por venir, y especialmente a mi madre por ayudarla con toda esa mierda.
Escuché sin atención el discurso, mientras mantenía la mirada fija en la sexy boca de Harry.
Pensar que yo había estado tantas veces allí, saboreándola y deleitándome con ella.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
no no hay rencores pero te voy a mandar mi ficha porque quiero estar con un chico que siempre e deseado estar en una novela jejejeje es mi sueño jejenachita directioner escribió:PERDON TUVE UN PEQUEÑO ERROR BN ENSERIO NO HAY RENCORES??? OK......TE QUIEROOOOOOOOOOOOmichu escribió:la sigo ahora y aunque no me dejaste con zayn y eso que yo te lo habia pedido primero :muere: la voy a seguir para que veas que no hay rencores jejee bueno no te sigo aburriendo la sigo ahoranachita directioner escribió:WIIIIII SIGUELAAA TE GUSTO MI NOVE :omg: NO LO CREOOOOOOO AAA BESHITHOOOOS BABY SIGUELA
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Maratón 2/5
Capítulo 71
La velada transcurrió con la normalidad aparente de aquellos usuales eventos. La presentación del producto fue un éxito. Se trataba de un nuevo aparato electrónico que implementarían al mercado.
Debajo de la mesas habían bolsas de regalos con aquel nuevo producto, y realmente no era nada nuevo, pero sí lujoso, y estaba segura de que llamaría la atención en las personas. Tanto como para desperdiciar su dinero en aquella estupidez.
-Hola ___________- saludó Liam acercándose a nuestra mesa y tomó una silla de otra que estaba a nuestro lado.
La gente bailaba un ridículo vals de ancianos mientras que nosotros nos habíamos dedicado a mirarnos todo el tiempo y decirnos cosas dulces al oído. Y por supuesto… debía venir Liam a cagarla.
-Hola.
Harry se puso tenso con su brazo envuelto a mí alrededor.
-¿Qué tal, rizos?- preguntó el castaño juguetonamente. Harry arqueó una ceja, ignorándolo o simplemente no respondiendo a su pregunta. Liam suspiró. –Oh vamos… ¿aún sigues enojado porque intenté tirarme a tu chica?- dijo sin escrúpulos. –En ese tiempo aún no era tuya- añadió guiñándole un ojo. –Quizás ni ahora lo sea realmente.
Los músculos del brazo de Harry desaparecieron de mi cadera y lo sentí pararse mientras se acercaba a Liam con una expresión paralizante.
-No Harry- le dije interponiéndome pero él no cedió. –El bastardo sólo te está provocando- dije entredientes viendo que ya habíamos llamado la atención de algunas personas en las mesas cercanas. –Esto sólo te perjudicará a ti. A nosotros.
Él me observó durante un largo minuto, y luego le dio un breve pero mortal vistazo a Liam, quién sonreía divertido.
Se acercó murmurando algo en su oído que no pude escuchar a lo que la expresión de Liam decayó totalmente. E incluso lo vi empalidecer.
Hubiera estallado en carcajadas sino me hubiera causado tanta curiosidad saber qué le dijo.
Harry tomó mi mano y me guío por el jardín hacia el patio cercano. Dónde había una hermosa fuente y algunas bancas de mármol alrededor.
-No dejes que haga esto- murmuré cuando vi que seguía molesto. –Es un idiota, Harry.
-Lo sé- dijo él pero sin mirarme. Tomé su mentón atrayéndolo hacia mí.
Lo besé con suavidad y al principio él solo se dedicaba a mover los labios sobre los míos. Dejando la cabeza y las manos quietas en su lugar. Pero luego una de sus manos se deslizó a la curva de mi cuello y luego se acomodó sobre mi mejilla y justo detrás de mi oreja.
-Quisiera prolongar esto aún más- dije en un susurro sobre sus labios.
-¿Cuánto tiempo?
-¿Para siempre?- pregunté divertida y él sonrió observando mi boca, como lo hacía usualmente.
-No suena nada mal- volvió a besarme una vez más y luego me atrajo hacia él por la cintura. –Me gusta haberte dicho que te amo. Siento que ahora puedo decírtelo un millón de veces, todo el tiempo que quiera.
-Dilo. Me encanta oírlo- dije con una risita.
-Te amo- murmuró hundiendo su rostro en mi cabello. –Y sobre todo, amo ése vestido- dijo enfatizando la anteúltima palabra.
-Debo admitir que cuando llevas el cabello así, estás enteramente follable- dije a modo de halago, al estilo Liejett.
Él soltó una risita, pero dijo confundido:
-Siempre llevo el cabello así.
Sonreí.
-Exacto.
El acarició mi mejilla pero luego se detuvo. Algo en el jardín le había llamado la atención.
Desde lejos podía ver a un grupo de gente reunida alrededor de alguien.
Lo tomé de la mano, preguntándome quién sería el nuevo escándalo. Caminamos de nuevo al jardín, y él me mantuvo acorralada a su cintura mientras nos acercábamos.
Mis padres hablaban con una mujer que parecía estar hablando en voz más alta de lo normal.
Ella estaba de espaldas hablando, o más bien gritando, mientras mis padres cambiaban de expresión con la rapidez de un rayo.
Tuve un mal presentimiento.
No podía escuchar lo que decía debido a que estaba demasiado lejos y la gente alrededor cuchicheaba entre ellos, sorprendidos, ahogando su voz.
Tomé a Harry, entrelazando nuestros dedos y pasé entre las personas, apartando casi sin educación a algunos.
Fui presa del pánico cuando noté quién era aquella mujer.
Observé a Harry helada mientras él la miraba sin poder creerlo.
Y allí estaba, con su dulce cara de porcelana y personalidad de mierda…
Becca.
Capítulo 71
La velada transcurrió con la normalidad aparente de aquellos usuales eventos. La presentación del producto fue un éxito. Se trataba de un nuevo aparato electrónico que implementarían al mercado.
Debajo de la mesas habían bolsas de regalos con aquel nuevo producto, y realmente no era nada nuevo, pero sí lujoso, y estaba segura de que llamaría la atención en las personas. Tanto como para desperdiciar su dinero en aquella estupidez.
-Hola ___________- saludó Liam acercándose a nuestra mesa y tomó una silla de otra que estaba a nuestro lado.
La gente bailaba un ridículo vals de ancianos mientras que nosotros nos habíamos dedicado a mirarnos todo el tiempo y decirnos cosas dulces al oído. Y por supuesto… debía venir Liam a cagarla.
-Hola.
Harry se puso tenso con su brazo envuelto a mí alrededor.
-¿Qué tal, rizos?- preguntó el castaño juguetonamente. Harry arqueó una ceja, ignorándolo o simplemente no respondiendo a su pregunta. Liam suspiró. –Oh vamos… ¿aún sigues enojado porque intenté tirarme a tu chica?- dijo sin escrúpulos. –En ese tiempo aún no era tuya- añadió guiñándole un ojo. –Quizás ni ahora lo sea realmente.
Los músculos del brazo de Harry desaparecieron de mi cadera y lo sentí pararse mientras se acercaba a Liam con una expresión paralizante.
-No Harry- le dije interponiéndome pero él no cedió. –El bastardo sólo te está provocando- dije entredientes viendo que ya habíamos llamado la atención de algunas personas en las mesas cercanas. –Esto sólo te perjudicará a ti. A nosotros.
Él me observó durante un largo minuto, y luego le dio un breve pero mortal vistazo a Liam, quién sonreía divertido.
Se acercó murmurando algo en su oído que no pude escuchar a lo que la expresión de Liam decayó totalmente. E incluso lo vi empalidecer.
Hubiera estallado en carcajadas sino me hubiera causado tanta curiosidad saber qué le dijo.
Harry tomó mi mano y me guío por el jardín hacia el patio cercano. Dónde había una hermosa fuente y algunas bancas de mármol alrededor.
-No dejes que haga esto- murmuré cuando vi que seguía molesto. –Es un idiota, Harry.
-Lo sé- dijo él pero sin mirarme. Tomé su mentón atrayéndolo hacia mí.
Lo besé con suavidad y al principio él solo se dedicaba a mover los labios sobre los míos. Dejando la cabeza y las manos quietas en su lugar. Pero luego una de sus manos se deslizó a la curva de mi cuello y luego se acomodó sobre mi mejilla y justo detrás de mi oreja.
-Quisiera prolongar esto aún más- dije en un susurro sobre sus labios.
-¿Cuánto tiempo?
-¿Para siempre?- pregunté divertida y él sonrió observando mi boca, como lo hacía usualmente.
-No suena nada mal- volvió a besarme una vez más y luego me atrajo hacia él por la cintura. –Me gusta haberte dicho que te amo. Siento que ahora puedo decírtelo un millón de veces, todo el tiempo que quiera.
-Dilo. Me encanta oírlo- dije con una risita.
-Te amo- murmuró hundiendo su rostro en mi cabello. –Y sobre todo, amo ése vestido- dijo enfatizando la anteúltima palabra.
-Debo admitir que cuando llevas el cabello así, estás enteramente follable- dije a modo de halago, al estilo Liejett.
Él soltó una risita, pero dijo confundido:
-Siempre llevo el cabello así.
Sonreí.
-Exacto.
El acarició mi mejilla pero luego se detuvo. Algo en el jardín le había llamado la atención.
Desde lejos podía ver a un grupo de gente reunida alrededor de alguien.
Lo tomé de la mano, preguntándome quién sería el nuevo escándalo. Caminamos de nuevo al jardín, y él me mantuvo acorralada a su cintura mientras nos acercábamos.
Mis padres hablaban con una mujer que parecía estar hablando en voz más alta de lo normal.
Ella estaba de espaldas hablando, o más bien gritando, mientras mis padres cambiaban de expresión con la rapidez de un rayo.
Tuve un mal presentimiento.
No podía escuchar lo que decía debido a que estaba demasiado lejos y la gente alrededor cuchicheaba entre ellos, sorprendidos, ahogando su voz.
Tomé a Harry, entrelazando nuestros dedos y pasé entre las personas, apartando casi sin educación a algunos.
Fui presa del pánico cuando noté quién era aquella mujer.
Observé a Harry helada mientras él la miraba sin poder creerlo.
Y allí estaba, con su dulce cara de porcelana y personalidad de mierda…
Becca.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Maratón 3/5
Capítulo 72
-Allí está- dijo la muy puta señalándome. –Esa descarada mujer me ha robado a mi esposo.
La ira, furia y rencor me invadió, jurando que después de esto, me encargaría de arrancarle pelo por pelo a aquella maldita zorra.
Me quedé en silencio. Siendo observada por todos y roja de furia.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con la voz totalmente fría pese a que sólo nos habíamos visto una vez.
-Vengo a buscar lo que es mío, y tú misma me robaste aquella noche en Anacks- gritó mirando a Harry. Algunos soltaron jadeos sorprendidos y supuse que era porque conocían el lugar. –Tú, jodida stripper, has arruinado nuestro matrimonio.
-¡¿Stripper?!- gritó mi madre observándome furiosa, impactada y casi avergonzada. -¡Explica esto inmediatamente, ____________!- chilló acercándose a nosotros, y por primera vez, la vi olvidarse de que teníamos público, y mandar a la mierda la reputación de familia perfecta.
-Su hija trabajaba de stripper en Anacks. Es un antro cualquiera. Justo como ella, una cualquiera…
-Becca- dijo Harry con la voz más helada que nunca y la observó casi con odio.
-Es la verdad Harry. ¡Llegué a casa y tú venías con ésta zorra! ¡Si no me creen, pregúntele a cualquier joven de ésta fiesta!- espetó a mis padres. –Todos saben que ____________ trabajaba en Anacks.
Mi padre me observó esperanzado de que desmintiera a la puta de Becca.
-¿Es cierto eso?
-Ellos están divorciándose, papá- dije en voz baja y me sentí una maldita perra por no habérselo dicho antes. Como no negué la afirmación de Becca, la decepción opacó sus ojos, y se retiró echándome una mirada fría.
-¡No me puedo creer esto! ¡He malgastado diecinueve años de mi vida criando a una adolescente promiscua, que se anda ofreciendo a hombres casados!- gritó observándome totalmente enojada, y supe que ahora estaba cumpliendo su rol de madre indignada frente a la gente.
-¡¿Qué me has criado?! ¿Estás siquiera escuchando lo estúpida que suenas?- exclamé desatando todo mi enojo, y ahora sí, ninguna otra persona en la fiesta pudo ignorar aquel alboroto. -¡Viví entre niñeras! ¡No recuerdo ni una sola vez que me hayas ido a arropar en la noche, o me hayas dado consejos sobre chicos! Si esto es un error, entonces es gracias a ti.
-No se sienta mortificada, señora- dijo Becca haciendo un gesto de culpa. –Así son los adolescentes, pero su hija ha ido demasiado lejos. Me ha quitado lo más valioso que tengo en mi vida que es a mi esposo.
Observé a Harry rogándole con los ojos que lo niegue.
-Lárgate de aquí, Becca.
Ella negó con la cabeza.
-No me iré sin ti, quiero recuperar lo nuestro por más que ésta chica haya arruinado todo. Sé que podemos, amor.
La observé impactada.
-Estás loca- le dije mirándola y ella sonrió desafiante. – ¡Eres una hija de perra!- me abalancé sobre su cuerpo evitando toda mano que quiso quitarme de encima y le pegué un puñetazo en medio de la cara, partiendo su labio del golpe.
Ella pateaba debajo de mí e intentaba tirarme del cabello.
Recibí un golpe en mi mejilla, lo cual me dolió como la mierda, pero no me detuve.
Tiré de su cabello con una mano y le hice apoyar la cara contra el césped, enterrándola en el verde.
Las personas casi gritaban a mí alrededor. Sentí unos brazos alejándome pero fuera quién fuera, le pegué una patada quién sabe dónde y volví a tirarme sobre Becca, haciendo prácticamente que se coma la tierra mientras soltaba maldición tras maldición.
Volví a sentir otros brazos, e inmediatamente por la textura y calidez de sus manos, lo reconocí. Harry me apartaba de la muy maltratada Becca.
-¡¿Estás loca?!- me preguntó acorralándome contra su cintura, más para detenerme que para darme apoyo. – ¡Le has partido el labio de un golpe!
Lo observé furiosa y de un golpe lo aparte.
-¡Ella ha venido a arruinar todo esto!
-¡Cállate puta!- exclamó Becca acercándose pero un hombre alto, quién supuse sería el de seguridad, la tomó por los hombros y se la llevó.
Mi madre me observaba realmente horrorizada.
-Vete de aquí- me dijo con frialdad y supe que lo decía enserio. –No quiero volverte a ver nunca más en mi vida.
Sé que se supone que después de todo el desprecio que nos teníamos con mi madre, eso debería haber sido uno alivio, pero no hizo más que destrozarme de adentro hacia afuera, y hacerme sentir lo más miserable en la vida. La miré frunciendo el ceño, y sintiendo mi mejilla hinchada.
-Recoges tus cosas tus cosas y te vas de mi casa- me dijo sin mirarme y se marchó.
Me quité los tacones y crucé el jardín siendo observada por absolutamente toda la gente que se encontraba allí.
Sentí a Harry detrás de mí pero no me volteé a verlo. Una vez que estuvimos en el aparcamiento, localicé el coche con mis ojos y me dirigí hasta allí.
Capítulo 72
-Allí está- dijo la muy puta señalándome. –Esa descarada mujer me ha robado a mi esposo.
La ira, furia y rencor me invadió, jurando que después de esto, me encargaría de arrancarle pelo por pelo a aquella maldita zorra.
Me quedé en silencio. Siendo observada por todos y roja de furia.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con la voz totalmente fría pese a que sólo nos habíamos visto una vez.
-Vengo a buscar lo que es mío, y tú misma me robaste aquella noche en Anacks- gritó mirando a Harry. Algunos soltaron jadeos sorprendidos y supuse que era porque conocían el lugar. –Tú, jodida stripper, has arruinado nuestro matrimonio.
-¡¿Stripper?!- gritó mi madre observándome furiosa, impactada y casi avergonzada. -¡Explica esto inmediatamente, ____________!- chilló acercándose a nosotros, y por primera vez, la vi olvidarse de que teníamos público, y mandar a la mierda la reputación de familia perfecta.
-Su hija trabajaba de stripper en Anacks. Es un antro cualquiera. Justo como ella, una cualquiera…
-Becca- dijo Harry con la voz más helada que nunca y la observó casi con odio.
-Es la verdad Harry. ¡Llegué a casa y tú venías con ésta zorra! ¡Si no me creen, pregúntele a cualquier joven de ésta fiesta!- espetó a mis padres. –Todos saben que ____________ trabajaba en Anacks.
Mi padre me observó esperanzado de que desmintiera a la puta de Becca.
-¿Es cierto eso?
-Ellos están divorciándose, papá- dije en voz baja y me sentí una maldita perra por no habérselo dicho antes. Como no negué la afirmación de Becca, la decepción opacó sus ojos, y se retiró echándome una mirada fría.
-¡No me puedo creer esto! ¡He malgastado diecinueve años de mi vida criando a una adolescente promiscua, que se anda ofreciendo a hombres casados!- gritó observándome totalmente enojada, y supe que ahora estaba cumpliendo su rol de madre indignada frente a la gente.
-¡¿Qué me has criado?! ¿Estás siquiera escuchando lo estúpida que suenas?- exclamé desatando todo mi enojo, y ahora sí, ninguna otra persona en la fiesta pudo ignorar aquel alboroto. -¡Viví entre niñeras! ¡No recuerdo ni una sola vez que me hayas ido a arropar en la noche, o me hayas dado consejos sobre chicos! Si esto es un error, entonces es gracias a ti.
-No se sienta mortificada, señora- dijo Becca haciendo un gesto de culpa. –Así son los adolescentes, pero su hija ha ido demasiado lejos. Me ha quitado lo más valioso que tengo en mi vida que es a mi esposo.
Observé a Harry rogándole con los ojos que lo niegue.
-Lárgate de aquí, Becca.
Ella negó con la cabeza.
-No me iré sin ti, quiero recuperar lo nuestro por más que ésta chica haya arruinado todo. Sé que podemos, amor.
La observé impactada.
-Estás loca- le dije mirándola y ella sonrió desafiante. – ¡Eres una hija de perra!- me abalancé sobre su cuerpo evitando toda mano que quiso quitarme de encima y le pegué un puñetazo en medio de la cara, partiendo su labio del golpe.
Ella pateaba debajo de mí e intentaba tirarme del cabello.
Recibí un golpe en mi mejilla, lo cual me dolió como la mierda, pero no me detuve.
Tiré de su cabello con una mano y le hice apoyar la cara contra el césped, enterrándola en el verde.
Las personas casi gritaban a mí alrededor. Sentí unos brazos alejándome pero fuera quién fuera, le pegué una patada quién sabe dónde y volví a tirarme sobre Becca, haciendo prácticamente que se coma la tierra mientras soltaba maldición tras maldición.
Volví a sentir otros brazos, e inmediatamente por la textura y calidez de sus manos, lo reconocí. Harry me apartaba de la muy maltratada Becca.
-¡¿Estás loca?!- me preguntó acorralándome contra su cintura, más para detenerme que para darme apoyo. – ¡Le has partido el labio de un golpe!
Lo observé furiosa y de un golpe lo aparte.
-¡Ella ha venido a arruinar todo esto!
-¡Cállate puta!- exclamó Becca acercándose pero un hombre alto, quién supuse sería el de seguridad, la tomó por los hombros y se la llevó.
Mi madre me observaba realmente horrorizada.
-Vete de aquí- me dijo con frialdad y supe que lo decía enserio. –No quiero volverte a ver nunca más en mi vida.
Sé que se supone que después de todo el desprecio que nos teníamos con mi madre, eso debería haber sido uno alivio, pero no hizo más que destrozarme de adentro hacia afuera, y hacerme sentir lo más miserable en la vida. La miré frunciendo el ceño, y sintiendo mi mejilla hinchada.
-Recoges tus cosas tus cosas y te vas de mi casa- me dijo sin mirarme y se marchó.
Me quité los tacones y crucé el jardín siendo observada por absolutamente toda la gente que se encontraba allí.
Sentí a Harry detrás de mí pero no me volteé a verlo. Una vez que estuvimos en el aparcamiento, localicé el coche con mis ojos y me dirigí hasta allí.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Maratón 4/5
Capítulo 73
Harry entró y esperó en el auto, sin siquiera mirarme. Me sacudí el césped del vestido y girando el espejo retrovisor miré mi mejilla izquierda sonrojada. Me toqué sintiendo la hinchazón, consciente de que mañana sería algo púrpura. Gemí. Dolía jodidamente.
Harry no me observaba y me sentí aún peor.
Esperaba su consuelo, no aquella frialdad.
No me sentía arrepentida de haberla golpeado a Becca. Realmente se lo merecía.
Pero sabía que el bastardo de mi novio no opinaba lo mismo.
Tomé mis tacones y me metí en el asiento de copiloto. Él no me dirigió la palabra en todo el transcurso y me sentí débil.
La única persona que amaba estaba a mi lado, furioso y siendo insensiblemente frío conmigo, cuando yo necesitaba el mayor consuelo del mundo.
-¿No vas a hablarme?- pregunté cuando se detuvo en un semáforo en rojo. Él me ignoró. –Ella reveló aquello a mis padres, Harry. Incluso ninguno de los hombres de los que estaban en la fiesta ha dicho nada, y la muy..., y Becca fue a meterse dónde no debía.
Él suspiró, pero su expresión no cambió nada.
-Podrías haberla matado.
«Eso hubiera sido genial» pensé pero decidí callarme. No resultaría mejor avivar el fuego.
Harry estacionó frente a mi casa y lo observé confundida.
-Ve y recoge tus cosas- me dijo secamente. Me sorprendí y a él le molestó. – ¿Planeas quedarte en algún otro lugar?- me dijo sarcástico y enojado.
Aquello me molestó, y aún peor, me lastimó.
(…)
Luego de una breve visita a la que ahora era mi ex casa, llegamos a la de Harry.
Él continuaba distante y enojado conmigo.
Comenzaba a arrepentirme un poco. No la hubiera golpeado si hubiera meditado que ésta sería su reacción.
Intenté contener la oleada de lágrimas para más tarde. Necesitaba despejarme un poco.
Harry dejó mis maletas en el cuarto.
-¿Te molesta si voy por una ducha?- le pregunté mirándome horrorizada al espejo. Él negó con la cabeza.
-Haz lo que quieras, saldré un rato.
Su indiferencia me mató. Esperé a que el saliera para tomar una toalla del cajón de la cómoda y encerrarme en el baño.
Me quité el vestido y examiné mi cuerpo.
Tenía algunas marcas rojas sobre la cadera y los hombros, sin contar mi mejilla, que probablemente se hincharía en cuestión de horas.
Mi cabello estaba hecho un desastre, y tenía algo de césped en él. Tenía el esmalte de las uñas todo escamado, y los nudillos de la mano derecha ensangrentados por el labio de Becca.
Me sentí un asco.
Tomé del botiquín un anti-inflamatorio para cubrir lo de la mejilla, y me metí bajo el agua hirviendo.
¿Por qué Harry me trataba de esa manera? Quiero decir, mis padres me habían corrido de la casa gracias a su puta futura ex esposa, todo el mundo sabía que yo trabajaba en Anacks, e incluso pensaban que me había metido con un tipo casado.
«Eso si es cierto» me recordó alguna parte burlona dentro de mí y apoyé la cabeza sobre el azulejo de la pared intentando contener la ira que se expandía en mi cuerpo. «Él estaba divorciándose» me dije a mi misma.
Y entonces lo pensé. Él aún no se había divorciado de ella. Quedaban dos días para que firmaran los papeles, ¿se habría Harry enojado conmigo lo suficiente como para darle otra oportunidad a ella?
Parecía furioso y decepcionado. Al igual que todos.
Pensar en ello solo empeoró a mi frágil estado emocional y me senté en la bañera echa un mar de lágrimas perdidas entre la lluvia de la ducha.
El mármol de la bañera estaba frío y el agua caliente, creando un notorio y metafórico contraste en lo que había sido mi día.
Empezando de la manera más perfecta y terminando de la peor forma.
Me lavé el cabello y con cuidado enjaboné cada extremidad con el deseo de quitarme aquel horrible recuerdo de encima.
No estaba segura de haber perdido a mis padres, pese a la manera en la que me habían tratado, supuse que estarían realmente furiosos, pero quizá no era algo permanente.
Eso me dio una muy pequeña y vaga esperanza.
Entonces también podría arreglar las cosas con Harry.
Terminé de ducharme y me envolví en la toalla blanca, mientras me dirigía al cuarto.
No se escuchaban ruidos en la casa, por lo que deduje que Harry aún no habría llegado. Intentaba no torturarme con la intriga de saber dónde diablos habría ido.
Me sequé las gotitas de agua de los hombros y la cadera y me puse un conjunto de ropa interior blanco y sencillo. Un short de franela y una blusa rosa claro.
Tomé un cepillo y desenredé mi cabello dejándolo suelto.
Caminé hasta la sala esperando encontrarme a Harry, pero nada… al parecer estaba realmente enojado.
Reprimí las lágrimas una vez más y observé la hora en el reloj de la pared.
Ocho menos cuarto.
Quizá una siesta mejoraría mi estado de ánimo.
(…)
Cuando desperté eran las diez. Noté la chaqueta negra de Harry sobre la cama y miré a mi alrededor con la esperanza de que estuviera cerca. No, al parecer.
En la sala, lo encontré recostado sobre el sofá mirando una película cualquiera.
Fue como una daga al corazón. Ni siquiera me miró cuando se paró y se dirigió al dormitorio.
Capítulo 73
Harry entró y esperó en el auto, sin siquiera mirarme. Me sacudí el césped del vestido y girando el espejo retrovisor miré mi mejilla izquierda sonrojada. Me toqué sintiendo la hinchazón, consciente de que mañana sería algo púrpura. Gemí. Dolía jodidamente.
Harry no me observaba y me sentí aún peor.
Esperaba su consuelo, no aquella frialdad.
No me sentía arrepentida de haberla golpeado a Becca. Realmente se lo merecía.
Pero sabía que el bastardo de mi novio no opinaba lo mismo.
Tomé mis tacones y me metí en el asiento de copiloto. Él no me dirigió la palabra en todo el transcurso y me sentí débil.
La única persona que amaba estaba a mi lado, furioso y siendo insensiblemente frío conmigo, cuando yo necesitaba el mayor consuelo del mundo.
-¿No vas a hablarme?- pregunté cuando se detuvo en un semáforo en rojo. Él me ignoró. –Ella reveló aquello a mis padres, Harry. Incluso ninguno de los hombres de los que estaban en la fiesta ha dicho nada, y la muy..., y Becca fue a meterse dónde no debía.
Él suspiró, pero su expresión no cambió nada.
-Podrías haberla matado.
«Eso hubiera sido genial» pensé pero decidí callarme. No resultaría mejor avivar el fuego.
Harry estacionó frente a mi casa y lo observé confundida.
-Ve y recoge tus cosas- me dijo secamente. Me sorprendí y a él le molestó. – ¿Planeas quedarte en algún otro lugar?- me dijo sarcástico y enojado.
Aquello me molestó, y aún peor, me lastimó.
(…)
Luego de una breve visita a la que ahora era mi ex casa, llegamos a la de Harry.
Él continuaba distante y enojado conmigo.
Comenzaba a arrepentirme un poco. No la hubiera golpeado si hubiera meditado que ésta sería su reacción.
Intenté contener la oleada de lágrimas para más tarde. Necesitaba despejarme un poco.
Harry dejó mis maletas en el cuarto.
-¿Te molesta si voy por una ducha?- le pregunté mirándome horrorizada al espejo. Él negó con la cabeza.
-Haz lo que quieras, saldré un rato.
Su indiferencia me mató. Esperé a que el saliera para tomar una toalla del cajón de la cómoda y encerrarme en el baño.
Me quité el vestido y examiné mi cuerpo.
Tenía algunas marcas rojas sobre la cadera y los hombros, sin contar mi mejilla, que probablemente se hincharía en cuestión de horas.
Mi cabello estaba hecho un desastre, y tenía algo de césped en él. Tenía el esmalte de las uñas todo escamado, y los nudillos de la mano derecha ensangrentados por el labio de Becca.
Me sentí un asco.
Tomé del botiquín un anti-inflamatorio para cubrir lo de la mejilla, y me metí bajo el agua hirviendo.
¿Por qué Harry me trataba de esa manera? Quiero decir, mis padres me habían corrido de la casa gracias a su puta futura ex esposa, todo el mundo sabía que yo trabajaba en Anacks, e incluso pensaban que me había metido con un tipo casado.
«Eso si es cierto» me recordó alguna parte burlona dentro de mí y apoyé la cabeza sobre el azulejo de la pared intentando contener la ira que se expandía en mi cuerpo. «Él estaba divorciándose» me dije a mi misma.
Y entonces lo pensé. Él aún no se había divorciado de ella. Quedaban dos días para que firmaran los papeles, ¿se habría Harry enojado conmigo lo suficiente como para darle otra oportunidad a ella?
Parecía furioso y decepcionado. Al igual que todos.
Pensar en ello solo empeoró a mi frágil estado emocional y me senté en la bañera echa un mar de lágrimas perdidas entre la lluvia de la ducha.
El mármol de la bañera estaba frío y el agua caliente, creando un notorio y metafórico contraste en lo que había sido mi día.
Empezando de la manera más perfecta y terminando de la peor forma.
Me lavé el cabello y con cuidado enjaboné cada extremidad con el deseo de quitarme aquel horrible recuerdo de encima.
No estaba segura de haber perdido a mis padres, pese a la manera en la que me habían tratado, supuse que estarían realmente furiosos, pero quizá no era algo permanente.
Eso me dio una muy pequeña y vaga esperanza.
Entonces también podría arreglar las cosas con Harry.
Terminé de ducharme y me envolví en la toalla blanca, mientras me dirigía al cuarto.
No se escuchaban ruidos en la casa, por lo que deduje que Harry aún no habría llegado. Intentaba no torturarme con la intriga de saber dónde diablos habría ido.
Me sequé las gotitas de agua de los hombros y la cadera y me puse un conjunto de ropa interior blanco y sencillo. Un short de franela y una blusa rosa claro.
Tomé un cepillo y desenredé mi cabello dejándolo suelto.
Caminé hasta la sala esperando encontrarme a Harry, pero nada… al parecer estaba realmente enojado.
Reprimí las lágrimas una vez más y observé la hora en el reloj de la pared.
Ocho menos cuarto.
Quizá una siesta mejoraría mi estado de ánimo.
(…)
Cuando desperté eran las diez. Noté la chaqueta negra de Harry sobre la cama y miré a mi alrededor con la esperanza de que estuviera cerca. No, al parecer.
En la sala, lo encontré recostado sobre el sofá mirando una película cualquiera.
Fue como una daga al corazón. Ni siquiera me miró cuando se paró y se dirigió al dormitorio.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Maratón 5/5
Capítulo 74
-¿Qué cenaremos?- pregunté ignorando su hiriente reacción hacía mí.
-Ya cené. Tienes comida en el refrigerador. Toma lo que quieras- dijo y luego se recostó sobre la cama y cerró los ojos.
-¡Ya estoy cansada!- exclamé acercándome. -¡¿No piensas dirigirme la palabra porque golpeé a la estúpida de tu esposa?! ¡Vete a la mierda!- le grité y él abrió los ojos entre sorprendido y furioso.
-¿Quieres que me vaya a la mierda? ¡Te recuerdo que estás en mi casa!- se defendió él extendiendo los brazos. El verde sólido en sus ojos me asustó. –No tenías derecho a golpearla, ¿has visto cómo le quedó la cara? ¡Podrías haberle hecho mucho daño, ___________!
-No la he visto. Pero supongo que tú sí, ¿fuiste a verla, verdad?- tiré al azar y por su expresión, supe que en realidad yo tenía razón.
Estúpidamente contuve las lágrimas y quise matarme por haberle dado al clavo.
-¿Por qué la defiendes?- le pregunté enojada. –Ella me ha alejado de mis padres, me ha humillado frente a todos, ¡y tú sólo continuas diciendo que no debería haberla golpeado!- espeté con ira. -¡Mírame! ¡También he recibido golpes y no ando lloriqueando por ahí!
«Técnicamente no es cierto, al menos no he llorado en frente de él»
-¡La defiendo porque está dolida! ¡Ella no quiere divorciarse y yo le dije que decidí estar contigo! ¡Es completamente natural que se comporte dolida!
«”Decidí estar contigo”». ¿En algún momento lo dudo?
Bien... contrólalo, ___________. Contrólalo...
La tristeza se alejó dejando el paso completamente abierto a una tormenta de ira. Si no me controlaba él sería quién terminaría con la cara rota ésta vez.
-Estás defendiéndola.
Él no lo negó y aquello me partió el corazón en mil pedazos. Tomé mi maleta y me encerré en el baño.
Harry golpeó la puerta, llamándome unas cuantas veces.
Me cambié el sostén y las bragas por algo más encantador y sofisticado. En encaje negro.
Me enfundé unos jeans y una blusa ajustada, y por encima me pasé un sweater en color crema. Acomodé un poco mi cabello, y en un bolso metí todo lo necesario.
Maquillaje, cigarrillos, y dinero, además de mi teléfono.
Pero antes decidí enviar un mensaje.
«Pásame a buscar, esto es urgente. Estoy en lo de Harry.»
Unos segundos más tarde, un suave sonido me alertó de la respuesta.
«En cinco minutos estoy allí, estate lista.»
Ahora sí, guardé el teléfono, y salí de la habitación con el bolso en mi mano y mi maleta en otra.
-¿A dónde diablos vas?- me preguntó él y decidí ignorarlo.
Recogí el vestido del suelo y lo metí en la maleta.
Tomé un par de prendas que había dejado el día anterior y las guardé también.
-¿Estás dejándome?- me cuestionó aún enojado y eso me dolió más de lo que esperaba. A él no le dolería si yo me fuera.
Continuaba defendiendo a la estúpida de Becca aún cuando estábamos juntos, e incluso cuando ella había arruinado mi día, por no decir mi existencia en un par de segundos. Había pasado horas fuera de casa cuando fue a verla…
Esto era suficiente.
Con el bolso en mi hombro, y la maleta en mi mano caminé hasta la sala. Sentí sus pasos detrás de mí.
Tomé del sofá el pequeño oso rosa que siempre llevaba conmigo y lo metí en mi bolso.
-Estás dejándome- dijo ésta vez como afirmación. Su ceño fruncido se acentuó pero su expresión era triste, reemplazando al jodido enfado anterior.
-Cuando puedas superar tu enfado me avisas- le dije y sin mirarlo caminé hasta la puerta de entrada. El me detuvo a medio camino.
-No te vayas, por favor.
-No Harry. Tú estás jodidamente mal. No querrás aceptarlo pero aún sientes algo por ella- le dije en un hilo de voz quemándome la garganta con mis propias palabras. –No has superado tu matrimonio, y ahora que ella parece querer que estés de vuelta, tienes el camino libre.
Me deshice de su agarre y finalmente escuché el claxon afuera.
No pude evitar las lágrimas antes de concluir.
-No me arrepiento de haberla golpeada ni de todo lo que le dije. Y tú tampoco te arrepentirás de haberla consolado a ella en lugar de a mí, cuando yo era tu novia- pude ver su mueca de dolor cuando enfaticé la palabra «era»- y cuando te necesité más que nunca. Has hecho una buena elección, y espero estés feliz con eso.
Cerré la puerta de un golpe y corrí hasta el coche de Marcie. Ella quitó el seguro y abrió la puerta trasera para permitirme dejar el bolso y la maleta.
En un segundo tenía a Harry a mi lado.
-No, no me hagas esto ________________. Te amo, más que a nada. No me dejes- pidió llorando y se me abalanzó para besarme.
Me aparté bruscamente.
-Sólo respóndeme esto- le pedí en voz baja. –Cuándo fuiste a su casa mientras yo me duchaba,… ¿la abrazaste mientras lloraba en tu hombro?- pregunté retóricamente. –Besaste su cabeza mientras ella te decía que te extrañaba y que quería que volvieras, ¿verdad?- añadí sabiendo que estaba yendo muy lejos, y yo sería la que saldría dañada en ese asunto. Él no respondió.
-Justamente tu silencio fue la única respuesta que necesitaba- dije en voz baja. –Todo eso que hiciste por ella, fue lo que yo deseaba que hicieras conmigo. Adiós Harry.
Capítulo 74
-¿Qué cenaremos?- pregunté ignorando su hiriente reacción hacía mí.
-Ya cené. Tienes comida en el refrigerador. Toma lo que quieras- dijo y luego se recostó sobre la cama y cerró los ojos.
-¡Ya estoy cansada!- exclamé acercándome. -¡¿No piensas dirigirme la palabra porque golpeé a la estúpida de tu esposa?! ¡Vete a la mierda!- le grité y él abrió los ojos entre sorprendido y furioso.
-¿Quieres que me vaya a la mierda? ¡Te recuerdo que estás en mi casa!- se defendió él extendiendo los brazos. El verde sólido en sus ojos me asustó. –No tenías derecho a golpearla, ¿has visto cómo le quedó la cara? ¡Podrías haberle hecho mucho daño, ___________!
-No la he visto. Pero supongo que tú sí, ¿fuiste a verla, verdad?- tiré al azar y por su expresión, supe que en realidad yo tenía razón.
Estúpidamente contuve las lágrimas y quise matarme por haberle dado al clavo.
-¿Por qué la defiendes?- le pregunté enojada. –Ella me ha alejado de mis padres, me ha humillado frente a todos, ¡y tú sólo continuas diciendo que no debería haberla golpeado!- espeté con ira. -¡Mírame! ¡También he recibido golpes y no ando lloriqueando por ahí!
«Técnicamente no es cierto, al menos no he llorado en frente de él»
-¡La defiendo porque está dolida! ¡Ella no quiere divorciarse y yo le dije que decidí estar contigo! ¡Es completamente natural que se comporte dolida!
«”Decidí estar contigo”». ¿En algún momento lo dudo?
Bien... contrólalo, ___________. Contrólalo...
La tristeza se alejó dejando el paso completamente abierto a una tormenta de ira. Si no me controlaba él sería quién terminaría con la cara rota ésta vez.
-Estás defendiéndola.
Él no lo negó y aquello me partió el corazón en mil pedazos. Tomé mi maleta y me encerré en el baño.
Harry golpeó la puerta, llamándome unas cuantas veces.
Me cambié el sostén y las bragas por algo más encantador y sofisticado. En encaje negro.
Me enfundé unos jeans y una blusa ajustada, y por encima me pasé un sweater en color crema. Acomodé un poco mi cabello, y en un bolso metí todo lo necesario.
Maquillaje, cigarrillos, y dinero, además de mi teléfono.
Pero antes decidí enviar un mensaje.
«Pásame a buscar, esto es urgente. Estoy en lo de Harry.»
Unos segundos más tarde, un suave sonido me alertó de la respuesta.
«En cinco minutos estoy allí, estate lista.»
Ahora sí, guardé el teléfono, y salí de la habitación con el bolso en mi mano y mi maleta en otra.
-¿A dónde diablos vas?- me preguntó él y decidí ignorarlo.
Recogí el vestido del suelo y lo metí en la maleta.
Tomé un par de prendas que había dejado el día anterior y las guardé también.
-¿Estás dejándome?- me cuestionó aún enojado y eso me dolió más de lo que esperaba. A él no le dolería si yo me fuera.
Continuaba defendiendo a la estúpida de Becca aún cuando estábamos juntos, e incluso cuando ella había arruinado mi día, por no decir mi existencia en un par de segundos. Había pasado horas fuera de casa cuando fue a verla…
Esto era suficiente.
Con el bolso en mi hombro, y la maleta en mi mano caminé hasta la sala. Sentí sus pasos detrás de mí.
Tomé del sofá el pequeño oso rosa que siempre llevaba conmigo y lo metí en mi bolso.
-Estás dejándome- dijo ésta vez como afirmación. Su ceño fruncido se acentuó pero su expresión era triste, reemplazando al jodido enfado anterior.
-Cuando puedas superar tu enfado me avisas- le dije y sin mirarlo caminé hasta la puerta de entrada. El me detuvo a medio camino.
-No te vayas, por favor.
-No Harry. Tú estás jodidamente mal. No querrás aceptarlo pero aún sientes algo por ella- le dije en un hilo de voz quemándome la garganta con mis propias palabras. –No has superado tu matrimonio, y ahora que ella parece querer que estés de vuelta, tienes el camino libre.
Me deshice de su agarre y finalmente escuché el claxon afuera.
No pude evitar las lágrimas antes de concluir.
-No me arrepiento de haberla golpeada ni de todo lo que le dije. Y tú tampoco te arrepentirás de haberla consolado a ella en lugar de a mí, cuando yo era tu novia- pude ver su mueca de dolor cuando enfaticé la palabra «era»- y cuando te necesité más que nunca. Has hecho una buena elección, y espero estés feliz con eso.
Cerré la puerta de un golpe y corrí hasta el coche de Marcie. Ella quitó el seguro y abrió la puerta trasera para permitirme dejar el bolso y la maleta.
En un segundo tenía a Harry a mi lado.
-No, no me hagas esto ________________. Te amo, más que a nada. No me dejes- pidió llorando y se me abalanzó para besarme.
Me aparté bruscamente.
-Sólo respóndeme esto- le pedí en voz baja. –Cuándo fuiste a su casa mientras yo me duchaba,… ¿la abrazaste mientras lloraba en tu hombro?- pregunté retóricamente. –Besaste su cabeza mientras ella te decía que te extrañaba y que quería que volvieras, ¿verdad?- añadí sabiendo que estaba yendo muy lejos, y yo sería la que saldría dañada en ese asunto. Él no respondió.
-Justamente tu silencio fue la única respuesta que necesitaba- dije en voz baja. –Todo eso que hiciste por ella, fue lo que yo deseaba que hicieras conmigo. Adiós Harry.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
AAAAAAA ESTA GENIALLLL SIGUE SIGUEE SIGUEEEEEEEEEEEE
nachita directioner
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
la sigo ahora debo confesar que en el ultimo capitulo de la maraton se me salieron algunas lagrimas jejejenachita directioner escribió:AAAAAAA ESTA GENIALLLL SIGUE SIGUEE SIGUEEEEEEEEEEEE
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Capítulo 75
-No puedo creer que esto realmente haya terminado- le dije a mi rubia amiga que conducía a través de Los Angeles.
Lloré contra su hombro y ella pasó su brazo derecho sobre mi hombro, y el otro lo dejó en el volante.
Al menos alguien me consolaba.
Pero aquello no me servía de mucho para no sufrir por el horrible vacío que sentía en mi interior.
-Él es un idiota- dijo ella con voz apacible. –Y ella una zorra. Te juro que nos vengaremos, cielo.
Solté una risita entre lágrimas.
-Deberías haber visto como quedó su rostro después de la paliza que le di.
-Hubiera pagado por verlo- admitió Marcie con una carcajada. Por un momento, reír un poco me alivió. Y ella lo notó. –Salgamos ésta noche.
-¿Anacks?
Marcie asintió y la observé insegura.
-Oh vamos… no bailaremos para nadie, sólo nos embriagaremos y la pasaremos bien un rato. Luego podemos ir a la playa con dos sexis solteros y nadar desnudos- añadió divertida y solté una carcajada, pero el dolor continuaba allí. –Sólo para despejarte.
Asentí poco convencida, pero finalmente acepté.
(…)
La música habitual en Anacks me alivió un poco. De alguna manera extrañaba el lugar. Las luces rojas, las perras bailando, y los solteros babeando.
Me dirigí a la barra, saludando a mi viejo amigo Fred, y encargándole unas cuantas bebidas para la mesa que teníamos con Marcie.
-Realmente extraño éste lugar- dijo mi amiga observando el techo negro con candelabros y cosas por el estilo. Todo erótico- infernal.
Cuando yo abandoné Anacks, al poco tiempo, Marcie lo hizo también. Me dijo que su relación con Niall era un poco más seria y no quería que hubiera conflictos.
Básicamente por mis mismas razones.
Eso me hizo recordar a Harry, y lágrimas amenazaron con derramarse.
Mi amiga lo notó y se apresuró a decir:
-Hey tranquila. Mira, ahí vienen nuestras bebidas. Ésta noche me embriagaré tanto que puede termine en un coma alcohólico.
Solté una risita.
Fred dejó nuestras bebidas en la mesa y se marchó lanzándome un guiño antes de irse.
Tomé el líquido color rosa de un solo sorbo, y el alcohol quemó mi garganta, pero de algún modo se sintió aliviador.
Trago tras trago, nuestra risa se volvía más escandalosa, charlando de temas como el clima hasta los hombres que se depilaban las cejas.
-Allí está Liam- me avisó Marcie con una expresión curiosa. –Viene para aquí. Quita esa cara de ebria, ______________.
Sonreí y segundos después Liam apareció frente a nosotras.
-De nuevo aquí, Liejett- me dijo apartándome y sentándose a mi lado en el reservado.
-Aja- balbuceé dando a conocer mi obvio estado de ebriedad. Sentí una neblina de sueño en mi cerebro y entrecerré los ojos.
Tomé otro trago.
-¿Cómo estás?- pregunté riéndome y tocando su hombro.
Él me miró divertido.
-Pues muy caliente ahora que te veo con esa blusa ciñendo tus pechos- dijo mordiéndose el labio y solté una carcajada histérica.
Alguna parte de mí sabía que esto no estaba bien, pero el alcohol imposibilitando mi sentido común, echó toda la racionalidad por la borda.
-Yo… -comencé. –Puedo arreglarlo.
Marcie se rió y me guiñó un ojo, caminando igual de ebria que yo hasta otro tipo en la mesa contigua.
Me senté encima de Liam, sintiendo su masculinidad bajo mi trasero.
-Hmmm- gemí moviéndome contra él. Liam tomó mi cintura y me pegó aún más a él. Arqueé mi cuello, dejándome besar por aquella sexy boca. Era caliente.
No se sentía igual que Harry, pero con el alcohol que tenía encima, y la imagen del rizado en mi cabeza, podía pasarlo por alto bastante bien.
-No puedo creer que esto realmente haya terminado- le dije a mi rubia amiga que conducía a través de Los Angeles.
Lloré contra su hombro y ella pasó su brazo derecho sobre mi hombro, y el otro lo dejó en el volante.
Al menos alguien me consolaba.
Pero aquello no me servía de mucho para no sufrir por el horrible vacío que sentía en mi interior.
-Él es un idiota- dijo ella con voz apacible. –Y ella una zorra. Te juro que nos vengaremos, cielo.
Solté una risita entre lágrimas.
-Deberías haber visto como quedó su rostro después de la paliza que le di.
-Hubiera pagado por verlo- admitió Marcie con una carcajada. Por un momento, reír un poco me alivió. Y ella lo notó. –Salgamos ésta noche.
-¿Anacks?
Marcie asintió y la observé insegura.
-Oh vamos… no bailaremos para nadie, sólo nos embriagaremos y la pasaremos bien un rato. Luego podemos ir a la playa con dos sexis solteros y nadar desnudos- añadió divertida y solté una carcajada, pero el dolor continuaba allí. –Sólo para despejarte.
Asentí poco convencida, pero finalmente acepté.
(…)
La música habitual en Anacks me alivió un poco. De alguna manera extrañaba el lugar. Las luces rojas, las perras bailando, y los solteros babeando.
Me dirigí a la barra, saludando a mi viejo amigo Fred, y encargándole unas cuantas bebidas para la mesa que teníamos con Marcie.
-Realmente extraño éste lugar- dijo mi amiga observando el techo negro con candelabros y cosas por el estilo. Todo erótico- infernal.
Cuando yo abandoné Anacks, al poco tiempo, Marcie lo hizo también. Me dijo que su relación con Niall era un poco más seria y no quería que hubiera conflictos.
Básicamente por mis mismas razones.
Eso me hizo recordar a Harry, y lágrimas amenazaron con derramarse.
Mi amiga lo notó y se apresuró a decir:
-Hey tranquila. Mira, ahí vienen nuestras bebidas. Ésta noche me embriagaré tanto que puede termine en un coma alcohólico.
Solté una risita.
Fred dejó nuestras bebidas en la mesa y se marchó lanzándome un guiño antes de irse.
Tomé el líquido color rosa de un solo sorbo, y el alcohol quemó mi garganta, pero de algún modo se sintió aliviador.
Trago tras trago, nuestra risa se volvía más escandalosa, charlando de temas como el clima hasta los hombres que se depilaban las cejas.
-Allí está Liam- me avisó Marcie con una expresión curiosa. –Viene para aquí. Quita esa cara de ebria, ______________.
Sonreí y segundos después Liam apareció frente a nosotras.
-De nuevo aquí, Liejett- me dijo apartándome y sentándose a mi lado en el reservado.
-Aja- balbuceé dando a conocer mi obvio estado de ebriedad. Sentí una neblina de sueño en mi cerebro y entrecerré los ojos.
Tomé otro trago.
-¿Cómo estás?- pregunté riéndome y tocando su hombro.
Él me miró divertido.
-Pues muy caliente ahora que te veo con esa blusa ciñendo tus pechos- dijo mordiéndose el labio y solté una carcajada histérica.
Alguna parte de mí sabía que esto no estaba bien, pero el alcohol imposibilitando mi sentido común, echó toda la racionalidad por la borda.
-Yo… -comencé. –Puedo arreglarlo.
Marcie se rió y me guiñó un ojo, caminando igual de ebria que yo hasta otro tipo en la mesa contigua.
Me senté encima de Liam, sintiendo su masculinidad bajo mi trasero.
-Hmmm- gemí moviéndome contra él. Liam tomó mi cintura y me pegó aún más a él. Arqueé mi cuello, dejándome besar por aquella sexy boca. Era caliente.
No se sentía igual que Harry, pero con el alcohol que tenía encima, y la imagen del rizado en mi cabeza, podía pasarlo por alto bastante bien.
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Capítulo 76
{Narra Harry}
Marqué su número por milésima vez antes de darme por vencido.
Había sido el mayor idiota en la faz de la tierra.
Por segunda vez estaba perdiendo a la persona que más amaba, y todo por un estúpido y ridículo enfado.
Intenté mantener la calma mientras llamaba a sus padres.
-Hola señor Liejett, habla Harry- dije cuando él atendió. De seguro estaría preguntándose qué diablos hacía llamándolo a tales horas.
-Hola Harry- contestó él secamente. –Sí es por ___________, no quiero escuchar nada de ella por el momento. Así que…
-Por favor- lo interrumpí. –Ella y yo… discutimos. Se fue con Marcie, y temo que haga algo malo.
Pensé en las obvias posibilidades. Emborracharse, terminar en brazos de un pervertido… y de repente me golpeé por haber sido tan estúpido.
-Ya no es mi problema, Harry. Hoy ella me ha dado la mayor de las decepciones. Y también me decepciona de ti, hijo. Creí que eras alguien decente. Olvídate de ella y vuelve con tu esposa.
Aquello me partió el corazón pero debía tener la cabeza fría.
-Bien señor Liejett. Lamento haberlo molestado. Que tenga una buena noche- corté la comunicación y tecleé nerviosamente el número de Marcie al que ya había recurrido antes pero seguían sin atenderme.
Luego de cuatro o cinco tonos, me atendió.
Se escucharon unas risas, música, y luego su ebria voz al teléfono.
-¿Sí?
Colgué.
Sabía dónde estaban.
Tomando las llaves del mueble, me dirigí al coche y conduje como un loco a ese maldito antro.
Ya era la segunda vez que me pasaba aquello. Tener que ir a rescatarla de Anacks y su interminable lista de pecados.
Pero no me importaba.
La rescataría cuantas veces fuera necesario, porque de alguna manera, ahora era todo para mí.
Había tenido razón en lo dijo de Becca, ¿por qué diablos la consolé? Fue estúpido ir detrás de ella, pero sentí que debía hacerlo. Al menos aquella última cosa por ella.
Finalmente me estacioné a dos manzanas, frustrado por no haber encontrado sitio para aparcar.
Corrí la distancia que me alejaba del antro como si estuviera persiguiéndome el diablo.
Luego de pagar la entrada, y mostrar aquel poco usado carnet de socio, caminé por los conocidos pasillos oscuros. Busqué en el escenario y alrededores pero no reconocí ni a ___________ ni a Marcie.
Fui hasta la barra con el corazón en la boca.
-Fred- dije llamándolo y él me observó extrañado. Probablemente ni se acordaría de mí. De todos qué diablos que importaba. – ¿Has visto a __________ o a Marcie?
Me miró desconfiado.
-Soy el novio de _____________- aclaré impaciente.
Él casi soltó una risita.
-Oh sí, han estado hace una hora o dos por aquí. Pidieron varios tragos- me dijo señalando a una mesa llena de botellas vacías. –Amigo- dijo casi con confianza y me miró confidente. –Yo creo que no deberías estar con ____________, hace un rato la vi con otro tipo que usualmente asiste aquí.
Cerré los puños y fruncí el ceño.
Tragué saliva pero luego recordé que ella iba borracha.
Sonaría mal pero estaba rogando al cielo por un lado que estuviera ebria, entonces ella habría estado con ese tipo sin pensar, y por otro que no lo estuviera, porque en ese caso él podría abusarse de ella, y estaría completamente indefensa.
-Gracias.
Caminé por el lugar, recorriendo cada maldita mesa, ignorando cada stripper o prostituta que se me acercara.
Me pareció ver un destello rubio en un reservado y me acerqué rápidamente.
Marcie besaba a un tipo de unos treinta y tantos años.
La tomé del brazo apartándola.
-Dime que estás borracha- rogué por ella también, ya que si no estaría engañando a Niall.
Ella soltó una carcajada y se abalanzó a mis brazos.
-¿Qué?- balbuceó riendo y perdiendo el equilibrio.
Joder.
La tomé en mis brazos y la llevé hacia un reservado vacío.
Marcie se desplomó sobre el asiento doble y comenzó a vomitar. Oh genial…
Marqué a Niall.
-Amigo, debes venir ahora. Marcie está completamente ebria y yo debo buscar a ___________- le dije en tanto atendió.
Unos veinte minutos después en los que me carcomí pensando que estaba perdiendo el tiempo junto a una ebria que ni siquiera era mi novia, llegó Niall y se ocupó de la rubia.
-No tengo idea dónde puede estar _____________- dije al borde del colapso. –Sé que no se ha ido, pero he revisado en todos lados y…
-¿Qué?- preguntó Niall alzando a Marcie en sus brazos.
-Mierda.
Corrí a través del gigantesco lugar, con el corazón en las manos. Atravesé aquel pasillo que recordaba vagamente. Ese día en que ____________ bailó para mí por primera vez.
Busqué habitación por habitación, vergonzosamente interrumpiendo actos de los que mejor ni pensar.
Luego de revisar al menos cinco habitaciones, la encontré.
Y casi me muero de la rabia, el enojo y la tristeza cuando la vi.
Estaba acostada en la cama, y sólo llevaba su ropa interior.
Liam estaba encima de ella besando cada parte de su dulce cuerpo.
{Narra Harry}
Marqué su número por milésima vez antes de darme por vencido.
Había sido el mayor idiota en la faz de la tierra.
Por segunda vez estaba perdiendo a la persona que más amaba, y todo por un estúpido y ridículo enfado.
Intenté mantener la calma mientras llamaba a sus padres.
-Hola señor Liejett, habla Harry- dije cuando él atendió. De seguro estaría preguntándose qué diablos hacía llamándolo a tales horas.
-Hola Harry- contestó él secamente. –Sí es por ___________, no quiero escuchar nada de ella por el momento. Así que…
-Por favor- lo interrumpí. –Ella y yo… discutimos. Se fue con Marcie, y temo que haga algo malo.
Pensé en las obvias posibilidades. Emborracharse, terminar en brazos de un pervertido… y de repente me golpeé por haber sido tan estúpido.
-Ya no es mi problema, Harry. Hoy ella me ha dado la mayor de las decepciones. Y también me decepciona de ti, hijo. Creí que eras alguien decente. Olvídate de ella y vuelve con tu esposa.
Aquello me partió el corazón pero debía tener la cabeza fría.
-Bien señor Liejett. Lamento haberlo molestado. Que tenga una buena noche- corté la comunicación y tecleé nerviosamente el número de Marcie al que ya había recurrido antes pero seguían sin atenderme.
Luego de cuatro o cinco tonos, me atendió.
Se escucharon unas risas, música, y luego su ebria voz al teléfono.
-¿Sí?
Colgué.
Sabía dónde estaban.
Tomando las llaves del mueble, me dirigí al coche y conduje como un loco a ese maldito antro.
Ya era la segunda vez que me pasaba aquello. Tener que ir a rescatarla de Anacks y su interminable lista de pecados.
Pero no me importaba.
La rescataría cuantas veces fuera necesario, porque de alguna manera, ahora era todo para mí.
Había tenido razón en lo dijo de Becca, ¿por qué diablos la consolé? Fue estúpido ir detrás de ella, pero sentí que debía hacerlo. Al menos aquella última cosa por ella.
Finalmente me estacioné a dos manzanas, frustrado por no haber encontrado sitio para aparcar.
Corrí la distancia que me alejaba del antro como si estuviera persiguiéndome el diablo.
Luego de pagar la entrada, y mostrar aquel poco usado carnet de socio, caminé por los conocidos pasillos oscuros. Busqué en el escenario y alrededores pero no reconocí ni a ___________ ni a Marcie.
Fui hasta la barra con el corazón en la boca.
-Fred- dije llamándolo y él me observó extrañado. Probablemente ni se acordaría de mí. De todos qué diablos que importaba. – ¿Has visto a __________ o a Marcie?
Me miró desconfiado.
-Soy el novio de _____________- aclaré impaciente.
Él casi soltó una risita.
-Oh sí, han estado hace una hora o dos por aquí. Pidieron varios tragos- me dijo señalando a una mesa llena de botellas vacías. –Amigo- dijo casi con confianza y me miró confidente. –Yo creo que no deberías estar con ____________, hace un rato la vi con otro tipo que usualmente asiste aquí.
Cerré los puños y fruncí el ceño.
Tragué saliva pero luego recordé que ella iba borracha.
Sonaría mal pero estaba rogando al cielo por un lado que estuviera ebria, entonces ella habría estado con ese tipo sin pensar, y por otro que no lo estuviera, porque en ese caso él podría abusarse de ella, y estaría completamente indefensa.
-Gracias.
Caminé por el lugar, recorriendo cada maldita mesa, ignorando cada stripper o prostituta que se me acercara.
Me pareció ver un destello rubio en un reservado y me acerqué rápidamente.
Marcie besaba a un tipo de unos treinta y tantos años.
La tomé del brazo apartándola.
-Dime que estás borracha- rogué por ella también, ya que si no estaría engañando a Niall.
Ella soltó una carcajada y se abalanzó a mis brazos.
-¿Qué?- balbuceó riendo y perdiendo el equilibrio.
Joder.
La tomé en mis brazos y la llevé hacia un reservado vacío.
Marcie se desplomó sobre el asiento doble y comenzó a vomitar. Oh genial…
Marqué a Niall.
-Amigo, debes venir ahora. Marcie está completamente ebria y yo debo buscar a ___________- le dije en tanto atendió.
Unos veinte minutos después en los que me carcomí pensando que estaba perdiendo el tiempo junto a una ebria que ni siquiera era mi novia, llegó Niall y se ocupó de la rubia.
-No tengo idea dónde puede estar _____________- dije al borde del colapso. –Sé que no se ha ido, pero he revisado en todos lados y…
-¿Qué?- preguntó Niall alzando a Marcie en sus brazos.
-Mierda.
Corrí a través del gigantesco lugar, con el corazón en las manos. Atravesé aquel pasillo que recordaba vagamente. Ese día en que ____________ bailó para mí por primera vez.
Busqué habitación por habitación, vergonzosamente interrumpiendo actos de los que mejor ni pensar.
Luego de revisar al menos cinco habitaciones, la encontré.
Y casi me muero de la rabia, el enojo y la tristeza cuando la vi.
Estaba acostada en la cama, y sólo llevaba su ropa interior.
Liam estaba encima de ella besando cada parte de su dulce cuerpo.
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les voy a subir un capitulo mas para que no queden con la duda jejeje espero que les haya gustado la maratón beshoooooooos a todas las quiero
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
Capítulo 77
____________ tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido.
-Haré que te olvides de todo ésta noche- dijo Liam y besuqueó su estómago.
Me quedé allí, inmóvil y con el corazón roto.
-No me jodas, mamá- balbuceó ella y abrí los ojos entrando en alerta.
Estaba ebria.
Jesús. Tomé a Liam por los hombros y lo estampé contra la pared cercana.
Este se levantó con una erección y cara de confundido.
-¿Estás demente?- preguntó enojado y tomó sus bóxers, enfundando aquella patética cosa rápidamente.
-¡¿Pensabas tirártela mientras está ebria?!- grité furioso y me acerqué hundiendo mi puño en su mandíbula.
El jadeó pero rápidamente se levantó y me aventó un golpe el cual esquivé por pocos centímetros.
-Ella ya es bastante grande para decidir sola. No es mi culpa que esté ebria- dijo él lascivo observando el cuerpo de ____________ en la cama.
La ira se apoderó de mí, y literalmente lo molí a golpes, pensando en qué podría haber sucedido si llegaba unos minutos más tarde.
Descargué todo mi enojo a golpes, desfigurando su rostro de niño bonito, y probablemente aflojándole unos cuantos dientes.
Cuando me aseguré de que tuviera bastante en claro el propósito de mi paliza, lo dejé a un lado de la cama, gimiendo de dolor en el piso.
_______________ entreabrió los ojos, confundida.
-Déjame- rezongó y se dio media vuelta. Llevaba un sexy sostén con encaje negro. –Vete con Becca, déjame- balbuceó frunciendo el ceño con los ojos cerrados y algo ida.
Tomó una almohada y me la aventó. Evité una risita.
Quizá si podríamos solucionar esto después de todo.
Tomé sus jeans del suelo e intenté ponérselos.
-Tú estás… -comenzó ella y la vi parpadear varias veces intentando enfocar la vista. Soltó una risita divertida- ¿qué?
Fruncí el ceño e ignoré sus movimientos de negación mientras me ocupaba de ponerle la ropa.
No me dejó ponerle los zapatos, pero no me importó, la tomé en brazos y salí de allí. Ella se removía inquieta y molesta, murmurando cosas sin sentido.
-Déjame- dijo más decidida cuando la senté sobre la barra.
-Dame un vaso de agua por favor- le pedí a Fred que observaba la escena divertido.
___________ arregló su escote y luego apoyó la cabeza contra la barra.
-Te odio. Aléjate de mí.
Sus palabras me dolieron pero me obligué a aceptar que ella estaba ebria y no sabía lo que decía.
Fred me pasó un vaso con agua y se lo entregué.
Ella se negó.
-Vamos, ___________, por favor- le pedí tendiéndole el vaso.
Ella lo tomó en su mano.
-¡Te dije que no!- exclamó arrojando el vaso al suelo, que golpeó estallando en fragmentos de cristal.
_____________ echó a correr evitando torpemente no pisar los cristales con sus pies descalzos.
Le ofrecí una mirada de disculpa al tipo de la barra y corrí detrás de ella.
-¡Ven aquí!- le grité enojado pero ella solo aceleró su paso llevándose por delante a unas cuantas personas.
Finalmente llegó a la salida y corrió por el asfalto. La seguí lo más rápido que pude, y noté que ella comenzaba a ralentizarse. El estado de ebriedad no le permitiría ir muy lejos.
La tomé en brazos nuevamente y ella chilló todo el camino hasta el auto.
Una vez que le abroché el cinturón de seguridad, puse el seguro para que no pudiera escaparse.
Ella comenzó a gritarme desde el asiento copiloto mientras yo daba la media vuelta para ir a mi asiento.
-¡Te detesto!- me gritó fulminándome con la mirada en tanto entré. – ¡¿Por qué no te vas con la jodida de tu esposa y sigues con tu estúpido e infeliz matrimonio?!
Al parecer ya estaba un poco más consciente porque pudo decirlo casi sin tartamudear o detenerse a pensar.
-Cálmate. Estabas a punto de acostarte con un cualquiera y yo sólo te he dado una mano- dije fríamente y algo molesto, nuevamente. Puse el motor en marcha y por primera vez me salteé los semáforos en rojo.
Ella me miró atónita y desabrochó el cinturón.
Me golpeó el hombro y comenzó a gritarme cualquier cantidad de insultos, uno tras otro.
-¡Estoy harta de ti! ¡Me trataste como una mierda todo el día! ¿Y ahora vienes a hacerte el que ‘me das una mano’?- chilló enojada. – ¡Eres una mierda, te juro que apenas detengas el auto romperé el parabrisas con tu cráneo y me iré muy lejos de ti!
-¡Estás demente!- espeté furioso. – ¡Yo debería alejarme de ti! ¡Hoy casi la matas a golpes! ¡Y no me digas que la defiendo específicamente a ella, porque cualquiera diría lo mismo que yo!
-Estás enamorado. Eres un maldito idiota, aún no has superado que la muy zorra no siente nada por ti. Acéptalo, ¡sólo eres un bastardo perdedor!
-¡Pues éste perdedor te ama! ¡Y tú sólo quieres que me aleje de ti por un maldito error!
Ella no dijo nada y finalmente sentí mi corazón destrozarse lenta y letalmente.
Mis ojos se cristalizaron y sentí que nada valió la pena para ella.
Estaba echando todo por la borda como siempre.
-Harry- dijo ella alarmada pero no la observé. –¡¡¡Harry, detente!!!
Su expresión asustada fue lo último que vi antes de que una luz blanca consumiera nuestra visión.
{Narra Zayn}
Mi madre sonrió cuando volví a casa luego de dejar a Gretchen en la suya.
Gretchen era aquella recepcionista de la Academia Raymond que había visto por primera vez cuando habíamos ido junto con Harry a fotografiar la exposición.
Ella me había cautivado desde un principio, por lo que en tanto volví a verla no me resistí a pedirle su número.
Al principio era algo vagamente casual, pero admito que ahora podría incluso decir que me estaba empezando a enamorar.
Y eso que todavía no me había acostado con ella.
Aquella noche se la había presentado a mis padres, y por las expresiones en sus rostros, supe que estaban tan fascinados por ella como yo.
-Es encantadora- halagó mi madre. –La cena ha ido espectacular, me alegra que no hayas traído a cualquier joven promiscua con las que solías andar- me dijo mirándome severamente.
Solté una risita tonta. Me despedí de ella y mi padre, y subí a arropar a mis hermanas menores.
Finalmente cuando partí rumbo a casa, con el tráfico notoriamente lento para estar a esa altura de la noche, mi celular comenzó a sonar.
Sonreí como un tonto pensando que era Gretchen.
Me llevé el teléfono al oído.
-Zayn Malik- dije fingiendo seriedad, pero la voz del otro lado de la línea no era nada parecida a la de mi novia.
-¿Usted es pariente cercano o amigo del señor Harry Styles?- preguntó un tipo, y yo alejé el celular de mi oído para ver la pantalla. En efecto, estaba llamándome desde el teléfono de Harry.
-Sí, es mi mejor amigo. ¿Qué sucede?- dije deteniendo el auto sobre la acera.
Se hizo un silencio incómodo en el que pude escuchar sirenas de policía a través del móvil. Mi corazón se detuvo.
-Él y una chica con la que iban… han sufrido un accidente.
--
No me digan nada, yo ya morí. sorry creo que ahora me odian pero ya veran lo que pasa con la nove subo capitulos mañana y creo que otra vez las voy a dejar con la duda jejeje que mala soy:twisted: me voy a castigar :muere: :imdead: pero bueno espero que les hayan gustado los capitulo beshoooooos a todaas y buenas noches
____________ tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido.
-Haré que te olvides de todo ésta noche- dijo Liam y besuqueó su estómago.
Me quedé allí, inmóvil y con el corazón roto.
-No me jodas, mamá- balbuceó ella y abrí los ojos entrando en alerta.
Estaba ebria.
Jesús. Tomé a Liam por los hombros y lo estampé contra la pared cercana.
Este se levantó con una erección y cara de confundido.
-¿Estás demente?- preguntó enojado y tomó sus bóxers, enfundando aquella patética cosa rápidamente.
-¡¿Pensabas tirártela mientras está ebria?!- grité furioso y me acerqué hundiendo mi puño en su mandíbula.
El jadeó pero rápidamente se levantó y me aventó un golpe el cual esquivé por pocos centímetros.
-Ella ya es bastante grande para decidir sola. No es mi culpa que esté ebria- dijo él lascivo observando el cuerpo de ____________ en la cama.
La ira se apoderó de mí, y literalmente lo molí a golpes, pensando en qué podría haber sucedido si llegaba unos minutos más tarde.
Descargué todo mi enojo a golpes, desfigurando su rostro de niño bonito, y probablemente aflojándole unos cuantos dientes.
Cuando me aseguré de que tuviera bastante en claro el propósito de mi paliza, lo dejé a un lado de la cama, gimiendo de dolor en el piso.
_______________ entreabrió los ojos, confundida.
-Déjame- rezongó y se dio media vuelta. Llevaba un sexy sostén con encaje negro. –Vete con Becca, déjame- balbuceó frunciendo el ceño con los ojos cerrados y algo ida.
Tomó una almohada y me la aventó. Evité una risita.
Quizá si podríamos solucionar esto después de todo.
Tomé sus jeans del suelo e intenté ponérselos.
-Tú estás… -comenzó ella y la vi parpadear varias veces intentando enfocar la vista. Soltó una risita divertida- ¿qué?
Fruncí el ceño e ignoré sus movimientos de negación mientras me ocupaba de ponerle la ropa.
No me dejó ponerle los zapatos, pero no me importó, la tomé en brazos y salí de allí. Ella se removía inquieta y molesta, murmurando cosas sin sentido.
-Déjame- dijo más decidida cuando la senté sobre la barra.
-Dame un vaso de agua por favor- le pedí a Fred que observaba la escena divertido.
___________ arregló su escote y luego apoyó la cabeza contra la barra.
-Te odio. Aléjate de mí.
Sus palabras me dolieron pero me obligué a aceptar que ella estaba ebria y no sabía lo que decía.
Fred me pasó un vaso con agua y se lo entregué.
Ella se negó.
-Vamos, ___________, por favor- le pedí tendiéndole el vaso.
Ella lo tomó en su mano.
-¡Te dije que no!- exclamó arrojando el vaso al suelo, que golpeó estallando en fragmentos de cristal.
_____________ echó a correr evitando torpemente no pisar los cristales con sus pies descalzos.
Le ofrecí una mirada de disculpa al tipo de la barra y corrí detrás de ella.
-¡Ven aquí!- le grité enojado pero ella solo aceleró su paso llevándose por delante a unas cuantas personas.
Finalmente llegó a la salida y corrió por el asfalto. La seguí lo más rápido que pude, y noté que ella comenzaba a ralentizarse. El estado de ebriedad no le permitiría ir muy lejos.
La tomé en brazos nuevamente y ella chilló todo el camino hasta el auto.
Una vez que le abroché el cinturón de seguridad, puse el seguro para que no pudiera escaparse.
Ella comenzó a gritarme desde el asiento copiloto mientras yo daba la media vuelta para ir a mi asiento.
-¡Te detesto!- me gritó fulminándome con la mirada en tanto entré. – ¡¿Por qué no te vas con la jodida de tu esposa y sigues con tu estúpido e infeliz matrimonio?!
Al parecer ya estaba un poco más consciente porque pudo decirlo casi sin tartamudear o detenerse a pensar.
-Cálmate. Estabas a punto de acostarte con un cualquiera y yo sólo te he dado una mano- dije fríamente y algo molesto, nuevamente. Puse el motor en marcha y por primera vez me salteé los semáforos en rojo.
Ella me miró atónita y desabrochó el cinturón.
Me golpeó el hombro y comenzó a gritarme cualquier cantidad de insultos, uno tras otro.
-¡Estoy harta de ti! ¡Me trataste como una mierda todo el día! ¿Y ahora vienes a hacerte el que ‘me das una mano’?- chilló enojada. – ¡Eres una mierda, te juro que apenas detengas el auto romperé el parabrisas con tu cráneo y me iré muy lejos de ti!
-¡Estás demente!- espeté furioso. – ¡Yo debería alejarme de ti! ¡Hoy casi la matas a golpes! ¡Y no me digas que la defiendo específicamente a ella, porque cualquiera diría lo mismo que yo!
-Estás enamorado. Eres un maldito idiota, aún no has superado que la muy zorra no siente nada por ti. Acéptalo, ¡sólo eres un bastardo perdedor!
-¡Pues éste perdedor te ama! ¡Y tú sólo quieres que me aleje de ti por un maldito error!
Ella no dijo nada y finalmente sentí mi corazón destrozarse lenta y letalmente.
Mis ojos se cristalizaron y sentí que nada valió la pena para ella.
Estaba echando todo por la borda como siempre.
-Harry- dijo ella alarmada pero no la observé. –¡¡¡Harry, detente!!!
Su expresión asustada fue lo último que vi antes de que una luz blanca consumiera nuestra visión.
{Narra Zayn}
Mi madre sonrió cuando volví a casa luego de dejar a Gretchen en la suya.
Gretchen era aquella recepcionista de la Academia Raymond que había visto por primera vez cuando habíamos ido junto con Harry a fotografiar la exposición.
Ella me había cautivado desde un principio, por lo que en tanto volví a verla no me resistí a pedirle su número.
Al principio era algo vagamente casual, pero admito que ahora podría incluso decir que me estaba empezando a enamorar.
Y eso que todavía no me había acostado con ella.
Aquella noche se la había presentado a mis padres, y por las expresiones en sus rostros, supe que estaban tan fascinados por ella como yo.
-Es encantadora- halagó mi madre. –La cena ha ido espectacular, me alegra que no hayas traído a cualquier joven promiscua con las que solías andar- me dijo mirándome severamente.
Solté una risita tonta. Me despedí de ella y mi padre, y subí a arropar a mis hermanas menores.
Finalmente cuando partí rumbo a casa, con el tráfico notoriamente lento para estar a esa altura de la noche, mi celular comenzó a sonar.
Sonreí como un tonto pensando que era Gretchen.
Me llevé el teléfono al oído.
-Zayn Malik- dije fingiendo seriedad, pero la voz del otro lado de la línea no era nada parecida a la de mi novia.
-¿Usted es pariente cercano o amigo del señor Harry Styles?- preguntó un tipo, y yo alejé el celular de mi oído para ver la pantalla. En efecto, estaba llamándome desde el teléfono de Harry.
-Sí, es mi mejor amigo. ¿Qué sucede?- dije deteniendo el auto sobre la acera.
Se hizo un silencio incómodo en el que pude escuchar sirenas de policía a través del móvil. Mi corazón se detuvo.
-Él y una chica con la que iban… han sufrido un accidente.
--
No me digan nada, yo ya morí. sorry creo que ahora me odian pero ya veran lo que pasa con la nove subo capitulos mañana y creo que otra vez las voy a dejar con la duda jejeje que mala soy:twisted: me voy a castigar :muere: :imdead: pero bueno espero que les hayan gustado los capitulo beshoooooos a todaas y buenas noches
michu
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
dios mio michu por favor siguela me encuentro aora mismo rodeada por un mar de lagrimas por favor me encanta tu novela siguela pronto bufffffffffffffff me e puesto de mala leche cuando harry a defendido a becca y le a dado su apollo antes k a rayis buffff no melo puedo creer y luego k tienen un accidente y lo k ace rayis dios mio por favor siguela y no me dejes asi te necesito de tu niña buena
besossssssssssssssss mari
besossssssssssssssss mari
Devon.
Re: One and Only {Harry&tú} -Cami. TERMINADA
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa síguela necesito saber que pasa por la $%$ siguelaaaaaaaaaaaaa pliss necesito que la sigaaaaaas!!!!!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa llorareeeeeeeeeeeeee me moriré me dara un ataque al corazón aaaaaaaaaaaa :( llorooooooooooooo noooooooooooooooooo
nachita directioner
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