Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Wait For You [Zayn Malik] Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 27 de 28. • Comparte
Página 27 de 28. • 1 ... 15 ... 26, 27, 28
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
InfiniteMoment escribió:Hola, Nueva lectora:)
me eh enamorado de esta Novela!
Siguela Pronto!
Es demaciado Genial:)
Holaa!
Bienvenida!! :P
Ya la sigo!!
Gracias!!
Besos
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Magui Styles Malik escribió:Aww Zayn es un tierno, Zayn no qeres ser mi novio? :) x.
Me encanta esta nove...
Estubo muy bueno el capitulo, espero qe la sigas pronto..
Besos
Me alegra que te encante la nove!! :P
Ya la sigo!! :P
Besos
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Itsmariaherrra escribió:Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!
Ya subo!!!
Besos
♥
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Capítulo 31
•Parte II•
La cerradura cedió y con una mirada más hacia atrás en donde Zayn esperaba, entré en la casa de mis padres.
Nada había cambiado. Esa fue mi primera impresión mientras cerré la puerta silenciosamente tras de mí. Todo estaba limpio y brillante. No había olores o sonidos.
Nada que te diera la bienvenida sobre el vestíbulo frío.
Caminé bajo la araña de oro y entré en la antigua sala de estar.
– ¿Papá? ¿Mamá?
Silencio.
Suspiré mientras pasaba por los muebles blancos de mi mamá por los que daría una mierda encajona si alguien se atrevía a sentarse en ellos. Revisé el comedor y la sala de estar. Finalmente, después de revisar la sala de estudio y luego la cocina, me dirigí escaleras arriba.
Los pasos no hacían ruido.
En el segundo piso, me dirigí hacia el final del pasillo, la última puerta y la abrí.
Era mi dormitorio-palabra clave, era.
– Santa mierda – susurré.
Todas mis cosas habían desaparecido, mis libros, mi escritorio, los carteles y otros pequeños cachivaches que había dejado atrás. No es que importara mucho, pero vaya, nada de esta habitación haría a alguien pensar que yo solía vivir en ella.
– Empacamos tus cosas.
Salté y di la vuelta. Ella estaba de pie en el umbral de lo que solía ser mi habitación, vestida con pantalones de lino de color beige y una blusa blanca escondida. Su cabello rubio rojizo estaba peinado, con el rostro vacío de cualquier línea o imperfección física.
– Mamá.
Una delicada ceja arqueada.
– Tus cosas se encuentran en el ático si por eso por lo que estás aquí. Tuvimos la ayuda para moverlo hasta allí después de que hablé contigo en el otoño.
– Se te olvidó mi cumpleaños – le espeté.
Ella inclinó la cabeza hacia un lado en un movimiento elegante y seductivo.
– ¿Lo hicimos?
La miré un momento y lo único que podía pensar era que perra. La ira se levantó, pero la empujé hacia abajo. La ira te llevaba a ninguna parte con la señora Morgansten. Había que golpearla en su propio juego, manteniendo la calma, estar recogida.
– No estoy aquí por mis cosas.
– ¿Estás aquí para regresar aquí? – preguntó ella, y ella no sonaba esperanzada.
Sonaba como si nada. Me pregunté si ella tiene la cirugía plástica para su voz. Era tan expresiva como su cara.
– No. – Casi me reí– Estoy aquí para hablar contigo y papá. ¿Está él en casa?
Ella no respondió inmediatamente.
– Él está en la terraza.
La mayoría de gente lo llamaría un porche cubierto, pero no mamá.
– Bueno, vamos.
Sin esperar una respuesta, pase junto a ella y bajé las escaleras. Ella vino por detrás y pude sentir sus ojos clavados en la parte de atrás de mí. Empecé a contar. Llegué a cinco y el último escalón antes de que ella abriera la boca.
– ¿Te has cortado el cabello recientemente?
– No.
Hubo un ligero resoplido.
– Puedo decirlo.
Suspiré.
– Entonces ¿por qué lo preguntas?
Mamá no respondió hasta que llegamos a la guarida que daba al porche.
– ¿Por cierto, qué llevas puesto?
– Mierda de una tienda barata – le contesté, a pesar de que eso no era cierto.
Ella se encargó suavemente.
– Muy agradable, ______.
Puse los ojos cuando abrí la puerta, mitad tentada de volver corriendo por toda la casa y empezar a rodar por todo el mobiliario blanco. Papá estaba sentado en una de las hamacas, leyendo un periódico. Antes de que pudiera abrir la boca, mamá lo hizo.
– Mira quien decidió hacernos una visita.
Papá bajó el periódico mientras miraba hacia arriba. Sorpresa cruzó su rostro.
– ______.
– Hola, papá.
Sentándose, dobló el periódico y lo puso a un lado.
– No te estábamos esperando.
Ningún "¿Cómo has estado?" o "Feliz de verte". Me senté en una de las sillas de mimbre.
– Lo sé. Yo no voy a estar aquí por mucho tiempo.
– Ella quiere hablar con nosotros. – Mamá se quedó de pie– No puedo entender de que podría ser, pero hay un alquiler en el camino y hay un chico en el coche.
Ignoré el comentario.
– Esto no tiene nada que ver con el alquiler o quién está en el coche.
– Yo sin duda me espero que no hayas venido hasta aquí para hablar de eso – respondió ella.
Tomé una respiración larga y profunda.
– Hablé con David. – Mi padre se puso rígido, y mamá estaba sorprendentemente tranquila. Buenas señales– Me habló de Molly Simmons y Blaine Fitzgerald y lo que ocurrió el verano pasado- que ocurrirá este verano.
– ______...
– No – dije, cortando a mamá antes de que ella pudiera decir nada más que seguramente me habría hecho enojar– No he roto el acuerdo. He mantenido la boca cerrada durante todos estos años. He hecho exactamente lo que ustedes me dijeron que debía hacer.
Mamá se irguió.
– David no tenía derecho a llamarte...
– ¿Por qué no? – Exigí– ¿Es contra la ley hacerme saber que Blaine violó a otra chica, así como el me violó a mí?
Papá tomó un agudo aliento, pero mamá, se puso más blanca si eso era posible.
– No hay ninguna razón para poner eso fuera tan crudamente – dijo ella, cruzando los brazos– Sabemos lo que has dicho...
– Lo que te dije aquella noche en el hospital es lo mismo que le dije a la policía. Blaine me había violado. Fueron ustedes dos los que decidieron que yo debería retirar los cargos, lo que hacía que todo el mundo pensara que yo había mentido.
– ______ – mi padre empezó.
No lo dejé llegar más lejos.
– La razón por la que incluso estoy aquí es porque tengo que dejar de lado lo que me pasó, y la única manera en que puedo hacerlo es diciéndoles a ustedes lo que yo debería haber dicho entonces. – Tomé una respiración, una que necesitaba– Ustedes dos estaban equivocados. Estuvieron tan increíblemente mal en la decisión que tomaron.
Mamá dio un paso adelante.
– ¿Perdón?
– Ya me has oído. – Me puse de pie, con las manos en puños– Deberían haber dicho a sus padres que se jodan. Deberían haber dicho que se fueran al demonio fuera de su casa. Deberían haber ido con la policía y decirles lo que sus padres estaban tratando de hacer, en vez de sobornar a su hija por el silencio. ¿Y para qué? ¿Así ustedes no tenían que ir a la corte? ¿Para que nadie hiciera preguntas? ¿Y ustedes todavía pudieran ir al club y sin que fuera extraño? ¿Mientras tanto, yo era marcada con una puta mentira por todo el mundo? ¿Y Blaine era libre para hacerlo de nuevo a otra persona? ¿Cuán culpables somos? ¡Deberían haber estado junto a mí y creerme! Deberían haberme conseguido ayuda. Soy su hija. Deberían haber estado pensando en mí.
Papá miró hacia otro lado, y yo podía entender por qué. Tal vez él siempre había sospechado la verdad. Yo también estaría avergonzada.
– Las cosas no han resultado tan malas para ti, ______. – Mamá dejó escapar una respiración ruidosa– Después de todo, mira lo que has sido capaz de hacer con ese dinero. Ir a la universidad. Decorar tu propio apartamento. – Frunció los labios– Lo haces sonar como que hicimos nada por ti.
– Nancy – mi padre le dijo, levantando la cabeza.
– ¿Qué? – Ella inclinó la cabeza en alto– Ni una sola vez ella pensó que fue difícil para nosotros.
Miré a mi madre, pero no estaba sorprendida. Una parte de mí deseaba que estuviera y no estuviera tan herida por sus palabras.
– Ya sabes, ese es el problema, mamá. Tú solo has estado preocupada acerca de cómo todo es tan difícil para ti. – Sacudí la cabeza mientras miraba a mi papá– Lo estoy haciendo mejor. En caso de que ustedes realmente les importe. Estoy haciéndolo bien en la escuela. Tengo amigos y he encontrado un hombre maravilloso que sabe lo que me pasó. Así que esas son las cosas que no han resultado mal. Espero que algún día pueda decir lo mismo de nosotros.
Mi padre apretó los labios en la parte posterior de sus dedos, sin dejar de mirar hacia el jardín. Tomé una mirada más a ellos y volví a mi mamá. Ella se encontró con mi mirada con una constante, pero las líneas de expresión comenzaron a mostrarse en las comisuras de sus labios. No importa qué tan afectada se veía, sabía que la había irritado.
– No vine aquí para hacerlos sentir mal – les dije, tragando saliva– Eso no es de lo que se trata. Tenía que decir algo, por fin. Y necesito que sepan que yo los perdono, pero no vuelvan a pensar que me pueden decir qué hacer con mi vida nunca más.
Ella sostuvo la mirada un momento más y luego miró hacia otro lado, su mandíbula apretada. Les di a los dos unos segundos para decir algo, pero el silencio se deslizó entre nosotros. Que así sea.
Caminé hacia la puerta, con la espalda recta y la cabeza alta. No fue forzado. Fue real. Otro peso dejo mi pecho, dejando sólo una cosa por hacer. Pero eso era mañana y hoy... hoy era un buen día.
Sonriendo ligeramente, Caminé a través de la sala de estar formal. Al salir, agarré una almohada que probablemente costaba un mes de alquiler y la tiré al suelo. ¿Infantil? Sí. ¿Me hizo sentir bien? Oh, sí.
Cuando salí al porche, vi que Zayn estaba fuera del coche, con la gorra de béisbol calada mientras inspeccionaba la fuente de agua. Mi sonrisa se amplió cuando lo vi correr su mano por el agua.
Se dio la vuelta y cuando él me vio, trotó alrededor del coche y me encontró a mitad de Camino.
– ¿Cómo te fue?
– Ah... – Me estiré hacia arriba, inclinando la cabeza hacia un lado para que pudiera moverme debajo de su gorra. Lo besé– Todo salió como esperaba.
Sus manos inmediatamente se posaron en mis caderas, una señal segura de que el beso le había afectado, incluso de pie frente a la casa de mis padres.
– ¿Quieres decirme al respecto?
– ¿Durante la cena? – Di un paso atrás, y él cogió mi mano– Voy a llevarte a Chuy's...
– ¿______?
Zayn se tensó, su agarre en mi mano apretando mientras giraba hacia el sonido de la voz de mi padre. Estaba a medio camino a través del porche, viniendo directamente hacia nosotros.
– Si él dice algo ignorante, no puedo prometer que no lo pondré fuera aquí mismo, ahora mismo – Zayn advirtió en voz baja.
Apreté su mano.
– Esperemos que no se convierta en un problema.
– Solo digo – murmuró.
Esperamos a que mi papá llegara hasta nosotros. Se paró en Zayn y en donde se unían nuestras manos.
– Este es Zayn Malik– Lo presenté, porque parecía grosero no hacerlo– Zayn, este es padre.
Zayn extendió su mano libre, pero su mandíbula estaba apretada y sus ojos eran de un azul helado.
– Hola.
Mi padre le dio la mano.
– Encantado de conocerte.
Zayn no dijo nada.
– ¿Qué pasa, papá? – Le pregunté.
Sus ojos se encontraron con los míos por un segundo y luego parpadearon en la distancia. De cerca así, en el duro sol de Texas, vi lo mucho que mi padre había envejecido. En ese momento, me di cuenta de que lo que había pasado había hecho mella en él. Él, a diferencia de mi madre, no había sido cubierto a través de numerosos procedimientos y maquillaje.
Mi padre respiró profundamente y luego dijo.
– ¿Sabes que es lo que más he extrañado de todo? Extraño verte bailar.
Nada había cambiado. Esa fue mi primera impresión mientras cerré la puerta silenciosamente tras de mí. Todo estaba limpio y brillante. No había olores o sonidos.
Nada que te diera la bienvenida sobre el vestíbulo frío.
Caminé bajo la araña de oro y entré en la antigua sala de estar.
– ¿Papá? ¿Mamá?
Silencio.
Suspiré mientras pasaba por los muebles blancos de mi mamá por los que daría una mierda encajona si alguien se atrevía a sentarse en ellos. Revisé el comedor y la sala de estar. Finalmente, después de revisar la sala de estudio y luego la cocina, me dirigí escaleras arriba.
Los pasos no hacían ruido.
En el segundo piso, me dirigí hacia el final del pasillo, la última puerta y la abrí.
Era mi dormitorio-palabra clave, era.
– Santa mierda – susurré.
Todas mis cosas habían desaparecido, mis libros, mi escritorio, los carteles y otros pequeños cachivaches que había dejado atrás. No es que importara mucho, pero vaya, nada de esta habitación haría a alguien pensar que yo solía vivir en ella.
– Empacamos tus cosas.
Salté y di la vuelta. Ella estaba de pie en el umbral de lo que solía ser mi habitación, vestida con pantalones de lino de color beige y una blusa blanca escondida. Su cabello rubio rojizo estaba peinado, con el rostro vacío de cualquier línea o imperfección física.
– Mamá.
Una delicada ceja arqueada.
– Tus cosas se encuentran en el ático si por eso por lo que estás aquí. Tuvimos la ayuda para moverlo hasta allí después de que hablé contigo en el otoño.
– Se te olvidó mi cumpleaños – le espeté.
Ella inclinó la cabeza hacia un lado en un movimiento elegante y seductivo.
– ¿Lo hicimos?
La miré un momento y lo único que podía pensar era que perra. La ira se levantó, pero la empujé hacia abajo. La ira te llevaba a ninguna parte con la señora Morgansten. Había que golpearla en su propio juego, manteniendo la calma, estar recogida.
– No estoy aquí por mis cosas.
– ¿Estás aquí para regresar aquí? – preguntó ella, y ella no sonaba esperanzada.
Sonaba como si nada. Me pregunté si ella tiene la cirugía plástica para su voz. Era tan expresiva como su cara.
– No. – Casi me reí– Estoy aquí para hablar contigo y papá. ¿Está él en casa?
Ella no respondió inmediatamente.
– Él está en la terraza.
La mayoría de gente lo llamaría un porche cubierto, pero no mamá.
– Bueno, vamos.
Sin esperar una respuesta, pase junto a ella y bajé las escaleras. Ella vino por detrás y pude sentir sus ojos clavados en la parte de atrás de mí. Empecé a contar. Llegué a cinco y el último escalón antes de que ella abriera la boca.
– ¿Te has cortado el cabello recientemente?
– No.
Hubo un ligero resoplido.
– Puedo decirlo.
Suspiré.
– Entonces ¿por qué lo preguntas?
Mamá no respondió hasta que llegamos a la guarida que daba al porche.
– ¿Por cierto, qué llevas puesto?
– Mierda de una tienda barata – le contesté, a pesar de que eso no era cierto.
Ella se encargó suavemente.
– Muy agradable, ______.
Puse los ojos cuando abrí la puerta, mitad tentada de volver corriendo por toda la casa y empezar a rodar por todo el mobiliario blanco. Papá estaba sentado en una de las hamacas, leyendo un periódico. Antes de que pudiera abrir la boca, mamá lo hizo.
– Mira quien decidió hacernos una visita.
Papá bajó el periódico mientras miraba hacia arriba. Sorpresa cruzó su rostro.
– ______.
– Hola, papá.
Sentándose, dobló el periódico y lo puso a un lado.
– No te estábamos esperando.
Ningún "¿Cómo has estado?" o "Feliz de verte". Me senté en una de las sillas de mimbre.
– Lo sé. Yo no voy a estar aquí por mucho tiempo.
– Ella quiere hablar con nosotros. – Mamá se quedó de pie– No puedo entender de que podría ser, pero hay un alquiler en el camino y hay un chico en el coche.
Ignoré el comentario.
– Esto no tiene nada que ver con el alquiler o quién está en el coche.
– Yo sin duda me espero que no hayas venido hasta aquí para hablar de eso – respondió ella.
Tomé una respiración larga y profunda.
– Hablé con David. – Mi padre se puso rígido, y mamá estaba sorprendentemente tranquila. Buenas señales– Me habló de Molly Simmons y Blaine Fitzgerald y lo que ocurrió el verano pasado- que ocurrirá este verano.
– ______...
– No – dije, cortando a mamá antes de que ella pudiera decir nada más que seguramente me habría hecho enojar– No he roto el acuerdo. He mantenido la boca cerrada durante todos estos años. He hecho exactamente lo que ustedes me dijeron que debía hacer.
Mamá se irguió.
– David no tenía derecho a llamarte...
– ¿Por qué no? – Exigí– ¿Es contra la ley hacerme saber que Blaine violó a otra chica, así como el me violó a mí?
Papá tomó un agudo aliento, pero mamá, se puso más blanca si eso era posible.
– No hay ninguna razón para poner eso fuera tan crudamente – dijo ella, cruzando los brazos– Sabemos lo que has dicho...
– Lo que te dije aquella noche en el hospital es lo mismo que le dije a la policía. Blaine me había violado. Fueron ustedes dos los que decidieron que yo debería retirar los cargos, lo que hacía que todo el mundo pensara que yo había mentido.
– ______ – mi padre empezó.
No lo dejé llegar más lejos.
– La razón por la que incluso estoy aquí es porque tengo que dejar de lado lo que me pasó, y la única manera en que puedo hacerlo es diciéndoles a ustedes lo que yo debería haber dicho entonces. – Tomé una respiración, una que necesitaba– Ustedes dos estaban equivocados. Estuvieron tan increíblemente mal en la decisión que tomaron.
Mamá dio un paso adelante.
– ¿Perdón?
– Ya me has oído. – Me puse de pie, con las manos en puños– Deberían haber dicho a sus padres que se jodan. Deberían haber dicho que se fueran al demonio fuera de su casa. Deberían haber ido con la policía y decirles lo que sus padres estaban tratando de hacer, en vez de sobornar a su hija por el silencio. ¿Y para qué? ¿Así ustedes no tenían que ir a la corte? ¿Para que nadie hiciera preguntas? ¿Y ustedes todavía pudieran ir al club y sin que fuera extraño? ¿Mientras tanto, yo era marcada con una puta mentira por todo el mundo? ¿Y Blaine era libre para hacerlo de nuevo a otra persona? ¿Cuán culpables somos? ¡Deberían haber estado junto a mí y creerme! Deberían haberme conseguido ayuda. Soy su hija. Deberían haber estado pensando en mí.
Papá miró hacia otro lado, y yo podía entender por qué. Tal vez él siempre había sospechado la verdad. Yo también estaría avergonzada.
– Las cosas no han resultado tan malas para ti, ______. – Mamá dejó escapar una respiración ruidosa– Después de todo, mira lo que has sido capaz de hacer con ese dinero. Ir a la universidad. Decorar tu propio apartamento. – Frunció los labios– Lo haces sonar como que hicimos nada por ti.
– Nancy – mi padre le dijo, levantando la cabeza.
– ¿Qué? – Ella inclinó la cabeza en alto– Ni una sola vez ella pensó que fue difícil para nosotros.
Miré a mi madre, pero no estaba sorprendida. Una parte de mí deseaba que estuviera y no estuviera tan herida por sus palabras.
– Ya sabes, ese es el problema, mamá. Tú solo has estado preocupada acerca de cómo todo es tan difícil para ti. – Sacudí la cabeza mientras miraba a mi papá– Lo estoy haciendo mejor. En caso de que ustedes realmente les importe. Estoy haciéndolo bien en la escuela. Tengo amigos y he encontrado un hombre maravilloso que sabe lo que me pasó. Así que esas son las cosas que no han resultado mal. Espero que algún día pueda decir lo mismo de nosotros.
Mi padre apretó los labios en la parte posterior de sus dedos, sin dejar de mirar hacia el jardín. Tomé una mirada más a ellos y volví a mi mamá. Ella se encontró con mi mirada con una constante, pero las líneas de expresión comenzaron a mostrarse en las comisuras de sus labios. No importa qué tan afectada se veía, sabía que la había irritado.
– No vine aquí para hacerlos sentir mal – les dije, tragando saliva– Eso no es de lo que se trata. Tenía que decir algo, por fin. Y necesito que sepan que yo los perdono, pero no vuelvan a pensar que me pueden decir qué hacer con mi vida nunca más.
Ella sostuvo la mirada un momento más y luego miró hacia otro lado, su mandíbula apretada. Les di a los dos unos segundos para decir algo, pero el silencio se deslizó entre nosotros. Que así sea.
Caminé hacia la puerta, con la espalda recta y la cabeza alta. No fue forzado. Fue real. Otro peso dejo mi pecho, dejando sólo una cosa por hacer. Pero eso era mañana y hoy... hoy era un buen día.
Sonriendo ligeramente, Caminé a través de la sala de estar formal. Al salir, agarré una almohada que probablemente costaba un mes de alquiler y la tiré al suelo. ¿Infantil? Sí. ¿Me hizo sentir bien? Oh, sí.
Cuando salí al porche, vi que Zayn estaba fuera del coche, con la gorra de béisbol calada mientras inspeccionaba la fuente de agua. Mi sonrisa se amplió cuando lo vi correr su mano por el agua.
Se dio la vuelta y cuando él me vio, trotó alrededor del coche y me encontró a mitad de Camino.
– ¿Cómo te fue?
– Ah... – Me estiré hacia arriba, inclinando la cabeza hacia un lado para que pudiera moverme debajo de su gorra. Lo besé– Todo salió como esperaba.
Sus manos inmediatamente se posaron en mis caderas, una señal segura de que el beso le había afectado, incluso de pie frente a la casa de mis padres.
– ¿Quieres decirme al respecto?
– ¿Durante la cena? – Di un paso atrás, y él cogió mi mano– Voy a llevarte a Chuy's...
– ¿______?
Zayn se tensó, su agarre en mi mano apretando mientras giraba hacia el sonido de la voz de mi padre. Estaba a medio camino a través del porche, viniendo directamente hacia nosotros.
– Si él dice algo ignorante, no puedo prometer que no lo pondré fuera aquí mismo, ahora mismo – Zayn advirtió en voz baja.
Apreté su mano.
– Esperemos que no se convierta en un problema.
– Solo digo – murmuró.
Esperamos a que mi papá llegara hasta nosotros. Se paró en Zayn y en donde se unían nuestras manos.
– Este es Zayn Malik– Lo presenté, porque parecía grosero no hacerlo– Zayn, este es padre.
Zayn extendió su mano libre, pero su mandíbula estaba apretada y sus ojos eran de un azul helado.
– Hola.
Mi padre le dio la mano.
– Encantado de conocerte.
Zayn no dijo nada.
– ¿Qué pasa, papá? – Le pregunté.
Sus ojos se encontraron con los míos por un segundo y luego parpadearon en la distancia. De cerca así, en el duro sol de Texas, vi lo mucho que mi padre había envejecido. En ese momento, me di cuenta de que lo que había pasado había hecho mella en él. Él, a diferencia de mi madre, no había sido cubierto a través de numerosos procedimientos y maquillaje.
Mi padre respiró profundamente y luego dijo.
– ¿Sabes que es lo que más he extrañado de todo? Extraño verte bailar.
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Me encantaaaaaaa..
Estubo muy buena.
Seguila cuando puedas
Estubo muy buena.
Seguila cuando puedas
Magui Styles Malik
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
si tuviera lo que los hombres tienen, te dejaría colgarme de allí, atada de una soga y colgando de un puente o algo parecido xddd. perdón por no comentar en el capítulo pasado, lo medio leí y como he estado un tanto ocupada y frustrada con unas cosas del foro, olvidé pasarme por los fics. pero acá estoy y puedo decir que odio a su madre con cada célula de mi ser, idk ¿quién no? este capítulo estuvo emocionante y amé que tirara un cojín al suelo xddd jajaja. duh. espero que actualices pronto antes de que muera o así, no puedo esperar para lo que sigue; aunque estoy llorando por dentro. sé que se acerca el final u.u buuu. nos leemos pronto cris, te amo mucho<33333.
wanweird
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Gracias a todos por comentar!! Solo quería decirles que a la novela que quedan solamente dos capítulos... no tiene epilogo... espero que disfruten del cap :P
•Capítulo 32•
Durante la cena, informé a Zayn sobre la conversación que tuve con mis padres. Pensé que podría lanzar su cuchillo de cocina en una pared cuando le dije acerca de la actitud de mi madre.
– En serio, – le dije–. No estoy sorprendida. Ella siempre ha sido... fría y sólo se agravó en los últimos años.
La mandíbula de Zayn se flexionó. – Eres mejor que yo.
Me encogí de hombros. Él no pensaría eso si tuviera parte en mi diálogo interno. – Me alegro de haber hablado con ellos. ¿Y papá? Toda la cosa del baile fue su manera de mostrar algún grado de arrepentimiento. Por lo menos él entendió lo que estaba diciendo, ¿sabes?
Él asintió con la cabeza. – Entonces, ¿cómo te sientes al respecto?
Buena pregunta. Me senté de nuevo. – Realmente no siento nada. Quiero decir, como dije, me alegro de haberlo hecho, pero no lo sé. Es como tener que ir al dentista. No quieres hacerlo, pero sabes que tiene que hacerlo, y después, eres más que feliz por haberlo hecho.
Alcanzando la mesa, extendió su mano sobre la mía. – ¿Todavía quieres ver a Molly mañana?
– Sí–. Yo había ido a través de mi correo electrónico después de que hubiéramos reservado nuestros billetes y encontramos uno de ella. No fue difícil. Ha habido muchos. Le envié una nota breve explicando que estaría en la ciudad y quería verla. Había estado sorprendida en parte cuando respondió a la hora para decir sí. – Todavía quiero verla.
Zayn miró hacia otro lado, la mandíbula apretada. Él no estaba contento con la idea, pero él me apoyaba, no obstante. Este fue uno de los momentos en que me di cuenta de lo afortunada que era de haberme topado con él en el pasillo fuera de astronomía. Tenía que darme cuenta de eso con más frecuencia.
Y yo lo necesitaba, como necesitarlo.
No quiero hablar de mis padres o mi inminente visita a Molly por más tiempo. Quería mostrar a Zayn lo mucho que lo amaba. No porque era lo que yo pensaba que se esperaba de mí, sino porque era lo que quería.
– ¿Listo para regresar? – Pregunté, mi ritmo cardíaco aumentando de velocidad.
Pagamos la cuenta y recorrimos la corta distancia de regreso al hotel. Todavía era temprano y estando tan cerca de Houston, había mucho que mostrar a Zayn, pero me sentía mezquina con mi tiempo con él. No quería compartir.
Zayn se sentó en el borde de la cama, su gorra de béisbol se deslizó hacia atrás mientras hojeaba los botones del control remoto. Las cortinas estaban cerradas en la gran ventana de la habitación y sólo un poco de luz solar se filtraba adentro.
– Voy a tomar una ducha rápida. – Recogí mis artículos y empecé a retroceder hacia el cuarto de baño.
Él me deslizó una larga mirada, abrió la boca, y luego asintió con la cabeza. Una cierta luz llenó sus ojos, haciéndome temblar con conocimiento. Sonreí y luego me precipité en el cuarto de baño. Al cerrar la puerta detrás de mí, arrojé mi bolso en el mostrador del lavabo. No había traído nada de ropa conmigo y me pregunté si Zayn lo había notado.
Y si lo hubiera hecho, ¿en qué estaba pensando?
¿Era la misma cosa en que yo estaba?
Me di una ducha rápida, consiguiendo sacarme de encima el miedo inevitable al avión. Me tomé el tiempo para aclarar mis pensamientos de la conversación con mis padres. No tardé mucho. Mi pulso ya estaba zumbando y todo mi ser se centraba en él.
Al salir de la ducha, me envolví en una toalla gruesa alrededor de mi pecho y peiné los nudos de mi pelo. Mi estómago seguía inmerso como si estuviera en una montaña rusa. Me lavé los dientes y no había nada que me quedara con que posponer las cosas.
Al abrir la puerta, encontré a Zayn donde lo dejé, excepto que estaba tendido de espaldas, con las piernas colgando sobre el borde de la cama. La gorra descansaba a su lado y el control remoto yacía sobre su estómago plano.
Me detuve en la puerta.
Zayn volvió la cabeza y se sentó inmediatamente. Mechones de cabello oscuro caían sobre su frente, rozando sus cejas. Debajo de las pestañas gruesas, sus ojos eran de un vibrante tono de azul.
Con hormigueo en la piel con un millar de diminutos pinchazos de alfiler, me acerqué a donde estaba sentado. Echó la cabeza hacia atrás, su garganta trabajando cuando me detuve delante de él, mis dedos se cerraron alrededor de donde estaba la toalla anudada.
Sus pestañas barrieron hacia abajo y sus labios se entreabrieron. – ______.
Coloque una mano sobre su hombro, subí a la Cama, las rodillas a ambos lados de sus muslos. Sus manos se posaron en mis caderas cubiertas por la toalla. – ¿Zayn?
Sus labios se inclinaron hacia arriba a un lado y el hoyuelo comenzó a aparecer en la mejilla izquierda. – ¿Qué estás haciendo?
– Nada, – dije, reconociendo la falta de aliento en mi voz–. Todo.
– Esas son dos cosas opuestas.
– Lo sé. – Bajé sobre su regazo, estremeciéndome cuando sentí su erección a través de sus vaqueros, presionando contra mi calor–. ¿Me besas?
No esperé su respuesta. Incliné mi cabeza hacia abajo y rocé mis labios sobre los suyos una vez, dos veces, y luego otra vez, deslizando la punta de la lengua por el labio inferior y luego en el interior. Su agarre en mis caderas se apretó, pero yo estaba totalmente en control mientras estimulé su boca abierta, profundizando el beso. Sus labios se movían contra los míos, siguiendo mí ejemplo. Estaba segura de que me fundiría en él, en la Cama.
– ¿Me tocas? – Mis labios rozaron los suyos–. Por favor.
Zayn accedió.
Deslizó sus manos bajo el dobladillo de la toalla. Ambas estaban en mis muslos, deslizándose hacia arriba y abajo lentamente. Cada pasada llevaba los dedos más cerca de donde yo lo quería desesperadamente. Detuvo una a lo largo de la parte posterior del muslo, mientras que la otra fue tentadoramente cerca de mi centro.
– Ahora–, le dije, levantando mi cabeza.
Zayn se rió entre dientes mientras sus dedos avanzaban de nuevo. Sus nudillos rozaron mi humedad y luego se retiraron. Un gemido de frustración me escapó. – ¿Qué quieres?, – Preguntó, las pestañas ocultando sus ojos.
– Quiero que me toques.
Otro roce de nudillos me rozó una vez más y luego su mano se deslizó por mi pierna.
– Te estoy tocando, cariño.
– Sabes lo que quiero decir.
– No lo creo.
– Por favor. – Dejé caer mi cabeza hacia él–. Por favor, tócame, Zayn.
Zayn echó la cabeza hacia atrás de nuevo. Nuestras narices se rozaron y luego nuestros labios. – Bueno, cuando lo dices así, creo que entiendo lo que quieres decir.
– Finalmente–, gemí.
Se rió de nuevo y luego mordisqueó mi barbilla mientras su mano se desvió por el interior de mi muslo. Me sacudí cuando él me cogió totalmente. – ¿Te gusta?
– Sí.
Sus labios se presionaron en el centro de mi garganta mientras su dedo se deslizó dentro. – ¿Y esto?
Mis ojos se cerraron mientras mi espalda se arqueó. – Uh-huh.
Zayn movió la mano y su pulgar presionando el nudo de nervios. Di un grito ahogado mientras conseguía otro dedo dentro de mí, y su cuerpo se tensó debajo del mío. – ¿Qué hay de esto?
Incliné mis caderas hacia adelante, gimiendo mientras mi cuerpo se calentaba. – Oh, sí. Definitivamente eso.
– Definitivamente eso–, murmuró, con los dedos bombeando.
Otro gemido se me escapó, pero quería más. Quería sentirlo dentro de mí, necesitaba que él sea. Un deseo salvaje nació de la lujuria y algo muy, muy fuerte. Al abrir los ojos, los míos se fijaron con los suyos. Poco a poco, desenredé el nudo en mi toalla y deje que se deslice por mi espalda, cayendo al suelo.
La mano de Zayn se quedó inmóvil y su respiración se aceleró. Alzó su mano libre, ahuecando mi pecho. – Joder, ______...
Puse mi mano sobre la suya, mi corazón golpeando. – No te detengas.
Su pulgar se movía sobre mi pezón endurecido y gruñó, – No estaba planeándolo.
– No es lo que quise decir, – le susurré. Llegue abajo con la otra mano, me encontré con la cremallera de sus pantalones vaqueros–. Te quiero a ti, Zayn.
– Me tienes, – él gimió–. Joder, me tienes totalmente.
Una sonrisa de satisfacción apareció cuando cerré mis dedos alrededor de su muñeca. Con un nivel de control que no me di cuenta que tenía, saqué la mano de entre mis muslos. – Tengo muchas ganas de ti–. Deshice el botón de sus jeans y bajé la cremallera. Mis dedos rozaron su dureza y se estremeció. – ¿No me deseas?
– Más de lo que crees–, dijo, bajando las pestañas mientras me apoyé en la longitud de él. Gimió. – ______...
Me dejé llevar por él, lo suficiente como para tirar de la camisa y lanzarla a un lado. Él era toda piel dorada y músculos lisos. – Quiero esto, Zayn.
Me agarró las caderas, su pecho subía bruscamente. – ¿Estás segura, ______? Porque si no es así, no tenemos…
Callándolo con un beso, deslicé mis manos sobre su pecho. – Estoy segura.
Sus manos se flexionaron en mis caderas y luego en un movimiento poderoso, él me tenía sobre mi espalda y estaba encima de mí, con los ojos brillantes e intensos. Se abalanzó, reclamando mis labios en un beso febril con tanto poder y pasión. Luego se levantó, sujetándome con una mirada fundida mientras se despojó de sus pantalones vaqueros. Mi mirada recorrió su pecho, el tatuaje, los magníficos abdominales, y luego bajé. Zayn era enorme y una parte muy ingenua de mí se preguntaba cómo iba a funcionar.
La ardiente mirada de Zayn se desvió por mi piel desnuda. Mi corazón se agitó vacilante, mi estómago estaba lleno de expectación. – Podría mirarte por toda una vida. Nunca envejecería.
– ¿Incluso cuando sea vieja?
– Aun así.
Luego se dejó caer, arrastrando sus labios sobre mis piernas y estómago. Llegó a mi pecho, succionando y mordiendo hasta que mis pechos se sentían pesados e hinchados. Zayn se tomó su tiempo, moviéndose lentamente sobre mí, lamiendo cada centímetro de mi piel como si tratara de memorizar mi cuerpo o reclamarlo. No me importaba. Podía hacerlo por toda la eternidad. Intenso calor se construyó en mi estómago y se extendió más bajo, convirtiéndose en un dolor glorioso. Por primera vez, no tenía miedo o estaba insegura del deseo despertado. Quería explorar. Quería a Zayn para explorarlo.
Mi cuerpo se arqueó contra él, dolorido y tenso mientras él extraía cada respiración, cada suspiro y gemido. Deseo, plagado y poderoso, se extendió a través de mí. Nunca me había sentido así antes.
Zayn llevó sus labios a los míos, apoyándose en su brazo, sin dejar de profundizar en la boca mientras trabajaba suavemente un dedo en mí y después dos. Pronto me tenía colapsando bajo él. Luego levantó la cabeza y había algo en su mirada embriagadora– salvaje. Se reflejaba lo que yo sentía dentro de mí. Me estimuló hasta el borde y luego retiró lentamente los dedos.
Gemí, – Zayn.
Él se rió entre dientes mientras se deslizaba por mi cuerpo y luego su boca estaba sobre la mía, su lengua moviéndose hasta que mi cabeza estuvo vacía y mis caderas ondulándose con abandono. Sentí todo el lugar, medio enloquecida de necesidad, y cuando puso los dedos sobre el manojo de nervios, me encontré, gritando su nombre.
Zayn se levantó con rapidez, con la mirada fija en la mía mientras mi cuerpo temblaba. Él empujó mis muslos separados y había una pizca de inquietud, frío y oscuridad, pero lo aparté. Yo estaba lista. Su erección se apoyó en mí y luego se deslizó dentro, tal vez un par de centímetros.
– Te amo, – dijo Zayn suavemente, con una mano plana contra mi mejilla–. Te amo mucho.
Envolví un brazo alrededor de él. – Te amo.
Me besó profundamente mientras dejaba caer una mano a mi cadera y luego empujó sus caderas en las mías. Dolor agudo, punzante me atravesó. Lágrimas de sorpresa pincharon mis ojos y se congelaron a la increíble presión de plenitud.
– ¿Estás bien? – Respiró, quieto.
Asentí con la cabeza y luego dije, – Sí.
Los ojos de Zayn buscaron los míos mientras su brazo tembló alrededor del mío. Se quedó quieto, enterrado profundamente dentro de mí mientras bajaba su boca a la mía. Me besó despacio, con ternura, y tan profundamente que sentí un tipo diferente de lágrimas creciendo en mis ojos. Mi pecho se llenó de amor y, por último, el dolor sordo se desvaneció y la presión dentro de mí empezó a sentirse bien. Levanté mis caderas tentativamente.
Él gimió. – _____...
Lo hice otra vez, meciéndome en su contra. Él acunó mis caderas, empujando hacia adelante, extrayendo un grito de placer de mí. Agarré sus hombros mientras envolví mis piernas alrededor de su cintura, dejándolo más profundo. Se movió sobre mí, en mí, la intensidad cada vez mayor hasta que se convirtió en un ritmo febril. La cabeza me daba vueltas con gozo construyéndose dentro de mí. Se movió más rápido y su toque estaba en todas partes, con la boca en mis pechos, penetrándome. Con las caderas apretándome, Zayn deslizó una mano entre nosotros y fue demasiado. Tiré mi cabeza hacia atrás, temblando a su alrededor. El momento fue increíble. Los espasmos sacudieron mi cuerpo en fuertes ondas sensuales.
– ______–, gruñó mi nombre, enterrando su cabeza en mi hombro. Dos golpes rápidos y él se vino cuando el último de los temblores ondulaba a través de mí.
Nuestros corazones golpeaban juntos, nuestra piel resbaladiza por la humedad. Los minutos pasaron, tal vez horas. No sé. Cuando él se retiró lentamente, con cuidado, me besó de una manera que no creo que él lo haya hecho antes.
– Eso fue... no hay palabras. – Sacudió la cabeza, con los ojos brillantes–. ¿Estás bien?
– Perfecta, – le dije, extendiendo las manos sobre los lados de su cara–. Estuviste perfecto.
Zayn bajó su boca a la mía. – Sólo porque estaba contigo.
– En serio, – le dije–. No estoy sorprendida. Ella siempre ha sido... fría y sólo se agravó en los últimos años.
La mandíbula de Zayn se flexionó. – Eres mejor que yo.
Me encogí de hombros. Él no pensaría eso si tuviera parte en mi diálogo interno. – Me alegro de haber hablado con ellos. ¿Y papá? Toda la cosa del baile fue su manera de mostrar algún grado de arrepentimiento. Por lo menos él entendió lo que estaba diciendo, ¿sabes?
Él asintió con la cabeza. – Entonces, ¿cómo te sientes al respecto?
Buena pregunta. Me senté de nuevo. – Realmente no siento nada. Quiero decir, como dije, me alegro de haberlo hecho, pero no lo sé. Es como tener que ir al dentista. No quieres hacerlo, pero sabes que tiene que hacerlo, y después, eres más que feliz por haberlo hecho.
Alcanzando la mesa, extendió su mano sobre la mía. – ¿Todavía quieres ver a Molly mañana?
– Sí–. Yo había ido a través de mi correo electrónico después de que hubiéramos reservado nuestros billetes y encontramos uno de ella. No fue difícil. Ha habido muchos. Le envié una nota breve explicando que estaría en la ciudad y quería verla. Había estado sorprendida en parte cuando respondió a la hora para decir sí. – Todavía quiero verla.
Zayn miró hacia otro lado, la mandíbula apretada. Él no estaba contento con la idea, pero él me apoyaba, no obstante. Este fue uno de los momentos en que me di cuenta de lo afortunada que era de haberme topado con él en el pasillo fuera de astronomía. Tenía que darme cuenta de eso con más frecuencia.
Y yo lo necesitaba, como necesitarlo.
No quiero hablar de mis padres o mi inminente visita a Molly por más tiempo. Quería mostrar a Zayn lo mucho que lo amaba. No porque era lo que yo pensaba que se esperaba de mí, sino porque era lo que quería.
– ¿Listo para regresar? – Pregunté, mi ritmo cardíaco aumentando de velocidad.
Pagamos la cuenta y recorrimos la corta distancia de regreso al hotel. Todavía era temprano y estando tan cerca de Houston, había mucho que mostrar a Zayn, pero me sentía mezquina con mi tiempo con él. No quería compartir.
Zayn se sentó en el borde de la cama, su gorra de béisbol se deslizó hacia atrás mientras hojeaba los botones del control remoto. Las cortinas estaban cerradas en la gran ventana de la habitación y sólo un poco de luz solar se filtraba adentro.
– Voy a tomar una ducha rápida. – Recogí mis artículos y empecé a retroceder hacia el cuarto de baño.
Él me deslizó una larga mirada, abrió la boca, y luego asintió con la cabeza. Una cierta luz llenó sus ojos, haciéndome temblar con conocimiento. Sonreí y luego me precipité en el cuarto de baño. Al cerrar la puerta detrás de mí, arrojé mi bolso en el mostrador del lavabo. No había traído nada de ropa conmigo y me pregunté si Zayn lo había notado.
Y si lo hubiera hecho, ¿en qué estaba pensando?
¿Era la misma cosa en que yo estaba?
Me di una ducha rápida, consiguiendo sacarme de encima el miedo inevitable al avión. Me tomé el tiempo para aclarar mis pensamientos de la conversación con mis padres. No tardé mucho. Mi pulso ya estaba zumbando y todo mi ser se centraba en él.
Al salir de la ducha, me envolví en una toalla gruesa alrededor de mi pecho y peiné los nudos de mi pelo. Mi estómago seguía inmerso como si estuviera en una montaña rusa. Me lavé los dientes y no había nada que me quedara con que posponer las cosas.
Al abrir la puerta, encontré a Zayn donde lo dejé, excepto que estaba tendido de espaldas, con las piernas colgando sobre el borde de la cama. La gorra descansaba a su lado y el control remoto yacía sobre su estómago plano.
Me detuve en la puerta.
Zayn volvió la cabeza y se sentó inmediatamente. Mechones de cabello oscuro caían sobre su frente, rozando sus cejas. Debajo de las pestañas gruesas, sus ojos eran de un vibrante tono de azul.
Con hormigueo en la piel con un millar de diminutos pinchazos de alfiler, me acerqué a donde estaba sentado. Echó la cabeza hacia atrás, su garganta trabajando cuando me detuve delante de él, mis dedos se cerraron alrededor de donde estaba la toalla anudada.
Sus pestañas barrieron hacia abajo y sus labios se entreabrieron. – ______.
Coloque una mano sobre su hombro, subí a la Cama, las rodillas a ambos lados de sus muslos. Sus manos se posaron en mis caderas cubiertas por la toalla. – ¿Zayn?
Sus labios se inclinaron hacia arriba a un lado y el hoyuelo comenzó a aparecer en la mejilla izquierda. – ¿Qué estás haciendo?
– Nada, – dije, reconociendo la falta de aliento en mi voz–. Todo.
– Esas son dos cosas opuestas.
– Lo sé. – Bajé sobre su regazo, estremeciéndome cuando sentí su erección a través de sus vaqueros, presionando contra mi calor–. ¿Me besas?
No esperé su respuesta. Incliné mi cabeza hacia abajo y rocé mis labios sobre los suyos una vez, dos veces, y luego otra vez, deslizando la punta de la lengua por el labio inferior y luego en el interior. Su agarre en mis caderas se apretó, pero yo estaba totalmente en control mientras estimulé su boca abierta, profundizando el beso. Sus labios se movían contra los míos, siguiendo mí ejemplo. Estaba segura de que me fundiría en él, en la Cama.
– ¿Me tocas? – Mis labios rozaron los suyos–. Por favor.
Zayn accedió.
Deslizó sus manos bajo el dobladillo de la toalla. Ambas estaban en mis muslos, deslizándose hacia arriba y abajo lentamente. Cada pasada llevaba los dedos más cerca de donde yo lo quería desesperadamente. Detuvo una a lo largo de la parte posterior del muslo, mientras que la otra fue tentadoramente cerca de mi centro.
– Ahora–, le dije, levantando mi cabeza.
Zayn se rió entre dientes mientras sus dedos avanzaban de nuevo. Sus nudillos rozaron mi humedad y luego se retiraron. Un gemido de frustración me escapó. – ¿Qué quieres?, – Preguntó, las pestañas ocultando sus ojos.
– Quiero que me toques.
Otro roce de nudillos me rozó una vez más y luego su mano se deslizó por mi pierna.
– Te estoy tocando, cariño.
– Sabes lo que quiero decir.
– No lo creo.
– Por favor. – Dejé caer mi cabeza hacia él–. Por favor, tócame, Zayn.
Zayn echó la cabeza hacia atrás de nuevo. Nuestras narices se rozaron y luego nuestros labios. – Bueno, cuando lo dices así, creo que entiendo lo que quieres decir.
– Finalmente–, gemí.
Se rió de nuevo y luego mordisqueó mi barbilla mientras su mano se desvió por el interior de mi muslo. Me sacudí cuando él me cogió totalmente. – ¿Te gusta?
– Sí.
Sus labios se presionaron en el centro de mi garganta mientras su dedo se deslizó dentro. – ¿Y esto?
Mis ojos se cerraron mientras mi espalda se arqueó. – Uh-huh.
Zayn movió la mano y su pulgar presionando el nudo de nervios. Di un grito ahogado mientras conseguía otro dedo dentro de mí, y su cuerpo se tensó debajo del mío. – ¿Qué hay de esto?
Incliné mis caderas hacia adelante, gimiendo mientras mi cuerpo se calentaba. – Oh, sí. Definitivamente eso.
– Definitivamente eso–, murmuró, con los dedos bombeando.
Otro gemido se me escapó, pero quería más. Quería sentirlo dentro de mí, necesitaba que él sea. Un deseo salvaje nació de la lujuria y algo muy, muy fuerte. Al abrir los ojos, los míos se fijaron con los suyos. Poco a poco, desenredé el nudo en mi toalla y deje que se deslice por mi espalda, cayendo al suelo.
La mano de Zayn se quedó inmóvil y su respiración se aceleró. Alzó su mano libre, ahuecando mi pecho. – Joder, ______...
Puse mi mano sobre la suya, mi corazón golpeando. – No te detengas.
Su pulgar se movía sobre mi pezón endurecido y gruñó, – No estaba planeándolo.
– No es lo que quise decir, – le susurré. Llegue abajo con la otra mano, me encontré con la cremallera de sus pantalones vaqueros–. Te quiero a ti, Zayn.
– Me tienes, – él gimió–. Joder, me tienes totalmente.
Una sonrisa de satisfacción apareció cuando cerré mis dedos alrededor de su muñeca. Con un nivel de control que no me di cuenta que tenía, saqué la mano de entre mis muslos. – Tengo muchas ganas de ti–. Deshice el botón de sus jeans y bajé la cremallera. Mis dedos rozaron su dureza y se estremeció. – ¿No me deseas?
– Más de lo que crees–, dijo, bajando las pestañas mientras me apoyé en la longitud de él. Gimió. – ______...
Me dejé llevar por él, lo suficiente como para tirar de la camisa y lanzarla a un lado. Él era toda piel dorada y músculos lisos. – Quiero esto, Zayn.
Me agarró las caderas, su pecho subía bruscamente. – ¿Estás segura, ______? Porque si no es así, no tenemos…
Callándolo con un beso, deslicé mis manos sobre su pecho. – Estoy segura.
Sus manos se flexionaron en mis caderas y luego en un movimiento poderoso, él me tenía sobre mi espalda y estaba encima de mí, con los ojos brillantes e intensos. Se abalanzó, reclamando mis labios en un beso febril con tanto poder y pasión. Luego se levantó, sujetándome con una mirada fundida mientras se despojó de sus pantalones vaqueros. Mi mirada recorrió su pecho, el tatuaje, los magníficos abdominales, y luego bajé. Zayn era enorme y una parte muy ingenua de mí se preguntaba cómo iba a funcionar.
La ardiente mirada de Zayn se desvió por mi piel desnuda. Mi corazón se agitó vacilante, mi estómago estaba lleno de expectación. – Podría mirarte por toda una vida. Nunca envejecería.
– ¿Incluso cuando sea vieja?
– Aun así.
Luego se dejó caer, arrastrando sus labios sobre mis piernas y estómago. Llegó a mi pecho, succionando y mordiendo hasta que mis pechos se sentían pesados e hinchados. Zayn se tomó su tiempo, moviéndose lentamente sobre mí, lamiendo cada centímetro de mi piel como si tratara de memorizar mi cuerpo o reclamarlo. No me importaba. Podía hacerlo por toda la eternidad. Intenso calor se construyó en mi estómago y se extendió más bajo, convirtiéndose en un dolor glorioso. Por primera vez, no tenía miedo o estaba insegura del deseo despertado. Quería explorar. Quería a Zayn para explorarlo.
Mi cuerpo se arqueó contra él, dolorido y tenso mientras él extraía cada respiración, cada suspiro y gemido. Deseo, plagado y poderoso, se extendió a través de mí. Nunca me había sentido así antes.
Zayn llevó sus labios a los míos, apoyándose en su brazo, sin dejar de profundizar en la boca mientras trabajaba suavemente un dedo en mí y después dos. Pronto me tenía colapsando bajo él. Luego levantó la cabeza y había algo en su mirada embriagadora– salvaje. Se reflejaba lo que yo sentía dentro de mí. Me estimuló hasta el borde y luego retiró lentamente los dedos.
Gemí, – Zayn.
Él se rió entre dientes mientras se deslizaba por mi cuerpo y luego su boca estaba sobre la mía, su lengua moviéndose hasta que mi cabeza estuvo vacía y mis caderas ondulándose con abandono. Sentí todo el lugar, medio enloquecida de necesidad, y cuando puso los dedos sobre el manojo de nervios, me encontré, gritando su nombre.
Zayn se levantó con rapidez, con la mirada fija en la mía mientras mi cuerpo temblaba. Él empujó mis muslos separados y había una pizca de inquietud, frío y oscuridad, pero lo aparté. Yo estaba lista. Su erección se apoyó en mí y luego se deslizó dentro, tal vez un par de centímetros.
– Te amo, – dijo Zayn suavemente, con una mano plana contra mi mejilla–. Te amo mucho.
Envolví un brazo alrededor de él. – Te amo.
Me besó profundamente mientras dejaba caer una mano a mi cadera y luego empujó sus caderas en las mías. Dolor agudo, punzante me atravesó. Lágrimas de sorpresa pincharon mis ojos y se congelaron a la increíble presión de plenitud.
– ¿Estás bien? – Respiró, quieto.
Asentí con la cabeza y luego dije, – Sí.
Los ojos de Zayn buscaron los míos mientras su brazo tembló alrededor del mío. Se quedó quieto, enterrado profundamente dentro de mí mientras bajaba su boca a la mía. Me besó despacio, con ternura, y tan profundamente que sentí un tipo diferente de lágrimas creciendo en mis ojos. Mi pecho se llenó de amor y, por último, el dolor sordo se desvaneció y la presión dentro de mí empezó a sentirse bien. Levanté mis caderas tentativamente.
Él gimió. – _____...
Lo hice otra vez, meciéndome en su contra. Él acunó mis caderas, empujando hacia adelante, extrayendo un grito de placer de mí. Agarré sus hombros mientras envolví mis piernas alrededor de su cintura, dejándolo más profundo. Se movió sobre mí, en mí, la intensidad cada vez mayor hasta que se convirtió en un ritmo febril. La cabeza me daba vueltas con gozo construyéndose dentro de mí. Se movió más rápido y su toque estaba en todas partes, con la boca en mis pechos, penetrándome. Con las caderas apretándome, Zayn deslizó una mano entre nosotros y fue demasiado. Tiré mi cabeza hacia atrás, temblando a su alrededor. El momento fue increíble. Los espasmos sacudieron mi cuerpo en fuertes ondas sensuales.
– ______–, gruñó mi nombre, enterrando su cabeza en mi hombro. Dos golpes rápidos y él se vino cuando el último de los temblores ondulaba a través de mí.
Nuestros corazones golpeaban juntos, nuestra piel resbaladiza por la humedad. Los minutos pasaron, tal vez horas. No sé. Cuando él se retiró lentamente, con cuidado, me besó de una manera que no creo que él lo haya hecho antes.
– Eso fue... no hay palabras. – Sacudió la cabeza, con los ojos brillantes–. ¿Estás bien?
– Perfecta, – le dije, extendiendo las manos sobre los lados de su cara–. Estuviste perfecto.
Zayn bajó su boca a la mía. – Sólo porque estaba contigo.
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Ay me enamore de vuelta..
Estuvo increible el capitulo..
Seguila pronto
Estuvo increible el capitulo..
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Oh por el amor de Dios , soy una lectora que te sigue desde hace mucho, y OWN no me dejaba registrarme DIOS SABES LO FEO QUE ES QUERES HABLAR Y NO PODER?! AHHHHH Me presento, soy Mercedes Navarrete (No tengo nada que ver con el pelado Navarrete de Tinelli, aunque mi papá dice que tiene un primo que nunca vio...), de Bs As (Si queres decime Mecha) y juro que AMO ESTA NOVELA. Tengo 14 años y medio, y estoy al borde de un llanto de felicidad . La cantidad de emociones que me pasaron a lo largo de esta novela fueron incalculables. DIOS, ZAYN TE AMO
Espero caerte bien, no sé cuánto le queda a esta novela, pero a partir de ahora, comentaré todas las veces que pueda porque SI, TE VENCÍ OWN, ME REGISTRÉ AUNQUE NO ME DEJARAS! (? Jajaja un besitoooo!!
Espero caerte bien, no sé cuánto le queda a esta novela, pero a partir de ahora, comentaré todas las veces que pueda porque SI, TE VENCÍ OWN, ME REGISTRÉ AUNQUE NO ME DEJARAS! (? Jajaja un besitoooo!!
MechaNavarrete
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Gracias a todos por comentar!! Y BIENVENIDAS a las nuevas lectoras :hug: Solo quería decirles que a la novela que quedan solamente un solo capítulos... recurden no tiene epilogo... espero que disfruten del cap :P
•Capítulo 33•
Al entrar en la ducha a la mañana siguiente, el agua caliente golpeó deliciosamente mis adoloridos músculos. Me giré hacia el chorro de agua, dejando que pasara sobre mi rostro. Anoche... Toda la noche... Una gran sonrisa tiró de mis labios. Había sido increíble. No sólo el sexo – y el sexo había sido increíblemente asombroso– sino todo lo que había venido después. Estábamos más cerca que antes y no había sido el acto sexual lo que nos había unido.
Había sido el acto de completa confianza en el otro.
Escuchando el suave sonido de la puerta de la ducha abriéndose, abrí mis ojos y me giré mientras Zayn entraba detrás de mí. Completamente desnudo. Mi mirada bajó. Y duro.
Mis mejillas se sonrojaron mientras cruzaba tímidamente los brazos sobre mis pechos. Si, estábamos más cercanos, pero eso no significaba que estar de pie en la brillante luz de la ducha con el trasero desnudo no fuera intimidante.
– Eres hermosa – Zayn sonrió un poco mientras tranquilamente bajaba mis brazos–, ¿y quieres esconderte?
– No todos somos bendecidos con tu confianza.
– Ajá. – Pasó su pulgar sobre mi duro pezón y luego besó la comisura de mis labios mientras sus manos se deslizaban a mis brazos. El agua corría por mi espalda–. Estaba sólo allá. Pensé que podría acompañarte.
– ¿Estabas sólo? – Me acerqué a él.
– Si. – Zayn dejó caer sus brazos a mi cintura. Cerró la distancia que quedaba entre nosotros. Nuestras pieles resbaladizas estaban aprisionadas entre sí y algunas partes de mi cuerpo se pusieron felices por eso–. Pedí el desayuno. Tenemos como veinte minutos.
– ¿Veinte minutos para estar frescos y limpios?
– Sólo necesitamos un par de minutos para eso.
– ¿Y qué sobre el resto de esos minutos?
Zayn no me dijo cómo quería pasar ese tiempo. Me mostró... con gran detalle. Besándome una vez antes de retener mí pecho en su boca. Una bola de lava se formó en mi estómago mientras me giraba a un lado, al rocío de agua cayendo sobre nosotros. Aturdida, mi mano revoloteó a los mechones de su cabello mojado. Se escapaban de entre mis dedos como seda. Deslizó su mano entre mis muslos mientras arrastraba su boca a la mía. Sabía exactamente cómo tocarme, cómo llevarme al borde del control.
– Sostente – ordenó.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, dejando escapar un corto suspiro cuando me levantó, presionando mi espalda contra los mojados azulejos mientras se acomodaba entre mis piernas. Nos unió con un lento y tortuoso empuje. Mis gemidos llenaban la ducha mientras sus caderas bombeaban. Mi corazón retumbaba, un aleteo profundo en mi pecho y en mi estómago.
De alguna manera terminamos fuera de la ducha, mi espalda contra el frío suelo y Zayn sobre mí, su cuerpo meciéndose con el mío, mis muslos apretándolo mientras el agua de la ducha seguía corriendo. Una mano en mi pecho, la otra enterrada profundamente en mi cabello mojado. Su boca era caliente y demandante, consumiéndome.
– ¡Zayn! – grité, mi espalda arqueándose mientras la liberación se impulsaba a través de mí, explosiva y estruendosa. Sus brazos me rodearon mientras me levantaba, sentándome en su regazo. Mis rodillas resbalaban por el ahora piso mojado. Relámpagos silbaban por mis venas. Su cuerpo temblaba mientras me abrazaba con fuerza, empujando una vez más, chocando mis caderas contra las suyas mientras se corría.
Por un rato, el único sonido fue nuestra respiración entrecortada. Estábamos lánguidos en los brazos del otro, mi cabeza en su hombro, mi mano descansando sobre donde su corazón latía con fuerza.
– Tú...
– Estoy bien – interrumpí, sonriendo–. No me voy a romper.
– No lo sé. – Cepilló mi cabello hacia atrás, fuera de mi rostro–. Tu... – Un golpe en nuestra puerta lo interrumpió–. Mierda. La comida está aquí.
Me moví fuera de su regazo y él se puso de pie, resbalándose en los charcos que habíamos dejado en el suelo y casi cayendo. Llegó hasta la puerta en una pieza. – ¡Zayn!
– ¿Qué? – Miró por encima de su hombro.
Lanzándole una toalla, sonreí. – Estás a punto de abrir la puerta con tu amigo a la vista.
– Buena idea. – Envolvió la toalla alrededor de sus caderas mientras me lanzaba una sonrisa maliciosa–. De todos modos, a las masas les encantaría ver a mi amigo.
Me reí mientras me metía de nuevo bajo el agua caliente. Su amigo era bastante impresionante.
La casa de Molly estaba en una parte decente de la ciudad. De ingreso medio, ordenada y limpia. Nos detuvimos frente a una casa estilo Campestre y escaneé los números en mi teléfono para asegurarme de que teníamos la casa correcta.
– Es esta.
Zayn aparcó el auto junto a la acera, el ceño ligeramente fruncido en su rostro. – ¿Estás segura de que tienes que hacer esto?
– Sí. Se lo debo.
Apagó el auto. – No le debes nada a ella.
Lo miré. – Si. No es que me culpe por lo que le pasó, pero si no hablo con ella, nunca entenderá por qué no dije nada. Y necesito que lo entienda. – Porque realmente me gustaría pasar una semana sin recibir un mensaje desagradable de su parte.
Aspirando profundamente, quitó las manos del volante. – Y, por supuesto, ¿quieres que me quede aquí?
Asentí.
Suspiró. – Esto no me gusta.
Inclinándome, besé su mejilla. – Pero yo te gusto.
– Te amo. – Giró su cabeza hacia mí. Deslizando su mano alrededor de mi cuello, acercó su boca a la mía–. Eso no significa que estoy feliz con estar aquí sentado mientras entras a la casa de una casual y posiblemente psicópata chica.
– No es una psicópata.
– Eso dices tú.
– Eso digo yo.
Sus labios se curvaron de un lado. – Si no sales en cinco minutos, voy a entrar, blandiendo armas.
– No tienes un arma.
– Ella no sabe eso.
Me reí suavemente. – Necesitaré más de cinco minutos.
– Seis.
– Más – repliqué.
– No necesitas eso, cariño. – Cuando no dije nada, gimió–. Siete.
– Estás siendo ridículo. Estaré bien.
Zayn suspiró de nuevo. – De acuerdo. Ten cuidado, por favor.
– Lo tendré.
Antes de que pudiera deslizarme fuera de su alcance, apretó su agarre y capturó mi boca. El beso comenzó suave, volviéndose más y más caliente cuando su lengua se deslizó dentro de mi boca, moviéndose en formas que me recordaban lo que él había hecho anoche y esta mañana. Gemí en el beso, y cuando se apartó, yo estaba jadeando.
Un destello malvado llenó sus ojos azules. – Cuanto más rápido estés ahí, más rápido obtendrás más de eso.
– Eso esta tan mal. – Me escabullí, pero sonreía.
– Te amo.
Nunca me cansaría de escuchar eso. – También te amo.
Salir de ese carro fue casi imposible, pero lo hice. Mis sandalias golpeaban el pavimento agrietado mientras me apresuraba hacia la puerta principal. Había estado en el sol matutino por sólo unos segundos y el sudor ya salpicaba mi frente.
Alcé mi mano para tocar, pero la puerta interior se abrió, revelando a una chica delgada y de baja estatura con el cabello negro y grandes ojos grises, cautelosos. Se trasladaron a mí y luego por encima de mi hombro. Ella era una chica bonita, una de huesos cansados y fatigada.
– ¿Quién es ese? – exigió.
Reconocí su voz inmediatamente. – Es Zayn. Mi novio.
Su rostro se arrugó como si hubiera probado algo amargo. – Él no puede entrar aquí.
– Lo sé. – Fui rápida para tranquilizarla–. Es por eso que va a quedarse en el auto.
La expresión de Molly se hizo un ceño fruncido, pero se hizo a un lado. Abriendo la puerta metálica, la seguí dentro de la sala oscura.
– ¿Esta es la casa de tus padres? – Mis ojos escanearon los numerosos cuadros cubriendo las paredes y los muebles gastados.
– Si. – Caminó hacia la sala y tomó el control remoto. Apagando la televisión, arrojó el control al sofá junto a ella–. Están en el trabajo.
– Es bueno.
Sonrió con suficiencia. – Lo dice la chica que es de Red Hill.
El golpe por el tramo de carretera en el que vivieron mis padres no falló. Me senté en una silla, cruzando mis tobillos. – Está bien. Me alegro de que quisieras verme.
Molly no se sentó, sino que se quedó a pocos metros de mí. – ¿Hablas en serio?
– Si.
Se rió ásperamente. – De alguna manera dudo eso, considerando nuestra última conversación y el hecho de que hayas pasado unos buenos nueve meses ignorándome.
Bien. Esto no iba a ser fácil. – No soy una gran fan de leer correos de gente que no conozco después de estar en la secundaria y ser bombardeada con mensajes de odio. Y ahí está el hecho de que me enviaste una tonelada de mensajes no muy agradables.
Cruzando sus brazos, levantó la barbilla. – Tú sabes por qué te envié esos mensajes.
– Porque no respondí al principio y porque me culpas. – Cuando no dijo nada, me incliné hacia delante–. No estaba mintiendo cuando dije que no sabía nada sobre ti hasta que hablé con mi primo en enero de este año. No revisé los primeros correos. Esa es la verdad.
Presionó sus labios. – ¿Así que todavía estás con la historia de “no una puta mentirosa”?
Exhalé por la nariz mientras la miraba. Ira pinchó mi piel, pero al igual que con mi madre el día anterior, me mantuve en calma. – Como te dije por teléfono, no le he mentido a la policía.
– Entonces, ¿por qué retiraste los cargos? – exigió.
– Es una larga historia.
Extendió sus brazos. – Obviamente tengo tiempo. Dímelo.
Su tono demandante estaba haciendo una lucha para no ser una perra de nuevo. Manteniendo el tono de mi voz, le dije a Molly todo sobre esa noche de Halloween y los días después. Durante la mayor parte, su expresión se mantuvo inflexible y tan implacable como un policía experimentado. La única grieta en el exterior fue cuando le dije lo que Blaine había hecho. No tuve que preguntarle para saber que fue al mismo tiempo. Cuando terminé, se dio la vuelta, sus hombros caídos, pero su columna recta.
– No tengo permitido decirle esto a alguien, pero tenía que decírtelo.
– ¿Le dijiste a tu novio?
– Si.
Se mantuvo de espaldas a mí, en silencio.
– Desearía que mis padres no hubieran estado de acuerdo y desearía que yo tampoco. Me gustaría ser tan fuerte como tú y que yo...
– No sabes nada de mí. – Se dio la vuelta, sus ojos de un gris pétreo.
Levanté mis manos. – Pero sí sé que eres fuerte, más fuerte que yo. Hiciste lo correcto y sé que no pudo haber sido fácil.
– No fue fácil.
– Lo sé. – Creo que esta chica sólo quería ser argumentativa.
Su barbilla afilada sobresalió. – Nada de esto fue fácil. Hablar con la policía, con los detectives y luego los abogados. ¿Tener que seguir repitiendo cada maldita cosa que él me hizo? ¿Con detalle? No fue fácil. ¡Y no tendría que haber pasado por nada de eso si tú te hubieras contenido con la verdad!
– Lo siento...
Se movió tan rápido y yo estaba tan poco preparada para ello que sólo me quedé sentada.
Molly me golpeó, un golpe seco al lado de mi cabeza. Lágrimas de dolor y sorpresa picaron en mis ojos.
Ella me había golpeado justo en la cara.
Casi no podía creerlo. Todo un lado de mi cara ardía a rojo vivo, picando. Mierda. Para alguien tan flaca, podía suministrar una malditamente buena bofetada.
La furia aplastó la conmoción y mis manos ardían en deseos de devolver el favor. Pero conseguí la furia de Molly. Su dolor todavía estaba tan fresco y cortaba demasiado profundo. Había estado en sus zapatos, aún estaba ahí de vez en cuando. La ira realmente nunca se fue. Tal vez nunca lo haría. Así que conseguí el por qué estaba tan furiosa.
Esa era una de las razones por las que no estaba introduciendo mi puño en su cara justo ahora.
– Te merecías eso – dijo, su voz temblorosa.
Mi mejilla picó cuando me puse de pie. – Tal vez sí. Pero no merecía lo que Blaine me hizo a mí y no merecía toda la mierda que me estás dando por algo que decidí cuando tenía catorce y tenía muy pocas opciones.
– Tus padres no te pusieron una pistola en la cabeza y te hicieron firmar esos papeles, ¿verdad?
Negué con la cabeza. – ¿Qué habrías hecho tu si hubieras tenido catorce y tus padres te exigieran que hicieras eso?
Su boca se abrió.
– Ni siquiera contestes a eso, porque no importa. Lo lamento. Pero si me golpeas de nuevo, te devolveré el golpe. Lamento que esto te pasara a ti. Y lamento que tuviste que pasar por un juicio y todo eso. Y créeme, la cosa más grande que lamento es firmar esos malditos papeles y estar de acuerdo. Pero no puedo Cambiar eso. Todo lo que puedo hacer es dejarlo ir.
– Bueno, tú te diviertes dejándolo ir, entonces.
De pie aquí, mirando a la chica con la que compartí una terrible coincidencia, me sentí... vacía. No hubo ángeles escuchando o la luz dorada de revelación. Me sentí de la misma forma al salir de casa de mis padres. Nada. De forma repentina, supe que Zayn tenía razón. No tenía que hacer esto para seguir adelante. Ni siquiera necesitaba hacerles frente a mis padres. A pesar de que se había sentido increíble.
Había empezado a seguir adelante en el momento en que le había dicho a Zayn la verdad.
Simplemente no había ocurrido en una noche. Avanzar había sido un proceso lento que tomó una puta bofetada en la cara para entenderlo.
No necesitaba estar aquí.
Tenía que estar afuera, con Zayn, y de vuelta a casa, en West Virginia, con mis amigos. Tenía que continuar dejando ir todo.
Me dirigí a la puerta.
– ¿A dónde vas? – Sus dedos huesudos se clavaron en mi brazo, deteniéndome–. ¿______?
Quitando su mano de mi brazo, mantuve mi voz serena. – Me voy, Molly. Iré allá afuera con el hombre que me ama sin importar qué ocurrió en mi pasado o cuales estúpidas decisiones tomé. Voy a casa, la cual no es la casa en Red Hill, iré a ver a mis amigos. Ahí es a donde voy.
La garganta de Molly trabajó, pero no dijo nada mientras caminaba a la puerta. Me detuve y me giré hacia ella. – Mira, si quieres llamarme simplemente para hablar o algo así, obviamente tienes mi número. Llama cuando quieras, pero he aprendido de mis errores. Si me envías más mensajes que me enojen incluso en lo más mínimo, llamaré a la policía y presentaré cargos contra ti.
Apretó su boca cerrada y dio un paso atrás.
– Te deseo lo mejor. De verdad. Adiós, Molly.
No me detuvo mientras me iba y no salió como mi padre lo hizo. Me deslicé dentro del frío interior del auto y dejé salir un respiro entrecortado.
– Pero cómo pasó... ¿Por qué tu cara está tan roja? – Zayn capturó mi barbilla y suavemente me giró hacia él–. ¿Te golpeó?
– Si – Hice una mueca ante su explosiva maldición–, pero creo que la hizo sentir mejor después de que sacó todo fuera de su sistema.
Sus ojos se estrecharon. – Eso no lo hace malditamente correcto.
– Lo sé – Envolví mi mano alrededor de la suya y la apreté contra mi adolorida mejilla–, pero se acabó. He dicho lo que necesitaba y no creo que vaya a escuchar de ella de nuevo.
Zayn abrió su mano, pasándola suavemente por mi mejilla. – ______...
– Tenías razón. No necesitaba realmente hacer esto, pero me alegra haberlo hecho. Estoy bien con eso. – Cerrando mis ojos, giré mi cabeza, presionando un beso en su palma–. Llévame a casa, Zayn. Ahí es donde necesito estar.
Había sido el acto de completa confianza en el otro.
Escuchando el suave sonido de la puerta de la ducha abriéndose, abrí mis ojos y me giré mientras Zayn entraba detrás de mí. Completamente desnudo. Mi mirada bajó. Y duro.
Mis mejillas se sonrojaron mientras cruzaba tímidamente los brazos sobre mis pechos. Si, estábamos más cercanos, pero eso no significaba que estar de pie en la brillante luz de la ducha con el trasero desnudo no fuera intimidante.
– Eres hermosa – Zayn sonrió un poco mientras tranquilamente bajaba mis brazos–, ¿y quieres esconderte?
– No todos somos bendecidos con tu confianza.
– Ajá. – Pasó su pulgar sobre mi duro pezón y luego besó la comisura de mis labios mientras sus manos se deslizaban a mis brazos. El agua corría por mi espalda–. Estaba sólo allá. Pensé que podría acompañarte.
– ¿Estabas sólo? – Me acerqué a él.
– Si. – Zayn dejó caer sus brazos a mi cintura. Cerró la distancia que quedaba entre nosotros. Nuestras pieles resbaladizas estaban aprisionadas entre sí y algunas partes de mi cuerpo se pusieron felices por eso–. Pedí el desayuno. Tenemos como veinte minutos.
– ¿Veinte minutos para estar frescos y limpios?
– Sólo necesitamos un par de minutos para eso.
– ¿Y qué sobre el resto de esos minutos?
Zayn no me dijo cómo quería pasar ese tiempo. Me mostró... con gran detalle. Besándome una vez antes de retener mí pecho en su boca. Una bola de lava se formó en mi estómago mientras me giraba a un lado, al rocío de agua cayendo sobre nosotros. Aturdida, mi mano revoloteó a los mechones de su cabello mojado. Se escapaban de entre mis dedos como seda. Deslizó su mano entre mis muslos mientras arrastraba su boca a la mía. Sabía exactamente cómo tocarme, cómo llevarme al borde del control.
– Sostente – ordenó.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, dejando escapar un corto suspiro cuando me levantó, presionando mi espalda contra los mojados azulejos mientras se acomodaba entre mis piernas. Nos unió con un lento y tortuoso empuje. Mis gemidos llenaban la ducha mientras sus caderas bombeaban. Mi corazón retumbaba, un aleteo profundo en mi pecho y en mi estómago.
De alguna manera terminamos fuera de la ducha, mi espalda contra el frío suelo y Zayn sobre mí, su cuerpo meciéndose con el mío, mis muslos apretándolo mientras el agua de la ducha seguía corriendo. Una mano en mi pecho, la otra enterrada profundamente en mi cabello mojado. Su boca era caliente y demandante, consumiéndome.
– ¡Zayn! – grité, mi espalda arqueándose mientras la liberación se impulsaba a través de mí, explosiva y estruendosa. Sus brazos me rodearon mientras me levantaba, sentándome en su regazo. Mis rodillas resbalaban por el ahora piso mojado. Relámpagos silbaban por mis venas. Su cuerpo temblaba mientras me abrazaba con fuerza, empujando una vez más, chocando mis caderas contra las suyas mientras se corría.
Por un rato, el único sonido fue nuestra respiración entrecortada. Estábamos lánguidos en los brazos del otro, mi cabeza en su hombro, mi mano descansando sobre donde su corazón latía con fuerza.
– Tú...
– Estoy bien – interrumpí, sonriendo–. No me voy a romper.
– No lo sé. – Cepilló mi cabello hacia atrás, fuera de mi rostro–. Tu... – Un golpe en nuestra puerta lo interrumpió–. Mierda. La comida está aquí.
Me moví fuera de su regazo y él se puso de pie, resbalándose en los charcos que habíamos dejado en el suelo y casi cayendo. Llegó hasta la puerta en una pieza. – ¡Zayn!
– ¿Qué? – Miró por encima de su hombro.
Lanzándole una toalla, sonreí. – Estás a punto de abrir la puerta con tu amigo a la vista.
– Buena idea. – Envolvió la toalla alrededor de sus caderas mientras me lanzaba una sonrisa maliciosa–. De todos modos, a las masas les encantaría ver a mi amigo.
Me reí mientras me metía de nuevo bajo el agua caliente. Su amigo era bastante impresionante.
* * *
La casa de Molly estaba en una parte decente de la ciudad. De ingreso medio, ordenada y limpia. Nos detuvimos frente a una casa estilo Campestre y escaneé los números en mi teléfono para asegurarme de que teníamos la casa correcta.
– Es esta.
Zayn aparcó el auto junto a la acera, el ceño ligeramente fruncido en su rostro. – ¿Estás segura de que tienes que hacer esto?
– Sí. Se lo debo.
Apagó el auto. – No le debes nada a ella.
Lo miré. – Si. No es que me culpe por lo que le pasó, pero si no hablo con ella, nunca entenderá por qué no dije nada. Y necesito que lo entienda. – Porque realmente me gustaría pasar una semana sin recibir un mensaje desagradable de su parte.
Aspirando profundamente, quitó las manos del volante. – Y, por supuesto, ¿quieres que me quede aquí?
Asentí.
Suspiró. – Esto no me gusta.
Inclinándome, besé su mejilla. – Pero yo te gusto.
– Te amo. – Giró su cabeza hacia mí. Deslizando su mano alrededor de mi cuello, acercó su boca a la mía–. Eso no significa que estoy feliz con estar aquí sentado mientras entras a la casa de una casual y posiblemente psicópata chica.
– No es una psicópata.
– Eso dices tú.
– Eso digo yo.
Sus labios se curvaron de un lado. – Si no sales en cinco minutos, voy a entrar, blandiendo armas.
– No tienes un arma.
– Ella no sabe eso.
Me reí suavemente. – Necesitaré más de cinco minutos.
– Seis.
– Más – repliqué.
– No necesitas eso, cariño. – Cuando no dije nada, gimió–. Siete.
– Estás siendo ridículo. Estaré bien.
Zayn suspiró de nuevo. – De acuerdo. Ten cuidado, por favor.
– Lo tendré.
Antes de que pudiera deslizarme fuera de su alcance, apretó su agarre y capturó mi boca. El beso comenzó suave, volviéndose más y más caliente cuando su lengua se deslizó dentro de mi boca, moviéndose en formas que me recordaban lo que él había hecho anoche y esta mañana. Gemí en el beso, y cuando se apartó, yo estaba jadeando.
Un destello malvado llenó sus ojos azules. – Cuanto más rápido estés ahí, más rápido obtendrás más de eso.
– Eso esta tan mal. – Me escabullí, pero sonreía.
– Te amo.
Nunca me cansaría de escuchar eso. – También te amo.
Salir de ese carro fue casi imposible, pero lo hice. Mis sandalias golpeaban el pavimento agrietado mientras me apresuraba hacia la puerta principal. Había estado en el sol matutino por sólo unos segundos y el sudor ya salpicaba mi frente.
Alcé mi mano para tocar, pero la puerta interior se abrió, revelando a una chica delgada y de baja estatura con el cabello negro y grandes ojos grises, cautelosos. Se trasladaron a mí y luego por encima de mi hombro. Ella era una chica bonita, una de huesos cansados y fatigada.
– ¿Quién es ese? – exigió.
Reconocí su voz inmediatamente. – Es Zayn. Mi novio.
Su rostro se arrugó como si hubiera probado algo amargo. – Él no puede entrar aquí.
– Lo sé. – Fui rápida para tranquilizarla–. Es por eso que va a quedarse en el auto.
La expresión de Molly se hizo un ceño fruncido, pero se hizo a un lado. Abriendo la puerta metálica, la seguí dentro de la sala oscura.
– ¿Esta es la casa de tus padres? – Mis ojos escanearon los numerosos cuadros cubriendo las paredes y los muebles gastados.
– Si. – Caminó hacia la sala y tomó el control remoto. Apagando la televisión, arrojó el control al sofá junto a ella–. Están en el trabajo.
– Es bueno.
Sonrió con suficiencia. – Lo dice la chica que es de Red Hill.
El golpe por el tramo de carretera en el que vivieron mis padres no falló. Me senté en una silla, cruzando mis tobillos. – Está bien. Me alegro de que quisieras verme.
Molly no se sentó, sino que se quedó a pocos metros de mí. – ¿Hablas en serio?
– Si.
Se rió ásperamente. – De alguna manera dudo eso, considerando nuestra última conversación y el hecho de que hayas pasado unos buenos nueve meses ignorándome.
Bien. Esto no iba a ser fácil. – No soy una gran fan de leer correos de gente que no conozco después de estar en la secundaria y ser bombardeada con mensajes de odio. Y ahí está el hecho de que me enviaste una tonelada de mensajes no muy agradables.
Cruzando sus brazos, levantó la barbilla. – Tú sabes por qué te envié esos mensajes.
– Porque no respondí al principio y porque me culpas. – Cuando no dijo nada, me incliné hacia delante–. No estaba mintiendo cuando dije que no sabía nada sobre ti hasta que hablé con mi primo en enero de este año. No revisé los primeros correos. Esa es la verdad.
Presionó sus labios. – ¿Así que todavía estás con la historia de “no una puta mentirosa”?
Exhalé por la nariz mientras la miraba. Ira pinchó mi piel, pero al igual que con mi madre el día anterior, me mantuve en calma. – Como te dije por teléfono, no le he mentido a la policía.
– Entonces, ¿por qué retiraste los cargos? – exigió.
– Es una larga historia.
Extendió sus brazos. – Obviamente tengo tiempo. Dímelo.
Su tono demandante estaba haciendo una lucha para no ser una perra de nuevo. Manteniendo el tono de mi voz, le dije a Molly todo sobre esa noche de Halloween y los días después. Durante la mayor parte, su expresión se mantuvo inflexible y tan implacable como un policía experimentado. La única grieta en el exterior fue cuando le dije lo que Blaine había hecho. No tuve que preguntarle para saber que fue al mismo tiempo. Cuando terminé, se dio la vuelta, sus hombros caídos, pero su columna recta.
– No tengo permitido decirle esto a alguien, pero tenía que decírtelo.
– ¿Le dijiste a tu novio?
– Si.
Se mantuvo de espaldas a mí, en silencio.
– Desearía que mis padres no hubieran estado de acuerdo y desearía que yo tampoco. Me gustaría ser tan fuerte como tú y que yo...
– No sabes nada de mí. – Se dio la vuelta, sus ojos de un gris pétreo.
Levanté mis manos. – Pero sí sé que eres fuerte, más fuerte que yo. Hiciste lo correcto y sé que no pudo haber sido fácil.
– No fue fácil.
– Lo sé. – Creo que esta chica sólo quería ser argumentativa.
Su barbilla afilada sobresalió. – Nada de esto fue fácil. Hablar con la policía, con los detectives y luego los abogados. ¿Tener que seguir repitiendo cada maldita cosa que él me hizo? ¿Con detalle? No fue fácil. ¡Y no tendría que haber pasado por nada de eso si tú te hubieras contenido con la verdad!
– Lo siento...
Se movió tan rápido y yo estaba tan poco preparada para ello que sólo me quedé sentada.
Molly me golpeó, un golpe seco al lado de mi cabeza. Lágrimas de dolor y sorpresa picaron en mis ojos.
Ella me había golpeado justo en la cara.
Casi no podía creerlo. Todo un lado de mi cara ardía a rojo vivo, picando. Mierda. Para alguien tan flaca, podía suministrar una malditamente buena bofetada.
La furia aplastó la conmoción y mis manos ardían en deseos de devolver el favor. Pero conseguí la furia de Molly. Su dolor todavía estaba tan fresco y cortaba demasiado profundo. Había estado en sus zapatos, aún estaba ahí de vez en cuando. La ira realmente nunca se fue. Tal vez nunca lo haría. Así que conseguí el por qué estaba tan furiosa.
Esa era una de las razones por las que no estaba introduciendo mi puño en su cara justo ahora.
– Te merecías eso – dijo, su voz temblorosa.
Mi mejilla picó cuando me puse de pie. – Tal vez sí. Pero no merecía lo que Blaine me hizo a mí y no merecía toda la mierda que me estás dando por algo que decidí cuando tenía catorce y tenía muy pocas opciones.
– Tus padres no te pusieron una pistola en la cabeza y te hicieron firmar esos papeles, ¿verdad?
Negué con la cabeza. – ¿Qué habrías hecho tu si hubieras tenido catorce y tus padres te exigieran que hicieras eso?
Su boca se abrió.
– Ni siquiera contestes a eso, porque no importa. Lo lamento. Pero si me golpeas de nuevo, te devolveré el golpe. Lamento que esto te pasara a ti. Y lamento que tuviste que pasar por un juicio y todo eso. Y créeme, la cosa más grande que lamento es firmar esos malditos papeles y estar de acuerdo. Pero no puedo Cambiar eso. Todo lo que puedo hacer es dejarlo ir.
– Bueno, tú te diviertes dejándolo ir, entonces.
De pie aquí, mirando a la chica con la que compartí una terrible coincidencia, me sentí... vacía. No hubo ángeles escuchando o la luz dorada de revelación. Me sentí de la misma forma al salir de casa de mis padres. Nada. De forma repentina, supe que Zayn tenía razón. No tenía que hacer esto para seguir adelante. Ni siquiera necesitaba hacerles frente a mis padres. A pesar de que se había sentido increíble.
Había empezado a seguir adelante en el momento en que le había dicho a Zayn la verdad.
Simplemente no había ocurrido en una noche. Avanzar había sido un proceso lento que tomó una puta bofetada en la cara para entenderlo.
No necesitaba estar aquí.
Tenía que estar afuera, con Zayn, y de vuelta a casa, en West Virginia, con mis amigos. Tenía que continuar dejando ir todo.
Me dirigí a la puerta.
– ¿A dónde vas? – Sus dedos huesudos se clavaron en mi brazo, deteniéndome–. ¿______?
Quitando su mano de mi brazo, mantuve mi voz serena. – Me voy, Molly. Iré allá afuera con el hombre que me ama sin importar qué ocurrió en mi pasado o cuales estúpidas decisiones tomé. Voy a casa, la cual no es la casa en Red Hill, iré a ver a mis amigos. Ahí es a donde voy.
La garganta de Molly trabajó, pero no dijo nada mientras caminaba a la puerta. Me detuve y me giré hacia ella. – Mira, si quieres llamarme simplemente para hablar o algo así, obviamente tienes mi número. Llama cuando quieras, pero he aprendido de mis errores. Si me envías más mensajes que me enojen incluso en lo más mínimo, llamaré a la policía y presentaré cargos contra ti.
Apretó su boca cerrada y dio un paso atrás.
– Te deseo lo mejor. De verdad. Adiós, Molly.
No me detuvo mientras me iba y no salió como mi padre lo hizo. Me deslicé dentro del frío interior del auto y dejé salir un respiro entrecortado.
– Pero cómo pasó... ¿Por qué tu cara está tan roja? – Zayn capturó mi barbilla y suavemente me giró hacia él–. ¿Te golpeó?
– Si – Hice una mueca ante su explosiva maldición–, pero creo que la hizo sentir mejor después de que sacó todo fuera de su sistema.
Sus ojos se estrecharon. – Eso no lo hace malditamente correcto.
– Lo sé – Envolví mi mano alrededor de la suya y la apreté contra mi adolorida mejilla–, pero se acabó. He dicho lo que necesitaba y no creo que vaya a escuchar de ella de nuevo.
Zayn abrió su mano, pasándola suavemente por mi mejilla. – ______...
– Tenías razón. No necesitaba realmente hacer esto, pero me alegra haberlo hecho. Estoy bien con eso. – Cerrando mis ojos, giré mi cabeza, presionando un beso en su palma–. Llévame a casa, Zayn. Ahí es donde necesito estar.
Invitado
Invitado
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Aww mi rayis se comio una bofetada..pobree
Ya se termina? Xq?
Seguila pronto
Ya se termina? Xq?
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: Wait For You [Zayn Malik] Terminada
Magui Styles Malik escribió:Aww mi rayis se comio una bofetada..pobree
Ya se termina? Xq?
Seguila pronto
La verdad...
Si todo lo bueno tiene que terminar... no??
Pronto subo el final :P
Besos
Invitado
Invitado
Página 27 de 28. • 1 ... 15 ... 26, 27, 28
Temas similares
» Todo o Nada "El Affaire Malik II" [Zayn Malik & Tú] Erótica - TERMINADA
» Desnuda "El Affaire Malik I" [Zayn Malik & Tú] Erótica [Terminada]
» 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
» Mrs. Malik or only a game? Zayn Malik y Tú [TERMINADA]
» Bad Boy [Zayn Malik] {Terminada}
» Desnuda "El Affaire Malik I" [Zayn Malik & Tú] Erótica [Terminada]
» 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
» Mrs. Malik or only a game? Zayn Malik y Tú [TERMINADA]
» Bad Boy [Zayn Malik] {Terminada}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 27 de 28.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.