Never Let Me Go - Harry Styles y Tu

Narra _____________

 

 

Libertad. Después de lo que pareció ser una eternidad la campana, indicando la salida, sonó. Había sobrevivido a mi primer día en la preparatoria. Niall ya me estaba esperando junto con Louis así que decidimos ir al coche. Estábamos en camino cuando notamos que Giovanna venía, acompañada por su hermano Blaine, lo cual era algo común; lo extraño es que ella se tapaba la cara con su brazo. Al parecer no notaron nuestra presencia y unos segundos después ya no había rastro de ellos.

-       Soy el único que notó la extraña actitud de los hermanos Anderson? – preguntó Louis un poco confundido

-       Lou, creo que todos aquí nos dimos cuenta – le respondí

-       Chicos debemos ir a buscarlos, hay que asegurarnos que Gio este bien – comentó Niall mientras se detenía.

Un momento, entendía que Gio fuera nuestra amiga y que su comportamiento no había sido normal; Pero… por qué Niall mostraba tanto interés? Esta no era la primera vez que lo hacía.

-       Niall, estoy segura de que Gio estará bien, esta acompañada de Blaine, el nunca dejará que algo malo le suceda – dije no muy contenta. 

Niall solamente asintió y subimos al coche. Este viaje a diferencia del de la mañana había sido muy callado, pero tenía su razón de serlo, este día había sido un poco sorprendente. Una vez que llegamos a la casa me despedí de Niall dándole un pequeño beso en sus labios mientras que Louis decidió darle uno de esos saludos raros que los chicos hacen.

Mi hermano y yo entramos a la casa y encontramos a nuestros papás vestidos formalmente.

-       Papá, qué haces tan temprano en casa y por qué están vestidos así? – cuestioné mientras aventaba mi bolso a un sillón.

-       Invitamos a los nuevos vecinos a cenar y debemos alistar la casa – contestó mi madre

-       Nuevos vecinos?  -- preguntamos Louis y yo sorprendidos.

-       Si, la familia McCain, tienen una hija, tal vez te puedas llevar bien con ella ________ -- nos comentó mi madre mientras sacaba un pastel del horno – Llegarán a las 7:00 a la casa, por lo que deberían ir a arreglarse.

Louis y yo suspiramos y comenzamos a subir las escaleras; Una vez arriba me encerré en mi cuarto y me tiré en la cama, boca arriba, cerrando mis ojos.

 

-       __________, Louis, bajen por favor – escuché a mi padre gritar desde abajo – La familia McCain ya está aquí.

Salí de mi habitación y me encontré con Louis, quien se había vestido semi-formal.

-       Te ves muy linda hermanita – dijo Louis con una sonrisa.

-       Tu no te quedas atrás – dije devolviéndole el gesto.

Louis y yo bajamos las escaleras y al final de estas nos encontramos con la familia que recién se había mudado. La familia estaba compuesta por tan solo 3 personas, el señor y la señora McCain y su hija.

-       Oh ellos son sus hijos, cierto? Mucho gusto muchachos yo soy la señora McCain, el es mi esposa y ella es nuestra hija Andy. 

Andrea era una chica alta, con  un cabello negro, largo y ondulado que le llegaba por encima de la cintura, con unos ojos café obscuro los cuales eran cubiertos por unos lentes. También pude notar que tenía una cicatriz en el brazo

-       Es un placer – dijo Andy un poco tímida.

-       El placer es nuestro, yo soy __________ y el es Louis – le contesté

-       Hola – contestó mi hermano

Nos sentamos a cenar y todo estaba saliendo muy bien; familia McCain era muy agradable.

-       Y en cuál casa viven? – preguntó mi padre mientras que se llevaba un trozo de pastel a la boca.

-       Oh, vivimos en la esquina, la última casa – respondió el padre de Andrea.

-       Es enserio? Esa casa no ha sido habitada en años, no tiene una buena iluminación y esta un poco aislada – comentó Louis.

-       Esta bien, no nos molesta en lo absoluto – dijo la señora McCain con una pequeña sonrisa.

Okay, eso era un poco extraño, a quién le gustaba vivir en la penumbra?

-       Y a qué escuela vas Andy? – pregunté tratando de ser amigable.

-       Yo soy educada en casa – me contestó.

-       Ah, yo… entiendo – dije tomando un poco de agua.

Después de que terminaron de comer sus postres, la familia McCain regresó a su casa, no sin antes agradecernos por la cena.

Estaba en mi cuarto terminando una tarea cuando Louis entró.

-       Hola hermana, sabes que te quiero?

-       Y ahora que quieres Louis? – dije rodando los ojos.

-       Me prestas tu cargador para celular, perdí el mío.

Abrí mi cajón y se lo lancé, Louis estaba apunto de salir cuando se detuvo.

-       No crees que la familia de hoy era un poco extraña? – me dijo mientras se recargaba en el marco de la puerta.

-       Oh, créeme, cosas más raras me han pasado hoy – dije

-       Cómo qué?

Honestamente no tenía ganas de explicar.

-       Luego te contaré – me límite a decir – Buenas noches.

Louis salió de mi cuarto, yo decidí guardar todo y acostarme a dormir, tratando de olvidar por lo menos un rato todo lo que había pasado.