They don’t know about us (HARRY STYLES Y TU)

CAPITULO 16

-No soy una de tus zorras-Me obligué a mí misma a decir.
-¿Qué?

Su mirada estaba llena de confusión que luego cambio por enfado, lo pude notar por su mandíbula tensa y por una pequeña arruga que se hizo en el costado de su ojo derecho.  Escarbé en mi mente encontrando las palabras correctas para decir, quería decirle y preguntarle tantas cosas, cosas que me ayudarían a sacarme de mis dudas y temores. Pero el sonido de la puerta nos interrumpió. Giré mi rostro hacia ella y en cuanto se abrió Anne se asomó.

-¿Has visto a…?-Preguntó pero se interrumpió ella misma al ver a Harry conmigo-¡Oh aquí estas!

Mi cuerpo se tensó por los nervios pero me presioné a mí misma a mantener la compostura, cerré la boca que tenía abierta mientras miraba como idiota a mi tía.

-¿Qué hacen?
-Nada mamá-Él estaba tratando de mantener un tono calmado pero yo pude notar el fastidio en su voz-¿Qué pasa?
-Vamos a ir a dar una vuelta por el centro de la ciudad y después almorzaremos allí.

Luego de ser informada de los planes para la tarde, mi tía y Harry salieron de mi habitación permitiéndome tiempo para prepararme.

Apliqué un poco de maquillaje en mi piel para disimular mi naturaleza pálida. Base, polvos, iluminador, rubor, rímel, delineador y finalmente un poco de labial color durazno. Si no fuera por Sam yo no sabría cómo colocar todo eso en mi rostro correctamente, ella era mi salvación con cosas como esas.

Mi mejor amiga acostumbraba a utilizar mi cara como maqueta para practicar diferentes estilos de maquillaje, también experimentaba con mi cabello y yo cómo la quería tanto, se lo permitía.

Estaba helando afuera y me di cuenta que lo que traía puesto no me protegería mucho de las bajas temperaturas. Fui hasta mi maleta buscando un sweater cerrado de lana color rosa pálido y lo deslicé por mi cuerpo sobre la blusa blanca. Me quedé con mi jean azul oscuro, me puse unas botas UGG color cámel, un gorro café claro y una bufanda del mismo tono. Dejé mi cabello largo suelto de modo que también ayudara a darme algo de calor.

Tomé mi celular y lo encendí revisando algunas cosas de las que me había perdido, tenía un mensaje de Sam y tres llamadas perdidas, dos de ella y una de Niall. Sin siquiera mirar el mensaje quité el sonido y lo deslicé por el bolsillo trasero de mi pantalón.

Bajé al primer piso donde todos menos Trey, estaban esperando, mi mirada se deslizó hacia el rizado de ojos verdes. Llevaba puesto jeans ajustados, una camiseta gris que se amoldaba perfectamente a su torso, una chaqueta café claro, converse color blanco. Y para completar su atuendo, un gorro naranja puesto perfectamente sobre sus rizos. Parecía modelo de Calvin Klein.

¡La vida no podía ser más injusta!

Rápidamente quité mi mirada antes de que empezara a babear por él. Des camino hacia la entrada principal y los demás lo seguimos, mi madre y mi tía iban hablando con los brazos enlazados como las mejores amigas que eran.

Cuando salimos al exterior el frio caló en mis huesos, automáticamente crucé mis brazos a la altura de mi pecho buscando algo de alivio. Exhalé fuertemente haciendo que una bocanada de humo saliera de mi boca.

-Iremos adelantándonos. Ustedes esperen a Trey-Dijo Des desbloqueando las puertas de su auto que estaba detrás del de Harry-Nos vemos allá.

Los tres se despidieron y partieron por la carretera. En cuanto el auto dobló la esquina sonreí al sentir las manos de Harry tomándome de la cintura y acercándome a su cuerpo. Sonreí incluso aún más cuando se inclinó para darme un beso en los labios.

Se separó dando una rápida mirada hacia la puerta principal, luego caminó hacia atrás llevándome con él y se giró de modo que quedé apoyada contra su camioneta.

Reí fuertemente por el movimiento tan repentino pero él me silenció pegando sus labios a los míos nuevamente. Posicioné mis pequeñas manos en sus caderas mientras que las suyas viajaron hasta mi cuello.

Una corriente de aire hizo que me estremeciera separándome de él, el frio que estaba haciendo era abrumador, Harry lo notó y me estrechó en sus brazos brindándome un poco de alivio. Alcé mi rostro hacia él y sonreí ya que se veía muy lindo con el gorro.

-Te ves adorable- Él alzó sus cejas como si mis palabras hubieran sido un insulto.
-No se supone que me tenga que ver adorable.

Reí por el tono enojado pero su rostro tenía una mueca de diversión. Lo abracé más fuerte, escondiendo mi rostro en su pecho tratando de buscar un poco más de calor. Su aroma penetró mis pulmones y lo aspiré encantada.

Volví a levantar mi cabeza hacia él apoyando la barbilla en su pecho. Quería darle un beso pero era tan alto que tendría que ponerme de puntas de pie y la verdad no tenía la fuerza para hacerlo, el frio había entumecido hasta mis entrañas.

No es que yo fuera pequeña, él era muy alto.

De un momento a otro sus ojos se ensombrecieron y su rostro tomó seriedad.

-Eres importante para mí, nunca dudes de eso-Su mirada verde fija en mis ojos miel-No eres como ninguna de ellas.

Oh estaba hablando de lo de hace un rato. Me revolví incómoda y alejé mi mirada de él, cuando lo dije en la habitación parecía lo correcto y necesario pero ya no lo veía así. Ya no quería hablar de eso.

No quería darle vueltas al asunto como normalmente lo haría, solo quería disfrutar de su compañía mientras durara. Parecía que lo nuestro solo era por temporadas, mientras nos veíamos y pronto tendría que volver a casa así que aprovecharía el poco tiempo que quedaba.

-Olvidemos lo que dije-Le brinde una sonrisa sincera y esta vez sí me empiné para alcanzar sus labios dándoles un beso corto.
-Ahora que estamos juntos es importante que lo sepas.

El desconcierto se apoderó de mí.

¿Juntos?

Quise preguntarle a qué se refería pero el sonido de la puerta nos interrumpió. Harry se separó rápidamente de mí y bufé un poco molesta, debía acostumbrarme a que siempre nos interrumpieran.

Llevé mis manos rodeando mi torso tratando de sofocar el frio que se adentró en mi cuando el cuerpo de Harry se apartó. Mi hermano cerró la puerta tras de él y nos vio sonriente. Traía puestos unos jeans negros, Vans negros también, una camiseta blanca y chaqueta de jean.  

-¿Y los demás?-Preguntó caminando hacia nosotros.
-Se cansaron de tu lentitud y se adelantaron-Dije sacándole la lengua.
-Muy graciosa-Se acercó y desacomodó mi gorro haciendo que cubriera mis ojos-Bueno ya estoy aquí. ¡Muevan sus traseros!

Harry fue hasta la puerta y le colocó seguro. Puse el gorro en su lugar, mirándome en el reflejo de las ventanas del auto.

-¡Me pido adelante!-Exclamó Trey.

¡Rayos! ¡Yo quería adelante! Hice puchero hacia Harry y él sonrió levemente.

-De hecho Grify ya lo había pedido.

Sonreí ampliamente pero en cuanto fui consciente de cómo me había llamado lo fulminé con la mirada. Enserio odiaba que me dijeran así pero parecía que a todos los demás les gustaba, o tal vez era solo para fastidiarme. Mi hermano volteó los ojos con fastidio y abrió la puerta trasera deslizándose en el interior.

Me reí y sonreí hacia Harry en agradecimiento.

Saqué mi celular del bolsillo trasero antes de sentarme en mi puesto para no quebrarlo. Estuve muy agradecida cuando Harry encendió la calefacción. Mil veces preferiría el frio al calor, lo amaba, pero era más por la sensación tan reconfortante de encontrar calor en medio del frio.

Luego de aproximadamente media hora Harry parqueó la camioneta frente a un hermoso parque.

Salimos del parqueadero y caminamos hacia el parque en donde se encontraban los demás sentados en una banca.

Después todos juntos caminamos por el centro de Liverpool admirando los edificios y el paisaje. Como en cualquier centro de cualquier ciudad, había gran cantidad de gente caminando de un lado a otro. Un recuerdo de la niñez se coló en mis pensamientos, papá y yo caminando por estas mismas calles hace ya varios años atrás.

Un brazo sobre mis hombros me trajo de vuelta al presente, Harry. Sonreí hacia él y traté de controlar el nerviosismo automático que me daba tenerlo cerca. Ninguno de los que estaban junto a nosotros nos vio de forma extraña, ellos sabían que éramos muy unidos por lo que no le veían nada de malo.

Si ellos supieran…

Íbamos caminando todos juntos, Trey iba un poco más adelante tomando fotos con la cámara de mamá.

“Debí haber traído mi cámara” Pensé.

A falta de algo mejor, saqué mi celular capturando lo que más llamaba mi atención. Incluyendo a Harry, obviamente. Llegamos hasta el puerto admirando el hermoso paisaje con el río de fondo. Los edificios alrededor se veían más antiguos y daba la sensación de estar en otro mundo.

Luego de un rato más admirando los alrededores y tomándonos fotos nos percatamos que ya se estaba haciendo tarde para el almuerzo así que decidimos ir a un restaurante irlandés que habíamos divisado anteriormente, cerca del parque.

Los demás se adelantaron mientras que yo caminaba junto a Harry hablando y sonriendo como tontos. De un momento a otro su brazo rodeó mis hombros en un rápido movimiento llevándome hacia él, su cabeza se inclinó y sus labios buscaron los míos sellándolos en un beso.

Lo empujé inmediatamente y un fuerte respiro salió de mi boca, con los ojos abiertos a más no poder vi hacia adelante dónde caminaban los otros cerciorándome que nadie había visto. Llevé mi mano a mi pecho por el alivio mientras que mi acompañante se carcajeaba junto a mí. Lo fulminé con la mirada, él no podía jugar con mis nervios de esa manera. Por poco y me da un paro cardiaco y él estaba ahí como si nada partiéndose de la risa.

-¡¿Quieres matarme?!-Dije con fastidio retomando nuevamente la marcha.
-Relájate-Respondió tratando de respirar un poco.

Algo dentro de mí sonrió por lo lindo que se veía en medio de las risas, se veía relajado, fresco y descomplicado, me gustaba ese Harry.

-Sólo no vuelvas a hacer eso.