Once Upon a Time | NC| One Direction

Lencie Tisdale.

Me echo en el asiento trasero de la camioneta de Zayn. Cierro mis ojos y dejo que la música, lo que sea que esté sonando, calme un poco mis nervios.

Realmente no fue la gran cosa esa “pelea”, después de todo, pero los recuerdos que trae, hacen que mis manos comiencen a sudar. Es un poco difícil entender como Boris y yo salimos de ese círculo, en el que tanto su padre como el mío estaban metidos, sin embargo, el cómo y porqué lo logramos fue todo gracias a Marcia, mi abuela.

Todo fue tan irreal al comienzo, con Dan Reynolds a unos cuantos metros de mí (bueno, no parecían más de cien metros de distancia entre mi amor platónico y yo), viéndolo y cantando con la banda favorita de Boris y la mía, todas las canciones. Eso fue hermoso, y fue un gesto realmente lindo por parte de Zayn, pero eso no lo admitiré en voz alta, aun no estoy lista para hacer un juicio completo del muchacho.

No escucho la conversación que Boris mantiene con el chico. Me mantengo sumida en mis propios pensamientos cando la camioneta lentamente va descendiendo la velocidad y yo enderezo mi espalda perezosamente.

Sentándome derecha, acomodo mi cabello rojizo y estiro el cuello quedando justo en medio de los dos. Boris suelta un suspiro resignado y yo sonrío. Me encanta hacerla enojar.

— Gracias por, um, esta noche. La pasé genial. Gracias por tomarte tantas molestias – digo, intentando sonar sincera, pero fallo notoriamente.

Boris ríe por lo bajo mientras que yo me muerdo la lengua para no rechistar.

— ¡Oh, vamos, Lens! – Protesta la castaña – ¿Es lo mejor que puedes hacer? – inquiere, mirándome con aires burlones y Zayn hace lo mismo.

— No me presiones – farfullo, frunciendo el entrecejo. Inhalando profundamente, después de fulminar con la mirada a Boriska, dirijo mis ojos hacia Zayn, quien alza las cejas con aparente diversión mientras se acomoda en el asiento del piloto listo para escuchar mis palabras. Lo único que quiero que quede claro es que mi opinión hacia él no ha cambiado demasiado, pero sí agradezco todas las molestias que se tomó con nosotras – gracias por soportarme esta noche, por tomarte la molestia de invitarnos a ambas, de pagar por la cena y por tener que escucharnos cantar toda la noche como focas borrachas. La pasé de maravilla y no creas que no te vigilaré porque si llegas a hacerle daño a Greyer juro que te cortaré las bolas y te las podré de collar. Adiós.

Dicho mi hermoso discurso, salgo con rapidez de la camioneta, consiente que ambos están parpadeando y analizando cada una de mis palabras, me despido con la mano del moreno y le doy espacio a mi amiga para que se despida del chico sin tener que estar presente.
Cuando estoy caminando alrededor la camioneta, rumbo al departamento, ambos parecen reír y estallar en carcajadas. Niego con la cabeza y comienzo a caminar. Saco mi celular de mi bolso y le envío un mensaje a Tatianne, preguntándole si está bien ahora, mientras camino hacia la puerta principal del edificio.

Rechistando entre dientes al ver el cartel de “fuera de servicio” del elevador, me dirijo a las escaleras cuando mi celular comienza a vibrar dentro de mi bolsillo. Buscando a tientas, mientras subo las escaleras, lo encuentro. Desbloqueo la pantalla y medio sonrío al ver un mensaje de Chase, mi compañero en clase de teatro.



Mis ojos se abren con sorpresa. ¡Joder!

La obra, la obra. Olvidé decirle a Boris que audicioné para la obra semestral y que quedé en ella, y solo sé que será tan espectacular como tener que soportar a mí sexy profesor de música rondar por cada uno de los ensayos. ¡Yujú!



Estoy recostada en el sofá del departamento, mirando el libreto y mordiéndome la lengua por la gracia que me causa la historia y los personajes. Es básicamente una comedia romántica desarrollada con los personajes de Oliva y Dallas.  

Una historia un tanto peculiar y bastante divertida, a mi parecer.

Doy una mascada al caramelo de regaliz y mastico mientras leo. La historia se va desarrollando poco a poco hasta el momento del clímax, donde la protagonista trata de negar sus sentimientos hacia Dallas.

Cuando escucho el ruido de la manilla del departamento, instintivamente levando mi cabeza, viendo a Boris ingresar a nuestro pequeño lugar.

— Estaba a punto de sacar la escopeta para ir a buscarte – murmuro, regresando mi mirada hacia el libreto entre mis dedos.

Menea la cabeza con aparente diversión, quitándose la chaqueta y colgándola en el perchero. En un movimiento rápido se hace una coleta y me observa con una mueca burlona.

— Creí que te agradaba un poco más como para que quisieras amenazarlo con una escopeta, sin contar la amenaza del collar con sus bolas – carcajea mientras lo dice y se encamina a la cocina.

— Nop, puede que me haya engatusado con el concierto, pero ya se me pasó el efecto Reynolds en mi sistema – me encojo de hombros, riéndome de su sonrisa torcida – no soy una chica fácil.

— Lo sé, Lens, lo sé – se ríe entre dientes y se vuelve a mover por la cocina con la gracia y elegancia que la caracteriza.

Una vez que deja de hacer  lo que está haciendo, posa sus manos en la isla de la cocina y su mirada se dirige única y exclusivamente a mí, observándome con seriedad, con esa mirada de “quiero que me digas la verdad a lo que te voy a preguntar, sin excusas”. Frunzo el ceño y la incito a hablar con la mirada.

— Del uno al diez, ¿qué tan asustada estabas en el restaurante?

Su pregunta me toma por sorpresa. Parpadeando lentamente subo el mentón y muerdo mi labio inferior.

— No estaba asustada, fue más bien una especie de Shock – corrijo. – hace mucho que no estábamos metidas en algo como lo que pasó, eso es todo, Boris.

— Lenny, vi tus ojos en se momento. Estabas asustada hasta la mierda – niega con la cabeza – ni siquiera te defendiste del séquito de rubias… cuando podrías haberles lanzado un derechazo y haberlas dejado fuera de combate sin más – protesta, aun desde la cocina.
Sonrió medianamente. Sus palabras me hacen darme cuenta de que por más que trate de negar una cosa, ella simplemente sabrá que estoy mintiendo. Boriska es la única persona que me conoce completamente, que sabe cada una de mis facetas, como yo sé las de ella.

— Siete – contesto, finalmente. – pero no volverá a pasar, no te preocupes por mi. Ya quedó atrás – como muchas partes de mi vida.

Asiente con la cabeza y regresa a lo suyo, meditando mi respuesta. Pasan un par de minutos en los que me vuelvo a concentrar en mi lectura y Boris se mueve por la cocina, aunque no le presto atención suficiente como para ver lo que en realidad está haciendo. Segundos después, Boris toma asiento a mi lado, dejando una bandeja con dos sándwiches, uno lleno de verduras para mí y otro con carne y queso para ella, además de dos latas de refresco.

— Ay, que linda – le sonrío enormemente – gracias, B.

— De nada, Lens – se encoje de hombros, restándole importancia a su gesto, tomando su lata de refresco y llevándosela a los labios –  ¿qué mierda estás leyendo ahora? – inquiere, con curiosidad, lanzándole una mirada al libreto – no me digas que es Losing it otra vez – añade, riendo.

— Nop, es el libreto de la obra semestral – murmuro – no es la gran cosa.

— El libreto de la obra semestral... – repite, llevándose el sándwich a la boca, analizando mis palabras.

Estiro mi brazo y consigo mi lata de refresco, la abro en cosa de segundos y me la llevo a los labios al momento en el que B parece reaccionar. Sus enormes ojos grises se abren y su mirada viaja a la mía. Su boca se abre dos veces y en las dos veces puedo ver la comida triturada en su cavidad bucal.

Arrugando la nariz, le digo que trague la mierda que hay en su boca mientras me río de su expresión.

— ¡Lencie! – chilla, después de tragar. Sus manos viajan a mis hombros y me zarandea haciéndome derramar la mayor parte de mi refresco de uva.

— ¿Qué te sucede, demente? – digo, como soy capaz, puesto que la chica aun no ha dejado de zarandearme como si fuese un jodido peluche.

— ¡Estás en la obra semestral! Mal nacida – espeta, mirándome fijamente – no me habías dicho ni una puta palabra. ¡¿Quién te crees?! ¡Yo debí ser la primera en enterarse! – grita con exasperación. – Pero no importa, maldita sea, felicidades – agrega, estrechándome con sus brazos – estaba esperando este momento desde siempre y este acontecimiento merece ser celebrado. Maldita sea, será celebrado como merece serlo.

Y si ella lo dice, probablemente se hará.



No sé de dónde Boriska sacó la idea de ir a Euphoria. Seguramente los chicos, los que también irán a “celebrar” que tengo un papel en la obra, deben tener conocidos ahí, porque, según lo que sé, ese lugar es exclusivo.

Termino de acomodar la blusa coral, sin mangas, dentro de mis shorts negros a la cintura y me miro en el espejo de cuerpo entero de mi pequeña y acogedora habitación. Me gusta como me quedan los botines negros de tacón, hacen que mis piernas se vean más largas de lo que son. Maquillaje sutil y cabello ondulado para darle un poco más de volumen.

Mi celular suena en mi cama. Girando hacia él, en un rápido movimiento lo tengo entre mis dedos y una pequeña sonrisa aparece en mis labios cuando veo los dos mensajes que me han llegado.

Abriendo primero el mensaje de Tati, me sorprendo gratamente al ver que ha aceptado salir con nosotros esta noche.



Por otra parte, Chase parece estar más que extasiado por dejar su horrible trabajo en la ferretería y salir a relajarse un poco o, bueno, lo que él quiere es salir a emborracharse y conseguirse a alguna chica con la cual pasar la noche.



La respuesta de Chase es casi inmediata.



Salgo casi saltando de mi habitación, porque esta noche la pasaré bien. Me relajaré y dejaré atrás la semana de mierda que he tenido (salvo por el concierto y por la reconciliación con Boris). Beberé hasta que no sea capaz de levantar mi trasero y me olvidaré de que el chico con el que casi pierdo mi virginidad, me dejó semidesnuda en la cama.

Me olvidaré de toda la mierda.

Salgo de mi habitación, con mi chaqueta y bolso en la mano e ingreso sin tocar al cuarto de B. La castaña está terminando de ponerse maquillaje en sus ojos grises y me sonríe a través del espejo.

Está embutida en un bello vestido color azul cobalto, que le llega por sobre las rodillas, sin mostrar demasiado pero sí viéndose terriblemente bien en ese vestido de un solo hombro.

— Uh…  – hago una mueca pensativa al instante en el que me dejo caer sobre su cama – ¿Cuál será la razón por la que te has puesto un vestido? – inquiero, fingiendo meditar mi pregunta.

B me entrega una mirada de “deja eso ahora” a través del espejo, mientras termina de maquillarse.

— ¿Será porque, uh, Zayn nos acompaña esta noche? – mi pregunta llena de sarcasmo la hace voltearse.

— No sigas si no quieres que el chico conejo salga al ruedo – amenaza, fulminándome con la mirada.

Levanto mis manos en señal de paz y como una adulta madura –más de lo que me esperaba– y la dejo que termine de arreglarse. Por mi parte, me recuesto en su cama y comienzo a revisar mi teléfono sin nada más que hacer, como ha sido mi aburrido día sábado.



El mensaje de Chase es mi señal.

— Hey, iré por Tatianne. Chase me llevará, ¿nos juntamos en una hora fuera del club? – cuestiono, levantándome perezosamente de su cama.

— ¿Una de las copias de Barbie vendrá con nosotros esta noche? – Boris parece realmente sorprendida.

— Síp, me cae bien – me encojo de hombros – entonces, ¿En una hora fuera de Euphoria?

Ella asiente, aun con desconfianza, y esa es mi señal de partida.



— ¡Ya salgo! – gritan detrás de la puerta de madera, una vez que le anuncié que era yo quien estaba esperando por ella.

Apoyándome contra la pared, fuera de su departamento, la espero. Los segundos pasan hasta que ella sale por la puerta luciendo un par de jeans ajustados, zapatos de tacón color verde agua como el color de su blusa. Su cabello rubio está peinado como siempre.

Con una sonrisa se coloca la chaqueta y juntas caminamos hacia el elevador.

— Por cierto – dice, en medio de nuestra conversación – felicidades por haber conseguido un papel – sonríe abiertamente con una mirada sincera.

— Muchas gracias, es una locura – hago un ademán con las manos.

— Si lo es – me contradice – es genial. Sobretodo cuando tienes un montón de aspirantes para conseguir algún papel – murmura.

Agradeciéndole otra vez, salimos juntas de elevador y caminamos hasta los estacionamientos en donde Chase nos está esperando en su auto. Saluda a Tati una vez que ambas nos subimos en el auto y en menos de lo que canta un gallo, una conversación fluida sobre las ventajas de haber sido seleccionado sin un papel específico aun nos mantiene ocupados.

— ¿Qué les parecería pasar por algo de comer antes de llegar al club? – propone Chase, con sus ojos clavados en la carretera y ambas manos sobre el volante.

— Pues, a mí no me parece mal – habla la rubia, desde el asiento trasero.

— A comer, entonces – bato mis manos en el aire, pretendiendo estar en mi propia celebración.

Diez minutos después, los tres nos encontramos en medio de una cafetería con servicio las veinticuatro horas y ya nos hemos atrasado con nuestra llegada al club pero nadie parece haberlo notado aun.



Lo primero que veo cuando me bajo del auto de Chase es “Noche de tequila y pool dance” en enormes letras negras con fondo blanco que cuelgan bajo el cartel de el club Euphoria.

— Woah, parece que será una noche digna de recordar – murmura el castaño, ayudando a bajar a Tati del auto.

Ella le entrega una sonrisa de agradecimiento y él se la regresa. Juntos comenzamos a caminar hacia la entrada del club, en donde la fila se extiende por unos buenos metros. Llamando a Boris a su celular.

— ¿Dónde estás? – grita, por sobre la música que suena a todo volumen.

— Estamos fuera – contesto, alejando levemente el aparato de mí oído.

— Bien, Zayn irá por ustedes – dice, alzando aun más la voz.

— Está bien – respondo, para luego finalizar la llamada. – ya vienen por nosotros – sonrío, girándome sobre mis talones para ver a Tatianne un tanto nerviosa junto a Chase, quien parece estar ajeno al mundo.

Una pequeña conversación surge entre nosotros sin motivo aparente y la rubia parece relajarse un poco. Dos minutos más tarde, mi nombre es pronunciado por una voz gruesa y ronca, mirando hacia atrás, directamente hacia la entrada del club, diviso a Zayn haciéndonos señas para que nos acerquemos a él.

— Señoritas – el castaño nos hace un ademán ofreciéndonos su escolta personal hacia la entrada.

Engancho mi brazo con mi amigo y por el rabillo del ojo veo que Tatianne ya no titubear y los tres, enganchados de los brazos, nos encaminamos hacia donde el moreno se encuentra en una fluida conversación con quien está encargado de la entrada.

Una sonrisa tira de sus labios cuando llegamos juntos a él, pasando junto a la enorme fila de personas que esperan por entrar. Saluda educadamente a Tatianne, luego a Chase y finalmente a mí.

— ¿Cómo va todo, Lenny? – inquiere, subiendo el tono de su voz a medida que avanzamos dentro del local.

— Genial, gracias por preguntar – me limito a contestar  y me siento estúpida por sentirme amenazada por su presencia.

Demonios, Zayn representa todo a lo que le temo.

— Felicidades por lo de la obra – suelta, con un deje de orgullo en su voz.

— Hey, yo también estoy en ella y todavía no he recibido ninguna felicitación – Chase hace un puchero y Tatianne le da una palmadita en la espalda. Al parecer, esos dos se llevaron bien desde el momento en el que se juntaron.

— Felicidades a ti también, Chase – añade la rubia riendo.

— ¿Ves? De eso hablaba – el castaño con ojos oscuros me da una sonrisa torcida al momento en el que llegamos al centro, donde se encuentra toda la gente concentrada, buscando bebidas, bailando, viendo bailar y disfrutando de la noche.

Divisando entre la gente, serpenteando por la gran cantidad de tubos en donde muchas chicas están bailando descaradamente, veo a los chicos y tal parece que lo están pasando a lo grande.



La música retumba en mis oídos, mis pies me están matando por tanto bailar en medio de la pista de baile, siento mi espalda sudada y todo lo que me rodea está de colores producto de las miles de luces que iluminan el club.

Genial es decir poco para expresar como la estoy pasando a estas alturas. Debo decir, que a pesar de que tanto Suss como Vita y Marly se vieron sorprendidas por la presencia de Tatianne esta noche, solo bastaron unos cuantos tragos para que las diferencias fueran olvidadas y la verdadera diversión apareciera.

Bailamos en medio de la pista como unas locas. Incluso Louis, Zayn, Chase y Brasil se nos unieron a nuestro baile, ya que Adam y Marly se han mantenido aparte toda la noche.

Creo que a Vita pareció gustarle el hecho de que Chase quisiera bailar con ella como también noté que Zayn se movió directamente al lado de Boris cuando una canción un poco más lenta comenzó a resonar en los altavoces. Y, para mi sorpresa, Tatianne ha bailado la mayoría de la noche con Louis, lo que nos dejó a Sussane y a mí con Brasil. El chico parecía estar completamente extasiado con nosotras dos bailando con él.

Ahora, estamos en medio de un círculo, extrañamente cerca de uno de los tantos tubos por los que un centenar de chicas bailaron para impresionar a la multitud masculina que se acercaban a ellos solo para poder ver un poco de piel.

Estamos sudados, medios borrachos y sonriendo como si la noche fuese eterna.

— ¡Arriba, abajo, al centro y adentro! – nuestras voces distorsionadas se fusionan en medio del inusual brindis con shots de tequila.
El alcohol desciende por mi garganta, quemando y abriéndose paso a mi estómago mientras que todo lo que hay a mi alrededor se vuelve más nítido. He perdido la cuenta de cuanto he bebido pero la estoy pasando genial.

Brasil aúlla antes de llevarse un segundo shot a su boca y una ronda más se nos acerca.  Incluso veo que Tatianne está animando a los chicos a beber más y eso es mucho decir. Chase está completamente borracho, al igual que Brasil. Por su parte, Adam y Marly parecen haber arreglado sus diferencias y ahora no hay manera de despegarlos uno del otro. Creo que en cualquier momento se desprenderán de sus ropas en medio de la pista de baile.

— Uno más – Vitoria me codea antes de guiñarme un ojo – vamos, chica conejo. Hasta el fondo.

Animada por el alcohol, consigo tomar el shot que la pelinegra me está ofreciendo.

— Vamos todas – murmura Suss, alzando su voz algo ronca y algo distorsionada por la gran ingesta de alcohol que todos hemos consumido.

— A la cuenta de tres – Boris le da un su respectivo vasito a Tatianne y comienza a contar – uno – chilla – dos y ¡tres! – vocifera.
Alzo el vasito decidida a acabar con su contenido en un solo trago. El líquido vuelve a bajar por mi garganta y parece que se va directo a mi cabeza.

— Apuesto todo el dinero que tengo en mi billetera – masculla Chase, arrastrando todas y cada una de sus palabras, al igual que sus pies cuando se acerca – que no te atreves a bailar en eso – señala el tubo en medio de una plataforma de medio metro de alto y Vitoria lo mira alzando una ceja, queriendo decirle que es un pendejo y que se vaya a la mierda, pero Boriska se le adelanta.

— Lencie lo haría. Te podría apostar que incluso sabe hacer un par de trucos allá arriba – Boris me da un palmada en el hombro – te dejará sin dinero, niño bonito.

— Quiero verlo – Chase me mira, con esa mueca burlona que suele hacer cada vez que está borracho. Idiota.

— Mueve el culo allá arriba – silva Vita, moviendo sus manos en el aire. – y deja a este idiota sin dinero, chica.

Joder, estoy tan borracha que estoy pensando subir ahí y dejar sin dinero a Chase. Después de todo, crecimos viendo todo este tipo de mierdas.

— Vamos, Lens, demostremos de qué estamos echas – Boris toma mi mano incluso antes de que sea capaz de reaccionar del todo.
Incluso Tati nos anima con la mirada cuando Chase aplaude y yo me río por estar tambaleándome cuando me arrastra con ella. Soy consiente de los gritos de Suss y de Vita, como también de la mirada de los demás. Incluso Brasil ha sacado su billetera, al igual que Chase, sin embargo, el zarpe que recibió por parte de Zayn lo hizo olvidarse de su bromilla.



Contoneando las caderas al compás de la música, dejo que mi cuerpo se mueva junto al de Boris. La chica parece haberse soltado completamente después de todo lo que hemos bebido y yo, yo no me quedo atrás. Ambas comenzamos a bailar, rodeando el jodido tubo junto a nosotras y puedo escuchar los silbidos de Suss y Vita, incluso los de Tatianne y Marly, quien se a separado de Adam solo para ver el espectáculo y comenzar a reír como una condenada.



En medio de nuestro baile, Zayn se acerca a nosotras y se sube sin ningún problema. Adam y Brasil comienzan a reírse por la manera en la que se mete en medio de nosotras y comienza a moverse lentamente. Encogiéndome de hombros, motivada por el alcohol y por la mirada de súplica de Boris, para que no la deje ahí con él (porque sabe que lo haría si ella no me lo hubiese pedido) bailamos los tres juntos.

— ¡Se me hace agua la boca con tan solo verlas ahí! – bromea Vita.

Mi cuerpo siente la música y estoy bailando junto a un tubo, con mi mejor amiga y un chico problema y el alcohol en mi cerebro parece no darse cuenta de aquello. Siento la música y me muevo a su compás, sin importarme nada más.

— A la mierda – masculla Vita, tirando con ella a Suss y Tati, obligándolas a subir con nosotras al mismo escenario –como los que se encuentran por todo el club– con el tubo en medio.

—  No. No. No – protesta Suss cuando ya está junto a nosotras.

— Esta es mi señal, señoritas – Zayn le da una sonrisa a Greyer, junto con un guiño y de un solo salto se baja de ahí, girándose hacia nosotras y aplaudiéndonos e incitándonos a continuar con el baile.

—  Suéltate un poco – digo, moviéndole mi cabello y riéndome de la mueca que la Susanne está haciendo.

—  Hazlo, mira a estas dos – Vita nos señala con la mirada a Boris y a mí.

Tomo a Susanne de las manos y la obligo a seguir mi propio ritmo. Al cabo de unos segundos, las cinco estamos haciendo un espectáculo y no solamente para nuestros amigos, sino que más chicos se acercaron hacia donde nos encontramos, solo para lanzarnos miradas curiosas, gritos y silbidos.

— Muévanse, perras – la voz de Marly llega a mis oídos – aquí vengo yo.



La chica se apodera del tubo y comienza a seguirnos el ritmo a todas nosotras. Estamos riendo, bailando y definitivamente pasándola bien. Bato mis brazos en el aire, dando una pequeña vuelta en mi lugar. Mis ojos se abren por un par de segundos y a través de las luces de colores parpadeantes, puedo ver esa mirada azul fijamente sobre mí.

Oh. Dios. Mío.

Y no está solo. El novio (¿O ex novio?) de Tatianne también está ahí, mirándonos, como lo hace el estirado de Payne, Styles, Toby y el séquito de rubias que comparten una neurona.

Santa. Madre. De. Dios.

El me vio bailando ahí. Quizá me vio desde antes, bailando con Brasil. ¡Me está mirando ahora!

Me hiperventilo. Un rubor cubre mis mejillas y cuando intento voltearme para quitarme sus ojos de encima, me tambaleo y unos brazos me reciben antes de que caiga al suelo.

— Tenían razón, me dejaste sin dinero – la sonrisa blanca de Chase llega a mis ojos antes de que me enderece con delicadeza y cuidado, a pesar de estar en peor estado que yo, no lo parece.

Cuando estoy estabilizada en el suelo, las chicas aun están bailando. Incluso Tatianne se ha soltado. Me obligo a mí misma a mirar por sobre el hombro de Chase para verlo ahí, todavía mirándome sin expresión alguna en su rostro, sin embargo, lo que realmente me asusta es ver a Alex empuñar sus manos y comenzar a abrirse paso hacia donde nos encontramos.

Girando mi rostro hacia Tati, veo que está siendo ayudada por Louis para bajar del mini escenario y cuando sus pies tocan el suelo, Louis no se separa de ella. Tiro de la chaqueta de Chase cuando reacciono por fin, su mirada interrogante busca la mía y cuando las palabras no salen de mi garganta, señalo con mis manos hacia donde viene el rubio echando humo hasta por las orejas.

¿Qué no le bastó con el acontecimiento la otra noche?

Para colmo, los demás lo siguen.

Brasil capta con la mirada lo que Chase acaba de decirle. Adam es el siguiente y, antes de que me de cuenta, todos están en estado de alerta cuando el cabeza de músculo se para frente a Louis, quien oculta con su cuerpo a Tatianne.

— Se veían muy bonitas junto al tubo, donde pertenecen – la chillona voz de Gemma casi rompe mis tímpanos. – montón de putas.

— Al menos no nos quitamos la ropa para cualquier basura – rechista Marly, mirándola despectivamente.

Es impresionante como el ambiente ha cambiado en menos de lo que canta un gallo. El estirado de Liam mantiene su mirada sobre Susanne y no la mueve de ella ni por un solo segundo. Harry parece estar estudiándonos a todos, al igual que Toby, sin embargo, el rubio solo me mira a mí detrás de Chase y me estremezco sin saber por qué.

— Larguémonos de aquí – le susurro a Boris, quien se mantiene junto a Zayn.

Ya es tarde. Louis le ha lanzado un golpe seco a Alex en la mandíbula, un chillido escapa de uno de los clones de Barbie y todo se descoloca rápidamente. Toby acude en la ayuda de Alex y Zayn no tarda en lanzarse sobre él.

Me muevo rápidamente y saco a Tatianne de ahí, puesto que la rubia parece no reaccionar ante nada. Boris se nos acerca al igual que Marly y Suss, pero Vita se ha quedado atrás, tirándole el cabello a una de las rubias, seguramente por alguna basura que le dijeron.
Todo se mueve rápido y el alcohol en mi sistema parece haberse disipado.

Chase corre en socorro de Vita y la trata de apartar junto con Harry de las rubias. No sé como Boris llegó junto a ellas y se metió en medio, pero mi mies se mueve hacia ellas y cuando mi cabello es jalado por una de las zorras, mi gancho derecho sale disparado en su mandíbula y un rasguño termina en mi mejilla.

Gritos, sollozos, amenazas y demás es lo que escucho pero no puedo analizarlos, porque Niall me aparta del tumulto y me deja junto a Tatianne antes de ir a separar a las demás chicas.



Lunes por la mañana, mi ánimo continúa siendo bastante inestable desde el sábado.

— Eso, definitivamente, fue digno de ser recordado – parlotea Chase, caminando junto a mí a nuestra clase de actuación, donde por fin nos dirá que papel en la obra tendrá cada uno.

Meneo la cabeza y le doy a entender que no fue así. Porque todas las jodida veces que logro salir con ellos, todo termina en una pelea. Dios, admito que la estaba pasando bien, estaba feliz, contenta y extasiada de dejar todo atrás una noche y todo se derrumbó cuando lo vi ahí.

¡Estaba ahí, con el estirado de Payne y Styles! ¿Qué le sucede, por el amor de Jesús?

—… así que tendrás que decirme de dónde salió ese gancho, mujer, ¡Fue impresionante! – Exclama – Gemma cayó como un saco de patatas al suelo y tú lo único que conseguiste fue un leve arañazo – añade, impresionado, abriendo las enormes puertas del salón.

— No fue para tanto – mascullo, quitándole importancia – solo recuerda que soy capaz de usarlo en ti, si se me da la gana – estrecho los ojos hacia él, buscando mejorar mi humor.

— Tranquila, no haré nada. – Alza sus manos – te llevaste todo mi dinero, además – se burla, con una sonrisa socarrona.

Avanzando entre los asientos frente al escenario del salón, nos sentamos justo en el medio. Perezosamente comienzo a jugar con mi teléfono y Chase parlotea como una cotorra sobre todo lo que sucedió esa noche, la resaca monumental del día siguiente y de como ahora está emocionado por saber qué papel tendrá en la obra.

Alrededor quince somos los que nos encontramos en el salón cuando el profesor Matt ingresa junto con el chico de mis sueños y pesadillas, dependiendo.

Un sonrojo familiar se abre camino en mi rostro y tiñe mis mejillas con tan solo verlo. Sus ojos, su cabello, su ropa y su todo hacen que me sienta completamente descolocada y no sé qué le pasa a mi cuerpo cuando sus ojos parecen encontrarme sentada en la sala.

No lo he visto desde el sábado, desde que fuimos escoltados por los guardias a la salida y ni siquiera me miró cuando se fue y lo curioso es que no sé por qué coño quería que me mirase antes de irse.

El profesor Matt comienza a hablar sobre la obra y lo que espera de ella. Chase, por su parte, masculla por lo bajo.

— Quisiera ser como ese tipo – señala con la mandíbula a Niall, paseándose por el escenario con la mirada en todas partes menos en nuestra dirección.

— ¿por qué lo dices? – la curiosidad habla por mí.

— Está en último año de actuación, fue transferido de Oxford para hacer sus maestrías aquí, está becado y, además, es ayudante de cátedra en música. El tipo parece ser lo bastante inteligente como para hacer toda junto. No sé si podría con todo eso – añade, volviendo su mirada hacia adelante.

Siento que mi mandíbula está, prácticamente, tocando el piso. Mis ojos regresan hacia él y parpadeo, parpadeo y parpadeo sin creer lo que Chase acaba de decir.

— Entonces, comencemos con el listado – la vibrante voz del profesor me impide lograr que mis pensamientos tomen el rumbo que necesitan – Dallas será interpretado por nuestro querido y apreciado Niall – le entrega una sonrisa al muchacho rubio, quien se la devuelve, metiendo sus manos en sus bolsillos, como si las miradas de todas las chicas le incomodaran. – la señorita que tendrá la suerte de representar al interés amoroso de Dallas, será representada por Lencie, ¿podrá con eso, Lenny?

Asiento como una imbécil. Dejo de escuchar. Abro la boca y la cierro. Chase me felicita y todo en lo que puedo pensar es en que tendré que pasar más tiempo con él del que realmente me gustaría.

Me vio casi desnuda. Me dejó tirada por un conejo. Es mi “profesor de música”. Me besó. Me vio bailar como en el tubo. Me vio lanzarle un golpea Gemma y, ahora, representará mi interés amoroso en la obra semestral.

Voy a enloquecer.



Tiemblo como un hoja una vez que todos, menos el profesor Matt y Niall, dejan el salón. Ellos quieren hablar de unos aspectos de la obra y aquí me encuentro yo, sintiendo que las rodillas me van a fallar en cualquier momento por estar frente a él.

“Actúa como una persona normal” me dice mi subconsciente, pero mi cuerpo parece no prestarle atención y en su lugar, un festival de mariposas toma lugar en mi estómago.

— Es por eso que me gustaría que ustedes pusiesen empezar con los ensayos desde mañana, puesto que la relación de sus personajes se mueve de una situación a otra y necesito que estén cómodos uno con el otro al momento de los ensayos generales. – prosigue el profesor.
Doy un asentimiento de cabeza, metiendo mi cabello tras mi oreja.

— Los dejaré solos para que puedan coordinar sus ensayos – se despide de ambos y se aleja.

¡No te vayas! ¡No me dejes con él…! Y ya es muy tarde.

Presionando las palmas de mis manos contra mis jeans, me volteo para hacerle frente a esos ojos azules tan profundos como el mismo mar. Su expresión serena parece no demostrar nada, pero yo, yo sé que estoy echa un desastre, tanto por dentro como por fuera.
— ¿Y bien? – Pregunto, tragándome el nudo de emociones – ¿Cuándo podemos comenzar con esto?

No contesta, no dice nada. Se limita a levantar su mano y acercarla a mi mejilla. Mi rostro se ruboriza cuando su dedo pulgar pasa por sobre el rasguño que ahí se encuentra.

— ¿Te duele? – es lo que consigo en respuesta y mi ceño se frunce notoriamente.

Bajo su tacto mis piernas parecen estar echas de gelatina. No sé que me pasa y no sé por qué reacciono de la manera en la que lo estoy haciendo.

— No, no me duele – contesto, cuando su mirada insiste en que su pregunta sea contestada.

Con sutileza, intento apartar mi rostro de su mano sin lograrlo en absoluto. Mi corazón retumba en mi caja torácica cuando su mano izquierda acuna mi rostro, tal como lo hace su mano derecha. Un torrente de emociones se vierte en mi sangre al verlo acercarse lentamente hacia mis labios, sin despegar sus ojos azules de los míos.

Sus labios me rozan y creo que el festival de mariposas en mi estómago, ha triplicado la intensidad de sus aleteos cuando le respondo a su beso, llevando mi mano hacia su nuca y entrelazo mis dedos en su sedoso cabello rubio, dejándome llevar.

Respirando con pesadez, cierro mis ojos y dejo que mi frente se apoye en la de él.

— ¿Qué significó eso? – pregunto, con los ojos cerrados y con la respiración aun agitado.

— Que estamos comenzando de nuevo – susurra, solo para mí.

T,T:

OMG! Ame tu capitulo catita! no entiendo como no te gustaba xd yo lo ame lo ame ame ame <3<3

Me encanto cuando las chicas se pusieron tan borrachas y bailaron alli arriba xd Chase tendra que aprender a callarse antes de retar alguna de mis nenas e.e ¡POR DIOS QUE ESTABAN TODOS AHI DE NUEVO! Para colmo, volvieron a pelearse y Lencie noqueo a la zorra de Gemma e.e

¡Y SANTISIMO! ¡NIALL BESO A LENS! Me mori practicamente con la ultima parte :3 fue hermoso, bellisimo *-*

 Espero a Jen