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Once Upon a Time | NC| One Direction
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capitulo 16 || susanne holmes
✙Capitulo 16
Susanne Holmes
Cassie vuelve a reírse a carcajadas después de que le cuento del pendejo de Louis diciéndole a Vita que tan buena soy en la cama. Se me tiñen las mejillas de rojo y maldigo en voz baja la existencia del castaño. Muy mala elección para perder mi virginidad, aunque no voy a negar que él tampoco no es nada malo en lo que respecta en la cama, en la mesa, o en donde quiera que lo hallamos echo con anterioridad.
Me cacheteo mentalmente. Debo dejar de pensar esas estupideces.
Mi amiga tiene una tienda pequeña en el centro de la ciudad con el dinero que gano en una apuesta. Una gran virtud de Cass es que es buenísima en los casinos. Varias veces me ha llevado a estos para ayudarme a juntar dinero y enviárselo a mi familia. Ahora que hay una gran deuda que pagar y Jen aun no sabe nada, Cassie me llevara hoy a la noche a juntar un poco de plata para que al menos no nos debaratijen tan rápido la casa. Realmente, sino fuera gracias a ella ya estaría pidiendo limosnas y viviendo debajo de un puente.
— Típico de Louis joder con esas cosas— dice mi amiga, apoyándose en el probador. Solo hay pocas chicas y Sandy se esta ocupando de atenderlas mientras Cassie se toma un descanso y yo estoy etiquetando los precios de la nueva mercancía que han traído hace unos minutos.
— Sería mas sencillo para mi si se guardara esos comentarios — revoleo los ojos y suspiro — Aun no entiendo que carajos le vi.
— Oh vamos — Cassie me codea el brazo — Era tu época donde te gustaba desobedecer y causarle nervios a tu madre. Recuerdo cuando te escapabas a mitad de la noche y todo porque Melissa odiaba que anduvieras con el callejero de mi primo.
— Y Louis era tan malo que me encantaba — suelto una risita al recordar la manera en que me enamore de Louis.
Han pasado cuatro años después de ello, solo estuvimos nueve meses juntos pero fueron geniales. Había amado a ese muchacho revoltoso, rebelde y hasta a veces intimidante. Todo se había terminado cuando Louis adentro con mas profundidad a su pandilla, él no quería que yo corriera peligro por los enemigos que se ganaría y a mi no me hacia nada en gracia que alguien tan inteligente desperdiciara su futuro así. Seguimos siendo amigos, y aunque sufrí bastante por tenerlo cerca y ni siquiera poder estar con él, siempre supe que era lo correcto y que los dos no estábamos echo el uno para el otro. Agradezco de corazón haber terminado aquello, no me arrepiento de lo que paso, pero ahora Louis vale mas como mi mejor amigo.
— Recuerdo cuando lloraste por él — pongo mala cara ante el comentario de Cassie y le saco la lengua.
— Cállate, no digas eso o podría escucharte — mascullo avergonzada. Dios, si Louis se entera de eso va a joderme de por vida.
— Si seguimos hablando de amores, me gustaría hablar de tu ultima conquista — Cassie vuelve a codearme y yo estoy que la cago a palo con la percha.
Revoleo los ojos y termino de colocar las prendas en su lugar correspondiente. Cassie me sigue cuando voy al fondo y comienzo a limpiar los vidrios de los vestidores con un pequeño rociador y un trapo.
— Ya, no te escapes, Holmes. No hay lugar donde te escondas de mi.
—Pareces acosador — comento con una media sonrisa en mi rostro, trato de parecer lo mas normal posible — Ademas, no sé de que conquista me hablas. Desde que termine con Cody no he tenido mas amores en mi vida, y eso que fue hace siete meses.
— Oh vamos, ni siquiera estabas enamorada de Cody — replica y se apoya en la pared del vestidor, cruzada de brazos — Es mas, solo saliste con él porque estabas borracha cuando le dijiste que si, de lo contrario lo hubieras mandado a juntar popo de a la calle.
— ¿Por que siempre dices 'popo' y nunca mierda?
— Porque mi hijo tiene ocho años y tu eres el único mal ejemplo que le da al decir palabrotas — levanta las cejas en alto — Incluso Louis cuida su vocabulario.
— No me compares con el culoncito — le advierto, mirándola a través del espejo. — Y realmente no sé de que me estas hablando.
— Deja de tratarme de tonta, Susie, sabes que hablo del guapetón de Payne — me guiña el ojo y salta arriba mio, apoyándose en mi espalda.
— Estas gorda, bájate — digo molesta y Cassie se ríe, pero se termina bajando.
— Dicen el nombre y tu ya pones cara de cola.
— ¿Cara de cola? Cassie, habla como una persona normal, no como una niña de kinder, carajos.
Termino de limpiar la vidriera y me escapo con rapidez del vestidor, esperando a que Cassie deje de insistir con el tema, pero como nunca tengo una buena suerte y mi amiga se despertó con el objetivo de romperme las pelotas que no tengo, me abstengo de seguir escuchando sus incoherencias. ¿Es que Sandy realmente no le importa que estemos hablando de tipos en vez de ayudarla con los clientes? Aunque para ser sinceros hoy no parece ser un buen día para vender.
Veo a una muchacha esperando para pagar unas prendas, me pongo detrás del mostrador para tratar de librarme de la rubia.
— Buenos días — la saludo con una sonrisa en el rostro, la muchacha responde a mi saludo y a mi gesto.
Tomo la tres prendas que dejo arriba del mostrador y les quito las etiquetas para luego pasarle el identificador y comprobar el precio. Voy sumando con una calculadora y Cassie se encarga de envolverlas, debido a que las tres son de regalo.
— No puedo creer que estés desaprovechando una oportunidad así con Payne — refunfuña Cass.
Me quedo quieta y le echo una mirada asesina, diciéndole que no es momento para hablar de ello. Miro a la clienta y le sonrió en manera de disculpas.
— Enserio, Suss, ese tipo esta que arde y tu lo sabes — continua Cassie — Te beso y, por lo que Boris y Vitoria me contaron, te come con la mirada en clases o donde quiera que estés, incluso te salvo de la perra que te golpeo.
— Cállate — digo con frialdad y le quito las bolsas con brusquedad.
La muchacha sonrió nerviosa y me entrega el dinero a la vez que le doy las bolsas, le doy el cambio y ella se marcha. Volteo a mirar a mi amiga y ella esta con los brazos cruzados.
— Tu quieres que esa tipa no vuelva a entrar aquí, ¿verdad?
— Lo que quiero es que dejes de escaparte, Susanne. Lo mismo hiciste cuando te presente a Louis y él no dejo de echarte los perros. ¿Por qué no aceptas que Liam te gusta? O al menos que te sientes sexualmente atraída a él.
Me muerdo la lengua para no decirle que a ella le tiene que importar una mierda mi vida, pero se que eso solo causara problemas y no lo hace con mala intensión. Cassie siempre fue bastante sobre protectora conmigo tanto como Jen, y sabe cuando estoy huyendo de algo. Ahora, ese algo es Mr. Soberbio porque desde ese beso me ha vuelto loca todas las noches teniendo sueños bastante levantados de tono con él. Y si, estoy frustrada sexualmente por mi profesor que en verdad no es mi profesor sino un practicante y parte de la cátedra.
— Cass, te odio.
Y Cassie sonríe socarronamente.
— Sandy — la llama, la muchacha morena y de ojos oscuros se acerca hacia nosotras— Suss y yo nos iremos a almorzar, ¿de acuerdo? Cierra la tienda y reúnete con nosotras mas tarde.
— De acuerdo, las veo allí — nos saluda Sandy.
Tomo mi bolso y salgo de la tienda acompañada por una Cassie emocionada porque le cuente todo lo que ha estado sucediendo respecto a mi querido profesor. No sé en que momento comencé a verlo mas atractivo, nunca tuve estos problemas de soñar con un tipo tocándome en lugares que me hacen enrojecer y sentirme una pervertida. Pero el tipo gruñón, amargado y soberbio es mas excitante que tener a Johnny Depp en cuero, y vaya que Johnny podría encenderme por noches enteras.
Cass comienza a parlotear sobre no sé que, pero finjo escucharla mientras caminamos hacia un Starbucks que queda a una cuadra de la tienda. No evito preguntarme que haría Elizabeth para librarse de una psicópata amiga, lo mas seguro es que la hubiera mandado al coño, pero adoro tanto a Cassie que no se como hacerlo. Dios, como quiero leer Orgullo y prejuicios en estos momentos, me recordaría lo estúpido que es Payne al criticar un libro tan perfecto.
Mi celular suena adentro e la cartera cuando estoy por entrar a Starbucks.
— Atiende, buscare una mesa adentro — dice Cassie y yo asiento con la cabeza.
Busco en mi bolso mi celular mientras el tono de llamada no deja de insistir. Lo encuentro finalmente y atiendo un tanto torpe, volviendo a acomodar el desorden de mi cartera antes que se me caiga algo.
— ¿Si?
— Suss, soy yo — habla Jen — ¿Cómo estas?
— Bien, pero... ¿Me llamas para saber como estoy?
— No... es que... bueno, mamá quiere que vayamos a pasar el día con ella mañana.
Cierro con fuerza mis ojos y maldigo en mi interior. Oh vamos, es sábado y lo que menos quiero hacer es pasar tiempo con mi histérica madre cuando podría estudiar o ir con Boris y las chicas a tomar algo. Es injusto, aunque también un poco egoísta de mi parte, pero después de todo lo que hago por mis padres y mis hermanas creo merecer paz.
— No me digas que ya le respondiste.
— Lo siento, Suss — lamenta desde el otro lado de la linea con su dulce y tierna voz — Sabes que cuan triste se pone cada vez que pasamos mucho tiempo sin ir.
Me gustaría decirle a mi hermana que mamá esta exagerando como siempre lo ha hecho, pero a diferencia de mi, Jen tiene corazón mas humano que el mío y realmente esta preocupada por Melissa. Ir a la casa de mis padres siempre es la misma discusión: el dinero, parejas y ausencia. El primero porque siempre es un problema, no es secreto que mamá tiene problemas con el casino y casi siempre esta derrochando dinero en compras para ella y para mis hermanas; segundo, porque insiste en que Jen y yo contraigamos matrimonio con apenas veinte y veintidós años, y ninguna desea casarse con lo jóvenes que somos, menos yo; y por último, también por nuestra ausencia constante en casa, ya que cada vez que la visitamos, tardamos más en volverlo a hacer. ¿Pero qué se piensa? ¿Qué estoy follando con miles de tipos y bebiendo como condenada todos los días? Vale, si me gusta follar y también beber, pero no lo hago con frecuencia y si bebo solo es con mis amigas. Tengo un trabajo, debo estudiar para obtener buenas notas y lograr una carta de aceptación para un mejor trabajo donde aplique mi título. Obviamente, a Melissa solo le importa ella misma, el dinero y los casinos.
— Está bien — digo finalmente, reteniendo con fuerza mis ganas de gritar — Iremos solo hasta la tarde ¿Bien? Tengo exámenes pronto y debo ponerme a estudiar lo antes posible.
— Gracias, Suss — dice con la dulzura característica de ella — Le llamaré para avisarle.
— De acuerdo. Recuerdale decirle que quiero mi platillo favorito.
— Siempre tan mañosa — suelta una dulce risita que me hace sonreír. — Por cierto, hoy saldré.
— ¿A dónde? — inquiero sorprendida. Jen casi nunca sale, y cuando digo casi nunca es porque nunca lo hace a menos que Cassie y yo tengamos que arrastrarla.
— Iremos con Ruth a una obra de teatro — contesta con alegría — Iremos a ver mi preferida: Los Miserables.
— Vaya, si que comparten gustos.
— Lo que sucede es que le comente que me encantaba esa obra e insistió en que vayamos a verla y...
Jen comienza a contarme sobre como Ruth le obligo a aceptar la entrada por más que ella la rechazo con la excusa que era muy cara. Hace un par de días Jen había estado deprimida porque no había conseguido una entrada barata para ir, me sentía fatal porque sabía que realmente ansiaba estar en el teatro para presenciar el musical y todo era por la falta de dinero. Pero que Ruth le comprara la entrada con lo poco que se conocían...
— ¿Susie? ¿Estás ahí?
Abro los ojos cuando capte lo que esta sucediendo. ¡No puede ser! ¡Dios mio! ¡¿Acaso Jen y Ruth...?
— ¡Suss, responde! ¿Me prestarías tu vestido rojo si o no?
Menee con la cabeza mientras tragaba en seco, quiero contestar pero me resulta imposible ahora. Solo pensar en el rostro del Señor Soberbia mientras se entera que su hermana y mi hermana se están envolviendo en una relación homosexual...
— ¡Suss! ¡Me estas preocupando!
— Lo siento — conteste con la voz un poco ahogada — Úsalo, te sienta de maravilla.
— ¿Suss? ¿Enserio estás bien? — su voz se nota preocupada y me maldigo por angustiarle por nada.
— No te preocupes, solo me quede distraída porque vi pasar a un lindo chico — suelto una ligera risita y me apresuro en despedirme — Debo irme, Cass me espera dentro de Starbucks y se molestará sino entro rápido. Adiós, te quiero.
— Saludos a Cassie de mi parte. También te quiero, Suss.
Corto la llamada y me quedo mirando fijamente el nombre de mi hermana en la pantalla hasta que aparece el inicio con una foto de Cass, Dylan, Jen y yo sonriendo. Bloqueo el teléfono y suelto un suspiro para luego dejarlo dentro de mi bolso y entrar a Starbucks. No quiero ni siquiera imaginarme que sucederá si Payne se opone a lo que parece que esta empezando entre mi hermana y la suya, solo sé que no voy a permitir que a Jen le rompan el corazón nuevamente.
✙✙✙
Llego al estar en la puerta del departamento, bastante cansada, y lo primero que pienso es en la ducha y la siesta que realmente necesito. Tuve suerte que hoy no hubiese universidad y que pudiera utilizar la mañana para trabajar. Los viernes siempre son bastante atareados igual que los lunes y los miércoles, que es cuando tengo bastante tiempo dentro de la tienda. Los demás días me ocupo de estudiar todo lo que puedo y a hacer resúmenes para no atrasarme en las materias. Aun así, mi cuerpo me pide que duerma para obtener energías y salir esta noche. Los exámenes se acercan y es el momento para salir, tengo todo en orden y solo debo repasar, así que ir de joda hoy no afectara en nada, solo me liberara de las tensiones que he sentido esta semana con Payne mirándome todo el tiempo en clases.
Abro la puerta de mi departamento y cierro detrás de mi, largando un suspiro.
— Por fin llegas — dice Louis y me sobresalto al instante, colocando una mano en mi corazón por el susto.
Esta tirado sobre el sillón mientras sonríe de manera socarrona. No evito revolear los ojos.
— ¿Qué se supone que haces tú aquí? — inquiero con el ceño fruncido. Dejo el bolso en uno de los sillones y me cruzo de brazos parándome enfrente de él.
— Jen me dejo pasar — se encogió de hombros — Dijo que saldría y me permitió esperarte.
— ¿Y a qué se debe el honor? — pregunto con las cejas alzadas. No por nada Louis viene a buscarme a casi las seis pm — Vas a tener que quedarte por un tiempo limitado, a las ocho llegan las chicas para cenar y arreglarnos, cariño.
— Lo sé — contesta y entrecierro mis ojos esta vez — Venia a hablarte por ello.
Sigo sin entender nada, pero le hago una seña para que me siga y lo hace. Se sienta en una de las sillas mientras yo saco dos vasos de vidrio y una cerveza bien fría. Le sirvo y me siento al frente de él, tomando un pequeño sorbo antes de comenzar.
— Dime.
— ¿Saldrá Tatianne con ustedes?
Mis ojos se abren en grande por su pregunta, enseguida cambio la expresión de sorpresa para pasar a una divertida y doy otro sorbo. Así que es eso.
— Se ve que te interesa, eh.
— Solo es por saber — se encoge de hombros — Ya sabes, no quiero que se meta en problemas con su novio como la vez anterior.
— ¿Por qué no te ahorras ese rollo? Además, tu nunca te preocupas por nadie...
— Por ti si me preocupo — replica un poco ofendido — Por ti, Cassie, Jen, Dylan, las chicas y...
— A lo que me refiero — le interrumpo alzando un poco mas la voz — es que no te preocupas por nadie que conozcas recientemente. Vamos, Louis. ¿Estas interesado en ella, verdad?
— No — niega con la cabeza mientras frunce el ceño — Es una barbie, no es mi tipo de chica y lo sabes. A parte a ti no te caía bien.
— ¿Y qué con eso? — replico cruzándome de brazos — Vale, admito que al principio pensé que era una niña zorrita al igual que las demás, pero me equivoque y...
— ¡Oh Dios! ¡Susanne Holmes admitiendo que se equivoco! — exclamo mientras ponía las manos sobre su boca. Apreté con fuerza los dientes para no tirarle la botella.
— No me cambies de tema, tonto — le señalo con el dedo indice a la vez que sostengo mi vaso — Te gusta esa chica y no te juzgo. Lo bueno sería que no te juzgaras a ti mismo por ello.
— Da igual — toma su vaso y le da un trago seco, tomándose todo de golpe y dejándome sorprendida — Solo no se metan en problemas y cualquier cosa me llaman. ¿Bien?
— Seh, ¿pero por qué crees que nos meteríamos en problemas?
— Já, tu y las chicas son imanes para los problemas — mofo y se levanta de su asiento. — Me voy.
— ¿No quieres salir con nosotras?
— No, tengo asuntos que atender — dice con seriedad y borro toda mueca de burla y diversión de mi rostro.
— Cuídate — digo tratando de disimular el miedo en mi voz.
— Lo prometo — sonríe levemente y se marcha.
Odio que Louis este en esas cosas, solo espero que Tatianne — si es que esta con él en algún futuro — pueda soportar algo que yo no pude: el constante terror de que Louis no regrese.
✙✙✙
Debo admitir que todavía sigo preocupada por lo que esta sucediendo a mis espaldas con respecto a lo que he descubierto a la tarde. Decidí que no le diría nada a Jen y dejaría que ella me contara cuando estuviera lista. No quiero presionarla como tantas veces lo hice porque solo la hace sentir incomoda y tiende a cerrarse aun más, por lo que esperar a que me lo confiese será lo mejor. Mientras tanto, yo me dedicaré a darle mi apoyo a ambas en silencio y a patearle las bolas a Payne o a cualquier idiota que se meta en el medio.
Pinto mis labios de un rojo claro a la vez que me miro en el espejo. Aplico rimel a mis pestañas y luego un ligero delineador para terminar. Analizo mi atuendo y sonrió satisfecha por lo sexy que me veo. El vestido me lo compro Louis luego que lo arrastrara por todo el centro comercial en mi cumpleaños. Él dijo que me compraría lo que yo quería y debo admitir que abuse de su generosidad. Es un vestido sencillo de color verde, se pega al cuerpo, tenía las tiras en los hombros y llega hasta unos centímetros de las rodillas. A mi me fascina lo bien que me queda cada vez que lo uso y amo a Louis por comprármelo.
Siento un golpe en mi trasero, me sobresalto y pongo encima una mano de mi nalga adolorida mientras miro por atrás a la bastarda que me ha tocado.
— Uy, que lindo culito, Suss — se burla Vitoria y me guiña un ojo.
— Vete a la mierda — contesto y le muestro el dedo del medio.
— Yo también quiero tocarte el culo — jode Boris y se echa a reír. Le da un trago a la botella de cerveza que trae en sus manos para luego pasársela a Lencie, esta niega con la cabeza en manera de desaprobación y Boris revolea los ojos — Deja de ser tan santa y bebe un poco.
— No quiero. — contesta cruzándose de brazos e inflando sus cachetes — En un principio dije que no quería venir, no vaya a ser que terminemos como la última vez.
— Tu fuiste la que casi le parte la cara a la zorrita de Gemma — replico señalándola con el indice.
— ¿Eh? ¿Eso paso? — inquiere Cassie, sorprendida.
— Tuviste que haber visto como la noqueo — le comento Vitoria y juntas caminaron hacia el baño para darse los últimos retoques y de paso hablar de lo sucedido.
— Enserio, yo no quiero ir — insiste Len— Y menos con estas fachas de prostituta.
— ¡Eh! ¡Ese vestido es mío, perra! — exclamo fingiendo estar ofendida mientras Boris se parte de risa — Tuve la delicadeza de prestarte una de mis prendas favoritas porque te arrastraron aquí en piyama y dices algo así.
— Lo siento, Suss, pero el animal print no es lo mío. — levanta las manos en el aire y le fulmino con la mirada.
El vestido que utiliza Lencie es rojo con negro al estilo animal print y le resalta sus curvas que tanto le avergüenza. Para mi se ve preciosa y le hace más bella con esa cabellera pelirroja que posee. No sé por qué insiste tanto en que quiere utilizar unos típicos jeans, pero me niego a dejar que lo haga y me pongo de parte de Boris y Vito para no dejarla ir como una vagabunda. Hoy será casino y discoteca, quiero divertirme hasta desfallecer por más que mañana me arrepienta por mi resaca.
El timbre de mi departamento suena indicando que Tattianne esta esperando a que alguien se digne a abrirle la puerta.
— ¡Vitoria, ve a atender! — le grito desde mi habitación mientras sigo con la tarea de planchar mi flequillo para dejarlo lacio.
— Es tu casa, desgraciada — refunfuña pero aun así sale del baño — Me debes una cerveza.
— ¡Tu me tocaste el culo! ¡Algo me debes! — replico divertida, logrando que esta vez Lencie acompañe a Boris en la risa y en un trago de la botella.
Escucho como Tattianne saluda a Vito y esta le presenta a Cassie, quien ciertamente todas han conocido hoy cuando llegaron. Al parecer se han llevado bien y eso me alegra, tampoco me sorprende que sea así después de lo extrovertida y divertida que es Cass.
— ¿Qué tal me veo? — le pregunto a Boris mientras coloco mis manos sobre mis caderas.
— Como toda una zorrita — responde con una sonrisa burlona. Se para con algo de torpeza sobre sus tacos y da un giro para quedar con la misma posición de manos que yo — ¿Y yo? ¿Qué tal?
Finjo inspeccionarla de arriba a abajo y luego paso por mi boca mi mano, quitando la baba invisible mientras ella me dice que parezco un viejo verde. Boris usa una pollera tubo que le llega desde unos centímetros mas arriba de la rodilla hasta la cintura; tiene una camisa de seda transparente y sin mangas de color azul que hacen transparente su sostén negro, con tachas en los hombros y colocando parte de la camisa dentro de la pollera.
Por otro lado, Cassie usa un pantalón seda gruesa que se ensancha en los pies y es de variados colores oscuros mientras en la parte de arriba utiliza una remera sin mangas de color negra y una chaqueta negra; en los pies viste con unos zapatos de plataformas de color oscuro. Dice que al ser mamá no puede ir muy provocativa, pero yo veo a la perfección como casi se sobresalen los pechos que tiene. En cuanto a Vito, ella usa un short de tejuelas color violeta, una remera negra sin mangas que tiene una leve caída en el medio de sus pechos y una chaqueta americana de vestir color negro. Utiliza en sus pies unos tacones de aguja tan altos que me hacen doler los pies cada vez que desvió la mirada hacia ellos.
— Hola chicas — saluda Tatianne entrando en mi habitación con una expendida sonrisa. Ella esta vistiendo con unos jeans negros ajustados al cuerpo, unos tacos altos del mismo color y una camisa de seda con mangas largas de color fucsia que por debajo se nota al igual que Boris su sostén oscuro.
— ¿Cómo has estado, Tatt? — le pregunto mientras me acerco a ella con una sonrisa — Gracias por venir.
— Gracias a ustedes por invitarme — contesta un poco tímida.
— Uy, Susanne esta siendo educada — bromea Vita y se echa a reír con una borracha Boris. Carajo, ni siquiera hemos salido de casa y la castaña esta demasiado lista.
— ¿Quién falta? — pregunta Lennie, dándole un sorbo a la botella.
— Marly. Dijo que vendría porque se peleo con Adam — responde Boris y todas soltamos un suspiro menos las dos rubias que no los conocen ¿Es que siempre tienen que estar peleándose?
El timbre vuelve a sonar y esta vez soy yo quien va a abrir la puerta. Dejo entrar a Marly mientras la saludo.
— ¿Crees que me veo bien con este vestido? — pregunta a la vez que vamos caminando hacia mi habitación.
— El negro te hace ver muy salvaje — paso la lengua por mis labios y ella me da un golpe en el brazo y me río.
Vamos todas a la cocina porque mi cuarto no es lo suficientemente grande y terminamos las cervezas que nos quedan. Preparo una bebida llamada bon bom siguiendo la reseta del libro de cócteles. Siempre fue mi sueño ser una gran barwoman o como sea que se llame la tipa que prepara tragos, por lo que mis amigas serán mis conejillos de india esta noche. Preparo también San Pedro y un poco de daikiri, le hago probar a Tatianne este último y aunque se resiste, no se niega cuando pongo mi cara de perrito.
— Bien, solo un trago — dice fingiendo una sonrisa.
— Te lo tomas, no por nada te lo hice.
— Es que yo...
— La otra vez estabas como querías, cariño —comenta Vito divertida — Le echabas miraditas a Lucho. Sonrió falsamente, recordando que esta haciendo ese idiota ahora mismo y lo preocupada que me tiene.
— ¡No es cierto! — replica la rubia con la cara roja.
— Uy, a alguien le gusta Louiiissss — canturrea Boris con la voz arrastrada.
— No entiendo que le ven de bueno — habla Cassie mientras niega con la cabeza — Sus encantos son tan... Louis.
— A Tatianne parece gustarle— le pico con el dedo indice el hombro y me da un manotazo para que deje de joderla y me río.
— Basta, no la molesten — interviene Lencie — Si le gusta o no es su problema, chicas. Además...
— Tu toma tu San Pedro que no por nada jodiste con que te lo haga — espeto. Malditas desgraciadas, la única linda y buena amiga que se toma mis tragos es Boris.
— Si, y si no quieres que te hagamos bullying a ti, cállate.
— Bien dicho, Vito — choco los cinco con la castaña y esta sonríe socarrón.
—De nada, señora Payne.
Abro la boca ofendida por sus palabras mientras las demás se ríen sin piedad de mi.
— Golpe duro, Suss — se burla Len.
— Cállate, chica conejo — me cruzo de brazos y le saco la lengua.
Lencie se pone roja al instante y todas la miramos curiosa.
— ¿Qué es eso de "chica conejo"? Bah, si es que puedo saber — pregunta Cassie, tomando de una pajita su bon bom — Me siento afuera de sus conversaciones.
— Si, me suele pasar seguido — confiesa Maryl y ambas comienzan a hablar lo desgraciadas que son por no enterarse de los chismes
— Ya, par de exageradas — rechista Boris, aleteando su mano — Resulta que Lencie iba a pasar un buen momento con un sensual tipo, pero el tipo le corto el rollo para buscar a su conejo. Fin. Ah y es su profesor. Ahora si, fin.
Cass y Maryl se miran al igual que Vita y yo para segundos después comenzar a reírnos como hienas desquiciadas. Santos Beatles, siempre es lo mismo cada vez que escucho esa historia y más con alcohol en mi organismo.
— Oye Boris, ¿No invitaste a Zayn? Últimamente te la pasas pegada a él — dice Maryl.
— Él es quién se la pasa pegada a mi.
— A ti te encanta que se te pegue — jode Vitoria guiñándole un ojo.
— Mentira.
— Mentira son tus palabras — replica y empiezan a pelear como dos niñas de kinder.
— ¿Y tu cómo vas con tu novio? — le pregunto a Tati.
— No tengo idea — se encoge de hombros — Ya no se que pensar.
— No pienses, solo bebe — aconseja Cassie — Brindemos porque esta noche sea inolvidable.
Todas levantamos nuestras copas para brindar y soltar un gran grito las siete.
✙✙✙
Cuando Cass propuso que el brindis fuera por una noche inolvidable, no creí que seria tan literal. Nos la pasamos en el casino una hora y media gastando y ganando dinero mientras Cassie estaba sentada en la mesa del Blackjack sacandole dinero a tipos que se burlaron de ella por ser mujer y querer jugar. Al final les pateo el culo a todos y gano bastante dinero, tanto que la mitad será para mi y la otra para ella, y con eso me bastara para que no nos quiten la casa. Es solo un tercio de la hipoteca, pero me servirá bastante y amare de por vida a Cassie por su ayuda, pero no contamos que los matones de uno de los tipos quisiera robarnos el cheque que cobro al final de la partida.
Corro lo mas rápido que puedo con los tacones en mi mano mientras las demás me siguen a la misma velocidad. Vita toma un palo que encuentra en la calle y le da en la cara a uno que se ha acercado bastante y estuvo a punto de agarrar a Lencie. Sin evitarlo, me rió a carcajadas con Maryl por ello y Cass nos grita que no es momento para que riamos como tontas, pero es inevitable con todo lo que hemos tomado. Doblamos a una esquina y veo una camioneta encendida con unos grandes parlantes tapando la ventanilla de atrás. No veo el conductor, por lo que hago señas a que nos subamos en ella. La mayoría duda ante ello aun corriendo, pero es Boris la primera que se sube sin dudar y la segunda soy yo. Todas nos siguen y los tipos comienzan a correr aún mas cuando nos ven subir.
— ¿Qué hacen? — pregunta una voz masculina detrás nuestro.
Giro mi cabeza para encontrarme con un muchacho rubio y de ojos celestes, bastante atractivo y sabroso.
— Esos tipos nos quieren matar — dice Cassie con la respiración entre cortada y desesperación.
— Entiendo — asiente el muchacho y se sube arriba de la camioneta.
— ¡Arranca, arranca! — grita Vitoria y el tipo le hace caso, arrancando justo cuando los matones están por llegar a nosotros.
— ¡Vuelvan acá, perras!— grita uno y le muestro el dedo del medio.
— ¡Chúpate esta, hijo de puta! — le grita Lenie con la voz algo arrastrada y todas nos reímos por ello.
Nos vamos alejando de los tipos hasta perderlos de vista y recién ahí podemos sentarnos sobre el piso de la camioneta y suspirar con tranquilidad. Nos miramos unas a las otras y no evitamos reír por lo sucedido mientras soltamos varias lagrimas en el proceso. Para la próxima traeré a Louis y un auto para que se nos haga mas fácil huir, de lo contrario no sé que hubiese pasado si nos agarraban.
— Eso fue de locos — suspira Tatianne, tomando aire después de que asfixio sus pulmones de tantas carcajadas.
— Que viejo de mierda — farfulla Boris y de su cartera saca una botella de champagne. Abrimos los ojos impresionadas y ella se encoge de hombros — ¿Qué? Se la robe a un tipo que estaba distraído.
— Eres terrible — Maryl menea la cabeza pero aun así le arrebata la botella — Necesito algo fresco — y se manda un gran trago.
— No vendré mas al casino con ustedes — dice Lennie.
— Con Cassie, mejor dicho — aclara Vitoria y la rubia le saca la lengua — No me malinterpretes, vendría todos los días contigo después de la terrible suerte que tienes. ¡1.500 euros en solo una partida y apostando 100 euros! ¿Cómo carajos lo haces?
— Se le llama ser coqueta e inteligente — sonríe socarrona— Y por cierto, ¿dónde vamos?
— No sé — me encojo de hombros y me asomo por fuera de la camioneta — ¡Hey, chico! ¡Frena! — le grito fuerte. Segundos después estaciona en frente de un banco, nos bajamos al igual que él. — Gracias por salvarnos, nos iban a dar una paliza sino fuera por ti.
— No es nada — sonríe mientras coloca una mano sobre su nuca — Espero que no les hicieran daño y lamento si fui muy brusco al arrancar.
— No te preocupes por ello. Enserio, muchas gracias — dice Lennie.
— Permiso, iré a cobrar mi cheque — la sonrisa de Cass es igual que la del gato de Alicia en el País de las Maravillas. Entra al banco acompañado por la mayoría, menos Len y Tati que se quedan charlando entre las dos mientras yo me quedo con el tipo.
— No me digas, los ricos quisieron darles una paliza por ganarles — dice el muchacho y asiento con la cabeza.
— Exactamente — asiento con la cabeza y le regalo una sonrisa — Soy Susanne — le tiendo la mano y él la estrecha conmigo.
— Soy Will, un gusto.
— También el mio — asiento y retiro la mano — ¿Y que haces con esos parlantes? — señalo los aparatos detrás de la camioneta.
— Son para la fiesta de un amigo, los suyos se averiaron y están un poco defectuosos, así que pase a buscar otros en la tienda de mi tío.
— Oh, vaya. Que genial tener un tío que te los preste.
— Ni siquiera sabe que los saque — niega con la cabeza mostrando una expresión de apenado y suelto una risita.
— Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
— Solo espero que no me corte la cabeza cuando se entere — hace una mueca de dolor al imaginárselo y ensancho mas mi sonrisa— ¿Ustedes donde pensaban ir?
— A una disco — me encojo de hombros — Ya sabes, para quitar un poco el estrés de la universidad.
— Comprendo. Pero ¿no les gustaría venir conmigo a la fiesta?
Abro mis ojos en grande y volteo a ver a Tati y a Lencie, quienes están sorprendidas igual que yo. Estas asienten dando la aprobación. Seguramente las demas también estarán de acuerdo.
— ¿No habrá problema?
— Con chicas tan divertidas como ustedes, por supuesto que no — contesta con una gran sonrisa y estoy a punto de decirle que soy más que una chica divertida, pero abstengo del coqueteo y sonrió.
El condenado es tan atractivo y dulce, no me negaría pasar un rato con él y ver como marchan las cosas. Obviamente, no puedo pasarme de la raya porque tengo que ir a casa esta noche y hace bastante que no tengo encuentros de una sola noche.
Miro hacia abajo y mi sonrisa desaparece cuando recuerdo el beso entre el Señor Soberbia y yo. ¿Por qué aparece justo cuando hay un tipo bueno delante de mí? Definitivamente, hoy beberé tanto alcohol hasta olvidarme de él.
- ÁBREMEEEEEEEEE
- HOLA! Siento mucho esta tardanza T.T soy muy muy muy mala mujer, pero la inspiración no era mi aliada y bueno este fue el horrible resultado de ello.
Sigue Emilya y por cierto, me presento voluntaria para hacer la guía de capítulos, si es que quieren(?)
Las adoro, zorras
Jaeger.
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Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
En serio me dan ganas de golpearlas cuando dicen que sus capítulos son malos y no lo son, para nada u.u
KANDE, LO AME. Me reí tanto con Cassie acosando a Sus con preguntas sobre Payne xd es que, ella va a tener que aceptarlo Cada vez que leo uno de tus caps me pongo ansiosa porque recuerdo el libro y la peli y amo como lo estas adaptando
Reitero, nunca imagine a Jen con Ruth es que, no sé qué me paso por la cabeza xd podríamos decir que me había olvidado del dulce sr. Bingley hasta que me lo dijiste xd Pero, ¡amo el giro que has dado! Es que, es hermoso, porque no todo debe ser igual y…eso me hace querer leer el libro otra vez para ver qué le voy a cambiar a mi historia e.e
Pero, awwwww, me imagino lo emocionada que debe estar Jen :’) que lindo <3
Louis fue a preguntar por Tati ay, eso me emociono mucho; en serio <3 parece como si aquí todos se acosen con quien le gusta a quien cuando no es Cassie a Sus, es Sus a Louis, vita a todos, Boris a Lencie y así sucesivamente
Ame la noche de chicas, fue GENIAL Es que amo como se llevan todas, es muy lindo; además de que me reí muchísimo cuando salieron corriendo del casino y se montaron en una camioneta ni pensaron que podía ser de un psicópata o algo. ¡ESE ES WILL! No lo supe hasta que él se presentó u.u PERO ES WILL, ES WICKHAM, AY DIOS. Que adhakdjakdjakda me voy a volver loca
Lo ame <3
Y y y y tratare de subir lo más pronto posible <3
Voto por que hagas la guia <3 Se me hace que Jen y Dani tienen problemas con eso.
KANDE, LO AME. Me reí tanto con Cassie acosando a Sus con preguntas sobre Payne xd es que, ella va a tener que aceptarlo Cada vez que leo uno de tus caps me pongo ansiosa porque recuerdo el libro y la peli y amo como lo estas adaptando
Reitero, nunca imagine a Jen con Ruth es que, no sé qué me paso por la cabeza xd podríamos decir que me había olvidado del dulce sr. Bingley hasta que me lo dijiste xd Pero, ¡amo el giro que has dado! Es que, es hermoso, porque no todo debe ser igual y…eso me hace querer leer el libro otra vez para ver qué le voy a cambiar a mi historia e.e
Pero, awwwww, me imagino lo emocionada que debe estar Jen :’) que lindo <3
Louis fue a preguntar por Tati ay, eso me emociono mucho; en serio <3 parece como si aquí todos se acosen con quien le gusta a quien cuando no es Cassie a Sus, es Sus a Louis, vita a todos, Boris a Lencie y así sucesivamente
Ame la noche de chicas, fue GENIAL Es que amo como se llevan todas, es muy lindo; además de que me reí muchísimo cuando salieron corriendo del casino y se montaron en una camioneta ni pensaron que podía ser de un psicópata o algo. ¡ESE ES WILL! No lo supe hasta que él se presentó u.u PERO ES WILL, ES WICKHAM, AY DIOS. Que adhakdjakdjakda me voy a volver loca
Lo ame <3
Y y y y tratare de subir lo más pronto posible <3
Voto por que hagas la guia <3 Se me hace que Jen y Dani tienen problemas con eso.
hange.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
hare la guia en cuanto pueda KANDEEEEEEEEEEEEEEE bb T:T LO AME! cuando vuelva a casa lo comento
Ariel.
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cap. 17
✙Capítulo 17
Tatianne Laurent
El lugar de la fiesta es en un lugar lejos del que imaginé en mi cabeza, pues lo que encuentro más lógico es que sea en una casa. Sin embargo, todas miramos en silencio como Will conduce la camioneta hasta lo que parece ser un almacén abandonado y ciertamente, un lugar donde se reúnen para seguramente hacer peleas clandestinas (como la Universidad quemada).
Will parquea la camioneta cerca de la entrada. Alrededor del local se pueden ver algunos vehículos, pero la mayoría están parqueados unos metros antes de llegar al edificio. Está todo oscuro y por un momento me siento insegura —pero después recuerdo que Will, el chico que acabamos de conocer, no parece ser tan malo y que, al demonio, hoy salimos para divertirnos. Debo dejar de pensar tanto.
La culpa es delcohol que ingerí en el casino.
—Eh, no sé ustedes, pero a mí no me parece que aquí hay una fiesta —comenta Boris, frunciendo el ceño hacia el lugar.
—Nunca juzgues un libro por su portada —replica Will, que recién ha salido del vehículo y nos sonríe de manera traviesa.
—No puedo estar más de acuerdo con eso —agrega Suss, asintiendo. — Pero espero que no pretendas engañarnos, o acabarás como aquellos tipos del casino.
A pesar de que esta seria, el brillo juguetón de su mirada y su tono de voz la delatan. Casi sonrío al notar que está coqueteándole (conscientemente o no) y a Will parece agradarle. El castaño procede a tomar las bocinas en sus bien ejercitados brazos y con nosotras iluminando el camino, con los celulares, avanzamos hasta el oscuro edificio.
Al principio nos adentramos por un ancho y vacío pasillo y me encuentro a mí misma preguntándome qué clase de edificio solía ser este, ¿o habrá sido simplemente un almacén? Después de avanzar alrededor de veinte pasos, doblamos hacia la izquierda y seguimos a Will hasta lo que parece ser el sótano del lugar. Por un momento, me siento cohibida —no aprecio mucho los lugares subterráneos. Pero sacudo el sentimiento y sigo caminando.
—Uh, este lugar es medio creepy —escucho a Marly decir y puedo imaginarla arrugando la nariz. — ¿Qué era esto?
—Un almacén —contesta Will. — Fue abandonado después de que la empresa cerrara y quebrara, pero nunca lo demolieron.
—Vaya, interesante.
—¿Y cómo llegaste a parar aquí? Pareces un niño bueno —el comentario de Vita hace que todas nos riamos, unas menos disimuladas que otras.
La respuesta de Will se ve interrumpida cuando comenzamos a escuchar personas hablando y una melodía demasiado baja para una fiesta. Terminamos de descender los escalones para encontrarnos con un enorme sótano, decorado con luces de disco y flashes. Al fondo hay una especie de bar y Will se dirige allí con las bocinas en sus brazos.
El lugar no podía estar más repleto de personas.
—¡Muevan el culo y déjenlo pasar, ha llegado la música otra vez! —grita un muchacho cuando ve a Will tratando de abrirse paso.
Se escucha una enorme ovación colectiva. Claro, una fiesta no es fiesta si no hay música que bailar. Miro a las chicas que han comenzado a mirar con ojos coquetos en varias direcciones y sonrío para mis adentros. Aunque en un principio me sentí fuera de lugar, ahora puedo decir que las barreras defensivas se han desplomado —por mi parte y por parte de ellas. Me agrada ver que tengo razón en eso de los prejuicios bobs, porque estar con ellas es incluso más fácil que lidiar con la competitividad sutil que siento con las chicas —Becca siendo la principal.
Tal vez me sienta un poco culpable de dejar a Sky de lado, pero sé que ella también se pondría a hablar cosas que no son. Algún día la presentaré y le explicaré todo.
Por ahora, lo único que me importa es bailar hasta que esté muy cansada para pensar. Un breve recuerdo de Alex negándose a bailar a cada fiesta que vamos me cruza por la mente, pero lo arrojo al fondo de mi cabeza en un instante. El se lo pierde.
Además de que, tengo la sensación de que lo único que es nuestro noviazgo ahora es sobre cuándo tendremos relaciones. No hay un día en que hablemos donde no saque ese tema a flote, cuando sabe (o debería) que no estoy preparada para eso aun. Eso y su paranoia con Louis, a la que no intento darle mucha mente.
Está bien: Louis es divertido, a pesar de sus comentarios desubicados; baila bien, es inteligente y cuando me mira de esa manera tan intensa siento como una estampida de elefantes ataca mi estómago. Y el hecho de no poder dejar de pensar en el me vuelve loca.
Y hablando del demonio, me quedo estática cuando mi mirada se topa con unos ojos azul claro y llenos de diversión mirándome sin disimulo. Busco en mi memoria en donde he visto esos ojos y suelto un respingo cuando mi cerebro da con el recuerdo: la pandilla de Louis. Lo confirma el hecho de que a su lado hay más chicos que he visto con Louis en la universidad, todos con una bandana en su vestimenta —el cuello, el hombro, la muñeca, el pantalón o en el cabello.
—Nos encontramos otra vez, Barbie reina —reconozco su voz, al igual y me pone con los pelos de punta, porque es el mismo tipo que me asustó como el demonio el día de las peleas.
—¿Viniste a probar un pedazo de carne rusa? —espeta otro de ellos; este tiene los ojos oscuros y es tan robusto que tengo ganas de devolverme por donde he entrado.
—Váyanse a joder a otro lado, par de maricas —interviene Suss, rodando los ojos. — búsquense algo mejor que hacer.
—¡Sussane! Cuanto tiempo, bryunetka* (morena) —dice el mismo chico robusto, sonriéndole amistosamente. Me quedo más sorprendida aun cuando dice su nombre y le da un beso en la mejilla. — Después de que cortase con el lame bolas de Louis te olvidaste de nosotros.
¿Con Louis? ¿Louis y ella, estuvieron…?
De eso no sé qué pensar con exactitud. Así que solo me quedo incómoda, mirándolos hablar amistosamente y claro, dando unos pasos lejos del otro tipo —el que si me asusta.
—¡Vita! ¿Eres tú? —otro chico avanza hacia nosotras y lo identifico como otro de los pandilleros, ya que tiene una bandana sujeta en su muñeca izquierda.
Vita se ve un poco tensa alrededor de él, como si fuera alguien que conoce pero quiere evitar y Suss parece notarlo. Aun así lo saluda y nos presenta a todas.
—Sí, las he visto por ahí. Además de que Louis nos deja de lado por ustedes tres —rueda los ojos, haciendo un cabeceo a Vita, Cassie y
Sussanne. Se gira hacia el resto de nosotras y nos sonríe “encantadoramente”. — Diganme, prekrasnyye damy* (bellas damas), ¿alguna de ustedes desea algo de tomar? La cuenta corre en mí.
Lencie rueda los ojos con exasperación y chasquea la lengua.
—Eso depende de qué significa cómo nos llamaste —se cruza de brazos y lo mira sospechosa.
—Si te interesan las lenguas extranjeras, te puedo enseñar como manejarlas de gratis —el muchacho sube y baja las cejas repetidamente, haciendo más claro el doble sentido de su intervención.
—¡Lev! Nunca cambias, asqueroso de mierda—dice Vita, golpeándolo en el brazo izquierdo con su puño.
El rostro de Lencie se ha tornado una sombra más clara que su cabello, por lo que puedo distinguir a pesar de las luces.
—Tranquila, tranquila, siempre seré tuyo y —otro golpe por parte de Vita lo hace callarse y Cassie, Marnie, Boris y Suss estallan en carcajadas.
Yo solo sonrío y volteo la mirada hacia el tumulto de personas, a tiempo para ver a Will caminando hacia nosotras. Al llegar al grupo, es presentado y casi al momento se coloca al lado de Sussanne, donde comienzan a hablar animosamente. Al parecer se han caído muy bien.
Will parquea la camioneta cerca de la entrada. Alrededor del local se pueden ver algunos vehículos, pero la mayoría están parqueados unos metros antes de llegar al edificio. Está todo oscuro y por un momento me siento insegura —pero después recuerdo que Will, el chico que acabamos de conocer, no parece ser tan malo y que, al demonio, hoy salimos para divertirnos. Debo dejar de pensar tanto.
La culpa es delcohol que ingerí en el casino.
—Eh, no sé ustedes, pero a mí no me parece que aquí hay una fiesta —comenta Boris, frunciendo el ceño hacia el lugar.
—Nunca juzgues un libro por su portada —replica Will, que recién ha salido del vehículo y nos sonríe de manera traviesa.
—No puedo estar más de acuerdo con eso —agrega Suss, asintiendo. — Pero espero que no pretendas engañarnos, o acabarás como aquellos tipos del casino.
A pesar de que esta seria, el brillo juguetón de su mirada y su tono de voz la delatan. Casi sonrío al notar que está coqueteándole (conscientemente o no) y a Will parece agradarle. El castaño procede a tomar las bocinas en sus bien ejercitados brazos y con nosotras iluminando el camino, con los celulares, avanzamos hasta el oscuro edificio.
Al principio nos adentramos por un ancho y vacío pasillo y me encuentro a mí misma preguntándome qué clase de edificio solía ser este, ¿o habrá sido simplemente un almacén? Después de avanzar alrededor de veinte pasos, doblamos hacia la izquierda y seguimos a Will hasta lo que parece ser el sótano del lugar. Por un momento, me siento cohibida —no aprecio mucho los lugares subterráneos. Pero sacudo el sentimiento y sigo caminando.
—Uh, este lugar es medio creepy —escucho a Marly decir y puedo imaginarla arrugando la nariz. — ¿Qué era esto?
—Un almacén —contesta Will. — Fue abandonado después de que la empresa cerrara y quebrara, pero nunca lo demolieron.
—Vaya, interesante.
—¿Y cómo llegaste a parar aquí? Pareces un niño bueno —el comentario de Vita hace que todas nos riamos, unas menos disimuladas que otras.
La respuesta de Will se ve interrumpida cuando comenzamos a escuchar personas hablando y una melodía demasiado baja para una fiesta. Terminamos de descender los escalones para encontrarnos con un enorme sótano, decorado con luces de disco y flashes. Al fondo hay una especie de bar y Will se dirige allí con las bocinas en sus brazos.
El lugar no podía estar más repleto de personas.
—¡Muevan el culo y déjenlo pasar, ha llegado la música otra vez! —grita un muchacho cuando ve a Will tratando de abrirse paso.
Se escucha una enorme ovación colectiva. Claro, una fiesta no es fiesta si no hay música que bailar. Miro a las chicas que han comenzado a mirar con ojos coquetos en varias direcciones y sonrío para mis adentros. Aunque en un principio me sentí fuera de lugar, ahora puedo decir que las barreras defensivas se han desplomado —por mi parte y por parte de ellas. Me agrada ver que tengo razón en eso de los prejuicios bobs, porque estar con ellas es incluso más fácil que lidiar con la competitividad sutil que siento con las chicas —Becca siendo la principal.
Tal vez me sienta un poco culpable de dejar a Sky de lado, pero sé que ella también se pondría a hablar cosas que no son. Algún día la presentaré y le explicaré todo.
Por ahora, lo único que me importa es bailar hasta que esté muy cansada para pensar. Un breve recuerdo de Alex negándose a bailar a cada fiesta que vamos me cruza por la mente, pero lo arrojo al fondo de mi cabeza en un instante. El se lo pierde.
Además de que, tengo la sensación de que lo único que es nuestro noviazgo ahora es sobre cuándo tendremos relaciones. No hay un día en que hablemos donde no saque ese tema a flote, cuando sabe (o debería) que no estoy preparada para eso aun. Eso y su paranoia con Louis, a la que no intento darle mucha mente.
Está bien: Louis es divertido, a pesar de sus comentarios desubicados; baila bien, es inteligente y cuando me mira de esa manera tan intensa siento como una estampida de elefantes ataca mi estómago. Y el hecho de no poder dejar de pensar en el me vuelve loca.
Y hablando del demonio, me quedo estática cuando mi mirada se topa con unos ojos azul claro y llenos de diversión mirándome sin disimulo. Busco en mi memoria en donde he visto esos ojos y suelto un respingo cuando mi cerebro da con el recuerdo: la pandilla de Louis. Lo confirma el hecho de que a su lado hay más chicos que he visto con Louis en la universidad, todos con una bandana en su vestimenta —el cuello, el hombro, la muñeca, el pantalón o en el cabello.
—Nos encontramos otra vez, Barbie reina —reconozco su voz, al igual y me pone con los pelos de punta, porque es el mismo tipo que me asustó como el demonio el día de las peleas.
—¿Viniste a probar un pedazo de carne rusa? —espeta otro de ellos; este tiene los ojos oscuros y es tan robusto que tengo ganas de devolverme por donde he entrado.
—Váyanse a joder a otro lado, par de maricas —interviene Suss, rodando los ojos. — búsquense algo mejor que hacer.
—¡Sussane! Cuanto tiempo, bryunetka* (morena) —dice el mismo chico robusto, sonriéndole amistosamente. Me quedo más sorprendida aun cuando dice su nombre y le da un beso en la mejilla. — Después de que cortase con el lame bolas de Louis te olvidaste de nosotros.
¿Con Louis? ¿Louis y ella, estuvieron…?
De eso no sé qué pensar con exactitud. Así que solo me quedo incómoda, mirándolos hablar amistosamente y claro, dando unos pasos lejos del otro tipo —el que si me asusta.
—¡Vita! ¿Eres tú? —otro chico avanza hacia nosotras y lo identifico como otro de los pandilleros, ya que tiene una bandana sujeta en su muñeca izquierda.
Vita se ve un poco tensa alrededor de él, como si fuera alguien que conoce pero quiere evitar y Suss parece notarlo. Aun así lo saluda y nos presenta a todas.
—Sí, las he visto por ahí. Además de que Louis nos deja de lado por ustedes tres —rueda los ojos, haciendo un cabeceo a Vita, Cassie y
Sussanne. Se gira hacia el resto de nosotras y nos sonríe “encantadoramente”. — Diganme, prekrasnyye damy* (bellas damas), ¿alguna de ustedes desea algo de tomar? La cuenta corre en mí.
Lencie rueda los ojos con exasperación y chasquea la lengua.
—Eso depende de qué significa cómo nos llamaste —se cruza de brazos y lo mira sospechosa.
—Si te interesan las lenguas extranjeras, te puedo enseñar como manejarlas de gratis —el muchacho sube y baja las cejas repetidamente, haciendo más claro el doble sentido de su intervención.
—¡Lev! Nunca cambias, asqueroso de mierda—dice Vita, golpeándolo en el brazo izquierdo con su puño.
El rostro de Lencie se ha tornado una sombra más clara que su cabello, por lo que puedo distinguir a pesar de las luces.
—Tranquila, tranquila, siempre seré tuyo y —otro golpe por parte de Vita lo hace callarse y Cassie, Marnie, Boris y Suss estallan en carcajadas.
Yo solo sonrío y volteo la mirada hacia el tumulto de personas, a tiempo para ver a Will caminando hacia nosotras. Al llegar al grupo, es presentado y casi al momento se coloca al lado de Sussanne, donde comienzan a hablar animosamente. Al parecer se han caído muy bien.
✙✙✙
—¡Quiero verlas mover esos culos! —vocifera Boris cuando una canción de Jason Derulo comienza a sonar. Si no me equivoco es “Don’t wanna go home”.
La pista de baile se llena de personas al instante. Nos tomamos de la mano y nos adentramos al tumulto de gente, deteniéndonos cerca del centro. Comenzamos a bailar entre todas como si no hay mañana y sonrío dejándome llevar por la música. Después de todo, bailar es lo que más me gusta hacer.
No pasa mucho tiempo cuando chicos se van acercando por detrás de nosotras. A la primera que veo siendo jalada hacia atrás es a Vitoria, por un chico con cabello negro enrulado. Abro los ojos pensando que es Harry, pero después me relajo al ver que es alguien más —y más bonito. Vita parece reconocerlo, lo que despierta mi curiosidad, pero me olvido de eso cuando veo a Zayn y Adam salir de la nada. Verlos me hace preguntarme, casi de manera automática, si Louis se encuentra aquí por igual. He estado preguntándome eso al ver a chicos de su pandilla. Y por lo que veo, todos ellos siempre encuentran una manera de aparecer cuando se trata de fiestas.
Miro a Lencie cómplice y ambas sonreímos al mismo tiempo que Lev se acerca a Cassie. No hacen falta las palabras para comunicar lo que pensamos —toda chica lo entendería. Lencie toma un vaso de vodka con jugo de una bandeja y se lo lleva a la boca, tomándolo de una vez. Si necesita tanto alcohol como la otra vez para soltarse dignamente, creo que está cerca de hacerlo.
—¡Deeee oh! —canta a todo pulmón, sujetando el vaso en alto.
Cassie y yo estallamos en carcajadas.
Para el principio del segundo estribillo, un brazo abraza mi cintura y me jala hacia atrás, haciéndome chocar con un ejercitado pecho.
Giro mi cabeza solamente, quedándome sorprendida por toparme con la intensa mirada de Louis y una sonrisa pícara adornando su rostro.
—¿Por qué paraste de bailar? Lo estabas haciendo muy bien —susurra en mi oído y me muerdo el labio cuando siento la reacción que provoca en mi estómago.
Olvidándome de los elefantes, giro mi cabeza otra vez y dejo que ponga una mano en mi cadera y otra en mi abdomen. Comenzamos a bailar al ritmo de la música y casi de inmediato, me olvido de los nervios o de lo que la gente pueda decir y de Alex; me olvido de todo y me concentro en bailar. Nuestros pasos estas totalmente sincronizados y suena cliché, pero es increíble como parecemos bailar con el ritmo perfecto. Le sonrío medianamente a Lencie cuando me encuentro con su mirada inquisitoria y después me concentro en la música y en el cuerpo pegado detrás de mí. Paso una de mis manos por encima de la suya, la que está en mi estómago y nuestros dedos se entrelazan.
La pista de baile se llena de personas al instante. Nos tomamos de la mano y nos adentramos al tumulto de gente, deteniéndonos cerca del centro. Comenzamos a bailar entre todas como si no hay mañana y sonrío dejándome llevar por la música. Después de todo, bailar es lo que más me gusta hacer.
No pasa mucho tiempo cuando chicos se van acercando por detrás de nosotras. A la primera que veo siendo jalada hacia atrás es a Vitoria, por un chico con cabello negro enrulado. Abro los ojos pensando que es Harry, pero después me relajo al ver que es alguien más —y más bonito. Vita parece reconocerlo, lo que despierta mi curiosidad, pero me olvido de eso cuando veo a Zayn y Adam salir de la nada. Verlos me hace preguntarme, casi de manera automática, si Louis se encuentra aquí por igual. He estado preguntándome eso al ver a chicos de su pandilla. Y por lo que veo, todos ellos siempre encuentran una manera de aparecer cuando se trata de fiestas.
Miro a Lencie cómplice y ambas sonreímos al mismo tiempo que Lev se acerca a Cassie. No hacen falta las palabras para comunicar lo que pensamos —toda chica lo entendería. Lencie toma un vaso de vodka con jugo de una bandeja y se lo lleva a la boca, tomándolo de una vez. Si necesita tanto alcohol como la otra vez para soltarse dignamente, creo que está cerca de hacerlo.
—¡Deeee oh! —canta a todo pulmón, sujetando el vaso en alto.
Cassie y yo estallamos en carcajadas.
Para el principio del segundo estribillo, un brazo abraza mi cintura y me jala hacia atrás, haciéndome chocar con un ejercitado pecho.
Giro mi cabeza solamente, quedándome sorprendida por toparme con la intensa mirada de Louis y una sonrisa pícara adornando su rostro.
—¿Por qué paraste de bailar? Lo estabas haciendo muy bien —susurra en mi oído y me muerdo el labio cuando siento la reacción que provoca en mi estómago.
Olvidándome de los elefantes, giro mi cabeza otra vez y dejo que ponga una mano en mi cadera y otra en mi abdomen. Comenzamos a bailar al ritmo de la música y casi de inmediato, me olvido de los nervios o de lo que la gente pueda decir y de Alex; me olvido de todo y me concentro en bailar. Nuestros pasos estas totalmente sincronizados y suena cliché, pero es increíble como parecemos bailar con el ritmo perfecto. Le sonrío medianamente a Lencie cuando me encuentro con su mirada inquisitoria y después me concentro en la música y en el cuerpo pegado detrás de mí. Paso una de mis manos por encima de la suya, la que está en mi estómago y nuestros dedos se entrelazan.
✙✙✙
Pasan alrededor de dos canciones más cuando decido que quiero algo de tomar y me acerco con Louis hacia donde están los demás.
—Vaya, me alegra ver que eres más normal de lo que parece pensar todo el mundo —me dice mientras atravesamos el lio de gente.
—¿A qué te refieres?
—No eres una muñeca de porcelana, Barbie, te sabes divertir y sé que hay más debajo de esa chica perfecta que dices ser —me perfora con su mirada azulina, que se ve más oscura por las luces disco de la sala. He parado de caminar para mirarlo, sin negar nada de lo que afirma.
Porque es justamente la verdad.
—¡Epa, ustedes dos! ¿Se van a quedar ahí de pie toda la noche o qué? —la voz de Adam llega a mis oídos, sacándome del trance de la mirada de Louis.
Para su diversión, el castaño me guiña un ojo antes de dirigirnos hacia el grupo, que ahora está sentado cerca del bar. Avanzando hacia allí, veo como Zayn y Boris están muy juntos y un poco alejados del resto. Me pregunto cuanto tardaran en volverse una pareja.
—Vaya, me alegra ver que eres más normal de lo que parece pensar todo el mundo —me dice mientras atravesamos el lio de gente.
—¿A qué te refieres?
—No eres una muñeca de porcelana, Barbie, te sabes divertir y sé que hay más debajo de esa chica perfecta que dices ser —me perfora con su mirada azulina, que se ve más oscura por las luces disco de la sala. He parado de caminar para mirarlo, sin negar nada de lo que afirma.
Porque es justamente la verdad.
—¡Epa, ustedes dos! ¿Se van a quedar ahí de pie toda la noche o qué? —la voz de Adam llega a mis oídos, sacándome del trance de la mirada de Louis.
Para su diversión, el castaño me guiña un ojo antes de dirigirnos hacia el grupo, que ahora está sentado cerca del bar. Avanzando hacia allí, veo como Zayn y Boris están muy juntos y un poco alejados del resto. Me pregunto cuanto tardaran en volverse una pareja.
✙✙✙
El sábado me levanto a eso de las once por una llamada d Alex. Desde que sabe que anoche he salido con las chicas no ha dejado de llamar y sonar sospechoso, preguntando quién estaba además de ellas. Sé a dónde quiere llegar pero no quiero admitirlo. Es decir, primero se nota totalmente desinteresado a no ser que trate de ambos teniendo relaciones —incluso, me ha ignorado en ocasiones y sin mencionar la horrible noche en la que me llevó a la pelea— y ahora, ¿está celoso porque no salí con él?
Me encantaría poder insultar como Vita o Boris en estos momentos.
Tomo el celular para ver que es un nuevo mensaje. No lo abro y decido ir a prepararme para el día. No he tenido mucho tiempo para pasar junto con los gemelos esta semana, lo que me tiene un poco preocupada. Hace unos días contrataron una nueva niñera y con el aumento de las salidas de mamá y reuniones de papá dudo que hayan tenido tiempo (o hayan querido hacer tiempo en sus agendas) para entrenar a la dichosa niñera. En serio, que padres me gasto.
Después de ducharme, peino mi corto cabello y sujeto un lazo color azul turquesa a forma de cintillo. Me visto con una camisa casual del mismo color, con mangas hasta los hombros y largo un poco más arriba de la cadera. Unos shorts jean y unos toms negros. Tomo un bolso negro con las cosas necesarias y salgo del apartamento en dirección a mi casa.
No sé si estar aliviada o en shock cuando llego a la casa y descubro que he llegado justo a tiempo. La nueva niñera, que parece tener alrededor de veinte y seis, esta con el rostro desfigurado y lleno de desequilibrio mental de pie en medio de la cocina. La cocina es todo un desastre. Hay harina por todos lados, mantequilla, vainilla y estoy segura de que sal. Pero no es eso lo peor. Los gemelos chillan y salen corriendo de la escena cuando me ven asomarme por la puerta. La alarma de incendio instalada en la concina se ha encendido y el rociador está bañando todo el lugar.
Y la niñera solo está allí, de pie, sin parecer que está respirando siquiera.
Mis nervios crispan y muerdo mi labio para auto-controlarme. Dejo el bolso devuelta en la sala y voy al control de alarmas, desactivando el de la cocina. ¿Qué no lo mostraron como detener esto?
Ahogo una maldición cuando pongo un pie en la cocina y mi suela se siente pegajosa.
—Soy la hermana de los chicos, Tatianne —me presento, aunque estoy segura de que mis padres ya le han hablado de mí, — ¿Qué fue lo que paso?
Está de más decir que Lula, como se llama, no está para nada feliz. Me dice que trataba de hacer la comida cuando los niños entraron en escena demandando que tenían hambre y que querían su comida favorita. Pero ella no tenía idea de cuál era. Cuando les pregunto, le dijeron que no podía estar en esta casa si no sabía su comida favorita —típico de Dylan— es cuando comenzó el show. Destruyeron todo su intento por cocinar y la estufa se quedó encendida hasta que el vapor activó la alarma.
Estoy segura de que Lula no volverá por aquí cuando por fin sale de la casa.
Me encantaría poder insultar como Vita o Boris en estos momentos.
Tomo el celular para ver que es un nuevo mensaje. No lo abro y decido ir a prepararme para el día. No he tenido mucho tiempo para pasar junto con los gemelos esta semana, lo que me tiene un poco preocupada. Hace unos días contrataron una nueva niñera y con el aumento de las salidas de mamá y reuniones de papá dudo que hayan tenido tiempo (o hayan querido hacer tiempo en sus agendas) para entrenar a la dichosa niñera. En serio, que padres me gasto.
Después de ducharme, peino mi corto cabello y sujeto un lazo color azul turquesa a forma de cintillo. Me visto con una camisa casual del mismo color, con mangas hasta los hombros y largo un poco más arriba de la cadera. Unos shorts jean y unos toms negros. Tomo un bolso negro con las cosas necesarias y salgo del apartamento en dirección a mi casa.
No sé si estar aliviada o en shock cuando llego a la casa y descubro que he llegado justo a tiempo. La nueva niñera, que parece tener alrededor de veinte y seis, esta con el rostro desfigurado y lleno de desequilibrio mental de pie en medio de la cocina. La cocina es todo un desastre. Hay harina por todos lados, mantequilla, vainilla y estoy segura de que sal. Pero no es eso lo peor. Los gemelos chillan y salen corriendo de la escena cuando me ven asomarme por la puerta. La alarma de incendio instalada en la concina se ha encendido y el rociador está bañando todo el lugar.
Y la niñera solo está allí, de pie, sin parecer que está respirando siquiera.
Mis nervios crispan y muerdo mi labio para auto-controlarme. Dejo el bolso devuelta en la sala y voy al control de alarmas, desactivando el de la cocina. ¿Qué no lo mostraron como detener esto?
Ahogo una maldición cuando pongo un pie en la cocina y mi suela se siente pegajosa.
—Soy la hermana de los chicos, Tatianne —me presento, aunque estoy segura de que mis padres ya le han hablado de mí, — ¿Qué fue lo que paso?
Está de más decir que Lula, como se llama, no está para nada feliz. Me dice que trataba de hacer la comida cuando los niños entraron en escena demandando que tenían hambre y que querían su comida favorita. Pero ella no tenía idea de cuál era. Cuando les pregunto, le dijeron que no podía estar en esta casa si no sabía su comida favorita —típico de Dylan— es cuando comenzó el show. Destruyeron todo su intento por cocinar y la estufa se quedó encendida hasta que el vapor activó la alarma.
Estoy segura de que Lula no volverá por aquí cuando por fin sale de la casa.
✙✙✙
Tardo alrededor de dos horas en limpiar la casa y dejarla impecable. No estoy conforme hasta que todo está reluciente otra vez. Me he cambiado a ropas más sueltas que aún conservo en mi vieja habitación. Cuando termino, hago la comida favorita de los gemelos: Canelones con Bechamel. Tardo otros cuarenta y cinco minutos en preparar todo y entonces es cuando los llamo para comer.
No tardan en sentarse y actuar como si nada ha pasado.
—¿Me van a decir por qué lo hicieron? —inquiero, sentándome al frente de ambos, en la mesa que está en medio de la cocina. Casi nunca usamos el comedor, solo en fechas donde hay invitados y esas cosas.
—No se dé que hablas —espeta Dylan con la boca llena.
Lucas se dedica a devorar sus canelones en silencio.
—Vamos, chicos, no pueden hacer eso siempre, ¿vale? ¿Qué pasa si hubiese ocurrido un verdadero incendio? Me volvería loca y no sabría qué hacer, además —hago una pausa para tomar aire cuando me doy cuenta de que voy a empezar a ponerme histérica. No necesito asustarlos con uno de mis ataques de pánico.
—Ella ni siquiera se sabía nuestros nombres, Tati —me explica Lucas después de dar un trago a su jugo de manzana. — ¡Me llamo Leonel! ¡Leonel! Y a Dylan le puso Diego —frunce el ceño y le da un mordisco a su canelón.
A pesar de que lo dice completamente serio, no puedo evitar reírme a carcajadas.
—No es divertido, Tati —gruñe Dylan. — ¿Acaso tengo cara de Diego, ah?
—No, no —hago lo posible por ponerme seria y dejar de reír. — No por eso tenían que causar este desastre, ¿bien? Agradezcan que fui yo y no mamá o papá. Ahora terminen y vayan a alistarse, en media hora nos vamos a sus clases.
No tardan en sentarse y actuar como si nada ha pasado.
—¿Me van a decir por qué lo hicieron? —inquiero, sentándome al frente de ambos, en la mesa que está en medio de la cocina. Casi nunca usamos el comedor, solo en fechas donde hay invitados y esas cosas.
—No se dé que hablas —espeta Dylan con la boca llena.
Lucas se dedica a devorar sus canelones en silencio.
—Vamos, chicos, no pueden hacer eso siempre, ¿vale? ¿Qué pasa si hubiese ocurrido un verdadero incendio? Me volvería loca y no sabría qué hacer, además —hago una pausa para tomar aire cuando me doy cuenta de que voy a empezar a ponerme histérica. No necesito asustarlos con uno de mis ataques de pánico.
—Ella ni siquiera se sabía nuestros nombres, Tati —me explica Lucas después de dar un trago a su jugo de manzana. — ¡Me llamo Leonel! ¡Leonel! Y a Dylan le puso Diego —frunce el ceño y le da un mordisco a su canelón.
A pesar de que lo dice completamente serio, no puedo evitar reírme a carcajadas.
—No es divertido, Tati —gruñe Dylan. — ¿Acaso tengo cara de Diego, ah?
—No, no —hago lo posible por ponerme seria y dejar de reír. — No por eso tenían que causar este desastre, ¿bien? Agradezcan que fui yo y no mamá o papá. Ahora terminen y vayan a alistarse, en media hora nos vamos a sus clases.
✙✙✙
Cuarenta minutos después, aparco el auto en el estacionamiento del colegio de los gemelos. Sus clases de Lacrosse comienzan alrededor de media hora más, pero por no quedarse aburridos en la casa prefieren venir y practicar con sus demás compañeros tempraneros. Caminamos hasta el campo y hay alrededor de cuatro niños más, todos de la edad de los niños o más grandes.
Avanzo hacia las gradas y me siento en la tercera fila. El entrenador está hablando con unos padres. Me recuesto del cemento y saco el libro que he estado releyendo de mi bolso. Química Perfecta ha sido uno de los libros que más me ha tocado en términos espirituales. Para quien me conozca bien y lo haya leído, sabrá por qué al instante. No soy muy diferente de Brittany.
Tal vez sí en que pienso que ella es más sumisa que yo y permite que su mamá la gobierne de más, cuando ella es mayor de edad; y el hecho de que es mucho más coqueta de lo que yo sería algún día. También está el hecho de que, gracias a Dios, los gemelos no sufren de esa enfermedad. Pero mientras leo la escena en la casa de Shane, donde Colin casi la obliga a tener relaciones con él, mi mente viaja hacia Alex y lo cerca que ha estado de hacer eso conmigo.
La realización de que el libro pueda parecerse a mi vida más de lo que creo que golpea haciéndome abrir los ojos de golpe y detener los ojos en el comienzo del siguiente capítulo.
Avanzo hacia las gradas y me siento en la tercera fila. El entrenador está hablando con unos padres. Me recuesto del cemento y saco el libro que he estado releyendo de mi bolso. Química Perfecta ha sido uno de los libros que más me ha tocado en términos espirituales. Para quien me conozca bien y lo haya leído, sabrá por qué al instante. No soy muy diferente de Brittany.
Tal vez sí en que pienso que ella es más sumisa que yo y permite que su mamá la gobierne de más, cuando ella es mayor de edad; y el hecho de que es mucho más coqueta de lo que yo sería algún día. También está el hecho de que, gracias a Dios, los gemelos no sufren de esa enfermedad. Pero mientras leo la escena en la casa de Shane, donde Colin casi la obliga a tener relaciones con él, mi mente viaja hacia Alex y lo cerca que ha estado de hacer eso conmigo.
La realización de que el libro pueda parecerse a mi vida más de lo que creo que golpea haciéndome abrir los ojos de golpe y detener los ojos en el comienzo del siguiente capítulo.
✙✙✙
Me quedo viendo a los chicos correr de aquí para allá con los uniformes del equipo. Lucas es el 11 y Dylan el 22, ambos insistiendo en que si no serían números iguales, al menos ambos serían pares. No puedo evitar sonreír ante eso y desear para que sigan así de unidos ahora y por el resto de sus vidas.
En algún momento de la práctica mis pensamientos se van hacia la niñera. Realmente espero que no vaya con el cuento a mis padres, solo Dios sabrá lo que harían al perder los estribos.
Un internado de monjas en otro continente, por ejemplo. Peor, uno militar.
Sacudo la cabeza y me obligo a concentrarme en la práctica y a alentarlos de vez en cuando.
Estoy aplaudiendo porque Lucas ha logrado anotar cuando siento una presencia sentarse a mi lado. No hago mucho caso, pensando que de seguro es un padre que ha decido sentarse a mi lado. Sin embargo, me doy cuenta de lo equivocada que estoy cuando el hombre se inclina hacia mí y acerca su boca a mi oído.
—Me sorprende encontrarte aquí, Barbie —la voz de Louis es inconfundible.
Me giro y lo contemplo con el ceño fruncido. Lleva un suéter azul marino pálido, con jeans oscuros y sus botas características.
—¿Qué haces aquí?
—Oh, discúlpame, no sabía que te pertenecía esta área —se mofa y rueda los ojos. Se recuesta del cemento y desvía sus ojos a la práctica, momento que me tomo para observar su realmente atractivo perfil. — ¿Te gusta lo que ves, Laurent?
No puedo evitar el sonrojo subir hasta mis mejillas y automáticamente desvío la mirada hacia los niños, encontrando a mis hermanos entre los uniformes negro, blanco y verde al instante. Aprovecho que mi corte es lo suficientemente largo para cubrir mis mejillas y trato de ocultarlas con el mismo.
—Respondiendo tu pregunta, vine aquí a ver a mi sobrino y después llevarlo a casa —se encoje de hombros.
Lo miro alarmada.
—¿En tu moto? —no puedo imaginármelo montando a un niño en esa cosa.
—No —se ríe y trato de no enfocarme mucho en la manera en que sus ojos se achinan, revelando líneas en las esquinas de los mismos. ¿Por qué lo estoy mirando tanto? — No haría eso, traje un auto. ¿Y tú, rubia? Asumo que no viniste porque eres una pedófila de niños deportistas y-
—¡Eso es asqueroso! —lo golpeo en el pecho y frunzo los labios. No puedo creer que algo así pueda cruzarle por la mente.
El suelta unas cuantas carcajadas, echando su cabeza hacia atrás.
—Relájate, solo bromeo contigo.
—Traje a mis hermanos a la práctica, por eso estoy aquí.
—¿Y dime, ya has cortado con el sosaniye yaits (lame bolas) de tu novio? —pregunta Louis con la franqueza que lo caracteriza, pero que siempre logra ponerme incómoda.
De verdad, es demasiado directo que no parece saludable.
—Ni siquiera te voy a preguntar qué significa eso. Y no, no he roto con Alex —respondo, enfocando mi vista en los niños.
—No entiendo por qué, ni siquiera sales con él.
—Claro que sí. Además, ¿a ti que te importa?
—Te puedo demostrar ahora mismo cuanto me importa, Tatianne —se me acerca tan rápido que su respiración chocando contra mi rostro me deja paralizada.
Lucho por mantener la compostura y me alejo de él. Suelto la respiración que no sabía que estaba aguantando y trato de que mis mejillas vuelvan a su color normal.
—Deja de llamarme así…
En algún momento de la práctica mis pensamientos se van hacia la niñera. Realmente espero que no vaya con el cuento a mis padres, solo Dios sabrá lo que harían al perder los estribos.
Un internado de monjas en otro continente, por ejemplo. Peor, uno militar.
Sacudo la cabeza y me obligo a concentrarme en la práctica y a alentarlos de vez en cuando.
Estoy aplaudiendo porque Lucas ha logrado anotar cuando siento una presencia sentarse a mi lado. No hago mucho caso, pensando que de seguro es un padre que ha decido sentarse a mi lado. Sin embargo, me doy cuenta de lo equivocada que estoy cuando el hombre se inclina hacia mí y acerca su boca a mi oído.
—Me sorprende encontrarte aquí, Barbie —la voz de Louis es inconfundible.
Me giro y lo contemplo con el ceño fruncido. Lleva un suéter azul marino pálido, con jeans oscuros y sus botas características.
—¿Qué haces aquí?
—Oh, discúlpame, no sabía que te pertenecía esta área —se mofa y rueda los ojos. Se recuesta del cemento y desvía sus ojos a la práctica, momento que me tomo para observar su realmente atractivo perfil. — ¿Te gusta lo que ves, Laurent?
No puedo evitar el sonrojo subir hasta mis mejillas y automáticamente desvío la mirada hacia los niños, encontrando a mis hermanos entre los uniformes negro, blanco y verde al instante. Aprovecho que mi corte es lo suficientemente largo para cubrir mis mejillas y trato de ocultarlas con el mismo.
—Respondiendo tu pregunta, vine aquí a ver a mi sobrino y después llevarlo a casa —se encoje de hombros.
Lo miro alarmada.
—¿En tu moto? —no puedo imaginármelo montando a un niño en esa cosa.
—No —se ríe y trato de no enfocarme mucho en la manera en que sus ojos se achinan, revelando líneas en las esquinas de los mismos. ¿Por qué lo estoy mirando tanto? — No haría eso, traje un auto. ¿Y tú, rubia? Asumo que no viniste porque eres una pedófila de niños deportistas y-
—¡Eso es asqueroso! —lo golpeo en el pecho y frunzo los labios. No puedo creer que algo así pueda cruzarle por la mente.
El suelta unas cuantas carcajadas, echando su cabeza hacia atrás.
—Relájate, solo bromeo contigo.
—Traje a mis hermanos a la práctica, por eso estoy aquí.
—¿Y dime, ya has cortado con el sosaniye yaits (lame bolas) de tu novio? —pregunta Louis con la franqueza que lo caracteriza, pero que siempre logra ponerme incómoda.
De verdad, es demasiado directo que no parece saludable.
—Ni siquiera te voy a preguntar qué significa eso. Y no, no he roto con Alex —respondo, enfocando mi vista en los niños.
—No entiendo por qué, ni siquiera sales con él.
—Claro que sí. Además, ¿a ti que te importa?
—Te puedo demostrar ahora mismo cuanto me importa, Tatianne —se me acerca tan rápido que su respiración chocando contra mi rostro me deja paralizada.
Lucho por mantener la compostura y me alejo de él. Suelto la respiración que no sabía que estaba aguantando y trato de que mis mejillas vuelvan a su color normal.
—Deja de llamarme así…
✙✙✙
Estoy en la biblioteca, amando el silencio que hay a mi alrededor y releyendo el libro que no he podido sacar de mi cabeza desde hace días. “Química Perfecta”, a pesar de haberlo leído hace un tiempo, nunca noté como la historia del libro tiene más semejanza que otra cosa con mi vida. Es raro.
Analizando la parte que estoy leyendo, donde Brittany todavía es tan tonta como para seguir con Collins cuando todo sobre su noviazgo es una mentira, me doy cuenta de que hay muchísimas cosas que amaría cambiar del libro. Cosas como el innecesario temor de Brittany hacia sus padres, cosas como el tiempo que tarda en darse cuenta de que quien en verdad la quiere es Alejandro y…me quedo completamente estática cuando mi cerebro, trabajando tan rápido como de costumbre, compara mi relación con la de la protagonista.
¿Yo no estaría haciendo lo mismo que ella, verdad? ¿Mi Alex no es como Collins? ¿Nuestra relación…? Pero mi conversación conmigo misma se ve sin fundamento, porque sin quererlo, me estoy dando cuenta de algo que no sé si pueda aceptar.
—Qué casualidad encontrarte aquí, Barbie —una voz que reconocería donde sea la interrumpe de su nebulosa.
Suelto aire y apoyo mi cabeza contra la pila de libros detrás de mí, encontrándome con esos azules e intensos ojos que han estado robándome los pensamientos coherentes más de lo que me gusta admitir.
—¿Qué quieres?
—Y yo que pensaba que estarías extasiada de verme —Louis se lleva una mano al pecho, exagerando estar “ofendido” por mi replica seca.
—En tus sueños, Louis —ruedo los ojos.
—Oh, créeme, en mis sueños hay mucho más que tu estando extasiada por mí y- ¡Mierda! —exclama cuando lo golpeo con el libro, haciéndome sonreír.
—Te van a sacar por estar gritando, así que cállate; y deja de decir esas cosas —lo reprocho, manteniendo mi voz baja.
No sabe lo que provoca en mi estómago cuando dice eso, incluso si es bromeando. Y eso me devuelve a mi discusión interna de antes.
—¿Lees Química Perfecta? —cuestiona, de la nada, su mirada enfocada en el libro que sostengo.
Lo miro sorprendida y alzo las cejas.
—¿Tú lo has leído? —pregunto, ni siquiera considerándolo. Pero cuando un leve sonrojo toma presencia en sus mejillas (¡Louis sonrojándose, señoras y señores!) no puedo evitar soltar una risita, aguantando las carcajadas solo porque estamos en la biblioteca.
¡Louis lee libros de romance cliché, eso es increíble!
—Oh, calla; tenia curiosidad —carraspea y trata de permanecer todo “machote”.
Y es ahí cuando un pensamiento me cruza por la cabeza.
—Tu tampoco eres todo “sexy matón y cruel” como te pintas, Louis. Así como dices que yo no soy una chica perfecta y material. —reflexiono en voz alta, dándome cuenta de aquello por primera vez.
Tal vez él y yo no seamos tan diferente como parece ser…
Claro que tiene que arruinarlo todo.
—¿Acabas de llamarme sexy? —lo dice con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, mirándome con un brillo que hace mi corazón latir furiosamente.
—¿Acaso solo escuchaste eso? —me quejo, frunciendo el ceño pero aun así sintiendo el rubor en mis mejillas.
Él se queda en silencio por un momento, mirándome atentamente. Yo trato de descifrar que piensa además de aquello que no quiero admitir. Después de lo que parecen minutos, suspira y sacude la cabeza.
—Vine a decirte que Clawson nos mandó a buscar la fórmula y el procedimiento para un explosivo de esos de las tareas de antes para la próxima clase —rueda los ojos con desinterés, típico. — Quiero hacer el triyoduro de nitrógeno.
—¿Por qué ese?
—Porque es morado, maneken* (tontita) —rueda los ojos otra vez, como si estuviese hablando con una niña. — Necesitamos yodo y amoníaco, principalmente, lo demás estará en el laboratorio. Ah, y una pluma.
—No es amoníaco, es nitruro de boro —discuto, sacudiendo la cabeza. — Lo vi en el libro.
—Sí, maneken, yo también. El boro se usó en su descubrimiento, ya no.
—Estás mal —me encojo de hombros y me giro para buscar el libro en mi bolso.
—¿Quieres apostar?
—Seguro, idiota, vas a perder —aseguro cuando tengo el libro en mis manos, pero aun sin abrirlo.
Louis sonríe como si estuvieran presentándole el mejor regalo de navidad que ha deseado siempre. Y me asusta un poco, pero lo olvido; estoy segura de que estoy en lo correcto.
—Perfecto. Si yo gano, me vas a besar.
—¿Y si yo gano?
—Lo que quieras —sonríe aún más.
No puedo evitar devolverle la sonrisa. Que comience el juego, Louis. Abro el libro en la página de la tarea, pues he colocado un separador color azul para no estar perdiéndome y tener que ir al índice. Busco la sección de explosivos e imaginen mi sorpresa: Louis esta en lo correcto.
—Pero…
—Te lo dije, Barbie. Tengo memoria fotográfica —puedo escuchar la sonrisa en su voz.
Bien, Tatianne, mantén tu compostura.
Tomo aire por la nariz y acepto decentemente que me ha ganado y que tengo que besarlo.
—Así que, ¿Cuándo me vas a dar ese beso?
—Ahora mismo —contesto y casi me río por la desfiguración de su rostro.
Su sonrisa se borra y se ve más sorprendido y serio que nunca, lo cual me hace sentir los elefantes otra vez. Pero sacudo la cabeza, sé que Louis solo está jugando conmigo. Así que me acerco hacia él y rezándole a Dios para que no me deje descomponerme, coloco una de mis manos en su mejilla. Veo su manzana de Adán moverse de arriba abajo y como mira de mis ojos a mis labios en anticipación. Sin embargo, no se mueve, pues yo debo besarlo. Cuando estoy lo suficientemente cerca para sentir su respiración en mi rostro, giro mi cabeza y beso su mejilla por unos rápidos segundos.
Me inclino hacia detrás y contemplo al atónito Louis en frente de mí con una sonrisa de orgullo.
—¿Qué diablos? Eso no fue un beso.
—Claro que lo fue, Louis. No seas un quejumbroso —recojo mis libros y los meto en mi bolso, mientras él se queda quieto, como aun estuviese muy exaltado para actuar adecuadamente.
Y en secreto, amo que esté reaccionando de esa manera.
Me pongo de pie y le dedico una última mirada antes de salir de allí, con el corazón casi saliéndose de mi pecho.
Analizando la parte que estoy leyendo, donde Brittany todavía es tan tonta como para seguir con Collins cuando todo sobre su noviazgo es una mentira, me doy cuenta de que hay muchísimas cosas que amaría cambiar del libro. Cosas como el innecesario temor de Brittany hacia sus padres, cosas como el tiempo que tarda en darse cuenta de que quien en verdad la quiere es Alejandro y…me quedo completamente estática cuando mi cerebro, trabajando tan rápido como de costumbre, compara mi relación con la de la protagonista.
¿Yo no estaría haciendo lo mismo que ella, verdad? ¿Mi Alex no es como Collins? ¿Nuestra relación…? Pero mi conversación conmigo misma se ve sin fundamento, porque sin quererlo, me estoy dando cuenta de algo que no sé si pueda aceptar.
—Qué casualidad encontrarte aquí, Barbie —una voz que reconocería donde sea la interrumpe de su nebulosa.
Suelto aire y apoyo mi cabeza contra la pila de libros detrás de mí, encontrándome con esos azules e intensos ojos que han estado robándome los pensamientos coherentes más de lo que me gusta admitir.
—¿Qué quieres?
—Y yo que pensaba que estarías extasiada de verme —Louis se lleva una mano al pecho, exagerando estar “ofendido” por mi replica seca.
—En tus sueños, Louis —ruedo los ojos.
—Oh, créeme, en mis sueños hay mucho más que tu estando extasiada por mí y- ¡Mierda! —exclama cuando lo golpeo con el libro, haciéndome sonreír.
—Te van a sacar por estar gritando, así que cállate; y deja de decir esas cosas —lo reprocho, manteniendo mi voz baja.
No sabe lo que provoca en mi estómago cuando dice eso, incluso si es bromeando. Y eso me devuelve a mi discusión interna de antes.
—¿Lees Química Perfecta? —cuestiona, de la nada, su mirada enfocada en el libro que sostengo.
Lo miro sorprendida y alzo las cejas.
—¿Tú lo has leído? —pregunto, ni siquiera considerándolo. Pero cuando un leve sonrojo toma presencia en sus mejillas (¡Louis sonrojándose, señoras y señores!) no puedo evitar soltar una risita, aguantando las carcajadas solo porque estamos en la biblioteca.
¡Louis lee libros de romance cliché, eso es increíble!
—Oh, calla; tenia curiosidad —carraspea y trata de permanecer todo “machote”.
Y es ahí cuando un pensamiento me cruza por la cabeza.
—Tu tampoco eres todo “sexy matón y cruel” como te pintas, Louis. Así como dices que yo no soy una chica perfecta y material. —reflexiono en voz alta, dándome cuenta de aquello por primera vez.
Tal vez él y yo no seamos tan diferente como parece ser…
Claro que tiene que arruinarlo todo.
—¿Acabas de llamarme sexy? —lo dice con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, mirándome con un brillo que hace mi corazón latir furiosamente.
—¿Acaso solo escuchaste eso? —me quejo, frunciendo el ceño pero aun así sintiendo el rubor en mis mejillas.
Él se queda en silencio por un momento, mirándome atentamente. Yo trato de descifrar que piensa además de aquello que no quiero admitir. Después de lo que parecen minutos, suspira y sacude la cabeza.
—Vine a decirte que Clawson nos mandó a buscar la fórmula y el procedimiento para un explosivo de esos de las tareas de antes para la próxima clase —rueda los ojos con desinterés, típico. — Quiero hacer el triyoduro de nitrógeno.
—¿Por qué ese?
—Porque es morado, maneken* (tontita) —rueda los ojos otra vez, como si estuviese hablando con una niña. — Necesitamos yodo y amoníaco, principalmente, lo demás estará en el laboratorio. Ah, y una pluma.
—No es amoníaco, es nitruro de boro —discuto, sacudiendo la cabeza. — Lo vi en el libro.
—Sí, maneken, yo también. El boro se usó en su descubrimiento, ya no.
—Estás mal —me encojo de hombros y me giro para buscar el libro en mi bolso.
—¿Quieres apostar?
—Seguro, idiota, vas a perder —aseguro cuando tengo el libro en mis manos, pero aun sin abrirlo.
Louis sonríe como si estuvieran presentándole el mejor regalo de navidad que ha deseado siempre. Y me asusta un poco, pero lo olvido; estoy segura de que estoy en lo correcto.
—Perfecto. Si yo gano, me vas a besar.
—¿Y si yo gano?
—Lo que quieras —sonríe aún más.
No puedo evitar devolverle la sonrisa. Que comience el juego, Louis. Abro el libro en la página de la tarea, pues he colocado un separador color azul para no estar perdiéndome y tener que ir al índice. Busco la sección de explosivos e imaginen mi sorpresa: Louis esta en lo correcto.
—Pero…
—Te lo dije, Barbie. Tengo memoria fotográfica —puedo escuchar la sonrisa en su voz.
Bien, Tatianne, mantén tu compostura.
Tomo aire por la nariz y acepto decentemente que me ha ganado y que tengo que besarlo.
—Así que, ¿Cuándo me vas a dar ese beso?
—Ahora mismo —contesto y casi me río por la desfiguración de su rostro.
Su sonrisa se borra y se ve más sorprendido y serio que nunca, lo cual me hace sentir los elefantes otra vez. Pero sacudo la cabeza, sé que Louis solo está jugando conmigo. Así que me acerco hacia él y rezándole a Dios para que no me deje descomponerme, coloco una de mis manos en su mejilla. Veo su manzana de Adán moverse de arriba abajo y como mira de mis ojos a mis labios en anticipación. Sin embargo, no se mueve, pues yo debo besarlo. Cuando estoy lo suficientemente cerca para sentir su respiración en mi rostro, giro mi cabeza y beso su mejilla por unos rápidos segundos.
Me inclino hacia detrás y contemplo al atónito Louis en frente de mí con una sonrisa de orgullo.
—¿Qué diablos? Eso no fue un beso.
—Claro que lo fue, Louis. No seas un quejumbroso —recojo mis libros y los meto en mi bolso, mientras él se queda quieto, como aun estuviese muy exaltado para actuar adecuadamente.
Y en secreto, amo que esté reaccionando de esa manera.
Me pongo de pie y le dedico una última mirada antes de salir de allí, con el corazón casi saliéndose de mi pecho.
- holaaa(?:
- Bien, aqui esta mi cap n.n tuve que leerme la nc completa y mas de la mitad del libro, porque se me borro la maemoria, pero aqui esta
Espero que les guste, las amo
Sigue: Jen, creo(?
hange.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Sigo yo recuerda que saltamos los turnos. luego de mi viene Jenn
Ariel.
---
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
POR EL AMOR DE CRISTO, CUANDO APAREZCO DE NUEVO HAY DOS CAPITULOS D: kajkldsad yisus, leeré y les dejaré un comentario lo más pronto posible ;-;
Cuídense, mujeres <33
Cuídense, mujeres <33
Charlie.
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Amé-los-caps.
Posteo-bien-cuando-el-teclado-de-la-lap-funcione-bien.
Posteo-bien-cuando-el-teclado-de-la-lap-funcione-bien.
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Lo siento emilya :C habia leido pero no comente T.T luego dejare un comentario largo cuando lo vuelva a releer e.e
Jaeger.
----
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] aqui esta el tema, se me habia olvidado postearlo. Falta completar algunas de las fichas (entre ellas la mia) y poner los pj secundarios. En cuanto tengan eso listo (sin presion) pueden pasarmelo o editar ustedes mismas el post y ponerlos
Ariel.
---
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Càndéläh :papada:
Déjame decirte que tu cap fue completamente maravilloso
Amé que Suss no pudiera olvidar su encuentro con Payne el sensualón
Yo sé que le gustó, wn
Luego la parte del casino reí como morsa en toda esa parte, me las imagino saliendo con los zapatos en mano y corriendo como todas unas locas y viejas de mercado verduleras
Luego cuando Vita le dio de palazos a un tipo fue como "Esta ya se convirtió en chola
No sé, me encantó, la fiesta
ACCIÓN! :abby:
Lo amé, disculpa por comentar mil millones de años después
Déjame decirte que tu cap fue completamente maravilloso
Amé que Suss no pudiera olvidar su encuentro con Payne el sensualón
Yo sé que le gustó, wn
Luego la parte del casino reí como morsa en toda esa parte, me las imagino saliendo con los zapatos en mano y corriendo como todas unas locas y viejas de mercado verduleras
Luego cuando Vita le dio de palazos a un tipo fue como "Esta ya se convirtió en chola
No sé, me encantó, la fiesta
ACCIÓN! :abby:
Lo amé, disculpa por comentar mil millones de años después
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time | NC| One Direction
Emilyana da Jejuh! :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls:
Wna, amé la forma en que seguiste con la fiesta, luego cuando el enrulado de ojos azules llegó con la Vita fue como :papada:
Orgasmeante(?), tú sabes
Me encanta que Louis sea un hijo de perra con Tati, me hace acordar de Alex y la Brittany
Me encanta que sea así con sus hermanitos, creo que yo agradezco a Dios por no tener hermanos menores :abby:
Amo ser la más peque y molestar a mi hermano y hermanas mayores
En fin, amé tu capítulo, weona. Fue setsi zenzual
Lo amé
Igual que con Cande, lamento comentarlo cien años más después
Wna, amé la forma en que seguiste con la fiesta, luego cuando el enrulado de ojos azules llegó con la Vita fue como :papada:
Orgasmeante(?), tú sabes
Me encanta que Louis sea un hijo de perra con Tati, me hace acordar de Alex y la Brittany
Me encanta que sea así con sus hermanitos, creo que yo agradezco a Dios por no tener hermanos menores :abby:
Amo ser la más peque y molestar a mi hermano y hermanas mayores
En fin, amé tu capítulo, weona. Fue setsi zenzual
Lo amé
Igual que con Cande, lamento comentarlo cien años más después
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