They don’t know about us (HARRY STYLES Y TU)

El móvil había dejado de sonar así que lo tiré en el sofá otra vez. Estar en los brazos de Harry se sentía tan bien y cuando algún pensamiento de lo mal que estaba que estuviéramos juntos pasaba por mi mente lo desechaba de inmediato y cuando pensaba en lo decepcionada que Sam estaría de mí, también lo espantaba de mi cabeza. Se sentía bien, se sentía tan jodidamente bien que en ese momento era lo único que importaba y eso era suficiente para mí.

Mi espalda seguía apoyada contra su pecho mientras él besaba lentamente mi mandíbula y mejilla, nuestras manos entrelazadas a la altura de mi abdomen. Los labios de Harry recorrieron mi mandíbula hasta llegar a mi oído, dando suaves besos. Su aliento caliente hizo que mi piel se erizara mucho más de lo que ya estaba.

-En todos estos años no he podido dejar de pensar en ti ni un solo día-Susurró suavemente mientras me apretaba más en sus brazos-Ni un solo maldito día.

Yo no dije nada, me limité a cerrar los ojos tratando de controlar mi respiración que cada vez se hacía más pesada y rápida. Yo tampoco había dejado de pensar en él, por más que quisiera y por más que lo intentara, era más fuerte que yo. Siempre le había dicho a Sam que Harry ya no me interesaba, que lo que había sucedido entre nosotros no era más que una tontería, que yo solo estaba enfadada con él por alejarse.

Esto último si era cierto pero cada noche antes de dormir cuando ya no tenía que fingir y tratar de engañarme a mí misma, pensaba en él. Y lo sentía junto a mí. Y muchas veces me sentía mal conmigo misma por mis sentimientos, porque no eran los correctos. Y me molestaba porque no los podía cambiar. Y me enfadaba porque no los podía controlar. Y me sentía frustrada porque no podía estar con él. Porque nunca podría estar con él de la manera en que mi corazón deseaba.

Pero en esos momentos justo entre sus brazos todos esos pensamientos se fueron a la basura inmediatamente. “¿Por qué no?” Era en lo único que podía pensar. Era lo único en lo que me permitía pensar.

Giré en sus brazos así podría verlo directamente a los ojos, Harry posicionó sus manos en mi espalda baja. No sabía que decir y no quería pensar, sentía como que si lo hacía dañaría el perfecto momento en el que estábamos.

Subí mis manos hasta sus mejillas acunando su rostro y lo miré unos segundos más antes de acercarme lentamente rozando nuestros labios. Sentía su respiración jadeante chocando contra mi rostro y su mirada pasearse de mis ojos a mis labios consecutivamente. Fue Harry quién en un rápido movimiento junto nuestros labios mientras ejercía mayor fuerza en su agarre en mi cuerpo. El beso ya no era tan apasionado como antes en la cocina, este era más suave y calmado.

Nos separamos apresuradamente al escuchar el sonido de un auto estacionándose afuera, las puertas abriéndose y cerrándose, los pasos acercándose a la puerta principal y finalmente ésta abriéndose cuando Trey, Louis y Zayn entraron con varias bolsas en las manos.

-No te quedes ahí parado Hazza. Ayúdanos.-Exclamó Trey.

Harry despeinó un poco su cabello antes de acercarse a él y tomar algunas bolsas.

-Creí que solo irían por unas cervezas-Susurré con diversión.

Zayn me dio una mirada divertida pero ninguno dijo nada. Caminaron llevando las bolsas hacia la cocina y yo los seguí silenciosamente con curiosidad por saber que tanto habían comprado. En cuanto las pusieron en la mesa me sorprendí al ver gran cantidad de latas de diferentes marcas de cervezas. También sacaron dos botellas, que si mi conocimiento no me fallaba eran de Vodka, luego de acercarme un poco más lo comprobé al leer “Absolut Vodka” en el envase. En otras bolsas había limones, maní, y una cantidad obscena de snacks. Trey alzó una botella llamando mi atención.

-¡Para ti hermanita con mucho cariño!-Dijo soltando una carcajada que luego todos los demás siguieron.

Los fulminé con la mirada acercándome a mi hermano para agradecerle sarcásticamente por su consideración. Tomé la botella rosa de champagne sin alcohol que normalmente se utilizaba para las fiestas infantiles y giré los ojos con diversión al ver al feo payaso dibujado en la etiqueta, luego la apoyé en la mesa.

-Ya vuelvo, debo hacer una llamada. No se emborrachen sin mí.

Salí de la cocina sin prestar atención a la dura mirada de Harry. Tomé mi celular y corrí escaleras arriba hacia mi alcoba para tener mayor privacidad. Ubiqué rápidamente el número de Niall y marqué. Hablamos un rato, no podía parar de reír por las tonterías que decía mi amigo, amaba eso de él, la facilidad para hacer a las personas a su alrededor reír.

Luego de colgar me encontré dudosa de si llamar a Sam o no. Después de pensarlo decidí que lo mejor sería no hacerlo, todavía no quería contarle lo que había pasado y la verdad no tenía cabeza para afrontar la realidad, así que apagué mi móvil y lo dejé en mi habitación.

Los encontré en la sala de televisión con latas a su alrededor y riendo de algo que estaban hablando. Harry estaba recostado en el sofá riendo mientras frotaba su labio inferior con sus dedos, era una mueca que siempre hacia, se giró para verme en cuanto entre y su rostro se tornó serio inmediatamente, tomé lugar a su lado. Louis estaba acostado en el piso partiéndose de risa, mientras que mi hermano y Zayn lo seguían desde el otro sofá.

-¿Qué es tan gracioso?-Pregunté riendo por la risa tan contagiosa de ellos.
-Cosas de chicos que no querrás saber-Afirmó Trey.

Hice mala cara al imaginarme de que podrían haber estado hablando, ellos siguieron riendo y hablando en voz baja de algo que yo no entendía. Sentí el brazo de Harry rodear mi hombro lo cual me puso nerviosa, me acercó más a su cuerpo.

-¿Qué tal está tu novio?-Susurró en mi oído de forma que sólo yo pude escucharlo.

Me giré para verlo. ¿Enserio creía que estaba saliendo con Niall? Su fría mirada me dio la respuesta que buscaba, sonreí internamente al pensar que él podría estar celoso pero no respondí, dirigí mi vista de nuevo hacia el frente. Harry quitó su mano y las dirigió a su cabello revolviéndolo con irritación soltando un suave gruñido. Sabía que estaba enojado pero no iba a hacer nada para que no lo estuviera.

Ellos siguieron hablando de cosas sin importancia, Harry y yo realmente no estábamos aportando mucho a la conversación, solo estábamos sentados allí viéndolos y yo reía de las estupideces que decían mientras que el rizado estaba serio. Luego de cinco rondas de cervezas mi hermano se puso de pie gritando que era hora de algo más fuerte.

-¿Enserio estás con él?-Dijo Harry enfadado en cuanto Trey abandonó la sala.

Miré nerviosa a Louis y Zayn que se removieron incómodos en sus puestos. Yo era plenamente consciente que ellos conocían la situación pero aun así no era el lugar ni el momento para tener esa charla.

-Chicos no creo que…
-¡Vamos!-Harry interrumpió a Louis tomando mi muñeca firmemente y poniéndome de pie de un tirón-Inventen cualquier cosa.

Esto último iba dirigido para ellos y rápidamente me empujó fuera de la casa antes de que mi hermano saliera de la cocina con el vodka y las demás cosas. No estaba acostumbrada a los movimientos bruscos de Harry por lo que me sentía aturdida mientras él jalaba de mi por la acera. Era casi como si fuera una niña malcriada que no estaba comportándose como debía. Quería tirar de mi mano para que me soltara, pero no lo hice.

Ya lejos de casa paró abruptamente haciéndome chochar contra su dura espalda. Dio la vuelta para enfrentarme y pude notar su mirada oscura. No entendía porque estaba tan enojado, de un momento a otro simplemente perdió la paciencia. Sabía que lo de Niall lo había molestado pero no creí que podría llegar hasta ese punto. Miré a mi alrededor para darme cuenta que estábamos en el parque cerca de su casa, dirigí mi vista nuevamente hacia él.

-¿Lo amas?-Preguntó de repente luego de una lucha de miradas.

Abrí la boca para contestar pero la cerré rápidamente pensando mejor en cómo responder. Claro que amaba a Niall, pero únicamente como amigo. Si decía eso tendría que admitir que no estaba saliendo con él, pero por otro lado podría mentir y seguir haciéndole creer que éramos pareja.

Estaba dispuesta a continuar con la mentira cuando lo pensé mejor, era estúpido que después de tanto tiempo las cosas entre nosotros se dañaran nuevamente. Yo no quería eso. Era inmaduro mentirle de esa forma.

-Sí-Su rostro se desfiguró con mis palabras así que me apresuré a continuar-Pero no de la manera que crees.

Él se separó de mí pasando sus manos por su cabello, luego dirigió su vista a mí y se acercó con más determinación tomándome de las mejillas.

-¿Te has acostado con él?- Su mirada dolida hizo estragos dentro de mí y me sentí como una mierda.
-Hazza…-Susurré colocando las manos sobre las suyas y dándoles una suave caricia intentando que se calmara-Amo a Niall pero solo como amigo. No estamos saliendo. Nunca hemos salido.

Su ceño se frunció mientras trataba de absorber mis palabras, soltó su agarre de mi rostro, cayendo sus brazos a sus costados.

-¿Qué?
-Perdona por mentirte yo…yo no lo sé…yo…
-¿No has estado con él?

Negué con la cabeza mirándolo esperando que hiciera algo más que solo verme con el ceño fruncido. Creí que la verdad lo alegraría y que correría hacia mí a besarme pero eso no pasó, se veía incluso más molesto. Me estremecí en mi lugar por el frío y por la mirada del muchacho furibundo frente a mí.

Sin decir nada empezó a caminar nuevamente mirando hacia atrás esperando que lo siguiera, torpemente caminé hacia su lado tratando de seguirle el paso. Antes de llegar a casa se detuvo y se acercó a mí colocando su mano derecha en mi mejilla y su otra mano en mi cintura.

-No vuelvas a jugar conmigo de ese modo. ¿De acuerdo?-Sentenció aún con un leve rastro de enojo.

Asentí precipitadamente perturbada por su repentina cercanía. Él bajó su rostro y depositó un rápido beso en mis labios, para después girarse y continuar caminando con nuestras manos entrelazadas.

Un poco de música se alcanzaba a escuchar fuera de la casa, Harry río y negó con la cabeza mientras entrábamos. Los tres muchachos seguían sentados en la sala de televisión, hablando, riendo y embriagándose.

-Miren quiénes volvieron-Gritó Trey en cuánto nos vio pero luego frunció el ceño-¿Y los cigarros?

Lo miré confundida tratando de entender a qué se refería, pero fue hasta que Harry contestó que logré comprender.

-El lugar ya estaba cerrado no pudimos conseguirlos.

Nos sentamos en el mismo sofá nuevamente. La botella de vodka estaba en medio del piso junto con varios vasos, limones y maní. No me dejaron probar cuando les pedí amablemente que me regalaran un poco, sabía que para los demás no había problema pero Trey insistía en que todavía era una niña, torcí los ojos con fastidio y fui hasta la cocina para conseguir algo que se me permitiera tomar. Tomé una lata de Coca-Cola de la nevera y volví a la sala.

Los chicos decidieron llamar a algunos amigos ya que era relativamente temprano y mis tíos y mi madre se demorarían en llegar. En pocos minutos el timbre sonó y alrededor de quince personas entraron riendo y haciendo alboroto. El sonido de la música subió y más alcohol fue traído.

Harry no se había apartado de mi lado en toda la noche, hablábamos y reíamos de cualquier cosa. Quería bailar con él al igual que algunas personas lo estaban haciendo en la sala, pero no me pareció apropiado ya que mi hermano estaba allí, además él se había presentado él mismo como el primo de Harry y a mí como su pequeña hermanita, por lo tanto también prima de Harry.

-Vamos a bailar Styles-Dijo una rubia peliteñida acercándose a nosotros y tomando de la mano a Harry para llevarlo a la improvisada pista de baile.
-Lo siento Lizzie no tengo ganas-Se disculpó él por su rechazo.

Ella agitó su mano hacia él con falso desinterés y caminó hacia un grupo de chicas. Sonreí internamente porque él había estado rechazando a todas las que se le acercaban y no me había dejado sola.

Eran las 00:12 a.m. y la mayoría de ellos ya estaban ebrios. Según Harry, nuestros padres llegarían más o menos a las 03:00 a.m. porque habían asistido a una fiesta organizada por la producción de la obra de teatro.

En un momento en qué Harry se distrajo con sus amigos subí a mi habitación, ya estaba cansada y tenía un leve dolor de cabeza. Entré al baño y me lavé la cara para tratar de despejarme un poco. Me tiré en la cama y prendí el televisor tratando de encontrar alguna película, la puerta sonó después de unos minutos. Luego de indicar que estaba abierto Harry entró.

-Te estaba buscando-Musitó acercándose a la cama y sentándose junto a mí.
-Ya estaba cansada-Dije mientras seguía cambiando los canales.
-Yo también-Suspiró mientras se apoyaba al espaldar de la cama-No sé ni por qué acepté esto.

Reí por el tono de fastidio y arrepentimiento en su voz. Si estaba cansada, pero no para él. Sin pensarlo demasiado me acerqué apoyándome también del espaldar y descansando mi cabeza en su hombro. Seguí cambiando los canales hasta que encontré Gossip Girl en uno de ellos. Harry bufó a mi lado y yo sólo reí. Después de unos pocos minutos viendo la serie, él se acomodó mejor en la cama levantando el brazo y rodeando con éste mis hombros, yo volví a reposar mi cabeza en el suyo.

No sé en qué momento me quedé dormida, pero al despertar noté que el televisor estaba apagado y que ya no se escuchaba música en la planta baja, abriendo los ojos perezosamente me encontré sola en la habitación, sin rastro de Harry. Un poco de luz se filtraba por las cortinas y supe que ya era de día. Me quedé unos quince minutos más en la cama desperezándome un poco antes de ponerme de pie y dirigirme al baño. Había dormido con la ropa de ayer así que tomé una ducha rápida y luego me puse unos jeans azul oscuro ajustados, una blusa blanca sencilla y un abrigo beige largo en la parte trasera. Me puse mis pantuflas y bajé.

La casa estaba en mortal silencio, parecía que yo era la única que estaba despierta. Fui hasta la cocina y al ver el reloj descubrí que eran las 07:28 a.m. Aprovechando que nadie se había levantado aún, me escabullí silenciosamente hasta la sala de televisión y encontré a Harry durmiendo plácidamente en el sofá-cama. Sonreí por lo lindo que se veía y me acerqué más. Levanté las cobijas y me metí en ellas acostándome a su lado, Harry gruñó porque lo había destapado un poco y ahora su pierna estaba descubierta. Acerqué mi dedo índice a su rostro y tracé su nariz suavemente, él movió la cabeza incómodo por mi tacto y reí fuertemente.

-Despierta-Susurré en su oído pero él ni se inmutó-Despierta dormilón.

Seguí insistiendo un par de veces más pero él estaba como muerto, así que dirigí mis dedos hacia su nariz nuevamente pero esta vez apreté sus fosas nasales impidiendo el paso de oxígeno. Él se revolvió incómodo cuando el aire le faltaba y abrió sus ojos al mismo tiempo en que abrió su boca para poder respirar. Se sentó rápidamente, y miró a todos lados desconcertado. Reí fuerte pero no tan fuerte como para despertar a los demás. Él dirigió su mirada hacia mí soltando un suspiro en cuánto se acostó nuevamente.

-Buenos días hermosa-Dijo tomando mi cintura y apegándome a su cuerpo.

Fue en ese momento en que me di cuenta que él estaba sin camisa, no sabía que tenía tantos tatuajes. Me encontré un poco nerviosa por su cercanía y por el hecho de que estábamos en un lugar muy expuesto. Besó mi mejilla y me apegó más colocando su otro brazo bajo mi cabeza, yo por mi parte puse una de mis manos en su pecho desnudo, correspondiéndole el abrazo tímidamente.

-¿Dormiste bien?-Me limité a asentir mientras el reía-Me gusta esto.

Susurró pero tuve la impresión que lo dijo más para sí mismo que con la intención de que yo escuchara por lo que no pregunté a qué se refería exactamente. Harry despegó su mano de mi cintura y la ubicó en mi mejilla. Acercó mi rostro al suyo y unió nuestros labios, mi respiración se aceleró sólo por el hecho de estar besándolo.

Subí mis manos hasta su cuello tratando de profundizar más el beso, si es que eso podría ser posible. La lengua de Harry entró a mi boca jugando con la mía. El beso había comenzado tierno pero de un momento a otro se había tornado más fuerte y apasionado. Siempre me habían gustado más los besos suaves y románticos pero definitivamente con Harry, los apasionados eran mis favoritos.

Él se inclinó más colocándose encima de mi cuerpo apoyándose con la otra mano con cuidado de no depositar todo su peso sobre mí. Mi respiración ya estaba totalmente fuera de control y mis manos rodeaban su cuello enredándose en sus rizos. Los besos se dirigieron hasta mi cuello y yo automáticamente mordí mi labio inferior tratando de controlarme un poco, pero se me estaba haciendo una tarea bastante difícil al sentir sus labios succionando mi zona sensible que de seguro luego tendría una marca. Me sentía un poco incómoda por la posición ya que la parte inferior de mi cuerpo estaba inclinada hacia un lado con las piernas cerradas.

Harry subió de nuevo hacia mis labios besándome enérgicamente. Bajé una de mis manos hacia su mejilla apoyando los dedos suavemente en ella. Él trató de acomodarse mejor pero se lo impedí con mi tensa posición, lo que lo hizo reír contra mis labios.

-Abre las piernas cariño.

Mientras seguía besándome, dudosa hice lo que pidió así que abrí las piernas permitiéndole acomodarse en medio de ellas, con ellas rodeé su cadera. La posición era más cómoda pero por otro lado no tanto, ya que podía sentir el bulto de Harry contra mi entrepierna lo cual hizo que mi corazón latiera más rápido y que el nerviosismo volviera a inundar mi cuerpo.

-Hazza…-Susurré agitada en medio del beso-Harry…alguien…puede…bajar.

Hizo caso omiso a mis palabras, pude sentir una de sus manos bajo mi blusa acariciando mi abdomen y mis costados. Levantó la tela despacio y su mano subió peligrosamente por mi cuerpo pero se detuvo cuando escuchamos el sonido de una puerta abrirse y cerrarse en el segundo piso.

-¡Joder!-Susurró en cuanto soltó mis labios.

Lo miré con horror sin saber qué hacer pero en cuánto reaccioné me puse de pie caminando fuera de la sala de televisión lo más rápido posible. Escuché un bufido de frustración detrás de mí, pero no volteé a mirar al causante del sonido.

Des venía bajando las escaleras un poco adormilado, cuando me vio sonrió sorprendido y me saludó amablemente. Yo por mi parte le devolví el saludo nerviosa, tratando de cubrir mis labios que seguramente estaban rojos e hinchados.

En cuanto estuve en mi habitación me apoyé contra la puerta y me dejé caer, dirigí mis dedos hacia mis labios, aún podía sentir los labios de Harry presionando en ellos. Sonreí estúpidamente recordando el pequeño momento que habíamos tenido pero luego me asusté. Jamás había experimentado algo como eso con otro chico y me asustó mucho más el hecho de que haya sido con mi primo.